Recuerdo del primer mensaje :
Recepción de pacientes y sala de espera (acompañantes y pacientes).
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- Plantilla del hospital:
- Lucio Galenus: Director. Cardiólogo. Especialista en sanación mágica general.
- Aldaron Failon: Anestesia y Farmacología
- Arleen Royden: Neurocirujana. Traumatóloga.
- Josephine Patterson: Daños provocados por hechizos. Embrujos irreversibles. Maleficios. Encantamientos mal realizados
- Chloe Hacksaw: SIR (sanadora interna residente)
- Anteia Malfoy: Obstetricia y neonatos
- Justin Granger: Becario técnico en pociones
Reed Draven
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Aparecí a las puertas del hospital junto a mi madre. Tensé el brazo que la rodeaba por la espalda apretando mi mano bajo su pecho, se podría decir que prácticamente la estaba arrastrando cuando cruzamos las puertas a la recepción.
Busqué con la mirada a la recepcionista que ya había visto otras veces. Estaba cubierto en sangre, incluso mi rostro y la pelirroja no estaba mejor que yo, solo que la mayoría de aquel fluido no nos pertenecía a ninguno de los tres. La mujer no tardó ni un segundo en reaccionar llamando a alguien para que nos atendiese. A decir verdad, en ese momento no era capaz de entender lo que decía nadie. El tiempo transcurría de forma diferente en mi cerebro y los sonidos eran ecos mientras con un brazo tiraba del cuerpo de Erika para avanzar y apretaba contra mi pecho el otro pequeño bulto.
Fueron rápidos, casi tuvieron que tirar de ella para que la soltase y así consiguieran subirla a una camilla y se la llevasen. La seguí con la mirada mientras la mujer daba aviso a alguien más, o algo así y otro hombre me hacía preguntas a las que yo no respondía.
Había sido imprudente. Una vez más. Y aquello traería consecuencias.
Busqué con la mirada a la recepcionista que ya había visto otras veces. Estaba cubierto en sangre, incluso mi rostro y la pelirroja no estaba mejor que yo, solo que la mayoría de aquel fluido no nos pertenecía a ninguno de los tres. La mujer no tardó ni un segundo en reaccionar llamando a alguien para que nos atendiese. A decir verdad, en ese momento no era capaz de entender lo que decía nadie. El tiempo transcurría de forma diferente en mi cerebro y los sonidos eran ecos mientras con un brazo tiraba del cuerpo de Erika para avanzar y apretaba contra mi pecho el otro pequeño bulto.
Fueron rápidos, casi tuvieron que tirar de ella para que la soltase y así consiguieran subirla a una camilla y se la llevasen. La seguí con la mirada mientras la mujer daba aviso a alguien más, o algo así y otro hombre me hacía preguntas a las que yo no respondía.
Había sido imprudente. Una vez más. Y aquello traería consecuencias.
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022042
Aurora Royden
Recepcionista del hospital
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Que Anteia llegara ese día para coger a Ivanov la había relajado mucho, tenía trabajo administrativo atrasado y varios de los expedientes que arreglar. Además, Fred también estaba muy ocupado con la ida de Amaya y Arleen y Vishous no estaban disponibles ese día por lo del hospital. En fin, que tenía lío por todos lados e Ivanov era muy dependiente, lo entendía pero...Ella no era niñera aunque debía considerar un honor que el Descediente de Rasputin le encargara el cuidado de su linaje.
Estaba centrada en actualizar un par de expedientes cuando la entrada de una pareja ensagrentada llamó la atención de todo el mundo. Aurora no tardó ni un parpadeo en avisar a Lucio y Oscurus de aquella llegada porque... Era un impacto a la vista. Se acercó a ayudar a la mujer observando que era pelirroja y reconociéndola del día del ataque al hospital. ¿Acaso no era...la que había puesto la barrera de fuego? ¿La sobrina de Anteia? Eso...
Observó como sus compañeros se la llevaron y pensó que lo mejor era avisar a Fred y a la rubia, seguramente también le interesaría. No dudó en enviar sus patronus y dos conejos salieron saltando del hospital.
Pero entonces...se dio cuenta de algo. El chico. Llevaba...Ahogó un gemido. Sabía que la sobrina de Anteia estaba embarazada pero... Se acercó a él con cuidado y mando a callar con un gesto al guardia que no paraba de hacer preguntas -Ubicar a Vishous y a Fred, avisarles- Terminó acercándose al joven y trató de conectar con su mirada -¿Estás herido?... ¿Está...herido?- Preguntó haciendo referencia al bulto en sus brazos. No quería ser invasiva y salir agredida pero quería saberlo así que se acercó un poco más con las manos bajas tratando de parecer tan pequeña como podía.
Estaba centrada en actualizar un par de expedientes cuando la entrada de una pareja ensagrentada llamó la atención de todo el mundo. Aurora no tardó ni un parpadeo en avisar a Lucio y Oscurus de aquella llegada porque... Era un impacto a la vista. Se acercó a ayudar a la mujer observando que era pelirroja y reconociéndola del día del ataque al hospital. ¿Acaso no era...la que había puesto la barrera de fuego? ¿La sobrina de Anteia? Eso...
Observó como sus compañeros se la llevaron y pensó que lo mejor era avisar a Fred y a la rubia, seguramente también le interesaría. No dudó en enviar sus patronus y dos conejos salieron saltando del hospital.
Pero entonces...se dio cuenta de algo. El chico. Llevaba...Ahogó un gemido. Sabía que la sobrina de Anteia estaba embarazada pero... Se acercó a él con cuidado y mando a callar con un gesto al guardia que no paraba de hacer preguntas -Ubicar a Vishous y a Fred, avisarles- Terminó acercándose al joven y trató de conectar con su mirada -¿Estás herido?... ¿Está...herido?- Preguntó haciendo referencia al bulto en sus brazos. No quería ser invasiva y salir agredida pero quería saberlo así que se acercó un poco más con las manos bajas tratando de parecer tan pequeña como podía.
Reed Draven
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Respiré. Profundamente. Varias veces. Sabía que el guardia me estaba hablando, lo sabía por sus gestos aunque no identificaba el murmullo lejano que llegaba a mis oídos. Pero era molesto. Cerré los ojos volviendo a respirar, como tratando de controlar algo. El bulto en mi brazo se revolvió y lo sujeté con firmeza.
Al abrir los ojos la recepcionista estaba ahí. Desvié la mirada al interceptar unos nombres, para mi desconocidos. -Avisad a Thalos Draven.-Me importaban una mierda los oros nombres. Alcé la mano libre extendiendo la palma en alto, marcando el alto a la mujer. Negué. No a sus preguntas, yo estaba herido. Era visible, varios cortes, algunos profundos, alguna quemadura. Pero no era el momento. Una sustancia negra emergió de mi espalda, informe. Volví a cerrar los ojos tratando de concentrarme.
No lo controlaba, ese poder era peligroso y lo último que quería era matar a aquellos que podían ser de utilidad en ese momento. Respiré nuevamente repetidas veces haciendo que poco a poco las alas negras que no habían llegado a formarse retornasen hacia mi cuerpo.-Él está bien.-Respondí sin abrir los ojos arrugando el ceño porque no era capaz de dejar de usar aquel poder aún.
Al abrir los ojos la recepcionista estaba ahí. Desvié la mirada al interceptar unos nombres, para mi desconocidos. -Avisad a Thalos Draven.-Me importaban una mierda los oros nombres. Alcé la mano libre extendiendo la palma en alto, marcando el alto a la mujer. Negué. No a sus preguntas, yo estaba herido. Era visible, varios cortes, algunos profundos, alguna quemadura. Pero no era el momento. Una sustancia negra emergió de mi espalda, informe. Volví a cerrar los ojos tratando de concentrarme.
No lo controlaba, ese poder era peligroso y lo último que quería era matar a aquellos que podían ser de utilidad en ese momento. Respiré nuevamente repetidas veces haciendo que poco a poco las alas negras que no habían llegado a formarse retornasen hacia mi cuerpo.-Él está bien.-Respondí sin abrir los ojos arrugando el ceño porque no era capaz de dejar de usar aquel poder aún.
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Aurora & Fred Royden
Recepcionista del hospital
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Ese nombre le sonaba de algo...Era... -Está con Arleen y Vishous, avisarles, rápido- Todos sabían lo del proyecto así que cuando dijo el nombre, todo hizo click. Era la mujer desaparecida, el caso de Vishous. Era lo que tenía ser cotilla. Se detuvo cuando le dio la mano en alto y temió por su vida. ¿Y si la secuestraban como a Arleen? -Tenemos que atenderte-
-Aurora- La voz de Fred le bañó de paz y volvió su mirada hacia él con una sonrisa, mientras le hacía un gesto para que se acercara pero Fred había visto el despliegue de magia oscura y preparó las esposas en caso de que fuesen necesarias. Se puso frente Aurora. Un grupo de soldados que habían aparecido con él los rodearon, Fred notó el bulto y la respuesta -Soy Fred Royden, teniente de la Guardia de Ouroboros. ¿Cuál es vuestro nombre?
-Aurora- La voz de Fred le bañó de paz y volvió su mirada hacia él con una sonrisa, mientras le hacía un gesto para que se acercara pero Fred había visto el despliegue de magia oscura y preparó las esposas en caso de que fuesen necesarias. Se puso frente Aurora. Un grupo de soldados que habían aparecido con él los rodearon, Fred notó el bulto y la respuesta -Soy Fred Royden, teniente de la Guardia de Ouroboros. ¿Cuál es vuestro nombre?
Llegó hasta el hospital volando con tanta rapidez como le era posible y tratando de mantener su mente en pensamientos positivos. En la primavera...En que Erika estaba viva. Estaba viva. Su sobrina, estaba viva. Casi estaba a punto de llorar, pero tenía que verla, tenía que sentirla, tenía que acariciarle su melena roja y que le llamara tía.
Al llegar a la puerta bajó de la nube y entró corriendo hacia el edificio encontrándose con un montón de soldados, a dos tuvo que hacerlos a un lado de un empujón para poder pasar -¡Aurora! ¡¿Dónde está mi sobrina?!- Le gritó para que empezara a darle información. Iba a preguntar por Erika cuando percibió a... -¿Dean?- Inquirió con el ceño fruncido y miró alrededor observando a los guardias. Frunció el ceño..
...Cubierta de sangre.
Eso decía el patronus y él también estaba cubierto de sangre. Y estaba agitado. Empezó a caminar acercándose y extendiendo su campo empático para tratar de calmarlos a todos -¿Dean? ¿te acuerdas de mí? Soy Anteia Malfoy, la mamá de Azahar- Se identificó y se olvidó absolutamente de todo lo que había alrededor cuando vio el bulto en sus brazos. La mirada de Anteia pasó de tolerante a algo un poco más peligroso -¿Le has hecho algo a mi sobrina?¿Ese es su bebé?- Eso... Eso implicaba... Su mente no lograba hacer las matemáticas.
Al llegar a la puerta bajó de la nube y entró corriendo hacia el edificio encontrándose con un montón de soldados, a dos tuvo que hacerlos a un lado de un empujón para poder pasar -¡Aurora! ¡¿Dónde está mi sobrina?!- Le gritó para que empezara a darle información. Iba a preguntar por Erika cuando percibió a... -¿Dean?- Inquirió con el ceño fruncido y miró alrededor observando a los guardias. Frunció el ceño..
...Cubierta de sangre.
Eso decía el patronus y él también estaba cubierto de sangre. Y estaba agitado. Empezó a caminar acercándose y extendiendo su campo empático para tratar de calmarlos a todos -¿Dean? ¿te acuerdas de mí? Soy Anteia Malfoy, la mamá de Azahar- Se identificó y se olvidó absolutamente de todo lo que había alrededor cuando vio el bulto en sus brazos. La mirada de Anteia pasó de tolerante a algo un poco más peligroso -¿Le has hecho algo a mi sobrina?¿Ese es su bebé?- Eso... Eso implicaba... Su mente no lograba hacer las matemáticas.
Vishous nos apareció directamente en la recepción del hospital. Iba con tantas prisas por echar a correr, que casi trastabillo tras aparecer alli. Evidentemente, seguia uniformado con aquella ropa militar, y me di cuenta de que llevaba aun la pistola en la mano. La guardé, avanzando a grandes zancadas hacia Anteia, cuya cabellera reconocí de inmediato.
- Donde está Erika?!- dije en voz alta, reparando entonces en las espaldas de Reed, que estaba...raro, ensangrentado.
"joder, eso? Otra vez? no?"
- Reed! - fui hacia él, dandole la espalda a Anteia para poner mis manos sobre los hombros del chico. Lo evalué con la mirada, de modo rapido, preocupado....él? Otra vez? - Qué te ocurre? Estás bien?Ha sido...es él, verdad Reed? - su maestro. Tenía que ser él. Mi....
"Estas seguro de que no has estado todo este tiempo en la Alianza?"
Joder, estúpido Gelion y sus frases inoportunas. Recuerdos inoportunos.
- Tu madre está... - bajé mis manos por sus brazos, en busca de heridas, comprobando que tenía varias. - Deja que te atiendan, no huyas de nuevo, por favor... . - Entonces reparé en el bulto. Si ya venía nervioso, ahora lo estaba más. Busqué la mirada de Reed, desesperadamente, preguntándole con los ojos. Necesitaba que me mirase.
- Donde está Erika?!- dije en voz alta, reparando entonces en las espaldas de Reed, que estaba...raro, ensangrentado.
"joder, eso? Otra vez? no?"
- Reed! - fui hacia él, dandole la espalda a Anteia para poner mis manos sobre los hombros del chico. Lo evalué con la mirada, de modo rapido, preocupado....él? Otra vez? - Qué te ocurre? Estás bien?Ha sido...es él, verdad Reed? - su maestro. Tenía que ser él. Mi....
"Estas seguro de que no has estado todo este tiempo en la Alianza?"
Joder, estúpido Gelion y sus frases inoportunas. Recuerdos inoportunos.
- Tu madre está... - bajé mis manos por sus brazos, en busca de heridas, comprobando que tenía varias. - Deja que te atiendan, no huyas de nuevo, por favor... . - Entonces reparé en el bulto. Si ya venía nervioso, ahora lo estaba más. Busqué la mirada de Reed, desesperadamente, preguntándole con los ojos. Necesitaba que me mirase.
Había pasado algún tiempo desde la conversación con el aprendiz de médico, desde que le enseñó la ambulancia. Le daba mucha rabia ver cómo Lucio se lo había robado de aquella manera tan … recordar aquello le asqueaba. El chico apareció al día siguiente, puntual, como le había pedido, y estuvieron revisando los materiales que necesitarían para poner a punto el coche, tras aquello le dio la mañana libre para que fuera a descansar. Y desde entonces no se habían vuelto a encontrar, casualidad o no, de modo que el médico pudo aprovechar para ir poniendo a punto la tartana. Parte del motor funcionaba bien, era un motor clásico, anterior a SAM, los sistemas eléctricos necesitaban revisión, pero para eso estaban los aprendices del I+D. Solo faltaba terminar de pulir las chapas externas y darle una mano de pintura. Andaba trabajando en aquello cuando un patronus le llamó urgentemente, ¿qué parte de estaba en sus ratos libres la gente no entendía? Rodeó los ojos, con hastío, dejó las cosas y se apareció en la recepción del hospital.
Por supuesto, a mi llegada ya estaba todo el lío montado. Suspiré y puse los ojos en blanco, tratando de ponerme al día. Mujer, adolescente, sangre y magia oscura. Estupendo, lo mejor para empezar el día. Me hice hueco entre los brabucones de la guardia, avanzando por la recepción hasta el grupo. Pude llegar a los últimos retazos de conversación, donde preguntaban por la mujer -La mujer está en urgencias. La están estabilizando, está en buenas manos- Dirigí una breve mirada de soslayo a Anteia, a modo de saludo y entonces traté de centrarme en el muchacho nervioso que tenía delante, le busqué la mirada, y apoyé una mano sobre su hombro con suavidad y precaución. Distancia de seguridad -Eh, tranquilo. Estás en hospital, y todos los que estamos aquí vamos a ayudarte. ¿Ok? No temas- Aproveché la distancia recortada para comprobar qué tenía entre brazos. No lloraba, pero se movía y parecía estar normocoloreado, pero sucio. Maldijo en aquel momento por no poder tener telepatía y poder avisar a neonatos. -Mi nombre es Oscurus, ¿Cómo puedo ayudarte a ti o al bebé? ¿Qué os ha pasado? ¿Quieres que hablemos en un sitio más tranquilo?- Por favor, este acoso aquí delante de todos los mirones. Vaya un espectáculo, ¿qué coño estaban pensando que era esto, un culebrón venezolano con público? ¿Lo siguiente qué era, repartir palomitas? Suspiré por la nariz. No le aparté la mano del hombro al muchacho, pero le hablaba calmado y respetando sus tiempos y espacios. No tenía prisa, ya me habían jodido el descanso, ese turno hoy empezaría antes y pensaba cobrarse las horas.
Por supuesto, a mi llegada ya estaba todo el lío montado. Suspiré y puse los ojos en blanco, tratando de ponerme al día. Mujer, adolescente, sangre y magia oscura. Estupendo, lo mejor para empezar el día. Me hice hueco entre los brabucones de la guardia, avanzando por la recepción hasta el grupo. Pude llegar a los últimos retazos de conversación, donde preguntaban por la mujer -La mujer está en urgencias. La están estabilizando, está en buenas manos- Dirigí una breve mirada de soslayo a Anteia, a modo de saludo y entonces traté de centrarme en el muchacho nervioso que tenía delante, le busqué la mirada, y apoyé una mano sobre su hombro con suavidad y precaución. Distancia de seguridad -Eh, tranquilo. Estás en hospital, y todos los que estamos aquí vamos a ayudarte. ¿Ok? No temas- Aproveché la distancia recortada para comprobar qué tenía entre brazos. No lloraba, pero se movía y parecía estar normocoloreado, pero sucio. Maldijo en aquel momento por no poder tener telepatía y poder avisar a neonatos. -Mi nombre es Oscurus, ¿Cómo puedo ayudarte a ti o al bebé? ¿Qué os ha pasado? ¿Quieres que hablemos en un sitio más tranquilo?- Por favor, este acoso aquí delante de todos los mirones. Vaya un espectáculo, ¿qué coño estaban pensando que era esto, un culebrón venezolano con público? ¿Lo siguiente qué era, repartir palomitas? Suspiré por la nariz. No le aparté la mano del hombro al muchacho, pero le hablaba calmado y respetando sus tiempos y espacios. No tenía prisa, ya me habían jodido el descanso, ese turno hoy empezaría antes y pensaba cobrarse las horas.
Reed Draven
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Apreté los ojos con fuerza. Las voces y el sonido de la gente alrededor no ayudaban. No ayudaban nada. Gruñí muy bajo por la pregunta del que ahora hablaba. No les importaba una mierda mi nombre, no era de interés ahora.
La sustancia, se movió y tensé los hombros al sentir la magia fluir. Mas personas, aquella voz era inconfundiblemente de mi familia, parecida a la de mi madre y a la de Azahar, aún así no abrí mis ojos y solté el aire contenido por mi nariz en un resoplido. Mas preguntas. ¿Acaso no podían dar me un segundo?-No.-El monosílabo que dirigí a Anteia fue tenso. No le había hecho nada a Erika, no conscientemente al menos, tal vez en el caos se hubiese llevado algún corte. Después asentí.
Por alguna razón empecé a sentirme más relajado, la sustancia viscosa parecía más calmada y bajé la mano que pedía que no se acercasen. Aquello...aquello duró poco tiempo. Mi nombre pronunciado por él hizo que tensase de nuevo el rostro y al sentir sus manos sobre mí chasqué la lengua. No, al parecer nadie entendía que estaba tratando de no matarlos a todos. Abrí los ojos clavándolos en él.-Está viva.-Eso bastaba. ¿no?. Mas gente, más voces, mas manos... apreté la mandíbula y los labios y mi vista se nubló.
Las alas surgieron de nuevo, fluidas, caóticas y apreté más al pequeño contra mí al sentir que podía hacerle daño si le despegaba de mi cuerpo.-¡Podéis ayudarme si me dejáis un segundo en paz!-Alcé la voz, y aquella magia se movió a la par, caótica. Aspiré hondamente y cerré los ojos centrándome en la sensación de paz de antes. Control. Eso necesitaba.
Solté el aire despacio, por la boca antes de volver a mirar a Thalos al que temblorosamente acerqué mi cuerpo para pasarle a aquel pequeño que aparentemente estaba tranquilo, ajeno al momento. -Aleja a tu familia de los magos. -Apreté de nuevo los labios mirando al crío antes de fijar los ojos sobre mi padre.-No quiero repetir esto una tercera vez.
Di un par de pasos atrás mirando de reojo a todos los que estaban alrededor y desaparecí.
Controla el poder so...no os pego
La sustancia, se movió y tensé los hombros al sentir la magia fluir. Mas personas, aquella voz era inconfundiblemente de mi familia, parecida a la de mi madre y a la de Azahar, aún así no abrí mis ojos y solté el aire contenido por mi nariz en un resoplido. Mas preguntas. ¿Acaso no podían dar me un segundo?-No.-El monosílabo que dirigí a Anteia fue tenso. No le había hecho nada a Erika, no conscientemente al menos, tal vez en el caos se hubiese llevado algún corte. Después asentí.
Por alguna razón empecé a sentirme más relajado, la sustancia viscosa parecía más calmada y bajé la mano que pedía que no se acercasen. Aquello...aquello duró poco tiempo. Mi nombre pronunciado por él hizo que tensase de nuevo el rostro y al sentir sus manos sobre mí chasqué la lengua. No, al parecer nadie entendía que estaba tratando de no matarlos a todos. Abrí los ojos clavándolos en él.-Está viva.-Eso bastaba. ¿no?. Mas gente, más voces, mas manos... apreté la mandíbula y los labios y mi vista se nubló.
Las alas surgieron de nuevo, fluidas, caóticas y apreté más al pequeño contra mí al sentir que podía hacerle daño si le despegaba de mi cuerpo.-¡Podéis ayudarme si me dejáis un segundo en paz!-Alcé la voz, y aquella magia se movió a la par, caótica. Aspiré hondamente y cerré los ojos centrándome en la sensación de paz de antes. Control. Eso necesitaba.
Solté el aire despacio, por la boca antes de volver a mirar a Thalos al que temblorosamente acerqué mi cuerpo para pasarle a aquel pequeño que aparentemente estaba tranquilo, ajeno al momento. -Aleja a tu familia de los magos. -Apreté de nuevo los labios mirando al crío antes de fijar los ojos sobre mi padre.-No quiero repetir esto una tercera vez.
Di un par de pasos atrás mirando de reojo a todos los que estaban alrededor y desaparecí.
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El miembro 'Reed Draven' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Ataque' :
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Ataque' :
Aparecieron en la recepción y Vishous soltó un gruñido. Primero que nada, enojado con Arleen y su maldita terquedad. Iba a remendarse y bajar, eso iba a hacer. A custodiarla y protegerla. Y luego iba a regañarla. Los soldados estaban ahí para garantizar la seguridad de todos y terminar de gestionar. Y estaba pensando en ello cuando se dio cuenta del desastre alrededor. Fue acercándose cojeando hacia Aurora y no dudó ni un segundo en ponerle un escudo al ver la magia que salía del muchacho -No se ve bien- Arqueó las cejas al ver los GRANDES HUEVOS de Oscurus de acercarse así nada más.
Intercambió una mirada con Fred que lo decía todo. Esa gente estaba en peligro porque lo que sea que estaba controlando el chico podia salir -Vete- Le dijo a Aurora y fue suficiente la orden para mandarle fuera de la recepción con el resto de curiosos. Quiso hacer un par de preguntas más pero el dolor de su cuerpo le embotaba la cabeza -Va a...- Y en efecto, esa distancia que había puesto entre ellos fue para desaparecerse. Dejó escapar un suspiro, hoy todo salía mal -Thalos... ¿Qué está pasando? - Intentó incorporarse pero no pudo, con lo cual Fred le agarró del hombro y le dijo un par de cosas al oído. Vishous asintió -Fred se encargará de ayudarte...Tengo que ir a ver a mi equipo y...bueno a mí- Alguien, no sabemos de donde, salió para ayudarlo a ir hacia emergencias y asi restaurar sus heridas
122 - 20: 102 + 48 (sanaciona Arleen) : 150PS
V out
Intercambió una mirada con Fred que lo decía todo. Esa gente estaba en peligro porque lo que sea que estaba controlando el chico podia salir -Vete- Le dijo a Aurora y fue suficiente la orden para mandarle fuera de la recepción con el resto de curiosos. Quiso hacer un par de preguntas más pero el dolor de su cuerpo le embotaba la cabeza -Va a...- Y en efecto, esa distancia que había puesto entre ellos fue para desaparecerse. Dejó escapar un suspiro, hoy todo salía mal -Thalos... ¿Qué está pasando? - Intentó incorporarse pero no pudo, con lo cual Fred le agarró del hombro y le dijo un par de cosas al oído. Vishous asintió -Fred se encargará de ayudarte...Tengo que ir a ver a mi equipo y...bueno a mí- Alguien, no sabemos de donde, salió para ayudarlo a ir hacia emergencias y asi restaurar sus heridas
122 - 20: 102 + 48 (sanaciona Arleen) : 150PS
V out
-Dean…Déjame revisarlo. Y a ti- Susurró, esta vez de una forma un poco más suave dándose cuenta de que su campo estaba funcionando pero lo mantuvo al mínimo, simplemente deslizándolo poco a poco. Pero la llegada de todo el mundo interrumpió y Anteia tensó los labios pero la llegada de Thalos la hizo sonreír. Bien…Erika necesitaría verlo y…también su bebé. Miró hacia el bulto con preocupación.
-¿Reed? Se llama Dean- Le dijo a Thalos pensando que quizás, el estrés de lo que había sucedido estaba pasando factura. Sin embargo, le hablaba con tanta familiaridad que… Frunció el ceño. No, Reed tendría menos de 10 años si no sacaba mal las cuentas. No estaba procesando nada y si de por sí Reed estaba estresado pues ella también, combatiendo como podía ese nivel de estrés porque la magia que desprendía su cuerpo le daba terror. ¿Y si llamaba a Matvey? Miró a Oscurus asegurar que Erika estaba en buenas manos y eso la ayudó a relajarse.
Se acercó un paso, queriendo decirle que sí…Que ella iba a ayudarlo, a curarlo cuando gritó. Anteia se mordió el labio y tuvo que ver el traspaso del bulto con el corazón en la boca. La advertencia fue…extraña y cuando se fue Anteia cerró los ojos, pero no tardó ni dos segundos en reaccionar para ir con Thalos -¿Está bien? ¿Por qué Dean tiene a tu hijo? ¿A Erika?- Preguntó alargando una mano para abrir la mantita y ver al bebé.
-¿Reed? Se llama Dean- Le dijo a Thalos pensando que quizás, el estrés de lo que había sucedido estaba pasando factura. Sin embargo, le hablaba con tanta familiaridad que… Frunció el ceño. No, Reed tendría menos de 10 años si no sacaba mal las cuentas. No estaba procesando nada y si de por sí Reed estaba estresado pues ella también, combatiendo como podía ese nivel de estrés porque la magia que desprendía su cuerpo le daba terror. ¿Y si llamaba a Matvey? Miró a Oscurus asegurar que Erika estaba en buenas manos y eso la ayudó a relajarse.
Se acercó un paso, queriendo decirle que sí…Que ella iba a ayudarlo, a curarlo cuando gritó. Anteia se mordió el labio y tuvo que ver el traspaso del bulto con el corazón en la boca. La advertencia fue…extraña y cuando se fue Anteia cerró los ojos, pero no tardó ni dos segundos en reaccionar para ir con Thalos -¿Está bien? ¿Por qué Dean tiene a tu hijo? ¿A Erika?- Preguntó alargando una mano para abrir la mantita y ver al bebé.
Ignoré bastante a todos los de mi alredeor, en ese momento para mi solo existían Reed y ese bebé. Está viva, dijo. Eso tenía que bastar. Tenía mil preguntas más, pero Reed tenía ya demasiado encima.
Me quedé sorprendido, y para mal, al ver aquella manifestacion de su poder, puesto que nunca le habia visto hacer algo asi. Parecía...parecía.... me recordó demasiado a aquella sustancia que nos dio problemas hacía años, cuando acabé poseído perdido, atacando e hiriendo a todo quisqui, incluso a mis seres queridos por aquel entonces. Era algo similar? Magia oscura...de eso...no me cabia la menor duda. Pero Reed trataba de controlarlo como podia, se notaba el esfuerzo que tenia que hacer.
Me aparté de él un poco, dejando de tocarlo. Eso no ayudaba. Tomé al bebe envuelto en trapos cuando me lo pasó, y lo miré, pero mi mueca era...una mezcla de confusión y suplica.
- Tú eres mi familia Reed. - entiendia su advertencia, y por todo lo que podia jurar en ese momento, lo haría, los apartaria de alli. Pero a él tambien.
Se separó y supe lo que iba a hacer. - No no no Reed! No! - instantes antes, alargue una mano para tratar de agarrarlo y evitarlo pero no pude.
Se fue, volvió a dejar aquel vacío de nuevo. Abracé al pequeño contra mi...estaba bien...respiraba....se movia un poco... Le pregunta de V antes de que se lo llevaran a curar. Qué esta pasando?
- Que no hice bien mi trabajo en su día. - eso estaba pasando. Mi expresión era...una máscara.
Ni si quiera miré a Anteia. No sabía nada? Erika no....?
- Ese que acaba de irse es mi hijo, Anteia. Es Reed. - la miré de reojo, el odio teñía mis dos ojos. - La magia puede hacerle cosas horribles a una persona.
"necesito verla"
- Llévame con Erika, ahora! - no pensaba quedarme en esta isla.
Me quedé sorprendido, y para mal, al ver aquella manifestacion de su poder, puesto que nunca le habia visto hacer algo asi. Parecía...parecía.... me recordó demasiado a aquella sustancia que nos dio problemas hacía años, cuando acabé poseído perdido, atacando e hiriendo a todo quisqui, incluso a mis seres queridos por aquel entonces. Era algo similar? Magia oscura...de eso...no me cabia la menor duda. Pero Reed trataba de controlarlo como podia, se notaba el esfuerzo que tenia que hacer.
Me aparté de él un poco, dejando de tocarlo. Eso no ayudaba. Tomé al bebe envuelto en trapos cuando me lo pasó, y lo miré, pero mi mueca era...una mezcla de confusión y suplica.
- Tú eres mi familia Reed. - entiendia su advertencia, y por todo lo que podia jurar en ese momento, lo haría, los apartaria de alli. Pero a él tambien.
Se separó y supe lo que iba a hacer. - No no no Reed! No! - instantes antes, alargue una mano para tratar de agarrarlo y evitarlo pero no pude.
Se fue, volvió a dejar aquel vacío de nuevo. Abracé al pequeño contra mi...estaba bien...respiraba....se movia un poco... Le pregunta de V antes de que se lo llevaran a curar. Qué esta pasando?
- Que no hice bien mi trabajo en su día. - eso estaba pasando. Mi expresión era...una máscara.
Ni si quiera miré a Anteia. No sabía nada? Erika no....?
- Ese que acaba de irse es mi hijo, Anteia. Es Reed. - la miré de reojo, el odio teñía mis dos ojos. - La magia puede hacerle cosas horribles a una persona.
"necesito verla"
- Llévame con Erika, ahora! - no pensaba quedarme en esta isla.
La aparición de aquellas cosas negras en la espalda del adolescente no denotaba nada bueno. Me aparté un paso y quité el agarre que tenía sobre él, casi haciendo lo mismo con Thalos. No entendía cómo era posible que el aura de Anteia, que por supuesto estaba sintiendo, no hacía efecto en él. Debería haberlo tranquilizado. -Vale, tranquilo. Estás en lugar seguro- Si tenía la fuerza suficiente como para hacer magia es que no estaba tan mal. Le preocupaba más el crío que tenía en brazos, ¿sería suyo? Silencio y espacio. Eso era lo que necesitaba y eso es lo que le darían. Espacio que rellenó con aquel comentario críptico, ¿una tercera vez? ¿aleja a su familia de los magos? Entrecerró los ojos sin poner mucho más impedimento a que se fuera y centró la atención en el recién nacido. El dilema de si aquel chico se llamaba Reed o Dean o Rita le estaba tocando bastante las pelotas, ¿en serio eso era lo más puto importante en ese momento? ¡Joder Anteia!
La madre estaba siendo atendida en urgencias, pero todavía no sabían nada del cachorro humano que tenía ahora el tuerto entre sus manos. -Escuche, ¿Thalos? Erika está en urgencias, pero tenemos que comprobar que el bebé está bien- La pregunta era, ¿de quién era? ¿de la mujer en urgencias?. Prácticamente se tuvo que hacer un hueco para revisar cómo estaba, al menos con un rápido vistazo. Le preocupaba que si el cordón no estaba bien ligado se desangrase. El niño respondía, estaba medio dormido sí, pero movía los brazos, boqueaba buscando la mama en el reflejo. Aquello era bueno. Respiraba, estaba normocoloreado. Alguien llamó al equipo de cirugía por la apuntación de un miembro de la guardia y comprobó que Vishous también salía corriendo de allí a que le atendieran. Aquello no era buena señal… el hospital… no había salido bien. Suspiró y posó la mano sobre el hombro de Anteia buscando contactar sus miradas -Doctora Malfoy. Encárguese del bienestar de su sobrina y de su hijo recién nacido- Le habló despacio y claro, buscando a la doctora de obstetricia que debía estar debajo de tantas capas de tía asustada -El bebé está bien, cúbralo con mantas para que no se enfríe. Y trata de averiguar la edad gestacional, lo mismo hay que llevarlo a la incubadora- Esperó que le diera alguna muestra de que podía confiar en ella. -Si me necesitas estaré en el quirófano. Busca a Justin, que te ayude, si quieres- Asintió y se giró sobre sí mismo y echó a correr por el pasillo, de camino al quirófano, recibiendo de camino toda la información que requería del miembro cercenado. -Habrá que desbridarlo. Y controlar el sangrado. Mierda, ojalá estuvieran los Pendragon por aquí… Mantened el miembro en hielo- Como iba acompañado iba ordenando cosas para poner sus pensamientos en orden, por encima de aquel jaleo que había en su cabeza con el tema del hospital, de la ambulancia y de que todo se había vuelto a ir a la mierda… otra vez. ¿Cómo estaría Arleen? Y lo más importante, ¿dónde estaba? Trató de averiguar esa información mientras se perdía por los pasillos, dirección cirugía.
La madre estaba siendo atendida en urgencias, pero todavía no sabían nada del cachorro humano que tenía ahora el tuerto entre sus manos. -Escuche, ¿Thalos? Erika está en urgencias, pero tenemos que comprobar que el bebé está bien- La pregunta era, ¿de quién era? ¿de la mujer en urgencias?. Prácticamente se tuvo que hacer un hueco para revisar cómo estaba, al menos con un rápido vistazo. Le preocupaba que si el cordón no estaba bien ligado se desangrase. El niño respondía, estaba medio dormido sí, pero movía los brazos, boqueaba buscando la mama en el reflejo. Aquello era bueno. Respiraba, estaba normocoloreado. Alguien llamó al equipo de cirugía por la apuntación de un miembro de la guardia y comprobó que Vishous también salía corriendo de allí a que le atendieran. Aquello no era buena señal… el hospital… no había salido bien. Suspiró y posó la mano sobre el hombro de Anteia buscando contactar sus miradas -Doctora Malfoy. Encárguese del bienestar de su sobrina y de su hijo recién nacido- Le habló despacio y claro, buscando a la doctora de obstetricia que debía estar debajo de tantas capas de tía asustada -El bebé está bien, cúbralo con mantas para que no se enfríe. Y trata de averiguar la edad gestacional, lo mismo hay que llevarlo a la incubadora- Esperó que le diera alguna muestra de que podía confiar en ella. -Si me necesitas estaré en el quirófano. Busca a Justin, que te ayude, si quieres- Asintió y se giró sobre sí mismo y echó a correr por el pasillo, de camino al quirófano, recibiendo de camino toda la información que requería del miembro cercenado. -Habrá que desbridarlo. Y controlar el sangrado. Mierda, ojalá estuvieran los Pendragon por aquí… Mantened el miembro en hielo- Como iba acompañado iba ordenando cosas para poner sus pensamientos en orden, por encima de aquel jaleo que había en su cabeza con el tema del hospital, de la ambulancia y de que todo se había vuelto a ir a la mierda… otra vez. ¿Cómo estaría Arleen? Y lo más importante, ¿dónde estaba? Trató de averiguar esa información mientras se perdía por los pasillos, dirección cirugía.
Se quedó un poco patitiesa cuando Thalos Eguía llamándole Reed y ante la respuesta que le dio al teniente, tuvo que ponerle una mano en la espalda porque se sentía fatal. Qué difícil habría de ser para él perder a su esposa. Pero aquí estaba, verdad? La respuesta de Thalos sobre Reed hizo que Anteia se le quedara mirando sin comprender. Vamos, parpadeando como una completa idiota porque no le daban las cuentas, había algo que no le cerraba-Pero...- Y su siguiente frase hizo que se le erizara todo el cuerpo…Todo. No se dio cuenta de que su puño se cerró cogiendo toda la tela de la ropa de Thalos, sintiendo que su corazón latía con más fuerza así que hizo retroceder su campo empático.
Ladeó la cabeza hacia Oscurus cuando empezó a hablarle pero al principio no logró conectar con lo que le estaba diciendo…Al menos hasta que dijo que el bebé estaba bien. Eso la hizo asentir y volver un poco a tierra -Gracias- Logró murmurarle a Oscurus y volvió a girarse hacia Thalos. Alzó una mano hacia su mejilla para que la mirara un instante -Yo también soy tu familia y vamos a solucionar esto- Le dijo, aunque no tenía ni idea de lo que se estaba metiendo pero era una Malfoy, Erika era una Malfoy, Reed era un Malfoy y quien sea que hubiese hecho esto iba a probar un poco de su propia medicina…Porque si algo protegía Anteia era a su familia.
Y su esposo Lyran, también.
Recolocó las mantitas del bebé y respiró profundo -Vamos a ver a Erika- Le dijo sin derecho a titubeo y pronto lo tomó del brazo para salir de la recepción hacia donde estaba su sobrina.
Ladeó la cabeza hacia Oscurus cuando empezó a hablarle pero al principio no logró conectar con lo que le estaba diciendo…Al menos hasta que dijo que el bebé estaba bien. Eso la hizo asentir y volver un poco a tierra -Gracias- Logró murmurarle a Oscurus y volvió a girarse hacia Thalos. Alzó una mano hacia su mejilla para que la mirara un instante -Yo también soy tu familia y vamos a solucionar esto- Le dijo, aunque no tenía ni idea de lo que se estaba metiendo pero era una Malfoy, Erika era una Malfoy, Reed era un Malfoy y quien sea que hubiese hecho esto iba a probar un poco de su propia medicina…Porque si algo protegía Anteia era a su familia.
Y su esposo Lyran, también.
Recolocó las mantitas del bebé y respiró profundo -Vamos a ver a Erika- Le dijo sin derecho a titubeo y pronto lo tomó del brazo para salir de la recepción hacia donde estaba su sobrina.
Al huir del sádico de Tobías usé la desaparición para ir a casa, a buscar a Aedan inmediatamente. No sabía cuánto rato había pasado desde que me habían secuestrado, tal vez una hora o dos, pero mi hijo ya no estaba en casa. Aquello me hizo entrar en pánico, comencé a dudar que fuese cierto que no le hubiesen cogido a él también. Podía ser una mentira eso de que le había ignorado por completo. No podía soportar que le pasasen tantas cosas, y esta vez estando también bajo mi cuidado. En medio de aquella desesperación sólo se me ocurrió enviar un patronus a mi padre para que me ayudase a encontrar a Aedan, y acto seguido volví a desaparecerme en dirección a Ouroboros, al hospital. Tal vez allí supiesen algo. De cualquier modo no podía seguir, estaba llegando al límite.
Con esa última aparición ya apenas podía mantenerme en pie. Me temblaba todo el cuerpo, estaba pálido y con el pulso acelerado. Tuve que apoyarme en el mostrador de recepción medio ahogándome mientras intentaba preguntar de manera entrecortada si estaba allí Aedan, decir algo de un secuestro y algo de Tobías. La recepcionista dio la voz de alarma para pedir una camilla, negando a lo de Aedan. No había llegado allí herido ni nada, pero eso tampoco era buena señal. Logré decir la palabra 'plata' antes de que me diese otro ataque de tos, sangrando aún más que antes mientras los pulmones me quemaban por dentro. Acabé cayendo al suelo antes de que llegase la camilla, sin apenas ser capaz de seguir respirando.
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Éxito: Aguanta un post más
Fallo: no aguanta
Con esa última aparición ya apenas podía mantenerme en pie. Me temblaba todo el cuerpo, estaba pálido y con el pulso acelerado. Tuve que apoyarme en el mostrador de recepción medio ahogándome mientras intentaba preguntar de manera entrecortada si estaba allí Aedan, decir algo de un secuestro y algo de Tobías. La recepcionista dio la voz de alarma para pedir una camilla, negando a lo de Aedan. No había llegado allí herido ni nada, pero eso tampoco era buena señal. Logré decir la palabra 'plata' antes de que me diese otro ataque de tos, sangrando aún más que antes mientras los pulmones me quemaban por dentro. Acabé cayendo al suelo antes de que llegase la camilla, sin apenas ser capaz de seguir respirando.
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El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
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Después de dejar al bebé con Lyran había vuelto al hospital, dejando su anillo atrás, porque debía ocultar la casa. De todas formas, lo que venía hacer era muy puntual respecto a la baja. Estaba segura de que Lucio comprendería la gravedad del asunto tomando en cuenta su propio estado. Así que fue directo a Recepción donde preguntaría a Aurora si Lucio estaba en el hospital o estaba en casa.
Sin embargo, al llegar todo era conmoción y reconoció perfectamente a Ian en la camilla y fue corriendo hacia él -¿Plata? ¿Por qué dice eso?- Al escuchar aquello Anteia empujó un poco brutamente a su compañero -Porque es licántropo- Sus palabras causaron que los sanadores ahogaran un gemido. Intentó hacer un reconocimiento y una sanación inmediata pero estaba tan nerviosa que no pudo. Maldijo entre dientes -Llevémoslo arriba- Ordenó y salieron de ahí directamente hacia una de las UCI. No sabía cuánto tiempo tenía.
Sin embargo, al llegar todo era conmoción y reconoció perfectamente a Ian en la camilla y fue corriendo hacia él -¿Plata? ¿Por qué dice eso?- Al escuchar aquello Anteia empujó un poco brutamente a su compañero -Porque es licántropo- Sus palabras causaron que los sanadores ahogaran un gemido. Intentó hacer un reconocimiento y una sanación inmediata pero estaba tan nerviosa que no pudo. Maldijo entre dientes -Llevémoslo arriba- Ordenó y salieron de ahí directamente hacia una de las UCI. No sabía cuánto tiempo tenía.
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El miembro 'Anteia Malfoy' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
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Aparecí en el hospital llevando a un malherido Geralt entre mis brazos. Por toda la sangre que le iba saliendo, los sanadores no tardaron en acercarse a nosotros.
- Qué le ha pasado?
- Un ataque de pirratas en Londrres, en el puerrto....no podíamos sanarrlo alli abajo. Le han apuñalado asi como muchas veces. Podéis ayudarrlo?
- Veremos que se puede hacer.
- Avisad a Lyran Knox, crreo que son familia.
Los sanitarios asintieron y se llevaron rapidamente a Geralt en una camilla. Yo me quedé ahi plantado unos cuantos segundos, estaba manchado de su sangre pero me encontraba bien, como le respondí a uno de los sanadores antes de que se marcharan.
Había dejado a Johan y a Royden alli abajo y me tocaba volver. Así que sin dudarlo mucho, y esperando que Geralt tuviera suerte, me desaparecí de alli de vuelta a los puertos de St. Katherine.
- Qué le ha pasado?
- Un ataque de pirratas en Londrres, en el puerrto....no podíamos sanarrlo alli abajo. Le han apuñalado asi como muchas veces. Podéis ayudarrlo?
- Veremos que se puede hacer.
- Avisad a Lyran Knox, crreo que son familia.
Los sanitarios asintieron y se llevaron rapidamente a Geralt en una camilla. Yo me quedé ahi plantado unos cuantos segundos, estaba manchado de su sangre pero me encontraba bien, como le respondí a uno de los sanadores antes de que se marcharan.
Había dejado a Johan y a Royden alli abajo y me tocaba volver. Así que sin dudarlo mucho, y esperando que Geralt tuviera suerte, me desaparecí de alli de vuelta a los puertos de St. Katherine.
Ya habían pasado varios días desde el día que me dieron el alta del hospital, al final en el piso que la Guardia le había dado por sus servicios, contemplando aquellas pareces maltratadas por los inquilinos previos y actuales, con bastante hastío. Con ello se encerró aquella mañana en la cocina, enfrascado entre ollas y fogones. Esa era la forma que tenía de compensar que el hecho de haber pasado unos días con Chloe en su casa, mientras se terminaba de recuperar, y podría haberle preparado directamente la comida en su casa, pero todo se torció al ingresar su hermano en la UCI. Mientras giraba el agua para que la comida terminara de cocer, pensó que quizás aquello hubiera sido lo mejor, que quizá hubiera sido demasiado pronto dado el punto en el que estaban… ¿estaban? ¿estaban en algo? ¿pronto? ¿pronto para qué? La cebolla empezó a chisporrotear al añadirla en la sartén mientras pensaba en ello. Ya se lo había dicho a Lyran cuando les pillaron en la consulta, ya eran mayores y sabía lo que hacían y que tampoco iban a casarse, joder, que apenas se conocían, ¿no? A pesar de ello, debía reconocer que le había apetecido lo de los dos días juntos.
Ya suponía cómo era Chloe y se imaginaba qué haría. El día del alta aprovechó para volver andando a casa y comprobar el estado de sus pulmones, todavía los notaba algo resentidos. Quiso aprovechar el tiempo y sentirse útil. Aquella mañana, se acordó de la cerveza que nunca ocurrió, y quiso ayudar a la pelirroja de alguna forma. Guardó todo, lo envolvió en una tela de colores bastante horrible, pero lo único que tenía a mano, y caminó hasta el hospital de nuevo, para probar sus pulmones.
Se personó en el hospital, entró por el hall y se acercó a la recepcionista, que reconoció como Doris. Le preguntó por la medimaga y le dijo que todavía estaba ocupada. Suponía dónde y saber si había comido esos días atrás bien. Sacó unos tuppers, perfectamente envueltos en un petate e informó a la recepcionista -¿Podría llamarle? Puedo esperar aquí. He preparado algo para que Chloe se coma y descanse un rato de la UCI. He preparado pasta, a todo el mundo le gusta la pasta… con salsa boloñesa, cambiando la carne por soja texturizada- Le informé a Doris, quizá esperando su beneplácito. Era como que todo el mundo le juzgaba por su pasado auror, ahora que ya se sabía, y no le hacía mucha gracia. Así se sentía desde la conversación con Lyran, y que, desde entonces, debía esforzarse más. La mujer me indicó que le avisaría (aunque en verdad podría haberlo hecho él mismo, pero no quería molestar) y dejó que el hospital actuara con sus protocolos. Se sentó en los asientos de la recepción, de desabrochó el abrigo y esperó pacientemente, con un tupper lleno de pasta boloñesa sustituyendo la carne picada con soja texturizada, a sabiendas de las convicciones alimenticias de ella, por eso había quitado todo lo que fuera animal de aquel plato. Tenía antepasados italianos, hacer pasta estaba en mi sangre…. ¿Estaba nervioso? Sí, lo estaba.
Ya suponía cómo era Chloe y se imaginaba qué haría. El día del alta aprovechó para volver andando a casa y comprobar el estado de sus pulmones, todavía los notaba algo resentidos. Quiso aprovechar el tiempo y sentirse útil. Aquella mañana, se acordó de la cerveza que nunca ocurrió, y quiso ayudar a la pelirroja de alguna forma. Guardó todo, lo envolvió en una tela de colores bastante horrible, pero lo único que tenía a mano, y caminó hasta el hospital de nuevo, para probar sus pulmones.
Se personó en el hospital, entró por el hall y se acercó a la recepcionista, que reconoció como Doris. Le preguntó por la medimaga y le dijo que todavía estaba ocupada. Suponía dónde y saber si había comido esos días atrás bien. Sacó unos tuppers, perfectamente envueltos en un petate e informó a la recepcionista -¿Podría llamarle? Puedo esperar aquí. He preparado algo para que Chloe se coma y descanse un rato de la UCI. He preparado pasta, a todo el mundo le gusta la pasta… con salsa boloñesa, cambiando la carne por soja texturizada- Le informé a Doris, quizá esperando su beneplácito. Era como que todo el mundo le juzgaba por su pasado auror, ahora que ya se sabía, y no le hacía mucha gracia. Así se sentía desde la conversación con Lyran, y que, desde entonces, debía esforzarse más. La mujer me indicó que le avisaría (aunque en verdad podría haberlo hecho él mismo, pero no quería molestar) y dejó que el hospital actuara con sus protocolos. Se sentó en los asientos de la recepción, de desabrochó el abrigo y esperó pacientemente, con un tupper lleno de pasta boloñesa sustituyendo la carne picada con soja texturizada, a sabiendas de las convicciones alimenticias de ella, por eso había quitado todo lo que fuera animal de aquel plato. Tenía antepasados italianos, hacer pasta estaba en mi sangre…. ¿Estaba nervioso? Sí, lo estaba.
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