Página 2 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Recuerdo del primer mensaje :
La comida que sirven no es una maravilla, y el lugar es tirando a oscuro y deprimente. Pero la hora de las comidas es el mejor momento para socializar con otros soldados....o para meterse en una trifulca. Pero cuidado con los castigos de tus superiores.
Me limité a cenar en silencio y beber agua de vez en cuando. No es que yo fuera un hombre festivo… Y aquel día me sentía muy extrañamente agotado. Las ojeras ya se hundían sobre mi rostro casi de forma permanente, y con los ojos subrayados por aquellas hendiduras, me daba cuenta que estaba cansado. No era exactamente un cansancio físico si no uno psicológico. El mismo científico que tan serio y recio había aparentado nos anunció a gritos que era fin de año, con gran ánimo, con excesivo júbilo fruto del alcohol.
Un año más en mi vida. Ya contaba ciento ocho, y tenía la extraña sensación de que igual debería haberme preocupado más de celebrar aquel, pues tenía… Tenía cierto miedo a que fuera la última vez que pudiera hacerlo. Con aquel extraño miedo a lo inevitable me levanté, observando un plato a medio comer y mi reflejo en la copa llena de un líquido tan cristalino. Me levanté y empecé a encargarme ya, junto a otros voluntarios, de empezar a recoger un poco los platos. No tenía nada mejor que hacer y me era natural encargarme de tales menesteres, a pesar de las miradas extrañadas que pudiera recibir.
A partir de ahí cada uno fue abandonado la estancia. Andreas, tras marcarse un baile con la mujer de rojo, se marchó de allí con una breve despedida. Y el mismo camino siguió esta, aunque al menos ella se dignó a proferir un “feliz año” -Yo igualmente se lo deseo- Respondí con mi habitual cordialidad, breve, conciso pero suficiente. Aún habían bailes y probablemente los hubieran hasta tarde, pero poco a poco se habían retirado las mesas para dar más espacio. En algún momento el mismo capitán me dijo una promesa, un plan, que no sabía yo si se correspondría.
La reunión, al día siguiente. -Que sea mañana entonces el día de tan esperada reunión. Feliz año, capitán.- Le respondí con una voz más débil que la normal, con una mirada extrañamente… Sumisa. Cerré los ojos y lo observé marcharse a toda prisa, preguntándome si esa sería ya la ocasión que ambos llevábamos tanto esperando. Pero todo aquello solo quedó en mi interior. Ya era hora de marcharme. Quedaban unas horas aún de trabajo personal antes de poder descansar… Iba a ser otra noche de poco sueño. Llevaba durmiendo menos de siete al día desde que llegué a mi despacho, y la mayoría no las pasaba en una cama, si no en la silla del despacho.
Iba a sumar una más. Tras hacer una última comprobación de que todo seguía medianamente en orden en la fiesta y que no faltaba nada, decidí salir de allí. Di el feliz año a nivel general, me enrollé una vez más en una oscura capa que lucía aquel día, y salí de aquella sala, sin siquiera esperar a que las luces se encendieran ante mi presencia.
Un año más en mi vida. Ya contaba ciento ocho, y tenía la extraña sensación de que igual debería haberme preocupado más de celebrar aquel, pues tenía… Tenía cierto miedo a que fuera la última vez que pudiera hacerlo. Con aquel extraño miedo a lo inevitable me levanté, observando un plato a medio comer y mi reflejo en la copa llena de un líquido tan cristalino. Me levanté y empecé a encargarme ya, junto a otros voluntarios, de empezar a recoger un poco los platos. No tenía nada mejor que hacer y me era natural encargarme de tales menesteres, a pesar de las miradas extrañadas que pudiera recibir.
A partir de ahí cada uno fue abandonado la estancia. Andreas, tras marcarse un baile con la mujer de rojo, se marchó de allí con una breve despedida. Y el mismo camino siguió esta, aunque al menos ella se dignó a proferir un “feliz año” -Yo igualmente se lo deseo- Respondí con mi habitual cordialidad, breve, conciso pero suficiente. Aún habían bailes y probablemente los hubieran hasta tarde, pero poco a poco se habían retirado las mesas para dar más espacio. En algún momento el mismo capitán me dijo una promesa, un plan, que no sabía yo si se correspondría.
La reunión, al día siguiente. -Que sea mañana entonces el día de tan esperada reunión. Feliz año, capitán.- Le respondí con una voz más débil que la normal, con una mirada extrañamente… Sumisa. Cerré los ojos y lo observé marcharse a toda prisa, preguntándome si esa sería ya la ocasión que ambos llevábamos tanto esperando. Pero todo aquello solo quedó en mi interior. Ya era hora de marcharme. Quedaban unas horas aún de trabajo personal antes de poder descansar… Iba a ser otra noche de poco sueño. Llevaba durmiendo menos de siete al día desde que llegué a mi despacho, y la mayoría no las pasaba en una cama, si no en la silla del despacho.
Iba a sumar una más. Tras hacer una última comprobación de que todo seguía medianamente en orden en la fiesta y que no faltaba nada, decidí salir de allí. Di el feliz año a nivel general, me enrollé una vez más en una oscura capa que lucía aquel día, y salí de aquella sala, sin siquiera esperar a que las luces se encendieran ante mi presencia.
Toph Abagnale
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-Non rompere le scatole.
Bueno, es una expresión bastante vulgar para una chica como yo, pero es que llevo casi una hora peleando con el módulo de idiomas de R-D6N33L intentando introducir tres derivaciones distintas del chino. Los dos estamos aquí en el comedor, sentados uno frente al otro, con un tablero de damas en medio lleno de tuercas y arandelas que hacen las veces de fichas. Evidentemente voy perdiendo, pero es entretenido, y no tenemos mucho que hacer hasta que la mayoría de la base vuelva del ataque a la Resistencia. Poon se dedica a remover mi cuenco de cereales vacío con lo que queda de leche en el fondo, mirándonos con sus grandes ojos.
-Dame el destornillador plano, Poon.
Mi robot hace un ruidito como de máquina atascada y se saca un destornillador de pala de uno de sus compartimentos. Lo cojo y comienzo a seguir cables y soltar tornillos, a ver si es un problema externo o del sistema. Mientras tanto, R-D6N33L piensa su próximo movimiento.
-¿Qué? ¿Cuál es el mínimo de fichas que debes mover hasta que ganes?
Bueno, es una expresión bastante vulgar para una chica como yo, pero es que llevo casi una hora peleando con el módulo de idiomas de R-D6N33L intentando introducir tres derivaciones distintas del chino. Los dos estamos aquí en el comedor, sentados uno frente al otro, con un tablero de damas en medio lleno de tuercas y arandelas que hacen las veces de fichas. Evidentemente voy perdiendo, pero es entretenido, y no tenemos mucho que hacer hasta que la mayoría de la base vuelva del ataque a la Resistencia. Poon se dedica a remover mi cuenco de cereales vacío con lo que queda de leche en el fondo, mirándonos con sus grandes ojos.
-Dame el destornillador plano, Poon.
Mi robot hace un ruidito como de máquina atascada y se saca un destornillador de pala de uno de sus compartimentos. Lo cojo y comienzo a seguir cables y soltar tornillos, a ver si es un problema externo o del sistema. Mientras tanto, R-D6N33L piensa su próximo movimiento.
-¿Qué? ¿Cuál es el mínimo de fichas que debes mover hasta que ganes?
R-D6N33L
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- No entiendo que necesidad hay de aprender variantes de chino.- repetí por enésima vez a Toph mientras hacía como que pensaba la jugada.- Y no digas palabrotas, a mi no me dejas...-
Hacía rato que ya sabía que movimientos iba a hacer y en cuantos iba a ganar, pero así lo hacía más interesante para ella. -Como que te lo voy a decir, si lo hiciera cambiaría el curso de la partida ya que estarías alerta a nuevas posibilidades, modificando mi cálculo inicial... oh no, espera, ¿eso era una orden?.- le terminé diciendo con cara de confusión. - Si es así son... cuatro movimientos aunque ahora que te lo he dicho serán seis... y ahora mismo podría acabar en cuatro. -termino realizando mi movimiento y mirándola con impaciencia.
- No entiendo qué hacemos aquí esperando. -le digo poniendo un ligero tono de queja en mi voz. -Mientras tus compañeros se juegan la vida en el ataque nosotros esperamos aquí en el comedor... como mínimo, ¿no deberíamos esperarlos en la enfermería? Entiendo que sea un ataque sorpresa a su base y que no esperemos bajas, pero según la información en mi sistema de esas criaturas deben ser muy poderosas e impredecibles, no podéis saber lo que va a pasar. - me levanto de la silla y doy un pequeño paseo entre las mesas y sillas mientras espero a que Toph mueva ficha.- Si no fuera por tu orden, según mi programación, debería ir al campo de batalla a ayudar, solo por si acaso, no puedo quedarme sentado sin hacer nada mientras humanos mueren de camino a la base.
Hacía rato que ya sabía que movimientos iba a hacer y en cuantos iba a ganar, pero así lo hacía más interesante para ella. -Como que te lo voy a decir, si lo hiciera cambiaría el curso de la partida ya que estarías alerta a nuevas posibilidades, modificando mi cálculo inicial... oh no, espera, ¿eso era una orden?.- le terminé diciendo con cara de confusión. - Si es así son... cuatro movimientos aunque ahora que te lo he dicho serán seis... y ahora mismo podría acabar en cuatro. -termino realizando mi movimiento y mirándola con impaciencia.
- No entiendo qué hacemos aquí esperando. -le digo poniendo un ligero tono de queja en mi voz. -Mientras tus compañeros se juegan la vida en el ataque nosotros esperamos aquí en el comedor... como mínimo, ¿no deberíamos esperarlos en la enfermería? Entiendo que sea un ataque sorpresa a su base y que no esperemos bajas, pero según la información en mi sistema de esas criaturas deben ser muy poderosas e impredecibles, no podéis saber lo que va a pasar. - me levanto de la silla y doy un pequeño paseo entre las mesas y sillas mientras espero a que Toph mueva ficha.- Si no fuera por tu orden, según mi programación, debería ir al campo de batalla a ayudar, solo por si acaso, no puedo quedarme sentado sin hacer nada mientras humanos mueren de camino a la base.
Toph Abagnale
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Sonrío escuchando a R-D6N33L, mientras sigo trasteando el módulo.
-La comunicación es importante, nunca sabes si la persona a la que vas a salvar solo conoce el idioma chino. ¡Y claro que no te dejo decir palabrotas! Está muy feo, Daneel.
Al poco se pone a divagar, una pequeña muestra de todas las ideas y números que pasan por sus conexiones. Finalmente mueve una ficha y me mira, a veces le cuesta esperar cuando sabe el final de algo. Dejo el destornillador en el compartimento de Poon y me limpio las manos en el pantalón marrón, que disimula bien la suciedad.
-Lo sé-le digo tranquila, viendo cómo se levanta-. Pero el señor Mori nos ha pedido que nos quedemos, no quiere darles la posibilidad de atraparte y usarte para su causa.
Me pongo en pie y lo sigo, dejando mi mano sobre su nuca y apartando un poco el cabello para toquetear los botones de la tapa donde se guarda el módulo de idioma, que coloco en su sitio. Por defecto tiene inglés e italiano en su sistema principal, por seguridad básicamente, no me apetece que de un golpe más fuerte de lo normal pierda su medio de comunicación.
-Y tú no lo necesitas pero yo tengo que desayunar o mis neuronas no funcionan bien, así que aprovechamos que no han llegado aún, nos avisarán.
Vuelvo a la mesa y hago mi movimiento, convencida de que la partida se alargará hasta esos seis, pero no siendo así. Poon sigue encima del cuenco removiendo el fondo con su cuchara, no le he dicho nada más y no ha hecho nada más.
-La comunicación es importante, nunca sabes si la persona a la que vas a salvar solo conoce el idioma chino. ¡Y claro que no te dejo decir palabrotas! Está muy feo, Daneel.
Al poco se pone a divagar, una pequeña muestra de todas las ideas y números que pasan por sus conexiones. Finalmente mueve una ficha y me mira, a veces le cuesta esperar cuando sabe el final de algo. Dejo el destornillador en el compartimento de Poon y me limpio las manos en el pantalón marrón, que disimula bien la suciedad.
-Lo sé-le digo tranquila, viendo cómo se levanta-. Pero el señor Mori nos ha pedido que nos quedemos, no quiere darles la posibilidad de atraparte y usarte para su causa.
Me pongo en pie y lo sigo, dejando mi mano sobre su nuca y apartando un poco el cabello para toquetear los botones de la tapa donde se guarda el módulo de idioma, que coloco en su sitio. Por defecto tiene inglés e italiano en su sistema principal, por seguridad básicamente, no me apetece que de un golpe más fuerte de lo normal pierda su medio de comunicación.
-Y tú no lo necesitas pero yo tengo que desayunar o mis neuronas no funcionan bien, así que aprovechamos que no han llegado aún, nos avisarán.
Vuelvo a la mesa y hago mi movimiento, convencida de que la partida se alargará hasta esos seis, pero no siendo así. Poon sigue encima del cuenco removiendo el fondo con su cuchara, no le he dicho nada más y no ha hecho nada más.
R-D6N33L
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Toph me vuelve a soltar la charla de saber idiomas, sabía que estadísticamente no iba a utilizar la mayoría de los idiomas que conocía por programación. Me suelta el sermón de las palabrotas. -Pues bien que tu no te cortas...- le recriminé un poco.
Veo cómo piensa en el siguiente movimiento mientras me dice que puede que el enemigo quiera usarme para su causa. -No creo que las criaturas mágicas me diferencien de un humano cualquiera si me esfuerzo un poco. Además, ¿qué querrían de mi? Solo tu puedes programarme y según las tres leyes no podrían ponerme en vuestra contra. -hice una pausa.- Tendría que autodestruirme tal y como tengo programado.
Toph se acerca y me instala el módulo de idioma avanzado. De repente ya sabía las tres derivaciones del chino, espero que algún dia me sirvan. -Te recuerdo que puedo comer para recargar baterías, necesitar no lo necesito pero tampoco me viene mal.- le dije mientras ella volvía frente al tablero y movía una ficha.
-No entiendo la postura del señor Mori, una operación como la que están llevando a cabo requiere de una fuerte logística a sus espaldas, no tienes más que leer cualquier libro de historia o estrategia militar para saberlo.- me senté frente al tablero e hice tiempo, haciendo cómo que pensaba la jugada. En realidad Toph había cometido un error y ganaría en tres jugadas más, pero así alargaría la conversación y la espera.- Y aquí estamos, toda la sección médica, de rescate y reparaciones esperando en base. Sólo se ha llevado a los soldados en camiones y centinelas, que sepamos. No sé qué pensar, si tiene un as en la manga, un plan secreto o plan B, que nos oculta algo o que simplemente ha pecado de orgullo e impaciencia y se ha confiado- Moví ficha y me quedé sentado pensando.
Tenía curiosidad, quería salir de la base de una vez por todas y ver con mis propios ojos a esos seres mágicos, a esos seres que los libros y escritos antiguos primero ponían de fantásticos y de repente resultaron ser todos reales. Había muchas cosas que aún no entendía. En su programación estaba escrito que eran seres extremadamentes peligrosos y un peligro para la humanidad. Sin embargo, haciéndo un análisis de la historia y de los sucesos previos al descubrimiento del mundo mágico me costaba entender cómo esos seres habían pasado de esconderse y no involucrarse en el desarrollo normal de la Humanidad, a no suponer ninguna amenaza para los seres humanos... a que de repente buscaran su aniquilación.
Veo cómo piensa en el siguiente movimiento mientras me dice que puede que el enemigo quiera usarme para su causa. -No creo que las criaturas mágicas me diferencien de un humano cualquiera si me esfuerzo un poco. Además, ¿qué querrían de mi? Solo tu puedes programarme y según las tres leyes no podrían ponerme en vuestra contra. -hice una pausa.- Tendría que autodestruirme tal y como tengo programado.
Toph se acerca y me instala el módulo de idioma avanzado. De repente ya sabía las tres derivaciones del chino, espero que algún dia me sirvan. -Te recuerdo que puedo comer para recargar baterías, necesitar no lo necesito pero tampoco me viene mal.- le dije mientras ella volvía frente al tablero y movía una ficha.
-No entiendo la postura del señor Mori, una operación como la que están llevando a cabo requiere de una fuerte logística a sus espaldas, no tienes más que leer cualquier libro de historia o estrategia militar para saberlo.- me senté frente al tablero e hice tiempo, haciendo cómo que pensaba la jugada. En realidad Toph había cometido un error y ganaría en tres jugadas más, pero así alargaría la conversación y la espera.- Y aquí estamos, toda la sección médica, de rescate y reparaciones esperando en base. Sólo se ha llevado a los soldados en camiones y centinelas, que sepamos. No sé qué pensar, si tiene un as en la manga, un plan secreto o plan B, que nos oculta algo o que simplemente ha pecado de orgullo e impaciencia y se ha confiado- Moví ficha y me quedé sentado pensando.
Tenía curiosidad, quería salir de la base de una vez por todas y ver con mis propios ojos a esos seres mágicos, a esos seres que los libros y escritos antiguos primero ponían de fantásticos y de repente resultaron ser todos reales. Había muchas cosas que aún no entendía. En su programación estaba escrito que eran seres extremadamentes peligrosos y un peligro para la humanidad. Sin embargo, haciéndo un análisis de la historia y de los sucesos previos al descubrimiento del mundo mágico me costaba entender cómo esos seres habían pasado de esconderse y no involucrarse en el desarrollo normal de la Humanidad, a no suponer ninguna amenaza para los seres humanos... a que de repente buscaran su aniquilación.
Toph Abagnale
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
"Por que soy la mayor" pienso, pero me encojo de hombros sin llegar a decirlo, sé que no le hace mucha gracia. Luego me cuenta que los seres mágicos no lo diferenciarían, y tampoco podrían cogerlo. Yo lo miro seriamente esta vez.
-Esas criaturas tienen poderes que nosotros no podemos llegar a imaginar, tal vez alguno sea capaz de mirarte a través de rayos X y entonces no podrás esconderte entre ellos. Y si te atraparan... bueno, prefiero no pensar en eso.
No me gusta la idea de que puedan no reprogramarlo, sino obligarlo a autodestruirse para protegernos. Que es su misión y tal, pero no quiero, prefiero desconectarlo y mantenerlo seguro que dejar que esos mágicos trasteen en sus circuitos.
Escucho lo que dice sobre el señor Mori, no viéndose muy de acuerdo con el plan establecido. Por sus conocimientos podría ser un gran estratega, mejor que muchos de los que están en el puesto, pero mi trabajo no es crear un androide que pueda controlar humanos, sino uno que pueda ser controlado por humanos. Miro las fichas con atención, pero estoy perdida definitivamente, así que muevo la primera que veo y dejo mi barbilla sobre mis manos, apoyadas en la mesa.
-El señor Mori tiene un objetivo que nosotros podemos conocer solo en parte. Tal vez el plan no sea acabar con la Resistencia hoy, sino destruir su base y provisiones para volver a atacarlos en unos días, antes de que se recuperen. No lo sé Daneel... pero no podemos hacer nada, las órdenes son las órdenes.
Y eso le impuse en su programación, obedecer a los superiores mientras no interfiriese con sus principios de robótica, por los cuales no puede dañar a los humanos. Al igual que mi padre clavó esa idea en mi hermano y en mí, yo se la he dejado a R-D6N33L. A mi lado, Poon deja de remover el cuenco vacío, sus ojos emiten un parpadeo y se cierra por completo, entrando en modo ahorro de energía. No lo necesito ahora, así que lo dejo sobre la mesa que descanse y me entretengo haciéndolo rodar con un dedo.
-Esas criaturas tienen poderes que nosotros no podemos llegar a imaginar, tal vez alguno sea capaz de mirarte a través de rayos X y entonces no podrás esconderte entre ellos. Y si te atraparan... bueno, prefiero no pensar en eso.
No me gusta la idea de que puedan no reprogramarlo, sino obligarlo a autodestruirse para protegernos. Que es su misión y tal, pero no quiero, prefiero desconectarlo y mantenerlo seguro que dejar que esos mágicos trasteen en sus circuitos.
Escucho lo que dice sobre el señor Mori, no viéndose muy de acuerdo con el plan establecido. Por sus conocimientos podría ser un gran estratega, mejor que muchos de los que están en el puesto, pero mi trabajo no es crear un androide que pueda controlar humanos, sino uno que pueda ser controlado por humanos. Miro las fichas con atención, pero estoy perdida definitivamente, así que muevo la primera que veo y dejo mi barbilla sobre mis manos, apoyadas en la mesa.
-El señor Mori tiene un objetivo que nosotros podemos conocer solo en parte. Tal vez el plan no sea acabar con la Resistencia hoy, sino destruir su base y provisiones para volver a atacarlos en unos días, antes de que se recuperen. No lo sé Daneel... pero no podemos hacer nada, las órdenes son las órdenes.
Y eso le impuse en su programación, obedecer a los superiores mientras no interfiriese con sus principios de robótica, por los cuales no puede dañar a los humanos. Al igual que mi padre clavó esa idea en mi hermano y en mí, yo se la he dejado a R-D6N33L. A mi lado, Poon deja de remover el cuenco vacío, sus ojos emiten un parpadeo y se cierra por completo, entrando en modo ahorro de energía. No lo necesito ahora, así que lo dejo sobre la mesa que descanse y me entretengo haciéndolo rodar con un dedo.
R-D6N33L
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Toph se encogió en si misma, dije algo que le molestó o le preocupó, pero no se el que. Tras hablar me doy cuenta, está realmente preocupada de lo que me pueda pasar pero... soy un robot al fin y al cabo, no entiendo por qué se preocupa tanto. ¿Es posible que los humanos también puedan establecer un vínculo emocional con seres robóticos?, porque esa información no estaba en mi programación.
- Creo que exageras, que exageráis. Me has creado para algo, no sólo para quedarme aquí sentado esperando, me has entrenado para luchar, ayudar y sanar a los humanos y aquí me mantienen como si fuera una reliquia o un niño pequeño al que proteger. Y al fin y al cabo si resulto destruido siempre puedes volver a crearme usando la copia de seguridad que guardas de mi cerebro- Le dije mientras movía ficha. Estaba claro que había dejado de prestar atención a la partida, el movimiento que había hecho estaba totalmente carente de lógica. Ésta vez no me paré a pensar y moví inmediatamente después de ella. - Sé que las órdenes son las órdenes, estoy programado para ello, pero de algún modo pienso que estoy contradiciendo alguna ley por esperar aquí. Por lo que sabemos a estas alturas el ataque puede haber sido un fracaso y el señor Mori estar muerto.
Por un momento pienso que estoy hablando demasiado. Si me escuchara alguien más que Toph seguramente me mandarían a reprogramar. Ya había visto y hablado con otros androides y centinelas y ninguno había reflexionado tanto sobre su programación como hacía yo. Debía tener más cuidado o lo mismo me mandaban a reciclar por defectuoso...
- Pero bueno, sí, ahora lo entiendo. Tendremos que esperar... pero vete buscando otro entretenimiento porque, como podrás ver, gano en mi siguiente movimiento.- le dije sonriendo.
- Creo que exageras, que exageráis. Me has creado para algo, no sólo para quedarme aquí sentado esperando, me has entrenado para luchar, ayudar y sanar a los humanos y aquí me mantienen como si fuera una reliquia o un niño pequeño al que proteger. Y al fin y al cabo si resulto destruido siempre puedes volver a crearme usando la copia de seguridad que guardas de mi cerebro- Le dije mientras movía ficha. Estaba claro que había dejado de prestar atención a la partida, el movimiento que había hecho estaba totalmente carente de lógica. Ésta vez no me paré a pensar y moví inmediatamente después de ella. - Sé que las órdenes son las órdenes, estoy programado para ello, pero de algún modo pienso que estoy contradiciendo alguna ley por esperar aquí. Por lo que sabemos a estas alturas el ataque puede haber sido un fracaso y el señor Mori estar muerto.
Por un momento pienso que estoy hablando demasiado. Si me escuchara alguien más que Toph seguramente me mandarían a reprogramar. Ya había visto y hablado con otros androides y centinelas y ninguno había reflexionado tanto sobre su programación como hacía yo. Debía tener más cuidado o lo mismo me mandaban a reciclar por defectuoso...
- Pero bueno, sí, ahora lo entiendo. Tendremos que esperar... pero vete buscando otro entretenimiento porque, como podrás ver, gano en mi siguiente movimiento.- le dije sonriendo.
Toph Abagnale
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-No es lo mismo.-le digo.
Sé que no puede comprenderlo, no lo he creado con la idea de conocer a la perfección los sentimientos humanos, y es un gran fallo que intento mejorar poco a poco, pero quisiera que se diese cuenta de que una copia de seguridad y un nuevo cuerpo no sustituyen al anterior. Es como comprarle a un niño otro peluche porque el suyo se rompió, si tiene suficiente edad para entender lo que ocurre sabrá que no es igual, por mucho que se empeñen en decirle que lo es. O un coche, no puedes sustituir lo que has vivido con él por mucho que lo cambies por un modelo idéntico. Pero R-D6N33L no está capacitado para apreciar aún tales cosas como el cariño por lo material o la importancia que los humanos damos a los recuerdos, de modo que termino la discusión sobre eso y lo veo mover ficha.
-Tampoco creo que un solo androide pudiera cambiar el curso de una batalla contra la Resistencia.
Una sonrisa se dibuja en mis labios, mientras muevo otra ficha y echo del tablero a una de las suyas. No es que eso me haga ganar, pero al menos me siento un poco mejor por perder contra mi creación. Luego él se anima después de aceptar que no nos queda otra que esperar, diciendo que deberíamos divertirnos de otra manera, porque ha ganado.
-Voy a tener que buscar un juego de alguna tribu perdida que no conozcas para poder ganarte a algo.
Sé que no puede comprenderlo, no lo he creado con la idea de conocer a la perfección los sentimientos humanos, y es un gran fallo que intento mejorar poco a poco, pero quisiera que se diese cuenta de que una copia de seguridad y un nuevo cuerpo no sustituyen al anterior. Es como comprarle a un niño otro peluche porque el suyo se rompió, si tiene suficiente edad para entender lo que ocurre sabrá que no es igual, por mucho que se empeñen en decirle que lo es. O un coche, no puedes sustituir lo que has vivido con él por mucho que lo cambies por un modelo idéntico. Pero R-D6N33L no está capacitado para apreciar aún tales cosas como el cariño por lo material o la importancia que los humanos damos a los recuerdos, de modo que termino la discusión sobre eso y lo veo mover ficha.
-Tampoco creo que un solo androide pudiera cambiar el curso de una batalla contra la Resistencia.
Una sonrisa se dibuja en mis labios, mientras muevo otra ficha y echo del tablero a una de las suyas. No es que eso me haga ganar, pero al menos me siento un poco mejor por perder contra mi creación. Luego él se anima después de aceptar que no nos queda otra que esperar, diciendo que deberíamos divertirnos de otra manera, porque ha ganado.
-Voy a tener que buscar un juego de alguna tribu perdida que no conozcas para poder ganarte a algo.
R-D6N33L
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Me quedo impasible cuando Toph me dice que no es lo mismo. No lo entiendo, si tengo el mismo cuerpo y una copia exacta de mi cerebro soy el mismo. Es más, como poder me podrían "clonar" y sería el mismo varias veces, aunque supongo que eso debe ser raro para los humanos. Su siguiente afirmación si que provoca una reacción en mis circuitos.
- Bueno, eso dependerá de qué androide sea y de lo que haga. Vuestra Historia está plagada de batallas ganadas prácticamente gracias a un solo hombre.-levanto la cabeza y le sonrío con inocencia.- ¿Por qué no iba a ser ahora gracias a un androide? Recuerda que no siempre se gana por la fuerza bruta de las armas.
Vuelvo al tablero. -¿De verdad no te has dado cuenta de ésto?- dije mientras eliminaba todas las piezas que le quedaban con unos bonitos saltos se un solo movimiento.- Gané.- establecí tajantemente aunque intenté añadir un toque de alegría en la voz, Toph insiste en que intente comportarme como un ser humano y tengo que practicar. Cuando propone un juego que no conozca le digo: - Da igual que busques un juego que no esté en mi programación, tengo activado el módulo de aprendizaje, si no deduzco por lógica un algoritmo para ganar lo sacaré después de una o dos partidas.
- Entonces, ¿qué hacemos ahora?- le pregunté con cara de impaciencia.- ¡Y por cierto! ¿Cuándo podré ver activo a SD66?... ¡digo! A Nyloth. Se supone que lo activasteis hace una semana, ¿no? Espero haber hecho un buen trabajo...
- Bueno, eso dependerá de qué androide sea y de lo que haga. Vuestra Historia está plagada de batallas ganadas prácticamente gracias a un solo hombre.-levanto la cabeza y le sonrío con inocencia.- ¿Por qué no iba a ser ahora gracias a un androide? Recuerda que no siempre se gana por la fuerza bruta de las armas.
Vuelvo al tablero. -¿De verdad no te has dado cuenta de ésto?- dije mientras eliminaba todas las piezas que le quedaban con unos bonitos saltos se un solo movimiento.- Gané.- establecí tajantemente aunque intenté añadir un toque de alegría en la voz, Toph insiste en que intente comportarme como un ser humano y tengo que practicar. Cuando propone un juego que no conozca le digo: - Da igual que busques un juego que no esté en mi programación, tengo activado el módulo de aprendizaje, si no deduzco por lógica un algoritmo para ganar lo sacaré después de una o dos partidas.
- Entonces, ¿qué hacemos ahora?- le pregunté con cara de impaciencia.- ¡Y por cierto! ¿Cuándo podré ver activo a SD66?... ¡digo! A Nyloth. Se supone que lo activasteis hace una semana, ¿no? Espero haber hecho un buen trabajo...
Toph Abagnale
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-Eso es cierto.
Respondo a R-D6N33L sobre su comentario sobre la fuerza bruta, y es que tiene toda la razón, por eso también la Alianza está expandiéndose en el tema de la información y el trabajo silencioso... espionaje vaya. Entonces mueve ficha y acaba con todas mis tuercas, dejándome fuera de juego indiscutiblemente. Niego con la cabeza alegre y recojo las cosas, mirándolo con curiosidad.
-Pues debería venir pronto, le dije que le presentaría a alguien.
Le doy un momento, para ver si se da cuenta de que esa persona es él, mientras activo a Poon y le encargo que se lleve el juego a su sitio. Luego saco del bolsillo mi pequeña consola/ordenador y escribo algunas cosas en mi diario de investigación, diciéndole a R-D6N33L:
-Ha sido una buena prueba de socialización, pero ten cuidado con el tema de Nyloth, tiene tan buen oído como el tuyo.
Mi primer y último proyecto conjunto, un androide con apariencia drow y que desconoce su naturaleza, siendo poseedor de unos falsos recuerdos en un intento de hacerlo más cercano al resto y más sensible a los sentimientos humanos. Ha respondido bien a sus primeros días, pero ya es hora de que interaccione con más gente, de ver la reacción al exponerse al mundo que cree conocer. Así me quedo, pensativa, viendo los números de colores que aparecen en mi pantalla.
Respondo a R-D6N33L sobre su comentario sobre la fuerza bruta, y es que tiene toda la razón, por eso también la Alianza está expandiéndose en el tema de la información y el trabajo silencioso... espionaje vaya. Entonces mueve ficha y acaba con todas mis tuercas, dejándome fuera de juego indiscutiblemente. Niego con la cabeza alegre y recojo las cosas, mirándolo con curiosidad.
-Pues debería venir pronto, le dije que le presentaría a alguien.
Le doy un momento, para ver si se da cuenta de que esa persona es él, mientras activo a Poon y le encargo que se lleve el juego a su sitio. Luego saco del bolsillo mi pequeña consola/ordenador y escribo algunas cosas en mi diario de investigación, diciéndole a R-D6N33L:
-Ha sido una buena prueba de socialización, pero ten cuidado con el tema de Nyloth, tiene tan buen oído como el tuyo.
Mi primer y último proyecto conjunto, un androide con apariencia drow y que desconoce su naturaleza, siendo poseedor de unos falsos recuerdos en un intento de hacerlo más cercano al resto y más sensible a los sentimientos humanos. Ha respondido bien a sus primeros días, pero ya es hora de que interaccione con más gente, de ver la reacción al exponerse al mundo que cree conocer. Así me quedo, pensativa, viendo los números de colores que aparecen en mi pantalla.
Nyloth sentía que había vuelto a nacer.
Eso resumía muy bien las muchas sensaciones que obtuviera desde que abriera sus ojos por primera vez. El mundo humano le era ajeno, distante, incomprensible. Los pequeños detalles del comportamiento de aquella raza le resultaban casi incomprensibles. Su mente no estaba aún capacitada para comprenderlos a la perfección. Las palabras sutiles, las ironías y los dobles sentidos habían sido su némesis. Y en el fondo es que los humanos eran abismalmente distintos tanto para la raza que él creía ser, un elfo oscuro, como para la que realmente era, un androide.
Había llegado a la base hacía un par de días con la finalidad de familiarizarlo al entorno. Desde entonces Nyloth había vagado por aquel mundo ajeno a él, grabando cada detalle, gesto, expresión y palabra en su memoria. Se dedicaba a observar, pues para ello estaba hecho. Analizar, investigar, comprender. E imitar. Replicar. Siempre replicar. Desde su punto de vista, veía a los humanos como la raza a la que él habría querido pertenecer. Consideraba los drows (o la idea de drows que le habían implementado) bárbaros, inhumanos, terribles. No había sentimientos ni empatía en ellos, solo un comportamiento agresivo, tenaz, desagradable.
Los humanos eran muy distintos. Eran delicados, mostraban cariño unos por los otros, eran racionales, comprensibles. Se daban a las sonrisas y no se mataban entre ellos. Lo cual, según recordaba, era impropio de los elfos oscuros. Eso también le hacía sentirse un poco fuera de lugar. Si bien se convencía de ser distinto al resto, si bien le habían implementado los recuerdos para que creyera ser único, a él le parecía que su presencia era de lo más desagradable e inadecuada entre aquellos humanos. Y no le habían pasado desapercibidas las miradas de desconfianza de varios humanos. No le gustaba molestarlos. Estaba en su naturaleza querer ayudarlos (y servirlos), y causar el desagrado de estos iba en contra de su programada personalidad.
Nyloth suspiró. O imitó lo que había aprendido de un estresado científico que había visto minutos antes. Demasiada información, demasiados sentimientos. Habría preferido que fueran números, procesos lógicos y cosas del estilo. Recordaba ser un estudioso en su vida pasada, cuando era un drow entre muchos. Y recordaba preferir las cosas que podía… entender. Los sentimientos no estaba en aquel grupo. Su mente de androide podría hacer magníficas cuentas, planificaciones y horarios, pero aún era demasiado joven para entrar en cosas irregulares como la mentalidad humana.
Vio la puerta indicada. Había preguntado a uno de los de la recepción si sabía dónde se encontraba Toph, que era una de las pocas personas con las que había interactuado directamente, y este le había gruñido algo sobre que estaría por el comedor. Estaba algo “nervioso”. O eso es lo que su “mente” le dictaba. Que debía tener cuidado de no equivocarse. Porque habría alguien más en la sala y tendría que interactuar también con él y… Un poco sobrecargado por las variables a tener en cuenta se asomó por la puerta con cuidado, analizando de inmediato la sala. No había estado antes allí. Sus brillantes ojos trataron de almacenar toda la información a tener en cuenta sobre aquel espacio antes de reparar en las dos figuras que allí esperaban.
Una de ellas era Toph Abagnale. Su creadora. Él no sabía eso. Alguien que le había ayudado en su “recuperación”, le había visitado y en cierta manera se había hecho un poco cargo de él. Eso es lo que él sabía. O eso es lo que él creía, mejor dicho. La otra figura… Sus ojos emitieron un chispazo naranja al detectar algo imprevisto. Un androide. ¿Androide? No había visto ninguno antes. Sí centinelas, en la entrada. Y tenía registrado (no sabía muy bien porqué) que los androides eran similares en naturaleza a los centinelas. Meras máquinas destinadas a servir y hacer trabajos sucios…
Pero R-D6N33L no tenía el aspecto de una máquina. Externamente era exactamente como cualquier otro humano. Nyloth quedó desconcertado, tratando de sobreescribir los datos de su mente con lo que acababa de aprender. Entre datos contradictorios e intentos de poner orden en su cabeza pudo emitir un -Hola.- Un poco primitivo, mecánico, aunque dicho con aquella tan bien configurada voz. Se quitó las arrugas de la larga y negra chaqueta que portaba, muy del plan de investigador. Había aprendido ese gesto de un maniático soldado que decía que había que lucir buen aspecto en todo momento. Tras eso procedió a acercarse un poco. No a sentarse. Lo suficiente como para que la distancia que dejara fuera… extraña. Casi incómoda. Ni del todo lejos, ni del todo cerca. Unos cuantos metros de lo más desconcertantes como para establecer una conversación entre varios.
-Tu debes ser quien Toph Abagnale quería presentarme, ¿Cierto?- Preguntó algo sistemáticamente. Buscando una forma más natural de actuar. Solo entonces percibió que la distancia entre ellos no era la correcta, y se acercó a la mesa para corregir tal error. Tendió la mano al androide muy dudoso. ¿Valía la pena interactuar con un androide? ¿Sentía algo, acaso? ¿Afectaría en algo o era lo mismo que si fuera a saludar un jarrón? Entonces miró a Toph y esbozó una sonrisa. Esta no era imitación de ninguna otra, era una que ya llevaba programada de serie.
-He estado familiarizándome con el entorno, conociendo el ambiente y el personal. Me mandaron ayer hacia aquí.- Probablemente ella lo supiera. Él no sabía que podían controlar su posición en todo instante. -Me gusta este lugar. Es acogedor.- Más que decidir que le gustaba, ya estaba pretederminado que debía gustarle. Pero si a nivel efectivo hacía creer a SD66 que era de su agrado, ¿No era lo mismo?
Eso resumía muy bien las muchas sensaciones que obtuviera desde que abriera sus ojos por primera vez. El mundo humano le era ajeno, distante, incomprensible. Los pequeños detalles del comportamiento de aquella raza le resultaban casi incomprensibles. Su mente no estaba aún capacitada para comprenderlos a la perfección. Las palabras sutiles, las ironías y los dobles sentidos habían sido su némesis. Y en el fondo es que los humanos eran abismalmente distintos tanto para la raza que él creía ser, un elfo oscuro, como para la que realmente era, un androide.
Había llegado a la base hacía un par de días con la finalidad de familiarizarlo al entorno. Desde entonces Nyloth había vagado por aquel mundo ajeno a él, grabando cada detalle, gesto, expresión y palabra en su memoria. Se dedicaba a observar, pues para ello estaba hecho. Analizar, investigar, comprender. E imitar. Replicar. Siempre replicar. Desde su punto de vista, veía a los humanos como la raza a la que él habría querido pertenecer. Consideraba los drows (o la idea de drows que le habían implementado) bárbaros, inhumanos, terribles. No había sentimientos ni empatía en ellos, solo un comportamiento agresivo, tenaz, desagradable.
Los humanos eran muy distintos. Eran delicados, mostraban cariño unos por los otros, eran racionales, comprensibles. Se daban a las sonrisas y no se mataban entre ellos. Lo cual, según recordaba, era impropio de los elfos oscuros. Eso también le hacía sentirse un poco fuera de lugar. Si bien se convencía de ser distinto al resto, si bien le habían implementado los recuerdos para que creyera ser único, a él le parecía que su presencia era de lo más desagradable e inadecuada entre aquellos humanos. Y no le habían pasado desapercibidas las miradas de desconfianza de varios humanos. No le gustaba molestarlos. Estaba en su naturaleza querer ayudarlos (y servirlos), y causar el desagrado de estos iba en contra de su programada personalidad.
Nyloth suspiró. O imitó lo que había aprendido de un estresado científico que había visto minutos antes. Demasiada información, demasiados sentimientos. Habría preferido que fueran números, procesos lógicos y cosas del estilo. Recordaba ser un estudioso en su vida pasada, cuando era un drow entre muchos. Y recordaba preferir las cosas que podía… entender. Los sentimientos no estaba en aquel grupo. Su mente de androide podría hacer magníficas cuentas, planificaciones y horarios, pero aún era demasiado joven para entrar en cosas irregulares como la mentalidad humana.
Vio la puerta indicada. Había preguntado a uno de los de la recepción si sabía dónde se encontraba Toph, que era una de las pocas personas con las que había interactuado directamente, y este le había gruñido algo sobre que estaría por el comedor. Estaba algo “nervioso”. O eso es lo que su “mente” le dictaba. Que debía tener cuidado de no equivocarse. Porque habría alguien más en la sala y tendría que interactuar también con él y… Un poco sobrecargado por las variables a tener en cuenta se asomó por la puerta con cuidado, analizando de inmediato la sala. No había estado antes allí. Sus brillantes ojos trataron de almacenar toda la información a tener en cuenta sobre aquel espacio antes de reparar en las dos figuras que allí esperaban.
Una de ellas era Toph Abagnale. Su creadora. Él no sabía eso. Alguien que le había ayudado en su “recuperación”, le había visitado y en cierta manera se había hecho un poco cargo de él. Eso es lo que él sabía. O eso es lo que él creía, mejor dicho. La otra figura… Sus ojos emitieron un chispazo naranja al detectar algo imprevisto. Un androide. ¿Androide? No había visto ninguno antes. Sí centinelas, en la entrada. Y tenía registrado (no sabía muy bien porqué) que los androides eran similares en naturaleza a los centinelas. Meras máquinas destinadas a servir y hacer trabajos sucios…
Pero R-D6N33L no tenía el aspecto de una máquina. Externamente era exactamente como cualquier otro humano. Nyloth quedó desconcertado, tratando de sobreescribir los datos de su mente con lo que acababa de aprender. Entre datos contradictorios e intentos de poner orden en su cabeza pudo emitir un -Hola.- Un poco primitivo, mecánico, aunque dicho con aquella tan bien configurada voz. Se quitó las arrugas de la larga y negra chaqueta que portaba, muy del plan de investigador. Había aprendido ese gesto de un maniático soldado que decía que había que lucir buen aspecto en todo momento. Tras eso procedió a acercarse un poco. No a sentarse. Lo suficiente como para que la distancia que dejara fuera… extraña. Casi incómoda. Ni del todo lejos, ni del todo cerca. Unos cuantos metros de lo más desconcertantes como para establecer una conversación entre varios.
-Tu debes ser quien Toph Abagnale quería presentarme, ¿Cierto?- Preguntó algo sistemáticamente. Buscando una forma más natural de actuar. Solo entonces percibió que la distancia entre ellos no era la correcta, y se acercó a la mesa para corregir tal error. Tendió la mano al androide muy dudoso. ¿Valía la pena interactuar con un androide? ¿Sentía algo, acaso? ¿Afectaría en algo o era lo mismo que si fuera a saludar un jarrón? Entonces miró a Toph y esbozó una sonrisa. Esta no era imitación de ninguna otra, era una que ya llevaba programada de serie.
-He estado familiarizándome con el entorno, conociendo el ambiente y el personal. Me mandaron ayer hacia aquí.- Probablemente ella lo supiera. Él no sabía que podían controlar su posición en todo instante. -Me gusta este lugar. Es acogedor.- Más que decidir que le gustaba, ya estaba pretederminado que debía gustarle. Pero si a nivel efectivo hacía creer a SD66 que era de su agrado, ¿No era lo mismo?
R-D6N33L
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Toph sonríe mientras recoge las tuercas y arandelas que hacían de fichas. Me dice que Nyl ya debe estar al llegar para ver a alguien, lo cuál me sorprende ya que no había nadie más allí y era toda una coincidencia que fuera a venir justo cuando me intereso por él. No tardé en darme cuenta de que se refería a mí.- Claro, es lógico que queráis estudiar nuestra interacción.-concluí mientras Poon recogía el juego y se lo llevaba.
Toph saca una tablet y apunta varias cosas mientras me informa de que se ha acabado la prueba de socialización.
- Me alegro, mis circuitos estaban empezando a calentarse.- digo mientras me siento en un silla "cansado". No era cansancio en el sentido humano, pero el sobreesfuerzo de mi cerebro positrónico y mis circuitos era bastante grande cuando trataba de centrar mis esfuerzos en comportarme como un humano, saber cuando y cómo sonreir, detectar ironías o cometer fallos a propósito... eso último era lo peor. Por esto tenía que practicar con Toph de vez en cuando- Y no te preocupes, del mismo modo lo escucharé venir. Es más...- hice una pausa para escuchar atentamente el ruido de unos pasos que se aproximaban- debe estar llegando, escucho pasos.
Me levanto de la silla justo cuando Nyloth entra por la puerta. Mis sentidos se ponen en alerta ya que un drow, claramente un drow, acaba de entrar en la misma habitación que un humano y según mi programación éste intentaría hacerle daño. Aunque sabía que no era así, que era un androide que yo mismo había llegado a construir. Me obligué a calmarme aplicando series lógicas hasta convencerme definitivamente de que no era una amenaza, al fin y al cabo era la primera vez que lo veía funcionando y la primera impresión engañaba a mis sentidos. Saludó con un seco "hola" y se acercó. No demasiado cerca, se le veía incómodo, torpe, inseguro. Estaba claro que llevaba poco tiempo activo, a mí me pasó lo mismo. Finalmente preguntó si yo era aquel a quién Toph quería presentarle. -Eso dicta la lógica, no me había informado de ésta reunión pero no hay nadie más en esta sala asi que debo ser yo.- Nyl se acerca y me tiende la mano.- Saludos compañero Nyloth, bienvenido a la base, un placer conocerte.- le digo mientras le estrecho la mano. El tacto de su piel era extraño, no como el del resto de humanos. Nyl se gira a Toph y sonríe. Según mis datos esto indica que ya han establecido una relación cómoda entre ellos, lo cuál también me sorprende ya que desconocía que Toph había seguido trabajando con él aun después de su activación.- Me alegra que te estés integrando satisfactoriamente en la nueva vida que supone la base. Mi programación no incluye obediencia a seres no humanos pero Toph me ha ordenado que te eche una mano en lo que necesites.
Mis circuitos están más tranquilos aunque sigo algo agotado, la prueba de socialización me lleva al límite de mis capacidades, aunque éste se haga cada vez mayor. Miro a Toph y le pregunto -Ya terminada la práctica de socialización y a la espera de los heridos por la batalla, ¿qué debemos hacer ahora?
Toph saca una tablet y apunta varias cosas mientras me informa de que se ha acabado la prueba de socialización.
- Me alegro, mis circuitos estaban empezando a calentarse.- digo mientras me siento en un silla "cansado". No era cansancio en el sentido humano, pero el sobreesfuerzo de mi cerebro positrónico y mis circuitos era bastante grande cuando trataba de centrar mis esfuerzos en comportarme como un humano, saber cuando y cómo sonreir, detectar ironías o cometer fallos a propósito... eso último era lo peor. Por esto tenía que practicar con Toph de vez en cuando- Y no te preocupes, del mismo modo lo escucharé venir. Es más...- hice una pausa para escuchar atentamente el ruido de unos pasos que se aproximaban- debe estar llegando, escucho pasos.
Me levanto de la silla justo cuando Nyloth entra por la puerta. Mis sentidos se ponen en alerta ya que un drow, claramente un drow, acaba de entrar en la misma habitación que un humano y según mi programación éste intentaría hacerle daño. Aunque sabía que no era así, que era un androide que yo mismo había llegado a construir. Me obligué a calmarme aplicando series lógicas hasta convencerme definitivamente de que no era una amenaza, al fin y al cabo era la primera vez que lo veía funcionando y la primera impresión engañaba a mis sentidos. Saludó con un seco "hola" y se acercó. No demasiado cerca, se le veía incómodo, torpe, inseguro. Estaba claro que llevaba poco tiempo activo, a mí me pasó lo mismo. Finalmente preguntó si yo era aquel a quién Toph quería presentarle. -Eso dicta la lógica, no me había informado de ésta reunión pero no hay nadie más en esta sala asi que debo ser yo.- Nyl se acerca y me tiende la mano.- Saludos compañero Nyloth, bienvenido a la base, un placer conocerte.- le digo mientras le estrecho la mano. El tacto de su piel era extraño, no como el del resto de humanos. Nyl se gira a Toph y sonríe. Según mis datos esto indica que ya han establecido una relación cómoda entre ellos, lo cuál también me sorprende ya que desconocía que Toph había seguido trabajando con él aun después de su activación.- Me alegra que te estés integrando satisfactoriamente en la nueva vida que supone la base. Mi programación no incluye obediencia a seres no humanos pero Toph me ha ordenado que te eche una mano en lo que necesites.
Mis circuitos están más tranquilos aunque sigo algo agotado, la prueba de socialización me lleva al límite de mis capacidades, aunque éste se haga cada vez mayor. Miro a Toph y le pregunto -Ya terminada la práctica de socialización y a la espera de los heridos por la batalla, ¿qué debemos hacer ahora?
Toph Abagnale
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Sigo escribiendo en mi consola, mirando desfilar los números y las palabras llenas de colorines: los unos grises, los ceros azules, androide en un tono rosado, R-D6N33L es una mezcla de verde oscuro y violeta, prueba es un tipo de amarillo no muy agradable... Levanto por fin la vista de la pantalla al escuchar mi nombre, viendo a Nyloth y R-D6N33L saludándose, a su manera especial y única. Sonrío y me levanto del sitio, guardando el cacharro en un bolsillo.
-¡Geniaaal! Nyl, este es R-D6N33L, aunque yo lo llamo Daneel, es más sencillo.-le guiño un ojo en plan cómplice.
Él me informa de lo que yo ya sabía, que iba a venir a base para "conocer" gente y hacerse un poco al entorno, ahora que está más recuperado de su supuesta salida de las cuevas. Paso un brazo por encima del hombro de cada uno de ellos, acercándolos ambos a mí y no pudiendo evitar una risa. Si mamá me viese ahora mismo seguro que se le saltarían las lágrimas, ya estaba eufórica cuando le dije sobre R-D6N33L, si supiera de SD66 montaría una fiesta italiana digna de envidia. Papá... no estoy tan segura de lo que pensaría, de todas formas debo contactarlo pronto, hace tiempo que no sé nada de él ni de mi hermano. Dudo que hayan tenido mucho que hacer últimamente, por lo que cuentan la situación en Italia está bastante controlada y apenas quedan algunos focos de resistencia mágica.
Poon llega de vuelta sobrevolándonos, suelto a losandroides chicos y recojo a mi pequeño robot, escuchando lo que dice R-D6N33L sobre su programación. Asiento y luego miro a los dos, encogiéndome de hombros nuevamente no demasiado preocupada.
-Pues básicamente eso, esperar. Les está tomando más tiempo del que pensaba, dado que se han llevado a la mayoría de soldados activos y a todos los Centinelas disponibles. Supongo que los magos y demás criaturas mágicas han usado su ventaja de conocer el terreno al máximo, pero nosotros no podemos hacer mucho ahora.
-¡Geniaaal! Nyl, este es R-D6N33L, aunque yo lo llamo Daneel, es más sencillo.-le guiño un ojo en plan cómplice.
Él me informa de lo que yo ya sabía, que iba a venir a base para "conocer" gente y hacerse un poco al entorno, ahora que está más recuperado de su supuesta salida de las cuevas. Paso un brazo por encima del hombro de cada uno de ellos, acercándolos ambos a mí y no pudiendo evitar una risa. Si mamá me viese ahora mismo seguro que se le saltarían las lágrimas, ya estaba eufórica cuando le dije sobre R-D6N33L, si supiera de SD66 montaría una fiesta italiana digna de envidia. Papá... no estoy tan segura de lo que pensaría, de todas formas debo contactarlo pronto, hace tiempo que no sé nada de él ni de mi hermano. Dudo que hayan tenido mucho que hacer últimamente, por lo que cuentan la situación en Italia está bastante controlada y apenas quedan algunos focos de resistencia mágica.
Poon llega de vuelta sobrevolándonos, suelto a los
-Pues básicamente eso, esperar. Les está tomando más tiempo del que pensaba, dado que se han llevado a la mayoría de soldados activos y a todos los Centinelas disponibles. Supongo que los magos y demás criaturas mágicas han usado su ventaja de conocer el terreno al máximo, pero nosotros no podemos hacer mucho ahora.
Nyloth estaba hecho para actuar siempre amistosamente hacia los humanos, cosa que él interpretaba como parte de su agradecimiento por salvarle y brindarle esa segunda oportunidad. Pero, ¿Y los androides dentro de qué categoría entraban? Su mente, siempre tan lógica, le indicó que R-D6N33L era obligatoriamente amistoso pues estaba a cargo de Toph, alguien en quien podía confiar. Sin embargo la inmediata reacción del androide lo intimidó un poco y retrocedió levemente, llevándole a juntar sus manos en un gesto que había de imitar la timidez. Después de esos instantes de tensión todo pareció tranquilizarse.
El otro androide (o según Nyloth, el único androide) no había sido informado de la visita. La cordialidad con la que hablara este le recordaba a la suya propia. Aún así, cuando le estrechó la mano, no dejó de pensar en lo… Extraño que era establecer comunicación con una máquina. No acababa de saber -mejor dicho, no estaba preparado para cuestionarse tales cosas- qué lo diferenciaba respecto un ser humano.
Fue entonces cuando Toph manifestó una sonrisa después de dejar en paz sus aparatitos. Le presentó con un guiño -gesto que SD66 no supo comprender- al androide, que más allá de las frases protocolarias en un saludo no se identificó por si mismo. -¿R-D6N33L o… Daneel? Ambos suenan relativamente sencillos de pronunciar.- Si bien había preguntado, él ya sabía que lo correcto era llamarle “Daneel”. Era la forma favorita de Toph, que era humana. Utilizar tal apodo lo haría a él también algo más humano.
Entonces, repentinamente, la humana agarró a ambos de los hombros emitiendo una risa. Os ojos de SD66 se abrieron llamativamente y emitieron un brillo rojizo muy particular, como tratando de comprender la abrupta reacción de Toph. Almacenando aquella información, supuso que no estaba en peligro debido la felicidad que la muchacha transmitía. Él no se contagió de tal sentimiento, más preocupado como estaba por el asunto de Daneel. Este había manifestado que no obedecía no-humanos, pero que había recibido la orden de ayudarle… Aprovechó cuando Toph les liberó de su extraño agarre para sentarse en la mesa y mirar crípticamente al androide.
-No… No debería manifestar esto, pero…- SD66 era especialmente reservado con sus funcionamientos internos. Pero a veces, cuando no podía unir unos pedazos de información, requería del tacto “humano” para poder explicárselos. -¿Por qué obediencia? ¿Por qué… orden?- Ambas cosas formaban parte de su personalidad. ¿Pero Daneel? Daneel… No. No era un ser humano. A SD66 le costaba, sin embargo, dejar de verlo como tal. -¿Porqué eres un androide?- Igual era poco tacto. Él no lo sabía. Aún más confuso observó a Toph. -¿Qué os diferencia?- Desde luego, él se sentía abismalmente distinto a ellos dos.
Tras acomodarse en su asiento sacó un bolígrafo de su bolsillo y empezó a hacerlo mover por sus manos, con una precisión un poco incómoda. De vez en cuando el gesto se humanizaba al llevárselo a la boca y morderlo, a modo de tic. Lo había visto en un humano. No entendía cual era la finalidad. Ellos hablaban de una batalla… Nyloth frunció el ceño. Instintivamente. No recordaba ya de quién había imitado ese gesto. Que lo acompañara con entrecruzar sus dedos y una especie de bufido le confería mucha más humanidad que cualquier otro gesto o acción que hubiera llevado a cabo antes. -¿Batalla? No me han informado de ninguna batalla. ¿Han atacado los seres… mágicos a los humanos? ¿Por qué?- Lo que SD66 no sabía es que el comportamiento de los seres vivos, muy pocas veces, tenían un solo porqué o era siquiera justificable.
El otro androide (o según Nyloth, el único androide) no había sido informado de la visita. La cordialidad con la que hablara este le recordaba a la suya propia. Aún así, cuando le estrechó la mano, no dejó de pensar en lo… Extraño que era establecer comunicación con una máquina. No acababa de saber -mejor dicho, no estaba preparado para cuestionarse tales cosas- qué lo diferenciaba respecto un ser humano.
Fue entonces cuando Toph manifestó una sonrisa después de dejar en paz sus aparatitos. Le presentó con un guiño -gesto que SD66 no supo comprender- al androide, que más allá de las frases protocolarias en un saludo no se identificó por si mismo. -¿R-D6N33L o… Daneel? Ambos suenan relativamente sencillos de pronunciar.- Si bien había preguntado, él ya sabía que lo correcto era llamarle “Daneel”. Era la forma favorita de Toph, que era humana. Utilizar tal apodo lo haría a él también algo más humano.
Entonces, repentinamente, la humana agarró a ambos de los hombros emitiendo una risa. Os ojos de SD66 se abrieron llamativamente y emitieron un brillo rojizo muy particular, como tratando de comprender la abrupta reacción de Toph. Almacenando aquella información, supuso que no estaba en peligro debido la felicidad que la muchacha transmitía. Él no se contagió de tal sentimiento, más preocupado como estaba por el asunto de Daneel. Este había manifestado que no obedecía no-humanos, pero que había recibido la orden de ayudarle… Aprovechó cuando Toph les liberó de su extraño agarre para sentarse en la mesa y mirar crípticamente al androide.
-No… No debería manifestar esto, pero…- SD66 era especialmente reservado con sus funcionamientos internos. Pero a veces, cuando no podía unir unos pedazos de información, requería del tacto “humano” para poder explicárselos. -¿Por qué obediencia? ¿Por qué… orden?- Ambas cosas formaban parte de su personalidad. ¿Pero Daneel? Daneel… No. No era un ser humano. A SD66 le costaba, sin embargo, dejar de verlo como tal. -¿Porqué eres un androide?- Igual era poco tacto. Él no lo sabía. Aún más confuso observó a Toph. -¿Qué os diferencia?- Desde luego, él se sentía abismalmente distinto a ellos dos.
Tras acomodarse en su asiento sacó un bolígrafo de su bolsillo y empezó a hacerlo mover por sus manos, con una precisión un poco incómoda. De vez en cuando el gesto se humanizaba al llevárselo a la boca y morderlo, a modo de tic. Lo había visto en un humano. No entendía cual era la finalidad. Ellos hablaban de una batalla… Nyloth frunció el ceño. Instintivamente. No recordaba ya de quién había imitado ese gesto. Que lo acompañara con entrecruzar sus dedos y una especie de bufido le confería mucha más humanidad que cualquier otro gesto o acción que hubiera llevado a cabo antes. -¿Batalla? No me han informado de ninguna batalla. ¿Han atacado los seres… mágicos a los humanos? ¿Por qué?- Lo que SD66 no sabía es que el comportamiento de los seres vivos, muy pocas veces, tenían un solo porqué o era siquiera justificable.
R-D6N33L
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Nyl retrocedió un poco tras estrechar mi mano, como intimidado o desconfiado, no estaba seguro del sentimiento. Se veía que lo habían fabricado muy bien. Me quedé observándole, analizando todo su cuerpo y en especial sus rasgos faciales. Toph nos presentó por nuestros nombres, no vi necesario decir mi nombre ya que Toph ya me conocía y Nyl ya lo tenía registrado en su base de datos. Obvié el comentario de Nyl, me parecía que, o estaba hablando sólo, o se repetía en el mismo tema, y ante ambas situaciones no era lógico intervenir.
Toph entonces nos pasa un brazo por encima del hombro a los dos y nos junta en un abrazo y riéndose. Yo me quedo imperturbable, sin cambiar mi expresión facial. A veces Toph realizaba expontáneos y explosivas muestras de cariño en forma de abrazo y estaba más que acostumbrado. Pero estaba claro que Nyl no, ya que abrió los ojos como platos y se tomó un tiempo en analizar si estaba en peligro.
Tras liberarnos del fuerte abrazo Nyl se sentó en una silla. Toph comentó que debíamos esperar y por qué podrían estar retrasándose tanto nuestros soldados. Me resigné a esperar y me tuve que sentar en una silla al marearme un poco por la contradicción que suponía para mi cerebro el no ayudar a los humanos que podían estar en peligro. -¿No podrías preguntar a alguien o informarte de cómo ha ido la batalla y si les falta mucho tiempo para volver? Lo mismo necesitan de nuestra ayuda en algún otro sitio y aún no nos hemos enterado.- Le dije a Toph. Nyl nos interrumpe hablando lenta y entrecortadamente, expresando dudas acerca de mi condición de androide, de mi obligación de obediencia y mis diferencias con los humanos.
-Permíteme que resuelva sus dudas, compañero Nyloth.- me dirijí a él.- Soy un androide ya que soy un robot con apariencia humana y con una inteligencia artificial avanzada, lo cual define a los androides. No somos controlados por consolas u otros humanos sino que tenemos cierta capacidad de decisión y actuación, limitada por una programación realizada por nuestros creadores. En mi caso fuí fabricado enteramente por Toph.
Hice una pausa y me quité la camiseta blanca que llevaba, dejando al descubierto la suave piel bronceada de mi pecho, cubierto de un vello suave y escaso y mostrando el tatuaje que llevaba al hombro. -Con respecto a lo que me diferencia de los humanos. Aunque mi carcasa sea de piel imitando la humana y tenga todas las características externas y la anatomía de los seres humanos mi interior no tiene nada que ver.- dije mientras presionaba con mis dedos la tetilla derecha, y la carne y la piel se abrían sin efusión de sangre a lo largo del pecho, mostrando el billo del metal tras mi piel, así como varias puertas de compartimentos desde dónde Toph realizaba mi mantenimiento o dónde guardaba algunas armas.- Como puedes ver, mi interior es artificial, el de un robot.
Recoloqué en su sitio mi piel de nuevo. -Con respecto a la obediencia- Continué hablandole mientras me ponía la camiseta.- Fuí programado en base a tres leyes ineludibles y universales. La primera ley me exige y obliga a no dañar a ningún ser humano ni dejar que ninguno sea herido mediante mi inacción. La segunda me hace deber obediencia a todos los seres humanos a excepción de que éstas órdenes contradigan la primera ley. Y la tercera vela por mi propia protección e integridad en la medida de que ésto no entre en conflicto con las dos anteriores leyes..- hice una pausa para que pudiera asimilar lo que acaba de decir.- Por estas razones realicé mi afirmación anterior, compañero Nyloth.- Concluí.
Me quedé mirando a Nyl analizando su reacción a lo que había dicho. Miré a Toph y le dije- Quizás deberías contarle tú sobre la batalla, que tienes más información que yo acerca de ese tema.
Toph entonces nos pasa un brazo por encima del hombro a los dos y nos junta en un abrazo y riéndose. Yo me quedo imperturbable, sin cambiar mi expresión facial. A veces Toph realizaba expontáneos y explosivas muestras de cariño en forma de abrazo y estaba más que acostumbrado. Pero estaba claro que Nyl no, ya que abrió los ojos como platos y se tomó un tiempo en analizar si estaba en peligro.
Tras liberarnos del fuerte abrazo Nyl se sentó en una silla. Toph comentó que debíamos esperar y por qué podrían estar retrasándose tanto nuestros soldados. Me resigné a esperar y me tuve que sentar en una silla al marearme un poco por la contradicción que suponía para mi cerebro el no ayudar a los humanos que podían estar en peligro. -¿No podrías preguntar a alguien o informarte de cómo ha ido la batalla y si les falta mucho tiempo para volver? Lo mismo necesitan de nuestra ayuda en algún otro sitio y aún no nos hemos enterado.- Le dije a Toph. Nyl nos interrumpe hablando lenta y entrecortadamente, expresando dudas acerca de mi condición de androide, de mi obligación de obediencia y mis diferencias con los humanos.
-Permíteme que resuelva sus dudas, compañero Nyloth.- me dirijí a él.- Soy un androide ya que soy un robot con apariencia humana y con una inteligencia artificial avanzada, lo cual define a los androides. No somos controlados por consolas u otros humanos sino que tenemos cierta capacidad de decisión y actuación, limitada por una programación realizada por nuestros creadores. En mi caso fuí fabricado enteramente por Toph.
Hice una pausa y me quité la camiseta blanca que llevaba, dejando al descubierto la suave piel bronceada de mi pecho, cubierto de un vello suave y escaso y mostrando el tatuaje que llevaba al hombro. -Con respecto a lo que me diferencia de los humanos. Aunque mi carcasa sea de piel imitando la humana y tenga todas las características externas y la anatomía de los seres humanos mi interior no tiene nada que ver.- dije mientras presionaba con mis dedos la tetilla derecha, y la carne y la piel se abrían sin efusión de sangre a lo largo del pecho, mostrando el billo del metal tras mi piel, así como varias puertas de compartimentos desde dónde Toph realizaba mi mantenimiento o dónde guardaba algunas armas.- Como puedes ver, mi interior es artificial, el de un robot.
Recoloqué en su sitio mi piel de nuevo. -Con respecto a la obediencia- Continué hablandole mientras me ponía la camiseta.- Fuí programado en base a tres leyes ineludibles y universales. La primera ley me exige y obliga a no dañar a ningún ser humano ni dejar que ninguno sea herido mediante mi inacción. La segunda me hace deber obediencia a todos los seres humanos a excepción de que éstas órdenes contradigan la primera ley. Y la tercera vela por mi propia protección e integridad en la medida de que ésto no entre en conflicto con las dos anteriores leyes..- hice una pausa para que pudiera asimilar lo que acaba de decir.- Por estas razones realicé mi afirmación anterior, compañero Nyloth.- Concluí.
Me quedé mirando a Nyl analizando su reacción a lo que había dicho. Miré a Toph y le dije- Quizás deberías contarle tú sobre la batalla, que tienes más información que yo acerca de ese tema.
Toph Abagnale
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Cuando dejo ir a ambos veo que Nyl se sienta, sus circuitos trabajando en obtener la mayor cantidad de información posible. R-D6N33L está más preocupado por los compañeros soldados, así que dejo una mano sobre su hombro y le digo:
-Nos avisarán, no te preocupes.
Me siento frente a Nyloth dejando que él le explique todo, mientras yo toqueteo a Poon, siempre buscando mejorar su eficacia en el pequeño rango de acción que tiene. Me siento orgullosa de R-D6N33L, que es capaz de comprender y explicar tanto su funcionamiento como sus diferencias respecto a los humanos. Entonces me mira a mí, pidiendo que sea yo la que le diga algo sobre la batalla, de la que él no sabe mucho, claro.
-Bueno, la Alianza ha descubierto la posición de la base secreta de la Resistencia mágica, los superiores idearon un plan utilizando a alguien dentro, buscando ventaja y acabar con ellos antes de que ellos acaben con nosotros. Pero son fuertes y...
Estoy a punto de decir que por el tiempo que tardan debe haber pasado algo cuando mi móvil suena, con una musiquita así alegre en plan campanitas. No reconozco el número, pero sí la voz. Es el ministro Andreas, encargándome personalmente una misión de recuperación, en 24 horas. Menos mal que Poon puede volar con sus aspas, porque se me cae de la mano mientras voy procesando la información... Hemos perdido la batalla, hay muchos muertos, los Centinelas deben haber sido desactivados o peor aún, llevados al límite de la autodestrucción.
-Sí, señor. Eh... estaré allí en cuanto pueda.
Y así me despido, y miro a los dos androides frente a mí. ¿Qué hacemos ahora? ¿Dejo a R-D6N33L en la enfermería? Él solo puede arreglárselas pero... tal vez lo necesite en la base de la Resistencia. ¿Y SD66? Aún no está preparado para infiltrarse, aunque es una oportunidad muy buena, con todo el caos de la batalla y los heridos. Decido llevarlos conmigo al Ministerio, y después de que me informen por completo ya tomar una decisión en base a eso. Una misión para mí... Parece que mi trabajo empieza a reconocerse.
-Tenemos que irnos, os cuento por el camino.
Y de allí salimos los tres, con Poon siguiéndonos y yo con el desayuno revolviéndose en mi estómago.
-Nos avisarán, no te preocupes.
Me siento frente a Nyloth dejando que él le explique todo, mientras yo toqueteo a Poon, siempre buscando mejorar su eficacia en el pequeño rango de acción que tiene. Me siento orgullosa de R-D6N33L, que es capaz de comprender y explicar tanto su funcionamiento como sus diferencias respecto a los humanos. Entonces me mira a mí, pidiendo que sea yo la que le diga algo sobre la batalla, de la que él no sabe mucho, claro.
-Bueno, la Alianza ha descubierto la posición de la base secreta de la Resistencia mágica, los superiores idearon un plan utilizando a alguien dentro, buscando ventaja y acabar con ellos antes de que ellos acaben con nosotros. Pero son fuertes y...
Estoy a punto de decir que por el tiempo que tardan debe haber pasado algo cuando mi móvil suena, con una musiquita así alegre en plan campanitas. No reconozco el número, pero sí la voz. Es el ministro Andreas, encargándome personalmente una misión de recuperación, en 24 horas. Menos mal que Poon puede volar con sus aspas, porque se me cae de la mano mientras voy procesando la información... Hemos perdido la batalla, hay muchos muertos, los Centinelas deben haber sido desactivados o peor aún, llevados al límite de la autodestrucción.
-Sí, señor. Eh... estaré allí en cuanto pueda.
Y así me despido, y miro a los dos androides frente a mí. ¿Qué hacemos ahora? ¿Dejo a R-D6N33L en la enfermería? Él solo puede arreglárselas pero... tal vez lo necesite en la base de la Resistencia. ¿Y SD66? Aún no está preparado para infiltrarse, aunque es una oportunidad muy buena, con todo el caos de la batalla y los heridos. Decido llevarlos conmigo al Ministerio, y después de que me informen por completo ya tomar una decisión en base a eso. Una misión para mí... Parece que mi trabajo empieza a reconocerse.
-Tenemos que irnos, os cuento por el camino.
Y de allí salimos los tres, con Poon siguiéndonos y yo con el desayuno revolviéndose en mi estómago.
- off:
- Ya se que nos ha sacado pero dejo respondido el post de Daneel, que no me gusta que quede sin responder D:
En la conversación acerca de la naturaleza no intervino mucho Toph, a pesar de que su punto de vista humano siempre fuera tan apreciado por Nyloth. Estaba en su programación valorar las cosas según el criterio de esta raza. Ahora que había encontrado un androide, dudaba de si debía creerle con la misma facilidad o ser más… Cauteloso con la información recibida. Después de las palabras que dedicaran al asunto de la información de la batalla, Daneel respondió a sus dudas.
O igual le generó más. Le explicó que en esencia era un robot con apariencia humana e inteligencia artificial avanzada. Comprendía todos esos términos (aunque no sabía explicar porqué), y en esencia, no generaban ningún conflicto. Explicó que no eran controlados del mismo modo que, por poner un ejemplo, una tostadora, si no que estaban capacitados para actuar… Bajo algunas directrices. Y que él era obra de Toph. -... ¿De Toph? No pongo en duda sus capacidades, por supuesto, pero…- Con los conocimientos que tenía sobre tecnología comprendió que crear semejante androide debía ser una tarea terriblemente complicada. Eso no hizo si no aumentar su curiosidad.
Y también su… Empatía por Daneel. No es que la empatía fuera un sentimiento común en los androides. Pero le parecía que su situación era un tanto triste. Él lo veía tan capaz de razonar y de actuar de forma conveniente, que sentía como si fuera un humano con menos derechos. “¿Un esclavo?” Aunque Toph lo trataba de compañero y no de siervo. Pero eso no quitaba que no fuera “libre”. Luego R-D6N33L se quitaría la camisa. Nyloth se puso un poco firme porque según sus indicios, no era normal que alguien fuera sin camisa, al menos en un contexto formal.
Lo que ocurrió después lo dejó algo trastocado. Allí donde había piel se había abierto para mostrar un interior lleno de piezas metálicas y… -... No…- “No entiendo.” Algo dentro de su programación le dijo que no debía preguntar más sobre el tema. ¿Pero cuál era el punto de hacer un robot tan… humano? ¿Porqué habían hecho eso? ¿Y qué debía él pensar de ello? Instintivamente se llevó las manos a su abdomen, palpando lo que, efectivamente, debía ser carne. Porque él era un ser de carne y hueso. De eso estaba totalmente seguro. Aunque ponía en duda que todos los “humanos” que hubiera conocido lo fueran.
-Gracias por la información.- Al menos pudo pronunciar algo comprensible entre aquella tanda de datos raros que no lograba ordenar y archivar correctamente. Su explicación sobre las tres leyes le sacó una expresión un poco… Un poco afligida. Algo de todo aquello le parecía un poco nauseabundo. Aunque, por supuesto, no es que él no las respetara, pero… -¿Es realmente válido someter la vida de alguien a tres leyes? Las entiendo y las comparto, pero…- “Tengo la capacidad de ponerlas en duda si mi criterio y pensamiento me indican que es lo correcto. ¿No?” Eso, por alguna razón, tampoco salió de sus pensamientos internos.
-Es todo algo complicado, pero creo que podré adaptarme a ello pronto. Tengo que pensármelo bien.- Llevó las manos encima de la mesa y las entrecruzó mientras miraba a Toph, para recibir información respecto la batalla. Que habían atacado los humanos a los seres mágicos. La Resistencia. -... ¿Y han tardado demasiado?- Dedujo por su silencio. Pregunta que no esperaba respuesta. La llamada sobresaltó a Nyloth y miró a Toph de forma incómoda mientras respondía a esta.
De todo aquello Toph sacó la conclusión que debía llevárselos al ministerio. No hace falta decir que a Nyloth le resultó de lo más extraña aquella decisión, pero confiaba que como ser humano, la mujer estuviera haciendo lo mejor. Aunque la palabra “ministerio” le imponía un respeto profundo a SD66.
R-D6N33L
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Antes de salir por la puerta, siguiendo a Toph después de que ésta recibiera una llamada y dijera que teniamos que ir al ministerio respondí a la pregunta de Nyloth, que había estado bastante sorprendido con toda la explicación que le había dado. "¿Es realmente válido someter la vida de alguien a tres leyes?".
- ¿Es que estoy... vivo? Y aunque lo estuviera... Según las religiones humanas, vuestro Creador también os programó de algun manera, para seguir una serie de normas y seguir ciertos comportamientos. Y a la vida en general, animales y plantas. ¿Qué diferencia hay? No es necesario plantear la moralidad de mi existencia.
- ¿Es que estoy... vivo? Y aunque lo estuviera... Según las religiones humanas, vuestro Creador también os programó de algun manera, para seguir una serie de normas y seguir ciertos comportamientos. Y a la vida en general, animales y plantas. ¿Qué diferencia hay? No es necesario plantear la moralidad de mi existencia.
- Trafalgar Square:
- S.A.M-9917 escribió:
El androide de Johan Black había mantenido un perfil bajo desde que se marchó del castillo Black, donde comenzaron a hacer demasiadas preguntas que podían poner trabas a sus planes. Desde entonces se había dedicado a recopilar información de primera mano de lo que sucedía en la capital, siempre desde una posición discreta. Los ministros estaban de vuelta, pero no habían tomado ninguna medida en particular, a excepción de la de encerrar al falso Gelion. Probablemente no supiesen todavía demasiado, puesto que los datos de acceso a información de la Ciudadela no estaban disponibles. Podían intuir el problema con la potencia de los satélites, y con los androides insurrectos, pero poco más. Estaban tan enfrascados en su propia guerra que no se daban cuenta de nada más.
A las 21:00 de la noche se iluminó en rojo una de las pantallas gigantes situadas en alguna de las fachadas de la zona de Trafalgar Square, al igual que otras grandes pantallas distribuidas por la ciudad y que se usaban para discursos de la Alianza o para avisar de ataques a la población. En esta ocasión no apareció la cara de ningún alto mando de la Alianza, tampoco de ningún soldado. En su lugar apareció el rostro del líder de los renegados, dirigiéndose a todos aquellos que estuviesen por allí. La IA tenía acceso a ese tipo de medios de difusión, y no fue necesario que el androide se encontrase necesariamente cerca de la pantalla.
- Ciudadanos de todo el país, mágicos y no mágicos. - el gesto del androide era impasible, comenzando a hablar en tono sereno. - Quiero emitir un comunicado por parte de los renegados a los que represento, y también de más miembros de la comunidad mágica. Tras los últimos acontecimientos hemos decidido presentar nuestra rendición definitiva, pues ya se ha causado demasiado sufrimiento y queremos iniciar el proceso de paz con la Alianza Humana, con la cual ya hemos iniciado conversaciones, aunque no con los actuales líderes. Ellos se han negado al proceso de paz en reiteradas ocasiones, a pesar de que hemos aceptado las condiciones que nos propusieron, en las que humanos y mágicos viviríamos separados de manera definitiva, cada uno en su territorio. Por ello quiero llamar a la destitución de los actuales líderes en Reino Unido, al desacato contra sus normas. Estamos en conversaciones con los líderes de la Alianza de otros países, que van a cambiar y ya no serán tal y como los conocemos. Seguiremos informando. - la conexión se cortó en ese momento, la pantalla se fundió a negro. A cientos de kilómetros, en Berlín, el nuevo líder de la Alianza pisaba el cadáver del anterior.
Estaba aprovechando la noche para ponerme al día de los partidos de la UEFA, viendo las retransmisiones en directo sin prestar mucha atención a lo que tenía a mi alrededor. Estaba con unos de esos cascos inalámbricos que están tan de moda escuchando el fútbol, comiendo uno de esos platos de gachas tan súmamente asqueroso que nos servían día tras día. Hay un momento en el que se corta la conexión y aparece Johan en pantalla, lo que me hace escupir la comida al atragantarme -EH TÍO! Ve a escupir a otro, guarro!
-Perdona, Jeune. Tío. Está el líder ese de los magos mugrosos está en Trafalgar Square. ¿Qué coño dice? Calla, que no me entero- Le doy un manotazo a Jeune, mi compañero PNJ. Arrugo el ceño, pongo cara de sorpresa que pasa a ser de incredibilidad. -¿Rendición? ¿Se rinden? Espera... ¿Desacato de las órdenes?- Miro a mis compañeros de alrededor. La conexión vuelve con los comentaristas del programa en directo atónitos, enmudecidos. Como casi todos los ingleses en ese momento.
En el subconsciente colectivo se agolpan los recuerdos del comunicado anterior de los resistentes. Aquel en que todo terminó en la manifestación frente al ministerio de la Paz. La gente clamó la cabeza de Éamon, que nos estaba utilizando como títeres en su propia guerra. ¿Y ahora? ¿Reaccionará la gente igual? ¿Sería el fin de Éamon por fin? Reconozco que me encantaría ver su cabeza rodar, meafóricamente hablando (o no), pero esta vez no sería yo el primero que se pronunciase. No esta vez. Ya aprendí la lección.
El silencio era sepulcral
-¿Y bien?-
El bullicioso comedor era uno de los sitios en los que menos me gustaba estar, pero no me quedaba otro remedio que comer allí cuando no estaba en el edificio de Ejecutores. Los últimos meses habían sido bastante intensos en lo que a trabajo respecta, aunque estuve unas cuantas semanas en la enfermería tras las heridas sufridas por culpa de los que asaltaron los campos. Desde ese día le tenía un odio aún mayor a Éamon, que no había mostrado ninguna compasión como líder por sus soldados. Gelion Draven se atrevió a llevarle la contraria, dándome permiso para retirarme cuando ya estaba hecha mierda, y por eso parecía valer más como líder que el O'Connell. Nuestro jefe de Ejecutores estaba ahora prisionero por orden de Blair, acusado de no estar en su sitio cuando debía, o no sé qué historias. Difamaciones, a mi parecer. Si sigue encerrado es porque se atrevió a llevar la contraria, y eso no está bien visto en el ejército.
También corrían rumores de que había topos en la Alianza, o que los satélites habían sido destruidos por los miembros de la Alianza en Rusia. No había certezas de ningún tipo, y habíamos perdido esa ventaja del bloqueo de magia que teníamos antes. Jed y yo solíamos salir por las calles de Londres a diario, rastreando posibles amenazas por parte de los mágicos o conatos de insurrección o ataques a objetivos de interés. Durante las comidas me dedico a observar a los soldados, llamándome la atención la reacción de Nathan, otro de los degradados tras las revueltas del Ministerio de la Paz. El tipo que aparece en pantalla interrumpiendo la programación provoca que deje el vaso en la mesa con un golpe seco. Detestaba a ese hombre, pero no terminaba de creerme eso de la rendición, ni tenía noticias de nada. Sigo escuchando hasta que llama a rebelarnos contra nuestros superiores, de un modo similar al del día que provocó la caída de Nathan. Me pongo en pie cuando la pantalla se funde a negro, pero permanezco silenciosa, sin dar un paso en falso. Todos en la sala parecen recordar las represalias que hubo. Algunos seguirán del lado de los ministros. Otros no tanto.
- No es más que una noticia falsa. Guerra de desinformación. - comento en tono neutro, caminado después con mi bandeja de comida hacia Nathan, haciéndome hueco para sentarme a su lado. - Pero deberíamos investigar más a fondo, ¿no crees? sólo por asegurarnos de dónde sale esa información falsa, y para interrogar también a nuestro capitán. Cuento contigo para esta misión. - espero que Nathan se de por aludido y se levante de la silla para seguirme hacia la puerta, donde espero poder hablar con más calma.
-------------------------------------------------------
éxito: Rebelión y desacato de órdenes sin ocultarse
fallo: se aprovechan de la oportunidad, pero no montan jaleo, van por detrás (?)
También corrían rumores de que había topos en la Alianza, o que los satélites habían sido destruidos por los miembros de la Alianza en Rusia. No había certezas de ningún tipo, y habíamos perdido esa ventaja del bloqueo de magia que teníamos antes. Jed y yo solíamos salir por las calles de Londres a diario, rastreando posibles amenazas por parte de los mágicos o conatos de insurrección o ataques a objetivos de interés. Durante las comidas me dedico a observar a los soldados, llamándome la atención la reacción de Nathan, otro de los degradados tras las revueltas del Ministerio de la Paz. El tipo que aparece en pantalla interrumpiendo la programación provoca que deje el vaso en la mesa con un golpe seco. Detestaba a ese hombre, pero no terminaba de creerme eso de la rendición, ni tenía noticias de nada. Sigo escuchando hasta que llama a rebelarnos contra nuestros superiores, de un modo similar al del día que provocó la caída de Nathan. Me pongo en pie cuando la pantalla se funde a negro, pero permanezco silenciosa, sin dar un paso en falso. Todos en la sala parecen recordar las represalias que hubo. Algunos seguirán del lado de los ministros. Otros no tanto.
- No es más que una noticia falsa. Guerra de desinformación. - comento en tono neutro, caminado después con mi bandeja de comida hacia Nathan, haciéndome hueco para sentarme a su lado. - Pero deberíamos investigar más a fondo, ¿no crees? sólo por asegurarnos de dónde sale esa información falsa, y para interrogar también a nuestro capitán. Cuento contigo para esta misión. - espero que Nathan se de por aludido y se levante de la silla para seguirme hacia la puerta, donde espero poder hablar con más calma.
-------------------------------------------------------
éxito: Rebelión y desacato de órdenes sin ocultarse
fallo: se aprovechan de la oportunidad, pero no montan jaleo, van por detrás (?)
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Página 2 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.