Quirófano

Dudé un segundo al darle el bisturí al escuchar que sólo había diseccionado ranas, lo cual no era muy útil para abrir un cuerpo humano, menos uno vivo. Tal vez Matvey podría prestarle inferis para hacer prácticas, o algo por el estilo. - Bueno, pero seguro que has visto libros de anatomía. Confío en ti. - le pasé el bisturí para que hiciese el corte, animándola antes de que se pusiese a ello. Parecía nerviosa, pero no excesivamente. Enseguida empezó a salir la sangre, así que me puse al lado de mi compañera para ir limpiando y evitar que no le dejase ver nada.

- Ah...sí, despistar la mente. Al ser algo cotidiano en nuestro trabajo es normal que hablemos de otras cosas, aunque siempre hay que estar atentos de lo que hacemos, tenemos una vida en nuestras manos. Yo...quiero contarte algo sobre la persona que ha venido antes... - intenté comenzar, aunque me quedé a medias cuando empezó a hablarme de arte. La verdad es que era interesante lo que contaba, así que me quedé absorto por unos segundos con el relato, con eso de que el pintor desapareció tras eso. - ¿Tú qué crees que fue? - De todas las teorías la que más me gustaba es que fuese un mago, aunque me extrañó eso de la Alianza. - ¿De qué año es ese cuadro? La Alianza es relativamente reciente... - me di cuenta de que me estaba despistando y que la sangre se estaba acumulando, por lo que hice levitar hasta nosotros instrumental magicoquirúrgico para que se encargase de absorber la sangre de la herida sin que nosotros tuviésemos que ocuparnos de ello.

- Vale, ahora hay que abrir con estos ganchos, así veremos mejor. - coloqué ganchos a ambos lados de la incisión para localizar la zona afectada, echando un vistazo a las constantes vitales del paciente para ver si eran correctas. Cogí otro bisturí para proceder a mostrarle a Sophia. - Verás...los estudiantes novatos han hecho alguna vez un accio para sacar cosas en clase, y eso no. Porque es como muy violento y saltan vísceras. Hay que localizar lo que debemos cortar...- la miré de reojo como dudoso, respirando hondo antes de hablar. - Tal vez no te importe, pero me gustaría decírtelo...He conocido a alguien. Es el joven que vino antes a la sala. - guardé silencio a continuación, sólo se escuchaba el sonido de los latidos en el monitor, hasta que comenzaron a alterarse las pulsaciones de manera alarmante.

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- Siempre supuse que lo de la Alianza fue un añadido decorativo de los guías turísticos para añadirle más interés y que la gente visitara el lugar y así ganar más dinero gracias a la historia del cuadro. - Me quedé en silencio un momento mientras continuaba con la operación, pensando en una respuesta que darle a Lucio - El cuadro es del año 1900, no recuerdo cual exacto, pintado con óleo y con técnicas que recuerdan al Renacimiento y se puede observar que está incompleto y del autor tampoco es que se supiese mucho, así que no da pie a muchas conjeturas, ¿y si se escondió y en el cuadro dejó pistas? Quizás haya que ir encontrando las partes del cuadro que faltan para saber el mensaje oculto cuando esté completo, la escena al menos me recuerda a un viejo cuento que me solía contar mi abuela a mi hermano y a mi de pequeños. - hice una pequeña pausa para secarme un poco de sudor en la frente y aclarar un poco la garganta y relajarme un momento ya que estaba haciendo un esfuerzo mental elevado para no marearme.

- Es una historia sobre un ser necio y una persona necia. El momento en que un ser que conocía todas las cosas conoció a una persona que tenía interes por todas las cosas abre el escenario de esta historia. El ser concedió el deseo de la persona, enseñándole con su gran conocimiento y sabiduría, para el ser, tal conocimiento era solo trivial, pero la persona lo usó como fundamento de la evolución. Esta persona despertaba la curiosidad del ser, aún siendo omnisciente, no era capaz de comprender el corazón de la persona, el ser estaba completamente perplejo y así el ser y la persona acabaron siendo compañeros. Dándose cada uno lo que deseaba del otro, tuvieron una larga y prospera relación que duró, muchos muchos años. Por desgracia la persona era avariciosa y perezosa, aun así no cesaba en su empeño de exigir del ser, más y más conocimiento por puro placer. Cuando el ser se dio cuenta de que podría ser la causa de esta vagancia y que podría llegar a causar una caida eventual, dejó de contestar a la persona, con la intención de ver si la persona cambiaba, pero no fue así. Mi abuela solía terminar este cuento preguntando, quién fue realmente el necio, pero realmente no había una respuesta totalmente satisfactoria.

Lucio hizo aparecer material quirúrgico que practicamente hacia solo el trabajo de limpiar la zona, un truco muy práctico que de seguro hubiera agradecido en mi tiempo en el laboratorio donde trabajé cuando había que hacer algún experimento. Mientras observabamos el agujero y las entrañas me comentó algunas cosas que solían hacer los novatos, además de una noticia que me cogió por sorpresa.
- Tranquilo Lucio, dudo que aunque quisiera no podría hacer un conjuro de ese tipo y... enhorabuena, supongo, cuando nos conocimos tan caballeroso como los de antaño, no pensé que... bueno, tuvieras esos gustos, lo cula no quita que ser una cosa no pueda conllevar la otra... bueno ya me entiendes, nunca juzgar un libro por su portada.

Mientras discutiamos sobre cual debería ser el siguiente paso en la operación cuando el ritmo cardíaco empezóa  subir en exceso.
- Lucio, creo que la infección está aumentando, creo que tenemos que cortar pronto el apendice, será mejor que lo hagas tu que tienes más experiencia y me muestres, prefiero cederte a ti e impedir que pueda producirse peritonitis y hacer el procedimiento con calma en otra prueba. - dije acercándole el bisturí - Si quieres puedo estabilizarlo mientras tu continuas la cirugía y me explicas que hay que hacer a continuación.

Seguí con atención la historia que narraba Sophia, pensando que era una mujer muy culta. Sabía tanto de ciencia como de saberes de las ramas humanísticas, así que me parecía una persona muy bien formada. Su curiosidad por el cuadro era real, daba la impresión de que quería investigar al respecto. - Pues síguele la pista y localiza ese cuadro, si no siempre te quedarás con las preguntas sin responder. Yo también ando en una investigación sobre el pasado un tanto compleja...esperemos que avance, igual que la tuya si te animas. - le pregunté si estaba bien al darme la impresión de que se estaba mareando un poco, a juzgar por el sudor de su frente. Puede que la hubiese metido a una operación complicada para ser su primera vez. Lo mejor sería que iniciase con unas simples suturas de heridas menores o algo así.

La nueva historia que comenzó a contarme era una que sabía por su abuela, aunque me pregunté si quería lanzarme alguna indirecta con aquello de las personas necias, pues no le veía relación con la historia anterior. Hice un sonido de estar pensativo, no sabía qué responder. - Hm...ni idea, supongo que los dos eran necios. Nada que ver con nosotros. - concluí por si lo decía por la relación que no llegamos a tener, esperando a ver cómo se tomaba la confesión de que estaba con Sean. Me pareció que no se enfadaba ni nada, sólo que le sorprendía, como si no se esperase que me gustasen los hombres. - Ya venía de antes...estuve con alguien en mi juventud, sólo que no se me permitió mostrarme tal y como era. Hasta que llegó Sean. - en un futuro me gustaría que se conociesen, pero entendí que ahora no era el momento, tal vez si trabábamos más amistad en el trabajo. Tampoco pudimos hablar mucho más del tema porque la condición del paciente empeoró, así que tuvimos que centrarnos en lo que estábamos. Di aviso en ese momento de que pasase más gente al quirófano para tratar de estabilizarlo, asintiendo a Sophia cuando me dijo que tomase el bisturí.

- Llevas razón, éste no está como para tardar mucho haciendo prácticas. Estabiliza sus constantes mientras procedo. - dejé que ella se encargase de eso, mientras yo encontraba el apéndice a cortar. Realicé las incisiones necesarias, sacando de una vez lo que estaba provocando el daño. La infección se había extendido por el resto de la cavidad, así que tuve que tener cuidado de dejar todo lo más limpio posible. El proceso nos llevó un buen rato hasta dejarlo todo en orden, y después le expliqué a Sophia cómo se suturaba del modo tradicional. Luego usaría la magia de sanación para cerrar mejor la herida si era necesario. Tras un par de horas salimos ambos del quirófano, sacando la camilla del paciente hacia la zona de recuperación.

Había visto a Cleopatra con los ojos vidriosos y se preocupó. Estaba pidiéndole un extra. Sabía perfectamente que no estaba bien incorporar a las personas vinculadas al paciente cuando estaba en estado grave. Pero Jo estaba ocupada, Anteia dormida y el elfo también ocupados. Y la pelirroja no podía seguir esperando.

Con un hechizo lograron desinfectar sus manos y ponerse el traje lista para operar. El estado de Mérida era muy grave. Arleen noto heridas en las que de había echado esencia de dictamo para parar el sangrado pero se habían vuelto a abrir y luego vuelvo a cerrar y así... La situación hacia que se le hiciera un nudo en la garganta. Sin Lucio aquí para guiarla no dejaba de sentirse desconfiada pese a los casi 15 años que llevaba como sanadora.

-De acuerdo. Encargate de las quemaduras del lado derecho. Me ocuparé de arreglar ...esto- Señaló el torso con preocupación mientras algunos instrumentos mágicos pitaban. Una de las enfermeras trajo un carrito con pociones pero Arleen prefirió que su poder trabajara primero.

En la intimidad del silencio que compartían Cleopatra y ella se atrevió a responder su pregunta aunque en el fondo el miedo empezaba a correr por sus venas. Temia a los demonios, profundamente. Y esa pelirroja era el envase de uno -No en Ouroboros. El Descendiente Matvey no tiene aprendices. El único libre es aquel que organizó este desastre- Dijo pero no sabía a quien se refería. Mientras le decía eso intentaba reorganizar los órganos de Mérida y evitar que siguiera perdiendo sangre.

Sanación: 25 + 5 + 10: 40 PS para Mérida.

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'Curación' :

Como si de un perrillo perdido y muerto de hambre sigo a la medimaga y la imito en todo su proceso de preparación para la operación. Nunca me había visto en una de estas… e incluso me atrevería a decir que nunca he pisado un quirófano como aprendiz. Estaría sería la primera vez, en un ambiente limpio y estéril, pero al campo de batalla ya estaba más que acostumbrada con tanta batalla con la Brigada. Suspiré y entramos al espacio. El aire era pesado, y me costaba respirar… más por los nervios que por el propio quirófano.

Mérida estaba inconsciente en la camilla. El personal se había encargado de cubrirla, pero dejando a la vista las superficies donde debían trabajar. Asentí cuando la doctora me ordenó encargarme  de las quemaduras. Pedí esencia de díctamo como había hecho con Emily y fui curando despacio. Heridas y quemaduras empezaron a sanar, regenerando la piel envuelta en un humo verde. Algunas de las heridas no terminaban de curar bien y no le quedaba más remedio que repetir el proceso en repetidas veces. Por el rabillo del ojo no deja de prestar atención al entorno, al personal y a Arleen, casi esperando que alguien me dijera que lo estaba haciendo bien. –Deberíamos pedir más unidades de sangre, y reabastecedora- Alguien reacciona, supongo. He terminado con una de las partes quemadas, toca seguir con la siguiente. Aquel que organizó el desastre… sí claro, me sonaba quién podría ser. Hace mucho que no sabía de él, más que por lo que me habían contado los hermanos Svensson en distintos tiempos. ¿Podría ser? –Yo conozco uno… conocía-

“Por todos los dioses del inframundo”
“¿Me atreveré a luchar contra la naturaleza?”

-Doctora Arleen, ¿conoce la piedra de la resurrección? ¿Sabe cómo usarla?- No se debe molestar al descanso eterno de los no vivos, nunca se sabe qué consecuencias podrían tener para los vivos. Debería saberlo bien. Pero… Observo a Mérida, el recipiente de un demonio. No es la primera persona que pierdo en estas mismas circunstancias. Pero antes era inexperta. Aún con todo, existe un umbral que no debería ser cruzado –El umbral de la muerte- Susurro para mis adentros mientras termino con mi parte de la curación y dejando actuar a las pociones.


Habilidad 10+5 Dados =15 PS para Mérida

PS Mérida: Entra al quirófano -51PS + 40 Arleen + 15 Cleo = 4 PS

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'Curación' :

Arleen observó meticulosamente el desempeño de Cleopatra por lo analizado anteriormente. Sin embargo, parecía defenderse bien y cuando solicito las pociones en efecto alguien reaccionó tras un cabezazo de la sanadora. Se pusieron en marcha poco a poco y Mérida estaba mejorando visiblemente al menos. Llegados a un punto el cuerpo de Mérida se movió y Arlen salto hacia atrás cual gato. Levantó las manos para protegerse y se encogió de miedo.

Todo el quirófano se quedó patitieso.

Al ver que no sucedía nada, la sanadora bajo las manos y trato de aparentar algo de tranquilidad -Atad pies y manos - En sus momentos libres Arleen había leído algo de demonios porque algún sanador le había dicho que la mejor manera de combatir la fobia era informandose. Dejo hacer a cada uno de los que la ató y mantuvo la vista en los ojos de la pelirroja. Cuando había llegado tenía parte del rostro negro. Ahora volvía a ser "humana".

-¿Umm?- Inquirió cuando preguntó sobre la piedra. No tardó en hacer conexiones -Verbo en pasado. ¿Murió? Por el nombre de la piedra deduzco que crees que puedes revivirlo- Dijo sin verla, estaba ocupada curandon una zona complicada -No sé como funciona la piedra. Pero si es un objeto de magia blanca, el Descendiente Sean puede ayudarte. Si es negra, la Descendiente Catherine puede hacerlo. Si es para comunicarse puede ayudarte la Descendiente Bellatrix y si es directamente nigromancia entonces lo mejor es que vayas directo a ver al Descendiente Matvey- luego ladeó la cabeza -Si es un artefacto milenario lamento informarte que el Descendiente De Molay ya no se encuentra en la isla. Pero si es un artefacto mágico pues ... Dependiendo de sus características el Descendiente Giordano será la solucion- Tras toda aquella perorata elevó el rostro y le sonrió con calma -Necesitamos algo para neutralizar su magia. El demonio puede obligarla a despertarse en cualquier momento y recuerdo que es piromana. ¿La viste usar algún poder fuera de sus poderes normales?- Inquirió a ver si por sus básicos conocimientos podía dar con el tipo de demonio que llevaba y alejar el elemento de este de la zona de quirófano.

Sanacion: 5+5+10: 20 PS

Mérida: 24 PS

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'Curación' :

La apreciación del tiempo dentro de un quirófano es infinitamente diferente a cualquier cosa que se haya podido vivir antes. Quizás se asemeja a ese milisegundo en el que puedes ver pasar toda tu vida por delante, casi en el precipicio de la muerte. No era para nada consciente del tiempo que llevábamos allí dentro, ni de cuántas veces habían entrado y salido el personal del quirófano con frascos de pociones gastadas y a reponer. Tampoco podría decir con exactitud cuánto tiempo llevábamos allí dentro, si una hora, dos minutos, una eternidad o si el tiempo sencillamente se había detenido. Estaba terminando la última quemadura cuando Mérida se mueve.

Casi de forma instantánea doy un paso atrás y me preparo para la defensa, como todos los que estábamos allí. Yo no soy una experta, pero me daba la impresión, por las caras de todos, que eso no era del todo normal. Pero tras las indicaciones de Arleen todo vuelve a su cauce ¿habitual?
Al acabar con mi campo, paso a otro, más cerca de la doctora, y de esta forma nos permite hablar más fácilmente. Estaba trabajando en una herida, de modo que aproveché para desinfectar las más próximas y cubrirlas con gasas para que no quedaran expuestas. Desde esta posición también podía fijarme con más detalle lo que hacía, por si en un futuro tuviese que replicar lo que estaba viendo, apuntando mentalmente cada milimétrico paso. –Sí, sí lo hizo- “En dolorosas circunstancias” –Estaba pensando…. Quizás sea una estupidez. Si Anubis me oyera, creo que me tiraría directamente al Duat y Ammyt deboraría mi corazón sin miramientos, que si pudiera traerle de vuelta podría ayudarnos con…. ella. Pero, no sé si me atrevo a engañar a la muerte, ¿cuál es el precio a pagar para regresar de la eternidad?- Siento un escalofrío que me recorre por la espalda, solo de pensarlo. Claro que había escuchado hablar del Todo y de todos sus tratos sucios, en ese sentido los Souls son fuentes maravillosas de información.

Me apena la respuesta de que no conozca el mecanismo de utilización de la piedra y sobre la retahíla de descendientes… Con algunos de ellos había intentado acercarme a hablar, pero ha sido imposible. Los descendientes serán muy importantes y muy sabios, pero no son nada prácticos si de una emergencia se tratara. Es más sencillo poder recurrir a su biblioteca, hasta que el recurso bibliográfico se agota. Y no hay tiempo para dejar que se agote. -Cuando llegué yo había un elemental de fuego y… no estoy segura si tenía que ver o no con ella, raíces o ramas. En cualquier caso, de los que estaban allí… nadie tiene habilidades de Chlorokinesis- “¿¿¿¿Un demonio botánico????” Si así fuera, no dejaría de ser interesante.

Revisé un segundo la cara de Mérida, la veía extrañamente  tranquila, quizás en un dulce sueño. Su aspecto había mejorado muchísimo desde que habíamos llegado a Ouroboros, aunque no te puedes confiar. –Si tuviera que decidirse por alguno de ellos, con quién hablaría primero- Solicité la opinión de la doctora, volviendo a prestarle atención a ella, perdiendo de vista que los ojos de Mérida, por debajo de los párpados cerrados, cada vez se movían más rápido, como si quisiera decirnos algo o despertarse.


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Curación: 10 habilidad + 30 dados = 40
PS Mérida: 24+40=64

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'Curación' :

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#1 'Curación' :


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#2 'Probabilidad' :

Después de realizar las últimas curas de las incisiones sobre las que estaba trabajando la doctora Arleen no estaba segura de qué es lo que podría hacer. Todos los sistemas estaban purgados y preparados para ser conectados al cuerpo de Mérida: las pociones revitalizantes y las reabastecedoras por un lado danzan al paso del personal en el aire, aquellas para sedar también estaban listas y la esencia de díctamo estaba aplicada y haciendo efecto lentamente, curando heridas, cicatrices y quemaduras. Todo a la espera de la orden de la doctora.

Suspiro y me aparto del cuerpo de la compañera inconsciente -Ya. Yo también… No se preocupe estoy bien- Miento a la doctora. Escucho lo que me dice, lo del sacrifico y querer –No puedo evitar sentirme totalmente estúpida, y culpable a la vez. Por un lado mi razón me dice que debería haberlo superado ya hace mucho tiempo, que no me ancle al pasado. Otro lado me hace plantearme por el tiempo perdido, por lo que se podría haber sido y no fue…- Zack fue el primer Brigadista que vio morir asesinado ferozmente por Adele, de una forma casi vomitiva. Y pienso en lo joven que era, lo que podría haber alcanzado y lo idiota y impotente que me sentí ese día. Siguieron más, como Astaroth, y otras estuvieron muy cerca de cruzar el umbral. -No puedo dejar de pensar que podría haber hecho más- Miro a Mérida de soslayo y vuelvo a Arleen. Agradezco sus palabras con una sonrisa

“¿Vale la pena sacrificarse? Sí, sí claro que vale la pena.” –Solo es algo hipotético- Sonrío para intentar quitarle gravedad al asunto, nos estábamos poniendo demasiado profundas. En algún punto de la conversación la doctora dio la orden de dejar descansando a la pelirroja y que la intervención ya había acabado. Todo el trabajo debía hacerlo la propia paciente por ella misma, a excepción del demoníaco problema que teníamos entre manos. Habían mantenido los correajes por si Mérida se despertaba, mientras nosotras dos nos disponíamos a lavarnos para salir definitivamente del quirófano. Desde el otro lado del cristal observo a mi compañera y mi cara cambia totalmente de gesto -Quizás no tengamos tiempo de poder esperar a Matvey…-

Solicito que alguien me traiga todas mis cosas que se habían quedado en la otra ala del hospital después de las primeras curas a mis compañeras de cuando hemos vuelto al hospital. Rebusco entre curas, vendas, sueros y tijeras de la ropa algunos de los objetos con los que había viajado últimamente. Como no había podido pasar por el barco todavía no había dejado nada allí. No me importó manchar la mochila de sangre o la desinfección, esto era mucho más urgente que todo ello. Conseguí el objeto y lo saqué con cuidado, como si de un cristal frágil se tratara. En la sala de al lado se empezaban a escuchar gritos y órdenes para que ataran a Mérida. Alcé la vista a la doctora. Lo iba a hacer. -Estoy dispuesta a sacrificarme para salvar a mi compañera.

Cogí  la piedra de la resurrección y la activé. O se activó sola. Ni idea, pero en ese momento el velo de los muertos se abrió para dejar pasar un alma, una que hacía muchos años que perdí y de la que siquiera pude despedirme. “Poder decir ese último adiós”

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84 +10 +25= 119 PS Mérida.

¿Despierta Mérida?
Fallo: No
Éxito: Sí  -> Ups….

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#1 'Curación' :


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#2 'Probabilidad' :

La consciencia había vuelto poco a poco hacia sí misma. Pero no su consciencia real, sino la endemoniada. Todo pitaba y agobiaba un poco su sentido. Realmente estaba fatal estar en un envase humano porque eran endeble, eran débiles. Había pasado horas inconsciente en aquella camilla escuchando a todos hablar y hablar sobre ella.Hasta que pudo...Hasta que se despertó.

Al abrir los ojos la luz blanca le hizo daño en los ojos sólo por un momento. Al menos hasta que la oscuridad se abrió paso de nuevo. Los ojos de Mérida volvieron a convertirse en hoyos negros que irradiaban su oscuridad hacia el resto de su rostro. La contaminación demoníaca la poseía a un nivel profundo. Gruñó e intentó deshacerse de las amarras pero no pudo. Aún el cuerpo estaba débil, pero lo bueno de aquel envase era su poder de invocación.

Un elemental de fuego apareció  y Mérida se rió cavernosamente mientras enviaba el elemental hacia Cleopatra pues lo que estaba haciendo definitivamente no era normal y el demonio temía que la controlara. Una llamarada de fuego fue directo hacia Cleopatra con el fin de quemarla viva. La pelirroja siguió intentando soltarse de las amarras con fuerza.

AT: 30 +5 +10+29: 74 de ataque mágico a CLEO

PS Mérida:  119.
PS Elemental: 50

Me suelto de las amarras? FALLO.

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#1 'Ataque Mágico' :


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#2 'Probabilidad' :

-Una vez leí… Que realmente no se superan las pérdidas, que el dolor continúa; sólo que aprendes a vivir con ello. Entonces, Cleopatra, que sólo eso te sirva de lección para apreciar los momentos que vives ahora- Explico sonriendo con ternura. De verdad quería darle un abrazo pero no era el momento. Luego escuchó aquello de que podría haber hecho más -Todos queremos hacer más. ¿No te pasa hasta con conversaciones? Que unos días después dices…”Oh, podría haberle dicho esto”- Preguntó, sonriendo de lado. porque a ella le pasaba muy seguido. Sobretodo con sus hermanos.

Lo de hipotético no se lo creyó. Arleen no era estúpida. Tenía un par de añitos encima pero no quiso agregar nada más. Fue a asearse cuando escuchó el resto de la frase de Cleopatra y alzó la vista -Oh...Oh…. No, no, no…- Dijo cuando vio cómo el rostro de Mérida empezaba a oscurecerse. Algo en el fondo de su cuerpo se estremeció y se quitó los guantes con premura para tocar el botón de emergencia en el quirófano. Pronto varias alarmas empezaron a sonar en el hospital y la guardia de Ouroboros sería avisada. Arleen sólo podía rogar que alguien hubiese avisado a la Descendiente Sophia y también a Matvey.

Arleen no sabía que hacer. Su mente había colapsado totalmente. No recordaba nada sobre los demonios. No recordaba cómo usar su poder. No podía hacer nada más que temblar con mucha fuerza. Las palabras de Cleopatra la alertaron pero cuando volvió la vista ya se había abierto lo que sea que traía esa piedra y una extraña magia surgía. La sanadora abrió los ojos con sorpresa para luego observar al elemental atacarla sin poder hacer absolutamente nada. Congelada del miedo en el mismísimo lugar donde estaba.


Probabilidad. Su debilidad son ataques demoníacos pero el ataque es de fuego ¿Logra defender a Cleo?
Probabilidad: ¿Descubre que demonios es?

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#1 'Defensa Mágica' :


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#2 'Probabilidad' :


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#3 'Probabilidad' :

Tras la llamada de atención todos los Guardias que protegían el hospital se pusieron en acción. Sin embargo, el Teniente Royden a sabiendas de que su hermana trabajaba en el hospital también acudió. Se abrió paso entre la gente gracias a los sanadores que ya sabían cómo actuar en este tipo de casos, o al menos la mayoría sabía qué hacer según el protocolo.

Al ingresar observó, junto a sus compañeros, dos cosas muy extrañas. La primera, una muchacha usando una piedra que no reconocía y la segunda una mujer atada usando magia -¿Arleen?- Preguntó su hermano mayor mientras la cogía del hombro -¿Cuál es la si... Qué te pasa?- Preguntó frunciendo el ceño al ver su actitud. Tras él sus compañeros se ponían  a trabajar para controlar a la pelirroja.

-Esta poseída- El teniente se inclinó -¿Qué?- Arleen lo miró con ojos de profundo terror -Poseída- Cuando alzó la vista hacia sus compañeros lo entendió todo. Habían, en efecto, usado las cadenas antimagia en la mujer y el elemental de fuego había enloquecido.

El resto de sus compañeros venía detrás y cogió a uno del brazo -Alejad a la sanadora de aquí. Avisad al Descendiente Matvey de la situación, el sujeto está poseído- Miró a Arleen a los ojos y cuando volvió a mirar a su compañero se la entregaba como si se tratara de un objeto inanimado. Tras ello ingresó volvió la vista a la que estaba haciendo cosas con el ceño fruncido. A través de los cascos envió un mensaje mental a toda la Guardia para informar de la situación. Coordinó junto con su otro hermano y el resto de rangos la predisposición de la guardia sin abandonar el torneo pero atendiendo al descontrol en el hospital -Matad al elemental- Ordenó tras echar una ojeada por encima a la historia. Pirómana. Menuda ficha tenia la pelirroja en el hospital. -Hay que knoquearla. Tratemos de no deshacer lo que mi hermana ha hecho-


Teniente Royden
Guardia 1
Guardia 2

Ataque Guardia 1 y 2 a Elemental. Como Mérida está con cadenas antimagias no hay defensa. El elemental desaparece

Guardia 1: 10+ 20 = 30
Guardia 2: 20+ 20: 40
Teniente: 20+20: 40

Teniente ataca a Mérida con el fin de knoquearla.