Recuerdo del primer mensaje :
Lyosha Svensson
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-Hay un límite…De lo que un alma puede soportar- Se pregunta si…Si sucedía de nuevo, qué parte de ella sería la que se recuperaría…¿Qué parte sería la que dijera que sí? Tensó los labios y terminó el vaso de vodka para servirse el siguiente. Lo cierto es que estaba sintiendo una leve distorsión de la visión pero lo apaño a su alta forzosa. Escuchó el argumento de Sirius sobre lo del frenesí -¿Y quién eres tú?- Inquirió alzando las cejas -Es decir…Si no te pertenecen, a quién lo hacen?-
Soltó un gruñido bajo que ocultó con otro trago de vodka -A muerte. Tú lo has dicho…Pero a mi hermano parece gustarle la política y a BELIALT…- Gritó el nombre con fuerza a través de todo el salón de té -Le parece malditamente gracioso traernos hasta este pedazo de tierra maldita llena de magos…- Seguía sin entenderlo y si Khaled conseguía refugio entre las piernas de la dragona estaba seguro de que la alianza permanecería y … ¿Qué debía hacer ella? Callarse porque…Por encima de todo, estaba su honor, su pleitesía y su compromiso con el líder de los Souls. Aunque quizás podría darle un golpe de estado… Sonrió ante la idea y luego dejó escapar una risita perversa. Los golpes de estado eran muy políticos…
-Hipótesis, teorías…Conspiraciones, paranoias…- Dijo, vagamente antes de mostrarle la espalda a Sirius. Las palabras le recorrieron con una oscuridad que se le clavó en lo profundo de las venas -Yo no tengo alas- Espetó, apretando las muelas con tanta fuerza que temió romperse alguna. Se bajó la camiseta con furia mientras la armadura volvía a su lugar. Tiró el vaso al piso con un manotazo antes de agarrar la botella y abrir la boca sólo para vaciarla poco más allá de la mitad. Una alada…Una alada. ¿Cómo se atrevía a encerrarla en un cuerpo así. Las preguntas de Sirius hicieron que le mirara mostrándole los dientes -¿La herejía te suena de algo? Maldita sea…¿Quién encierra el alma de una asesina en el cuerpo de ángel? ¿qué tipo de juego está jugando? Mierda… Quiero…quiero….- No encontraba la palabra solo movió la mano con fuerza como queriendo aplastar el cráneo de alguien y la imagen de Belialt vino a su mente en seguida -Es un maldito. Encontraré cómo acabar con ese pacto y lo enviaré al último círculo del infierno…¿ME ESTÁS OYENDO BELIALT? ¡TE CONDENO! ¡TE MALDIGO! ¡Y TE VOY A MATAR!-
Soltó un gruñido bajo que ocultó con otro trago de vodka -A muerte. Tú lo has dicho…Pero a mi hermano parece gustarle la política y a BELIALT…- Gritó el nombre con fuerza a través de todo el salón de té -Le parece malditamente gracioso traernos hasta este pedazo de tierra maldita llena de magos…- Seguía sin entenderlo y si Khaled conseguía refugio entre las piernas de la dragona estaba seguro de que la alianza permanecería y … ¿Qué debía hacer ella? Callarse porque…Por encima de todo, estaba su honor, su pleitesía y su compromiso con el líder de los Souls. Aunque quizás podría darle un golpe de estado… Sonrió ante la idea y luego dejó escapar una risita perversa. Los golpes de estado eran muy políticos…
-Hipótesis, teorías…Conspiraciones, paranoias…- Dijo, vagamente antes de mostrarle la espalda a Sirius. Las palabras le recorrieron con una oscuridad que se le clavó en lo profundo de las venas -Yo no tengo alas- Espetó, apretando las muelas con tanta fuerza que temió romperse alguna. Se bajó la camiseta con furia mientras la armadura volvía a su lugar. Tiró el vaso al piso con un manotazo antes de agarrar la botella y abrir la boca sólo para vaciarla poco más allá de la mitad. Una alada…Una alada. ¿Cómo se atrevía a encerrarla en un cuerpo así. Las preguntas de Sirius hicieron que le mirara mostrándole los dientes -¿La herejía te suena de algo? Maldita sea…¿Quién encierra el alma de una asesina en el cuerpo de ángel? ¿qué tipo de juego está jugando? Mierda… Quiero…quiero….- No encontraba la palabra solo movió la mano con fuerza como queriendo aplastar el cráneo de alguien y la imagen de Belialt vino a su mente en seguida -Es un maldito. Encontraré cómo acabar con ese pacto y lo enviaré al último círculo del infierno…¿ME ESTÁS OYENDO BELIALT? ¡TE CONDENO! ¡TE MALDIGO! ¡Y TE VOY A MATAR!-
La pregunta de Lyosha parecia mas retorica que otra cosa. O a lo mejor era yo, que queria leer demasiado entre lineas.
- Lo que queria decir es que no le pertenecen "mi antiguo yo". Claro que...es intentar mantener vivo lo que ya está muerto. - algo que me traia muchos quebraderos.
No me interesaba la politica en lo mas minimo, ero me quedé mirandola con los ojos mas abiertos, algo sorprendido, cuando de pronto gritó "BELIALT", asi de la nada.
- Ya. Que estamos de prestado...mi castillo era mejor, aunque tenia menos comida de la que tengo aqui... - tamborilee con los dedos sobre la mesa, eso era un pro. El contra era que tenia que comportarme para no liarsela a Reiv, que fue quien me trajo. - Me va a tocar hacer limpieza cuando vuelva. - a ella le cabreaba mas el asunto de los magos, a mi las cosas prácticas. - Teníais la base en un lugar llamado Gorgoroth. Está destruido?
Pero todo eso quedó un poco de lado cuando le dio un ataque de ira o algo asi. Me recosté en mi asiento observando y escuchando. Que tenia en contra de un alado? Me acabé mi vaso de whisky y golpeé la mesa con ambas manos, poniéndome en pie.
- Muy bien, te veo con energía.
"y me parece que como se quede aquí va a destrozar a algo o a alguien"
- Y yo estoy harto de este ambiente navideño. - agarré la botella de vodka que quedaba, me acerqué y se la puse en las manos. - Tengo una propuesta. Vamos abajo a terminar la botella. A jugar un poco, desatar algo de caos en el ordenado mundo... - mi propia sombra se extendió tras de mi en la pared que tenía atrás, moviendose con vida propia. Me movi, pero entonces dicha sombra se quedó quieta. Un paso hacia atrás y mi pie desapareció a traves de la pared sobre la que caia la sombra. Estiré una mano hacia Lyosha para que la cogiera, para cruzarla tenía que agarrarla. - Si quieres venir...
La mujer extendio su mano hacia la mia. Cerré mis dedos a su alrededor, sonriendo con cara de "buena eleccion", y retrocedí de espaldas, llevandome a Lyosha conmigo a traves de aquell asombra.
- Lo que queria decir es que no le pertenecen "mi antiguo yo". Claro que...es intentar mantener vivo lo que ya está muerto. - algo que me traia muchos quebraderos.
No me interesaba la politica en lo mas minimo, ero me quedé mirandola con los ojos mas abiertos, algo sorprendido, cuando de pronto gritó "BELIALT", asi de la nada.
- Ya. Que estamos de prestado...mi castillo era mejor, aunque tenia menos comida de la que tengo aqui... - tamborilee con los dedos sobre la mesa, eso era un pro. El contra era que tenia que comportarme para no liarsela a Reiv, que fue quien me trajo. - Me va a tocar hacer limpieza cuando vuelva. - a ella le cabreaba mas el asunto de los magos, a mi las cosas prácticas. - Teníais la base en un lugar llamado Gorgoroth. Está destruido?
Pero todo eso quedó un poco de lado cuando le dio un ataque de ira o algo asi. Me recosté en mi asiento observando y escuchando. Que tenia en contra de un alado? Me acabé mi vaso de whisky y golpeé la mesa con ambas manos, poniéndome en pie.
- Muy bien, te veo con energía.
"y me parece que como se quede aquí va a destrozar a algo o a alguien"
- Y yo estoy harto de este ambiente navideño. - agarré la botella de vodka que quedaba, me acerqué y se la puse en las manos. - Tengo una propuesta. Vamos abajo a terminar la botella. A jugar un poco, desatar algo de caos en el ordenado mundo... - mi propia sombra se extendió tras de mi en la pared que tenía atrás, moviendose con vida propia. Me movi, pero entonces dicha sombra se quedó quieta. Un paso hacia atrás y mi pie desapareció a traves de la pared sobre la que caia la sombra. Estiré una mano hacia Lyosha para que la cogiera, para cruzarla tenía que agarrarla. - Si quieres venir...
La mujer extendio su mano hacia la mia. Cerré mis dedos a su alrededor, sonriendo con cara de "buena eleccion", y retrocedí de espaldas, llevandome a Lyosha conmigo a traves de aquell asombra.
Arturo Lizarraga
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Luego de un rato de espera, un curioso pajarito se me acerca, descubro que es otro patronus al escuchar una voz que suena que no tiene mucho tiempo para nimiedades, por lo que me apresuro para ir a ese salón del té. Me teletransporto a la zona centro de la ciudad y empiezo a preguntar sobre el sitio, pues ni idea en donde se ubica, digamos que el té no es mi bebida favorita.
Voy recorriendo diversos sitios preguntando por el salón y revisando de reojo si veo a la dragona, paso por el mercado, hasta que me indican el nombre de un salón con una aparente buena reputación. Al entrar, veo que su estilo es de oriente medio, pero no me pierdo en la belleza del sitio, me pongo a revisar y no tardo en ver a Zaphira, a la cual alzo la mano para que se percate de mi—bueno, seré lo más breve posible—tomo una de las sillas y me siento para ponerme más cómodo—ayer en la cena de Navidad me enteré sobre SAM y sus capacidades, ahí me percaté de que es posible que esté en un problema y peor si es malinterpretado—situación que debo evitar—solo tú y el tipo de los Souls Reapers, su líder, saben sobre El Zumbido…Las Abejas—hago una seña de que “están” en mi interior—desde hace un tiempo considerable ellas no me han hablado, al principio creí que estaban haciendo reparaciones a esta cosa—le muestro una esfera steampunk—o viajando por el mundo y sus tiempos, pero lo que me contaron sobre SAM me hace pensar que han sido interferidas por esa IA, si esta condición mía no se presenta de la manera adecuada, la gente puede asumir que soy una especie de agente durmiente listo para atacar en el mejor momento y para solucionar eso, el encarcelamiento será la primera opción—algo que en realidad quiero evitar—el detalle aquí está en que no he hecho nada, ese ataque a la isla de hace poco, pudo haber sido un momento, pero henos aquí, yo tratando de evitar estar entre rejas—para este momento me relajo, puede que haya acelerado un poco—a lo que quiero llegar es…quiero participar en su próxima misión en contra del SAM de la superficie, para ello debo evitar cualquier malentendido de antemano—ahora debo dejar que procese lo que he dicho, y preparar las respuestas a sus dudas.
Voy recorriendo diversos sitios preguntando por el salón y revisando de reojo si veo a la dragona, paso por el mercado, hasta que me indican el nombre de un salón con una aparente buena reputación. Al entrar, veo que su estilo es de oriente medio, pero no me pierdo en la belleza del sitio, me pongo a revisar y no tardo en ver a Zaphira, a la cual alzo la mano para que se percate de mi—bueno, seré lo más breve posible—tomo una de las sillas y me siento para ponerme más cómodo—ayer en la cena de Navidad me enteré sobre SAM y sus capacidades, ahí me percaté de que es posible que esté en un problema y peor si es malinterpretado—situación que debo evitar—solo tú y el tipo de los Souls Reapers, su líder, saben sobre El Zumbido…Las Abejas—hago una seña de que “están” en mi interior—desde hace un tiempo considerable ellas no me han hablado, al principio creí que estaban haciendo reparaciones a esta cosa—le muestro una esfera steampunk—o viajando por el mundo y sus tiempos, pero lo que me contaron sobre SAM me hace pensar que han sido interferidas por esa IA, si esta condición mía no se presenta de la manera adecuada, la gente puede asumir que soy una especie de agente durmiente listo para atacar en el mejor momento y para solucionar eso, el encarcelamiento será la primera opción—algo que en realidad quiero evitar—el detalle aquí está en que no he hecho nada, ese ataque a la isla de hace poco, pudo haber sido un momento, pero henos aquí, yo tratando de evitar estar entre rejas—para este momento me relajo, puede que haya acelerado un poco—a lo que quiero llegar es…quiero participar en su próxima misión en contra del SAM de la superficie, para ello debo evitar cualquier malentendido de antemano—ahora debo dejar que procese lo que he dicho, y preparar las respuestas a sus dudas.
Zaphira Eire
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Llegué al salón del té agotada y algo dolorida, me negaba a pedirle ayuda a Maera y ella no es que estuviera muy por la labor de hacerme el favor. Tomé asiento y pedí una infusión para entrar en calor sin encontrarme bien y con algo de dolor de cabeza, solo quería irme a casa de Sean y descansar, el embarazo no me estaba sentando de maravilla como decían los anuncios de la tele, era una mierda.
Arturo tardó un rato en llegar y cuando levantó la mano le hice una señal para que se acercara -Mejor, me gustan más las cosas directas- tomé mi taza y empecé a dar sorbitos mientras escuchaba su historia. a medida que iba hablando fui tomando nota de los puntos importantes y cuando acabó había encontrado un par de inconvenientes que pasé a explicar -Verás, la isla ahora mismo está protegida por una jaula faraday, eso es lo que de momento te protege y puede que eso sea lo que te causa interferencia y tus abejas también pueden verse afectadas por eso, sin embargo la IA tiene acceso a todo lo tecnológico, eso quiere decir que si no te ha alcanzado es por eso, porque la isla cuenta con ese sistema de protección, ahora, eso nos deja con un problema...-
hice una pequeña pausa para poder terminar mi taza de manzanilla y después continué -si bajas tienes dos opciones, o te dejas conectar a la IA y te dejamos ahí abajo para que nosotros te matemos o te sacas las abejas para que la IA no pueda poseerte, a grandes rasgos eso es lo que yo podría hacer por ti, otra opción como dices es encerrarte pero aunque tu cuerpo no salga del calabozo, si la IA puede acceder a tu información eso nos juega en contra, así que me temo que si querías que lo tus abejas fuera un secreto ya no puede serlo para el resto de la isla, así nos ahorramos de malentendidos, también debes hablar con Giordano, él entiende más de esos chismes tecnológicos, ve al I+D y pregunta por él o algún tecnomago que pueda echarte un vistazo- le había dado las opciones, ahora era cosa suya decidir lo que más le convenía.
Arturo tardó un rato en llegar y cuando levantó la mano le hice una señal para que se acercara -Mejor, me gustan más las cosas directas- tomé mi taza y empecé a dar sorbitos mientras escuchaba su historia. a medida que iba hablando fui tomando nota de los puntos importantes y cuando acabó había encontrado un par de inconvenientes que pasé a explicar -Verás, la isla ahora mismo está protegida por una jaula faraday, eso es lo que de momento te protege y puede que eso sea lo que te causa interferencia y tus abejas también pueden verse afectadas por eso, sin embargo la IA tiene acceso a todo lo tecnológico, eso quiere decir que si no te ha alcanzado es por eso, porque la isla cuenta con ese sistema de protección, ahora, eso nos deja con un problema...-
hice una pequeña pausa para poder terminar mi taza de manzanilla y después continué -si bajas tienes dos opciones, o te dejas conectar a la IA y te dejamos ahí abajo para que nosotros te matemos o te sacas las abejas para que la IA no pueda poseerte, a grandes rasgos eso es lo que yo podría hacer por ti, otra opción como dices es encerrarte pero aunque tu cuerpo no salga del calabozo, si la IA puede acceder a tu información eso nos juega en contra, así que me temo que si querías que lo tus abejas fuera un secreto ya no puede serlo para el resto de la isla, así nos ahorramos de malentendidos, también debes hablar con Giordano, él entiende más de esos chismes tecnológicos, ve al I+D y pregunta por él o algún tecnomago que pueda echarte un vistazo- le había dado las opciones, ahora era cosa suya decidir lo que más le convenía.
Arturo Lizarraga
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Zaphira responde a mi intento de llamar la atención con la mano en alto. Una vez puestos en la historia, ella pone atención, sin interrupciones ni nada por el estilo, lo cual se agradece. Es un detalle suele pasar desapercibido.
Volviendo al asunto, cuando he terminado, procede a comentar puntos a tener en cuenta, uno de esos puntos es algo que pudiera explicar mi situación, así como a exponer mis opciones si decido bajar, y para mi suerte, alguien que pudiera darme una mano, puesto que está más familiarizado no solo con la tecnología, sino con la mezcla del elemento contrario.
Eso es una gran explicación pero, ¿y esta Jaula de Faraday ya estaba desde que he llegado a la isla?, eso pudiera implicar algunas cosas, aunque dudo que eso seria suficiente para impedirles atravesar esa barrera—tarde o temprano lo habrían hecho, pero si les sería una molestia considerable, ya han sido interferidas en ocasiones pasadas por lo que no es imposible—sí, también me contaron que SAM tiene un dominio sobre todo lo tecnológico, y como lo separaron, el trasto es poderoso e inteligente, más no invencible.
Bueno, suelo meterme en problemas y en peligro de las más diversas y extrañas maneras, pero no soy un suicida—aunque lo parezca en ocasiones—por lo que la primera opción queda descartada. La segunda opción no es posible, mi asociación con esta entidad colmena es diferente al de una posesión tradicional, fuera de esta situación ellas salen y entran a placer y capricho, fue por eso que no presté atención a su ausencia en un principio—si logro volver a conectarme con ellas, tendremos que hablar sobre este detalle para futuras referencias—tienes razón—asiento con pesar sobre el secreto—era algo que debía mantener oculto de ser posible, es parte del protocolo de mi sociedad secreta, y tendré que acceder, por eso acudí a ti—le señalo con la palma de la mano—para ayudarme a hacer esta revelación de tal manera que los demás no supongan lo peor—entonces me levanto—por lo pronto, iré con ese Giordano…¿acaso es otro de esos descendientes?, lo digo por su nombre, ¿o es apellido?, ¿su ancestro fue ese teólogo y astrónomo que fue acusado de brujería y diversas blasfemias contra las doctrinas católicas?—pero me detengo—lo siento, ya no le molestaré, preguntaré en la Guardia la ubicación de las instalaciones de investigación y esa persona, muchas gracias por la ayuda—hago una reverencia por lo mismo—de ser posible espero contar con usted sobre este asunto cuando deba hablar ante los demás.
Me dispongo a salir del local mientras aprecio un poco más del mismo, solo espero no tener problemas por no haber pedido nada en este encuentro—solo una cosa más—me paro en seco y volteo—¿Giordano es alguien que puede mantener secretos?, para este caso no será algo permanente, pero si se filtra antes de tiempo, he de suponer que los calabozos será un sitio donde voy a parar los próximos días.
Volviendo al asunto, cuando he terminado, procede a comentar puntos a tener en cuenta, uno de esos puntos es algo que pudiera explicar mi situación, así como a exponer mis opciones si decido bajar, y para mi suerte, alguien que pudiera darme una mano, puesto que está más familiarizado no solo con la tecnología, sino con la mezcla del elemento contrario.
Eso es una gran explicación pero, ¿y esta Jaula de Faraday ya estaba desde que he llegado a la isla?, eso pudiera implicar algunas cosas, aunque dudo que eso seria suficiente para impedirles atravesar esa barrera—tarde o temprano lo habrían hecho, pero si les sería una molestia considerable, ya han sido interferidas en ocasiones pasadas por lo que no es imposible—sí, también me contaron que SAM tiene un dominio sobre todo lo tecnológico, y como lo separaron, el trasto es poderoso e inteligente, más no invencible.
Bueno, suelo meterme en problemas y en peligro de las más diversas y extrañas maneras, pero no soy un suicida—aunque lo parezca en ocasiones—por lo que la primera opción queda descartada. La segunda opción no es posible, mi asociación con esta entidad colmena es diferente al de una posesión tradicional, fuera de esta situación ellas salen y entran a placer y capricho, fue por eso que no presté atención a su ausencia en un principio—si logro volver a conectarme con ellas, tendremos que hablar sobre este detalle para futuras referencias—tienes razón—asiento con pesar sobre el secreto—era algo que debía mantener oculto de ser posible, es parte del protocolo de mi sociedad secreta, y tendré que acceder, por eso acudí a ti—le señalo con la palma de la mano—para ayudarme a hacer esta revelación de tal manera que los demás no supongan lo peor—entonces me levanto—por lo pronto, iré con ese Giordano…¿acaso es otro de esos descendientes?, lo digo por su nombre, ¿o es apellido?, ¿su ancestro fue ese teólogo y astrónomo que fue acusado de brujería y diversas blasfemias contra las doctrinas católicas?—pero me detengo—lo siento, ya no le molestaré, preguntaré en la Guardia la ubicación de las instalaciones de investigación y esa persona, muchas gracias por la ayuda—hago una reverencia por lo mismo—de ser posible espero contar con usted sobre este asunto cuando deba hablar ante los demás.
Me dispongo a salir del local mientras aprecio un poco más del mismo, solo espero no tener problemas por no haber pedido nada en este encuentro—solo una cosa más—me paro en seco y volteo—¿Giordano es alguien que puede mantener secretos?, para este caso no será algo permanente, pero si se filtra antes de tiempo, he de suponer que los calabozos será un sitio donde voy a parar los próximos días.
Zaphira Eire
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-Sí- dije secamente cuando preguntó por la jaula, la isla llevaba un tiempo protegida por esa cosa que había hecho Giordano -Claro que no es suficiente, si lo fuera simplemente nos quedaríamos en la isla a salvo sin necesidad de ir a la batalla pero por eso nos estamos preparando, para librar la última batalla, si fallamos se acabó- en chico tenía razón en algo, SAM no era invencible, pero casi y nos tenía acorralados.
Tamborileé en la mesa y levanté una ceja cuando dijo que se metía en líos, otro indisciplinado que se creía que ser rebelde era la panacea, menuda estupidez. No le dije nada sobre eso y simplemente seguí escuchando sus dudas y preguntas. No le había gustado la idea de ser encerrado o asesinado, a nadie le gustaban pero en caso que Giordano fallara solo le quedaban esas opciones. -Giordano es el descendiente de Da Vinci, ten cuidado con él es bastante excéntrico, respecto a tu problema del espía escribiré un informe para los descendientes pero creo que si vas a la reunión, ya que planeas bajar, deberías exponérselo al resto de grupos-
El chico se levantó y yo hice lo mismo, tendría que volver andando a casa porque la loca de lyosha me había dejado las alas hechas un asco pero entonces me lanzó otra pregunta -Depende de si le interesa o no guardar el secreto- contesté a lo de Giordano y entonces me retiré para por fin ir a descansar.
Tamborileé en la mesa y levanté una ceja cuando dijo que se metía en líos, otro indisciplinado que se creía que ser rebelde era la panacea, menuda estupidez. No le dije nada sobre eso y simplemente seguí escuchando sus dudas y preguntas. No le había gustado la idea de ser encerrado o asesinado, a nadie le gustaban pero en caso que Giordano fallara solo le quedaban esas opciones. -Giordano es el descendiente de Da Vinci, ten cuidado con él es bastante excéntrico, respecto a tu problema del espía escribiré un informe para los descendientes pero creo que si vas a la reunión, ya que planeas bajar, deberías exponérselo al resto de grupos-
El chico se levantó y yo hice lo mismo, tendría que volver andando a casa porque la loca de lyosha me había dejado las alas hechas un asco pero entonces me lanzó otra pregunta -Depende de si le interesa o no guardar el secreto- contesté a lo de Giordano y entonces me retiré para por fin ir a descansar.
POSTEADO EN LA PLAZA
Arturo Lizarraga escribió:Las palabras de la dragona indican lo grave de la situación con respecto a esa IA. Un todo o nada—comprendo—asiento a lo que me acaba de decir. Por lo demás, parece que empieza a desarrollar una opinión propia y particular, pero no se pronuncia salvo esclarecerme el linaje de Giordano—vaya, un secreto por fin revelado—hay mucha especulación de su vida privada, incluyendo su sexualidad, siendo varios estudiosos que insinúan la homosexualidad como parte del famoso Renacentista—¿quién es cuerdo?—cuestiono jocosamente—todos somos excéntricos a nuestra manera. Ya preguntaré también por esa reunión, han de ser informados de este detalle—no sé hasta qué punto será útil será esta información para su incursión, pero como mínimo merecen saber de este asunto, incluso puede que uno sepa como ayudarme aparte de Giordano.
“Depende de si le interesa o no guardar el secreto” – cuanta confianza me da ese comentario, ¿a que si?, ¿a ustedes no?, igual a mí, pero tampoco es que tenga opciones más allá de ser ejecutado en la superficie.
Termino saliendo del salón de té y me dirijo a la Guardia para preguntar donde se ubica esas instalaciones de investigación donde debería estar Giordano Descendiente de Da Vinci. Resulta estar literalmente al otro lado de la isla, por lo que me embarqué tomando un croquis por si las moscas.
Acabado el 2041 empieza a contar el cronómetro para poder empezar con los objetivos del 2042, entre los cuales estaba aprender sanación, magia elemental, aparecerse y aprender a usar la espada. Todo eso sin dejar de lado el tema de las pociones con Aldaron, algo que ya venía trabajando desde el año anterior. Escribí una nota a Lucio para quedar y charlar y este me citó en el salón de té. Se me hizo raro, pues esperaba que lo hiciera en el hospital, al cual no había ido desde el tema de la biblioteca y la pequeña crisis existencial. Sumado al hecho de las vacaciones tan merecidas que por supuesto me tomé para despejarme un poco.
Ese día traté de parecer una persona muy formal. Fui a la tetería bastante antes de la cita. Me había vestido con un jersey de pico y una camisa. El abrigo andaba perchado en la entrada. Me había pedido una infusión de tila para rebajar los nervios, pero a pesar de ello, notaba cómo mi pierna tenía vida propia, moviéndose todo el rato. Me mordí el labio y busqué un reloj, ¿quedaba mucho? ¿se retrasaría? ¿Y si no venía? No pude evitar morderme la punta del dedo, por debajo de la uña, tratando de calmar la ansiedad. Eché un ojo a la puerta cuando hizo el tintineo de apertura, pero no era Lucio. Trató de focalizarse en la tila, aunque quizás debería haberse servido algo más fuerte…
Ese día traté de parecer una persona muy formal. Fui a la tetería bastante antes de la cita. Me había vestido con un jersey de pico y una camisa. El abrigo andaba perchado en la entrada. Me había pedido una infusión de tila para rebajar los nervios, pero a pesar de ello, notaba cómo mi pierna tenía vida propia, moviéndose todo el rato. Me mordí el labio y busqué un reloj, ¿quedaba mucho? ¿se retrasaría? ¿Y si no venía? No pude evitar morderme la punta del dedo, por debajo de la uña, tratando de calmar la ansiedad. Eché un ojo a la puerta cuando hizo el tintineo de apertura, pero no era Lucio. Trató de focalizarse en la tila, aunque quizás debería haberse servido algo más fuerte…
Tras el cónclave tampoco llegué a hablar con Sean, al parecer ninguno de los dos teníamos el ánimo suficiente para hablar de la tensión que había surgido entre nosotros. Al llegar a casa todo fue incomodidad y apenas nos dijimos nada. Yo aproveché para hacer más turno de lo habitual en el hospital, y el poco tiempo que pasaba en casa estábamos distantes. Odiaba estar así, pero necesitaba algo más de tiempo. Pensé que podría citarle para hablar después de atender al joven Justin, que me había dejado una nota para algún asunto. Por eso envié un mensaje a Sean usando el brazalete, quedando con él una hora después de la hora acordada con el aprendiz del hospital.
Acudí al lugar en el que había con Justin, pensando que el salón de té era un lugar apropiado para una charla más distendida. Además, bastante tiempo pasábamos ya en el trabajo. Entré en el local buscando al muchacho entre las mesas, dirigiéndome hacia él al encontrarlo ya sentado. - Buenas, Justin. Disculpa la tardanza, tenía mucho papeleo atrasado. - saludé amablemente antes de sentarme frente a él, pidiendo que me trajesen un té chai. - ¿Qué tal va tu tía? ¿todo bien por casa? - comencé con charla cordial, pues el chaval parecía algo nervioso. Supuse que sería algo relacionado con el trabajo, a lo mejor estaba estresado con el trabajo que habíamos tenido últimamente. - Para qué querías hablar conmigo exactamente?
Acudí al lugar en el que había con Justin, pensando que el salón de té era un lugar apropiado para una charla más distendida. Además, bastante tiempo pasábamos ya en el trabajo. Entré en el local buscando al muchacho entre las mesas, dirigiéndome hacia él al encontrarlo ya sentado. - Buenas, Justin. Disculpa la tardanza, tenía mucho papeleo atrasado. - saludé amablemente antes de sentarme frente a él, pidiendo que me trajesen un té chai. - ¿Qué tal va tu tía? ¿todo bien por casa? - comencé con charla cordial, pues el chaval parecía algo nervioso. Supuse que sería algo relacionado con el trabajo, a lo mejor estaba estresado con el trabajo que habíamos tenido últimamente. - Para qué querías hablar conmigo exactamente?
Como estaba poco pendiente de lo que ocurría a mi alrededor no me di cuenta de que Lucio había entrado. Estaba tratando de ordenar las ideas para no dejarme nada que fuera de interés… para mí, en este caso. Tampoco es que fuesen muchas cosas lo que quisiera decirle pero tampoco quería dejarme nada atrás. El problema de estar ensimismado es que cuando llegó me asuntó y salté en el asiento. Me levanté y le incliné levemente la cabeza, a fin de saludo. -Ho… Hola Lucio- ¿Debía haberle llamado señor? Oh, maldición. Se agobió un poquito. Pero… espera. ¿cómo se apellida? ¡DRAMA, DRAMA! Trataremos de evitarnos llamarle por su apellido., definitivamente, esa era la mejor idea. Sonrió levemente y se volvió a sentar, jugando con sus dedos -No pasa nada. Llevo aquí muy poco tiempo- Mentí. En realidad llevaba allí casi 45 minutos, y mi taza de tila a punto de acabarse era testigo mudo de ello. Pero tampoco era plato de buen gusto ir recriminando a la gente que llega tarde, y más si es una persona tan importante. Agradecido debería estar porque me atienda fuera de su horario laboral. -Bien. Aprovechamos para cenar juntos en Nochebuena. Y luego disfrtamos un poco con la nieve. Todos bien. ¿Y ustedes? Espero que hayan disfrutado de las vacaciones- Me mordí el labio cuando preguntó qué es lo que necesitaba. Había cogido la taza, por tener algo en la mano, pero luego la volví a dejar sin haber bebido siquiera. Cogí un poco de aire y empecé a hablar, sin centrar la mirada en él, sino mirando alrededor.
-Pues verá. He estado pensando mucho estas Navidades sobre qué debería hacer con mi vida porque ya debería ir pensando en buscar especializaciones y… bueno… Desde que pasó lo del hospital he estado dándole muchas vueltas al tema, sobre cómo podría ayudar de una forma más activa, además de hacer pociones, que me gusta mucho, pero …. Cuando llegaron tantos heridos y no supe qué hacer… he pensado que quizás podría aprender algo sobre medimagia. Creo que usted tiene una estudiante y no sé si aceptaría a alguien más, o incluso quizás esté demasiado liado para poder atender a un novato. Aunque todavía no tenga mucha formación…. Quisiera poder aprender- Arqueé levemente una ceja y, al acabar, sí que miré a Lucio a ver si me había entendido las intenciones de poder ser su alumno en aquella rama de la magia.
-Pues verá. He estado pensando mucho estas Navidades sobre qué debería hacer con mi vida porque ya debería ir pensando en buscar especializaciones y… bueno… Desde que pasó lo del hospital he estado dándole muchas vueltas al tema, sobre cómo podría ayudar de una forma más activa, además de hacer pociones, que me gusta mucho, pero …. Cuando llegaron tantos heridos y no supe qué hacer… he pensado que quizás podría aprender algo sobre medimagia. Creo que usted tiene una estudiante y no sé si aceptaría a alguien más, o incluso quizás esté demasiado liado para poder atender a un novato. Aunque todavía no tenga mucha formación…. Quisiera poder aprender- Arqueé levemente una ceja y, al acabar, sí que miré a Lucio a ver si me había entendido las intenciones de poder ser su alumno en aquella rama de la magia.
Agradecí al camarero la taza de té en cuanto me la trajo, calentándome las manos con ésta mientras escuchaba a Justin intentando explicarse a pesar de su timidez. Esperaba que no fuese porque le imponía hablar con un miembro del Consejo, así que traté de parecer lo más cercano posible. - Eso está bien. Hay que disfrutar de los pequeños momentos. - sonreí de modo algo triste porque mis fiestas no habían sido demasiado buenas entre unas cosas y otras. - Bueno...al menos he podido descansar, pero las ha habido mejores. En fin...cuéntame lo tuyo.- di un pequeño sorbo al té para, aunque volví a dejar la taza en la mesa porque aún estaba demasiado caliente. El muchacho seguía cortado con lo de contarme lo que quería, así que cuando se puso a ello asentí un par de veces para hacerle saber que escuchaba con atención.
- Por supuesto que sí, Justin. - esta vez mi sonrisa fue algo más alegre, tener nuevos alumnos siempre era motivo de satisfacción. Más gente que podría ayudar en el futuro, o incluso en el presente. -Tengo más de un estudiante. Hay varios en prácticas en el hospital, y también están las clases de la academia. Se pueden combinar ambas modalidades, pero donde más aprenderás es directamente en el hospital. La sanación mágica lleva su tiempo, pero estoy seguro de que con buena actitud lograrás desarrollar tus aptitudes en esa rama de conocimiento mágico. La formación es bastante completa, también aprenderás métodos de medicina sin magia, pues hay que saber de todo. Lo único que necesitas son muchas ganas, echarle tiempo y tener paciencia. Hay gente que se desanima al no ver resultados inmediatos, pero es cuestión de tiempo. También tienes que estar muy seguro de que te gusta lo que vas a elegir, porque puede ser duro a veces y requiere mucha vocación. ¿Te gusta ayudar a la gente, verdad?
- Por supuesto que sí, Justin. - esta vez mi sonrisa fue algo más alegre, tener nuevos alumnos siempre era motivo de satisfacción. Más gente que podría ayudar en el futuro, o incluso en el presente. -Tengo más de un estudiante. Hay varios en prácticas en el hospital, y también están las clases de la academia. Se pueden combinar ambas modalidades, pero donde más aprenderás es directamente en el hospital. La sanación mágica lleva su tiempo, pero estoy seguro de que con buena actitud lograrás desarrollar tus aptitudes en esa rama de conocimiento mágico. La formación es bastante completa, también aprenderás métodos de medicina sin magia, pues hay que saber de todo. Lo único que necesitas son muchas ganas, echarle tiempo y tener paciencia. Hay gente que se desanima al no ver resultados inmediatos, pero es cuestión de tiempo. También tienes que estar muy seguro de que te gusta lo que vas a elegir, porque puede ser duro a veces y requiere mucha vocación. ¿Te gusta ayudar a la gente, verdad?
Asentí y sonreí levemente a lo de disfrutar las fiestas. Sí, tenía razón y había que disfrutar de los pequeños detalles del día a día, que nunca se sabe cuándo o quién te los puede torcer. Un ejemplo, aunque estúpido, fue el día que pasaron en la nieve que iba tan bien hasta que llegaron a casa y Monica les recibió de aquella forma. Suspiré de forma pesada. Arqueé la ceja cuando me dijo que había tenido Navidades mejores, quizás la hubiera liado sin querer. Me mordí el labio por la incomodidad y añadí un breve lo siento. Quizás la hubiera liado por no tener cuidado al hablar. Eso me pasa por no haber prestado a los cuchicheos de Doris con Aldaron. Suspiré y dejé caer los hombros, para bajar la mirada y fijarme en su té y poder soltarle todo lo de ser estudiante y eso.
Alcé la vista para enfocarme en Lucio cuando me dijo que sí, sonriendo más abiertamente -¿En serio?- Me alegré por dentro y lo pude exteriorizar. Al fin una buena noticia entre tanta tragedia y dramatismo. Asentí a todo lo que me decía, con ánimo renovado. -Estoy abierto a cualquier forma de clase. Y ya me estoy preparando el horario para poder compaginarlo con todas las cosas que tengo que hacer- Le fui sincero cuando me explicó todas las formas de poder impartir las clases: no me importaba que fuera en forma de prácticas en el hospital o en clase de una forma más teórica, sabría adaptarme. Incluso si era sanación sin magia -Sí…. Sí- Me hizo dudar con aquello de que tenía que estar seguro de lo que iba a estudiar. Al principio dudé un poco, pero luego fui un poco más determinante. Al acabar le pude explicar un poco mejor, respondiendo así a su pregunta. -Sí. Mi padrino me dijo que en esta vida podía elegir pasarla como una planta o que podía hacer algo por los que me rodean. Y cuando pasó lo de la biblioteca no pude defender a nadie ni ayudar ni nada y no me gustó la sensación de sentirme como un estorbo. Por eso quiero aprender. Además, he decidido pedir clases al sr. Eire para que me enseñe magia de protección. Puede que no sea el más fuerte, pero al menos espero poder hacer las mejores barreras de todo Ouroboros- Bromeé al final, pero con bastante decisión. Luego una duda se me pasó la cabeza y esto se reflejño en mi cara, arqueando levemente una ceja y sobándome la barbilla. -Y entonces, ahora, ¿qué tengo que hacer?
Alcé la vista para enfocarme en Lucio cuando me dijo que sí, sonriendo más abiertamente -¿En serio?- Me alegré por dentro y lo pude exteriorizar. Al fin una buena noticia entre tanta tragedia y dramatismo. Asentí a todo lo que me decía, con ánimo renovado. -Estoy abierto a cualquier forma de clase. Y ya me estoy preparando el horario para poder compaginarlo con todas las cosas que tengo que hacer- Le fui sincero cuando me explicó todas las formas de poder impartir las clases: no me importaba que fuera en forma de prácticas en el hospital o en clase de una forma más teórica, sabría adaptarme. Incluso si era sanación sin magia -Sí…. Sí- Me hizo dudar con aquello de que tenía que estar seguro de lo que iba a estudiar. Al principio dudé un poco, pero luego fui un poco más determinante. Al acabar le pude explicar un poco mejor, respondiendo así a su pregunta. -Sí. Mi padrino me dijo que en esta vida podía elegir pasarla como una planta o que podía hacer algo por los que me rodean. Y cuando pasó lo de la biblioteca no pude defender a nadie ni ayudar ni nada y no me gustó la sensación de sentirme como un estorbo. Por eso quiero aprender. Además, he decidido pedir clases al sr. Eire para que me enseñe magia de protección. Puede que no sea el más fuerte, pero al menos espero poder hacer las mejores barreras de todo Ouroboros- Bromeé al final, pero con bastante decisión. Luego una duda se me pasó la cabeza y esto se reflejño en mi cara, arqueando levemente una ceja y sobándome la barbilla. -Y entonces, ahora, ¿qué tengo que hacer?
La ilusión en los ojos del muchacho fue evidente en cuanto dije que le aceptaba como aprendiz. Eso era buena señal, gente con muchas ganas de aprender siempre lo hacía mejor. - Claro que sí, será un placer para mí ser tu maestro en la disciplina de la sanación. - asentí conforme cuando dijo que se adaptada a cualquier tipo de clase, bebiendo un poco más de mi té antes de explicarle un poco cómo podíamos organizarnos. - Te recomendaré unos cuantos libros de la biblioteca para que vayas leyendo, con los principios básicos de la canalización de magia de sanación. - no todo el mundo tenía afinidad a ese tipo de magia, pero en la mayoría de los casos podía entrenarse. - También sobre pociones básicas, los principios de las que más usamos. Además de anatomía, enfermedades mágicas más habituales...- me detuve porque no quería agobiarle, aunque hubiese muchísimo por estudiar.
- Lo bueno es que eres muy joven. Otros empiezan a estudiar súper tarde. Vas a tener ventaja. No te estreses y poco a poco...puedes anotar en un papel las dudas que te surjan con las lecturas, y después me lo comentas en una tutoría. - pedí al camarero que me trajese una pluma para poder escribirle los libros al chaval en un papel, esperando a que me la trajese para empezar a anotar los títulos que debía sacar de la biblioteca. - Tu padrino está en lo cierto. Siempre tenemos elección para hacer algún tipo de diferencia positiva o negativa. O simplemente no hacer nada, que también sería negativo al fin y al cabo. - lo de la biblioteca parecía haber marcado al chico, y por lo que me habían contado debió ser muy duro, con tantos niños allí refugiados. Lo miré gratamente sorprendido cuando mencionó Sean, seguro que él también lo aceptaba como aprendiz. - Él es el mejor en magia de defensa y protección, aprenderás mucho si lo tienes como maestro. Creo que va a venir dentro de un rato... - o eso esperaba, todavía tenía que consultar si había recibido mensaje en el brazalete. - Puedes preguntarle directamente. - fui escribiendo los títulos de los libros conforme hablábamos, entregando la hoja a Justin al terminar. - Lecturas para los próximos días. Y también prácticas en el hospital. Unos días estarás conmigo, otros con Aldaron. También podrás colaborar con otros estudiantes y residentes, así irás viendo diferentes casos. Intuyo que en unas horas comenzarán a llegar los heridos de la misión, así que nos harán falta todas las ayudas posibles. Puedes venir como observador, si quieres...
- Lo bueno es que eres muy joven. Otros empiezan a estudiar súper tarde. Vas a tener ventaja. No te estreses y poco a poco...puedes anotar en un papel las dudas que te surjan con las lecturas, y después me lo comentas en una tutoría. - pedí al camarero que me trajese una pluma para poder escribirle los libros al chaval en un papel, esperando a que me la trajese para empezar a anotar los títulos que debía sacar de la biblioteca. - Tu padrino está en lo cierto. Siempre tenemos elección para hacer algún tipo de diferencia positiva o negativa. O simplemente no hacer nada, que también sería negativo al fin y al cabo. - lo de la biblioteca parecía haber marcado al chico, y por lo que me habían contado debió ser muy duro, con tantos niños allí refugiados. Lo miré gratamente sorprendido cuando mencionó Sean, seguro que él también lo aceptaba como aprendiz. - Él es el mejor en magia de defensa y protección, aprenderás mucho si lo tienes como maestro. Creo que va a venir dentro de un rato... - o eso esperaba, todavía tenía que consultar si había recibido mensaje en el brazalete. - Puedes preguntarle directamente. - fui escribiendo los títulos de los libros conforme hablábamos, entregando la hoja a Justin al terminar. - Lecturas para los próximos días. Y también prácticas en el hospital. Unos días estarás conmigo, otros con Aldaron. También podrás colaborar con otros estudiantes y residentes, así irás viendo diferentes casos. Intuyo que en unas horas comenzarán a llegar los heridos de la misión, así que nos harán falta todas las ayudas posibles. Puedes venir como observador, si quieres...
Que Lucio dijera que sería todo un placer me hacía cada vez más feliz, tanto que tuve que frenar las ganas locas de ponerme a dar saltos y aplausos por toda la tetería. Debía comportarme, como buen estudiante de Ouroboros que era. ¡Ay! ¡Qué ilu! ¡Qué ganas de predicarlo a los cuatro vientos, de decírselo a la tía Jo! ¡De decírselo a Johan cuando vuelva de la misión! ¡De decírselo a Nichollas! Así ya podría ver que no era imposible ser alumno de un Descendiente de forma legal. Con sus clases, sus horarios y sus todo. Asentí sobre los libros para aprender cosas con conceptos básicos sobre la sanación y pociones. De la segunda materia algo sabía, pero seguro que podría aprender más. Anatomía, enfermedades…. -Uff…- Se limitó a soplar con tanta materia. Suponía que la cosa era complicada pero no que fuera a ser desbordante… o no al principio -Vale… cuántas cosas- Le dijo un poco agobiado ante tanta materia. Lo mismo ya no tenía horas en el día para poder tantas cosas… Se mordió el dedo y observó a Lucio con cierta cara de preocupación, a pesar de que el medimago le decía que no se estresara y que podía ir poco a poco. Asentí levemente al recibir las instrucciones, recordándose a sí mismo la premisa de no agobiarse…. Mucho.
Observé en silencio al Descendiente hablando sobre lo que las elecciones positivas o negativas y sobre lo mucho que podría aprender con Sean si me aceptara como su alumno -Ah, pues si va a venir y no le importa… Querría preguntárselo ya, para poder organizarme con las lecturas y las clases antes de que quitemos los adornos de Navidad- Porque ya habían pasado las fechas más importantes, y hasta habían cambiado de año. Hoy deberían de celebrar Año Nuevo, que ojalá trajera cosas buenas, a diferencia del anterior que solo trajocoronavirus máquinas horribles. Asentí a aquello de los turnos -¿Podré estar con Chloe?- Y sin quererlo se me ruborizaron las mejillas, traicionándome -O con Josephine- Salté enseguida para que no se notase el interés inesperado por la pelirroja. Debería dejar de lado este enamoramiento tonto, al fin de cuentas, ella no me había hecho mucho caso. Y, según creo, debía haber bajado a la misión -¿También tendré que estar con Oscurus…- Pensé en voz alta sin muchas ganas, la verdad. Poco conocía al médico pero no me parecía muy agradable, arrugué la nariz recordando aquel momento con el guardia muerto en Urgencias y suspiré. Definitivamente, creo que ese señor y yo no nos llevaremos muy bien -Bueno, es que no sé si voy a ser de gran ayuda, quizás moleste más que otra cosa…- Le dije a Lucio arqueando levemente la ceja. -¿Puedo hacerle una pregunta?- Esperé un poco a que me diera paso -¿Nunca ha pensado en hacer otra cosa que no fuera medimagia? Quizás, no sé, veterinario… -
Observé en silencio al Descendiente hablando sobre lo que las elecciones positivas o negativas y sobre lo mucho que podría aprender con Sean si me aceptara como su alumno -Ah, pues si va a venir y no le importa… Querría preguntárselo ya, para poder organizarme con las lecturas y las clases antes de que quitemos los adornos de Navidad- Porque ya habían pasado las fechas más importantes, y hasta habían cambiado de año. Hoy deberían de celebrar Año Nuevo, que ojalá trajera cosas buenas, a diferencia del anterior que solo trajo
Caminamos un rato en la nieve , pero antes le puse su chaqueta, gorro y todo el pack al crío y nos detuvimos para jugar pero en cuanto Aedan se cansó lo subí al carrito para desaparecernos hasta la puerta del salón del té. Uno de los camareros se acercó y le dejé el carro tomando al pequeño en brazos, pregunté por Lucio y me señalaron la mesa en la que se encontraba, suspiré pesadamente porque no sabía lo que pasaría -Vamos a hablar con el tío Lucio... luego te doy un juguete del tío Giyo para que le des una sorpresa a él también- el pequeño empezó a reírse y le di un achuchón, era un gamberrete como su madre.
Caminé hasta el lugar que me habían indicado viendo que Lucio no se encontraba solo, me había dicho que hablaríamos de lo nuestro pero no esperaba visita -Hola, siento llegar tarde, estaba preparando la biblioteca y hablando con Catherine- retiré una de las sillas y puse a Aedan en mi regazo pidiendo un poco de chocolate caliente para él y un té para mi, miré al chico junto a Lucio mientras luchaba para quitarle la chaqueta a Aedan -Perdona que no me presente, pero este gamberrete da mucho trabajo, encantado, soy Sean- dije tendiéndole la mano para saludarlo y después eché un vistazo a Lucio -Cath tiene cosas que hacer así que Aedan se quedará en casa unos días, espero que no te importe-
Caminé hasta el lugar que me habían indicado viendo que Lucio no se encontraba solo, me había dicho que hablaríamos de lo nuestro pero no esperaba visita -Hola, siento llegar tarde, estaba preparando la biblioteca y hablando con Catherine- retiré una de las sillas y puse a Aedan en mi regazo pidiendo un poco de chocolate caliente para él y un té para mi, miré al chico junto a Lucio mientras luchaba para quitarle la chaqueta a Aedan -Perdona que no me presente, pero este gamberrete da mucho trabajo, encantado, soy Sean- dije tendiéndole la mano para saludarlo y después eché un vistazo a Lucio -Cath tiene cosas que hacer así que Aedan se quedará en casa unos días, espero que no te importe-
- Nada, poco a poco. Es normal agobiarse algo al principio, pero te acostumbrarás...- lo tranquilicé al ver que se estresaba, bebiendo después un par de sorbos más de mi té. Por el momento no le diría nada más, ya lo iría viendo él. Esperaba que no saliese huyendo después de ver los heridos de la misión de hoy. Miedo me daba...siempre volvían para el arrastre. - Seguro que no le importa. Debe de estar al llegar. - respondí sobre Sean, prácticamente seguro de que le gustaría tener un alumno más. Sonreí discretamente al notar su rubor al mencionar a Chloe, pensando en lo bonitas que eran ese tipo de cosas. Así iba más motivado a trabajar. Enseguida dijo Josephine, aunque se notaba que era para disimular. - Claro, rotarás con todo el personal. Podrás aprender algo de cada uno de ellos. Es lo mejor. - lo de Osucurus parecía hacerle menos gracia, por su fama bien merecida de ser un tanto borde. Daba igual, él era buen profesional y Justin podría aprender mucho de él. Asentí a lo de Oscurus, que se hiciese a la idea.
- Toda ayuda es poca, te lo aseguro. No estorbarás. - tomé mi taza entre las manos antes de dar otro sorbo, dando pie a que me hiciese la pregunta que quisiera. Ah, el tema vocacional...como si hubiese tenido elección. - Mi linaje ya me daba el camino marcado. Los Galenus tenemos dotes especiales en magia de sanación, así que desde niño ya sabía que sería medimago. Para mi es vocacional. No sé a qué otra cosa podría haberme dedicado. Cualquiera relacionada con ayudar, así que...sí, tal vez podría ser veterinario. - me encogí de hombros, Sarah hacia algo similar a veces con sus animalillos. Alcé la mirada al escuchar la voz de Sean, que sorprendentemente venía acompañado de un enano. Lo seguí con la mirada mientras tomaba asiento, dándome la impresión de que estaba de mejor humor. O tal vez fuese que aún tenía algo de confetti y purpurina en el pelo. Sonreí un poco al verlo con el niño en el regazo, negando después. - Tranquilo, no llegas tarde. Justo a tiempo...Justin quería hablar contigo. - miré al muchacho para que dijese algo, y después al hijo de Catherine. ¿Quedarnos días con él? eso ya era otro asunto.
- Eh...vale. Creo que podremos...- no las tenía todas conmigo, una cosa era entretenerlos un rato en consultas con una piruleta y otra tenerlos días. - Si su padre vuelve hoy, en teoría. Si no acaba muy herido creo que podrá quedarse con Aedan. ¿Qué pasa con Catherine?
- Toda ayuda es poca, te lo aseguro. No estorbarás. - tomé mi taza entre las manos antes de dar otro sorbo, dando pie a que me hiciese la pregunta que quisiera. Ah, el tema vocacional...como si hubiese tenido elección. - Mi linaje ya me daba el camino marcado. Los Galenus tenemos dotes especiales en magia de sanación, así que desde niño ya sabía que sería medimago. Para mi es vocacional. No sé a qué otra cosa podría haberme dedicado. Cualquiera relacionada con ayudar, así que...sí, tal vez podría ser veterinario. - me encogí de hombros, Sarah hacia algo similar a veces con sus animalillos. Alcé la mirada al escuchar la voz de Sean, que sorprendentemente venía acompañado de un enano. Lo seguí con la mirada mientras tomaba asiento, dándome la impresión de que estaba de mejor humor. O tal vez fuese que aún tenía algo de confetti y purpurina en el pelo. Sonreí un poco al verlo con el niño en el regazo, negando después. - Tranquilo, no llegas tarde. Justo a tiempo...Justin quería hablar contigo. - miré al muchacho para que dijese algo, y después al hijo de Catherine. ¿Quedarnos días con él? eso ya era otro asunto.
- Eh...vale. Creo que podremos...- no las tenía todas conmigo, una cosa era entretenerlos un rato en consultas con una piruleta y otra tenerlos días. - Si su padre vuelve hoy, en teoría. Si no acaba muy herido creo que podrá quedarse con Aedan. ¿Qué pasa con Catherine?
-Vale- Dije con un deje de inseguridad en la voz. Lucio decía que era normal agobiarse al principio, pero con tantas cosas es que ya no sabía ni por dónde podía empezar. ¿Leyendo? Pero, ¿cuál de todos los libros? ¿Haciendo pociones? ¿Canalizando magia …. Pero cómo? Ay Dios, si yo usaba la magia a veces simplemente por azar, ¿cómo iba a saber curar? Vale, sabía que tenía que estar tranquilo y confiar, pero me estaba poniendo un pelín nervioso. Noté que la respiración se aceleraba un poco, por lo que decidí tomar tila. Un buen trago de tila fría. Y me dio una arcada y no pude evitar la cara de ascazo y la náusea que te entra cuando tomas una infusión fría. Aparté la taza con la mano para quitarla de mi vista para siempre. Asintiendo levemente a que debía estar al caer. -Vale. Pues con su permiso, prefiero esperarle aquí para decírselo- Le respondí aún con las mejillas sonrosadas por la mención de la medimaga simpática, y con lo de mi tía. Lo del borde no me hacía mucha gracia y creo que se me escapó un leve gesto de fastidio -Estupendo- Y sabía que aquel servicio, cuando llegara, iba a ser muuuuuuuuy largo.
-Vale, pues puedo tratar de ir a hacer alguna cura o de llevar material- Eso sí, sabía de sobra que no se iba a meter en un quirófano con Anteia. Por encima de su cadáver. O del que estuviera en la mesa. Tragó saliva al recordar aquel momento con los guardias de Ouroboros sobre la camilla de urgencias, muerto. Y suspiró, teniendo que hacerse a la idea de que podrían encontrarse con cosas como esa, no todo iban a ser tiritas. Que, por cierto, Doris le había dado unas con muñequitos para cuando hiciera su primera cura en un niño. Escuchó atentamente a Lucio, casi con la boca abierta por la estupefacción. Le sorprendía que tuviera las cosas tan claras desde pequeño, él, de su niñez, solo recordaba cosas horribles y tener que estar escondido de un lado para otro, mucho menos algo sobre la vocación. Podría haber terminado haciendo cualquier cosa, hasta ser guerrero, como Johan.
En aquel momento llegó el descendiente Eire y le seguí con la mirada hasta que llegó hasta nuestra mesa, entonces me levanté y le saludé con una reverencia, tal y como me habían educado. -Encantado de poder saludarle. Yo… Mi… Soy Justin Granger- Entonces mi mirada rebotó a la de Lucio, que me daba paso para hablar. Oh, maldita sea, ¿tenía que pedirle esto sentado o de pie? Con Lucio era más fácil, a él le conocía del hospital, era mi jefe al fin y al cabo. -Yo… yo… ante los últimos acontecimientos ocurridos en la isla yo… quisiera pedirle que por favor, me acepte como su aprendiz para mejorar mi magia y poder ayudar a la gente de Ouroboros- Y volví a hacer una reverencia para acabar mirando el suelo, ¿por qué? Porque si decía que no, al menos no vería mi cara de niño llorón y podría disimularla un poco más. Mientras esperaba la respuesta, el resto de la conversación fluía a mi alrededor.
-Vale, pues puedo tratar de ir a hacer alguna cura o de llevar material- Eso sí, sabía de sobra que no se iba a meter en un quirófano con Anteia. Por encima de su cadáver. O del que estuviera en la mesa. Tragó saliva al recordar aquel momento con los guardias de Ouroboros sobre la camilla de urgencias, muerto. Y suspiró, teniendo que hacerse a la idea de que podrían encontrarse con cosas como esa, no todo iban a ser tiritas. Que, por cierto, Doris le había dado unas con muñequitos para cuando hiciera su primera cura en un niño. Escuchó atentamente a Lucio, casi con la boca abierta por la estupefacción. Le sorprendía que tuviera las cosas tan claras desde pequeño, él, de su niñez, solo recordaba cosas horribles y tener que estar escondido de un lado para otro, mucho menos algo sobre la vocación. Podría haber terminado haciendo cualquier cosa, hasta ser guerrero, como Johan.
En aquel momento llegó el descendiente Eire y le seguí con la mirada hasta que llegó hasta nuestra mesa, entonces me levanté y le saludé con una reverencia, tal y como me habían educado. -Encantado de poder saludarle. Yo… Mi… Soy Justin Granger- Entonces mi mirada rebotó a la de Lucio, que me daba paso para hablar. Oh, maldita sea, ¿tenía que pedirle esto sentado o de pie? Con Lucio era más fácil, a él le conocía del hospital, era mi jefe al fin y al cabo. -Yo… yo… ante los últimos acontecimientos ocurridos en la isla yo… quisiera pedirle que por favor, me acepte como su aprendiz para mejorar mi magia y poder ayudar a la gente de Ouroboros- Y volví a hacer una reverencia para acabar mirando el suelo, ¿por qué? Porque si decía que no, al menos no vería mi cara de niño llorón y podría disimularla un poco más. Mientras esperaba la respuesta, el resto de la conversación fluía a mi alrededor.
Me quedé con la mano extendida porque el chico había preferido una reverencia y encima parecía bastante nervioso -Tranquilo Justin, es un placer conocerte, no te agobies, siéntate por favor, prefiero las charlas informales- le dije con una sonrisa mientras Aedan se revolvía diciendo "giyo, giyo" -Ahora no, después, el tío Sean te lo da después, pero es una sorpresa, así que shh- me puse un dedo en los labios a modo de confidencia y Aedan hizo lo mismo, se veía super mono con su gorrito de oso y le di otro achuchón para llenarlo más de purpurina que aún me quedaba encima. El chico de cabello blanco siguió hablando y me soltó lo que quería de golpe mientras volvía a hacer esa reverencia -¿de verdad? ¿quieres aprender conmigo? vaya, que... inusual y que honor, ¡claro que te acepto Justin, será un placer enseñarte!- habían pocos que quisieran dedicarse a los principios de la magia o a la protección, casi todos preferían cosas más vistosas o de ataque, cosas más molonas por así decirlo, ya había asumido que era el menos popular pero mis alumnos eran excelentes, todo había que decirlo.
El camarero me acercó el té además del chocolate de Aedan, como lo tenía en el regazo hice levitar mi taza casi sin mirarla además del chocolate de Aedan, una cucharilla levito tomando un poco para saber si estaba en una buena temperatura, me la acerqué a los labios, todo sin usar las manos... aún estaba un poco caliente. Miré a Lucio cuando me dijo que su padre podría encargarse... no parecía por la labor así que me puse un poco más serio -Lucio, sabes perfectamente lo que implica bajar a tierra, espero que vuelvan sin un solo rasguño pero seguramente Ian estará demasiado cansado y Catherine tiene sus propios asuntos privados- cosas que no iba a decir en la mesa con el chico allí. -Además, creo que tendrás turno en el hospital ¿verdad? yo me ocupo y Zaphira también está en casa- total, ya se había escapado todos esos días, uno más, uno menos seguro le daba igual.
Volví a Justin mientras le daba su chocolate a Aedan -y dime Justin ¿qué te interesa más? ¿encantamientos, defensa contra las artes oscuras, protección? digamos que mis asignaturas son un poco básicas pero necesarias y no por ello menos difíciles que el resto, aún así te servirá si en un futuro quieres dedicarte a otra disciplina- estaba bastante interesado en sus planes y esperé su respuesta con entusiasmo y una sonrisa.
El camarero me acercó el té además del chocolate de Aedan, como lo tenía en el regazo hice levitar mi taza casi sin mirarla además del chocolate de Aedan, una cucharilla levito tomando un poco para saber si estaba en una buena temperatura, me la acerqué a los labios, todo sin usar las manos... aún estaba un poco caliente. Miré a Lucio cuando me dijo que su padre podría encargarse... no parecía por la labor así que me puse un poco más serio -Lucio, sabes perfectamente lo que implica bajar a tierra, espero que vuelvan sin un solo rasguño pero seguramente Ian estará demasiado cansado y Catherine tiene sus propios asuntos privados- cosas que no iba a decir en la mesa con el chico allí. -Además, creo que tendrás turno en el hospital ¿verdad? yo me ocupo y Zaphira también está en casa- total, ya se había escapado todos esos días, uno más, uno menos seguro le daba igual.
Volví a Justin mientras le daba su chocolate a Aedan -y dime Justin ¿qué te interesa más? ¿encantamientos, defensa contra las artes oscuras, protección? digamos que mis asignaturas son un poco básicas pero necesarias y no por ello menos difíciles que el resto, aún así te servirá si en un futuro quieres dedicarte a otra disciplina- estaba bastante interesado en sus planes y esperé su respuesta con entusiasmo y una sonrisa.
Evité reírme con su cara de asco al beber la infusión, suponiendo que le había quedado fría. Por eso le pedí al camarero un té como el mío, que todavía estaba caliente y bien bueno. - Perfecto, entonces le esperaremos aquí los dos. Él te podrá explicar toodo con calma. Voy a pedir unas pastas para que acompañes el té. - hice un gesto más al camarero, señalando la bandeja de pastas de la barra para que la trajese. Enseguida tuvimos la merienda ideal, té y pastas. - No te obligaremos a nada complicado al principio. Y lo de ir ahora al hospital...sólo si crees que estás preparado. Puede que haya mucho volumen de trabajo. - no quería que se me asustase el aprendiz a la primera de cambios.
Con la llegada de Sean pasé a ser más un observador de lo que sucedía, sorprendiéndome a mí mismo pensando lo adorable que se veía él achuchando al crío con su gorrito invernal. Al pequeño también se le veía contento con él, así que se ve que tenía mano con los críos. Había visto a algunos que los hacían llorar con su mera presencia. Aguardé expectante por la respuesta de Sean al azorado Justin, sin sorprenderme demasiado cuando le dijo que sí. Sonreí antes de dar otro sorbo al té, interpelando después a mi pareja de manera amable. - Sean, le he estado contando que si quiere aprender defensa tú eres la mejor opción, que aprenderá mucho. Eso combinado con la sanación son la combinación perfecta para proteger la vida de la gente. Es lo que más necesitamos en estos momentos. Ya hay demasiadas personas con poderes dañinos y ofensivos. - un mundo de guerreros, demasiados tal vez. Había que fomentar el valor de los cuidados, de proteger a los demás.
El tema de ser cuidadores del niño parecía más peliagudo, y me dio la impresión de que Sean se molestaba por la poca ilusión que mostré. Llevaba razón, no quedaban en condiciones después de las misiones. - Lo sé...es ingenuo pensar que volverán para la hora de cenar como si no hubiese pasado nada. Es sólo que...nunca he cuidado de un niño y no tengo ni idea de lo que tenemos que hacer con él. ¿Tú sí? - repuse sinceramente para que no se pensase nada raro. Hice una mueca algo disconforme cuando me "organizó" el día diciendo que yo estaría en el hospital y que él se quedaría con Zaphira. - Sí, tendré que ir por lo de los heridos, pero luego iré a casa a dormir. También puedo encargarme de Aedan un rato. Además... - decidí guardar silencio porque estaba Justin y ellos tenían que seguir hablando, así que cogí una de las pastas de la mesa para empezar a comerla mientras los escuchaba.
Con la llegada de Sean pasé a ser más un observador de lo que sucedía, sorprendiéndome a mí mismo pensando lo adorable que se veía él achuchando al crío con su gorrito invernal. Al pequeño también se le veía contento con él, así que se ve que tenía mano con los críos. Había visto a algunos que los hacían llorar con su mera presencia. Aguardé expectante por la respuesta de Sean al azorado Justin, sin sorprenderme demasiado cuando le dijo que sí. Sonreí antes de dar otro sorbo al té, interpelando después a mi pareja de manera amable. - Sean, le he estado contando que si quiere aprender defensa tú eres la mejor opción, que aprenderá mucho. Eso combinado con la sanación son la combinación perfecta para proteger la vida de la gente. Es lo que más necesitamos en estos momentos. Ya hay demasiadas personas con poderes dañinos y ofensivos. - un mundo de guerreros, demasiados tal vez. Había que fomentar el valor de los cuidados, de proteger a los demás.
El tema de ser cuidadores del niño parecía más peliagudo, y me dio la impresión de que Sean se molestaba por la poca ilusión que mostré. Llevaba razón, no quedaban en condiciones después de las misiones. - Lo sé...es ingenuo pensar que volverán para la hora de cenar como si no hubiese pasado nada. Es sólo que...nunca he cuidado de un niño y no tengo ni idea de lo que tenemos que hacer con él. ¿Tú sí? - repuse sinceramente para que no se pensase nada raro. Hice una mueca algo disconforme cuando me "organizó" el día diciendo que yo estaría en el hospital y que él se quedaría con Zaphira. - Sí, tendré que ir por lo de los heridos, pero luego iré a casa a dormir. También puedo encargarme de Aedan un rato. Además... - decidí guardar silencio porque estaba Justin y ellos tenían que seguir hablando, así que cogí una de las pastas de la mesa para empezar a comerla mientras los escuchaba.
-Es usted muy amable, muchas gracias por el té- Respondí a Lucio cuando el camarero llegó con la taza de líquido caliente y retiró la tila fría. Cogí el té con ambas manos, para disfrutar de su calor y… bueno, no pude evitar coger una de esas pastas que tenían una pinta deliciosamente chocolateada. -Uhm… tengo que darle una vuelta, pero gracias, creo que puedo ser más útil en otras áreas, como en la guardería y… tengo mis dudas- Me sinceré, bajando la voz al final de la frase, con el recuerdo de la evacuación del hospital el día del ataque. Qué día digno de olvidar, de verdad.
Ante la llegada del descendiente de Merlín y la presentación, dudé un rato si debía sentarme o no, tal y como me había dicho el propio Sean. Al final preferí hacerlo de pie para pedirle aquello de que fuera mi mentor, dejándole con la mano extendida. Ay por Merlín, que no había visto el gesto y le había rechazado la mano. Fatal. FATAL TODO. Asentí con aquellas primeras preguntas, temiendo el resultado. Ya estaba dicho. Tenía que haberle dado la mano o algo, maldita sea. Sin embargo a mitad de frase dijo aquello de que era un honor y me aceptó como alumno y me sentí liviano en ese momento. Alcé la mirada para mirarle y luego hacerlo con Lucio. -Gra… ¡Gracias!-. Y ahora, imitando a los demás, opté por sentarme finalmente, siendo Lucio el que explicara un poco mis intenciones, resumiéndolo bastante bien. Tendría que haberme preparado un papelito con los puntos del día, como en las reuniones -Pues Lucio ha hecho un buen resumen, la verdad. Todo viene a raíz del ataque de la isla, aunque ya era una cosa que tenía pensado de antes- Le dije mientras me rascaba la coronilla -Por el momento, creo que me voy a enfocar en magia de protección y de sanación. Pero, a decir verdad, estoy abierto a otras cosas…-
No sé si estaría contento con la respuesta, tal y como le había dicho a Lucio, no estaba cerrado a nuevos conocimientos, aunque siendo sincero, la rama de la medimagia quizás no era tan ramificada como podría ser el de los encantamientos, quizás. Di un trago largo al té mientras ellos conversaban sobre el tema del niño, que debía ser un problema para ambos -Ejem. Perdón. Pueden dejarlo en la guardería del hospital, aunque si no se fían y necesitan ayuda, yo tengo experiencia cuidado Nyara, la hija de Josephine. Es lo mínimo que puedo hacer por aceptarme como alumno- Les dije tímidamente por haberles interrumpido la conversación. Lo de llevarles el café ya sería para otra ocasión.
Ante la llegada del descendiente de Merlín y la presentación, dudé un rato si debía sentarme o no, tal y como me había dicho el propio Sean. Al final preferí hacerlo de pie para pedirle aquello de que fuera mi mentor, dejándole con la mano extendida. Ay por Merlín, que no había visto el gesto y le había rechazado la mano. Fatal. FATAL TODO. Asentí con aquellas primeras preguntas, temiendo el resultado. Ya estaba dicho. Tenía que haberle dado la mano o algo, maldita sea. Sin embargo a mitad de frase dijo aquello de que era un honor y me aceptó como alumno y me sentí liviano en ese momento. Alcé la mirada para mirarle y luego hacerlo con Lucio. -Gra… ¡Gracias!-. Y ahora, imitando a los demás, opté por sentarme finalmente, siendo Lucio el que explicara un poco mis intenciones, resumiéndolo bastante bien. Tendría que haberme preparado un papelito con los puntos del día, como en las reuniones -Pues Lucio ha hecho un buen resumen, la verdad. Todo viene a raíz del ataque de la isla, aunque ya era una cosa que tenía pensado de antes- Le dije mientras me rascaba la coronilla -Por el momento, creo que me voy a enfocar en magia de protección y de sanación. Pero, a decir verdad, estoy abierto a otras cosas…-
No sé si estaría contento con la respuesta, tal y como le había dicho a Lucio, no estaba cerrado a nuevos conocimientos, aunque siendo sincero, la rama de la medimagia quizás no era tan ramificada como podría ser el de los encantamientos, quizás. Di un trago largo al té mientras ellos conversaban sobre el tema del niño, que debía ser un problema para ambos -Ejem. Perdón. Pueden dejarlo en la guardería del hospital, aunque si no se fían y necesitan ayuda, yo tengo experiencia cuidado Nyara, la hija de Josephine. Es lo mínimo que puedo hacer por aceptarme como alumno- Les dije tímidamente por haberles interrumpido la conversación. Lo de llevarles el café ya sería para otra ocasión.
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