Recuerdo del primer mensaje :
Recepción de pacientes y sala de espera (acompañantes y pacientes).
Recepción de pacientes y sala de espera (acompañantes y pacientes).
- Plantilla del hospital:
- Lucio Galenus: Director. Cardiólogo. Especialista en sanación mágica general.
- Aldaron Failon: Anestesia y Farmacología
- Arleen Royden: Neurocirujana. Traumatóloga.
- Josephine Patterson: Daños provocados por hechizos. Embrujos irreversibles. Maleficios. Encantamientos mal realizados
- Chloe Hacksaw: SIR (sanadora interna residente)
- Anteia Malfoy: Obstetricia y neonatos
- Justin Granger: Becario técnico en pociones
Me sentí terriblemente ofendido cuando el gran jefe Aldaron dijo que no tenía edad para hablar de “eso”. Primero, definir “eso” y luego, que yo ya soy muy mayor y muy capaz, que ya tengo 15 y, como dicen por ahí, ya soy todo un hombrecito. Creo. Pero me decidí callar, arrugando la nariz, claramente disconforme con ese comentario. Y el trozo de croissant que tenía en la mano tuvo que pagar las consecuencias de mi ira, dándole un bocado desmesurado.
Y por supuesto el tema de Chloe con Royden pues tampoco era plato de gusto, y tuve que volver a pagarlo con mi croissant. A este ritmo me mordería los dedos, como no tuviera un poco de cuidado. -Ya, no decepciona. Ya. Ya veo que no…- Dije con cierto hastío. Sí, ya sabía que debía controlarme, pero de que de verdad, no me salía. -Yo creo que es muy mayor para ella. Pero bueno, yo soy el becario, a m i no me dan vela en el entierro- asadsasadsadsadsadsdsad.
Y fin del punto del día, me acomodé en la silla porque lo de la cámara ya no me estaba molando mucho. Aproveché para mojar el croissant en el café y comer la parte que se había empapado. Mientras tanto la conversación seguía con los acontecimientos de la celebración. En efecto, hubo tortas. Estaba claro que iba a haberlas, a mí no se me escapa ni una, si es que estaba claro cuando juntas en un espacio común a tantos revolucionarios, que al final la lían. Es como las cenas de Navidad con el cuñado, pues lo mismo pero como multiplicado por 100. Rodé los ojos con el asunto del mayor, obviamente sin entender que lo de referirse a “pasarlo bien” tenía otro tipo de connotaciones más físicas y no tan emocionales. -Pues yo quiero ver el vídeo. Podríamos ponerlo en el instagram del hospital… seguro que le salen un montón de followers-
Observé a los adultos hablar sobre la ficha de la guardia anterior sin entender de qué iba la vaina, yo ya tenía más que suficiente en rehacer todas las pociones crecehueso que la Darwin se había fumado y las que estaba gastando Reiv Black. Tocaría hacer sueros a mansalva… otra vez. De todos modos lo que sea que pasó anoche parecía algo grave, luego investigaría más tranquilamente, pero sé que había un lío con una niña pequeña de la que se hablaba en todos los pasillos del hospital. Y debía estar muy malita, aunque yo de esas cosas no sabía todavía. -Pues estuvo el doctor Kent, también hubo mucho movimiento en UCI…- Fui enumerando uno a uno el personal que estuvo de guardia ayer noche o que se incorporó a la guardia según necesidades -¿Alguien sabe algo de mi tía? A Josephine quiero decir, hace como mil que no la veo- Lo cual me parecía raro… pero quizás es que, sencillamente, no hayamos coincidido en los turnos de enfermería. Con tanto cambio por lo de la boda…
Y por supuesto el tema de Chloe con Royden pues tampoco era plato de gusto, y tuve que volver a pagarlo con mi croissant. A este ritmo me mordería los dedos, como no tuviera un poco de cuidado. -Ya, no decepciona. Ya. Ya veo que no…- Dije con cierto hastío. Sí, ya sabía que debía controlarme, pero de que de verdad, no me salía. -Yo creo que es muy mayor para ella. Pero bueno, yo soy el becario, a m i no me dan vela en el entierro- asadsasadsadsadsadsdsad.
Y fin del punto del día, me acomodé en la silla porque lo de la cámara ya no me estaba molando mucho. Aproveché para mojar el croissant en el café y comer la parte que se había empapado. Mientras tanto la conversación seguía con los acontecimientos de la celebración. En efecto, hubo tortas. Estaba claro que iba a haberlas, a mí no se me escapa ni una, si es que estaba claro cuando juntas en un espacio común a tantos revolucionarios, que al final la lían. Es como las cenas de Navidad con el cuñado, pues lo mismo pero como multiplicado por 100. Rodé los ojos con el asunto del mayor, obviamente sin entender que lo de referirse a “pasarlo bien” tenía otro tipo de connotaciones más físicas y no tan emocionales. -Pues yo quiero ver el vídeo. Podríamos ponerlo en el instagram del hospital… seguro que le salen un montón de followers-
Observé a los adultos hablar sobre la ficha de la guardia anterior sin entender de qué iba la vaina, yo ya tenía más que suficiente en rehacer todas las pociones crecehueso que la Darwin se había fumado y las que estaba gastando Reiv Black. Tocaría hacer sueros a mansalva… otra vez. De todos modos lo que sea que pasó anoche parecía algo grave, luego investigaría más tranquilamente, pero sé que había un lío con una niña pequeña de la que se hablaba en todos los pasillos del hospital. Y debía estar muy malita, aunque yo de esas cosas no sabía todavía. -Pues estuvo el doctor Kent, también hubo mucho movimiento en UCI…- Fui enumerando uno a uno el personal que estuvo de guardia ayer noche o que se incorporó a la guardia según necesidades -¿Alguien sabe algo de mi tía? A Josephine quiero decir, hace como mil que no la veo- Lo cual me parecía raro… pero quizás es que, sencillamente, no hayamos coincidido en los turnos de enfermería. Con tanto cambio por lo de la boda…
Aldaron Failon
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Vi como Justin devoraba el Croissant y arrugaba la nariz, daban ganas de achucharlo y de molestarlo un poquito más, pero no, tenía que ser buen elfo y comportarme como un adulto... pero eso se fue a la mierda cuando lo vi claramente disgustado por lo de Chloe y Vishous -que si Justin, ven que te digo un secreto- me acerqué y miré a todas partes como si alguien me fuera a escuchar pero lo que le iba a decir al crío no era ningún secreto -dicen que el teniente es muy bueno en la cama, ya sabes... sexo- esperé por su reacción apretando los labios para no reírme si la ocasión lo requería... que mala persona era pero culpa del crío pos ser tan inocente.
-Vamos, no digas eso! aquí todo el mundo es importante, ahora eres becario pero ¿no te gustaría trabajar aquí en un futuro? yo te puedo dar una carta de recomendación o lo que necesites, en este hospital somos familia- lo ejé refunfuñando en la silla terminando de enseñarle a Doris las fotos que había hecho durante la boda y comentaba lo que yo había visto que fuera digno de un cotilleo pero tampoco es que hubiera pasado mucho. Una vez más me fijé en el gesto de Justin cuando hablé de Vishous y ya me daba a mi en la nariz que algo había por ahí escondido, sonreí pensando en sacarle esa información al chico porque nada mejor que un drama adolescente por la mañana. -Ni de coña, si llego a publicar ese vídeo Lucio me mata, hay unas cuantas fotos suyas mal parado en la sala de personal... y de unos cuantos más - dije echándome a reír solo de recordar el apuro que le hice pasar con lo del discurso, yo lo quería mucho pero era el amigo cabrón que se le iba a hacer.
El buen rollo acabó cuando vi la ficha de la niña y Doris me miró con cara de tristeza, al parecer Kyllian había hecho una declaración queriendo adoptar a la niña pero la madre la había soltado y todo el asunto aquel hizo que se me pusieran los pelos de punta, Justin informó sobre los que estaban de guardia y le hice un gesto de aprobación -Muy bien Justin, vas ganando puntos, ya eres mi becario favorito- tomé los informes de las personas que me quedaban en planta y aún estaban los rusos haciendo de las suyas al igual que Victoria... el chico preguntó por Josephine y miré a Doris, ella tampoco sabía nada y yo no la había visto en la boda -Estaba de baja si no recuerdo mal, por el brazo... dale un toquecito Doris y mira las guardias a ver si ha venido o no ha tenido turno, seguro que está bien pero por estar seguros-
-Vamos, no digas eso! aquí todo el mundo es importante, ahora eres becario pero ¿no te gustaría trabajar aquí en un futuro? yo te puedo dar una carta de recomendación o lo que necesites, en este hospital somos familia- lo ejé refunfuñando en la silla terminando de enseñarle a Doris las fotos que había hecho durante la boda y comentaba lo que yo había visto que fuera digno de un cotilleo pero tampoco es que hubiera pasado mucho. Una vez más me fijé en el gesto de Justin cuando hablé de Vishous y ya me daba a mi en la nariz que algo había por ahí escondido, sonreí pensando en sacarle esa información al chico porque nada mejor que un drama adolescente por la mañana. -Ni de coña, si llego a publicar ese vídeo Lucio me mata, hay unas cuantas fotos suyas mal parado en la sala de personal... y de unos cuantos más - dije echándome a reír solo de recordar el apuro que le hice pasar con lo del discurso, yo lo quería mucho pero era el amigo cabrón que se le iba a hacer.
El buen rollo acabó cuando vi la ficha de la niña y Doris me miró con cara de tristeza, al parecer Kyllian había hecho una declaración queriendo adoptar a la niña pero la madre la había soltado y todo el asunto aquel hizo que se me pusieran los pelos de punta, Justin informó sobre los que estaban de guardia y le hice un gesto de aprobación -Muy bien Justin, vas ganando puntos, ya eres mi becario favorito- tomé los informes de las personas que me quedaban en planta y aún estaban los rusos haciendo de las suyas al igual que Victoria... el chico preguntó por Josephine y miré a Doris, ella tampoco sabía nada y yo no la había visto en la boda -Estaba de baja si no recuerdo mal, por el brazo... dale un toquecito Doris y mira las guardias a ver si ha venido o no ha tenido turno, seguro que está bien pero por estar seguros-
Alcé la ceja cuando me quería contar ese secreto. Por un momento pensé que era una chisme de grandísima calidad. Ya con esto podría estar entretenido toda la semana. Pero, oh cruel destino! Pegué mi redonda, menuda e inocente oreja a esa boca llena de malicia. Me atraganté con el croissant con eso del sexo. Tanto que casi me tienen que hacer la Heimlich allí mismo. Arqueo la ceja, un tanto confuso, si eso era un buen marujeo no le encontraba yo el sentido a ir cotilleando sobre lo bueno que debe ser ese señor en la cama. ¿Y con Chloe? ¿Habrían consumado? Mi gesto iba en consonancia con mi propia línea de pensamiento: primero de confusión, de no entender nada, a una de sorpresa total, coloreándome otra vez por pensar en cosas verdes, y de camino otra de asqueo, y tal vez hasta de cabreo. Estaba claro que si quería tener opciones con Chloe no me podría poner a regalarle pociones, sino a tener… buen sexo. ¿Pero eso cómo se tiene? Miré tanto a Doris como a Aldaron con cara de bloqueo mental, ¿eso se enseña? ¿Dónde? ¿Lo enseñan los descendientes? Bueno, estaba visto que algunos lo enseñaban mejor que otros.
Me quedé en la silla, todavía un poco atontado por el tema del buen sexo. Asintiendo sin hacer mucho caso a lo de la carta de recomendación, sí, sí, lo que él dijese. Una familia, sí, sí, también. Y el vídeo no se publica, no, no. No se publica.
Suspiré cuando me felicitó por lo de la información de los compañeros que estuvieron de guardia ayer, sin saber si era muy importante o no. Yo al doctor Kent le conocía poco, y poca información iba a poder sonsacarle. Si quería enterarme debería mirar en esa carpeta, aunque me temo que lo que me voy a encontrar no me iba a gustar. Quizás era mejor dejarlo pasar. Como el tema del sexo. ¿En serio? ¿Cómo era posible? -Ah, es verdad. Pero hace días que no me pide que vaya a cuidar de Nyara. Qué raro, ¿estará bien?- Me rasqué la cabeza, confuso. Entre el tema de Chloe y de mi tía me iban a matar a disgustos hoy. Y eso que no había empezado la guardia… a saber cómo acabaría el día….
Me quedé en la silla, todavía un poco atontado por el tema del buen sexo. Asintiendo sin hacer mucho caso a lo de la carta de recomendación, sí, sí, lo que él dijese. Una familia, sí, sí, también. Y el vídeo no se publica, no, no. No se publica.
Suspiré cuando me felicitó por lo de la información de los compañeros que estuvieron de guardia ayer, sin saber si era muy importante o no. Yo al doctor Kent le conocía poco, y poca información iba a poder sonsacarle. Si quería enterarme debería mirar en esa carpeta, aunque me temo que lo que me voy a encontrar no me iba a gustar. Quizás era mejor dejarlo pasar. Como el tema del sexo. ¿En serio? ¿Cómo era posible? -Ah, es verdad. Pero hace días que no me pide que vaya a cuidar de Nyara. Qué raro, ¿estará bien?- Me rasqué la cabeza, confuso. Entre el tema de Chloe y de mi tía me iban a matar a disgustos hoy. Y eso que no había empezado la guardia… a saber cómo acabaría el día….
Aldaron Failon
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hice una pedorreta antes de llevarme la mano a la boca para que no se me escapara una carcajada al ver la reacción de Justin, era demasiado inocente, todo sonrojadito por escuchar de sexo... eso me hacía preguntarme si ya había empezado a autosatisfacerse porque le iba a dar problemillas si no lo hacía -Creo que necesitamos un programa de educación sexual en la isla... me parece que Anteia quería hacer campaña de planificación familiar, le voy a dejar una notita, dame un post-it Doris! y el boli rosa ese con brillis que así le hace más casito, a Lucio se lo comento después- pensando en eso empecé a escribir pero no se me olvidaba Justin, para nada, ahora quería saber que tipo de relación tenía con Chloe, miré en la dirección contraria a la que estaba el becario y saludé a alguien que pasaba -Hey! hola Chloe!- no era ella pero para lo que yo quería daba igual, dependiendo de como reaccionara el chico tendría salseo o no.
Al parecer el chico estaba muy en las nubes porque no reaccionó a eso de trabajar en el hospital, seguí mirando mis informes y ya me iba tocando ir a cambiarme para empezar la jornada, dejé que Doris mirara las tablas de turnos y no había rastro de Josephine, miré a la recepcionista y después al chico -¿y si le envías un mensaje? si se lo enviamos desde el hospital a lo mejor se piensa que ha pasado algo, es tu tía, no creo que le moleste- me terminé el café y tiré el vaso de cartón en la papelera, menos mal que no había nadie para echarme la bronca por hacer el vago con Doris -Bueno, me voy a hacer ronda que tengo que ver a los de cuidados intensivos, los nanobots del demonio aún los tienen pochos, Justin, Sofía trajo ingredientes el otro día para hacer más pociones, he pedido un poco más por si acaso, que meter la pata es muy importante para aprender...¡uy! que tarde! me voy ya, nos vemos después!!- dicho eso me fui a la sala del personal para cambiarme y empezar a trabajar.
Al parecer el chico estaba muy en las nubes porque no reaccionó a eso de trabajar en el hospital, seguí mirando mis informes y ya me iba tocando ir a cambiarme para empezar la jornada, dejé que Doris mirara las tablas de turnos y no había rastro de Josephine, miré a la recepcionista y después al chico -¿y si le envías un mensaje? si se lo enviamos desde el hospital a lo mejor se piensa que ha pasado algo, es tu tía, no creo que le moleste- me terminé el café y tiré el vaso de cartón en la papelera, menos mal que no había nadie para echarme la bronca por hacer el vago con Doris -Bueno, me voy a hacer ronda que tengo que ver a los de cuidados intensivos, los nanobots del demonio aún los tienen pochos, Justin, Sofía trajo ingredientes el otro día para hacer más pociones, he pedido un poco más por si acaso, que meter la pata es muy importante para aprender...¡uy! que tarde! me voy ya, nos vemos después!!- dicho eso me fui a la sala del personal para cambiarme y empezar a trabajar.
Cuando pareció que el elfo se lo estaba pasando en grande con el tema que a mi tanto me incomoda, intenté justificarme, de una forma muy torpe y atropellada, titubeando en todo momento. Era como que ese tema es tabú, ¿no? ¿Quién se dedica a hablar de ello tan alegremente? Horror. No. -Yo… no sé si sería una buena idea… ehm… esas cosas deberían tratarse en privado y …. Bueno… no sé si la gente accederá… creo… yo creo que no…- Qué vergüenza me daba hablar de ese tema. Y más en público. Decidí que no, que nunca iría a una clase de esas, ni aunque me obligaran.
Di un pequeño respingo en la silla cuando el elfo dijo que estaba allí Chloe. ¿Y si había escuchado lo que estábamos diciendo? ¿Ella iría a ese tipo de clases? Me quedé un poco congelado porque quería que se me bajara la rojez de las mejillas por tratar de un tema tan escabroso. Suspiré y cuando me atreví me giré en la silla con una medio sonrisa y la mano alzada -Hola… Chl…oe… ¡ARG! ¡Eres un liante, Aldaron!- Maldito elfo que me ha hecho todo el lío, maldita sea, seguro que se huele algo raro.
Me llevé las manos a la cara después de la humillación, cogiendo los papeles para las pociones y tapándome la cara con ellos. Seguro que el elfo me había descubierto. Se acabó el secreto… para siempre. Ahora el hecho de que me gustaba Chloe sería de dominio público. ME MUERO.
-Vale… ahora le mando un patronus… Vale… ahora me pongo con las pociones…- Y cuando se fue Aldaron me descubrí la cara, mirando a Doris con el cejo fruncido y mordiéndome el labio -¿Tú crees que se habrá dado cuenta? Yo creo que no… ¿verdad?--Ahora es de dominio público- Confirmó Doris, a mi pesar, lo que yo sospechaba. Gruñí tapándome la cara con la mano otra vez, como un quejido de una puerta al abrirse -oh.... Qué vergüenza, ahora tendré que cambiarme el nombre, de ciudad, de trabajo… - Cogí mis cosas y salí de la recepción, camino del laboratorio de pociones, mientras Doris me acompañaba porque decía que se aburría en la recepción y que así podía darme algunos truquitos ya que, según su parecer, todo el mundo ha tenido un primer amor de adolescencia y que no era el fin del mundo.
Di un pequeño respingo en la silla cuando el elfo dijo que estaba allí Chloe. ¿Y si había escuchado lo que estábamos diciendo? ¿Ella iría a ese tipo de clases? Me quedé un poco congelado porque quería que se me bajara la rojez de las mejillas por tratar de un tema tan escabroso. Suspiré y cuando me atreví me giré en la silla con una medio sonrisa y la mano alzada -Hola… Chl…oe… ¡ARG! ¡Eres un liante, Aldaron!- Maldito elfo que me ha hecho todo el lío, maldita sea, seguro que se huele algo raro.
Me llevé las manos a la cara después de la humillación, cogiendo los papeles para las pociones y tapándome la cara con ellos. Seguro que el elfo me había descubierto. Se acabó el secreto… para siempre. Ahora el hecho de que me gustaba Chloe sería de dominio público. ME MUERO.
-Vale… ahora le mando un patronus… Vale… ahora me pongo con las pociones…- Y cuando se fue Aldaron me descubrí la cara, mirando a Doris con el cejo fruncido y mordiéndome el labio -¿Tú crees que se habrá dado cuenta? Yo creo que no… ¿verdad?--Ahora es de dominio público- Confirmó Doris, a mi pesar, lo que yo sospechaba. Gruñí tapándome la cara con la mano otra vez, como un quejido de una puerta al abrirse -oh.... Qué vergüenza, ahora tendré que cambiarme el nombre, de ciudad, de trabajo… - Cogí mis cosas y salí de la recepción, camino del laboratorio de pociones, mientras Doris me acompañaba porque decía que se aburría en la recepción y que así podía darme algunos truquitos ya que, según su parecer, todo el mundo ha tenido un primer amor de adolescencia y que no era el fin del mundo.
Gelion Draven
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Me había despertado en una habitación extraña, en un lugar extraño en el que todo el mundo hacía magia. Magia de mierda. Así que aún no estando en condiciones arranqué todos los cables a los que me tenían conectado y sin esperar más salí de la habitación.
Recorrí parte de ese hospital sin problema, a pesar de ir vestido con una de esas ridículas batas de hospital. Y en mi huida intentaba descubrir como narices había acabado allí. Las imágenes que mi cerebro eran capaces de asumir sobre aquellos meses eran totalmente caóticas, descargas, un tipo ruso, una jaula, el infierno, reconstrucción de parques y jardines, limpieza de calles, jaula, ruso, descarga, infierno, robots, calles, jaula, ruso, infierno, descarga, robots, jardines, calles, infierno, descarga, ruso, robot, moto, ataque, descarga, pelea, jardines, ruso....
La cabeza me daba vueltas y al llegar casi a la zona de salida tuve que buscar apoyo en la pared. Llevé una mano a mi nuca, curiosamente, en vez de a la cabeza. No paraba de sentir choques eléctricos que nacían desde aquel lugar. La tensión en mis músculos era evidente, incluso el modo en el que respiraba o intentaba enfocar la vista hacían ver que algo andaba mal.
Recorrí parte de ese hospital sin problema, a pesar de ir vestido con una de esas ridículas batas de hospital. Y en mi huida intentaba descubrir como narices había acabado allí. Las imágenes que mi cerebro eran capaces de asumir sobre aquellos meses eran totalmente caóticas, descargas, un tipo ruso, una jaula, el infierno, reconstrucción de parques y jardines, limpieza de calles, jaula, ruso, descarga, infierno, robots, calles, jaula, ruso, infierno, descarga, robots, jardines, calles, infierno, descarga, ruso, robot, moto, ataque, descarga, pelea, jardines, ruso....
La cabeza me daba vueltas y al llegar casi a la zona de salida tuve que buscar apoyo en la pared. Llevé una mano a mi nuca, curiosamente, en vez de a la cabeza. No paraba de sentir choques eléctricos que nacían desde aquel lugar. La tensión en mis músculos era evidente, incluso el modo en el que respiraba o intentaba enfocar la vista hacían ver que algo andaba mal.
Aldaron Failon
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Fui de forma más o menos rápida hasta la recepción porque estaba en mi nube sobando la botella de vodka que me había dado Thoren como si fuera mi tessssssoro, estaba super contento pero a mitad de camino olvidé que iba por una llamada y mi misión pasó a "contarle a Doris lo que había pasado", cuando llegué había personal haciendo bulto y cuchicheando, me acerqué para ver que pasaba y claro, yo venía de atrás así que lo primero que vi fue una espalda ancha y un buen culo, me acerqué cual mosca a la miel esperando ver al portador de tan buen ejemplar pero la decepción fue clara cuando vi que se trataba del humano que habían traído junto al hermano de Thoren el día de la misión de Londres.
Suspiré y miré a mi alrededor -a ver ¿es que no tenéis trabajo o qué? venga! a ganaros las lentejas que no somos funcionarios españoles! y que alguien me ayude con el paciente- agarré a un becario random y le di la botella de Vodka -cuídala con tu vida! llévala a mi despacho- lo dejé irse y entonces me planté frente al humano esperando que cesara su...¿intento de fuga? -Disculpe señor... Draven, pero no puede abandonar el hospital en su estado, por favor, vuelva a su habitación- uno de los enfermeros trajo una silla de ruedas mientras el otro intentaba que el paciente se sentara y así poder llevarlo de nuevo a la planta de ingresos.
Suspiré y miré a mi alrededor -a ver ¿es que no tenéis trabajo o qué? venga! a ganaros las lentejas que no somos funcionarios españoles! y que alguien me ayude con el paciente- agarré a un becario random y le di la botella de Vodka -cuídala con tu vida! llévala a mi despacho- lo dejé irse y entonces me planté frente al humano esperando que cesara su...¿intento de fuga? -Disculpe señor... Draven, pero no puede abandonar el hospital en su estado, por favor, vuelva a su habitación- uno de los enfermeros trajo una silla de ruedas mientras el otro intentaba que el paciente se sentara y así poder llevarlo de nuevo a la planta de ingresos.
Gelion Draven
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Seguía apoyado en aquella pared, con una mano mientras que con la otra hendía mis uñas sobre la carne de la nuca, sintiendo el chispazo. Al cerrar los ojos para intentar centrarme volví a ver todo aquello, quizás las imágenes viajaban demasiado deprisa para poder entenderlo.
Escuché que me hablaban, me llamaban por mi nombre, y por un momento pensé que había vuelto de Francia tras encontrarme con aquella ciudad tan diferente a como se había diseñado, que había escapado de alguna forma. Alcé el rostro para observar a aquel que me hablaba.
-Hay que apagar ese...
Pero dejé de hablar al ver esas orejas y ese aspecto. Los orificios de mi nariz se abrieron y la mueca de asco que apareció en mi rostro fue evidente. Ignoré a quién estaba alrededor, de algún modo había acabado en manos de esos seres mágicos del demonio. Agarré el pescuezo de la camiseta de aquel elfo y lo retorcí elevando a aquel ser un poco (muy poco) del suelo.
-¿Qué pretendéis?¿Que habéis hecho con mi mente?Contesta, elfo!
Gruñí agitando al tipo un poco, bastante alterado.
Escuché que me hablaban, me llamaban por mi nombre, y por un momento pensé que había vuelto de Francia tras encontrarme con aquella ciudad tan diferente a como se había diseñado, que había escapado de alguna forma. Alcé el rostro para observar a aquel que me hablaba.
-Hay que apagar ese...
Pero dejé de hablar al ver esas orejas y ese aspecto. Los orificios de mi nariz se abrieron y la mueca de asco que apareció en mi rostro fue evidente. Ignoré a quién estaba alrededor, de algún modo había acabado en manos de esos seres mágicos del demonio. Agarré el pescuezo de la camiseta de aquel elfo y lo retorcí elevando a aquel ser un poco (muy poco) del suelo.
-¿Qué pretendéis?¿Que habéis hecho con mi mente?Contesta, elfo!
Gruñí agitando al tipo un poco, bastante alterado.
Aldaron Failon
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Si mis datos eran correctos el hombre ante mi era uno de los humanos que había pasado tiempo en tierra y tenía una de esas pilas cervicales, el problema era que no se había despertado así que no habíamos podido hacerle muchas preguntas por lo que al igual que los otros le dimos tratamiento a lo que pudimos ver como la desnutrición y las quemaduras que llevaba en el cuello por las constantes descargas eléctricas que le habían dado.
Vi como se resentía de algo en su cuello y al ver que se clavaba las uñas le pedí que no lo hiciera llevando mi mano a la suya, mal hecho, le di la oportunidad de mirarme con esa cara de asco, por favor, con lo guapísimo que soy y encima le habíamos atendido, iba a decirle un par de cosas con los brazos en jarra y movimiento de mujer chunga del bronks pero el cabrito me pilló del cuello de la ropa y me levantó un poco del suelo -¡Seguridad!- alcancé a decir mientras me ponía de puntillas para intentar tocar el suelo como cuando estás en la piscina y no llegas, un par de guardias llegaron y me ayudaron a separarme de aquel tipo para después retenerlo -Y yo que estaba teniendo un buen día, claro, el karma que siempre tiene que estar en equilibrio, los rusos me dan Vodka y el muggle me pila del cuello, que bien- estaba mosqueado, me arreglé la ropa y miré con el ceño fruncido al paciente a la fuga, odiaba hacerlo porque te salían arrugas pero me había enfadado de verdad.
-Señor Draven, en vista de su comportamiento me temo que vamos a tener que sedarlo, lo llevaremos de nuevo a su habitación- un par de enfermeros se acercaron con jeringuillas pero los detuve, los guardias seguían sujetando al sujeto y parecían confusos mientras yo preparaba un par de dardos -lo más divertido de ser un elfo es que tengo muy buena puntería- y eso hice, apuntar y nada más porque uno de los médicos más mayores le dio con un sedante antes de poder darle con mi cerbatana acompañado de un sonido de decepción general de todos los que miraban -le quitas lo divertido a la vida... cuando quede K.O llevadlo a su habitación y lo atáis a la cama, yo voy a avisar a sus contactos y a Arleen-
Vi como se resentía de algo en su cuello y al ver que se clavaba las uñas le pedí que no lo hiciera llevando mi mano a la suya, mal hecho, le di la oportunidad de mirarme con esa cara de asco, por favor, con lo guapísimo que soy y encima le habíamos atendido, iba a decirle un par de cosas con los brazos en jarra y movimiento de mujer chunga del bronks pero el cabrito me pilló del cuello de la ropa y me levantó un poco del suelo -¡Seguridad!- alcancé a decir mientras me ponía de puntillas para intentar tocar el suelo como cuando estás en la piscina y no llegas, un par de guardias llegaron y me ayudaron a separarme de aquel tipo para después retenerlo -Y yo que estaba teniendo un buen día, claro, el karma que siempre tiene que estar en equilibrio, los rusos me dan Vodka y el muggle me pila del cuello, que bien- estaba mosqueado, me arreglé la ropa y miré con el ceño fruncido al paciente a la fuga, odiaba hacerlo porque te salían arrugas pero me había enfadado de verdad.
-Señor Draven, en vista de su comportamiento me temo que vamos a tener que sedarlo, lo llevaremos de nuevo a su habitación- un par de enfermeros se acercaron con jeringuillas pero los detuve, los guardias seguían sujetando al sujeto y parecían confusos mientras yo preparaba un par de dardos -lo más divertido de ser un elfo es que tengo muy buena puntería- y eso hice, apuntar y nada más porque uno de los médicos más mayores le dio con un sedante antes de poder darle con mi cerbatana acompañado de un sonido de decepción general de todos los que miraban -le quitas lo divertido a la vida... cuando quede K.O llevadlo a su habitación y lo atáis a la cama, yo voy a avisar a sus contactos y a Arleen-
Decidimos ir al hospital andando, en lugar de desaparecernos. De esta forma podríamos ir hablando tranquilamente sobre los límites de la ciencia, de la magia, de la tecnología. La típica charla metafísica y transcendenta que se tiene con una buena compañía. Por mi parte prefería dejar el tema de Lila a un lado, pues me parecía todo demasiado confuso y doloroso como para estar dándole vueltas al tema todo el rato. Tampoco quise tratar el tema de la esterilización, ya había dado mi opinión al respecto y no quería meterme en un tema demasiado personal, como podría ser ese. Ya hablaría con los expertos y ellos le dirían qué tiene que hacer. Yo, personalmente, me decantaría por otros métodos anticonceptivos o incluso la astinencia, pero... no es mi cuerpo.
Entramos al hospital cuando estaba todo el barullo montado en la recepción con el tío en bolingas y el elfo dándolo todo. Nos conocíamos de poco, de haber estado en algunas guardias juntos, pero no habíamos intimado. Total, yo estaba allí a veces para echar una mano en las urgencias y no era personal del hospital. Eso era atarse demasiado, y quizás la Brigada tuviese que partir en algún momento
Esperamos en un segundo plano muy calladitas y pacientemente hasta que el drama se hubiese pasado, y tras eso, asaltamos al elfo. -Hola Aldaron. Nos hemos visto alguna vez por urgencias. Estamos buscando un experto en ginecología o planificación familiar, tal vez. ¿Alguna recomendación? O quizás nos podrías ayudar tú...-
Entramos al hospital cuando estaba todo el barullo montado en la recepción con el tío en bolingas y el elfo dándolo todo. Nos conocíamos de poco, de haber estado en algunas guardias juntos, pero no habíamos intimado. Total, yo estaba allí a veces para echar una mano en las urgencias y no era personal del hospital. Eso era atarse demasiado, y quizás la Brigada tuviese que partir en algún momento
Esperamos en un segundo plano muy calladitas y pacientemente hasta que el drama se hubiese pasado, y tras eso, asaltamos al elfo. -Hola Aldaron. Nos hemos visto alguna vez por urgencias. Estamos buscando un experto en ginecología o planificación familiar, tal vez. ¿Alguna recomendación? O quizás nos podrías ayudar tú...-
Apareció en la entrada casi de inmediato, tras la solicitud mirando como se llevaban a un paciente dormido y asumió que se trataba de él así que empezó a taconear en su dirección cuando vio a Aldaron, alzó una mano -Ya estoy aquí y luego necesito pedirte una disculpa- Expresó con una sonrisa tierna antes de perderse a la parte interna del hospital para ver a su paciente.
Aldaron Failon
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Estaba refunfuñando y guardando los dardos en una cajita que llevaba en uno de los bolsillos de la bata, parecida a la pijada esa de llevar los cigarros en una cajita de metal, pues lo mismo pero con dardos para dejar KO a un hombre lobo, que estábamos en luna llena, di un par de palmadas al aire mientras los guardias y dos enfermeros se llevaban al paciente problemático y miré a la muchedumbre decepcionada porque no tocó cerbatana -vamos, ya vale, a trabajar que ya sabéis lo que toca hoy- todo empezaron a dispersarse y entonces alguien se acercó a mi, la morena venía a echar una mano de vez en cuando pero de primeras a la que reconocí fue a Leila... tenía mejor aspecto que su... ¿ex? a saber -si, claro, te recuerdo de alguna guardia, gracias por venir a echar una mano ¿en qué puedo ayudarte? -
La chica me explicó a lo que venían y de nuevo miré a la feral, torcí un poco el morro y entonces volví la mirada a la chica maja -ya... pues, es complicadillo...- me llevé una mano al cuello y moví la cabeza con algo de molestia, seguramente producto del incidente anterior -dame un segundín- dije mientras canalizaba mi magia en mi mismo sintiendo como aquella sensación de incomodidad desaparecía y mientras estaba en eso Arleen llegó para ocuparse del marronazo que le había dado diciendo no sé qué de una disculpa con aquella sonrisa "pues si que le ha sentado bien la noche de bodas" pensé mientras le devolvía la mirada pero no muy convencido que yo era muy rencoroso... más o menos porque con un buen meneo se me solía pasar todo, mientras el meneo no fuera de un muggle rabioso que me pillara del cuello y me levantara cual muñeco de trapo.
Volví con las chicas después de la interrupción y esta vez me dirigí a Leila -¿no se lo has contado a tu amiga?- pregunté para después contarle a Cleo un par de cosas -Leila ya tenía cita con la ginecóloga pero intimidó a Anteia y digamos que no fue una consulta agradable, yo no tengo ni idea de ginecología, como mucho puedo asistir partos... la siguiente en plantilla sería Josephine pero está de permiso, os puedo dar cita para cuando vuelva... aunque si es por anticonceptivos os puedo vender condones~ os hago precio por ser de la brigada que Mérida es mi clienta favorita!-
La chica me explicó a lo que venían y de nuevo miré a la feral, torcí un poco el morro y entonces volví la mirada a la chica maja -ya... pues, es complicadillo...- me llevé una mano al cuello y moví la cabeza con algo de molestia, seguramente producto del incidente anterior -dame un segundín- dije mientras canalizaba mi magia en mi mismo sintiendo como aquella sensación de incomodidad desaparecía y mientras estaba en eso Arleen llegó para ocuparse del marronazo que le había dado diciendo no sé qué de una disculpa con aquella sonrisa "pues si que le ha sentado bien la noche de bodas" pensé mientras le devolvía la mirada pero no muy convencido que yo era muy rencoroso... más o menos porque con un buen meneo se me solía pasar todo, mientras el meneo no fuera de un muggle rabioso que me pillara del cuello y me levantara cual muñeco de trapo.
Volví con las chicas después de la interrupción y esta vez me dirigí a Leila -¿no se lo has contado a tu amiga?- pregunté para después contarle a Cleo un par de cosas -Leila ya tenía cita con la ginecóloga pero intimidó a Anteia y digamos que no fue una consulta agradable, yo no tengo ni idea de ginecología, como mucho puedo asistir partos... la siguiente en plantilla sería Josephine pero está de permiso, os puedo dar cita para cuando vuelva... aunque si es por anticonceptivos os puedo vender condones~ os hago precio por ser de la brigada que Mérida es mi clienta favorita!-
Así que el consejo se encargaba de buscar los límites y saltarlos, hm? Yo prefiería las nuevas ideas a los pensamientos dogmáticos, odiaba las restricciones y desafiaba la tradición, así que era buena en saltar límites. Aunque, claro, éso había hecho que cometa errores irresponsables. A pesar de esto, no actuaba de forma activa, al menos intencionadamente, para trastornar organizaciones de forma anárquica, ya que para ello necesitaba algún tipo de motivación moral: el Bien para liberar a otros o el Mal para hacer sufrir a otros, y no tenía ningún tipo de inclinación moral, lo que hacía, lo hacía por mí y por mi gente, nada más.
Hablamos mientras caminamos, me hizo bien la charla y el aire fresco, sentí que pertenecía al mundo humano y al mundo mágico, me sentí tan plena como hace mucho tiempo no sentía. Por el camino, me tomé una dosis de matalobos porque estaba empezando a percibir cada sensación de manera aumentada y no tenía ganas de agregar otro problema a la ya larga lista. Al entrar al hospital y ver el lío que había, me limité a levantar una ceja e imitar a Cleo. Cuando ya todo había pasado le dimos caza al elfo. La árabe le explicó a qué veníamos y el orejas me miró raro a lo que yo respondí alzando las cejas. Al parecer no sería fácil así que suspiré e intercambié una mirada con Cleo.
Fruncí el ceño, confundida, cuando el elfo me preguntó si se lo había dicho, no sabía a qué se refería. Cuando dijo lo de la rubia solté un largo "Ohh" al recordarlo y la miré con cara de "larga historia, luego te cuento". Después, el larguirucho se puso a parlotear para vendernos la moto, pero yo ya había caído en sus mañas durante la fiesta de inaguración del torneo Fénix, no volvería a caer. -Lo que sucede, Al ¿Te puedo llamar "Al"? Te voy a llamar Al.- Resolví sin darle tiempo a responder. -Es que Anteia me derivó con otro doctor y ya tenía turno ¿Me derivó con Josephine? Bien, necesitamos que hagas tu magia y nos digas la fecha del turno. Solo eso.- Los aspectos morales me interesaban más bien poco, yo solo quería ser libre para estar con cualquiera y no correr el riesgo de volver a quedar embarazada.
-Tengo que pasar a retirar unos aretes por la tienda del orfebre en el mercado de la ciudad ¿Tú tienes algo para hacer?- Le pregunté a Cleo.
Hablamos mientras caminamos, me hizo bien la charla y el aire fresco, sentí que pertenecía al mundo humano y al mundo mágico, me sentí tan plena como hace mucho tiempo no sentía. Por el camino, me tomé una dosis de matalobos porque estaba empezando a percibir cada sensación de manera aumentada y no tenía ganas de agregar otro problema a la ya larga lista. Al entrar al hospital y ver el lío que había, me limité a levantar una ceja e imitar a Cleo. Cuando ya todo había pasado le dimos caza al elfo. La árabe le explicó a qué veníamos y el orejas me miró raro a lo que yo respondí alzando las cejas. Al parecer no sería fácil así que suspiré e intercambié una mirada con Cleo.
Fruncí el ceño, confundida, cuando el elfo me preguntó si se lo había dicho, no sabía a qué se refería. Cuando dijo lo de la rubia solté un largo "Ohh" al recordarlo y la miré con cara de "larga historia, luego te cuento". Después, el larguirucho se puso a parlotear para vendernos la moto, pero yo ya había caído en sus mañas durante la fiesta de inaguración del torneo Fénix, no volvería a caer. -Lo que sucede, Al ¿Te puedo llamar "Al"? Te voy a llamar Al.- Resolví sin darle tiempo a responder. -Es que Anteia me derivó con otro doctor y ya tenía turno ¿Me derivó con Josephine? Bien, necesitamos que hagas tu magia y nos digas la fecha del turno. Solo eso.- Los aspectos morales me interesaban más bien poco, yo solo quería ser libre para estar con cualquiera y no correr el riesgo de volver a quedar embarazada.
-Tengo que pasar a retirar unos aretes por la tienda del orfebre en el mercado de la ciudad ¿Tú tienes algo para hacer?- Le pregunté a Cleo.
Fue la doctora Arleen la que se apareció para llevarse al humano. Una vez que se llevaron a Gelion las dos mujeres se pudieron acercar al elfo. Cleopatra expuso sus motivos para estar allí pero lo del que iba a ser complicadillo le pareció francamente extraño. Arqueó una ceja extrañada mientras se resolvía sus propios asuntos. Si era algo de curación podría haberle ayudado, pero bueno, no pasa nada por la autosanación.
La respuesta del elfo me dolió en lo más profundo de mí. No estaba segura de si Leila me había dicho que esta fuese la primera vez que viniera a consultar una cosa de estas, pero el hecho de que no me lo dijera me hizo sentirme utilizada, engañada. Es decir, que ya había estado allí y la había liado parda. -Leila, por favor…- Intenté frenarla cuando le saltó al médico con ese tono -Se llama Aldaron, no “Al”- Dije mirando a Leila de medio lado. Supongo que sería la sensación de traición la que me impuso el tono en la voz. Suspiré y volví al elfo, para volverle a preguntar. Estaba visto que la primera cita había sido un puro desastre y que Josephine no estaba en el hospital, y a saber durante cuánto tiempo estaría fuera -Gracias por la oferta de los preservativos. Estábamos pensando en las posibilidades de algo más definitivo. Ya sabes… Aunque creo que estaría bien conocer las otras alternativas: DIU, grageas del día después… Ya sabes- Sonreí por lo de la oferta, negando con la mano. -¿Y no queda nadie más? ¿Podríamos hablar con Lucio? Por el tema de la cirugía, o contigo…-
Negué con a Leila cuando dijo si salíamos, instándole a que esperase un poco, que fuera paciente. -Espera Leila. Vamos a ver si podemos solucionar esto. Y otra cosa, Aldaron, ¿has oído hablar de los revenant? ¿o sabes de algún libro de medicina que hable de cómo sanarlos? Tengo un caso… complicado- Le pregunté pensando en Astaroth. Quizás aquí pudiera conseguir algo de información aunque pasaré por la biblioteca antes para tratar de localizar la maldita solución al estado de mi amigo, necesitaba recuperarle y de esta forma poder quitarme el sentimiento de culpa por traerle de vuelta, por hacerle pasar por este trago y no poder ayudarle como quisiera.
La respuesta del elfo me dolió en lo más profundo de mí. No estaba segura de si Leila me había dicho que esta fuese la primera vez que viniera a consultar una cosa de estas, pero el hecho de que no me lo dijera me hizo sentirme utilizada, engañada. Es decir, que ya había estado allí y la había liado parda. -Leila, por favor…- Intenté frenarla cuando le saltó al médico con ese tono -Se llama Aldaron, no “Al”- Dije mirando a Leila de medio lado. Supongo que sería la sensación de traición la que me impuso el tono en la voz. Suspiré y volví al elfo, para volverle a preguntar. Estaba visto que la primera cita había sido un puro desastre y que Josephine no estaba en el hospital, y a saber durante cuánto tiempo estaría fuera -Gracias por la oferta de los preservativos. Estábamos pensando en las posibilidades de algo más definitivo. Ya sabes… Aunque creo que estaría bien conocer las otras alternativas: DIU, grageas del día después… Ya sabes- Sonreí por lo de la oferta, negando con la mano. -¿Y no queda nadie más? ¿Podríamos hablar con Lucio? Por el tema de la cirugía, o contigo…-
Negué con a Leila cuando dijo si salíamos, instándole a que esperase un poco, que fuera paciente. -Espera Leila. Vamos a ver si podemos solucionar esto. Y otra cosa, Aldaron, ¿has oído hablar de los revenant? ¿o sabes de algún libro de medicina que hable de cómo sanarlos? Tengo un caso… complicado- Le pregunté pensando en Astaroth. Quizás aquí pudiera conseguir algo de información aunque pasaré por la biblioteca antes para tratar de localizar la maldita solución al estado de mi amigo, necesitaba recuperarle y de esta forma poder quitarme el sentimiento de culpa por traerle de vuelta, por hacerle pasar por este trago y no poder ayudarle como quisiera.
Aldaron Failon
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con Leila ya había tenido un par de encuentros, el primero en el castillo lefay, tuve que lanzarle un dardo en pleno apagón de magia porque casi se zampa a Jo y a Reiv con Kyllian, después el asunto de su embarazo que le pilló las últimas semanas en el castillo para al final dar a luz en bastion Hollow, Lucio y yo la asistimos en el parto... después de eso le perdimos la pista hasta que el chico feral vino al hospital con la niña, me la liaron parda, rompieron una ventana y después más trabajo porque acabaron en el hospital, para colmo estaba todo ese lío con Anteia y lo de la niña... me crucé de brazos cuando quiso estar en confianza llamándome Al pero no, no estaba de humor, pero Cleo habló por mi.
-Pues para esas cosas vas a recepción- y no a hablarme con ese tonito ¿tenía cara de secretaria o de calendario? podía vestirme de secretaria sexy pero ahora estaba modo médico de mala leche por culpa del muggle. Cleo preguntó de forma más amable y educada así que hice lo mismo con ella -Aquí solo podemos dar té de luna, con esto de la guerra hemos tenido que priorizar en otras cosas y en caso de conseguir esos métodos anticonceptivos no son baratos, podemos realizar la operación pero lo mejor es que la vea un especialista antes para que os hablen de los riesgos y cómo se realiza la intervención... puedo intentar hablar de nuevo con Anteia pero dadas las circunstancias es mejor que lo haga Josephine- si no la liaba otra vez ¿teníamos derecho de admisión y cosas de esas en el hospital?, lo que me recordaba algo -Espero que te hayas tomado la matalobos Leila, no quiero que me montes otro numerito como la última vez, como me rompas otra ventana os la cobro-
la feral parecía tener prisa pero Cleo tenía más preguntas, esta vez sobre los revenant -si, algo sabemos, ¿sabes lo malo de los hospitales mágicos? que somos como veterinarios, tenemos que saber de todo sobre todos ¿qué tipo de problema tiene el revenant? generalmente surgen dos complicaciones con ellos, su necesidad energía vital y la disforia ocasionada por el cambio de cuerpo-
-Pues para esas cosas vas a recepción- y no a hablarme con ese tonito ¿tenía cara de secretaria o de calendario? podía vestirme de secretaria sexy pero ahora estaba modo médico de mala leche por culpa del muggle. Cleo preguntó de forma más amable y educada así que hice lo mismo con ella -Aquí solo podemos dar té de luna, con esto de la guerra hemos tenido que priorizar en otras cosas y en caso de conseguir esos métodos anticonceptivos no son baratos, podemos realizar la operación pero lo mejor es que la vea un especialista antes para que os hablen de los riesgos y cómo se realiza la intervención... puedo intentar hablar de nuevo con Anteia pero dadas las circunstancias es mejor que lo haga Josephine- si no la liaba otra vez ¿teníamos derecho de admisión y cosas de esas en el hospital?, lo que me recordaba algo -Espero que te hayas tomado la matalobos Leila, no quiero que me montes otro numerito como la última vez, como me rompas otra ventana os la cobro-
la feral parecía tener prisa pero Cleo tenía más preguntas, esta vez sobre los revenant -si, algo sabemos, ¿sabes lo malo de los hospitales mágicos? que somos como veterinarios, tenemos que saber de todo sobre todos ¿qué tipo de problema tiene el revenant? generalmente surgen dos complicaciones con ellos, su necesidad energía vital y la disforia ocasionada por el cambio de cuerpo-
La dejé hablar a Cleo (que su nombre era Cleopatra y le decíamos Cleo ¿Cuál era la diferencia? Ni idea) porque parecía que, aunque le hablaba bien a las personas, yo no les agradaba, eso o el elfo se había molestado porque no habíamos caído en sus tretas, o tal vez era cosa de la luna llena. -¡Uh! Buena idea.- Felicité a la árabe cuando preguntó si había alguien más, no se me había ocurrido eso. Mi ceja se alzó hasta casi desaparecer en mi cuero cabelludo en una expresión incrédula cuando el orejas dejó caer que la guerra había afectado al hospital de la isla, había estado en lugares realmente afectados y ése lugar no era uno de esos.
Miré a Cleo confundida cuando el elfo nos dió esa respuesta tan ambigua. Revisé sus palabras en mi mente una y otra vez; hacer la operación era posible, pero ni Lucio ni él eran especialistas, Anteia y Josephine eran especialistas y tenía que hablar con una de ellas porque... ellos sabían hacer la operación pero no sabían los riesgos ni explicar cómo se realizaba... -¿Quiere decir que queda alguien más?- Le pregunté en un susurro por lo bajo a la morena para que traduzca en si o no. Presioné mis labios en una mueca cuando Al se dirigió a mí, abrí mi boca lo más que pude y soplé para que huela el horrible aroma del matalobos en mi aliento. Ya veía que si abría la boca para hablar solo daba problemas.
En realidad no estaba apurada por lo de los aretes, solo quería saber si ella tenía algo para hacer en lo que yo la pueda acompañar, además ya estaba cansada de hablar de mí, quería que me cuente de ella, pero parecía muy comprometida con solucionar la maldición de traer vida al mundo, cosa que yo agradecia. Me mostré de acuerdo a ver si podíamos resolverlo y presté atención a lo siguiente que mencionó. En la colonia en la que nací, los revenants eran catalogados como seres malvados, por eso me dió curiosidad que Cleo pregunte por cómo sanarlos.
Miré a Cleo confundida cuando el elfo nos dió esa respuesta tan ambigua. Revisé sus palabras en mi mente una y otra vez; hacer la operación era posible, pero ni Lucio ni él eran especialistas, Anteia y Josephine eran especialistas y tenía que hablar con una de ellas porque... ellos sabían hacer la operación pero no sabían los riesgos ni explicar cómo se realizaba... -¿Quiere decir que queda alguien más?- Le pregunté en un susurro por lo bajo a la morena para que traduzca en si o no. Presioné mis labios en una mueca cuando Al se dirigió a mí, abrí mi boca lo más que pude y soplé para que huela el horrible aroma del matalobos en mi aliento. Ya veía que si abría la boca para hablar solo daba problemas.
En realidad no estaba apurada por lo de los aretes, solo quería saber si ella tenía algo para hacer en lo que yo la pueda acompañar, además ya estaba cansada de hablar de mí, quería que me cuente de ella, pero parecía muy comprometida con solucionar la maldición de traer vida al mundo, cosa que yo agradecia. Me mostré de acuerdo a ver si podíamos resolverlo y presté atención a lo siguiente que mencionó. En la colonia en la que nací, los revenants eran catalogados como seres malvados, por eso me dió curiosidad que Cleo pregunte por cómo sanarlos.
Suspiré cuando Aldaron dio por imposible el hecho de que fuera Anteia la que atendiera a Leila. A saber qué habrá hecho para que la doctora rehúse a verla. -Habrá que esperar a que se reincorpore Josephine. Está bien, gracias- Resumí el comentario de Aldaron sobre la consulta para su intervención que Leila solicitaba, después de que fuera ella misma la que me preguntara por ello. No sabría cómo se lo tomaría la rubia, pero seguramente, no muy bien. Sorprendente me pareció que el jefe del hospital siquiera pudiera tener rato para una consulta sobre este tema, ¿demasiado fuera de su especialización, tiempo o estaba demasiado ocupado con sus cosas? Jamás obtendría respuesta, obviamente. Y su reacción no tardaría en darse a notar, echando el aliento al doctor para indicar que se había tomado la matalobos correspondiente. Intenté ahorrarme el comentario ante el bochorno.
El comentario sobre ser una clínica veterinaria me hizo gracia, no pude evitar sonreír. Asentí para darle a entender que comprendía al elfo en su chascarrillo. -Pues… creo que es un poco de ambas dos. Es como… si tuviera una reacción de hipersensibilidad, como si todo el conjunto no encajara entre sí… y ya no sé ni cómo ayudarle, es frustrante...- Le indico al elfo. Nunca había tratado un revenant y nunca los había visto en persona, ya que conocía de su existencia de forma teórica. -¿Alguna recomendación?-
El comentario sobre ser una clínica veterinaria me hizo gracia, no pude evitar sonreír. Asentí para darle a entender que comprendía al elfo en su chascarrillo. -Pues… creo que es un poco de ambas dos. Es como… si tuviera una reacción de hipersensibilidad, como si todo el conjunto no encajara entre sí… y ya no sé ni cómo ayudarle, es frustrante...- Le indico al elfo. Nunca había tratado un revenant y nunca los había visto en persona, ya que conocía de su existencia de forma teórica. -¿Alguna recomendación?-
Aldaron Failon
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Por la reacción de la chica maja y educada, no conocía todo el lío que había detrás de la consulta nada agradable de su amiga con Anteia - No creo que tarde mucho en incorporarse... y por favor, acompáñala- que ella parecía poder controlarla, a ver si así no tenía otra queja. En cuanto a mi pregunta sobre la matalobos solo pude entornar los ojos y hacer que mi cara de enfado se acentuara más por aquel acto tan asqueroso -Repito, acompáñala, tu o cualquier otro adulto responsable- respiré profundo algo de aire limpio y me recogí el cabello que con el disgusto me estaba empezando a acalorar.
La chica había pillado mi referencia sobre los veterinarios, chica lista, merecía ayudita por maja así que le dije lo que sabía sobre los revenant y pregunté por su problema que en principio no parecía fácil, me llevé una mano al mentón para pensar en los síntomas que me había descrito para dar una solución -a ver, por lo general suelen querer "alimentarse" por voluntad propia, es decir, si no lo hacen la vuelven a palmar, pero si el problema radica en que se niega a tomar energía vital lo primero que tienes que solucionar es esto- dije señalándome la cabeza para que entendiera que el problema era más psicológico -encuentra el motivo de su incomodidad, debes ayudarle a superarlo, si es demasiado para ti tráelo a la unidad de psiquiatría pero ten esto en cuenta, si quiere irse debes dejarlo marchar- saqué una libreta y empecé a escribir nombres de libros que podrían serle de gran ayuda -Toma, busca estos libros en la biblioteca, son de mi época de estudiante pero supongo que aún estarán por ahí-
el busca del demonio empezó a pitar como loco y al mirarlo se trataba de una emergencia que acababa de entrar -lo siento, tengo que irme, si necesitas otra cosa ya sabes dónde estamos y cuando quieras venir a echar una mano lo mismo!- me despedí de ambas con un movimiento de mano y salí corriendo de la recepción para ir a por un nuevo paciente.
La chica había pillado mi referencia sobre los veterinarios, chica lista, merecía ayudita por maja así que le dije lo que sabía sobre los revenant y pregunté por su problema que en principio no parecía fácil, me llevé una mano al mentón para pensar en los síntomas que me había descrito para dar una solución -a ver, por lo general suelen querer "alimentarse" por voluntad propia, es decir, si no lo hacen la vuelven a palmar, pero si el problema radica en que se niega a tomar energía vital lo primero que tienes que solucionar es esto- dije señalándome la cabeza para que entendiera que el problema era más psicológico -encuentra el motivo de su incomodidad, debes ayudarle a superarlo, si es demasiado para ti tráelo a la unidad de psiquiatría pero ten esto en cuenta, si quiere irse debes dejarlo marchar- saqué una libreta y empecé a escribir nombres de libros que podrían serle de gran ayuda -Toma, busca estos libros en la biblioteca, son de mi época de estudiante pero supongo que aún estarán por ahí-
el busca del demonio empezó a pitar como loco y al mirarlo se trataba de una emergencia que acababa de entrar -lo siento, tengo que irme, si necesitas otra cosa ya sabes dónde estamos y cuando quieras venir a echar una mano lo mismo!- me despedí de ambas con un movimiento de mano y salí corriendo de la recepción para ir a por un nuevo paciente.
No quedaba nadie más entonces. Tampoco era tan difícil decir eso. Ante la cara de enfado del larguirucho sólo pude pensar que no era mi culpa el horrible sabor del matalobos, ya lo podrían hacer sabor frutilla. Siguieron hablando del tema del revenant hasta que el elfo se fue.
Nos dirigimos al mostrador de recepción para descubrir para cuándo me habían cambiado la cita. Luego de eso fuimos a la biblioteca del hospital para buscar los libros que el orejas le había recomendado a la árabe. Estuvimos un rato descifrando la letra y otro rato para encontrar los libros, pero finalmente lo conseguimos y nos los llevamos cuando salimos del hospital.
Nos dirigimos al mostrador de recepción para descubrir para cuándo me habían cambiado la cita. Luego de eso fuimos a la biblioteca del hospital para buscar los libros que el orejas le había recomendado a la árabe. Estuvimos un rato descifrando la letra y otro rato para encontrar los libros, pero finalmente lo conseguimos y nos los llevamos cuando salimos del hospital.
Cuando salió de quirófano fue hacia la recepción para entregarle a Doris la actualización del expediente del Sr. Draven, lo cierto es que estaba ansiosa por ver su recuperación y cómo se incorporaba. Quería hablar con él, contarle todo lo que habían hecho y cómo podía empezar a tener una vida normal. Le hacía ilusión, pero tenía que ir a ver a Giordano y continuar.
No obstante, al llegar se encontró a Aurora con cara de pánico. La apartó un poco para poder informarle de toda la situación de Vishous y Arleen palideció un poco. ¿Tuerto? ¿Su hermano? -Pero...¿Dónde está Lucio?- Preguntó preocupada y luego alzó las manos negando con la cabeza -Iré a verlo, una herida así pudo haber tenido consecuencias neurológicas- Antes de salir de recepción envió dos patronus y se fue a ver a su hermano.
No obstante, al llegar se encontró a Aurora con cara de pánico. La apartó un poco para poder informarle de toda la situación de Vishous y Arleen palideció un poco. ¿Tuerto? ¿Su hermano? -Pero...¿Dónde está Lucio?- Preguntó preocupada y luego alzó las manos negando con la cabeza -Iré a verlo, una herida así pudo haber tenido consecuencias neurológicas- Antes de salir de recepción envió dos patronus y se fue a ver a su hermano.
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