Hospital Mágico [Ruinas]

Los muchachos no tardaron en entrar. Al menos se podía decir que eran hombres de acción, que buena falta les hacía hacer algo por la comunidad. Al menos ya sabía que a quien buscábamos era a Thalos, que la chica lo había dejado claro cuando nos recogió. Aparentemente, él había escapado por sus propios medios y ahora rondaba los alrededores. Sin embargo, y aunque era un borde al que no le importaba nada, seguro que no estaba muy lejos.

Mientras esperábamos, en un silencio que solo se rompía de vez en cuando para soltar alguna conjetura, un médico a quien no estaba totalmente seguro de desconocer apareció. Tenía la sensación de que de haberme topado con aquel hombretón con pinta de médico guapo lo recordaría.

No puedo afirmar esa pregunta. Quizás...- Miré a Victorya para darle la oportunidad de hablar, aunque se había alejado hasta el borde de lo que el bosque representaba y gritaba el nombre de Thalos un par de veces, por si acaso se encontraba oculto, o herido cerca.

No tardaron mucho en salir los dragones. Aiden salió con un par de heridos que acomodó en el suelo y volvió a entrar. Daniel, por otro lado, se acercó y alcanzó a ser curado de sus heridas de un instante a otro.- Vaya, que buena técnica. Tan rápida y limpia.- Murmuré, viendo que de verdad había hecho un buen trabajo con las heridas ya curadas de Daniel. Ahora solo quedaba el cabeza hueca de Aiden. Aún le estaba haciendo sufrir acercándome más a Daniel por eso de que se dejó herir. Tenía que hacer puntos ahora trayendo más gente del hospital para ponerles a salvo.

De lo que sabemos... - Me encogí de hombros ligeramente, pues no tenía idea de que tanto sabía aquel hombre.- La Alianza. Por supuesto que fue la Alianza. Deben estar molestos porque entramos a su base. Tenían a tres prisioneros. Tristemente, se han desquitado con la primera locación que han encontrado.- Suspiré como a quien le pesan los años, pero era solo que me hacía un poco el interesante para con el doctorcito.

Su andar era sigiloso y cauto mientras observaba las cenizas de lo que quedaba del hospital. Pensaba en tantas cosas y a la vez no llegaba a ninguna conclusión. Después de todo, después de que habían salido de aquel infierno sin bajas, los que venían a pagar eran aquellos que más necesidad tenían de paz.

Comenzó entonces a internarse en el bosque. Las sombras le murmuraban acerca de gente cerca, pero no le localizaban ninguna dirección. Eran murmullos al viento que no tenían razón de ser. A pesar de adentrarse algunos metros dentro del bosque, no pudo aclarar los pensamientos y prefirió echar un par de gritos con la esperanza de que Thalos la escuchara, si estaba por allí. Si estaba herido por el bombardeo, seguro que no había ido lejos.

Regresó sus pasos, encontrándose con la sorpresa de que el doctor que les había atendido en Ouroboros también estaba en ese lugar olvidado de Dios. No pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa, pues recordaba bien que la última vez que le vio, él había caído en su encantamiento de atracción. Aunque se le pasó por la cabeza el volver a hacerlo, declinó al volver en sus cabales y darse cuenta de que no sería propio de una dama.- Doctor. ¿Qué ha ocurrido? ¿Cuando pasó esto? - Preguntó, aunque sabía por seguridad que no había pasado demasiado tiempo. Aún se sentía caliente el lugar.- Por ahora no hemos sabido de más lugares que estén atacando, pero la realidad es que no se conformarán.- Afirmó después que Thranduil hizo aquella introducción fatídica. Pensó en preguntar por Thalos, pero supuso que no había tenido tiempo de ir buscando los nombres de las bajas. Ya sería cuando les tocara hacer sus conteos.- Esto tiene que haber ocurrido porque sacaron un chip de la Alianza de un herido, ¿verdad Seguro que le trajeron aquí y por eso hicieron el bombardeo. Les mostramos el lugar... - No pudo evitar una mueca de disgusto, pues aquello ya lo sabía y no tener una confirmación inmediata le mataba. Giró de nuevo su mirada al bosque, pensando en lo que había dicho Johan. Si hubiera estado en el hospital cuando bombardearon no habría dicho que estaba en el bosque. Los tiempos no le coincidían. Y, sin embargo, no estaba ahí. ¿En qué estaba pensando?

Tomó la moneda de nueva cuenta y tecleó un mensaje nuevo a Lykaios que envió sin esperar más tiempo.- Doctor, este hospital era todo lo que quedaba. No hay más lugares a donde acudir a este nivel del suelo y la guerra continua ahora más fuerte que nunca... ¿Qué haremos? - Susurró, tratando de armar de nuevo planes que no se completaban por ningún lado. Era difícil ver como una victoria se convertía en una derrota en pocos segundos. Lastimosamente, tenía que tomar su primera batalla al frente de los renegados como una batalla perdida, pues si bien consiguieron su objetivo acababan de quedarse sin una pieza clave para el mundo mágico.

Concluyo de forma bastante satisfactoria la primera sanación, pasando ahora al otro muchacho, Aiden. - Lo siento, chico, no ha salido perfecto...¿cómo te encuentras? - En esta ocasión no consigo realizar la canalización de magia sanadora de manera lo suficientemente efectiva, tal vez por impaciencia de ir a ayudar a otros, o por falta de concentración por lo que me van contando el elfo. Pensé que la Alianza no localizaría este lugar, o que de hacerlo no le darían importancia ni lo identificarían como un hospital que ayuda a los de raza mágica. Me equivocaba.  - No sé cuándo ha sucedido exactamente, pero enviamos a Adael en cuanto tuvimos noticia. Él se ha encargado de controlar el fuego y de ayudar a que la retirada de escombros para sacar a los heridos fuese más rápida. - mi compañero ya casi ha terminado de despejar la zona, tras un buen rato de trabajo. Lamentablemente hay varias víctimas.

- ¿Qué? ¿Por qué trajisteis aquí a alguien con uno de esos chips? ¿en qué demonios pensabais? ¡si me hubieseis avisado habría ido a donde fuese para extraer el chip sin poner en peligro a otros! - la tensión del momento hace que pierda un poco las formas educadas y tranquilas que me caracterizan, pues al verme rodeado de tanta desolación e injusticia no puedo comprender que todo esto haya pasado por un error de ese tipo. Claro que no quedan más lugares a los que los heridos y enfermos puedan ir, al menos no uno que acoja a todo el mundo, sea cual sea su condición.

- No lo sé...decidí montar aquí un hospital por eso mismo, pero parece que no fue buena idea. No hay ningún lugar seguro. Si no hubiese montado este hospital...

"no habría pasado esto"

Me siento en uno de los montones de escombros que se han retirado, con la cabeza gacha y el gesto triste. Al haber estado viviendo en la isla no estoy acostumbrado a tener que perder tan a menudo como los de abajo. No he convivido con este tipo de cosas tan de cerca, y me cuesta reponerme de una derrota de este tipo.

- Lo hablaré con el resto de Descendientes. A pesar de que tengamos muchos problemas internos y diversidad de ideas últimamente

"no debería decirlo, pero es así"



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sanación a AIDEN

dado 0 + 10 habilidad + 40 anillo sanación= 50

El miembro 'Lucio Galenus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

Los dragones quedaron bien librados después de todo, al restaurarse completamente de las heridas que aún tenían. Después de dejarlos charlar un rato con el doctor a modo de consulta, procedieron con temas más relevantes. Negó rápidamente ante el sobresalto de Lucios por el motivo del bombardeo.- No. Es solo una conjetura. No sabemos a ciencia cierta y no logro comunicarme con ellos. Había dos personas más que tenían chips y uno estaba por la zona la última vez que tuve contacto. Si fue esa la razón... perdimos demasiado por un error de novatos.- Susurró finalmente, cruzando los brazos debajo de su pecho. No podía dejar de pensar mal de Leila, pero las pruebas indicaban más a Thalos que, por algún motivo que desconocía, había logrado salir solo de la Alianza. Se preguntó, por tan solo un momento, si esto era lo que había tenido que hacer para lograr salir.

La desolación con que el médico se quiebra, pudo con ella, tanto que se acercó hasta poner en el hombro su mano. Aquello de los descendientes le tomó por sorpresa, pues no le sonaban de nada y, sin embargo, lo decía con aquella ligereza que hacía pensar que eran autoridad.- Descuida, por favor. No te agobies. Empezaremos esto en otro lugar. Ahora solo falta terminar de sacar a los heridos.- Si contaba los daños, lo único perdido eran vidas humanas, pues aún tenía en la mente los poderes que aquella chica le mostró para retroceder el tiempo. Se preguntó si habría manera de que ese lugar volviera a la normalidad.

Sacó su moneda al instante y tecleó un último mensaje. Si Lykaios no contestaba, cortaría la comunicación que, asumía, no estaba comprometida. Cuando vio que los dragones concluyeron con las labores de rescate, lo único que hubo que hacer, fue desaparecer. Y así se hizo.