Recuerdo del primer mensaje :
Casa de la familia Hacksaw. Se encuentra en la periferia londinense, fuera del núcleo urbano. Situada en lo alto de una colina, alejada de otras urbanizaciones de la zona, aunque a día de hoy poca gente vive por aquí. La casa estuvo abandonada varios años durante la guerra, aunque tras recientes reformas y pequeñas reparaciones en el interior vuelve a ser habitable.
Seguía oyendo voces provenir del salón y yo seguí intentando digerir como una persona coherente la noticia. Por que puñetas me estaba afectando tanto? Si yo ya sabia que entre ellos dos había rollo!!!!
"Date tiempo Aza....estás mas sensible de lo normal y...y...."
"y es una bofetada en la oreja!!"
Escuché a alguien en el marco de la puerta y vi que era Desmond. Me tranquilicé y le di un montón de galletas para que zampase, si necesitaba galletas como yo, es que también le estaba costando digerir la noticia.
Me golpee el pecho cuando habia tragado mas galletas de las que podía y abrí el grifo para que saliera agua, la cual controlé para que cayese a un cuenco que había formado con mis manos y beberla. Luego me pasé dichas manos mojadas por la cara.
-Vale, ya...estoy bien. No se ha notado que he huido, no?
"nah, que va. Está bien. Están bien. Y yo tambien. Fuuh...."
-Que fuerte. QUE FUERTE. Que fuerte, tío. - me acerque a Desmond llevándome una mano a la sien, señalando luego a la puerta. - Yo...dile a Cat que siento haberme ido asi de golpe, eh? No ha sido la mejor reaccion. Pero... -miré azorada a todas partes, no sabia donde esconderme. -Pero es que las cosas no se hacen asi!
Me asomé de reojo y vi al nigromante marcharse, y mordí mi labio inferior. No sabia si estaba jodida en general, si estaba jodida porque tenia celos de que Ian definitivamente nunca fuese a estar a mi lado, o si estaba jodida porque pensaba que al formar Ian una familia, que lo que me afectaban no eran los celos de un amor adolescente perdido, si no el hecho de perderlo como mejor amigo. Porque estaba empezando un camino distinto al mio, asi de pronto, sin advertir ni nada....Conforme mas lo pensaba, mas me daba cuenta de que se trataba más de lo ultimo que de lo otro... lo cual me tranquilizó un poco, pero no del todo.
"creo que necesito independizarme"
-Creo que necesito irme. - pero no podía. Le di otro puñado de galletas a Desmond. - tu también estas aquí porque te has estresado?
"Date tiempo Aza....estás mas sensible de lo normal y...y...."
"y es una bofetada en la oreja!!"
Escuché a alguien en el marco de la puerta y vi que era Desmond. Me tranquilicé y le di un montón de galletas para que zampase, si necesitaba galletas como yo, es que también le estaba costando digerir la noticia.
Me golpee el pecho cuando habia tragado mas galletas de las que podía y abrí el grifo para que saliera agua, la cual controlé para que cayese a un cuenco que había formado con mis manos y beberla. Luego me pasé dichas manos mojadas por la cara.
-Vale, ya...estoy bien. No se ha notado que he huido, no?
"nah, que va. Está bien. Están bien. Y yo tambien. Fuuh...."
-Que fuerte. QUE FUERTE. Que fuerte, tío. - me acerque a Desmond llevándome una mano a la sien, señalando luego a la puerta. - Yo...dile a Cat que siento haberme ido asi de golpe, eh? No ha sido la mejor reaccion. Pero... -miré azorada a todas partes, no sabia donde esconderme. -Pero es que las cosas no se hacen asi!
Me asomé de reojo y vi al nigromante marcharse, y mordí mi labio inferior. No sabia si estaba jodida en general, si estaba jodida porque tenia celos de que Ian definitivamente nunca fuese a estar a mi lado, o si estaba jodida porque pensaba que al formar Ian una familia, que lo que me afectaban no eran los celos de un amor adolescente perdido, si no el hecho de perderlo como mejor amigo. Porque estaba empezando un camino distinto al mio, asi de pronto, sin advertir ni nada....Conforme mas lo pensaba, mas me daba cuenta de que se trataba más de lo ultimo que de lo otro... lo cual me tranquilizó un poco, pero no del todo.
"creo que necesito independizarme"
-Creo que necesito irme. - pero no podía. Le di otro puñado de galletas a Desmond. - tu también estas aquí porque te has estresado?
Alcé la mano para pillar al vuelo la moneda comunicadora que tan astutamente mi esposa me habia quitado para ser ella la unica que se me tiese en fregados. Aunque no me hacia ni pizca de gracia que se fuera a batallar sin avisarme, debia reconocer que...aquella faceta suya me resultaba de lo mas atrayente. Rodé la mirada y sonreí negando con la cabeza cuando dijo que era muy buena sanadora.
"Me casé con una Malfoy, eso es asi"
Asentí cuando mencionó aquello de mi primo Lykaios. Sabía que podia encargarse ella perfectamente. - Pues andad con cuidado, pueden rastrear esos chips.
Sonreí despues de la noticia, por las reacciones de todos, sobre todo la de Adam y Chloe. -No exagero Ian, nada de dormir! - vale, exageraba un poco.
Me encargué de los gemelos cuando Anteia se levantó y fue a por Ian, que por lo visto, habia sido envenenado. Lo miré mal, frunciendo mi ceño bastante. - Te han picado unos bichos magicos y en ningun momento se te ha ocurrido pensar que estabas envenenado? Por Merlín Ian!
Me acerqué a Anteia y estiré mi mano hacia ella para ayudarla, se la veía agotada. - Tú ya has hecho bastante de tu sanacion por hoy y deberias descanar.
Miré a Catherine cuando dijo eso de turnarse cuidando una noche del bebé de ellos para que pudiesen dormir de largo. Puse cara de estar pensando "novatos" y me reí. Escuché que tendrian un sitio bueno donde poder criarlo, que nada tenia que ver con esta casa, y me quedé algo mas tranquilo. El nigromante se fue tras anunciar que nada de portales, y Anteia estaba emocionadisima con aquello de que tendrian que preparar un dormitorio nuevo. Decorar habitaciones le encantaba.
-No tengáis miedo, vale? La vida sigue. Jovenes o no, con dificultades allá afuera o no... la vida sigue. Lo importante es que vosotros sintáis que estais en el camino que queréis estar ahora mismo. No siempre se puede, ya lo sabéis. Debéis aprovecharlo ahora.
Luego me acerqué a Adam, dejando a los pequeños en una silla entretenidos con la estatuilla de colibrí que solia llevar al cuello y que me habia quitado para ellos. Suerte que era irrompible...y a ver cuanto les duraba el entretenimiento. Me puse a su lado mirando a la pareja que acababa de hacer el anuncio y metí mis manos en los bolsillos, queria preguntarle algo para asegurarme.
-Te quedarás por aqui una buena temporada, no? - tenía que decir que si.
"Me casé con una Malfoy, eso es asi"
Asentí cuando mencionó aquello de mi primo Lykaios. Sabía que podia encargarse ella perfectamente. - Pues andad con cuidado, pueden rastrear esos chips.
Sonreí despues de la noticia, por las reacciones de todos, sobre todo la de Adam y Chloe. -No exagero Ian, nada de dormir! - vale, exageraba un poco.
Me encargué de los gemelos cuando Anteia se levantó y fue a por Ian, que por lo visto, habia sido envenenado. Lo miré mal, frunciendo mi ceño bastante. - Te han picado unos bichos magicos y en ningun momento se te ha ocurrido pensar que estabas envenenado? Por Merlín Ian!
Me acerqué a Anteia y estiré mi mano hacia ella para ayudarla, se la veía agotada. - Tú ya has hecho bastante de tu sanacion por hoy y deberias descanar.
Miré a Catherine cuando dijo eso de turnarse cuidando una noche del bebé de ellos para que pudiesen dormir de largo. Puse cara de estar pensando "novatos" y me reí. Escuché que tendrian un sitio bueno donde poder criarlo, que nada tenia que ver con esta casa, y me quedé algo mas tranquilo. El nigromante se fue tras anunciar que nada de portales, y Anteia estaba emocionadisima con aquello de que tendrian que preparar un dormitorio nuevo. Decorar habitaciones le encantaba.
-No tengáis miedo, vale? La vida sigue. Jovenes o no, con dificultades allá afuera o no... la vida sigue. Lo importante es que vosotros sintáis que estais en el camino que queréis estar ahora mismo. No siempre se puede, ya lo sabéis. Debéis aprovecharlo ahora.
Luego me acerqué a Adam, dejando a los pequeños en una silla entretenidos con la estatuilla de colibrí que solia llevar al cuello y que me habia quitado para ellos. Suerte que era irrompible...y a ver cuanto les duraba el entretenimiento. Me puse a su lado mirando a la pareja que acababa de hacer el anuncio y metí mis manos en los bolsillos, queria preguntarle algo para asegurarme.
-Te quedarás por aqui una buena temporada, no? - tenía que decir que si.
Rhaegar Le Fay
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Mi hermano se fue tras la peliazul y las galletas. Lamenté sinceramente la perdida de las galletas, mas que otra cosa... me dediqué pues a mirar a mi hermana y a los mocosos peliazules que por suerte no estaban dando mucho por saco. ¿El de Catherine seria asi?
- ¿Qué? Ni lo sueñes. - le respondí cuando propuso algo similar a hacer turnos nocturnos y cuidar de no nato. Escuché a los demas, vi la sanacion que hizo la mujer para extraer el veneno en cuanto lo mencioné, y farfullé silenciosamente un "de nada." Rasputín se fue, pero no le dije adiós. Al menos habia dejado claro aquello de los portales.
Chloe me estaba poniendo dolor de cabeza con tanta emocion, y yo ladeé la cabeza pensando en si Ian seria un padre apto. Bueno, en el castillo Le Fay se habia defendido decentemente. Sabía pelear. Pero contra Maxwell, si algo llegaba a pasar.... ojalá pudiera provocarle una embolia a tiempo, a él, y no a uno de sus espejismos, claro está. Es lo jodido. Recordé algo entonces, y ahora que Desmond estaba demasiado ocupado intentando romper su idea tradicional de las promesas y los juramentos, miré a Lyran.
-Supongo que pese a esto, lo que le dijo a mi hermano sigue en pie. Ahora sobre todo. - si Des había hablado con él sabria a que me refería. Me despegué de la pared y me acerqué a Chloe sin rodeos, para preguntarle de una. -Tu, quieres entrenar con mi hermano y conmigo? Queremos aprender oclumancia, Lyran dijo que nos enseñaría. Pero necesitamos a alguien como tu.
Iba a decirselo en plan afirmativo y no interrogativo, pero por deferencia a su padre ahi presente usé una formula de cortesía. Ahi seguia habiendo demasiada gente. Recordé lo del sigilo de Cat, pero pensé que...no, que no le pediría que me avisase.
- ¿Qué? Ni lo sueñes. - le respondí cuando propuso algo similar a hacer turnos nocturnos y cuidar de no nato. Escuché a los demas, vi la sanacion que hizo la mujer para extraer el veneno en cuanto lo mencioné, y farfullé silenciosamente un "de nada." Rasputín se fue, pero no le dije adiós. Al menos habia dejado claro aquello de los portales.
Chloe me estaba poniendo dolor de cabeza con tanta emocion, y yo ladeé la cabeza pensando en si Ian seria un padre apto. Bueno, en el castillo Le Fay se habia defendido decentemente. Sabía pelear. Pero contra Maxwell, si algo llegaba a pasar.... ojalá pudiera provocarle una embolia a tiempo, a él, y no a uno de sus espejismos, claro está. Es lo jodido. Recordé algo entonces, y ahora que Desmond estaba demasiado ocupado intentando romper su idea tradicional de las promesas y los juramentos, miré a Lyran.
-Supongo que pese a esto, lo que le dijo a mi hermano sigue en pie. Ahora sobre todo. - si Des había hablado con él sabria a que me refería. Me despegué de la pared y me acerqué a Chloe sin rodeos, para preguntarle de una. -Tu, quieres entrenar con mi hermano y conmigo? Queremos aprender oclumancia, Lyran dijo que nos enseñaría. Pero necesitamos a alguien como tu.
Iba a decirselo en plan afirmativo y no interrogativo, pero por deferencia a su padre ahi presente usé una formula de cortesía. Ahi seguia habiendo demasiada gente. Recordé lo del sigilo de Cat, pero pensé que...no, que no le pediría que me avisase.
Tras la feliz noticia no puedo dejar de parlotear, moverme y sonreír de manera hiperactiva, comenzando a hablar de mil cosas una detrás de otra, hasta el punto de que tal vez pueda resultar estresante casi sin darme cuenta. - ¿ y qué nombre le vais a poner? ¿preferís niño o niña? ¿vais a vivir en tierra o en la isla? ¿Ian, y tú de qué vas a trabajar? porque tendrás que hacer algo más que pelear, ¿no? ¿y tú Catherine, cómo te encuentras? ¿tienes las molestias de los primeros meses? ¡Oh! puedo traerte unas hierbas muy buenas que sirven para asentar el estómago, verás que bien. Iré ahora al bosque a por ellas y podrás hacerte muchas infusiones. - suelto un 'awww' de amor familiar al escuchar a Anteia decir que ellos saldrían adelante como nuestras familias, y otro 'awww' más largo al escuchar que tanto Lyran como mi padre apoyan a la pareja. Tan emocionada estoy que casi no me doy cuenta de la repentina marcha de Azahar. A Desmond tampoco parece que le haya hecho mucha gracia.
- ¡ Voy a ser tía! le enseñaré a amar la naturaleza, a ser pacífica, o pacífico...a ser vegano...en fin, muchas cosas. - dejo de enumerar con los dedos, volviendo a espachurrar a mi hermano con un abrazo cuando Anteia termina de curarlo. - Sí, qué empanado...mira que no tener en cuenta los escorpiones. - la pobre Anteia está algo tocada por curar tanto y por la batalla, así que le echo una mano usando mi habilidad de curación sobre ella. Sitúo las manos sobre ella, a unos cuantos centímetros, comenzando a canalizar mi energía sanadora para curar a Anteia y hacer que se recupere un poco. Una tenue luz azulada rodea a Anteia durante el proceso, tomando algo más d eun minuto hasta que creo que es suficiente. - Ya está...ahora descansa, y si me necesitas de nuevo me avisas. - pego un pequeño bote cuando Rhaegar se acerca a mi tan de repente para preguntarme si quiero entrenar con ellos el tema de la oclumancia. Me pilla un tanto desubicada, pero si es aprender con Lyran siempre me parece bien, es un gran profesor.
- Tú no te andas con rodeos, eh? - me río un poco, asintiendo después. - Claro, cuando vayáis a entrenar me avisáis y voy a donde estéis. Siempre es bueno proteger la mente de agresiones externas. Yo ahora voy a ir a buscar esas plantas, cualquier cosa me mandáis in mensaje. - me despido de los presentes, dándole después un beso en la mejilla a mi padre. Después me desaparezco de allí, a seguir haciendo mis cosas hippies esas.
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20 dado + 10 habilidad ficha + 40 anillo= 70 para Anteia
- ¡ Voy a ser tía! le enseñaré a amar la naturaleza, a ser pacífica, o pacífico...a ser vegano...en fin, muchas cosas. - dejo de enumerar con los dedos, volviendo a espachurrar a mi hermano con un abrazo cuando Anteia termina de curarlo. - Sí, qué empanado...mira que no tener en cuenta los escorpiones. - la pobre Anteia está algo tocada por curar tanto y por la batalla, así que le echo una mano usando mi habilidad de curación sobre ella. Sitúo las manos sobre ella, a unos cuantos centímetros, comenzando a canalizar mi energía sanadora para curar a Anteia y hacer que se recupere un poco. Una tenue luz azulada rodea a Anteia durante el proceso, tomando algo más d eun minuto hasta que creo que es suficiente. - Ya está...ahora descansa, y si me necesitas de nuevo me avisas. - pego un pequeño bote cuando Rhaegar se acerca a mi tan de repente para preguntarme si quiero entrenar con ellos el tema de la oclumancia. Me pilla un tanto desubicada, pero si es aprender con Lyran siempre me parece bien, es un gran profesor.
- Tú no te andas con rodeos, eh? - me río un poco, asintiendo después. - Claro, cuando vayáis a entrenar me avisáis y voy a donde estéis. Siempre es bueno proteger la mente de agresiones externas. Yo ahora voy a ir a buscar esas plantas, cualquier cosa me mandáis in mensaje. - me despido de los presentes, dándole después un beso en la mejilla a mi padre. Después me desaparezco de allí, a seguir haciendo mis cosas hippies esas.
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El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
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Me aparto un poco de Ian para darle espacio, aunque sigo preocupado por él al verlo sentarse en el sofá un tanto mareado. Chasqueo la lengua y no le respondo a eso de que nosotros éramos más jóvenes, porque lleva razón. Al menos creo que le he demostrado mi apoyo para lo que vayan a necesitar, con que sepa eso me basta. Evito mirar a Anteia directamente cuando se dirige a mí, pero no me pasa desapercibida la frase de Anteia dirigida a sus mellizos, mencionando que yo estaría allí cuando lo necesitasen. ¿Es eso acaso un reconocimiento o agradecimiento por las veces que he velado por Azahar? ¿significa que prefiere centrarse en lo bueno en lugar de en los pecados?. La última vez que tuve que intervenir fue cuando Azahar perdió el ojo, la primera fue cuando la secuestraron los aurores para usarla de esclava en la construcción de la fortaleza que tenían. Conseguí sacarla de allí, sí, pero utilizando para entrar allí a un criajo auror que poco después supe que era hijo mío. Lars Knox, único hijo de Aleera Knox, hermana de Lyran. Otra cosa que también resulta muy jodida de tragar y de perdonarse, tanto por el trágico final que tuvo el chico como por cómo debió quedar su madre y la decepción de Lyran al saber que yo era el padre, con la consiguiente infidelidad a mi esposa.
- Así es. - respondo por fin con un tono algo amargo, añadiendo después. - pero mejor que no estén en situaciones en las que me necesiten, por su bien. - damos esa pequeña "conversación" por zanjada, para ambos será lo mejor por ahora. Por suerte comienza a hablar sobre el barbudo, el tal Matvey Rasputín. Tal vez me suene de oídas, pero poca cosa. Hago un gesto vago de despedida antes de que el susodicho se marche por un puñetero portal, no sin antes mencionar cosas de demonios que hacen que me estremezca ligeramente. Me recuerda a lo que vi en el cementerio cuando yo sólo era un adolescente y me vi envuelto en aquella pelea entre el alma de Ian Foster y la de aquel tío que no merece ser llamado padre, por mucho que al final pareciese arrepentirse. Con los conocimientos que tengo ahora juraría que Jason Hacksaw podría albergar algo similar a un demonio en su interior. Nunca lo sabré, y tampoco me interesa demasiado. Me quedo algo ausente por esta variedad de recuerdos del pasado que vienen a mi mente, de los cuales el único más o menos positivo es el haber conseguido salvar a Azahar. El resto son otras cuantas cicatrices más, que con el tiempo se han ido volviendo mucho más numerosas e importantes que las que tengo en forma de cruz en la palma de mis manos. Vuelvo un poco a la realidad del momento al mirar hacia donde está Anteia atendiendo a Ian para neutralizar el veneno de su sangre, quedando tranquilo porque está en buenas manos y no tarda en conseguirlo. Es bueno saber que ellos cuidarían de mis hijos tanto como yo mismo, igual que yo haría con los suyos. No en vano son sus padrinos. Y hablando de padrinos...llevo demasiado sin ver a Jarkko, debería localizarlo y asegurarme de que está bien.
Suelto un sonido irónico al escuchar a Catherine diciendo que tienen que acabar con la guerra antes de que nazca el niño, pensando que peca de idealista. - Dudo que en unos meses se solucione la cosa. Llevamos años intentándolo sin conseguir una paz definitiva, sólo un tira y afloja en el que unas veces unos están arriba y otras veces abajo. Sólo una gran unión de aliados conseguiría parar esto, y quién sabe si de manera definitiva...- hace tiempo que me hice a la idea de que los planes nunca salían como querías, desde que fracasó el intento de paz en el acto del Odeon Theatre, tras el golpe de Estado que di al Ministerio. - Aunque tal vez los jóvenes seáis el camino y tengáis que conseguir lo que otros están ya cansados de luchar...- es una manera de decir que les cedemos el testigo, aunque eso no quiere decir que vayamos a retirarnos. No es que yo sea mayor o no esté en forma para luchar, se trata más de una cuestión de cansancio espiritual. Arqueo una ceja al escuchar que va antes el apellido Le Fay, cosa de la que no tenía ni idea. No es que aprecie mucho el apellido familiar, pero...me da la sensación de que siempre es la misma historia: magos de familia noble imponiéndose a los que no tienen "sangre azul". Tampoco me importa demasiado, el apellido es sólo un adorno. Si mi descendencia llevara otro apellido me daría igual, lo que me importa son mis hijos. Chloe se encarga de alegrarme un poco la existencia con esa vitalidad que se gasta y con su cariñosa despedida tras curar a Anteia. Le pido que vaya con cuidado y que no vuelva tarde, sin poder evitar preocuparme cada vez que sale, aunque sea al bosque. Cuando Lyran se pone a mi lado le echo una mirada de reojo, volviendo a mirar al frente tras unos segundos en los que medito la pregunta.
- Claro que me quedaré. Nunca me he ido realmente. Ya me necesitaban antes, pero ahora creo que me van a necesitar mucho más. Parece que los hijos no nos dejan tomarnos nunca un descanso...- Lyran siempre ha estado donde debía, pero yo me perdí demasiado tiempo de los míos, así que toca redimirse en cierto modo. No estaría mal poder hablar con Lyran a solas y con una cerveza en la mano, como en los viejos tiempos, pero no sé si ello sigue siendo posible todavía. Suspiro al mirar a la feliz pareja, pensando en lo que fue lo mío con Victoria cuando éramos así. Inconscientemente echo mano al bolsillo en el que he guardado las cartas. Antes miré el remitente un poco por encima, pero al revisar de nuevo el sobre me doy cuenta de que viene de uno de mis contactos en Francia, aquellos con los que estaba tratando de dar con el paradero de mi esposa. Temo abrir el sobre por lo que pueda encontrar, así que se me hacen eternos los segundos en los que lo sujeto delante de mí con la mano ligeramente temblorosa.
- Así es. - respondo por fin con un tono algo amargo, añadiendo después. - pero mejor que no estén en situaciones en las que me necesiten, por su bien. - damos esa pequeña "conversación" por zanjada, para ambos será lo mejor por ahora. Por suerte comienza a hablar sobre el barbudo, el tal Matvey Rasputín. Tal vez me suene de oídas, pero poca cosa. Hago un gesto vago de despedida antes de que el susodicho se marche por un puñetero portal, no sin antes mencionar cosas de demonios que hacen que me estremezca ligeramente. Me recuerda a lo que vi en el cementerio cuando yo sólo era un adolescente y me vi envuelto en aquella pelea entre el alma de Ian Foster y la de aquel tío que no merece ser llamado padre, por mucho que al final pareciese arrepentirse. Con los conocimientos que tengo ahora juraría que Jason Hacksaw podría albergar algo similar a un demonio en su interior. Nunca lo sabré, y tampoco me interesa demasiado. Me quedo algo ausente por esta variedad de recuerdos del pasado que vienen a mi mente, de los cuales el único más o menos positivo es el haber conseguido salvar a Azahar. El resto son otras cuantas cicatrices más, que con el tiempo se han ido volviendo mucho más numerosas e importantes que las que tengo en forma de cruz en la palma de mis manos. Vuelvo un poco a la realidad del momento al mirar hacia donde está Anteia atendiendo a Ian para neutralizar el veneno de su sangre, quedando tranquilo porque está en buenas manos y no tarda en conseguirlo. Es bueno saber que ellos cuidarían de mis hijos tanto como yo mismo, igual que yo haría con los suyos. No en vano son sus padrinos. Y hablando de padrinos...llevo demasiado sin ver a Jarkko, debería localizarlo y asegurarme de que está bien.
Suelto un sonido irónico al escuchar a Catherine diciendo que tienen que acabar con la guerra antes de que nazca el niño, pensando que peca de idealista. - Dudo que en unos meses se solucione la cosa. Llevamos años intentándolo sin conseguir una paz definitiva, sólo un tira y afloja en el que unas veces unos están arriba y otras veces abajo. Sólo una gran unión de aliados conseguiría parar esto, y quién sabe si de manera definitiva...- hace tiempo que me hice a la idea de que los planes nunca salían como querías, desde que fracasó el intento de paz en el acto del Odeon Theatre, tras el golpe de Estado que di al Ministerio. - Aunque tal vez los jóvenes seáis el camino y tengáis que conseguir lo que otros están ya cansados de luchar...- es una manera de decir que les cedemos el testigo, aunque eso no quiere decir que vayamos a retirarnos. No es que yo sea mayor o no esté en forma para luchar, se trata más de una cuestión de cansancio espiritual. Arqueo una ceja al escuchar que va antes el apellido Le Fay, cosa de la que no tenía ni idea. No es que aprecie mucho el apellido familiar, pero...me da la sensación de que siempre es la misma historia: magos de familia noble imponiéndose a los que no tienen "sangre azul". Tampoco me importa demasiado, el apellido es sólo un adorno. Si mi descendencia llevara otro apellido me daría igual, lo que me importa son mis hijos. Chloe se encarga de alegrarme un poco la existencia con esa vitalidad que se gasta y con su cariñosa despedida tras curar a Anteia. Le pido que vaya con cuidado y que no vuelva tarde, sin poder evitar preocuparme cada vez que sale, aunque sea al bosque. Cuando Lyran se pone a mi lado le echo una mirada de reojo, volviendo a mirar al frente tras unos segundos en los que medito la pregunta.
- Claro que me quedaré. Nunca me he ido realmente. Ya me necesitaban antes, pero ahora creo que me van a necesitar mucho más. Parece que los hijos no nos dejan tomarnos nunca un descanso...- Lyran siempre ha estado donde debía, pero yo me perdí demasiado tiempo de los míos, así que toca redimirse en cierto modo. No estaría mal poder hablar con Lyran a solas y con una cerveza en la mano, como en los viejos tiempos, pero no sé si ello sigue siendo posible todavía. Suspiro al mirar a la feliz pareja, pensando en lo que fue lo mío con Victoria cuando éramos así. Inconscientemente echo mano al bolsillo en el que he guardado las cartas. Antes miré el remitente un poco por encima, pero al revisar de nuevo el sobre me doy cuenta de que viene de uno de mis contactos en Francia, aquellos con los que estaba tratando de dar con el paradero de mi esposa. Temo abrir el sobre por lo que pueda encontrar, así que se me hacen eternos los segundos en los que lo sujeto delante de mí con la mano ligeramente temblorosa.
Intento excusarme con eso de los escorpiones para no parecer un idiota que no se da cuenta de cuando le pican, porque sí que me he dado cuenta, y mucho. Dolían bastante las jodidas picaduras. - No es eso...es que me curaron las heridas más visibles con magia y pensé que eso sería suficiente para neutralizar de una todo el veneno, pero parece que es más complicado. - por suerte Anteia llega enseguida al rescate, comenzando a utilizar su magia de sanación sobre mí para terminar de neutralizar los restos de veneno que quedasen en mi sangre. Poco a poco voy sintiéndome mejor, desapareciendo esa sensación de debilidad y de mareo que tenía hasta hace escasos segundos. Respiro hondo cuando ella termina, dándole las gracias por su ayuda.
- Chloe, échale una mano, ahora lo necesita ella. - le pido a mi hermana para que atienda a Anteia, que se ha quedado con muy mala cara después de curarme. No sé qué haríamos si no tuviésemos dos sanadoras en casa. Asiento cuando Anteia me da la razón con lo de que mis padres eran jóvenes, así que a él le toca guardar silencio. Hago un sonido de fastidio por lo bajo al volver a escuchar las palabras Maxwell, Consejo y compromiso, les estoy cogiendo mucha manía. - Bah, eso es lo menos importante en este momento. - en realidad es bastante irrelevante ahora mismo, prefiero pasar del tema, mientras no vengan a molestarnos todo perfecto. Además, nadie sabe qué ha sido de Maxwell. Espero que no esté tramando nada. Dejo de pensar en cosas conspiranoias por la felicitación de Anteia y su comentario sobre los Hacksaw Tonks y los Knox Malfoy, lo cual me saca una sonrisa orgullosa. - Claro que no. Todo irá bien, haremos que vaya bien. - el que me empieza a agobiar con tanta pregunta es Desmond, seguido muy de cerca por Chloe en eso del modo reportero.
- Yo qué sé, ya lo iremos pensando sobre la marcha. Os estáis estresando vosotros más que nosotros. - por un lado me alegro de que se marchen ambos para que dejen de preguntar tanto, aunque no puedo decir lo mismo de Matvey, pues me hubiese gustado que se quedase un poco más. Me ha caído bastante en gracia por el apoyo mostrado a Catherine, es algo que tendré en cuenta. También me hace sentir entre halagado y algo cortado al escuchar eso de que el licántropo de los Descendientes no se equivocó conmigo al incluirme en el torneo. Le doy las gracias antes de que se vaya, recordando a Catherine lo que acaba de decir el nigromante. - Ya sabes, nada de portales de esos raros. Seguiremos buscando transporte...un hipogrifo o algo así. - después miro a mi padre con el ceño fruncido, murmurando por lo bajo 'aguafiestas' cuando dice tan serio que no podremos acabar con la guerra antes de que nazca. A ver...sé que es improbable, pero si no tenemos esperanza no hacemos nada. - Entonces déjanos a nosotros, nos sobran ganas y fuerzas todavía. - en cierto modo me da lástima mi padre, tan cansado de todo, tan derrotado en ocasiones. Menos mal que el tema confusión de apellidos trae la anécdota del momento, con eso de que iría primero el de ella.
- ¿En serioo? pues queda mejor Hacksaw Le Fay que al revés, cuestión de pronunciación. Además, eso son normas del Consejo...- dejo caer sólo para picarla y fastidiarla, como sé que ella está ahora en contra de las normas absurdas del Consejo. En realidad no me molesta, sólo se me hace raro pensarlo. Las palabras de apoyo de Lyran, junto con las de todos, hacen que de verdad sienta que hemos hecho bien al contarlo a todos a la vez y que de verdad estarán ahí cuando más falta nos hagan. Tenemos mucha suerte de tenerlos. Cojo la mano de Catherine mientras la miro de manera cómplice al escuchar la frase de Lyran que dice "que vosotros sintáis que estais en el camino que queréis estar ahora mismo". No puedo estar más seguro de ello, me costó tiempo saberlo, pero ahora lo tengo muy claro. - Lo aprovecharemos. Y vosotros lo veréis. - dejo de mirarla ensimismado sólo cuando me dirijo a los demás, pensando que ya va siendo hora de ofrecerles algo de comer. - Por cierto, ¿os quedáis a comer? - me levanto del sofá en el que había estado sentado, señalando hacia las escaleras. - Yo tengo que ir arriba un momento a ducharme y a cambiarme, pero no tardaré en bajar. Ya me decís ahora. - me separo de Catherine tras darle un beso en la mejilla, subiendo rápidamente las escaleras para ir hacia mi cuarto y meterme al cuarto baño.
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PS: 150, reestablecido todo con sanación de Anteia
- Chloe, échale una mano, ahora lo necesita ella. - le pido a mi hermana para que atienda a Anteia, que se ha quedado con muy mala cara después de curarme. No sé qué haríamos si no tuviésemos dos sanadoras en casa. Asiento cuando Anteia me da la razón con lo de que mis padres eran jóvenes, así que a él le toca guardar silencio. Hago un sonido de fastidio por lo bajo al volver a escuchar las palabras Maxwell, Consejo y compromiso, les estoy cogiendo mucha manía. - Bah, eso es lo menos importante en este momento. - en realidad es bastante irrelevante ahora mismo, prefiero pasar del tema, mientras no vengan a molestarnos todo perfecto. Además, nadie sabe qué ha sido de Maxwell. Espero que no esté tramando nada. Dejo de pensar en cosas conspiranoias por la felicitación de Anteia y su comentario sobre los Hacksaw Tonks y los Knox Malfoy, lo cual me saca una sonrisa orgullosa. - Claro que no. Todo irá bien, haremos que vaya bien. - el que me empieza a agobiar con tanta pregunta es Desmond, seguido muy de cerca por Chloe en eso del modo reportero.
- Yo qué sé, ya lo iremos pensando sobre la marcha. Os estáis estresando vosotros más que nosotros. - por un lado me alegro de que se marchen ambos para que dejen de preguntar tanto, aunque no puedo decir lo mismo de Matvey, pues me hubiese gustado que se quedase un poco más. Me ha caído bastante en gracia por el apoyo mostrado a Catherine, es algo que tendré en cuenta. También me hace sentir entre halagado y algo cortado al escuchar eso de que el licántropo de los Descendientes no se equivocó conmigo al incluirme en el torneo. Le doy las gracias antes de que se vaya, recordando a Catherine lo que acaba de decir el nigromante. - Ya sabes, nada de portales de esos raros. Seguiremos buscando transporte...un hipogrifo o algo así. - después miro a mi padre con el ceño fruncido, murmurando por lo bajo 'aguafiestas' cuando dice tan serio que no podremos acabar con la guerra antes de que nazca. A ver...sé que es improbable, pero si no tenemos esperanza no hacemos nada. - Entonces déjanos a nosotros, nos sobran ganas y fuerzas todavía. - en cierto modo me da lástima mi padre, tan cansado de todo, tan derrotado en ocasiones. Menos mal que el tema confusión de apellidos trae la anécdota del momento, con eso de que iría primero el de ella.
- ¿En serioo? pues queda mejor Hacksaw Le Fay que al revés, cuestión de pronunciación. Además, eso son normas del Consejo...- dejo caer sólo para picarla y fastidiarla, como sé que ella está ahora en contra de las normas absurdas del Consejo. En realidad no me molesta, sólo se me hace raro pensarlo. Las palabras de apoyo de Lyran, junto con las de todos, hacen que de verdad sienta que hemos hecho bien al contarlo a todos a la vez y que de verdad estarán ahí cuando más falta nos hagan. Tenemos mucha suerte de tenerlos. Cojo la mano de Catherine mientras la miro de manera cómplice al escuchar la frase de Lyran que dice "que vosotros sintáis que estais en el camino que queréis estar ahora mismo". No puedo estar más seguro de ello, me costó tiempo saberlo, pero ahora lo tengo muy claro. - Lo aprovecharemos. Y vosotros lo veréis. - dejo de mirarla ensimismado sólo cuando me dirijo a los demás, pensando que ya va siendo hora de ofrecerles algo de comer. - Por cierto, ¿os quedáis a comer? - me levanto del sofá en el que había estado sentado, señalando hacia las escaleras. - Yo tengo que ir arriba un momento a ducharme y a cambiarme, pero no tardaré en bajar. Ya me decís ahora. - me separo de Catherine tras darle un beso en la mejilla, subiendo rápidamente las escaleras para ir hacia mi cuarto y meterme al cuarto baño.
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PS: 150, reestablecido todo con sanación de Anteia
Tomo las galletas y me las llevo a la boca lentamente, las mastico con gesto pensativo y luego trago en bastante silencio hasta que la tormenta Knox empieza a hablar.
-Ya le puedes decir tú cuando se te pase lo que sea que tienes. No tengo ánimos de hablar con Catherine ahora y tampoco de ser la paloma mensajera de nadie.
Me adentro un poco más en la cocina para tratar de alejarme de las voces, sobre todo de la de Chloe que chilla de felicidad por todo y es como mi versión femenina con un tono mucho más agudo.
-No, las cosas no se hacen así. Es muy diferente. A una dama hay que cortejarla, después pedir su mano a sus padres si ella está de acuerdo y luego del matrimonio vienen los hijos. Tenemos que tener cuidado con nuestro legado, sobre todo siendo Le Fay. En fin...Así es Cath, puro instinto e Ian sólo ha logrado que sea más pasional y menos objetiva. O sea, más estúpida. Como sea. Sí, yo también me voy. Me asfixia la idiotez humana-
La pregunta hace que finalmente la mire preguntándose si su problema es que estaba enamorada de Ian y... Y en el fondo pensaba que no. Estaba afectada pero un corazón roto tenía otras consecuencias. Al menos él había presenciado a Layla llorar cuando se dio cuenta que Max no volvería. Se lleva una mano a la sien presionandose los puntos específicos para aligerar la pesadez mental.
-Me voy a entrenar Azahar. Si quieres, ven. Me hace falta pegarle puñetazos a algo. Así sea agua-
Espera su respuesta y finalmente desaparece.
-Ya le puedes decir tú cuando se te pase lo que sea que tienes. No tengo ánimos de hablar con Catherine ahora y tampoco de ser la paloma mensajera de nadie.
Me adentro un poco más en la cocina para tratar de alejarme de las voces, sobre todo de la de Chloe que chilla de felicidad por todo y es como mi versión femenina con un tono mucho más agudo.
-No, las cosas no se hacen así. Es muy diferente. A una dama hay que cortejarla, después pedir su mano a sus padres si ella está de acuerdo y luego del matrimonio vienen los hijos. Tenemos que tener cuidado con nuestro legado, sobre todo siendo Le Fay. En fin...Así es Cath, puro instinto e Ian sólo ha logrado que sea más pasional y menos objetiva. O sea, más estúpida. Como sea. Sí, yo también me voy. Me asfixia la idiotez humana-
La pregunta hace que finalmente la mire preguntándose si su problema es que estaba enamorada de Ian y... Y en el fondo pensaba que no. Estaba afectada pero un corazón roto tenía otras consecuencias. Al menos él había presenciado a Layla llorar cuando se dio cuenta que Max no volvería. Se lleva una mano a la sien presionandose los puntos específicos para aligerar la pesadez mental.
-Me voy a entrenar Azahar. Si quieres, ven. Me hace falta pegarle puñetazos a algo. Así sea agua-
Espera su respuesta y finalmente desaparece.
Evidentemente, la Malfoy nota que el esquivo Adam seguirá siendo esquivo toda la vida y suelta un suspiro triste pero aquello no va a más y se muerde la lengua para no soltar un "Son Knoxes, nos meteremos en ese tipo de problemas" . También ocurre que Matvey se acerca a ella para decirle que vigilaría lo que le había pedido y ella asiente con suavidad, regalandole una sonrisa cálida hasta que se retira. Una sonrisa que se extiende cuando Lyran la ayuda a levantarse y Chloe la cura con cierta facilidad que le hace sentir que el pecho se le hincha de la emoción. Si sólo Vic la viera...
-Están siendo más... - La voz de Anteia se silencia un momento encontrándose contrariada -Tenían un dragón negro. De su lado. Un dragón...Negro- Agrega como para darle énfasis a aquello mirando a Lyran al entrelazar sus dedos a los de él -Matvey le ha dicho un par de cosas que me hace pensar que el Consejo será más contundente. Esta guerra ha durado mucho tiempo...Es hora de terminarla. La tercera generación tiene que crecer en un entorno seguro...Si no fue por nuestros hijos, que sea por..Bueno, nuestros nietos- Sonríe de lado apoyando a Ian y a Catherine, y al resto de los jóvenes que se encuentran en la sala. Extiende su campo visual hacia la cocina pensando que es hora de que vaya a hablar con Desmond y Azahar.
-Cuídate- Le dice a Chloe antes de que se vaya y finalmente mira a Ian asintiendo a eso que se va a bañar. Se suelta de la mano de Lyran para acariciarle el cabello a sus mellizos que siguen ensimismados con la estatuilla y finalmente vuelve a mirar a Catherine -Tienes tiempo, Cath. Sé que tienes objetivos y planes, pero...- Se sentó en el brazo del sofá donde estaba ella y se inclinó un poco hacia la muchacha -Estás en una etapa maravillosa que no volverá a repetirse, no así. Es tu primer hijo o hija, disfruta cada momento y evolución, cada avance, día, semana, mes. ¿De acuerdo? Y si necesitas ayuda con algo, avísame. Sé que no soy tu madre, pero soy madre y nunca me ha importado adoptar hijos ¿Vale? No tengas miedo. Todo saldrá bien. Enfocate en estar bien. Ian los cuidará - Lleva una mano a su hombro y lo aprieta antes de apartarse, levantándose y caminando hacia Lyran para proponerle que fueran a hacer la comida cuando nota a Adam inquieto y, no sólo eso, teniendo su campo empático abierto hace que las emociones que fluctuan en él le afecten profundamente. Se lleva una mano en puño al corazón y mira con preocupación al patriarca Hacksaw -¿Adam?-
-Están siendo más... - La voz de Anteia se silencia un momento encontrándose contrariada -Tenían un dragón negro. De su lado. Un dragón...Negro- Agrega como para darle énfasis a aquello mirando a Lyran al entrelazar sus dedos a los de él -Matvey le ha dicho un par de cosas que me hace pensar que el Consejo será más contundente. Esta guerra ha durado mucho tiempo...Es hora de terminarla. La tercera generación tiene que crecer en un entorno seguro...Si no fue por nuestros hijos, que sea por..Bueno, nuestros nietos- Sonríe de lado apoyando a Ian y a Catherine, y al resto de los jóvenes que se encuentran en la sala. Extiende su campo visual hacia la cocina pensando que es hora de que vaya a hablar con Desmond y Azahar.
-Cuídate- Le dice a Chloe antes de que se vaya y finalmente mira a Ian asintiendo a eso que se va a bañar. Se suelta de la mano de Lyran para acariciarle el cabello a sus mellizos que siguen ensimismados con la estatuilla y finalmente vuelve a mirar a Catherine -Tienes tiempo, Cath. Sé que tienes objetivos y planes, pero...- Se sentó en el brazo del sofá donde estaba ella y se inclinó un poco hacia la muchacha -Estás en una etapa maravillosa que no volverá a repetirse, no así. Es tu primer hijo o hija, disfruta cada momento y evolución, cada avance, día, semana, mes. ¿De acuerdo? Y si necesitas ayuda con algo, avísame. Sé que no soy tu madre, pero soy madre y nunca me ha importado adoptar hijos ¿Vale? No tengas miedo. Todo saldrá bien. Enfocate en estar bien. Ian los cuidará - Lleva una mano a su hombro y lo aprieta antes de apartarse, levantándose y caminando hacia Lyran para proponerle que fueran a hacer la comida cuando nota a Adam inquieto y, no sólo eso, teniendo su campo empático abierto hace que las emociones que fluctuan en él le afecten profundamente. Se lleva una mano en puño al corazón y mira con preocupación al patriarca Hacksaw -¿Adam?-
Chloe tiene prácticamente el mismo efecto que Desmond pero de una manera distinta. Catherine la miraba con una semi sonrisa dibujada en los labios y un poco oculta; una que no se borra cuando Matvey aclara que a Max lo habían echado del Cónclave. Los dedos de Cat se cerraron con un poco más de fuerza alrededor de los de Ian cuando Matvey dijo que eran indulguentes con los jóvenes, sintiendose llena de emoción al saber que contaría con su apoyo en caso de que se pusieran tontos los demás Descendientes.
El asunto de los portales demoníacos queda, sin duda, fuera de todo tipo de posibilidad. Lo que dice incluso hace que sienta escalofríos pero la idea del hipogrifo no le parece tan mala, lo que hace que asienta. Pero la nota emo la agrega el Sr. Adam cuando señala lo de la guerra, aquello hace que Cat frunza el ceño empezando a dudar de su resolución de terminarla hasta que oye a Ian y Anteia -Antes ustedes no contaban con el Consejo. Mi padre intentó cambiarlo y no pudo. Pero ahora soy la representante Le Fay y he logrado cambios que harán que se reescriba la historia. Lo haremos. Todos, todos vamos a aportar nuestro granito de arena- Indicó. Y la gente que no colaboraba iba a acabar en el pozo sin fondo de una mente oscura y sin recuerdos. Nadie le iba a quitar el futuro a su hijo o hija. Evitó decir ese pensamiento en voz alta pero ignoraba la forma en la que brillaban sus ojos al decir aquello. Se despidió de Matvey asintiendo suavemente con la cabeza y una sonrisa, aparte de un "Gracias" que susurró en su mente.
Ian le quitó un poco de hierro al asunto del apellido y ella sonrió de lado -Es que es muy raro decir. Hola, soy...No lo sé. Alysanne Hacksaw, descendiente de Morgana. Hará que la gente le pregunte ¿Le Fay?...Pues si, es la única Morgana de la que ha impactado en el desarrollo de la magia a través del tiempo. Es más fácil así, ya ves a Matvey. Él lo heredó de su madre. Son cosas legales, tontas, pero curiosamente le encuentro sentido. Notó la mirada de Ian y no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran tras el significado de aquellas palabras porque después de tanto tiempo, finalmente, se sentía bien. Se sentía ella misma de una forma diferente pero verdadera.
-Pero yo no cocino- Añadió de manera inmediata aún con las mejillas coloradas. Se levantó para que Ian se fuera y prestó atención a la conversación de Rhaegar y Chloe soltándo un "tsk" mental a su hermano, en plan total y absolutamente egocéntrico que no se extendió a más porque cuando se volvió a sentar Anteia empezó a hablarle. Catherine la miraba fijamente a los ojos y sabía que estaba siendo sincera y apoyándola. Aquello la hizo sentir más segura y evitó mencionar que no extrañaba de nada a su madre porque esa palabra nunca llegó a tener el mismo significado para ella que para Azahar. Respiró profundamente y se tomó de los brazos del sofá pensando que ahora que estaban los adultos y Rhaegar se sentía un tanto incómoda. Iba a pararse para ir a hablar con su hermano sobre Desmond cuando Anteia pareció tener un papatús, la morena pensó que era por la batalla pero luego preguntó por Adam y entonces notó que estaba sosteniendo una carta con un aspecto bastante circunspecto lo que la hizo fruncir el entrecejo -Emm... ¿P-pasó algo?- Pregunta con cierto miedo porque no entiende la reacción de ambos y se acerca a ... su suegro sintiendo que se le revolvía el estómago sin razón alguna.
El asunto de los portales demoníacos queda, sin duda, fuera de todo tipo de posibilidad. Lo que dice incluso hace que sienta escalofríos pero la idea del hipogrifo no le parece tan mala, lo que hace que asienta. Pero la nota emo la agrega el Sr. Adam cuando señala lo de la guerra, aquello hace que Cat frunza el ceño empezando a dudar de su resolución de terminarla hasta que oye a Ian y Anteia -Antes ustedes no contaban con el Consejo. Mi padre intentó cambiarlo y no pudo. Pero ahora soy la representante Le Fay y he logrado cambios que harán que se reescriba la historia. Lo haremos. Todos, todos vamos a aportar nuestro granito de arena- Indicó. Y la gente que no colaboraba iba a acabar en el pozo sin fondo de una mente oscura y sin recuerdos. Nadie le iba a quitar el futuro a su hijo o hija. Evitó decir ese pensamiento en voz alta pero ignoraba la forma en la que brillaban sus ojos al decir aquello. Se despidió de Matvey asintiendo suavemente con la cabeza y una sonrisa, aparte de un "Gracias" que susurró en su mente.
Ian le quitó un poco de hierro al asunto del apellido y ella sonrió de lado -Es que es muy raro decir. Hola, soy...No lo sé. Alysanne Hacksaw, descendiente de Morgana. Hará que la gente le pregunte ¿Le Fay?...Pues si, es la única Morgana de la que ha impactado en el desarrollo de la magia a través del tiempo. Es más fácil así, ya ves a Matvey. Él lo heredó de su madre. Son cosas legales, tontas, pero curiosamente le encuentro sentido. Notó la mirada de Ian y no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran tras el significado de aquellas palabras porque después de tanto tiempo, finalmente, se sentía bien. Se sentía ella misma de una forma diferente pero verdadera.
-Pero yo no cocino- Añadió de manera inmediata aún con las mejillas coloradas. Se levantó para que Ian se fuera y prestó atención a la conversación de Rhaegar y Chloe soltándo un "tsk" mental a su hermano, en plan total y absolutamente egocéntrico que no se extendió a más porque cuando se volvió a sentar Anteia empezó a hablarle. Catherine la miraba fijamente a los ojos y sabía que estaba siendo sincera y apoyándola. Aquello la hizo sentir más segura y evitó mencionar que no extrañaba de nada a su madre porque esa palabra nunca llegó a tener el mismo significado para ella que para Azahar. Respiró profundamente y se tomó de los brazos del sofá pensando que ahora que estaban los adultos y Rhaegar se sentía un tanto incómoda. Iba a pararse para ir a hablar con su hermano sobre Desmond cuando Anteia pareció tener un papatús, la morena pensó que era por la batalla pero luego preguntó por Adam y entonces notó que estaba sosteniendo una carta con un aspecto bastante circunspecto lo que la hizo fruncir el entrecejo -Emm... ¿P-pasó algo?- Pregunta con cierto miedo porque no entiende la reacción de ambos y se acerca a ... su suegro sintiendo que se le revolvía el estómago sin razón alguna.
- Como que cuando se me pase lo que sea que tengo?
Miré mal a Desmond cuando me dijo que se lo dijese yo a Cath y que él no queria ser la paloma mensajera de nadie. No me habia esperado una respuesta de esa clase por su parte, pero bueno, no le dije nada al respecto por ello. Estaba en su derecho de estar...contrariado?
-Bueno eso de cortejar a una dama....yo no lo decia por eso pero... tambien puede ser al revés entiendes....- me callé despues de llevarle un poco la contra a Desmond, eso de cortejar damas y pedir manos estaba anticuado, y me reservé el decirle que a qué padres se lo iban a pedir, si no tenían... digamos que logré domar mi gen bocazas. Pero, por muy dolida que estuviese con Ian, no me hizo ni pizca de gracia que insinuase que mi amigo, MI AMIGO, volvía mas idiota a Catherine.
-Eh tú, no la vuelve idiota, la hace feliz, es que no te has dado cuenta? - le dije amenazandole con mi dedo indice. Me sentí insultada indirectamente.
Luego se puso en plan nieztchestiano o algo muy parecido, recordandome de sobremanera a mi tío Lance el desaparecido. Lo miré con el ceño fruncido cuando habló de entrenar y pegar puñetazos diciendo "asi sea agua" y se marchó.
" Así sea agua? Te vas a enterar de lo que el agua puede hacer!!"
-Estúpido Le Fay - mascullé. Iría con el porque ahora mismo estaba enfadada por las cosas que habia dicho. Y...no quería hablar con Ian aun, tenia que aclararme un poco yo misma.
Pero si que me asomé fuera de la cocina y avisé.
- A Desmond le han dado alergia los frutos secos de las galletas! SI, HEMOS DESCUBIERTO QUE ES ALERGICO! NOS VAMOS A OUROBOROS A HACERLE LA RCP! Y a darle agua, mucha agua, que eso es bueno!!! Mamá, no puedo llevar a los mellizos!
Todo aquello gritando desde la puerta... - ...erm....C-Cat...Ian...otro día hablamos! - y dicho aquello, puesto que no tenia el cuajo para darles la enhorabuena, me desaparecí.
Rhaegar Le Fay
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Asentí a la joven antes de que ella se marchase, pues. Bien, menos mal que habia aceptado a la primera, no me apetecia tener que estar insistiendole a nadie. Chloe se habia marchado, Ian subió a no se qué...empecé a sentirme muy incomodo alli, tan solo con Cat y un monton de gente que, sinceramente, ni eran mi familia, ni me interesaba que lo fueran, ni mucho menos, conocerlos. Tampoco me interesó demasiado cuando hablaron de la guerra, a decir verdad, no era tan apasionado como Cat al respecto.
"Alyssane, Catty? De verdad...? ...en tu defensa diré que no está mal...."
Resoplé, pero no dije nada. Miré a la mujer rubia, Anteia, que observaba a Adam y le preguntaba que si pasaba algo. Miré al hombre con ojos penetrantes, mas allá de sus gestos podía sentir como su sangre se aceleraba y sonreí de lado.
-Se le ha acelerado el pulso.
Luego los gritos de Azahar rompieron toda mi concentracion y casi puse los ojos en blanco en gesto de infinita paciencia. "Y así todos los dias..." bueno no, miento, desde que se habia quedado tuerta hablaba y gritaba bastante menos, era la primera vez que volvia a pegar gritacos desde entonces. Y habia sido por culpa de Desmond....je.
-Yo también me voy. Asi Catty tiene que cocinar menos. - hice un gesto de despedida y, desde el marco de la puerta donde me hallaba, me desaparecí.
"Alyssane, Catty? De verdad...? ...en tu defensa diré que no está mal...."
Resoplé, pero no dije nada. Miré a la mujer rubia, Anteia, que observaba a Adam y le preguntaba que si pasaba algo. Miré al hombre con ojos penetrantes, mas allá de sus gestos podía sentir como su sangre se aceleraba y sonreí de lado.
-Se le ha acelerado el pulso.
Luego los gritos de Azahar rompieron toda mi concentracion y casi puse los ojos en blanco en gesto de infinita paciencia. "Y así todos los dias..." bueno no, miento, desde que se habia quedado tuerta hablaba y gritaba bastante menos, era la primera vez que volvia a pegar gritacos desde entonces. Y habia sido por culpa de Desmond....je.
-Yo también me voy. Asi Catty tiene que cocinar menos. - hice un gesto de despedida y, desde el marco de la puerta donde me hallaba, me desaparecí.
Miré a Adam de reojo, con mi ceño levemente fruncido por la respuesta que me dio.
"tus hijos te necesitan en cualquier situacion, idiota, no solo cuando estan en peligro de muerte...a ver cuando lo entiendes"
Pero no se lo dije porque ya se lo habia repetido hasta la saciedad y el resultado era nulo. Desgraciadamente, me encontré pensando como él en cuanto a lo que la guerra y su final se refería .Que solo una gran union de aliados lo conseguiría, y que de algun modo, no seria definitivo. Y que de otro modo, las cosas que tendriamos o que tendrian que llevar a cabo para lograr la paz, no serían bonitas ni moralmente aceptables....
¿Ganas y fuerzas? Aquello no iba a bastar. ¿El Consejo? Como no fuesen la bomba atómica de este siglo... ladeé la cabeza para ver a Chloe sanar a mi esposa antes de marcharse. Ella parecia preocupada por lo del dragon negro. Yo tambien, en cierto modo.
-Podemos localizarlo y liberarlo. Aunque te recuerdo que eran dragones negros lo que el ministerio usaba como armas contra nosotros en Bastion Hollow hace algunos años. Podría ser uno de aquellos.... - igualmente, no tendria inconveniente en descubrirlo.
Decidí que no me iba a poner pesimista delante de Ian y Catherine, no hoy en este dia. Pero dificilmente veia al Consejo de Ouroboros ni a los Descendientes como la clave para el final de una guerra. Quizá yo mismo habia perdido la perspectiva de como poder acabar con esto sin un tipo de lucha que supusiese una violencia extrema y muchas muertes. Entonces fue cuando me di cuenta del gesto extraño de Adam y de la carta que tenía en la mano... algo no iba bien y tanto Cat como Anteia parecieron percatarse, amén de la rara observacion de Rhaegar . Entonces escuché a mi hija gritar a lo lejos y di un paso al frente regañando al aire.
- TE HE DICHO MIL VECES QUE NO SE GRITA DE HABITACION A HABITACION AZAHAR!!!!!! - pero los chasquidos de desaparicion me indicaron que se habia ido sin hacer caso, y Rhaegar tampoco tardó en marchar. - lo que me recuerda....IAN!!!! HOY NO ERA LUNA LLENA?!!!!!!!!!?! - si, llevaba el puto calendario yo tambien. - NO PUEDES INVITARNOS A CENAR EN LUNA LLENA, DAS UN SEGUNDO MENSAJE MUY MALO!!
"será posible..."
Ofuscado me estiré las mangas de la camisa y me crucé de brazos, dejando de mirar escaleras arriba para finalmente volver a mirar a Adam.
- Eso no es la factura de la luz....se puede saber que es?
"tus hijos te necesitan en cualquier situacion, idiota, no solo cuando estan en peligro de muerte...a ver cuando lo entiendes"
Pero no se lo dije porque ya se lo habia repetido hasta la saciedad y el resultado era nulo. Desgraciadamente, me encontré pensando como él en cuanto a lo que la guerra y su final se refería .Que solo una gran union de aliados lo conseguiría, y que de algun modo, no seria definitivo. Y que de otro modo, las cosas que tendriamos o que tendrian que llevar a cabo para lograr la paz, no serían bonitas ni moralmente aceptables....
¿Ganas y fuerzas? Aquello no iba a bastar. ¿El Consejo? Como no fuesen la bomba atómica de este siglo... ladeé la cabeza para ver a Chloe sanar a mi esposa antes de marcharse. Ella parecia preocupada por lo del dragon negro. Yo tambien, en cierto modo.
-Podemos localizarlo y liberarlo. Aunque te recuerdo que eran dragones negros lo que el ministerio usaba como armas contra nosotros en Bastion Hollow hace algunos años. Podría ser uno de aquellos.... - igualmente, no tendria inconveniente en descubrirlo.
Decidí que no me iba a poner pesimista delante de Ian y Catherine, no hoy en este dia. Pero dificilmente veia al Consejo de Ouroboros ni a los Descendientes como la clave para el final de una guerra. Quizá yo mismo habia perdido la perspectiva de como poder acabar con esto sin un tipo de lucha que supusiese una violencia extrema y muchas muertes. Entonces fue cuando me di cuenta del gesto extraño de Adam y de la carta que tenía en la mano... algo no iba bien y tanto Cat como Anteia parecieron percatarse, amén de la rara observacion de Rhaegar . Entonces escuché a mi hija gritar a lo lejos y di un paso al frente regañando al aire.
- TE HE DICHO MIL VECES QUE NO SE GRITA DE HABITACION A HABITACION AZAHAR!!!!!! - pero los chasquidos de desaparicion me indicaron que se habia ido sin hacer caso, y Rhaegar tampoco tardó en marchar. - lo que me recuerda....IAN!!!! HOY NO ERA LUNA LLENA?!!!!!!!!!?! - si, llevaba el puto calendario yo tambien. - NO PUEDES INVITARNOS A CENAR EN LUNA LLENA, DAS UN SEGUNDO MENSAJE MUY MALO!!
"será posible..."
Ofuscado me estiré las mangas de la camisa y me crucé de brazos, dejando de mirar escaleras arriba para finalmente volver a mirar a Adam.
- Eso no es la factura de la luz....se puede saber que es?
La sensación de tranquilidad que me queda tras haber dado la noticia es inmensa, fuera los nervios y la tensión previa al anuncio de algo tan importante. No ha podido ir mejor, la mayoría se ha alegrado y nos ha dado su apoyo. Desmond y Azahar estaban algo extraños, pero supongo que será por el impacto de la noticia y se les acabará pasando tarde o temprano. Me relajo definitivamente cuando me meto a la ducha del cuarto de baño que hay en mi habitación, quitándome la destrozada ropa y dejando correr el agua sobre mí durante un buen rato. Comienzo a enjabonarme tras un par de minutos en estado zen, eliminando a conciencia cualquier resto de tierra o sangre de la batalla. Las picaduras de los escorpiones están prácticamente borradas, gracias a la sanación de Anteia. Las leves heridas que tenía también sanaron, gracias a la curación que hizo antes Sophia en el hospital. El día podía haber acabado muy mal teniendo en cuenta como empezó, pero está terminando de muy buena manera. O no tan buena...
Precisamente Lyran me recuerda a gritos lo de la luna llena, algo que se me había olvidado por completo con la pelea y luego lo de la noticia. - ¡mierda! se me ha pasado demasiado rápido.- termino de ducharme rápidamente, secándome a toda velocidad para después vestirme sólo de la parte de abajo para así romper menos ropa cuando me transforme. Todavía me queda tiempo para alejarme, así que me desapareceré para largarme lo más lejos posible de aquí. Antes ya me daba miedo transformarme cerca de gente a la que puedo dañar, pero ahora me agobia mucho más esa idea al pensar en Catherine y en su estado. No quiero que se me pase por la cabeza la idea de transformarme cerca de ella por algún descuido o problema más serio. Tengo que aprender a controlarme cuanto antes, y ni con esas quiero quedarme cerca durante la luna llena.
- ¡SÍ, LO RECUERDO! - grito para que me escuche, comenzando a bajar las escaleras para llegar de nuevo hasta el salón. Sé que la broma que ha hecho Lyran con eso de que parecen mi cena no debería importarme porque no lo hace con mala intención, pero me sigue costando tomármelo con humor, sobre todo después de cierta visión que tuve en los campos de concentración en los que estuve encerrado. El gas aquel hizo que me viese a mi mismo en forma de licántropo tras haber asesinado a mi gente. - Me marcho ya, todavía hay tiempo suficiente. Ojalá pudiese quedarme, pero no puedo esperar más. - me jode tener que irme ahora y no poder quedarme con ellos, sobre todo con Catherine. Me vuelvo hacia ella, atrayéndola hacia mi un momento para darle un beso de despedida en los labios. - Cuídate y descansa, nos vemos mañana. - susurro al separarme de Catherine, despidiéndome después del resto. No me doy cuenta de lo tenso que parece mi padre, las prisas hacen que no me percate de ese detalle. Me desaparezco de allí casi de inmediato, con destino al hogar de los Hijos de Fenrir. Allí al menos podré seguir aprendiendo autocontrol en estas malditas noches.
Precisamente Lyran me recuerda a gritos lo de la luna llena, algo que se me había olvidado por completo con la pelea y luego lo de la noticia. - ¡mierda! se me ha pasado demasiado rápido.- termino de ducharme rápidamente, secándome a toda velocidad para después vestirme sólo de la parte de abajo para así romper menos ropa cuando me transforme. Todavía me queda tiempo para alejarme, así que me desapareceré para largarme lo más lejos posible de aquí. Antes ya me daba miedo transformarme cerca de gente a la que puedo dañar, pero ahora me agobia mucho más esa idea al pensar en Catherine y en su estado. No quiero que se me pase por la cabeza la idea de transformarme cerca de ella por algún descuido o problema más serio. Tengo que aprender a controlarme cuanto antes, y ni con esas quiero quedarme cerca durante la luna llena.
- ¡SÍ, LO RECUERDO! - grito para que me escuche, comenzando a bajar las escaleras para llegar de nuevo hasta el salón. Sé que la broma que ha hecho Lyran con eso de que parecen mi cena no debería importarme porque no lo hace con mala intención, pero me sigue costando tomármelo con humor, sobre todo después de cierta visión que tuve en los campos de concentración en los que estuve encerrado. El gas aquel hizo que me viese a mi mismo en forma de licántropo tras haber asesinado a mi gente. - Me marcho ya, todavía hay tiempo suficiente. Ojalá pudiese quedarme, pero no puedo esperar más. - me jode tener que irme ahora y no poder quedarme con ellos, sobre todo con Catherine. Me vuelvo hacia ella, atrayéndola hacia mi un momento para darle un beso de despedida en los labios. - Cuídate y descansa, nos vemos mañana. - susurro al separarme de Catherine, despidiéndome después del resto. No me doy cuenta de lo tenso que parece mi padre, las prisas hacen que no me percate de ese detalle. Me desaparezco de allí casi de inmediato, con destino al hogar de los Hijos de Fenrir. Allí al menos podré seguir aprendiendo autocontrol en estas malditas noches.
Permanezco ajeno al curso de las conversaciones desde el momento en el que mis ojos se posan en el puñetero sobre, como si no existiese nada más en la habitación en este momento, casi como si nadie estuviese hablando. Me llegan vagamente los gritos de Lyran diciendo a Ian algo de la luna llena y éste contestándole, o lo del apellido Hacksaw, o lo que dicen de los dragones negros al servicio del Ministerio de hace varios años. Realmente no presto demasiada atención a ninguna de esas cosas, únicamente a lo que tengo delante. Ni siquiera hago caso a Ian cuando se marcha para evitar transformarse ahí, ni a las preguntas que me hace el resto cuando ven la cara que se me ha quedado al ver el sobre. Puede ser tanto una buena noticia como una mala. Mientras no lo abra no es ni una cosa ni otra, las dos posibilidades existen, cual gato de Schrodinger. Tras unos segundos me decido a rasgar el sobre con mis temblorosas manos, notando el modo en que mi pulso se acelera de manera descontrolada. El cuerpo del mensaje no ocupa demasiado, parece más bien un telegrama. Efectivamente, es de mi contacto en Francia. - Es...son noticias que llevo tiempo esperando.- murmuro con un hilo de voz, sin levantar la vista del papel.
Comienzo a leer con el corazón en un puño, deslizando rápidamente la vista de una línea a otra. La noticia no puede ser más devastadora, a pesar de que cierta parte de mi ya lo sabía. Alzo la cabeza con la mirada un tanto perdida, bajando los brazos que hasta ese momento habían sostenido la carta. Aflojo los dedos del papel, dejando que caiga al suelo sin más. No deja de ser un duro golpe aunque llevase tiempo pensándolo, esperándolo. Esto es sólo la confirmación de mis temores. La sospecha aún albergaba esperanza. Había muchas más posibilidades de un final fatídico, muchas más que de un final feliz. Consigo responder a duras penas, con la voz bastante quebrada y teniendo que hacer pausas entre frases. No consigo mirarlos a la cara en ningún momento.
- Victoria...por fin sé qué pasó con ella...después de tanto buscar. Murió durante los bombardeos que hubo en Francia hace algún tiempo. - ahora mismo siento como si me hubiesen asestado un brutal mazazo en todo el pecho, hasta el punto de que casi duele respirar a pesar de no tener ningún daño físico. Al menos no están aquí mis hijos para enterarse de este modo, no sé cómo podré darles la noticia. Supongo que ellos también empezaban a temer que no volverían a ver a su madre, pero una cosa es pensarlo y otra que sea una realidad. En la carta también pone que su nombre estaba entre la lista de víctimas de los bombardeos, y que estaba trabajando en un hospital para ayudar a los heridos. Puede que esa fuese su vía de escape para todos los problemas que tenía aquí, que necesitase recuperarse de ese modo antes de regresar con sus hijos. Sé que ella no los abandonaría nunca a propósito, una cosa es que se alejase de mí y otra que lo hiciese de ellos. Era demasiado buena como para fallarles, y demasiado buena para mí. Le fallé, no estuve a la altura. En la carta también menciona dónde está su tumba, así que al menos ya sé que allí podré encontrarla. Me doy media vuelta para marcharme, abrumado por el cúmulo de pensamientos que tengo en mi mente en este momento. Tengo que digerirlo poco a poco y no puedo permanecer aquí para ello. No es nada fácil asimilar la pérdida de la que fue el amor de mi vida.
- Yo...necesito estar solo unos días. Volveré. No les digáis nada a Ian y Chloe, todavía no.- murmuro antes de abandonar el salón para ir hacia la salida y marcharme de la casa. No tengo la cabeza como para desaparecerme en estos momentos. Camino y camino sin rumbo fijo, alejándome de la casa Hacksaw todo lo posible. Pierdo la noción del tiempo, puede que pasen un par de horas hasta que llego a un bosque cercano, adentrándome en este todo lo que puedo. Cuando no puedo más me detengo, dejando escapar un grito desgarrador a la vez que golpeo el tronco de un árbol con un puño que acaba obviamente ensangrentado. Golpeo en repetidas ocasiones el puto tronco, sin dejar de maldecir y gritar. Por fin la ira da paso al llanto, hasta que me quiebro y caigo al suelo de rodillas , roto por el dolor. No sabría decir cuánto tiempo paso así, sumido en la desesperación, pero poco a poco las lágrimas van dejando de salir, poco a poco voy recuperándome hasta dejar de respirar entrecortadamente. Vuelvo a ponerme en pie tras inspirar profundamente. Tampoco es que sepa dónde ir ahora, pero al menos creo que ya podría usar la desaparición. Cuando por fin tengo un destino en mente me desaparezco del bosque, dejando atrás los alrededores de la casa.
Comienzo a leer con el corazón en un puño, deslizando rápidamente la vista de una línea a otra. La noticia no puede ser más devastadora, a pesar de que cierta parte de mi ya lo sabía. Alzo la cabeza con la mirada un tanto perdida, bajando los brazos que hasta ese momento habían sostenido la carta. Aflojo los dedos del papel, dejando que caiga al suelo sin más. No deja de ser un duro golpe aunque llevase tiempo pensándolo, esperándolo. Esto es sólo la confirmación de mis temores. La sospecha aún albergaba esperanza. Había muchas más posibilidades de un final fatídico, muchas más que de un final feliz. Consigo responder a duras penas, con la voz bastante quebrada y teniendo que hacer pausas entre frases. No consigo mirarlos a la cara en ningún momento.
- Victoria...por fin sé qué pasó con ella...después de tanto buscar. Murió durante los bombardeos que hubo en Francia hace algún tiempo. - ahora mismo siento como si me hubiesen asestado un brutal mazazo en todo el pecho, hasta el punto de que casi duele respirar a pesar de no tener ningún daño físico. Al menos no están aquí mis hijos para enterarse de este modo, no sé cómo podré darles la noticia. Supongo que ellos también empezaban a temer que no volverían a ver a su madre, pero una cosa es pensarlo y otra que sea una realidad. En la carta también pone que su nombre estaba entre la lista de víctimas de los bombardeos, y que estaba trabajando en un hospital para ayudar a los heridos. Puede que esa fuese su vía de escape para todos los problemas que tenía aquí, que necesitase recuperarse de ese modo antes de regresar con sus hijos. Sé que ella no los abandonaría nunca a propósito, una cosa es que se alejase de mí y otra que lo hiciese de ellos. Era demasiado buena como para fallarles, y demasiado buena para mí. Le fallé, no estuve a la altura. En la carta también menciona dónde está su tumba, así que al menos ya sé que allí podré encontrarla. Me doy media vuelta para marcharme, abrumado por el cúmulo de pensamientos que tengo en mi mente en este momento. Tengo que digerirlo poco a poco y no puedo permanecer aquí para ello. No es nada fácil asimilar la pérdida de la que fue el amor de mi vida.
- Yo...necesito estar solo unos días. Volveré. No les digáis nada a Ian y Chloe, todavía no.- murmuro antes de abandonar el salón para ir hacia la salida y marcharme de la casa. No tengo la cabeza como para desaparecerme en estos momentos. Camino y camino sin rumbo fijo, alejándome de la casa Hacksaw todo lo posible. Pierdo la noción del tiempo, puede que pasen un par de horas hasta que llego a un bosque cercano, adentrándome en este todo lo que puedo. Cuando no puedo más me detengo, dejando escapar un grito desgarrador a la vez que golpeo el tronco de un árbol con un puño que acaba obviamente ensangrentado. Golpeo en repetidas ocasiones el puto tronco, sin dejar de maldecir y gritar. Por fin la ira da paso al llanto, hasta que me quiebro y caigo al suelo de rodillas , roto por el dolor. No sabría decir cuánto tiempo paso así, sumido en la desesperación, pero poco a poco las lágrimas van dejando de salir, poco a poco voy recuperándome hasta dejar de respirar entrecortadamente. Vuelvo a ponerme en pie tras inspirar profundamente. Tampoco es que sepa dónde ir ahora, pero al menos creo que ya podría usar la desaparición. Cuando por fin tengo un destino en mente me desaparezco del bosque, dejando atrás los alrededores de la casa.
Anteia miró hacia la cocina cuando Azahar gritó arqueando una ceja por los argumentos que soltó. El resto pasó demasiado rápido para siquiera reaccionar pero sí se anotó mentalmente hablar con Azahar al respecto de su actitud aunque su sexto sentido maternal intuía por donde iban los tiros, sin embargo, prefería no asumir nada. Cuando Rhaegar apunta aquello del pulso la rubia siente la necesidad de cerrar su campo empático porque teme que lo que suceda a continuación cause una severa reacción en ella. Habían pocas cosas en la vida que hacían que a Adam se le acelerara el pulso. Uno eran sus hijos, reacción que nochabía tenido con ellos aquí, otro su pasado (el cual ya no traería noticias si no pesadillas) y finalmente...Victoria.
La mirada clara de la Malfoy se centró en el rostro de Adam y casi sin quererlo empezó a llorar en silencio cuando oyó la noticia. Para ella no era necesario utilizar sus poderes para conocer el estado del Hacksaw, de sólo pensar en perder a Lyran sentía que perdía parte de sí misma. Quiso abrazarlo, es más, dio dos pasos extendiendo los brazos hacia él hasta que recordó de quien se trataba y su tema con el contacto físico. Asumió que el de ella no podía interesarle menos. Pero después de todo, Anteia también perdía a una amiga. Se llevó la mano a la boca para no emitir sonido alguno y tratar de no molestar demás a Adam pues era un muy difícil momento. Inspiró profundamente, hipando en medio, y asintiendo a aquello de que no dirían nada a sus hijos. Por supuesto, ese era su trabajo. Cuando finalmente se fue, Anteia se giró hacia Lyran, guindándose a su cuello con desesperación entre su propia tristeza y la horrible idea de perderlo. Lo estrechó con fuera -No te mueras nunca- Susurró en su oído antes de volverlo a abrazar y esconderse en su cuello para llorar durante un largo rato.
Cuando logró tranquilizarse lo suficiente se apartó de Lyran y miró a sus hijos, yendo a cogerlos a cada uno.Los Knox también necesitaban un poco de tiempo. La dureza de la noticia les había impactado como un cohete directo al estómago -Catherine...Volveremos en otro momento. ¿De acuerdo? Cuídate mucho y por favor, no le digas nada a los chicos.Deja que sea Adam- Esperó por Lyran y, finalmente, desaparecieron hacia Ouroboros.
La mirada clara de la Malfoy se centró en el rostro de Adam y casi sin quererlo empezó a llorar en silencio cuando oyó la noticia. Para ella no era necesario utilizar sus poderes para conocer el estado del Hacksaw, de sólo pensar en perder a Lyran sentía que perdía parte de sí misma. Quiso abrazarlo, es más, dio dos pasos extendiendo los brazos hacia él hasta que recordó de quien se trataba y su tema con el contacto físico. Asumió que el de ella no podía interesarle menos. Pero después de todo, Anteia también perdía a una amiga. Se llevó la mano a la boca para no emitir sonido alguno y tratar de no molestar demás a Adam pues era un muy difícil momento. Inspiró profundamente, hipando en medio, y asintiendo a aquello de que no dirían nada a sus hijos. Por supuesto, ese era su trabajo. Cuando finalmente se fue, Anteia se giró hacia Lyran, guindándose a su cuello con desesperación entre su propia tristeza y la horrible idea de perderlo. Lo estrechó con fuera -No te mueras nunca- Susurró en su oído antes de volverlo a abrazar y esconderse en su cuello para llorar durante un largo rato.
Cuando logró tranquilizarse lo suficiente se apartó de Lyran y miró a sus hijos, yendo a cogerlos a cada uno.Los Knox también necesitaban un poco de tiempo. La dureza de la noticia les había impactado como un cohete directo al estómago -Catherine...Volveremos en otro momento. ¿De acuerdo? Cuídate mucho y por favor, no le digas nada a los chicos.Deja que sea Adam- Esperó por Lyran y, finalmente, desaparecieron hacia Ouroboros.
Suena súper raro eso de la alergia y realmente le preocupa la actitud de Azahar respecto a la noticia, pero no tiene tiempo de reaccionar demasiado porque Lyran también comienza a gritar con detalles de los que ella no se había percatado. Definitivamente debía hacerse con un calendario lunar y no debía presionar a Ian para entrenar, no ahora al menos. Rhaegar, después de soltar lo del pulso se despide y Catherine le sonríe con afecto asintiendo brevemente. De repente, se queda sola con los Knox y el Sr. Hacksaw que parece cada vez más ceniciento. La previa reacción de Anteia hace que Catherine se ponga realmente nerviosa y cuando Adam suelta aquello la muchacha tarda en reaccionar lo suyo pues nadie nunca mencionaba a Victoria, era un fantasma en la actualidad pero la Le Fay la había conocido a través de los recuerdos de Ian.
Bajó el rostro con una mueca en los labios. Entendía perfectamente la actitud de Adam porque ella había sufrido pérdidas muchas veces. Sabía cómo "manejarlas", si es que tatuarse para drenar los sentimientos se podía llamar así. Lo que le causa más sufrimiento es ver a Anteia cómo se deteriora con la noticia. Sabía que ambas familias eran muy cercanas y por un breve momento quiso ponerle una mano en la espalda a manera de apoyo -Lo siento mucho, Sr. Hacksaw. Yo... Yo de verdad lo lamento- Expresó inquieta con el rostro bastante pálido y asintió con certeza cuando le dijo que nadie le dijera a sus hijos. Evidentemente, no era ella quien debía darle la noticia. Aún recordaba la comunicación ansiosa de Desmond cuando había ocurrido lo de Elise y Layla, aún podía recordar sus nebulosos pensamientos.
Se alejó un poco cuando Anteia se abrazó a Lyran sintiendose repentinamente incómoda pero la Sra. Knox decidió que era buena idea retirarse -Sí, claro. Hasta luego- Cuando desaparecieron Catherine se quedó parada en medio de la sala, descalza, y sola de nuevo. Todo el apoyo que había sentido antes en aquel salón lleno de gente de pronto se disipó. De alguna manera sintió que la casa misma se volvía más oscura, más fría y mucho más triste. Sintió de pronto que tenía las mejillas húmedas y se limpió las lágrimas que empezaban a caer por sus mejillas. Estaba llorando ahora, por una desconocida, lo que no había llorado por su madre de sólo pensar en el negativo impacto que iba a tener sobre Ian. Él la recordaba tan bien, la amaba tanto... Todo lo que Catherine nunca había sentido hacia su madre, lo había sentido él hacia Victoria. Y Catherine sólo podía vincularlo con la dolorosa pérdida de su padre. Y tenía miedo, vaya que tenía miedo.
Avanzó por los pasillos de la casa, con pocos ánimos y nada de apetito, directo hacia la habitación de Ian. Abrió las cortinas de la ventana observando la gigante y plateada luna que estaba sobre el cielo despejado. Se sentó en el alfeizar de la misma y abrió los ventanales, ignorando el frío primaveral. Suspiró quedamente -Es muy difícil ser feliz- Soltó el pensamiento al aire, apartándose el cabello del rostro. La primera respuesta que obtuvo fue el silencio de la noche,la segunda el graznido de Donovan que se posaba en su hombro. Lo miró de reojo y le acarició las plumas con suavidad con su mano libre, en la otra aún tenía el sigilo. La había visitado un par de veces en su estancia bajo Ouroboros y con una semisonrisa pensó que, después de todo, no estaba tan sola.
Bajó el rostro con una mueca en los labios. Entendía perfectamente la actitud de Adam porque ella había sufrido pérdidas muchas veces. Sabía cómo "manejarlas", si es que tatuarse para drenar los sentimientos se podía llamar así. Lo que le causa más sufrimiento es ver a Anteia cómo se deteriora con la noticia. Sabía que ambas familias eran muy cercanas y por un breve momento quiso ponerle una mano en la espalda a manera de apoyo -Lo siento mucho, Sr. Hacksaw. Yo... Yo de verdad lo lamento- Expresó inquieta con el rostro bastante pálido y asintió con certeza cuando le dijo que nadie le dijera a sus hijos. Evidentemente, no era ella quien debía darle la noticia. Aún recordaba la comunicación ansiosa de Desmond cuando había ocurrido lo de Elise y Layla, aún podía recordar sus nebulosos pensamientos.
Se alejó un poco cuando Anteia se abrazó a Lyran sintiendose repentinamente incómoda pero la Sra. Knox decidió que era buena idea retirarse -Sí, claro. Hasta luego- Cuando desaparecieron Catherine se quedó parada en medio de la sala, descalza, y sola de nuevo. Todo el apoyo que había sentido antes en aquel salón lleno de gente de pronto se disipó. De alguna manera sintió que la casa misma se volvía más oscura, más fría y mucho más triste. Sintió de pronto que tenía las mejillas húmedas y se limpió las lágrimas que empezaban a caer por sus mejillas. Estaba llorando ahora, por una desconocida, lo que no había llorado por su madre de sólo pensar en el negativo impacto que iba a tener sobre Ian. Él la recordaba tan bien, la amaba tanto... Todo lo que Catherine nunca había sentido hacia su madre, lo había sentido él hacia Victoria. Y Catherine sólo podía vincularlo con la dolorosa pérdida de su padre. Y tenía miedo, vaya que tenía miedo.
Avanzó por los pasillos de la casa, con pocos ánimos y nada de apetito, directo hacia la habitación de Ian. Abrió las cortinas de la ventana observando la gigante y plateada luna que estaba sobre el cielo despejado. Se sentó en el alfeizar de la misma y abrió los ventanales, ignorando el frío primaveral. Suspiró quedamente -Es muy difícil ser feliz- Soltó el pensamiento al aire, apartándose el cabello del rostro. La primera respuesta que obtuvo fue el silencio de la noche,la segunda el graznido de Donovan que se posaba en su hombro. Lo miró de reojo y le acarició las plumas con suavidad con su mano libre, en la otra aún tenía el sigilo. La había visitado un par de veces en su estancia bajo Ouroboros y con una semisonrisa pensó que, después de todo, no estaba tan sola.
Miré a Adam con cierta preocupacion. Lo conocía demasiado bien como para saber....que algo debia ir tremendamenet mal. Noticias que llevaba tiempo esperando? Le di el tiempo que necesitaba para leer aquello, aunque yo mismo empezaba a ponerme muy nervioso. Al final, como la carta cayó de sus manos y evitaba el mirar a cualquiera de nosotros, me anunció el preludio a sus palabras: Victoria. Francia. Los bombardeos.
Me mordí los labios y agaché la cabeza cerrando los ojos con fuerza, sintiendo un doloroso nudo en el pecho. Otra cosa que se acababa de romper. Era curioso como podias sentir el dolor emocional de forma física....
"no...."
Daba igual como lo negase en mi mente, era una realidad. O quiza no? Anteia, ella...ella sobrevivió....
-Tus...
"tus fuentes son fiables?"
Pero no terminé la frase, se me quebró la voz a medias. - Adam, espera... - Di algunos pasos en su direccion cuando se marchó. Sabía pocas cosas, pero una de ellas era que no queria que pasase por aquello solo. Aunque no habia otra solucion...reaccioné tarde. Victoria, nuestra Victoria... cuando Anteia me abrazó tuve que hacer un inmenso esfuerzo para no llorar. Para evitar recordar a aquella obstinada Hufflepuff, porque en ese momento solo pensar en ella me comprometía. Anteia me dijo aquello... - Todos nos morimos algun dia, amor... - ella si lloró, lo noté contra mi hombro. Yo la abracé y levanté mi barbilla, tragandome las lagrimas por el momento, pero respirando con fuerza para disimular el nudo de mi pecho.
Con el tiempo, habia conseguido lograr el identificar los diferentes tipos de tristeza. Está aquella que se siente por los demás, por aquellos que viven. Aquella era la que sentía ahora mismo por Adam, y es una de las que mas dolía. Estaba aquella tristeza que sentías por los muertos, porque su vida habia terminado y ya no podrian disfrutar mas de las cosas bonitas que aun ofrecía la vida, pero aquella tristeza era mas facil de llevar, porque acabas dandote cuenta de que el que muere deja de sufrir...entonces te sientes triste por su recuerdo desaparecido. Por ultimo estaba la tristeza egoista, la que sientes por ti mismo, por haber perdido a alguien. Porque ese alguien se ha marchado y ya no le tienes contigo, nunca mas.
Cuando Anteia se separó de mi dirigí la vista hacia mis hijos. Y luego a Catherine. No dije nada, solo asentí con la cabeza a modo de despedida, y marché de allí con Anteia y los pequeños.
Me mordí los labios y agaché la cabeza cerrando los ojos con fuerza, sintiendo un doloroso nudo en el pecho. Otra cosa que se acababa de romper. Era curioso como podias sentir el dolor emocional de forma física....
"no...."
Daba igual como lo negase en mi mente, era una realidad. O quiza no? Anteia, ella...ella sobrevivió....
-Tus...
"tus fuentes son fiables?"
Pero no terminé la frase, se me quebró la voz a medias. - Adam, espera... - Di algunos pasos en su direccion cuando se marchó. Sabía pocas cosas, pero una de ellas era que no queria que pasase por aquello solo. Aunque no habia otra solucion...reaccioné tarde. Victoria, nuestra Victoria... cuando Anteia me abrazó tuve que hacer un inmenso esfuerzo para no llorar. Para evitar recordar a aquella obstinada Hufflepuff, porque en ese momento solo pensar en ella me comprometía. Anteia me dijo aquello... - Todos nos morimos algun dia, amor... - ella si lloró, lo noté contra mi hombro. Yo la abracé y levanté mi barbilla, tragandome las lagrimas por el momento, pero respirando con fuerza para disimular el nudo de mi pecho.
Con el tiempo, habia conseguido lograr el identificar los diferentes tipos de tristeza. Está aquella que se siente por los demás, por aquellos que viven. Aquella era la que sentía ahora mismo por Adam, y es una de las que mas dolía. Estaba aquella tristeza que sentías por los muertos, porque su vida habia terminado y ya no podrian disfrutar mas de las cosas bonitas que aun ofrecía la vida, pero aquella tristeza era mas facil de llevar, porque acabas dandote cuenta de que el que muere deja de sufrir...entonces te sientes triste por su recuerdo desaparecido. Por ultimo estaba la tristeza egoista, la que sientes por ti mismo, por haber perdido a alguien. Porque ese alguien se ha marchado y ya no le tienes contigo, nunca mas.
Cuando Anteia se separó de mi dirigí la vista hacia mis hijos. Y luego a Catherine. No dije nada, solo asentí con la cabeza a modo de despedida, y marché de allí con Anteia y los pequeños.
Emisarios oscuros que vagabundean moradas vacías, buscando a la persona que su amo les ha encomendado encontrar. Reticentes y aun asi indiscutibles siervos, cuyos nucleos de existencia son sometidos ante el poder de un nigromante. Criaturas que se mueven por planos de existencia desconocidos para la mayoria de los mortales (y tambien de algunos inmortales) que responden a los atávicos susurros de la lengua negra.
Las barreras del espacio no son tales para ellos, mucho menos que para los magos.
Este ghoul habia sido encomendado a encontrar y a comunicar un mensaje a Catherine Le Fay adondequiera que estuviese, el ghoul lo encontraria, y a este lo habia llevado a una alejada casa....
El ser apareció a partir de una brecha interplanar consentida por el maestro, justo al lado de la muchacha, allá en la sala del hogar en la que estuviese, estuviese haciendo lo que fuere.... pero este llevaba en una de sus zarpas una taza de chocolate con canela y malvaviscos, que dejó en el suelo. Casi se le cae una baba en la taza el volver a ponerse derecho. Arañó el suelo impaciente.
Apretó los colmillos y clavó los orbes en Catherine, señalándolo con parsimonia....haciendo extraños y guturales sonidos antes de poder hablar la lengua del receptor.
-El maestro ha convocado un cónclave...en tres dias.... es ineludible
Tras entregar el mensaje, de sus fauces cayó una larga y espesa baba verdosa al suelo de la casa de los Hacksaw, pero antes de hacer nada (como robar el chocolate que habia traido), se abrió una brecha en el aire y con un chillido, el ser desapareció de alli. Habia entregado ya su mensaje. Tras esto Catherine se preparó para marcharse, partiendo hacia su destino gracias al dragón enviado por Snagov.
Las barreras del espacio no son tales para ellos, mucho menos que para los magos.
Este ghoul habia sido encomendado a encontrar y a comunicar un mensaje a Catherine Le Fay adondequiera que estuviese, el ghoul lo encontraria, y a este lo habia llevado a una alejada casa....
El ser apareció a partir de una brecha interplanar consentida por el maestro, justo al lado de la muchacha, allá en la sala del hogar en la que estuviese, estuviese haciendo lo que fuere.... pero este llevaba en una de sus zarpas una taza de chocolate con canela y malvaviscos, que dejó en el suelo. Casi se le cae una baba en la taza el volver a ponerse derecho. Arañó el suelo impaciente.
Apretó los colmillos y clavó los orbes en Catherine, señalándolo con parsimonia....haciendo extraños y guturales sonidos antes de poder hablar la lengua del receptor.
-El maestro ha convocado un cónclave...en tres dias.... es ineludible
Tras entregar el mensaje, de sus fauces cayó una larga y espesa baba verdosa al suelo de la casa de los Hacksaw, pero antes de hacer nada (como robar el chocolate que habia traido), se abrió una brecha en el aire y con un chillido, el ser desapareció de alli. Habia entregado ya su mensaje. Tras esto Catherine se preparó para marcharse, partiendo hacia su destino gracias al dragón enviado por Snagov.
- ghoul:
-¿Fui la única en escuchar que te pidió que te llevarás a los mellizos? A SUS hermanos?- Le preguntó a Ian arqueando las cejas con realmente un punto histérico en el tono de voz. Los Knox… Los Knox eran así, siempre sacrificandose por los demás a través de la batalla. La valentía que corría por sus venas era algo que Catherine envidiaba mucho pero a veces...A veces esa valentía se convertía en torpeza. Ya eran tres los descendientes muertos. No iba a dejar que mataran ni a un Knox por su culpa. Así hubiesen muchos…
Sin embargo, llegó Adam y Catherine suspiró con tranquilidad cerrando los ojos al saber que estaba bien porque no se atrevía a ponerse en contacto con su mente. Envió el mensaje a Matvey sobre el muerto, indicandole a donde ir. Catherine asintió a lo de Sophia y después escuchó a Rhaegar diciendo que estaba casi todos en casa y que no iban a petrificar a nadie. ¿Estaba tan mal? Era sólo un hechizo momentáneo. Movió suavemente a Aedan y con una mano apartó un poco la manta para que Adam lo viera, sonriendo al respecto de su actitud pero...Como es guerra cambia radicalmente. Catherine intenta abrir la boca para decir algo pero le cuesta un montón poder contradecir a Adam, es un defecto que tiene y lo sabe así que simplemente apoya la cabeza en el hombro de Ian y los deja desaparecer.
Al llegar a la casa, es apoyada en un sofá y mira un momento al bebé que parece no haberse inmutado. - Gracias- Dijo quedamente mientras Adam desaparecía para luego mirar a Azahar -No te enojes. Sólo no quiero que te maten- Expresó secamente con el ceño fruncido. No iba a lidiar con alguien gritándole en ese momento. El lugar que ella consideraba absolutamente protegido, incapaz de ser peligroso y que había ofrecido a los Knox y a los Hacksaw como la panacea, el puto cielo, estaba cayéndose a pedazos. La guerra se había extendido tanto que hasta su mal llamado hogar estaba desapareciendo. ¿Qué se supone que le iba a dar ahora a Aedan?
“Desmond, estamos en la casa Hacksaw. Adam nos trajo aquí. Voy a… voy a descansar un momento y luego iremos allí. ¿Están bien los mellizos?”
Cuestionó y esperó la respuesta asintiendo ante esta y luego miro a la peliazul -Tus hermanos están bien, pero nadie sabe donde está la señora Anteia- Indicó y empezó a recostarse en el sofá mientras recibía el mensaje de Matvey de que aquello era un maniquí, lo que le preocupó más -Ni lo que pasa en los calabozos y no puedo comunicarme con Lyran ni con Adam- Añadió, el segundo más por opción propia que nada. Luego se acostó en el sofá, acomodándose junto a su hijo y dándole la espalda a Ian y Azahar, intentando tranquilizarse pese a estar con la puta bata del hospital.
“Baja de allí. Iremos al Castillo Le Fay. Estoy en la casa Hacksaw con Ian, Azahar y Aedan...En cuanto me recomponga iré allí...Y ya sé que estás pensando en una reunión pero yo...Yo no subiré de nuevo a la isla y no quiero que tú lo hagas”.
Sin embargo, llegó Adam y Catherine suspiró con tranquilidad cerrando los ojos al saber que estaba bien porque no se atrevía a ponerse en contacto con su mente. Envió el mensaje a Matvey sobre el muerto, indicandole a donde ir. Catherine asintió a lo de Sophia y después escuchó a Rhaegar diciendo que estaba casi todos en casa y que no iban a petrificar a nadie. ¿Estaba tan mal? Era sólo un hechizo momentáneo. Movió suavemente a Aedan y con una mano apartó un poco la manta para que Adam lo viera, sonriendo al respecto de su actitud pero...Como es guerra cambia radicalmente. Catherine intenta abrir la boca para decir algo pero le cuesta un montón poder contradecir a Adam, es un defecto que tiene y lo sabe así que simplemente apoya la cabeza en el hombro de Ian y los deja desaparecer.
Al llegar a la casa, es apoyada en un sofá y mira un momento al bebé que parece no haberse inmutado. - Gracias- Dijo quedamente mientras Adam desaparecía para luego mirar a Azahar -No te enojes. Sólo no quiero que te maten- Expresó secamente con el ceño fruncido. No iba a lidiar con alguien gritándole en ese momento. El lugar que ella consideraba absolutamente protegido, incapaz de ser peligroso y que había ofrecido a los Knox y a los Hacksaw como la panacea, el puto cielo, estaba cayéndose a pedazos. La guerra se había extendido tanto que hasta su mal llamado hogar estaba desapareciendo. ¿Qué se supone que le iba a dar ahora a Aedan?
“Desmond, estamos en la casa Hacksaw. Adam nos trajo aquí. Voy a… voy a descansar un momento y luego iremos allí. ¿Están bien los mellizos?”
Cuestionó y esperó la respuesta asintiendo ante esta y luego miro a la peliazul -Tus hermanos están bien, pero nadie sabe donde está la señora Anteia- Indicó y empezó a recostarse en el sofá mientras recibía el mensaje de Matvey de que aquello era un maniquí, lo que le preocupó más -Ni lo que pasa en los calabozos y no puedo comunicarme con Lyran ni con Adam- Añadió, el segundo más por opción propia que nada. Luego se acostó en el sofá, acomodándose junto a su hijo y dándole la espalda a Ian y Azahar, intentando tranquilizarse pese a estar con la puta bata del hospital.
“Baja de allí. Iremos al Castillo Le Fay. Estoy en la casa Hacksaw con Ian, Azahar y Aedan...En cuanto me recomponga iré allí...Y ya sé que estás pensando en una reunión pero yo...Yo no subiré de nuevo a la isla y no quiero que tú lo hagas”.
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