Recuerdo del primer mensaje :
Zona de urgencias para realizar diagnósticos iniciales y aplicar los primeros auxilios. Desde aquí se derivan los casos que requieran ingreso o cirugía.
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Arturo Lizarraga
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La gente estaba emocionada viendo lo intenso que se estaba volviendo el combate conforme avanzaba el tiempo. La intromisión de un “espectador” al campo de batalla también causo cierta conmoción, pero se le dijo al publico que era tontería de un loco, para amenizar las preocupaciones que pudiera tener la gente en las gradas.
Volviendo a la acción, esta es la situación, 5 finalistas; 2 dragones, 1 feral y 2 humanos. La dragona y el feral fueron capturados temporalmente por un objeto de los Descendientes. Quedan 3 sueltos.
En el estadio la conmoción estaba presente por el reciente incidente del secuestro de un niño, y a pesar de que se atendió con celeridad el problema, la tensión se mantenía todavía. Puede que esto ayudara a aumentar la expectativa del torneo en si mismo.
Guardia 1 – el forastero debió haberle tirado directamente a Setelah en vez de intentar distraerle
Guardia 2 - ¿acaso eres idiota?, la mascara devuelve los ataques, de seguro de percato de eso
Guardia 1 – al menos eso hubiera llamado más la aten…¡espera!, ¡mira lo que hace Lasaña!
Guardia 2 – ¡wow!, ¡wow!, ¡wow!, como en la segunda prueba, el forastero no tiene oportunidad
Guardia 1 – vaya, a pesar de lo recibido, lo hizo muy bien, pudo cortar o desviar varios meteoritos.
Guardia 2 – ¿y el fuego negro, es del forastero?
Guardia 1 – no, ha llegado de otra dirección…Setelah
Guardia 2 – parece que el forastero no pierde ocasión pero se ha equivocado de punto de ataque…¿vez lo que dije?
Guardia 1 – uy, parece que ha cambiado de objetivo…oye, ¿eso es un muñeco de nieve?
Guardia 2 – calla, el forastero ha saltado, apuesto que va a hacer una treta con…
Guardia 1 – la espada
Guardia 2 – ey, eso iba a decir
Guardia 1 – vaya, una pantalla de humo…¡quiere quitarle la máscara!
Guardia 2 – ¡ja!, ya me imaginaba que Setelah se transformaría
Guardia 1 – Lasaña se ha vuelto humana, parece que quiere dialogar, ¿querrá hacer una alianza?
Guardia 2 – si es así, no creo que funcione
Guardia 1 – ¿A que acaba de atacar el forastero?, ¿una serpiente?
Guardia 2 - ¡Joder! ¡El fuego negro!
Guardia 1 – …¿ya se murió?
Guardia 2 – aunque sus propios poderes de fuego ayudaron un poco, parece que no fue suficiente
Guardia 1 – parece que ha quedado tostado, en fin, ¿alguien aposto por el?
Guardia 2 – no lo sé, pero seguro habrá alguno que lo haya hecho, probablemente pensando que el forastero ganaría y así el sacaba la lotería con la apuesta
Guardia 1 – vaya, Kyllian ha vuelto del encierro liberistico
Guardia 2 – hey, creo que el forastero sigue vivo
Guardia 1 – ¿Qué?, no veo…ah, ya, ya, parece que fue un intento desesperado, Kyllian se salvó por los pelos
La vampiresa Katya anuncia la derrota de Arturo y en la pantalla ya no se muestra su puntaje arriba de su cabeza. Se pide a los guardias ir por el, lo cual hacen asintiendo las instrucciones y se teletransportan al sitio.
Guardia 2 – para ser nuevo llego lejos
Guardia 1 – y vaya que lo hizo
Guardia 2 – ey, Kyllian deja de sonarte los mocos con su ropa, que nos toca llevarlo y no quiero enfermarme mañana
Los guardias lo ponen sobre algo similar a una camilla deportiva, solo que al estilo de los locales. Luego de colocarlo adecuadamente, se van del área de combate hasta la entrada al hospital Ouroboros. Salen a su encuentro varios médicos y son puestos en camillas más adecuadas.
Médico - ¿Cuáles son las heridas principales?
Guardia 1 – Diversas contusiones por hechizo de meteoritos, y lo que lo termino en este estado, son quemaduras hechas por un fuego negro, no se ha tenido casos así
Médico – descuida, estuve al tanto del evento, tengo una idea de lo que debo hacer ahora
Guardia 2 – espere, si estaba viendo el evento, ¿porque pregunto por las heridas?
Médico – hay una diferencia entre lo que uno cree que vio y lo que en realidad sucedió, ¿no es así?
El otro dúo de guardias que había llegado junto con los que trajeron a Arturo, dejaron en su camilla respectiva a Corvo. Mientras los médicos hacen su trabajo, una serie de eventos empiezan a dar inicio una venganza cuidadosamente planeada por siglos. Nadie en la isla flotante estaría a salvo.
Administración: a partir de hoy +20 PS por día (real) Arturo
Volviendo a la acción, esta es la situación, 5 finalistas; 2 dragones, 1 feral y 2 humanos. La dragona y el feral fueron capturados temporalmente por un objeto de los Descendientes. Quedan 3 sueltos.
En el estadio la conmoción estaba presente por el reciente incidente del secuestro de un niño, y a pesar de que se atendió con celeridad el problema, la tensión se mantenía todavía. Puede que esto ayudara a aumentar la expectativa del torneo en si mismo.
Guardia 1 – el forastero debió haberle tirado directamente a Setelah en vez de intentar distraerle
Guardia 2 - ¿acaso eres idiota?, la mascara devuelve los ataques, de seguro de percato de eso
Guardia 1 – al menos eso hubiera llamado más la aten…¡espera!, ¡mira lo que hace Lasaña!
Guardia 2 – ¡wow!, ¡wow!, ¡wow!, como en la segunda prueba, el forastero no tiene oportunidad
(…)
Guardia 1 – vaya, a pesar de lo recibido, lo hizo muy bien, pudo cortar o desviar varios meteoritos.
Guardia 2 – ¿y el fuego negro, es del forastero?
Guardia 1 – no, ha llegado de otra dirección…Setelah
Guardia 2 – parece que el forastero no pierde ocasión pero se ha equivocado de punto de ataque…¿vez lo que dije?
Guardia 1 – uy, parece que ha cambiado de objetivo…oye, ¿eso es un muñeco de nieve?
Guardia 2 – calla, el forastero ha saltado, apuesto que va a hacer una treta con…
Guardia 1 – la espada
Guardia 2 – ey, eso iba a decir
Guardia 1 – vaya, una pantalla de humo…¡quiere quitarle la máscara!
Guardia 2 – ¡ja!, ya me imaginaba que Setelah se transformaría
Guardia 1 – Lasaña se ha vuelto humana, parece que quiere dialogar, ¿querrá hacer una alianza?
Guardia 2 – si es así, no creo que funcione
Guardia 1 – ¿A que acaba de atacar el forastero?, ¿una serpiente?
Guardia 2 - ¡Joder! ¡El fuego negro!
Guardia 1 – …¿ya se murió?
Guardia 2 – aunque sus propios poderes de fuego ayudaron un poco, parece que no fue suficiente
Guardia 1 – parece que ha quedado tostado, en fin, ¿alguien aposto por el?
Guardia 2 – no lo sé, pero seguro habrá alguno que lo haya hecho, probablemente pensando que el forastero ganaría y así el sacaba la lotería con la apuesta
Guardia 1 – vaya, Kyllian ha vuelto del encierro liberistico
Guardia 2 – hey, creo que el forastero sigue vivo
Guardia 1 – ¿Qué?, no veo…ah, ya, ya, parece que fue un intento desesperado, Kyllian se salvó por los pelos
La vampiresa Katya anuncia la derrota de Arturo y en la pantalla ya no se muestra su puntaje arriba de su cabeza. Se pide a los guardias ir por el, lo cual hacen asintiendo las instrucciones y se teletransportan al sitio.
Guardia 2 – para ser nuevo llego lejos
Guardia 1 – y vaya que lo hizo
Guardia 2 – ey, Kyllian deja de sonarte los mocos con su ropa, que nos toca llevarlo y no quiero enfermarme mañana
Los guardias lo ponen sobre algo similar a una camilla deportiva, solo que al estilo de los locales. Luego de colocarlo adecuadamente, se van del área de combate hasta la entrada al hospital Ouroboros. Salen a su encuentro varios médicos y son puestos en camillas más adecuadas.
Médico - ¿Cuáles son las heridas principales?
Guardia 1 – Diversas contusiones por hechizo de meteoritos, y lo que lo termino en este estado, son quemaduras hechas por un fuego negro, no se ha tenido casos así
Médico – descuida, estuve al tanto del evento, tengo una idea de lo que debo hacer ahora
Guardia 2 – espere, si estaba viendo el evento, ¿porque pregunto por las heridas?
Médico – hay una diferencia entre lo que uno cree que vio y lo que en realidad sucedió, ¿no es así?
El otro dúo de guardias que había llegado junto con los que trajeron a Arturo, dejaron en su camilla respectiva a Corvo. Mientras los médicos hacen su trabajo, una serie de eventos empiezan a dar inicio una venganza cuidadosamente planeada por siglos. Nadie en la isla flotante estaría a salvo.
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El miembro 'Arturo Lizarraga' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Altair Kirgyakos
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Me sorprendió la reacción de Savannah, nunca había sido tan directa hasta aquel día. Aquella visión realmente le afectó más de lo que habría creído. -Oye, enfermero, dale algo que le tranquilice a esta, que lleva un día de malas pulgas - Dije al elfo enfermero, intentando calmar la tensión. -Por cierto, ¿se podría regenerar mi ojo? Lleva ya casi un año que me lo arrancaron, creía que con mi regeneración licana volvería, pero parece que no - Esquivé con un leve movimiento de cabeza el lanzamiento de almohada de Savannah, poniendo cara de duda -No tienes porqué estar celosa de Kiana, con ella solo tengo lazos políticos- No entendía qué tenía que ver ella en la conversación.
-No pretendo ser tu alfa, quiero ayudarte, tú misma has venido a pedirme ayud...- Me interrumpió para anunciarme lo de las piedras cuando se dió la vuelta y se fue de la habitación -Eso, vete indignada sin decirme nada, tendrían que haber venido tus padres no una niñata como tú - Dije en voz alta y me di media vuelta, en dirección contraria a Savanna, para buscar la habitación de Kiana.
-No pretendo ser tu alfa, quiero ayudarte, tú misma has venido a pedirme ayud...- Me interrumpió para anunciarme lo de las piedras cuando se dió la vuelta y se fue de la habitación -Eso, vete indignada sin decirme nada, tendrían que haber venido tus padres no una niñata como tú - Dije en voz alta y me di media vuelta, en dirección contraria a Savanna, para buscar la habitación de Kiana.
Poco a poco voy volviendo a ser consciente de mi cuerpo y voy despertando. Antes de abrir los ojos capto diferentes olores; uno con el que todavía me estoy familiarizando que es el desinfectante, otro es sangre, otro es el aroma a los miembros de mi clan que deben encontrarse en el mismo sitio que yo y otra es la del descendiente de Licaón. Ésta última esencia está mezclada con la mía y me doy cuenta porque me huelo la piel y allí está débilmente impregnada. Al abrir los ojos me vuelvo a encontrar con aquella luz blanca, pero pronto mi mirada se acostumbra y puedo apreciar el lugar en el que me encuentro. Abunda el color blanco, objetos que no reconozco pero parecen tener alguna función curativa o de tortura... no estoy segura, manchas de sangre por el suelo y por las paredes que llegan a los cuerpos sin vida de individuos que no conozco de nada pero que combinan con el ambiente limpio y esterilizado y a los miembros beta que vinieron conmigo para acompañarme en el Torneo Fénix con las manos manchadas de sangre. Mientras me incorporo voy siguiendo las pistas de lo que pasó y aparentemente los miembros de mi manada habrían asesinado a esa gente. Demando una respuesta con la mirada y ellos asienten confirmando mis sospechas para, a continuación, entregarme prendas de vestir las cuales les arrebato de mal humor.
Me enoja saber que ellos tuvieron que luchar por mí mientras yo me encontraba indefensa, que pude haber participado y no lo hice, que ellos podrían volverse más poderosos que yo y sacarme mi puesto de alfa. Mi enfado va en aumento cuando recuerdo los últimos acontecimientos; la montaña nevada, Juliet siendo engañada por el feral descaradamente, yo haciendo magia. Sin mucho pudor me levanto de la superficie en la que descansaba, me quito lo que sea que me hayan puesto en aquel lugar quedando desnuda frente a los miembros beta y me visto con el top blanco de piel de lobo y pantalones que permiten una amplia movilidad, dejando a la vista mi tez oscura, mis curvas y mi musculatura, del mismo modo que mi cicatriz en cerca del ojo izquierdo y la L en la parte interna de mi muñeca marcada por el Bando Ministerial cuando todavía era un cachorro. Reviso la habitual tela blanca atada al antebrazo y el brazalete artesanal decorado por una joya con intrincadas decoraciones herencia de la familia (offrol: es el giratiempo, pero yo no lo sé). No llevo nada en los pies, voy descalza.
No tengo noción de la cantidad de tiempo que estuve inconsciente, pero me siento completamente bien y tengo un objetivo claro; el licántropo Altaïr Kirgyakos así que me dirijo a su encuentro siguiendo su esencia escoltada por los miembros omega por los pasillos del hospital, poco me importan los que quedaron sangrando detrás de mí. Cuando lo encuentro camino hacia él con decisión.
-Quiero armas decentes.- Digo con mi habitual tono autoritario mientras llego a su lado y me cruzo de brazos para quedar hombro con hombro y mirar lo que sea que él esté mirando. No es tan así porque me supera en altura, pero casi.
-¿Nos vamos?- Quiero que me dé lo que me prometió cuando inició el Torneo.
Me enoja saber que ellos tuvieron que luchar por mí mientras yo me encontraba indefensa, que pude haber participado y no lo hice, que ellos podrían volverse más poderosos que yo y sacarme mi puesto de alfa. Mi enfado va en aumento cuando recuerdo los últimos acontecimientos; la montaña nevada, Juliet siendo engañada por el feral descaradamente, yo haciendo magia. Sin mucho pudor me levanto de la superficie en la que descansaba, me quito lo que sea que me hayan puesto en aquel lugar quedando desnuda frente a los miembros beta y me visto con el top blanco de piel de lobo y pantalones que permiten una amplia movilidad, dejando a la vista mi tez oscura, mis curvas y mi musculatura, del mismo modo que mi cicatriz en cerca del ojo izquierdo y la L en la parte interna de mi muñeca marcada por el Bando Ministerial cuando todavía era un cachorro. Reviso la habitual tela blanca atada al antebrazo y el brazalete artesanal decorado por una joya con intrincadas decoraciones herencia de la familia (offrol: es el giratiempo, pero yo no lo sé). No llevo nada en los pies, voy descalza.
No tengo noción de la cantidad de tiempo que estuve inconsciente, pero me siento completamente bien y tengo un objetivo claro; el licántropo Altaïr Kirgyakos así que me dirijo a su encuentro siguiendo su esencia escoltada por los miembros omega por los pasillos del hospital, poco me importan los que quedaron sangrando detrás de mí. Cuando lo encuentro camino hacia él con decisión.
-Quiero armas decentes.- Digo con mi habitual tono autoritario mientras llego a su lado y me cruzo de brazos para quedar hombro con hombro y mirar lo que sea que él esté mirando. No es tan así porque me supera en altura, pero casi.
-¿Nos vamos?- Quiero que me dé lo que me prometió cuando inició el Torneo.
Altair Kirgyakos
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Me puse a andar maldiciendo en voz alta por el hospital. Buscaba la habitación de Kiana pero sin un rumbo determinado ni fijarme en los olores, simplemente andaba intentando reorganizar mi mente y analizando todo lo que había pasado estos últimos días. Era todo una locura, como si todo hubiese venido de golpe. Pude ver que al fondo de aquel pasillo lo habían tapado y escuché a un par de enfermeros hablar de un virus, por lo que iba a darme la vuelta para ir hasta otro sitio cuando detrás mía escucho la voz de Kiana.
-Hola a ti también, parece que estás mejor, aunque aún tienes heridas y moratones - Bromeé sutilmente, con ella si que estaba acostumbrado a que fuese directa conmigo, era así con todo el mundo. -Armas eh, pues podemos ir a la herrería si quieres, ahí puedes coger algo que te guste pero yo no tengo ni idea de cuales son las buenas, soy más de usar los puños - Tampoco creí que Sayid estuviese por la labor de ayudarnos a elegir algún arma para ella -Sí, vamos. Te dejaré coger la que más te guste, pero no lo vayas diciendo por ahí - Salimos de allí para pasar por la herrería y de ahí al hogar del Clan de la Luna Roja.
-Hola a ti también, parece que estás mejor, aunque aún tienes heridas y moratones - Bromeé sutilmente, con ella si que estaba acostumbrado a que fuese directa conmigo, era así con todo el mundo. -Armas eh, pues podemos ir a la herrería si quieres, ahí puedes coger algo que te guste pero yo no tengo ni idea de cuales son las buenas, soy más de usar los puños - Tampoco creí que Sayid estuviese por la labor de ayudarnos a elegir algún arma para ella -Sí, vamos. Te dejaré coger la que más te guste, pero no lo vayas diciendo por ahí - Salimos de allí para pasar por la herrería y de ahí al hogar del Clan de la Luna Roja.
Newt Scamander
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Newt, después de ser testigo de la barbarie, decidió volver al hospital; quizá la amable joven seguiría ahí, quizá necesitaba ayuda, quizá él la necesitaba.
Reapareció en la entrada del edificio, observando el lugar, a los heridos, tomando su maleta como si fuera un extranjero perdido en la estación King Cross. Anduvo unos cuantos pasos, tentado a ayudar, no era un medimago, pero sabía mucho de pociones y curaciones naturales que quizá pudieran ayudar. Vio entrar a los medimagos llevando una camilla con un pobre joven con quemaduras, Newt se estremeció ante la imagen frente a él.
Avanzó un poco más, mirando al chico y escuchando el diálogo entre el guardia y el galeno mágico, sorprendiéndose cada vez más ante lo que estos decían. Era increíble, ¿a eso había llegado la sociedad mágica? Y ¿Porqué? Era obvio que Grindlewald no podía ser el responsable de todo aquello... ¿o sí?
Se sintió nuevamente descorazonado. Siguió aun la camilla del chico, sintiendo que quizá podía hacer algo por él si era posible.
Reapareció en la entrada del edificio, observando el lugar, a los heridos, tomando su maleta como si fuera un extranjero perdido en la estación King Cross. Anduvo unos cuantos pasos, tentado a ayudar, no era un medimago, pero sabía mucho de pociones y curaciones naturales que quizá pudieran ayudar. Vio entrar a los medimagos llevando una camilla con un pobre joven con quemaduras, Newt se estremeció ante la imagen frente a él.
Avanzó un poco más, mirando al chico y escuchando el diálogo entre el guardia y el galeno mágico, sorprendiéndose cada vez más ante lo que estos decían. Era increíble, ¿a eso había llegado la sociedad mágica? Y ¿Porqué? Era obvio que Grindlewald no podía ser el responsable de todo aquello... ¿o sí?
Se sintió nuevamente descorazonado. Siguió aun la camilla del chico, sintiendo que quizá podía hacer algo por él si era posible.
Aldaron Failon
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La morena al parecer era medium y ante tal revelación solo pude hacer una pregunta estúpida -UY! puedes leer la mano y esas cosas? ves a algún hombre amamantando tortugas como mi amante?- después de eso solo me esperaba una mirada de "tu eres tonto" pero al sentarme a su lado apoyó su cabeza en mi hombro así que le hice pat pat en la caeza -Ya pasó, verás como todo se soluciona, pero si no descansas en cuanto salgas de aquí te puede dar un chungo y hala, tiempo perdido y de nuevo a visitar a este sexy elfo- Altair hizo su entrada estelar y había una clara tensión entre ellos, disfruté el salseo hasta que el maldito se atrevió a llamarme enfermero.
Me llevé una mano al pecho y entorné los ojos rollo culebrón -Como te atreves maldita!?- me levanté indignado y le di una poción a Savannah antes de que se fuera -Ya que pasas de mis indicaciones llévate esto y ten cuidado- la chica me dio las gracias y se fue ante lo cual miré a Altair aún indignado y aparté la cara muy digno yendo a por otro café para después atender a uno de los finalistas del torneo .
No pasó mucho tiempo hasta que los últimos participantes del torneo llegaron -Aleluya! por fin se ha acabado! a ver que les pasa a estos- me acerqué y había dos dragonas grandotas, una por suerte pudo volver a su forma -Protocolo de dragones niñas! va, moved el culo que por fin acaba este turno infernal!- estaba super contento de poder irme a casa por fin a descansar.
A la pelirroja la conocía, había hecho alguna práctica en el hospital por no hablar de que la ingresaron por circunstancias especiales en el le fay -ponedla en la camilla, no tiene muchas heridas externas- después de todo ella solo parecía tener una especie de catarro, miré al morenazo que venía con ella de arriba a abajo que cargaba un trozo de carbón -Tu... tu no estás nada mal~ pero deja al gato chamuscado en la camilla... menudas quemaduras...- me acerqué al chico y suspiré mientras le echaba pociones por encima para las heridas que sangraban y todas las llagas -Sabes que este chico se pasa los días aquí? la otra vez su novia le rompió el cuello... estos ferales son muy raros- canalicé mi magia hacia él para empezar con la curación, pero me parecía raro que los ganadores estuvieran ahí , después de todo los torneos eran todo un acontecimiento dónde los recibían con bombo y platillos.
----------------------------------
Curación a Kyllian
40 vylia + 27 stat + 10 hab + 15 dado + 50 poti = 142 ps
-155 + 142= -13ps
20ps x 6 días en hospital= 120ps
Kyllian 107ps/120ps
Curados pasivamente por días posteados
-Artie
-Lasaña
-Jul
Me llevé una mano al pecho y entorné los ojos rollo culebrón -Como te atreves maldita!?- me levanté indignado y le di una poción a Savannah antes de que se fuera -Ya que pasas de mis indicaciones llévate esto y ten cuidado- la chica me dio las gracias y se fue ante lo cual miré a Altair aún indignado y aparté la cara muy digno yendo a por otro café para después atender a uno de los finalistas del torneo .
No pasó mucho tiempo hasta que los últimos participantes del torneo llegaron -Aleluya! por fin se ha acabado! a ver que les pasa a estos- me acerqué y había dos dragonas grandotas, una por suerte pudo volver a su forma -Protocolo de dragones niñas! va, moved el culo que por fin acaba este turno infernal!- estaba super contento de poder irme a casa por fin a descansar.
A la pelirroja la conocía, había hecho alguna práctica en el hospital por no hablar de que la ingresaron por circunstancias especiales en el le fay -ponedla en la camilla, no tiene muchas heridas externas- después de todo ella solo parecía tener una especie de catarro, miré al morenazo que venía con ella de arriba a abajo que cargaba un trozo de carbón -Tu... tu no estás nada mal~ pero deja al gato chamuscado en la camilla... menudas quemaduras...- me acerqué al chico y suspiré mientras le echaba pociones por encima para las heridas que sangraban y todas las llagas -Sabes que este chico se pasa los días aquí? la otra vez su novia le rompió el cuello... estos ferales son muy raros- canalicé mi magia hacia él para empezar con la curación, pero me parecía raro que los ganadores estuvieran ahí , después de todo los torneos eran todo un acontecimiento dónde los recibían con bombo y platillos.
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Curación a Kyllian
40 vylia + 27 stat + 10 hab + 15 dado + 50 poti = 142 ps
-155 + 142= -13ps
20ps x 6 días en hospital= 120ps
Kyllian 107ps/120ps
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-Artie
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El miembro 'Aldaron Failon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Emily Kaldwin
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Al llegar al hospital me hicieron algunas pruebas y curaron mis heridas mientras observaba los procedimientos para las sanaciones, a veces con magia y otras más tradicionales como vendajes o pociones. El mundo de la medicina no estaba hecho para mí, prefería usar mi magia de forma intuitiva para curar, la lógica era algo que a veces me sobrepasaba y aquella bata con la que se me veía el culo me daba un poco de frío, haciendo que me cubriera con la fina sábana y empecé a acariciar mis decaídas y algunas grises plumas.
Empecé a pensar en mis compañeros, especialmente en Delsin, ya que no lo veía desde el momento que nos separamos en Francia. Temblé al pensar en aquel momento, los centinelas lograron derribarme y me di una buena contra el suelo. Un poco más y no estaría para contarlo. Intenté pensar en el momento de volver a Londres o a la isla en la que me encontraba, pero no lograba recordar cómo había llegado hasta allí.
Me sentía débil e inútil. No había sido capaz de hacer nada en nuestra misión ni de proteger a mis compañeros, habíamos rescatado a Genievre, pero a saber en qué estado. Habíamos tardado demasiado. No. Había tardado demasiado en encontrarla con mis ratas. Miré por la ventana sin fijarme en nada realmente, pensativa, cuando un silvido de la entrada captó mi atención, seguido de una de las voces que necesitaba en ese momento.
Me di la vuelta para que no me viesen el culo y asentí fervientemente. -Sí, lo estoy - Dije con una sincera sonrisa y los ojos entrecerrados. Hice un rápido movimiento con los dedos por encima de mi cabeza y se puso mi ropa usual (cota, pantalón y botas) y fui dando saltito para darles un abrazo a mis compis e irnos.
Empecé a pensar en mis compañeros, especialmente en Delsin, ya que no lo veía desde el momento que nos separamos en Francia. Temblé al pensar en aquel momento, los centinelas lograron derribarme y me di una buena contra el suelo. Un poco más y no estaría para contarlo. Intenté pensar en el momento de volver a Londres o a la isla en la que me encontraba, pero no lograba recordar cómo había llegado hasta allí.
Me sentía débil e inútil. No había sido capaz de hacer nada en nuestra misión ni de proteger a mis compañeros, habíamos rescatado a Genievre, pero a saber en qué estado. Habíamos tardado demasiado. No. Había tardado demasiado en encontrarla con mis ratas. Miré por la ventana sin fijarme en nada realmente, pensativa, cuando un silvido de la entrada captó mi atención, seguido de una de las voces que necesitaba en ese momento.
Me di la vuelta para que no me viesen el culo y asentí fervientemente. -Sí, lo estoy - Dije con una sincera sonrisa y los ojos entrecerrados. Hice un rápido movimiento con los dedos por encima de mi cabeza y se puso mi ropa usual (cota, pantalón y botas) y fui dando saltito para darles un abrazo a mis compis e irnos.
Aparecí en el hospital de Ouroboros poco después de que hubiese concluido esa catastrófica reunión de la que no entendí nada de lo que estaba pasando, aunque debía ser algo muy serio para que hubiese incluso un muerto. Después del exorcismo de Matvey me sentía como si me hubiesen dado una paliza, pero necesitaba saber qué había pasado con los participantes del torneo. Por suerte no me retuvieron por aquello de haber estado dando problemas por la posesión del demonio, debían tener asuntos más importantes de los que ocuparse. Pasé rápidamente por mi cuarto para ducharme y quitarme la ropa ensangrentada de la batalla, tardando apenas 20 minutos. No dude en ir al hospital cuando me informaron que habían acabado ahí. Ni siquiera sabía por qué, ni quién había ganado, todo era demasiado caótico como para estar preguntando ese tipo de cosas.
Pregunté en recepción para saber dónde los habían llevado, caminando después hacia la zona de atención primaria. Allí me encontré con el elfo y otros enfermeros trabajando con él, atendiendo a los heridos del torneo. Entre ellos estaban Juliet y Kyllian, y ninguno de los dos tenía muy buena pinta. El feral estaba medio chamuscado, aunque lo estaban arreglando con sanaciones y pociones, y ella tenía bastante mala cara. Me acerqué rápidamente, preguntando al elfo con impaciencia. - ¿Qué mierdas ha pasado en ese torneo? ¿cómo han acabado tan mal? - pasé la mano por la mejilla de la pelirroja, que aparentemente estaba dormida. La noté demasiado caliente, a pesar de que no parecía tener ninguna herida grave. - Tiene mucha fiebre...¿por qué? - alcé la mirada a Aldaron en busca de respuestas, cogiendo después la mano de Juliet como intentando que reaccionase. Le había dicho cosas horribles en la montaña, y ahora ella estaba así...
Pregunté en recepción para saber dónde los habían llevado, caminando después hacia la zona de atención primaria. Allí me encontré con el elfo y otros enfermeros trabajando con él, atendiendo a los heridos del torneo. Entre ellos estaban Juliet y Kyllian, y ninguno de los dos tenía muy buena pinta. El feral estaba medio chamuscado, aunque lo estaban arreglando con sanaciones y pociones, y ella tenía bastante mala cara. Me acerqué rápidamente, preguntando al elfo con impaciencia. - ¿Qué mierdas ha pasado en ese torneo? ¿cómo han acabado tan mal? - pasé la mano por la mejilla de la pelirroja, que aparentemente estaba dormida. La noté demasiado caliente, a pesar de que no parecía tener ninguna herida grave. - Tiene mucha fiebre...¿por qué? - alcé la mirada a Aldaron en busca de respuestas, cogiendo después la mano de Juliet como intentando que reaccionase. Le había dicho cosas horribles en la montaña, y ahora ella estaba así...
Un portal se abrió frente a una camilla libre y la esbelta figura de la bruja lo atravesó a paso liviano. Su habitual expresión neutral con un ligero toque de desdén completaba su aspecto espectral junto con sus movimientos suaves y delicados. Con un elegante gesto circular de su mano, otro portal se abrió sobre la camilla para depositar al nigromante suavemente sobre ésta cual hoja de papel que se aproxima a una hoja verde y carnosa para liberar a la araña encerrada entre el vaso y el papel.
Los miembros del Concejo de los 20 eran unos hipócritas si estaban de acuerdo con Lucio actuando como si nuca hubieran sacrificado a nadie, era eso o que no tenían memoria, sin mencionar que esperar a que el hijo de Catherine sea mayor de edad para sacrificarlo era más cruel aún, aún así engordar a un cerdo para el matadero no era lo peor que habían hecho.
Posó su mirada sobre Matvey mientras se sacaba el guante de la mano derecha para descubrirla hecha hielo sólido hasta casi el codo producto del excesivo desgaste mágico. El fuego no funcionaría para volver su mano a la normalidad, solo derretiría el hielo dejándola sin medio brazo, requería de una magia sanadora así que esperó a que una enfermera trajera a los elfos que cuidaban de su frágil salud día y noche rechazando a todo aquel que se proclamara médico con gestos amablemente fríos.
Durante ese tiempo se mantuvo de pié impasible al lado del nigromante a la altura de la cabecera ignorado a todo y a todos a su alrededor, pensando que ésta podría ser la última vez que lo vería. El resto la tomaría por loca, pero era bien sabido que ella no hablaba en vano. Cada una de sus palabras tenían sentido y tarde o temprano lo descubrirían, mientras tanto ella no tenía planes para estar allí. Decidió dejarlos solos y tenía motivos suficientes para hacerlo. Cuando sus acompañantes terapéuticos llegaron, recién ahí ella se dejó atender exclusivamente por ellos tendiéndoles el brazo el cual observaron con detenimiento para luego ejecutar su magia sanadora para devolver todo a la normalidad. La condesa movió sus delgados dedos y su muñeca nuevamente hecha de piel blanca, huesos y venas. A continuación abrió un portal que fue atravesado por los elfos sanadores que la acompañaban.
-Adiós.- Le dijo al mago para luego atravesar ella tambien el portal y dejar atrás aquel plano cerrando la brecha tras ella.
Los miembros del Concejo de los 20 eran unos hipócritas si estaban de acuerdo con Lucio actuando como si nuca hubieran sacrificado a nadie, era eso o que no tenían memoria, sin mencionar que esperar a que el hijo de Catherine sea mayor de edad para sacrificarlo era más cruel aún, aún así engordar a un cerdo para el matadero no era lo peor que habían hecho.
Posó su mirada sobre Matvey mientras se sacaba el guante de la mano derecha para descubrirla hecha hielo sólido hasta casi el codo producto del excesivo desgaste mágico. El fuego no funcionaría para volver su mano a la normalidad, solo derretiría el hielo dejándola sin medio brazo, requería de una magia sanadora así que esperó a que una enfermera trajera a los elfos que cuidaban de su frágil salud día y noche rechazando a todo aquel que se proclamara médico con gestos amablemente fríos.
Durante ese tiempo se mantuvo de pié impasible al lado del nigromante a la altura de la cabecera ignorado a todo y a todos a su alrededor, pensando que ésta podría ser la última vez que lo vería. El resto la tomaría por loca, pero era bien sabido que ella no hablaba en vano. Cada una de sus palabras tenían sentido y tarde o temprano lo descubrirían, mientras tanto ella no tenía planes para estar allí. Decidió dejarlos solos y tenía motivos suficientes para hacerlo. Cuando sus acompañantes terapéuticos llegaron, recién ahí ella se dejó atender exclusivamente por ellos tendiéndoles el brazo el cual observaron con detenimiento para luego ejecutar su magia sanadora para devolver todo a la normalidad. La condesa movió sus delgados dedos y su muñeca nuevamente hecha de piel blanca, huesos y venas. A continuación abrió un portal que fue atravesado por los elfos sanadores que la acompañaban.
-Adiós.- Le dijo al mago para luego atravesar ella tambien el portal y dejar atrás aquel plano cerrando la brecha tras ella.
El enfermero y el doctor sexy le habían cargado a lo princesa hasta el área de atención primaria y recuperación del hospital, tal y como Aldaron había pedido. Allí, en una camilla, le aplicaron algunos cuidados iniciales de los que no se enteró mucho. El cuerpo lo sentía pesado incluso para respirar. Cada inhalación conllevaba un suave quejido que no aminoraba ni el dolor ni el cansancio. Parar después de días tan intensos había hecho bastante en su cuerpo.
Después de algún rato reposando, su mente se comenzaba a debatir entre la consciencia y la inconsciencia. Escuchaba las voces a su alrededor ir y venir, aunque muy lejanas. Nada la había perturbado hasta que un toque en su mejilla, una mano muy helada le hizo quejarse por lo bajo y tratar de apartarse. El movimiento le mareó, y para cuando abrió los ojos tardó varios segundos en enfocar la mirada y encontrar al moreno a su lado.- mmmmno...- Murmuró incomprensible una y otra vez, tratando de alejarse de su lado, deshacer el agarre que le estaba ahora tocando la mano. Se sentía como forzándose a mantenerse despierta después de mucho tiempo sin dormir. Todo la llamaba a la inconsciencia, solo que ahora luchaba también contra ella, pues el toque de Reiv le había despertado recuerdos de él en las montañas.- Nomet... Nom... Toques... Eiv
Después de algún rato reposando, su mente se comenzaba a debatir entre la consciencia y la inconsciencia. Escuchaba las voces a su alrededor ir y venir, aunque muy lejanas. Nada la había perturbado hasta que un toque en su mejilla, una mano muy helada le hizo quejarse por lo bajo y tratar de apartarse. El movimiento le mareó, y para cuando abrió los ojos tardó varios segundos en enfocar la mirada y encontrar al moreno a su lado.- mmmmno...- Murmuró incomprensible una y otra vez, tratando de alejarse de su lado, deshacer el agarre que le estaba ahora tocando la mano. Se sentía como forzándose a mantenerse despierta después de mucho tiempo sin dormir. Todo la llamaba a la inconsciencia, solo que ahora luchaba también contra ella, pues el toque de Reiv le había despertado recuerdos de él en las montañas.- Nomet... Nom... Toques... Eiv
Arturo Lizarraga
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Una vez recibido la información pertinente de los daños recibidos, los médicos se pusieron en marcha y mientras es llevado a una sala adecuada, le es canalizado al paciente una magia curativa leve. Ya puestos en la sala, proceden a atender las heridas por quemaduras primero, una vez revisado este aspecto, irán a por las contusiones que pueden esperar y deberán hacerlo si se quiere una correcta recuperación.
Como protocolo preventivo, los guardias ya habían envuelto al participante en algún material grueso, no solo para mitigar cualquier fuego residual, también para evitar que el cambio brusco de temperatura hiciera más daño de lo que ya estaba haciendo. Los médicos luego de retirar la envoltura gruesa le quitaron toda la ropa que les era posible y verificaron que estuviese respirando. Uno de los médicos se ve obligado a atender a otro paciente, pero no considera pertinente abandonar el actual, el otro médico nota su indecisión y se percata de un muchacho con una gabardina azul y de peinado alborotado cuya mirada está enfocada en el participante del torneo—¡ey!, ¡tu!, ¡si tu!, deja de quedarte viendo como bobo—le hace unas señas alentándolo a ir en su dirección, el otro médico al ver esta situación comprende lo que su compañero hace y antes de alejarse por completo habla con el engabardinado—disculpa, ¿es tu amigo?—le señala al paciente de las quemaduras—¿pariente?, como sea, solo sigue sus instrucciones, las cuales no serán complicadas, el hará el trabajo pesado—le da una palmada en el hombro antes de irse por completo a atender otro paciente.
Muy bien, solo ponte esos guantes para evitar infección—le indica al joven mago—tráeme el vendaje que esta por ahí—le indica con la mano para que no haya equivocaciones. Entonces procedieron a cubrir las zonas quemadas con el vendaje estéril y seco. Una medida singular es elevar las partes quemadas por encima del nivel del corazón. Finalmente es puesto en una cama evitando que pueda tener fricciones de algún tipo o que le sea presionado la zona quemada.
Una vez revisado las quemaduras graves, se procede a atender las heridas menores de la misma clase. Se le aplica un poco de agua fría por medio de una toalla húmeda para reducir el dolor. Y se adjudicará una rutina de retirarle el vendaje por un lapso determinado y ponerle un vendaje estéril nuevo y limpio en la zona quemada. después de la recuperación de la consciencia, se le podrá administrar medicina mundana o de carácter mágico para aliviar el dolor residual.
Las medidas anteriores también ayudan a paliar las consecuencias de las heridas por contusión al rebajar su dolor e inflamación por golpes. Luego de haberle atendido lo más grave en cuanto a quemaduras y contusiones, se le aplicaran otras medidas para ayudarle.
Como protocolo preventivo, los guardias ya habían envuelto al participante en algún material grueso, no solo para mitigar cualquier fuego residual, también para evitar que el cambio brusco de temperatura hiciera más daño de lo que ya estaba haciendo. Los médicos luego de retirar la envoltura gruesa le quitaron toda la ropa que les era posible y verificaron que estuviese respirando. Uno de los médicos se ve obligado a atender a otro paciente, pero no considera pertinente abandonar el actual, el otro médico nota su indecisión y se percata de un muchacho con una gabardina azul y de peinado alborotado cuya mirada está enfocada en el participante del torneo—¡ey!, ¡tu!, ¡si tu!, deja de quedarte viendo como bobo—le hace unas señas alentándolo a ir en su dirección, el otro médico al ver esta situación comprende lo que su compañero hace y antes de alejarse por completo habla con el engabardinado—disculpa, ¿es tu amigo?—le señala al paciente de las quemaduras—¿pariente?, como sea, solo sigue sus instrucciones, las cuales no serán complicadas, el hará el trabajo pesado—le da una palmada en el hombro antes de irse por completo a atender otro paciente.
Muy bien, solo ponte esos guantes para evitar infección—le indica al joven mago—tráeme el vendaje que esta por ahí—le indica con la mano para que no haya equivocaciones. Entonces procedieron a cubrir las zonas quemadas con el vendaje estéril y seco. Una medida singular es elevar las partes quemadas por encima del nivel del corazón. Finalmente es puesto en una cama evitando que pueda tener fricciones de algún tipo o que le sea presionado la zona quemada.
Una vez revisado las quemaduras graves, se procede a atender las heridas menores de la misma clase. Se le aplica un poco de agua fría por medio de una toalla húmeda para reducir el dolor. Y se adjudicará una rutina de retirarle el vendaje por un lapso determinado y ponerle un vendaje estéril nuevo y limpio en la zona quemada. después de la recuperación de la consciencia, se le podrá administrar medicina mundana o de carácter mágico para aliviar el dolor residual.
Las medidas anteriores también ayudan a paliar las consecuencias de las heridas por contusión al rebajar su dolor e inflamación por golpes. Luego de haberle atendido lo más grave en cuanto a quemaduras y contusiones, se le aplicaran otras medidas para ayudarle.
Aldaron Failon
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El guapo del batín de colores se había pirado dejándome ahí con las dos dragonas y el feral -Qué solo estoy! qué solo!- hice drama mientras un par de enfermeras que pasaban se reían de mis ocurrencias, terminé de curar al chico moreno que enseguida parecía tener mejor color, bueno, color de no chamuscado porque en realidad estaba blanco como el papel, pasé mi mano por su frente y se encontraba ardiendo, tenía unas ojeras algo extrañas y respiraba con dificultad, aquello era sospechoso pero de momento no había más síntomas por lo que simplemente le puse una vía y lo dejé dormir, al menos no parecía que se levantaría pronto.
Pasé a Juliet que parecía en el mismo mal estado que el felino y presentaba síntomas similares, por suerte el chico de pelo blanco estaba bien -Dos infectados... por la peluca de maría antonieta, que no sea una epidemia...- el chico moreno y novio de Juliet entró en la sala sin atender a razones de nadie yendo directamente a por ella, tocándola sin más pero en cuanto lo hizo ella pareció reaccionar pero no en la forma que él esperaba, probablemente, le aparté la mano algo enfadado, no era la primera vez que entraba así, ni él ni muchos otros -Voy a pedir que a cada cabeza loca como tu que entre en mi hospital así me dejen meterles una berenjena por el culo, sin permiso, ni vaselina ni nada, igual que entráis aquí- y justo cuando le estaba echando la bronca aparece la descendiente de Dante cargando con Matvey -EXISTE UNA MALDITA RECEPCIÓN POR ALGO! PERO NO! TODOS AQUÍ VENGA! PODRÍA BEBER CHOCOLATE DEL SUELO DE LA RECEPCIÓN! CON LO POCO QUE LA PISÁIS ESTARÁ MÁS ESTÉRIL QUE EL QUIRÓFANO!-
Por si fuera poco la bruja era elitista, tenía su propio séquito de sanadores y solo podía mirar con los ojos entornados -a ver, los pijos que no se fían del elfo de la seguridad social que se aparten, tengo que curar al asalariado- ni caso, pero si a ellos les daba igual a mi también así que aparté a un par de un culazo y examiné la herida del nigromante, rápidamente canalicé mi magia y usé una poción para cerrar la herida -Código rojo! llevadlo al quirófano inmediatamente!- la bruja se despidió de él como si fuera a morir y puse cara de chupar limones, me parecía demasiado rara pero agradecía que se fuera, no tanto que tuviera su propio pelotón de médicos ¿acaso yo estaba pintado en la pared? pues yo tampoco pensaba tocarla ni con un puntero láser!
Me apresuré en arreglarlo todo y de repente uno de los enfermeros se acercó a mi, la otra dragona dorada tenía los mismos síntomas que Juliet y Kyllian -La madre qué...!!- me acerqué a la chica apartando a Reiv, le miré las heridas y bajo la ropa pero no tenía nada así que pasé al felino, rasgué lo que quedaba de su ropa revisando su piel y en una pierna tenía marcas de dientes, era pequeño y no parecía humano y según lo que había visto en el torneo podría haber sido el mono que lo acompañaba -ES QUE SI NO SE MUERE LO MATO YO! NO PODÍA TENER TOXOPLASMOSIS COMO TODOS LOS MALDITOS GATOS, EL MUY CABRÓN ME TRAE LA GRIPE SIMIA!- Me giré hacia Reiv señalando al felino con ambas manos -Veis por qué no se puede entrar al hospital como si fuera vuestra casa!? ahora no puedes salir y como lo hagas te rajo!- ya tocaba ponerse en modo chungo pero en realidad solo quería llorar por tener un día tan infernal -Dad la alarma de cuarentena! todos los que hayan estado en contacto con los infectados que esperen unas horas en esta sala para monitorizar los síntomas, avisad al personal fuera del hospital, vamos a necesitar más manos y sobretodo que traigan sus máscaras de médico-
El hospital era un circo y yo era el payaso principal, aquello ya era surrealista y el que debería estar pegando la chapa no aparecía así que ya tocaba enviarle un mensaje
"No sé que estás haciendo pero trae tu culo hasta el hospital, Lucio! tengo que operar a Matvey de urgencia y hay un brote de gripe simia, estamos en cuarentena y me voy a quedar calvo del estrés! HE HECHO TODAS TUS GUARDIAS DEL TORNEO!"
Ahora solo quedaba prepararme para la operación y con las horas que eran ya me estaba dando hambre -Joder, que ganas de comerme unos churros y echarme a llorar con pretty woman..-
-------------------------------
Curación a Matvey
Esencia de díctamo + 40 vylia + 27 stat= 67ps + 20ps x3días en hospital = debería estar curado
(se me olvidó tirar XD)
Pasé a Juliet que parecía en el mismo mal estado que el felino y presentaba síntomas similares, por suerte el chico de pelo blanco estaba bien -Dos infectados... por la peluca de maría antonieta, que no sea una epidemia...- el chico moreno y novio de Juliet entró en la sala sin atender a razones de nadie yendo directamente a por ella, tocándola sin más pero en cuanto lo hizo ella pareció reaccionar pero no en la forma que él esperaba, probablemente, le aparté la mano algo enfadado, no era la primera vez que entraba así, ni él ni muchos otros -Voy a pedir que a cada cabeza loca como tu que entre en mi hospital así me dejen meterles una berenjena por el culo, sin permiso, ni vaselina ni nada, igual que entráis aquí- y justo cuando le estaba echando la bronca aparece la descendiente de Dante cargando con Matvey -EXISTE UNA MALDITA RECEPCIÓN POR ALGO! PERO NO! TODOS AQUÍ VENGA! PODRÍA BEBER CHOCOLATE DEL SUELO DE LA RECEPCIÓN! CON LO POCO QUE LA PISÁIS ESTARÁ MÁS ESTÉRIL QUE EL QUIRÓFANO!-
Por si fuera poco la bruja era elitista, tenía su propio séquito de sanadores y solo podía mirar con los ojos entornados -a ver, los pijos que no se fían del elfo de la seguridad social que se aparten, tengo que curar al asalariado- ni caso, pero si a ellos les daba igual a mi también así que aparté a un par de un culazo y examiné la herida del nigromante, rápidamente canalicé mi magia y usé una poción para cerrar la herida -Código rojo! llevadlo al quirófano inmediatamente!- la bruja se despidió de él como si fuera a morir y puse cara de chupar limones, me parecía demasiado rara pero agradecía que se fuera, no tanto que tuviera su propio pelotón de médicos ¿acaso yo estaba pintado en la pared? pues yo tampoco pensaba tocarla ni con un puntero láser!
Me apresuré en arreglarlo todo y de repente uno de los enfermeros se acercó a mi, la otra dragona dorada tenía los mismos síntomas que Juliet y Kyllian -La madre qué...!!- me acerqué a la chica apartando a Reiv, le miré las heridas y bajo la ropa pero no tenía nada así que pasé al felino, rasgué lo que quedaba de su ropa revisando su piel y en una pierna tenía marcas de dientes, era pequeño y no parecía humano y según lo que había visto en el torneo podría haber sido el mono que lo acompañaba -ES QUE SI NO SE MUERE LO MATO YO! NO PODÍA TENER TOXOPLASMOSIS COMO TODOS LOS MALDITOS GATOS, EL MUY CABRÓN ME TRAE LA GRIPE SIMIA!- Me giré hacia Reiv señalando al felino con ambas manos -Veis por qué no se puede entrar al hospital como si fuera vuestra casa!? ahora no puedes salir y como lo hagas te rajo!- ya tocaba ponerse en modo chungo pero en realidad solo quería llorar por tener un día tan infernal -Dad la alarma de cuarentena! todos los que hayan estado en contacto con los infectados que esperen unas horas en esta sala para monitorizar los síntomas, avisad al personal fuera del hospital, vamos a necesitar más manos y sobretodo que traigan sus máscaras de médico-
El hospital era un circo y yo era el payaso principal, aquello ya era surrealista y el que debería estar pegando la chapa no aparecía así que ya tocaba enviarle un mensaje
"No sé que estás haciendo pero trae tu culo hasta el hospital, Lucio! tengo que operar a Matvey de urgencia y hay un brote de gripe simia, estamos en cuarentena y me voy a quedar calvo del estrés! HE HECHO TODAS TUS GUARDIAS DEL TORNEO!"
Ahora solo quedaba prepararme para la operación y con las horas que eran ya me estaba dando hambre -Joder, que ganas de comerme unos churros y echarme a llorar con pretty woman..-
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Curación a Matvey
Esencia de díctamo + 40 vylia + 27 stat= 67ps + 20ps x3días en hospital = debería estar curado
(se me olvidó tirar XD)
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El miembro 'Aldaron Failon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Dado opciones' : 1
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Dado opciones' : 1
La reacción de Juliet al tocarla me dejó un poco parado, pero era de esperar si se acordaba de mi forma de actuar en las montañas. Ahora era inútil decirle que no estaba actuando por voluntad propia, y que no pensaba nada de lo que dije. Habría tiempo de aclararlo, pero ahora me preocupaba ella. No era normal acabar así un torneo. - ¿Cómo que infectados? ¿de qué? - el elfo se tomó bastante mal eso de que me acercase a Juliet, pero me dio un poco igual. No iba a quedarme fuera sin saber qué pasaba. - No voy a dejarla sola en el hospital, vengo a quedarme con ella. - respondí como si fuese obvio, tapándome después los oídos ante el gritaco que metió al ver a Bellatrix trayendo a Matvey. Se ve que se había quedado así por culpa del exorcismo, y lo que quiera que pasase en la sala con el Le Fay muerto. Estaban sucendiendo cosas demasiado extrañas en la isla, más de lo habitual.
Gruñí por lo bajo cuando el elfo me obligó a apartarme, pero no le repliqué porque el tipo estaba alucinando bastante. Puse cara de extrañeza al escuchar lo de gripe simia, algo que no había oído nunca. Fuese lo que fuese sonaba mal, y debía ser lo que tenía Juliet. - Puto torneo. - ahora me arrepentía de haberla animado a participar. El mío ya fue chungo, y tal vez este último torneo lo había sido más. Ahora nos quedábamos todos aquí encerrados. De todos modos tampoco pensaba irme. Eché un vistazo a Kyllian, recordando el mono que le acompañaba en el torneo. Había sido culpa de ese bicho, o de los Descendientes por dejar llevar animales a una prueba. - ¿Y ahora qué? ¿es grave? ¿cómo vais a curarlos? Ya que estoy aquí...puedo intentar ayudar, si me dices lo que tengo que hacer. Hasta te puedo buscar churros en la cafetería si dejas de gritar de modo apocalíptico tremebundo. - esperaba que el elfo no me obligase a separarme mientras que ella estuviese fastidiada. Volví a acercarme a la camilla en la que estaba Juliet, apartándole un poco el cabello de la frente mientras bajaba el tono de voz para hablarle. - Perdona por lo de antes...cuando te pongas bien te lo explicaré todo.
--------------
probabilidad: éxito/fallo, se libra de gripe simia
Gruñí por lo bajo cuando el elfo me obligó a apartarme, pero no le repliqué porque el tipo estaba alucinando bastante. Puse cara de extrañeza al escuchar lo de gripe simia, algo que no había oído nunca. Fuese lo que fuese sonaba mal, y debía ser lo que tenía Juliet. - Puto torneo. - ahora me arrepentía de haberla animado a participar. El mío ya fue chungo, y tal vez este último torneo lo había sido más. Ahora nos quedábamos todos aquí encerrados. De todos modos tampoco pensaba irme. Eché un vistazo a Kyllian, recordando el mono que le acompañaba en el torneo. Había sido culpa de ese bicho, o de los Descendientes por dejar llevar animales a una prueba. - ¿Y ahora qué? ¿es grave? ¿cómo vais a curarlos? Ya que estoy aquí...puedo intentar ayudar, si me dices lo que tengo que hacer. Hasta te puedo buscar churros en la cafetería si dejas de gritar de modo apocalíptico tremebundo. - esperaba que el elfo no me obligase a separarme mientras que ella estuviese fastidiada. Volví a acercarme a la camilla en la que estaba Juliet, apartándole un poco el cabello de la frente mientras bajaba el tono de voz para hablarle. - Perdona por lo de antes...cuando te pongas bien te lo explicaré todo.
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probabilidad: éxito/fallo, se libra de gripe simia
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El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Dado opciones' : 3
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Dado opciones' : 3
Las voces alrededor seguían dando vueltas y vueltas. De repente se convertían en agudos y chillones gritos. Esos eran las peores. Le hacían sentir un escalofrío por todo el cuerpo, donde casi podía sentirse temblando por su culpa. Se acurrucó de lado en la camilla, tratando de aminorar los dolores de sus músculos, aunque era difícil. Había comenzado a sudar. Comenzó a estornudar un par de veces, pero sentía los pulmones tan débiles que parecía que tenía días con gripa.- No... Drago-ness... en... la... mon-ta-ña... A-gua.
La mano fría de nuevo le tocó. Retrocedió un poco, soltando un quejido bajo y suave. Hablaba por inercia, respiraba por inercia, su ser continuaba por inercia.- Frio... Estás... frío.- Susurró, tratando de abrir los ojos aunque sin mucho éxito.- No quiero ssser... No... No eres... real.
La mano fría de nuevo le tocó. Retrocedió un poco, soltando un quejido bajo y suave. Hablaba por inercia, respiraba por inercia, su ser continuaba por inercia.- Frio... Estás... frío.- Susurró, tratando de abrir los ojos aunque sin mucho éxito.- No quiero ssser... No... No eres... real.
El trágico final de aquella reunión nos había dejado devastados, lo único que queríamos era irnos a descansar de una vez por todas, pero no pudimos. Sean tenía que buscar a Zaphira, y yo recibí un mensaje de Aldaron vía howler. El elfo llevaba razón, se había comido todas mis guardias del torneo, y debía estar desbordado. Lo peor era el mensaje en el que hablaba de infectados y cuarentena. No quería irme y dejar a Sean después de lo que había pasado, así que me desaparecí con él en dirección al hospital. Ambos íbamos ciegos ( y no en el buen sentido), lo cual lo hacía todo mucho más complicado. Lo abracé antes de despedirme, sintiéndome culpable por dejarlo solo. No era porque creyese que podía pasarle algo en el hall del hospital, sino porque notaba que estaba muy tocado por lo de Desmond. - Siento tener que irme, pero me necesitan ahí dentro. Espérame aquí y no entres, hay riesgo de contagio. En cuanto pueda te digo algo. - me separé de él con pesar, pidiendo a un enfermero que me guiase hasta Aldaron porque yo seguía cegado. Nos pusimos una máscara especial de galeno para evitar los contagios, ahora que ya estábamos advertidos.
Mi guía me llevó junto al elfo, aunque a distancia ya se podía escucharlo. No era precisamente calladito. - Disculpa la tardanza, compañero. No te imaginas todo lo que ha pasado... - por mi tono de voz cansado se notaba que no era cuento. - Y...por ahora no puedo ver nada. Me han cegado con una especie de broche. - suspiré pensando en Desmond, ya se lo diría más tarde. - Así que cuéntame cuál es la situación para poder ponernos en marcha. Hay que aislar a los que hayan tenido contacto. Y localizar al paciente 0.
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cegado por objeto 3 de 5
Mi guía me llevó junto al elfo, aunque a distancia ya se podía escucharlo. No era precisamente calladito. - Disculpa la tardanza, compañero. No te imaginas todo lo que ha pasado... - por mi tono de voz cansado se notaba que no era cuento. - Y...por ahora no puedo ver nada. Me han cegado con una especie de broche. - suspiré pensando en Desmond, ya se lo diría más tarde. - Así que cuéntame cuál es la situación para poder ponernos en marcha. Hay que aislar a los que hayan tenido contacto. Y localizar al paciente 0.
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cegado por objeto 3 de 5
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Lo primero era hidratar a los infectados por lo que pedí que les pusieran vías a todos además de darles algo de medicación para bajarles la fiebre -no sé de que están infectados, parece un gripazo...- de forma inmediata el personal atendió a las dos dragonas mientras yo me encargaba del feral.
Con el análisis de Juliet y Kyllian di con la causa más probable de aquel brote cerrando enseguida la zona de atención primaria y dejándola en cuarentena, el chico a mi lado hacía demasiadas preguntas, por lo general me gustaba la gente charlatana pero me estaba estresando hasta que dijo la palabra mágica, Churros.
-hmmm... me gusta lo de los churros, te lo acepto, aunque ahora no puedes salir, nadie que haya estado en esta sala desde que ha entrado tu amigo el leproso y tu novia- Juliet parecía querer hablar, estaba despertando lentamente y parecía bastante tocada, tal vez lo mejor era empezar un tratamiento que reforzara su sistema inmune pues no había una vacuna de momento contra aquello, el que se curara primero sería la clave para resolver el problema.
Los dioses del bosque habían escuchado mi llamada desesperada y por fin Lucio había hecho acto de presencia... pero ciego -Lucio, estás hecho un asco, así no me sirves de nada! encima ciego! dios me castiga por marica, seguro! los de Vox tenían razón!- dije al aire antes de indicar a quien guiaba a lucio que lo dejara en el despacho mientras terminaba con los preparativos de la cuarentena.
Me acerqué al medimago para darle el informe -Esta te la cobro, que lo sepas, ya me debes dos con el jaleo de la cría de la otra vez... a ver, informe, muchos borrachos que se han caído de la grada durante el torneo, después los endemoniados y los heridos de vuestro paseo por la ciudad de los humanos, un salseo de cuernos, una embarazada, un quirógrafo ha ardido, pero eso está resuelto. Más cosas, Matvey está en preparación para quirófano, tiene una raja de lado a lado del pecho, no sé que habéis hecho pero menudo estropicio hijo... y por si no fuera suficiente me llega el gato con gripe simia, o eso creo, lo ha mordido un mono, de momento son tres pacientes, ya veremos que pasa con los que hemos estado en contacto con él... y ya está- lo miré por los orificios oculares de la máscara, sus ojos estaban como oscurecidos por una niebla así que chasqué la lengua, el pobre no mentía pero eso eran más horas para mi .
Con el análisis de Juliet y Kyllian di con la causa más probable de aquel brote cerrando enseguida la zona de atención primaria y dejándola en cuarentena, el chico a mi lado hacía demasiadas preguntas, por lo general me gustaba la gente charlatana pero me estaba estresando hasta que dijo la palabra mágica, Churros.
-hmmm... me gusta lo de los churros, te lo acepto, aunque ahora no puedes salir, nadie que haya estado en esta sala desde que ha entrado tu amigo el leproso y tu novia- Juliet parecía querer hablar, estaba despertando lentamente y parecía bastante tocada, tal vez lo mejor era empezar un tratamiento que reforzara su sistema inmune pues no había una vacuna de momento contra aquello, el que se curara primero sería la clave para resolver el problema.
Los dioses del bosque habían escuchado mi llamada desesperada y por fin Lucio había hecho acto de presencia... pero ciego -Lucio, estás hecho un asco, así no me sirves de nada! encima ciego! dios me castiga por marica, seguro! los de Vox tenían razón!- dije al aire antes de indicar a quien guiaba a lucio que lo dejara en el despacho mientras terminaba con los preparativos de la cuarentena.
Me acerqué al medimago para darle el informe -Esta te la cobro, que lo sepas, ya me debes dos con el jaleo de la cría de la otra vez... a ver, informe, muchos borrachos que se han caído de la grada durante el torneo, después los endemoniados y los heridos de vuestro paseo por la ciudad de los humanos, un salseo de cuernos, una embarazada, un quirógrafo ha ardido, pero eso está resuelto. Más cosas, Matvey está en preparación para quirófano, tiene una raja de lado a lado del pecho, no sé que habéis hecho pero menudo estropicio hijo... y por si no fuera suficiente me llega el gato con gripe simia, o eso creo, lo ha mordido un mono, de momento son tres pacientes, ya veremos que pasa con los que hemos estado en contacto con él... y ya está- lo miré por los orificios oculares de la máscara, sus ojos estaban como oscurecidos por una niebla así que chasqué la lengua, el pobre no mentía pero eso eran más horas para mi .
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