Recuerdo del primer mensaje :
En caso de ser necesaria una intervención quirúrgica, aquí están los implementos.
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Después de que fuese preparada para el quirófano (con el aseo y cambio de ropa pertinente), fue incorporada al lugar para ser anestesiada de manera general porque sería más fácil para el sanador. Él también se ocupó de higienizarse y tras ello, junto al personal, realizó la cirugía siguiendo los pasos correspondientes para hacer la ligadura de trompas de forma que Leila seguiría teniendo útero y no afectaría su cuerpo pero no podría tener hijos nuevamente. La operación se alargó lo justo y necesario hasta que el sanador supo que todo estaba perfectamente. Dio las órdenes para que estuviera al menos dos días bajo vigilancia médica para ver su evolución y ordenó que se avisara a los guardias del hospital sobre el paradero de la Srta. Alabi.
OFF: Ya tiene la operación hecha y debes pasar dos días en el hospital bajo vigilancia (tanto médica como de la guardia).
OFF: Ya tiene la operación hecha y debes pasar dos días en el hospital bajo vigilancia (tanto médica como de la guardia).
No mentiría. La mirada de Oscurus sobre la presencia del hermano Pendragon le reveló lo que necesitaba saber. Estaban trabajando con lo que tenían. Pese a la debilidad que tenía, pálida y ligeramente temblorosa, Arleen le dedicó una mirada a Darren con absoluta y profunda potestad sobre sus siguientes horas -Encantada de conoceros, soy Arleen Ibn Salah, encargada del área de neurología y traumatología del hospital. Si vais a auxiliarme durante la operación estará bajo mis órdenes. No podéis hacer ningún movimiento sin mi previa autorización...¿Tenéis conocimientos de sanación?- Le informó en la antesala donde estaba Sayid. Se giró hacia su esposo -Puedes observar desde allí, es donde los estudiantes nos ven pero…Quizás sea buena idea que busques al Descendiente Eire. Creo… Que necesita apoyo- Murmuró con un deje de preocupación y tras eso le dejó un beso en la mejilla y se fue a la zona de aseo.
Allí tanto Oscurus, como el personal y Darren, se asearon. Arleen necesitó mucha ayuda para poder entrar en el uniforme y terminar de ponérselo todo. Cuando ingresaron al área de quirófano hizo un suave gesto para que pusieran los estudios en pantalla. Se quedó en silencio un momento mientras procedían a preparar los últimos detalles de Lucio. Se quedó al lado de Oscurus mientras analizaba la situación -¿Veis esto?- Le preguntó a Darren y señaló la zona donde se encontraba el verdadero problema. Explicó el procedimiento que iban a realizar para aliviar la zona aunque intentó no enredarlo con lenguaje técnico. Su misión era simple: En el momento en el que llegaran a la zona tendría que trabajar sobre la trombosis y aliviarla de forma que pudieran eliminarla con prontitud y sin mayor problema.
Miró a Lucio apretando las muelas. Iba a devolverle todo lo que le había dado a ella. Todo. Ignoró el dolor del hombro, ignoró todo lo que no fuera salvarle la vida a Lucio en ese momento. Cerró los ojos un instante y recordó nuevamente la frase que le había repetido a Belle durante la batalla. Una y otra vez en su mente -Silencien las máquinas y mantengan el ojo atento. No necesito ruidos- Murmuró y miró a Oscurus -Trata de respirar más lento y calmar tu corazón por favor- Le sugirió porque no quería distraerse. Tras eso empezó la operación, Arleen tenía que dedicarse a colocar el catéter en la zona que correspondía e ir accediendo muy lentamente para evitar cualquier daño. Lo cierto es que en eso estaba versada, lo había estudiado así que eso no era lo que le preocupaba. Era el macho de dos metros con aspecto vacío al lado de ella. Era el guerrero con apellido Pendragon que estaba a su lado lo que le molestaba en la ecuación. Después de un largo procedimiento entonces depositó suavemente el catéter e inspiró profundamente -Ahora. Lentamente. Ningún movimiento brusco- Advirtió clavando su mirada violeta en la del rubio con bastante seriedad.
Allí tanto Oscurus, como el personal y Darren, se asearon. Arleen necesitó mucha ayuda para poder entrar en el uniforme y terminar de ponérselo todo. Cuando ingresaron al área de quirófano hizo un suave gesto para que pusieran los estudios en pantalla. Se quedó en silencio un momento mientras procedían a preparar los últimos detalles de Lucio. Se quedó al lado de Oscurus mientras analizaba la situación -¿Veis esto?- Le preguntó a Darren y señaló la zona donde se encontraba el verdadero problema. Explicó el procedimiento que iban a realizar para aliviar la zona aunque intentó no enredarlo con lenguaje técnico. Su misión era simple: En el momento en el que llegaran a la zona tendría que trabajar sobre la trombosis y aliviarla de forma que pudieran eliminarla con prontitud y sin mayor problema.
Miró a Lucio apretando las muelas. Iba a devolverle todo lo que le había dado a ella. Todo. Ignoró el dolor del hombro, ignoró todo lo que no fuera salvarle la vida a Lucio en ese momento. Cerró los ojos un instante y recordó nuevamente la frase que le había repetido a Belle durante la batalla. Una y otra vez en su mente -Silencien las máquinas y mantengan el ojo atento. No necesito ruidos- Murmuró y miró a Oscurus -Trata de respirar más lento y calmar tu corazón por favor- Le sugirió porque no quería distraerse. Tras eso empezó la operación, Arleen tenía que dedicarse a colocar el catéter en la zona que correspondía e ir accediendo muy lentamente para evitar cualquier daño. Lo cierto es que en eso estaba versada, lo había estudiado así que eso no era lo que le preocupaba. Era el macho de dos metros con aspecto vacío al lado de ella. Era el guerrero con apellido Pendragon que estaba a su lado lo que le molestaba en la ecuación. Después de un largo procedimiento entonces depositó suavemente el catéter e inspiró profundamente -Ahora. Lentamente. Ningún movimiento brusco- Advirtió clavando su mirada violeta en la del rubio con bastante seriedad.
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Oscurus agradeció que la sala para el neurointervencionismo estuviera lista para cuando ellos llegaron. Le hizo gracia al médico que el hospital tuviera de todo, pero no tanto personal cualificado. Qué lástima, tantos juguetes desaprovechados. Mientras la cama entró en la sala principal donde el personal de enfermería enganchaba a Lucio a los aparatos necesarios, los otros tres pasaron a la sala contigua donde se lavaron, y se vistieron con el pijama y el pesado mono protector que les cubría hasta el cuello.
Una vez dentro se inyectó el contraste y pudieron visionar cómo la sangre llegaba hasta el cerebro del director y cómo en un punto se bloqueaba, impidiendo el movimiento de la sangre. Ahí estaba el coágulo. Fue Arleen la que explicó el proceso de extracción, pero no pude evitar puntualizar al Pendragon, esperando que todo lo que tuviera de músculos no le faltase de cerebro -Esperamos que pueda manejar su magia de sangre para que pueda disolver ese trombo y que, de esta forma, se reanude el flujo sanguíneo- Aquello de que no respirara me hizo cabrearme y apretar la mandíbula, de modo que traté de apartarme de la neurocirujana unos centímetros -Arleen, si tienes problemas con el movimiento del brazo no creo que se recomendable hagamos la retirada físicamente, podríamos trabajar desde fuera- Pero pareció no escucharme porque empezó con la intervención, fijándome cómo le temblaba la mano izquierda. Agradeció que la doctora fuera diestra porque de lo contrario aquello hubiera sido una sangría. Se introdujo el catéter y Oscurus siguió en la pantalla el viaje por la red arterial, concentrado y repasando qué debía hacer si pasara cualquier cosa rara. La sonda llegó hasta el trombo, notando cómo un gran peso desaparecía. Turno del Pendragon. Le seguí con la mirada hasta que se colocó en posición, sin decir nada raro. Si aquello funcionaba esperaba poder contratar a cientos de miles de magos que controlaran la sangre para ese hospital. Quizás incluso podría patentarlo, escribir artículos….
Una vez dentro se inyectó el contraste y pudieron visionar cómo la sangre llegaba hasta el cerebro del director y cómo en un punto se bloqueaba, impidiendo el movimiento de la sangre. Ahí estaba el coágulo. Fue Arleen la que explicó el proceso de extracción, pero no pude evitar puntualizar al Pendragon, esperando que todo lo que tuviera de músculos no le faltase de cerebro -Esperamos que pueda manejar su magia de sangre para que pueda disolver ese trombo y que, de esta forma, se reanude el flujo sanguíneo- Aquello de que no respirara me hizo cabrearme y apretar la mandíbula, de modo que traté de apartarme de la neurocirujana unos centímetros -Arleen, si tienes problemas con el movimiento del brazo no creo que se recomendable hagamos la retirada físicamente, podríamos trabajar desde fuera- Pero pareció no escucharme porque empezó con la intervención, fijándome cómo le temblaba la mano izquierda. Agradeció que la doctora fuera diestra porque de lo contrario aquello hubiera sido una sangría. Se introdujo el catéter y Oscurus siguió en la pantalla el viaje por la red arterial, concentrado y repasando qué debía hacer si pasara cualquier cosa rara. La sonda llegó hasta el trombo, notando cómo un gran peso desaparecía. Turno del Pendragon. Le seguí con la mirada hasta que se colocó en posición, sin decir nada raro. Si aquello funcionaba esperaba poder contratar a cientos de miles de magos que controlaran la sangre para ese hospital. Quizás incluso podría patentarlo, escribir artículos….
Darren Pendragon
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El rubio Pendragon se apareció en el hospital, tal y como le habían solicitado por carta, de modo que no tardaron en recibirle y explicarle qué es lo que necesitaban de él. Tratándose del dominio de la magia de sangre, Darren no entendió para qué lo habían citado en el hospital y por qué no habían convocado a Shyvanna, dado que ella sí estaba amaestrada en la sanación con regeneración de tejidos y piel, habilidad que le hacía única. Si bien es cierto que el resto de los hermanos eran capaces de cerrar sangrados, en especial sobre sí mismo y durante las batallas, Darren no había podido utilizar esa técnica en terceros. Y conociendo cómo funcionaba esta isla, debían estar realmente desesperados para citarles. Miró derredor, buscando con la mirada cualquier rastro del cervatillo de Sean y le pareció terriblemente extraño que no estuviera por ahí.
No tardaron en aparecer ante ellos una pareja. Aunque no los conocía físicamente, reconoció en seguida por los nombres y aspecto quiénes eran, tratándose del usurpador y de su mujer. A ambos les dirigió una breve reverencia a modo de saludo -Espero que la recién contraída pareja estuviera disfrutando de la velada- Les deseé, preguntándome si en Ouroboros se celebraría Yule, Navidad o si, por influencia de la cultura árabe de Sayid no estarían celebrando ninguna de ellas.
Con gesto impasible estudié a la mujer de arriba a abajo, cuando se dirigió hacia el Pendragon con aquella autoridad, que bien podría ser fingida o no. Confuso dirigió la mirada a Oscurus, el médico que le había hecho llamar, pensando que sería él el medimago que se encargaría de toda la preparación. Tras ello volvió a fijar su mirada de ojos verdes en ella -La recepción de malas nuevas nos ha traído hasta aquí. Solicitaron magia de sangre, y magia de sangre les traigo. Estoy a sus órdenes- Indiqué con una leve inclinación de cabeza. Tras las presentaciones, Darren siguió a la comitiva hasta la sala contigua al quirófano. Allí le indicaron que debía cambiarse por aquel ridículo pijama azul que usaban los sanadores, haciendo que Darren se sintiera profundamente ridículo y desnudo sin su cota o sin su peto habitual. Mas aquella ropa era bastante más cómoda que la que solía usar.
Dentro del quirófano el Pendragon se mantuvo en un segundo plano pegado a la pared mientras los médicos hacían y deshacían con el cuerpo de Lucio tanto como les apetecía o necesitaban. Aquello le resultaba confuso a Darren y se encontraba totalmente perdido en aquella sala tan tecnológica. De nuevo, fue la mujer la que explicó qué es lo que ocurría en el cerebro de Lucio y el hombre qué es lo que debía hacer, o al menos, lo que se esperaba que realizara. El silencio se hizo plomizo ante la petición de la doctora, como la calma que sigue a la tempestad o a la batalla. Dirigió la vista a la incisión y cómo la doctora manipulaba aquella sonda son cuidado, cómo el otro doctor repasaba el monitor sin mediar palabra. Según había entendido debía hacer la magia contraria a la que él aplicaba generalmente, era como abrir una herida en lugar de cerrarla, en algo que no podía ver y en un cuerpo que no era el suyo. Aquello era demasiada información y no estaba seguro de cómo gestionarlo. Pero le debía una al medimago y no sería él el que no lo intentase. Darren deseó que su melliza estuviera allí dándole apoyo, pero lo único que había en aquella sala eran miradas de recelo y cuchicheos entre el personal más alejado, a los que dirigió una severa mirada. Si estaba nervioso, no debía mostrarlo.
Su momento llegó y el Pendragon se acercó a la camilla, respirando hondo. Observó el trombo en la pantalla y trató de imaginárselo en el cerebro de Lucio. Insertó con suavidad uno de los dedos en la herida de Lucio, aquello era caliente y húmedo. El contacto con la sangre le facilitaba poder enfocar la magia en aquella persona y siguió el flujo hasta el taponamiento. Aquello era como un laberinto, pero la sangre le llevó hasta allí. Visualizó el trombo y lo deshizo. Sintió la sangre volver a fluir libremente. Darren no podía saber si había funcionado o no, él no entendía esos aparatos, pero pudo saber, por su magia, que la sangre se estaba moviendo libremente por todo el cuerpo, sin taponamientos. -La sangre ahora fluye con normalidad- Informó a ambos doctores.
No tardaron en aparecer ante ellos una pareja. Aunque no los conocía físicamente, reconoció en seguida por los nombres y aspecto quiénes eran, tratándose del usurpador y de su mujer. A ambos les dirigió una breve reverencia a modo de saludo -Espero que la recién contraída pareja estuviera disfrutando de la velada- Les deseé, preguntándome si en Ouroboros se celebraría Yule, Navidad o si, por influencia de la cultura árabe de Sayid no estarían celebrando ninguna de ellas.
Con gesto impasible estudié a la mujer de arriba a abajo, cuando se dirigió hacia el Pendragon con aquella autoridad, que bien podría ser fingida o no. Confuso dirigió la mirada a Oscurus, el médico que le había hecho llamar, pensando que sería él el medimago que se encargaría de toda la preparación. Tras ello volvió a fijar su mirada de ojos verdes en ella -La recepción de malas nuevas nos ha traído hasta aquí. Solicitaron magia de sangre, y magia de sangre les traigo. Estoy a sus órdenes- Indiqué con una leve inclinación de cabeza. Tras las presentaciones, Darren siguió a la comitiva hasta la sala contigua al quirófano. Allí le indicaron que debía cambiarse por aquel ridículo pijama azul que usaban los sanadores, haciendo que Darren se sintiera profundamente ridículo y desnudo sin su cota o sin su peto habitual. Mas aquella ropa era bastante más cómoda que la que solía usar.
Dentro del quirófano el Pendragon se mantuvo en un segundo plano pegado a la pared mientras los médicos hacían y deshacían con el cuerpo de Lucio tanto como les apetecía o necesitaban. Aquello le resultaba confuso a Darren y se encontraba totalmente perdido en aquella sala tan tecnológica. De nuevo, fue la mujer la que explicó qué es lo que ocurría en el cerebro de Lucio y el hombre qué es lo que debía hacer, o al menos, lo que se esperaba que realizara. El silencio se hizo plomizo ante la petición de la doctora, como la calma que sigue a la tempestad o a la batalla. Dirigió la vista a la incisión y cómo la doctora manipulaba aquella sonda son cuidado, cómo el otro doctor repasaba el monitor sin mediar palabra. Según había entendido debía hacer la magia contraria a la que él aplicaba generalmente, era como abrir una herida en lugar de cerrarla, en algo que no podía ver y en un cuerpo que no era el suyo. Aquello era demasiada información y no estaba seguro de cómo gestionarlo. Pero le debía una al medimago y no sería él el que no lo intentase. Darren deseó que su melliza estuviera allí dándole apoyo, pero lo único que había en aquella sala eran miradas de recelo y cuchicheos entre el personal más alejado, a los que dirigió una severa mirada. Si estaba nervioso, no debía mostrarlo.
Su momento llegó y el Pendragon se acercó a la camilla, respirando hondo. Observó el trombo en la pantalla y trató de imaginárselo en el cerebro de Lucio. Insertó con suavidad uno de los dedos en la herida de Lucio, aquello era caliente y húmedo. El contacto con la sangre le facilitaba poder enfocar la magia en aquella persona y siguió el flujo hasta el taponamiento. Aquello era como un laberinto, pero la sangre le llevó hasta allí. Visualizó el trombo y lo deshizo. Sintió la sangre volver a fluir libremente. Darren no podía saber si había funcionado o no, él no entendía esos aparatos, pero pudo saber, por su magia, que la sangre se estaba moviendo libremente por todo el cuerpo, sin taponamientos. -La sangre ahora fluye con normalidad- Informó a ambos doctores.
Sayid Ibn Salah
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En cuanto nos dimos cuenta del estado de salud de Lucio acudimos al hospital ya que Arleen había sido llamada por sus compañeros, no me gustaba demasiado la idea de que tuviera que ir a trabajar pero si habían solicitado su presencia a pesar de la baja médica se trataba de algo muy grave y a pesar de que no tenía una relación estrecha con Lucio y Sean, seguían siendo mis compañeros del consejo.
Al llegar al hospital no me separé de Arleen ni un momento para servirle de apoyo y cuidar de su estado, llegamos a la planta de habitaciones pero de inmediato nos dirigimos al quirófano dónde ya nos estaban esperando. Entramos en la antesala del quirófano dónde uno de los hermanos Pendragón aguardaba, le hice una reverencia a modo de saludo para después analizarlo mientras mi mujer se presentaba con mi apellido, aquello me hizo desviar la mirada hacia ella por unos segundos y sonreír ligeramente orgulloso por ello.
El rubio habló y gracias a la misión conocía su nombre por todos los documentos que pasaron por mis manos en aquel entonces -Gracias por acudir señor Pendragon, seguramente usted también disfrutaba de una hermosa velada con su familia al igual que nosotros pero Lucio es un miembro importante de nuestra comunidad, perderlo sería una catastrofe para Ouroboros- Arleen se dirigió a él con toda la autoridad que le confería ser la neurocirujana del hospital, ese era su campo, su especialidad y sin duda alguna la seguridad que demostraba con su trabajo me hizo sentir algo más que admiración por ella.
Los médicos se prepararon al igual que el rubio que sería clave en la intervención pero antes de que Arleen se marchara me dijo desde dónde podía vigilar además de pedir que buscara a Sean, no era ningún misterio para mi o los asistentes a mi boda la relación que ambos tenían así que ella tenía razón -Está bien, estaré pendiente de Sean, pero tu ten cuidado, no te sobreesfuerces - dejé que me besara la mejilla pero la detuve tomándola de la cintura para robar un beso de sus labios, solo entonces la dejé marchar esperando por Sean porque estaba seguro que aparecería en cualquier momento.
Al llegar al hospital no me separé de Arleen ni un momento para servirle de apoyo y cuidar de su estado, llegamos a la planta de habitaciones pero de inmediato nos dirigimos al quirófano dónde ya nos estaban esperando. Entramos en la antesala del quirófano dónde uno de los hermanos Pendragón aguardaba, le hice una reverencia a modo de saludo para después analizarlo mientras mi mujer se presentaba con mi apellido, aquello me hizo desviar la mirada hacia ella por unos segundos y sonreír ligeramente orgulloso por ello.
El rubio habló y gracias a la misión conocía su nombre por todos los documentos que pasaron por mis manos en aquel entonces -Gracias por acudir señor Pendragon, seguramente usted también disfrutaba de una hermosa velada con su familia al igual que nosotros pero Lucio es un miembro importante de nuestra comunidad, perderlo sería una catastrofe para Ouroboros- Arleen se dirigió a él con toda la autoridad que le confería ser la neurocirujana del hospital, ese era su campo, su especialidad y sin duda alguna la seguridad que demostraba con su trabajo me hizo sentir algo más que admiración por ella.
Los médicos se prepararon al igual que el rubio que sería clave en la intervención pero antes de que Arleen se marchara me dijo desde dónde podía vigilar además de pedir que buscara a Sean, no era ningún misterio para mi o los asistentes a mi boda la relación que ambos tenían así que ella tenía razón -Está bien, estaré pendiente de Sean, pero tu ten cuidado, no te sobreesfuerces - dejé que me besara la mejilla pero la detuve tomándola de la cintura para robar un beso de sus labios, solo entonces la dejé marchar esperando por Sean porque estaba seguro que aparecería en cualquier momento.
Aparecí en el hospital tras recibir aquel mensaje que requería nuestra presencia, tardando apenas unos minutos desde la partida de Darren. Al llegar al lugar me presenté como uno de los magos de sangre requeridos, siendo informado de dónde había ido mi hermano para comenzar a colaborar. No es que me importase especialmente la vida del medimago, pero estaba de acuerdo en que era un modo de actuar útil para nuestros intereses. Darren y yo estábamos de acuerdo en ese modo de proceder, al menos por el momento. Seguí las indicaciones para llegar a la zona de quirófano, tardando un poco porque no conocía muy bien el lugar. Cuando di con el avancé a paso rápido, echando un vistazo de reojo al Ibn Salah. No le dirigí la palabra, atravesé sin más las puertas del quirófano para entrar.
Allí estaba mi hermano con una ridícula vestimenta, metiendo el dedo en el señor aquel de una manera un tanto desagradable. También había más gente, insulsa gente que me resultaba indiferente. Había llegado a tiempo a escuchar que la sangre fluía con normalidad. - Darren...qué básico. - chisté con disgusto mientras me acercaba, estaba usando métodos muy mundanos teniendo en cuenta nuestro control de la sangre. - No es necesario hacer contacto para manejar la sangre, ya lo sabes. Sólo debes localizar el punto correcto sintiendo el flujo sanguíneo. ¿Ya lo solucionaste? ¿Qué problema tenía? - extendí la mano sobre el tipo de la camilla, pero sin tocarle. Al concentrarme pude sentir que su pulso era lento, pero no parecía haber nada que lo atascase.
Allí estaba mi hermano con una ridícula vestimenta, metiendo el dedo en el señor aquel de una manera un tanto desagradable. También había más gente, insulsa gente que me resultaba indiferente. Había llegado a tiempo a escuchar que la sangre fluía con normalidad. - Darren...qué básico. - chisté con disgusto mientras me acercaba, estaba usando métodos muy mundanos teniendo en cuenta nuestro control de la sangre. - No es necesario hacer contacto para manejar la sangre, ya lo sabes. Sólo debes localizar el punto correcto sintiendo el flujo sanguíneo. ¿Ya lo solucionaste? ¿Qué problema tenía? - extendí la mano sobre el tipo de la camilla, pero sin tocarle. Al concentrarme pude sentir que su pulso era lento, pero no parecía haber nada que lo atascase.
No había pasado ni un minuto desde que Wthyr se había marchado de la residencia de los Pendragon cuando yo lo seguí apareciendo en la planta de habitaciones dónde se encontraba anteriormente Lucio, el amable enfermero que antes me había informado de sus estado me dijo que se lo habían llevado a quirófano por lo que una vez más hice uso de mi magia para aparecer allí. Al conocer las restricciones del lugar llegué directamente a la antesala donde Sayid me recibió -Sayid... ¿qué ha pasado? ... ¿no estaba tu mujer de baja? lo siento mucho... pero es que Lucio está muy mal y...- casi no podía terminar la frase porque estaba agotado, se me nublaba la vista y me faltaba el aire, ya me había pasado eso una vez pero ahora no tenía a Lucio para cuidarme.
Tuve que tomar asiento por petición del descendiente mientras me explicaba la situación, Darren había llegado dispuesto a ayudar y como yo mismo podía ver se encontraba del otro lado vestido para la ocasión, no sabía que estaba pasando y junté mis manos con fuerza clavando mis dedos en el dorso de la contraria, no pasó mucho hasta que por fin dijeron que la sangre circulaba con normalidad, me acerqué al cristal que nos separaba mirando a unos y otros esperando que alguien me confirmara eso, que me dijeran que Lucio iba a sobrevivir, que iba a estar bien. pero no había recibido la noticia cuando el cabeza de familia Pendragon hizo acto de presencia.
No se molestó en mirar a Sayid y por supuesto a mi tampoco -¡No puedes pasar!- no me dio tiempo a decir más pues el moreno ya había atravesado las puertas... vale que su hermano nos estaba ayudando, que era uno de los suyos, que le debía una al rubio... pero poner la vida de Lucio en peligro... eso no lo iba a permitir y mientras él hablaba yo canalicé mi magia con las pocas fuerzas que me quedaban para intentar encerrarlo en una barrera en cuanto levantó una mano hacia Lucio, porque si él se jactaba de su habilidad sin necesidad de tocar a mi no me hacía falta nada más que el contacto visual con mi objetivo, si conseguía atraparlo aquella esfera invisible levitaria hasta la antesala de inmediato liberándolo en cuanto atravesara las puertas las puertas.
Tuve que tomar asiento por petición del descendiente mientras me explicaba la situación, Darren había llegado dispuesto a ayudar y como yo mismo podía ver se encontraba del otro lado vestido para la ocasión, no sabía que estaba pasando y junté mis manos con fuerza clavando mis dedos en el dorso de la contraria, no pasó mucho hasta que por fin dijeron que la sangre circulaba con normalidad, me acerqué al cristal que nos separaba mirando a unos y otros esperando que alguien me confirmara eso, que me dijeran que Lucio iba a sobrevivir, que iba a estar bien. pero no había recibido la noticia cuando el cabeza de familia Pendragon hizo acto de presencia.
No se molestó en mirar a Sayid y por supuesto a mi tampoco -¡No puedes pasar!- no me dio tiempo a decir más pues el moreno ya había atravesado las puertas... vale que su hermano nos estaba ayudando, que era uno de los suyos, que le debía una al rubio... pero poner la vida de Lucio en peligro... eso no lo iba a permitir y mientras él hablaba yo canalicé mi magia con las pocas fuerzas que me quedaban para intentar encerrarlo en una barrera en cuanto levantó una mano hacia Lucio, porque si él se jactaba de su habilidad sin necesidad de tocar a mi no me hacía falta nada más que el contacto visual con mi objetivo, si conseguía atraparlo aquella esfera invisible levitaria hasta la antesala de inmediato liberándolo en cuanto atravesara las puertas las puertas.
Lo cierto es que cuando Arleen vio a Darren meter el dedo en la herida casi le da un infarto. Se movió casi por inercia para evita el contacto pero en apenas pocos segundos vio el resultado en los aparatos. Observó como la sangre empezaba a fluir y cuando Darren habló ella le sonrió tras la mascarilla -Gracias- Indicó y se dedicó un momento más a hacer un par de evaluaciones. Quería verificar sin efecto iba todo bien.
Pero de pronto ingresó otra persona. Otro Pendragon, lo recordaba de la misión y lo que le llamó la atención a la sanadora es que iba sin asear, no vestido para la ocasión y tenía a Lucio en una mesa abierto, expuesto hacia él. Pese a que estado, pese a que todo su cuerpo se resentía, Arleen canalizó su magia y estableció uno de sus escudos de color rosado alrededor de Lucio sintiendo como su vitalidad empezaba a drenarse -Salga de mi quirófano ahora mismo- Espetó, con brusquedad, mirándolo con furia por ser un ignorante y contaminar toda la zona.
Alzó la vista hacia Oscurus y cuando habló lo hizo en el último tono determinado que usaría esa noche -Quien lo ha dejado entrar queda suspendido por tres semanas sin paga- Tragó en seco y, ya que era suyo propio el escudo, pudo entrar para empezar a retirar el cateter -Sr. Pendragon… os agradecemos profundamente… vuestra colaboración… pero ya puede retirarse…Ha sido… impecable, gracias nuevamente- Añadió en un tono muy bajo porque su energía también estaba así. Sólo lo retiraría…Sólo sacaría el cateter y dejaría el cierre de la zona para Oscurus. Lo hizo con su diestra muy lentamente -Oscurus- Dijo con un hilo de voz para que estuviera atento, señalándole con la barbilla el monitor de signos vitales aunque notó que apreció la palidez de su rostro -Ciérralo- Murmuró cuando finalmente retiró la aparatología.
La dejó a un lado y frunció suavemente el ceño mientras se echaba hacia atrás. Las rodillas estaban temblándole y no estaba segura de mantenerse más en pie así que deshizo el escudo para poder mantener su propia energía y se quedó parada mirando hacia las manos de Oscurus con una gran tensión acumulada en los hombros. La cirugía y el problema había sido resuelto pero hasta que no estuviera en la habitación…Estable…Arleen no se movería.
Pero de pronto ingresó otra persona. Otro Pendragon, lo recordaba de la misión y lo que le llamó la atención a la sanadora es que iba sin asear, no vestido para la ocasión y tenía a Lucio en una mesa abierto, expuesto hacia él. Pese a que estado, pese a que todo su cuerpo se resentía, Arleen canalizó su magia y estableció uno de sus escudos de color rosado alrededor de Lucio sintiendo como su vitalidad empezaba a drenarse -Salga de mi quirófano ahora mismo- Espetó, con brusquedad, mirándolo con furia por ser un ignorante y contaminar toda la zona.
Alzó la vista hacia Oscurus y cuando habló lo hizo en el último tono determinado que usaría esa noche -Quien lo ha dejado entrar queda suspendido por tres semanas sin paga- Tragó en seco y, ya que era suyo propio el escudo, pudo entrar para empezar a retirar el cateter -Sr. Pendragon… os agradecemos profundamente… vuestra colaboración… pero ya puede retirarse…Ha sido… impecable, gracias nuevamente- Añadió en un tono muy bajo porque su energía también estaba así. Sólo lo retiraría…Sólo sacaría el cateter y dejaría el cierre de la zona para Oscurus. Lo hizo con su diestra muy lentamente -Oscurus- Dijo con un hilo de voz para que estuviera atento, señalándole con la barbilla el monitor de signos vitales aunque notó que apreció la palidez de su rostro -Ciérralo- Murmuró cuando finalmente retiró la aparatología.
La dejó a un lado y frunció suavemente el ceño mientras se echaba hacia atrás. Las rodillas estaban temblándole y no estaba segura de mantenerse más en pie así que deshizo el escudo para poder mantener su propia energía y se quedó parada mirando hacia las manos de Oscurus con una gran tensión acumulada en los hombros. La cirugía y el problema había sido resuelto pero hasta que no estuviera en la habitación…Estable…Arleen no se movería.
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Observó sin mediar palabra al Pendragon rubio acercarse a hacer su magia al cuerpo de Lucio. No le quitó ojo de encima, al igual que tampoco quitó ojo de las constantes vitales de su primo. Iba a reclamar algo sobre la técnica del mago, arqueando el labio por debajo de la mascarilla, con cara de asco. No porque no hubiera hecho eso mismo en las vísceras de otros, sino por cómo lo estaba gestionando. Un pitido llamó su atención y dirigió la mirada a la pantalla donde estaba el laberinto de arterias cerebrales del descendiente. Pudo comprobar como la sangre fluía de nuevo por los espacios donde no lo estaba haciendo, de modo que el sistema parecía volver a circular con normalidad. -No podremos valorar el daño cerebral hasta que Lucio despierte- Le recordé a Arleen.
La buena noticia pareció eclipsarse con la llegada de otro varón, moreno en esta ocasión, con extraña ropa de calle, como sacada del medievo más arcaico y rancio -¿De dónde ha salido usted?- Sin embargo fue Arleen la que con tono de voz autoritario invitó al recién llegado a salir de allí. Había cubierto el cuerpo y la gran parte del área limpia del quirófano con un escudo de protección, entre ellos el cuerpo de Lucio, para evitar que se infectara. Algo o alguien trató de hechizar a Wthyr, alzó la vista y comprobó que estaba el muchacho que había salido a buscar a los magos de sangre. -Por supuesto. Gracias por su colaboración Arleen, descanse y disfrute de su baja- Retiré al Pendragon rubio de la mesa de operaciones preparé la zona. Retiré la sonda y la dejé sobre una bandeja para que se la llevaran de allí. Solicité hilo de sutura de varios tamaños a una de las enfermeras, el primero de ellos iría para cerrar la incisión en la arteria por la que ha entrado el catéter, que es de un hilo más fino, el otro sería para cerrar las capas superiores de musculatura y piel. De hacerlo bien, la herida sería prácticamente invisible una vez se haya curado del todo.
La buena noticia pareció eclipsarse con la llegada de otro varón, moreno en esta ocasión, con extraña ropa de calle, como sacada del medievo más arcaico y rancio -¿De dónde ha salido usted?- Sin embargo fue Arleen la que con tono de voz autoritario invitó al recién llegado a salir de allí. Había cubierto el cuerpo y la gran parte del área limpia del quirófano con un escudo de protección, entre ellos el cuerpo de Lucio, para evitar que se infectara. Algo o alguien trató de hechizar a Wthyr, alzó la vista y comprobó que estaba el muchacho que había salido a buscar a los magos de sangre. -Por supuesto. Gracias por su colaboración Arleen, descanse y disfrute de su baja- Retiré al Pendragon rubio de la mesa de operaciones preparé la zona. Retiré la sonda y la dejé sobre una bandeja para que se la llevaran de allí. Solicité hilo de sutura de varios tamaños a una de las enfermeras, el primero de ellos iría para cerrar la incisión en la arteria por la que ha entrado el catéter, que es de un hilo más fino, el otro sería para cerrar las capas superiores de musculatura y piel. De hacerlo bien, la herida sería prácticamente invisible una vez se haya curado del todo.
Darren Pendragon
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La respuesta que le aportó el descendiente usurpador respondió a la duda de Darren sobre cómo celebraban Yule en Ouroboros, al menos en lo que respectaba a él y su esposa, dado que supuso que alterarían la celebración por algo más oriental o incluso la habría hecho desaparecer de su calendario. Los vasallos de los Pendragon celebraban Yule junto a ellos, pero se preguntó si celebrarían hanukkah, ramadán, pascua o cualquier otro festejo pagano fuera del abrazo y del ojo que todo lo veo de los Pendragon, en la intimidad de sus casas. ¿Era aquello una forma de globalización mágica?
La operación fue realizada con éxito, y el rubio respondió al agradecimiento de Arleen con una mínima reverencia de cabeza, aquello saldaría la deuda que el rubio había adquirido cuando Lucio y el cervatillo le socorrieron en la misión de la máquina. Con la deuda saldada ya no tendría que mostrar pleitesía a ninguno de los dos, ¿o no? Darren dirigió una última mirada de soslayo al médico inconsciente, con bastante lástima al verle tan vulnerable en aquella cama y con tantos aparatos enganchados a él. Se encontraba tan a merced de todos. Tan a merced de los Pendragon. -Wthyr…- Respondió con molestia al escuchar a su hermano en el interior del quirófano con aquel calificativo que le hizo tener que apretar las muelas para no responderle. La mandíbula se tensó y agradeció que esta estuviera oculta detrás de una mascarilla. Respiré para guardar la compostura extrayendo los dedos de la herida, y dejando ver la mano enguantada ensangrentada y girando para mirar a su hermano mayor -Reforcé la conexión- Le regalé aquella explicación, obviando el hecho de no estaba del todo seguro de qué era lo que tenía que hacer. Dado que estaban siendo minuciosamente observados por los Descendientes desde el palco no cabría la posibilidad de que pudieran notar conflicto interno dentro de los Pendragon. La familia era una unidad a la vista de los demás, y aquel no era el lugar para rencillas internas.
Se creó un escudo protector entre el personal del quirófano y el Pendragon que había entrado en el mismo sin estar preparado. Dirigí brevemente una mirada a la medimaga cuando sacó carácter, pareciéndole aquello terriblemente sugerente. -Puedes marchar tranquilo. El riego se ha reanudado sin problemas- Informé, mientras el otro medimago me quitaba del lado de la camilla para hacer sus tareas. Alcé la mirada localizando en ese momento al cervatillo tembloroso, que acababa de llegar. A Darren no se le daba bien aquello de dar ánimos con la mirada, pero trató de transmitirle sensación de calma, aunque no sabía si lo habría conseguido o no. Shyvanna estaría satisfecha por aquello. Dada por finalizada la intervención, Darren entró en la salita contigua, donde se habían preparado antes de entrar y pudo comprobar que desde allí no había visual con el palco, era un ángulo muerto. Se quitó el guante con el característico sonido y lo lanzó a la papelera con bastante cabreo ante la impertinencia de su hermano hacia él, denostando que creía que no sería capaz. ¿Por qué trataba siempre de humillarle en público? Se apoyó en el limpiamanos cuando Arleen pasó a la sala junto con él, simulando normalidad. -Disculpe los modales de Whtyr…- Tuvo que callarse para no continuar aquella frase que podría traerles serios problemas en el futuro, pero ¿por qué habría de excusarle? Le ha llamado “básico” delante de toda aquellas personas desconocías. Terminé de lavarme, no porque fuera necesario, sino porque nadie le había dicho que no lo hiciera. Se sacudió las manos -Interesante muestra de carácter, señorita Royden. Debo aplaudirla, no todo el mundo se atrevería a enfrentarse al primogénito Pendragon- Aquello era algo que tanteaba el aviso y el halago. -Espero que le gustaran los regalos de la boda. Yo mismo elegí su collar de rubís. Y permítame decirle que le quedaría estupendo con sus facciones, y que definitivamente, fue una gran elección- Dejó la casaca protectora en el mismo lugar donde la habían cogido dirigiéndose a la puerta de salida -Espero que pueda disfrutar de su merecido descanso con su esposo. Y que se le mejore la mano- Tras aquello, que no sabría decir si era una frase del todo transparente, salió de la sala, aún ataviado con el pijama de operaciones, esperando a que su hermano hiciera acto de presencia y pudieran salir de allí.
La operación fue realizada con éxito, y el rubio respondió al agradecimiento de Arleen con una mínima reverencia de cabeza, aquello saldaría la deuda que el rubio había adquirido cuando Lucio y el cervatillo le socorrieron en la misión de la máquina. Con la deuda saldada ya no tendría que mostrar pleitesía a ninguno de los dos, ¿o no? Darren dirigió una última mirada de soslayo al médico inconsciente, con bastante lástima al verle tan vulnerable en aquella cama y con tantos aparatos enganchados a él. Se encontraba tan a merced de todos. Tan a merced de los Pendragon. -Wthyr…- Respondió con molestia al escuchar a su hermano en el interior del quirófano con aquel calificativo que le hizo tener que apretar las muelas para no responderle. La mandíbula se tensó y agradeció que esta estuviera oculta detrás de una mascarilla. Respiré para guardar la compostura extrayendo los dedos de la herida, y dejando ver la mano enguantada ensangrentada y girando para mirar a su hermano mayor -Reforcé la conexión- Le regalé aquella explicación, obviando el hecho de no estaba del todo seguro de qué era lo que tenía que hacer. Dado que estaban siendo minuciosamente observados por los Descendientes desde el palco no cabría la posibilidad de que pudieran notar conflicto interno dentro de los Pendragon. La familia era una unidad a la vista de los demás, y aquel no era el lugar para rencillas internas.
Se creó un escudo protector entre el personal del quirófano y el Pendragon que había entrado en el mismo sin estar preparado. Dirigí brevemente una mirada a la medimaga cuando sacó carácter, pareciéndole aquello terriblemente sugerente. -Puedes marchar tranquilo. El riego se ha reanudado sin problemas- Informé, mientras el otro medimago me quitaba del lado de la camilla para hacer sus tareas. Alcé la mirada localizando en ese momento al cervatillo tembloroso, que acababa de llegar. A Darren no se le daba bien aquello de dar ánimos con la mirada, pero trató de transmitirle sensación de calma, aunque no sabía si lo habría conseguido o no. Shyvanna estaría satisfecha por aquello. Dada por finalizada la intervención, Darren entró en la salita contigua, donde se habían preparado antes de entrar y pudo comprobar que desde allí no había visual con el palco, era un ángulo muerto. Se quitó el guante con el característico sonido y lo lanzó a la papelera con bastante cabreo ante la impertinencia de su hermano hacia él, denostando que creía que no sería capaz. ¿Por qué trataba siempre de humillarle en público? Se apoyó en el limpiamanos cuando Arleen pasó a la sala junto con él, simulando normalidad. -Disculpe los modales de Whtyr…- Tuvo que callarse para no continuar aquella frase que podría traerles serios problemas en el futuro, pero ¿por qué habría de excusarle? Le ha llamado “básico” delante de toda aquellas personas desconocías. Terminé de lavarme, no porque fuera necesario, sino porque nadie le había dicho que no lo hiciera. Se sacudió las manos -Interesante muestra de carácter, señorita Royden. Debo aplaudirla, no todo el mundo se atrevería a enfrentarse al primogénito Pendragon- Aquello era algo que tanteaba el aviso y el halago. -Espero que le gustaran los regalos de la boda. Yo mismo elegí su collar de rubís. Y permítame decirle que le quedaría estupendo con sus facciones, y que definitivamente, fue una gran elección- Dejó la casaca protectora en el mismo lugar donde la habían cogido dirigiéndose a la puerta de salida -Espero que pueda disfrutar de su merecido descanso con su esposo. Y que se le mejore la mano- Tras aquello, que no sabría decir si era una frase del todo transparente, salió de la sala, aún ataviado con el pijama de operaciones, esperando a que su hermano hiciera acto de presencia y pudieran salir de allí.
Sayid Ibn Salah
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Mientras Arleen se preparaba junto al resto hice loq ue me pidió, buscar a Sean, aunque no pasó mucho tiempo hasta que el descendiente pareció por su cuenta con bastante mal aspecto y obviamente preocupado, lo hice pasar a aquella sala con vistas al quirófano mientras le explicaba lo que estaba ocurriendo obligándolo a sentarse y que esperara mientras acababan con el procedimiento del cual estaba atento pero lo estaba mucho más del estado e Arleen.
Cuando todo pareció finalizar salí de allí en busca de una silla de ruedas para Arleen, ya había hecho suficientes esfuerzos por un día pero lo primero que vi por el pasillo fue al descendiente de los Pendragon acercarse, le hice una inclinación por cortesía y a modo de saludo pero él me ignoró deliberadamente, Sean también lo vio, seguramente desde las pequeñas ventanas de la puerta porque pude escucharlo decir que no podía pasar al quirófano y aún así hizo caso omiso. Usé mi magia para atraer una silla de ruedas y esperé a ver como se resolvía la situación porque si él no podía pasar yo tampoco.
Por lo poco que pude ver todos se apresuraron en levantar barreras para proteger a Lucio pero cuando Arleen deshizo el escudo casi pude verla desfallecer, me tentaba entrar en aquel lugar pero esperé paciente a que ella misma fuera hasta la sala contigua para ir a su encuentro, no dije nada, no esperé por reproches ni quejas, la tomé en brazos antes de que pudiera caer y la dejé en la silla de ruedas -Buen trabajo doctora Ibn Salah, estoy orgulloso de usted-
Cuando todo pareció finalizar salí de allí en busca de una silla de ruedas para Arleen, ya había hecho suficientes esfuerzos por un día pero lo primero que vi por el pasillo fue al descendiente de los Pendragon acercarse, le hice una inclinación por cortesía y a modo de saludo pero él me ignoró deliberadamente, Sean también lo vio, seguramente desde las pequeñas ventanas de la puerta porque pude escucharlo decir que no podía pasar al quirófano y aún así hizo caso omiso. Usé mi magia para atraer una silla de ruedas y esperé a ver como se resolvía la situación porque si él no podía pasar yo tampoco.
Por lo poco que pude ver todos se apresuraron en levantar barreras para proteger a Lucio pero cuando Arleen deshizo el escudo casi pude verla desfallecer, me tentaba entrar en aquel lugar pero esperé paciente a que ella misma fuera hasta la sala contigua para ir a su encuentro, no dije nada, no esperé por reproches ni quejas, la tomé en brazos antes de que pudiera caer y la dejé en la silla de ruedas -Buen trabajo doctora Ibn Salah, estoy orgulloso de usted-
Mi aparición en el lugar causó un exagerado alboroto, comenzando por Eire y siguiendo por la medimaga y sus acólitos. Apenas me dio tiempo a responder a Darren sobre lo de reforzar la conexión o sobre lo de marcharme, pues de repente parecía que había entrado allí declarando la guerra. Lo primero fue una barrera mágica sobre Lucio, como si fuese a matarle allí mismo. - No entiendo los aspavientos. Fuisteis vosotros los que pedisteis magos de sangre en el hospital. Dos notas pidiéndolo. Y aquí estamos. De hecho sobra el resto de gente porque podíamos haberlo tratado nosotros solos si hubieseis confiado.- bajé la mano que había extendido sobre Lucio, siendo después atrapado por una especie de esfera mágica que me encerró de manera repentina para sacarme de la sala. Aquello me pareció una falta de respeto después de pedirnos que viniésemos, pero no hice nada para impedirlo. Se estaban retratando ellos solos.
Finalmente fui liberado en la sala contigua, donde se había quedado el que me había atrapado. - Así que así es como tratáis a quienes pretenden ayudaros. No podéis olvidar la paranoia ni por un minuto. - negué con la cabeza con gesto de decepción. Me habían hecho venir de nuestra celebración para nada. Seguramente estaban esperando que montase una escena, pero no iba a darles motivos para que siguiesen quejándose. Hice un sonido irónico, dándole después la espalda. Si quería atacar allá él. - Vine porque sé lo que es perder a alguien. Tal vez si tienes suerte no tengas que pasar por ello. - tras eso avancé un par de pasos, desapareciéndome del lugar para regresar a mi banquete. Que acabase Darren el trabajo, ya que él al parecer si era aceptado allí.
Sayid me dejó solo en la sala por un momento mientras mi mirada estaba atenta a lo que sucedía en el quirófano, esperando una señal de alguien, parecía que todo iba bien pero yo necesitaba una confirmación, fue entonces cuando Wthyr apareció en el quirófano para sorpresa de todos e indignación por parte mía y al parecer de Arleen, yo lo había visto pasar por la ventana de la sala pero en cuanto cruzó las puertas del otro lado lo encerré, pude ver la mirada de Darren que no sabía muy bien de que era porque me interesaba más que su hermano saliera de aquel lugar aún así era consciente de mi deuda con el rubio.
La esfera mágica se movió lenta para no ocasionar una caída al Pendragon y se deshizo suavemente cuando entró en la zona segura, estaba enfadado o al menos disgustado acusándonos de paranoia -os agradezco que hayáis acudido pero el quirófano no debe ser contaminado mientras el paciente se encuentra abierto, puedes exponerlo a una infección... su hermano no va vestido así por nada- Wthyr negó con la cabeza pero a mi ya empezaba a parecerme teatro esa expresión suya, no era la primera vez que la veía sin embargo sus palabras sobre perder a alguien me hicieron dudar. Shyvanna ya me había dicho lo que ocurría con su hermano, todo eso de las bodas y demás que le daba a entender que estaban malditos, me mordí el labio sintiéndome algo culpable pero cuando quise disculparme o darle las gracias ya había desaparecido.
Un pendragon ya había salido pero aún quedaba el otro que también parecía dispuesto a retirarse -¡Espera!- dije saliendo hasta el pasillo para ir a su encuentro, aquel hombre tenía siempre una mirada seria, imponente, no tanto como la de su hermano pero él no había salvado a Lucio. Le hice una reverencia pues ya había aprendido por Giordano que el contacto físico no era para todo el mundo -Muchas gracias, te lo agradezco de verdad... por salvarle la vida y acudir tan rápido, gracias- levanté la cabeza para poder mirarlo a los ojos y entonces continué -Yo no tengo mucho que ofrecer pero si alguna vez por algún motivo necesitas algo y puedo ayudar no dudes en acudir a mi- volví a inclinarme y entonces fui con Arleen para que me dijera que tal había ido todo y rogar por la recuperación de Lucio.
La esfera mágica se movió lenta para no ocasionar una caída al Pendragon y se deshizo suavemente cuando entró en la zona segura, estaba enfadado o al menos disgustado acusándonos de paranoia -os agradezco que hayáis acudido pero el quirófano no debe ser contaminado mientras el paciente se encuentra abierto, puedes exponerlo a una infección... su hermano no va vestido así por nada- Wthyr negó con la cabeza pero a mi ya empezaba a parecerme teatro esa expresión suya, no era la primera vez que la veía sin embargo sus palabras sobre perder a alguien me hicieron dudar. Shyvanna ya me había dicho lo que ocurría con su hermano, todo eso de las bodas y demás que le daba a entender que estaban malditos, me mordí el labio sintiéndome algo culpable pero cuando quise disculparme o darle las gracias ya había desaparecido.
Un pendragon ya había salido pero aún quedaba el otro que también parecía dispuesto a retirarse -¡Espera!- dije saliendo hasta el pasillo para ir a su encuentro, aquel hombre tenía siempre una mirada seria, imponente, no tanto como la de su hermano pero él no había salvado a Lucio. Le hice una reverencia pues ya había aprendido por Giordano que el contacto físico no era para todo el mundo -Muchas gracias, te lo agradezco de verdad... por salvarle la vida y acudir tan rápido, gracias- levanté la cabeza para poder mirarlo a los ojos y entonces continué -Yo no tengo mucho que ofrecer pero si alguna vez por algún motivo necesitas algo y puedo ayudar no dudes en acudir a mi- volví a inclinarme y entonces fui con Arleen para que me dijera que tal había ido todo y rogar por la recuperación de Lucio.
Asintió a la respuesta de Oscurus y se retiró hacia la zona de aseo para poder eliminar el material descartable y lavarse, aún estaba preocupada pero sabía que la inquietud no se iría hasta que despertara y le hicieran las pruebas…Y aún así…Aún así…Ella conocía los peligros. La voz de Darren la sacó de su letargo -Me molesta su ignorancia. Ha contaminado el quirófano y podría haber puesto la vida del Descendiente Galenus en peligro- Expresó con un tono bastante tenso pero aún así cordial.
Terminó de asearse y se quitó el gorro dejando caer su cabello oscuro mientras la debilidad seguía haciendo mella. Frunció el ceño cuando la llamó señorita Royden -Señora Ibn Salah- Corrigió por si no le había quedado claro cuando se presentó -Y, sinceramente, me interesa más bien poco el orden en el que habéis nacido. Le hablo así a quien sea que ponga en peligro la vida de mis pacientes. Si lo hubiese hecho usted, le habría plantado cara de igual manera- Informó pero lo que vino después hizo que le mirara a los ojos con sorpresa. El collar y la espada habían sido guardados por Sayid casi inmediatamente, sólo le había echado un vistazo. La palidez de Arleen se sonrojó levemente y no encontró palabras para responder, simplemente hizo una leve reverencia con la cabeza a modo de agradecimiento.
Para su alivio, Sayid ingresó con una silla de ruedas que nunca en la vida le había parecido tan apetecible. Se dejó llevar por Sayid, apoyando la cabeza en su hombro para luego sentarse en la silla antes de escuchar de nuevo al Pendragon -Os agradezco, espero que vosotros podáis disfrutar y advertirle a cualquier Pendragon, advertirle a todo vuestro castillo de ser necesario que no pongan en peligro la vida de mis pacientes- Acertó a decir antes de que se fuera. Tenía el corazón hecho un nudo y no sabía si quería volver a casa de Vishous, no tenía hambre. Cogió una mano de Sayid y se la apoyó en la mejilla -Vamos a casa… Necesitamos descansar- Murmuró agotada antes de que salieran de allí, no sin antes despedirse del Descendiente Eire con una sonrisa satisfecha. No podía transmitirle el miedo que tenía…No cuando tenía esa pinta.
Terminó de asearse y se quitó el gorro dejando caer su cabello oscuro mientras la debilidad seguía haciendo mella. Frunció el ceño cuando la llamó señorita Royden -Señora Ibn Salah- Corrigió por si no le había quedado claro cuando se presentó -Y, sinceramente, me interesa más bien poco el orden en el que habéis nacido. Le hablo así a quien sea que ponga en peligro la vida de mis pacientes. Si lo hubiese hecho usted, le habría plantado cara de igual manera- Informó pero lo que vino después hizo que le mirara a los ojos con sorpresa. El collar y la espada habían sido guardados por Sayid casi inmediatamente, sólo le había echado un vistazo. La palidez de Arleen se sonrojó levemente y no encontró palabras para responder, simplemente hizo una leve reverencia con la cabeza a modo de agradecimiento.
Para su alivio, Sayid ingresó con una silla de ruedas que nunca en la vida le había parecido tan apetecible. Se dejó llevar por Sayid, apoyando la cabeza en su hombro para luego sentarse en la silla antes de escuchar de nuevo al Pendragon -Os agradezco, espero que vosotros podáis disfrutar y advertirle a cualquier Pendragon, advertirle a todo vuestro castillo de ser necesario que no pongan en peligro la vida de mis pacientes- Acertó a decir antes de que se fuera. Tenía el corazón hecho un nudo y no sabía si quería volver a casa de Vishous, no tenía hambre. Cogió una mano de Sayid y se la apoyó en la mejilla -Vamos a casa… Necesitamos descansar- Murmuró agotada antes de que salieran de allí, no sin antes despedirse del Descendiente Eire con una sonrisa satisfecha. No podía transmitirle el miedo que tenía…No cuando tenía esa pinta.
Darren Pendragon
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El hermano rubio observó en total silencio el enfado de su hermano mayor. Darren suspiró porque, parte de su discurso era verídico, y por supuesto la contra parte también tenía razón. Se encontraba en medio de una disputa en la que a la que no debía encararse, de modo que el hombre prefirió pasar inadvertido hasta que el moreno estaba del todo fuera. De no ser porque su hermano le había llamado “básico” instantes antes, le hubiera hecho entender que aquellos eran los métodos que se hacían en el hospital y que debía respetarlos. Pero, dado que estaba herido y sabía que no debía meterse en batallas que no puede ganar, dejó que fuera Wthyr el que se defendiera solo, haciéndose el dolido. Sin moverse el rubio siguió con la mirada su trayectoria de salida de su hermano, obligada por un hechizo, evitando de todas las formas posibles que pudiera acceder al médico inconsciente. La respuesta de la doctora Arleen no se hizo esperar y su indignación y discurso iban en la línea de todo lo que acaba de acontecer, con un Pendragon expulsado de un quirófano y claramente contrariado.
Ya en la zona de limpieza, Darren se estaba preparando para salir, secándose las manos. En ese espacio se encontraban únicamente la doctora y él. Esta le reiteró su apellido de casada. Darren menospreció ese apunte, sin entender por qué querría nadie llevar el apellido de un paria, de un ladrón. Según sabían, por los informadores que los Pendragon tenían por toda la isla, la familia Royden era de renombre en la isla, por lo que el rubio no entendió la razón de renegar el apellido a un segundo plano. Ella siguió con sus discurso de doctora dolida, indicando que hubiera actuado de igual manera si hubiera sido Darren o cualquier otro el que se hubiera colado en el quirófano, porque para ella lo prioritario era la seguridad del paciente, por encima de todo y todos. Darren no pudo añadir nada más aquella reprimenda, de modo que escuchó con paciencia la recriminación por parte de Arleen, la cual dejó el recado de trasladar su petición a todo el castillo Pendragon -Así será- Y tras aquellas palabras, salieron al pasillo y el rubio Pendragon siguió con la mirada a la pareja marcharse por el mismo sin añadir nada más.
Al girar en la dirección contraria, un cervatillo con su verborrea habitual, le cortó el paso. Tuvo que indicarle con un leve gesto de la mano que no hacía falta que le diera tantas gracias, dado que era el deber de Darren ayudarle. Un Pendragon paga sus deudas -Debía una al médico por su ayuda durante la misión en la superficie. Era digno de esperar que la deuda se saldara- Indicó al descendiente con bastante franqueza. El hecho de que pensara que no lo hubieran hecho, era algo que no sabía si tomarlo como un agravio. Respondí su reverencia de despedida con la propia -Espero que se recupere pronto y puedan volver a casa lo antes posible- Le deseé con sinceridad, más de la que Darren hubiera podido desear, pero sin cambiar el gesto serio. Tras aquello el descendiente de Merlín se fue con la doctora, en la dirección contraria a la que Darren echó a andar, tratando de buscar a su hermano mayor y desapareciendo de allí al no encontrarlo, camino de la residencia Pendragon.
Ya en la zona de limpieza, Darren se estaba preparando para salir, secándose las manos. En ese espacio se encontraban únicamente la doctora y él. Esta le reiteró su apellido de casada. Darren menospreció ese apunte, sin entender por qué querría nadie llevar el apellido de un paria, de un ladrón. Según sabían, por los informadores que los Pendragon tenían por toda la isla, la familia Royden era de renombre en la isla, por lo que el rubio no entendió la razón de renegar el apellido a un segundo plano. Ella siguió con sus discurso de doctora dolida, indicando que hubiera actuado de igual manera si hubiera sido Darren o cualquier otro el que se hubiera colado en el quirófano, porque para ella lo prioritario era la seguridad del paciente, por encima de todo y todos. Darren no pudo añadir nada más aquella reprimenda, de modo que escuchó con paciencia la recriminación por parte de Arleen, la cual dejó el recado de trasladar su petición a todo el castillo Pendragon -Así será- Y tras aquellas palabras, salieron al pasillo y el rubio Pendragon siguió con la mirada a la pareja marcharse por el mismo sin añadir nada más.
Al girar en la dirección contraria, un cervatillo con su verborrea habitual, le cortó el paso. Tuvo que indicarle con un leve gesto de la mano que no hacía falta que le diera tantas gracias, dado que era el deber de Darren ayudarle. Un Pendragon paga sus deudas -Debía una al médico por su ayuda durante la misión en la superficie. Era digno de esperar que la deuda se saldara- Indicó al descendiente con bastante franqueza. El hecho de que pensara que no lo hubieran hecho, era algo que no sabía si tomarlo como un agravio. Respondí su reverencia de despedida con la propia -Espero que se recupere pronto y puedan volver a casa lo antes posible- Le deseé con sinceridad, más de la que Darren hubiera podido desear, pero sin cambiar el gesto serio. Tras aquello el descendiente de Merlín se fue con la doctora, en la dirección contraria a la que Darren echó a andar, tratando de buscar a su hermano mayor y desapareciendo de allí al no encontrarlo, camino de la residencia Pendragon.
Servicio médico
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Oscurus tampoco tuvo que hacer mucho más que estar presente y vigilar a Lucio en lo que un moreno asaltaba el quirófano con aparentes muy buenas intenciones y todas las cosas que se quisiera, pero menos mal que Arleen se encargó de gestionar todo aquello, porque de ser él ya se hubiera declarado la segunda guerra de Ouroboros, porque no hubiera dejado a Wthyr de una pieza tanto física como verbalmente. Él se encargó de revisar el material, la angiografía y suturar la incisión por la que habían introducido la sonda. No tardó mucho, para él, hacer aquello era como el padre nuestro de cada día.
Cuando quiso voltear para buscar a su compañera y al armario empotrado Pendragon ambos ya habían salido de la zona de preparación. De modo que se tomó con calma el hecho de salir. La camilla de Lucio empezó a moverse despacio, pues todavía estaba conectado a un montón de maquinaria que vigilaría su estado hasta que se despertase y pudieran ver sus funciones cognitivas -A la UCI- Indiqué cuando le prepararon en la camilla de traslado, que suele moverse por los pasillos paralelos del hospital, vacíos en general, dejando allí la fija y un celador se puso a limpiar la zona.
Tras limpiarme como era debido y volver a ponerme la bata de consulta, salí al pasillo, buscando al prometido de Lucio. Si aquello dos no generaban descendencia, el linaje pasaría a las manos de Oscurus, y con ello el hospital. Al igual si le quedaban secuelas a su primo. Alcanzó a ver a Sean en alguna parte del pasillo de modo que me propuse indicarle y si no, pues se lo explico a una de las enfermeras, que no estoy tan puto loco como para dedicarme a hablar con las paredes. -La operación ha ido bien. Como ha podido comprobar, gracias al mago de sangre, hemos podido disolver el trombo y restablecer el flujo sanguíneo. Sin embargo, no podremos saber todas las lesiones hasta que Lucio despierte definitivamente. Le vamos a dejar ingresado en la UCI hasta que despierte y esté lo suficientemente estable como para poder pasarle a planta. Temo informarle que no podrá recibir visitas en las próximas 24 horas, y a partir de ese momento, son visitas regulares de 15 minutos, una por la mañana y otra a la tarde. De modo que si quiere puede pasar por casa, darse una ducha y descansar. Le avisaremos en cuanto haya cualquier mínimo cambio- Poco más pude añadir a aquello, de modo que pasé a su lado y me dirigí de nuevo a la sala de personal para terminar mi maldita cena de Nochebuena, que estará helada. Puta mierda.
Cuando quiso voltear para buscar a su compañera y al armario empotrado Pendragon ambos ya habían salido de la zona de preparación. De modo que se tomó con calma el hecho de salir. La camilla de Lucio empezó a moverse despacio, pues todavía estaba conectado a un montón de maquinaria que vigilaría su estado hasta que se despertase y pudieran ver sus funciones cognitivas -A la UCI- Indiqué cuando le prepararon en la camilla de traslado, que suele moverse por los pasillos paralelos del hospital, vacíos en general, dejando allí la fija y un celador se puso a limpiar la zona.
Tras limpiarme como era debido y volver a ponerme la bata de consulta, salí al pasillo, buscando al prometido de Lucio. Si aquello dos no generaban descendencia, el linaje pasaría a las manos de Oscurus, y con ello el hospital. Al igual si le quedaban secuelas a su primo. Alcanzó a ver a Sean en alguna parte del pasillo de modo que me propuse indicarle y si no, pues se lo explico a una de las enfermeras, que no estoy tan puto loco como para dedicarme a hablar con las paredes. -La operación ha ido bien. Como ha podido comprobar, gracias al mago de sangre, hemos podido disolver el trombo y restablecer el flujo sanguíneo. Sin embargo, no podremos saber todas las lesiones hasta que Lucio despierte definitivamente. Le vamos a dejar ingresado en la UCI hasta que despierte y esté lo suficientemente estable como para poder pasarle a planta. Temo informarle que no podrá recibir visitas en las próximas 24 horas, y a partir de ese momento, son visitas regulares de 15 minutos, una por la mañana y otra a la tarde. De modo que si quiere puede pasar por casa, darse una ducha y descansar. Le avisaremos en cuanto haya cualquier mínimo cambio- Poco más pude añadir a aquello, de modo que pasé a su lado y me dirigí de nuevo a la sala de personal para terminar mi maldita cena de Nochebuena, que estará helada. Puta mierda.
Arleen se marchó sin decirme nada, sólo me dedicó una sonrisa que no supe interpretar, pero al menos no parecía una de malas noticias. Me acerqué a Darren para darle las gracias y parecía menos aterrador que de costumbre pero aún así el semblante serio era algo que no dejaba atrás, me dijo que lo había hecho por Lucio, por devolverle el favor y me sentí bastante inútil, aún en las condiciones el medimago se encargaba de sí mismo con sus buenas acciones pero yo no había hecho nada por él solo empeorarlo todo -Gracias- dije una vez más agachando la cabeza antes de marcharme.
Me quedé solo en el pasillo esperando por el médico que aún estaba en el interior del quirófano con Lucio. Tras unos largos y eternos minutos aquel hombre salió al pasillo y esta vez me informó de lo que había sucedido. Escuché el diagnóstico atento a cada detalle y al parecer su vida no corría peligro pero no podía decirme las consecuencias de la lesión -Lo comprendo, gracias por ayudarlo- ahora no había nada que yo pudiera hacer más que esperar, el médico se retiró y yo esperé unos minutos antes de marcharme aprovechando el tiempo para ver mensajes y enviar otros.
Catherine me había contestado preguntando si estaba bien, no, la verdad es que no lo estaba pero no quería preocuparla, ella tenía sus propios problemas y una familia con la cual pasar las navidades, Zaphira también me había enviado un mensaje pero hice lo mismo, decirle que estaba bien y que no se preocupara. Finalmente escribí al resto del consejo
"Lucio acaba de ser operado, está fuera de peligro. No me opongo a lo de Bellatrix pero creo que sería conveniente hablarlo detenidamente, no podemos perder otro linaje"
Caminé por los pasillos del hospital sintiendo como el agotamiento hacía mella en mi, parte de la tensión se había ido y con ello lo que me mantenía en pie, me sujeté de las paredes como pude para poder seguir adelante pues una desaparición en ese momento no era recomendable. Al llegar a una zona más transitada un par de enfermeras se acercaron a preguntarme si estaba bien -creo... que necesito...- no pude terminar la frase, la cabeza me daba vueltas e incluso sentí ganas de vomitar, quería decir que no era nada y que estaba bien pero antes de darme cuenta ya me habían llevado hasta una camilla y por lo que decían pasaría la noche en el hospital.
Me quedé solo en el pasillo esperando por el médico que aún estaba en el interior del quirófano con Lucio. Tras unos largos y eternos minutos aquel hombre salió al pasillo y esta vez me informó de lo que había sucedido. Escuché el diagnóstico atento a cada detalle y al parecer su vida no corría peligro pero no podía decirme las consecuencias de la lesión -Lo comprendo, gracias por ayudarlo- ahora no había nada que yo pudiera hacer más que esperar, el médico se retiró y yo esperé unos minutos antes de marcharme aprovechando el tiempo para ver mensajes y enviar otros.
Catherine me había contestado preguntando si estaba bien, no, la verdad es que no lo estaba pero no quería preocuparla, ella tenía sus propios problemas y una familia con la cual pasar las navidades, Zaphira también me había enviado un mensaje pero hice lo mismo, decirle que estaba bien y que no se preocupara. Finalmente escribí al resto del consejo
"Lucio acaba de ser operado, está fuera de peligro. No me opongo a lo de Bellatrix pero creo que sería conveniente hablarlo detenidamente, no podemos perder otro linaje"
Caminé por los pasillos del hospital sintiendo como el agotamiento hacía mella en mi, parte de la tensión se había ido y con ello lo que me mantenía en pie, me sujeté de las paredes como pude para poder seguir adelante pues una desaparición en ese momento no era recomendable. Al llegar a una zona más transitada un par de enfermeras se acercaron a preguntarme si estaba bien -creo... que necesito...- no pude terminar la frase, la cabeza me daba vueltas e incluso sentí ganas de vomitar, quería decir que no era nada y que estaba bien pero antes de darme cuenta ya me habían llevado hasta una camilla y por lo que decían pasaría la noche en el hospital.
Aldaron Failon
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En cuanto llegué a quirófano el personal ya había cumplido mis órdenes y me cambié y lavé enseguida para poder empezar la intervención sin mucha demora -Diagnóistico rápido- pregunté mientras me ponía manos a la obra canalizando mi magia en el herido, era bastante guapo, no como mi ruso pero guapo, aunque no me sonaba de nada ese hombre. El informe no pintaba bien, quemaduras por sustancia química, dificultad para respirar, contusiones varias además de todas las heridas abiertas, el sangrado empezaba a detenerse gracias a las pociones y a la canalización de magia.
El paciente pronto se vio conectado a la máquina de dialisis porque era más que obvio que tenía nanotecnología en su interior, de momento aguantaba así que le hice un estudio con la máquina de visualización mágica que no eran rayos x para poder localizar el mayor foco de aquellos bichos puñeteros -Destrucción en hígado, procedo a la intervención, seguid con las curaciones de apoyo, suministrad anestesia y subid el óxigeno, no dejéis que la concentración baje... análisis toxicológico para el ácido, lavad sus heridas de inmediato con solución de heridas-
Me di toda la prisa que pude sacando esas máquinas del demonio que por suerte se iban inutilizando gracias a la adaptación de los quirófanos y demás después de tantos heridos con las mismas características, aún así era un trabajo tedioso y para rematar, la estructura del edificio empezó a temblar, me detuve un momento solo para no cagarla y pinchar al desconocido guapo en el sitio que no era pero aquello tenía muy mala pinta -Seguid trabajando, ya sabíamos que podía pasar... tranquilos-
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Curación: 0 dado + 32 stat + 40 anillo + 10 hab + 50 herbo= 132 Ps para wiwi
PS del herido: 62PS/200
Exito/Fallo : parada cardiorespiratoria
Dado opciones por órganos afectados:
-
1- cerebro
2-Corazón
3-Hígado
4-Riñones
5- Bazo
6-Pancreas
7- Pulmones
8- intestino
9- estómago
10- pueh, un trombo mal aparcao(?)
El paciente pronto se vio conectado a la máquina de dialisis porque era más que obvio que tenía nanotecnología en su interior, de momento aguantaba así que le hice un estudio con la máquina de visualización mágica que no eran rayos x para poder localizar el mayor foco de aquellos bichos puñeteros -Destrucción en hígado, procedo a la intervención, seguid con las curaciones de apoyo, suministrad anestesia y subid el óxigeno, no dejéis que la concentración baje... análisis toxicológico para el ácido, lavad sus heridas de inmediato con solución de heridas-
Me di toda la prisa que pude sacando esas máquinas del demonio que por suerte se iban inutilizando gracias a la adaptación de los quirófanos y demás después de tantos heridos con las mismas características, aún así era un trabajo tedioso y para rematar, la estructura del edificio empezó a temblar, me detuve un momento solo para no cagarla y pinchar al desconocido guapo en el sitio que no era pero aquello tenía muy mala pinta -Seguid trabajando, ya sabíamos que podía pasar... tranquilos-
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Curación: 0 dado + 32 stat + 40 anillo + 10 hab + 50 herbo= 132 Ps para wiwi
PS del herido: 62PS/200
Exito/Fallo : parada cardiorespiratoria
Dado opciones por órganos afectados:
-
1- cerebro
2-Corazón
3-Hígado
4-Riñones
5- Bazo
6-Pancreas
7- Pulmones
8- intestino
9- estómago
10- pueh, un trombo mal aparcao(?)
Dados
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puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Aldaron Failon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Curación' :
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#2 'Dado (10)' :
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#3 'Probabilidad' :
#1 'Curación' :
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#2 'Dado (10)' :
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#3 'Probabilidad' :
Entré a quirófano tras prepararme, llevando las camillas de Cleo y Lykaios. Conmigo entraron algunos sanadores más que venían para apoyar en las operaciones. - Aldaron, espero que no te importe haberlos traído al mismo quirófano. Es para trabajar coordinados y apoyarnos. Somos los que más sabemos tratar con estos nanotrastos del demonio. - pedí a los compañeros que les pusiesen oxígeno a ambos y las vías necesarias para la operación, y yo mientras seguí canalizando mi magia de sanación. Extendí una mano sobre el pecho de Lykaios y otra sobre el de Cleo, concentrándome en cerrar los sangrados y en mejorar su estado general.
- Monitorizadlos, hay que estabilizarlos. Vamos a necesitar más reabastecedoras de sangre. Desinfectad las heridas, necesitamos también antídotos para el veneno. - enseguida me hicieron caso, enganchándolos a las máquinas y poniéndoles más pociones. También les pedí que les pusiesen la máquina mejora de limpiar la sangre. Utilicé el aparato tecnomágico que empleábamos para ver si había más nanobots dañando los órganos. Era una especie de lupa gigante que permitía ver el interior del cuerpo como si fuese una especie de ecografía, y con eso pude comprobar que había varios grupúsculos de nanobots infectando el corazón de Lykaios y los intestinos de Cleo. - Hmm...mal asunto. Aldaron, te necesito aquí un momento, si has terminado con Wthyr. - le hice un gesto para que se acercase, pasando después a examinar las graves heridas del licántropo con la plata. En la pierna, las costillas y el cuello. No era fácil cortar ahí la parte dañada, y tenía que hacer algo antes de que la parte negra de las heridas se extendiese.
- Traed el NaHCO₃ mezclado al 2% con bezoar de capra pyrenaica purificada. Inyectádselo en vena. Ralentizará mucho la expansión del veneno. - se marcharon corriendo a por lo que les había pedido, y mientras fui haciendo incisiones cuidadosas sobre las zonas dañadas para ver cuánto podía quitar por ese medio. La del cuello era la más delicada, tendría que emplearme a fondo en la magia de sanación y potenciarlo todo lo que pudiese. Comencé a recitar uno de esos potenciadores, recordando el escrito antiguo de uno de mis libros.
- Obsecro magicae Galeni ad sanitatem cura nigrum et argenteum de lupum. Ad recuperandam viribus hominis.
Justo en ese momento las constantes vitales de Cleo cayeron en picado, haciendo saltar todas las alarmas. - ¡Parada! - dejé el bisturí a un lado para ir hacia la joven, cogiendo las planchas para darle una descarga tras decir a todos que se apartasen. Una cuarta camilla llegó al quirófano en ese instante, llevando el cuerpo de Freyja.
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Curación: 15 dado + 43 stat + 10 hab. + 40 Vilya + 10 Assur= 118 ---> 18 a Lykaios, 100 a Cleo
PS Lykaios: 1 + 18= 19
PS Cleo: -157 + 100= -57
Cleo parada y nanobots en intestino
Lykaios nanobots en corazón
copio los dados de Aldaron XD
El primer dado opciones es Lykaios, el segundo Cleo. Lo mismo con el dado probabilidad.
Éxito/Fallo : parada cardiorespiratoria
Dado opciones por órganos afectados:
-
1- cerebro
2-Corazón
3-Hígado
4-Riñones
5- Bazo
6-Pancreas
7- Pulmones
8- intestino
9- estómago
10- pueh, un trombo mal aparcao(?)
- Monitorizadlos, hay que estabilizarlos. Vamos a necesitar más reabastecedoras de sangre. Desinfectad las heridas, necesitamos también antídotos para el veneno. - enseguida me hicieron caso, enganchándolos a las máquinas y poniéndoles más pociones. También les pedí que les pusiesen la máquina mejora de limpiar la sangre. Utilicé el aparato tecnomágico que empleábamos para ver si había más nanobots dañando los órganos. Era una especie de lupa gigante que permitía ver el interior del cuerpo como si fuese una especie de ecografía, y con eso pude comprobar que había varios grupúsculos de nanobots infectando el corazón de Lykaios y los intestinos de Cleo. - Hmm...mal asunto. Aldaron, te necesito aquí un momento, si has terminado con Wthyr. - le hice un gesto para que se acercase, pasando después a examinar las graves heridas del licántropo con la plata. En la pierna, las costillas y el cuello. No era fácil cortar ahí la parte dañada, y tenía que hacer algo antes de que la parte negra de las heridas se extendiese.
- Traed el NaHCO₃ mezclado al 2% con bezoar de capra pyrenaica purificada. Inyectádselo en vena. Ralentizará mucho la expansión del veneno. - se marcharon corriendo a por lo que les había pedido, y mientras fui haciendo incisiones cuidadosas sobre las zonas dañadas para ver cuánto podía quitar por ese medio. La del cuello era la más delicada, tendría que emplearme a fondo en la magia de sanación y potenciarlo todo lo que pudiese. Comencé a recitar uno de esos potenciadores, recordando el escrito antiguo de uno de mis libros.
- Obsecro magicae Galeni ad sanitatem cura nigrum et argenteum de lupum. Ad recuperandam viribus hominis.
Justo en ese momento las constantes vitales de Cleo cayeron en picado, haciendo saltar todas las alarmas. - ¡Parada! - dejé el bisturí a un lado para ir hacia la joven, cogiendo las planchas para darle una descarga tras decir a todos que se apartasen. Una cuarta camilla llegó al quirófano en ese instante, llevando el cuerpo de Freyja.
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Curación: 15 dado + 43 stat + 10 hab. + 40 Vilya + 10 Assur= 118 ---> 18 a Lykaios, 100 a Cleo
PS Lykaios: 1 + 18= 19
PS Cleo: -157 + 100= -57
Cleo parada y nanobots en intestino
Lykaios nanobots en corazón
copio los dados de Aldaron XD
El primer dado opciones es Lykaios, el segundo Cleo. Lo mismo con el dado probabilidad.
Éxito/Fallo : parada cardiorespiratoria
Dado opciones por órganos afectados:
-
1- cerebro
2-Corazón
3-Hígado
4-Riñones
5- Bazo
6-Pancreas
7- Pulmones
8- intestino
9- estómago
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