Coliseo de Ouroboros [Arena y gradas]

Comprendía bien su deseo de que aquello no volviera a ocurrir y Cath solo asintió. Por lo pronto, sabía que contaba con ella. Escuchó a Gio resumir de muy buena manera lo que le ocurría hasta que escuchó aquello de las parejas poliamorosas -¿En serio existen?- Gio sabía más de esas cosas que ella, como cuando se puso técnico para decirle que Wthyr le gustaba que lo ahogara, una cuestión que Wthyr había negado vehementemente. Supuso que Gio tenía algo más de vida sexual recorrida que ella, apartó la mirada hacia Ouroboros con las mejillas algo arreboladas cuando recuerdos entrelazados de los dos hombres con los que habia estado se mezclaron en su mente. Poliamorosos… Eso implicaba compartir la cama. Frunció el ceño porque no entendía muy bien como podía funcionar con una persona más. Con dos se estaba bien, muy bien.

Agitó la cabeza para volver a lo que estaba cuando Gio se incorporó para mirarla, Cath se giró un instante después cuando comenzó a hablarle y supo que había tocado una fibra. El daño que le habían hecho a Gio era exactamente lo que quería evitar -No… no lo haré - Negó con la cabeza, el control no era algo que le gustará mucho, pero los días anteriores había estado demasiado desesperada. -No lo haré - Repitió otra vez volviendo la vista al frente. Los rompería, a los dos, y de camino a hacerlo, lo haría con ella misma.

-Es leche de amapola. Me adormece un poco- Mencionó riéndose brevemente porque tenía razón, sus hijos la extrañarían. Y no había NADIE en ese planeta que pudiera amarlos y protegerlos como ella. Nadie la suplantaría como madre.

Alzó la botella para beber pero se quedó a medio camino al oír lo de Ávalon, la evaluó un instante antes de tomar un largo trago cerrando los ojos. Era un buen vino. Le dejó la botella a Gio y cuando la tiró diciendo eso, Cath sonrió levemente -Tienes que enseñarme italiano- Musitó antes de golpear su hombro con el propio. Poco después cada uno se fue por su lado acordando quedar para hablar del Sanguis.

Ese día había convocado al gran público al coliseo para que le viesen hacer las proezas de su magia defensiva y de protección en la isla. Repartió carteles voladores por el lugar anunciando que verían hacer maravillas, pero llegado el momento le chafaron el show con eso de evacuar Ouroboros. Aún así le dio igual, cogió a algunas de las mozas casaderas que se habían apuntado a sus citas y las llevó allí a las gradas para que le vieran. Ese día se vistió de añil y plata, con una capa que ondeaba al viento cuando se apareció en lo más alto de una de las estatuas que adornaban la parte alta del coliseo. Alzó la voz y ambos brazos, llamando a la veintena de mujeres que estaban allí para verle.

- ¡Bienvenidas seáis, hermosas damas! ¡hoy vais a ver algo que vuestros ojos jamás olvidarán! ¡Para que vuestros cerebros lo entiendan, hoy es el día en que protegeré Ouroboros de los infames Pendragon!

Se arremangó y alzó el báculo al cielo, haciendo que la piedra comenzase a brillar cada vez más. De ella comenzaron a salir finos hilos de plateado cristal, a la par que él comenzaba a recitar con voz potente mientras un torbellino mágico giraba a su alrededor.

- Magica antiqua nostra custodiat et custodiat Ouroboros ab omni malo. Insulam mundo absconditam. Quilibet Pendragon qui intrare temptat, aeternum permitte dolorem...- repitió una y otra vez mientras una cúpula de enormes dimensiones iba creándose poco a poco alrededor de la gran isla de Ouroboros, guardándola como un escudo y ocultándola a ojos de la gente de Ávalon. Además dibujó con un gesto de la mano unas grandes runas brillantes en el cielo, un sello de daño para los Pendragon en caso de que la ocultación no aguantase lo suficiente e intentasen entrar. Cuando concluyó estaba bastante cansado e incluso una gota de sudor le rodaba por la frente, pero tenía tan poca tolerancia a la transpiración que enseguida se la limpió con un pañuelo que guardaba en la túnica.

- ¡LA SALVACIÓN DE MERLÍN OS PROTEJA A TODAS! ¡PODÉIS IR EN PAZ! - dicho eso hizo una exagerada reverencia, desapareciendo de la escena para ir a desfallecer por ahí donde nadie lo viese.

Aparecieron en una de las torres del Coliseo y Savannah casi pega un grito al ver la altura en la que estaban. Ella era más de la tierra…de estar muy pegadita a la tierra. Se movió lentamente cogida de la mano de Gio hasta pegar la espalda a la pared de la torre y agarrarse bien de ahí. Se le escapó una risa floja…

Que acabó desapareciendo en cuanto los ecos empezaron. Savannah cerró los ojos y se apretó los oídos para ver si con eso lograba atenuar pero no… Soltó un gruñido mientras empezaba a agacharse para hacerse bola y tratar de escudarse de todos los murmullo -Están…- No tenía ni palabras, tampoco sabía si podría estar mucho tiempo así antes de que alguno decidiera hablar por ella.

Se concentró en sí misma, en mantener su voz y su esencia pero el árbol estaba en todos sitios… y todos esos sitios tenían un pedazo de alma que quería hablar, gritar, ser oída.


¿Cuánto ruidoooo? 17/20

El miembro 'Savannah' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

El miembro 'Khaled Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Probabilidad' :

Deje ir la mano de Savannah cuando se retiró tan asustadilla por...por qué? Las alturas? Miré hacia atras y la vi apocada a la pared de la torre. A Jarkko no se le veia tan afectado pero miraba alrededor con desconfianza.

Yo inspiré el aire de Ouroboros....sin saber que probablemente no duraria mucho. Parecía todo tranquilo o...o no?

Oi a la chica gruñir y volví a mirarla. Parecia que le gitaran al oido, pero alli...no habia...nadie?

- Son los espiritus? Ves! Por eso debo fabricar la caja atrapaespiritus de los ghostbuster! Tecnologia de vacío con magia extraida de hechizos y minerales con propiedades...ya se lo dije yo...cristal de cuarzo...obsidiana de troya...deberias tomar nota.... - le aseguré, viendo como el otro chico ponia los ojos en blanco y se acercaba a Savannah, aunque eso si, me di cuenta de que evitaba tocarla.

No parecía que pudiera ayudarla asi que...miré hacia las nubes....entrecerré la mirada, buscando...cualquier cosa rara. Mi visión se emborronó en cuestion de segundos y noté como si me bajara la tensión de golpe... señal inequívoca de que se habia pasado el tiempo de efecto de aquella sustancia que llevaba consumiendo desde hacia unos cuantos dias ya para poder funcionar como un mago normal. Ahora fui yo quien gruñó, frustrado, cuando la debilidad me golpeó de nuevo como un mazazo, en la cabeza y en el pecho. No solo la que dejaba la "bajona" que provocaba la sustancia si no aquella que me habia dejado en ese estado en un principio, la ligada a la propia isla.

"malditos parches...no podrían durar eternamente?"

- Veis...vosotros veis algo? - dije con la voz algo entrecortada, sentandome en el suelo porque sinceramente, si no lo hacía y me desmayaba, la hostia iba a ser linda.

_
exito ve algo
fallo no ve na de raices YET

Entre las voces hubo una que estaba mucho más clara de lo normal pero que ella no conocía, aunque él sí a ella -Jarkko…- Murmuró alargando la mano hacia él cuando vio a Giordano sentarse con cara de que alguien le había metido un golpe. Savannah empezó a negar con la cabeza.

-No…No…- Una punzada en la cabeza estaba hiriéndola y podía percibir que algo se aproximaba a la isla pero no sabía el qué hasta que la persona que le habló lo dijo -Huid- Murmuró mientras alzaba la vista hacia su novio con los iris intercalando entre blancos y amarillos -Huid- Savannah sabía que no debía tocar a Jarkko, no en las manos al menos, así que extendió los dedos hacia su pierna para luego tocar a Giordano.

Tenían que irse o se le iba a ir la cabeza -Viene- Sollozó tratando de sacar las palabras que sabía, en su mente, que tenía que decir -Vamos- Insistió apretando con fuerza a Jarkko antes de que éste los desapareciera.