Recuerdo del primer mensaje :
Es la antesala al edificio de Reuniones Generales y Cónclaves del Consejo de los 20.
Éamon O'Connell
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Recoloqué a Erin en mis brazos abrigándola mejor aunque no tuviese pensado quedarme mucho rato. Esa reunión era un dolor de cabeza en el que no se aclaraban. Puse los ojos en blanco un momento haciendo un sonido de exasperación ante las palabras de Johan sobre que fuimos inútiles. No los soportaba, encima de que estuvimos ahí a punto de caer. Luego Draven también puso pegas, ofreciendo un vulgar helicóptero. - Lo que sea. Pero sin armas de verdad no vamos a ningún lado. Apenas quedan días. - eché una mirada borde a Da Vinci, que no tenía tiempo para fabricar cosas maravillosas. Cómo no, si se pasaba el día de cháchara y empalme con extraños en su taller.
- Para otras cosas sí que tienes tiempo, ¿no? - lancé la pulla maliciosa mientras me cruzaba de brazos, mirando después con cara de asco a la Brigada con sus numeritos. A esos también los odiaba, sus incursiones en la base militar y los campos siempre me tocaban mucho los cojones. Ahora se estaban dando cuenta los propios Descendientes de lo tocapelotas que era ese grupo, siempre rompiendo las normas del lugar en el que estuviesen.
- Advertidos estabais. - añadí para los Descendientes con cara de "ahora os jodéis", soltando un sonido irónico al escuchar a Juliet decir que necesitaría lecciones de tiro. - Cuando quieras te las doy. Tiro al dragón o tiro de dragón. - comenté con desdén antes de darme la vuelta, pensando en que tendría que estar pendiente el día de la misión para acoplarme con el primero que pillase. Tras eso me di media vuelta, abandonando el lugar mientras aprovechaba el jaleo de la Brigada.
S.A.M-41020
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La IA estudió las disputas internas entre los habitantes de la isla, recopilando datos al respecto sólo por el hecho de almacenar más información sobre comportamientos humanos. Egos y lucha de poder, principalmente. Permaneció a la escucha, con las manos en los bolsillos del traje hasta que le hicieron preguntas variadas. - Sí. Aquí tienes los planos de las tres torres. Londres, Turín y San Francisco. - la luz de su metálico rostro se ilumino para proyectar tres hologramas que mostraban las torres, desgranando después más información en forma de diferentes plantas. Allí se mostraban los pasillos, el lugar en que estaba el núcleo copia, las puertas, entradas, salidas...
- Así era todo la última vez que tuve acceso. - acabó la proyección tras dar tiempo a las mentes humanas a asimilar aquello, ladeando un poco la cabeza cuando la dragona pelirroja Juliet dijo aquello de las torres. - Una torre, por definición, siempre es hacia arriba. Lo contrario es un pozo. Tu confusión y error puede deberse a la denominación de la torre invertida de Sintra, que no es otra cosa que un pozo iniciático de rituales masónicos. -
Tampoco tenía información sobre el joven moreno que le habló, pero respondió afirmativamente. - Por supuesto. Conocemos a todas y cada una de las personas que han trascendido. - la pregunta del hombre de cabello blanco le hizo avanzar hacia él con parsimonia, examinándolo de arriba a abajo para registrar datos sobre él. Buscó también la información que tenía al respecto, respondiendo sencillamente. - Entidades no pertenecientes a nuestro entorno, localizadas de manera accidental y eliminadas de manera eficiente. - dicho esto, y sin más dilación, procedió a deshacerse en una nube de nanobots para marcharse de allí, dando por terminada la reunión.
- Así era todo la última vez que tuve acceso. - acabó la proyección tras dar tiempo a las mentes humanas a asimilar aquello, ladeando un poco la cabeza cuando la dragona pelirroja Juliet dijo aquello de las torres. - Una torre, por definición, siempre es hacia arriba. Lo contrario es un pozo. Tu confusión y error puede deberse a la denominación de la torre invertida de Sintra, que no es otra cosa que un pozo iniciático de rituales masónicos. -
Tampoco tenía información sobre el joven moreno que le habló, pero respondió afirmativamente. - Por supuesto. Conocemos a todas y cada una de las personas que han trascendido. - la pregunta del hombre de cabello blanco le hizo avanzar hacia él con parsimonia, examinándolo de arriba a abajo para registrar datos sobre él. Buscó también la información que tenía al respecto, respondiendo sencillamente. - Entidades no pertenecientes a nuestro entorno, localizadas de manera accidental y eliminadas de manera eficiente. - dicho esto, y sin más dilación, procedió a deshacerse en una nube de nanobots para marcharse de allí, dando por terminada la reunión.
Lancé una mirada de irritación a la máquina que nos recordó nuestras pocas probabilidades de éxito, evitando responderle porque no tenía sentido. Al menos eran datos necesarios. Miré a Jo de reojo cuando Sayid indicó que iban siempre primero a por los sanadores, era algo que siempre sucedía. Lógico si querían eliminarnos. Esperaba que ella se quedase atrás tal y como habíamos hablado antes, en zona menos peligrosa. Arqueé un poco la ceja cuando Ibn Salah dijo eso de ir desperdigados y haciendo lo que nos parecía mejor, dándome la impresión de que era una crítica a anteriores misiones. Las circunstancias mandaban, y muchas veces era imposible mantener la formación todo el rato. No era capricho el desperdigarse, como él decía. No dije nada, pero no me gustó esa forma de decirlo.
La aparición de Lykaios me alegró e inquietó a partes iguales, estaba claro que se habían escapado porque iban con cadenas. Aquello pareció disgustar a Sayid, y esta vez sí que no iba a guardar silencio. Dudaba mucho que hubiesen atacado a sus guardias sin motivo. - Sea lo que sea, no es el momento. Las reglas y normas inflexibles no ayudan nada en situaciones excepcionales como en la que estamos. No perdamos el rumbo. Lykaios y los suyos son de fiar, lo sé por experiencia. - añadí con gesto serio, coincidí con Lykaios e Imram cuando éste fue a liberarlos de sus ataduras usando el sable láser, esperando que aquello no tuviese consecuencias. No quería ver una batalla campal en la plaza, menos con mi hija allí. Localicé a Nya acercándose a su madre tras dejar de jugar con Rhados, que se había ido con su padre. Ojalá se fuesen cuanto antes y nadie se lo impidiese. Que dejasen aquello para otro día. Observé a Amaya con la intención de averiguar qué iba a hacer, intentando conectar con ella mentalmente.
"Amaya, sé que los guerreros como tú sois gente práctica y que sabe qué batallas luchar y cuáles no. Fíate de tu instinto y haz lo que creas que tengas que hacer. Cada minuto que perdamos para prepararnos puede ser crucial. Además, hay niños en la plaza..."
Seguro que ella tampoco quería lanzar ningún ataque ahí, tenía hijos y parecía sensata. Corté la conexión mental con ella para prestar atención al mapa holográfico que presentó S.A.M tras la pregunta de Thalos, ignorando comentarios que no me servían de nada como por ejemplo el de Éamon. Traté de memorizar cada parte de lo que nos mostraba la máquina, pensando en todos los escenarios posibles. Thalos ya había resumido todo bastante bien, así que no quedaba más que llevar todo eso a cabo.
- Tenemos suficiente con todo lo que hemos hablado. El objetivo es llegar a los núcleos para infectarlos con el nuevo código de S.A.M. Lo tendremos de nuestro lado. En los próximos días nos enviaremos mensajes para concretar los grupos que irán a cada sitio, y cualquier otra cosa que se nos ocurra antes del día de la misión. Nos vemos pronto. - tras eso cogí a Nyara en brazos y a Jo con la otra mano, desapareciéndome de allí con ellas para ir a otro sitio.
La aparición de Lykaios me alegró e inquietó a partes iguales, estaba claro que se habían escapado porque iban con cadenas. Aquello pareció disgustar a Sayid, y esta vez sí que no iba a guardar silencio. Dudaba mucho que hubiesen atacado a sus guardias sin motivo. - Sea lo que sea, no es el momento. Las reglas y normas inflexibles no ayudan nada en situaciones excepcionales como en la que estamos. No perdamos el rumbo. Lykaios y los suyos son de fiar, lo sé por experiencia. - añadí con gesto serio, coincidí con Lykaios e Imram cuando éste fue a liberarlos de sus ataduras usando el sable láser, esperando que aquello no tuviese consecuencias. No quería ver una batalla campal en la plaza, menos con mi hija allí. Localicé a Nya acercándose a su madre tras dejar de jugar con Rhados, que se había ido con su padre. Ojalá se fuesen cuanto antes y nadie se lo impidiese. Que dejasen aquello para otro día. Observé a Amaya con la intención de averiguar qué iba a hacer, intentando conectar con ella mentalmente.
"Amaya, sé que los guerreros como tú sois gente práctica y que sabe qué batallas luchar y cuáles no. Fíate de tu instinto y haz lo que creas que tengas que hacer. Cada minuto que perdamos para prepararnos puede ser crucial. Además, hay niños en la plaza..."
Seguro que ella tampoco quería lanzar ningún ataque ahí, tenía hijos y parecía sensata. Corté la conexión mental con ella para prestar atención al mapa holográfico que presentó S.A.M tras la pregunta de Thalos, ignorando comentarios que no me servían de nada como por ejemplo el de Éamon. Traté de memorizar cada parte de lo que nos mostraba la máquina, pensando en todos los escenarios posibles. Thalos ya había resumido todo bastante bien, así que no quedaba más que llevar todo eso a cabo.
- Tenemos suficiente con todo lo que hemos hablado. El objetivo es llegar a los núcleos para infectarlos con el nuevo código de S.A.M. Lo tendremos de nuestro lado. En los próximos días nos enviaremos mensajes para concretar los grupos que irán a cada sitio, y cualquier otra cosa que se nos ocurra antes del día de la misión. Nos vemos pronto. - tras eso cogí a Nyara en brazos y a Jo con la otra mano, desapareciéndome de allí con ellas para ir a otro sitio.
Desvié la mirada hacia Cleopatra, que se estaba manteniendo en un segundo plano en todo momento y hasta se alejó de nosotros para sentarse en otro lugar. Entendía que no quisiera ser centro de atención pero me pregunté para mis adentros si además tendria algo que ver con el hecho de que es su interior, estaba empezando a decidir con quien se quedaría en caso de que las negociaciones no salieran como esperabamos.
Nos ignoraron un rato, sin saber si iban a quitarnos esas malditas cadenas o no. El drenaje de magia ya habia comenzado a hacer efecto hacia largos minutos. Pero parecía que no estaban dispuestos a ceder .Sayid dio su discurso, para justificar el hecho de dejarnos con aquellos grilletes de la vergüenza. Resoplé. Sus palabras me hicieron ver que tenian su sistema tan metido en sus mentes que sería imposible hacerles ver nuestro punto de vista a corto plazo.
" No es vivir en la anarquía el saltarse el turno de hablar en un juicio, pero vale"
- No he venido a discutir vuestras normas ahora mismo, ni a quedar bien con discursos, he venido porque tenemos una guerra que ganar.
"y como dice el androide, el tiempo se agota"
Lo dejaron en un "ya hablaremos luego", no iba a decir que en eso, al menos, no estaba de acuerdo, que asi era. Malditos estirados, solo querian demostrar quien mandaba. Me sorprendia la dureza con la que trataban a todos sus ciudadanos si de verdad los hacian pagar con el calabozo por...criticar una sentencia. Leyes draconianas, con poco. Su politica comenzaba a gustarme cada vez menos. Y menos que se las dieran de heroes humanitarios cuando apenas llevaban un par de años metidos en la guerra con nosotros. Que se lo preguntasen a los de la antigua Resistencia.
Se fue Sayid, al igual que Cath, que ademas parecía muy triste y agitada, eso me parecio raro en ella. Aunque era dificil mantener la cabeza fria, escuché lo demás que tenian que decir de la mision, pues para eso habiamos ido alli. De pronto me dio un escalofrio al oir a Astaroth tras de mi diciendo que teniamos que hablar. Me giré para mirarlo, identificandolo. Aunque de primeras me llevé un microsusto al confundirlo nuevamente con Jed.
- Claro, pero aqui no. Siguenos cuando termine esta reunion. - que no duraria mucho, visto lo visto... pues casi nos dejaron claro que la Guardia y Sayid harian sus propios preparativos por su cuenta. Estupendo. La cosa no pintaba nada bien...y lo peor es que se lo habian buscado ellos solos. AGhh.
Dediqué un gesto de asentimiento a Johan con mi cabeza, agradeciendole el apoyo. No sabia cuanto peso tenia la voz del Black alli, pero una cosa teniamos muy clara... pondriamos la mano en el fuego los unos por los otros.
Miré a Imram algo preocupado cuando lo vi desenvainar el sable laser, pero no, solo lo uso para romper las cadenas. Lo miré con una sonrisa, oyendo caer el metal al suelo y sintiendome aliviado casi al instante.
- Gracias Imram....ya me veia con esa mierda puesta el dia entero - le dije a mi amigo, el cómo se posicionó con nosotros decía mucho mas que cualquier palabra.
El androide mostró unos planos, los miré pero definitivamente no recordaría todo. Chasqueé la lengua, cagandome en la leche por la velocidad de Sam. Johan se fue despues de aquello.
- Nos comunicaremos con él . - imram echó a andar despues de aquello, y yo lo seguí, haciendole un gesto a Ben y a Astaroth para que me acompañasen. A Cleo le pegué un silbido, que no la veia pero debia de seguir ahi. Finalmente nos marchamos de allí los cuatro, junto con Astaroth.
Nos ignoraron un rato, sin saber si iban a quitarnos esas malditas cadenas o no. El drenaje de magia ya habia comenzado a hacer efecto hacia largos minutos. Pero parecía que no estaban dispuestos a ceder .Sayid dio su discurso, para justificar el hecho de dejarnos con aquellos grilletes de la vergüenza. Resoplé. Sus palabras me hicieron ver que tenian su sistema tan metido en sus mentes que sería imposible hacerles ver nuestro punto de vista a corto plazo.
" No es vivir en la anarquía el saltarse el turno de hablar en un juicio, pero vale"
- No he venido a discutir vuestras normas ahora mismo, ni a quedar bien con discursos, he venido porque tenemos una guerra que ganar.
"y como dice el androide, el tiempo se agota"
Lo dejaron en un "ya hablaremos luego", no iba a decir que en eso, al menos, no estaba de acuerdo, que asi era. Malditos estirados, solo querian demostrar quien mandaba. Me sorprendia la dureza con la que trataban a todos sus ciudadanos si de verdad los hacian pagar con el calabozo por...criticar una sentencia. Leyes draconianas, con poco. Su politica comenzaba a gustarme cada vez menos. Y menos que se las dieran de heroes humanitarios cuando apenas llevaban un par de años metidos en la guerra con nosotros. Que se lo preguntasen a los de la antigua Resistencia.
Se fue Sayid, al igual que Cath, que ademas parecía muy triste y agitada, eso me parecio raro en ella. Aunque era dificil mantener la cabeza fria, escuché lo demás que tenian que decir de la mision, pues para eso habiamos ido alli. De pronto me dio un escalofrio al oir a Astaroth tras de mi diciendo que teniamos que hablar. Me giré para mirarlo, identificandolo. Aunque de primeras me llevé un microsusto al confundirlo nuevamente con Jed.
- Claro, pero aqui no. Siguenos cuando termine esta reunion. - que no duraria mucho, visto lo visto... pues casi nos dejaron claro que la Guardia y Sayid harian sus propios preparativos por su cuenta. Estupendo. La cosa no pintaba nada bien...y lo peor es que se lo habian buscado ellos solos. AGhh.
Dediqué un gesto de asentimiento a Johan con mi cabeza, agradeciendole el apoyo. No sabia cuanto peso tenia la voz del Black alli, pero una cosa teniamos muy clara... pondriamos la mano en el fuego los unos por los otros.
Miré a Imram algo preocupado cuando lo vi desenvainar el sable laser, pero no, solo lo uso para romper las cadenas. Lo miré con una sonrisa, oyendo caer el metal al suelo y sintiendome aliviado casi al instante.
- Gracias Imram....ya me veia con esa mierda puesta el dia entero - le dije a mi amigo, el cómo se posicionó con nosotros decía mucho mas que cualquier palabra.
El androide mostró unos planos, los miré pero definitivamente no recordaría todo. Chasqueé la lengua, cagandome en la leche por la velocidad de Sam. Johan se fue despues de aquello.
- Nos comunicaremos con él . - imram echó a andar despues de aquello, y yo lo seguí, haciendole un gesto a Ben y a Astaroth para que me acompañasen. A Cleo le pegué un silbido, que no la veia pero debia de seguir ahi. Finalmente nos marchamos de allí los cuatro, junto con Astaroth.
"me estás diciendo que el tipo que me encargó el transporte es ahora un ilegal y que yo tengo su super-patera en el taller? Para un grupo ilegal?"
Aspiré aire a través de los dientes apretados mirando de modo alternativo y algo exasperado a Lykaios y a Sayid. Seguro que me caia otra bronca. Sayid me miró de forma reprobatoria, lo miré frunciendo mi ceño y llevandome una mano al pecho asi como muy expresivamente, y ahora por qué me asesinaba con sus ojos? Era por llegar tarde? Si ni la mitad de los Descendientes estaban aqui....
Miré a Cath, quiza era porque sabian algo pero...que iban a saber ellos? Me habia duchado muy bien. Y llevaba la bragueta cerrada. Ladeé un poco la cabeza al ver a Cath con expresion mega rara.
- Estas bien? - evidentemente no. - Oh, vale. Yo me encargo. - de qué? De fabricar cosas, creo.
Ignoré un poco el asunto de los brigadistas, las protestas del tio ciego de las gafas, seguro que sus gafas necesitaban un reajuste.....no se, tenia demasiadas cosas en las que pensar. Me llegó el adorable patronus de Arleen invitandome a merendar y hablar, y convoqué otro en respuesta. - Me encantaría, de verdad, pasar un rato y hablar como antes, quiero convencerte de que vuelvas al taller...pero tengo entre manos muchas cosas y no se si será posible antes de la misión. Quizá despues. - suspiré con cierto alivio, al menos ya se lo habia dicho.
Sam empezó a proyectar cosas de planos importantes. Me aturdí un poco pero rapidamente desenrollé unos pergaminos de mis brazaletes, saqué la pluma regalo de Sean y empecé a dibujar (bosquejar) esos planos en el papel. Al tiempo en otros cuatro pergaminos se dibujaban las copias de lo que yo hacia en tiempo real. Si, necesitariamos esos planos, y seguro que Sam no podia estar proyectandolos todo el rato. Hice un avioncito de papel con uno de ellos y alcé la voz hacia el peliazul de Lykaios.
- Espera! - se lo tiré, de modo que voló magicamente antes de que saliera con su grupo. Luego hice otro avioncito y se lo envié a Amaya, otro a Darren y otro a Thalos, que les llegaron de igual modo. El original, me lo guardé yo. Estaba guardando mi pluma cuando Eamon hizo ese comentario tan desafortunado sobre mi tiempo y a que lo dedicaba. - Evidentemente. -respondí con naturalidad y bastante soberbia.
La víbora rubia se fue, Sam le soltó a un peliblanco que se habia cargado a unas entidades de otro entorno y la gente empezó a retirarse. Yo tenía un barco que terminar, armas y radios que preparar....y....y Tesla, maldita sea? El del pelo blanco de antes se me acercó diciendome algo que me hizo mirarle ultra-ofendido. Que le pasaba hoy a todo el mundo? Me habia peinado maldita sea!
- Como que esperas equivocarte? Por qué esperas equivocarte?
Aspiré aire a través de los dientes apretados mirando de modo alternativo y algo exasperado a Lykaios y a Sayid. Seguro que me caia otra bronca. Sayid me miró de forma reprobatoria, lo miré frunciendo mi ceño y llevandome una mano al pecho asi como muy expresivamente, y ahora por qué me asesinaba con sus ojos? Era por llegar tarde? Si ni la mitad de los Descendientes estaban aqui....
Miré a Cath, quiza era porque sabian algo pero...que iban a saber ellos? Me habia duchado muy bien. Y llevaba la bragueta cerrada. Ladeé un poco la cabeza al ver a Cath con expresion mega rara.
- Estas bien? - evidentemente no. - Oh, vale. Yo me encargo. - de qué? De fabricar cosas, creo.
Ignoré un poco el asunto de los brigadistas, las protestas del tio ciego de las gafas, seguro que sus gafas necesitaban un reajuste.....no se, tenia demasiadas cosas en las que pensar. Me llegó el adorable patronus de Arleen invitandome a merendar y hablar, y convoqué otro en respuesta. - Me encantaría, de verdad, pasar un rato y hablar como antes, quiero convencerte de que vuelvas al taller...pero tengo entre manos muchas cosas y no se si será posible antes de la misión. Quizá despues. - suspiré con cierto alivio, al menos ya se lo habia dicho.
Sam empezó a proyectar cosas de planos importantes. Me aturdí un poco pero rapidamente desenrollé unos pergaminos de mis brazaletes, saqué la pluma regalo de Sean y empecé a dibujar (bosquejar) esos planos en el papel. Al tiempo en otros cuatro pergaminos se dibujaban las copias de lo que yo hacia en tiempo real. Si, necesitariamos esos planos, y seguro que Sam no podia estar proyectandolos todo el rato. Hice un avioncito de papel con uno de ellos y alcé la voz hacia el peliazul de Lykaios.
- Espera! - se lo tiré, de modo que voló magicamente antes de que saliera con su grupo. Luego hice otro avioncito y se lo envié a Amaya, otro a Darren y otro a Thalos, que les llegaron de igual modo. El original, me lo guardé yo. Estaba guardando mi pluma cuando Eamon hizo ese comentario tan desafortunado sobre mi tiempo y a que lo dedicaba. - Evidentemente. -respondí con naturalidad y bastante soberbia.
La víbora rubia se fue, Sam le soltó a un peliblanco que se habia cargado a unas entidades de otro entorno y la gente empezó a retirarse. Yo tenía un barco que terminar, armas y radios que preparar....y....y Tesla, maldita sea? El del pelo blanco de antes se me acercó diciendome algo que me hizo mirarle ultra-ofendido. Que le pasaba hoy a todo el mundo? Me habia peinado maldita sea!
- Como que esperas equivocarte? Por qué esperas equivocarte?
Asentí hacia Catherine cuando me dijo que podría disponer del i+D para preparar los explosivos. Menos mal, porque en la cabaña, con Erika embarazada y sus llamaradas con amenazas de muerte, aquello habria sido muy peligroso. Ademas alli habrian muchos materiales...seria hasta divertido.
Miré a Juliet cuando no tardó en ofrecerse para llevar a la gente hasta le objetivo y sonreí de lado.
-A cinco? Me pido en medio. - era coña, probablemente buscase cualquier otra opcion antes de un vuelo en dragon....
Iba a decirle algo de que podría ayudarla con las lecciones de tiro pero entonces tuvo que hablar Eamon, insinuando aquello.
- Cierra la puta boca o te la cierro yo, que ganas no me faltan. - le solté ni corto ni perezoso. Al menos decidió quitarse de en medio. Nadie le iba a comprar su Phantom F15, que penita me daba el magnate.
Me rasqué la barba mientras ponia un cigarro nuevo en mi boca, pero esta vez no llegué a encenderlo aun, mientras oia a Lykaios, Ben, Sayid y Johan. A mi me dio la impresion de que lo unico que querían era hacer un ejemplo de ellos, porque criminales los habian y no eran ellos. Yo de desacato sabía un rato, la verdad....
Sam procedió con los planos y un mago tuvo a bien copiarlos y extendernos unas copias a algunos de nosotros. Agarré el avioncito de papel pensando que podriamos estudiarlo en la reunion de...la reunion...eh, que hacia la gente pirándose? Si solo habiamos decidido que ...qué? Pocas cosas en realidad. Johan se piró, sin decir adios ni nada, se desapareció con Jo y la cria. Gruñí contrariado por lo bajo...y ahora...qué?
"a hacer explosivos...y buscar algun incauto me acompañe abajo a robar cosas"
A mi alrededor aun quedaban personas de la reunion pero parecia que poco mas se diria ya. Me di la vuelta, a mi me tocaba ir a patita...a donde quiera que fuese al salir de aquella plaza.
Miré a Juliet cuando no tardó en ofrecerse para llevar a la gente hasta le objetivo y sonreí de lado.
-A cinco? Me pido en medio. - era coña, probablemente buscase cualquier otra opcion antes de un vuelo en dragon....
Iba a decirle algo de que podría ayudarla con las lecciones de tiro pero entonces tuvo que hablar Eamon, insinuando aquello.
- Cierra la puta boca o te la cierro yo, que ganas no me faltan. - le solté ni corto ni perezoso. Al menos decidió quitarse de en medio. Nadie le iba a comprar su Phantom F15, que penita me daba el magnate.
Me rasqué la barba mientras ponia un cigarro nuevo en mi boca, pero esta vez no llegué a encenderlo aun, mientras oia a Lykaios, Ben, Sayid y Johan. A mi me dio la impresion de que lo unico que querían era hacer un ejemplo de ellos, porque criminales los habian y no eran ellos. Yo de desacato sabía un rato, la verdad....
Sam procedió con los planos y un mago tuvo a bien copiarlos y extendernos unas copias a algunos de nosotros. Agarré el avioncito de papel pensando que podriamos estudiarlo en la reunion de...la reunion...eh, que hacia la gente pirándose? Si solo habiamos decidido que ...qué? Pocas cosas en realidad. Johan se piró, sin decir adios ni nada, se desapareció con Jo y la cria. Gruñí contrariado por lo bajo...y ahora...qué?
"a hacer explosivos...y buscar algun incauto me acompañe abajo a robar cosas"
A mi alrededor aun quedaban personas de la reunion pero parecia que poco mas se diria ya. Me di la vuelta, a mi me tocaba ir a patita...a donde quiera que fuese al salir de aquella plaza.
Iroh Lim
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No le había quedado muy claro a dónde tenía que apuntarse para bajar a la misión porque habían como demasiados líderes. Encima hubo un lío con el tipo de pelo azul, la morena descendiente estaba rarísima y todo ocurrió demasiado rápido pero lo que sí sacó en claro es que SAM en efecto tenía un listado de toda la gente "trascendida", nuevo término a utilizar. Necesitaba acceso a esos listados.
No obstante, SAM se fue y todo el mundo empezó a desperdigarse. Maldijo y se colocó los cascos, cargó la guitarra y decidió que de momento iría con Nichollas mientras analizaba con quién podía hablar para acceder a los archivos de SAM. Quizás para ellos no fuera importante pero para él sí. Finalmente salió de la plaza andando.
No obstante, SAM se fue y todo el mundo empezó a desperdigarse. Maldijo y se colocó los cascos, cargó la guitarra y decidió que de momento iría con Nichollas mientras analizaba con quién podía hablar para acceder a los archivos de SAM. Quizás para ellos no fuera importante pero para él sí. Finalmente salió de la plaza andando.
Amaya se quedó mirando a Sayid cuando negó tan rotundamente, sorprendida quizás. Entonces se giró, asintiendo militarmente y puso sus ojos sobre Lykaios esperando que comprendiera las normas que debían cumplir. Al menos tuvo la deferencia de mantenerlos en aquella reunión. Cuando SAM proyectó los mapas, Amaya movió la mano para activar la grabación de su casco y copió cada uno de ellos esperando que no hubiese demasiadas puertas…Ni gas, ni nada, sólo oponentes válidos.
La General pasó su mirada hacia el líder de los renegados con el gesto neutral mientras oía su voz en su mente. ¿A qué venía eso de los niños en la plaza? Frunció el ceño y respondió “La falta de normas y la anarquía nos ha traído hasta aquí. Contareis con mi apoyo en todo lo que sea posible, pero por encima de mí hay un Consejo y debo acatar sus órdenes y reglas. Bajo ninguna circunstancia nos hemos mostrado agresivos contra los refugiados, Johan, y eso que los mismos han atacado constantemente a mis guardias. Mi primo en particular casi pierde un ojo”.
Finalmente, todo terminó pero Amaya fue consciente de que el chico de las gafas había cortado las esposas. Los dejó ir, o al menos algo de tiempo, antes de lanzar el comunicado a los guardias de que los mantuvieran vigilados sin atacar a menos que fuera para defenderse. Se despidió de Sarah con una reverencia y se fue directamente a la zona donde habían avistado a los de la Brigada.
La General pasó su mirada hacia el líder de los renegados con el gesto neutral mientras oía su voz en su mente. ¿A qué venía eso de los niños en la plaza? Frunció el ceño y respondió “La falta de normas y la anarquía nos ha traído hasta aquí. Contareis con mi apoyo en todo lo que sea posible, pero por encima de mí hay un Consejo y debo acatar sus órdenes y reglas. Bajo ninguna circunstancia nos hemos mostrado agresivos contra los refugiados, Johan, y eso que los mismos han atacado constantemente a mis guardias. Mi primo en particular casi pierde un ojo”.
Finalmente, todo terminó pero Amaya fue consciente de que el chico de las gafas había cortado las esposas. Los dejó ir, o al menos algo de tiempo, antes de lanzar el comunicado a los guardias de que los mantuvieran vigilados sin atacar a menos que fuera para defenderse. Se despidió de Sarah con una reverencia y se fue directamente a la zona donde habían avistado a los de la Brigada.
Parecía que el tema de la ausencia de magia era algo que les estaba preocupando a todos, y con razón. Pero, sin embargo, algunos de esos magos sabrían defenderse sin magia, además que de contaban con la presencia de personal de la Alianza… o próximos entre sus filas. La pelirroja añadió un dato bastante interesante y es que, si usan tecnología, la infectaría SAM a pesar de que usen sistemas analógicos, ¿pero qué sistemas analógicos quedaban? Como no usaran el morse… Fue a añadir algo sobre aquello, que podrían codificar las comunicaciones para que la máquina no las pudiera escuchar o al menos, ponérselo más difícil en caso de escucha, cuando la cosa empezó a liarse bastante con el tema de la Brigada y el tema desvarió... desvarió tanto que había un tipo por ahí pidiendo aviones. Increíble. Y aquello no parecía mejorar, ni mucho menos. Estudió a los mencionados, comprobando que entre ellos, estaba la egipcia amiga de Astaroth y cuáles eran las reacciones de los Descendientes ante la fuga del grupo.
Le propondría a Khaled que se ofreciera para la apertura de los portales, con lo raros que son, lo mismo si habla por él luego le salta al cuello o le lanza a los perros, que esta gente es así. Y tenía pocas ganas de discutir. Y tampoco parecían estar muy por la labor. Dragones. Aquello podía molar. O helicópteros. Escuchó con atención al hombre todopoderoso fumador, pensando que era el único con dos dedos de frente en toda esa jauría de locos -Si necesitas ayuda para buscar comunicaciones en la superficie antes de la misión, o materiales o vehículos, cuenta conmigo- De lo que no estaba segura es si cabía la posibilidad de poder utilizar las calaveras para esos dispositivos creadores de magia, tendría que hablar con… Mierda, debería haber estado más atenta cuando fueron a Turin y no haberse pasado el rato flirteando con los italianos, pero es que están todos tan buenos…. Esa sangre mediterránea me volvía loca.
Pero espera, que el conflicto con la brigada seguía. Qué pena no tener un bol de palomitas porque esto era como una de esas películas chusteras que ponían en antena3 al medio día…. Bueno, en verdad estaba mucho más entretenida que con las pelis esas soporíferas. Pero… ¿pero qué coño hacía Astaroth allí de cacareo con esa chachi pandi? Encima pareció no haberla visto, o se hizo el sueco, ¿de qué iba? Como aquello parecía que estaba todo el mundo desbandado no lo pensé mucho y seguí a la Brigada, a Astaroth y a la General Amaya, sin devolver el abrigo a su legítimo dueño.
Le propondría a Khaled que se ofreciera para la apertura de los portales, con lo raros que son, lo mismo si habla por él luego le salta al cuello o le lanza a los perros, que esta gente es así. Y tenía pocas ganas de discutir. Y tampoco parecían estar muy por la labor. Dragones. Aquello podía molar. O helicópteros. Escuchó con atención al hombre todopoderoso fumador, pensando que era el único con dos dedos de frente en toda esa jauría de locos -Si necesitas ayuda para buscar comunicaciones en la superficie antes de la misión, o materiales o vehículos, cuenta conmigo- De lo que no estaba segura es si cabía la posibilidad de poder utilizar las calaveras para esos dispositivos creadores de magia, tendría que hablar con… Mierda, debería haber estado más atenta cuando fueron a Turin y no haberse pasado el rato flirteando con los italianos, pero es que están todos tan buenos…. Esa sangre mediterránea me volvía loca.
Pero espera, que el conflicto con la brigada seguía. Qué pena no tener un bol de palomitas porque esto era como una de esas películas chusteras que ponían en antena3 al medio día…. Bueno, en verdad estaba mucho más entretenida que con las pelis esas soporíferas. Pero… ¿pero qué coño hacía Astaroth allí de cacareo con esa chachi pandi? Encima pareció no haberla visto, o se hizo el sueco, ¿de qué iba? Como aquello parecía que estaba todo el mundo desbandado no lo pensé mucho y seguí a la Brigada, a Astaroth y a la General Amaya, sin devolver el abrigo a su legítimo dueño.
Arturo Lizarraga
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La cosa empezaba a tensarse con los tipos encadenados y todo lo que pregonaban, así como las acciones de otro con un…¿sable laser?, no parecía que hubiera un orden particular, ni siquiera de jerarquía, aunque podría decirse que es de esperarse, no parece que todos sean isleños y eso juega en contra sobre el trabajo en equipo. Esto pinta a ser una crónica de un desastre anunciado. Tendré que hablar con los que parecen más organizados. Hay un par que si parecen bastante centrados, los Descendientes (dejando de lado el reciente altercado), un tipo con pinta de mala leche y quien parece presidir la reunión.
El robot muestra los planos de las torres holográficamente, detallando sus ubicaciones. Uno pensaría que estarían lo más alejadas posibles, pero comparando entre San Francisco a Londres, no hay mucha diferencia entre Londres a Turín. Bueno, podría ser mejor, si uno de los grupos se retrasa, el otro cercano podría apoyarle si termina a tiempo…en el mejor de los casos, claro está. Luego de su explicación sobre las torres a una miembro del inconexo grupo y de ignorar al tipo que se me ha adelantado, se centra en mi cuestión y me responde casi al momento luego de un aparente análisis de mi persona. Mi sorpresa es evidente, estoy casi en shock, pero recupero la compostura para intentar increpar más sobre ellas—¡espera!, ¿no las capturaste?, ¡¿cuántas de ellas mataste?!—pero nada me es respondido, la maquina ha decidido irse. Maldigo en mis adentros, ¿habrá tomado la decisión al instante de ese accidental descubrimiento?, algo no cuadra del todo.
Ahora toca centrarme en quien buscaba inicialmente, el cual me daba la impresión de podría ser más excéntrico de lo esperado, y sé que no tengo derecho a cuestionarle esa actitud, tampoco es que yo sea alguien puramente fino de modales—jejeje, lo siento, lo siento, me causaste la vibra de un conocido—anterior jefe directo para ser exactos. Ahora es momento de ponerse expresivos—y eso no es precisamente malo, esa es la clase de personas que cambian el mundo, ¿acaso tu ancestro habría sobresalido si se hubiera apegado por completo a los estándares de su época?—un halago por ahí, un halago por allá, a veces es lo único que necesitas para que se te abran las puertas. En este caso, claramente es para evitar que se niegue a ayudarme por tal desliz—mira, ¿escuchaste lo que dijo el hermano de Skynet?, yo soy el anfitrión de esas entidades ajenas a este mundo, no creo que haya eliminado a toda la colmena, han sobrevivido a cosas peores—SAM posiblemente intentó controlarlas, pero ellas tienen conciencia propia, debieron negarse y parece que la IA aplico la de “si no son para mí, no lo serán para nadie”—y creo que tú tienes las capacidades para localizarlas, porque esa entidad es tecnomagia muy antigua—ahora intento hacer un tono de intriga—¿te perderás la oportunidad de estudiar tecnomagia de otro mundo?—incentivos, es otra cosa que mueve a las personas, y espero dar en el clavo con el cliché. En cuanto a mí, el objetivo ha cambiado un poco, si no están capturadas, posiblemente están siendo interferidas para que no puedan contactar con su anfitrión.
Pero tanto el robot y otros un poco antes, empezaron a irse, lo hizo el resto como si ya hubieran resuelto las cosas—¿qué no llevaba mucho tiempo la reunión?—pero al menos concretaron un par de cosas, llegar a los núcleos ubicados en las ciudades ya mencionadas y un código hecho por el SAM aliado, un super-virus supongo. Pero fastidia el hecho de que los grupos no hayan sido medianamente formados y parece que van a improvisar lo que se pueda antes de iniciar la misión—mira, como todo mundo ya se va, pretendo acompañarte por este asunto, además, tengo ciertas habilidades para la fabricación de artículos, puedo ayudarte en algunas cosas, solo no esperes nada especializado—advierto, pero el ofrecimiento es real, otro motivo para permitirme acompañarle.
El robot muestra los planos de las torres holográficamente, detallando sus ubicaciones. Uno pensaría que estarían lo más alejadas posibles, pero comparando entre San Francisco a Londres, no hay mucha diferencia entre Londres a Turín. Bueno, podría ser mejor, si uno de los grupos se retrasa, el otro cercano podría apoyarle si termina a tiempo…en el mejor de los casos, claro está. Luego de su explicación sobre las torres a una miembro del inconexo grupo y de ignorar al tipo que se me ha adelantado, se centra en mi cuestión y me responde casi al momento luego de un aparente análisis de mi persona. Mi sorpresa es evidente, estoy casi en shock, pero recupero la compostura para intentar increpar más sobre ellas—¡espera!, ¿no las capturaste?, ¡¿cuántas de ellas mataste?!—pero nada me es respondido, la maquina ha decidido irse. Maldigo en mis adentros, ¿habrá tomado la decisión al instante de ese accidental descubrimiento?, algo no cuadra del todo.
Ahora toca centrarme en quien buscaba inicialmente, el cual me daba la impresión de podría ser más excéntrico de lo esperado, y sé que no tengo derecho a cuestionarle esa actitud, tampoco es que yo sea alguien puramente fino de modales—jejeje, lo siento, lo siento, me causaste la vibra de un conocido—anterior jefe directo para ser exactos. Ahora es momento de ponerse expresivos—y eso no es precisamente malo, esa es la clase de personas que cambian el mundo, ¿acaso tu ancestro habría sobresalido si se hubiera apegado por completo a los estándares de su época?—un halago por ahí, un halago por allá, a veces es lo único que necesitas para que se te abran las puertas. En este caso, claramente es para evitar que se niegue a ayudarme por tal desliz—mira, ¿escuchaste lo que dijo el hermano de Skynet?, yo soy el anfitrión de esas entidades ajenas a este mundo, no creo que haya eliminado a toda la colmena, han sobrevivido a cosas peores—SAM posiblemente intentó controlarlas, pero ellas tienen conciencia propia, debieron negarse y parece que la IA aplico la de “si no son para mí, no lo serán para nadie”—y creo que tú tienes las capacidades para localizarlas, porque esa entidad es tecnomagia muy antigua—ahora intento hacer un tono de intriga—¿te perderás la oportunidad de estudiar tecnomagia de otro mundo?—incentivos, es otra cosa que mueve a las personas, y espero dar en el clavo con el cliché. En cuanto a mí, el objetivo ha cambiado un poco, si no están capturadas, posiblemente están siendo interferidas para que no puedan contactar con su anfitrión.
Pero tanto el robot y otros un poco antes, empezaron a irse, lo hizo el resto como si ya hubieran resuelto las cosas—¿qué no llevaba mucho tiempo la reunión?—pero al menos concretaron un par de cosas, llegar a los núcleos ubicados en las ciudades ya mencionadas y un código hecho por el SAM aliado, un super-virus supongo. Pero fastidia el hecho de que los grupos no hayan sido medianamente formados y parece que van a improvisar lo que se pueda antes de iniciar la misión—mira, como todo mundo ya se va, pretendo acompañarte por este asunto, además, tengo ciertas habilidades para la fabricación de artículos, puedo ayudarte en algunas cosas, solo no esperes nada especializado—advierto, pero el ofrecimiento es real, otro motivo para permitirme acompañarle.
Al menos la broma de Thalos de pedirse el "asiento" del medio le pareció graciosa. Lo suficiente para sonreírle por un instante. Sin embargo, SAM no fue tan bueno con ella. Pudo notar la codescendencia a pesar de ser una cosa artificial sin sentimientos. No le dio el beneficio de verla agachar la mirada, sino que se la sostuvo hasta que terminó de chacharear. Por si fuera poco, Éamon también se metió con ella. Menos mal que Thalos salió a decirle de cosas antes de que...
¡ÉAMON!
Sus sentidos se habían dormido, porque no fue hasta que lo vio darse la media vuelta que sintió como sus músculos se tensaban preparándose para atacar con uñas y dientes si era necesario. Al cabrón lo vio alejarse, porque a pesar de sentir el instinto salvaje, ella era una depredadora. En aquel momento, con tanta gente encima, era muy probable que terminaran abatiéndola, incluso si adoptaba su forma dragón para destrozar al puto desgraciado. Y llevaba a la niña. Una niña que ese idiota no habría podido mantener viva a solas. No. La bruja de Blair también estaba en la isla y planeaba cazarles aunque fuera lo último que hiciera. Si ya habían echado a la brigada no les costaría tanto meterla en un calabozo por asesinar a un par de cucarachas. Tecleó un par de palabras en la moneda antes de transformarse y salir de la plaza con rapidez.
Lake Pendragon
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Había ido a la reunión a ver algo interesante, pero había resultado una decepción más grande y aburrida que haberse quedado en su habitación cortando en cuadritos la ropa de Shyvanna. También la había cocido un poco para que creyera que se estaba poniendo gorda, pero ni siquiera eso la hacía olvidar las ofensas de hacía algunos días.
Nada más llegar, Le Fay la recibió con una mirada de descontento bastante prepotente para la futura esclava sexual de Wiwi. Se mantuvo impasible ante su presencia a pesar de todo, mientras escuchaba lo liosos que podían ser los magos cuando no tenían un liderazgo fuerte entre ellos. Los vasallos hacían lo que se les decía y trabajaban como una colmena. Estos más bien parecían mosquitos errantes que terminarían cayendo como moscas. Quizás lo único que le interesó fue el momento en el que todo mundo comenzó a irse y la rabia repentina de la ganadora del torneo por cierto ministro prepotente. Parecían tener una inclinación por abrir la boca para decir estupideces entre más poder creían tener. Cruzó entonces algunas miradas con su hermano que solo parecían acrecentar el desprecio que iba surgiendo. Oh, si al menos hubieran dicho algo inteligente... Cuando el grupo pareció caer aún más bajo al irse el convocador de la reunión, decidió que había visto suficiente. Por reuniones como esa era que no se permitía pensar a la gente inferior.- Vámonos, Darren. Ya vimos suficiente.- Con la capa ondeando detrás de ella, pegó la media vuelta y se dirigió a su dragón, subiendo con gracia y destreza antes de que este montara el vuelo al mismo tiempo que lo hacía su hermano. Con ella al frente, ambos salieron de la Plaza Central en dirección a las montañas.
Nada más llegar, Le Fay la recibió con una mirada de descontento bastante prepotente para la futura esclava sexual de Wiwi. Se mantuvo impasible ante su presencia a pesar de todo, mientras escuchaba lo liosos que podían ser los magos cuando no tenían un liderazgo fuerte entre ellos. Los vasallos hacían lo que se les decía y trabajaban como una colmena. Estos más bien parecían mosquitos errantes que terminarían cayendo como moscas. Quizás lo único que le interesó fue el momento en el que todo mundo comenzó a irse y la rabia repentina de la ganadora del torneo por cierto ministro prepotente. Parecían tener una inclinación por abrir la boca para decir estupideces entre más poder creían tener. Cruzó entonces algunas miradas con su hermano que solo parecían acrecentar el desprecio que iba surgiendo. Oh, si al menos hubieran dicho algo inteligente... Cuando el grupo pareció caer aún más bajo al irse el convocador de la reunión, decidió que había visto suficiente. Por reuniones como esa era que no se permitía pensar a la gente inferior.- Vámonos, Darren. Ya vimos suficiente.- Con la capa ondeando detrás de ella, pegó la media vuelta y se dirigió a su dragón, subiendo con gracia y destreza antes de que este montara el vuelo al mismo tiempo que lo hacía su hermano. Con ella al frente, ambos salieron de la Plaza Central en dirección a las montañas.
Lo de declarar a la Brigada me causó tal sorpresa que no pude ocultar mi cara de asombro. Y tenía pinta que no era a la única que aquella noticia le pillaba de nuevas… pero por desgracia también parecía que había gente que ya estaba de sobre aviso. No había tierra que pudiera tragarme cuando el mencionado grupo apareció por la plaza reclamando su libertad. Y se volvió a sentir traicionada, porque ya había gente que estaba jugando otra vez a las espaldas de los demás compañeros del Consejo. Suspiré molesta y aparté la mirada de todos los presentes, abochornada. El resto de la reunión pasó casi desapercibida.
Después del momento bochornoso de la Brigada se trató de dar algunos últimos detalles sobre la misión, hubo gente que se ofreció para bajar a la superficie a por materiales para la construcción de ciertos artefactos. Creía escuchar que todos pedían cosas, pero sinceramente, dudaba que tuvieran tiempo para poder dedicarse a crear esos artilugios para todos los que fuéramos a bajar a la misión. Como dijo SAM a su llegada, no tenían apenas tiempo, aunque quisieran que toda la isla se pudiera a fabricar artilugios de esos. Y sobre la matalobos, esperaba que Sofía o Lucio tuvieran cantidades desmesuradas guardadas, porque dudaba mucho que les diera tiempo para la elaboración de la poción. -Yo puedo ofrecer aves Roc para que nos lleven también. Son más pequeñas que un dragón, pero más ágiles-
Los presentes se fueron largando de allí poco a poco. Los últimos en hacerlo fueron los Pendragon. Me acerqué a Adael para darle un par de palmadas en el hombro ya que parecía un poco chafado por el robo de su abrigo. Bueno, yo tenía muchos en casa. Me despedí de la chica de pelo morado con la mano y me llevé a Adael de allí andando, para dar un paseo. Antes de salir volví a lanzar una mirada desaprobatoria hacia Giordano, negando levemente, ahora el científico hablaba tan tranquilo con Arturo, pero bien que había estado con la mujer de los dragones previamente. ¿Ya nos había abandonado? ¿De qué lado estaría en la superficie?
Hubiera querido apuntarse a la misión para coger material, pero un mensaje reclamando su presencia en un cónclave le llegó al transistor. Suspiró molesta y ni se dignó a contestar.
Después del momento bochornoso de la Brigada se trató de dar algunos últimos detalles sobre la misión, hubo gente que se ofreció para bajar a la superficie a por materiales para la construcción de ciertos artefactos. Creía escuchar que todos pedían cosas, pero sinceramente, dudaba que tuvieran tiempo para poder dedicarse a crear esos artilugios para todos los que fuéramos a bajar a la misión. Como dijo SAM a su llegada, no tenían apenas tiempo, aunque quisieran que toda la isla se pudiera a fabricar artilugios de esos. Y sobre la matalobos, esperaba que Sofía o Lucio tuvieran cantidades desmesuradas guardadas, porque dudaba mucho que les diera tiempo para la elaboración de la poción. -Yo puedo ofrecer aves Roc para que nos lleven también. Son más pequeñas que un dragón, pero más ágiles-
Los presentes se fueron largando de allí poco a poco. Los últimos en hacerlo fueron los Pendragon. Me acerqué a Adael para darle un par de palmadas en el hombro ya que parecía un poco chafado por el robo de su abrigo. Bueno, yo tenía muchos en casa. Me despedí de la chica de pelo morado con la mano y me llevé a Adael de allí andando, para dar un paseo. Antes de salir volví a lanzar una mirada desaprobatoria hacia Giordano, negando levemente, ahora el científico hablaba tan tranquilo con Arturo, pero bien que había estado con la mujer de los dragones previamente. ¿Ya nos había abandonado? ¿De qué lado estaría en la superficie?
Hubiera querido apuntarse a la misión para coger material, pero un mensaje reclamando su presencia en un cónclave le llegó al transistor. Suspiró molesta y ni se dignó a contestar.
Examiné a Arturo con un ojo más cerrado que otro y una ceja alzada. Me aproximé a él mirando su parche y luego su otro ojo. Qué tecnica era esa?
- Me estás halagando ahora para que no me enfade? - me erguí, tirandome de las solapas de mi elegante abrigo de paño negro. Puto frío. - Anfitrion de la colmena. Abejas tecnomagicas. Y Sam dice que las ha exterminado porque es una entidad ajena a este mundo. Mira, me parece hasta logico.
"claro, es una maquina, por supuesto que es logico"
Lo miré con cara de aburrimiento cuanto intentó apelar a los incentivos para picarme a que le hiciera el favor.
- Sabes que habria sido mas sencillo decirme, eh, Giordano, por favor, necesito ayuda en esto, puedes...?
"dios mio, que no me chupo el dedo"
- Pero como soy un alma generosa y magnánima, te ayudaré a localizar a tus bichitos, si es que queda alguno vivo. Y luego me explicas eso de que eres anfitrión...que es un poco....rarito... - le dije mirandolo con gesto extraño y señalandolo con mi dedo, dandole varias vueltas al indice. - Fabricación de articulos. Estupendo! Sabes donde está el i+D? Ve alli, puedes colaborar con mis dos aprendices, ahora mismo estarán liados intentando termimar una nave y yo tengo que partirle la cara a un vikingo y luego tengo una reuncion de esas que hacen que quieras cortarte las venas, me entiendes? Vale, pues te vas al taller. He dicho dos aprendices...? No, tres!
Me giré buscando a Belle con la mirada y vi a Sarah mirandome del todo raro, mal? que le pasaba al mundo conmigo? Da igual, Belle. Alcé la voz y agité el brazo en su direccion.
-BELLE, QUIERES SER MI APRENDIZ!..? - debía sonar a pregunta pero sonó más a afirmación. Fallo de calculo en la entonacion.
- Me estás halagando ahora para que no me enfade? - me erguí, tirandome de las solapas de mi elegante abrigo de paño negro. Puto frío. - Anfitrion de la colmena. Abejas tecnomagicas. Y Sam dice que las ha exterminado porque es una entidad ajena a este mundo. Mira, me parece hasta logico.
"claro, es una maquina, por supuesto que es logico"
Lo miré con cara de aburrimiento cuanto intentó apelar a los incentivos para picarme a que le hiciera el favor.
- Sabes que habria sido mas sencillo decirme, eh, Giordano, por favor, necesito ayuda en esto, puedes...?
"dios mio, que no me chupo el dedo"
- Pero como soy un alma generosa y magnánima, te ayudaré a localizar a tus bichitos, si es que queda alguno vivo. Y luego me explicas eso de que eres anfitrión...que es un poco....rarito... - le dije mirandolo con gesto extraño y señalandolo con mi dedo, dandole varias vueltas al indice. - Fabricación de articulos. Estupendo! Sabes donde está el i+D? Ve alli, puedes colaborar con mis dos aprendices, ahora mismo estarán liados intentando termimar una nave y yo tengo que partirle la cara a un vikingo y luego tengo una reuncion de esas que hacen que quieras cortarte las venas, me entiendes? Vale, pues te vas al taller. He dicho dos aprendices...? No, tres!
Me giré buscando a Belle con la mirada y vi a Sarah mirandome del todo raro, mal? que le pasaba al mundo conmigo? Da igual, Belle. Alcé la voz y agité el brazo en su direccion.
-BELLE, QUIERES SER MI APRENDIZ!..? - debía sonar a pregunta pero sonó más a afirmación. Fallo de calculo en la entonacion.
Agradeció profundamente las aportaciones del hombre que fumaba cuando llegaron a la reunión. Parecía que era el único que sabía sobre el tema: sobre las comunicaciones, sobre formas de poder hablar entre ellos. Bengalas. Sacó el teléfono y abrió la conversación de whatsapp que tenía con ella misma en el que apuntaba ideas: bengalas, comunicación inalámbrica, botas propulsoras, artefactos que nos pudieran dar magia. Estuvo un rato dándole vueltas al tema sobre cómo podían hacerlo y no se le ocurrió nada que pudiera comunicar todas las zonas a la vez. Con tanta distancia deberían usar teléfonos con satélite y claramente les pincharían las conversaciones. Podrían cifrarlas lo cual al menos entretendría a la IA un rato largo hasta que pudiera dar con la clave. O usar alguna lengua no conocida por la máquina: ¿no tenían los dragones su propia lengua? Alzó la mirada hacia los dos dragones que estaban fuera del núcleo de la plaza y luego en los jinetes que habían venido con ellos, la pelirroja y el rubio, qué estirados. Le dieron un escalofrío y volvió a sus cosas. Y, ¿cómo conseguirían aquel artilugio concentrador de magia? Se rascó la cabeza bastante confusa. -Yo podría diseñar esa antena. Lo único malo es que no sabremos si funcionará hasta que estemos fuera de la jaula Faraday- Me ofrecí alzando la mano. Tampoco se le pasó por alto la oferta de la mujer castaña con el abrigo de Adael, espera, ¿cuándo había ocurrido eso y por qué yo no me había enterado? Ay, tantas cosas que contar en el blog y está tan cerrado por la desconexión…
Pasó todo aquello de la Brigada, pero era politiqueo y ella de esas cosas no las entendía. Quizás luego se lo contara a Nichollas para tener algo de que charlar mientras tomasen un té calentito o una infusión de frutos rojos para la merienda. Pero se conoce que había pasado algo bien gordo, porque, por lo que se conoce, les habían encerrado en chirona y hasta los habían echado de la isla.
Si son varias torres a las que tendrían que ir, debería hablar con Sigrid para terminar de preparar el código. De esta forma podrían dividirse. No conocía mucha más gente mágica que supiera de piratería porque muchos de los magos no habían cogido un ordenador en su vida. Fotografió con el móvil los planos de las torres que mostró SAM. Gracias a todos los electrones que ella había conseguido modificar su cámara telefónica para aumentarle la calidad. Comprobó jugando con la pantalla electrónica que todo estaba bien enfocado y, cuando comprobó que estaba OK volvió a su sitio en el círculo. Se fue despidiendo de la gente según se fue, en especial de Sarah y Adael que se fueron juntos, quedando ella sola con su libretita y su teléfono unos cuantos segundos más.
Guardó todo en el bolsillo girando para marcharse de allí cuando alguien le llamó por la espalda. Se volteó y volvió sobre sus pasos hacia el italiano, que le alzaba la mano, alcanzándole al poco tiempo con la mejor noticia que podían recibir sus oídos en ese espacio de tiempo -¡Sí! ¡Claro que sí!- Se había puesto tan nerviosa que casi se le cayó el teléfono de la mano. -¡Cuándo empezamos! ¡Ya mismo! Estoy preparada- Se llevó la mano abierta al pecho porque por fin su sueño se había hecho realidad. Miró con intensidad a Giordano, una mezcla entre admiración y contemplación por aquel Descendiente tan guapo y notó cómo el tiempo se paraba un poco a su alrededor. Recobró la compostura con un carraspeo -He tenido ideas para la misión: ¡flechas bomba! Así podremos hacer más daño a la máquina desde la distancia. Lo vi en una película de humanos: los juegos del hambre- Saqué un pequeño bloc de notas donde había empezado a diseñar algunos bocetos y notas mientras ambos íbamos saliendo de aquella plaza compartiendo ideas sobre qué podríamos hacer con la misión. ¡Estaba extasiada!
Pasó todo aquello de la Brigada, pero era politiqueo y ella de esas cosas no las entendía. Quizás luego se lo contara a Nichollas para tener algo de que charlar mientras tomasen un té calentito o una infusión de frutos rojos para la merienda. Pero se conoce que había pasado algo bien gordo, porque, por lo que se conoce, les habían encerrado en chirona y hasta los habían echado de la isla.
Si son varias torres a las que tendrían que ir, debería hablar con Sigrid para terminar de preparar el código. De esta forma podrían dividirse. No conocía mucha más gente mágica que supiera de piratería porque muchos de los magos no habían cogido un ordenador en su vida. Fotografió con el móvil los planos de las torres que mostró SAM. Gracias a todos los electrones que ella había conseguido modificar su cámara telefónica para aumentarle la calidad. Comprobó jugando con la pantalla electrónica que todo estaba bien enfocado y, cuando comprobó que estaba OK volvió a su sitio en el círculo. Se fue despidiendo de la gente según se fue, en especial de Sarah y Adael que se fueron juntos, quedando ella sola con su libretita y su teléfono unos cuantos segundos más.
Guardó todo en el bolsillo girando para marcharse de allí cuando alguien le llamó por la espalda. Se volteó y volvió sobre sus pasos hacia el italiano, que le alzaba la mano, alcanzándole al poco tiempo con la mejor noticia que podían recibir sus oídos en ese espacio de tiempo -¡Sí! ¡Claro que sí!- Se había puesto tan nerviosa que casi se le cayó el teléfono de la mano. -¡Cuándo empezamos! ¡Ya mismo! Estoy preparada- Se llevó la mano abierta al pecho porque por fin su sueño se había hecho realidad. Miró con intensidad a Giordano, una mezcla entre admiración y contemplación por aquel Descendiente tan guapo y notó cómo el tiempo se paraba un poco a su alrededor. Recobró la compostura con un carraspeo -He tenido ideas para la misión: ¡flechas bomba! Así podremos hacer más daño a la máquina desde la distancia. Lo vi en una película de humanos: los juegos del hambre- Saqué un pequeño bloc de notas donde había empezado a diseñar algunos bocetos y notas mientras ambos íbamos saliendo de aquella plaza compartiendo ideas sobre qué podríamos hacer con la misión. ¡Estaba extasiada!
Arturo Lizarraga
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Con un ligero entrecejo y otro gesto de incredulidad del tecnomago me percato, está sospechando—no, ¿cómo crees?, es simplemente la mera verdad, nada más ni nada menos—respondo ante su cuestionamiento sobre el motivo de los halagos—¿o me vas a decir que eres el eslabón que no tiene el toque?—el tono de la pregunta no es incriminatoria, más bien de incredulidad, aludiendo al orgullo. Pero al menos ya no está increpando lo que considera una ofensa, la mención de tecnomagia parece haberle llamado la atención—tengo motivos para creer que no ha eliminado a toda la colmena, alguna docena tal vez, aunque me extraña que no haya mencionado intenciones de controlarlas, por eso no me cuadra lo dicho por la máquina.
Parece que su excentricidad supera el cliché de científico que adora el conocimiento como motivo de vida—bueno, tenia que venir preparado para las dificultades, pocas personas aceptan pedidos así de simple, pero ya que lo sugieres…—ya iba a hacer la pregunta pero se adelanta a responderme aceptando ayudarme, pero queriendo una explicación—claro, te lo contaré todo, aunque es algo que quería mantener en secreto para ser francos—al final tenia algo de razón, su ego le hace bajar la guardia, nadie en sus cabales se autoproclama magnánimo sin ser algo orgulloso. Pero es lo suficientemente inteligente para captar intenciones ocultas y puede que hoy haya tenido suerte en este sentido—de hecho de allá vengo, pero me avisaron que no estabas en las instalaciones y recordé sobre esta reunión, por eso vine al encuentro—dos aprendices, una nave en proceso, puedo dar apoyo en algunas áreas, veré en que puedo ayudar y si no es con la nave, habrá otras cosas que puedan necesitar—claro, las reuniones del Consejo de mi mundo tampoco eran fáciles de tratar—aunque estuve en muy pocas ocasiones, excepcionales casos, pues ni soy miembro del Consejo propiamente ni un embajador de mi facción—¿acaso has dicho vikingo?—el descendiente me deja de lado y consigue una nueva aprendiz como si de Robins se tratase.
La chica se muestra encantada con la idea y acepta de inmediato, se acerca con emoción y manifiesta sus ideas—¿película de humanos?—me extraña la expresión—supongo que puede funcionar con unidades humanoides, y podría aturdir a unidades blindadas si se da en los lugares correctos—pondría el clásico “pero” para descartar la idea, pues no muchos saben usar arcos y el entrenamiento para su correcto uso no es precisamente corto. Ahora sí, pero estamos en una isla de fantasía, con armas antiguas, incluyendo el arco, por lo cual la idea es viable. Yo mismo sé algo de arquería, pero mejor será dejárselo a personas con más experiencia.
Los dejo en su primera reunión maestro-aprendiz y yo me dirijo a I+D esfumándome ninjamente.
Parece que su excentricidad supera el cliché de científico que adora el conocimiento como motivo de vida—bueno, tenia que venir preparado para las dificultades, pocas personas aceptan pedidos así de simple, pero ya que lo sugieres…—ya iba a hacer la pregunta pero se adelanta a responderme aceptando ayudarme, pero queriendo una explicación—claro, te lo contaré todo, aunque es algo que quería mantener en secreto para ser francos—al final tenia algo de razón, su ego le hace bajar la guardia, nadie en sus cabales se autoproclama magnánimo sin ser algo orgulloso. Pero es lo suficientemente inteligente para captar intenciones ocultas y puede que hoy haya tenido suerte en este sentido—de hecho de allá vengo, pero me avisaron que no estabas en las instalaciones y recordé sobre esta reunión, por eso vine al encuentro—dos aprendices, una nave en proceso, puedo dar apoyo en algunas áreas, veré en que puedo ayudar y si no es con la nave, habrá otras cosas que puedan necesitar—claro, las reuniones del Consejo de mi mundo tampoco eran fáciles de tratar—aunque estuve en muy pocas ocasiones, excepcionales casos, pues ni soy miembro del Consejo propiamente ni un embajador de mi facción—¿acaso has dicho vikingo?—el descendiente me deja de lado y consigue una nueva aprendiz como si de Robins se tratase.
La chica se muestra encantada con la idea y acepta de inmediato, se acerca con emoción y manifiesta sus ideas—¿película de humanos?—me extraña la expresión—supongo que puede funcionar con unidades humanoides, y podría aturdir a unidades blindadas si se da en los lugares correctos—pondría el clásico “pero” para descartar la idea, pues no muchos saben usar arcos y el entrenamiento para su correcto uso no es precisamente corto. Ahora sí, pero estamos en una isla de fantasía, con armas antiguas, incluyendo el arco, por lo cual la idea es viable. Yo mismo sé algo de arquería, pero mejor será dejárselo a personas con más experiencia.
Los dejo en su primera reunión maestro-aprendiz y yo me dirijo a I+D esfumándome ninjamente.
Mientras los días pasaban, había tratado de entrenarse un poco más en lo físico. Se sentía más confiada ahora que había alcanzado una agilidad bastante buena, pero aún así sentía que en su tiempo en el Coliseo de Roma tenía menos limitaciones. Se había confiado demasiado en la magia desde entonces y no se había dado cuenta de lo descuidada que había sido con su entrenamiento físico. Pero eso era cuestión del pasado. Ahora se sentía bien.
Caminó tomada de la mano de Reiv hacia la Plaza principal de Ouroboros, tratando de concentrarse en la misión y en que esa sería la primera en la que no acompañaba a Reiv. Sentía el consuelo de Kyllian, pero él haría caso a sus superiores. Lo mejor era mentalizarse a que abajo estaría sola y debía sobrevivir y terminar la misión a toda costa. Así iban las prioridades. Su energía sería mejor canalizada de esa manera, pues su preocupación no estaría en que Reiv estaba lastimado, sino en que lo mataría una máquina estupidamente feroz si no terminaban en Turín y los otros sitios. Era casi motivacional.
Al llegar a la Plaza, el barullo era mucho menor que el que habían tenido durante la última misión, donde practicamente les despidieron como héroes. Lo prefería, así podía vaciar algunas cosas que tenía en la cabeza antes de irse.- Reiv...- Susurró. No habían hablado mucho durante el trayecto, pero ahora que todos se preparaban lo veía muy cerca.- ¿Puedo preguntarte algo? - Le dio tiempo a responder, pero le iba a preguntar de todos modos. Era simple cortesía y hacer tiempo mientras respiraba el aire helado de la isla.- Cuando estábamos en el Mercado... dijiste que... que siempre habría una hoguera encendida en nuestro hogar... ¿Iba en serio? - La pregunta no iba tanto de si siempre habría una chimenea encendida, sino si tendrían juntos una chimenea. Estaba tratando de encontrarse valor de donde hubiera. Siendo ella tan fatalista, sentía que no habría una vuelta de aquella misión y quería aferrarse a volver. Necesitaba un ancla.
Caminó tomada de la mano de Reiv hacia la Plaza principal de Ouroboros, tratando de concentrarse en la misión y en que esa sería la primera en la que no acompañaba a Reiv. Sentía el consuelo de Kyllian, pero él haría caso a sus superiores. Lo mejor era mentalizarse a que abajo estaría sola y debía sobrevivir y terminar la misión a toda costa. Así iban las prioridades. Su energía sería mejor canalizada de esa manera, pues su preocupación no estaría en que Reiv estaba lastimado, sino en que lo mataría una máquina estupidamente feroz si no terminaban en Turín y los otros sitios. Era casi motivacional.
Al llegar a la Plaza, el barullo era mucho menor que el que habían tenido durante la última misión, donde practicamente les despidieron como héroes. Lo prefería, así podía vaciar algunas cosas que tenía en la cabeza antes de irse.- Reiv...- Susurró. No habían hablado mucho durante el trayecto, pero ahora que todos se preparaban lo veía muy cerca.- ¿Puedo preguntarte algo? - Le dio tiempo a responder, pero le iba a preguntar de todos modos. Era simple cortesía y hacer tiempo mientras respiraba el aire helado de la isla.- Cuando estábamos en el Mercado... dijiste que... que siempre habría una hoguera encendida en nuestro hogar... ¿Iba en serio? - La pregunta no iba tanto de si siempre habría una chimenea encendida, sino si tendrían juntos una chimenea. Estaba tratando de encontrarse valor de donde hubiera. Siendo ella tan fatalista, sentía que no habría una vuelta de aquella misión y quería aferrarse a volver. Necesitaba un ancla.
Acompañé a Juliet a la plaza el día de la misión, con l a sensación de quería que volviese ya aunque aún no se había ido. Probablemente era la primera batalla en bastante tiempo a la que no íbamos juntos, y eso me ponía bastante nervioso. No estar allí para saber lo que sucedía, o no poder hacer nada. Sabía que, si bajaba, pasaría algo similar a la vez anterior. Caería antes de tiempo al no estar aún en perfectas condiciones, al hacer pocos días desde que había salido del hospital. Así al menos podría luchar sin tener que preocuparse por mí. Nos mantuvimos en relativo silencio hasta llegar a la plaza, probablemente por todos los pensamientos que cada uno llevábamos dentro. Agradecí que hubiese poca gente despidiendo a los que se iban, así no daba la impresión de que iban a palmar todos.
Suspiré antes de ponerme frente a ella, tomando sus manos mientras la miraba a los ojos. No sabía por dónde me iba a salir con eso de hacerme una pregunta, podría ser cualquier cosa teniendo en cuenta la situación en la que estábamos. - Sí. Pero sólo si no es una pregunta que me haga pensar en cosas horribles que pueden pasar. Nada de eso. - no quería ni pensarlo, por eso acabé dibujando una pequeña sonrisa cuando dijo lo del fuego. Aquello me gustaba más, que se quedase con las cosas buenas. - Pues claro, yo siempre hablo en serio, Jul. Cuando vuelvas te estaré esperando con una hoguera encendida. Volverás bien, y lo celebraremos. Confío en que lo harás, eres una gran guerrera. Y si la cosa se pone fea...escapa, sea como sea. No te hagas la heroína. Escapad Kyllian y tú. - aquello iba muy en serio, prefería que se fuese antes que quedarse a ayudar a quien fuese, o a acabar con S.A.M a costa de lo que fuese. La atraje hacia mí para estrecharla entre mis brazos, estando tentado de no dejarla marchar.
Suspiré antes de ponerme frente a ella, tomando sus manos mientras la miraba a los ojos. No sabía por dónde me iba a salir con eso de hacerme una pregunta, podría ser cualquier cosa teniendo en cuenta la situación en la que estábamos. - Sí. Pero sólo si no es una pregunta que me haga pensar en cosas horribles que pueden pasar. Nada de eso. - no quería ni pensarlo, por eso acabé dibujando una pequeña sonrisa cuando dijo lo del fuego. Aquello me gustaba más, que se quedase con las cosas buenas. - Pues claro, yo siempre hablo en serio, Jul. Cuando vuelvas te estaré esperando con una hoguera encendida. Volverás bien, y lo celebraremos. Confío en que lo harás, eres una gran guerrera. Y si la cosa se pone fea...escapa, sea como sea. No te hagas la heroína. Escapad Kyllian y tú. - aquello iba muy en serio, prefería que se fuese antes que quedarse a ayudar a quien fuese, o a acabar con S.A.M a costa de lo que fuese. La atraje hacia mí para estrecharla entre mis brazos, estando tentado de no dejarla marchar.
No le gustó mucho el suspiro que Reiv soltó, pero eran solo sus nervios jugándole malas pasadas. Quiso rehuir a la mirada del moreno mientras le tomaba las manos, pero se obligó a verle. Tenía miedo de que fuera la última vez y no quería que se notara en su mirada. Al menos la pregunta no fue sobre cosas horribles. Ella tampoco tenía cabeza para pensar en más cosas feas, ya le había dado muchas vueltas la noche anterior como para continuar.
Fue la sonrisa del moreno la que le hizo suspirar, llenándose un poco de valor mientras pensaba en lo mucho que quería volver a verlo y darle de nuevo un mundo que pudiera recorrer entero. Traía puesta la capa que le había regalado en el Mercado. No sabía si iba a lograr volver con ella intacta, pero si volvía sin ella al menos volvería con éxito. Su respuesta sobre que él no bromeaba le hizo recordar muchísimas de las cosas que se habían dicho en el Mercado. La fotografía, los dulces, las luces, lo hermoso de la noche. Quería llenarse de recuerdos positivos y convertirlos en fuerza, aunque estaba acostumbrada a hacer exactamente lo contrario. El pensar en la hoguera llenó de calor su corazón, por lo que lo siguiente fue bastante duro de escuchar.
Reiv, si tuviera que escapar, no alcanzaré a volver.- Murmuró. Si fallaban, por más que volara, no alcanzaría a llegar a la isla desde Turín antes de que SAM atacara. Supuso que él también lo sabría. Escondió la cabeza en el pecho del moreno, quedándose un segundo disfrutando de su aroma y escondiéndose del mundo. Dejó que el pánico por perderlo la embargara por diez segundos mientras se aferraba a él con fuerza. Los contó. Cuando llegó a diez, respiró lo más profundo que pudo y se imaginó exhalando todo el miedo de su cuerpo y llenándolo con determinación.- Quiero esa hoguera. Vete a buscar la leña de una vez, porque volveré más rápido de lo que crees. Seremos los primeros en terminar, te lo aseguro.- Susurró, subiendo las manos suavemente a su pecho y tomándolo de las solapas de la capa para atraerlo hacia ella en un beso, justo como él lo había hecho en el Mercado.
Fue la sonrisa del moreno la que le hizo suspirar, llenándose un poco de valor mientras pensaba en lo mucho que quería volver a verlo y darle de nuevo un mundo que pudiera recorrer entero. Traía puesta la capa que le había regalado en el Mercado. No sabía si iba a lograr volver con ella intacta, pero si volvía sin ella al menos volvería con éxito. Su respuesta sobre que él no bromeaba le hizo recordar muchísimas de las cosas que se habían dicho en el Mercado. La fotografía, los dulces, las luces, lo hermoso de la noche. Quería llenarse de recuerdos positivos y convertirlos en fuerza, aunque estaba acostumbrada a hacer exactamente lo contrario. El pensar en la hoguera llenó de calor su corazón, por lo que lo siguiente fue bastante duro de escuchar.
Reiv, si tuviera que escapar, no alcanzaré a volver.- Murmuró. Si fallaban, por más que volara, no alcanzaría a llegar a la isla desde Turín antes de que SAM atacara. Supuso que él también lo sabría. Escondió la cabeza en el pecho del moreno, quedándose un segundo disfrutando de su aroma y escondiéndose del mundo. Dejó que el pánico por perderlo la embargara por diez segundos mientras se aferraba a él con fuerza. Los contó. Cuando llegó a diez, respiró lo más profundo que pudo y se imaginó exhalando todo el miedo de su cuerpo y llenándolo con determinación.- Quiero esa hoguera. Vete a buscar la leña de una vez, porque volveré más rápido de lo que crees. Seremos los primeros en terminar, te lo aseguro.- Susurró, subiendo las manos suavemente a su pecho y tomándolo de las solapas de la capa para atraerlo hacia ella en un beso, justo como él lo había hecho en el Mercado.
Le puse cara de que no quería escuchar cosas como que no le daría tiempo a regresar en caso de tener que huir, negando con la cabeza. - Tendrías que salir de la zona antimagia, y que Kyllian os desapareciera a los dos. No os perdáis de vista. Comunicaos con la isla si hay cualquier problema, si necesitáis refuerzos, traslados de emergencia...lo que sea. - la abracé con fuerza cuando escondió su cabeza en mi pecho, intentando alargar más ese momento. Traté de que no se notase demasiado el miedo que tenía, eso era lo que menos necesitaba ella antes de bajar a pelear. Esa sensación extraña en el pecho iba a estar ahí hasta que regresase sana y salva. Después alcé su cara tomándola por las mejillas, dejando un beso en su frente antes de prometerle que tendría esa hoguera lista. - En unas horas...búscame en el bosque. - me acerqué más aún a ella cuando tiró de mí, dejando en ese beso de despedida toda la mezcla de sensaciones del momento. Era diferente a otros. Nos tomamos el tiempo necesario hasta que tocó separarse, dejando mi frente sobre la suya durante algunos segundos.
- Te quiero. Vuelve pronto, o bajo yo mismo a buscarte. - y aquello iba muy en serio. Le di un último beso más antes de que tuviésemos que separarnos, dejándola partir por fin con los trasladores del resto del grupo. Tras verla marchar me quedé de bajona, quedándome un buen rato más en la plaza antes de moverme por fin para marcharme de la plaza a buscar lo que ella había dicho. Distraerse iba a ser difícil.
- Te quiero. Vuelve pronto, o bajo yo mismo a buscarte. - y aquello iba muy en serio. Le di un último beso más antes de que tuviésemos que separarnos, dejándola partir por fin con los trasladores del resto del grupo. Tras verla marchar me quedé de bajona, quedándome un buen rato más en la plaza antes de moverme por fin para marcharme de la plaza a buscar lo que ella había dicho. Distraerse iba a ser difícil.
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