Taller I+D

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'Probabilidad' :

-DEMONIOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!! - Grité cuando el barco, despues de elevarse unos cuantos metros de modo majestuoso, comenzó a dar signos de pérdida de energía magica. - No no no, retrovertid el condensador de fluzo! Que se va a caer!!!

Aunque mis aprendices y yo intentamos por todos los medios evitar su "naufragio" la imponente embarcación cedió en altura y cayó, pesadamente, en el suelo, encrustrandose en la tierra e inclinandose hacia un lado. Una gran nube de polvo se levantó que gracias a las gafas, eh, no me entró en los ojos.

- Al menos no ha explotado nada. Vamos a ver que ha pasado. - indiqué a mis dos aprendices, y fuimos al interoir del barco. Analizams parte por parte la estructura, el núcleo, las velas, volvimos a hacer cuentas de equilibrios y distribución de la masa, aerodinámicas....

Por ultimo me puse a revisar los conductos de magia, por donde debía fluir correctamente toda la energía de un punto al otro.

- Ufggr....normal que no haya funcionado....que es esta...merda?! este lio de cables!? se ha cortocircuitado! Es el generador de energia de desplazamiento para los velámenes, ha petado. Tch, demasiado ambicioso.... Hay que cambiarlo...

Y un segundo intento. Pero esta vez, aunque el barco si se elevó correctametne, las velas comenzaron a arder....y tocó llamar a los bomberos....


"estoy deprimido"

Horas mas tarde habia echado a mis aprendices de alli y me habia quedado a solas mirando al barco, al barco medio volcado, y él a mi. Con cara de odio. Ya había arreglado el problema de las velas pero.... Era la guerra. Que le pasaba? Por qué no quería volar?

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'Probabilidad' :

-stronzo di merda!

Me rasqué la cabeza, estaba algo bloqueado. Me fui a por café y volví. Me tragué dos cafeteras, miré el comunicador, habia echado a dos aprendices pero a las que necesitaba era a las otras dos. O desbloquearme, o algo...

Me subi de nuevo al barco y lo pateé de arriba abajo, haciendo cambios aqui y alli. Arreglé las velas, acabé sudado y manchado de ceniza, estaba realmente apestoso pasada la hora. Si, si, perfecto para ir a una fiesta...

- no sin mi barco! - vale, que era un regalo, pero era hijo mio, y punto.

"necesita mas fuerza"

Volví al interior del taller y me robé un par de motores, unos propulsores, que modifiqué e instalé en las partes bajas del barco. Cuando estuvieron instalados, volví a apartarme del barco, a una distancia bastante prudencial.... y me bajé de nuevo las gafas. Carraspeé y di tres palmadas. Contraseña de entrada por voz.

- Oscurus es un imbécil! - los motores se encendieron, y las velas se iluminaron......vivía...vi...no, no vivía. Los motores explotaron y ardieron y casi hacen arder parte del casco del barco. Por fortuna, me habia quedado con un par de elementaristas del agua...prevencion de riesgos laborales, lo llamaban.

Unos minutos mas tarde, pasado el caos anterior...limpiaba la ceniza de mi cara con un trapo.

Tenía que hacer una sustancia para impregnar las velas nuevas que fuese magica y ayudase a levitar al barco, pero que no se gastara ni fuese dificil de conseguir....

Me quedé tumbado en el suelo boca abajo hasta que di con la idea perfecta.
- Veneno de billywig!! - y salí corriendo, tenía que ir a buscar a.... a quien? Quien criaba billywigs? Sarah Darwin! Mierda Sarah estaba de baja laboral. Se los robaría y punto. Esperaba no acabar intoxicado con un problema de flotacion permanente...que eso era lo que queria para el barco, no para mi.

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'Probabilidad' :

Volví al taller con mi escafandra puesta y mi cargamento de botes de cristal llenos de casi 50 billywigs. Fui al interior porque no queria que se me escaparan y usé a uno de mis autómatas como cebo, instalandole en el brazo una gomita y un depósito para ir recogiendo el veneno.

Uno a uno y con los guantes y gafas aun puestas (no se si podia explotar algo repentinamente, no queria quedarme ciego otra vez y menos antes de otra fiesta, porque seguro acabaria comprometido con otra mujer) fue sacandolos y haciendolos picar al autómata para recoger su veneno. En realidad habria sido mas facil espachurrarlos y sacarles la vejiga, pero es que no quería matarlos. Asi que una vez picaban y extraia suficiente veneno, los devolvia a los tarritos.

EStuve asi mucho rato porque era tarea lenta y tediosa. Algunos eran mas rebeldes que otros y se me escaparon de entre los dedos, y llegaron a picarme. Por suerte, a partir del cuarto picotazo, aprendí y me puse una cazadora de piel gruesa para que me protegiera en caso de mas "fugas".

Lo malo es que habia comenzado a marearme por el efecto del veneno....fue entonces cuando le mandé ese mensaje a Sofia. Cuantas picaduras se consideraban intoxicación? Cuanto era "demasiado?" Y si era alérgico y no lo sabia!?

Dejé a los bichitos en sus tarros con una etiqueta de "PELIGRO! NO ABRIR. ENTREGAR A DARWIN" y me fui con el veneno a la sala de calderos....alli empecé a realizar la mezcla con el veneno y la cera liquida para impregnar las velas. A parte del mareo, comenzaron a aparecer los sintomas de levitación. Me encontré flotando un rato pegado al techo....un inconveniente, sobre todo por los vapores de los calderos. Menudo puto calor. A sudar de nuevo.

- Pero y lo bien que va a flotar....? - por suerte tenia mi baston, siempre fiel, a mano, y gracias a él lanzaba el gancho magico que me anclaba al suelo y asi pude bajar del techo y ....la mezcla que habia cocinado me la llevó el autómata. Agarré el lazo a él y le pedi que nos llevase al exterior.

Mis aprendices habian vuelto, estaban instalando los fuegos artificiales y arreglando unos desperfectos en cubierta, mastiles y casco. Me miraron preocupados porque...iba flotando. Parecía el flobo de feria del autómata.

- Qué? Nunca habeis visto a un inventor flotando?! Veis ese caldero? Id pintando las velas con eso. Esperad a que se seque y volved a poner los motores. Los arreglais y los conectais a la corriente mágica del barco.- puse cara de fastidio cuando me preguntaron por la funcion subacuática. - No nos da tiempo. Navegará y volará pero lo de sumergirse ya lo estudiaremos luego.

Tardaron un rato en terminar de pintar las velas, yo acabé ayudandoles con las partes altas porque total, si ya iba flotando, habria que aprovechar...aunque mas de una vez me dieron ganas de vomitar por los mareos. Un rato mas tarde estuvo todo concluido, y yo harto de estar medio boca abajo...enganchado al automata.

- Me siento como Peter Pan pero como si todo estuviera mal en la vida.... Andiamo! conectad los sistemas....no, no , esperad!! Esta vez quiero subirme!! - la armadura y yo nos aparecimos en la cubierta del barco, y agarramos el timón. - Oscurus es idiota!! - repeti la contraseña y se volvió a iniciar el proceso, solo...solo que esta vez salió bien! el barco se elevó, y se siguió elevando. Yo me puse a gritar de alegría, decidiendo que me daría un paseito para comprobar que todo fuese correctamente.

Asi, el barco abandonó por primera vez los "astilleros" del i+D, comenzando su primer vuelo de prueba.

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Dado (20)' :

Tras la conversación con V había escrito a Giordano esperando encontrar alguna respuesta un poco más sólida sobre los dispositivos PEM, aún así permanecer quieta no era una opción así que se había instalado en el laboratorio para hacer las investigaciones propias y también para averiguar más sobre esos móviles que empezaban a hacerse cada vez más populares en Ouroboros. Tenía dos pero debía probarlos en una zona sin magia a ver si, en efecto, su parte tecnológica funcionaba sin la mágica. Esperaba que si, por lo que le había dicho V.

Lo cierto es que no le hacía especial ilusión reunirse con los militares en ese momento proyecto seguía siendo algo de ambos bandos así que hacía de tripas corazón. Seguía inyectando dinero en el hospital incluso solicitando una remodelación para añadir un área para reparación de androides aunque técnicamente no sabía mucho de ello. Necesitaba apoyo pero…

No quería verlo.

Las cosas habían quedado en mal término y le daba profunda vergüenza ir hacia allí, aunque quizás podría… hablar con Jo y que ella cítara una reunión con Thalos. Con él al menos podía hablar sin sentirse, o que la hicieran sentir, despreciable.

Estaba enfrascada tomando notas cuando llegó la carta de Giordano. La emoción en su rostro fue genuina aunque su gesto fue cambiando a medida que leía. ¿Por qué escribía así? Seguramente tendría muchas noches sin dormir. ¿Estaría creando algo nuevo? Le preguntaría en su siguiente carta. Miró por encima los planos y asintió, apartandolos. Quería seguir leyendo.

-¿Los comienzos de cada historia?... Se te olvida que en mi primera misión me cortaron al medio- Soltó por lo bajo con una pequeña mueca, esperaba que él no lo hubiese olvidado. En cuanto preguntó por los descendientes hizo otra mueca, sin duda tenía que ponerlo al día de todo lo que estaba sucediendo en la isla.

Pero algo… ¿Vesos? Arleen tuvo que levantarse de la silla para releer esa parte. Giordano era muchas cosas en esa vida pero no era un analfabeta y un error ortográfico… era… calculado. Pestañeo un instante y luego volvió a releer la carta notando que sin duda la redacción seguía pareciéndole rara. Había saltos de línea cuando aún quedaba espacio en el papel para escribir.

-Gio…- Al leer lo de la boda apartó la mirada tratando de recordarla. El discurso había sido hermoso, si, pero él había tenido que irse porque alguien le gritaba desde atrás. A DaVinci. Se sentó de nuevo en el escritorio volvió a leerla ahora con la mosca detrás de la oreja. En esencia sonaba como él pero aún más extraño, vaya si lo sabría ella.

Comienzos...lo más importante.

Allí su mente se iluminó y empezó a mirarlos saltos de línea y lo que leyó le paró el corazón. El segundo párrafo no lo entendía y busco papel y pluma para escribir comsinterv, entendiendo el Vesos como una forma de sigla. Sin embargo, no entendía y busco algunos traductores pero finalmente acudió a su padre que le explicó que no era una palabra, sino dos y abreviaciones.

La respuesta no la dejó nada tranquila y tuvo que apartarse del escritorio un momento para respirar en paz. Gio estaba en problemas y… Lucio no estaba, Sean tampoco y la Descendiente Catherine sinceramente… Se detuvo. Si las comunicaciones estaban intervenidas, dudaba que la telepatía estuviese incluida.

Rápidamente redactó una carta y la envió a la Descendiente explicándole lo que había descubierto sobre Gio y tras eso fue a buscar a Fred, desapareciendo del laboratorio tras dejarlo bajo llave.


Off: Gracias Malala xD

No, no, no... Me lleva el carajo...

Rosse se llevó las manos a su ahora despeinada melena anaranjada, en un gesto de frustración.

No haría falta mucho más que un vistazo a la descendiente de Circe para darse cuenta de cuan mal se encuentra realmente.

Es bastante claro que no ha salido de esta parte del taller más allá de lo estrictamente necesario, tanto que incluso hay platos de sus comidas de los últimos días y ella tiene exactamente la misma ropa que tenía cuando fue a la reunión hace ya días, sus ojeras también son notables, al igual que su humor está (si cabe) peor de lo normal.

Ese tratado como máximo nos comprará tiempo, y no tengo ni puta idea de sí llegaremos a tener siquiera la firma de los pendragon en él... Después de lo que hicieron difícil será que algo así sirva.

Estaba hablando sola, efectivamente... ¿O lo hacía? Bueno, es bastante probable que las cosas en las jaulas estuvieran oyendola pacientemente, pero no podría decirse que estuvieran conversando.

Esto es un putisimo desastre, apenas logré tenerlos bajo control como corresponde, y quien sabe cuando vaya a ocurrir el siguiente ataque...

Él panorama a su alrededor no era mucho más favorecedor, solo iluminada por la luz suficiente, y con varias jaulas de gran tamaño a su alrededor envueltas totalmente en tinieblas, una en particular teniendo una criatura extraña en la misma, justo encima de un círculo de transmutación, y teniendo la única luz medianamente brillante en un escritorio, con varios libros puestos en el mismo, todos hablando de diversas técnicas de transformación, y uno en particular, un libro que solía pertenecer a su padre con algunas técnicas aberrantes, que son sin dudas crímenes contra la naturaleza, pero eso a estas alturas le importa poco.

No sé cómo lo haré... Pero van a estar listos, cuando pase lo peor, vamos a estar listos.

Repitió para sí misma, puesto que hasta ahora eso la había mantenido arriba, bueno, eso y su ya bien conocida cabezonería, cuando una idea se le mete a la cabeza sacársela es casi imposible, y cuando ha llegado tan lejos... Bueno, ni que decir, solo puede pensar en esto desde hace ya un rato, y que su furia, su miedo, y su culpa tomer la forma de horribles criaturas qué no deberían existir.

Tras recoger muestras de esa cosa, y nos desapareciéramos de la zona, cada uno se fue por su cuenta. Yo acabé en una de las pequeñas islas mas alejadas de las zonas habitadas, sin conexión alguna con el resto. Esa precaución, entre otras, debería bastar para impedir que, si algo salía mal, esas muestras crearan el caos en el resto de Ouroboros.

Aunque tas tres días intentado desentrañar los misterios de esa sanguinolenta creación, estaba claro que necesitaba una segunda opinión. Genéticamente hablando, no había por donde cogerlo. Si tiraba por conocimientos botánicos, que había ido consultando en libros muy antiguos, no es que me estuviera yendo demasiado bien.

Así que, dejando a buen recaudo las muestras, me desaparecí monopatín en mano a la zona exterior del Taller de I+D. Sabía que Rosse estaba allí tratando de ayudar también con sus conocimientos, y quizá ella pudiera arrojar algo de luz a mis teorías. Me subí al monopatín y recorrí, sin ninguna prisa, los largos pasillos, recreándome en la hermosa arquitectura del edificio. Así, de paso, les daba unas últimas vueltas a mis pensamientos antes de llegar a su laboratorio. Me bajé antes de llamar a la puerta, recogiendo el monopatín con un simple gesto del pie, colocándolo bajo mi brazo, anunciando mi llegada.

-Rosse, soy Keli´l.

Estaba volviendo a usar mi verdadero nombre desde que había salido de mi escondite, dejando atrás, por ahora, el nombre de Kyle, que había preferido adoptar estos últimos años. No todos estaban familiarizados con ese segundo nombre. Abrí la enorme y pesada puerta entrando al interior de un oscuro y deprimente laboratorio sin esperar respuesta. Contrastaba enormemente con el lugar donde había estado trabajando estos tres días, lleno de luz, ordenado y muy limpio.

Pero no estaba aquí para criticar la forma de trabajar de los demás, cada uno tenia su forma de afrontar los retos, y ya conocía a Rosse lo suficiente como para que el ambiente actual no me hiciera dudar de sus enormes capacidades.

-No sé cómo lo llevarás tú, pero necesito que me eches una mano con ciertas muestras.

Desde la guerra, los conflictos en los que había luchado desde muy joven, y el haber estado oculto y alejado de este lugar, entre otras cosas, me habían convertido en alguien mas bien huraño, y poco amigable. Conectar con los demás aun me costaba, como recuperar los vínculos que había tenido con ella misma o Con Cath en el pasado. Y seguía siendo muy desconfiado, un habito que había adquirido tras esconderme. Pero no tenia tiempo de dejarlos ir y tratar de ser más… sociable. Teníamos algo muy gordo entre manos. Así que, obviando los seres que tenia metidos en jaulas, los platos de comida acumulándose caóticamente en un rincón, y los que estuviera haciendo ahora, dejé el monopatín a mis pies y usando un aparato del laboratorio tecnomágico, le mostré lo que tenía hasta ahora.

-Hasta donde yo sé, esto no es el genoma de un árbol, aunque e dieran esa forma. Lo único que tiene sentido son las proteínas y algunas estructuras de ácidos nucleidos que me servirían para trabajar en algo, pero sinceramente… es un galimatías, no sé por dónde cogerlo. ¿Tiro por el lado de la sangre y que le sirve de alimento para tratar de matarlo de hambre, por decirlo de algún modo, o envenenarlo con ella…?

Estaba yendo a saco, haciendo aspavientos ante la representación virtual de las muestras, sin tener en cuenta que Rosse estaba con algo entre manos, y siquiera había saludado, ni le había preguntado, sobre todo, por educación, que tal estaba.

Mientras se frustraba también se daba el tiempo de caminar otra vez hacía el libro especial con el que había estado trabajando, un libro sobre aberraciones de la creación, y que hasta ahora había estado demostrando sus frutos en manos de una experta como resulta ser ella.

Pero en eso fue qué lo escuchó, la voz de uno de lso descendientes y no de cualquiera de ellos, sí no de uno de los pocos que podía decir que conocía de algo más que solo reuniones, en este caso de una misión.

Umm... ¿Kyle?

¿No estaba él con las muestras esas del árbol?, por un buen par de segundos se le hizo qué tal vez se lo estaba imaginando, sin embargo, en el momento que entró sin más miramientos fue qué se percató de que era todo cierto, primero que nada cerró de golpe el libro que tenía en su escritorio.

¡Eh, no comas ansias!, ¡Podría haberme estado cambiando!

¿Habrá eso sido parte de su particular sentido del humor, o parte de sus delirios por culpa de la falta de sueño? En este punto, es bastante difícil saber si somos sinceros.

¿Huh? ¿Las muestras del árbol?

Lo miró con confusión por unos segundos, aunque tampoco se demoró demasiado en pillarlo, parece que la vía genética no fue la mejor opción al final del día... Aunque sí realmente se trata de una cosa de almas, difícil sería qué funcionara, siendo honesta.

Bueno, tiene sentido, esa cosa puede parecer un árbol pero a mí nunca me acabó de convencer, ¿Sabes?

Le dijo, porque sí algo suele hacer, eso es hablar, hablar y hablar, pero mientras lo hacía, a la vez observaba los datos que Keli'l le había traído.

Pero mayormente no puede notar demasiado más de lo que ya ha notado el descendiente de Franklin, ese es uno de los genomas más extraños qué ha visto en su vida, motivo por el cual se rasca la cabeza antes de decir

No creo que tratar de envenenarlo vaya a servir, aunque con esta cosa es difícil estar segura de nada... Y de lo otro, bueno, quizás nos mate antes de que lo mate el hambre a él.

Dió un suspiro frustrado tras la conclusión, todo esto es realmente un asco... Y además algunas de las criaturas empezaban a gruñir y gorgotear de forma grotesca en sus jaulas, casi como si sintieran la inmensa frustración de Rosse.

Dado:

El miembro 'Rosse McGonagall' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Rosse se quejó, y con razón, de que había invadido su intimidad, y podría haber estado cambiándose. La miré sin comprender muy bien por qué razón iba a estar cambiándose de ropa a estas horas, pero no era algo urgente, como lo que teníamos entre manos, así que no dije nada. Ella parecía no saber muy bien de qué estaba hablando, pero pareció ponerse al día cuando le mostré lo que había a nivel genético en esas muestras.

Y ante su explicación, que usar la vía de la sangre contra él no serviría de nada, apagué el aparato y me giré hacia ella.

-Si, ya me imaginaba que esto no era la vía correcta incluso antes de llevarme las muestras. Tres días perdidos para nada.

Resoplé bastante molesto mientras esas bestias enjauladas empezaban a impacientarse, apoyándome de espaldas contra la mesa que estaba usando Rosse, poniendo un pie sobre el monopatín, moviéndolo distraídamente a un lado y a otro.

-Bueno, ya que estoy aquí, ¿puedo ayudarte en algo? Aunque dudo que a esos… bichos les haga mucha gracia que meta mano en su genoma.

Pensaba que la mejor vía para luchar contra ese… árbol era con la magia, yo no servía de mucho, ahora mismo. Comunicaría mis resultados negativos al Consejo y trataría de ayudar a Rosse con lo que fuera que estuviera haciendo.

Parecía que Kyle también se lo imaginaba, y era lo normal, si somos honestos, porque ese árbol... Bueno, ya tan solo con todo lo que se había hablado, quedaba claro qué estaba bastante lejos del ámbito terrenal, así que atacarlo por ahí no era la mejor de las ideas.

Desde el principio me olía bastante mal el asunto... Pero como no soy experta en árboles, seguro que no hubiera cambiado nada que lo dijera...

Entre tanto, justo pensó en Sofía, ojalá sea ella la que tenga razón, porque eso haría todo más fácil, y de paso los salvaría...

Entonces de forma bastante repentina, Rosse dió un par de golpes fuertes con su zapato en el suelo del laboratorio, y gritó.

¡Cállense! ¡Estoy tratando de pensar!

Entonces los ruidos de las criaturas volvieron a cayarse lentamente, mientras Rosse miraba hacía arriba, al techo oscuro.

Ya qué lo mencionas, algunos de ellos necesitan algunos ajustes...

Luego hizo un gesto con su mano, como si tratara de quitarse importancia al asunto.

Hace rato seguro hubiera sido problema, pero llegados a este punto, no creo que les vaya a importar demasiado.

Entonces dejó de lado el escritorio para empezar a caminar a un sitio concreto, donde había algo bastante grande tapado por una cortina, Rosse lo examinó un minuto y luego comenzó a hablar.


Este es el que nos va a ayudar con la infantería... Y a aguantar a los dragones, por eso necesito que sea resistente al fuego.

Entonces quitó la cortina con magia y mostró lo que parece ser un tanque, pero no lleno con agua, si no... Con una especie de fluido negro y viscoso, que está cerrado, pero se nota que tampoco debe oler especialmente bien.

¿Podrías ayudarme con ello, Kyle?

Rosse parecía tener varios frentes abiertos, pero las criaturas no parecían ser su prioridad. Por él, perfecto, no le hacía demasiado gracia como la magia que usaba con ellas podía llegar a deformarlas, eso si sobrevivían.

Por ello, puso toda su atención en lo que le mostró Rosse. Una especie de tanque lleno de una sustancia viscosa, negra… y que no olía precisamente bien. Le explicó para que iba a usarla, y que requería una inmunidad concreta.

-Si, no creo que sea mucho problema conseguir que el fuego no la consuma o deje inservible… ¿Qué es lo que hace, exactamente?

Se lo preguntó mas bien intentando ser más… empático y socialmente aceptable que antes, cuando llegó e invadió su espacio personal y de trabajo sin muchos miramientos. Mientras ella le contestaba, ya estaba pensando en qué podía alterar en ese… mejunje para que fuera viable.

-Perfeto, pues… si puedes darme una muestra, me pongo a ello de inmediato. Veo que piensas como yo. Que el tratado no servirá de nada y habrá guerra, otra vez.

Como la mitad del Consejo, desde luego. El tratado parecía bastante justo, pero con los Pendragón, nunca se sabía. Había demasiado muertos y cuentas pendientes entre ellos para que fuera tan fácil.

-Tras la última guerra me largué porque ya estaba harto de tana mierda, y me hacen volver para meterme de lleno en otra guerra. Sinceramente, si no fuera porque este es mi verdadero hogar y hay gente que me importa, ni siquiera habría contestado al mensaje.

Rosse y él habían combatido en la ultima guerra, entre otras, junto a Catherine. Cada uno lo llevaba como podía, o mejor que otros. A algunos les gustaba ir de guerra en guerra, lo necesitaban como el respirar. Y él, aun siquiera había decidido lo lejos que estaba dispuesto a llegar esta vez.

-De acuerdo, intentaré que sea inmune al fuego todo lo que pueda.

No estaba seguro de si lograría su objetivo a la primera, pero no perdía nada intentándolo mientras seguían intercambiando posturas sobre la situación actual mientras trabajaban.

Rosse había estado perdiendo un tanto la cabeza esos últimos días... Pero ahora que estaba Keli'l ahí, poco a poco empezaba a sentirse mejor, quizás siendo esto una mezcla del hecho innegable de que disfruta de tener atención, y de que terminar su aislamiento le ayuda a reconectar con la realidad.

Parpadeó por unos segundos y le dió una segunda mirada a lo que creó, pero ahora no sólo estaba pensándolo como una suerte de proyecto, esta vez estaba mirándolo de verdad, y sintió un hueco en su estómago, pero... Ya había llegado muy lejos como para dejar de avanzar.

Consume.

Finalmente respondió

Es un cieno enorme... De la variante Black Maw, puede ser cargado en armas y usado como proyectil en segmentos perfectamente... O solo dejar qué ataque y devore a sus enemigos, es básicamente inmune a los golpes físicos y no tiene nada de sangre en su sistema.

Luego cuando dijo lo de la muestra, ella asintió y caminó en dirección a otra mesa, una donde tenía un tubo de ensayo cerrado con una muestra de la criatura y una placa metálica con varias marcas de corrosión, había estado provando su efectividad.

Aquí queda algo... Solo ten cuidado, aún en tan poca cantidad sigue bastante vivo, y es corrosivo.

Y luego de decir estas palabras procedió a tomar el tubo de ensayo y a entregárselo, antes de volver a asentir, con pesar en su mirada.

Me gustaría como a la que más que el tratado funcionara, pero los putos pendragon no dejarán qué el sueño se haga realidad...

Agradecía qué hiciera el esfuerzo de conversarle, la hacía sentirse mejor, tanto estrés empezaba a hacerle daño, no está acostumbrada a esto... No sufría así desde...

Se estremeció pues hablar del tema le hizo recordar sus vivencias... A ella la atraparon y torturaron en su día, durante esa guerra... Aún en ocasiones tiene pesadillas sobre eso, es una de las razones por las cuales no puede darles el beneficio de la duda a los pendragon... En el fondo, no quiere que eso le pase de nuevo por ser la guerra.

Sé cómo te sientes... Yo tampoco quiero nada de esto, ya... Tuve suficiente...

Tembló.

Pero también por eso hago esto... La próxima vez que vengan será la última, no puedo dejar qué pase otra vez... No ahora que estoy aquí para evitarlo.

Palabras qué se ha repetido a sí misma hasta la náusea, para convencerse para evitar pensar en todos los crímenes contra la naturaleza qué estaba cometiendo, para no considerar las cosas, sin importar lo lejos qué llegue... Solo hace lo necesario... ¿Verdad?

... Gracias Kyle.

Y no sólo por su ayuda con la criatura... En realidad, venidos a ello, eso al final es lo de menos, lo que necesita ahora mismo es otra cosa, necesita a alguien que la consuele, no está lista para todo el peso que se ha puesto sola sobre los hombros... Aunque ni ella misma lo sabe, pero lo necesita.

Mientras Rosse le ponía en antecedentes sobre lo peligrosa que era la muestra que le entregaba para empezar a trabajar en ella, podía ir viendo como su rostro se ensombrecía mientras hablaban sobre lo ocurrido la ultima vez que lucharon contra los Pendragón.

Él había tenido suerte, después de todo, no le habían hecho prisionero, ni había sufrido torturas a manos de esos cabrones. Y aunque Kyle les odiaba por eso, por todas las muertes, y las aberraciones cometidas por ambos bandos, había votado paz para evitar que esas locuras se volvieran a repetir. Aunque eso no garantizaba nada.

Y cuando le dio las gracias, se sintió fatal. No había hecho más que hacérselo pasar mal hablando del tema, debería haberse quedado calladito. Y aunque era bastante arisco, no era de piedra. Su amiga sufría, su tono de voz, su rostro, aunque lo intentara enmascarar, evidenciaba lo que aun dolía.

-Perdona, Rosse. Soy un idiota.

Dejó la muestra con cuidado sobre la mesa de trabajo y le puso una mano en el hombro, mirándole con sentido pesar. Dejándose llevar por cosas que hacía mucho no se permitía sentir, como un abrazo reconfortante, la acogió entre sus brazos suavemente, por si acaso ella prefería no tener ese contacto tan personal, y mas tras tanto tiempo sin verse.

-Crearemos el ejército más caótico, feo y deforme que se haya visto nunca, y que solo con el susto, se den media vuelta y salgan por patas.

Kyle intentó relajar el mal rollo que había creado, intentando hacerla sentir mejor bromeando un poco, aunque no fuera su fuerte, ni mucho menos. Era lo menos que podía hacer, después de meter la pata sin cesar desde que había entrado.

Ojalá hubiera sido de otra forma, de verdad, pero no parecía que hubiera tiempo para pensar en escenarios idilicos, así que más allá de sus traumas de guerra, Rosse hizo un esfuerzo por seguir centrada, puesto que... Bueno, como lo ha dicho ya mil veces, ahora sí está aquí.

Por dentro se trató de poner a pensar que más hacer, como sí estuviera haciendo borradores para más y más círculos de transmutación, pensando en cuales de ellos podría tener listos antes para cuando los pendragon lleguen, no quiere que termine pasando como pasó en su día con los humanos.

Pero mientras su acabe a estaba elucubrando, y ya siendo honestos, estaba algo alejada de la realidad, escuchó a Kyle decir que era un idiota, y bueno, ella recién se iba a sacudir un poco la ensoñación, pues la falta de sueño tampoco le ayuda, pero antes de que lo hiciera, se percató de que fué abrazada, y se quedó quieta unos segundos.

Kyle...

Y luego de eso, mostró una ligera sonrisa, era muy normal que ella bromeara con todo ser viviente de Ouroboros, pero era raro cuando alguien le decía una broma a ella, y lo apreciaba.

Y haré qué huelan mal, a ver si deciden no venir directamente.~

Y luego de decir esto, decidió abrazarlo también, empezaba a sentirse mejor, y de forma consciente no lo sabía, pero quizás unas horas más hubieran sido suficiente para que colapsara.

Pero al final no ocurrió, porque ahora tiene a alguien que le ha ayudado a volver al mundo real, y por lo menos no seguir caminando lentamente hacia el abismo de la locura, tal vez no vaya a estar mejor mañana, pero al menos puede empezar a decir que no será peor, y eso ya es algo de por sí.

Al menos, conseguí que Rosse se sintiera algo mejor. Durante la reunión apenas nos habíamos relacionado, todo el asunto de votar, de la tregua… había reabierto viejas heridas, y ella lo había pasado mal. Ahora, al menos, podía ayudarla con eso…y la investigación.

Cuando me siguió la broma sobre hacer que apestaran y fueran creaciones lo mas feas posibles, sonreí sinceramente, separándonos lentamente del abrazo para seguir trabajando… y afianzando nuestra antigua amistad, de nuevo.

-Vale, puedo hacer que huela, literalmente, a huevos podridos. No será nada agradable, pero si efectivo mientras descarga todo su armamento sobre el enemigo. Si alguien consigue llegar hasta él, se llevará una más que desagradable sorpresa. Y podríamos abatirlos contando con la pequeña ventaja de los primeros segundos a recibir semejante peste a la cara.

Yo ya estaba mas animado, intentando que ella también se viniera arriba planeando maldades parecidas para ir contra los que pudieran atacarnos, Lógicamente, esto solo eran chorradas para ir directamente a lo importante: Crear armas y defensas que pudieran hacer estragos, y protegernos mientras lanzábamos el ataque.

-¿Tienes algo pensando para proteger estas cosas y así duren todo lo posible intactas? Sería un buen bonus para poder hacer más daño sostenido en el tiempo y abrir huecos en sus defensas, de paso. Y poder lanzar así un brutal ataque que no puedan frenar.

Yo ya estaba empezando a imaginar tácticas que ya habíamos usado en su día en as guerras anteriores, pero modificándolas para que fueran efectivas, ya que el enemigo y nosotros ya nos conocíamos los suficiente, por desgracia.

Rosse por su parte estaba permitiendose respirar y volver a aplacar su miedo, su rabia y su culpa, que si bien ya este punto se habían asentado en ella, podían volver a enfriarse, por difícil y doloroso qué esto resulte, estando acompañada y recibiendo atención se sentía mejor, no se lleva bien con la soledad.

Cuando Keli'l se separó poco a poco, ella hizo lo mismo y miró en otra dirección con algo de vergüenza, y mientras se rascaba la nuca, lo primero que atinó a decir fue.

No le digas a nadie que esto pasó... ¿Vale?... Podrían pensar que no estoy a la altura de la situación... Y no quiero que se hagan una idea equivocada...

Seguía manteniendo su orgullo a pesar de todo y prefería qué lo de la reunión se quedase como un arranque de furia y nada más, que nadie piense nada de ella.

Dejando ese tema de lado, Rosse sonrió con cierta comicidad ante lo que proponía Kyle.

¡Me encanta como piensas!, estoy segura de que con suficiente esfuerzo podrían hasta quedarse fuera de combate por el hedor.~

Ella no demoró en venirse arriba, que eso es su verdadera especialidad, casi relegando las transformaciones a un hobby.

Pero dejando ese asunto un poco en segundo plano, se llevó una mano al mentón, ya mucho más convencida de continuar y dispuesta a seguir su tarea con estas bestias, y mientras iba pensando, Kyle hizo una importante pregunta, que ella respondería llendo en dirección a una jaula, y usaría magia para atraer un candelabro hacia sí e iluminar lo que había dentro...

Dentro habían extrañas criaturas, humanoides, pero con una piel azulada y unas cabezas qué asemejan a pulpos, todos delgados y bastante altos, con ojos totalmente negros.

Estos son Illicidos, serán nuestros guardaespaldas en general, manteniendose fuera de la vista, poseen poderes psíquicos realmente poderosos, en caso de que algo vaya mal, su intervención puede parar en seco una mala situación...

Fue explicando mientras las criaturas solo los miraban, de forma indecifrable.