Recuerdo del primer mensaje :
Es la antesala al edificio de Reuniones Generales y Cónclaves del Consejo de los 20.
- Victorya:
- Victorya Blanc escribió:Tras aquella última cita en el hospital, era lo más que se había acercado a aquel lugar. El solo pensarlo le removía las entrañas y le daban ganas de desmayarse. Quizás era el olor de tanta limpieza mezclado con el arduo y perpetuo olor a sangre. Seguramente el de la sangre predominaría en aquel momento. Había instantes en los que vivir y convivir con los achaques le succionaba la energía, y la preocupación solo había logrado arrinconarlos hasta que explotaron.
Hasta el día de la victoria, se había mantenido en las sombras y al margen lo más que había podido. Incluso con respecto a Johan. Le habían informado constantemente de su condición y había agudizado sus dotes de espía cuando salió, por lo que supo bien donde le encontraría. Terminó por usar una blusa larga en negro con leggins a tono y botas altas. No era su estilo, pero tenía que empezar a ir más cómoda porque su ropa habitual le resultaba insoportable. Cuando encontró a su víctima, se acercó con cautela.
¿Estás seguro que eso es inteligente? - Mencionó detrás de Johan mientras le veía llenarse la jarra con cerveza. Suponía que aún estaría con alguna especie de medicamento, así que no le veía a aquello ni pies ni cabeza.- Creo que de todo esto solo deberías poder beber agua. Quizás un juguito con pajita...- Era todo en broma y en pique, pero su rostro permanecía impasible. Se alegraba de verlo completo.
El primer trago de cerveza me supo a gloria, y el segundo más. Lo cierto es que no hacía falta mucho para hacerme permanecer en una fiesta. La gente alrededor parecía alegre, y se respiraba una tranquilidad que nada tenía que ver con la tensa calma de semanas atrás. Una voz conocida a mis espaldas me hizo girarme, encontrándome con Victorya casi justo después de haber pensado en ella. Cualquiera diría que me había leído la mente. La miré de arriba a abajo como evaluando su estado, fijándome en que había escogido una ropa de diferente estilo al que solía utilizar. Tal vez quisiese disimular lo que ya era imposible que no se notase.
- Esta noche no me apetece hacer cosas inteligentes. - repliqué cuando me dijo eso y lo de beber agua, aunque supuse que era más una broma o modo de empezar a hablar. Por eso decidí seguirle el juego, sonriendo a medias.
- Aunque sería algo nuevo que te preocupases por mí...- dejé caer como que no quiere la cosa, mirándola brevemente de reojo antes de beber otro trago. - ¿Tú estás bien, no? hace tiempo que no hablamos. Desde la cena de navidad, creo...aunque tampoco es que hablásemos mucho allí. - recordé, fue algo incómoda en algunos momentos y no duró demasiado. Ni Jo ni ella estuvieron muy participativas, y Justin se había marchado enseguida. Lo mejor de aquello habían sido Nyara y Sirius con su dibujo.
- Spoiler:
- Markus Tesla escribió:El cotilla de Markus se había enterado de la existencia de una fiesta gracias al Instagram tope raro que alguien o algo había hecho sobre los cotilleos jugosos de la isla de Ouroboros. Cotilleos entre descendientes, eso siempre estaba bien. Salvo que él fuera el protagonista de los mismos …. En fin, que Markus decidió aquel día darse a conocer por la carpa aquella. No eligió trapo alguno para aquel evento, total.... era un botellón decorado con flores, ¿un botellófloro? ¿Botellón florido? Debería pensar en el término, lo acuñaría mientras….. ¡OH! ¡Cubertería fina! Rodó su estrambótica silla de ruedas hasta la mesa y empezó a comprobar el género del metal y ver si el cristal de las copas era de Swatoski. Bueno, no le importó, se lo guardó igualmente y ordenó, bajo clara amenaza, que el mesero le meseara alguna bebida estimulante para su cerebro ya que… tenía que crear, porque claro, si la máquina caput adiós, ¿debería seguir manteniendo la jaula de Faraday sobre la isla? ¿Se deberían permitir a los androides subir a la isla? ¿Podrían ser loa androides estudiantes de Ouroboros? ¿Se irían los sucios ocupas de su isla? Ay, cuántas preguntas sin respuesta. -¡Becaria! Gusto en verle. Espero que su marido esté bien después de haber bajado a la misión. Becaria, sabe usted por causalidad, ¿dónde puede Markus conseguir pizza de piña? Aquí solo hay canapés ridículos… En Avalon la comida era mucho mejor…- Suspiró, robando una de esas minúsculas piezas de comida de un tamaño y saber cuasi ridículo -Ahora que han acabado con la máquina…. O la han transofrmado, ¿ha pensado usted en seguir con sus estudios e inventos con el tarugo de Giordano?- Markus se cruzó de piernas sobre su silla, que con un chasquido fue tuneada para la ocasión añadiendo flores, globos y guirnaldas de colores. Tras aquello, Markus atrajo una de esas bandejas a la que quedaba un canapé, lo devoró y se guardó l a bandeja debajo de su chaqueta.
Seguía escuchando la música de fondo, realmente metida en su mundo, dejándose llevar por la música como si pudiera devolverle la vida; devolverla a un momento cuando no tenía más preocupaciones que qué canción elegir para la noche de karaoke o cuáles rebajas aprovechar para renovar su armario, o la limpieza de primavera…Momentos más fáciles.
La voz de Markus, reconocible, hizo que girara la cabeza hacia él con un gesto curioso en el rostro. La silla de ruedas ya no parecía una silla de ruedas, iba adornada con mil cosas y Arleen sonrió para sí misma debido a las excentricidades del genio. Sin duda, había que quererlo como era. Ella ya se había dado por vencida respecto a que devolviera la silla pero le preocupaba su estado físico. -Gracias, Descendiente- Dijo haciendo una reverencia cuando habló de Sayid -Es un gusto verlo bien también-
La mención de Avalón hizo que se le removiera algo por dentro -Estoy seguro de que podemos conseguirle muchas pizzas con piña- Y mejores, no diría más. Los canapés le parecían deliciosos y Sofía había elegido las mejores piezas y sin duda los cocineros se habían esforzado. Volviendo un poco a tierra observó alrededor cómo un montón de gente estaba atacándolos como si no fueran suficiente comida. Frunció el ceño ¿Y la vestimenta de etiqueta? Quizás eran refugiados… Llamó con la mano a uno de los camareros para sonreírle de forma amable -El Descendiente Tesla solicita pizza con piña. Hacer el favor de traerlas cuanto antes- Ordenó con suavidad.
-No lo llaméis tarugo- Advirtió en un tono ligeramente tenso -Os podéis insultar lo que queráis entre vosotros, pero no delante de mí, no lo toleraré- Siguió, cruzándose de brazos y luego inspiró recordando que debía calmarse y tranquilizarse. Entonces asintió mientras lo veía coger la bandeja sin entender porqué -Sí, continuaré mis estudios, pero de una forma distinta. No puedo hacer esfuerzos físicos porque pondría en peligro mi embarazo- Expresó con un tono de voz bastante neutro.
- Spoiler:
- Sofía Dioscórides escribió:No atendió la mirada que el moreno le plantó mientras estaba con sus recientes amistades, sino que simplemente la dejó estar. Fue cuando se alejaron que le pudo dedicar una de sus amplias sonrisas y quiso estrujarlo entre sus brazos mientras le escuchaba y le veía ahí, frente a ella, tan guapo. Si alguien los hubiera observado antes, se daría cuenta estaban bastante más separados que lo que les habían visto en anteriores ocasiones... y habría sospechado por la sortija en el anillo de la dama. Se acercó al moreno y comenzó a acomodarle la corbata a modo de excusa para tocarlo mientras escuchaba con compasión su relato.
El que Amaya estuviera mal le caía como un balde de agua fría cada vez que lo escuchaba. Sus niños habían perdido a su padre en la misión anterior, o eso había entendido, y era injusto que ahora su madre estuviera en esa situación. En su rostro se reflejaba el dolor por esas pequeñas criaturas que estaban sufriendo el dolor de sus vidas. Le hubiera gustado cuidarlos ella misma, pero no podía tener idea de dónde estaban sin preguntar. Suponía que los tendrían Fred y Aurora, porque desconocía si Amaya o su esposo tenían más familia en la isla. Asintió suavemente a lo de hablar con los líderes de los bandos que se encontraban en la isla. Lo mejor era seguir haciendo las cosas en conjunto hasta poder volver a la normalidad lo más posible.- He recibido todo, pero todo ha terminado en mi boca. Creo que te preocupas demasiado, cariño, pero aprecio cada detalle. Me haces saber en todo momento que estás pensando en mi.- Susurró con una sonrisa enternecida por todo lo que él hacía por ella. Su gratitud era bastante.
La tensión entre ellos se hizo más fuerte de momento cuando rozó la suave piel de su cuello con las yemas de sus dedos. Soltó un suspiro sus alegres labios mientras cerraba los ojos por un instante antes de volver al momento presente, a verle.- Se nos ha complicado un poco la situación. Como si el universo quisiera forzarnos a que el novio no vea a la novia antes de la boda.- Bromeó para tratar de aligerarle el ánimo, pues sabía que para él era importante el contacto sexual. Le habría gustado quedar en el piso del moreno, pero con Arleen tan frágil en su casa también sentía la necesidad de cuidar un poco de ella. Al menos en su cabaña nadie la molestaría y podía tener aire fresco en tan solo unos pasos.- Me haz hecho tanta falta estos días... Te he echado de menos.
La dejó hacer, sabiendo que su corbata estaba perfectamente colocada porque la había revisado antes de salir, pero si ella buscaba excusas para tocarle no se iba a quejar, deslizó sus manos hacia su cintura pero no fue más allá. Que la gente pensara lo que quisiera. La primera frase de Sofía hizo que sonriera de lado porque…oye, piensa mal y acertarás pero decidió no hacer comentario alguno aunque la picardía se vio directamente en sus ojos. Alzó un hombro restándole importancia a eso de preocuparse demasiado -Quizás, quizás no. Quizás no estás acostumbrada a que alguien cuide de ti porque siempre cuidas a los demás- Le respondió en ese tono bajo de voz.
El delicioso suspiro que soltó hizo que algo dentro de él se tensara. Sí, quería oírla suspirar y gemir su nombre. Su mirada recorrió los rasgos de la pelirroja y recordó patentemente el color sonrosado de sus mejillas, sus labios hinchados de besar, sus ojos vidriosos. Bajó una mano para acomodarse los pantalones porque…Era necesario -Tampoco es que hayamos puesto fecha o hablado de ello. ¿Tienes pensado algo? - Inquirió, conociéndola probablemente tenía el 95% de su boda soñada planificada en su mente. Ahora que la batalla en sí había finalizado podían empezar a planificar -Bueno...¿Se lo has dicho a tus compañeros?-
-Y yo a ti…Pero creo que eres muy consciente de eso- Le mencionó con una sonrisa -Pero es agradable que me lo digas- Porque siempre estaba ese curioso tira y afloja de uno y del otro. Más de ella por supuesto porque sus intenciones siempre habían sido muy claras -Hay cosas que vamos a tener que hablar… Además de la boda, la convivencia y demás. Ya sabes ¿Tu casa? ¿Mi casa? Aunque por espacio y…otros detalles creo que al tuya va ganando- Se rió roncamente.
Había logrado encontrar una esquina de la carpa que no tenía mucha gente y, por lo menos, sentía que nadie la estaba mirando o se acercaba. ¿Dónde estaba Sean? ¿O Giordano? ¿O Ling? Se pasó el pelo hacia delante y se cruzó de brazos sobre el escote, escondiéndose en sí misma y decidiendo que si nadie aparecía en los próximos 10 minutos iba a elevar una ilusión en esa esquina y se quedaría como espectadora pero no participante. ¿Dónde estaba Ian? Quizás llegaba tarde porque se había ido a casa a bañarse y cambiarse. Era comprensible, tenía su ropa allí. Vio a Savannah llegar con el resto de los licántropos y, de haber estado sola, quizás se habría acercado para hablar con ella, pero en seguida fue interceptada por otra mujer y parecía que había tensión en ellas así que prefirió pasar.
El grito de Azahar hizo que diera un respingo y no le dio tiempo de reaccionar cuando ya estaba siendo estrujada entre sus brazos, sonrió de lado y le dio unas palmaditas a modo de respuesta social aceptable. Tragó en seco, incómoda, aunque al menos se retiró luego -Regular- Confesó mirándola con cierta ansiedad en el rostro. Observó lo que le trajo para beber y lo olió con un gesto de curiosidad antes de beber un poco. De acuerdo, no estaba mal -Yo…Ian no está bien, Aza- Le confesó -Quizás tú puedas ayudarlo mejor que yo. Hace…cinco días que no le veo. El día después de la misión estaba muy extraño y …- No, no iba a vociferar sus problemas. No iba a decirle que le gritó -Y decidió ir al bosque por todo el tema de control de licantropía pero no he sabido nada de él desde entonces. Le avisé que estaría aquí y que Aedan estaba con Adam…Pero…- Señaló el lugar -Estoy por contactarlo- Dijo señalándose la sien pero en cuanto lo hizo uno de los miembros del comité de protocolo se acercó a ella informándole que debía dar el discurso de bienvenida. ¿Cuándo había decidido hacerlo?... Cuando se había imaginado a Jack diciendo barbaridades -Sí… ya voy-
Había palidecido. Demasiada gente. Sonrió tímidamente a Azahar y caminó hasta subirse a la pequeña plataforma donde estaban los músicos que poco a poco fueron terminando su melodía y el chico de protocolo le tendió un micrófono. Al observar a todas las personas que estaban allí se bloqueó momentáneamente y buscó la mirada de sus amigos pero encontró a Ian. Frunció el ceño ¿Por qué no la había buscado? Tensó los labios e intentó enfocar su atención en él como punto fijo, olvidándose de los demás -Buenas noches- Inició llamando la atención de los presentes. Se quedó en silencio un momento. Se suponía que había escrito un discurso, se suponía que lo había memorizado pero no encontraba las palabras correctas y sintió que se le cerraba la garganta. Apretó los dedos en el micrófono con fuerza, hasta que se le pusieron blancos sintiendo el peso de la mirada de todos entonces…Cerró los ojos y se abstrajo, buscando en ella misma lo que necesitaba para hablar, lo que realmente quería decir -Hoy estamos celebrando el fin de una guerra que nos ha costado mucho a todos. Esta celebración refleja el gran trabajo que han hecho todas las organizaciones, todos los bandos y logias durante todos estos años. Parece…No, ES el fin de una era. Es el fin del derramamiento de sangre mágica y humana. Es una noche en la que celebramos nuestros logros pero también recordamos a aquellos que no están con nosotros para compartirlos- Recordó a su padre y necesito un instante, un momento para recomponerse -Y por ellos os pido que …- Abrió los ojos y extendió la mano que no sostenía el micrófono para crear una bola de luz que fue elevándose hasta el techo de la carpa, luego otra -Hagáis memoria de vuestros compañeros caídos y crear este signo en su nombre para que esta noche su luz esté con nosotros- Catherine no se detuvo en la bola de energía de su padre, sino que creó una para Snagov, para Mandela, para Paracelso y para todas esas personas que había conocido y perdido aunque no incluyó a sus hermanos. La guerra…Ellos no habían muerto por la guerra.
Guardó un minuto de silencio mientras veía las luces empezar a iluminar el interior de la carpa, su sonrisa se hizo más grande y se relajó un poco al mirar hacia el techo-Y os invito a mantener la tolerancia, la paz y la determinación porque nuestro mundo pueda aprender a convivir indiferentemente de la raza o ideología; ya no sólo por nosotros, compañeros, sino por nuestros hijos…Que no conozcan el mismo mundo que nosotros hemos conocido, sino que puedan crecer ajenos a los terrores de la guerra y el racismo- Bajó la mirada entonces hacia Ian con una sonrisa -Es tiempo de pasar página y planear un futuro brillante. En representación del Consejo de los 20 y los habitantes de Ouroboros os doy, de nuevo, las gracias y disfrutar de esta noche especial-
No esperaba, ni esperó, un aplauso sino que le tendió el micrófono al chico mientras los músicos retomaban su pieza. Bajó de la plataforma de un salto y le hizo una seña a Azahar para que la siguiera señalando hacia donde había visto a Ian, empezando a caminar hacia allí.
OFF: No he llegado hasta él por si le da por escaparse xD
El grito de Azahar hizo que diera un respingo y no le dio tiempo de reaccionar cuando ya estaba siendo estrujada entre sus brazos, sonrió de lado y le dio unas palmaditas a modo de respuesta social aceptable. Tragó en seco, incómoda, aunque al menos se retiró luego -Regular- Confesó mirándola con cierta ansiedad en el rostro. Observó lo que le trajo para beber y lo olió con un gesto de curiosidad antes de beber un poco. De acuerdo, no estaba mal -Yo…Ian no está bien, Aza- Le confesó -Quizás tú puedas ayudarlo mejor que yo. Hace…cinco días que no le veo. El día después de la misión estaba muy extraño y …- No, no iba a vociferar sus problemas. No iba a decirle que le gritó -Y decidió ir al bosque por todo el tema de control de licantropía pero no he sabido nada de él desde entonces. Le avisé que estaría aquí y que Aedan estaba con Adam…Pero…- Señaló el lugar -Estoy por contactarlo- Dijo señalándose la sien pero en cuanto lo hizo uno de los miembros del comité de protocolo se acercó a ella informándole que debía dar el discurso de bienvenida. ¿Cuándo había decidido hacerlo?... Cuando se había imaginado a Jack diciendo barbaridades -Sí… ya voy-
Había palidecido. Demasiada gente. Sonrió tímidamente a Azahar y caminó hasta subirse a la pequeña plataforma donde estaban los músicos que poco a poco fueron terminando su melodía y el chico de protocolo le tendió un micrófono. Al observar a todas las personas que estaban allí se bloqueó momentáneamente y buscó la mirada de sus amigos pero encontró a Ian. Frunció el ceño ¿Por qué no la había buscado? Tensó los labios e intentó enfocar su atención en él como punto fijo, olvidándose de los demás -Buenas noches- Inició llamando la atención de los presentes. Se quedó en silencio un momento. Se suponía que había escrito un discurso, se suponía que lo había memorizado pero no encontraba las palabras correctas y sintió que se le cerraba la garganta. Apretó los dedos en el micrófono con fuerza, hasta que se le pusieron blancos sintiendo el peso de la mirada de todos entonces…Cerró los ojos y se abstrajo, buscando en ella misma lo que necesitaba para hablar, lo que realmente quería decir -Hoy estamos celebrando el fin de una guerra que nos ha costado mucho a todos. Esta celebración refleja el gran trabajo que han hecho todas las organizaciones, todos los bandos y logias durante todos estos años. Parece…No, ES el fin de una era. Es el fin del derramamiento de sangre mágica y humana. Es una noche en la que celebramos nuestros logros pero también recordamos a aquellos que no están con nosotros para compartirlos- Recordó a su padre y necesito un instante, un momento para recomponerse -Y por ellos os pido que …- Abrió los ojos y extendió la mano que no sostenía el micrófono para crear una bola de luz que fue elevándose hasta el techo de la carpa, luego otra -Hagáis memoria de vuestros compañeros caídos y crear este signo en su nombre para que esta noche su luz esté con nosotros- Catherine no se detuvo en la bola de energía de su padre, sino que creó una para Snagov, para Mandela, para Paracelso y para todas esas personas que había conocido y perdido aunque no incluyó a sus hermanos. La guerra…Ellos no habían muerto por la guerra.
Guardó un minuto de silencio mientras veía las luces empezar a iluminar el interior de la carpa, su sonrisa se hizo más grande y se relajó un poco al mirar hacia el techo-Y os invito a mantener la tolerancia, la paz y la determinación porque nuestro mundo pueda aprender a convivir indiferentemente de la raza o ideología; ya no sólo por nosotros, compañeros, sino por nuestros hijos…Que no conozcan el mismo mundo que nosotros hemos conocido, sino que puedan crecer ajenos a los terrores de la guerra y el racismo- Bajó la mirada entonces hacia Ian con una sonrisa -Es tiempo de pasar página y planear un futuro brillante. En representación del Consejo de los 20 y los habitantes de Ouroboros os doy, de nuevo, las gracias y disfrutar de esta noche especial-
No esperaba, ni esperó, un aplauso sino que le tendió el micrófono al chico mientras los músicos retomaban su pieza. Bajó de la plataforma de un salto y le hizo una seña a Azahar para que la siguiera señalando hacia donde había visto a Ian, empezando a caminar hacia allí.
OFF: No he llegado hasta él por si le da por escaparse xD
Lyosha Svensson
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Nacionalidad
Había descansado lo suficiente y había repuesto energías. La asistencia a la fiesta era meramente protocolaria y como, estaba segura, sus días en Ouroboros -entre magos- estaban contados así que eso la ponía de mal humor. Muchos meses, quizás años, había pasado desde que había metido su cuerpo en un vestido decente y al verse en el espejo casi se sintió como en su propia piel.
Llegaron a la fiesta a través de uno de los portales de Khaled y Lyosha transformó su arma para que se convirtiera en dos brazaletes que adornaban ahora sus muñecas. Gente que no conocía, comida que tenía buena pinta y exquisita música. Sin duda, hacía mucho tiempo que no estaba en este ámbito. Lo extrañaba, mucho. Aunque… Ese no parecía tener una sala secreta de apuestas y juegos, ni de armas de fuego -Prometo comportarme- Ronroneó hacia Khaled sin mirarlo, no le apetecía encontrar los ojos de Belialt de vuelta. Estaba bastante equilibrada desde aquel día en la sala de portales, pero se había anotado mentalmente no volver a estar en un sitio cerrado con ambos nigromantes. El resto de los Souls se dispersaron casi de inmediato.
Oteó el lugar consiguiendo el sitio de las bebidas y sonrió de lado -Tengo asuntos pendientes- Le informó a Khaled y se alejó, subida en unos altos tacones igual de negros que su vestido (y su alma), hasta donde estaba Johan. Se encontraba con una muchacha que les había acompañado en la misión y que sospechaba sería algún interés amoroso -¿Dónde está tu padre? Teníamos una cita- Le dijo al moreno antes de golpear la mesa con el dedo índice, el camarero colocó un vaso -Vodka- Dijo Lyosha y el hombre en seguida empezó a servir, pero antes de que se fuera, la revenant le cogió del antebrazo y sonrió de lado sardónicamente -Deja la botella- Se la arrancó de la mano y finalmente deslizó su maquillada mirada hacia la parejita -¿Mmm?- Insistió, esperando que el Scalovix le respondiera.
Llegaron a la fiesta a través de uno de los portales de Khaled y Lyosha transformó su arma para que se convirtiera en dos brazaletes que adornaban ahora sus muñecas. Gente que no conocía, comida que tenía buena pinta y exquisita música. Sin duda, hacía mucho tiempo que no estaba en este ámbito. Lo extrañaba, mucho. Aunque… Ese no parecía tener una sala secreta de apuestas y juegos, ni de armas de fuego -Prometo comportarme- Ronroneó hacia Khaled sin mirarlo, no le apetecía encontrar los ojos de Belialt de vuelta. Estaba bastante equilibrada desde aquel día en la sala de portales, pero se había anotado mentalmente no volver a estar en un sitio cerrado con ambos nigromantes. El resto de los Souls se dispersaron casi de inmediato.
Oteó el lugar consiguiendo el sitio de las bebidas y sonrió de lado -Tengo asuntos pendientes- Le informó a Khaled y se alejó, subida en unos altos tacones igual de negros que su vestido (y su alma), hasta donde estaba Johan. Se encontraba con una muchacha que les había acompañado en la misión y que sospechaba sería algún interés amoroso -¿Dónde está tu padre? Teníamos una cita- Le dijo al moreno antes de golpear la mesa con el dedo índice, el camarero colocó un vaso -Vodka- Dijo Lyosha y el hombre en seguida empezó a servir, pero antes de que se fuera, la revenant le cogió del antebrazo y sonrió de lado sardónicamente -Deja la botella- Se la arrancó de la mano y finalmente deslizó su maquillada mirada hacia la parejita -¿Mmm?- Insistió, esperando que el Scalovix le respondiera.
- Vestidazo:
- Johan:
- Johan Black escribió:
- Victorya:
- Victorya Blanc escribió:Tras aquella última cita en el hospital, era lo más que se había acercado a aquel lugar. El solo pensarlo le removía las entrañas y le daban ganas de desmayarse. Quizás era el olor de tanta limpieza mezclado con el arduo y perpetuo olor a sangre. Seguramente el de la sangre predominaría en aquel momento. Había instantes en los que vivir y convivir con los achaques le succionaba la energía, y la preocupación solo había logrado arrinconarlos hasta que explotaron.
Hasta el día de la victoria, se había mantenido en las sombras y al margen lo más que había podido. Incluso con respecto a Johan. Le habían informado constantemente de su condición y había agudizado sus dotes de espía cuando salió, por lo que supo bien donde le encontraría. Terminó por usar una blusa larga en negro con leggins a tono y botas altas. No era su estilo, pero tenía que empezar a ir más cómoda porque su ropa habitual le resultaba insoportable. Cuando encontró a su víctima, se acercó con cautela.
¿Estás seguro que eso es inteligente? - Mencionó detrás de Johan mientras le veía llenarse la jarra con cerveza. Suponía que aún estaría con alguna especie de medicamento, así que no le veía a aquello ni pies ni cabeza.- Creo que de todo esto solo deberías poder beber agua. Quizás un juguito con pajita...- Era todo en broma y en pique, pero su rostro permanecía impasible. Se alegraba de verlo completo.
El primer trago de cerveza me supo a gloria, y el segundo más. Lo cierto es que no hacía falta mucho para hacerme permanecer en una fiesta. La gente alrededor parecía alegre, y se respiraba una tranquilidad que nada tenía que ver con la tensa calma de semanas atrás. Una voz conocida a mis espaldas me hizo girarme, encontrándome con Victorya casi justo después de haber pensado en ella. Cualquiera diría que me había leído la mente. La miré de arriba a abajo como evaluando su estado, fijándome en que había escogido una ropa de diferente estilo al que solía utilizar. Tal vez quisiese disimular lo que ya era imposible que no se notase.
- Esta noche no me apetece hacer cosas inteligentes. - repliqué cuando me dijo eso y lo de beber agua, aunque supuse que era más una broma o modo de empezar a hablar. Por eso decidí seguirle el juego, sonriendo a medias.
- Aunque sería algo nuevo que te preocupases por mí...- dejé caer como que no quiere la cosa, mirándola brevemente de reojo antes de beber otro trago. - ¿Tú estás bien, no? hace tiempo que no hablamos. Desde la cena de navidad, creo...aunque tampoco es que hablásemos mucho allí. - recordé, fue algo incómoda en algunos momentos y no duró demasiado. Ni Jo ni ella estuvieron muy participativas, y Justin se había marchado enseguida. Lo mejor de aquello habían sido Nyara y Sirius con su dibujo.
El repaso que le dio el moreno nada más verla no la dejó indiferente. Si eso, le dieron ganas de golpearlo porque él la tenía metida en aquella situación. Habían sido los dos, pero necesitaba a alguien a quien culpar antes de terminar desquitándose con gente inocente.
Hmmm, interesante. Te puedo sugerir un par de cosas entonces.- Susurró con una sonrisa ladina y un brillo curioso en los ojos. No era sabio beber después del hospital, pero era adulto. Fuera de eso, le daba gusto verlo beber, que al menos uno de los dos pudiera...- Oh, me partes el corazón.- Ironizó a lo de preocuparse por él con fingido dolor. Sin embargo, terminó por sincerarse en un susurro.- No necesito preocuparme por ti. Sabía que volverías bien. Tenías que hacerlo.
Recordar la cena de Navidad le trajo a la cara una sonrisa abochornada de solo pensar lo mal que salió todo aquel día.- Aprecio el esfuerzo por hacerme parte de la familia. No quise decirle a Josephine que en realidad no me tiene que incluir en nada.- Susurró pensando de nuevo en aquel día, Tuvo que soltar una suave carcajada para aliviar la tensión porque aún tenía la cara de incomodidad de Johan grabada en la mente. Fue entonces cuando la música cesó y una voz reconocida le hizo girar el cuerpo hasta localizar a Catherine en la tarima.- Parece que va a empezar el espectáculo.- Murmuró mientras el discurso comenzaba. Por su parte, no quiso participar en la cosa con las bolas de luz que todos hacían. Le era extraño y no sabría a quien dedicársela. Había aprendido hacía mucho tiempo a no apreciar a nadie. El único que había pasado de etapa en ese aspecto estaba bastante vivo.- El fin de una era. La transición será dura para quienes estamos aqui. Muchos han invertido demasiado en la guerra.- Susurró, callándose cuando escuchó entonces la voz de Lyosha hablándole mal a Johan. Tuvo que sonreír de lado aunque un poco menos complacida que ella misma. Enterarse de que Sirius tenía "citas" era un dato que iba a guardar para cuando pudiera utilizarlo. Esa mujer no tenía inhibiciones.
- Spoiler:
- Vishous Royden escribió:
La dejó hacer, sabiendo que su corbata estaba perfectamente colocada porque la había revisado antes de salir, pero si ella buscaba excusas para tocarle no se iba a quejar, deslizó sus manos hacia su cintura pero no fue más allá. Que la gente pensara lo que quisiera. La primera frase de Sofía hizo que sonriera de lado porque…oye, piensa mal y acertarás pero decidió no hacer comentario alguno aunque la picardía se vio directamente en sus ojos. Alzó un hombro restándole importancia a eso de preocuparse demasiado -Quizás, quizás no. Quizás no estás acostumbrada a que alguien cuide de ti porque siempre cuidas a los demás- Le respondió en ese tono bajo de voz.
El delicioso suspiro que soltó hizo que algo dentro de él se tensara. Sí, quería oírla suspirar y gemir su nombre. Su mirada recorrió los rasgos de la pelirroja y recordó patentemente el color sonrosado de sus mejillas, sus labios hinchados de besar, sus ojos vidriosos. Bajó una mano para acomodarse los pantalones porque…Era necesario -Tampoco es que hayamos puesto fecha o hablado de ello. ¿Tienes pensado algo? - Inquirió, conociéndola probablemente tenía el 95% de su boda soñada planificada en su mente. Ahora que la batalla en sí había finalizado podían empezar a planificar -Bueno...¿Se lo has dicho a tus compañeros?-
-Y yo a ti…Pero creo que eres muy consciente de eso- Le mencionó con una sonrisa -Pero es agradable que me lo digas- Porque siempre estaba ese curioso tira y afloja de uno y del otro. Más de ella por supuesto porque sus intenciones siempre habían sido muy claras -Hay cosas que vamos a tener que hablar… Además de la boda, la convivencia y demás. Ya sabes ¿Tu casa? ¿Mi casa? Aunque por espacio y…otros detalles creo que al tuya va ganando- Se rió roncamente.
Mientras el moreno pasaba las manos a su cintura, ella pasó al cuello de la camisa y del saco, acomodándolos con riguroso cuidado, lentos movimientos y firmes toques desde la nuca hasta el pecho. Se tomó su tiempo para terminar, no tenía nada de prisa. Hubo una mirada que no alcanzó a comprender mientras hablaban de la comida, pero la dejó estar. Soltó un profundo suspiro a eso de que siempre cuidaba de los demás. Era algo que ya se lo había dicho con anterioridad y no terminaba de saber como sentirse al respecto.- Suena a que la gente me ve como una madre y no estoy muy convencida de ser la imagen que quiero proyectar. Me gusta cuidar a las personas, es mi manera de expresar mi cariño.- Susurró bromeando, tratando de relajar un poco el ambiente.
No supo esconder su sonrisa cuando comenzaron a hablar temas de boda.- No quiero decidir nada sin ti.- En su cabeza ya tenía todo listo, pero quería darle sus ideas y ver si él estaba de acuerdo en ellas para no sentirse culpable cuando hiciera todo tal como lo tenía pensado. Una pequeña sombra cruzó por si mirada cuando habló de sus compañeros. Bajó las manos al pecho del moreno, recostando un instante la cabeza en el hueco de su cuello. Se había olvidado por un instante dónde estaba.- Quisiera tener más tiempo...- Susurró al final mientras sentía un hueco en el pecho pensando en su familia. Tras unos instantes, se incorporó, haciendo lo imposible por poner buena cara.- Estaba pensando que debería de ser en este mes o el siguiente. Me encantaría esperar al equinoccio, solo no sé si sea la mejor idea.
Se sintió bien al escuchar que él también la extrañaba, y más aún cuando dijo que aquello le agradaba. Le sacó una amplia sonrisa a pesar de todo lo que había en su pecho. Asintió a su primera afirmación, respecto a hablar sobre la boda y demás situaciones que iban a comenzar a ocurrir a partir de que ese momento.- ¿Qué otros detalles? Para mí sería agradable tenerte en mi casa, me gustaría darte también tu espacio, tengo dos habitaciones sin usar que podrías hacer a tu gusto. Podrán ser tuyas por un módico precio.- Bromeó al final, relajando un poco la situación con su risa. De pronto, la banda comenzó a dejar de sonar y observó con deleite como Catherine hacía suyo el escenario. Feliz, tomó a Vishous del brazo y se acercaron poco a poco a la pista. El discurso fue hermoso y emotivo. Hablaba de reconciliación, de la paz después de la tormenta y de la felicidad que venía por delante. Su esfera de luz tomó más tiempo del que pensó, pues tenía mucha emoción que transmutó en aquella nueva estrella en el techo de la carpa. Llevaba en ella mucho de su amor y su cariño por tantas personas que habían sufrido tanto durante la guerra. Sabía que a Vishous no le caía muy bien Catherine, pero hasta él debía admitir que el discurso había sido maravilloso. Decidió entonces que había tenido suficiente con eso. Respiró profundo y deshizo el nudo de su abrigo y caminó de vuelta a la mesa del Consejo para dejarlo en una de las sillas. Por como estaban todos, tenía la sensación de que nadie se sentaría esa noche, y le parecía bien. Debajo del abrigo traía puesto un precioso [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] de mangas caídas y escote pronunciado, en un verde brillante que quedaba perfecto en su cuerpo y que vestía cristales de pies a cabeza.- ¿Por qué no vamos a conseguirte una copa? Me imagino que querrás celebrar esto también... Cuéntame de la misión que deseas hacer a la tierra. ¿Qué esperas encontrar? ¿Crees que las personas sean hostiles?
Inclino la cabeza intentando entender lo primero que Savannah responde. -Estoy tratando de ayudar.- Contesto a la pregunta de si tengo ganas de perder el tiempo mientras saboreo la victoria. Como la estoy mirando fijamente, noto sus gestos y que sus ojos cambian de color pero no logro oir sus pensamientos por lo que arrugo el ceño. -Así es, pero el espacio es limitado aquí. El hogar del clan de la Luna Roja seguirá estando abajo.- Hay hechiceros poderosos en la isla que son buenos candidatos para recibir la bendición de la licantropía y formar parte del clan, pero deben demostrar su valía. Una vez que todos en la isla sean licántropos miembros del clan, hay que bajar para encontrar a más, seguir convirtiendo y adherir a la manada.
Llega más gente al lugar y los miembros del clan vuelven con pesadas bandejas llenas de carne, vísceras y embutidos. Yo me agarro grandes y grasientas patas de vaca, cerdo, hígados, lengua y morcilla mientras una mujer habla sobre una plataforma. Aprovecho el momento también para volver a enfocarme en intentar escuchar los pensamientos de Savannah. Las luces que flotan son una buena distracción pero no me uno a eso. Cuando la mano de un miembro de mi clan se acerca a la bandeja en la que aparté mi comida, clavo mi cuchillo en su mano sin dudarlo y la atravieso hasta llegar a la mesa para dejarlo fijo ahí. Él se queja y lloriquea, incluso después de que lo libero una vez que tengo mi comida a salvo en mi regazo.
Los animo a que vayan a disfrutar de la ocasión y les sugiero acercarse al grupo de mujeres del que la pelirroja se había apartado antes. Uso el cuchillo que use para atravesarle la mano al licántropo, para ahora abrir una morcilla y como el interior con los dedos manchandome en el proceso pero poco me importa porque lo estoy gozando. -¿Dónde está el alfa del clan de los Hijos de Fenrir?- Le pregunto a los licántropos, Savannah incluída.
Ataque mágico: 25 Dado + 5 Stat + 10 Habilidad (Legeremancia) = 40
Llega más gente al lugar y los miembros del clan vuelven con pesadas bandejas llenas de carne, vísceras y embutidos. Yo me agarro grandes y grasientas patas de vaca, cerdo, hígados, lengua y morcilla mientras una mujer habla sobre una plataforma. Aprovecho el momento también para volver a enfocarme en intentar escuchar los pensamientos de Savannah. Las luces que flotan son una buena distracción pero no me uno a eso. Cuando la mano de un miembro de mi clan se acerca a la bandeja en la que aparté mi comida, clavo mi cuchillo en su mano sin dudarlo y la atravieso hasta llegar a la mesa para dejarlo fijo ahí. Él se queja y lloriquea, incluso después de que lo libero una vez que tengo mi comida a salvo en mi regazo.
Los animo a que vayan a disfrutar de la ocasión y les sugiero acercarse al grupo de mujeres del que la pelirroja se había apartado antes. Uso el cuchillo que use para atravesarle la mano al licántropo, para ahora abrir una morcilla y como el interior con los dedos manchandome en el proceso pero poco me importa porque lo estoy gozando. -¿Dónde está el alfa del clan de los Hijos de Fenrir?- Le pregunto a los licántropos, Savannah incluída.
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El miembro 'Kiana Wolfrun' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Sabía que mi comportamiento evitando a Catherine estaba siendo absurdo, pero aún así no me reuní con ella aunque habría sido lo lógico. Intenté perderme entre la gente para retrasar el momento de hablar, el momento de aceptar que pasaba algo. Me detuve en cuanto escuché su voz dando inicio al discurso, cargado de palabras de recuerdo a los caídos tras haber conseguido la victoria. Ella parecía estar muy segura de que era el final de la guerra, aunque yo tenía la sensación de que sólo había sido el final de la guerra contra la máquina, que no habíamos solucionado el resto de problemas subyacentes. Ojalá fuese así, porque todos anhelábamos poder vivir en paz de una maldita vez. Me preguntaba si escucharían su voz pidiendo tolerancia para el futuro, si harían caso al Consejo. Suspiré bajando la mirada, algo incómodo.
Finalmente decidí elevar aquella luz mágica al cielo, alzando la palma de mi mano para dedicar aquello a todos los renegados que habían caído a lo largo de la guerra, a los que habíamos perdido, y también a los desaparecidos. El gesto ya no les servía de nada, pero también sentía que no se les daba importancia si no se hacía. Lo único que podíamos hacer era recordarlos. Después del discurso quise retirarme, pero Catherine fue más rápida localizándome y acercándose a mí rápidamente. Esta vez no me marché, había que enfrentar la situación extraña que estábamos viviendo.
- Bonito discurso. Ojalá se lo crean. - respondí metiéndome las manos en los bolsillos, sin acercarme a ella como habría sido normal en mí. - ¿Qué viene ahora, Catherine? ¿Ouroboros será quien se quede al cargo de todo? ¿meterá las narices en lo que suceda fuera de aquí? - solté con un tono más pasivo agresivo de lo que pretendía, ligeramente sorprendido por cómo habían sonado mis palabras.
- Olvídalo. No sé si es buena idea que sigamos hablando del tema. En realidad ni siquiera sé si debería haber venido a esta fiesta hoy.
Finalmente decidí elevar aquella luz mágica al cielo, alzando la palma de mi mano para dedicar aquello a todos los renegados que habían caído a lo largo de la guerra, a los que habíamos perdido, y también a los desaparecidos. El gesto ya no les servía de nada, pero también sentía que no se les daba importancia si no se hacía. Lo único que podíamos hacer era recordarlos. Después del discurso quise retirarme, pero Catherine fue más rápida localizándome y acercándose a mí rápidamente. Esta vez no me marché, había que enfrentar la situación extraña que estábamos viviendo.
- Bonito discurso. Ojalá se lo crean. - respondí metiéndome las manos en los bolsillos, sin acercarme a ella como habría sido normal en mí. - ¿Qué viene ahora, Catherine? ¿Ouroboros será quien se quede al cargo de todo? ¿meterá las narices en lo que suceda fuera de aquí? - solté con un tono más pasivo agresivo de lo que pretendía, ligeramente sorprendido por cómo habían sonado mis palabras.
- Olvídalo. No sé si es buena idea que sigamos hablando del tema. En realidad ni siquiera sé si debería haber venido a esta fiesta hoy.
"regular?"
La miré extrañada. Sería por los cotilleos de Lady Humminbird? Igual...igual le estaban afectando...
Pero entonces habló de Ian y me di cuetna de que no iban por ahi los tiros. Extraño? Comencé a preocuparme por Ian por lo que ella me contaba mientras daba vueltas al liquido dentro de mi vaso y pegaba sorbos.
- Si...la verdad es que suena raro pero...Cath, si alguien puede ayudarlo, sin duda eres tu. - encogí mis hombros en plan "bueno". - aun asi te prometo que lo intentaré!
Luego se fue a atender sus responsabilidades de Descendiente, que incluían, entre otras, dar discursos. A mi me aburrían los discursos, pero por ser ella, lo iba a escuchar. Hasta derramé una lagrimita y todo por el unico ojo que tenía, y lo solucioné sonandome los mocos con una servilleta y bebiendo mas.
Mierda,....ahora me picaba el ojo y veia borroso. Hice el coso ese de la luz pensando en todas las personas que habiamos dejado por el camino, pensando tambien en los desconocidos, aquellos que no tenian a nadie para recordarles. Los anónimos. A ellos dirigí tambien mis pensamientos y mi hechizo, que se alzó en el cielo con los demas.
Fue un momento bonito pero terminó. Capté su seña al verla bajar del escenario, habia localizado a Ian. Segui una ruta diferente a ella pero al final llegamos al Hacksaw, ella un poco antes, aunque al entrar por un lateral pille el monologo rancio de Ian. Pegue un largo trago, incómoda, porque de pronto sentía que me habia metido de lleno en una pelea de pareja. Pero si, Ian estaba...como mínimo, estúpido perdido.
- Qué pulga te ha picado? Te encuentras bien, Ian?
La miré extrañada. Sería por los cotilleos de Lady Humminbird? Igual...igual le estaban afectando...
Pero entonces habló de Ian y me di cuetna de que no iban por ahi los tiros. Extraño? Comencé a preocuparme por Ian por lo que ella me contaba mientras daba vueltas al liquido dentro de mi vaso y pegaba sorbos.
- Si...la verdad es que suena raro pero...Cath, si alguien puede ayudarlo, sin duda eres tu. - encogí mis hombros en plan "bueno". - aun asi te prometo que lo intentaré!
Luego se fue a atender sus responsabilidades de Descendiente, que incluían, entre otras, dar discursos. A mi me aburrían los discursos, pero por ser ella, lo iba a escuchar. Hasta derramé una lagrimita y todo por el unico ojo que tenía, y lo solucioné sonandome los mocos con una servilleta y bebiendo mas.
Mierda,....ahora me picaba el ojo y veia borroso. Hice el coso ese de la luz pensando en todas las personas que habiamos dejado por el camino, pensando tambien en los desconocidos, aquellos que no tenian a nadie para recordarles. Los anónimos. A ellos dirigí tambien mis pensamientos y mi hechizo, que se alzó en el cielo con los demas.
Fue un momento bonito pero terminó. Capté su seña al verla bajar del escenario, habia localizado a Ian. Segui una ruta diferente a ella pero al final llegamos al Hacksaw, ella un poco antes, aunque al entrar por un lateral pille el monologo rancio de Ian. Pegue un largo trago, incómoda, porque de pronto sentía que me habia metido de lleno en una pelea de pareja. Pero si, Ian estaba...como mínimo, estúpido perdido.
- Qué pulga te ha picado? Te encuentras bien, Ian?
Se había mordido la lengua para no decirle a Azahar que Ian simplemente… Simplemente había huido de ella -Gracias- Había susurrado cuando escuchó su promesa. Tras eso realizó su discurso y lo cierto es que lo sintió correcto, lo sintió bien. Avanzó con rapidez hacia Ian, agradeciendo que ahora iba en sus botas.
Le apetecía abrazarlo y besarlo, preguntarle si finalmente había logrado controlarse durante la luna y, de hacerlo, celebrar con él. Se veía tan guapo vestido formal, sonrió de lado al contemplarlo -Hey..¿Com…- Preguntó, o eso intentó, y se detuvo al verlo meterse las manos en los bolsillos. De pronto sintió como si hubiese levantado un muro entre ellos. Porque ella había hecho ese mismo gesto en tantas ocasiones… Sabía lo que significaba. Lo miró, confundida, y escuchó el resto de sus preguntas con el ceño fruncido -No, no es la intención del Consejo ni nunca lo fue y lo sabes- Respondió, ligeramente mosqueada. Cinco días sin verlo, cinco días alejada de él y era lo primero qué le decía…
¿Acaso no le importaba cómo se encontraba ella? ¿No quería saber nada de Aedan?
-A mi me parece buena idea. Dime todo lo que me quieres decir- Explotó pero su tono no se elevó y volvió la vista hacia Azahar tratando de hacerle entender que esa era la actitud que cargaba encima. Al menos no fue la única que se había dado cuenta de que algo iba mal. Terminó acercándose a él, alargando una mano para tomarlo del antebrazo, aligerando el rostro e intentando comprender qué es lo que le estaba ocurriendo. Algo debió ocurrir en la misión… O eso quería creer porque en el momento en el que la había visto la había besado de aquella manera que aún le erizaba la piel y ahora… -¿Qué sucedió en la misión? ¿Por qué me estás tratando así? ¿He dicho algo?-
Le apetecía abrazarlo y besarlo, preguntarle si finalmente había logrado controlarse durante la luna y, de hacerlo, celebrar con él. Se veía tan guapo vestido formal, sonrió de lado al contemplarlo -Hey..¿Com…- Preguntó, o eso intentó, y se detuvo al verlo meterse las manos en los bolsillos. De pronto sintió como si hubiese levantado un muro entre ellos. Porque ella había hecho ese mismo gesto en tantas ocasiones… Sabía lo que significaba. Lo miró, confundida, y escuchó el resto de sus preguntas con el ceño fruncido -No, no es la intención del Consejo ni nunca lo fue y lo sabes- Respondió, ligeramente mosqueada. Cinco días sin verlo, cinco días alejada de él y era lo primero qué le decía…
¿Acaso no le importaba cómo se encontraba ella? ¿No quería saber nada de Aedan?
-A mi me parece buena idea. Dime todo lo que me quieres decir- Explotó pero su tono no se elevó y volvió la vista hacia Azahar tratando de hacerle entender que esa era la actitud que cargaba encima. Al menos no fue la única que se había dado cuenta de que algo iba mal. Terminó acercándose a él, alargando una mano para tomarlo del antebrazo, aligerando el rostro e intentando comprender qué es lo que le estaba ocurriendo. Algo debió ocurrir en la misión… O eso quería creer porque en el momento en el que la había visto la había besado de aquella manera que aún le erizaba la piel y ahora… -¿Qué sucedió en la misión? ¿Por qué me estás tratando así? ¿He dicho algo?-
Savannah
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-¿Por qué crees que necesito ayuda?- Inquirió Savannah, pero no de un modo agresivo sino genuinamente curioso. ¿Se habría enterado de lo que había sucedido con Jarkko? ¿De lo mucho que se había esforzado? Esperaba que no. Tras eso escuchó su respuesta respecto al clan y sonrió asintiendo -Lo comprendo… ¿Cómo…llevas el embarazo con el tema de la transformación? - Le preguntó, cortés e interesada.
De pronto las bandejas de comida llegaron y la Hati sintió cierta envidia, como no, pero supuso que Kiana había usado su influencia como pareja de Altaïr así que se quedó con sus patas de pollo. Se distrajo con el discurso de Catherine que sonaba muy bien y Savannah misma generó varias luces no sólo por los licántropos caídos en Ouroboros sino por aquellos que habían muerto en Llangoed y que aún le pesaban en el corazón. Fue por esa misma razón que los espíritus danzaron a su alrededor, uno de ellos el de Connor mismo poseyendo el cuerpo de Savannah y dándole más fuerza a aquellas luces…Fuerza como el mismísimo sol. Sus ojos, esta vez abiertos, brillaron de nuevo con luz propia antes de volver a mirar a la licántropa con un gesto de advertencia en la mirada de la que Savannah no fue consciente.
De pronto, Savannah se atragantó con el pollo cuando vio a Kiana atravesar la mano de uno de sus compañeros de forma más bien sádica y rápida. La peliblanca miró hacia el chico y luego dio un par de pasos atrás acercándose a Lorcan porque…No sabía en qué momento había aparecido ese cuchillo en su mano. -Estoy aquí- Mencionó cuando preguntó por el alfa -Soy Alfa Hati del clan- Le especificó y, con suerte, pronto tendrían al alfa Skoll. Tenía que buscar a Ian esa noche y hablar con él.
Probabilidad: Espíritus le protegen
Defensa: 25 + 10 hab (medium) +12 stat: 47. No lee
De pronto las bandejas de comida llegaron y la Hati sintió cierta envidia, como no, pero supuso que Kiana había usado su influencia como pareja de Altaïr así que se quedó con sus patas de pollo. Se distrajo con el discurso de Catherine que sonaba muy bien y Savannah misma generó varias luces no sólo por los licántropos caídos en Ouroboros sino por aquellos que habían muerto en Llangoed y que aún le pesaban en el corazón. Fue por esa misma razón que los espíritus danzaron a su alrededor, uno de ellos el de Connor mismo poseyendo el cuerpo de Savannah y dándole más fuerza a aquellas luces…Fuerza como el mismísimo sol. Sus ojos, esta vez abiertos, brillaron de nuevo con luz propia antes de volver a mirar a la licántropa con un gesto de advertencia en la mirada de la que Savannah no fue consciente.
De pronto, Savannah se atragantó con el pollo cuando vio a Kiana atravesar la mano de uno de sus compañeros de forma más bien sádica y rápida. La peliblanca miró hacia el chico y luego dio un par de pasos atrás acercándose a Lorcan porque…No sabía en qué momento había aparecido ese cuchillo en su mano. -Estoy aquí- Mencionó cuando preguntó por el alfa -Soy Alfa Hati del clan- Le especificó y, con suerte, pronto tendrían al alfa Skoll. Tenía que buscar a Ian esa noche y hablar con él.
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El miembro 'Savannah' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
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Queríamos ver que hacía Ouroboros para aquel día. Contemplar a los magos en toda su....gloria? O lo que fuera aquello. Verlos celebrar su triunfo. También era el triunfo de los Soul Reaper. Y marcaba la cuenta atrás para que moviese la Torre fuera de Ouroboros. No ibamos a ser los "invitados de honor" de modo indefinido..... No. Nos merecíamos algo mucho más grande.
"Mira que curvas... estos patéticos actos merecen la pena solo para verla asi"
Cerré los ojos librando mi lucha interna contra Belialt, porque esos pensamientos eran evidentemente suyos y no mios, pero me ponian muy, muy incómodo, y sobre todo, me enfurecían. Ella mantenía las distancias, y menos mal.
- Me basta con que no mates a nadie. Públicamente, al menos. - yo solo pedía discreción, no era mucho.
La mujer se fue a hablar con el hijo de Scalovix, lo que me dejó a mi a solas. Me dediqué a estudiar a los presentes, a analizar sus auras....ni una sola de ellas sin mancillar, por supuesto. Niveles de pecados en diferentes niveles....
Observé a Le Fay cuando se dedicó a dar su discurso, cruzado de brazos y con gesto adusto. Me hizo mucha gracia su ingenuidad cuando declaró que era el fin de una era.
"mentes estrechas...almas rotas..."
"Ingenua, esto no termina aquí. Nunca viviréis en paz, no sereis capaces. Recuerdalo... "
Lo recordé. Lo dije entonces, y lo seguía pensando. No solo eso, esta vez lo había visto en el horizonte. Algo de lo que aun quería contarle a Lyo....si no acababa muy borracha.
Pedí vino para acompañar la velada, sin perder el tiempo en buscar a Zaphira si quiera con la mirada. Sabía que la dragona no se hallaba cerca, pues no había sentido ni su aura ni el poder de Maera cerca.
"Mira que curvas... estos patéticos actos merecen la pena solo para verla asi"
Cerré los ojos librando mi lucha interna contra Belialt, porque esos pensamientos eran evidentemente suyos y no mios, pero me ponian muy, muy incómodo, y sobre todo, me enfurecían. Ella mantenía las distancias, y menos mal.
- Me basta con que no mates a nadie. Públicamente, al menos. - yo solo pedía discreción, no era mucho.
La mujer se fue a hablar con el hijo de Scalovix, lo que me dejó a mi a solas. Me dediqué a estudiar a los presentes, a analizar sus auras....ni una sola de ellas sin mancillar, por supuesto. Niveles de pecados en diferentes niveles....
Observé a Le Fay cuando se dedicó a dar su discurso, cruzado de brazos y con gesto adusto. Me hizo mucha gracia su ingenuidad cuando declaró que era el fin de una era.
"mentes estrechas...almas rotas..."
"Ingenua, esto no termina aquí. Nunca viviréis en paz, no sereis capaces. Recuerdalo... "
Lo recordé. Lo dije entonces, y lo seguía pensando. No solo eso, esta vez lo había visto en el horizonte. Algo de lo que aun quería contarle a Lyo....si no acababa muy borracha.
Pedí vino para acompañar la velada, sin perder el tiempo en buscar a Zaphira si quiera con la mirada. Sabía que la dragona no se hallaba cerca, pues no había sentido ni su aura ni el poder de Maera cerca.
- vestimenta:
- Victorya:
El repaso que le dio el moreno nada más verla no la dejó indiferente. Si eso, le dieron ganas de golpearlo porque él la tenía metida en aquella situación. Habían sido los dos, pero necesitaba a alguien a quien culpar antes de terminar desquitándose con gente inocente.
Hmmm, interesante. Te puedo sugerir un par de cosas entonces.- Susurró con una sonrisa ladina y un brillo curioso en los ojos. No era sabio beber después del hospital, pero era adulto. Fuera de eso, le daba gusto verlo beber, que al menos uno de los dos pudiera...- Oh, me partes el corazón.- Ironizó a lo de preocuparse por él con fingido dolor. Sin embargo, terminó por sincerarse en un susurro.- No necesito preocuparme por ti. Sabía que volverías bien. Tenías que hacerlo.
Recordar la cena de Navidad le trajo a la cara una sonrisa abochornada de solo pensar lo mal que salió todo aquel día.- Aprecio el esfuerzo por hacerme parte de la familia. No quise decirle a Josephine que en realidad no me tiene que incluir en nada.- Susurró pensando de nuevo en aquel día, Tuvo que soltar una suave carcajada para aliviar la tensión porque aún tenía la cara de incomodidad de Johan grabada en la mente. Fue entonces cuando la música cesó y una voz reconocida le hizo girar el cuerpo hasta localizar a Catherine en la tarima.- Parece que va a empezar el espectáculo.- Murmuró mientras el discurso comenzaba. Por su parte, no quiso participar en la cosa con las bolas de luz que todos hacían. Le era extraño y no sabría a quien dedicársela. Había aprendido hacía mucho tiempo a no apreciar a nadie. El único que había pasado de etapa en ese aspecto estaba bastante vivo.- El fin de una era. La transición será dura para quienes estamos aqui. Muchos han invertido demasiado en la guerra.- Susurró, callándose cuando escuchó entonces la voz de Lyosha hablándole mal a Johan. Tuvo que sonreír de lado aunque un poco menos complacida que ella misma. Enterarse de que Sirius tenía "citas" era un dato que iba a guardar para cuando pudiera utilizarlo. Esa mujer no tenía inhibiciones.
- Pues admito sugerencias, tampoco voy a pasarme toda la fiesta bebiendo. - además, hacía mucho que no bebía en cantidad, ya había perdido la costumbre. Aún así pegué otro trago a la cerveza, esa estaba particularmente buena. Cerveza de ricos Ouroborenses. Iba a pasarle la jarra para que probase, pensando que por un pequeño trago tampoco pasaría nada. - Toma, para que no se te rompa el corazón. - ironicé también, aunque luego ladeé la cabeza un poco más serio. No había ninguna certeza de que los de abajo regresásemos, si no se había preocupado no era por eso. - ¿Por qué lo sabías? en realidad no me conoces tanto, no conoces mis fallos, mis puntos débiles, y...muchas otras cosas. - bajé la voz casi a un susurro, mirándola a los ojos. - Y yo creo que tampoco te conozco a ti, o que no te dejas. - no se abría, no en ese sentido.
Suspiré cuando mencionó a Josephine, negando con la cabeza. - Ya. Ella es así, se lleva bien con todo el mundo. Hiciste bien en ir porque si no lo habría tomado como que no querías ir a su fiesta. - guardé silencio cuando comenzó el discurso de Catherine, asintiendo levemente porque estaba de acuerdo en todo lo que decía. Jamás olvidaríamos a los que habían caído a lo largo de tantos años, y estaba en nuestra mano aprovechar la situación para alcanzar de una vez por lo que llevábamos tanto tiempo luchando. Cerré los ojos un instante antes de pensar en las víctimas de la guerra, pensando también de manera inevitable en si el resto de mi familia que estaba en otro país habría sobrevivido. Era algo que tenía que descubrir en cuanto pudiese. Envié una esfera de luz al cielo, que se unió a otras tantas en aquel homenaje.
- La transición tendremos que trabajarla tanto como las batallas de la guerra, para que no se reanude el conflicto o empiece otro...hay mucho que pensar antes de relajarse. - añadí a la reflexión de Victorya antes de girarme hacia la recién llegada Lyosha. Muy elegante, comparado con el último recuerdo que tenía de ella. - ¿Una cita? no creo que pueda venir. Todavía está regenerándose desde la última misión. Está en un tanque de sangre...en unos pocos días saldrá. Y probablemente nos marcharemos de aquí. Supongo que los Soul también.
Lyosha Svensson
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No dudó mucho en llenar la mitad del vaso y beberlo en un par de tragos, cerró los ojos y tensó los labios en una sonrisa de masoquista satisfacción cuando el ardor familiar del alcohol bajó por su garganta. Se sirvió un poco más. Le interesó el precioso énfasis que había hecho Khaled en “públicamente”. Se preguntó cuál de todos esos que estaban allí era Altaïr. Se relamió los labios en busca de una presa.
-Sí, en año nuevo. Tiene unos…- Fingió mirarse un reloj inexistente en sus gruesos brazaletes de metal para luego deslizar una sonrisa irónica hacia Johan -Siete días de retraso- Bromeó, sí, era capaz de eso. Estaba de buen humor. -Oh…Tanque de sangre- Seguramente, estaba encantado de la vida. Justo donde un vampiro diría que era su paraíso -¿Y recobró la conciencia? Porque la última vez que nos escapamos del hospital fue…- Saboreó la palabra, saboreó las experiencias y los recuerdos. Alzó al vaso en un brindis silencioso -Épico- Resumió.
- Sí. Khaled aún tiene que organizar bien el traslado -Y como no iba a quedarse callada -Después de que retrasaramos el ataque de las máquinas a la isla, tenemos que esperar por asuntos ajenos a nuestra voluntad, un tiempo prudente antes de movernos- Y si era lo suficientemente curioso preguntaría y Lyosha hablaría de la increíble participación de los Souls en salvarle el culo a los magos. Miró a la muchacha que mantenía una ligera sonrisa, la evaluó de arriba abajo con la mirada entrecerrada -¿Es tu novia, esta?- Inquirió con poca delicadeza y tras eso volvió los ojos hacia Johan, prendándose del azul de su iris durante un instante mientras los recuerdos fluían en ella -Los Scalovix tienen la mala manía de liarse con gente siniestras- Alzó la mano y le tomó de la barbilla evaluándolo -Nunca acaba bien- Advirtió y bajó la mano hacia su vaso de vodka para beberlo de nuevo -¿Sabéis quien es Altaïr?- Agregó, tratando de dejar a un lado las memorias.
-Sí, en año nuevo. Tiene unos…- Fingió mirarse un reloj inexistente en sus gruesos brazaletes de metal para luego deslizar una sonrisa irónica hacia Johan -Siete días de retraso- Bromeó, sí, era capaz de eso. Estaba de buen humor. -Oh…Tanque de sangre- Seguramente, estaba encantado de la vida. Justo donde un vampiro diría que era su paraíso -¿Y recobró la conciencia? Porque la última vez que nos escapamos del hospital fue…- Saboreó la palabra, saboreó las experiencias y los recuerdos. Alzó al vaso en un brindis silencioso -Épico- Resumió.
- Sí. Khaled aún tiene que organizar bien el traslado -Y como no iba a quedarse callada -Después de que retrasaramos el ataque de las máquinas a la isla, tenemos que esperar por asuntos ajenos a nuestra voluntad, un tiempo prudente antes de movernos- Y si era lo suficientemente curioso preguntaría y Lyosha hablaría de la increíble participación de los Souls en salvarle el culo a los magos. Miró a la muchacha que mantenía una ligera sonrisa, la evaluó de arriba abajo con la mirada entrecerrada -¿Es tu novia, esta?- Inquirió con poca delicadeza y tras eso volvió los ojos hacia Johan, prendándose del azul de su iris durante un instante mientras los recuerdos fluían en ella -Los Scalovix tienen la mala manía de liarse con gente siniestras- Alzó la mano y le tomó de la barbilla evaluándolo -Nunca acaba bien- Advirtió y bajó la mano hacia su vaso de vodka para beberlo de nuevo -¿Sabéis quien es Altaïr?- Agregó, tratando de dejar a un lado las memorias.
Bailar no es lo mío, pero haré como que me lo pensaré cuando me invites. También podemos hacer otras cosas... Históricamente, después de que termina una guerra hay una epidemia de bebés recién nacidos.- Bromeó con esas bromas que llevaban algo de pulla en ellas. Su cabeza estaba muy segura de que lo que tenía que hacer era pasar de la cerveza, pero su mano fue más rápida para agarrar la jarra y beber solo un sorbo pequeño antes de regresársela. Nunca le había gustado la cerveza, pero el no poder beberla la hacía deseada.- Ahora terminaré la noche durmiendo en el baño. Bien hecho, cariño.- Ironizó con una sonrisa menos contenida que el resto, que se volvió curiosa cuando el moreno comenzó a hablar de nuevo.- Te he estudiado lo suficiente como para saber. Te conozco desde antes que me vieras la primera vez. No se llega a ser el líder de algo sin tener una pizca de astucia.- Dijo tranquila a su primera pregunta, aunque dudando un poco ante lo que vino a continuación.- ¿Por qué quieres conocerme? Más bien, la pregunta es, ¿Qué quieres conocer? Soy fascinante, no lo dudes, pero abrirse a otra gente hace que los demonios sean reales.- Advirtió con un tono serio en la voz, a pesar de su serenidad habitual. Le había costado mucho verlo desde que la vio en su momento más vulnerable aquella noche cuando las nauseas hicieron lo suyo.
Al final, terminó por asentir a lo de la cena de Navidad. Eso suponía, que la rubia se lo tomaría personal y de mala fe si no asistía a la fiesta.- Tiene algunas amistades que valen más que otras...- Lo decía por Thoren y porque aunque no se portó mal en la cena, la verdad es que no le hacía la vida más fácil. Tras el discurso, asintió a lo que mencionaba Johan. Había trabajo después de la guerra. Solo le gustaría saber si debía quedarse en las sombras o comenzar una carrera política. Parecía buen momento para ganar votos si es que lo intentaba.
Lo del tanque de sangre de Sirius le resultó de lo más interesante, pero dejó las preguntas para otro momento. Lo de marcharse de la isla también le parecía difícil de imaginar. Ya no cabían en ningún lado. Habían huido de la tierra y ahora la isla reclamaba el espacio que habían tomado. No le gustó el tono en que Lyosha la evaluó ni tampoco en el que soltó aquella pregunta, sobre todo por su cara en general, así que se adelantó a contestar.- Oh, qué palabra tan frívola para todo lo que hay entre nosotros.- Pensó en actuar de novia empalagoza, pero se le daba mal actuar como chiquilla. Tuvo que ocultar la risa que le daban las palabras de la chica con la mano mientras la veía acercarse a él. Y claro, ella no le iba a señalar a Altair, que lo encontrara sola.
Al final, terminó por asentir a lo de la cena de Navidad. Eso suponía, que la rubia se lo tomaría personal y de mala fe si no asistía a la fiesta.- Tiene algunas amistades que valen más que otras...- Lo decía por Thoren y porque aunque no se portó mal en la cena, la verdad es que no le hacía la vida más fácil. Tras el discurso, asintió a lo que mencionaba Johan. Había trabajo después de la guerra. Solo le gustaría saber si debía quedarse en las sombras o comenzar una carrera política. Parecía buen momento para ganar votos si es que lo intentaba.
Lo del tanque de sangre de Sirius le resultó de lo más interesante, pero dejó las preguntas para otro momento. Lo de marcharse de la isla también le parecía difícil de imaginar. Ya no cabían en ningún lado. Habían huido de la tierra y ahora la isla reclamaba el espacio que habían tomado. No le gustó el tono en que Lyosha la evaluó ni tampoco en el que soltó aquella pregunta, sobre todo por su cara en general, así que se adelantó a contestar.- Oh, qué palabra tan frívola para todo lo que hay entre nosotros.- Pensó en actuar de novia empalagoza, pero se le daba mal actuar como chiquilla. Tuvo que ocultar la risa que le daban las palabras de la chica con la mano mientras la veía acercarse a él. Y claro, ella no le iba a señalar a Altair, que lo encontrara sola.
Mi actitud distante la había molestado, pude notarlo en su gesto de contrariedad al no acercarme a ella para saludarla con normalidad. Aquello no estaba bien, pero no lograba callarme aquellos comentarios fuera de lugar. - Ya veremos si de verdad el Consejo es capaz de quedarse en la isla sin bajar a tierra a meterse en asuntos que no le corresponden. Lo estropearán todo. - la réplica llevaba una crítica al Consejo, hacia el que cada vez expresaba más animadversión. Hice una mueca de desagrado, sacando mis manos de los bolsillos.
Gruñí por lo bajo al ver acercarse a Azahar para meterse en la conversación, soltando un sonido irónico por lo de la pulga que me había picado. - Ninguna. Y sí, estoy bien. ¿Por qué? ¿Es que Catherine te ha dicho algo de mí? - sobre lo de encontrarme bien no dije nada más, porque sólo me referí a lo físico. Mentalmente me sentía confuso, inquieto, y con una agresividad contenida que no había remitido tras la luna llena. La mano de Catherine sobre mi antebrazo me hizo alterarme, mirándola como si estuviese haciendo algo raro. - No sé a qué te refieres, en la misión no pasó nada. Es solo que... - inspiré profundamente, apartando la mirada de ella y de Azahar. Me juzgaban, podía notarlo. Aquello me ponía de los nervios sentirme evaluado. - Ya te dije que lo sentía, que no quería gritarte. - recordarlo me dolía, jamás le había gritado en una discusión y mucho menos delante de nuestro hijo. Tampoco terminaba de entender muy bien lo que estaba pasando, pero intenté decirlo todo tal y como ella me había pedido. ¿Qué era exactamente lo que pasaba?
”El Consejo no puede definir a mi hijo. Cada instante que pasa en la isla le pone en peligro. ¿Me jugaría la vida de mi hijo por un árbol genealógico? He visto en qué acaban las peleas por poder, en la muerte de quiénes no deberían hacerlo. El Consejo no quiere verlo, no quiere ver el poder de la propia elección. Me asfixian y asfixiarán a Aedan. Él necesita poder ser libre. Esta isla es una prisión y el Consejo sus carceleros. ¿Acaso Catherine no es capaz de verlo? ¿Por qué no quiere verlo? Catherine no lo ve. Catherine no quiere verlo. Aedan corre peligro en la isla. Es algo constante: los Pendragon, la máquina, el Consejo…. ¿Quién dice que no le pueda pasar lo mismo que a Desmond o que Rhaegar? ¿Quién puede decirme que no haya otra Bellatrix en el Consejo?
”El Consejo no puede definir a mi hijo. Cada instante que pasa en la isla le pone en peligro. ¿Me jugaría la vida de mi hijo por un árbol genealógico? He visto en qué acaban las peleas por poder, en la muerte de quiénes no deberían hacerlo. El Consejo no quiere verlo, no quiere ver el poder de la propia elección. Me asfixian y asfixiarán a Aedan. Él necesita poder ser libre. Esta isla es una prisión y el Consejo sus carceleros. ¿Acaso Catherine no es capaz de verlo? ¿Por qué no quiere verlo? Catherine no lo ve. Catherine no quiere verlo. Aedan corre peligro en la isla. Es algo constante: los Pendragon, la máquina, el Consejo…. ¿Quién dice que no le pueda pasar lo mismo que a Desmond o que Rhaegar? ¿Quién puede decirme que no haya otra Bellatrix en el Consejo?”
”
- No quiero estar aquí. No quiero saber nada más del Consejo, ni de la isla. No quiero que Aedan crezca aquí ni que sea el Descendiente de nadie...ni que los Pendragon lo vigilen, ni que acabe con Desmond, ni como otros Le Fay. - tomé sus brazos con mis manos, sacudiendo levemente. - ¿¿Comprendes?? tiene que salir de aquí. Además...
”El Consejo me desprecia. ¿Un linaje tan antiguo con un plebeyo? Estoy seguro de que me quieren quitar de en medio, mira cómo nos miran. Cómo aborrecen la relación. Me da igual. Soy mucho mejores que ellos, yo pude elegir con quién quería estar. Catherine me eligió. Que les jodan. No me da miedo su mafia. No me amedrentarán y me enfrentaré a ellos si hace falta."
"No...no quiero saber nada de ellos. En realidad ella estaría mejor sin mí...tal vez nos...equivocamos"
Bajé mis manos lentamente, dejando caer los brazos a ambos lados del cuerpo con la cabeza baja. - Todo el mundo ha dicho siempre que no deberíamos estar juntos. Tal vez tengan razón y nos precipitamos al tener un hijo y al casarnos. Nos equivocamos. - murmuré en un tono de voz monótono y apagado. - Necesito marcharme y llevarme a Aedan de aquí cuando sea posible. Tú...estarás mejor sin mí. Somos de mundos distintos. Te mereces algo mejor. Se acabó...
Gruñí por lo bajo al ver acercarse a Azahar para meterse en la conversación, soltando un sonido irónico por lo de la pulga que me había picado. - Ninguna. Y sí, estoy bien. ¿Por qué? ¿Es que Catherine te ha dicho algo de mí? - sobre lo de encontrarme bien no dije nada más, porque sólo me referí a lo físico. Mentalmente me sentía confuso, inquieto, y con una agresividad contenida que no había remitido tras la luna llena. La mano de Catherine sobre mi antebrazo me hizo alterarme, mirándola como si estuviese haciendo algo raro. - No sé a qué te refieres, en la misión no pasó nada. Es solo que... - inspiré profundamente, apartando la mirada de ella y de Azahar. Me juzgaban, podía notarlo. Aquello me ponía de los nervios sentirme evaluado. - Ya te dije que lo sentía, que no quería gritarte. - recordarlo me dolía, jamás le había gritado en una discusión y mucho menos delante de nuestro hijo. Tampoco terminaba de entender muy bien lo que estaba pasando, pero intenté decirlo todo tal y como ella me había pedido. ¿Qué era exactamente lo que pasaba?
”El Consejo no puede definir a mi hijo. Cada instante que pasa en la isla le pone en peligro. ¿Me jugaría la vida de mi hijo por un árbol genealógico? He visto en qué acaban las peleas por poder, en la muerte de quiénes no deberían hacerlo. El Consejo no quiere verlo, no quiere ver el poder de la propia elección. Me asfixian y asfixiarán a Aedan. Él necesita poder ser libre. Esta isla es una prisión y el Consejo sus carceleros. ¿Acaso Catherine no es capaz de verlo? ¿Por qué no quiere verlo? Catherine no lo ve. Catherine no quiere verlo. Aedan corre peligro en la isla. Es algo constante: los Pendragon, la máquina, el Consejo…. ¿Quién dice que no le pueda pasar lo mismo que a Desmond o que Rhaegar? ¿Quién puede decirme que no haya otra Bellatrix en el Consejo?
”El Consejo no puede definir a mi hijo. Cada instante que pasa en la isla le pone en peligro. ¿Me jugaría la vida de mi hijo por un árbol genealógico? He visto en qué acaban las peleas por poder, en la muerte de quiénes no deberían hacerlo. El Consejo no quiere verlo, no quiere ver el poder de la propia elección. Me asfixian y asfixiarán a Aedan. Él necesita poder ser libre. Esta isla es una prisión y el Consejo sus carceleros. ¿Acaso Catherine no es capaz de verlo? ¿Por qué no quiere verlo? Catherine no lo ve. Catherine no quiere verlo. Aedan corre peligro en la isla. Es algo constante: los Pendragon, la máquina, el Consejo…. ¿Quién dice que no le pueda pasar lo mismo que a Desmond o que Rhaegar? ¿Quién puede decirme que no haya otra Bellatrix en el Consejo?”
”
- No quiero estar aquí. No quiero saber nada más del Consejo, ni de la isla. No quiero que Aedan crezca aquí ni que sea el Descendiente de nadie...ni que los Pendragon lo vigilen, ni que acabe con Desmond, ni como otros Le Fay. - tomé sus brazos con mis manos, sacudiendo levemente. - ¿¿Comprendes?? tiene que salir de aquí. Además...
”El Consejo me desprecia. ¿Un linaje tan antiguo con un plebeyo? Estoy seguro de que me quieren quitar de en medio, mira cómo nos miran. Cómo aborrecen la relación. Me da igual. Soy mucho mejores que ellos, yo pude elegir con quién quería estar. Catherine me eligió. Que les jodan. No me da miedo su mafia. No me amedrentarán y me enfrentaré a ellos si hace falta."
"No...no quiero saber nada de ellos. En realidad ella estaría mejor sin mí...tal vez nos...equivocamos"
Bajé mis manos lentamente, dejando caer los brazos a ambos lados del cuerpo con la cabeza baja. - Todo el mundo ha dicho siempre que no deberíamos estar juntos. Tal vez tengan razón y nos precipitamos al tener un hijo y al casarnos. Nos equivocamos. - murmuré en un tono de voz monótono y apagado. - Necesito marcharme y llevarme a Aedan de aquí cuando sea posible. Tú...estarás mejor sin mí. Somos de mundos distintos. Te mereces algo mejor. Se acabó...
Mire de reojo a Cath cuando hablo así, sin poder evitar que me diera un poco de lástima porque se la veía super perdida, como si se sintiera culpable de algo que no había hecho.
Ian estaba de lo más arisco hacia el consejo. A ver.... Que todos los que habíamos vivido la guerra desde Bastion Hollow, y la caída de Hogwarts, pensábamos un poco lo mismo... No de que fueran a estropear nada años, pues digamos que habían remendado su error, y había sido en parte gracias a las mentes jóvenes del consejo como Cath.
- me ha preguntado si sabía dónde estabas porque llevas días desaparecido - no mentí pero tampoco dije que cath me había dicho que estaba extraño. Visto lo visto sería echarle leña al fuego.
"OMG le gritó?"
Me calle y di un paso atras, manteniendome al margen. Mediar entre parejas no es buena idea aunque sean tus amigos... Se quedó callado como pensando muy fuerte y yo lo mire extrañada.
Entonces empezó a soltar esa sopa, esa sopa envenenada he de decir, y conforme hablaba mi boca se iba abriendo de sorpresa. Porque era inverosímil que Ian se rindiera de ese modo.
- que estás diciendo? Ese no eres tú. No eres tú el que habla. No eres un maldito cobarde que se preocupa de lo que piensan.
Mierda. Me había entrometido.
Ian estaba de lo más arisco hacia el consejo. A ver.... Que todos los que habíamos vivido la guerra desde Bastion Hollow, y la caída de Hogwarts, pensábamos un poco lo mismo... No de que fueran a estropear nada años, pues digamos que habían remendado su error, y había sido en parte gracias a las mentes jóvenes del consejo como Cath.
- me ha preguntado si sabía dónde estabas porque llevas días desaparecido - no mentí pero tampoco dije que cath me había dicho que estaba extraño. Visto lo visto sería echarle leña al fuego.
"OMG le gritó?"
Me calle y di un paso atras, manteniendome al margen. Mediar entre parejas no es buena idea aunque sean tus amigos... Se quedó callado como pensando muy fuerte y yo lo mire extrañada.
Entonces empezó a soltar esa sopa, esa sopa envenenada he de decir, y conforme hablaba mi boca se iba abriendo de sorpresa. Porque era inverosímil que Ian se rindiera de ese modo.
- que estás diciendo? Ese no eres tú. No eres tú el que habla. No eres un maldito cobarde que se preocupa de lo que piensan.
Mierda. Me había entrometido.
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