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Recuerdo del primer mensaje :
En esta arena de combate se enfrentan los prisioneros capturados por la Alianza. El lugar se encuentra bajo el campo de concentración, en un espacio cubierto con una cúpula metálica. Aquí se experimenta con los individuos capturados, sometiéndoles a combates entre ellos o con androides. Con ello se pretende estudiar las capacidades de los combatientes bajo diferentes situaciones, además de ser un medio de entretenimiento y apuestas entre miembros de la Alianza. El público civil sólo puede acceder mediante invitación.
La interrupción de los guardias dio para mucho. Echó una mirada al par en entrenamiento. Si no estaba ella, no podría imponer una barrera entre los guardias y ellos, y por ahora estarían solos. Se esforzó para que no le importara, pero justamente le tenían que haber tocado en su primer día el hombre que le recibió tan cálidamente en sus primeros días en Londres y el hijo de alguien a quien creía poder considerar amigo.
-La instrucción es la misma. Sin golpes, certeros. Dejaremos la técnica para otro día.- Murmuró, dando media vuelta antes de que los guardias la tomaran por los brazos. Se safó de ellos con movimientos bruscos, pero continuó la caminata al ritmo que ellos imponían. Podría ser su prisionera, pero conservaba su dignidad en muchas de las formas.
El recibimiento en su celda fue extraño. Dentro había muchas cajas que le parecieron extrañas. Primero porque eran cajas bonitas, cuidadas, y segundo porque los tamaños variaban como los colores mismos. Comenzó a abrirlas una por una hasta que se enteró de lo que se trataba el evento en que los guardias habían insistido en llevarla. Curiosamente, no sintió el enojo que creyó sentiría, pues significaba una oportunidad de estar fuera, o de conocer el recinto. Dejó que le pusieran el collar, uno similar al de Reiv, pero no tan feo, a sabiendas de que probablemente le conferían el mismo destino que a él. Escogió un vestido después. Uno que le llamó la atención por el color tan sencillo y a la vez tan hermoso. Era un dorado rosáceo bordado en hilos de oro rosa, con detalles hermosos que solo había visto antes en su madre y en un lugar del que conservaba recuerdos muy felices, muy amargos y muy oscuros. Sabía de buena fuente que un color que lucía tan natural contra el claro rosáceo de su piel debía verse bien en cualquier ocasión. Tras hojear el resto de los vestidos, comprobó que el tema debía ser una gala elegante, pues todos eran vestidos largos. Al menos no quedaría mal con su elección. Tras ponérselo en la poca privacidad de su celda junto a los tacones que hacían juego y una gargantilla que disimulaba el collar, tomó una de las pequeñas bolsas a juego, que aunque no llevaba nada en ella, parecía tener algo de metal que podría usar en caso de que algo no le pareciera. Salió vestida de su celda, sujetando la cola del vestido con sus manos tras comprobar en su temporal espejo que el embarazo no empezaba aún a notarse. Decidió pensar que había sido un invento de la Alianza antes de pensar en que era su culpa por lo poco que había comido en los últimos días. De cualquier manera, trató de cooperar en lo posible, previendo la posibilidad de que Reiv se encontrara en el lugar por la retorcida mente de madame O'Connell
-La instrucción es la misma. Sin golpes, certeros. Dejaremos la técnica para otro día.- Murmuró, dando media vuelta antes de que los guardias la tomaran por los brazos. Se safó de ellos con movimientos bruscos, pero continuó la caminata al ritmo que ellos imponían. Podría ser su prisionera, pero conservaba su dignidad en muchas de las formas.
El recibimiento en su celda fue extraño. Dentro había muchas cajas que le parecieron extrañas. Primero porque eran cajas bonitas, cuidadas, y segundo porque los tamaños variaban como los colores mismos. Comenzó a abrirlas una por una hasta que se enteró de lo que se trataba el evento en que los guardias habían insistido en llevarla. Curiosamente, no sintió el enojo que creyó sentiría, pues significaba una oportunidad de estar fuera, o de conocer el recinto. Dejó que le pusieran el collar, uno similar al de Reiv, pero no tan feo, a sabiendas de que probablemente le conferían el mismo destino que a él. Escogió un vestido después. Uno que le llamó la atención por el color tan sencillo y a la vez tan hermoso. Era un dorado rosáceo bordado en hilos de oro rosa, con detalles hermosos que solo había visto antes en su madre y en un lugar del que conservaba recuerdos muy felices, muy amargos y muy oscuros. Sabía de buena fuente que un color que lucía tan natural contra el claro rosáceo de su piel debía verse bien en cualquier ocasión. Tras hojear el resto de los vestidos, comprobó que el tema debía ser una gala elegante, pues todos eran vestidos largos. Al menos no quedaría mal con su elección. Tras ponérselo en la poca privacidad de su celda junto a los tacones que hacían juego y una gargantilla que disimulaba el collar, tomó una de las pequeñas bolsas a juego, que aunque no llevaba nada en ella, parecía tener algo de metal que podría usar en caso de que algo no le pareciera. Salió vestida de su celda, sujetando la cola del vestido con sus manos tras comprobar en su temporal espejo que el embarazo no empezaba aún a notarse. Decidió pensar que había sido un invento de la Alianza antes de pensar en que era su culpa por lo poco que había comido en los últimos días. De cualquier manera, trató de cooperar en lo posible, previendo la posibilidad de que Reiv se encontrara en el lugar por la retorcida mente de madame O'Connell
Reed Draven
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Pues el chino-japones este y Reed llevan dandse de palos desde hace un día.
El cuerpo de Reed tenía varios moratones. Los paliyos de madera parecían una gilipollez al principio. El chino tampoco parecía querer pegar a nadie al empezar. A Reed se ña sudaba bastante. Al final entre ñas descargas de los guardias habían acabado accediendo.
Ahora estaban de camino a las celdas. Escupió algo de sangre al suelo mientras caminaba en fila. Empezó a sonar la alarma y el guardia delante de él paró un segundo.
Reed sonrió de lado. Le daba igual si se ganaba una paliza más.
-Te he metido una paliza fumanchú. Pero me he quedado con ganas de hacer algo...
Aprovechó la confusión y las manos encadenadas para pasarlas por encima de la cabeza del guardia, tensando la cadena de los grilletes en su cuello para acercarle a él y darle un cabezado de la leche en su cogote.
Sí, su naríz sangró bastante. Lo sentía en su garganta. Giró con el cuerpo del guardia para que le sirviese de parapeto de protección. Que aún había otro guardia que se encargaba del chino.
-
El cuerpo de Reed tenía varios moratones. Los paliyos de madera parecían una gilipollez al principio. El chino tampoco parecía querer pegar a nadie al empezar. A Reed se ña sudaba bastante. Al final entre ñas descargas de los guardias habían acabado accediendo.
Ahora estaban de camino a las celdas. Escupió algo de sangre al suelo mientras caminaba en fila. Empezó a sonar la alarma y el guardia delante de él paró un segundo.
Reed sonrió de lado. Le daba igual si se ganaba una paliza más.
-Te he metido una paliza fumanchú. Pero me he quedado con ganas de hacer algo...
Aprovechó la confusión y las manos encadenadas para pasarlas por encima de la cabeza del guardia, tensando la cadena de los grilletes en su cuello para acercarle a él y darle un cabezado de la leche en su cogote.
Sí, su naríz sangró bastante. Lo sentía en su garganta. Giró con el cuerpo del guardia para que le sirviese de parapeto de protección. Que aún había otro guardia que se encargaba del chino.
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Desde que se llevasen a Juliet, nos habian dejado metidos en ese espacio con unos palos de madera y un par de soldados de guardia, que parecian no tener mejor cosa que hacer (a parte de recibir a los pertinentes relevos) que ver como "entrenabamos" o mas bien, acababamos peleandonos porque al final parecia mejor idea darle con el palo en las costillas al chaval chulito este que recibir mas descargas electricas. Por lo menos en poner en practica la dinamica de las artes marciales de nuevo, despejaba un poco mi mente. El chaval tenía actitud y mucha mala hostia, que suplían algo su falta de técnica... aunque tambien me dio la impresion de que aprendia muy rapido.
Pero fue una jornada interminable sin apenas descansos, y agua ni de coña tampoco. Por fin decidieron que ya habia habido suficiente espectaculo y nos sacaron de alli. Cuando ibamos camino por los pasillos rumbo a nuestras celdas, ocurrio algo raro, comenzaron a sonar las alarmas. Yo tambien me detuve, mirando a Reed. Le pasé por alto lo de fumanchú porque entendí lo que pretendía, lo mismo habia pasado por mi cabeza. El chico pensó bien porque en cuanto hizo aquello, el guardia que me vigilaba mi se giró para dispararle, pero le atizó de lleno al compañero.... llevarian chalecos antibalas? No me dio tiempo a pensarlo mucho. Yo me habia agachado para no meterme en medio del intercambio de fuego, pero aquello solo serviría al primer instante. Aproveché el momento para atacar yo al que quedaba libre. Como me habia qudado detrás, pude saltar encima del soldado, sobre sus hombros (sí, a coscoletas xD) entrecruzando mis piernas delante de su garganta y apretando con fuerza. Luego, aunque tenia las manos esposadas, mis brazos tenian la suficiente movilidad como para hacerle una llave a su cabeza, la cual giré de modo repentino y brusco. Me pareció oir un crack pero con el sonido de las alarmas quizá fue mas una sensacion que otra cosa. El caso es que el soldado se desplomó, y yo con él, pero me pude incorporar rapido, mirando al cuerpo que habia dejado tendido en el suelo. Él si que no se movia. De verdad habia recurrido aquello? Me di cuenta de golpe. Por qué no me lo habia pensado antes? Demasiado tarde. Quiza era absurdo pero de pronto me sentí muy, muy culpable, y agobiado.
Alcé la mirada hacia Reed. El soldado restante estaba herido, o al menos muy contusionado por el disparo, no le deberia costar demasiado terminar con ese obstáculo....
Pero fue una jornada interminable sin apenas descansos, y agua ni de coña tampoco. Por fin decidieron que ya habia habido suficiente espectaculo y nos sacaron de alli. Cuando ibamos camino por los pasillos rumbo a nuestras celdas, ocurrio algo raro, comenzaron a sonar las alarmas. Yo tambien me detuve, mirando a Reed. Le pasé por alto lo de fumanchú porque entendí lo que pretendía, lo mismo habia pasado por mi cabeza. El chico pensó bien porque en cuanto hizo aquello, el guardia que me vigilaba mi se giró para dispararle, pero le atizó de lleno al compañero.... llevarian chalecos antibalas? No me dio tiempo a pensarlo mucho. Yo me habia agachado para no meterme en medio del intercambio de fuego, pero aquello solo serviría al primer instante. Aproveché el momento para atacar yo al que quedaba libre. Como me habia qudado detrás, pude saltar encima del soldado, sobre sus hombros (sí, a coscoletas xD) entrecruzando mis piernas delante de su garganta y apretando con fuerza. Luego, aunque tenia las manos esposadas, mis brazos tenian la suficiente movilidad como para hacerle una llave a su cabeza, la cual giré de modo repentino y brusco. Me pareció oir un crack pero con el sonido de las alarmas quizá fue mas una sensacion que otra cosa. El caso es que el soldado se desplomó, y yo con él, pero me pude incorporar rapido, mirando al cuerpo que habia dejado tendido en el suelo. Él si que no se movia. De verdad habia recurrido aquello? Me di cuenta de golpe. Por qué no me lo habia pensado antes? Demasiado tarde. Quiza era absurdo pero de pronto me sentí muy, muy culpable, y agobiado.
Alcé la mirada hacia Reed. El soldado restante estaba herido, o al menos muy contusionado por el disparo, no le deberia costar demasiado terminar con ese obstáculo....
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Como era previsible el soldado ataca directamente y los disparos impactan sobre su compañero. De todas formas sigue vivo por lo que sigue tirando de los grilletes.
Observa al otro reo, que ahora mismo se encuentra sobre los hombros del guardia. Le resulta bastante impresionante ese manejo de las piernas y el pedazo de salto que acaba de dar. Algo había observado de sus habilidades en la arena pero no se esperaba una cosa así. Caen ambos al suelo, uno muerto mientras el otro se reincorpora.
Le observa, su cara de preocupación es notable. Es como si no se hubiese dado cuenta de lo que acaba de hacer.
Apretó sus dientes mientras la presión de las cadenas se hacía más fuerte. Sus brazos temblaban por la fuerza mientras oía los gorgoteos del guardia al intentar conseguir algo de aire y sobrevivir. Suena un crack, seguido de otros cuantos más pero no cesa hasta que siente que el guardia deja caer su peso. Listo. Lo suelta y cae al suelo.
Mira a Hua y después al par de cuerpos de la arena. Le mete una patada al que tiene más cerca y después alza la vista mirando a su alrededor.
"vale...seguimos jodidos"
Gruñe por lo bajo cuando localiza aquel estante de armas que habían visto con Juliet antes de comenzar el entrenamiento. Los sensores, rojos. Se agacha junto al cuerpo y comienza a rebuscar. Había visto los taser esos, lo recoge aunque en realidad desconoce que no funcionarán con él. Sigue rebuscando hasta dar con una tarjeta de acceso que guarda.
-Hay que moverse rápido.
Suelta mirando de nuevo a los sensores en rojo. ¿Tarjeta?¿otro tipo de sensor de seguridad?. Agarra al soldado muerto poniéndolo a su hombro y camina con rapidez hacia las armas. No sabe hasta donde van a conseguir llegar pero si lo intentan espera llevarse a bastantes por delante. Tira el cuerpo al suelo al llegar frente a la muestra de armas. Prueba con la tarjeta en diferentes lugares. Gruñe de nuevo.
Parece un escáner, pero es pequeño. Mira al cuerpo. No, la mano no es. Se agacha de nuevo agarrando del pelo al maldito guardia y muestra su ojo al escáner. Verde. Deja caer a peso el cuerpo y agarra la primera espada que encuentra, es robusta, quizás demasiado peso.
-¿Alguna idea de como salir de aquí Fumanchú?
Toma también un par de cuchillos que guarda por donde puede y al seguir mirando todas aquellas armas entrecierra los ojos. Esa katana, blanca, usada, tan... familiar. Deja a un lado la espada que había seleccionado al principio y coge la katana. Algo se cruza en su cabecilla, algo perturbador que le desconcierta.
-Si las sirenas siguen sonando alguien debe estar jodiéndoles bastante.
Mientras espera a ver si Hua decide armarse se agacha de nuevo junto al cuerpo. clava la katana en su cara, suena un crack y con sus dedos agarra el ojo arrancándolo.
Observa al otro reo, que ahora mismo se encuentra sobre los hombros del guardia. Le resulta bastante impresionante ese manejo de las piernas y el pedazo de salto que acaba de dar. Algo había observado de sus habilidades en la arena pero no se esperaba una cosa así. Caen ambos al suelo, uno muerto mientras el otro se reincorpora.
Le observa, su cara de preocupación es notable. Es como si no se hubiese dado cuenta de lo que acaba de hacer.
Apretó sus dientes mientras la presión de las cadenas se hacía más fuerte. Sus brazos temblaban por la fuerza mientras oía los gorgoteos del guardia al intentar conseguir algo de aire y sobrevivir. Suena un crack, seguido de otros cuantos más pero no cesa hasta que siente que el guardia deja caer su peso. Listo. Lo suelta y cae al suelo.
Mira a Hua y después al par de cuerpos de la arena. Le mete una patada al que tiene más cerca y después alza la vista mirando a su alrededor.
"vale...seguimos jodidos"
Gruñe por lo bajo cuando localiza aquel estante de armas que habían visto con Juliet antes de comenzar el entrenamiento. Los sensores, rojos. Se agacha junto al cuerpo y comienza a rebuscar. Había visto los taser esos, lo recoge aunque en realidad desconoce que no funcionarán con él. Sigue rebuscando hasta dar con una tarjeta de acceso que guarda.
-Hay que moverse rápido.
Suelta mirando de nuevo a los sensores en rojo. ¿Tarjeta?¿otro tipo de sensor de seguridad?. Agarra al soldado muerto poniéndolo a su hombro y camina con rapidez hacia las armas. No sabe hasta donde van a conseguir llegar pero si lo intentan espera llevarse a bastantes por delante. Tira el cuerpo al suelo al llegar frente a la muestra de armas. Prueba con la tarjeta en diferentes lugares. Gruñe de nuevo.
Parece un escáner, pero es pequeño. Mira al cuerpo. No, la mano no es. Se agacha de nuevo agarrando del pelo al maldito guardia y muestra su ojo al escáner. Verde. Deja caer a peso el cuerpo y agarra la primera espada que encuentra, es robusta, quizás demasiado peso.
-¿Alguna idea de como salir de aquí Fumanchú?
Toma también un par de cuchillos que guarda por donde puede y al seguir mirando todas aquellas armas entrecierra los ojos. Esa katana, blanca, usada, tan... familiar. Deja a un lado la espada que había seleccionado al principio y coge la katana. Algo se cruza en su cabecilla, algo perturbador que le desconcierta.
-Si las sirenas siguen sonando alguien debe estar jodiéndoles bastante.
Mientras espera a ver si Hua decide armarse se agacha de nuevo junto al cuerpo. clava la katana en su cara, suena un crack y con sus dedos agarra el ojo arrancándolo.
Observé desde el suelo como Reed terminaba con aquel guardia. Me pareció agónico. Tan lento... los ruidos de alguien muriendo por estrangulamiento eran horribles. Al menos lo otro habia sido rapido. Demasiado rapido....
Al final cuando hizo aquellos "cracks" cerré los ojos y aparté la mirada. A decir verdad, me hallaba un poco paralizado por las circunstancias... el soldado al que habia dejado en el suelo seguia exactamente ahi. Lo cierto era que tenia la certeza de haberlo matado. Y era la primera vez que me cargaba a alguien. No sabia si estaba asustado o cabreado porque me hubiesen obligado a tener que elegir hacer algo asi.
Me levanté del suelo por fin sujetandome a la pared y tratando de neutralizar unas subitas nauseas, preguntandome si aquella patada habia sido necesaria por parte de Reed al cadaver. Quiza para él no era su primera vez. Veo lo que hace, buscar algun tipo de tarjeta. Asiento despacio. Moverse rapido.
-Si...
Me acerco a él que no para de moverse y hacer cosas útiles, yo voy algo ausente. Quizá deberia hacerme con una espada como la suya.
- Deberiamos ir direccion hacia las celdas. Me acuerdo del camino...estaba consciente cuando me trajeron.
"solo es subir y subir"
Observé su cambio de corazonada respecto a la espada, y me agaché para recoger la que él habia dejado. La sopesé, no estaba del todo mal.
- Me quedo esta.
Ya lo de que le sacara el ojo y el ruido del craneo siendo perforado le dieron el broche final a mi estado de casi shock. Iba a decir algo, en plan: "si les estan jodiendo a ellos entonces son aliados nuestros" pero como que se me habia olvidado hablar momentaneamente. Negué con la cabeza, y me di la vuelta. Le hice un gesto con la cabeza a Reed para que me siguiera. Al pasar al lado del soldado al que habia abatido, me paré de nuevo. Con estas ropas de prisioneros... me agaché y le robé la guerrera, poniendomela por encima. Salvo por mi jeto de extranjero, quizá al primer vistazo lograse pasar desapercibido... luego segui caminando por los pasillos que guiaban a los pisos superiores, esperando a que Reed viniese conmigo.
Al final cuando hizo aquellos "cracks" cerré los ojos y aparté la mirada. A decir verdad, me hallaba un poco paralizado por las circunstancias... el soldado al que habia dejado en el suelo seguia exactamente ahi. Lo cierto era que tenia la certeza de haberlo matado. Y era la primera vez que me cargaba a alguien. No sabia si estaba asustado o cabreado porque me hubiesen obligado a tener que elegir hacer algo asi.
Me levanté del suelo por fin sujetandome a la pared y tratando de neutralizar unas subitas nauseas, preguntandome si aquella patada habia sido necesaria por parte de Reed al cadaver. Quiza para él no era su primera vez. Veo lo que hace, buscar algun tipo de tarjeta. Asiento despacio. Moverse rapido.
-Si...
Me acerco a él que no para de moverse y hacer cosas útiles, yo voy algo ausente. Quizá deberia hacerme con una espada como la suya.
- Deberiamos ir direccion hacia las celdas. Me acuerdo del camino...estaba consciente cuando me trajeron.
"solo es subir y subir"
Observé su cambio de corazonada respecto a la espada, y me agaché para recoger la que él habia dejado. La sopesé, no estaba del todo mal.
- Me quedo esta.
Ya lo de que le sacara el ojo y el ruido del craneo siendo perforado le dieron el broche final a mi estado de casi shock. Iba a decir algo, en plan: "si les estan jodiendo a ellos entonces son aliados nuestros" pero como que se me habia olvidado hablar momentaneamente. Negué con la cabeza, y me di la vuelta. Le hice un gesto con la cabeza a Reed para que me siguiera. Al pasar al lado del soldado al que habia abatido, me paré de nuevo. Con estas ropas de prisioneros... me agaché y le robé la guerrera, poniendomela por encima. Salvo por mi jeto de extranjero, quizá al primer vistazo lograse pasar desapercibido... luego segui caminando por los pasillos que guiaban a los pisos superiores, esperando a que Reed viniese conmigo.
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Hua parecía un tipo bastante lentorro, estaba como a otra cosa en vez de preparase para lo que venía. Asintió a lo de ir a las celdas.
-Podemos liberar al resto de capullos encarcelados, necesitamos más objetivos para los guardias.
Alzó la vista hacia el tipo cuando se decidió por la que yo había tirado. Una de sus cejas se enarcó. No tenía claro si el hombre necesitaba una aprobación por su parte a lo de quedarse con ese arma.
Miró el ojo, el tema ojos también le traía recuerdos extraños. Como con el parche de aquella muchacha. Mmm... aún tenía pendiente volver a tropezarse con aquella chica. Había sido divertido pero podría haberlo sido aún más. Volvió su atención a Ling mientras se incorporaba. Parecía contrariado por lo del ojo.
-No pretenderás cargar con un muerto todo el camino. Esto es una puta llave, nada más.
Soltó alzando el ojo en su mano ensangrentada ahora.
-Además, el tipo ya no lo necesita.
Siguió los pasos de Hua que por fin hizo algo medio inteligente con eso de robarle parte de la ropa al otro tipo. Aunque no creía que fuese a colar. En los pasillos la alarma sonaba más fuerte. Era molesto. Caminaba mientras limpiaba la katana con su ropa para guardarla en su funda y colgarla debidamente. Observó la roñosa cinta que estaba aferrada a su brazo, parecía una venda. Chascó la lengua y empezó a desenrollarla mientras se acercaron al ascensor.
-No tardarán en buscarnos...
Soltó observando de reojo una de las cámaras del pasillo mientras entraban en el ascensor.
Off: Sacalos en donde quieras chinorris
-Podemos liberar al resto de capullos encarcelados, necesitamos más objetivos para los guardias.
Alzó la vista hacia el tipo cuando se decidió por la que yo había tirado. Una de sus cejas se enarcó. No tenía claro si el hombre necesitaba una aprobación por su parte a lo de quedarse con ese arma.
Miró el ojo, el tema ojos también le traía recuerdos extraños. Como con el parche de aquella muchacha. Mmm... aún tenía pendiente volver a tropezarse con aquella chica. Había sido divertido pero podría haberlo sido aún más. Volvió su atención a Ling mientras se incorporaba. Parecía contrariado por lo del ojo.
-No pretenderás cargar con un muerto todo el camino. Esto es una puta llave, nada más.
Soltó alzando el ojo en su mano ensangrentada ahora.
-Además, el tipo ya no lo necesita.
Siguió los pasos de Hua que por fin hizo algo medio inteligente con eso de robarle parte de la ropa al otro tipo. Aunque no creía que fuese a colar. En los pasillos la alarma sonaba más fuerte. Era molesto. Caminaba mientras limpiaba la katana con su ropa para guardarla en su funda y colgarla debidamente. Observó la roñosa cinta que estaba aferrada a su brazo, parecía una venda. Chascó la lengua y empezó a desenrollarla mientras se acercaron al ascensor.
-No tardarán en buscarnos...
Soltó observando de reojo una de las cámaras del pasillo mientras entraban en el ascensor.
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