Jardines Dioscórides

Sin duda alguna nuestro comienzo fue muy torpe pero viendo por todo lo que habíamos pasado sin duda alguna nos merecíamos esos momentos de felicidad que durarían mucho tiempo, o eso pensaba yo. Me reí con lo de Giordano y su escapismo pensando en aquella vez que me enfadó tanto cuando Lucio y yo nos tomamos un tiempo demasiado largo para pensar -Es una lástima, ahora que huye de nosotros no podrá pintarte desnudo como quería- ya le había contado eso a Lucio pero era divertido recordarlo y aún después de tanto tiempo no sabía a qué había venido aquello.

Asentí cuando el mayor tomó la decisión de dejar lo de Desmond para otro momento, no me sentaba demasiado bien recordarlo y así lo sintió Lucio pues me pasó una mano por el brazo y levanté la mirada para sonreír de una forma un tanto amarga, Por otra parte el tema de los Pendragon quedaba zanjado con mi derrota ante las buenas intenciones de mi prometido, chocó nuestras copas pero yo seguía sin estar muy convencido, con Giordano también me rendí y no contento con eso me pidió un baile -para el baile no te hace falta gastar tus comodines, acepto encantado- sonreí con aquel susurro y de verdad que me moría por besarlo ahí mismo pero me estaba controlando, aunque no escondiéramos nuestra relación también habíamos acordado ser prudentes -vaya, si lo llego a saber no te lo digo, tendré que buscar más cosas bonitas para el día de nuestra boda-

Me eché a reír con su protesta y miré a Aldaron que aún se encontraba con Anteia -Los Elfos son más longevos que nosotros, además, él lleva entrenando mucho tiempo, nada podemos hacer nosotros contra tal coloso, dueño y señor de las fiestas y las borracheras... de hecho nunca me he embriagado- ni siquiera bebí en la despedida de Sayid, no me gustaba el sabor del alcohol aunque yame había bebido una copa con la rabieta que me había pillado segundos atrás sintiendo un ligero mareo que ya se me estaba pasando. Negué con la cabeza a la propuesta de ir con Gio, de momento era mejor dejarlo estar -si huye dejaremos a la banda sin su mejor músico, esperemos hasta después del baile- Quería moverme un poco por el lugar, ir hasta dónde se encontraba Catherine donde ya había unos cuantos conocidos pero entonces llegó Sofía con aquel entusiasmo tan pegadizo para abrazarnos, asentí para coincidir con las primeras palabras de Lucio y después sonreí, no teníamos fecha pero seguramente la fijaríamos después de acabar con el problema de SAM.

Sofía siempre había sido muy cariñosa con todos, pero esta era la segunda vez que la notaba tan cercana a Lucio, no debería molestarme pero estaba un poquito celoso -Gracias por los halagos Sofía, tu estás impresionante, como siempre, Catherine me ha contado que la has ayudado a arreglarse para la boda, has hecho un gran trabajo! verla maquillada es casi tan raro como ver a un unicornio-

¡Esa es la actitud! ¡Pensar en bodas! Aún hay mucha soltería en el Consejo. ¡Hace falta amor, cariño! - Suspiró embelesada, mirando a Sean y luego a Lucio con todo el amor del mundo hasta que dijo ese "Tal vez nosotros..." y captó la miradilla que le envió a Sean, ¡y luego su risita y su carita asintiendo! Soltó un gritillo ahogado de emoción y el abrazo grupal volvió por un instante. Se podía morir de felicidad.- No, no, preferiría no hablar de mis candidatos, son tan poca cosa comparados con el amor verdadero.- No se refería a que no estuviera enamorada de más de uno de sus candidatos, sino que ninguno había llegado aún al punto de quitarle el aliento para olvidar al resto del mundo. Entrelazó una mano con la de Sean y otra a la de Lucio y se llevó ambas al corazón.- Elegir todos los días a una persona es lo que hace la vida especial. Me llena de gozo saber que las personas especiales en mi vida tienen con ellas gente que las ama de verdad.- Poco podía contener su sonrisa y quedarse quieta en su lugar porque acababa de confirmar algo que se había estado cociendo en su cabeza por muchísimo tiempo. Sus ojos se humedecieron en un instante y tuvo que liberar a Sean para usar de nuevo el pañuelo de Sayid. Tenía que evitar llorar de felicidad al comprobar el amor que ese par se tenía. Y aún quería ir a abrazar a Anteia. Menos mal que Sayid anunció que la siguiente ceremonia se llevaría a cabo en breves.

Tras la emoción inicial, aceptó los cumplidos girando rápidamente para sus amigos y después rió con el comentario de Sean. Él y Cath eran muy amigos, claro que se daba cuenta. Por eso estaba ahí, estrechando lazos con todos, que esperaba compartir más que solo una silla en una sala fría y complicada.- ¡No sabes lo impresionada que estaba cuando la vi esta mañana en mi puerta! ¡Y lo impresionada que estaba cuando la dejé! ¡Es bellísima sin todo eso pero le resalta su belleza de una manera extraordinaria! ¡Sus ojos se ven hermosos! La pobre seguro que está sufriendo, pero le traje zapatos bajos para después de que baile un par de canciones con Ian. No le digan nada.- Rio de nuevo por su travesurilla, pero estaba tan feliz que podría darle los zapatos ahí mismo y no le importaría en absoluto.

-Otra razón para darte mi número.- Respondí cuando dijo que me llevaría bien con su hermano y su primo. -Aunque, ya sabes, me pueden encontrar en el taller.- Me gustaba la idea de estar con gente de mi edad, aunque tampoco quería acostumbrarme mucho porque tal vez se trataba de magos.

Quizás sea un buen día para hablar con ellos, si. Fruncí el ceño cuando dijo que la princesa podría tomarme como alumno y los que estaban a cargo del taller ser mis mentores. -¿Cuál es la diferencia entre alumno y mentor?- Pregunté con curiosidad. Así que Giordano y Markus, y ella había colaborado… sólo me faltaba saber a qué se dedicaban.

En eso pensaba mientras tomaba un trago cuando el recién casado se acercó a nosotros. Miré a Belle, luego a Sayid, tomé otro trago y carraspee para preparar mi voz para lo siguiente que iba a hacer mientras buscaba el apellido del novio escrito por algún lado porque lo había leído en la invitación, pero no me lo acordaba.

-Buen señor Ibn Salah…- ¿Ibn es un segundo nombre o es parte del apellido? -Estoy pasando la velada más maravillosa junto a ésta deslumbrante damisela ergo, si me aparta de ella, me marchitaré cual rosa en septiembre, por lo que aquí y ahora proclamo por mí y mis progenitores que deseo acompañarlos para disfrutar también de su sublime compañía, sin embargo echo en falta una L en esa frase y una duda me asalta ¿Qué tengo en la mano y por qué no es té?- Dije resaltando mucho el acento inglés y mirando el vaso de ponche que sostenía en mi mano.

Solo faltaba que vaya de traje con sombrero de copa, bastón, binóculo, un frondoso bigote, que de fondo suene "La maja y el ruiseñor" y sería el estereotipo del gentleman inglés perfecto. Pero no era así, iba con las zapatillas, los jeans, la camiseta y la chaqueta que llevaba desde hace un año y era muy lampiño, pero ustedes imagínenselo.

Miré sorprendido a Belle cuando el árabe dijo que sabía sobre tecnología. Bueno, llevaba un teléfono y había más tecnología en su casa, tenía sentido, pero ¿Qué era exactamente lo que sabía sobre la tecnología? A mi nadie me ofreció el brazo pero por el camino agarré dos canapés.

Mientras comía uno me fijé que nos dirigíamos hacia la princesa y uno de los que Belle me había señalando antes, así que miré alrededor buscando al otro que había señalando al tiempo que seguía caminando al lado de la pelimorada y el recién casado.

-¿Paliza? ¡¿Paliza?!- Lo cierto es que Amaya podía darle una paliza y dejarlo llorando en el suelo. Más de una vez lo había hecho y lo reconocía, pero no pudo evitar tirar de un poquito de orgullo machista y le dio con el codo a Fred, riéndose por lo bajo -¿Te apetece un 2 contra 2? Estas mujeres están pidiendo guerra- Evidentemente, Fred se sintió incómodo y miró a la Descendiente con un gesto gracioso en el rostro. Vishous era mucho más espontáneo que él y Aurora le salvó el pellejo soltando que pronto iniciaría la segunda ceremonia y deberían ir a sus puestos.

Vishous volvió la vista a las dos mujeres -Te dejaré darme una paliza si me concedes un baile esta noche. Así puedo ver si todo tu cuerpo se mueve correctamente-  No se le pasó por alto el tema de las Montañas del Dragón y vio que Amaya también dirigió sus vistas allí con un gesto taciturno. Él se prometió no dejar que los asuntos políticos y de SAM intervinieran en ese día ni hicieran caras largas -Señoritas, por favor. Hablemos de temas más adecuados para una boda. Por ejemplo… Yo particularmente estoy feliz con las nuevas incorporaciones a la guardia y no puedo esperar a que cierta señorita se digne a aparecer a los entrenamientos y les dé un escarmiento del bueno para que respeten a la naturaleza y sus seres vivos- Expresó alzando las cejas un par de veces  hacia ambas.

Le extendió el brazo a Sarah -Es cierto lo que decía Aurora, la segunda ceremonia va a comenzar- Hizo una reverencia exagerada y absurda que le sacó una risa -¿Me permite escoltarla a su asiento, Srta. Sarah Darwin, oh, descendiente del mismísimo Darwin?- Inquirió. Aquella mujer le sacaba su vena humorística.

Le hizo gracia cómo Sarah repartió halagos aquí y allí. Mizuki se rió e hizo una reverencia antes de seguir con la cata de canapés. Ella también aprovechó para bajarse un par de copas mientras estaban allí escuchando todo lo que hablaba Vishous de un 2 a 2, Amaya sonrió de lado arqueando una ceja -Pon fecha y hora- Expresó, retándolo con la mirada y aquella sonrisa que él conocía muy bien. Una que le avisaba que le iba a clavar la cara contra una roca. Cuando miró a Fred, aquella mirada se suavizó y terminó riéndose cuando se fue.

-¿Ya estamos para la otra? Cuánta rapidez-  Expresó y miró a Sarah cuando dejó aquel silencio. Sus ojos también se fueron a la Montaña con un gesto algo crudo y hosco -Bien. He estado terminando de trabajar en las cadenas y los escorpiones. Pero no quiero que escuches más de mis planes porque no te van a gustar- La sinceridad entre ellas era completa. Tras eso Vishous hizo de las suyas y su propio esposo le tendió el brazo, Amaya le sonrió y se lo cogió para ir caminando tendiendo la mano a Mizuki -Habría que buscar a los chicos- Le indicó a su esposo mientras veía a Vishous inclinarse tanto, tosió y dijo “Lamebotas” antes de guiñarle un ojo a Sarah y salir de la carpa hacia donde estaban sus hijos para luego llevarlos a sus asientos.

-Seguramente- Le dijo a Kyllian con respecto a la Brigada, no eran muy madrugadora y la ceremonia sin duda había sido temprano. Cogió los canapés pre aprobados de Kyllian y se divirtio con las cara que hacia, al menos hasta que un camarero ofreció bebidas -Necesito… agua mejor. O un zumo. Estoy en estado- Le explicó al camarero que asintió suavemente y se retiró a buscarle algo de su preferencia. Pasó poco tiempo antes de que Catherine se acercara con Ian y Mérida pudo sentir que sus hombros se tensaban un poco. Los últimos encuentros con ella no habían sido...Agradables. Saludó a Ian con una sonrisa breve antes de mirar a Catherine con el mismo gesto, sorprendiéndose de que le preguntara aquello con ese tono tan...raro… -No.. bueno…- Se alzó la falda del vestido para mostrarle unos botines con algo de tacón pero sospechaba que no se refería  eso.

De la nada empezó a hacer mimica Kyllian y al verle los gestos, Mérida se rió como la cerdita que era porque sabía de qué estaban hablando. Era curioso. Volvió el camarero y Mérida le agradeció el agua con una sonrisa brillante antes de volver a mirarlos a todos -Noooo no noooooo- Dijo a Ian negando con la cabeza -Bueno nos hemos mudado juntos porque tenemos a la alubia pero no somos pareja- Le dio un codazo a Kyllian para que le diera la razón -¿verdad?...Somos amigos. Con derecho a mucho roce. Y tenemos un hijo en común… Pero eso.. Que no somos pareja- La verdad es que cada estaba siendo más difícil explicar y cuando Mérida cambió su mirada a Kyllian estuvo segura de que él fue consciente de su agobio.  -Sinceramente, bien. Vi a Lykaios y me aseguró que todos salieron sin problemas pero estuve hospitalizada, después tuvimos lío en el hospi por una cosa de Leila y después nos enfocamos en la mudanza...No los he visto este fin de semana. Pensaba verlos aquí pero…- Alzó los hombros, un poco descolocada y luego escuchó lo de Ian suspirando sonoramente y sintiendo que se le humedecía la vista -¡Malditas hormonas!- Dijo dándose aire pensando en lo que se iba a perder -Si bajas a pelear te vas a llevar algo mío. No sé. Un.. un…- Trató de pensar en algo -Te daría mi bate. Para sentirme parte al menos…Jo, odio quedarme- Murmuró medio llorica y apoyo la frente en el hombro de Kyllian, un gesto sólo para que abriera los brazos y la abrazara y consolara.

Tras eso llegó Juliet que se veía preciosa, Mérida salió de los brazos de Kyllian para saludar a ésta y a Chloe -Hola a las dos. Vosotras también- Halagó de vuelta notando que Juliet estaba más que cortada, se mordió brevemente el labio y la miró -¿Tienes frío? te puedo prestar la chaqueta de Kyllian - Esperaba que le comprendiera, un favor entre chicas por si quería cubrirse un poco. Cuando tocó el tema de los Pendragon, Mérida, la sin filtro señaló a Juliet -¿A ti que te dijeron cuando fuiste a verlos? Es que después os perdí la pista con todo eso de que habéis bajado a Londres  ¿Te dieron audiencia o algo?-

-No es de Descendientes, creo que es por la cultura de Sayid- Indicó, calmada. Lo siguiente la pilló por sorpresa y frunció levemente el ceño -Es porque nunca me he emborrachado. Sabes que no soy muy fanática del alcohol… ¿Hoy?... ¿Y cual es tu plan para emborracharme?- Le preguntó riéndose y permitiéndose inclinarse hacia él para acortar las distancias pero sin besarlo -Podríamos preguntar- Le dijo a Ian respecto a Anteia y Lyran, no quería abusar de ellos aunque sabía que lo recibirían con absoluta alegría.

-Oh- Vio que se conocían y sonrió de lado. Pues ya estaba. Tras ello, Catherine miró intensamente a Kyllian cuando lo vio escribir en la papeleta y sonrió, asintiendo con suavidad a eso de leerle la mente. Miró a Mérida cuando le mostró los botines y tiró de Ian un poco -Si ella puede, yo también- Le soltó, como mosqueada con Sofía por decirle que eran necesarios aquellos zapatos tan altos.  Arqueó una ceja ante la puesta en escena de Kyllian mientras bebía de su copa “¿Curro? ¿Por qué no aplicas a la Guardia de Ouroboros? Eres bueno en el enfrentamiento físico, tienes buena regeneración… Creo que puedo escribir en post de tu recomendación. En cuanto a la casa…”, se removió en su lugar, cambiando el peso de pierna con un sentimiento raro “Mi antiguo piso está libre. Es amplio, es un buen lugar. Si prometen cuidarlo con mimo, os lo puedo dar.  Es cuestión de hacer un par de papeles y, a fin de cuentas, tú eres familia”. Y ella tenía su propio sitio para crear recuerdos.

“¿Anteia? ¿Jaleó con Leila?”, Mérida empezó a hablar al mismo tiempo y escuchó otra vez lo del lío y tensó la mandíbula “Esa mujer no me gusta. ¿Qué le hizo a Anteia? ¿Qué le hizo?”, le repitió a Kyllian y su lengua corporal cambió drásticamente; sus rasgos se volvieron más fieros y su mirada más intensa. Se acabó la copa de un trago y cogió otra para beberla completa aunque no le gustara el sabor.  Tan pronto como Ian habló de la misión, Mérida se descompuso en lágrimas y culpó a las hormonas. Catherine se sorprendió e intercambió una mirada con Ian y con Kyllian hasta que entonces algo hizo click -Oh… Bueno. Estoy segura de que aquí no podrás bajar la guardia, Mérida. Nuestro enemigo está a la vuelta de la esquina- Dirigió su mirada violácea hasta las montañas del dragón.

Al ver a Chloe y una pelirroja que luego reconoció como la chica que participó en el torneo, saludó a ambas y respondió a la reverencia con elegancia, notando que Juliet estaba muy incómoda -Gracias- Dijo porque todo el mundo insistía en halagarla y la verdad es que se le estaba subiendo a la cabeza. O tal vez era la copa que se había tomado. La cosa es que se cogió más a Ian mirando hacia Sigrid y sonriendo -Es Sigrid ¿No? Sois amigos. Me lo comentó en la reunión que tuvimos con los ministros. Me comprometí a protegerla en su misión- Indicó Catherine, dignamente antes de volver la mirada hacia su esposo con una sonrisa fácil que fue borrándose ante las palabras de él y luego de Mérida. Catherine se quedó mirando a Ian un momento largo pero no estaba intercambiando mensajes con él, sino con la General Amaya, confirmando sus sospechas. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y miró a Ian fingiendo neutralidad.

“Juliet es dragona. Puede estar ya bajo su influencia. Tenemos que ir a por Aedan. Aparenta normalidad”

La mirada violácea de Catherine volvió hacia los ojos de Juliet con una lentitud amenazadora -Será interesante que hablemos más tarde, Juliet. Apuesto a que tienes mucho que contar- Indicó la pelinegra antes de girarse con Ian e ir hacia donde estaba Savannah, aunque la muchacha ya le había asegurado que el niño estaba bien y que todo estaba en orden. Necesitaba verlo.

“Después de la ceremonia se lo diré a Sayid”, le indicó a Ian cuando llegaron a ver a los niños. En efecto, todos estaban bien y Savannah les informó que pronto debían sentarse para la segunda ceremonia -¿Has estado entrenando con Sofía,no, Savannah?- Inquirió Cath y la muchacha asintió contenta -Mantente alerta- Advirtió, aquello no le sentó bien a la chamana que intercambió una mirada de duda con Ian antes de que fueran a sus lugares para sentarse.

Algunas veces Arleen se sentía que no era ella misma, como si se mirara de forma extracorpórea todo lo que le hacían. Ahora, en paños menores, en una silla observaba cómo la familia de Sayid la cubría de hena. Según había entendido aquello aquellos tatuajes temporales eran para la buena suerte y protección de los novios y bajo ninguna razón, Arleen pensaba saltársela. Supuestamente se tenía que hacer con más tiempo de anticipación pero como todo había sido tan precipitado ahora se apuraban en adornarla. Le gustaba saber más de los orígenes de Sayid así que cuando alguna de sus familiares hablaba ella intentaba absorber toda la información que pudiera, después hacía preguntas curiosas o sobre algo que no le había quedado del todo claro.

Tras eso, en lo que tardaron aproximadamente una hora, ayudaron a Arleen a vestirse. Aquel vestido era mucho más ligero que el anterior, si bien muy bien adornado, las telas eran ligeras y frescas. Lo que más le costó llevar fueron los aretes, ya que ella solía utilizar perlas mucho más ligeras o pequeños diamantes pero sabía que estaba comprometida a cumplirlo todo. Cuando estuvo lista y la abuela le dio su aprobación, Arleen esperó a su padre para que la acompañara.

Salió de la carpa nuevamente notando que el sol era más fuerte pero al ser invierno aún había una temperatura mucho más fresca y agradeció que sus  vestidos estuvieran bien abrigados. Caminó de nuevo acompañada de una música más acorde a la ceremonia oriental y se acercó hasta Sayid, mirando que de su lado se encontraban Amaya, Fred y V. El último le guiñó un ojo y ella sonrió. Sabía que los tres tendrían otro papel importante después de aquel pero les agradecía enormemente que se encontraran allí con ella en ese momento.  Del lado de Sayid se encontraba, por supuesto, su hermana y su abuela y, por último pero Arleen cada vez estaba más segura de que no era menos importante estaba la descendiente Sofía.

Fue entregada, entonces, hasta Sayid y ella cogió las manos de él con un poco más de seguridad y sonriendo con timidez. Alzó la mirada a quien sabía que era el primo de Sayid, Halim, sería el sheikh que los casaría. En cuanto la música cesó, la ceremonia comenzó y Halim recitó algunos textos sagrados antes de proceder al contrato de matrimonio, permitiendo a cada uno de los testigos de los novios dar su buena fe al contrato.

Vestido tradicional:

- Eso no pasará, descuida. Mis autómatas son individuales...no mentes colmena en red, con acceso a internet...no, en realidad la diferencia base los sitúa casi en extremos opuestos.  - seguí bebiendo vino, porque en algun momento alguien pasó con vino a mi lado y pude robar vino, mientras hablaba con Sigrid.  - Quiere liberar a otros? Interesante. Puede que sea el Jesucristo de los androides. De dónde nace ese propósito?

Miré a mi alrededor, los ministros, sí.... - Estaban invitados pero solo ha acudido su hijo. - señalé a Collins con un gesto de mi cabeza. Concordé con ella respecto a la educación de Sayid. - Tienes que tocarle mucho las narices para que sea grosero contigo. Y mira que lo torturaron en las dependencias de la alianza.... - dije mirando en direccion a Sayid, valorando aquello. Desvié la vista  a Sigrid, esperaba que mi interlocutora humana no se lo hubiese tomado por el otro lado.

Suspiré y me eché el pelo hacia atrás, lo había peinado en esa dirección antes de ir a la ceremonia, pero mientras tocaba, el pelo había vuelto a su posición natural.  - No sé...no se si Sayid o Arleen son de los que se enamoran rápido. Por imposición desde luego no.

"creo que intentan cumplir su papel"

- Salud. - agoté la copa y sonreí cuando confundió mis palabras. Le señalé con la mirada a Jack. - Westie es mi querido Jack Newton. Tiene esa cara de perro adorable gruñón serio....y barbas de westie.

Comprendí cuando se refirió a Ian, no conocía mucho al marido de Catherine, salvo de lo que habia visto de él en el Torneo. Comprendí tambien que la chica necesitaba un lugar nuevo donde quedarse por lo menos esta noche, ante la duda...
- La zona residencial...tiene muchas habitaciones libres. - finalmente, no entendí esos dos MUY AMIGO de Sigrid, a ver, yo me considerabamuy amigo de Arleen, pero que queria decir con muy y MUY?  - Pues muy muy amigo. Bueno quizá no tan muy MUY. - me quedé dudoso mirando a mi copa y me pasé la mano por la barbilla.

"ahora no lo sé!"

- Uh, calla, que se acerca. - le dije a Sigrid porque Sayid venía hacia nosotros, junto con Belle. En ese momento un pajarucho mensajero me dejó una carta en el hombro.

Me extrañó recibir correspondencia pero cuando vi que era de Gwen, no me extrañó tanto. La joven se comunicaba a menudo conmigo. La terminé de leer rapido...me pedía que le transmitiera felicitaciones a la pareja de parte de los Pendragon...o de parte de ella. En fin, qué importancia tenía? Una parte de mi no pudo evitar sentirse utilizado como herramienta diplomática y no me hizo gracia. Si Sayid y Arleen no habian querido invitarlos, era porque no querían que la palabra "Pendragon" rondase su "dia especial". Aunque Gwen había sido muy amable en sus palabras.

- Hay demasiado trabajo que hacer.... - terminé por decir, casi al aire. Ya no estaba solo James, Sam y los proyectos, estaba también el hecho de la reunión para expresar lo que me habia dicho Gwen.  Aunque pensé que para eso no iba a convocar una reunión, que mejor les mandaría un burofax por comunicador a todos los Descendientes.

-Bueno, vale. Pues me apuntaré tu ubicación. Mucho mejor que el número… que no podemos usar- Le guiñé un ojo con algo de complicidad. Cuando pille a Justin le hablaré de él. Tiene pinta de que se llevarán bien. Creo. -El mentor es el que enseña algo, una materia, una habilidad, por ejemplo, a un alumno. Como un profesor- Le explico a Collins amablemente mientras dejo el vaso (si no lo había dejado ya) en una de esas bandejas vacías que se van moviendo de un lado para otro.

Me sorprendió que llegara Sayid hasta nosotros, dos pringados que no pintaban ni pinchaban nada en la celebración. -A… ¿a mi yo? Quiero decir, ¿a mi? Oh... claro- Le miré a los ojos muy confundida cuando me hizo la reverencia y me ofreció el brazo, pues no esperaba, para nada, que alguien de la boda me dirigiera la palabra, y mucho menos el recién casado. -Ho..hola. Encantada. Yo soy Belle Simon. Bueno, sé un poquito. Lo justo para trastear con los ordenadores y piratear algún programa, nada de vital importancia…- Le respondí quitando importancia a lo de saber de tecnología con falsa modestia. Sabía algún truquito más, pero no era plan de fanfarronear delante de tal eminencia.

Echamos a andar y Collins quedó atrás, le miré con un poco de pena y le invité a que nos siguiera, si quería. Con aquello de la damisela se me volvieron a subir los colores. - ¡Collins! Muchas gracias por su gentileza. Es usted muy amable y espero que todo le vaya muy bien- Sonrío un poco incómoda, porque no sé si lo que le ha dicho Collins a Sayid puede sentarle mal o algo, y quería que sonara entre una disculpa y una explicación a lo que el joven acababa de soltar. -Es una celebración muy bonita, la gente está muy contenta y ustedes están radiantes. Gracias por su invitación- Llegamos al grupo del que quería presentarnos saludando a los presentes alzando la mano. A Gio ya le conocía, de modo que lo hice por su nombre directamente. Espero que me recordarse, de lo contrario, qué vergüenza. -Quería aprovechar para presentaros a Collins. Dice que se le da muy bien la tecnología y que anda buscando profesión- Presenté al chaval para que se uniera al grupo, con la coletilla de que estaba buscando oficio, esperando que pillen la indirecta.


La segunda parte de la ceremonia iba a comenzar y habría que buscar un nuevo asiento. Desconocía que hubiera segunda parte…

-Pa… li… za- Repetí con burla a las exclamaciones de V. Por supuesto que pensaba darle una somanta a palos. A ver qué se había creído. Sonreí divertida porque Amaya también se apuntaba a la somanta de palos que pensaba darle al teniente de la Guardia. -Esto se ha convertido en un duelo oficial- Y reí porque no podía aguantar ya esa falsa pose de chicos duros, y en especial por el doble sentido de “pedir guerra”.
-Mi cuerpo se mueve grácil como una palomilla. Y pienso darte una paliza, por muchos bailes que te conceda. Apúntame uno con el mismísmo teniente de la Guardia de Ouroboros- Seguí con la mirada a V cuando le comenta a Amaya que debía revisar a los nuevos reclutas, y me pregunté cuántos nuevos reclutas habrá en la guarda. Quizás con el tema de los Pendragon se hayan unido alguno más a las filas. -¿Escorpiones y cadenas? ¿Habéis conseguido domesticar a los escorpiones gigantes del Teide? No sé si quiero saber cómo lo has conseguido en tu nuevo experimento…- En realidad me apiado del pobre soldado de la guardia que haya tenido que lidiar contra ellos. -Luego me lo contarás porque no me va a dejar de picar la curiosidad…-

Nuevamente nos llaman para que nos volvamos a sentar, por la boda parecía proseguir. No puedo evitar reírme a carcajadas cuando V me trata así. Me hace mucha gracia. Claro que cojo su fuerte brazo y me dejo guiar hasta mi sitio -La descendiente de Darwin aprueba que la escolten hasta su asiento- Y tras volver a recuperar mi asiento, junto a Kyle, espero a que la ceremonia vuelva a comenzar, pensando en cómo habrá hecho Amaya para domesticar a los escorpiones... si es que era eso a lo que se refería, claro.

Me sentí un poco confuso cuando Ian me saludó de aquella forma pero en cuanto dijo que ya nos conocíamos caí, porque de estar vestidos de gala a hechos un asco en una misión pues había un cacho, miré a Catherine para asentir y corroborar lo que él decía, no me equivocaba, el tío era un machote y no un mierdecilla como yo había pensado que sería el marido de un "soy descendiente y tengo un palo metido en el culo" le hice un cejeo sugerente a la morena pensando en burradas como "este huele a lobo pero seguro que la que aúlla es otra".

Eché un vistazo a Mérida y le pasé una mano por la espalda para acariciarla, a lo mejor no era muy buena idea traerla con lo malucha que había estado aunque yo no sabía que se sentía así por Catherine que le dijo algo de los tacones, no entendí nada así que las dejé hablar de sus cosas raras. empecé a explicar cosas del embarazo y todo aquello a la morena pero el tema volvió a salir por el lado equivocado, asentí apoyando la versión de Mérida respecto a nuestra relación que la verdad empezaba a ser complicada porque hacíamos cosas de pareja pero no eramos pareja... muy raro todo. Mi conversación con Catherine siguió y me hizo la sugerencia del ejercito, asentí a ello pues ya estaba dentro de mis posibilidades pero con enchufe todo funcionaba mejor, lo de la casa no me lo esperaba pero ni loco le decía que no a una casa gratis, se acabó compartir cocina y todo lo demás en modo comuna, tomé las manos de Catherine y las sacudí de arriba a abajo muy agradecido mientras asentía con la cabeza una y otra vez, hasta le habría dado un besote en los morros pero mejor no que su marido me daba de palos, aunque lo más probable es que ella me usara de alfombra.

En cuanto hablamos sobre Anteia la morena se dejó ver algo alterada, la verdad yo sabía poco, solo lo que ella nos contó ese día "wow! tranquila, creo que solo fue un susto, Leila no es... muy amable que digamos asíq ue creo que tuvieron un roce, pregúntale a ella, pero dejé una declaración en el hospital y me dijo que te llevara a declarar sobre aquella reunión que me enseñaste donde ella llevó a la niña y apuntó al imbécil de Éamon con un arma" moví la cabeza un poco buscando a la rubia por el lugar porque me había parecido verla así que se la señalé a Catherine para que supiera que ahí estaba. Mientras nosotros hablábamos en "privado" los otros seguían a lo suyo y de repente Mer se me puso a llorar, cuando apoyó su frente en mi la abracé intentando calmarla haciéndole gestos a los otros de que no se preocuparan.

Juliet apareció con la otra chica y le hice el paseito aquel para adularla pero no pareció gustarle y en cuanto la vi hacer todo el teatro aquel con Cath empecé a reírme con mi jadeo raro que ahora tenía por culpa del corte de plata, la pobre se moría de vergüenza pero a mi me pareció todo muy raro y forzado por parte de las dos, mi pelirroja (para identificarlas porque hay 3) le ofreció la chaqueta a la cuñada, de verdad, no entendía porqué se ponían ropa con la que no estaban cómodas. El tema pasó a los Pendragon y entonces caí en algo, Cath me había pedido que me colara e investigara y a mi se me fue totalmente del coco algo, ella estaba mirando a su marido pero yo a ella para que me hiciera casito así que no me quedó otra que escribir y pasarle la nota a Ian de estrangis "Juliet es una amiga,también es la novia de mi amigo Reiv y me dijo que la había notado rara durante la fiesta esa del parlamento, yo iba con ellos a la montaña pero llegó el aviso de londres y ya no fuimos, no seáis malos con ella"

Los tortolitos se marcharon y yo me quedé con las pelirrojas, las enganché como pude y sonreí para llevarlas a hacer algo, comer canapés, beber y hacer el canelo antes de la siguiente ceremonia para la cual busqué sitio para todos, Juliet no se me escaparía, ya que el broh no estaba yo cuidaría de ella.

Levanté una ceja en cuanto escuché aquel despliegue de palabras en el joven rubio ante mi, lo miré de arriba a abajo, no venía vestido para la ocasión, no me extrañaba considerando las condiciones en las cuales se encontraban en la isla pero con lo que había podido ver de su madre en aquella reunión ya un par de meses atrás, dudaba que realmente lo hubieran enviado en representación suya -Me parece que o intenta ser demasiado educado o intenta burlarse de mi, joven, pero lo pasaré por alto y diremos que solo es una mera acción atribuida a la adolescencia, ya le he dicho antes que puede acompañarnos- ahora me centraba en la señorita que me interesaba, sonreí de forma amable ya que parecía bastante nerviosa -Es un placer señorita Simon, pero no sea tan modesta conmigo, mi mujer me ha contado muchas cosas de usted- la llevé conmigo seguidos por el hijo de los ministros, ella era más educada, halagando y felicitando por la boda -el honor es todo mío señorita Simon, nada me hace más feliz que mis invitados acompañándonos en un día tan especial-

Al llegar con las personas que nos interesaban saludé a ambos de forma cortes, ya sabía que esos dos hacian buenas migas así que me alegraba de verlos juntos y que Sigrid hubiera tomado en cuenta mi consejo, me dirigí a ella directamente para acercarme con la excusa de darle un beso en la mejilla y susurrarle -¿que tal tu primera boda de magos?- le guiñé un ojo a modo de complicidad y entonces pasé a lo que me interesaba, Belle ya parecía conocer a Giordano así que todo sería mucho más simple -Sigrid, amiga mía, vengo a presentarte a alguien especial, ella es la señorita Simon, ha trabajado con nosotros y ayudado en la investigación de la pila cervical que utiliza la IA, estoy seguro que os llevaréis bien, al joven de los O'Connell no sé si ya lo conocéis.. ha... venido en representación de sus padres, yo debo marchar, pero os dejo en buena compañía- y así, tal y como me había ido me retiré, no sin antes hacer un gesto a Sigrid para que vigilara al crío.

Salí de la zona del cocktail no sin antes acercarme a uno de los guardias -Hazme un favor, comunícate con los que estén vigilando a los ministros, que les informen que su hijo ha llegado a la boda en representación suya, si veis que es cierto quiero que alguien le eche un ojo durante el tiempo que esté aquí, si el chico miente y sus padres no saben nada de esto os lo lleváis hasta donde estén sus padres- el guardia hizo un saludo militar y entonces marchó a cumplir la orden mientras yo iba hasta la zona dela carpa de la novia para esperarla fuera.

La tradición de cambiarse de vestido era muy tediosa para la novia, pero a la vez era algo bueno en mi cultura pues no solo servía para demostrar estatus, sino para hacerla la protagonista, ella tenía que destacar entre todos y ser la estrella en su día especial, en cuanto salió le hice una reverencia y tomé su mano para poder caminar juntos , me acerqué para decirle que había cumplido mi misión, Belle ya había sido presentada a Sigrid y esperaba que tuvieran mucho de que hablar.

La segunda ceremonia dio inicio con la música tradicional y los gritos que parecían de guerra cuando ambos entramos, todo era ruido y festejo pero al llegar con el primo Halim que para nada era el favorito de la abuela, todo se calmó, el silencio reinaba y él pudo empezar a recitar los votos en nuestra lengua  además de presentar los documentos, a nuestro lado estaban los testigos que también firmarían en aquel pergamino mágico que sellaba por segunda vez nuestra unión, la tinta negra se tornaba de color dorado con cada trazo y cuando todos concluimos Halim nos dio por casados volviendo la música los gritos, la alegría.

Una vez más nos retiramos junto a Vishous y Amaya, yo me quité el turbante y lo dejé en la tienda de la novia antes de que me echaran para hacerle ,el que yo pensaba, el último cambio de vestido.  En todos estaba radiante y cuando salió se lo hice saber, tomé su mano y nos dirigimos ala tienda pero esta vez, en la entrada, nos esperaba la guardia haciendo un pasillo de honor para nosotros, nos detuvimos y la general en persona dio las órdenes, primero firmes, después presentarían sus armas para finalmente hacer una especie de arco sobre nosotros, pasamos a través de este y al final nos estaba la pista de baile. Arleen llevaba una capa encima, la miré y acerqué mis manos para poder quitársela -Permiteme, querida- deslicé la tela despacio hasta que sus hombros quedaron al descubierto, la pequeña cicatriz de la batalla de una semana atrás quedó al descubierto y antes de que pudiera hacer nada, le lancé la capa a alguien, no estaba seguro si a su madre a su cuñada pero en cuanto me libré de ella la tomé por la cintura -Estás preciosa y eres perfecta tal y como estás- quería recordarle lo que ya le había dicho en el hospital , la cicatriz no la definía y para nada era una imperfección, por el contrario, contaban su historia y hablaba de su valor.

La música empezó a sonar y fue entonces cuando abrimos el baile, me deslicé con ella por la pista siguiendo el ritmo de la música, no se me daba nada mal y a ella tampoco, bailamos un par de minutos solos y como era tradición, el resto de descendientes se unirían a nosotros, después de eso lo harían los invitados que gustaran de ello.

Sonreí de lado ante su gesto cómplice, pero luego caí en lo que yo mismo había preguntado. Básicamente, lo que ella decía era que podría tener tres profesores, mientras que lo que yo había entendido era que la princesa podía ser mi mentora y los otros dos una especie de maestros distintos, como de otra categoría superior al de la princesa.

No sé por qué entendí eso, pero yo esperaba que me responda con la explicación de la diferencias entre las categorías, por eso cuando me dio una respuesta que no coincidió con lo que yo esperaba repasé lo que ella había dicho y lo que yo había preguntado entendiendo el teléfono descompuesto en mi mente.

Puse cara de "¿Yo?¿Burlarme?¡Para nada!" aunque se me escapó una risilla cual Patan por mi pequeña e inocente burlita a la forma tan protocolaria de hablar de Sayid. Yo sabía hablar cual inglés relamido, irlandés y estadounidense, debería tener un sobresaliente en "jergas".
Doth mother know you weareth her drapes?

Mírame <3:

Me seguí riendo solo mientras recordaba esa escena de aquella película tan vieja. Muchas casas debieron quedarse sin cortinas porque mucha gente iba con capas. Caminé a la par de Belle para llegar al grupo y saludar. A la princesa ya la conocía ¿Ese era Giordano? Hm... Entonces Belle y Sayid me presentaron y asentí confirmando lo que decían.

-Si, nos conocemos. Sigrid sabe sobre programación y habla con robots.- Le expliqué a Belle en pocas palabras ya que Sayid le había presentado Belle a Sigrid pero no Sigrid a Belle. -Por cierto, el robot ya está bien reparado, fue difícil o imposible encontrar algunas partes así que tuvimos que construir alguna que otra desde cero, pero ya está como nuevo.- Le conté a la princesa por si no sabía.

-¿Usted es uno de los gestores del taller?- Le pregunté a Giordano. -Hubo un pequeño incidente con una plaga, pero ya fumigaron.- Me dio un escalofrío al recordar a aquella criatura por mi cuerpo. Presenciamos la segunda ceremonia y el baile de los recién casados mientras comía más canapés y tomaba más ponche.

No disimulé la duda sarcástica en mi mirada al escuchar sus palabras asegurando que no pasaría.
-Ya...eso pensábamos nosotros, así que si yo fuese tú...vigilaría a esos autómatas muy de cerca.
Murmuré mientras llevaba la copa a mis labios encogiendo mis hombros como expresando un "tú verás, es tu mundo". Asentí sonriente y después reí abiertamente, acababa de imaginar a Jimmy ataviado con las ropas de Jesús, en chancletas y con el pelo de alguien más heavy que el viento.
-No sé...de él, ya te he dicho que ha creado su propia "personalidad" y va escribiéndola según le pasan cosas, es tremendamente impresionante.
Era verdad, no había rastro de ninguno de los ministros, con lo que les gustaban las fiestas en tierra firme con sus periodistas y fotógrafos. BAH, al carajo. Aunque por otro lado no me atraía la idea de que se mantuviesen apartados de los magos porque...en fin, ahí radicaba el problema¿no? en no entendernos y para entendernos había que pasar tiempo juntos. Yo estaba pasando tiempo con... bueno ahora con Giordano y con Sayid y...y ya, mierda... Hice una mueca rara por mi proceso mental que coincidió con Giordano hablando de torturas, casi ni le había escuchado y volví en mí cuando retomó la conversación sobre el enamoramiento repentino.
-¿Eh?ah.. el amor y eso, ya... no sé tío...se están casnado por imposición y el Re..Sayid-Volví a corregirme-Ha descartado buscar al amor de su vida,así que espero que sea ella.
"Porque vaya cagada si no lo es"
Seguí su gesto hasta dar con un señor mayor, al parecer ese era Westie y conforme lo describía como un perrete ladeé la cabeza encontrando el parecido de pronto. Asentí.
-Ya veo...¿Y ese Señor quiere casarte?No os entiendo una mierda... -A ver para qué se tenían que meter ya no solo los familiares de uno sino un tipo random con cara de perro también en casar o no casar a la peña.¿Ves?Por esas mierdas o algo parecido seguro que había empezado la guerra.
-Seh supongo que iré a una habitación de esas, aunque la gente dice que se rompen las camas y se oye mucho jaleo.
"no me queda otra"
Encogí nuevamente mis hombros y me fijé en él mientras se hacía la picha un lío sin comprender bien la relación esa que tenían.
-No es tan difícil...¿Te lo montas con ella o no?muy o MUY?-A todo esto lo dije agitando mis manos de un lado a otro de mi cuerpo como si solamente existiesen esas dos posibilidades en el mundo.-Porque si lo haces le digo a Sayid que se trinque gente si quiere ¿eh?
"Que de bueno y amable es un poco pringao"
Pero nada, ahí apareció el otro y de pronto me puse algo tensa carraspeando, como si así disimulase que hablábamos de ellos. Encima al inventor le llegó una carta y así tubo excusa para disimular mejor.
Mi ceño se frunció, no por enfado, me extrañé mucho cuando se acercó tanto el Rey Moro y me plantó un beso en la mejilla. Eso no lo había hecho nunca¿Por qué tenía que hacer eso ahora?¿eh?a ver, que alguien me explique por qué!.
"em...."
-¿Bien?
Contesté a su pregunta sonrientemente dudosa y pegué un trago cuando me guiñó el ojo.
-Quiero decir...muy bonita, seh...la comida está muy buena.
Pero nada no fui capaz de felicitarle porque aún dudaba de toda esa boda extraña y de todos esos gestos amorosos que habían tenido entre ellos. Sonreí aliviada mirando a la muchacha cuando nos presentó. Alcé la mano como ella.
-Encantada. Oh!tu debes ser Belle!Claro!-La señalé mirando a Giordano ahora-Ya no hace falta que me lo apunte en la mano.
La muchacha parecía simpática aunque por alguna razón venía acompañada del crío de los ministros. Fui a decirle algo al Rey Moro pero ya se estaba largando así que me salió mirarle malamente.
-Seh es Collins- Agité una mano como diciendo que él le conocía y alcé ambas cejas al escuchar esa no sutil petición de trabajo por parte del muchacho. Miré a Gio y luego al muchacho señalando al inventor-Él es el que hace trastos.
"Yo solo tecleo mierdas"
Giordano dijo que había mucho curro así que sin más lo asocié.-Oh Genial seguro que Collins te ayuda.
"Y deja de comentarme cosas creepys para la edad que tiene"
-Jimmy, su nombre es Jimmy-Aclaré cuando le llamó robot sin más como si eso fuese un insulto, no era un robot, un robot no podía tener esos procesos mentales-Gracias por repararlo, seguro que se siente más cómodo para ayudarnos.

Algo cambió en el ambiente y de pronto estaba atrapada en una segunda ceremonia. Arleen salió de algún lugar vestida muy...muy Reina Mora y empezaron a hacer sus cosas. Por mi parte seguí bebiendo, cambiando de copa cuando se terminaba la anterior, alzando de cuando en cuando una ceja.
Pegué un bote cuando empezaron a gritar y llevé la mano a mi pecho.
"Joder"
Tras eso se piraron del lugar y los invitados aprovechamos para zampar y beber un poco más hasta que volvieron y empezaron a bailar.
-¿Cuántas veces se van a casar?
Pregunté al aire dudando que ese baile fuese otra forma de casamiento extraño o algo parecido.

Intenté animar a Juliet cuando me confesó que estaba preocupada, aunque tampoco tenía ninguna buena noticia que darle por el momento. Por suerte pronto nos vimos rodeadas de más gente para poder distraerla, en medio de un cruce de halagos entre unas y otras al cual me uní. El rancio de mi hermano no me dijo nada, ni siquiera que iba guapa. Se centró más en meterse con todos, los antiguos ministros que estaban en la isla y también con los Pendragon. Iba a decirle que se relajase un poco por hoy dejase esos temas, pero Catherine se lo llevó antes hacia otro lado. Tampoco entendí el tono de Catherine con Juliet, que casi sonó a advertencia. Alcé las cejas sorprendida mientras se marchaban, encogiéndome de hombros para mirar a la chica. - No hagáis caso a mi hermano, creo que en este momento no nos conviene tener más frentes abiertos. El principal enemigo está en tierra. - No iba a preguntarle a Juliet por qué Catherine le había dicho eso, bastante agobiada se la veía ya. Di otro trago a mi copa, pensando en que podía dejarla ahí con Kyllian y Mérida, que parecían sus amigos.

- Voy a ir a saludar a más gente. Luego si quieres hablamos cuando nos veamos por el hospital, ¿vale? tal vez pueda hacer algo más para ayudar a Reiv. - ya había probado con Lyosha, aunque no sabía si había funcionado porque justo después de aquello me había tomado los días libres. Me despedí de Mérida, Juliet y Kyllian con una sonrisa, caminando después en dirección a Aldaron, Anteia y Lyran. Al parecer hablaban de matrimonios arreglados, por lo que pude escuchar al acercarme. - ¡Hola! llego en momento de cotilleos, parece. - les di un abrazo Lyran y a Anteia, no sin antes repetir por enésima vez en la noche lo guapos que iban. - ¿Azahar no ha venido? no la he visto por aquí todavía...

Ya ni me acordaba de la anécdota aquella sobre Giordano queriendo pintarme desnudo, pero al cuando Sean lo mencionó volvió a entrarme la misma vergüenza que la primera vez. - Quita, quita. Mejor que no se acuerde. Qué corte, yo no sería capaz de posar así ni aunque fuese por amor al arte. Es que ni sabría qué cara poner. - le cogí la mano para darle un pequeño beso en el dorso cuando me aceptó el baile incluso sin gastar comodines, haciendo un gesto como queriendo decir que daba igual lo de repetir esa frase en los votos. No me extrañó que afirmase que nunca se hubiese embriagado, en eso éramos tal para cual. - Si hasta dices embriagado en vez de emborrachado...te creo. - me reí un poco de lo fino que había sonado, acabando por reconocer que yo tampoco. - Muy poca cosa, nunca me ha gustado demasiado el alcohol. No creo que sea hoy el día en que nos emborrachemos ¿o sí? - la intriga quedaría ahí hasta después del baile, y hasta después de la charla con Gio. No era cuestión de acabar en decadencia antes de poder disfrutar de la boda.

La llegada de Sofía me dejó interesado por saber quiénes eran sus candidatos, que seguro que los tenía a decenas. Al parecer aún no había encontrado a alguien que le llenase por completo. Dioscórides interpretó a la perfección mi insinuación de boda con Sean, y además se lo tomó perfectamente, sin miradas acusadoras, ni gestos extraños. Realmente era una fanática del amor en cualquiera de sus formas. Sonreí amistosamente cuando ella cogió mi mano y la de Sean para entrelazarlas. Después de eso cogió un pañuelo, visiblemente emocionada. - Muchas gracias Sofía. Me alegra mucho tu reacción. Ojalá la de los demás sea igual. No queremos encontrar demasiados impedimentos para nuestra boda, porque sabemos que alguno que otro habrá. - dejé que ella y Sean hablasen de lo guapa que iba Catherine, de maquillajes y cosas así. Yo de eso no entendía mucho. Me parecía que todos y todas iban genial.

- Eh...¿segunda parte de la ceremonia? - pregunté con curiosidad al ver que iba a comenzar algo nuevo, aunque no tenía ni idea. Miré a Sean y a Sofía, como esperando que dijesen de qué iba o si teníamos que hacer algo. Nunca había visto una boda en dos partes.

- Yo tampoco, pero alguna vez me he emborrachado. - respondí a eso de que tampoco era fanático del alcohol, tratando de hacer memoria de alguna borrachera. La miré con una sonrisa ladeada cuando me preguntó qué pensaba hacer para emborracharla, dejándola con la intriga por aquello de que habíamos ido a socializar con más gente y no estaba bien desvelar mis planes delante de los demás.

En el grupo faltaban amigos míos, como Jarkko o Azahar, pero estaba el amigo de Catherine. A Chloe no le puse demasiada atención, y ella tampoco estaba muy participativa en la conversación. Eché una mirada de "yaa, claro" a Mérida cuando dio esas explicaciones de que no eran pareja pero hacían casi todo lo que hacen las parejas, como vivir juntos, pasar tiempo juntos y tener hijos en común. No quería meterme, pero eso tenía un nombre. - Ah sí, amigos. Así empezamos nosotros. Y nos casamos el día que ella dio a luz. - comenté como que no quiere la cosa, por si se inspiraban. Después asentí satisfecho a la información sobre la Brigada, por suerte estaban bien. Necesitábamos coordinarnos para preparar la siguiente misión. Le hice un gesto a Catherine para que se deshiciese de los tacones, que al parecer le dio envidia que Mer pudiese ir con botines y ella no.

El mensaje mental de Catherine sobre Juliet me puso alerta, y mucho más cuando me dijo que aparentase normalidad. La frasecita que le soltó antes de irnos fue muy de mafiosa, y empecé a pensar que tenía razón en cuanto eché un ojo a la nota que me había pasado Kyllian con disimulo. - Mira esto. Tal vez deberíamos irnos con Aedan. Pone que ya la notaron rara desde el día del parlamento. Esto no me gusta. No sé qué hacemos que no los echamos de la isla a patadas. Me importa una mierda que haya normas. - murmuré por lo bajo intentando no alertar a nadie, echando alguna que otra mirada a la dragona que ahora había quedado lejos de nosotros. Quise llevarme al crío en brazos, pero se volvió a quedar con Savannah hasta que pasase lo de la segunda ceremonia. Para ese momento ya estaba en tensión y me estaba costando centrarme en la fiesta. Los novios abrieron el baile, y yo tendí la mano a Catherine para invitarla también a bailar. El último había sido con ese idiota de los Pendragon, y eso no podía ser.

La tomé de la mano y puse otra en su cintura, comenzando así a movernos al ritmo lento de la pieza de vals que sonaba. Otra cosa que nos quedó pendiente en la boda. Quise morderme la lengua y no hablar más del tema, pero simplemente no pude. - Sé que se me va a acabar la paciencia en algún momento, aunque me pidieses que no hiciese nada. Bastante tenemos ya con la puta IA. Mira, los ponemos de carne de cañón y ya está. Es que me da lo mismo.

No pude contener una carcajada cuando le recordé a Lucio lo del cuadro desnudo, mucho menos cuando él hizo aquel comentario sobre no saber qué cara poner -no seas así, seguro que el cuadro quedaría genial sobre la chimenea! sería un buen regalo de bodas- dije bromeando un poco más con él y quedándome sin aire de tanto reírme. Nos pusimos un poco más tiernos con el baile y cuando besó mi mano sentí como se me coloreaban las mejillas, después de escondernos tanto tiempo hacer ese tipo de cosas en público se sentía irreal y de momento nadie nos había lanzado canapés.

volví a sonrojarme pero esta vez por como me había salido aquella palabra, no solía ser tan cortés como Sayid pero de vez en cuando se me escapaba alguna palabreja de esas -n..no te rías! me ha salido solo...- le di un toquecito en el hombro aparentando enfado pero al final me uní a él y sonreí -Me parece que Catherine tampoco lo ha hecho nunca, podríamos picarla un poco a ver si cae, quien sabe...- a lo mejor ese sería el gran día pero necesitaríamos un adulto responsable que nos llevara a casa.

Sofía llegó hablando tan entusiasmada como siempre de muchas cosas y le cambié el tema cuando se pegó tanto a Lucio a pesar de saber como era pero después me sentí mal por ser tan tonto, el medimago soltó aquella "indirecta" sobre nuestra boda y sin duda alguna nuestras miradas nos delataron pues ella enseguida nos felicitó y se notaba muy feliz por nosotros, era sincera y eso me quitaba un peso de encima y a su vez despejaba celos inútiles para abrir el camino a otra posible buena amistad, tomé la mano de Lucio cuando ella así los dispuso yo sonreí encantado -Lucio tiene razón, no sabes lo mucho que significa para nosotros... muchas gracias Sofía, creo que ahora me apetece aún más! espero que nos ayudes también con los preparativos, las flores y el lugar son impresionantes!-

Hablamos un poco más sobre temas menos serios y menos lacrimógenos para que a la pelirroja no se le estropeara su maquillaje, por mi parte quería saber todo el proceso por el cual pasó Catherine para después poder reírme de ella pero se anuncio que pronto empezaría la siguiente ceremonia así que Sofía tuvo que marcharse y nosotros tomar asiento, la siguiente ceremonia fue corta, por lo que pude ver habían decidido hacer las dos cosas, una boda por la tradición de la isla y otra por las raíces de Sayid, en cuanto acabó los gritos y el sonido de la música fueron ensordecedores hasta que los novios se retiraron, volvimos a tener un momento de lapsus pero esta vez los novios entraron con la guardia haciéndoles un pasillo y abriendo el baile.

la música empezó a sonar y nuestros compañeros descendientes se unieron a los novios poco después empezando por Ling y Rosse, me quedé un momento escuchando la música y después miré a Lucio, me había pedido un baile pero no había dicho cual... me mordí el labio inferior y entonces tiré de su brazo para llevarlo a la pista de baile, puse una de sus manos en mi cintura mientras con la otra pedía que me guiara por la pista -Vamos a gastar ese deseo de antes- de inmediato seguimos el flujo de los que bailaban, los novios eran el centro y entre los que no se animaban vi a Zaphira de lejos, la saludé con una sonrisa de oreja a oreja sin separarme de Lucio, lo estaba pasando demasiado bien, tanto que me daba miedo por si el karma me lo devolvía.

La conversacion sobre el androide estaba siendo muy interesante, ya era algo fuera de las manos de sus creadores, a decir verdad.
- Me pregunto cual sería el resultado de combinar el código de James con una fuente primigenia de magia....en su cuerpo. La tecnomagia funciona así pero nunca me habia topado con una tecnología tan fina como esta. No sé, estoy...empezando a pensar. - a pensar salvajemente, cosas problemáticas, a decir verdad, experimentos de resultados impredecibles.

Despeché al pajarillo de Gwen, ya le enviaría mi propio mensajero. Observé a Sigrid despues, me llamaba algo la atención.
- Sigues corrigiéndote cada vez que vas a hablar de Sayid. Por qué? - al volver a hablar de Jack, sonreí casi de modo afectuoso. - No exactamente, es que Jack Newton es el mayor de los miembros del Consejo, y a veces tiene dejes de abuelete, así muy tradicional él...quisiera vernos a todos casados y con nietos.

Me atraganté con el vino al oir que las camas de la zona residencial se rompian y hacian mucho ruido. - Por qué será? - aunque lo intuia perfectamente. Entendí por fin lo de muy MUY y la miré con las cejas alzadas y una sonrisa. Decirle a Sayid que se trincase gente, eh? - No es ese tipo de amistad. - ella había usado el presente para preguntarme, y aquello que ocurrió entre Arleen y yo, ocurrió en pasado. Vacío legal!

Pero me quedé mirando la copa de vino que estaba bebiendo, el sabor me retrotrajo a aquella noche. Fue una buena noche, sin duda. Sonreí un poco para mi mismo, asintiendo, aprobando, y acabando el vino. A este paso estaría borracho mucho antes de concluir la boda, sobre todo porque no estaba comiendo nada.

- Hola Belle. - saludé a la chica, y miré a Collins. Sí, lo había visto rondando por el taller I+D. - Ya...O'Connell. - darle trabajo al hijo de los ministros en nuestro taller de ciencia y desarrollo me resultaba, no se por qué, algo que debía pensar con mas detenimiento.

"puedo ponerlo a trabajar en las fraguas, mwehehehe"

Mire sus escasos hombros y bíceps (que en realidad para su edad no estaban nada mal). Meh. Pero la metalurgia era una parte muy bonita también. - Plaga? A qué te refieres?

Me quedé mirando el beso en la mejilla a Sigrid, me llamaba mas la atencion la cara de wtf de la muchacha que otra cosa. Tras eso, dio comienzo la segunda parte de la ceremonia, la cual observé con atención. Arleen estaba muy guapa también con aquel vestido, pero en mi opinión no empataba con su look de trabajo y su cuidado descuidado moño.

Tras todo aquello, inauguraron el baile y ahora tocaba que el resto de los Descendientes nos unieramos. Me quedé mirando a mi alrededor, por supuesto que no había pensado en ello y no había traido pareja. Una parte de mi muy grande estaba desando acabar con el protocolo de la ceremonia para poder volver a mi taller. Ling y Rosse, Catherine e Ian no tardaron en unirse, y después Lucio y Sean. Me volvió a entrar aquella especie de mini ataquito en el pecho y me fulminé otra copa de vino sin quitarles ojo de encima a ellos dos. Despues, miré a Belle y a Sigrid. Por edad,pareció mas adecuado que se lo pidiera a Sigrid.
- Puedo hacer dos cosas. Largarme de aquí o bailar en el baile de apertura. Es pronto para largarse. Sigrid. Quieres acompañarme en el baile inicial? Tengo entendido que no lo hago del todo mal, aunque no he tomado clases de baile en mi vida.