Recuerdo del primer mensaje :
Recepción de pacientes y sala de espera (acompañantes y pacientes).
Recepción de pacientes y sala de espera (acompañantes y pacientes).
- Plantilla del hospital:
- Lucio Galenus: Director. Cardiólogo. Especialista en sanación mágica general.
- Aldaron Failon: Anestesia y Farmacología
- Arleen Royden: Neurocirujana. Traumatóloga.
- Josephine Patterson: Daños provocados por hechizos. Embrujos irreversibles. Maleficios. Encantamientos mal realizados
- Chloe Hacksaw: SIR (sanadora interna residente)
- Anteia Malfoy: Obstetricia y neonatos
- Justin Granger: Becario técnico en pociones
Había estado haciendo más turnos de la cuenta en el hospital desde que habían traído a Ian, sobre todo porque a mi padre le tocaba quedarse cuidando de Aedan y no querían que el crío viniese de visita. A mi parecer no era sólo eso, sino que a Ian no le apetecía estar con nadie. A mi tampoco me hablaba demasiado, así que le daba la lata lo justo y necesario. Después de revisarle a él y a otros pacientes me avisaron que tenía una visita en recepción, algo que me intrigó bastante. Sólo esperaba que no fuese ningún tipo de bronca, que me quedaba sólo media hora para acabar el turno y estaba ya reventada. Bajé sin demasiada prisa, después de quitarme los guantes y lavarme las manos para recibir a quien fuese. A lo mejor se trataba de un nuevo sustituto para Anteia, para que le pusiéramos al día con sus pacientes. Ahora que tenía la baja había que repartirse el trabajo o cubrir su puesto.
Lo que no me esperaba para nada es que se tratase de una visita agradable, como la de Ben. Vale, no parecía que viniese herido de nuevo. Le habría matado si no me hubiese hecho caso en eso de irse a descansar. Sonreí al verle allí sentado en las sillas de recepción, caminando hacia él después de llamar su atención diciendo su nombre. - ¡Ben! ¿Cómo estás? ¿Vienes a revisión? - me senté justo a su lado, apoyando una mano en su hombro al hacerlo. - Tienes mucha mejor cara. Eso es que me has estado haciendo caso. Iba a ir a verte a tu piso, pero he tenido mucho lío. - esperaba que alguien le hubiese echado una mano durante esos días, pero dudaba que él hubiese pedido ayuda. Yo me había ofrecido, pero al final no había podido ser. Bajé la mirada hacia la comida que traía, ladeando la cabeza con curiosidad. Parecía casero, no como el pastellillo que traje yo de la cafetería. - ¿Has estado cocinando?
Lo que no me esperaba para nada es que se tratase de una visita agradable, como la de Ben. Vale, no parecía que viniese herido de nuevo. Le habría matado si no me hubiese hecho caso en eso de irse a descansar. Sonreí al verle allí sentado en las sillas de recepción, caminando hacia él después de llamar su atención diciendo su nombre. - ¡Ben! ¿Cómo estás? ¿Vienes a revisión? - me senté justo a su lado, apoyando una mano en su hombro al hacerlo. - Tienes mucha mejor cara. Eso es que me has estado haciendo caso. Iba a ir a verte a tu piso, pero he tenido mucho lío. - esperaba que alguien le hubiese echado una mano durante esos días, pero dudaba que él hubiese pedido ayuda. Yo me había ofrecido, pero al final no había podido ser. Bajé la mirada hacia la comida que traía, ladeando la cabeza con curiosidad. Parecía casero, no como el pastellillo que traje yo de la cafetería. - ¿Has estado cocinando?
Devolví el saludo a la sanadora alzando levemente la mano, agitándola suavemente, con una leve sonrisa. Aunque se le veía cara de cansada, su sonrisa todavía era capaz de iluminar el hall entero. Solo esperaba que no le molestase la interrupción del servicio, pero juraba que venía a buena fe. Me levanté para recibirla, pero al sentarse, se sintió un poco estúpido y trastabilló, boqueando algo que no sabría decir. De modo que lo mejor fue callarse y volver a sentarse, aunque no pudo evitar la sonrisa de circunstancia cuando hay un malentendido de ese tipo. -Ey, hola. Todo bien- Mentí, no quería preocuparla más al decirle que me cansaba cuando hacía algún ejercicio extenuante. Suficiente tenía. -Pues no. Venía a verte, ¡pero no porque me hayan herido!- Asentí con una carcajada divertida, quedando demostrado que había sido un buen paciente, haciendo caso de las indicaciones de la facultativa. Reposo. Hice un leve gesto con la mano, para quitarle importancia a sus disculpas, no había porqué darlas -Venía para ver cómo estabas, después del ingreso de tu hermano supuse que habrías hecho horas de más-
Destapó los tuppers. La tela era terriblemente fea, ¿cómo alguien podría pensar que eso se podría utilizar para hacer ropa? -Y como he supuesto que no has tenido tiempo te he cocinado algo. Especialidad de la casa: pasta boloñesa- Destapé la comida para mostrársela -Y como sé que no comes carne, lo he preparado con soja texturizada. Vegano total- Guiñé un ojo y le hice el símbolo de OK.
Destapó los tuppers. La tela era terriblemente fea, ¿cómo alguien podría pensar que eso se podría utilizar para hacer ropa? -Y como he supuesto que no has tenido tiempo te he cocinado algo. Especialidad de la casa: pasta boloñesa- Destapé la comida para mostrársela -Y como sé que no comes carne, lo he preparado con soja texturizada. Vegano total- Guiñé un ojo y le hice el símbolo de OK.
Se me hizo gracioso el momento ese en el que él no sabía si ponerse de pie o sentarse, aunque al final acabamos sentados ambos. Suspiré aliviada al escuchar eso de que estaba bien, que no era por revisión ni nada. - ¿De verdad? y yo que estaba pensando que me llamaba alguien para echarme la bronca.- Eso de que viniese por verme a mí me sacó una media sonrisa, haciéndome recordar parte de la conversación que había tenido con Oscurus cuando Ben estaba inconsciente. Por culpa de eso ahora me daba algo de corte, pero traté de disimular poniéndome a responder rápidamente a lo demás.
- Pues ahora menos preocupada, Anteia consiguió salvar a mi hermano con una idea que a mí no se me había ocurrido. Espero que no le queden secuelas...le ha pasado algo similar a lo tuyo. - alcé la mirada hacia sus ojos y llevé una mano a su pecho un momento, apoyándola ahí como queriendo decir que me estaba refiriendo a los pulmones. Si Ben podía recuperarse, Ian también, aunque fuese algo distinto por el tema de la plata.
Bajé la mano de su pecho cuando se puso a abrir la tela aquella rara para mostrar los tuppers, mirándolos ilusionada por el detalle y por la buena pinta que tenían. - Ay, qué mono eres, trayendo comida para la pobre residente hambrienta. ¡No tenías que haberte molestado, que seguro que te ha llevado un buen rato! - Encima los había hecho veganos, y yo no recordaba haberle hablado de nada de eso. - ¿Cómo lo has sabido? - pregunté sorprendida por aquello, poniéndole ojitos antes de darle las gracias y un beso en la mejilla. Cogí uno de los tenedores que venían junto a los tupper, pasándole otro a él. Eso de comer sola no me gustaba. Pinché la pasta para probarla, poniendo cara de que estaba buenísima. Esperé a hablar hasta haber comido los dos o tres primeros bocados. - Acompáñame y comemos aquí. Me queda menos de media hora para salir, así que podríamos hacer algo, si te apetece. - pinché otro poco más, dejándole tiempo para que él también cogiese. Mientras me quedé pensando en sitios a los que podíamos ir, teniendo una idea. - ¿Te fías de mí como guía para llevarte fuera de la isla? - le dejé algo de tiempo para pensárselo, y cuando acabamos de comer fui a ducharme y a cambiarme al haber terminado el turno. Después de eso salimos de la isla, desapareciéndonos a un lugar al que quería llevarlo.
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par: se quedan dentro de la isla
impar: se van fuera de la isla
- Pues ahora menos preocupada, Anteia consiguió salvar a mi hermano con una idea que a mí no se me había ocurrido. Espero que no le queden secuelas...le ha pasado algo similar a lo tuyo. - alcé la mirada hacia sus ojos y llevé una mano a su pecho un momento, apoyándola ahí como queriendo decir que me estaba refiriendo a los pulmones. Si Ben podía recuperarse, Ian también, aunque fuese algo distinto por el tema de la plata.
Bajé la mano de su pecho cuando se puso a abrir la tela aquella rara para mostrar los tuppers, mirándolos ilusionada por el detalle y por la buena pinta que tenían. - Ay, qué mono eres, trayendo comida para la pobre residente hambrienta. ¡No tenías que haberte molestado, que seguro que te ha llevado un buen rato! - Encima los había hecho veganos, y yo no recordaba haberle hablado de nada de eso. - ¿Cómo lo has sabido? - pregunté sorprendida por aquello, poniéndole ojitos antes de darle las gracias y un beso en la mejilla. Cogí uno de los tenedores que venían junto a los tupper, pasándole otro a él. Eso de comer sola no me gustaba. Pinché la pasta para probarla, poniendo cara de que estaba buenísima. Esperé a hablar hasta haber comido los dos o tres primeros bocados. - Acompáñame y comemos aquí. Me queda menos de media hora para salir, así que podríamos hacer algo, si te apetece. - pinché otro poco más, dejándole tiempo para que él también cogiese. Mientras me quedé pensando en sitios a los que podíamos ir, teniendo una idea. - ¿Te fías de mí como guía para llevarte fuera de la isla? - le dejé algo de tiempo para pensárselo, y cuando acabamos de comer fui a ducharme y a cambiarme al haber terminado el turno. Después de eso salimos de la isla, desapareciéndonos a un lugar al que quería llevarlo.
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Para poder volar gracias a la magia elementarista del aire es necesario dejar toda preocupación y lazo terrenal atrás para "entrar al vacío", era el momento de relajación en el que era libre de la gravedad, de los problemas mundanos y todo era paz, pero en cuanto el moreno tocaba el suelo repasaba lo ocurrido en su cabeza una y otra vez. Se preguntaba en qué había fallado, qué postura había sido la incorrecta, qué movimiento había hecho mal, si se había equivocado en la dirección que le había dado a su energía, qué plegaria había rezado de forma errónea...
La realidad era que había fallado y había notado que su conexión con el Espíritu de la Naturaleza y los anteriores portadores era débil, necesitaba ejercitar su espiritualidad a través de la meditación. Consideró huir pero sabía que no encontraría la paz de ese modo. Pensaba en eso mientras sobrevolaba la zona residencial, utilizó su magia elementarista del aire para proyectar su voz y declarar la evacuación de esa área a los cuatro vientos... literalmente. Revisó edificios, casas, callejones, sótanos y trasladó lejos a todos los seres que pudo.
Luego fue al hospital, atravesó las puertas de entrada como una exhalación y aterrizó frente a los que atendían en la recepción. -Voy a hacer un escudo de metal alrededor del hospital, avisen que será necesaria la desaparición para poder entrar o salir y también notifiquen a Oscurus y al personal sanitario.- Les dijo y salió de la construcción para buscar por la isla todos los desechos metálicos que encontró. De vuelta frente al hospital manipuló el metal con movimientos firmes gracias a la magia elementarista de la tierra y cubrió totalmente las edificaciones con una gruesa capa metálica ayudado también por la magia elementarista del fuego y del agua para dejarlo todo sólidamente soldado.
A continuación se sumergió bajo tierra para escudar con otra gruesa capa de metal al hospital de forma subterránea y fijar el terreno para que no se derrumbe. El trabajo fue arduo pero al final consiguió unir fuertemente el escudo superior y el subterráneo. Debajo de la tierra pudo ver los huecos que antes las raíces de los árboles de Ouroboros habían ocupado así que lanzó rayos eléctricos a través de esos conductos con la intención de afectar las raíces del árbol maldito y finalmente envió corrientes de fuego para detener su avance. Luego de eso salió al exterior y se marchó a toda velocidad.
La realidad era que había fallado y había notado que su conexión con el Espíritu de la Naturaleza y los anteriores portadores era débil, necesitaba ejercitar su espiritualidad a través de la meditación. Consideró huir pero sabía que no encontraría la paz de ese modo. Pensaba en eso mientras sobrevolaba la zona residencial, utilizó su magia elementarista del aire para proyectar su voz y declarar la evacuación de esa área a los cuatro vientos... literalmente. Revisó edificios, casas, callejones, sótanos y trasladó lejos a todos los seres que pudo.
Luego fue al hospital, atravesó las puertas de entrada como una exhalación y aterrizó frente a los que atendían en la recepción. -Voy a hacer un escudo de metal alrededor del hospital, avisen que será necesaria la desaparición para poder entrar o salir y también notifiquen a Oscurus y al personal sanitario.- Les dijo y salió de la construcción para buscar por la isla todos los desechos metálicos que encontró. De vuelta frente al hospital manipuló el metal con movimientos firmes gracias a la magia elementarista de la tierra y cubrió totalmente las edificaciones con una gruesa capa metálica ayudado también por la magia elementarista del fuego y del agua para dejarlo todo sólidamente soldado.
A continuación se sumergió bajo tierra para escudar con otra gruesa capa de metal al hospital de forma subterránea y fijar el terreno para que no se derrumbe. El trabajo fue arduo pero al final consiguió unir fuertemente el escudo superior y el subterráneo. Debajo de la tierra pudo ver los huecos que antes las raíces de los árboles de Ouroboros habían ocupado así que lanzó rayos eléctricos a través de esos conductos con la intención de afectar las raíces del árbol maldito y finalmente envió corrientes de fuego para detener su avance. Luego de eso salió al exterior y se marchó a toda velocidad.
Llegó al hospital con aparente calma y tranquilidad, pero en realidad estaba hecha un lío arreglando mentalmente todo lo que debía hacer. Desde que había salido de la reunión no había tenido un momento de paz en aquella cabeza suya. Primero, respondió el mensaje de Amaya. Confiaba en que estuviera bien pues ella había sido quien había informado el estado de su esposo, pero de todas maneras le preguntó para corroborar, aunque no había respuesta aún.
Cuando llegó, buscó a la persona que más podría saber respecto a Vishous, pero no la veía a primera vista.- Aurora, ¿dónde está Aurora? - No le daba la cara porque sabía que debió haberle dicho en el instante en que Vishous puso un pie en el recinto.- No importa, necesito saber de Vishous Royden.- ¿O Dioscórides? ¿O ella era Royden ahora? No, eso no.- El Teniente Royden, está en el hospital. Necesito la ubicación exacta en este momento.- Tardaron quizás demasiado. DE-MA-SIA-DO en decirle que se encontraba aún en el quirófano y que debía esperar a que hubiera noticias. O eso creían al menos.- ¿Cómo está? - Preguntó, y aunque trataron de decirle que debían esperar a que terminara la cirugía, les quedó bastante claro que debían pararse fuera de las puertas del quirófano y pedir respuestas cada minuto hasta que hubiera noticias. Y cuando así lo hicieron, Sofía les agradeció de todo corazón.
Tenía un dolor en el pecho tan fuerte que tuvieron que pasarla con la enfermera en turno. La encargada de ginecología no estaba. Seguía sin volver al hospital. Iba a terminar el embarazo sin una nueva revisión, así que simplemente tomó una poción suave y tranquilizadora antes de pedir el inventario de pociones del hospital y algo de papel. Con eso y una pluma, comenzó a hacer sus planes. Más pociones para quemaduras, las necesitarían. Más pociones reabastecedoras de sangre; las necesitarían. Más rompedoras de maldiciones, más de todo. Simplemente más de todo. Comenzó a poner ingredientes y cantidades, y cuando terminó la gran lista, llamó a una de sus estudiantes, que de inmediato llevó la lista al invernadero donde comenzarían a trabajar. Ahora, solo quedaba esperar por Vishous. Que tragedia era esperar...
Terminó durmiendo en el hospital, en la cama de Vishous, en el ala asignada para los Descendientes, y en este caso sus familias. Terminó por visitar a Jack también, dejándole algunas flores al día siguiente, antes de retirarse a hacer los últimos preparativos para los funerales a los caídos.
Cuando llegó, buscó a la persona que más podría saber respecto a Vishous, pero no la veía a primera vista.- Aurora, ¿dónde está Aurora? - No le daba la cara porque sabía que debió haberle dicho en el instante en que Vishous puso un pie en el recinto.- No importa, necesito saber de Vishous Royden.- ¿O Dioscórides? ¿O ella era Royden ahora? No, eso no.- El Teniente Royden, está en el hospital. Necesito la ubicación exacta en este momento.- Tardaron quizás demasiado. DE-MA-SIA-DO en decirle que se encontraba aún en el quirófano y que debía esperar a que hubiera noticias. O eso creían al menos.- ¿Cómo está? - Preguntó, y aunque trataron de decirle que debían esperar a que terminara la cirugía, les quedó bastante claro que debían pararse fuera de las puertas del quirófano y pedir respuestas cada minuto hasta que hubiera noticias. Y cuando así lo hicieron, Sofía les agradeció de todo corazón.
Tenía un dolor en el pecho tan fuerte que tuvieron que pasarla con la enfermera en turno. La encargada de ginecología no estaba. Seguía sin volver al hospital. Iba a terminar el embarazo sin una nueva revisión, así que simplemente tomó una poción suave y tranquilizadora antes de pedir el inventario de pociones del hospital y algo de papel. Con eso y una pluma, comenzó a hacer sus planes. Más pociones para quemaduras, las necesitarían. Más pociones reabastecedoras de sangre; las necesitarían. Más rompedoras de maldiciones, más de todo. Simplemente más de todo. Comenzó a poner ingredientes y cantidades, y cuando terminó la gran lista, llamó a una de sus estudiantes, que de inmediato llevó la lista al invernadero donde comenzarían a trabajar. Ahora, solo quedaba esperar por Vishous. Que tragedia era esperar...
Terminó durmiendo en el hospital, en la cama de Vishous, en el ala asignada para los Descendientes, y en este caso sus familias. Terminó por visitar a Jack también, dejándole algunas flores al día siguiente, antes de retirarse a hacer los últimos preparativos para los funerales a los caídos.
Había despertado en el hospital poco después de la batalla de las montañas contra los Pendragon, recibiendo las visitas de algún que otro compañero, como Sofía. Ella me había informado cómo había terminado todo, y me había resumido la reunión de urgencia que había convocado Matvey y de la que había salido un tratado al que los Pendragon tenían que responder en los próximos días. Al parecer también estaba mi firma en el papel, a pesar de no haber asistido, lo cual me incomodó. Podían haber esperado un poco para ver mi opinión.
En cuanto recibí el alta me puse a enviar varios mensajes a los miembros del Consejo, aunque fui un tanto selectivo al mandarlos. No envié nada a Catherine, por supuesto. De un tiempo a esta parte no confiaba lo suficiente en la muchacha. Tras eso salí de allí, había que ponerse a trabajar cuanto antes con aquella amenaza que se nos venía.
En cuanto recibí el alta me puse a enviar varios mensajes a los miembros del Consejo, aunque fui un tanto selectivo al mandarlos. No envié nada a Catherine, por supuesto. De un tiempo a esta parte no confiaba lo suficiente en la muchacha. Tras eso salí de allí, había que ponerse a trabajar cuanto antes con aquella amenaza que se nos venía.
Cuando aterrizo en la entrada del hospital gracias a está chica, a la que le voy a deber una gran disculpa, camino hacia la recepción de lugar, pero primero hay que hacer fila ya que para fortuna o para desgracia no soy el único que requiere servicios para trata con estas cosas.
Mientras que la fila avanza lentamente, me quedo observando a la chica a Lemoni, que pese a mi estupidez ha reaccionado de forma muy amable así que me quedo pensando en que decirle.
-decias que era para un exámen, y que me paso esto porque no debía tocarlo, te pido una disculpa, que te parece si solo digo que toque el libro, pero no digo de quien es ni de que era el libro que te parece y así no tienes problemas-
La fila continua avanzando, en realidad comienzo a sentirme mal, pero necesito mantenerme firme, quizás pueda hacer que el tempo pase más rápido si hablamos de otra cosa, pero no se me ocurre de que hablar, así que le digo.
-¿cuales son tus metas?, planeas ser una hechicera reconocida, o prefieres ganar dinero, venganza contra los seres humanos, o tus padres te presionan para que vayas a la escuela, bueno de mi parte podría decirse que era el vivir aventuras y viajar así es como vivimos creo que no lo cambiaria por otra cosa-
Mientras que la fila avanza lentamente, me quedo observando a la chica a Lemoni, que pese a mi estupidez ha reaccionado de forma muy amable así que me quedo pensando en que decirle.
-decias que era para un exámen, y que me paso esto porque no debía tocarlo, te pido una disculpa, que te parece si solo digo que toque el libro, pero no digo de quien es ni de que era el libro que te parece y así no tienes problemas-
La fila continua avanzando, en realidad comienzo a sentirme mal, pero necesito mantenerme firme, quizás pueda hacer que el tempo pase más rápido si hablamos de otra cosa, pero no se me ocurre de que hablar, así que le digo.
-¿cuales son tus metas?, planeas ser una hechicera reconocida, o prefieres ganar dinero, venganza contra los seres humanos, o tus padres te presionan para que vayas a la escuela, bueno de mi parte podría decirse que era el vivir aventuras y viajar así es como vivimos creo que no lo cambiaria por otra cosa-
Lemóni Cefiadis
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Entonces llegaron al hospital, y Lemóni tenía mucho miedo, tanto pro este chico que acababa de conocer, como por sí misma y a pesar de que ha estado viendo muchas cosas interesantes en el libro, no puede darse el gusto de disfrutarlas, porque bueno, ahora mismo está en un estado de incertidumbre donde no sabe que va a pasar después, y a la vez se siente inútil por no poder dispersar maldiciones, que en algún momento tendrá que aprender porque estudia magia oscura, pero ese no es el punto...
Y mientras estaba flagelandose mentalmente por todas las cosas que estaban pasando, escuchó lo que decía Burai y lo miró.
¿uh?... ¿D-De verdad? Te lo agradecería mucho... Y bueno... Está bien supongo, lamento que hayamos tenido qué conocernos así...
La verdad le gustaba conocer a la gente en mejores circunstancias, pero en esta ocasión había tenido mala suerte... Muy mala, demasiado mala, casi qué hasta algo de miedo le daba, pero en fin, luego de eso miró un momento alrededor pensando en el caos qué era todo... Al menos hasta que Burai le hizo una pregunta y ella no tuvo reparos en decir lo que era con ella.
Yo solo quiero poder en paz con mi poder, según mi padre... Y como yo misma he podido comprobar, la magia oscura está en mi sangre, pero está bien... O lo estará cuando sepa como controlarla, por eso estoy feliz de poder aprender del maestro Rasputin, es el mejor que podría haber, aunque sea un maestro estricto...
Luego de eso le sonrió
Aunque vivir aventuras suena bien, estoy segura de que te irá bien en ello.~
Y mientras estaba flagelandose mentalmente por todas las cosas que estaban pasando, escuchó lo que decía Burai y lo miró.
¿uh?... ¿D-De verdad? Te lo agradecería mucho... Y bueno... Está bien supongo, lamento que hayamos tenido qué conocernos así...
La verdad le gustaba conocer a la gente en mejores circunstancias, pero en esta ocasión había tenido mala suerte... Muy mala, demasiado mala, casi qué hasta algo de miedo le daba, pero en fin, luego de eso miró un momento alrededor pensando en el caos qué era todo... Al menos hasta que Burai le hizo una pregunta y ella no tuvo reparos en decir lo que era con ella.
Yo solo quiero poder en paz con mi poder, según mi padre... Y como yo misma he podido comprobar, la magia oscura está en mi sangre, pero está bien... O lo estará cuando sepa como controlarla, por eso estoy feliz de poder aprender del maestro Rasputin, es el mejor que podría haber, aunque sea un maestro estricto...
Luego de eso le sonrió
Aunque vivir aventuras suena bien, estoy segura de que te irá bien en ello.~
Lemóni me dice que solo quieres estar en paz con su poder, que quiere controlar cosa que se me hace comprensivo, no todo el mundo está para ir a la batallas o recorrer el mundo en busca de peligrosas aventuras, quizás debería tomar su ejemplo, pero no se si se me haría fácil seguir un camino así.
-bonita meta- digo mientras que la fila continua avanzando-bueno a cada quien lo suyo, espero que lo consigas aún no tengo idea de lo que haré en la escuela, quizás solo aprenda lo básico o depende de como me vaya-
La fila sigue avanzando mientras que siento más liviana y entretenida la espera en esa fila que al inicio parecía ser interminable, con la tentación de sacar la varita y lanzarme un hechizo para remover la maldición o uno de sanación, pero si lo hago mal quizás no funcione o la haga esparcirse con mayor rapidez.
En eso por fin llegamos frente a la recepcionista que nos pregunta que es lo que necesitamos, miro a la joven Lemóni, a la que no quiero meterla en problemas, así que hablo diciendo.
-toque un libro extraño que encontré y me ha caído una maldición extraña- le digo mostrando mi mano- no se si puedan ayudarme a removerla sin amputarme la mano-
-bonita meta- digo mientras que la fila continua avanzando-bueno a cada quien lo suyo, espero que lo consigas aún no tengo idea de lo que haré en la escuela, quizás solo aprenda lo básico o depende de como me vaya-
La fila sigue avanzando mientras que siento más liviana y entretenida la espera en esa fila que al inicio parecía ser interminable, con la tentación de sacar la varita y lanzarme un hechizo para remover la maldición o uno de sanación, pero si lo hago mal quizás no funcione o la haga esparcirse con mayor rapidez.
En eso por fin llegamos frente a la recepcionista que nos pregunta que es lo que necesitamos, miro a la joven Lemóni, a la que no quiero meterla en problemas, así que hablo diciendo.
-toque un libro extraño que encontré y me ha caído una maldición extraña- le digo mostrando mi mano- no se si puedan ayudarme a removerla sin amputarme la mano-
Lemóni Cefiadis
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Lemóni sonríe cuando Burai le dice que su meta es algo bonito, la verdad es que contentarla es bastante sencillo, es una chiquilla muy alegre, aunque también tenga la tendencia de asustarse, entristecerse y otras cosas con bastante facilidad, supone que no todo puede ser malo en este mundo, aunque a veces lo parezca.
Parece que ha terminado por conocer a alguien agradable a raíz de esta extraña situación y eso es algo que al menos ella agradece, porque hasta donde le ha contado su padre, esto no solía ser nada común, y que al menos él tuvo que estar solo la mayoría de su vida debido a poseer algo que jamás pidió.
Pero gracias a él, ella vivía una vida diferente, tenía la oportunidad de vivir en vez de sobrevivir, o al menos eso es lo que él siempre dice, y una de las cosas que la instan a esforzarse siempre.
Gracias.~
Y bueno, hay muchas opciones... Podrías hablar con los descendientes a ver si alguno quiere enseñarte, puedo darte por seguro de que son todos grandiosos maestros ya solo por ser los grandes sabios de la isla, tal vez así encuentres lo que quieres hacer.
Le sugirió sin pretenciones, mientras que esperaba con él en la fila y con una sonrisita adorable en el rostro, que mantuvo en todo momento, al menos hasta que les llegó el turno, ahí ella volvió a sentir la tensión y puso una carita preocupada.... Pero afortunadamente, Burai hizo lo propio y dijo algo tranquilizador, solo hablando del libro y la maldición...
Bueno, con eso hecho, Lemóni tenía por seguro de que al menos por un tiempo estaría a salvo... Ahora solo esperaba que no le fueran a cortar la mano al pobre Burai, considera qué no se merece eso y si fuera a pasar la haría estar muy triste...
Parece que ha terminado por conocer a alguien agradable a raíz de esta extraña situación y eso es algo que al menos ella agradece, porque hasta donde le ha contado su padre, esto no solía ser nada común, y que al menos él tuvo que estar solo la mayoría de su vida debido a poseer algo que jamás pidió.
Pero gracias a él, ella vivía una vida diferente, tenía la oportunidad de vivir en vez de sobrevivir, o al menos eso es lo que él siempre dice, y una de las cosas que la instan a esforzarse siempre.
Gracias.~
Y bueno, hay muchas opciones... Podrías hablar con los descendientes a ver si alguno quiere enseñarte, puedo darte por seguro de que son todos grandiosos maestros ya solo por ser los grandes sabios de la isla, tal vez así encuentres lo que quieres hacer.
Le sugirió sin pretenciones, mientras que esperaba con él en la fila y con una sonrisita adorable en el rostro, que mantuvo en todo momento, al menos hasta que les llegó el turno, ahí ella volvió a sentir la tensión y puso una carita preocupada.... Pero afortunadamente, Burai hizo lo propio y dijo algo tranquilizador, solo hablando del libro y la maldición...
Bueno, con eso hecho, Lemóni tenía por seguro de que al menos por un tiempo estaría a salvo... Ahora solo esperaba que no le fueran a cortar la mano al pobre Burai, considera qué no se merece eso y si fuera a pasar la haría estar muy triste...
La guardia estaba relativamente tranquila, a excepción de un aviso de última hora. Le habían informado de que un chaval acababa de llegar a recepción con un problema de mano en proceso de zombificación, probablemente había tocado algún objeto maldito. O esa era la información que le habían transmitido. Se acercó al lugar en el que estaban, saludando a ambos de manera amable. - Buenas, disculpad la tardanza. - se excusó, aunque no habían sido más de cinco minutos. Le pidió permiso al chico para examinar la mano que se veía mal, como en proceso de necrosarse. Entornó los ojos porque encajaba perfectamente con lo que habían dicho.
- Mmm...así que has tocado algo que no debías, ¿no? supongo que sois alumnos de la academia. A veces llegan algunos accidentados por las clases. Según me han dicho era un libro. A veces les ponen maldiciones no muy peligrosas para advertir a los incautos que intentan tocarlos sin permiso. Probaré con una sanación básica. - activó su anillo canalizador, que se encendió con una tenue luz azulada mientras comenzaba a canalizar su magia de sanación con un aura luminosa, dirigida a la mano de Burai. Después de algunos segundos puso gesto de contrariedad, no parecía mucha modificación en el estado de la mano. - A ver...no quiero asustaros, pero...cuanto más tiempo pase así, más posibilidades de amputación. - miró a la chica que le acompañaba, que supuso que era o su compañera de clase o su novia. Los dirigió a una de las sillas de recepción, para que pudiesen sentarse y estuviesen más cómodos. - Tal vez ese libro que tocó llevase algunas palabras de contramaldición para accidentes, no lo sé. Podemos intentar combinar eso con otra sanación de las mías.
-------------------
dado probabilidad:
éxito: logra quitar maldición a la primera
fallo: no lo logra
- Mmm...así que has tocado algo que no debías, ¿no? supongo que sois alumnos de la academia. A veces llegan algunos accidentados por las clases. Según me han dicho era un libro. A veces les ponen maldiciones no muy peligrosas para advertir a los incautos que intentan tocarlos sin permiso. Probaré con una sanación básica. - activó su anillo canalizador, que se encendió con una tenue luz azulada mientras comenzaba a canalizar su magia de sanación con un aura luminosa, dirigida a la mano de Burai. Después de algunos segundos puso gesto de contrariedad, no parecía mucha modificación en el estado de la mano. - A ver...no quiero asustaros, pero...cuanto más tiempo pase así, más posibilidades de amputación. - miró a la chica que le acompañaba, que supuso que era o su compañera de clase o su novia. Los dirigió a una de las sillas de recepción, para que pudiesen sentarse y estuviesen más cómodos. - Tal vez ese libro que tocó llevase algunas palabras de contramaldición para accidentes, no lo sé. Podemos intentar combinar eso con otra sanación de las mías.
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dado probabilidad:
éxito: logra quitar maldición a la primera
fallo: no lo logra
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El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Tras esperar llega una joven a atendernos, al inicio pensé que se molestaría conmigo y que me gritaría hasta de lo que me voy a morir, pero cuando está habla, tiene un tono de verdad bastante amable.
-No fue con mala intención, no quería hacer enfadar a nadie-
Ella me habla de ese tipo de maldiciones como si fueran algo cotidiano y que probara con una sanación básia a ver si con eso podrían retirar la maldición.
-adelante-
Alrededor de mi mano aparece un aura que la rodea, quizás sea el contra hechizo que comienza a recorrerlo, pero tras unos instantes parece que está no surgió efecto, así que la chica me dice que entre mas tiempo pase hay mas riesgo de que requiera amputación, cosa que me pone incomodo.
-esto va de mal en peor-
Ella nos pide que vayamos a sentarnos a una silla en la sala de recepción para ponernos más cómodos, cosa que de verdad agradesco y añade que podria usar otro tipo de hechizos de contra maldición contra accidentes combinado con hechizos de sanación.
-bien, si no es mucha molestia- respondo antes de dirigirme hacia las sillas de la sala de recepción a esperar, bueno al menos no tendré que esperar de pie.
Una vez que me siento, saco mi varita pensando en intentarlo yo mismo, la tentación es muy alta pero no soy tan bueno con los hechizos de curación.
-No fue con mala intención, no quería hacer enfadar a nadie-
Ella me habla de ese tipo de maldiciones como si fueran algo cotidiano y que probara con una sanación básia a ver si con eso podrían retirar la maldición.
-adelante-
Alrededor de mi mano aparece un aura que la rodea, quizás sea el contra hechizo que comienza a recorrerlo, pero tras unos instantes parece que está no surgió efecto, así que la chica me dice que entre mas tiempo pase hay mas riesgo de que requiera amputación, cosa que me pone incomodo.
-esto va de mal en peor-
Ella nos pide que vayamos a sentarnos a una silla en la sala de recepción para ponernos más cómodos, cosa que de verdad agradesco y añade que podria usar otro tipo de hechizos de contra maldición contra accidentes combinado con hechizos de sanación.
-bien, si no es mucha molestia- respondo antes de dirigirme hacia las sillas de la sala de recepción a esperar, bueno al menos no tendré que esperar de pie.
Una vez que me siento, saco mi varita pensando en intentarlo yo mismo, la tentación es muy alta pero no soy tan bueno con los hechizos de curación.
Lemóni Cefiadis
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Lemóni en el momento estaba, por decirlo finamente... Asustada, muy asustada, porque de verdad no quería que algo le pasara a Burai, aunque no lo conozca mucho que digamos, esa no es razón para desearle el mal, al menos según ella.
Y bueno, las cosas no iban exactamente, porque mientras veía con atención la forma en que quien los estaba atendiendo usaba magia con intención de curarle la maldición a Burai, acababa fallando, cosa que hizo que su estrés ya de por sí grave, creciera más, si no lograban curarlo, era casi seguro que su maestro lo acabaría por saber...
Y quien sabe cuanto le quedará para volver de Italia, podría ser poco, o podría ser mucho, la verdad es que ella no tiene ni la menor idea, las ideas vuelan salvajemente por su mente, hasta que escucha a Chloe decirle algo directamente, momento en que ella vuelve a la realidad y la mira.
O-Oh... Cierto, podría ser.
Mientras que los acompañaba a las sillas abrió el libro y comenzó a buscar, y rebuscar... Y eventualmente sí que fue capaz de encontrar algunas palabras de contra-maldición por lo cual observó a la señorita con una sonrisa.
¡Sí, las hay!, estoy lista para recitarlas en el momento que sea necesario.~
Uf, de la qué se acaba de salvar... Incluso ha mirado a Burai con una sonrisa porque las cosas iban a mejor.
Y bueno, las cosas no iban exactamente, porque mientras veía con atención la forma en que quien los estaba atendiendo usaba magia con intención de curarle la maldición a Burai, acababa fallando, cosa que hizo que su estrés ya de por sí grave, creciera más, si no lograban curarlo, era casi seguro que su maestro lo acabaría por saber...
Y quien sabe cuanto le quedará para volver de Italia, podría ser poco, o podría ser mucho, la verdad es que ella no tiene ni la menor idea, las ideas vuelan salvajemente por su mente, hasta que escucha a Chloe decirle algo directamente, momento en que ella vuelve a la realidad y la mira.
O-Oh... Cierto, podría ser.
Mientras que los acompañaba a las sillas abrió el libro y comenzó a buscar, y rebuscar... Y eventualmente sí que fue capaz de encontrar algunas palabras de contra-maldición por lo cual observó a la señorita con una sonrisa.
¡Sí, las hay!, estoy lista para recitarlas en el momento que sea necesario.~
Uf, de la qué se acaba de salvar... Incluso ha mirado a Burai con una sonrisa porque las cosas iban a mejor.
- No te preocupes, no voy a juzgarte. Son accidentes que pasan cuando se estudia magia. - comentó con tranquilidad al muchacho al ver que se disculpaba. Quiso tranquilizarlo al ver que el primer intento no había salido bien, esperando que para el siguiente la mano dejase de ponerse negra. Se sentaron en las sillas de recepción, y en ese momento volvió a intentar una canalización de magia sanadora, haciendo que una luz tenue envolviese la mano del paciente. Se concentró y esforzó más, escuchando a la acompañante mientras tanto.
- Oh, pues podemos combinarlo. Empieza a recitar. - si tenía algo en ese libro...debían probarlo. En ese momento le avisaron desde recepción porque se requería personal en urgencias de inmediato. Tensó los labios porque sabía lo que significaba: comenzaban a llegar heridos de la batalla en Italia.
- Mira, voy a dejar que el remanente de magia sanadora siga actuando durante un rato. Esta vez parece que va mejor, va disminuyendo el avance de la maldición. Entre eso y lo que recites será suficiente. Que se quede un poco hasta que tenga la mano bien y entonces podréis marcharos. Si necesitáis cualquier cosa preguntad en recepción. Lo siento, pero yo tengo que ir a encargarme de unas urgencias. - se disculpó antes de levantarse de la silla, dejando la mano de Burai mejor de lo que la había encontrado. Sería cuestión de un rato que se le pasase. Tras eso se marchó de allí, yendo a otra zona del hospital.
- Oh, pues podemos combinarlo. Empieza a recitar. - si tenía algo en ese libro...debían probarlo. En ese momento le avisaron desde recepción porque se requería personal en urgencias de inmediato. Tensó los labios porque sabía lo que significaba: comenzaban a llegar heridos de la batalla en Italia.
- Mira, voy a dejar que el remanente de magia sanadora siga actuando durante un rato. Esta vez parece que va mejor, va disminuyendo el avance de la maldición. Entre eso y lo que recites será suficiente. Que se quede un poco hasta que tenga la mano bien y entonces podréis marcharos. Si necesitáis cualquier cosa preguntad en recepción. Lo siento, pero yo tengo que ir a encargarme de unas urgencias. - se disculpó antes de levantarse de la silla, dejando la mano de Burai mejor de lo que la había encontrado. Sería cuestión de un rato que se le pasase. Tras eso se marchó de allí, yendo a otra zona del hospital.
Por lo que la sanadora me dice se ve que es una persona muy paciente y amable, una vez que estamos sentados ella vuelve a lanzar el hechizo de sanación, mi mano vuelve a brillar gracias al hechizo, la sensación que siento en mi mano es bastante cálida y tranquilizante seguramente el hechizo ahora si funcionará.
En eso mandan llamar a la sala de emergencias, quizás haya pasado un accidente aun peor y por eso tiene que retirarse, pero aunque la maldición no se haya retirado del todo.
-de todas formas gracias por ayudarme- le respondo pensando en preguntarle o no cual sería la emergencia por la que la están llamando, pero supongo que so ya seria entrometerme demasiado así que decido no decirle nada y me quedo callado, mientras que la sensación sanadora del hechizo sigue haciendo su trabajo.
Una vez que se va respiro profundamente volteo hacia arriba a ver el techo del hospital pensando en las burlas de mis compañeros al saber lo que me paso solo por agarrar el libro, bueno quizás no tengan que saberlo, pero entonces que les diré si algo se basa nuestra relación de familia es en la verdad y la confianza.
En eso entra alguien al hospital dando un horrendo grito de desesperación, lo que provoca que baje la mirada y la dirija hacia la entrada del hospital dónde veo a una mujer llevando levitando a un hombre severamente herido.
-¡alguien ayúdeme!- grita de forma desesperada- digo ayúdenlo, por poco lo matan en la batalla-
Uno de los sanadores que está de paso va corriendo hacia la mujer y comienza a hacerle preguntas que por el estado emocional de esa mujer no puede contestar, pero lo que mas me sorprende es que hablan de una batalla lo que de verdad me impresiona más, sería que dentro de poco este sitio estaría bajo invasión
En eso mandan llamar a la sala de emergencias, quizás haya pasado un accidente aun peor y por eso tiene que retirarse, pero aunque la maldición no se haya retirado del todo.
-de todas formas gracias por ayudarme- le respondo pensando en preguntarle o no cual sería la emergencia por la que la están llamando, pero supongo que so ya seria entrometerme demasiado así que decido no decirle nada y me quedo callado, mientras que la sensación sanadora del hechizo sigue haciendo su trabajo.
Una vez que se va respiro profundamente volteo hacia arriba a ver el techo del hospital pensando en las burlas de mis compañeros al saber lo que me paso solo por agarrar el libro, bueno quizás no tengan que saberlo, pero entonces que les diré si algo se basa nuestra relación de familia es en la verdad y la confianza.
En eso entra alguien al hospital dando un horrendo grito de desesperación, lo que provoca que baje la mirada y la dirija hacia la entrada del hospital dónde veo a una mujer llevando levitando a un hombre severamente herido.
-¡alguien ayúdeme!- grita de forma desesperada- digo ayúdenlo, por poco lo matan en la batalla-
Uno de los sanadores que está de paso va corriendo hacia la mujer y comienza a hacerle preguntas que por el estado emocional de esa mujer no puede contestar, pero lo que mas me sorprende es que hablan de una batalla lo que de verdad me impresiona más, sería que dentro de poco este sitio estaría bajo invasión
Lemóni Cefiadis
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Lemóni, mientras que Chloe empezaba a hacer lo suyo, ella asintió y luego comenzó a recitar las palabras que estaban en el libro para romper la maldición, y afortunadamente, no era el tipo de maldición qué resultase ser algo de temer, era más bien algo de advertencia, por lo cual fue posible removerla ella, mientras que la magia de Chloe trabajaba.
P-Por favor no le hables a nadie de esto...
Suplicó ella momentos después, mientras que emitía un suspiro de alivio, porque al menos por lo aparente esa bendita locura se había terminado.
Aprovechando la tranquilidad del sitio decidió ponerse a leer el libro pacíficamente, que no sabe cuanto tiempo tardará su maestro en volver de Italia y quiere estar bien estudiada para entonces.
Lo que no se esperaba fue lo siguiente que una mujer entrase gritando como si la vida le fuera en ello.
Lemóni saltó en su sitio y pensó que quizás no era el mejor sitio para estar, así que miró a Burai y le cuestionó.
Tal vez... ¿Sería mejor ir a un sitio más tranquilo?
Porque ahora que lo piensa, entre eso y que al parecer en urgencias están pasando cosas, mejor será irse y dejar el espacio a quien corresponda.
P-Por favor no le hables a nadie de esto...
Suplicó ella momentos después, mientras que emitía un suspiro de alivio, porque al menos por lo aparente esa bendita locura se había terminado.
Aprovechando la tranquilidad del sitio decidió ponerse a leer el libro pacíficamente, que no sabe cuanto tiempo tardará su maestro en volver de Italia y quiere estar bien estudiada para entonces.
Lo que no se esperaba fue lo siguiente que una mujer entrase gritando como si la vida le fuera en ello.
Lemóni saltó en su sitio y pensó que quizás no era el mejor sitio para estar, así que miró a Burai y le cuestionó.
Tal vez... ¿Sería mejor ir a un sitio más tranquilo?
Porque ahora que lo piensa, entre eso y que al parecer en urgencias están pasando cosas, mejor será irse y dejar el espacio a quien corresponda.
Lemoni comienza a recitar las palabras del hechizo de sanación que estaban en el libro que nos dejaron, una vez hecho esto siento una sensación cálida en mi mano mientras que siento como recupero la mobilidad.
Una vez acabado el hechizo la luz desaparece y veo mi mano tal como la recuerdo antes de este desastre, así que no me queda de otra más que darle las gracias a está chica, pero antes de que pueda decirle algo ella me pide que no se lo diga a nadie, bueno yo tampoco quiero que nadie se entere, pero no solo por mi también por no meterla en problemas a ella así que le digo.-tranquila no comentare esto a nadie, ya me buscare algunos maestros para poder practicar yo mis artes mágicas-
Después de l incidente de la señora haciendo un escandalo, Lemoni propone ir a un sitio más tranquilo, cosa que me a parece buena idea ya que estamos estorbando en el paso en caso de que alguien más necesite servicios.
-muy bien quieres ir a la tienda de regalos o algún lugar en el hospital o prefieres que regresemos al colegio, ahí podrás ir a leer a otro lugar-
Una vez acabado el hechizo la luz desaparece y veo mi mano tal como la recuerdo antes de este desastre, así que no me queda de otra más que darle las gracias a está chica, pero antes de que pueda decirle algo ella me pide que no se lo diga a nadie, bueno yo tampoco quiero que nadie se entere, pero no solo por mi también por no meterla en problemas a ella así que le digo.-tranquila no comentare esto a nadie, ya me buscare algunos maestros para poder practicar yo mis artes mágicas-
Después de l incidente de la señora haciendo un escandalo, Lemoni propone ir a un sitio más tranquilo, cosa que me a parece buena idea ya que estamos estorbando en el paso en caso de que alguien más necesite servicios.
-muy bien quieres ir a la tienda de regalos o algún lugar en el hospital o prefieres que regresemos al colegio, ahí podrás ir a leer a otro lugar-
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...Sangre…
…Magia…
…Sangre…
Aquellos dos elementos eran la esencia que movían las raíces de aquella simiente, que, lejos de morir bajo los patéticos intentos del Consejo y de sus acólitos, cada vez se hacía más fuerte, nutriéndose de la energía mágica de aquella isla flotante.
Sin embargo, un punto en concreto de aquel trozo de tierra estaba concentrando una gran cantidad de los nutrientes tan especiales. Reptó, silenciosa, por entre la tierra. Si tuviera oídos, escucharía los gritos, si tuviera sentimientos, quizá, pudiera sentir dolor por la pérdida.
Pero tenía hambre. Y aquel edificio era una fuente de alimentación. Gracias a las sanaciones y la sangre de los heridos, el árbol, se daría un festín.
La rama excavó el suelo de la recepción del hospital, donde todavía permanecía el grupo de gente que había llegado con aquel herido. Había una pareja de magos jóvenes. La raíz extendió todo su ser, reptando hacia ellos, hacia la mujer… acelerando el ritmo para alcanzar a Lemoni. Sin embargo… no fue ella la que le llamó la atención, sino el herido. Su sangre era lo que más quería. La raíz se lanzó contra el indefenso, le rodeó y apretó con fuerza. Él pataleó, tratando de defenderse, pero, lejos de soltar a la presa, la raíz se fue cerrando con más fuerza alrededor del cuello y del pecho del humano que luchaba por vivir y por respirar.
Hasta que las costillas colapsaron. El joven herido tosió, regando a los presentes en sangre que salpicó de su cuerpo, muerto. La sangre corrió por aquella raíz, ahora fortalecida, y la hacía brillar, resplandeciente.
Mortalmente resplandeciente…
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