Recuerdo del primer mensaje :
Casa de la familia Hacksaw. Se encuentra en la periferia londinense, fuera del núcleo urbano. Situada en lo alto de una colina, alejada de otras urbanizaciones de la zona, aunque a día de hoy poca gente vive por aquí. La casa estuvo abandonada varios años durante la guerra, aunque tras recientes reformas y pequeñas reparaciones en el interior vuelve a ser habitable.
-Ya… eso explica cosas que me dijo- Murmuró al final, más para ella que para él, pero aún así le preocupaba la seguridad de la casa y lo lejos que había estado de él. En otro momento… era ella quien habría detenido a Adele, o eso creería. Se imaginó a Azahar con los cuatro niños allí y tensó los labios. Debió haber estado sumamente preocupada -¿Dónde está Azahar?- preguntó antes de oír aquello de la guerra soltando otro suspiro exasperado -Es lo que trato de evitar pero la propuesta del tratado no ha sido bien recibida. Ahora queda la reunión con los vasallos y discutir sus propuestas para reenviarlas a Ouroboros-
Al escuchar su pregunta sobre si lo sabía o no, Catherine alzó los hombros negando. Escuchó con atención y se mordió el labio brevemente. No podía ayudar a Matvey con Ivanov. Irremediablemente, la mirada se le fue a los dos niños que ahora jugaban con tanta tranquilidad. Se notaba que se conocían -¿Cómo están?- Preguntó por Jarkko y Savannah, en un tono un poco … extraño. En el fondo sentía que eran amigos prestados, pero eso no quitaba que los apreciara por estar con Ian. Sabía que Savannah cuidaba con cariño a Aedan y Jarkko, a su manera, también.
-Entonces hay que hacer unas que no dependan de ella. Como las de la cabaña…- Mencionó Catherine pensando en los hechizos que había puesto, aunque ahora mucha gente vivía en esa casa. Lo analizaría.
Volvió la mirada a Ian cuando lo escucho reírse, frunciendo brevemente el ceño. Entendía que lo detestara pero le pareció… frío. Poco empático. ¿La hipotenusa? Mejor ni preguntaba. Lo cierto es que el gesto la había hecho sentir fuera de lugar, volvió a apartar la vista para ver a su niño, tratando de grabarse de nuevo la forma en la que sonreía o hablaba. Sabía que para ellos no había pasado tanto tiempo pero para ella había sido complicado. Oír su risa, oler su perfume. Quería abrazarlo un poco y que le llenará la mejilla de besos. Que le trajera palitos y flores del jardín. Pero esas eran cosas que de ser cotidianas habían pasado a ser un lujo.
Secuestro. Sí, ella también había pensado en eso -Peleamos. Le dejé en claro que yo no usaba mis poderes para obligarle a hacer lo que yo quisiera. Incluso aunque eso me facilitaría mucho las cosas… me pidió disculpas y me aseguró que no lo haría de nuevo- La verdad no quería hablar del tema con Ian, su relación con Wthyr era extraña, complicada y…jodida. Sin más. -No- Murmuró cuando preguntó si eso afectaba a Aelin -Wthyr me atendió toda esa semana de reposo absoluto. Hice todo lo que me dijo Anteia y lo que recordaba del embarazo de Aedan, fui muy cuidadosa y cuando me revisó me dijo que todo estaba bien. Están sanos ambos-
Apartó la mirada de los niños para verlo - Me dijo que hablaría contigo…- Insistió un poco agotada porque sabía que lo que venía a continuación iba a joderle aún más -Cuando se fue de hacerme el control… creo que nunca me sentí peor mamá- Le confesó de la misma forma que se lo había dicho a Wthyr y bajó la mirada hacia su vientre -Creí que estaba tomando las mejores decisiones para Aedan y según ella, no. Y… bueno Wthyr me dijo que no hay una sola forma de ser madre y eso me ayudó un poco pero la verdad es que no he dejado de darle vueltas a mil asuntos, Ian- inspiró profundo -Que nos conciernen a los cinco- Advirtió.
Bajó la mirada hacia su vientre y se llevó ambas manos allí, acariciándolo con suavidad -Lo primero…es el parto. No estoy segura de que pueda hacerlo en Ouroboros porque dependerá de cómo se solucione el tema del tratado. Anteia me comentó que hay un hospital que están construyendo aquí en Londres y que podía ser una opción. Si no, queda Avalon- Volvió la mirada hacia él - Me siento fatal pidiéndote esto, pero… la cosa es que quiero que los dos estéis ahí. Son vuestros hijos y… sólo, quiero que estéis- Apartó de nuevo la mirada porque no sabía bien cómo se lo iba a tomar y no sabía si estaba lo suficientemente entera para poder lidiar con una de sus explosiones -Puedo garantizar tu seguridad- Alargó una mano hacia él y le cogió de la mano, apretándosela para que dejara que terminara de hablar -Pero no es lo único que vengo a pedirte y… no tienes que contestarme ahora ni decir que sí, sólo quiero que lo pienses.
Inspiró profundo y se giró hacia él, mirándolo a la cara porque si iba a pedirle ese tipo de sacrificio lo menos que podía hacer era verlo -Anteia me comentó que… es una realidad que Wthyr va a formar parte de mi vida y, lo cierto, es que Aedan no le conoce ni siquiera- Era evidente por dónde iba el asunto - Él está dispuesto a conocerlo, bajo tus términos. En un lugar neutral y en el que estemos cómodos todos. O igual de incómodos, como lo veamos- Alzó los hombros y tensó los labios, al menos, ya había dicho lo que tenía que decir -Y… quizás, ahora que tengo la piedra de los portales, me gustaría saber si algún día puedo llevarme a Aedan a Avalon para que pase el día conmigo. Eretria me podría ayudar y te lo traería antes de dormir… podemos probar solo un par de horas… también vendré a verlo más seguido- Desvío la mirada hacia Aedan porque la verdad es que le dolía… le dolía estar lejos de él y quizás era que estaba demasiado sensible después del día agitado que estaba teniendo o de las palabras de Adele -Es que… lo extraño y me siento la peor madre del mundo por abandonarlo a cada rato- Murmuró apretando la mano de Ian para no largarse a llorar, no quería que el pequeño la viera.
Al escuchar su pregunta sobre si lo sabía o no, Catherine alzó los hombros negando. Escuchó con atención y se mordió el labio brevemente. No podía ayudar a Matvey con Ivanov. Irremediablemente, la mirada se le fue a los dos niños que ahora jugaban con tanta tranquilidad. Se notaba que se conocían -¿Cómo están?- Preguntó por Jarkko y Savannah, en un tono un poco … extraño. En el fondo sentía que eran amigos prestados, pero eso no quitaba que los apreciara por estar con Ian. Sabía que Savannah cuidaba con cariño a Aedan y Jarkko, a su manera, también.
-Entonces hay que hacer unas que no dependan de ella. Como las de la cabaña…- Mencionó Catherine pensando en los hechizos que había puesto, aunque ahora mucha gente vivía en esa casa. Lo analizaría.
Volvió la mirada a Ian cuando lo escucho reírse, frunciendo brevemente el ceño. Entendía que lo detestara pero le pareció… frío. Poco empático. ¿La hipotenusa? Mejor ni preguntaba. Lo cierto es que el gesto la había hecho sentir fuera de lugar, volvió a apartar la vista para ver a su niño, tratando de grabarse de nuevo la forma en la que sonreía o hablaba. Sabía que para ellos no había pasado tanto tiempo pero para ella había sido complicado. Oír su risa, oler su perfume. Quería abrazarlo un poco y que le llenará la mejilla de besos. Que le trajera palitos y flores del jardín. Pero esas eran cosas que de ser cotidianas habían pasado a ser un lujo.
Secuestro. Sí, ella también había pensado en eso -Peleamos. Le dejé en claro que yo no usaba mis poderes para obligarle a hacer lo que yo quisiera. Incluso aunque eso me facilitaría mucho las cosas… me pidió disculpas y me aseguró que no lo haría de nuevo- La verdad no quería hablar del tema con Ian, su relación con Wthyr era extraña, complicada y…jodida. Sin más. -No- Murmuró cuando preguntó si eso afectaba a Aelin -Wthyr me atendió toda esa semana de reposo absoluto. Hice todo lo que me dijo Anteia y lo que recordaba del embarazo de Aedan, fui muy cuidadosa y cuando me revisó me dijo que todo estaba bien. Están sanos ambos-
Apartó la mirada de los niños para verlo - Me dijo que hablaría contigo…- Insistió un poco agotada porque sabía que lo que venía a continuación iba a joderle aún más -Cuando se fue de hacerme el control… creo que nunca me sentí peor mamá- Le confesó de la misma forma que se lo había dicho a Wthyr y bajó la mirada hacia su vientre -Creí que estaba tomando las mejores decisiones para Aedan y según ella, no. Y… bueno Wthyr me dijo que no hay una sola forma de ser madre y eso me ayudó un poco pero la verdad es que no he dejado de darle vueltas a mil asuntos, Ian- inspiró profundo -Que nos conciernen a los cinco- Advirtió.
Bajó la mirada hacia su vientre y se llevó ambas manos allí, acariciándolo con suavidad -Lo primero…es el parto. No estoy segura de que pueda hacerlo en Ouroboros porque dependerá de cómo se solucione el tema del tratado. Anteia me comentó que hay un hospital que están construyendo aquí en Londres y que podía ser una opción. Si no, queda Avalon- Volvió la mirada hacia él - Me siento fatal pidiéndote esto, pero… la cosa es que quiero que los dos estéis ahí. Son vuestros hijos y… sólo, quiero que estéis- Apartó de nuevo la mirada porque no sabía bien cómo se lo iba a tomar y no sabía si estaba lo suficientemente entera para poder lidiar con una de sus explosiones -Puedo garantizar tu seguridad- Alargó una mano hacia él y le cogió de la mano, apretándosela para que dejara que terminara de hablar -Pero no es lo único que vengo a pedirte y… no tienes que contestarme ahora ni decir que sí, sólo quiero que lo pienses.
Inspiró profundo y se giró hacia él, mirándolo a la cara porque si iba a pedirle ese tipo de sacrificio lo menos que podía hacer era verlo -Anteia me comentó que… es una realidad que Wthyr va a formar parte de mi vida y, lo cierto, es que Aedan no le conoce ni siquiera- Era evidente por dónde iba el asunto - Él está dispuesto a conocerlo, bajo tus términos. En un lugar neutral y en el que estemos cómodos todos. O igual de incómodos, como lo veamos- Alzó los hombros y tensó los labios, al menos, ya había dicho lo que tenía que decir -Y… quizás, ahora que tengo la piedra de los portales, me gustaría saber si algún día puedo llevarme a Aedan a Avalon para que pase el día conmigo. Eretria me podría ayudar y te lo traería antes de dormir… podemos probar solo un par de horas… también vendré a verlo más seguido- Desvío la mirada hacia Aedan porque la verdad es que le dolía… le dolía estar lejos de él y quizás era que estaba demasiado sensible después del día agitado que estaba teniendo o de las palabras de Adele -Es que… lo extraño y me siento la peor madre del mundo por abandonarlo a cada rato- Murmuró apretando la mano de Ian para no largarse a llorar, no quería que el pequeño la viera.
- Azahar está bien, se quedó en Ouroboros porque la requerían en el hospital. - lo cual cuadraba con lo que acababa de decir Catherine sobre la batalla que se estaba llevando a cabo en Italia. Del resto de asuntos como lo del tratado...la verdad es que no le apetecía hablar. - Ya veo... - Admiraba que Catherine aún fuese capaz de luchar por eso, aunque estuviese harta. Él ya se había cansado, y en cierto modo le molestaba haber perdido esa parte de sí mismo, la que quería mejorar las cosas y la que no se rendía. Ahora se había vuelto más egoísta y sólo miraba por sí mismo y los de su alrededor. Cada vez comprendía mejor a su padre.
Sí que le apetecía más hablar de sus amigos, por lo que sonrió un poco a la mención de Jarkko y Savannah. - Están bien. Y...¿sabes qué? ahora están liados. No sé si son novios del todo, pero se gustan. - compartió con ella el cotilleo, al menos hablaban de algo que iba en condiciones y no como todo lo que se había desmoronado y seguía haciéndolo. Ignoró lo que mencionó sobre la protección de la cabaña, sobre todo porque no quería mierdas de espectros en su casa. Ya encontrarían algo.
Luego le explicó lo de la pelea con Wthyr por lo del secuestro, pensando que debía ser agotador vivir con alguien así. Ellos habían discutido algunas veces por varios motivos, pero ni de broma estaban en lucha constante o negociando hasta el más mínimo detalle. - Lo único que me importa de todo eso que has dicho es que nuestra hija está sana, que Anteia la revisó y te lo confirmó. Lo demás...lo lamento por ti, de verdad. A mí me ha tocado una parte mala al perderte, pero no puedo imaginar lo que tienes que aguantar tú. - fue totalmente sincero y pudo empatizar con ella, si imaginaba la situación opuesta no sabía si aguantaría. - Pues no, Anteia no ha hablado conmigo. No pasa nada, tampoco hemos tenido tiempo. - sin embargo no quedaba ahí la cosa. La mención de "los cinco" le hizo resoplar algo molesto. La miró perplejo por todo lo que soltó a continuación, inclinándose hacia delante en el banco.
- Espera...¿de verdad te estás planteando que sea en Ávalon? es correr riesgos innecesarios. Si no puede entrar a Ouroboros pues mira...que se lo hubiese pensado antes de hacer el imbécil e ir atacando y plantando su puto árbol con pulgones asesinos. - alzó los hombros con cara de "es lo que hay", ya era mayorcito para saber que los actos tenían consecuencias. - No pasa nada, yo le grabo un vídeo del parto y luego se lo mando. Hasta le haré un tutorial de cómo usar aparatos tecnológicos para que pueda verlo. Le añadimos comentarios del director y se lo imagina. - comentó con sarcasmo, apoyando el codo en el respaldo del banco. Soltó una risa bastante más irónica al escuchar eso de que podía garantizar su seguridad. - Sabes que sé cuidarme solo. - advirtió, entornando los ojos. Agradeció su preocupación de todos modos, porque esa familia estaba loca.
Dejó que le cogiese la mano pero ya se olía que lo que le iba a decir le gustaría menos todavía. Suspiró, a la espera de que lo soltase. ESE. Queriendo conocer a SU hijo. - Ah, quiere ser el padrastro guay. Qué giro de guion más inesperado. Mi pregunta es para qué. Yo no quiero que se lleven bien. - regruñó por lo bajo por lo de llevárselo a Ávalon, porque por un lado entendía que Catherine necesitase estar más con él, pero por otro no quería a su hijo allí, en tierra enemiga. Eso de estar divorciados estaba resultando muy difícil. No le soltó la mano porque notó que estaba a punto de ponerse a llorar, pero lo cierto es que no estaba en el modo de querer ser comprensivo. - Ya lo sé. Deberíamos dividir mejor los tiempos. Pero quiero un contrato mágico vinculante con algunos puntos muy claros para cuando esté allí. - le jodía que la conversación estuviese derivando de ese modo, porque cuando la había visto lo único que le apetecía era pasar un buen rato con ella y con el niño, tener un rato agradable en familia.
Sí que le apetecía más hablar de sus amigos, por lo que sonrió un poco a la mención de Jarkko y Savannah. - Están bien. Y...¿sabes qué? ahora están liados. No sé si son novios del todo, pero se gustan. - compartió con ella el cotilleo, al menos hablaban de algo que iba en condiciones y no como todo lo que se había desmoronado y seguía haciéndolo. Ignoró lo que mencionó sobre la protección de la cabaña, sobre todo porque no quería mierdas de espectros en su casa. Ya encontrarían algo.
Luego le explicó lo de la pelea con Wthyr por lo del secuestro, pensando que debía ser agotador vivir con alguien así. Ellos habían discutido algunas veces por varios motivos, pero ni de broma estaban en lucha constante o negociando hasta el más mínimo detalle. - Lo único que me importa de todo eso que has dicho es que nuestra hija está sana, que Anteia la revisó y te lo confirmó. Lo demás...lo lamento por ti, de verdad. A mí me ha tocado una parte mala al perderte, pero no puedo imaginar lo que tienes que aguantar tú. - fue totalmente sincero y pudo empatizar con ella, si imaginaba la situación opuesta no sabía si aguantaría. - Pues no, Anteia no ha hablado conmigo. No pasa nada, tampoco hemos tenido tiempo. - sin embargo no quedaba ahí la cosa. La mención de "los cinco" le hizo resoplar algo molesto. La miró perplejo por todo lo que soltó a continuación, inclinándose hacia delante en el banco.
- Espera...¿de verdad te estás planteando que sea en Ávalon? es correr riesgos innecesarios. Si no puede entrar a Ouroboros pues mira...que se lo hubiese pensado antes de hacer el imbécil e ir atacando y plantando su puto árbol con pulgones asesinos. - alzó los hombros con cara de "es lo que hay", ya era mayorcito para saber que los actos tenían consecuencias. - No pasa nada, yo le grabo un vídeo del parto y luego se lo mando. Hasta le haré un tutorial de cómo usar aparatos tecnológicos para que pueda verlo. Le añadimos comentarios del director y se lo imagina. - comentó con sarcasmo, apoyando el codo en el respaldo del banco. Soltó una risa bastante más irónica al escuchar eso de que podía garantizar su seguridad. - Sabes que sé cuidarme solo. - advirtió, entornando los ojos. Agradeció su preocupación de todos modos, porque esa familia estaba loca.
Dejó que le cogiese la mano pero ya se olía que lo que le iba a decir le gustaría menos todavía. Suspiró, a la espera de que lo soltase. ESE. Queriendo conocer a SU hijo. - Ah, quiere ser el padrastro guay. Qué giro de guion más inesperado. Mi pregunta es para qué. Yo no quiero que se lleven bien. - regruñó por lo bajo por lo de llevárselo a Ávalon, porque por un lado entendía que Catherine necesitase estar más con él, pero por otro no quería a su hijo allí, en tierra enemiga. Eso de estar divorciados estaba resultando muy difícil. No le soltó la mano porque notó que estaba a punto de ponerse a llorar, pero lo cierto es que no estaba en el modo de querer ser comprensivo. - Ya lo sé. Deberíamos dividir mejor los tiempos. Pero quiero un contrato mágico vinculante con algunos puntos muy claros para cuando esté allí. - le jodía que la conversación estuviese derivando de ese modo, porque cuando la había visto lo único que le apetecía era pasar un buen rato con ella y con el niño, tener un rato agradable en familia.
-Ya… llegarán muchos heridos- Dijo con un tono preocupado -Es increíble ¿No? Lo que se logra aprender en momentos de guerra. Azahar ha avanzado mucho en su habilidad de sanación…- De alguna forma, siempre acababa admirando a la gente que tenía habilidades para sanar o curar, después de todo, las suyas eran todo lo contrario. Eso le hizo mirar hacia otro lado con un gesto algo confuso pero…En el fondo, había hecho la paz con ello. Era su talento y debía respetarlo. No podía cambiar quien era. Lo de Jarkko y Savannah le pilló desprevenida pero le alegró el día, así que lo miró con una sonrisa -¿En serio?- Se rió un poco y luego miró a los niños aún sonriendo, pensando en algo curioso -Es irónico no. Son como el ying y el yang. Ella lleva el pelo blanco, él negro. Tienen los ojos del mismo color… Ella es charlatana y él bastante introvertido. Pegan… Espero que sí sean novios- Murmuró mirando de nuevo a Ian, contenta con esa noticia y con hablar de algo “banal”.
Le sorprendió que Ian fuera bastante calmo cuando le contó lo del “secuestro” y tensó suavemente los labios -Mira…No es fácil ¿Sabes?- Le confesó porque era la verdad -Hemos limado asperezas y me he dado cuenta de que cuando no se trata de cosas políticas, creencias y más o menos todo lo que tenga que ver con tomar decisiones no peleamos. En las cuevas, por ejemplo, nos dedicamos a investigar y aunque interactuamos no era para pelear, incluso cuando debatimos…No sé, quizás nos va mejor de bibliotecarios investigadores que de Reyes y mierdas varias- Tras eso se quedó pensando un poco, con la cabeza ladeada. Quizás ella había aprendido a ver a Wthyr más allá del estratega político, algo que él no dejaba ver a los demás y sabía que eso venía a través de la confianza que habían construido. No tenía por qué explicarlo a todo el mundo y quizás Ian no lo entendería porque le odiaba - Es una persona complicada, pero yo también soy rarita- Dijo alzando los hombros.
Ladeó la cabeza hacia él cuando preguntó por la idea de dar a luz en Ávalon, la verdad es que a ella tampoco le daba mucha seguridad pero Wthyr había sido un poco…inflexible. Aún así la respuesta de Ian hizo que soltara una pequeña risa ante la idea -Ay, por favor… ¿Qué comentarios le vas a poner? ¡Mira, aquí es cuando empieza a abrirse todo y es bastante grotesco! ¡Pero supongo que estás acostumbrado a la sangre!- Acabó bromeando con él pero negó con la cabeza -Me da cosita, Ian…Es su primer hijo y ya sabes lo que pasó anteriormente, en el fondo, sé que quiere estar ahí para asegurarse de que todo vaya bien. Pero en realidad a lo que le he dado vueltas es otra cosa…- Se acomodó un poco escuchando su comentario de que sabía cuidarse solo -¿Crees que no lo sé? ¿Por qué siempre rechazas mi protección? Yo no cuestionaba tus ideas cuando ibamos de misión. Si me decías a la derecha, iba a la derecha. Si me decías escóndete, me escondía… En Ávalon tengo autoridad, sólo quería que lo supieras…- Le dijo con un tono un poco mosqueado porque a ella esa actitud de sobrado no le gustaba para nada cuando su nerviosismo crecía cada vez que pensaba en las amenazas hacia él.
Inspiró profundo para dejar el tema de lado, negando con la cabeza para que no le respondiera. Daba igual -En realidad lo que he pensado es contactar con los que están creando el hospital en tierra y ofrecer mi ayuda. Por ejemplo, sé que Johan está construyendo algún grupo y un hospital siempre es necesario así que pensaba en ofrecer alguna inversión y que se estableciera la planta de maternidad con cierta prioridad. Tenemos dos meses- Dijo pensando que quizás estarían en tiempo, tal vez si lo hablaba con Wthyr, Ávalon también podría ayudar.
El siguiente aspecto de su conversación, le sorprendió un poco la reacción de Ian…Al principio, pero después no -Wthyr no fue quien lo propuso, Ian. Fue Anteia y me quedé pensando, le pregunté qué opinaba y me dijo que no tenía problema- Aún así aquello de que quería que se llevaran mal hizo que frunciera el ceño y apartara la mano hacia su vientre en silencio, mirando a Aedan y a Ivanov -Es complicarle la existencia a Aedan. Sé que lo odias… Pero Wthyr no tiene la culpa de la maldición, Ian. No tiene la culpa de que yo haya tenido que hacer un montón de cosas para mantener a Aedan y a ti vivos. No es perfecto, pero ninguno de nosotros lo es- Terminó suspirando cuando le llegó una carta con el sello del hospital de Ouroboros, frunció levemente el ceño pero antes de abrirla oyó lo del contrato -Ya ha accedido a respetar tu decisión sobre Aedan, pon lo que quieras en el contrato. Y yo intentaré venir más para que no tenga que llevármelo a Avalon y que no te incomode- Dijo al abrir la carta sin dirigirle la mirada.
El rostro de Catherine cambió levemente, de un disgusto a una clara preocupación. Su tez se tornó más pálida y cerró la carta lentamente antes de meterla en el bolsillo. Intentó de nuevo controlarse aunque los nervios no paraban de hacerla temblar, simplemente se llevó las manos al vientre y respiró. Tenía que gestionar bien sus emociones para evitar que le afectaran a los bebés y la conversación con Ian era mucho más complicada de lo que esperaba. Se tomó un largo momento en silencio y luego envió un patronus a Eretria preguntando por el estado de Gwen y Shyvanna, avisandole que iba a Ouroboros porque era solicitada por víctimas del ataque a Italia. Luego envió otro al hospital diciendo que estaría allí pronto. Volvió la vista a Ian -Mei- Murmuró con un hilo de voz -El Papa es demasiado poderoso…- Negó suavemente -Quizás no tengas que preocuparte por Wthyr después de todo- Se incorporó sin añadir nada más y empezó a caminar hacia Aedan e Ivanov para despedirse del primero y decirle a Ivanov que debían irse.
Le sorprendió que Ian fuera bastante calmo cuando le contó lo del “secuestro” y tensó suavemente los labios -Mira…No es fácil ¿Sabes?- Le confesó porque era la verdad -Hemos limado asperezas y me he dado cuenta de que cuando no se trata de cosas políticas, creencias y más o menos todo lo que tenga que ver con tomar decisiones no peleamos. En las cuevas, por ejemplo, nos dedicamos a investigar y aunque interactuamos no era para pelear, incluso cuando debatimos…No sé, quizás nos va mejor de bibliotecarios investigadores que de Reyes y mierdas varias- Tras eso se quedó pensando un poco, con la cabeza ladeada. Quizás ella había aprendido a ver a Wthyr más allá del estratega político, algo que él no dejaba ver a los demás y sabía que eso venía a través de la confianza que habían construido. No tenía por qué explicarlo a todo el mundo y quizás Ian no lo entendería porque le odiaba - Es una persona complicada, pero yo también soy rarita- Dijo alzando los hombros.
Ladeó la cabeza hacia él cuando preguntó por la idea de dar a luz en Ávalon, la verdad es que a ella tampoco le daba mucha seguridad pero Wthyr había sido un poco…inflexible. Aún así la respuesta de Ian hizo que soltara una pequeña risa ante la idea -Ay, por favor… ¿Qué comentarios le vas a poner? ¡Mira, aquí es cuando empieza a abrirse todo y es bastante grotesco! ¡Pero supongo que estás acostumbrado a la sangre!- Acabó bromeando con él pero negó con la cabeza -Me da cosita, Ian…Es su primer hijo y ya sabes lo que pasó anteriormente, en el fondo, sé que quiere estar ahí para asegurarse de que todo vaya bien. Pero en realidad a lo que le he dado vueltas es otra cosa…- Se acomodó un poco escuchando su comentario de que sabía cuidarse solo -¿Crees que no lo sé? ¿Por qué siempre rechazas mi protección? Yo no cuestionaba tus ideas cuando ibamos de misión. Si me decías a la derecha, iba a la derecha. Si me decías escóndete, me escondía… En Ávalon tengo autoridad, sólo quería que lo supieras…- Le dijo con un tono un poco mosqueado porque a ella esa actitud de sobrado no le gustaba para nada cuando su nerviosismo crecía cada vez que pensaba en las amenazas hacia él.
Inspiró profundo para dejar el tema de lado, negando con la cabeza para que no le respondiera. Daba igual -En realidad lo que he pensado es contactar con los que están creando el hospital en tierra y ofrecer mi ayuda. Por ejemplo, sé que Johan está construyendo algún grupo y un hospital siempre es necesario así que pensaba en ofrecer alguna inversión y que se estableciera la planta de maternidad con cierta prioridad. Tenemos dos meses- Dijo pensando que quizás estarían en tiempo, tal vez si lo hablaba con Wthyr, Ávalon también podría ayudar.
El siguiente aspecto de su conversación, le sorprendió un poco la reacción de Ian…Al principio, pero después no -Wthyr no fue quien lo propuso, Ian. Fue Anteia y me quedé pensando, le pregunté qué opinaba y me dijo que no tenía problema- Aún así aquello de que quería que se llevaran mal hizo que frunciera el ceño y apartara la mano hacia su vientre en silencio, mirando a Aedan y a Ivanov -Es complicarle la existencia a Aedan. Sé que lo odias… Pero Wthyr no tiene la culpa de la maldición, Ian. No tiene la culpa de que yo haya tenido que hacer un montón de cosas para mantener a Aedan y a ti vivos. No es perfecto, pero ninguno de nosotros lo es- Terminó suspirando cuando le llegó una carta con el sello del hospital de Ouroboros, frunció levemente el ceño pero antes de abrirla oyó lo del contrato -Ya ha accedido a respetar tu decisión sobre Aedan, pon lo que quieras en el contrato. Y yo intentaré venir más para que no tenga que llevármelo a Avalon y que no te incomode- Dijo al abrir la carta sin dirigirle la mirada.
El rostro de Catherine cambió levemente, de un disgusto a una clara preocupación. Su tez se tornó más pálida y cerró la carta lentamente antes de meterla en el bolsillo. Intentó de nuevo controlarse aunque los nervios no paraban de hacerla temblar, simplemente se llevó las manos al vientre y respiró. Tenía que gestionar bien sus emociones para evitar que le afectaran a los bebés y la conversación con Ian era mucho más complicada de lo que esperaba. Se tomó un largo momento en silencio y luego envió un patronus a Eretria preguntando por el estado de Gwen y Shyvanna, avisandole que iba a Ouroboros porque era solicitada por víctimas del ataque a Italia. Luego envió otro al hospital diciendo que estaría allí pronto. Volvió la vista a Ian -Mei- Murmuró con un hilo de voz -El Papa es demasiado poderoso…- Negó suavemente -Quizás no tengas que preocuparte por Wthyr después de todo- Se incorporó sin añadir nada más y empezó a caminar hacia Aedan e Ivanov para despedirse del primero y decirle a Ivanov que debían irse.
El rato que pasaron hablando de sus amigos se le hizo ameno, le gustó el cariño que se percibía en las palabras de Catherine cuando nombraba a Azahar, a Jarkko, a Savannah...en el fondo podían considerarlos amigos comunes, porque ellos siempre la habían acogido bien. Podrían haber seguido con temas divertidos, pero no, les tocaba hablar de asuntos que a ninguno le agradaban. - Ya...mucho tiempo libre en esas cuevas. Seguro que quería meterte un buen síndrome de Estocolmo. - desconfiaba mucho de ese tipo, sus intenciones no estaban claras y se le seguía atragantando el pensar que pasaba tantas horas con ella. - Serás rarita, sí, pero tú eres buena persona. Eso es lo que te distingue. Incluso ahora sigues intentando mediar entre las dos islas. - insistió en eso, porque era peligroso que hiciese esa asociación como queriendo decir que ella y Wthyr se parecían.
Suavizó un poco el gesto y hasta acabó riéndose cuando ella se unió a hacer bromas sobre lo del vídeo con comentarios del director, y en la cara que pondría el otro si lo viese. - Grabaría la parte en la que me pegas por andar haciendo el capullo con el vídeo mientras tú sufres. Sería el bonus track. - por lo demás...no le daba la gana tener empatía con el Pendragon. Simplemente no quería darle la oportunidad de pensar en él como algo que no fuera el responsable de su infelicidad y la de Catherine. - No rechazo tu protección cuando es necesaria. No la rechacé cuando estuve encerrado y gracias a ti pudieron rescatarme. Lo sabes. - le recordó, adoptando una expresión más seria. Sabía perfectamente que Catherine le había protegido muchas veces, pero no quería que le defendiese de ellos, ni que usase su autoridad en Ávalon para ello. El orgullo se lo impedía.
Le pareció mejor idea lo que dijo del hospital, aunque fuese como una alternativa para que Wthyr también pudiese estar allí. La verdad es que no se imaginaba la escena, era totalmente surrealista. - Pues ya que no quieres decidir quién va a estar...deberíamos echarlo a suertes. No es por nada, pero creo que no deberíamos estar en la misma habitación en un momento así. - le sorprendió que fuese Anteia quien propusiese eso, sentándole un poco mal porque se suponía que ella debía estar de su parte, única y exclusivamente. Anteia era casi como una segunda madre, así que su propuesta de que Aedan conociese a Wthyr le molestó. - Ya, ya entiendo todo lo de la maldición y que nadie queríamos esta situación y esa mierda. Pero de ahí a hacer necesario que se relacionen pues...¿para qué? ¿qué saca nuestro hijo de eso? - asintió a lo del contrato y le pidió tiempo, porque tendría que pensarse muy bien los puntos que añadiría para que no hubiese ninguna laguna legal.
Alzó la vista al pajarraco que trajo una carta con el sello del hospital de Ouroboros, arrugando la nariz con disgusto. Ya iban a pedirle algo. Le puso una mano en el hombro al verla temblar, ladeando la cabeza para verle mejor la cara. - ¿Te reclaman? ¿por qué? - le quitó la carta de las manos para leerla, negando con la cabeza. El comentario sobre Wthyr le hizo pensar que ojalá cayese en esa misión, un problema menos. - Deja, ya les contesto yo. - ni corto ni perezoso conjuró un patronus dirigido al nuevo director del hospital.
Suavizó un poco el gesto y hasta acabó riéndose cuando ella se unió a hacer bromas sobre lo del vídeo con comentarios del director, y en la cara que pondría el otro si lo viese. - Grabaría la parte en la que me pegas por andar haciendo el capullo con el vídeo mientras tú sufres. Sería el bonus track. - por lo demás...no le daba la gana tener empatía con el Pendragon. Simplemente no quería darle la oportunidad de pensar en él como algo que no fuera el responsable de su infelicidad y la de Catherine. - No rechazo tu protección cuando es necesaria. No la rechacé cuando estuve encerrado y gracias a ti pudieron rescatarme. Lo sabes. - le recordó, adoptando una expresión más seria. Sabía perfectamente que Catherine le había protegido muchas veces, pero no quería que le defendiese de ellos, ni que usase su autoridad en Ávalon para ello. El orgullo se lo impedía.
Le pareció mejor idea lo que dijo del hospital, aunque fuese como una alternativa para que Wthyr también pudiese estar allí. La verdad es que no se imaginaba la escena, era totalmente surrealista. - Pues ya que no quieres decidir quién va a estar...deberíamos echarlo a suertes. No es por nada, pero creo que no deberíamos estar en la misma habitación en un momento así. - le sorprendió que fuese Anteia quien propusiese eso, sentándole un poco mal porque se suponía que ella debía estar de su parte, única y exclusivamente. Anteia era casi como una segunda madre, así que su propuesta de que Aedan conociese a Wthyr le molestó. - Ya, ya entiendo todo lo de la maldición y que nadie queríamos esta situación y esa mierda. Pero de ahí a hacer necesario que se relacionen pues...¿para qué? ¿qué saca nuestro hijo de eso? - asintió a lo del contrato y le pidió tiempo, porque tendría que pensarse muy bien los puntos que añadiría para que no hubiese ninguna laguna legal.
Alzó la vista al pajarraco que trajo una carta con el sello del hospital de Ouroboros, arrugando la nariz con disgusto. Ya iban a pedirle algo. Le puso una mano en el hombro al verla temblar, ladeando la cabeza para verle mejor la cara. - ¿Te reclaman? ¿por qué? - le quitó la carta de las manos para leerla, negando con la cabeza. El comentario sobre Wthyr le hizo pensar que ojalá cayese en esa misión, un problema menos. - Deja, ya les contesto yo. - ni corto ni perezoso conjuró un patronus dirigido al nuevo director del hospital.
mensaje para Oscurus escribió:Catherine no puede acudir a Ouroboros. Le han ordenado reposo absoluto por el embarazo. Además, ella no es sanadora, buscad a otro. Parece mentira que le mandes una carta para acudir sabiendo lo que hay.
-No creo que sea tan retorcido- Dijo frunciendo el ceño -Es más, después de la semana de reposo absoluto peleamos de nuevo y estuve varias sin hablarle apenas- Había sido muy incómodo tomando en cuenta que eran las únicas personas allí. Volvió la vista hacia él cuando marcó aquella diferencia, ella también se consideraba buena -No sé si él es malo. Es demasiado…pragmático, Ian. Es como… Hay blancos, hay negros, él tiene un tono de gris muy único- Se rió ante la reflexión pensando que era una buena opción para Wthyr. Una tonalidad muy particular de gris, desvió la mirada aún más divertida pensando que si tuviera que relacionarlo con un color no sería el gris, le salió el alma artista y pensó un poco más. Sería algo como el granate. Denso y profundo pero con un toque apasionado. Y rojizo, por supuesto.
Pero luego de eso, sonrió ante aquello del bonus track -Pues probablemente, aunque quizás estaría demasiado ocupada pujando- El tema quedó un poco ahí y luego salió lo de la protección, Catherine lo miró un momento y quiso corregirlo…Quiso decirle que ella no hizo nada por protegerlo, sino más bien al contrario, lo había puesto en riesgo. Pero supuso que él lo veía de otra manera, así que sólo asintió pero no dijo nada.
-No se trata de que yo tenga que decidir, Ian. Los quiero a los dos ahí, pero vuestro odio por el otro es más grande que vuestro cariño por vuestros hijos- Sentenció un poco irritada -Bastantes decisiones he tenido que tomar en los últimos meses. Si tengo que tomar una, entonces no estará ninguno de los dos y a tomar por culo- La sombra de la visión que había tenido le oscureció el rostro e instintivamente se cruzó de brazos, negando brevemente. Estuvo a punto de soltar un comentario irritado e infantil pero se mordió la lengua. Cerró los ojos e intentó calmarse -Tuve una visión preciosa y horrorosa a la vez, sobre el parto. Quizás es mejor que no esté ninguno, así la anulo de lleno. Esperareis en algún sitio del hospital y ya, a lo antiguo-
- Bueno no sé si sacar algo, pero Wthyr es el padre de Zephyr. Y Aelin también lo conocerá…- Tuvo una extraña sensación en el pecho y volvió lentamente la mirada hacia Ian -Entonces… ¿A ti tengo que ocultarte de Zephyr? ¿Como si no fueras parte de mi vida?- En ese instante, no se sentía bien. Rechazaba la idea de lleno. Sabía que Ian no sería el padre de Zephyr pero…Wthyr había sido tan abierto con el tema de Aelin, incluso cuando ella misma había sospechado que no querría nada que ver…Él se había ofrecido a tejer para los dos. No quiso ver su expresión así que apartó la cara y miró al frente con cierto escozor en el corazón -Sólo no quiero que se sorprenda si algún día lo ve a mi lado. Supongo que es sólo eso. Déjalo estar, no pasa nada- Murmuró finalmente, no iba a presionarlo con el tema.
-Porque Mei tiene problemas, seguro el Papa ha jugado con su mente- Explicó a Ian antes de pararse, frunció el ceño cuando dijo que iba a responder él -Pero si ya les respondí- Escuchó el patronus mientras iba de camino a los niños. Aedan no quería que se fuera y ya le había puesto ojitos e Ivanov tampoco parecía muy por la labor. Catherine tensó los labios -Podéis jugar un poquito más pero luego tengo que irme, cariño… Es algo urgente. Te prometo que mañana o pasado vengo de nuevo y quizás hasta con Ivanov y jugamos. Hoy en la noche también te llamo y hablamos un rato antes de dormir- Le acarició suavemente el denso pelo negro con una leve sonrisa -¿A qué estáis jugando?- Les preguntó con tranquilidad, a ver si sus inocentes juegos lograban recordarle porqué hacía las cosas que hacía.
Pero luego de eso, sonrió ante aquello del bonus track -Pues probablemente, aunque quizás estaría demasiado ocupada pujando- El tema quedó un poco ahí y luego salió lo de la protección, Catherine lo miró un momento y quiso corregirlo…Quiso decirle que ella no hizo nada por protegerlo, sino más bien al contrario, lo había puesto en riesgo. Pero supuso que él lo veía de otra manera, así que sólo asintió pero no dijo nada.
-No se trata de que yo tenga que decidir, Ian. Los quiero a los dos ahí, pero vuestro odio por el otro es más grande que vuestro cariño por vuestros hijos- Sentenció un poco irritada -Bastantes decisiones he tenido que tomar en los últimos meses. Si tengo que tomar una, entonces no estará ninguno de los dos y a tomar por culo- La sombra de la visión que había tenido le oscureció el rostro e instintivamente se cruzó de brazos, negando brevemente. Estuvo a punto de soltar un comentario irritado e infantil pero se mordió la lengua. Cerró los ojos e intentó calmarse -Tuve una visión preciosa y horrorosa a la vez, sobre el parto. Quizás es mejor que no esté ninguno, así la anulo de lleno. Esperareis en algún sitio del hospital y ya, a lo antiguo-
- Bueno no sé si sacar algo, pero Wthyr es el padre de Zephyr. Y Aelin también lo conocerá…- Tuvo una extraña sensación en el pecho y volvió lentamente la mirada hacia Ian -Entonces… ¿A ti tengo que ocultarte de Zephyr? ¿Como si no fueras parte de mi vida?- En ese instante, no se sentía bien. Rechazaba la idea de lleno. Sabía que Ian no sería el padre de Zephyr pero…Wthyr había sido tan abierto con el tema de Aelin, incluso cuando ella misma había sospechado que no querría nada que ver…Él se había ofrecido a tejer para los dos. No quiso ver su expresión así que apartó la cara y miró al frente con cierto escozor en el corazón -Sólo no quiero que se sorprenda si algún día lo ve a mi lado. Supongo que es sólo eso. Déjalo estar, no pasa nada- Murmuró finalmente, no iba a presionarlo con el tema.
-Porque Mei tiene problemas, seguro el Papa ha jugado con su mente- Explicó a Ian antes de pararse, frunció el ceño cuando dijo que iba a responder él -Pero si ya les respondí- Escuchó el patronus mientras iba de camino a los niños. Aedan no quería que se fuera y ya le había puesto ojitos e Ivanov tampoco parecía muy por la labor. Catherine tensó los labios -Podéis jugar un poquito más pero luego tengo que irme, cariño… Es algo urgente. Te prometo que mañana o pasado vengo de nuevo y quizás hasta con Ivanov y jugamos. Hoy en la noche también te llamo y hablamos un rato antes de dormir- Le acarició suavemente el denso pelo negro con una leve sonrisa -¿A qué estáis jugando?- Les preguntó con tranquilidad, a ver si sus inocentes juegos lograban recordarle porqué hacía las cosas que hacía.
Se anotó el dato de lo mal que se habían llevado durante el tiempo ese que la tuvo secuestrada, preguntándose por qué simplemente no se fue de allí. Seguro que era una respuesta compleja, y no quiso indagar más. Finalmente suspiró, haciendo un gesto como de aceptación. - En ese caso creo que la mayoría somos "grises". No conozco a prácticamente nadie que tenga una moral intachable. Todos hemos hecho o pensado cosas cuestionables.- si acaso se le ocurría su hermana, y ni ella era ya perfecta.
Se dio cuenta de que estaba siendo algo egoísta cuando ella le reprochó que Wthyr y él se odiaban más de lo que querían a sus hijos, por lo que bajó la mirada algo incómodo. ¿Sería capaz de aceptar que el otro estuviese también ahí o prefería no estar? al final Catherine iba a acabar optando por pasar de los dos, y si lo hacía la entendería. - Está bien, pues no decidas. Aunque ahí la que tiene que estar cómoda eres tú, así que lo que queramos nosotros da igual. - sí que quería ver nacer a su hija, pero si no era posible estar pues...se quedaría fuera. Total, tampoco es que le sirviese de mucho a Catherine que nadie excepto los sanadores estuviesen ahí. - ¿Qué visión? - preguntó con cierto temor a que le contase detalles que le diesen en qué pensar, cosas malas, seguro.
- ¿Ocultarme? no necesariamente. Es sólo que...ese niño para mí no significa nada, excepto la salvación de Aedan si es que lo que nos han contado es cierto. Puede saber que existo y saber quién soy, pero eso no implica que haya relación. - notó que la estaba fastidiando al ver cómo apartaba la cara, pero tampoco quería mentirle ni decirle que serían como una familia todos, porque claramente no lo eran. - De acuerdo. Que lo conozca y le explicas que es un amigo tuyo o algo así. - acabó cruzándose de brazos, dejando el tema como ella misma había pedido. Qué remedio. Al final los críos tendrían que saber de la existencia de los otros, y cuando fuesen más mayores tendrían que saber toda la verdad.
Todo lo de Ouroboros y lo de Mei tensó un poco más el ambiente, por lo que intentó rebajarlo. - Es que...siempre te están pidiendo cosas, y ahora no es buen momento. Alguien tiene que decírselo. - fue hacia donde ella estaba jugando con los niños, señalando después a la casa. - ¿Te quedas a comer? tengo una pizza en el horno y otras cosas que te gustan. Podemos comerla en el sofá, viendo una película de esas que no entiendes mientras los críos juegan dentro. ¿Quieres que mamá se quede a comer, Aedan? - preguntó mientras lo alzaba del suelo en brazos, levantándolo luego solo con una mano para lanzarlo un par de veces al aire jugando con él.
Se dio cuenta de que estaba siendo algo egoísta cuando ella le reprochó que Wthyr y él se odiaban más de lo que querían a sus hijos, por lo que bajó la mirada algo incómodo. ¿Sería capaz de aceptar que el otro estuviese también ahí o prefería no estar? al final Catherine iba a acabar optando por pasar de los dos, y si lo hacía la entendería. - Está bien, pues no decidas. Aunque ahí la que tiene que estar cómoda eres tú, así que lo que queramos nosotros da igual. - sí que quería ver nacer a su hija, pero si no era posible estar pues...se quedaría fuera. Total, tampoco es que le sirviese de mucho a Catherine que nadie excepto los sanadores estuviesen ahí. - ¿Qué visión? - preguntó con cierto temor a que le contase detalles que le diesen en qué pensar, cosas malas, seguro.
- ¿Ocultarme? no necesariamente. Es sólo que...ese niño para mí no significa nada, excepto la salvación de Aedan si es que lo que nos han contado es cierto. Puede saber que existo y saber quién soy, pero eso no implica que haya relación. - notó que la estaba fastidiando al ver cómo apartaba la cara, pero tampoco quería mentirle ni decirle que serían como una familia todos, porque claramente no lo eran. - De acuerdo. Que lo conozca y le explicas que es un amigo tuyo o algo así. - acabó cruzándose de brazos, dejando el tema como ella misma había pedido. Qué remedio. Al final los críos tendrían que saber de la existencia de los otros, y cuando fuesen más mayores tendrían que saber toda la verdad.
Todo lo de Ouroboros y lo de Mei tensó un poco más el ambiente, por lo que intentó rebajarlo. - Es que...siempre te están pidiendo cosas, y ahora no es buen momento. Alguien tiene que decírselo. - fue hacia donde ella estaba jugando con los niños, señalando después a la casa. - ¿Te quedas a comer? tengo una pizza en el horno y otras cosas que te gustan. Podemos comerla en el sofá, viendo una película de esas que no entiendes mientras los críos juegan dentro. ¿Quieres que mamá se quede a comer, Aedan? - preguntó mientras lo alzaba del suelo en brazos, levantándolo luego solo con una mano para lanzarlo un par de veces al aire jugando con él.
Patronus en forma de cuervo
[Pero tú, ¿quién te crees que eres? La Descendiente LeFay es lo suficientemente mayorcita como para saber qué quiere o debe de hacer. De modo, que deja de silenciarla, controlarla y oprimirla.
Si te falta una vida, cómpratela, y no eclipses la de los demás.
Como supongo que estarás con este impresentable, he recibido tu primer mensaje, Catherine. Nos conocemos poco, pero sabes que no pediría ayuda externa si no fuera especialmente necesario. Mei está en la UCI, puedes visitarla directamente allí, nadie te molestará.]
-Bueno, Jack se cree muy intachable- Bromeó, sonriendo brevemente de lado -Y ni me digas Adael…¿te conté que se puso tikismikis con las habilidades de Matvey? En plan que tenía que buscar otras maneras de pelear o algo así- Suspiró suavemente pensando en que Adael siempre había sido bastante cerrado en sus cosas, como ella. Pero mientras más lo conocía u oía menos sentía esa conexión que antes les había hecho amigos. Era distinto con Gio, por ejemplo.
No hizo comentario a aquello de que era ella quien tenía que estar cómoda. Simplemente no sabía qué iba a ocurrir pero le decepcionaba lo infantil que podían ser ambos. Tampoco servía de nada decirlo ya. Se apartó el cabello de la cara y tensó los labios cuando preguntó por la visión, tras eso arrastró su mirada hacia él y la compartió.
-Fue en la cabaña. Wthyr me envió una piedra que me ayudaba a calmarme…Pero resulta que también podía mostrarte atisbos de futuro. No fue la única que tuve pero una de las peores- Dijo con escasa tranquilidad, frunció suavemente el ceño y lo miró, recorriéndole el rostro -Wthyr comentó que teníamos que buscar una forma de destruirlo totalmente. Que lo de la zona antimagia no estaba mal pero que si lo destruíamos creía que me daría más tranquilidad. O algo así… Estaba muy nerviosa para hablar más del laberinto. No recuerdo bien- ¿Había mencionado algo del fuego de dragón? No recordaba. Terminó suspirando de nuevo.
Guardó silencio cuando mencionó lo que sería su “relación” con Zephyr. Tenía mucho qué pensar al respecto, supuso que Wthyr tendría algo que decir también. La forma en la que accedió a que Wthyr le conociera le dejó una sensación agridulce. Se humedeció los labios de forma lenta, suponiendo que era lo mejor que iba a obtener de él. En el fondo, quiso corregirlo y decirle que no…Wthyr no era un amigo, era e iba a ser su esposo. El padre de Zephyr. Iba a ser su padrastro. Pero se calló, de nuevo, porque ella misma había pedido que dejaran el tema.
-Siempre van a pedirme cosas, Ian. Ávalon, Ouroboros… Soy una Descendiente y tengo responsabilidades que cumplir o llenar… Pero más allá de eso, Mei es mi amiga- Aún podía recordar la forma en la que se había sentido al oír su voz mientras estaba en Ávalon, había querido llorar de emoción -Ya puedo conectar mentalmente fuera de Ávalon- Le dijo a Ian, recordando ese detalle mientras acariciaba el rostro de Aedan.
Vio hacia la casa cuando le sugirió que se quedara y entonces los patronus de Oscurus llegaron. Los escuchó pensando que la discusión entre ellos estaba subiendo demasiado de tono pero luego…Escuchar a Aedan riéndose hizo que un sentimiento de nostalgia se alojara en su corazón y no sabía si es que estaba muy sensible, si habían sido aquellos dos meses alejada de ellos, o qué… Pero no podía decir que no -Me quedaré…un rato- Le dijo Cath mientras alzaba la mano para enviar un mensaje a Oscurus a través del brazalete, informándole que estaría allí en cuanto pudiera y que comprendía la gravedad pero… él debía comprender que sus habilidades no tenían comparación alguna con las de Mei.
Cogió de la mano a Ivanov sintiéndose un poco menos al borde de las lágrimas y se concentró en un paso a la vez, llevando al niño dentro junto con Ian y Aedan. El último empezó a buscar sus juguetes de dentro e Ivanov lo siguió. Cath buscó una silla para poder sentarse en la cocina mientras Ian terminaba la pizza, el aroma le dio la bienvenida y sonrió brevemente -¿Bacon?-
No hizo comentario a aquello de que era ella quien tenía que estar cómoda. Simplemente no sabía qué iba a ocurrir pero le decepcionaba lo infantil que podían ser ambos. Tampoco servía de nada decirlo ya. Se apartó el cabello de la cara y tensó los labios cuando preguntó por la visión, tras eso arrastró su mirada hacia él y la compartió.
El llanto de un bebé resonó en la sala y...y la risa de alguien. Catherine tardó en reconocer que era Wthyr quien se reía de alegría al tener a su primogénito en brazos mientras Ian sostenía a la pequeña contra él, sentado en una silla en el otro lado de la habitación pero...de alguna extraña forma, sin asperezas solo apreciando cada uno a su hijo. Ella estaba en la cama con un aspecto feliz pero...cansado, quizás demasiado. Pálida y sudorosa. Se había visto así una vez. Se preguntó si… si moriría en el parto después de resolver la maldición -No me dejéis dormir- Había murmurado en un hilo de voz pero no parecieron escucharla al principio -¿Sintiéndote sola, Catherine?- La voz de Morgana susurro suavemente en sus pensamientos mientras sus ojos se volvían oscuros como la obsidiana -Era eso lo que querías… estar absolutamente sola-
-Fue en la cabaña. Wthyr me envió una piedra que me ayudaba a calmarme…Pero resulta que también podía mostrarte atisbos de futuro. No fue la única que tuve pero una de las peores- Dijo con escasa tranquilidad, frunció suavemente el ceño y lo miró, recorriéndole el rostro -Wthyr comentó que teníamos que buscar una forma de destruirlo totalmente. Que lo de la zona antimagia no estaba mal pero que si lo destruíamos creía que me daría más tranquilidad. O algo así… Estaba muy nerviosa para hablar más del laberinto. No recuerdo bien- ¿Había mencionado algo del fuego de dragón? No recordaba. Terminó suspirando de nuevo.
Guardó silencio cuando mencionó lo que sería su “relación” con Zephyr. Tenía mucho qué pensar al respecto, supuso que Wthyr tendría algo que decir también. La forma en la que accedió a que Wthyr le conociera le dejó una sensación agridulce. Se humedeció los labios de forma lenta, suponiendo que era lo mejor que iba a obtener de él. En el fondo, quiso corregirlo y decirle que no…Wthyr no era un amigo, era e iba a ser su esposo. El padre de Zephyr. Iba a ser su padrastro. Pero se calló, de nuevo, porque ella misma había pedido que dejaran el tema.
-Siempre van a pedirme cosas, Ian. Ávalon, Ouroboros… Soy una Descendiente y tengo responsabilidades que cumplir o llenar… Pero más allá de eso, Mei es mi amiga- Aún podía recordar la forma en la que se había sentido al oír su voz mientras estaba en Ávalon, había querido llorar de emoción -Ya puedo conectar mentalmente fuera de Ávalon- Le dijo a Ian, recordando ese detalle mientras acariciaba el rostro de Aedan.
Vio hacia la casa cuando le sugirió que se quedara y entonces los patronus de Oscurus llegaron. Los escuchó pensando que la discusión entre ellos estaba subiendo demasiado de tono pero luego…Escuchar a Aedan riéndose hizo que un sentimiento de nostalgia se alojara en su corazón y no sabía si es que estaba muy sensible, si habían sido aquellos dos meses alejada de ellos, o qué… Pero no podía decir que no -Me quedaré…un rato- Le dijo Cath mientras alzaba la mano para enviar un mensaje a Oscurus a través del brazalete, informándole que estaría allí en cuanto pudiera y que comprendía la gravedad pero… él debía comprender que sus habilidades no tenían comparación alguna con las de Mei.
Cogió de la mano a Ivanov sintiéndose un poco menos al borde de las lágrimas y se concentró en un paso a la vez, llevando al niño dentro junto con Ian y Aedan. El último empezó a buscar sus juguetes de dentro e Ivanov lo siguió. Cath buscó una silla para poder sentarse en la cocina mientras Ian terminaba la pizza, el aroma le dio la bienvenida y sonrió brevemente -¿Bacon?-
Ian hubiese defendido a Matvey de las acusaciones de Adael si hubiese estado allí. Sabía lo que el nigromante significaba para Cath, y él también le estaba muy agradecido por haberle salvado la vida cuando le poseyó aquel demonio tras la misión de la Ciudadela Alpha. Por eso puso los ojos en blanco y soltó un "boh" por las opiniones del elementarista sobre Rasputín. Podrían haber seguido comentando sobre eso, pero el tema cambió de manera radical cuando hablaron de quién estaría en el parto y las visiones que había tenido ella. Se notaba que era algo que le preocupaba lo suficiente como para no contarlo, de modo que le envió la visión a su propia mente para que él lo viese.
Aquello le produjo una sensación extraña...en la visión se veía feliz, pero no estaba haciendo caso a Catherine. Sabía que aquello era imposible, que jamás la ignoraría si la veía mal. Era inconcebible. Por eso lo interpretó como un miedo de ella, algo que no tenía nada de real y que no tenía sentido. Acabó negando con la cabeza cuando la visión terminó. No llegó a perturbarle lo suficiente porque la rechazó de plano. - Eso es imposible. Puede que vieses en parte lo que deseas, que no nos matemos. Y en parte lo que temes, que Morgana vuelva a por ti. Por eso no le doy nada de crédito a ese tipo de visiones y profecías. Todo está aquí. - se señaló un momento la sien con el dedo índice, entornando después los ojos al saber que Wthyr conocía la ubicación del disco con el laberinto.
- Sí. Supongo que tarde o temprano habrá que destruirlo. Pero por el momento está seguro donde está. Soy el único que conoce la ubicación exacta. - y eso le daba seguridad, porque nadie malintencionado podría ir a buscar el disco. Se dio cuenta de que no dijo nada sobre la relación de él y su futuro hijo, intuyendo que se callaba cosas. Por eso miró hacia abajo incómodo, porque no se veía capaz de darle lo que esperaba ni las respuestas que quería. - Vale. Tu amiga... - acabó rindiéndose a la evidencia, porque no era lo mismo cumplir órdenes por obligación que arriesgarse por un amigo. Ahí él no podía decirle nada, porque sabía que acudiría a ayudar a sus amigos incluso aunque eso lo pusiese en peligro. - Si fuesen Azahar, Jarkko o Savannah...no lo dudaría. Pero eso no quita que Oscurus sea un imbécil de mierda. - dicho lo cual le respondió al patronus en el que le acusaba de oprimir a Catherine y unas cuantas gilipolleces más. Se quedó muy a gusto después de haberlo despachado.
También contribuyó a mejorar su humor el hecho de que ella decidiese quedarse un rato, por lo que bajó a Aedan al suelo después de haber jugado con él y se dirigieron al interior de la casa. - Ve poniéndote cómoda en el sofá con los críos. - le dijo cuando se quedó en la silla de la cocina, sacando por fin una pizza del horno. Había quedado bastante aceptable, con bacon tal y como decía ella y algunos ingredientes más de los que tenían por la huerta. - He aprendido a cocinar un poco mejor. Ya sé hacer unas cuantas cosas. - se giró con una ligera sonrisa, dejando la pizza un momento en el centro de la mesa por si quería probarla antes de que se llevase el plato al salón. Lástima que ya no pudiesen comer juntos casi nunca.
Aquello le produjo una sensación extraña...en la visión se veía feliz, pero no estaba haciendo caso a Catherine. Sabía que aquello era imposible, que jamás la ignoraría si la veía mal. Era inconcebible. Por eso lo interpretó como un miedo de ella, algo que no tenía nada de real y que no tenía sentido. Acabó negando con la cabeza cuando la visión terminó. No llegó a perturbarle lo suficiente porque la rechazó de plano. - Eso es imposible. Puede que vieses en parte lo que deseas, que no nos matemos. Y en parte lo que temes, que Morgana vuelva a por ti. Por eso no le doy nada de crédito a ese tipo de visiones y profecías. Todo está aquí. - se señaló un momento la sien con el dedo índice, entornando después los ojos al saber que Wthyr conocía la ubicación del disco con el laberinto.
- Sí. Supongo que tarde o temprano habrá que destruirlo. Pero por el momento está seguro donde está. Soy el único que conoce la ubicación exacta. - y eso le daba seguridad, porque nadie malintencionado podría ir a buscar el disco. Se dio cuenta de que no dijo nada sobre la relación de él y su futuro hijo, intuyendo que se callaba cosas. Por eso miró hacia abajo incómodo, porque no se veía capaz de darle lo que esperaba ni las respuestas que quería. - Vale. Tu amiga... - acabó rindiéndose a la evidencia, porque no era lo mismo cumplir órdenes por obligación que arriesgarse por un amigo. Ahí él no podía decirle nada, porque sabía que acudiría a ayudar a sus amigos incluso aunque eso lo pusiese en peligro. - Si fuesen Azahar, Jarkko o Savannah...no lo dudaría. Pero eso no quita que Oscurus sea un imbécil de mierda. - dicho lo cual le respondió al patronus en el que le acusaba de oprimir a Catherine y unas cuantas gilipolleces más. Se quedó muy a gusto después de haberlo despachado.
También contribuyó a mejorar su humor el hecho de que ella decidiese quedarse un rato, por lo que bajó a Aedan al suelo después de haber jugado con él y se dirigieron al interior de la casa. - Ve poniéndote cómoda en el sofá con los críos. - le dijo cuando se quedó en la silla de la cocina, sacando por fin una pizza del horno. Había quedado bastante aceptable, con bacon tal y como decía ella y algunos ingredientes más de los que tenían por la huerta. - He aprendido a cocinar un poco mejor. Ya sé hacer unas cuantas cosas. - se giró con una ligera sonrisa, dejando la pizza un momento en el centro de la mesa por si quería probarla antes de que se llevase el plato al salón. Lástima que ya no pudiesen comer juntos casi nunca.
patronus para Ian
Azahar escribió:IAN PUTO CALLATE Y DEJA DE MANDARNOS PATRONUS AL HOSPITAL ESTAMOS TRABAJANDO TE VOY A ARREAR UNA PATADA EN EL TRASERO, LUEGO SI QUIERES TE PEGAS CON OSCURUS!
Besis.
La forma en la que Ian se tomó la visión fue distinta de la de Wthyr pero porque… Ambos habían compartido otra visión, distinta, e igual de aterradora -Quizás tienes razón…Sí…eso debe ser- Eso no implicaba que el miedo siguiera calándole los huesos. Asintió nuevamente, recordándose a sí misma que no percibía su presencia ni en Ávalon, ni en Ouroboros ni siquiera aquí en la “tierra”.
-Lo sé- Expresó con un poco más de frialdad de la que esperaba porque… Siempre era así, no? En el fondo, cuando se trataba de ella o de sus amigos Ian no miraba hacia los lados. Iba de cabeza. Pero cuando ella era la que lo hacía tenía que dar explicaciones -El 80% de mis compañeros en el Consejo son unos imbéciles, Ian. Siempre lo has sabido…Oscurus lo que pasa es que, como yo, tiene poco filtro para decir lo que piensa y tú también- Alzó los hombros como restándole importancia.
-Si, ya voy…si total vas a elegir tú- Miró la pizza, percibiendo cómo se le hacía agua la boca. Pero la inteligencia y el instinto le dijeron que como intentara tocarla iba a quemarse -Yo no…Wthyr era el que cocinaba, lo que faltaba es que nos matara a los dos intentando hacer una sopa- Soltó poniendo los ojos en blanco. Estaba intentando poner de su lado -Y del resto, lo pido todo a las cocinas…Ya sabes, medieval y reina y su majestad y las cosas esas…- Tenía la cabeza un poco dispersa pero un chillido de emoción le llamó la atención y señaló con la cabeza hacia la sala, yendo finalmente hacia allí para ver que hacían.
Era uno de los juguetes de Giordano. Vio el confetti y los caramelos alrededor y se preguntó…si Gio volvería a hacer juguetes después de todo lo que había pasado. O no. O quizás no le hacía juguetes a Zephyr pero a Aelin sí. Se sentó en el sofá sonriendo forzadamente cuando Aedan le trajo un par de caramelos. Cath abrió uno y se lo comió a escondidas para que los niños no pidieran antes de la pizza.
Se quedaría por un par de pedazos porque tenía hambre y luego subiría… y…Tenía que… El mensaje de Eretria no tardó en llegar. Las hermanas estaban bien pero estaban volviendo una gran cantidad de heridos. Contactó mentalmente con Eretria para que le explicara con más detalle y sintió que se estaba mareando. De momento los hermanos seguían peleando pero el hijo del Señor de Hipatía había vuelto y Freyja también. Se quedó mirando la televisión con un gesto neutral aunque por dentro estuviera atormentada. Pero los niños no estaban atentos, simplemente jugaban con los juguetes de Gio ajenos a la realidad que estaban enfrentando muchos.
El patronus de Azahar tampoco terminó de sentarle bien y cuando Ian fue hacia la sala le miró con preocupación -Dos pedazos...- Murmuró apesumbrada.
-Lo sé- Expresó con un poco más de frialdad de la que esperaba porque… Siempre era así, no? En el fondo, cuando se trataba de ella o de sus amigos Ian no miraba hacia los lados. Iba de cabeza. Pero cuando ella era la que lo hacía tenía que dar explicaciones -El 80% de mis compañeros en el Consejo son unos imbéciles, Ian. Siempre lo has sabido…Oscurus lo que pasa es que, como yo, tiene poco filtro para decir lo que piensa y tú también- Alzó los hombros como restándole importancia.
-Si, ya voy…si total vas a elegir tú- Miró la pizza, percibiendo cómo se le hacía agua la boca. Pero la inteligencia y el instinto le dijeron que como intentara tocarla iba a quemarse -Yo no…Wthyr era el que cocinaba, lo que faltaba es que nos matara a los dos intentando hacer una sopa- Soltó poniendo los ojos en blanco. Estaba intentando poner de su lado -Y del resto, lo pido todo a las cocinas…Ya sabes, medieval y reina y su majestad y las cosas esas…- Tenía la cabeza un poco dispersa pero un chillido de emoción le llamó la atención y señaló con la cabeza hacia la sala, yendo finalmente hacia allí para ver que hacían.
Era uno de los juguetes de Giordano. Vio el confetti y los caramelos alrededor y se preguntó…si Gio volvería a hacer juguetes después de todo lo que había pasado. O no. O quizás no le hacía juguetes a Zephyr pero a Aelin sí. Se sentó en el sofá sonriendo forzadamente cuando Aedan le trajo un par de caramelos. Cath abrió uno y se lo comió a escondidas para que los niños no pidieran antes de la pizza.
Se quedaría por un par de pedazos porque tenía hambre y luego subiría… y…Tenía que… El mensaje de Eretria no tardó en llegar. Las hermanas estaban bien pero estaban volviendo una gran cantidad de heridos. Contactó mentalmente con Eretria para que le explicara con más detalle y sintió que se estaba mareando. De momento los hermanos seguían peleando pero el hijo del Señor de Hipatía había vuelto y Freyja también. Se quedó mirando la televisión con un gesto neutral aunque por dentro estuviera atormentada. Pero los niños no estaban atentos, simplemente jugaban con los juguetes de Gio ajenos a la realidad que estaban enfrentando muchos.
El patronus de Azahar tampoco terminó de sentarle bien y cuando Ian fue hacia la sala le miró con preocupación -Dos pedazos...- Murmuró apesumbrada.
Decidió ignorar deliberadamente toda la parte en la que le hablaba de que era Wthyr el que cocinaba, no quería saber detalles de su cotidianeidad ni iba a conversar con Catherine como si fuese una amiga contándole cosas sobre su pareja. No, no lo era. Ya era suficiente con saber que se había acostado con él como para tener que escuchar sobre esas cosas que al final eran parte de la vida diaria. Se concentró en terminar de preparar las bandejas con las pizzas, yendo hacia el salón poco después que ella. Dejó la comida en la mesita que tenían delante del sofá, sentándose a su lado tras coger un trozo de pizza. Le pareció que estaba como ausente, aunque pareciese que miraba a los críos o la tele.
- Matvey volverá, ya lo verás. Y si ve las cosas muy mal..siempre puede escapar con un portal. - intentó tranquilizarla, comenzando a comer casi cuando llegó el patronus de Azahar regañándole. Tragó la pizza a lo bruto con indignación, poniendo cara de cabreo por el mensaje de la Knox. - ¡Pues eso pienso hacer! cuando me lo cruce...no voy a ir a propósito a pegarle. ¿Tú te crees? me ha reñido... ¡a mí! y luego el broncas soy yo. - le pasó a Catherine dos trozos ya cortados en un plato tal como había pedido, cogiendo una manta para echársela a ambos por encima de las piernas.
- Come sin prisa...te echas una siesta con nosotros, y ya después te vas a donde tengas que irte. - un plan sencillo y que no podría rechazar. Al final no puso ninguna película porque estaba seguro de que Catherine no le iba a prestar la menor atención, así que prefirió hablar en lo que terminaban de comer. - ¿Quieres hablar de algo? Sé que es difícil esperar cuando no estás dentro de la misión, y que ahora mismo no puedes tranquilizarte aunque quieras. Recuerdo la última en la que estuviste, cuando destruimos finalmente al puto androide aquel y viniste a recibirme a la salida. - sonrió levemente, recordando aquel momento triunfal en el que se reencontraron y se besaron. Tal vez ya solo les quedaba eso, vivir de sus memorias. Podía parecer un tanto amargo, pero al menos era algo que no podían quitarles. - ¿Qué más recuerdas tú? - para ese momento Aedan e Ivanov habían acudido a la mesa, agarrando cada uno un trozo de pizza para comérselo de manera pringosa rebozando la mano y la cara enteras.
- Matvey volverá, ya lo verás. Y si ve las cosas muy mal..siempre puede escapar con un portal. - intentó tranquilizarla, comenzando a comer casi cuando llegó el patronus de Azahar regañándole. Tragó la pizza a lo bruto con indignación, poniendo cara de cabreo por el mensaje de la Knox. - ¡Pues eso pienso hacer! cuando me lo cruce...no voy a ir a propósito a pegarle. ¿Tú te crees? me ha reñido... ¡a mí! y luego el broncas soy yo. - le pasó a Catherine dos trozos ya cortados en un plato tal como había pedido, cogiendo una manta para echársela a ambos por encima de las piernas.
- Come sin prisa...te echas una siesta con nosotros, y ya después te vas a donde tengas que irte. - un plan sencillo y que no podría rechazar. Al final no puso ninguna película porque estaba seguro de que Catherine no le iba a prestar la menor atención, así que prefirió hablar en lo que terminaban de comer. - ¿Quieres hablar de algo? Sé que es difícil esperar cuando no estás dentro de la misión, y que ahora mismo no puedes tranquilizarte aunque quieras. Recuerdo la última en la que estuviste, cuando destruimos finalmente al puto androide aquel y viniste a recibirme a la salida. - sonrió levemente, recordando aquel momento triunfal en el que se reencontraron y se besaron. Tal vez ya solo les quedaba eso, vivir de sus memorias. Podía parecer un tanto amargo, pero al menos era algo que no podían quitarles. - ¿Qué más recuerdas tú? - para ese momento Aedan e Ivanov habían acudido a la mesa, agarrando cada uno un trozo de pizza para comérselo de manera pringosa rebozando la mano y la cara enteras.
Le hubiese encantado explicarle a Ian que no se trataba sólo de Matvey. Que allí estaba Giordano también. Que Mei había vuelto con la mente destrozada. Y que su propia voluntad, su propio honor, también se preocupaba por los Pendragon porque había sido ELLA quien los había puesto en riesgo. A toda su familia política pero también a sus vasallos. Pero… ¿Qué ganaba con eso? Nada.
Comenzó a comer lentamente, masticando de forma pensativa tras oír el mensaje de Azahar. Hasta ella estaba haciendo algo útil. No estaba con su culo sentado comiendo pizza. Y dudaba, mucho, que tuviera a alguien que realmente le importara lo suficiente en aquella misión. Pero ese era el detalle ¿verdad? Era ayudar porque le nacía no por interés propio. Volvió los ojos hacia Ian cuando empezó a indignarse -Procura que no te veten de la isla también- Le soltó, así nada más porque parecía tener toda la intención de continuar con aquella rencilla.
-No me eché una siesta cuando estuviste en Francia y no voy a echármela ahora- Mencionó frunciendo el ceño, demasiado extrañada de su reacción tan… Tan absolutamente ajena a lo que estaba ocurriendo. ¿Qué estaba pasando con él? ¿Cuándo había dejado de importarle…todo?
Parpadeó un poco, al recordar la misión de la que hablaba tragando el pedazo de pizza que tenía en la boca. Luego apartó la vista de él. Esa había sido la última vez que Rosse la había visto al rostro sin desprecio. Sí, con su mueca particular y su humor estúpido pero… ¿Era realmente su culpa que se hubiese torcido todo? Ojalá pudiera borrar al maldito Le Fay y su maldita huella de su sangre y la de sus hijos -Se supone que no debía estar ahí, tampoco- Mencionó frunciendo suavemente el ceño -Sean me miró mal- Lo recordó y también la debilidad que había sentido al acercarse a la zona antimagia. Le recorrió un escalofrío -Azahar también fue. Se veía muy épica rodeada de los guardias y sus hipogrifos- Murmuró pensativa y nuevamente el recuerdo de la peliazul la apesumbró. Comió lo que quedaba del resto de pizza observando a los niños disfrutar de la comida.
De no haber tenido hambre, ni siquiera se habría quedado. Pero aún así mastico y comió con lo que podía llamarse una tensa tranquilidad - Recuerdo que al acercarme volví a sentir la pérdida de mi poder y casi me pongo a llorar de rodillas porque sabía que no iba a poder llegar a ayudarte, que tenía que dejarlo en manos de los demás…y todo se estaba cayendo. Fui una cobarde, sigo siéndolo- Terminó de comer la pizza y dejó el plato en la mesita para luego coger el vaso de agua y una servilleta, el primero lo bebió, y la segunda la usó para limpiarse la boca y los dedos. Quizás sí que tenía que pedir ayuda profesional.
-Necesito irme- Le dijo a Ian negando con la cabeza, no podía seguir haciendo caso omiso -Lo siento. Intentaré llamarte esta noche o al menos me mantendré en contacto mentalmente- Llamó a los niños y con cariño les limpió las manos y el rostro a cada uno, acariciando finalmente el cabello de Aedan -Mamá tiene que irse pero intentará volver mañana, vale? - Se volvió hacia Ian, inclinándose para dejarle un beso en la mejilla -Sí has mejorado en la cocina- Le reconoció con el atisbo de una sonrisa antes de dejarle otro beso largo a Aedan en la frente, coger a Ivanov e irse hacia Ouroboros.
Comenzó a comer lentamente, masticando de forma pensativa tras oír el mensaje de Azahar. Hasta ella estaba haciendo algo útil. No estaba con su culo sentado comiendo pizza. Y dudaba, mucho, que tuviera a alguien que realmente le importara lo suficiente en aquella misión. Pero ese era el detalle ¿verdad? Era ayudar porque le nacía no por interés propio. Volvió los ojos hacia Ian cuando empezó a indignarse -Procura que no te veten de la isla también- Le soltó, así nada más porque parecía tener toda la intención de continuar con aquella rencilla.
-No me eché una siesta cuando estuviste en Francia y no voy a echármela ahora- Mencionó frunciendo el ceño, demasiado extrañada de su reacción tan… Tan absolutamente ajena a lo que estaba ocurriendo. ¿Qué estaba pasando con él? ¿Cuándo había dejado de importarle…todo?
Parpadeó un poco, al recordar la misión de la que hablaba tragando el pedazo de pizza que tenía en la boca. Luego apartó la vista de él. Esa había sido la última vez que Rosse la había visto al rostro sin desprecio. Sí, con su mueca particular y su humor estúpido pero… ¿Era realmente su culpa que se hubiese torcido todo? Ojalá pudiera borrar al maldito Le Fay y su maldita huella de su sangre y la de sus hijos -Se supone que no debía estar ahí, tampoco- Mencionó frunciendo suavemente el ceño -Sean me miró mal- Lo recordó y también la debilidad que había sentido al acercarse a la zona antimagia. Le recorrió un escalofrío -Azahar también fue. Se veía muy épica rodeada de los guardias y sus hipogrifos- Murmuró pensativa y nuevamente el recuerdo de la peliazul la apesumbró. Comió lo que quedaba del resto de pizza observando a los niños disfrutar de la comida.
De no haber tenido hambre, ni siquiera se habría quedado. Pero aún así mastico y comió con lo que podía llamarse una tensa tranquilidad - Recuerdo que al acercarme volví a sentir la pérdida de mi poder y casi me pongo a llorar de rodillas porque sabía que no iba a poder llegar a ayudarte, que tenía que dejarlo en manos de los demás…y todo se estaba cayendo. Fui una cobarde, sigo siéndolo- Terminó de comer la pizza y dejó el plato en la mesita para luego coger el vaso de agua y una servilleta, el primero lo bebió, y la segunda la usó para limpiarse la boca y los dedos. Quizás sí que tenía que pedir ayuda profesional.
-Necesito irme- Le dijo a Ian negando con la cabeza, no podía seguir haciendo caso omiso -Lo siento. Intentaré llamarte esta noche o al menos me mantendré en contacto mentalmente- Llamó a los niños y con cariño les limpió las manos y el rostro a cada uno, acariciando finalmente el cabello de Aedan -Mamá tiene que irse pero intentará volver mañana, vale? - Se volvió hacia Ian, inclinándose para dejarle un beso en la mejilla -Sí has mejorado en la cocina- Le reconoció con el atisbo de una sonrisa antes de dejarle otro beso largo a Aedan en la frente, coger a Ivanov e irse hacia Ouroboros.
- No me van a vetar por decirle idiota a Oscurus. A no ser que se pongan tontos como cuando cometieron esa injusticia contra la Brigada sólo por interrumpir en un juicio. - no se le había olvidado, ahí era Jack el que la había cagado pero bien. Estuvo muy feo aquello. Luego rodó los ojos cuando le echó en cara eso de que sí había ido a Francia cuando él estaba en misión, que ahora no se iba a quedar durmiendo. - Pues vale. Paso de decirte nada más. Si al final siempre haces lo que quieres. - siguió comiendo pizza modo algo enfurruñado por un rato, sin añadir comentario alguno a lo que mencionó sobre Sean y demás. La verdad es que también era un amigo un poco moñas y que se enfadaba con facilidad.
Escuchó su relato de lo que recordaba de aquel día en la misión, de sobra sabía lo mucho que temía perder sus poderes y cómo se sentía sin ellos. Alzó la mirada de la pizza, negando con la cabeza cuando dijo lo de cobarde. - Que no. Al contrario. Eres temeraria de más. Y eso te lo digo yo, de temerario a temeraria. A veces simplemente tenemos que saber dónde y cómo somos más útiles, en lugar de lanzarnos a lo loco sólo por desesperación. - se encogió de hombros, también era más fácil decirlo que hacerlo, la teoría que la práctica. No podía considerarse un ejemplo a seguir. Terminó de comer y apoyó la espalda en el respaldo del sofá con gesto resignado. Ya suponía que se iría y no se quedaría a echarse la siesta. La siguió con la mirada mientras se despedía de Aedan, que después de eso fue a subirse al sofá con él.
- De acuerdo...contacta conmigo luego. No hace falta que te diga que tengas cuidado. - suspiró por lo bajo después de que le diese un beso en la mejilla y le halagase lo de la cocina, haciendo un gesto de quitarle importancia. - No es muy difícil superar unos cereales quemados. - comentó con una leve sonrisa nostálgica, observando después cómo se marchaba con Ivanov. - Ay...qué mierda de todo. - murmuró para sí mismo mientras miraba la pizza que quedaba. Ya se la comerían Savannah y Jarkko al llegar hambrientos, como siempre. - Vámonos a dar una vuelta, Aedan. - cogió al niño en brazos, desapareciéndose de allí con él.
Escuchó su relato de lo que recordaba de aquel día en la misión, de sobra sabía lo mucho que temía perder sus poderes y cómo se sentía sin ellos. Alzó la mirada de la pizza, negando con la cabeza cuando dijo lo de cobarde. - Que no. Al contrario. Eres temeraria de más. Y eso te lo digo yo, de temerario a temeraria. A veces simplemente tenemos que saber dónde y cómo somos más útiles, en lugar de lanzarnos a lo loco sólo por desesperación. - se encogió de hombros, también era más fácil decirlo que hacerlo, la teoría que la práctica. No podía considerarse un ejemplo a seguir. Terminó de comer y apoyó la espalda en el respaldo del sofá con gesto resignado. Ya suponía que se iría y no se quedaría a echarse la siesta. La siguió con la mirada mientras se despedía de Aedan, que después de eso fue a subirse al sofá con él.
- De acuerdo...contacta conmigo luego. No hace falta que te diga que tengas cuidado. - suspiró por lo bajo después de que le diese un beso en la mejilla y le halagase lo de la cocina, haciendo un gesto de quitarle importancia. - No es muy difícil superar unos cereales quemados. - comentó con una leve sonrisa nostálgica, observando después cómo se marchaba con Ivanov. - Ay...qué mierda de todo. - murmuró para sí mismo mientras miraba la pizza que quedaba. Ya se la comerían Savannah y Jarkko al llegar hambrientos, como siempre. - Vámonos a dar una vuelta, Aedan. - cogió al niño en brazos, desapareciéndose de allí con él.
Había pasado la noche molesta, moviéndose de forma inquieta y con dolores varios así que cuando rompió aguas durante la merienda con los mellizos, Anteia sólo suspiró. Este ya era el cuarto bebé así que estaba más que versada en varios aspectos aunque no iba de soberbia, sabía que cada parto era distinto y este sin duda lo seria, después de todo, era el primero sin supervisión médica ajena a su propia especialidad.
Aurora, la recepcionista, con quien Anteia mantenía una gran amistad le había informado de la presencia del árbol raro de los Pendragon en el hospital y le cotilleó todos los detalles así que Lyran y ella habían tomado la decisión de hacerlo todo en la casa Hacksaw. Podría jurar que Lyran se lo había dicho a Adam pero no estaba segura.
-Ve a llamar a papá- Le dijo a Kyla que se acababa de meter un pedazo de fruta en la boca y la tenía súper llena. Ella asintió y se limpió las manos de la camiseta antes de ir corriendo a buscar al peliazul. Anteia, por su parte, cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás y se llevó las manos al vientre mientras disfrutaba del lindo día que les regalaba julio. Hacía un sol precioso y había un viento suave que no la dejaba ser víctima de los calores del último trimestre.
La melliza llegó con su padre que estaba del otro lado del jardín con Daryl y le dijo que su madre se había hecho pis encima y que le estaba llamando. El primero en responder fue el mellizo que quería saber cómo su madre había hecho eso si ellos no podían.
Aurora, la recepcionista, con quien Anteia mantenía una gran amistad le había informado de la presencia del árbol raro de los Pendragon en el hospital y le cotilleó todos los detalles así que Lyran y ella habían tomado la decisión de hacerlo todo en la casa Hacksaw. Podría jurar que Lyran se lo había dicho a Adam pero no estaba segura.
-Ve a llamar a papá- Le dijo a Kyla que se acababa de meter un pedazo de fruta en la boca y la tenía súper llena. Ella asintió y se limpió las manos de la camiseta antes de ir corriendo a buscar al peliazul. Anteia, por su parte, cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás y se llevó las manos al vientre mientras disfrutaba del lindo día que les regalaba julio. Hacía un sol precioso y había un viento suave que no la dejaba ser víctima de los calores del último trimestre.
La melliza llegó con su padre que estaba del otro lado del jardín con Daryl y le dijo que su madre se había hecho pis encima y que le estaba llamando. El primero en responder fue el mellizo que quería saber cómo su madre había hecho eso si ellos no podían.
Dejé lo que estaba haciendo con las patatas cuando uno de los crios me aviso de que Anteia me llamaba y se habia hecho pis. Por fechas, y como sabia que eso no era posible que pasara, supuse que lo que ocurria realmente es que habia roto aguas.
- Ya? Voy a por Azahar. - Asi que fui a por ella y aparecí rapidamente de vuelta , trayendo a Azahar, y caminamos a donde estaba Anteia.
- Voy a preparar la bañera. - dijo Azahar que se adelantó a nosotros, remangándose y pasando al interior de la casa.
Yo le tendí el brazo a Anteia y la ayudé a levantarse para empezar a movernos hacia el interior de la casa, diciendoles a los mellizos que pasaran con nosotros. - Estás tranquila? - yo tenia mis dudas de hacer esto en casa pero el hospital no estaba disponible y.... - Mandaré un patronus a Jo para avisarla, creo que hoy tenía turno, puede pasarse a ayudar. O a Chloe.
Para cuando llegamos al baño, Azahar se había encargado de preparar la bañera, la habia llenado y comprobaba la temperatura, haciendo después que el agua brillase de modo tenue al imponer sus manos sobre ella.
- Ya? Voy a por Azahar. - Asi que fui a por ella y aparecí rapidamente de vuelta , trayendo a Azahar, y caminamos a donde estaba Anteia.
- Voy a preparar la bañera. - dijo Azahar que se adelantó a nosotros, remangándose y pasando al interior de la casa.
Yo le tendí el brazo a Anteia y la ayudé a levantarse para empezar a movernos hacia el interior de la casa, diciendoles a los mellizos que pasaran con nosotros. - Estás tranquila? - yo tenia mis dudas de hacer esto en casa pero el hospital no estaba disponible y.... - Mandaré un patronus a Jo para avisarla, creo que hoy tenía turno, puede pasarse a ayudar. O a Chloe.
Para cuando llegamos al baño, Azahar se había encargado de preparar la bañera, la habia llenado y comprobaba la temperatura, haciendo después que el agua brillase de modo tenue al imponer sus manos sobre ella.
Asintió hacia Azahar, le daba confianza tener a su familia alrededor. Sabía que su hija había estado trabajando con Oscurus así que tendría cada vez más conocimiento mágico. Se incorporó cuando llegó Lyran y vio a los pequeños entrar a la casa -Sí…- Le sonrió con calma justo antes de que una contracción la hiciera cerrar los ojos y parar de caminar. Respiró profundo y contuvo la respiración hasta que pasó, expulsando el aire poco después.
-Tenemos todo preparado, las pociones…la cunita…- Alzó los hombros. Cuando Aurora le había avisado la situación y Azahar la había confirmado, habían tomado las precauciones para cualquier emergencia y habían pedido insumos al hospital de Ouroboros. Anteia subió con Lyran al segundo piso y fue a cambiarse por una túnica más cómoda mientras los niños jugaban en el salón.
-Sí, es buena idea…Por si el dolor me nubla o algo- Se detuvo de nuevo con otra contracción antes de ir hacia donde estaba Azahar y sentarse en su pelota de pilates, mirando el agua con tranquilidad. Las siguientes horas fueron bastante calmas pese a las contracciones, Anteia sabía que esa era la mejor decisión así que eso la llenaba de paz. Además, a través de la ventana del baño entraba el solcito y le encantaba sentir el calorcito en la piel.
Finalmente, con la dilatación adecuada se metió en la piscina explicando lo que debían hacer tanto a Lyran como a Azahar. No le apetecía mucho que los mellizos le vieran así pero tampoco podían dejarlos sin supervisión. Se tomó una poción para menguar el dolor y comenzó con el trabajo de parto.
A diferencia de otras, Anteia ya tenía experiencia y el parto sucedió más rápido de lo esperado. Un par de empujones bien largos y dados y el bebé ya se encontraba en brazos de Lyran, chillando. Anteia echó la cabeza hacia atrás con una sonrisa cansada mientras Azahar se encargaba de limpiar al bebé como le había explicado y Lyran la ayudaba a alumbrar (kiasco).
-Tenemos todo preparado, las pociones…la cunita…- Alzó los hombros. Cuando Aurora le había avisado la situación y Azahar la había confirmado, habían tomado las precauciones para cualquier emergencia y habían pedido insumos al hospital de Ouroboros. Anteia subió con Lyran al segundo piso y fue a cambiarse por una túnica más cómoda mientras los niños jugaban en el salón.
-Sí, es buena idea…Por si el dolor me nubla o algo- Se detuvo de nuevo con otra contracción antes de ir hacia donde estaba Azahar y sentarse en su pelota de pilates, mirando el agua con tranquilidad. Las siguientes horas fueron bastante calmas pese a las contracciones, Anteia sabía que esa era la mejor decisión así que eso la llenaba de paz. Además, a través de la ventana del baño entraba el solcito y le encantaba sentir el calorcito en la piel.
Finalmente, con la dilatación adecuada se metió en la piscina explicando lo que debían hacer tanto a Lyran como a Azahar. No le apetecía mucho que los mellizos le vieran así pero tampoco podían dejarlos sin supervisión. Se tomó una poción para menguar el dolor y comenzó con el trabajo de parto.
A diferencia de otras, Anteia ya tenía experiencia y el parto sucedió más rápido de lo esperado. Un par de empujones bien largos y dados y el bebé ya se encontraba en brazos de Lyran, chillando. Anteia echó la cabeza hacia atrás con una sonrisa cansada mientras Azahar se encargaba de limpiar al bebé como le había explicado y Lyran la ayudaba a alumbrar (kiasco).
El parto fue bien, sin complicaciones. Ayudé a Anteia en todo lo que pude y en todo lo que me indicó, y unas horas más tarde el llanto de otro bebé llegó a nuestros oídos. Abracé a mi esposa dándole la enhorabuena y cuando termine de ayudarla y azahar de limpiar a la criatura, nos la acercó para que Anteia pudiera tomarlo en brazos. Azahar realizó unas sanaciones mágicas para Anteia a través del agua, asegurándole que había estado estudiando y leyendo mucho, y que eso la iba a ayudar cantidad con el posparto.
La ayudamos a salir para luego trasladarla a su habitación, donde estaría más cómoda que en esa piscina. Yo me encargué de limpiar el baño antes de volver con ella, el bebé y los críos, que estaban con Azahar allí rodeando a Anteia y al bebé modo adoración.
- vaya foto tenéis- dice con una sonrisa desde el marco de la puerta. Sí, vaya familia tenía. A veces me asustaba la suerte que tenía de... Simplemente, tenerlos.
También pensé que nos esperaba mucho curro en los próximos meses.
- ahora te toca descansar, Anteia. Deja que te ayude. Aviso en tu trabajo o te encargas tú de eso?
Azahar se llevó un rato a los mellizos para darle más tranquilidad, aunque refunfuñó algo en el proceso.
La ayudamos a salir para luego trasladarla a su habitación, donde estaría más cómoda que en esa piscina. Yo me encargué de limpiar el baño antes de volver con ella, el bebé y los críos, que estaban con Azahar allí rodeando a Anteia y al bebé modo adoración.
- vaya foto tenéis- dice con una sonrisa desde el marco de la puerta. Sí, vaya familia tenía. A veces me asustaba la suerte que tenía de... Simplemente, tenerlos.
También pensé que nos esperaba mucho curro en los próximos meses.
- ahora te toca descansar, Anteia. Deja que te ayude. Aviso en tu trabajo o te encargas tú de eso?
Azahar se llevó un rato a los mellizos para darle más tranquilidad, aunque refunfuñó algo en el proceso.
El esfuerzo empezaba a pasarle factura pero se sentía perfecta, las sanaciones de Azahar habían hecho maravillas. Aún así había algo que no la dejaría dormir por un largo rato. El bebé no tenía el pelo azul de los Knox, no al menos en toda su cabecita. Tenía el cabello celeste con las puntas en azul Knox y aquello… Le sorprendió y le hizo reír, a ella y a los mellizos que ahora la acompañaban en la cama junto con Azahar.
Alzó la mirada de la cama para ver a Lyran con una sonrisa abierta y luminosa -Ven aquí- Le dijo riéndose con suavidad para que se acercara y formara parte de esa “foto” -Lo sé, lo sé…pero mira- Murmuró y bajó un poco la manta con la que tenía arropado al bebé para mostrale su cabello, arqueó las cejas divertida y le miró -Esto es nuevo- Como que nunca le había pasado con sus tres hijos anteriores.
Se despidió de Azahar y los mellizos y se acomodó en los cojines de la cama antes de hacer un patronus que envió a Aurora y Oscurus para que supieran la buena nueva. Tras ello se acurrucó con Lyran, mirando aún al bebé -No hemos elegido nombre…- Le miró -¿ideas?
Alzó la mirada de la cama para ver a Lyran con una sonrisa abierta y luminosa -Ven aquí- Le dijo riéndose con suavidad para que se acercara y formara parte de esa “foto” -Lo sé, lo sé…pero mira- Murmuró y bajó un poco la manta con la que tenía arropado al bebé para mostrale su cabello, arqueó las cejas divertida y le miró -Esto es nuevo- Como que nunca le había pasado con sus tres hijos anteriores.
Se despidió de Azahar y los mellizos y se acomodó en los cojines de la cama antes de hacer un patronus que envió a Aurora y Oscurus para que supieran la buena nueva. Tras ello se acurrucó con Lyran, mirando aún al bebé -No hemos elegido nombre…- Le miró -¿ideas?
Me quedé mirando el pelo del recién nacido, que ya era bastante colorido para acabar de llegar a este mundo.
- dos tonos de azul? Sí, esto es nuevo....es que ha sido luna llena o algo? Había conjunción mágica? - porque ninguno de mis hermanos habia tenido ese pelaje, la verdad. - Lo importante es que está sano y que tú estás bien. - me puse con ellos, dandole un beso a Anteia en la frente y luego mirando al bebé, pasandole con muchisimo cuidado el dedo meñique por aquellos mechones de pelo.
Era cierto que no habimos elegido nombre, nos habiamos decidido a esperar a tenerlo en brazos para pensar en algo.
- un nombre de origen irlandés? Con L, ya sabes. - le guiñé un ojo, poniendome a pensar después. - Liam es bonito. Y no teniamos ningun Liam en la familia....en la tuya? Por eso de no repetir, ya sabes.
- dos tonos de azul? Sí, esto es nuevo....es que ha sido luna llena o algo? Había conjunción mágica? - porque ninguno de mis hermanos habia tenido ese pelaje, la verdad. - Lo importante es que está sano y que tú estás bien. - me puse con ellos, dandole un beso a Anteia en la frente y luego mirando al bebé, pasandole con muchisimo cuidado el dedo meñique por aquellos mechones de pelo.
Era cierto que no habimos elegido nombre, nos habiamos decidido a esperar a tenerlo en brazos para pensar en algo.
- un nombre de origen irlandés? Con L, ya sabes. - le guiñé un ojo, poniendome a pensar después. - Liam es bonito. Y no teniamos ningun Liam en la familia....en la tuya? Por eso de no repetir, ya sabes.
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