Recuerdo del primer mensaje :
En caso de ser necesaria una intervención quirúrgica, aquí están los implementos.
Habían pasado varias horas desde que había roto bolsa, pero claro, ese era sólo el inicio del trabajo de parto. Fue llevada a una de las habitaciones donde prontamente revisaron los signos vitales del bebé y de ella y cuando todo estuvo en orden la dejaron en paz. A Anteia le costaba estar del otro lado, ese de ser paciente y ser atendida pero se controló por su hijo del cual aún no sabían el sexo, habían preferido mantenerlo incógnito por lo que la habitación en el piso estaba llena de blanco y amarillo.
Las horas avanzaron mientras las contracciones empezaban a hacer acto de aparición. En ese tiempo fue más que contactado Lyran y, para su propia alegría, también Azahar que había vuelto de la expedición de Catherine con Desmond y Chloe. Los pidió a todos, quería que el pequeño fuese recibido por su familia.
Cuando las contracciones fueron más fuertes Galeno indicó que debía pasar al quirófano y ahí sólo podían estar ellos y el padre. Anteia ingresó, con todo el protocolo que correspondía, cogida de la mano de Lyran que apretaba con cada una de las contracciones.
Las horas avanzaron mientras las contracciones empezaban a hacer acto de aparición. En ese tiempo fue más que contactado Lyran y, para su propia alegría, también Azahar que había vuelto de la expedición de Catherine con Desmond y Chloe. Los pidió a todos, quería que el pequeño fuese recibido por su familia.
Cuando las contracciones fueron más fuertes Galeno indicó que debía pasar al quirófano y ahí sólo podían estar ellos y el padre. Anteia ingresó, con todo el protocolo que correspondía, cogida de la mano de Lyran que apretaba con cada una de las contracciones.
"madre mia, por Merlin, pero tu te crees, pero que diablos, joder, que me va a dar un yuyu"
"Con tu edad! vergüenza deberia darte, vergüenza, te digo! A tus años..."
Sonrio nerviosamente mientras sujeto la mano de Anteia, sudando la gota gorda, tratando de disimular que estoy jodidamente nervioso. ¿Y por qué estoy nervioso? No es que sea novato en esto, y el hospital esta de puta madre, a ver si me entendeis. No hay nada de lo que preocuparse, salvo que traemos a una jodida nueva vida al mundo y eso siempre es una gran responsabilidad. Y a parte de eso, que soy un Knox de la rama de los que se ponen nerviosos, la misma rama que no puede beberse mas de una cerveza sin caer borracho.
-An..anteia? Como vas? -le pregunto con algo de timidez, y preocupacion. Mi mano de momento va bien, gracias, es buena señal.
"Azahar vendrá?"
-Estas nerviosa?
Yo lo estaba, por supuesto. Y mas cuando nos hacen pasar al quirofano. Por fortuna me dejan ir con ella. Miro al Señor Galeno con cara de cordero degollado. No puedo evitarlo en esos momentos.
"Con tu edad! vergüenza deberia darte, vergüenza, te digo! A tus años..."
Sonrio nerviosamente mientras sujeto la mano de Anteia, sudando la gota gorda, tratando de disimular que estoy jodidamente nervioso. ¿Y por qué estoy nervioso? No es que sea novato en esto, y el hospital esta de puta madre, a ver si me entendeis. No hay nada de lo que preocuparse, salvo que traemos a una jodida nueva vida al mundo y eso siempre es una gran responsabilidad. Y a parte de eso, que soy un Knox de la rama de los que se ponen nerviosos, la misma rama que no puede beberse mas de una cerveza sin caer borracho.
-An..anteia? Como vas? -le pregunto con algo de timidez, y preocupacion. Mi mano de momento va bien, gracias, es buena señal.
"Azahar vendrá?"
-Estas nerviosa?
Yo lo estaba, por supuesto. Y mas cuando nos hacen pasar al quirofano. Por fortuna me dejan ir con ella. Miro al Señor Galeno con cara de cordero degollado. No puedo evitarlo en esos momentos.
Preparo a mi equipo para atender el parto de Anteia, dejando que sean ellos los que se encarguen de vigilarla durante las horas que dure la dilatación. Como está bien atendida y además está con su marido no me preocupo demasiado por ella hasta que me avisan que ya está a punto de dar a luz. Hasta ese momento me había entretenido atendiendo a otros heridos o enfermos del hospital, o revisando en mis libros algunos apuntes para darles a los estudiantes de prácticas. Visto la bata para ir al quirófano, entrando sonriente mientras saludo a los padres.
- ¡Buenas! me han comunicado que esto ya está casi listo, y que por ahora va todo muy bien. A ver, déjame que eche un vistazo... - por suerte la he pillado en un momento entre contracción y contracción, porque si no podría haberme mandado a la mierda. Pido a los asistentes que le pongan más poción calmante en vena por medio de la vía que lleva puesta, para que se le haga algo más llevadero el asunto. Mientras me posiciono frente a ella, entre sus piernas, comprobando cómo iba todo. - Vamos, ya comienza a asomar la cabeza. Ahora empuja cuando te lo vaya diciendo- y así le voy indicando, animándola a seguir así porque ya queda realmente poco. En cuestión de algunos minutos más la cabeza del niño sale por completo, así que ya termino yo de sacarlo y sujetarlo. No es el primer parto que atiendo, ni mucho menos, pero la sensación de ayudar a traer una nueva vida al mundo siempre es reconfortante. El pequeño empieza a llorar en cuestión de segundos, mientras mis ayudantes traen una tela para liarlo.
- ¡Enhorabuena, es un niño! - le entrego el pequeño a la madre, aunque después me percato de un pequeño detalle. Se me había olvidado por completo. - Ah...creo que olvidé decirlo, pero...en una de las ecografías me di cuenta de que no era un sólo bebé, sino dos. - vale, parece un error muy tonto para un médico experimentado, pero es todo culpa delos dados de que aquel día el aparatejo mágico estaba algo escacharrado, eso sumado a que llevaba de guardia casi 3 días sin dormir. Gajes del oficio. - Prepárate y empuja, aquí va el segundo...- anuncio a la par que paso el primer niño a los brazos de Lyran, así, sin preparación alguna. Tras esto repetimos el proceso anterior, pero esta vez resulta algo más rápido y fácil porque va todo seguido. Poco después tengo un segundo bebé en los brazos, esta vez una niña. Ella también parece estar en perfecto estado, y así se lo anuncio a los padres. - Creo que vais a estar bastante atareados próximamente... Enhorabuena a ambos, me alegro por vosotros. - sonrío mientras entrego el segundo bebé a la madre, dejándoles unos minutos a solas para que conozcan a los niños. Mientras me separo un poco, dando instrucciones a los asistentes para que hagan lo que tengan que hacer ahora, como cortar cordones, bañarlos, revisarlos, etc.
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OPCIONES
DADO 1
Par: Mellizos
Impar: Uno sólo, chico
DADO 2
En caso de salir par en dado 1, ¿cuál es el sexo del segundo bebé?
Par: chico
Impar: chica
- ¡Buenas! me han comunicado que esto ya está casi listo, y que por ahora va todo muy bien. A ver, déjame que eche un vistazo... - por suerte la he pillado en un momento entre contracción y contracción, porque si no podría haberme mandado a la mierda. Pido a los asistentes que le pongan más poción calmante en vena por medio de la vía que lleva puesta, para que se le haga algo más llevadero el asunto. Mientras me posiciono frente a ella, entre sus piernas, comprobando cómo iba todo. - Vamos, ya comienza a asomar la cabeza. Ahora empuja cuando te lo vaya diciendo- y así le voy indicando, animándola a seguir así porque ya queda realmente poco. En cuestión de algunos minutos más la cabeza del niño sale por completo, así que ya termino yo de sacarlo y sujetarlo. No es el primer parto que atiendo, ni mucho menos, pero la sensación de ayudar a traer una nueva vida al mundo siempre es reconfortante. El pequeño empieza a llorar en cuestión de segundos, mientras mis ayudantes traen una tela para liarlo.
- ¡Enhorabuena, es un niño! - le entrego el pequeño a la madre, aunque después me percato de un pequeño detalle. Se me había olvidado por completo. - Ah...creo que olvidé decirlo, pero...en una de las ecografías me di cuenta de que no era un sólo bebé, sino dos. - vale, parece un error muy tonto para un médico experimentado, pero es todo culpa de
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Par: Mellizos
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En caso de salir par en dado 1, ¿cuál es el sexo del segundo bebé?
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Lucio Galenus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Dado opciones' : 10
--------------------------------
#2 'Dado opciones' : 9
#1 'Dado opciones' : 10
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#2 'Dado opciones' : 9
-¿Nerviosa?- Cuestionó mirandole con una sonrisa que después se extendió a una risa que se murió con la contracción -Uy...Sí- Contestó a la pregunta de su marido mientras se concentraba en pujar, podía sentir cómo se movía su bonito bebé dentro de ella preparándose para conocer el mundo. Es entonces cuando llega Lucio, con aquella sonrisa desbaratadora, que se le contagia a Anteia porque siempre está impregnado de esa buena onda de la que también tiene la Malfoy y que pocos en el mundo comprenden.
-Sí... Creo que ...- Se le corta de nuevo la frase debido a otra contracción y agradece enormemente la poción porque su cadera ya no aguantaba más. Le levantan un poco la camilla a petición de ella y cuando el doctor empieza a dar órdenes, Anteia las sigue a pie de la letra haciendo caso a su instinto. Los dedos que estan alrededor de la mano de Lyran ya tienen los nudillos blancos de tanto apretarle cuando la contracción se hacía cada vez más fuerte.
La rubia abrió los ojos para ver a su segundo hijo cuando el llanto inundó la sala. Un llanto que, con tantas hormonas revoloteando en su interior, también se le contagio pero de alegría. La sonrisa que colgaba en sus labios se hizo más amplia y más fuerte. Cuando dijo el sexo miró a Lyran con una creciente emoción interior, habían decidido esperar la sorpresa. Recibió a su bebé con cariño, susurrandole palabras de ánimo para que se calmara. Sabía que no podía utilizar su poder ahora pero hubiese querido tranquilizarlo -Es nuestro bebito- Le dijo a Lyran como si disfrutara de esa pequeña cosita, al menos hasta que las contracciones siguen...Y siguen y Lucio carraspea.
El rostro de Anteia debe ser un poema, los ojos se abren y la mandíbula se cae en una posición de sorpresa genuina que se ve roto de nuevo por la contracción. Le tiende con suavidad a su nuevo hijo a Lyran para agarrarse de la camilla y así poder pujar cuando Lucio se lo ordena. Tiempo más tarde un nuevo llanto llena la sala y Anteia continua en ese estado de sorpresa, al menos hasta que le pasan a su bebita a los brazos. -Oh...- Negó con la cabeza sin poder comprender el estado excelso de felicidad en el que se encontraba -Oh... Oh Lyran. Son dos- Murmuró riéndose mientras mecía suavemente a la bebé -Son dos- Repitió sin creérselo y mirando al enfermero que se acercaba a sacarle al bebé para cortar los cordones y limpiarlos. Cual leona protectora de sus cachorros.
-Sí... Creo que ...- Se le corta de nuevo la frase debido a otra contracción y agradece enormemente la poción porque su cadera ya no aguantaba más. Le levantan un poco la camilla a petición de ella y cuando el doctor empieza a dar órdenes, Anteia las sigue a pie de la letra haciendo caso a su instinto. Los dedos que estan alrededor de la mano de Lyran ya tienen los nudillos blancos de tanto apretarle cuando la contracción se hacía cada vez más fuerte.
La rubia abrió los ojos para ver a su segundo hijo cuando el llanto inundó la sala. Un llanto que, con tantas hormonas revoloteando en su interior, también se le contagio pero de alegría. La sonrisa que colgaba en sus labios se hizo más amplia y más fuerte. Cuando dijo el sexo miró a Lyran con una creciente emoción interior, habían decidido esperar la sorpresa. Recibió a su bebé con cariño, susurrandole palabras de ánimo para que se calmara. Sabía que no podía utilizar su poder ahora pero hubiese querido tranquilizarlo -Es nuestro bebito- Le dijo a Lyran como si disfrutara de esa pequeña cosita, al menos hasta que las contracciones siguen...Y siguen y Lucio carraspea.
El rostro de Anteia debe ser un poema, los ojos se abren y la mandíbula se cae en una posición de sorpresa genuina que se ve roto de nuevo por la contracción. Le tiende con suavidad a su nuevo hijo a Lyran para agarrarse de la camilla y así poder pujar cuando Lucio se lo ordena. Tiempo más tarde un nuevo llanto llena la sala y Anteia continua en ese estado de sorpresa, al menos hasta que le pasan a su bebita a los brazos. -Oh...- Negó con la cabeza sin poder comprender el estado excelso de felicidad en el que se encontraba -Oh... Oh Lyran. Son dos- Murmuró riéndose mientras mecía suavemente a la bebé -Son dos- Repitió sin creérselo y mirando al enfermero que se acercaba a sacarle al bebé para cortar los cordones y limpiarlos. Cual leona protectora de sus cachorros.
Por mucho que intentanse controlar nos nervios no pude, me resultó imposible. Una mezcla de incertidumbre, preocupacion, mucha preocupacion, pero que tambien dejaban un pequeño hueco para lo que supongo era alegría. No podia hacerme a la idea de lo mal que lo estaba pasando ella, claro está. Solo podia sujetar su mano e intentar escuchar a Lucio, saber si todo iba saliendo bien. Parecio ser asi cuando oi los gritos del recien nacido, los cuales hicieron que apartara mis ojos de la cara de ella para ver a esa cosa en manos de Lucio que sinceramente, bonita a primera vista no es, pero a los ojos de un padre lo parece. En el fondo.
-Buen trabajo. -le dije a ella cuando ya lo tenia en sus brazos, mirandolos con admiracion a ambos. Aunque la tranquilidad dura poco. Las palabras de Lucio nos informan de algo que en teoria deberiamos haber sabido antes pero el no nos contó. Me quedo boquiabierto como ella, pero no le reprocho nada al medimago. Faltaría mas.
-¿Dos?
Debia de ser la palabra mas repetida en los ultimos dos minutos, pero qué mas daba. Recibí al enano nº1 en mis brazos y lo sujeté como mi experiencia me dictaba, aunque lloraba mucho y esas cosas. Lo miré un momento ensimismado y si no me desmayé yo fue porque lo tenia en brazos. Espera, como que dos? No supe si aquello lo dije en voz alta o solo lo pensé. Los minutos pasaron de modo inalterado hasta que Antenia estuvo con nuestros dos cachorros en sus brazos, mirando mal a cualquiera que quisiera alejarlos de ella mas tiempo del necesario, ambos sanos.
"Dos"
En algun momento despues de agradecer a Lucio y a los enfermeros por todo con numerosos abrazos por mi parte y sacudidas de mano, diciendoles que me tenian para cualquier cosa que necesitasen, no pude evitar estallar en carcajadas. Y era cierto. Mi gratitud hacia ellos ahora era y seria inquebrantable. Un par de dias mas tarde, saldríamos del hospital......
[...]
Antenia y yo saliamos, un mes mas tarde, de las consultas tras una revision rapida de los enanos, corroborando que ambos estuviesen bien. Habia sido un mes de no dormir una mierda. Yo me pensaba que ya estaba entrenado para esto, que con haber criado a una Azahar uno aprendia. Pero por partida doble habia resultado bastante mas jodido. Yo me encargaba de llevar a la nena y me acordaba entonces de mis padres, que habian sacado adelante a no tres, si no a siete mocosos insoportables como lo fuimos mis hermanos y yo. Tenia muchos recuerdos agradables de aquellos tiempos. Con ojeras en los ojos, le hice un comentario a Anteia.
-Siento que llevo desconectado del mundo un mes entero. ¿Tú no?
-Buen trabajo. -le dije a ella cuando ya lo tenia en sus brazos, mirandolos con admiracion a ambos. Aunque la tranquilidad dura poco. Las palabras de Lucio nos informan de algo que en teoria deberiamos haber sabido antes pero el no nos contó. Me quedo boquiabierto como ella, pero no le reprocho nada al medimago. Faltaría mas.
-¿Dos?
Debia de ser la palabra mas repetida en los ultimos dos minutos, pero qué mas daba. Recibí al enano nº1 en mis brazos y lo sujeté como mi experiencia me dictaba, aunque lloraba mucho y esas cosas. Lo miré un momento ensimismado y si no me desmayé yo fue porque lo tenia en brazos. Espera, como que dos? No supe si aquello lo dije en voz alta o solo lo pensé. Los minutos pasaron de modo inalterado hasta que Antenia estuvo con nuestros dos cachorros en sus brazos, mirando mal a cualquiera que quisiera alejarlos de ella mas tiempo del necesario, ambos sanos.
"Dos"
En algun momento despues de agradecer a Lucio y a los enfermeros por todo con numerosos abrazos por mi parte y sacudidas de mano, diciendoles que me tenian para cualquier cosa que necesitasen, no pude evitar estallar en carcajadas. Y era cierto. Mi gratitud hacia ellos ahora era y seria inquebrantable. Un par de dias mas tarde, saldríamos del hospital......
[...]
Antenia y yo saliamos, un mes mas tarde, de las consultas tras una revision rapida de los enanos, corroborando que ambos estuviesen bien. Habia sido un mes de no dormir una mierda. Yo me pensaba que ya estaba entrenado para esto, que con haber criado a una Azahar uno aprendia. Pero por partida doble habia resultado bastante mas jodido. Yo me encargaba de llevar a la nena y me acordaba entonces de mis padres, que habian sacado adelante a no tres, si no a siete mocosos insoportables como lo fuimos mis hermanos y yo. Tenia muchos recuerdos agradables de aquellos tiempos. Con ojeras en los ojos, le hice un comentario a Anteia.
-Siento que llevo desconectado del mundo un mes entero. ¿Tú no?
Conseguí llegar al hospital de Ouroboros gracias a la ayuda de Rybar, que me dejó en la entrada para que pudieran atenderme. Todavía seguía bastante cabreada por lo que había hecho al hurgar en mis recuerdos, pero no era el momento para seguir discutiendo y dudo que sigamos haciéndolo cuando nos veamos. Probablemente quede como un tema zanjado, como si se hubiese cobrado su vengaza, o justicia, como él prefiere llamarlo. En cuanto Rybar desaparece acuden un par de enfermeros para llevarme a una habitación, donde un médico comprueba mi estado y el tiempo que debe faltar para el nacimiento. Hubiese preferido que me atendiese el jefe del hospital, Lucio Galenus, pero al parecer no se encuentra en la isla.
Tras romper aguas me toca pasar las siguientes horas en la habitación en la que me han dejado esperando para dilatar, mientras las contracciones se hacen cada vez más seguidas y dolorosas. En estos momentos es cuando maldigo a mi yo del pasado por haber ideado el plan de conseguir un descendiente, pensando que podría haberme estado quietecita y evitarme todo esto.
El tiempo sigue transcurriendo y el parto no avanza a pesar de que empujo cuando toca. Al parecer el bebé está mal colocado y no puede salir del modo natural. El médico decide no esperar más y me traslada al quirófano para hacer una cesárea, así que tras sedarme me duermo y ya no me entero de nada de lo que sucede, ni de que finalmente viene al mundo un descendiente varón para el nigromante de Ouroboros. Cuando la intervención termina nos sacan a mí y al recién nacido del quirófano, llevándonos a una de las habitaciones para descansar.
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Dado opciones:
Rasputino o rasputina?
Del 1 al 5: niño
Del 6 al 10: niña
Tras romper aguas me toca pasar las siguientes horas en la habitación en la que me han dejado esperando para dilatar, mientras las contracciones se hacen cada vez más seguidas y dolorosas. En estos momentos es cuando maldigo a mi yo del pasado por haber ideado el plan de conseguir un descendiente, pensando que podría haberme estado quietecita y evitarme todo esto.
El tiempo sigue transcurriendo y el parto no avanza a pesar de que empujo cuando toca. Al parecer el bebé está mal colocado y no puede salir del modo natural. El médico decide no esperar más y me traslada al quirófano para hacer una cesárea, así que tras sedarme me duermo y ya no me entero de nada de lo que sucede, ni de que finalmente viene al mundo un descendiente varón para el nigromante de Ouroboros. Cuando la intervención termina nos sacan a mí y al recién nacido del quirófano, llevándonos a una de las habitaciones para descansar.
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Dado opciones:
Rasputino o rasputina?
Del 1 al 5: niño
Del 6 al 10: niña
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Bando
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El miembro 'Adele Gaultier' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado opciones' : 3
'Dado opciones' : 3
Todo había ido a la perfección durante la ceremonia, incluso en el banquete de después. Empezaba a creer que era posible disfrutar de días de paz y felicidad sin que nadie hiciese nada por impedirlo. Hasta que alguien tuvo que venir a joderlo. Ni siquiera nos dejaron darnos ese beso que pedía Lykaios a gritos con el típico "que se besen" que les suelen decir a los novios en las bodas. Un maldito ataque tuvo lugar en ese instante, jodiendo lo que podía haber sido un día único. El caos y el desconcierto reinaron de un momento a otro, provocando que la gente comenzase a escapar ante la posibilidad de más ataques inminentes. En mi cabeza el único pensamiento era sacar de ahí a Catherine cuanto antes, no podía permitir que estuviese allí ni un segundo más, mucho menos teniendo en cuenta su estado. En otra situación habría sido el primero en lanzarme a atacar, y puede que lo hubiese hecho tras dejarla a salvo. Hubiese vuelto para ayudar a mi padre, de no ser porque la situación se complica todavía más. Catherine rompe aguas.
Me entran más nervios de los que esperaba para el momento, aunque tal vez sea cosa de la situación que queda en los jardínes. La preocupación por saber que hay atacantes fuera no me deja tranquilizarme lo más mínimo, aunque procuro serenarme para no ponerla más nerviosa a ella. Seguro que la tensión del momento ha acelerado un poco lo inminente del parto, todo por culpa de los desgraciados que han decidido atacar hoy. Nos dirigimos de inmediato al hospital, pasando por recepción para que den el aviso a Lucio. Después se la llevan a una sala para examinarla en condiciones y comprobar cuánto puede quedar para el nacimiento, cosa para la que todavía falta un poco, pero no demasiado. También se encargan de quitarle el vestido de novia, que no procede mucho para la ocasión, así que le dan un camisón del hosital. Permanezco con ella todas las horas que pasa siendo monitorizada durante las contracciones y la dilatación, hasta que ésta avanza suficiente como para que decidan llevarla al paritorio. No me separo de su lado mientras la preparan en la camilla, a la espera de que llegue Lucio. - Pronto lo tendremos aquí, todo va a ir bien, ya verás. Tú puedes.- la animo mientras aprieto su mano, respirando hondo para calmarme también yo mismo.
"¿Y dónde está el puto Lucio cuando se le necesita?"
- No sabemos qué será... ¿tú qué dices, niño o niña? podemos apostar. - le hablo para distraerla dentro de lo que cabe, aunque es muy posible que entre dolor y dolor me mande a la mierda, y con razón. Miro impaciente hacia la puerta del paritorio para ver si llega el médico, aunque las enfermeras ya están preparándolo todo por si acaso no llegase a tiempo. Por lo que murmuran intuyo que han atacado también dentro del hospital, a pacientes que estaban inconscientes. Ni siquiera aquí estamos seguros.
Me entran más nervios de los que esperaba para el momento, aunque tal vez sea cosa de la situación que queda en los jardínes. La preocupación por saber que hay atacantes fuera no me deja tranquilizarme lo más mínimo, aunque procuro serenarme para no ponerla más nerviosa a ella. Seguro que la tensión del momento ha acelerado un poco lo inminente del parto, todo por culpa de los desgraciados que han decidido atacar hoy. Nos dirigimos de inmediato al hospital, pasando por recepción para que den el aviso a Lucio. Después se la llevan a una sala para examinarla en condiciones y comprobar cuánto puede quedar para el nacimiento, cosa para la que todavía falta un poco, pero no demasiado. También se encargan de quitarle el vestido de novia, que no procede mucho para la ocasión, así que le dan un camisón del hosital. Permanezco con ella todas las horas que pasa siendo monitorizada durante las contracciones y la dilatación, hasta que ésta avanza suficiente como para que decidan llevarla al paritorio. No me separo de su lado mientras la preparan en la camilla, a la espera de que llegue Lucio. - Pronto lo tendremos aquí, todo va a ir bien, ya verás. Tú puedes.- la animo mientras aprieto su mano, respirando hondo para calmarme también yo mismo.
"¿Y dónde está el puto Lucio cuando se le necesita?"
- No sabemos qué será... ¿tú qué dices, niño o niña? podemos apostar. - le hablo para distraerla dentro de lo que cabe, aunque es muy posible que entre dolor y dolor me mande a la mierda, y con razón. Miro impaciente hacia la puerta del paritorio para ver si llega el médico, aunque las enfermeras ya están preparándolo todo por si acaso no llegase a tiempo. Por lo que murmuran intuyo que han atacado también dentro del hospital, a pacientes que estaban inconscientes. Ni siquiera aquí estamos seguros.
Sinceramente todo parece surreal. Mientras Catherine caminaba hacia el hospital observando el túnel que se erguía a su alrededor para protegerlos. Estaba ansiosa y nerviosa. Con muchas ganas de atravesar gente con sus zarcillos de oscuridad por molestarla. Estaba de mala hostia también. Eran un cúmulo de sensaciones que empezaban a tornarse en una ira mucho mayor por no recibir contestación de Matvey, pero sólo apretaba más y más la mano de Ian sin decir nada.
No obstante, al llegar al hospital la mayor cantidad de exámenes, revisiones y monitoreos que había recibido durante todo el embarazo tuvieron a lugar. Sentada en la camilla, mirando hacia el frente Catherine fruncia levemente el ceño cuando tenía contracciones, sobre todo, porque intentaba entenderlas. Era extraño que tu cuerpo “involuntariamente” se contrajera de esa manera hasta que empiezan a tornarse dolorosas. Los quejidos son pocos, realmente el dolor no ha comenzado de lleno pero es una molestia severa. En algún lado había leído que de nada servía gritar así que sólo apretaba tanto los brazos de la camilla como la mano de Ian con fuerza sobrenatural.
Tras un último monitoreo la llevan al paritorio pero entonces se da cuenta de algo importante: ¿Dónde está Lucio?. Un paseo por el lugar y las miradas nerviosas de todos le hicieron apretar la mandíbula. Miró hacia Ian cuando le habló cerrando los ojos luego -Sí… Lo sé…- Dijo soltando un “agggh” final previo a la contracción que cada vez se hacía más larga.
“Lucio… Nadie va a recibir a mi bebé si no eres tú. Te perdono que no vayas a la boda, pero esto no”
Soltó mentalmente en una voz extrañamente serena y respiró profundamente escuchando la apuesta, abrió los ojos mientras veía a una enfermera con intenciones de…- Srta...Sra Le Fay...Hacksaw…- Se atoró un poco sin saber cómo dirigirse a Catherine -Necesito que se quite los anillos- La muchacha la miró como si no hubiese entendido lo que dijo o más en plan “Te reto a que me lo pidas de nuevo” -¿Perdón?- Cuestionó con voz ronca. Estaban empezando a tocarle todos los botones para mandarlos a todos a la puta mierda -Es para mejor control de sus signos vitales. Lo mejor es que no tenga joyería encima…- Explicó azorada y Catherine tensó la mandíbula, miró hacia Ian con los ojos brillantes de...molestia y duda. Incluso miedo. Abrió lentamente la mano para que le sacara todos los anillos que tenía. En total eran cinco...Seis con el de matrimonio. La mujer se acercó y Catherine negó con la cabeza -Se los queda él- No iba a permitir que nadie exterior a su familia tocara el anillo de su linaje. El silencio siguiente fue tenso pero a Catherine no le importó -Creo…- Entrecerró los ojos -Creo que será mejor que sea niño. No soy una niña muy normal- Le dijo en confianza, con voz baja. Alzó luego un hombro y apoyó la cabeza en la camilla mientras las contracciones le daban unos segundos de tregua.
Números pares niño
Números impares niña
Dados:
Probabilidad: Fallo (Embarazo múltiple)
Probabilidad: Acierto (embarazo único)
No obstante, al llegar al hospital la mayor cantidad de exámenes, revisiones y monitoreos que había recibido durante todo el embarazo tuvieron a lugar. Sentada en la camilla, mirando hacia el frente Catherine fruncia levemente el ceño cuando tenía contracciones, sobre todo, porque intentaba entenderlas. Era extraño que tu cuerpo “involuntariamente” se contrajera de esa manera hasta que empiezan a tornarse dolorosas. Los quejidos son pocos, realmente el dolor no ha comenzado de lleno pero es una molestia severa. En algún lado había leído que de nada servía gritar así que sólo apretaba tanto los brazos de la camilla como la mano de Ian con fuerza sobrenatural.
Tras un último monitoreo la llevan al paritorio pero entonces se da cuenta de algo importante: ¿Dónde está Lucio?. Un paseo por el lugar y las miradas nerviosas de todos le hicieron apretar la mandíbula. Miró hacia Ian cuando le habló cerrando los ojos luego -Sí… Lo sé…- Dijo soltando un “agggh” final previo a la contracción que cada vez se hacía más larga.
“Lucio… Nadie va a recibir a mi bebé si no eres tú. Te perdono que no vayas a la boda, pero esto no”
Soltó mentalmente en una voz extrañamente serena y respiró profundamente escuchando la apuesta, abrió los ojos mientras veía a una enfermera con intenciones de…- Srta...Sra Le Fay...Hacksaw…- Se atoró un poco sin saber cómo dirigirse a Catherine -Necesito que se quite los anillos- La muchacha la miró como si no hubiese entendido lo que dijo o más en plan “Te reto a que me lo pidas de nuevo” -¿Perdón?- Cuestionó con voz ronca. Estaban empezando a tocarle todos los botones para mandarlos a todos a la puta mierda -Es para mejor control de sus signos vitales. Lo mejor es que no tenga joyería encima…- Explicó azorada y Catherine tensó la mandíbula, miró hacia Ian con los ojos brillantes de...molestia y duda. Incluso miedo. Abrió lentamente la mano para que le sacara todos los anillos que tenía. En total eran cinco...Seis con el de matrimonio. La mujer se acercó y Catherine negó con la cabeza -Se los queda él- No iba a permitir que nadie exterior a su familia tocara el anillo de su linaje. El silencio siguiente fue tenso pero a Catherine no le importó -Creo…- Entrecerró los ojos -Creo que será mejor que sea niño. No soy una niña muy normal- Le dijo en confianza, con voz baja. Alzó luego un hombro y apoyó la cabeza en la camilla mientras las contracciones le daban unos segundos de tregua.
Números pares niño
Números impares niña
Dados:
Probabilidad: Fallo (Embarazo múltiple)
Probabilidad: Acierto (embarazo único)
Dados
Raza
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puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'DADO 7+1' : 46
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#2 'Probabilidad' :
#1 'DADO 7+1' : 46
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#2 'Probabilidad' :
Entro al paritorio ya preparado, con la bata verde, el gorro, y los guantes correspondientes. No esperaba que me tocase atender su parto hoy, pero parece que los eventos de la boda lo han adelantado ligeramente. - Disculpa la tardanza, Catherine.- me excuso con una sonrisa tranquilizadora, mientras los sanitarios que estaban con ella previamente me informan de todo lo que debo saber, como cuándo ha roto aguas, en qué punto está la dilatación o el número de minutos que van entre contracción y contracción. Por lo que me cuentan no debe quedar mucho, cosa que yo mismo puedo comprobar cuando me posiciono en el lugar que me corresponde.
- Cada 2 minutos, ¿eh? ya está casi casi...¿cómo te encuentras? ¿quieres que te pongamos una poción para el dolor o prefieres aguantar así? - dejo a su elección lo de tomar o no la poción especial que tenemos para estos casos, algo con lo que estará perfectamente consciente de todo y le ayudará a hacerlo más llevadero. La leche de amapola es más potente, pero eso la adormecería y no es lo que queremos ahora mismo. Hago unas cuantas comprobaciones más para asegurarme de que las cosas van como deben, satisfecho porque parece un parto sin problemas aparentes. Puede que le cueste un poco más por ser primeriza, pero no veo nada preocupante por el momento. - Tranquilos...por lo que parece va todo bien, no está en ninguna posición extraña para no poder avanzar. - les explico a los jóvenes padres para que estén lo menos nerviosos posible, dirigiéndome después sólo a Catherine. No sé si habrá asistido a clases preparto con las enfermeras de la isla, es algo que le vendría bien ahora. - Vamos, ahora sólo céntrate en respirar y empujar cuando corresponda. - le pido con voz calmada.
- Cada 2 minutos, ¿eh? ya está casi casi...¿cómo te encuentras? ¿quieres que te pongamos una poción para el dolor o prefieres aguantar así? - dejo a su elección lo de tomar o no la poción especial que tenemos para estos casos, algo con lo que estará perfectamente consciente de todo y le ayudará a hacerlo más llevadero. La leche de amapola es más potente, pero eso la adormecería y no es lo que queremos ahora mismo. Hago unas cuantas comprobaciones más para asegurarme de que las cosas van como deben, satisfecho porque parece un parto sin problemas aparentes. Puede que le cueste un poco más por ser primeriza, pero no veo nada preocupante por el momento. - Tranquilos...por lo que parece va todo bien, no está en ninguna posición extraña para no poder avanzar. - les explico a los jóvenes padres para que estén lo menos nerviosos posible, dirigiéndome después sólo a Catherine. No sé si habrá asistido a clases preparto con las enfermeras de la isla, es algo que le vendría bien ahora. - Vamos, ahora sólo céntrate en respirar y empujar cuando corresponda. - le pido con voz calmada.
La cara de matar que pone Catherine cuando le dicen que se quite los anillos es todo un poema, podría decirse que está a punto de morder a alguien. Le hago un gesto a la enfermera diciendo que ya me encargo yo, comenzando a sacarle uno a uno todos los anillos que llevaba, incluida la alianza de matrimonio, que es el último anillo que se ha puesto. - No los perderé.- le aseguro mientras los guardo en el bolsillo delantero de la camisa, pues sigo extrañamente vestido con la ropa de la boda, lo que me convierte en el más elegante y extravagante de todo el hospital. Me río después por su comentario de que prefiere niño porque ella no fue una niña muy normal, inclinándome un momento sobre ella para darle un beso en la frente. - Rarita o no se te quiere igual. Yo pienso que... da igual que sea niño o niña, una mezcla Hacksaw- Le Fay no va a salir pacífica y con sentido común. - ninguno de los dos nos caracterizamos por ser tranquilos, precisamente. - Venga, pues yo digo que será niña. Por llevar la contraria.
Tras algunos minutos más por fin llega Lucio, al cual recibo con un resoplido de alivio. Empezaba a pensar que no iba a aparecer por aquí hoy. - ¿Qué ha pasado en el hospital? está todo el mundo revuelto. - pregunto mientras él se prepara para revisar a Catherine, queriendo saber qué se cuece ahí fuera y si es seguro este lugar ahora mismo. Lo de fuera me sigue preocupando, pero sé que por el momento no puedo hacer nada ni enterarme de lo que sucede. Ahí fuera se han quedado mi padre, Lyran y Anteia, y lo peor es que no sabemos cuántos gilipollas de esos hay rondando por la isla. Como se les ocurra entrar aquí la llevan clara. No tendré magia ahora mismo, pero los puedo reventar a puñetazos.
Presto atención a todo lo que dice el médico sobre el avance del parto, asintiendo a lo que dice sobre los minutos de las contracciones porque yo también iba llevando la cuenta. Al menos dice que todo está bien y que por ahora no hay problema, que es lo que más me preocupaba. De todos modos no consigo quitarme del todo los nervios del momento, por mucho que el galeno asegure que todo va como debería ir. Permanezco al lado de Catherine sujetando una de sus manos para que apriete si quiere cuando sea necesario, pensando que debería aceptar la poción que le ofrece Lucio. - Creo que si te la tomas aguantarás mejor, aunque ya quede poco. - Eso de las contracciones tiene pinta de doler lo mismo o más que una transformación en licántropo, así que estoy sufriendo por ella.
Tras algunos minutos más por fin llega Lucio, al cual recibo con un resoplido de alivio. Empezaba a pensar que no iba a aparecer por aquí hoy. - ¿Qué ha pasado en el hospital? está todo el mundo revuelto. - pregunto mientras él se prepara para revisar a Catherine, queriendo saber qué se cuece ahí fuera y si es seguro este lugar ahora mismo. Lo de fuera me sigue preocupando, pero sé que por el momento no puedo hacer nada ni enterarme de lo que sucede. Ahí fuera se han quedado mi padre, Lyran y Anteia, y lo peor es que no sabemos cuántos gilipollas de esos hay rondando por la isla. Como se les ocurra entrar aquí la llevan clara. No tendré magia ahora mismo, pero los puedo reventar a puñetazos.
Presto atención a todo lo que dice el médico sobre el avance del parto, asintiendo a lo que dice sobre los minutos de las contracciones porque yo también iba llevando la cuenta. Al menos dice que todo está bien y que por ahora no hay problema, que es lo que más me preocupaba. De todos modos no consigo quitarme del todo los nervios del momento, por mucho que el galeno asegure que todo va como debería ir. Permanezco al lado de Catherine sujetando una de sus manos para que apriete si quiere cuando sea necesario, pensando que debería aceptar la poción que le ofrece Lucio. - Creo que si te la tomas aguantarás mejor, aunque ya quede poco. - Eso de las contracciones tiene pinta de doler lo mismo o más que una transformación en licántropo, así que estoy sufriendo por ella.
-Bien- Advirtió cuando le respondió a lo de los anillos, suspirando brevemente y abriendo y cerrando las manos, sintiéndose bastante extraña de no tenerlos encima. En el intervalo de contracciones Ian le sacó una carcajada nerviosa con aquello de que cualquier hijo de ellos no saldría con mucho sentido común -Y seguro que tendrá una vena rebelde- Agregó, arqueando una ceja a aquello de querer llevarle la contraria pero se distrajo con la llegada del galeno.
La miradita que le echó Catherine a Lucio fue en medio de una contracción así que mucho no pudo decir pero su sonrisa, maldito médico genial, la tranquiliza en cierta manera. Echó la cabeza hacia atrás para apoyarla en la camilla mientras pasaba la contracción y Lucio hacia sus deberes, después de que su cuerpo se relajara escuchó lo de la poción y negó con la cabeza -No, está bien- Se suponía que su cuerpo había pasado 9 meses preparándose para eso...Más le valía. Miró a Ian y negó con la cabeza nuevamente, si él soportaba la transformación todas las lunas llenas ella podía llevar esto a cabo.
Lo siguiente que pasó fue rápido, o eterno, según como lo miren. Catherine cada vez tenía mayores contracciones y más cerca. Sí que había acudido al curso, unas… 2 clases de las 6 que tenía que hacer pero como ya tenía la información importante. Se empuja en la contracción, si haces un buen empuje y el niño calza sale en 3. Pues ale. Manos a la obra. Con ese objetivo en mente y luego de que Lucio la guiara, finalmente la Le Fay se puso a empujar con cada contracción sintiendo cómo desde su interior su hijo (o hija) se preparaba para conocer el mundo.
Cuando finalmente Lucio logró recibir al primer descendiente Hacksaw Le Fay (o Le Fay Hacksaw, según quien lo diga) Catherine se echó agotada en la camilla con una suspiro de tranquilidad y vacío igual de espectacular como extraño. Buscó con la mirada a Ian sonriendo débilmente antes de dejar de apretar su mano como si se la fuera a romper, tras ello buscó a Lucio y al retoño que tenía en sus brazos -¿Está bien?- Preguntó
La miradita que le echó Catherine a Lucio fue en medio de una contracción así que mucho no pudo decir pero su sonrisa, maldito médico genial, la tranquiliza en cierta manera. Echó la cabeza hacia atrás para apoyarla en la camilla mientras pasaba la contracción y Lucio hacia sus deberes, después de que su cuerpo se relajara escuchó lo de la poción y negó con la cabeza -No, está bien- Se suponía que su cuerpo había pasado 9 meses preparándose para eso...Más le valía. Miró a Ian y negó con la cabeza nuevamente, si él soportaba la transformación todas las lunas llenas ella podía llevar esto a cabo.
Lo siguiente que pasó fue rápido, o eterno, según como lo miren. Catherine cada vez tenía mayores contracciones y más cerca. Sí que había acudido al curso, unas… 2 clases de las 6 que tenía que hacer pero como ya tenía la información importante. Se empuja en la contracción, si haces un buen empuje y el niño calza sale en 3. Pues ale. Manos a la obra. Con ese objetivo en mente y luego de que Lucio la guiara, finalmente la Le Fay se puso a empujar con cada contracción sintiendo cómo desde su interior su hijo (o hija) se preparaba para conocer el mundo.
Cuando finalmente Lucio logró recibir al primer descendiente Hacksaw Le Fay (o Le Fay Hacksaw, según quien lo diga) Catherine se echó agotada en la camilla con una suspiro de tranquilidad y vacío igual de espectacular como extraño. Buscó con la mirada a Ian sonriendo débilmente antes de dejar de apretar su mano como si se la fuera a romper, tras ello buscó a Lucio y al retoño que tenía en sus brazos -¿Está bien?- Preguntó
- Pues pasa que han atacado aquí dentro, así que estamos poniendo medidas de seguridad e intentando averiguar más cosas sobre los atacantes...no sé cómo ha podido pasar algo así. - informo a Ian ante su pregunta, sin tener la menor idea de que todo esto ha sucedido por mi culpa. No digo nada más del tema, me centro en el trabajo que hay pendiente.
Atender el parto de Catherine resulta más fácil de lo que pensaba, a pesar de ser primeriza. Durante el transcurso no hay ningún problema, ella parece saber lo que tiene que hacer y sólo me limito a animarla un poco y a informarla de que empuje en los momento clave, diciendo que ya casi está. Por fin se produce el nacimiento del bebé, que rápidamente recojo para alzarlo a una altura a la que ella pueda verlo. El pequeño no tarda en empezar a llorar, señal de que todo va bien. La continuación del linaje Le Fay está asegurada, por ahora.
- Enhorabuena a ambos. Es un niño, y parece que está perfectamente. Después le haremos un reconocimiento para asegurarnos. - sonrío amablemente, contento por haber ayudado a traer una vida al mundo, una de las labores más gratificantes que puede realizar un médico. Con la ayuda de una enfermera cortamos el cordón umbilical del recién nacido, limpiándolo un poco antes de taparlo con una manta para ponerlo por fin en brazos de su madre. Me separo un poco de ellos para dejarles vivir el momento como se merece, alejándome hacia las enfermeras para darles indicaciones de lo que hacer a continuación con el bebé y la madre. Después me vuelvo hacia la pareja de nuevo.
- Ahora descansa, Catherine. Avisadme si surge cualquier cosa o si me necesitáis. Estaré de guardia por el hospital. - me despido de ambos ahora que mi trabajo aquí ha terminado, dejando que se encarguen del resto mis compañeras.
Atender el parto de Catherine resulta más fácil de lo que pensaba, a pesar de ser primeriza. Durante el transcurso no hay ningún problema, ella parece saber lo que tiene que hacer y sólo me limito a animarla un poco y a informarla de que empuje en los momento clave, diciendo que ya casi está. Por fin se produce el nacimiento del bebé, que rápidamente recojo para alzarlo a una altura a la que ella pueda verlo. El pequeño no tarda en empezar a llorar, señal de que todo va bien. La continuación del linaje Le Fay está asegurada, por ahora.
- Enhorabuena a ambos. Es un niño, y parece que está perfectamente. Después le haremos un reconocimiento para asegurarnos. - sonrío amablemente, contento por haber ayudado a traer una vida al mundo, una de las labores más gratificantes que puede realizar un médico. Con la ayuda de una enfermera cortamos el cordón umbilical del recién nacido, limpiándolo un poco antes de taparlo con una manta para ponerlo por fin en brazos de su madre. Me separo un poco de ellos para dejarles vivir el momento como se merece, alejándome hacia las enfermeras para darles indicaciones de lo que hacer a continuación con el bebé y la madre. Después me vuelvo hacia la pareja de nuevo.
- Ahora descansa, Catherine. Avisadme si surge cualquier cosa o si me necesitáis. Estaré de guardia por el hospital. - me despido de ambos ahora que mi trabajo aquí ha terminado, dejando que se encarguen del resto mis compañeras.
Por lo visto Lucio está poco informado de lo que ha pasado al final de nuestra boda, momento en el que unos desgraciados han tenido que estropear la tranquilidad que teníamos. Sea como sea, no voy a permitir que ese incidente ensombrezca el día de la boda y del nacimiento de nuestro hijo. Todo eso es mucho más importante que unos gilipollas haciendo algo por lo que pagarán. - Joder...¿dentro también? porque en los jardínes se ha formado un buen jaleo. Supongo que ya habrán traído por aquí a Dioscórides, que es la que han atacado. - la información que tenemos todos está bastante limitada, por el momento. No mencionamos nada más sobre el tema tras ese pequeño inciso de aclaraciones, ya habrá tiempo de buscar culpables. Vuelvo a centrar mi atención por completo en Catherine, sujetando su mano con cada apretón que me da durante las contracciones. Probablemente me quede sin mano si el parto dura mucho.
Con el paso de los minutos mis nervios van en aumento, no puedo controlarlos al ver lo mal que lo tiene que estar pasando Catherine, y sin poción para el dolor ni nada. Me preocupa que algo pueda ir mal si se alarga demasiado, aunque por otro lado también estoy expectante y con muchas ganas de ver a nuestro hijo o hija. - Ánimo, Cat. Ya queda poco, sólo el esfuerzo final. - trato de animarla y hacerle ver que ya queda menos tiempo de dolor, después de las horas que lleva ya entre unas cosas y otras. Según Lucio todo va como debe, aunque sólo me lo creo cuando por fin escucho llorar al bebé después de que el médico lo coja y lo alce ante nosotros para que lo veamos, anunciando que es niño. Una sensación de alivio y de alegría relaja toda la tensión acumulada, especialmente al escuchar que está bien.
Casi no puedo creerme que ya lo tengamos, ahora sí que es una realidad eso que veía tan lejano, costará acostumbrarse a la nueva situación. Enseguida reacciono y me inclino sobre Catherine para depositar un cariñoso beso sobre su frente, dejando después algo de espacio para que la enfermera le ponga al niño sobre ella. Miro al crío sonriendo como embobado, pensando algo así como que esta cosa tan pequeña ahora es mía y lo tengo que cuidar. Casi ni me atrevo a tocarle la cabeza por si le hago daño, así que paso levemente el pulgar por una de sus diminutas manos. - Mira lo que hemos hecho...- tan ensimismado estoy que respondo muy vagamente a Lucio cuando dice que se marcha, dándole rápidamente las gracias y atendiendo, eso sí, a lo de que lo llamemos si surge algo. - Ahora sí que nos toca pensarle un nombre en serio. - comento riendo un poco mientras alzo la vista hacia el rostro de Catherine. Al no saber qué sería tampoco nos pusimos muy en serio con eso de encontrarle un buen nombre. - Creeeo que tenía en mente unos cuantos nombres irlandeses, pero tendremos que decidirlo. Algo que no quede mal con el Hacksaw Le Fay o Le Fay Hacksaw. - bromeo con eso del orden de los apellidos por eso de que la Descendiente es ella. - Cuando descanses, tienes que estar agotada. - al poco rato las enfermeras los preparan a ambos para trasladarlos, así que dejamos atrás el quirófano para ir hacia los pasillos donde están las habitaciones.
Con el paso de los minutos mis nervios van en aumento, no puedo controlarlos al ver lo mal que lo tiene que estar pasando Catherine, y sin poción para el dolor ni nada. Me preocupa que algo pueda ir mal si se alarga demasiado, aunque por otro lado también estoy expectante y con muchas ganas de ver a nuestro hijo o hija. - Ánimo, Cat. Ya queda poco, sólo el esfuerzo final. - trato de animarla y hacerle ver que ya queda menos tiempo de dolor, después de las horas que lleva ya entre unas cosas y otras. Según Lucio todo va como debe, aunque sólo me lo creo cuando por fin escucho llorar al bebé después de que el médico lo coja y lo alce ante nosotros para que lo veamos, anunciando que es niño. Una sensación de alivio y de alegría relaja toda la tensión acumulada, especialmente al escuchar que está bien.
Casi no puedo creerme que ya lo tengamos, ahora sí que es una realidad eso que veía tan lejano, costará acostumbrarse a la nueva situación. Enseguida reacciono y me inclino sobre Catherine para depositar un cariñoso beso sobre su frente, dejando después algo de espacio para que la enfermera le ponga al niño sobre ella. Miro al crío sonriendo como embobado, pensando algo así como que esta cosa tan pequeña ahora es mía y lo tengo que cuidar. Casi ni me atrevo a tocarle la cabeza por si le hago daño, así que paso levemente el pulgar por una de sus diminutas manos. - Mira lo que hemos hecho...- tan ensimismado estoy que respondo muy vagamente a Lucio cuando dice que se marcha, dándole rápidamente las gracias y atendiendo, eso sí, a lo de que lo llamemos si surge algo. - Ahora sí que nos toca pensarle un nombre en serio. - comento riendo un poco mientras alzo la vista hacia el rostro de Catherine. Al no saber qué sería tampoco nos pusimos muy en serio con eso de encontrarle un buen nombre. - Creeeo que tenía en mente unos cuantos nombres irlandeses, pero tendremos que decidirlo. Algo que no quede mal con el Hacksaw Le Fay o Le Fay Hacksaw. - bromeo con eso del orden de los apellidos por eso de que la Descendiente es ella. - Cuando descanses, tienes que estar agotada. - al poco rato las enfermeras los preparan a ambos para trasladarlos, así que dejamos atrás el quirófano para ir hacia los pasillos donde están las habitaciones.
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Noviembre de 2040
La isla Ouroboros se elevó nuevamente a los cielos, tras la destrucción de los satélites antimagia que bloqueaban el flujo de energía mágica en todo el planeta. Antiguos rituales fueron necesarios para volver a levantar Ouroboros, acudiendo a la información de los fundadores, aquellos que la pusieron en el aire por primera vez, hace cientos de años.
Una mitad de la isla sigue siendo la antigua Ouroboros, que se salvó parcialmente de la caída y ha sido reconstruida por Adael Cohen, sus elementaristas y otros colaboradores. La otra mitad de la isla es completamente nueva, formada desde cero con nuevas rocas, puesto que la mitad que existía antes quedó totalmente destruida. Sus ruinas permanecerán en en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] , lugar donde se realizó el ritual.
Tras despedirme de Sean entré a quirófano ya preparado, con mi gorro y mis guantes de las operaciones y toda la indumentaria necesaria. Sophia había llegado unos minutos antes, así que ya había preparado al paciente en la camilla de operaciones, poniéndole la anestesia para que estuviese dormido cuando yo llegase. - Siento la tardanza, Sophia, era un asunto importante, ahora te iré contando... - me disculpé sonriendo amablemente, acercándome después a ella. - Vale, veo que ya lo has dormido adecuadamente. - eché un vistazo a los aparatos de monitorización para comprobar que todo estaba en orden, acercando después el carrito con el material quirúrgico.
- Antes de empezar tengo que preguntarte algo. - comencé a limpiar con desinfectante la zona donde tendría que ir la incisión, cogiendo el bisturí para mostrarlo a Sophia. - ¿Has estado antes en una operación? me refiero a algo que no sean operaciones menores... - alcé las cejas esperando su respuesta, aclarando por qué lo decía. - Es por ir dándote las indicaciones, y también por estar pendiente, por si te mareas con estas cosas. Los estudiantes principiante casi siempre caen el primer día. He visto muchos desmayos en mis años enseñando. - sonreí encogiendo los hombros, pasándole el bisturí a ella. - Pero creo que tú estás más hecha a estas cosas, a pesar de que tienes más formación en laboratorio. Dime si prefieres que haga yo el corte, o si prefieres hacerlo tú. - le di algo de tiempo para pensárselo, por si acaso no se veía preparada. Había pedido que no hubiese nadie más que nosotros dos en quirófano, para que ella estuviese más tranquila y para que yo pudiese confesarle la verdad.
- Antes de empezar tengo que preguntarte algo. - comencé a limpiar con desinfectante la zona donde tendría que ir la incisión, cogiendo el bisturí para mostrarlo a Sophia. - ¿Has estado antes en una operación? me refiero a algo que no sean operaciones menores... - alcé las cejas esperando su respuesta, aclarando por qué lo decía. - Es por ir dándote las indicaciones, y también por estar pendiente, por si te mareas con estas cosas. Los estudiantes principiante casi siempre caen el primer día. He visto muchos desmayos en mis años enseñando. - sonreí encogiendo los hombros, pasándole el bisturí a ella. - Pero creo que tú estás más hecha a estas cosas, a pesar de que tienes más formación en laboratorio. Dime si prefieres que haga yo el corte, o si prefieres hacerlo tú. - le di algo de tiempo para pensárselo, por si acaso no se veía preparada. Había pedido que no hubiese nadie más que nosotros dos en quirófano, para que ella estuviese más tranquila y para que yo pudiese confesarle la verdad.
Sophia Diborguesse
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Al rato entró Lucio ya preparado para la operación, mientras él limpiaba con desinfectante la zona a recibir el corte me iba avisando de que iba a ser mi primera operación, enseñándome el bisturí que iba a ser empleado y pasándomelo.
- No sé si diseccionar ranas en la clase de Biología 101 de la Universidad cuentan para algo, pero no sería mi primera vez ahora mismo.
Cogí el bisturí con firmeza y pensé en las clases de Anatomía y Biología para tantear donde debería hacer la punción y corte. Bien, recordemos, fosa ilíaca derecha, bien, respirando profundamente y exhalando suavemente, relajar toda la musculación y a realizar un suave corte ya que un bisturí esta afilado de manera que corte fácilmente la carne, así que empecé según las instrucciones de Lucio.
- Una profesora que también era cirugana comentaba para aquellos que quisieran seguir hacia la carrera médica era despistar la mente, centrarte en lo que tienes que hacer pero no darle relevancia, que era normal incluso en una operación que los médicos se pusieran a hablar. Recuerdo que cerca de la facultad esa había una sala de arte, me gustaba visitarla de vez en cuando, había un cuadro que me gustaba mucho y viene como anillo al dedo que estemos en Ouroboros, se llamaba La Maledizione, "La Maldición" en italiano. Tenía mucha controversia alrededor de ese cuadro y llamaba mucho la atención de turistas y curiosos, creo que era lo que sacaba a flote esa sala de arte. Tenía dos figuras portentosas como saliendo del cielo, un hombre viejo la representación más común para lo que en las religiones sería la figura paterna divina, sosteniendo un sol y en el otro un hombre adulto apuesto sosteniendo una luna, según interpretan es Lucifer antes de su caida y en el centro hay un Ouroboros y en su centro hay gente representando a los humanos. Hay quien dice que representa lo espiritual y lo carnal, la fe y la razon, la fe y la ciencia y un largo etcétera de interpretaciones. La gracia del cuadro es que dicen que quien lo pintó selló su destino al hacerlo y desapareció en extrañas circunstacias, como si nunca hubiera existido, según la Iglesia de Sicilia era porque es un cuadro pintado por el mismo demonio y acabó en cuerpo y alma en los infiernos por obra pecaminosa que nunca debió salir a la luz, otros dicen que era un mago y que lo pintó en una revelación que tuvo y la desaparición varía según la persona, o que la Alianza lo capturó antes de poder terminarlo y transmitir el mensaje que les traería problemas, otros que porque era algo que no podía ser revelado sin más y no pudo terminarlo, la cosa es que como no tenía nombre el cuadro le pusieron ese por la historia de que quizás estuviera maldito el cuadro. - mientras hablaba y le contaba la historia del cuadro que solía ver y que llevaba el emblema del lugar donde estabamos continuaba siguiendo las indicaciones de Lucio.
- No sé si diseccionar ranas en la clase de Biología 101 de la Universidad cuentan para algo, pero no sería mi primera vez ahora mismo.
Cogí el bisturí con firmeza y pensé en las clases de Anatomía y Biología para tantear donde debería hacer la punción y corte. Bien, recordemos, fosa ilíaca derecha, bien, respirando profundamente y exhalando suavemente, relajar toda la musculación y a realizar un suave corte ya que un bisturí esta afilado de manera que corte fácilmente la carne, así que empecé según las instrucciones de Lucio.
- Una profesora que también era cirugana comentaba para aquellos que quisieran seguir hacia la carrera médica era despistar la mente, centrarte en lo que tienes que hacer pero no darle relevancia, que era normal incluso en una operación que los médicos se pusieran a hablar. Recuerdo que cerca de la facultad esa había una sala de arte, me gustaba visitarla de vez en cuando, había un cuadro que me gustaba mucho y viene como anillo al dedo que estemos en Ouroboros, se llamaba La Maledizione, "La Maldición" en italiano. Tenía mucha controversia alrededor de ese cuadro y llamaba mucho la atención de turistas y curiosos, creo que era lo que sacaba a flote esa sala de arte. Tenía dos figuras portentosas como saliendo del cielo, un hombre viejo la representación más común para lo que en las religiones sería la figura paterna divina, sosteniendo un sol y en el otro un hombre adulto apuesto sosteniendo una luna, según interpretan es Lucifer antes de su caida y en el centro hay un Ouroboros y en su centro hay gente representando a los humanos. Hay quien dice que representa lo espiritual y lo carnal, la fe y la razon, la fe y la ciencia y un largo etcétera de interpretaciones. La gracia del cuadro es que dicen que quien lo pintó selló su destino al hacerlo y desapareció en extrañas circunstacias, como si nunca hubiera existido, según la Iglesia de Sicilia era porque es un cuadro pintado por el mismo demonio y acabó en cuerpo y alma en los infiernos por obra pecaminosa que nunca debió salir a la luz, otros dicen que era un mago y que lo pintó en una revelación que tuvo y la desaparición varía según la persona, o que la Alianza lo capturó antes de poder terminarlo y transmitir el mensaje que les traería problemas, otros que porque era algo que no podía ser revelado sin más y no pudo terminarlo, la cosa es que como no tenía nombre el cuadro le pusieron ese por la historia de que quizás estuviera maldito el cuadro. - mientras hablaba y le contaba la historia del cuadro que solía ver y que llevaba el emblema del lugar donde estabamos continuaba siguiendo las indicaciones de Lucio.
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