Lugar de reunión de los trabajadores del hospital
Aldaron Failon
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Bando
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me emocioné demás con lo del ruso pero a Lucio le tocaba aguantarme un rato ya que había llegado tarde y se le notaba en la cara la razón, el maldito estaba coladito por su novio y hablando en términos de pesca, este se había tragado el anzuelo con caña y todo -Vaya, parece que no soy el único que viene a trabajar de buen humor, porque ayer salió del coma que si no diría que hasta polvo mañanero te ha tocado- y claro, no era plan, aunque lo miré de forma sospechosa por si acaso.
Nos pusimos al día del trabajo e intercambiamos los informes como tazos de pokemon y entonces vino la mejor parte, los cotilleos , me mordí el labio inferior cuando vi su cara de sorpresa y di un par de botecitos -Que si! que te lo juro por mi ruso, a ver, lo de la mazmorra sexual ni idea porque eso no está confirmado por mi, no lleva sello de calidad pero la misma Arleen me lo contó hace unos días en la sala de personal- y era verdad porque le puse un bote entero de veritaserum -resulta que estaban trabajando en no sé que proyecto, le dieron al vino y se pusieron alegres, mira, la puso mirando a cuenca porque la muchacha me dijo maravillas de las habilidades de tu colegui- lo estaba disfrutando como un enano porque esos detalles no se los podía dar a nadie, Lucio era mi caja de los secretos para los más gordos que no podía ir repartiendo por ahí.
La alegría por el chismorreo anterior se vio comprometida por el siguiente que era un tema mucho más delicado, asentí a las palabras de mi compañero con respecto a lo delicado que era todo aquello si al final resultaba ser cierto -Casada y con una nena, en fin ya veremos que pasa con eso- cuando dijo lo de las embarazadas resoplé -mira, ni me lo menciones, a mi me han tocado 3 embarazadas, dos de ellas llegaron ayer de la misión, Anteia estaba preocupada por el estado de los fetos.. al menos Mérida no bajó, lo suyo fue un desliz con el feral ese al que le rompieron el cuello la otra vez ¿te acuerdas? que su novia entró echa una fiera porque el chaval trajo a la niña a ponerle las vacunas... serán tacaños! para evitar estas cosas vendo condones! deberías financiarme como director del hospital!-
La sala dejó de estar sola porque Juliet había llegado de visita para ver a su novio que otra vez estaba tirado en una cama -ay que mala suerte tiene esta chica, de verdad- esperamos un rato terminando de ver los informes y entonces me soltó la bomba, me tenía que contar algo él a mi? ya está, me tenía todo orejotas para él -¿qué es? ¿QUÉ ES!?- me salió con el rollo de los informes escapando del asunto -serás..! a mi no me lies que del black ya me he encargado, vi a su hermano esta mañana y de los familiares de la otra ni idea, así que cuenta!- nada, me llevó hasta la sala de personal y lo seguí cual niño pesado en los viajes que no para de preguntar si ya habíamos llegado, al pasar por la puerta de aquella sala cerré y me puse en medio para que no se atreviera a salir sin decirme que pasaba -dímelo ya que estoy perdiendo años de elfo con la intriga! y eso son muchos más que los humanos así que dime!!-
Nos pusimos al día del trabajo e intercambiamos los informes como tazos de pokemon y entonces vino la mejor parte, los cotilleos , me mordí el labio inferior cuando vi su cara de sorpresa y di un par de botecitos -Que si! que te lo juro por mi ruso, a ver, lo de la mazmorra sexual ni idea porque eso no está confirmado por mi, no lleva sello de calidad pero la misma Arleen me lo contó hace unos días en la sala de personal- y era verdad porque le puse un bote entero de veritaserum -resulta que estaban trabajando en no sé que proyecto, le dieron al vino y se pusieron alegres, mira, la puso mirando a cuenca porque la muchacha me dijo maravillas de las habilidades de tu colegui- lo estaba disfrutando como un enano porque esos detalles no se los podía dar a nadie, Lucio era mi caja de los secretos para los más gordos que no podía ir repartiendo por ahí.
La alegría por el chismorreo anterior se vio comprometida por el siguiente que era un tema mucho más delicado, asentí a las palabras de mi compañero con respecto a lo delicado que era todo aquello si al final resultaba ser cierto -Casada y con una nena, en fin ya veremos que pasa con eso- cuando dijo lo de las embarazadas resoplé -mira, ni me lo menciones, a mi me han tocado 3 embarazadas, dos de ellas llegaron ayer de la misión, Anteia estaba preocupada por el estado de los fetos.. al menos Mérida no bajó, lo suyo fue un desliz con el feral ese al que le rompieron el cuello la otra vez ¿te acuerdas? que su novia entró echa una fiera porque el chaval trajo a la niña a ponerle las vacunas... serán tacaños! para evitar estas cosas vendo condones! deberías financiarme como director del hospital!-
La sala dejó de estar sola porque Juliet había llegado de visita para ver a su novio que otra vez estaba tirado en una cama -ay que mala suerte tiene esta chica, de verdad- esperamos un rato terminando de ver los informes y entonces me soltó la bomba, me tenía que contar algo él a mi? ya está, me tenía todo orejotas para él -¿qué es? ¿QUÉ ES!?- me salió con el rollo de los informes escapando del asunto -serás..! a mi no me lies que del black ya me he encargado, vi a su hermano esta mañana y de los familiares de la otra ni idea, así que cuenta!- nada, me llevó hasta la sala de personal y lo seguí cual niño pesado en los viajes que no para de preguntar si ya habíamos llegado, al pasar por la puerta de aquella sala cerré y me puse en medio para que no se atreviera a salir sin decirme que pasaba -dímelo ya que estoy perdiendo años de elfo con la intriga! y eso son muchos más que los humanos así que dime!!-
Chisté a Aldaron por lo bajo para que fuese más discreto con las cosas que decía, mostrándome un tanto escandalizado con su insinuación. - ¡Qué cosas dices! está convaleciente todavía. - pasé de la indignación a intentar reprimir una risa por lo bajo cuando habló de su sello de calidad de cotilleos, como si pudiese dar el visto bueno a lo que era cierto y a lo que no. Dudaba que Arleen mintiese sobre eso, pero también me parecía extraño que fuese contando intimidades, y más a Aldaron, sabiendo lo cotilla que era. Decirle algo al elfo era garantía de que al día siguiente lo supiese todo el mundo. - De acuerdo, te creo. Giordano y Arleen han sido amantes. Aunque me siga pareciendo raro...- me pasé la mano por la barbilla con gesto pensativo, mirando a Aldaron con cara de dudar un poco. - Tal vez por eso esté tan raro últimamente. Sean dice que le preocupa. - pero como últimamente nos rehuía a ambos...pues nada.
- ¿Entonces no hay ni un solo embarazo deseado entre todos esos que dices? - resoplé con cara de no entender un carajo, asintiendo a lo de financiar su campaña. - Pues sí, menudo baby boom vamos a tener en la isla en unos meses. Todo esto es culpa de los Pendragon, fijo. - bromeé con ello, pues hacia justo un mes que habían llegado a la isla, y desde entonces habían empezado a suceder esas cosas.
Lo mantuve con la intriga y sin decir nada hasta que llegamos a la sala de personal, divirtiéndome al verlo tan ansioso de novedades. Me lo tomé con calma, yendo a la máquina del café mientras lo miraba con una sonrisa maliciosa, o todo lo maliciosa que podía salirme a mí. - ¿Te pongo otro? - al final hice lo que quise, echando otro café más para él. Finalmente tomé asiento frente a él, inspirando profundamente antes de hablar.
- Le he pedido a Sean que se case conmigo. - hice una pausa dramática, lo justo para ver su reacción. - ¡Y me ha dicho que sí! añade eso a tu sello de calidad de cotilleos.
- ¿Entonces no hay ni un solo embarazo deseado entre todos esos que dices? - resoplé con cara de no entender un carajo, asintiendo a lo de financiar su campaña. - Pues sí, menudo baby boom vamos a tener en la isla en unos meses. Todo esto es culpa de los Pendragon, fijo. - bromeé con ello, pues hacia justo un mes que habían llegado a la isla, y desde entonces habían empezado a suceder esas cosas.
Lo mantuve con la intriga y sin decir nada hasta que llegamos a la sala de personal, divirtiéndome al verlo tan ansioso de novedades. Me lo tomé con calma, yendo a la máquina del café mientras lo miraba con una sonrisa maliciosa, o todo lo maliciosa que podía salirme a mí. - ¿Te pongo otro? - al final hice lo que quise, echando otro café más para él. Finalmente tomé asiento frente a él, inspirando profundamente antes de hablar.
- Le he pedido a Sean que se case conmigo. - hice una pausa dramática, lo justo para ver su reacción. - ¡Y me ha dicho que sí! añade eso a tu sello de calidad de cotilleos.
Aldaron Failon
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Me eché a reír con la reacción de Lucio, aún parecía una adolescente cristiana que no había conocido a su travolta -venga ya Lucio, el sexo es normal! algún día te dará el calentón y te vas a comer al chico como si fuera un panini- Lucio era un libro abierto para esas cosas así que haciendo un poco más de presión tal vez le sacara algo más si es que había pasado, entorné los ojos y lo miré muy de cerca con una sonrisa maliciosa -a menos que ya te hayas comido ese pastelito... espero que siguieras mi consejo de la otra vez-
Puse los brazos en jarras cuando cuestionó con su risa mi sello de calidad pero era indignación fingida -no te voy a decir cómo se lo saqué, pero te aseguro que es real, la verdad es que nadie se lo esperaría de Giordano- Lo que no estaba dentro de mi radar es que se comportara de forma extraña, dentro de lo raro que ya era el italiano -Raro ya es pero ¿en qué sentido? Sean se preocupa hasta de una mosca con una pata rota, pero si tu también lo notas a lo mejor deberiaís hablar con él... ¿estará marcando territorio? - si ese era el caso esra estúpido porque ni Lucio ni Sean le iban a quitar a su ligue.
Negué con la cabeza a la pregunta de Lucio -Deseados no lo sé, pero planeados ni uno- suspiré a la vez que el otro resoplaba y la verdad es que la idea de financiarme los preservativos iba pillando fuerza. Lo de los Pendragón no lo entendí, pero si él se reía pues yo también , la verdad es que tampoco sabía por qué seguian en la isla -esa gente me da mal rollo desde el asunto de los guardias... aunque me hicieron un favorcito porque el hermano de Arleen... - lo miré haciendo un movimiento de cejas sospechoso dándole a entender que el paciente había sido yo, solo de pensarlo se me ponían los pelos de punta.
Cuando nos escapamos a la sala de personal el maldito me mantuvo con la intriga, hasta se puso a hacer café, encima que me dejaba todo el curro del hospital cobrando como un asalariado normal me dejaba sin salseo -Te pillo el café pero cuéntamelo ya! o te juro que mañana te hago huelga! - me senté y empecé a beberme el café pero mirándolo fijamente y moviendo la pierna de forma compulsiva, cuando ya estaba dando el último sorbo me soltó la bomba, no me lo esperaba para nada y escupí el café -¡¿QUÉ HAS HECHO QUÉ!? TU!? LUCIO GALENO LE HAS PEDIDO QUE SE CASE CONTIGO!?- no me lo creía y necesitaba más información pero el maldito me hizo otra pausa infernal y al final me tiré en plancha en la mesa para poder pillarlo de la ropa y sacudirlo otra vez -PERO QUE TE DIJO MALDITO ITALIANO TORTURADOR!? QUÉ DIJO!?- la respuesta no se hizo esperar y me quedé un momento mirándolo con los ojos abiertos como platos seguido de una sonrisa de oreja a oreja y un grito -QUE SE CASAAAA! AY QUE ALEGRÍA! DE VERDAD! ME ALEGRO UN MONTÓN POR TI!!!- al final la risa se convirtió en llanto pero no había tristeza alguna -yo...yo pensaba que te ibas a tener que casar con una mujerzuela que te pillaran de esas estiradas que les gusta al consejo y vivirías amargado toda tu vida- pero no era así, había optado por hacer lo que le saliera del pepino.
Volví a mi sitio para después rodear la mesa y darle un abrazo a modo de felicitación y como me había hecho llorar me sequé las lágrimas en su ropa -Esa boda tiene que ser por todo lo alto! y por supuesto con despedida de soltero! eso es lo mejor de casarse, FIESTA!!! ¿Ya tenéis fecha? -
Puse los brazos en jarras cuando cuestionó con su risa mi sello de calidad pero era indignación fingida -no te voy a decir cómo se lo saqué, pero te aseguro que es real, la verdad es que nadie se lo esperaría de Giordano- Lo que no estaba dentro de mi radar es que se comportara de forma extraña, dentro de lo raro que ya era el italiano -Raro ya es pero ¿en qué sentido? Sean se preocupa hasta de una mosca con una pata rota, pero si tu también lo notas a lo mejor deberiaís hablar con él... ¿estará marcando territorio? - si ese era el caso esra estúpido porque ni Lucio ni Sean le iban a quitar a su ligue.
Negué con la cabeza a la pregunta de Lucio -Deseados no lo sé, pero planeados ni uno- suspiré a la vez que el otro resoplaba y la verdad es que la idea de financiarme los preservativos iba pillando fuerza. Lo de los Pendragón no lo entendí, pero si él se reía pues yo también , la verdad es que tampoco sabía por qué seguian en la isla -esa gente me da mal rollo desde el asunto de los guardias... aunque me hicieron un favorcito porque el hermano de Arleen... - lo miré haciendo un movimiento de cejas sospechoso dándole a entender que el paciente había sido yo, solo de pensarlo se me ponían los pelos de punta.
Cuando nos escapamos a la sala de personal el maldito me mantuvo con la intriga, hasta se puso a hacer café, encima que me dejaba todo el curro del hospital cobrando como un asalariado normal me dejaba sin salseo -Te pillo el café pero cuéntamelo ya! o te juro que mañana te hago huelga! - me senté y empecé a beberme el café pero mirándolo fijamente y moviendo la pierna de forma compulsiva, cuando ya estaba dando el último sorbo me soltó la bomba, no me lo esperaba para nada y escupí el café -¡¿QUÉ HAS HECHO QUÉ!? TU!? LUCIO GALENO LE HAS PEDIDO QUE SE CASE CONTIGO!?- no me lo creía y necesitaba más información pero el maldito me hizo otra pausa infernal y al final me tiré en plancha en la mesa para poder pillarlo de la ropa y sacudirlo otra vez -PERO QUE TE DIJO MALDITO ITALIANO TORTURADOR!? QUÉ DIJO!?- la respuesta no se hizo esperar y me quedé un momento mirándolo con los ojos abiertos como platos seguido de una sonrisa de oreja a oreja y un grito -QUE SE CASAAAA! AY QUE ALEGRÍA! DE VERDAD! ME ALEGRO UN MONTÓN POR TI!!!- al final la risa se convirtió en llanto pero no había tristeza alguna -yo...yo pensaba que te ibas a tener que casar con una mujerzuela que te pillaran de esas estiradas que les gusta al consejo y vivirías amargado toda tu vida- pero no era así, había optado por hacer lo que le saliera del pepino.
Volví a mi sitio para después rodear la mesa y darle un abrazo a modo de felicitación y como me había hecho llorar me sequé las lágrimas en su ropa -Esa boda tiene que ser por todo lo alto! y por supuesto con despedida de soltero! eso es lo mejor de casarse, FIESTA!!! ¿Ya tenéis fecha? -
Me Habian informado que lucio se encontraba en un receso en la sala de personal. Ya de paso habia aprovechado y habia vuelto a mi taller a por una cosa que debia devolverles. O dos. Si contamos la botella de vino vacía.
No fue difícil ubicar la sala a causa de los chillidos de fanático de ese elfo. A Lucio no se lo oía pero ese aroma a café...delicioso.
Recordé que habia que llamar a la puerta y eso hice,pero segundos despues la abrí. Vi que lucio efectivamente estaba alli, y obviamente el fanatic elfo.
-por fin te encuentro, Galeno! -me los quede mirando desde la puerta, donde me apoyé comodamente en el marco. Bueno, tocaba ser un chico grande y seguir hablando. - vengo de ver a Arleen.... se va a poner del todo bien, verdad? El caso es que ella queria hablar contigo Lucio, pero le dije que podia decirtelo yo. Quiere dedicarse a investigación enfocada a tecnomagia supongo que con aplicaciones a la sanción. Si le as tu autorización, pasará bajo mi tutela. Aunque no me lo ha dicho....supongo que eso no quita que siga pasando sus horas de trabajo aqui.
Me encogi de hombros, esperando una respuesta. Pero señalé al elfo con la cabeza, al entrar lo habia visto llorando y abrazado a Lucio.
- y ese por que llora?
No fue difícil ubicar la sala a causa de los chillidos de fanático de ese elfo. A Lucio no se lo oía pero ese aroma a café...delicioso.
Recordé que habia que llamar a la puerta y eso hice,pero segundos despues la abrí. Vi que lucio efectivamente estaba alli, y obviamente el fanatic elfo.
-por fin te encuentro, Galeno! -me los quede mirando desde la puerta, donde me apoyé comodamente en el marco. Bueno, tocaba ser un chico grande y seguir hablando. - vengo de ver a Arleen.... se va a poner del todo bien, verdad? El caso es que ella queria hablar contigo Lucio, pero le dije que podia decirtelo yo. Quiere dedicarse a investigación enfocada a tecnomagia supongo que con aplicaciones a la sanción. Si le as tu autorización, pasará bajo mi tutela. Aunque no me lo ha dicho....supongo que eso no quita que siga pasando sus horas de trabajo aqui.
Me encogi de hombros, esperando una respuesta. Pero señalé al elfo con la cabeza, al entrar lo habia visto llorando y abrazado a Lucio.
- y ese por que llora?
No le aguanté la mirada a Aldaron cuando se acercó tanto, poniéndome un poco colorado por las insinuaciones que hizo sobre pastelitos y demás. Además, tampoco logré ocultar una leve sonrisa que daba a entender que ya había sucedido. Que lo interpretase como quisiera, no pensaba darle detalles. - Ni una palabra de esto, que nos conocemos. - el tema de Giordano me vino bien para hablar de otras cosas, aunque no sabía decir en qué sentido estaba raro. Me encogí de hombros, sin lograr una respuesta clara. -Es un misterio. - lo de los Pendragon me disgustaba, sobre todo porque justo después de aquel parlamento pasó lo de Sean, y porque a él no le gustaban nada. Yo pensaba que había que darles una oportunidad, que tal vez quisieran hacer las cosas bien. Había sido el espíritu loco el que había amenazado a Sean, no sus descendientes. Teníamos la posibilidad de acabar con una enemistad de siglos. Luego hablaría con Sean de ello, cuando se recuperase, para no darle disgustos antes.
Al quedarme pensando en ello no escuché mucho lo del hermano de Arleen, pero al ver al elfo mover las cejas lo entendí. - ¿Entonces...le da lo mismo hombre que mujer? otra cosa que no sabía. - claro, yo no era el cotilla oficial del reino. Pegué un buen trago de café, a ver si se me quitaba el sueño que arrastraba desde anoche. Sólo podía pensar en la hora de la siesta, así que la efusividad del elfo con la noticia de la boda casi me provoca un infartito del susto entre gritos, sacudidas y demás. Me reí de verlo tan contento, devolviéndole el abrazo cuando vino a felicitarme. Sabía que era sincero. - Ay...yo también lo pensaba. Pero al final tuve el valor para pedirlo, y para dar el paso con Sean. Al diablo con lo que piensen los del Consejo. - negué a lo de tener fecha, nos lo estábamos tomando con calma. - Todavía no, pero te nombro organizador de boda, que creo que se te da bien todo eso de las fiestas. - me alegró mucho la aparición de Giordano en ese momento, así que me levanté a recibirlo librándome del abrazo de Aldaron. Intercambié una mirada con él cuando Gio mencionó a Arleen. Ajá...
- Claro, no te preocupes. Se pondrá bien en una semana o así. Por suerte no la infectaron los nanobots, y son todo heridas curables por magia y métodos tradicionales. Además, no tiene por qué quedarle ni siquiera una cicatriz. - su siguiente petición tampoco me pilló de sorpresa, querían estar de vinos en el taller. - Sí, me parece bien que se desarrolle profesionalmente en ese ámbito. Incluso podría contribuir con nueva maquinaria al hospital. Puede trabajar aquí a media jornada o solo para cubrir algunas guardias de compañeros de vez en cuando. Dile que esté tranquila. - hice un gesto de desinterés cuando habló del elfo, como si la intensidad fuese su estado natural.
- Nada, llora porque le acabo de decir lo de nuestra boda...- le puse una mano en el hombro, invitándolo a café después. - Sean dice que te vio anoche, para devolverle la piedra, pero que te fuiste enseguida. ¿Todo bien? nos tienes un poco preocupados últimamente.
Al quedarme pensando en ello no escuché mucho lo del hermano de Arleen, pero al ver al elfo mover las cejas lo entendí. - ¿Entonces...le da lo mismo hombre que mujer? otra cosa que no sabía. - claro, yo no era el cotilla oficial del reino. Pegué un buen trago de café, a ver si se me quitaba el sueño que arrastraba desde anoche. Sólo podía pensar en la hora de la siesta, así que la efusividad del elfo con la noticia de la boda casi me provoca un infartito del susto entre gritos, sacudidas y demás. Me reí de verlo tan contento, devolviéndole el abrazo cuando vino a felicitarme. Sabía que era sincero. - Ay...yo también lo pensaba. Pero al final tuve el valor para pedirlo, y para dar el paso con Sean. Al diablo con lo que piensen los del Consejo. - negué a lo de tener fecha, nos lo estábamos tomando con calma. - Todavía no, pero te nombro organizador de boda, que creo que se te da bien todo eso de las fiestas. - me alegró mucho la aparición de Giordano en ese momento, así que me levanté a recibirlo librándome del abrazo de Aldaron. Intercambié una mirada con él cuando Gio mencionó a Arleen. Ajá...
- Claro, no te preocupes. Se pondrá bien en una semana o así. Por suerte no la infectaron los nanobots, y son todo heridas curables por magia y métodos tradicionales. Además, no tiene por qué quedarle ni siquiera una cicatriz. - su siguiente petición tampoco me pilló de sorpresa, querían estar de vinos en el taller. - Sí, me parece bien que se desarrolle profesionalmente en ese ámbito. Incluso podría contribuir con nueva maquinaria al hospital. Puede trabajar aquí a media jornada o solo para cubrir algunas guardias de compañeros de vez en cuando. Dile que esté tranquila. - hice un gesto de desinterés cuando habló del elfo, como si la intensidad fuese su estado natural.
- Nada, llora porque le acabo de decir lo de nuestra boda...- le puse una mano en el hombro, invitándolo a café después. - Sean dice que te vio anoche, para devolverle la piedra, pero que te fuiste enseguida. ¿Todo bien? nos tienes un poco preocupados últimamente.
Aldaron Failon
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Con solo echarle una mirada de sospecha a Lucio él solito se había delatado, el sonrojo, el nerviosismo y esa sonrisita de "lo he gozado" lo decían todo, abrí la boca sorprendido haciendo ruido de maruja -Míralo! y yo pensando que no serías capaz sin un par de copazos encima o algo así, pues si necesitas consejos ya sabes- le di un codazo suave a modo de complicidad y después hice un gesto de cerrar la cremallera sobre mis labios, asegurándole que no diría nada de eso porque eramos amigos, era mi jefe y si se colaba la información probablemente le daría problemas con esas cosas de que debían casarse y tener descendencia y todo el percal.
Sobre Giordano no tenía ni idea de lo que estaba pasando con él pero el tema de los Pendragon ya era más peliagudo y mi territorio era el hospital, lo que sucediera fuera se me escapaba totalmente. Al hablar de Vishous me dio un escalofrío y hasta las orejas se me movieron -a mi me da igual lo que le guste, el caso es que tiene un poderío y un empuje que...- me reí de forma un poco pervertida y casi se me cae la baba pensando que tal vez Thoren tendría la misma... virilidad y entonces me dio un mini ataquito a mi solo pero me guardaría los detalles por el momento.
Una vez en la sala y cuando Lucio me dio la noticia de su boda no pude contener mis emociones, estaba realmente feliz por él porque a mi esa ley arcaica del consejo sobre las bodas me parecía horrible -¡Di que si! viva el amor libre! y se ponen chulos les chapamos el hospital, estoy seguro que todos te apoyarán- empecé a dar saltitos y le di aquel abrazo, pero el maldito estaba claro que quería hacerme llorar otra vez diciéndome de organizarles la boda ¿cómo no iba a perdonarle las guardias así? -¡TENDRÁS LA MEJOR BODA DE LA HISTORIA EN ESTA ISLA DE SOSOS! - y otra vez a secarme las lágrimas en su ropa.
Tocaron la puerta y uno de mis principales objetivos de cotilleo hizo acto de presencia, al final pillé una servilleta para limpiarme los mocos y los lagrimones que me quedaban mientras Lucio iba a por él y le contaba lo de Arleen, sonreí al intercambiar miradas con Lucio -Calidad- fue lo único que dije , me entendería perfectamente. Me hice el tonto un momento mientras ambos hablaban sobre los proyectos de Arleen y que ahora pasaría a la tutela de Giordano mientras se me hacía la boca agua con esa información, pasarían mucho tiempo a solas y con vino ¿la llevaría a si mazmorra sexual? tenía que descubrirlo pero para ello la chica tenía que recuperarse y pasar tiempo con su italiano, menos mal que aún me quedaba veritaserum por ahí.
Lucio mencionó lo de la boda y me levanté de la silla de un salto -SI!! me lo acaba de contar! menudo notición! hay que ir preparando cosas, el lugar, los invitados, la comida, la temática- me puse a enumerar cosas y pasé de 0 a 100 en un momento -ah!! tengo unos catálogos de mis tiempos mozos! haré una lista y luego se la llevo a Sean, voy a decirle a mi sexi mayordomo que lo busque! ahora vuelvo! - y así salí de la sala para ir a cumplir mis funciones de organizador
Sobre Giordano no tenía ni idea de lo que estaba pasando con él pero el tema de los Pendragon ya era más peliagudo y mi territorio era el hospital, lo que sucediera fuera se me escapaba totalmente. Al hablar de Vishous me dio un escalofrío y hasta las orejas se me movieron -a mi me da igual lo que le guste, el caso es que tiene un poderío y un empuje que...- me reí de forma un poco pervertida y casi se me cae la baba pensando que tal vez Thoren tendría la misma... virilidad y entonces me dio un mini ataquito a mi solo pero me guardaría los detalles por el momento.
Una vez en la sala y cuando Lucio me dio la noticia de su boda no pude contener mis emociones, estaba realmente feliz por él porque a mi esa ley arcaica del consejo sobre las bodas me parecía horrible -¡Di que si! viva el amor libre! y se ponen chulos les chapamos el hospital, estoy seguro que todos te apoyarán- empecé a dar saltitos y le di aquel abrazo, pero el maldito estaba claro que quería hacerme llorar otra vez diciéndome de organizarles la boda ¿cómo no iba a perdonarle las guardias así? -¡TENDRÁS LA MEJOR BODA DE LA HISTORIA EN ESTA ISLA DE SOSOS! - y otra vez a secarme las lágrimas en su ropa.
Tocaron la puerta y uno de mis principales objetivos de cotilleo hizo acto de presencia, al final pillé una servilleta para limpiarme los mocos y los lagrimones que me quedaban mientras Lucio iba a por él y le contaba lo de Arleen, sonreí al intercambiar miradas con Lucio -Calidad- fue lo único que dije , me entendería perfectamente. Me hice el tonto un momento mientras ambos hablaban sobre los proyectos de Arleen y que ahora pasaría a la tutela de Giordano mientras se me hacía la boca agua con esa información, pasarían mucho tiempo a solas y con vino ¿la llevaría a si mazmorra sexual? tenía que descubrirlo pero para ello la chica tenía que recuperarse y pasar tiempo con su italiano, menos mal que aún me quedaba veritaserum por ahí.
Lucio mencionó lo de la boda y me levanté de la silla de un salto -SI!! me lo acaba de contar! menudo notición! hay que ir preparando cosas, el lugar, los invitados, la comida, la temática- me puse a enumerar cosas y pasé de 0 a 100 en un momento -ah!! tengo unos catálogos de mis tiempos mozos! haré una lista y luego se la llevo a Sean, voy a decirle a mi sexi mayordomo que lo busque! ahora vuelvo! - y así salí de la sala para ir a cumplir mis funciones de organizador
- Grazie Dio- dije aliviado cuando Lucio me confirmó que Arleen se recuperaría del todo. Aunque consciente la habia visto pasar dolor y despues de ver el tajo que le metieron y toda aquella sangre, no me extrañaba. No me consideraba alguien cobarde pero recordar aquello me ponía los pelos de punta y hacía que me entrase un mareo súbito.
- Probablemente revierta en tecnologia hospitalaria, Arleen tiene una chispa también para la tecnomagia y mucha inventiva.- dije poniendo ambas manos en mi cintura. - Medicina de combate! Es lo que los tiempos requieren. - hice un gesto con una mano, como diciendo que que se le iba a hacer. - Sabía que no te iba a importar, pero ella parecía preocupada, no se por qué. - dejé quieta la mano de antes para pasarmela por la barbilla.
- Oh....- dije al oir lo de la boda, pero acercándome ante la invitacion de una taza de café.
"madurez, madurez, vamos!"
Miré la mano de Lucio y luego a Lucio cuando dijo que Sean le había contado que fui. Por un momento creí que se lo tomaría a mal pero, no, no tenia por qué hacerlo. Preocupados? Que los tenía preocupados? Por qué motivo?
- Lo de la mazmorra del sexo es mentira, Lucio, creo que te lo dije ya. No sé quien empezó esa estupidez pero un dia le voy a tirar una bota al proximo que oiga cuchichear a mis espaldas- dije con seriedad, qué era lo que les preocupaba?
"Tal vez si debería deshacerme de esos dibujos"
- Es que me olvidé de la piedra, pero hoy la he traido. - la saqué del bolsillo y se la di a Lucio. - Devuelvesela tú a Sean. - mejor será
El elfo salió corriendo como un loco hablando de preparativos y yo me mordí los labios, demasiada efusividad, era una alegría que desgraciadamente no podía compartir porque cada palabra era como una aguijita que se me clavaba. Pero debía recordar que eran amigos mios. Así que alcé la mirada hacia el sanador e hice un intento de sonrisa.
- Eh...enhorabuena, Lucio. Os lo merecéis, despues de todo. - mierda, que era eso? me picaban los ojos de nuevo. Y la garganta. Bebí café para apaciguarme. Me preguntaba qué estupido punto de mi comportamiento me había llevado a esto.
- Probablemente revierta en tecnologia hospitalaria, Arleen tiene una chispa también para la tecnomagia y mucha inventiva.- dije poniendo ambas manos en mi cintura. - Medicina de combate! Es lo que los tiempos requieren. - hice un gesto con una mano, como diciendo que que se le iba a hacer. - Sabía que no te iba a importar, pero ella parecía preocupada, no se por qué. - dejé quieta la mano de antes para pasarmela por la barbilla.
- Oh....- dije al oir lo de la boda, pero acercándome ante la invitacion de una taza de café.
"madurez, madurez, vamos!"
Miré la mano de Lucio y luego a Lucio cuando dijo que Sean le había contado que fui. Por un momento creí que se lo tomaría a mal pero, no, no tenia por qué hacerlo. Preocupados? Que los tenía preocupados? Por qué motivo?
- Lo de la mazmorra del sexo es mentira, Lucio, creo que te lo dije ya. No sé quien empezó esa estupidez pero un dia le voy a tirar una bota al proximo que oiga cuchichear a mis espaldas- dije con seriedad, qué era lo que les preocupaba?
"Tal vez si debería deshacerme de esos dibujos"
- Es que me olvidé de la piedra, pero hoy la he traido. - la saqué del bolsillo y se la di a Lucio. - Devuelvesela tú a Sean. - mejor será
El elfo salió corriendo como un loco hablando de preparativos y yo me mordí los labios, demasiada efusividad, era una alegría que desgraciadamente no podía compartir porque cada palabra era como una aguijita que se me clavaba. Pero debía recordar que eran amigos mios. Así que alcé la mirada hacia el sanador e hice un intento de sonrisa.
- Eh...enhorabuena, Lucio. Os lo merecéis, despues de todo. - mierda, que era eso? me picaban los ojos de nuevo. Y la garganta. Bebí café para apaciguarme. Me preguntaba qué estupido punto de mi comportamiento me había llevado a esto.
- ¡Pero bueno! no te pases, que sigo siendo tu jefe. - le advertí medio en broma cuando dijo eso de que pensaba que no me atrevería sin copazos, pensando en qué clase de turbios consejos podría darme el elfo más ligón de la isla. Le puse cara de 'no más detalles' cuando me habló del empuje de Vishous, echando otro trago de café después de soplar. - Me alegro por ti, así te desestresas para el trabajo y aguantas más turnos. -el comentario fue también un poco para picarle, que ya se habái hecho costumbre eso de que el elfo trabajase muchas horas. Debía compensarle trabajando más. Lo miré sorprendido cuando propuso una huelga en el hospital, aunque el caso es que me lo imaginaba con su cartelito, alborotando y lanzando consignas.
- Espero que no haga falta llegar a eso, sinceramente. Y además habría que mantener servicios mínimos para urgencias. - me pasé una mano por la ropa después de que me la dejase remojada de lágrimas de emoción, intentando después disimular cuando dijo el comentario de 'calidad' en referencia al chisme del recién llegado Gio.
- ¡Perfecto! así podemos ir sacando ideas, confío en ti. Tómate unos días libres, ya me encargo yo de los pacientes que llegaron ayer. - me despedí de Aldaron, quedándome a solas con Da Vinci, mostrándome bastante interesado por lo que me comentaba. - Es interesante lo que propones. Que no se preocupe, todo lo que sea investigar revierte en beneficio común. - con ese asunto zanjado dejé que me desmintiese lo de la mazmorra sexual, sonriendo para quitarle importancia.
- Ya lo sé, en este sitio se inventan muchos cotilleos. Ni caso. - tomé la piedra que sacó de su bolsillo, que era la que usaba Sean para crear escudos mágicos. La guardé en mi bolsillo, dándole las gracias por eso y por la enhorabuena a lo de la boda. Sean tenía razón, estaba raro, así que decidí probar si mi teoría era cierta. - No te preocupes, eso no cambia nada, vamos a seguir siendo amigos. Sé que últimamente hemos dejado de estar tanto tiempo juntos como antes, pero podemos retomarlo. Le dije a Sean que te pasases un día a tomar el té, y de paso descansas un rato, que creo que te hace falta. ¿O te pasa algo que no nos has contado? - puse una mano en su hombro, ladeando un poco la cabeza como si lo examinase.
- Espero que no haga falta llegar a eso, sinceramente. Y además habría que mantener servicios mínimos para urgencias. - me pasé una mano por la ropa después de que me la dejase remojada de lágrimas de emoción, intentando después disimular cuando dijo el comentario de 'calidad' en referencia al chisme del recién llegado Gio.
- ¡Perfecto! así podemos ir sacando ideas, confío en ti. Tómate unos días libres, ya me encargo yo de los pacientes que llegaron ayer. - me despedí de Aldaron, quedándome a solas con Da Vinci, mostrándome bastante interesado por lo que me comentaba. - Es interesante lo que propones. Que no se preocupe, todo lo que sea investigar revierte en beneficio común. - con ese asunto zanjado dejé que me desmintiese lo de la mazmorra sexual, sonriendo para quitarle importancia.
- Ya lo sé, en este sitio se inventan muchos cotilleos. Ni caso. - tomé la piedra que sacó de su bolsillo, que era la que usaba Sean para crear escudos mágicos. La guardé en mi bolsillo, dándole las gracias por eso y por la enhorabuena a lo de la boda. Sean tenía razón, estaba raro, así que decidí probar si mi teoría era cierta. - No te preocupes, eso no cambia nada, vamos a seguir siendo amigos. Sé que últimamente hemos dejado de estar tanto tiempo juntos como antes, pero podemos retomarlo. Le dije a Sean que te pasases un día a tomar el té, y de paso descansas un rato, que creo que te hace falta. ¿O te pasa algo que no nos has contado? - puse una mano en su hombro, ladeando un poco la cabeza como si lo examinase.
El asunto de Arleen quedó facilmente zanjado. Iría despues a decirselo a la medimaga. Claro, si Sayid no me echaba de nuevo. O....bueno, no, iría otro día, ella estaba cansada y seguramente se hubiese puesto a dormir. Y a mi también me convendría intentarlo. Me di cuenta de que Lucio me había estado hablando y volví a mirarlo.
- Si, ni caso, pero cuando te toque atender una herida de nariz rota no me vengas a pedir explicaciones.
"practicaré a quitarme las botas a gran velocidad, asi como mi punteria"
Le pegué otro trago al café mirando al medimago por encima del borde de la taza, con mis dos cejas alzadas, a causa de sus palabras. Ademas volvió a ponerme la mano en el hombro, era la segunda vez que me tocaba en muy poco rato. Aquello provocó que una de mis cejas se alzase, independientemente de la otra.
"definitivamente han notado algo pero no tienen ni idea.... el caso es que no se hasta que punto es...."
- No...no es.... - me retiré la mano de Lucio de mi hombro, con un gesto de incomodidad, al tiempo que dejaba la taza de café a medias. - No es recomendable - sonreí en una rapida y fugaz mueca. - Quiero decir, que no es necesario. - rectifiqué. Luego me sometió a esa mirada de doctor que parece que lo sabe todo, pero habia ciertas cosas que ni el Galeno, a simple vista, podría descubrir. Verdad? - Estoy estupendo! Pero no quiero ser la tercera rueda en vuestra relacion, eh? Es así como se dice en inglés? Tercera rueda. Candelabro? Solo estoy preocupado por la guerra y ... - hice un gesto con la mano dandole vueltas, con el ceño fruncido y las comisuras de la boca hacia abajo- ...y esas cosas, ya sabes. Mucho lío.
Miré hacia un lado y a otro, ya habia hecho lo que habia venido a hacer al ver a Lucio: informar de Arleen, dar piedra, enhorabuena por matrimonio. Si la conversacion iba a derivar, era mejor ir esfumándose.
- Bueno, nos vemos luego compatriota, arrivederci. - me di la vuelta, saliendo de la sala de personal.
- Si, ni caso, pero cuando te toque atender una herida de nariz rota no me vengas a pedir explicaciones.
"practicaré a quitarme las botas a gran velocidad, asi como mi punteria"
Le pegué otro trago al café mirando al medimago por encima del borde de la taza, con mis dos cejas alzadas, a causa de sus palabras. Ademas volvió a ponerme la mano en el hombro, era la segunda vez que me tocaba en muy poco rato. Aquello provocó que una de mis cejas se alzase, independientemente de la otra.
"definitivamente han notado algo pero no tienen ni idea.... el caso es que no se hasta que punto es...."
- No...no es.... - me retiré la mano de Lucio de mi hombro, con un gesto de incomodidad, al tiempo que dejaba la taza de café a medias. - No es recomendable - sonreí en una rapida y fugaz mueca. - Quiero decir, que no es necesario. - rectifiqué. Luego me sometió a esa mirada de doctor que parece que lo sabe todo, pero habia ciertas cosas que ni el Galeno, a simple vista, podría descubrir. Verdad? - Estoy estupendo! Pero no quiero ser la tercera rueda en vuestra relacion, eh? Es así como se dice en inglés? Tercera rueda. Candelabro? Solo estoy preocupado por la guerra y ... - hice un gesto con la mano dandole vueltas, con el ceño fruncido y las comisuras de la boca hacia abajo- ...y esas cosas, ya sabes. Mucho lío.
Miré hacia un lado y a otro, ya habia hecho lo que habia venido a hacer al ver a Lucio: informar de Arleen, dar piedra, enhorabuena por matrimonio. Si la conversacion iba a derivar, era mejor ir esfumándose.
- Bueno, nos vemos luego compatriota, arrivederci. - me di la vuelta, saliendo de la sala de personal.
Suspiré negando con la cabeza al escuchar lo de las narices rotas, sin hacer ningún comentario. Gio podía tener un temperamento bastante colérico cuando quería. Me fijé en la mano de su hombro al ver cómo me levantó la ceja ante el contacto físico. Casi se me escapa decirle que con Arleen sí que tenía contacto y no pasaba nada, pero me contuve. Moví la mano rápidamente cuando él me la retiro, quedando un momento un tanto incómodo. - ¿No recomendable? ¿No necesario? podrías hablar claro...- me disgustó un poco tanto enigma, y también que no podría darle ninguna información a Sean.
- Estás diciendo tonterías...no eres la tercera rueda, ni sujetavelas ni nada de eso. A ver si no vamos a poder tener amigos porque nos vayamos a casar. - le puse cara de 'yaaaa' cuando me dijo que estaba preocupado por la guerra. Pues como todos. - Lo que quieras. Pero sería una lástima perder una buena relación por esos pensamientos tuyos. Allí en casa te esperamos cuando te apetezca. - iba a huir de un momento a otro, se lo notaba. Acepté con resignación cuando se despidió, quedándome a solas en la sala durante algunos segundos. En cuanto tuviera un rato le mandaría mensaje a Sean para informarle. Me eché otro café rápido para espabilarme, saliendo después de allí para seguir trabajando durante tooodo el largo turno.
- Estás diciendo tonterías...no eres la tercera rueda, ni sujetavelas ni nada de eso. A ver si no vamos a poder tener amigos porque nos vayamos a casar. - le puse cara de 'yaaaa' cuando me dijo que estaba preocupado por la guerra. Pues como todos. - Lo que quieras. Pero sería una lástima perder una buena relación por esos pensamientos tuyos. Allí en casa te esperamos cuando te apetezca. - iba a huir de un momento a otro, se lo notaba. Acepté con resignación cuando se despidió, quedándome a solas en la sala durante algunos segundos. En cuanto tuviera un rato le mandaría mensaje a Sean para informarle. Me eché otro café rápido para espabilarme, saliendo después de allí para seguir trabajando durante tooodo el largo turno.
Llegó a la sala de personal con sentimientos encontrados sobre la rubia y su hija. ¿Cómo podía mostrarle armas así nada más? Es cierto que mucha gente no quería que extraños tocaran a sus hijos pero... Inspiró profundamente y se tomó un té de manzanilla, que la ayudó a relajarse. Después de eso se puso a escribir en el expediente de Leila.
Después de hacer toda las anotaciones tomó un par de respiraciones más tranquilas y se fue a recepción a entregarlo todo.
La paciente Leila Alabi tenía cita conmigo en el día 11 de noviembre de 2041. Cuando ingresé en la consulta la paciente se encontraba ya dentro con su hija sobre mi mesa de trabajo. Procedí a apartarla de la mesa y del calendario que chupaba, llevándomela a los brazos sin autorización previa de la madre (ya lo sé, error mío, hay gente así). Le di un juguete de Darryl a la niña para que se entretuviera y pregunté a la paciente si venia a chequeo general tras sugerirle que se quitara algunas capas de ropa porque venía muy abrigada cuando en el hospital hay calefacción central.
Cuando se retiró la ropa tenía una funda de armas y dirigió unas palabras un poco altaneras y a la defensiva hacia mi persona. Me sentí amenazada pero la niña, sin embargo, parecía muy tranquila tras ver a su madre con la funda. Mantuve la calma, llamé a un guardia y pedí que la desarmaran. Tenía dos armas blancas y después de entregarlas sin resistencia pidió que yo fuera desarmada.
Como ella misma sugirió cambio de profesional por alguien que "no toque niños", abandoné la consulta después de devolverle a la niña. Y aunque pidió disculpas por su reacción no me siento cómoda atendiéndola. Le sugerí que si se sentía que en un hospital, donde ella misma pidió cita, que tiene la guardería de los niños y nos dedicamos a cuidar gente; se sintiera amenazada que visitara el psicologo de turno. Sinceramente, sé que la guerra puede causar estragos pero me preocupa que la niña esté expuesta a las armas con tanta naturalidad y también a una actitud tan defensiva.
Por ende, aparte de solicitar que se le cite para una cita con Sebastian, bien puede sólo haber sido una mala reacción o no; solicito que se le rediriga el caso a Josephine Patterson y también a Servicios Sociales.
Gracias, atentamente
Anteia Malfoy.
Sanadora en jefe del área de ginecología y obstetricia.
Después de hacer toda las anotaciones tomó un par de respiraciones más tranquilas y se fue a recepción a entregarlo todo.
Se había atrevido a entrar a la sala porque había descubierto recientemente algo a lo que le decían café y solo lo tenían ahí. El primer día había entrado como venado asustadizo; pero ahora que se había dado cuenta que en la jerarquía del hospital estaba en el último peldaño, veía que nadie le ponía atención y eso le fascinaba. Entró como por su casa, sacó su taza de la pequeña alacena, la lavó por si acaso y se sirvió café.
Abrió el refrigerador y, para su desgracia, vio que una vez más su tarta era más pequeña que el día anterior. El desgraciado que se la comía era muy hábil y había hecho caso omiso del letrero que decía "Juliet" y el segundo letrero que decía "No comer". Ahora se debatía entre poner un tercero que dijera que le había pasado la lengua por todos lados. Después de un momento de contemplación, se sirvió un trozo y se sentó en una de las mesas. Estaba bastante tranquilo. Normalmente la gente comía en otro horario, pero ella buscaba los huecos para no tener que hacer eso de saludar a la gente y hablar de lo soleado que había amanecido. Se dispuso a comer y beber café, tratando de relajarse un minuto ahora que podía sentarse después de una mañana ajetreada.
Abrió el refrigerador y, para su desgracia, vio que una vez más su tarta era más pequeña que el día anterior. El desgraciado que se la comía era muy hábil y había hecho caso omiso del letrero que decía "Juliet" y el segundo letrero que decía "No comer". Ahora se debatía entre poner un tercero que dijera que le había pasado la lengua por todos lados. Después de un momento de contemplación, se sirvió un trozo y se sentó en una de las mesas. Estaba bastante tranquilo. Normalmente la gente comía en otro horario, pero ella buscaba los huecos para no tener que hacer eso de saludar a la gente y hablar de lo soleado que había amanecido. Se dispuso a comer y beber café, tratando de relajarse un minuto ahora que podía sentarse después de una mañana ajetreada.
Aldaron Failon
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La mañana se presentaba tranquila, ya había unos cuantos días de paz en el hospital y como me aburría se me ocurrió una genial idea, pillé a unos cuantos enfermeros (de los más buenorros) y los engañé para que me ayudaran a hacer un vídeo para Tick Tack, me subí a una silla de ruedas y me puse las gafas, iba sentado modo diva mientras me iban empujando y otros bailaban al ritmo de la música -Soy la reina de las lagartas!- dije al final viendo aquel vídeo que, para mi, era maravilloso, me iba a dar un montón de likes y follows y cosas de esas, de médico a influencer.
estaba más contento que unas castañas y me fui a por un tozo de tarta a la sala de personal mientras silbaba, yo era el audaz delincuente que había estado robando trocitos de esa tarta pero es que estaba muy buena, entré por la puerta, saludé a juliet, abrí la nevera, saqué la tarta.... ¡Mierda era juliet! me hice el loco, volví a dejar la tarta en su sitio y salí de la sala para volver a entrar como si nada -Hey! hola jul! qué tal? todo bien?- dije para sacar mi taza y ponerme algo de café como si no hubiera pasado absolutamente nada.
estaba más contento que unas castañas y me fui a por un tozo de tarta a la sala de personal mientras silbaba, yo era el audaz delincuente que había estado robando trocitos de esa tarta pero es que estaba muy buena, entré por la puerta, saludé a juliet, abrí la nevera, saqué la tarta.... ¡Mierda era juliet! me hice el loco, volví a dejar la tarta en su sitio y salí de la sala para volver a entrar como si nada -Hey! hola jul! qué tal? todo bien?- dije para sacar mi taza y ponerme algo de café como si no hubiera pasado absolutamente nada.
Iba por la mitad del café cuando la puerta se abrió de repente. Se puso recta en la silla, porque le había estado buscando desde el día del interrogatorio con el guardia y simplemente no lograban coincidir. Entró, abrió el refrigerador, y se decidió a decirle hola cuando lo cerrara, pero entonces la sorpresa la embargó y lo miró con la boca abierta. Rápidamente regresó la tarta a la nevera en un momento surrealista y salió de la sala como si nada. Se quedó pasmada viendo la puerta. No había tenido tiempo ni de poner en orden sus ideas cuando volvió de pronto y la saludó como si nada. ¿Se había imaginado al Aldaron anterior? ¿Estaba soñando de alguna manera? No tenía manera de contestar y tampoco mucha labia para reclamarle.
Hola, estoy bien. ¿Y tú? - Preguntó educadamente, pero aún perpleja por lo que acababa de ocurrir. Se había enfocado mucho en encontrar al ladrón y encontrar maneras de disuadirlo, pero nunca pensó en lo que haría cuando lo encontrara, que solo siguió actuando como si nada.- Eh... Hace frío hoy, ¿no? - Murmuró, sintiéndose tonta porque justo se lo había copiado a un doctora que escuchó en el pasillo, pero era esa clase de charla la que se oía por ahí. Recordó que tenía un asunto que preguntarle sobre Reiv, pero también otras cosillas. Era preguntarle o interrogarle por su tarta. Tuvo que tomar una decisión y hacer un sacrificio.- Emmm... Reiv está progresando muy bien, ¿no? Cada día lo veo de mejor color y las heridas van cerrando...
Hola, estoy bien. ¿Y tú? - Preguntó educadamente, pero aún perpleja por lo que acababa de ocurrir. Se había enfocado mucho en encontrar al ladrón y encontrar maneras de disuadirlo, pero nunca pensó en lo que haría cuando lo encontrara, que solo siguió actuando como si nada.- Eh... Hace frío hoy, ¿no? - Murmuró, sintiéndose tonta porque justo se lo había copiado a un doctora que escuchó en el pasillo, pero era esa clase de charla la que se oía por ahí. Recordó que tenía un asunto que preguntarle sobre Reiv, pero también otras cosillas. Era preguntarle o interrogarle por su tarta. Tuvo que tomar una decisión y hacer un sacrificio.- Emmm... Reiv está progresando muy bien, ¿no? Cada día lo veo de mejor color y las heridas van cerrando...
Aldaron Failon
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Me había hecho el loco muy descaradamente y si me preguntab por la tarta me hacía el sueco "yo no saber, no entender tu idioma, yo extranjero" y saldría por patas de allí, pero la chica o era muy buena o no se había coscado -uy, de maravilla chica, estos días han estado tranquilitos, casi no hay trabajo, aquí lo malo viene cuando os vais a hacer el cabra a la superficie- comenté antes de acercarme y tomar asiento, miré en el centro de la mesa, había más cosas con etiquetas pero me daba igual, como ya no podía comer tarta me tocaban las galletas de Arleen para mojarlas en café -Pues no te creas, no hace tanto frío, pero como no salgo de aquí pues eso, se está a gusto- seguí devorando las galletas y bebiendo café tan tranquilo, cuando me dijo lo de su novio la miré -Si, tu novio va bien pero tenemos que seguir haciéndole un seguimiento, él y la otra afectada por nanobots han despertado antes de lo previsto pero las secuelas duran hasta muuucho tiempo después, pero estará bien, un mes o dos de reposo y lo tienes listo para... hacer ejercicio- lo último lo había dicho de forma sugerente y con un movimiento de cejas para acompañarlo a ver si me entendía.
No supo qué hacer cuando el contrario comenzó a realmente conversar, porque por lo general la gente solo contestaba "bien" cuando se preguntaban cómo estás. Le escuchó, asintió un par de veces, incluso sonrió porque dijo cabra en la oración y era poco usual. Le gustaban las cabras, cosas de dragones supuso.- Oh, que... bien.- Susurró tratando de mantener la sonrisa al verlo sentarse tan campante y comerse las cosas de Arleen, por lo que veía. Así que era habitual...
A... A mi me gusta el frío.- Susurró en una vocecita, extrañada de estarle dando información, pero sentía que Reiv estaría orgullosa de que estuviera "participando" en una "conversación". Bebió un sorbo de su café y escuchó lo que tenía que decir sobre Reiv, atragantándose un poco al final.
Oh... Eh... Así que tiene que quedarse. Había pensado que quizás podría pasarse a su habitación ahora que había despertado. Se veía un poco mejor esta mañana.- Iba a añadir que ella podría cuidarle, pero luego recordó la cara con la que dijo lo del ejercicio y se le subieron los colores al rostro.- Amm... pues... Si... Emmmmmmmm...- Se estaba estrujando el cerebro bastaaaaaaaante para dar con algo que decir, hasta que recordó un detalle que la haría quedar muy mal a ojos del elfo. En el hospital se contaban todo, no podría volver nunca.- Reiv mencionó que tienes un negocio nuevo. Que interesante. ¿Te... emmm... gusta... trabajar... en... tu nuevo... trabajo?- Que mal se le daba conversar. La parte buena era que al elfo no tanto.
A... A mi me gusta el frío.- Susurró en una vocecita, extrañada de estarle dando información, pero sentía que Reiv estaría orgullosa de que estuviera "participando" en una "conversación". Bebió un sorbo de su café y escuchó lo que tenía que decir sobre Reiv, atragantándose un poco al final.
Oh... Eh... Así que tiene que quedarse. Había pensado que quizás podría pasarse a su habitación ahora que había despertado. Se veía un poco mejor esta mañana.- Iba a añadir que ella podría cuidarle, pero luego recordó la cara con la que dijo lo del ejercicio y se le subieron los colores al rostro.- Amm... pues... Si... Emmmmmmmm...- Se estaba estrujando el cerebro bastaaaaaaaante para dar con algo que decir, hasta que recordó un detalle que la haría quedar muy mal a ojos del elfo. En el hospital se contaban todo, no podría volver nunca.- Reiv mencionó que tienes un negocio nuevo. Que interesante. ¿Te... emmm... gusta... trabajar... en... tu nuevo... trabajo?- Que mal se le daba conversar. La parte buena era que al elfo no tanto.
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-Sep, eso y que todo el mundo ha venido a trabajar, estoy pensando en tomarme un par de días libres, porque después van a escurrir el bulto cuando toque jaleo y al que le toca pringar es a mi- di un sorbito a mi café que estaba medio ardiendo, como estaba a lo mío no me había dado cuenta de que era la conversación más larga que había tenido con la pelirroja desde que nos conocemos y fuera de dramas.
-Pues a mi me gusta el clima templadito, ya sabes, otoño o primavera, ni frío ni calor, pero si que es verdad que odio el calor excesivo, no lo soporto desde mis tiempos mozos, tu te plantas un día en pleno agosto en el centro de córdoba y no lo cuentas, lo que había que hacer por conocer un buen mozo en grinder... y al final no era como el de la foto- iba yo a tope contándole mi vida que a lo mejor no le interesaba pero con lo maruja que era es que me salia solo.
Terminé con las galletas esas de fibra de Arleen y el café, levantándome a por otra taza mientras la pelirroja decía que quería llevarse a su novio a casa -no, no, de eso nada, a tu novio he tenido que quitarle un cacho de hígado, uno de intestino y tiene una operación de corazón, eso son muchas cosas, además, no lleva la vía por nada, le hemos estado suministrando algunas cosillas, anticoagulantes, vitaminas...- empecé a enumerar todas las cosas que llevaba el chico, no solo en el gotero, también en su dieta -... tiene que comer ligero, cosas con fibra, estar hidratado, ingerir probióticos por todos los antibióticos que le dimos para la infección y por su puesto, mantenerlo seguro, si lo vuelven a atacar el hospital no se hace responsable si te lo llevas, además de que aquí podemos darle asistencia inmediata si le sucede algo- me terminé la segunda taza de café y la aparté para ver mi teléfono mágico que no funciona con internet sino con magia para ver mi Tick Tack -Uy! ya tengo 200 visitas!-
aquella se puso a titubear después de que le dijera lo del ejercicio y su cara se puso casi del mismo color que su cabello, eso alimentaba a la bestia maruja de mi interior que tenía como arma secreta un moño lanzador de preguntas incómodas y cuando habló de mi negocio ya las tenía todas conmigo y mi sonrisa maligna y malintencionada ya no podía borrarse -oh~ así que te interesa mi negocio, eso es bueno, pero... los condones tienen tamaños, ¿sabes? tendrás que decirme cosas de tu novio para poder venderte el mejor producto, te haré descuento y todo, que me caes muy bien- en realidad solo quería echarme unas risas porque soy un máquina y mis elfondones se ajustaban a todo.
-Pues a mi me gusta el clima templadito, ya sabes, otoño o primavera, ni frío ni calor, pero si que es verdad que odio el calor excesivo, no lo soporto desde mis tiempos mozos, tu te plantas un día en pleno agosto en el centro de córdoba y no lo cuentas, lo que había que hacer por conocer un buen mozo en grinder... y al final no era como el de la foto- iba yo a tope contándole mi vida que a lo mejor no le interesaba pero con lo maruja que era es que me salia solo.
Terminé con las galletas esas de fibra de Arleen y el café, levantándome a por otra taza mientras la pelirroja decía que quería llevarse a su novio a casa -no, no, de eso nada, a tu novio he tenido que quitarle un cacho de hígado, uno de intestino y tiene una operación de corazón, eso son muchas cosas, además, no lleva la vía por nada, le hemos estado suministrando algunas cosillas, anticoagulantes, vitaminas...- empecé a enumerar todas las cosas que llevaba el chico, no solo en el gotero, también en su dieta -... tiene que comer ligero, cosas con fibra, estar hidratado, ingerir probióticos por todos los antibióticos que le dimos para la infección y por su puesto, mantenerlo seguro, si lo vuelven a atacar el hospital no se hace responsable si te lo llevas, además de que aquí podemos darle asistencia inmediata si le sucede algo- me terminé la segunda taza de café y la aparté para ver mi teléfono mágico que no funciona con internet sino con magia para ver mi Tick Tack -Uy! ya tengo 200 visitas!-
aquella se puso a titubear después de que le dijera lo del ejercicio y su cara se puso casi del mismo color que su cabello, eso alimentaba a la bestia maruja de mi interior que tenía como arma secreta un moño lanzador de preguntas incómodas y cuando habló de mi negocio ya las tenía todas conmigo y mi sonrisa maligna y malintencionada ya no podía borrarse -oh~ así que te interesa mi negocio, eso es bueno, pero... los condones tienen tamaños, ¿sabes? tendrás que decirme cosas de tu novio para poder venderte el mejor producto, te haré descuento y todo, que me caes muy bien- en realidad solo quería echarme unas risas porque soy un máquina y mis elfondones se ajustaban a todo.
Después de hablar con el encargado del área de psicomedimagos Anteia decidió buscar a Aldaron. En su opinión la campaña de educación sexual había ayudado mucho pero aún quedaba trabajo por hacer. Después de oír a Kyllian que quedaría impotente por no casarse había pensado que tal vez eran todos unos niños experimentando en el sexo y trayendo a más chiquillos al mundo sin estar preparado.
No iba a permitirlo.
Preguntó a una de las enfermeras si había visto a Aldaron y le dijeron que se encontraba en la sala de personal. Se encaminó hacia allí pensando que realmente necesitaba comerse un postre como una…dónut, con jamón y queso. Y tal vez calientito. ¡Oh! ¡Tenía un antojo! Se llevó la mano al vientre con una sonrisita -Así que te gusta lo dulce- Se rió un poco y abrió la puerta para encontrarse a una pelirroja, que creía que se llamaba Juliet, y a Aldaron. La muchacha se veía en cierto apuro y Anteia arqueó las cejas -Buenas buenas, que tal por aquí? ¡Os vengo a presentar una idea importante! … ¿Qué os parece si presentamos una solicitud para crear un departamento de educación sexual y un curso importante para madres primerizas?- Estaba en modo innovador -¿Y quien tiene un donut con jamón y queso?
No iba a permitirlo.
Preguntó a una de las enfermeras si había visto a Aldaron y le dijeron que se encontraba en la sala de personal. Se encaminó hacia allí pensando que realmente necesitaba comerse un postre como una…dónut, con jamón y queso. Y tal vez calientito. ¡Oh! ¡Tenía un antojo! Se llevó la mano al vientre con una sonrisita -Así que te gusta lo dulce- Se rió un poco y abrió la puerta para encontrarse a una pelirroja, que creía que se llamaba Juliet, y a Aldaron. La muchacha se veía en cierto apuro y Anteia arqueó las cejas -Buenas buenas, que tal por aquí? ¡Os vengo a presentar una idea importante! … ¿Qué os parece si presentamos una solicitud para crear un departamento de educación sexual y un curso importante para madres primerizas?- Estaba en modo innovador -¿Y quien tiene un donut con jamón y queso?
Sonrió a lo de tomarse unos días libres mientras bebía un poco de su café. La verdad es que pocas veces lo veía, pero era fácil saber donde estaba, porque siempre estaba en donde provenía el escándalo, como gato con cascabel. Le gustaba el elfo. Daba respuestas largas a preguntas que apenas y lograba formular. Era un poco como su tío en eso. Tenían conversación fácil y divertida, y podía relajarse.
¿Grinder? - De Córdoba había oido hablar, pero Grinder no tenía idea de qué era, sobre todo cuando mencionó lo de la foto. En general, no estaba muy a la par con la tecnología. Lo más moderno que tenía era un bolso, muy bonito, que estaba ahora en su casillero y que la hacía sentir a la moda aunque solo era negro y simple.
Cuando soltó la bomba de Reiv, se sorprendió demasiado al escuchar que le habían quitado pedazos de adentro. Su rostro reflejó perplejidad y angustia. Sabía que le estaban pasando muchos medicamentos, porque la lista en el expediente era larga, pero no sabía para qué era cada uno.- Oh... p-pero... ¿va a estar bien, no? Está despierto, está consciente. Creí que ya sería todo más fácil.- Murmuró. Pobre Reiv, con su cara de cachorro y todo tendría que quedarse en el hospital más tiempo. El elfo era una persona de contrastes, le sacó mucho de enfoque la cuestión de las 200 visitas. ¿Visitas? Se encogió de hombros.
Quiso haber callado cuando comenzó con su sonrisa maliciosa. Se ocultó la cara detrás de la taza, casi atragantándose cuando usó la palabra condón en una oración en voz alta. ¡Tamaños! ¿Tenía que decirle el tamaño? ¿Cómo le iba a describir el tamaño? Cerró los ojos, dejó el café y se llevó las manos a la cara para ocultar su verguenza. Una luz divina la iluminó cuando una idea llegó a su cabeza.- P-pero... ya... lo... viste.- Murmuró muuuuuy incómoda, a sabiendas de que el contrario solo quería sacar datos jugosos, pero la anatomía de su novio, que linda palabra, ya la conocía todo el hospital. Si antes lo había visto como algo vergonzoso, al menos así se ahorraba la respuesta.- S-Supongo que en eso... tu estimas mejor... el... tamaño.- No se sacó las manos de la cara hasta que escuchó a alguien entrar. ¡Anteia! La había visto antes, era tan bonita y parecía muy linda con la gente a su alrededor. Llegó justo en el mejor momento para cortar la conversación de los condones y ZAS, hace su pitch y los colores le volvieron poco a poco al rostro. Que a falta de donut, se llevó el café a la boca para darle un sorbo.
¿Grinder? - De Córdoba había oido hablar, pero Grinder no tenía idea de qué era, sobre todo cuando mencionó lo de la foto. En general, no estaba muy a la par con la tecnología. Lo más moderno que tenía era un bolso, muy bonito, que estaba ahora en su casillero y que la hacía sentir a la moda aunque solo era negro y simple.
Cuando soltó la bomba de Reiv, se sorprendió demasiado al escuchar que le habían quitado pedazos de adentro. Su rostro reflejó perplejidad y angustia. Sabía que le estaban pasando muchos medicamentos, porque la lista en el expediente era larga, pero no sabía para qué era cada uno.- Oh... p-pero... ¿va a estar bien, no? Está despierto, está consciente. Creí que ya sería todo más fácil.- Murmuró. Pobre Reiv, con su cara de cachorro y todo tendría que quedarse en el hospital más tiempo. El elfo era una persona de contrastes, le sacó mucho de enfoque la cuestión de las 200 visitas. ¿Visitas? Se encogió de hombros.
Quiso haber callado cuando comenzó con su sonrisa maliciosa. Se ocultó la cara detrás de la taza, casi atragantándose cuando usó la palabra condón en una oración en voz alta. ¡Tamaños! ¿Tenía que decirle el tamaño? ¿Cómo le iba a describir el tamaño? Cerró los ojos, dejó el café y se llevó las manos a la cara para ocultar su verguenza. Una luz divina la iluminó cuando una idea llegó a su cabeza.- P-pero... ya... lo... viste.- Murmuró muuuuuy incómoda, a sabiendas de que el contrario solo quería sacar datos jugosos, pero la anatomía de su novio, que linda palabra, ya la conocía todo el hospital. Si antes lo había visto como algo vergonzoso, al menos así se ahorraba la respuesta.- S-Supongo que en eso... tu estimas mejor... el... tamaño.- No se sacó las manos de la cara hasta que escuchó a alguien entrar. ¡Anteia! La había visto antes, era tan bonita y parecía muy linda con la gente a su alrededor. Llegó justo en el mejor momento para cortar la conversación de los condones y ZAS, hace su pitch y los colores le volvieron poco a poco al rostro. Que a falta de donut, se llevó el café a la boca para darle un sorbo.
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