Recuerdo del primer mensaje :
Es la antesala al edificio de Reuniones Generales y Cónclaves del Consejo de los 20.
Ese día hacía un frío intenso. Encima de su precioso vestido llevaba un abrigo que la cubría del cuello a los tobillos, en un hermoso tono verde oscuro que le quedaba de maravilla. Enmarcaba preciosamente su figura mientras supervisaba en la Plaza Central los preparativos para la celebración. Habría ofrecido a quitar todo en la sala de reuniones generales para llevar a cabo la gran festividad, pero aún había muchas pociones por hacer así que era lo más conveniente para las plantas y las personas que aún se encontraban en el hospital.
Por encima de toda la plaza central habían colocado una carpa enorme que flotaba y permitía ver el cielo nocturno al camuflarse y casi desaparecer de la vista. Debajo, al nivel del suelo, había calefactores con aquellas curiosas formas de torre que se podían ver mucho en Europa. Había decidido no usar su poder para calentar la atmósfera pues lo estaba ya canalizando para otras cosas más urgentes, pero nadie pasaría frío aquella noche. Comprobó por sí misma desde la pista de baile que todo estuviera como debía: las mesas estaban decoradas con flores blancas, cristalería y velas, la orquesta estaba acomodándose, la comida estaba siendo desplegada en el buffete por el personal de Ouroboros, la mesa de vinos y licores era variada para acomodar los gustos y la de cerveza también, que aunque no era de su total agrado, bien sabía que a la Brigada y a los Renegados se les daba bien aquello y lo disfrutaban como nadie. Allí no habría nada de #Traetupropioalcohol.
En las fuentes flotaban victorias amazónicas sobre el agua como símbolo, que con sus pétalos rosas y blancos marcaban el ambiente. Ese último detalle lo había pensado después de que Lady Hummingbird mencionó a Niké. No le había dado like ni follow a la cuenta que hablaba de los chismes de Ouroboros para no darle importancia, pero varios de sus compañeros ya la habían acreditado y eso la hacía relevante en la escena. A saber por qué se habría metido con Lusean... o con Cath y la energía de su hijo.
Un último vistazo. Había disfrutado haciéndolo todo mientras pensaba en lo que quería para su propia boda y colocaba ambas manos a un lado de su cadera observando el resultado final. El rubor se le subió a las mejillas de pensar en cierta persona, aunque debía admitir que con lo ocupados que estaban apenas y habían tenido tiempo de compartir un té juntos y poco más. Decidió entonces enviar un patronus que conjuró haciéndolo llevar un susurro de su voz. Con una sonrisa, llamó a uno de los meseros y le encargó un poco de agua mineral, que él con gusto le colocó en una copa y la dejó en su mano. Ya había gente en la Plaza Central, por lo que se dedicó a saludar y conversar con algunas de las mujeres que conocía del edificio del Consejo. Mientras charlaban, la música comenzó a tocar y desde entonces la sonrisa no abandonó sus labios.
Por encima de toda la plaza central habían colocado una carpa enorme que flotaba y permitía ver el cielo nocturno al camuflarse y casi desaparecer de la vista. Debajo, al nivel del suelo, había calefactores con aquellas curiosas formas de torre que se podían ver mucho en Europa. Había decidido no usar su poder para calentar la atmósfera pues lo estaba ya canalizando para otras cosas más urgentes, pero nadie pasaría frío aquella noche. Comprobó por sí misma desde la pista de baile que todo estuviera como debía: las mesas estaban decoradas con flores blancas, cristalería y velas, la orquesta estaba acomodándose, la comida estaba siendo desplegada en el buffete por el personal de Ouroboros, la mesa de vinos y licores era variada para acomodar los gustos y la de cerveza también, que aunque no era de su total agrado, bien sabía que a la Brigada y a los Renegados se les daba bien aquello y lo disfrutaban como nadie. Allí no habría nada de #Traetupropioalcohol.
En las fuentes flotaban victorias amazónicas sobre el agua como símbolo, que con sus pétalos rosas y blancos marcaban el ambiente. Ese último detalle lo había pensado después de que Lady Hummingbird mencionó a Niké. No le había dado like ni follow a la cuenta que hablaba de los chismes de Ouroboros para no darle importancia, pero varios de sus compañeros ya la habían acreditado y eso la hacía relevante en la escena. A saber por qué se habría metido con Lusean... o con Cath y la energía de su hijo.
Un último vistazo. Había disfrutado haciéndolo todo mientras pensaba en lo que quería para su propia boda y colocaba ambas manos a un lado de su cadera observando el resultado final. El rubor se le subió a las mejillas de pensar en cierta persona, aunque debía admitir que con lo ocupados que estaban apenas y habían tenido tiempo de compartir un té juntos y poco más. Decidió entonces enviar un patronus que conjuró haciéndolo llevar un susurro de su voz. Con una sonrisa, llamó a uno de los meseros y le encargó un poco de agua mineral, que él con gusto le colocó en una copa y la dejó en su mano. Ya había gente en la Plaza Central, por lo que se dedicó a saludar y conversar con algunas de las mujeres que conocía del edificio del Consejo. Mientras charlaban, la música comenzó a tocar y desde entonces la sonrisa no abandonó sus labios.
Los últimos días se habían sentido profundamente extraña. Después de que Ian se fuera y, encima, no se comunicara con ella había tenido tiempo para pensar. O autodestruirse, que era más o menos la misma cosa. ¿Había dicho algo malo? No lo sabía y por más que intentaba repasar sus palabras no las encontraba. Sólo esperaba que…la luna lo ayudara, que hubiese podido controlarse porque así habría sentido que alcanzaba otro logro que venía buscando desde hace mucho tiempo.
Se pasó gran parte de esos días, por la mañana, ocupada con algunos preparativos con Sofía. No tanto la fiesta, sino la mención a los caídos que quería hacer. Por las noches, Aedan había dormido con ella porque no le apetecía que estuviera lejos ni tener la cama sola. Cuando dormía ella estudiaba, más enfrascada en la investigación de cómo podía protegerse de magia de sangre y, también, todo lo que pudiera aprender de las historias de Avalon, los Pendragon y los Le Fay. Vamos, que finalmente estaba poniéndose al día con historia. Acababa con dolor de cabeza por tener que forzar la vista o su mente por culpa de la dislexia pero iba avanzando y eso le motivaba.
El día de la fiesta le mandó un patronus a Ian avisándole que iría a esta y que Aedan se encontraba bien y cuidado. Optó por vestirse formal, y había ido a asesorarse en una de las tiendas, pero por más vestidos que se pusiera no podía hallar nada que le hiciera sentir cómoda así que eligió una especie de mono de pantalón largo negro con una camiseta manga larga con un escote profundo que…No era de su gusto totalmente, pero tampoco desagradable. Pero con el cabello suelto siempre podía mover un poco la cabeza y ocultarlo, estrategias...Bueno, estaba…Más o menos presentable. Supuso que Sofía daría su aprobación pero, lo que más le gustaba, era que el pantalón ocultaba sus botas por ende no debía usar tacones e iría cómoda.
Apareció en la carpa y miró alrededor buscando caras conocidas. El glamour y la elegancia se respiraba por doquier y ella se preguntaba si los Renegados o la Brigada estarían cómodos allí porque ella misma se sentía un 0 a la izquierda. Odiaba los eventos sociales. La gente, el barullo, las sonrisas falsas, las máscaras, que la miraran, que la juzgaran, que cuchichearan sobre ella… Lo odiaba. Sentía que empezaba a ahogarse y decidió caminar buscando a Ian con la mirada.
Se pasó gran parte de esos días, por la mañana, ocupada con algunos preparativos con Sofía. No tanto la fiesta, sino la mención a los caídos que quería hacer. Por las noches, Aedan había dormido con ella porque no le apetecía que estuviera lejos ni tener la cama sola. Cuando dormía ella estudiaba, más enfrascada en la investigación de cómo podía protegerse de magia de sangre y, también, todo lo que pudiera aprender de las historias de Avalon, los Pendragon y los Le Fay. Vamos, que finalmente estaba poniéndose al día con historia. Acababa con dolor de cabeza por tener que forzar la vista o su mente por culpa de la dislexia pero iba avanzando y eso le motivaba.
El día de la fiesta le mandó un patronus a Ian avisándole que iría a esta y que Aedan se encontraba bien y cuidado. Optó por vestirse formal, y había ido a asesorarse en una de las tiendas, pero por más vestidos que se pusiera no podía hallar nada que le hiciera sentir cómoda así que eligió una especie de mono de pantalón largo negro con una camiseta manga larga con un escote profundo que…No era de su gusto totalmente, pero tampoco desagradable. Pero con el cabello suelto siempre podía mover un poco la cabeza y ocultarlo, estrategias...Bueno, estaba…Más o menos presentable. Supuso que Sofía daría su aprobación pero, lo que más le gustaba, era que el pantalón ocultaba sus botas por ende no debía usar tacones e iría cómoda.
Apareció en la carpa y miró alrededor buscando caras conocidas. El glamour y la elegancia se respiraba por doquier y ella se preguntaba si los Renegados o la Brigada estarían cómodos allí porque ella misma se sentía un 0 a la izquierda. Odiaba los eventos sociales. La gente, el barullo, las sonrisas falsas, las máscaras, que la miraran, que la juzgaran, que cuchichearan sobre ella… Lo odiaba. Sentía que empezaba a ahogarse y decidió caminar buscando a Ian con la mirada.
- Look:
Control de licántropos, control en el hospital, control de edificios reventados por el ataque de SAM. Control, control, control. Trabajo hasta las putas narices pero no podía quejarse, su prima seguía descansando en la UCI y era trabajo de los gemelos hacer lo propio de su cargo. Además había propuesto organizar un escuadrón que pudiera bajar a Londres a revisar qué tan bien estaba la situación, sobre todo, con los trascendidos y también a nivel habitacional. Es cierto que ya habían acabado con SAM pero las consecuencias de la guerra aún estaban por verse, eran ilusos aquellos que pensaban que los refugiados bajarían inmediatamente.
PERO…El día de la fiesta era día de fiesta nacional de Ouroboros y todos se merecían disfrutar. Sofía había estado ocupada con las pociones y la organización de la fiesta, además de que Arleen estaba en su casa porque la residencia Ibn Salah había sido afectada, por ende, poco se habían visto pero él seguía dejándole regalos por aquí y por allá. Más que nada, comida sana. Pero también coulants o pequeños pasteles que preparaba su amigo.
El día de la fiesta optó por un traje formal negro sobre negro, así nada desentonaba y apareció en la carpa para buscar a su futura esposa y a su hermana. Evidentemente, reconoció a la primera tras un par de parpadeos y fue hacia ella, encontrándola con un grupo de damas del área administrativa -Sofía, querida- Tuteó, porque estaba hasta los cojones de esconder su compromiso. Tomó su mano y le dejó un beso suave antes de incorporarse y mirar a las demás mujeres con una sonrisa ladina -Buenas noches a todas- Dijo asintiendo con suavidad antes de pasarle una mano por la cintura a la pelirroja. Entonces se inclinó suavemente para preguntarle al oído -¿Recibiste mi patronus?-
PERO…El día de la fiesta era día de fiesta nacional de Ouroboros y todos se merecían disfrutar. Sofía había estado ocupada con las pociones y la organización de la fiesta, además de que Arleen estaba en su casa porque la residencia Ibn Salah había sido afectada, por ende, poco se habían visto pero él seguía dejándole regalos por aquí y por allá. Más que nada, comida sana. Pero también coulants o pequeños pasteles que preparaba su amigo.
El día de la fiesta optó por un traje formal negro sobre negro, así nada desentonaba y apareció en la carpa para buscar a su futura esposa y a su hermana. Evidentemente, reconoció a la primera tras un par de parpadeos y fue hacia ella, encontrándola con un grupo de damas del área administrativa -Sofía, querida- Tuteó, porque estaba hasta los cojones de esconder su compromiso. Tomó su mano y le dejó un beso suave antes de incorporarse y mirar a las demás mujeres con una sonrisa ladina -Buenas noches a todas- Dijo asintiendo con suavidad antes de pasarle una mano por la cintura a la pelirroja. Entonces se inclinó suavemente para preguntarle al oído -¿Recibiste mi patronus?-
Savannah
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Después de casi un día dormida profundamente, Savannah se había despertado un poco desubicada pero con ayuda de Betsabeth, sus tés, su clan y comida (mucha comida) había logrado volver a ser ella misma. Por ende, había ido a ayudar a Sofía con las pociones que necesitaban para el hospital después de la misión. El día de la luna había ido a tomarse la matalobos y había intentado mantener a su clan dentro de los alrededores de la casa para que no sintieran de nuevo esa asfixia. No obstante, había oído un aullido que le había erizado la piel pero no logró ubicarlo.
Al día siguiente, aún sentía cierto resquemor y piquiña en el cuerpo por no poder transformarse pero según Lorcan había una fiesta multitudinaria y oye… ¿Quién dijo que bailar no era una buena forma de sacar energía? Sí, eso necesitaba. Descargar energía. Mucha. A diferencia de los tiquismiquis de los Descendientes, Savannah no iba vestida de gala porque…No tenía dinero para vestirse de gala así que acabó con unos jeans, un jersey mostaza, botas hasta la rodilla y una chaqueta de jean. Eso sería suficiente para mantenerla caliente aunque cuando se arrimaron a la zona de la carpa pronto hubo calor así que se quitó la chaqueta.
La mesa de comida se veía espectacular y, como buenos licántropos, los jóvenes del clan se acercaron allí -¿Viene Ben o quedó pocho de la misión?- Preguntó Savannah a Lorcan mientras cogía unas cosas miniaturas que parecían sacadas de una casa de enanos -Así no hay quien coma- Se quejó Marisa llevándose unos 10 a la boca al mismo tiempo. El rubio miró a su alfa y negó con la cabeza -No lo sé. Estaba de servicio cuando revisamos los edificios así que quizás si viene ¿Por?- Ella negó con la cabeza restándole importancia -Tenemos un asunto pendiente- Lorcan le dirigió una mirada poco agradable y Savannah lo ignoró para ir a coger lo que parecía una hamburguesa, algo más apropiado para una licántropa y su voraz apetito.
Al día siguiente, aún sentía cierto resquemor y piquiña en el cuerpo por no poder transformarse pero según Lorcan había una fiesta multitudinaria y oye… ¿Quién dijo que bailar no era una buena forma de sacar energía? Sí, eso necesitaba. Descargar energía. Mucha. A diferencia de los tiquismiquis de los Descendientes, Savannah no iba vestida de gala porque…No tenía dinero para vestirse de gala así que acabó con unos jeans, un jersey mostaza, botas hasta la rodilla y una chaqueta de jean. Eso sería suficiente para mantenerla caliente aunque cuando se arrimaron a la zona de la carpa pronto hubo calor así que se quitó la chaqueta.
La mesa de comida se veía espectacular y, como buenos licántropos, los jóvenes del clan se acercaron allí -¿Viene Ben o quedó pocho de la misión?- Preguntó Savannah a Lorcan mientras cogía unas cosas miniaturas que parecían sacadas de una casa de enanos -Así no hay quien coma- Se quejó Marisa llevándose unos 10 a la boca al mismo tiempo. El rubio miró a su alfa y negó con la cabeza -No lo sé. Estaba de servicio cuando revisamos los edificios así que quizás si viene ¿Por?- Ella negó con la cabeza restándole importancia -Tenemos un asunto pendiente- Lorcan le dirigió una mirada poco agradable y Savannah lo ignoró para ir a coger lo que parecía una hamburguesa, algo más apropiado para una licántropa y su voraz apetito.
Avanzo por la plaza seguida por un par de miembros del clan y atada firmemente a la silla de ruedas, a estas alturas mi vientre es casi una perfecta esfera que sobresale notoriamente de mi cuerpo. Olfateo el aire cargado de olores buscando personas que merezcan ser bendecidas con el don de la licantropía hasta que huelo la comida por lo que me dirijo hacia ella.
Otros licantropos ya están ahí y la comida es ridícula por lo que mando a los miembros de mi clan a seguir a los que llevan y traen comida en busca de carne decente, hígado o morcilla. Mis ojos oscuros siguen a Savannah mientras acaricio con el pulgar la aguamarina minoica en mi mano, pensativa. Siento la paz interior inundando mi cuerpo, estoy pacíficamente sedienta de sangre.
-Debes estar feliz con el decreto de la matalobos, verdad?- Le pregunto a Savannah con la mesa de por medio y la mente despejada mientras agarro varios trozos de algo que huele a pescado y me los meto en la boca para masticarlos.
Otros licantropos ya están ahí y la comida es ridícula por lo que mando a los miembros de mi clan a seguir a los que llevan y traen comida en busca de carne decente, hígado o morcilla. Mis ojos oscuros siguen a Savannah mientras acaricio con el pulgar la aguamarina minoica en mi mano, pensativa. Siento la paz interior inundando mi cuerpo, estoy pacíficamente sedienta de sangre.
-Debes estar feliz con el decreto de la matalobos, verdad?- Le pregunto a Savannah con la mesa de por medio y la mente despejada mientras agarro varios trozos de algo que huele a pescado y me los meto en la boca para masticarlos.
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Lorcan la siguió y Savannah pensó que definitivamente iba a necesitar 12 litros de cerveza para pasar la noche porque después de enterarse de lo que había pasado con Jarkko se había puesto un poco más pesado. Sabía que era más preocupación por ella como amiga y alfa que cualquier tipo de interés amoroso pero no dejaba de ser…¿molesto?
La hamburguesa era…mini. ¿Por qué todo era tan mini? Se la comió de dos bocados y fue a por la segunda cuando el aroma de Kiana, aunque distinto muy reconocible, inundó sus fosas nasales. Sintió la tensión de Lorcan y los demás miembros de su clan como si alguien hubiese hecho denso el aire -No- Respondió con tranquilidad a la pregunta de Kiana y sus ojos dorados recorrieron la figura de la licántropa. ¿Estaba atada? Frunció suavemente el ceño pero no dijo nada. Quizás el embarazo necesitaba reposo, eso explicaba porque su aroma era levemente distinto. Si sacaba cuentas explicaba porqué Altaïr…No, no iba a pensar en eso.
Fue a por la hamburguesa y mordió un poco, masticando lentamente antes de tragar -Vuestra forma de ser lobos no es la única que hay, Kiana – Aunque si le preguntaban a Jarkko bien feliz estaría por la maldita poción -Nosotros también necesitamos transformarnos, lo que no implica que vayamos desbocados a buscar problemas aquí y allá- Mordió un poco más de la hamburguesa y se le quedó mirando, sonrió de lado con genuina amabilidad -Enhorabuena por tus bebés- A fin de cuentas, su clan se había visto tan mermado como el de los Fenrir aunque, sin duda, Savannah no pretendía preñarse para volver a poblar las filas de su clan. No, no estaba en su lista de tareas. Con cierta curiosidad miró hacia Lorcan. ¿Él era consciente de eso no? De que…Ella no buscaba una pareja licántropa o alguna tontería así… Quizás debería hablar con él y ponerle los puntos sobre las íes.
La hamburguesa era…mini. ¿Por qué todo era tan mini? Se la comió de dos bocados y fue a por la segunda cuando el aroma de Kiana, aunque distinto muy reconocible, inundó sus fosas nasales. Sintió la tensión de Lorcan y los demás miembros de su clan como si alguien hubiese hecho denso el aire -No- Respondió con tranquilidad a la pregunta de Kiana y sus ojos dorados recorrieron la figura de la licántropa. ¿Estaba atada? Frunció suavemente el ceño pero no dijo nada. Quizás el embarazo necesitaba reposo, eso explicaba porque su aroma era levemente distinto. Si sacaba cuentas explicaba porqué Altaïr…No, no iba a pensar en eso.
Fue a por la hamburguesa y mordió un poco, masticando lentamente antes de tragar -Vuestra forma de ser lobos no es la única que hay, Kiana – Aunque si le preguntaban a Jarkko bien feliz estaría por la maldita poción -Nosotros también necesitamos transformarnos, lo que no implica que vayamos desbocados a buscar problemas aquí y allá- Mordió un poco más de la hamburguesa y se le quedó mirando, sonrió de lado con genuina amabilidad -Enhorabuena por tus bebés- A fin de cuentas, su clan se había visto tan mermado como el de los Fenrir aunque, sin duda, Savannah no pretendía preñarse para volver a poblar las filas de su clan. No, no estaba en su lista de tareas. Con cierta curiosidad miró hacia Lorcan. ¿Él era consciente de eso no? De que…Ella no buscaba una pareja licántropa o alguna tontería así… Quizás debería hablar con él y ponerle los puntos sobre las íes.
Mientras sonreía con gracia y bebía un poco de su copa, atendió la felicidad de las mujeres con las que había estrechado lazos desde que trabajaba en el edificio del Consejo. Antes de eso, casi nunca las veía, por lo que le parecía bien pasar unos momentos con ellas antes de que el barullo fuera un hervidero. Las fiestas de Ouroboros, aunque bellas, también resultaban a veces demasiado concurridas para su gusto.
Le sorprendió escuchar su nombre de otros labios, por lo que se giró a ver de dónde venía la intención y saludó mientras el moreno decía con dulzura su nombre.-Teniente Vishous.- Susurró en respuesta a su cálido recibimiento con una gran sonrisa y un poco de calor en las mejillas. Él, haciendo perfecto alarde de su caballerosidad, saludó a todas aunque no con el mismo ímpetu con el que la había recibido a ella. Las mujeres fueron conscientes de la familiaridad con la que el moreno la tocaba, y aquella voz al oido hizo que se le erizara la piel. Se excusó con las mujeres tras escuchar las palabras del moreno y lo tomó por la mano, dirigiéndolo en dirección a la mesa que estaba reservada para los miembros del Consejo.- Lo he recibido, le reservé todos mis bailes libres, Teniente. Estará feliz de que pude acomodarlo en mi agenda.- Aceptó con una sonrisa. A veces, cuando se veía tan guapo como en aquel momento, le daban unas ganas tremendas de tomarle la cara y darle un suave beso, pero se contuvo sin esfuerzo.- ¿Cómo haz estado? Casi no hemos podido hablar estos días, aunque la situación parece mejorar por momentos. Ya no tenemos que hacer pociones en cantidades industriales, pero están requiriendo las especializadas para los casos más difíciles y son más demandantes que las normales... en fin. ¿Haz descansado? ¿Te sirvió el té que te preparé? ¿Requieres algo más fuerte? - Esperaba que si, pues aunque estaba consciente de que gastaba cada segundo de su tiempo esos días, no estaba segura de que llegara lo suficientemente cansado a su piso como para dormir profundamente.
Le sorprendió escuchar su nombre de otros labios, por lo que se giró a ver de dónde venía la intención y saludó mientras el moreno decía con dulzura su nombre.-Teniente Vishous.- Susurró en respuesta a su cálido recibimiento con una gran sonrisa y un poco de calor en las mejillas. Él, haciendo perfecto alarde de su caballerosidad, saludó a todas aunque no con el mismo ímpetu con el que la había recibido a ella. Las mujeres fueron conscientes de la familiaridad con la que el moreno la tocaba, y aquella voz al oido hizo que se le erizara la piel. Se excusó con las mujeres tras escuchar las palabras del moreno y lo tomó por la mano, dirigiéndolo en dirección a la mesa que estaba reservada para los miembros del Consejo.- Lo he recibido, le reservé todos mis bailes libres, Teniente. Estará feliz de que pude acomodarlo en mi agenda.- Aceptó con una sonrisa. A veces, cuando se veía tan guapo como en aquel momento, le daban unas ganas tremendas de tomarle la cara y darle un suave beso, pero se contuvo sin esfuerzo.- ¿Cómo haz estado? Casi no hemos podido hablar estos días, aunque la situación parece mejorar por momentos. Ya no tenemos que hacer pociones en cantidades industriales, pero están requiriendo las especializadas para los casos más difíciles y son más demandantes que las normales... en fin. ¿Haz descansado? ¿Te sirvió el té que te preparé? ¿Requieres algo más fuerte? - Esperaba que si, pues aunque estaba consciente de que gastaba cada segundo de su tiempo esos días, no estaba segura de que llegara lo suficientemente cansado a su piso como para dormir profundamente.
No había podido visitar a Sayid tanto como habría querido pues Sofía estaba encargada de organizar la fiesta de celebración y le había pedido ayuda. Ella sabía perfectamente que era una pantomima para hacerla sentir útil pero…Había funcionado. A base de misivas, patronus y otros elementos de comunicación habían logrado un gran evento.
Ya que la casa estaba en reparaciones, Arleen se quedó con Sofía y ésta tuvo la amabilidad de prestarle uno de sus vestidos aunque estuvieron horas, muchas horas, eligiendo cual podía ser el ideal porque sus gustos eran algo distintos, mientras ambas eran elegantes, Sofía era mucho más glamurosa y la Royden más comedida. Al final habían optado por uno en color gris claro, no era de los colores que solía usar Arleen, pero era con el que se sentía más cómoda de todo el armario de Sofía.
Llegó con Sofía, es decir con antelación, para ayudar en las organizaciones. Se sentía bien, dentro de todo, y la verdad es que la cabeza había dejado de darle vueltas. No estaba sangrando y eso…era buen indicio. Ya hablaría con Anteia mañana. Se quedó al lado de la música. Esperaba que Sayid pudiera llegar pronto pero por le momento se quedó contemplando las melodias. Añoraba la música…Añoraba bailar y cantar. Cerró los ojos y se dejó transportar por la melodía mientras seguía el ritmo con la punta de los dedos contra su antebrazo.
Ya que la casa estaba en reparaciones, Arleen se quedó con Sofía y ésta tuvo la amabilidad de prestarle uno de sus vestidos aunque estuvieron horas, muchas horas, eligiendo cual podía ser el ideal porque sus gustos eran algo distintos, mientras ambas eran elegantes, Sofía era mucho más glamurosa y la Royden más comedida. Al final habían optado por uno en color gris claro, no era de los colores que solía usar Arleen, pero era con el que se sentía más cómoda de todo el armario de Sofía.
Llegó con Sofía, es decir con antelación, para ayudar en las organizaciones. Se sentía bien, dentro de todo, y la verdad es que la cabeza había dejado de darle vueltas. No estaba sangrando y eso…era buen indicio. Ya hablaría con Anteia mañana. Se quedó al lado de la música. Esperaba que Sayid pudiera llegar pronto pero por le momento se quedó contemplando las melodias. Añoraba la música…Añoraba bailar y cantar. Cerró los ojos y se dejó transportar por la melodía mientras seguía el ritmo con la punta de los dedos contra su antebrazo.
- Spoiler:
Percibo la tensión entre los licantropos y, aunque estoy relajada y enfocada, me deleito en la sensación de ser reconocida, poco me importa el motivo. Alzo las cejas al escuchar su contestación y mastico la comida que tengo en la boca mientras espero a que amplíe su respuesta para luego tragar. Asiento secamente ante sus felicitaciones, mis cachorros ganan las batallas momento a momento contra la muerte, eso me enorgullece, pero todavía no ganaron la guerra.
-Si no buscas los problemas, los problemas te encuentran. Entender el caos es comprender los instintos sanguinarios del licántropo, intentar controlarlo es tratar de ocultar una parte vital de él, tarde o temprano, lo salvaje surgirá como las raíces de un árbol que rompen el cemento sobre ellas…- Le digo con los ojos oscuros fijos en los suyos. Me concentro en ella y busco escuchar sus pensamientos. La magia en mí no me enorgullece, pone en evidencia que no soy un licántropo de nacimiento, pero puede ser útil aunque también puede resultar en mi contra.
-Ahora que los monstruos de metal fueron vencidos, ¿Bajarás?- Le pregunto para intentar distraerla de mi intento de intromisión a su mente.
Ataque mágico: 15 Dado + 5 Stat + 10 Habilidad (Legeremancia) = 30 a Savannah
-Si no buscas los problemas, los problemas te encuentran. Entender el caos es comprender los instintos sanguinarios del licántropo, intentar controlarlo es tratar de ocultar una parte vital de él, tarde o temprano, lo salvaje surgirá como las raíces de un árbol que rompen el cemento sobre ellas…- Le digo con los ojos oscuros fijos en los suyos. Me concentro en ella y busco escuchar sus pensamientos. La magia en mí no me enorgullece, pone en evidencia que no soy un licántropo de nacimiento, pero puede ser útil aunque también puede resultar en mi contra.
-Ahora que los monstruos de metal fueron vencidos, ¿Bajarás?- Le pregunto para intentar distraerla de mi intento de intromisión a su mente.
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El miembro 'Kiana Wolfrun' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque' :
'Ataque' :
Formalidades, de nuevo. Le hizo una pregunta silenciosa con la mirada. Es decir, tenía el anillo ocupando su dedo ¿Por cuánto tiempo pretendía mantener en secreto que iban a casarse? Lo del embarazo quizás lo respetaba un poco más pero… No. Decidió que no le gustaba. Se despidió con un movimiento de cabeza de las damas del grupo mientras se dirigían a la mesa reservada del Consejo y pensó en su madre. Aún no le había dicho nada pero no tardaría en sumar 1+1 y vendría la bronca de “No me has dicho nada” y la respuesta de “Tengo casi 40 años y hago lo que quiero”.
-Extasiado- Respondió cuando escuchó aquello de la agenda, sonriendo de lado mientras veía aquel brillo particular en sus ojos. Protocolo, modales… Recordó las palabras que le dijo justo antes de bajar a la misión de rescate. Quería un príncipe de cara al público. Pero quizás era demasiado asimilar esa máscara porque eso implicaba que en la intimidad iba a ser más intenso que sólo salvaje y peligroso. Ella sabía perfectamente lo que eso significaba para V.
-Ocupado, demasiado ocupado…Con Amaya en UCI hemos tenido que organizar los escuadrones para el control de los daños de las zonas afectadas por el ataque además de que quiero hacer una misión de inspección a tierra. No lo sé, no me fio de darles rienda libre a los refugiados para que se vayan. No sabemos qué van a encontrar allí abajo. Hablaré con el líder de los Renegados y de la Brigada para saber qué planean y ver en qué puedo ayudar- Dejó escapar el aire mientras se rascaba la mandíbula, un gesto de ligera exasperación -¿Has recibido todo lo que te envié? ¿Te lo has comido? - Escuchó lo de su trabajo y asintió suponiendo que con la cantidad de heridos que hubo en la última misión debía estar exhausta -Algo… Pero mi cama está helada… Y eso no me ayuda en nada- Le dijo en voz baja y alzó una mano para reacomodarle un mechón rojo detrás del hombro, procurando que la yema de sus dedos acariciara la delicada piel expuesta de su cuello -Te necesito a ti, ningún té va a suplantarte- Le susurró pero no se movió, más bien devolvió la mano a su sitio y la metió en el bolsillo para controlar el impulso de besarla.
-Extasiado- Respondió cuando escuchó aquello de la agenda, sonriendo de lado mientras veía aquel brillo particular en sus ojos. Protocolo, modales… Recordó las palabras que le dijo justo antes de bajar a la misión de rescate. Quería un príncipe de cara al público. Pero quizás era demasiado asimilar esa máscara porque eso implicaba que en la intimidad iba a ser más intenso que sólo salvaje y peligroso. Ella sabía perfectamente lo que eso significaba para V.
-Ocupado, demasiado ocupado…Con Amaya en UCI hemos tenido que organizar los escuadrones para el control de los daños de las zonas afectadas por el ataque además de que quiero hacer una misión de inspección a tierra. No lo sé, no me fio de darles rienda libre a los refugiados para que se vayan. No sabemos qué van a encontrar allí abajo. Hablaré con el líder de los Renegados y de la Brigada para saber qué planean y ver en qué puedo ayudar- Dejó escapar el aire mientras se rascaba la mandíbula, un gesto de ligera exasperación -¿Has recibido todo lo que te envié? ¿Te lo has comido? - Escuchó lo de su trabajo y asintió suponiendo que con la cantidad de heridos que hubo en la última misión debía estar exhausta -Algo… Pero mi cama está helada… Y eso no me ayuda en nada- Le dijo en voz baja y alzó una mano para reacomodarle un mechón rojo detrás del hombro, procurando que la yema de sus dedos acariciara la delicada piel expuesta de su cuello -Te necesito a ti, ningún té va a suplantarte- Le susurró pero no se movió, más bien devolvió la mano a su sitio y la metió en el bolsillo para controlar el impulso de besarla.
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Se terminó la hamburguesa y decidió que empezaba a necesitar cerveza, oscura, rica, divina. Quería entregarse al alcohol y bailar. Pero no iba a rechazar comida gratis así que fue a por unas chupetas de pollo que no eran más que muslos de pollos bien trabajados. Cogió tres y fue comiendo uno por uno cuando Kiana le habló. Savannah le mantuvo la mirada, la verdad, no le amedrentaba la presencia de Kiana. Simplemente eran puntos de vista distintos.
-Respeto tu opinión pero no la comparto. Los lobos no son sólo bestias salvajes. Pero…¿A eso se reduce las diferencias de nuestros clanes, no? – Inquirió alzando suavemente las cejas y sonriendo de lado antes de ir a por la otra chupeta de pollo -Podemos sentarnos a reflexionar mucho sobre la naturaleza del licántropo, Kiana pero no vamos a llegar a ningún acuerdo. ¿Te apetece perder el tiempo?- Le preguntó sin ningún tipo de tono ofensivo, simplemente, como dándose por vencida.
No obstante, era muy consciente de que tenía razón. No sabía cómo pero siempre acababa metida en problemas. Bueno sí sabía. Jarkko. Frunció el ceño y miró a Lorcan. Quizás no estaba muy alejado de la realidad. Se humedeció los labios y fue a por el pollo mordiéndolo con un poco más de fuerza cuando le recorrió un escalofrío, cerró los ojos con fuerza sintiendo el espíritu que ahora la poseía y usaba su fuerza. Le preguntó qué hacía allí y sugirió que le apetecía volver a probar el pollo, cosa que sospechaba que no era cierta aunque sólo podía pensar en pollo, en la pata de pollo que tenía en la mano.
Tras un momento el espíritu se retiró y ella soltó un suspiro antes de abrir los ojos, sus orbes tardaron un poco en volver a su color oro -Sí…- Murmuró cuando mencionó si iban a bajar -Buscaremos un nuevo asentamiento donde tengamos libertad de transformarnos y vivir a nuestra manera. ¿Vuestro clan se volverá el clan oficial de Ouroboros?- Inquirió.
Tiro defensa: 15+ 10 hab (medium) +12 stat: 32 (Se defiende del ataque mental)
Tiro probabilidad: Éxito los espíritus la protegen (puede usar stat mágico)
Fallo, no la protegen
-Respeto tu opinión pero no la comparto. Los lobos no son sólo bestias salvajes. Pero…¿A eso se reduce las diferencias de nuestros clanes, no? – Inquirió alzando suavemente las cejas y sonriendo de lado antes de ir a por la otra chupeta de pollo -Podemos sentarnos a reflexionar mucho sobre la naturaleza del licántropo, Kiana pero no vamos a llegar a ningún acuerdo. ¿Te apetece perder el tiempo?- Le preguntó sin ningún tipo de tono ofensivo, simplemente, como dándose por vencida.
No obstante, era muy consciente de que tenía razón. No sabía cómo pero siempre acababa metida en problemas. Bueno sí sabía. Jarkko. Frunció el ceño y miró a Lorcan. Quizás no estaba muy alejado de la realidad. Se humedeció los labios y fue a por el pollo mordiéndolo con un poco más de fuerza cuando le recorrió un escalofrío, cerró los ojos con fuerza sintiendo el espíritu que ahora la poseía y usaba su fuerza. Le preguntó qué hacía allí y sugirió que le apetecía volver a probar el pollo, cosa que sospechaba que no era cierta aunque sólo podía pensar en pollo, en la pata de pollo que tenía en la mano.
Tras un momento el espíritu se retiró y ella soltó un suspiro antes de abrir los ojos, sus orbes tardaron un poco en volver a su color oro -Sí…- Murmuró cuando mencionó si iban a bajar -Buscaremos un nuevo asentamiento donde tengamos libertad de transformarnos y vivir a nuestra manera. ¿Vuestro clan se volverá el clan oficial de Ouroboros?- Inquirió.
Tiro defensa: 15+ 10 hab (medium) +12 stat: 32 (Se defiende del ataque mental)
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El miembro 'Savannah' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa' :
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#2 'Probabilidad' :
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Habían pasado poco tiempo desde que nos dieron el alta en el hospital, en el que por suerte sólo estuvimos un par de días para recuperarnos. No habría aguantado allí mucho más con Thoren y sus estupideces, como lo que dijo sobre compartir a Jo con su hermano. Tampoco me gustó la amenaza de Yaroslav, que soltó de manera literal que me partiría las piernas si jugaba con el robótico corazón de Josephine. Qué sabían ellos de nuestras cosas...no tenían ni que meterse en asuntos ajenos. Preferí callarme porque no quería liarla ni discutir, pero me daba rabia pensar que se podía acabar estropeando la amistad que teníamos. Al menos con Thalos no tenía ese tipo de discusiones, aunque últimamente tampoco le contaba mucho. Hasta la Pendragon había pillado que lo mío era un asunto peliagudo, y me dejó pensando con eso de que nunca era tarde para pedir perdón. Yo ya lo había hecho, y ya estaba todo dicho...pero no cambiaba nada.
Al salir del hospital me despedí de Thalos, que se fue con Erika. Lo primero que hice fue ir a ver a Nyara, y a Justin, aunque no vi a Jo porque estaba trabajando. No sabía nada de ella desde que nos atendió en urgencias. A Victorya le escribí un mensaje por la moneda para preguntarle si estaba bien, aunque ella a mí no me había escrito ni me había visitado. Me extrañó porque al menos la consideraba amiga. Supuse que tampoco le importaría mucho cómo había salido de la misión. El día de la fiesta no tenía pensado ir a la plaza central, pero al final decidí que merecía la pena celebrar que volvíamos a ser libres, que lo habíamos logrado después de tanto esfuerzo y de pasarlas putas. Vendría bien para distraerse antes de pensar qué pasaría a partir de ahora...no había ninguna certeza. Lo que estaba claro es que muchos nos marcharíamos de allí y los caminos se separarían en cierto modo.
Llegué al lugar sin ir de etiqueta, aunque podría haber repetido el traje que me puse para la cena de navidad de Jo. Enseguida me di cuenta de que la ropa no encajaba mucho en ese lugar tan arreglado, y tampoco había nadie por allí con quien hablase habitualmente. Más bien eran conocidos o compañeros de alguna misión. Me fui directo a la mesa donde estaba la cerveza, sirviéndome una jarra para empezar a beber a mi bola.
Al salir del hospital me despedí de Thalos, que se fue con Erika. Lo primero que hice fue ir a ver a Nyara, y a Justin, aunque no vi a Jo porque estaba trabajando. No sabía nada de ella desde que nos atendió en urgencias. A Victorya le escribí un mensaje por la moneda para preguntarle si estaba bien, aunque ella a mí no me había escrito ni me había visitado. Me extrañó porque al menos la consideraba amiga. Supuse que tampoco le importaría mucho cómo había salido de la misión. El día de la fiesta no tenía pensado ir a la plaza central, pero al final decidí que merecía la pena celebrar que volvíamos a ser libres, que lo habíamos logrado después de tanto esfuerzo y de pasarlas putas. Vendría bien para distraerse antes de pensar qué pasaría a partir de ahora...no había ninguna certeza. Lo que estaba claro es que muchos nos marcharíamos de allí y los caminos se separarían en cierto modo.
Llegué al lugar sin ir de etiqueta, aunque podría haber repetido el traje que me puse para la cena de navidad de Jo. Enseguida me di cuenta de que la ropa no encajaba mucho en ese lugar tan arreglado, y tampoco había nadie por allí con quien hablase habitualmente. Más bien eran conocidos o compañeros de alguna misión. Me fui directo a la mesa donde estaba la cerveza, sirviéndome una jarra para empezar a beber a mi bola.
No atendió la mirada que el moreno le plantó mientras estaba con sus recientes amistades, sino que simplemente la dejó estar. Fue cuando se alejaron que le pudo dedicar una de sus amplias sonrisas y quiso estrujarlo entre sus brazos mientras le escuchaba y le veía ahí, frente a ella, tan guapo. Si alguien los hubiera observado antes, se daría cuenta estaban bastante más separados que lo que les habían visto en anteriores ocasiones... y habría sospechado por la sortija en el anillo de la dama. Se acercó al moreno y comenzó a acomodarle la corbata a modo de excusa para tocarlo mientras escuchaba con compasión su relato.
El que Amaya estuviera mal le caía como un balde de agua fría cada vez que lo escuchaba. Sus niños habían perdido a su padre en la misión anterior, o eso había entendido, y era injusto que ahora su madre estuviera en esa situación. En su rostro se reflejaba el dolor por esas pequeñas criaturas que estaban sufriendo el dolor de sus vidas. Le hubiera gustado cuidarlos ella misma, pero no podía tener idea de dónde estaban sin preguntar. Suponía que los tendrían Fred y Aurora, porque desconocía si Amaya o su esposo tenían más familia en la isla. Asintió suavemente a lo de hablar con los líderes de los bandos que se encontraban en la isla. Lo mejor era seguir haciendo las cosas en conjunto hasta poder volver a la normalidad lo más posible.- He recibido todo, pero todo ha terminado en mi boca. Creo que te preocupas demasiado, cariño, pero aprecio cada detalle. Me haces saber en todo momento que estás pensando en mi.- Susurró con una sonrisa enternecida por todo lo que él hacía por ella. Su gratitud era bastante.
La tensión entre ellos se hizo más fuerte de momento cuando rozó la suave piel de su cuello con las yemas de sus dedos. Soltó un suspiro sus alegres labios mientras cerraba los ojos por un instante antes de volver al momento presente, a verle.- Se nos ha complicado un poco la situación. Como si el universo quisiera forzarnos a que el novio no vea a la novia antes de la boda.- Bromeó para tratar de aligerarle el ánimo, pues sabía que para él era importante el contacto sexual. Le habría gustado quedar en el piso del moreno, pero con Arleen tan frágil en su casa también sentía la necesidad de cuidar un poco de ella. Al menos en su cabaña nadie la molestaría y podía tener aire fresco en tan solo unos pasos.- Me haz hecho tanta falta estos días... Te he echado de menos.
El que Amaya estuviera mal le caía como un balde de agua fría cada vez que lo escuchaba. Sus niños habían perdido a su padre en la misión anterior, o eso había entendido, y era injusto que ahora su madre estuviera en esa situación. En su rostro se reflejaba el dolor por esas pequeñas criaturas que estaban sufriendo el dolor de sus vidas. Le hubiera gustado cuidarlos ella misma, pero no podía tener idea de dónde estaban sin preguntar. Suponía que los tendrían Fred y Aurora, porque desconocía si Amaya o su esposo tenían más familia en la isla. Asintió suavemente a lo de hablar con los líderes de los bandos que se encontraban en la isla. Lo mejor era seguir haciendo las cosas en conjunto hasta poder volver a la normalidad lo más posible.- He recibido todo, pero todo ha terminado en mi boca. Creo que te preocupas demasiado, cariño, pero aprecio cada detalle. Me haces saber en todo momento que estás pensando en mi.- Susurró con una sonrisa enternecida por todo lo que él hacía por ella. Su gratitud era bastante.
La tensión entre ellos se hizo más fuerte de momento cuando rozó la suave piel de su cuello con las yemas de sus dedos. Soltó un suspiro sus alegres labios mientras cerraba los ojos por un instante antes de volver al momento presente, a verle.- Se nos ha complicado un poco la situación. Como si el universo quisiera forzarnos a que el novio no vea a la novia antes de la boda.- Bromeó para tratar de aligerarle el ánimo, pues sabía que para él era importante el contacto sexual. Le habría gustado quedar en el piso del moreno, pero con Arleen tan frágil en su casa también sentía la necesidad de cuidar un poco de ella. Al menos en su cabaña nadie la molestaría y podía tener aire fresco en tan solo unos pasos.- Me haz hecho tanta falta estos días... Te he echado de menos.
Tras aquella última cita en el hospital, era lo más que se había acercado a aquel lugar. El solo pensarlo le removía las entrañas y le daban ganas de desmayarse. Quizás era el olor de tanta limpieza mezclado con el arduo y perpetuo olor a sangre. Seguramente el de la sangre predominaría en aquel momento. Había instantes en los que vivir y convivir con los achaques le succionaba la energía, y la preocupación solo había logrado arrinconarlos hasta que explotaron.
Hasta el día de la victoria, se había mantenido en las sombras y al margen lo más que había podido. Incluso con respecto a Johan. Le habían informado constantemente de su condición y había agudizado sus dotes de espía cuando salió, por lo que supo bien donde le encontraría. Terminó por usar una blusa larga en negro con leggins a tono y botas altas. No era su estilo, pero tenía que empezar a ir más cómoda porque su ropa habitual le resultaba insoportable. Cuando encontró a su víctima, se acercó con cautela.
¿Estás seguro que eso es inteligente? - Mencionó detrás de Johan mientras le veía llenarse la jarra con cerveza. Suponía que aún estaría con alguna especie de medicamento, así que no le veía a aquello ni pies ni cabeza.- Creo que de todo esto solo deberías poder beber agua. Quizás un juguito con pajita...- Era todo en broma y en pique, pero su rostro permanecía impasible. Se alegraba de verlo completo.
Hasta el día de la victoria, se había mantenido en las sombras y al margen lo más que había podido. Incluso con respecto a Johan. Le habían informado constantemente de su condición y había agudizado sus dotes de espía cuando salió, por lo que supo bien donde le encontraría. Terminó por usar una blusa larga en negro con leggins a tono y botas altas. No era su estilo, pero tenía que empezar a ir más cómoda porque su ropa habitual le resultaba insoportable. Cuando encontró a su víctima, se acercó con cautela.
¿Estás seguro que eso es inteligente? - Mencionó detrás de Johan mientras le veía llenarse la jarra con cerveza. Suponía que aún estaría con alguna especie de medicamento, así que no le veía a aquello ni pies ni cabeza.- Creo que de todo esto solo deberías poder beber agua. Quizás un juguito con pajita...- Era todo en broma y en pique, pero su rostro permanecía impasible. Se alegraba de verlo completo.
El cotilla de Markus se había enterado de la existencia de una fiesta gracias al Instagram tope raro que alguien o algo había hecho sobre los cotilleos jugosos de la isla de Ouroboros. Cotilleos entre descendientes, eso siempre estaba bien. Salvo que él fuera el protagonista de los mismos …. En fin, que Markus decidió aquel día darse a conocer por la carpa aquella. No eligió trapo alguno para aquel evento, total.... era un botellón decorado con flores, ¿un botellófloro? ¿Botellón florido? Debería pensar en el término, lo acuñaría mientras….. ¡OH! ¡Cubertería fina! Rodó su estrambótica silla de ruedas hasta la mesa y empezó a comprobar el género del metal y ver si el cristal de las copas era de Swatoski. Bueno, no le importó, se lo guardó igualmente y ordenó, bajo clara amenaza, que el mesero le meseara alguna bebida estimulante para su cerebro ya que… tenía que crear, porque claro, si la máquina caput adiós, ¿debería seguir manteniendo la jaula de Faraday sobre la isla? ¿Se deberían permitir a los androides subir a la isla? ¿Podrían ser loa androides estudiantes de Ouroboros? ¿Se irían los sucios ocupas de su isla? Ay, cuántas preguntas sin respuesta. -¡Becaria! Gusto en verle. Espero que su marido esté bien después de haber bajado a la misión. Becaria, sabe usted por causalidad, ¿dónde puede Markus conseguir pizza de piña? Aquí solo hay canapés ridículos… En Avalon la comida era mucho mejor…- Suspiró, robando una de esas minúsculas piezas de comida de un tamaño y saber cuasi ridículo -Ahora que han acabado con la máquina…. O la han transofrmado, ¿ha pensado usted en seguir con sus estudios e inventos con el tarugo de Giordano?- Markus se cruzó de piernas sobre su silla, que con un chasquido fue tuneada para la ocasión añadiendo flores, globos y guirnaldas de colores. Tras aquello, Markus atrajo una de esas bandejas a la que quedaba un canapé, lo devoró y se guardó l a bandeja debajo de su chaqueta.
En la última luna llena había tenido el éxito definitivo alcanzando el control de ese estado, actuando en todo momento según voluntad propia. Me había costado años lograrlo, pero finalmente lo había conseguido. Ya nunca más sería una amenaza sin desearlo. La noche de la transformación permanecí alejado del clan, perdiéndome por el bosque hasta asegurarme de que mantenía la cordura. No localicé a más licántropos más porque les obligaban a tomar la poción, pero sí que di con uno nuevo que no conocía hasta ahora. Me recordó a Jarkko al ver que le faltaban las patas delanteras, así que lo seguí de cerca hasta asegurarme de que no le atacaba nadie. Después le dejé, poco antes del amanecer. A la mañana siguiente tenía el cansancio típico del día después, pero la satisfacción de lo logrado lo compensaba.
Esa noche había fiesta en Ouroboros, un evento que olía a final de una etapa. No había pasado por casa antes de ir, sino que fui a ducharme y vestirme a casa de los Knox. Aedan estaba allí con mi padre, que estaba más tranquilo ahora que Chloe estaba algo mejor. Por algún motivo preferí no cruzarme con Catherine en casa, era como si la estuviese evitando. Al llegar a la fiesta hice lo mismo, no fui a localizarla en primer lugar. Me dediqué a evaluar a los presentes, a fijarme en unos y en otros. Savannah estaba ocupada con la concubina de Altair, así que me esperaría a que acabase con ella. Cuando por fin vi a Catherine tuve una reacción extraña, dándome media vuelta para ir hacia otro lado en lugar de acercarme.
-------------------------
éxito: Entrada relativamente normal
fallo: entra raro de cojones
Esa noche había fiesta en Ouroboros, un evento que olía a final de una etapa. No había pasado por casa antes de ir, sino que fui a ducharme y vestirme a casa de los Knox. Aedan estaba allí con mi padre, que estaba más tranquilo ahora que Chloe estaba algo mejor. Por algún motivo preferí no cruzarme con Catherine en casa, era como si la estuviese evitando. Al llegar a la fiesta hice lo mismo, no fui a localizarla en primer lugar. Me dediqué a evaluar a los presentes, a fijarme en unos y en otros. Savannah estaba ocupada con la concubina de Altair, así que me esperaría a que acabase con ella. Cuando por fin vi a Catherine tuve una reacción extraña, dándome media vuelta para ir hacia otro lado en lugar de acercarme.
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éxito: Entrada relativamente normal
fallo: entra raro de cojones
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Iba a haber party hard o algo de celebracion y yo no quería perdermelo. Nos lo habiamos ganado, cojones, a base de pelear y trabajar. Asi que me habia emperifollado un poco, si, bastante a mi bola, porque lo de la purpurina y las lentejuelas como que no me iba, y me habia escabullido antes de que a mi madre se le ocurriese asignarme tareas de cuidado de hermanos.
La noche era joven, y yo necesitaba emborracharme, y disfrutar con mis amigos.
Localicé por ahi a Johan, hablando con una morena....mmmm....el tio bueno...la pelirroja de las flores..... Ni rastro de Belle, Justin o Nicho...seguirian de hospital. Ian tampoco, ni Jarkko. Bufé, aburrida. Ni si quiera estaba Reed, que sigo sin saber que se llama Reed.
Iba a darme al alcohol esperando que llegasen amigos cuando divisé a Cath. Sonreí y cogí un vaso extra de alguna bebida...suavecita, que no queria emborracharla ni nada, y fui hacia ella.
-CAAAAAAAAAAATH!! - grité su nombre con una sonrisa y me lancé contra su pecho abrazándola. Lo siento pero yo no respeto el espacio personal. Problemas de Knox. Preguntadle a mi padre. - Como estás? Joder no puedo creer que haya llegado este dia. Vamos a celebrar como si no hubiese un mañana. Te he traido de beber! Es...sabe a coco con piña, es dulce. Eh, como está Ian? No habéis venido juntos? - oteé, esperaba haberlos encontrado juntos la verdad.
La noche era joven, y yo necesitaba emborracharme, y disfrutar con mis amigos.
Localicé por ahi a Johan, hablando con una morena....mmmm....el tio bueno...la pelirroja de las flores..... Ni rastro de Belle, Justin o Nicho...seguirian de hospital. Ian tampoco, ni Jarkko. Bufé, aburrida. Ni si quiera estaba Reed, que sigo sin saber que se llama Reed.
Iba a darme al alcohol esperando que llegasen amigos cuando divisé a Cath. Sonreí y cogí un vaso extra de alguna bebida...suavecita, que no queria emborracharla ni nada, y fui hacia ella.
-CAAAAAAAAAAATH!! - grité su nombre con una sonrisa y me lancé contra su pecho abrazándola. Lo siento pero yo no respeto el espacio personal. Problemas de Knox. Preguntadle a mi padre. - Como estás? Joder no puedo creer que haya llegado este dia. Vamos a celebrar como si no hubiese un mañana. Te he traido de beber! Es...sabe a coco con piña, es dulce. Eh, como está Ian? No habéis venido juntos? - oteé, esperaba haberlos encontrado juntos la verdad.
- vestida con decencia:
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