Villa Black

-Quiero oírlo todo, quedamos otro día- Estuvo a punto de especificar que “como amigos” pero estaba claro que era así. Johan era el … ex de Jo y Arleen respetaba aquello. No creía que Jo se molestara si trababa amistad con el pelinegro.

Vio el pulgar arriba de Johan y sonrió brevemente mirando luego la túnica con cierta curiosidad, los colores y la forma en la que estaba hecha pensando que su madre nunca aprobaría que se vistiera así. Era demasiado sencillo, simple y cómodo. Era perfecto para relajarse pero Eleonore no dejaba que ni siquiera las pijamas de Arleen carecieran de estilo. Ella debía evocar con cada aspecto de su vida la perfección y aquello distaba mucho de serlo -Gracias… - Inspiró profundo y luego dejó escapar un suspiro -Al menos un poco de amabilidad queda en el mundo-

“No te enojes si me vuelvo adicta y vengo aquí a robarte té”

Té que por cierto bebió un trago y contuvo la mueca lo mejor que pudo. Educada era -¿Tienes algo de miel?- Preguntó antes de tratar de pasar el raro trago con la pastita. Mientras tanto le escuchó y Arleen dibujó una sonrisa con los labios tensos -Realmente no tengo idea de lo que estan haciendo pero si no estás de acuerdo deberías decírselo. ¿No están trabajando juntos?

Analizó su posición respecto a los androides y la información que le daba pensando entonces que las órdenes a los androides deberían ser modificadas, ser más específicas, no dejar a nadie muriéndose -Entonces ese hombre es muy conocido. Está experimentando con gente, Johan, tened cuidado- Se llevó la pasta a la boca de nuevo pero cuando Johan se echó hacia atrás con ese “Jah!” a Arleen se le fue el santo al cielo y se atraganto con la galleta, teniendo un acceso de tos mientras se ponía roja. Se perdió gran parte de lo que decía pero asintió como si estuviera comprendiendo todo - Líder…tienes madera de líder- Era eso seguro -Tengo que irme ya, pero gracias, por todo. De verdad…Has sido lo único bueno que me ha pasado hoy- Le dijo con una leve sonrisa preocupandose por mirarlo directamente a los ojos para no irse por otros derroteros -Después le devuelvo a Jo esto. Buenas noches Johan y gracias, de nuevo- Se fue como alma que lleva el diablo,c ogiendo el paraguas para luego desaparecerse de alli.

Aquel día Ryder había estado tan tranquilo y pacífico que parecía que le habían cambiado de bebé por un día o quizás los ías lluviosos lo arrullaban. Incluso le había dado tiempo de aburrirse bastante en la habitación sola, mientras el bebé dormía placidamente, despertaba, comía y se volvía a dormir. Terminó de leer un libro que tenía pendiente desde hacía meses, durmió la siesta que le hacía falta de dos noches atrás, puso en orden sus asuntos y concluyó en que no tenía más que hacer ahí arriba. Al menos le había tocao un bebé de los que no dan mucha lata. No tardó en concluir que lo único que podía hacer era salir de la habitación, a pesar de que las sombras le comentaban que abajo las cosas no estaban despejadas. Daba igual. Terminó por darse una ducha, notando que le hacía falta su bata de baño, pero ignorando el detalle. Se vistió, revisó el sueño del pequeño y salió de la habitación.

Bajó las escaleras con cuidado, llegando abajo a una muy bizarra imagen de Johan en SU bata, la que no encontró un momento atrás. Su rostro se convirtió en un poema mientras veía la extraña realidad alterna a la que había llegado. De seguro seguía soñando y por eso todo era tan extraño.- Te queda bien, tienes lindas piernas, quizás incluso mejor que a mi.- Murmuró, viendo que en sí no le quedaba mal, solo era extraña la visión. Tuvo que sonreír divertida, acercándose a él con ligera coquetería.- ¿A quién tratas de seducir?

- Claro, quedamos cuando quieras. A la próxima una cerveza, y quedamos también con Thalos. Así escuchas los dos puntos de vista. - podía ser interesante, sobre todo porque le contaría cuando casi se mataban entre ellos. Qué tiempos aquellos. Estaba empanado pensando en eso y no se dio cuenta de la mueca de Arleen con el té, sólo se enteró lo justo para decir que no, que no tenía miel. Luego puso gesto de disgusto cuando le mencionó lo de decirle a los Draven en lo que no estaba de acuerdo. - Ellos van por libre ahora. No tengo potestad para intervenir ahí. - porque no les había dado la gana de crear algo conjunto.

No entendió por qué se puso roja y se atragantó con la galleta, pero a punto estuvo de darle unas palmaditas en la espalda para que no se ahogase la pobre. Le echó más té para compensar, que bebiese y pasase la pasta. - Líder forzoso al principio, debo decir. Pero supongo que después de tanto tiempo no es tan fácil soltar esas costumbres... - y no es que quisiera tener un puesto de gobierno ahora, pero estaba hasta los cojones de ver cómo otros hacían lo que no debían. La única opción de que todo fuese como quisiese era ser él quien tomase las riendas. Le dedicó una sonrisa al escuchar el agradecimiento con eso de que era lo único bueno que le había pasado en el día. - Un mal día lo tiene cualquiera, mañana será mejor. Y si no, paliza a quien te moleste. - bromeó antes de despedirse de ella, aunque se dio cuenta de que se le había pasado darle el tupper con el bocata de lamprea para el camino.

Iba a ponerse a recoger cuando bajó Victorya y lo pilló con su bata de flores, a lo que alzó las manos haciéndose el inocente. - No es lo que parece, no te estoy robando la ropa. Llamaron a la puerta y tuve que bajar a abrir...- se echó hacia delante en la silla mientras ella se acercaba en modo coqueto, siguiéndole el juego. - Una chica de Ouroboros que venía empapada. Creo que no ha funcionado, porque se ha ido corriendo...

Tuvo que reír por haberle encontrado con las manos en la masa. Si bien no era su principal pensamiento, estaba bastante intrigada de si tenía algo debajo o realmente se había puesto a beber el té con alguien solo con aquella bata. Él no era mucho de té, por lo que suponía podía pasar de todo protocolo y código de vestimenta, por más holgado que este fuera.- Solo dime por favor que debajo llevas algo, al menos ropa interior.- Rió suavemente, acercándose a él hasta estar de pie de frente, mirando los restos de la hora del té. No podía sacar ninguna conclusión de lo que veía, pero sabía que no había sido con Thalos, pues él no se bebería nada que Johan hubiera tratado de preparar.

Dios, ¿de verdad? ¿Ya venía empapada y no lograste nada? Suena a escena de Orgullo y Prejuicio. Un beso, algo. La lluvia debió haberte ayudado poniéndole un toque romántico.- Bromeó, llevándose una pasta a la boca que... bueno, no era la cosa más buena que había probado, pero que se tragó. Asumió al instante que quien las había hecho había sido el moreno, así que le quitó un poco de hierro al asunto y procuró no hacer caras. Ya estaba acostumbrada al sabor- Vas progresando con las pastas.- Susurró, mintiendo con toda la convicción que tenía, bajando hasta él para plantarle un beso en los labios ahora que escuchaba la casa silenciosa. Afuera aún parecía que caería el diluvio universal, pero dentro se estaba caliente, todo lo caliente que se podía.

Se rio por lo que dijo Victorya de llevar ropa interior debajo, alzando después las cejas a la par que la taza de té. - Pues no, soy un desvergonzado exhibicionista. Y oye, es cómoda. - le dio un trago mientras se cruzaba de piernas, apurando lo que quedaba y dejándolo en la mesa. Le hizo gracia lo que dijo sobre no lograr nada, porque era cierto que eso de ligar no era lo suyo. Prueba de ello era que solo había estado con dos mujeres diferentes en su vida. - Lo de flirtear no es lo mío. ¿Una escena de qué? - ni puñetera idea de qué era orgullo y prejuicio, pero por lo que contaba de cosas románticas bajo la lluvia tampoco le gustaría mucho. Sonaba aburrido de leer o ver, lo que fuese.

- En realidad creo que se lleva mejor con los de la base militar. Recuérdame que luego le conteste algo a Thalos, que hay una reunión y tenemos que hacer cosas de los putos reales esos.

Más ilusión le hizo que se comiese una de sus pastas sin hacer muecas, al igual que había hecho Arleen. Si dos personas las probaban y no se quejaban...bueno, debía ser cierto que estaba progresando. Al final iba a ser verdad eso de que cocinar relajaba. La atrajo hacia él tomándola por la muñeca cuando ella le besó en los labios, sentándola en su regazo a continuación. - ¿Ryder duerme? - preguntó sin querer alzar mucho la voz por miedo a despertarlo, porque ya pasaban bastante tiempo sin dormir por las noches.

La escena era demasiado cómica. Tanto como podía serlo. Verlo actuar con dignidad y seriedad con aquella bata que le quedaba tan pequeña y le moldeaba la cintura era cuando menos hilarante. Pero verlo tomar el té simplemente la hizo perder la compostura.- Claro que es cómoda, por eso la robé. Pero bueno, ya sabes lo que dicen, "ladrón que roba a ladrón..."- Dijo aún tratando de no reírse, pero pensando en cómo burlarse de su tendencia exhibicionista mientras seguía conteniendo la risa. Le iba a costar horrores no empezar a carcajarse en medio de la cocina.- Ya, yo confirmo eso. Coquetear nunca va a ser tu punto fuerte, pero eres fácil de seducir. Eso me funciona...Era una novela que luego hicieron película. Antes de que todo se fuera al carajo.- Y aún así, a pesar de que el sujeto no tenía ni una pizca de carisma, se las había arreglado para conseguir esposa, más o menos igual que Johan. Habían llegado a un punto donde podían ser sinceros el uno con el otro, y donde ella se sentía más tranquila siendo directa con sus sentimientos y pensamientos. Eso les había ayudado, al menos, a estar en la misma página.

¿Contestarle qué? ¿Aún no tienen ninguna pista de los reales? Realmente creí que teniéndolo al mando del ejército sería todo más... eficiente.- Se encogió de hombros suavemente, pensando en lo diferente que era ahora todo. De seguro Johan estaba resintiendo no tener a su amigo consigo, pero Thalos siempre había sido de armas tomar y ahora parecía bastante pasivo. Esperaba que tuviera al menos algún tipo de plan.

Si bien, las galletas eran horribles, la ilusión que parecía hacerle a Johan le sacó una sonrisa. En cuanto aquel beso cayó en buenas manos, se acercó, sentándose por la insistencia sobre el regazo del moreno, riendo mientras trataba de no recordar que no llevaba ropa interior.- Esto debería ser más incómodo de lo que en realidad es.- Bromeó, acomodándose para pasar los brazos por detrás de su nuca, acercándose para dejarle otro suave beso en los labios.- Ryder... Ryder duerme. Parece que la lluvia le hace bien. Si pudiera, haría que lloviera así todo el día.- Bromeó, suspirando porque había tenido tiempo de descansar aquel día. Descansar y hacer sus cosas.- Está creciendo tan rápido. En unos meses estará correteando por aquí.

Fingió sentirse ofendido por eso de que coquetear no era su punto fuerte, aunque fuese verdad. Con Jo había sido fácil, la verdad. Pero de eso hacía mucho, mucho tiempo. - Pues nada, me pondré a entrenar ese noble arte y llenaré la casa aún de más rollo poliamoroso, si te parece bien. - bromeó sobre la situación que tenían, a la que en cierto modo se había acostumbrado aunque Jo fuese a marcharse de nuevo a la isla en algún momento. Hubiese preferido que no se marchase, pero...ya lo habían hablado.

- Thalos es eficiente. Es su medio hermano el que no sé qué pinta ahí, por mucho que diga que sus soldados lo aman. Sobre los de la realeza falsa no tengo ni idea, la verdad. Quieren que colaboremos, pero sus métodos...son un poco lentos para mi gusto. Llevo algún tiempo planteándome actuar por mi cuenta. - le habría sugerido a ella participar como espía, pero teniendo a Ryder...prefería que al menos uno de los dos se mantuviese al margen de los problemas. Probablemente ella acabase aburriéndose pronto de la vida tranquila. O no, tal vez le acabase gustando eso de la vida familiar. Le sonrió con intencionalidad cuando se sentó en su regazo y comentó aquello de lo incómodo, pensando en provocarla un poco más. - Pues creo que deberías recuperar tu bata. - la abrió un poco de la parte del pecho como para darle vía libre, extendiendo después las palma de las manos hacia arriba. Además, si el niño dormía tal vez podían entretenerse un rato. En unos meses sería más complicado, pero la idea del crío por ahí ya correteando le pareció entrañable.

- Sí...y jugará y crecerá con su hermana. Es algo que yo eché en falta, crecí como hijo único. A ellos no les pasará.

Tuvo que carcajearse cuando habló de entrenar sus instintos seductores.- Eso tengo que verlo, a ver cómo consigues seducir gente por ahí.- Mujeres, que suponía que era lo que le iba, y que estuvieran aceptando entrar a aquella casa en la que ya no cabía ni un alfiler más. Al menos no con tantos niños alrededor, que no tardaban en ponerse en pie y llenar el lugar de gritos y travesuras. O al menos eso pensaba. La verdad era que al niño de Thalos lo oía llorar de vez en cuanto, pero no sabía nada de él. Y de Erika tampoco.

Escuchó con atención cuando pasaron al tema del ejército. Si la cabeza era eficiente, el cuerpo tenía que serlo, de lo contrario no había concordancia.- Podríamos actuar contra los reales, pero... ¿Que los soldados lo aman? ¿Los del ejército? Eso no es... ¿peligroso? El verdadero poder no está siempre en un puesto, Johan, especialmente en momentos como este.- Le estaba comenzando a preocupar que alguien que fue en algún momento un enemigo tuviera ahora mando del ejército. No le encontraba sentido, pero esperaba que el criterio bajo el cual se regía Thalos fuera lo suficientemente bueno para seguir en pie. Por más que dijera que no tenía un solo pelo seductor en el cuerpo, mirarlo abrirse la bata no la dejó indiferente. Comenzó a jugar con las yemas de los dedos sobre su pecho, dibujando círculos sobre su piel desnuda.- ¿Quién dice que quiero recuperarla? Igual y solo necesito quitártela.- Murmuró en voz baja, en un susurro seductor mientras subía las manos por su pecho hasta abrazarlo por detrás de la cabeza para atraerlo a un beso profundo e intenso.

Si bien, el humor se había calentado un poco por un instante, el recuerdo de Johan y su infancia de carencias le pareció doloroso. Le sostuvo la mirada por un instante, mirándolo con cuidado.- Si todo eso te trajo hasta aquí, no veo nada malo en ello. Haz formado una familia, o toda la familia que se pueda formar bajo las circunstancias actuales. Ryder y Nyara tendrán otros obstáculos, pero cariño no les faltará.

Victorya había dado en el clavo al mencionar que el poder no estaba siempre en un puesto, ya que era eso lo que le preocupaba de dejarle el poder a alguien como Gelion. Que aprovechase su influencia en los soldados para manipularlos y hacer y deshacer a su antojo. - No se te escapa una. Muy perspicaz. - le gustaba eso de ella, que supiese ver ese tipo de detalles y se interesase por esos asuntos. Se entendían en esos términos.

- Por mí se podía ir a la mierda ese torturador. Tengo curiosidad por saber qué dicen cuando vaya a la reunión... por lo visto hay una fiesta en la que se quieren colar para hacer no sé qué. Y está claro que esas fiestas nunca acaban bien. Sigo sin verlo claro. Ya se verá. - porque por el momento prefería seguir entreteniéndose con el juego que se traían con lo de la bata, y en lo que podía acabar. - ¿Quitármela? descarada. - susurró con media sonrisa antes de profundizar aún más el beso que inició Victorya, pegándose más a ella mientras subía las manos desde sus piernas a su cintura.

- Ya sé que no tiene nada de malo...es sólo nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue. Por eso quiero que ellos tengan buena relación. - y el modo en que Victorya hablaba de los dos hermanos le daba confianza, como que tanto Jo como ella harían lo posible porque los hermanos se llevasen bien, que no intentarían hacer que se ignorasen o hubiese rencillas. Podían ser una familia todos, a su extraño modo. Lo importante era que se cuidarían entre ellos. Con esos pensamientos en orden pudo despejarse lo suficiente como para seguir con el juego que habían iniciado.

Los besos y las caricias comenzaron a volverse más apremiantes, escalando en intensidad mientras el movimiento y la presión de las caderas de ambos hacían el resto. Cuando la temperatura fue aumentando la alzó con él al levantarse de la silla, llevándosela a la habitación para dar rienda suelta a sus instintos en el único lugar normal hasta el momento, nada que ver con unas duchas públicas o un inhóspito bosque. Allí estuvieron un buen rato, al menos hasta que Ryder se despertó reclamándoles atención.

Tuvo que sonreír, por demás aludida cuando la llamó perspicaz. Era cierto, su mente trabajaba a niveles que otros desearían, así que el elogio se lo quedaba con gusto. Le hacía falta ejercerlo aún así, pues sentía que se estaba oxidando de tanto balbucear con Ryder, por eso aquello era tan significativo para ella.  

Aún perdida entre sus pensamientos, escucharlo hablar mal de alguien... le resultaba extraño pero le daba un toque sexi a todo el juego que estaban persiguiendo. Con bata o sin ella, la realidad era que el deseo no se podía esconder, y aunque él era malo para ver las señales, para ella eran muy claras.- Pues si dices que son como una secta lleva tu hacha, no vaya a ser que tengan que cortarle a alguien la cabeza en sacrificio y no vayas preparado.- Bromeó con seriedad, preocupada por lo que estaba ocurriendo pero también viéndole el humor negro a la situación. Le habría gustado participar, pero iba su amiguito Thalos así que iban en plan de bros y no interferiría más con eso.- Descarada dices, pero es todo culpa tuya. Mírate, estás pidiéndolo a gritos.- Bromeó, antes de tratar de quitarte a besos la nostalgia que parecía quitarle espacio en la cabeza, recorriendo desde su cuello hasta sus labios, profundizando en aquel calor que les trasladaría de vuelta a la habitación para que volverse uno. Esta vez, sobre una superficie normal antes de que, como de costumbre, él partiera a la batalla.

Regresó a casa tras la misión fallida, después de haber dejado encerrada a la tipa esa y de separarse de Yaroslav. Tuvo que pedirle que le apareciese en el jardín de casa porque para ese momento ya no podía hacerlo él mismo. - ¿Victorya? ¿estás...? tengo que contarte algo muy gracioso...- Entró por la puerta tambaleándose mareado hasta llegar al salón, logrando llegar hasta el sofá para tumbarse allí boca arriba mientras respiraba de manera algo irregular. Esperaba que al menos las balas hubiesen salido y no tuviese que estar sacándolas, que eso siempre era un engorro.

Echó mano a la pequeña bolsa que llevaba colgada del cinturón, sacando un vial de esencia de díctamo para dejar de perder tanta sangre. Se incorporó un poco y se echó lo que le quedaba dosificándolo entre la herida del costado, la del hombro y la del brazo, que eran las que más grandes parecían. Le quedaba alguna más, pero no parecían tan importantes. Después dejó descansar de nuevo la cabeza sobre el sofá, cerrando los ojos un momento porque todo le daba vueltas. Si al menos hubiese servido de algo...no podía dejar de pensar en que los rehenes tal vez hubiesen sobrevivido si hubiesen hecho las cosas de otro modo.

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PS: 77 -20= 57 (usa esencia de díctamo para frenar sangrado)

Las sombras en la entrada de la casa le alertaron de la llegada de Johan en cuanto apareció en el jardín frontal de la propiedad. A pesar de que le habían mencionado la sangre, ellas eran siempre tan apocalísticas que se tomó algo de tiempo para dejar a Ryder dormido en su pequeña cuna antes de bajar a la sala. Si tenía humor para gritarle cosas graciosas, era que no había llegado tan jodido a casa.

Ya mientras bajaba las escaleras se había dado cuenta de que había algo raro en la escena. Un bulto que no reconocía tirado sobre el sofá. Fue por eso que se acercó con paso cauto y desconfianza hasta él, analizando la escena con cuidado. No le habían avisado de nadie más entrando, además de que la ropa y la complexión eran de Johan, pero el cabello... No fue hasta que llegó hasta él y le vio la cara que se convenció, de mala manera, que era Johan efectivamente.- ¿No te habría quedado mejor un tono más oscuro? - Murmuró extrañada, tratando de averiguar si realmente iba a resultarle graciosa la escena o no. A pesar del comentario humorístico, iba ganando un poco la preocupación. Se cruzó de brazos, viendo como terminaba de verterse la poción, acercándose con cuidado hasta sentarse en lo que quedaba de espacio en el sillón para examinar las heridas, levantando despacio la camisa y quitando las telas llenas de sangre.- ¿Qué ocurrió? Te ves pálido.- No sabía si era porque le quedaba mal el tono o por la sangre que evidentemente había perdido. Sospechaba que era lo segundo.- Lo mejor es que vayamos al hospital, o a la enfermería de la base. Aquí no hay mucho con que curarte. ¿Tan mal les fue en la misión?

Se estaba quedando medio adormilado a pesar del frío que tenía y de que le dolía todo el cuerpo, pero la voz de Victorya lo espabiló un poco. Abrió un solo ojo, enfocándola sobre el sofá en el que él se había tendido. - Por eso te dije que iba a ser gracioso...elegí un color rojo punk de mierda...menos mal que se va lavando. - se dejó hacer mientras ella se hacía hueco en el sofá para levantar la ropa ensangrentada y echar un vistazo a las heridas. No se había parado a pensar demasiado, pero allí en la casa no podía curarse en condiciones. Tampoco podía hacer magia de sanación en ese momento. Se llevó la mano al costado mientras se incorporaba despacio, apoyando la espalda en el brazo del sofá.

- La misión del parlamento...ha salido fatal. Ni encontramos a los falsos reyes ni pudimos salvar a los rehenes a tiempo. Escapamos por muy poco. Menos mal que no estabas allí. Se ha acabado incendiando todo. - porque habría sido alguien más por quien preocuparse, y no podían permitirse dejar huérfano al crío de ambos. Movió la cabeza hacia arriba, algo dudoso. Seguramente fuese mejor hacer caso a lo que decía ella que quedarse ahí a ver qué pasaba. - Al hospital de Ouroboros creo que es mejor no ir. Tienen problemas. Tendríamos que ir a la base, pero no podemos dejarlo solo y no me fio de llevarlo allí. - por eso se había ido Gelion, porque tenían algún tipo de lío en la base militar.

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PS: 57

¿Y qué color va a quedar después de que se lave? - El rubio tampoco le iba a quedar bien; esperaba que no se lo hubieran decolorado. Aunque podría ser divertido si lo tomaba por el lado positivo. Gracioso burlarse de él cuando ya estuviera bien, al menos. Las heridas se veían de todo menos bien, pero se pondrían mejor en cuanto fueran atendidas.- No, no, espera, no te levantes.- A pesar de la advertencia, le ayudó un poco a incorporarse para que no hiciera demasiadas fuerzas o iba a terminar jodiéndose más.

Mientras escuchaba lo que tenía que decir respecto a la misión del parlamento, se levantó para ir a la cocina y tomar un poco de agua. Si se había colocado el díctamo, podía limpiar las heridas y echar un vistazo antes de salir de ahí.- ¿Menos mal? Quizás una persona más habría hecho la diferencia. Sabes que nos va bien trabajando juntos. Al menos al momento de escapar.- Podrían haber salido en una nube de humo, aunque si la desaparición no les ayudó a salir mejor parados, quizás no hubo manera. Solo existe el presente en ese tipo de misiones.- Podemos llevarnos a Ryder, va a ver mucha sangre en su vida, no va a traumarse de escuchar un par de lamentos tan pequeño.- ¿O sí? - O debemos conseguir a alguien para que se quede con él. ¿Crees que Reiv pueda? Ya está dormido, se quedará tranquilo un par de horas. Aunque... ¿Juliet no era médica en Ouroboros? Creo recordarla vestida de sanadora. Yo puedo sacarte las balas si están ahí...- Esta vez sí esterilizaría las cosas, no como cuando le insertaron el corazón temporal a Josephine y Lucio le echó una mala cara. Nadie se había infectado de nada, que exagerado. Regresó con un par de trapos y un bowl con agua para levantar la ropa y tratar de sacársela antes de limpiarle las heridas.

Salí a través de la sombra de una de las paredes de su salón, una algo tenue pero suficiente. Había decidido ir alli porque conocía ese lugar, y había visto a Johan volver, lo había estado buscando. Al cruzar, solté a los mercenarios inconscientes, en el suelo de su salon, y otro seguia emitiendo sonidos ahogados de quejas, amordazamo por las sombras.

Observé a Johan, y luego a la mujer, Victorya o Vyctoria si no recordaba mal...Johan apestaba a sangre.
- Deberias curarte eso. - dije de modo algo desapasionado. Sospechaba que yo iba a estar algo ocupado a partir de ahora, asi que... - He venido a informarte antes. Los siete que saqué de las prisiones están conmigo. - no añadí ni "vivos" ni "bien". - Veo que tú y los tuyos habeis logrado salir tambien. Aquello se fue al traste. Londres está a oscuras, es un caos de saqueos alli afuera ahora mismo. La electricidad se controlaba desde unos paneles en el big ben, estaba todo reformado por dentro, no era como antes...eran maquinas muy avanzadas, servidores, ordenadores, lucecitas.... hice que un soldado apagase las alarmas para que pudieseis entrar, pero se ve que no supo hacerlo y el tío causó un cortocircuito tremendo. Pero si queréis que vuelva la electricidad, necesitaréis esa torre. No es que a mi me disguste este estilo, por cierto... Pero los humanos se ponen un poco nerviosos de más.

Afirmé y miré por la ventana, el tiempo me apremiaba mucho.
- Eso es todo, debo irme. - me despedí de el y de la mujer con una leve inclinación de la cabeza, y me fui por donde había venido, llevandome mis picnics conmigo.

- A saber...- respondió con tono algo cansado a eso del color de pelo, empezando a notarse más fastidiado ahora que los efectos de la adrenalina del combate estaban desapareciendo. Se reacomodó un poco con su ayuda, terminando de quitarse el cinturón en el que llevaba las armas para dejarlo caer al suelo. - No creas, esta misión no era cuestión de más o menos gente. Ya sé que nos va bien trabajando juntos, pero habría dado igual. Mataron a los rehenes antes de que nos diese tiempo a llegar, y en parte creo que fue culpa mía. - desvió la mirada hacia otro lado, frunciendo el ceño levemente. Al final la proyección no había funcionado como quería.

- Lo de la base lo digo porque es posible que los traidores que tienen dentro les estén dando problemas. Gelion se fue para allá a solucionar algo así. Vishous también está allí, y Thalos. Lo de la enfermería tendrá que esperar. - el caso es que ahora estaba impaciente por recibir noticias al respecto, se había quedado bastante intrigado. No se le había ocurrido hasta el momento, pero Victorya dio con la solución. - Claro...mi hermano y Juliet son de fiar. Pueden quedarse con su sobrino en ocasiones así. Estuvieron en la misión como apoyo, pero no llegaron a meterse mucho. No sé dónde estarán ahora. - lo de Juliet como sanadora no lo tenía tan claro, él estaba más acostumbrado a que lo hiciese Josephine, pero no era cuestión de ir molestándola siempre que acabase así.

- Vale, intenta sacarlas si puedes. - aceptó con resignación cuando regresó con agua y algunas cosas más. La aparición de Sirius y todo lo que llevaba encima le hizo pensar por un momento que estaba alucinando, por muy acostumbrado que estuviese a sus apariciones repentinas y extrañas. - ¿Y estos quiénes eran? - la cena, eso estaba claro, pero... - ¿Había más prisioneros? - no tardó en comprender que la omisión de información por su parte tenía un significado...estaban con él, pero no especificó mucho más. Y llevaba mucha gente como para beberse su sangre él solo. Los había tenido que convertir.

- Al menos alguien ha tenido éxito esta noche. - o lo más parecido...prefería no saber mucho más. Lo de la torre y la falta de electricidad podía suponer un problema, pero no era algo que pudiesen solucionar ya mismo. - Pues que se esperen y se pongan nerviosos los putos humanos. Ya lo arreglaremos cuando podamos. - replicó cabreado porque ahora se arrepentía mucho de no haber cortado de raíz y mucho antes el problema de esos "reales". - Aprovechad esa oscuridad mientras dure. Que teman un poco, no les vendrá mal. Así aprenderán. - se despidió de él dándole esa recomendación de venganza para aprovecharse de la situación.

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nº balas: 6

PS: 57

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'Dado (10)' :

Soltó un suspiro, tratando de trazar algún plan que le ayudara a salir de aquella situación. Que las heridas no estuvieran sangrando le hacía ganar un poco de tiempo, y que no fuera lobo era otra ventaja porque entonces quizás se desmayaría, pero no moriría de buenas a primeras. Asintió suavemente a que la cosa iba jodida desde el momento en que entraron. Ya se imaginaba, pero bastantes cosas jodidas habían hecho ya en el pasado. No era que nunca lo hubiera visto mal, sino que ahora solo estaba ella para ayudarle.- En toda misión siempre hay algo que puede salir mal. Siempre alguien termina perdiendo. No te culpes por intentarlo.- Al menos había podido intentarlo. Al menos.- Vale, a la base no. Recuerda montarte una enfermería que sí te sea de fiar en el edificio del Concilio.- No sabía si aquel lugar que había conseguido estaba ya bautizado, pero que le fueran metiendo cosas al menos.

Al menos le gustó la idea de su hermano. Si no le gustaba ya se iban quedando sin ideas porque tampoco le permitió dejar a Ryder con la posadera amable que la había cuidado durante el embarazo. Muy tiquismiquis. Buscó en el cinturón la moneda comunicadora y se la pasó para que hiciera los honores. Quizás sonaría raro que alguna petición como esa saliera de ella.- Envíales mensaje. De verdad me acuerdo de Juliet en el hospital, de cuando volvimos del infierno con Khaled o no sé quien.- Insistió porque después de echar algo de agua limpia a las heridas, se dio cuenta de que había hablado muy muy rápido al ofrecerse a sacar las balas. Joder, ni siquiera las veía. Si tenía que meter los dedos o algo en aquel orificio se iba a desmayar. Suspiró profundamente, levantándose para conseguir las pinzas que usaba para trabajar sus artefactor, sobre todo los componentes pequeños. Las roció con alcohol y regresó al sitio con él.

De pronto, las sombras dejaron de gritarle. Miró alrededor, extrañada, hasta que encontró a Sirius en las sombras. Con... Con un montón de... ¿cuerpos? ¿Estaban vivos? No sabía cómo sentirse al respecto. Aunque él tenía un aspecto más interesante que de costumbre. Si Sirius también afirmaba que aquella misión había salido mal, era porque se había ido realmente al carajo. Y se habían llevado a todo Londres al carajo también. Sin electricidad, todo se sumiría en caos. No tuvo ni tiempo de reaccionar para despedirse de Sirius, pues su mente estaba ocupada pensando en el destino de los que iban con él.- Supongo que Ryder no conocerá al abuelo hoy.- Ironizó, pues es lo único que supo decir una vez el vampiro se retiró.- Hablas con rencor. ¿Se los guardas o es la frustración de no haber terminado bien la misión?- Mientras hablaba, comenzó a hurgar con las pinzas uno de los orificios hasta encontrar la dichosa bala. Cerró los ojos un momento, pensando en lo jodido que era ir hurgándole en las entrañas a otro sin más, hasta que pudo sacar una de las balas.- Que asco...

- No me culpo por ello...es sólo que tenía razón y hemos perdido el tiempo por intentarlo. - le aclaró porque ahora sabía de manera probada que aquello de ir por las buenas no había servido de nada, que tal vez habrían salvado a más rehenes de haber tratado de asesinar directamente a los falsos reyes. Alzó el pulgar para ahorrarse el hablar más y darle la razón en lo de la enfermería que tenía que montar en la base del Concilio, que avanzaba muy lentamente porque eran pocos. - Sí...avísala a ella mejor. Envíale tú el mensaje porque ahora mismo veo algo borroso. - con aquello de la pérdida de sangre ya empezaba a ver algo oscurecidos los bordes, una sensación que conocía bien por otras veces que le había sucedido. Rechazó la moneda que le pasaba, ella sabía usarla.

La breve aparición de Sirius que siguió a aquello lo dejó con la duda de si sabía que tenía otro nieto, pues no lo habían ni hablado cuando contactó con él para la misión. - Es que...creo que ni se lo hemos dicho. ¿O sÍ? -
su mente estaba empezando a divagar ya, le estaba costando mantenerse despierto. La palabra rencor lo despertó un poco, aunque no era eso lo que sentía exactamente. Rencor podía haberlo tenido antes, en los tiempos en los que secuestraron a su madre. Ahora...prácticamente los despreciaba porque no habían respondido como se suponía que tenían que haberlo hecho, y porque tenía muy claro que haría cualquier cosa por impedir que la historia se repitiese.

- La misión no tiene nada que ver. Es sólo que no se merecen ya ninguna consideración. Esos idiotas de Londres ni siquiera son conscientes de que van de cabeza al mismo error, ni siquiera saben que los que les libraron de la IA fuimos nosotros. Si se empeñan en seguir por ahí...habrá que reconducirlos sea como sea. - dejó de hablar en cuanto ella le hurgó con las pinzas en una de las heridas de bala, soltando un gruñido queja por lo bajo mientras se removía porque le estaba haciendo bastante daño. ¿Por qué no le traía alcohol, drogas o algo?

- ¿Te vas a desmayar a estas alturas por ver sangre? - lo de hacer de enfermera no era lo suyo, pero ya debía estar curtida en esas cosas por todas las batallas en las que había estado. Intentó aguantar un poco más, pero al final el que acabó desmayándose fue él.

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éxito: no pierde conocimiento
fallo: pierde conocimiento

PS: 57

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'Probabilidad' :