Sala de reuniones generales

Aparezco en el Salón encontrándolo vacío y silencioso. ¿Cuántas veces habría estado lleno de verdad? Caminé entre las vigas acariciándolas con las puntas de lo sdedos de manera distraída. Había un gran reloj al que tiré la vista observando que había llegado en punto para la cita que habíamos acordado anteriormente.

"¿Jean? ¿Recuerdas?"

Cuestiono tratando de buscar alguna conexión mental sin encontrar ninguna con él, pero a veces me pasaba, es como si desapareciera de la faz de la tierra y no había manera de poder contactarlo. Alcé la mano derecha para mirar el comunicador, susurrándole un saludo a Jean a ver si así podíamos hablar de una vez. Tenía tantas cosas que preguntar y alguna que otra qué pedir.

Cuando finalmente entra en mi rango la mente de Jean sonrío de lado, era hora. Sí, claro. Me giro hacia donde he escuchado el sonido de la aparición para ver a Jean. Me acerco a él acortando distancias mientras escucho aquello de que me veo entera. Me aliso un poco la remera, sin mucho éxito.

"Por lo menos físicamente"

-Me dieron el alta hace unos días.

Me aparto el cabello de la cara para ponermelo tras las orejas y me le quedo mirando esperando que empiece a hablar sobre aquello que ha quedado como una laguna en micabeza y que nadie parece saberme responder. No sé qué fue lo que pasó, como me salvé ni cómo había llegado a Ouroboros pero aquí estaba y lo último que me acuerdo en mi rango de visión era Jean e Ian. Sé donde había acabado uno pero... ¿Y el otro?.

-Jean... Tengo que agradecerte por acudir a mi llamado-

"Empecemos por ahí, fue el consejo de Helena. Morgana, ahora la escucho a ella"

Frunzo el ceño porque después de todo aún me causa cierta incomodidad la forma en la que Helena le había hablado. Después de su arranque de ira había sido muy directa y fuerte conmigo pero no ofensiva, trataba de darme una guía y de hacerme comprender cosas de una manera que Elise nunca había hecho. Respiro profundo y después dejo escapar el aire con lentitud antes de volver a subir la mirada hacia él.

-¿Tú estás bien? ¿C-Cómo salimos de ahí?

Abro la boca para explicarme pero me da un toque en la frente que me hace fruncir el ceño y, para más mañana, entrecierro los ojos. No me gusta que me toquen y menos como lo hace él.

-No pensé que eran tan hostiles-

Comento cruzándome de brazos porque ese gesto me ha puesto un poco a la defensiva. Menciona aquello de que ha sido beneficioso y hago una mueca. Yo desconocía lo del Centinela.

-No realmente, Ian fue secuestrado y lo están torturando. Mañana haré un hechizo para encontrarlo-

Observo su mano y la cicatriz que le ha quedado pensando en lo mucho que sacrificaron los que bajaron... Bajo la vista al piso cuando empieza a decir que es posible que él no esté ah+i la próxima vez. A veces no entendía el Cónclave. ¿Cómo podían ser tan desinteresados? ¿Cómo podían complotar los unos contra los otros? Bueno, eso era tarea para otro día, hoy tenía otras preguntas.

"¿Qué mierd...?"

Muevo la cabeza de golpe echandome hacia atrás cuando me acaricia el cabello y mirándolo casi como si me hubiese pegado. No me gustaba que me tocaran aunque llevaran años conociendome.

"hogar...Hogar. Una puta burbuja de mierda, esto no es mi hogar. Mi hogar es el Castillo Le Fay, no esta maldita prisión. ¿No recuerdan sus verdaderos hogares?"

Al oír aquellos ruidos y los movimientos que hace arqueo una ceja con una mueca escéptica en el rostro.

-¿Cómo de difícil?... Necesito saberlo.. ¿Cómo salimos de ahí y cómo trasladamos a un Centinela? Era imposible aparecerse. ¿Tienes algun objeto especial?-

No era estúpida, en lo absoluto.

Escucho lo que dice del Cónclave y pese a guardar silencio me lo dejo anotado mentalmente. Muy a su pesar me estaba dando información sobre el funcionamiento del Consejo. Bajo la mirada pensando que estas cuestiones políticas me superan, no soy tan...Enredada, tan pervertida como ellos.

"Yo..Yo estaba trabajando para sacarle esas torturas y lo metí en otra"

-La habilidad no era suficiente, Jean. Yo también soy muy hábil-


"No de la misma manera que tú pero...tengo mis mañas"

Comento con cierto orgullo hasta que me chasquea los dedos en la cara y, aparte, me ordena que me concentre. Bajo los brazos con un gesto hosco en el rostro, un gesto de rebeldía muy adolescente. Pero pronto empieza a hablar sobre lo que podría hacer con el Centinela y recuerdo a Chloe.

"Un plan de escape"

-O para alguien inocente que quiere escapar. La hermana de Ian tiene un plan parecido al mío. Inocente. Ir con una bandera blanca a pedir a su hermano...Pero yo ya no confío en esos humanos de la Alianza. Tiene que haber un plan B, no quiero que termine apresada o muerta. ¿Podrás tenerlo antes de que ella vaya?

Murmuro y alzo la mirada hacia él con un gesto algo sospechoso. Aún no me había dicho ni como lo había movido ni como me había movido a mí.

-¿Te das cuenta de que me estás esquivando la pregunta? Está bien. Si no quieres responder, simplemente dime que no me lo dirás. No es como que te leeré la mente-

Le digo con media sonrisa, en un tono ligeramente sarcástico. No iba a leerle la mente directamente, pero como no se mostrara colaborador...Podría llegar a ser mi última opción.

El "no" de Jean me sienta como patada en el estómago pero lo que me hace sentir peor es el resto de lo que dice, la parte de "niñatos" y que aparte me adjudique el hecho de que Chloe baja. Ya se lo había dicho a ella, no soy responsable de las acciones de otras personas sólo de las mías y en este momento estoy tratando de hacerme cargo de las consecuencias. No puedo prohibirle a Chloe bajar y ejecutar su plan porque no tengo autoridad sobre ella, en todo caso, que lo hiciera su padre.

-Yo no la dejo ir. Ella va porque le da la puta gana, no soy su madre...-

"Y cada quien puede hacer lo que le dé la gana. Es su vida"

Me sale del fondo del corazón aquella palabrota, no es algo que diga comunmente y mi léxico parece vibrar al decirla. Casi puedo sentir a mi madre gritándome por ello. De la nada parece respirar profundo y calmarse. Pero yo no, yo estoy ofuscada y muy molesta por sus actitudes: Desde tocarme el pelo hasta darme un toque en la frente, desde tronarme los dedos como si fuese un perro hasta hablarme de esa manera. ¿Quién mierda se creía que era?

Su sonrisita de suficiencia me causa molestia y mis ojos comienzan a brillar lentamente antes de convertirse en dos pequeñas luciérnagas, penetro en su mente con bastante facilidad pero lo que me cuesta es encontrar sentido a las imágenes que veo. Busco, lo intento, al menos retrocediendo hasta la fecha aquella pero cuando doy con la batalla sólo veo un corte en negro. No es una succión, es algo más. Antes de que me tomara veo que pasa lo mismo con el Centinela. Así como está, se va y nosotros aparecemos en el Hospital. Pero es el... llamémosle orgullo y el mismisimo grado de reticencia que su mente me provoca al presionarle, lo que me hace darme cuenta que no es algo normal.

Parpadeo como a alguien a la que le encienden la luz inmediatamente cuando corto la conexión y miro a Jean con una expresión indescifrable.

-¿Cómo te moviste? ¿Qué fue exactamente eso? ¿Cómo nos sacaste de ahí? ¡Eso no es aparición!

Probabilidad para ver la dimensión: Fallo.

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Probabilidad' :

Las palabras de Jean terminan de destruir cualquier mentirilla blanca que me hubiese estado echando para "lavarme" las manos en cuanto a Chloe. Me cruzo de brazos y decido que ya he recibido demasiada información sobre...Todo. No quiero saber nada más. Ignoro sus escuetos intentos de traducirlo a otro idioma porque no me hacen nada de gracia.

"Cuando quiere puede ser muy imbécil"

-Ni Chloe ni tú podrán ir a ningún lado si no saben donde está y de eso  me encargo yo. Cuando lo sepa, te contactaré. Mientras... supongo que aprende cómo demonios destruir un centinela con rapidez. Seguramente lo sacas rápido-

"Y cuando tenga esa información iré corriendo a ver al señor Lyran y supongo que al señor Adam"

Me molesta soberanamente la forma en la que llama a Ian y alzo la barbilla en gesto orgulloso.

-Es un licántropo. No un perro. Adios, Jean-

"Y su pelaje es negro y oscuro como una noche sin luna"

Sin decir nada más, y acompañada por las campanas que marcaban las ocho de la noche, desaparezco -al mismo tiempo que Jean- hacia el piso Le Fay porque es la hora de la cena.

La  isla se encuentra absolutamente silenciosa tras el toque de queda impuesto hace un par de noches, desde el asesinato en extrañas circunstancias de nuestra compañera Kira. Nadie se ha atrevido a hablar abiertamente del tema, sólo cuchicheos de pasillos, muchas cara de desconfianza y miedo, tanto por parte de los alumnos como de los miembros del consejo. Las clases se han suspendido, incluso algunos de los alumnos han decidido, desoyendo nuestras indicaciones, abandonar el lugar para ir a sus residencias habituales.

Las investigaciones no han resultado efectivas, nadie sabe nada ni ha visto nada. Parece que impera la ley del silencio o que realmente todo el mundo está desconcertado. El sepelio por Kira fue hace tan sólo un día, fue quemada en una pira situada en los jardines de la isla. Durante la despedida pocos hablaron, se veían caras tristes o de preocupación, incluso algunos clamaron venganza contra el culpable o los culpables. Tenemos un peligro en la isla, y hay que descubrir quién es, poner fin a esto. Hacerle pagar por el asesinato.

Todos los miembros del Consejo de los 20 (ahora 19) han sido convocados a la reunión con carácter de urgencia, y deberán ocupar sus asientos para hablar del tema abiertamente. Cuando llego a la sala ya hay algunos de ellos sentados, con expresión taciturna. Hay ausencias que se han prolongado en el tiempo, como Matvey o Catherine, ambos en paradero desconocido desde hace semanas. Al tomar asiento noto como algunos me evitan la mirada, es como si todos sospechásemos de otros, aunque sea absurdo. ¿O no lo es tanto?. Cada uno de nosotros ncesitaremos una coartada para probar que no tuvieron nada que ver con lo de la compañera, pero eso ya siembre la duda. Y también hay que descubrir los motivos, qué significa todo lo que está sucediendo. Está claro que nos enfrentamos a una crisis como no hemos tenido en muchos años.

En el sepelio de Kira estaba callado, sin palabras y hasta en shock por lo que había ocurrido, uno de los descendientes había sido asesinado y el asesino estaba suelto sin contar que es alguien que tiene acceso a la isla y de seguro nos conoce bien a todos. El miedo, la ira, la desesperación se podían sentir por toda la isla, muchos querían venganza y otros solo que paguen por sus actos, yo solo quería saber los motivos que llevaron asesinar a Kira y a dejarla en tal estado.

Los días pasaban y no se sabía nada de quien o quienes fueron los culpables, tampoco habíamos podido averiguar el "¿Por que?", así que fuimos llamados a una reunión para saber cuales iban hacer las medidas que íbamos a tomar, que haríamos a partir de ahora. Yo más que nada estaba curioso por saber que íbamos hacer a partir de ahora con los nuevos que llegan a la isla o mas bien que haremos con los que tienen acceso a la isla. Así que sin pensar más nada, tome rumbo para la sala de reuniones para juntarme con mis compañeros, yo había llegado antes que Helena (ya que cuando me senté esta apareció). Solo la salude moviendo levemente la cabeza con respeto, todos estábamos en silencio y algunos observábamos de reojo el asiento vació, solo pude suspirar y mantener la mente clara.

Aparezco en la sala de reuniones mediante un portal demoniaco, una brecha desde otro plano de existencia que se abre rasgando la realidad misma hasta ampliarse lo suficiente para que mi alta figura salga de ella, sellándose despues. La noticia de la muerte de Kira me habia pillado persiguiendo al demonio que liberase Fistandantilus, al cual no habia conseguido encontrar. Tenia la impresion de que Fistandantilus lo habia reclamado, y fueran cuales fueran sus intenciones, si daba con el demonio, daria con aquel descarriado nigromante.

Por lo tanto mis planes se habian visto aplazados y de urgencia me transporte alli. Estaba algo agotado, pues no habia tenido descanso desde que estuviera en la Torre. Vi alli a los congregados, todos caras largas.

"La joven Kira...que ardides estan tramando?"

Paseo mis ojos rapidamente por los presentes, hay alguien en particular que me interesa. Yo puedo hablar con los espiritus de los difuntos, comunicarme con ellos, pero hay alguien mucho mejor en eso que yo, alguien con mucha mas habilidad para encontrarlos.

-Bellatrix.- observé a la descendiente de platinos cabellos. - ¿Has hablado con Kira? ¿Sabe quien la mató?

¿El salón de reuniones se encontraba siempre tan callado o era solo por esta vez?. No habría podido saberlo, la tensión que tenian los otros descendientes en su aura y en su mirada se notaba entre otras cosas impotencia y preocupación, si bien era cierto que la muerte de Kira había sido en extremo sospechosa y extraña, lo que mas me dolía era la forma en que nos mirábamos unos a otros echándonos la culpa o juzgándonos sin hablar. No era un tema sencillo de tratar, sin embargo Helena había tomado la decisión de que este tema se tenía que discutir con sus consecuencias y sin mejores ideas todos habiamos aceptado.

me senté en un sitio cercano a una antorcha y noté como el fuego estaba ensombreciendo el salón así que subí un poco y muy sutilmente la intensidad de las llamas, el ambiente se podía mejorar, no era bonito estar en ese tipo de situación. Vi como pasaba de a pocos la anfitriona de esta reunión y la seguí con la mirada, tenía curiosidad por lo que estaba por decir. los ecos de sus pisadas resonaban por todo el salón y se me erizaron los pelos.

El ambiente era tenso alrededor de Giordano, que si bien no se encontraba en un total estado de dolor ya que no había conocido mucho a KIra, tampoco estaba exento de sentimiento alguno que afectara su forma de mirar a los demás en cuanto al asesinato de una de sus compañeros. Aún se encontraba caminando entre los pasillos que daban al salón de reuniones, de su cuerpo salía un halo sombrío no exento de crueldad como siempre, no se preocupaba en su totalidad, no poseía ningún lazo fuerte que lo uniera a aquella chica y temía por su vida más que lo que le dolía la muerte de Kira, después de todo, no era algo muy sorprendente, la gente nacía y moría a diario, después de todo, lo único que se necesitaba para morir es estar vivo, y morir era aquello que destrozaba a las personas al llegar pero mientras no llegaba lograba impulsarlo y salvarlo de todo aquello peligroso que lo acercaba a aquella cosa, sin duda, la muerte era un tema complicado, hermoso y horrible al mismo tiempo.

No tenía idea de lo que le esperaba en ese momento, ni lo que le esperaría tras entrar en la sala de reuniones, solo estaba consciente de lo que sucedía en ese momento, y eso porque él lo decidía, ya que uno decide cuando estar consciente de lo que sucede alrededor, cómo y cuando darnos cuenta de que sucedió. Mientras más sucedían las muertes, más la gente pensaba en la vida, esa era su naturaleza y su forma de ser. Giordano había decidido no preocuparse mucho y simplemente ver lo que pasaba, por lo que su mente en ese momento se encontraba aún pensando en una nueva obra de arte inspirada en la muerte de quien había sido su compañero, lo veía, veía la pintura terminada ya en su mente, la haría con acuarelas, colores oscuros y carmesís, en la pintura estaría la escena de la pira funeraria de Kira y lo colgaría en una de las partes más altas de su cuarto. Tenía pensado hacer un cuadro por cada muerte de los Descendientes de su generación ya que estaba consciente de que tarde o temprano debían de morir, aunque esperaba que más tarde que temprano.

Debía en ese momento ser un hombre o hasta más que un hombre, debía de concentrarse en lo que importaba, no en una muerte que ya había sucedido, sino en todas las demás que podían suceder tras esa, de eso hablaría en la reunión, de como protegerían a los residentes de Ouroboros del asesino. Además, él no podía morir, aún no, tenía más cosas que mejorar en el mundo, gente que conocer y hasta por alguna razón, amar, debía de exterminar males y hacer bienes. Aún así, tenía una vida entera en la que morir. Entró a la sala de reuniones con la mirada a bajo, con su bastón delante de él y su sombrero de copa tapándole la cara, procedió a sentarse en su asiento, no atendió a los que se encontraban en ese momento, no le importaba, sólo esperaba cuando todos estuvieran juntos y empezara la reunión por fin. Él no estaba en ese momento en sala de reuniones, pero sí estaba al mismo tiempo, estar no solo tenía que ver con las personas y cosas a su alrededor, uno estaba ahí si decidía estar ahí, y por ese instante no estaba ahí, a pesar de que su cuerpo estaba sentado en su silla.

Él se encontraba entre sus pensamientos, entre el todo y el nada, pensando en la muerte en la vida y en todo lo  que había entre ellas, en el pequeño tiempo que había entre las dos y que podía parecer una eternidad para algunas personas, pero para él era un simple instante. No se podía volver al pasado, antes de que muriera, o siquiera cuando sus hermanos estaban vivos, ya que él en ese momento era una persona diferente. Para él, cuando se movía hacia alguna parte se alejaba de otra, siempre era así, y debía decidir a qué lado moverse, las tornas debían de cambiar ahora más que nunca.

La sala va llenándose con el paso de los minutos, aunque todavía quedan bastantes sillas vacías. Demasiadas, teniendo el cuenta que vamos a tratar un tema de suma importancia. Las caras de todos reflejan la consternación reinante en el ambiente, pero hay algo más. Hay una especie de sentimiento de inseguridad, de desconfianza. Pasados algunos minutos más decido que ya es hora de que alguien tome la palabra y comience a hablar, haya quien haya. Un murmullo llama la atención antes de hablar, la voz de Matvey dirigiéndose a Bellatrix, la especialista en contactar con espíritus del más allá. La muchacha niega con la cabeza, aclarando después que apenas ha podido comunicarse con el espíritu de la difunta Kira, pero que no pudo ver quién la mato. Suspiro pesadamente, entrelazando las manos delante de la cara antes de comenzar a hablar.

- Buenas noches a todos los presentes, por decir algo. Sé que todavía faltan algunos por llegar, y me satisface ver que algunos que llevaban tiempo desaparecidos han reaparecido...- hago una breve pausa para mirar a Matvey, que no sé dónde demonios ha estado metido estas semanas. No ha escogido un buen momento para desaparecer. Carraspeo un poco y prosigo, con tono de voz calmado y serio.

- No hace falta que repita lo evidente, pero hay que incidir en que hace muchísimo tiempo que no sucedía nada así aquí. Está claro que el asesinato de Kira se ha producido aquí arriba, lo que convierte en sospechoso a todo aquel con acceso a la isla. Y los sospechosos somos todos, tanto miembros del Consejo de los 20 como alumnos y otros refugiados de los que hemos ido trayendo. - me da igual si ha sonado acusador eso de que todos somos sospechosos, pero aquí no se excluye a nadie. Me gustaría pensar que no hay nadie en el consejo capaz de matar a nadie, pero las ambiciones e intrigas en grupos así nunca están descartadas. - Puede que con eso del aperturismo hayamos estado metiendo sin control a demasiada gente. Puede que tanto buscar nuevos magos y brujas a los que acoger nos haya pasado factura, y que hayamos confiado demasiado rápido. Tenemos que actuar para encontrar al culpable o los culpables. Hay que detenerlos y castigarlos en consecuencia. No se tolerará ningún tipo de violencia que amenace la paz de esta isla. Bastante guerra hay en todos lados como para acabar con el último reducto libre de conflictos. - mi mirada recorre los rostros de todos los presentes, con la pretensión de adivinar su estado de ánimo y opinión al respecto. Hago una breve pausa antes de seguir hablando.

- Propongo frenar la acogida de gente hasta que aclaremos qué ha pasado, y analicemos bien a todos los que han estado llegando aquí. Hay que ser más restrictivos. Para todos los que defienden la implicación directa en la guerra...mirad lo que ha pasado al empezar a implicarnos más, acogiendo a más gente. Se ha producido una contaminación del entorno. Hay que actuar con más cuidado. Asegurarnos que formamos personas correctas y capaces para intervenir en el conflicto. Debemos ser más selectivos.

---------------------------
OFF: Si queréis seguimos los turnos tal cual, si no que postee el que quiera aportar algo a lo que ha dicho Helena. Vamos, que no pasa nada por alterar los turnos aquí xD

Mientras transcurrían los minutos, y el silencio predominaba la sala, comenzaban a llegar poco a poco los miembros del consejo pero aún faltaban más. Las pisadas se podían escuchar perfectamente por toda la sala, las miradas de todos nosotros se cruzaban buscando y pensando en quien podría saber algo del culpable. Matvey, era uno de los que apareció en la sala y hacía semana que no se sabía nada de él, se sento cerca de Bellatrix para poder hacerle una pregunta (ya que ella es la especialista en contactar con espíritus del más allá y era obvio que trataría de hablar con Kira) para preguntarle si hablo con Kira, pero negó la cabeza y comento que apenas pudo comunicarse con ella, pero estaba seguro que más adelante podría hablar con ella para saber quien o quienes fueron los responsables.

Helena, que estaba callada, decidió comenzar con la reunión saludando a los que estábamos en la sala y diciendo que le satisface ver personas que habían desaparecido, luego tomo su pausa y prosiguió diciendo que lo que paso ocurrió obviamente en la isla y, en simples palabras, que todos somos sospechosos (es decir, los que tienen acceso a la isla y nosotros también lo somos). Mi mirada de tristeza al escuchar lo último se hizo notar un poco en mi rostro, ya que llegar a tal punto de sospechar entre nosotros mismos es lo peor que nos puede pasar, pero en algo estaba de acuerdo con lo que decía Helena: "Puede que con eso del aperturismo hayamos estado metiendo sin control a demasiada gente. Puede que tanto buscar nuevos magos y brujas a los que acoger nos haya pasado factura, y que hayamos confiado demasiado rápido." ya que en el tema de buscar nuevos aprendices nos ha llevado a confiar en cualquier mago y/o bruja y nunca nos pusimos a pensar en lo que realmente se le estaba pasando por la cabeza a este, tal vez no quería aprender y/o mejorar sus habilidades sino que tal vez quería dividirnos o asesinarnos (ya pudieron con una).

Todos seguíamos callados mientras que Helena continuaba y cuando llego a darnos una propuesta me quede sorprendido, ya que tomar estas medidas para saber que sucedió es un poco "extrema" aún que suene exagerado, pero tiene razón tenemos que saber quien o quienes fueron los culpables de este acto tan atroz contra nosotros. -Y nosotros que estábamos un poco tranquilos con este tema de la guerra- fue lo único que pensé cuando termino de hablar, ademas no sabia que decir o que opinar respecto a esto, pero ademas me ponía a pensar si podríamos tratar de interrogar a los alumnos que tenemos a nuestro cargo y a los que tienen acceso al lugar, tal vez podríamos sacar algo de información pero a la vez suena muy tonta la idea ya que nos podrían mentir o no.