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Recuerdo del primer mensaje :
Recepción del centro médico. Atiende exclusivamente a humanos. Si detecta a alguien de sangre mágica intentando acceder al lugar para pedir atención, avisarán a los servicios de seguridad.
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El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Como odiaba, como odiaba, como odiaba… Oh. Todo odio yo. Odio, odio, ¿No sabes lo raro que es en mi odiar? Odiar es malo y amarga. Y te salen arrugas en la frente. No odies, no. Y si lo quieres hacer asegúrate que sea a cosas que puedas destruir. Machacar. Descuartizar. Abrir en canal… Mi mente se llenaba de nefastos pensamientos tal y como correteaba los pasillos. Pero no habían ni lágrimas ni nada. Solo un extraño vacío que no sabía explicar. Había renunciado a la torre por meros sentimentalismos. Y yo no era hombre de sentimientos. Yo no era alguien para caer en esas marañas. No eran mi lugar. Mi especialización era la magia y la muerte y…
No quise refugiarme en la primera. Si no la segunda. Vlosinssrigg ardía en furia. Y por aquella ocasión estaba dispuesto a concederle un poco de diversión, pero no allí. Por eso me dediqué, apalancado, hecho un montón de harapos en las habitaciones, a escuchar cualquier cosa interesante. No quería enemistad con ellos. Tal vez ganarme su favor sería útil. Pero había un bando del cual no podía sacar nada, y contra el que me veía descargando mis frustraciones… La Alianza.
Y había una especie de robatorio contra ellos. Prometedor, con posibilidad de descuartizar a algún soldado de nuevo… Perfecto. Sabía por donde caía el hospital. Y a mi los centinelas y sus sistemas de desaparición me daban igual. Aún con rostros extrañaos, sin mediar más palabra con los cotilleantes anónimos NPCs, rasgué la realidad una vez, moviendo mi cuerpo por la herida de la dimensión que uno llamaba portal, acabando así en la entrada del hospital…
Y habían empezado la fiesta sin mi. Un soldado, un hombre explotando puertas y gritando como un animal, y la joven alada que tan poco útil resultaba sin la luz de su raza. -No sabría decir si llego en mal o buen momento…- Porque había un soldado pegando tiros. No sabía muy bien a cuento de porqué querían petar el hospital. Pero, oh, Anzus. Adivina qué, entre todas mis posibles reacciones, pude pensar. Que no me importaba un comino el contexto. El soldado estaba muy ocupado disparando y yo muy libre, tan recién llegado, en la nocturna entrada a aquel sitio de matasanos.
-Digamos que buen momento- Aún con la distancia que separaba al soldado de mi posición tenía via libre para atacar con la misma oscuridad nocturna. Condensándola en una oscura masa, como líquida, la arrojé hacia él con intención de aplastarlo contra el suelo hasta crujir algo en su interior. Me interesaba provocar una muerte al menos para tener material nigromántico. -Sinceramente no me sé ni vuestros nombres ni vuestros motivos, pero la cuestión es, ¡Os cubro!- Hasta que no apareciera la maquinaria pesada tenía libertad para cebarme.
Y si se ponía feo el asunto no había nada que me retuviera ahí. Eso desencadenó en una bonita, desagradable sonrisa en mi rostro.
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Daño al soldado: (igual me olvido algo pero bah!)
10 (dado) + 31 (daño mágico) + 10 (habilidad) + 5 (bono nocturno) = 56 a soldado darkred
No quise refugiarme en la primera. Si no la segunda. Vlosinssrigg ardía en furia. Y por aquella ocasión estaba dispuesto a concederle un poco de diversión, pero no allí. Por eso me dediqué, apalancado, hecho un montón de harapos en las habitaciones, a escuchar cualquier cosa interesante. No quería enemistad con ellos. Tal vez ganarme su favor sería útil. Pero había un bando del cual no podía sacar nada, y contra el que me veía descargando mis frustraciones… La Alianza.
Y había una especie de robatorio contra ellos. Prometedor, con posibilidad de descuartizar a algún soldado de nuevo… Perfecto. Sabía por donde caía el hospital. Y a mi los centinelas y sus sistemas de desaparición me daban igual. Aún con rostros extrañaos, sin mediar más palabra con los cotilleantes anónimos NPCs, rasgué la realidad una vez, moviendo mi cuerpo por la herida de la dimensión que uno llamaba portal, acabando así en la entrada del hospital…
Y habían empezado la fiesta sin mi. Un soldado, un hombre explotando puertas y gritando como un animal, y la joven alada que tan poco útil resultaba sin la luz de su raza. -No sabría decir si llego en mal o buen momento…- Porque había un soldado pegando tiros. No sabía muy bien a cuento de porqué querían petar el hospital. Pero, oh, Anzus. Adivina qué, entre todas mis posibles reacciones, pude pensar. Que no me importaba un comino el contexto. El soldado estaba muy ocupado disparando y yo muy libre, tan recién llegado, en la nocturna entrada a aquel sitio de matasanos.
-Digamos que buen momento- Aún con la distancia que separaba al soldado de mi posición tenía via libre para atacar con la misma oscuridad nocturna. Condensándola en una oscura masa, como líquida, la arrojé hacia él con intención de aplastarlo contra el suelo hasta crujir algo en su interior. Me interesaba provocar una muerte al menos para tener material nigromántico. -Sinceramente no me sé ni vuestros nombres ni vuestros motivos, pero la cuestión es, ¡Os cubro!- Hasta que no apareciera la maquinaria pesada tenía libertad para cebarme.
Y si se ponía feo el asunto no había nada que me retuviera ahí. Eso desencadenó en una bonita, desagradable sonrisa en mi rostro.
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Daño al soldado: (igual me olvido algo pero bah!)
10 (dado) + 31 (daño mágico) + 10 (habilidad) + 5 (bono nocturno) = 56 a soldado darkred
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El miembro 'Ilztvyll Arken'rret' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Mágico' :
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Johan nos dice que apenas salgan las chicas tenemos que sacarlas de hay lo más rápido posible y con lo que sea, yo solo asiento con la cabeza ya que no quería decir nada más. Luego veo que este andaba bastante enojado y estaba un poco preocupada, así que luego dice que paso y era por lo visto algo peor de lo que pensaba "La base puede estar en peligro, no tardaremos en irnos", eso me dejo algo paralizada. Los humanos pudieron encontrar la base de una forma y otra y de seguro tenemos que largarnos de hay para buscar una nueva base, de seguro no sera nada fácil, -Maldita sea, esos pudieron encontrar el lugar con facilidad o alguien los ayudo- eso fue lo que pensé cuando Johan nos dijo que las chicas no tardaban en salir, así que solo me mantuve alerta por si algo sucede.
Hasta que se escuchan unos disparos y Johan nos grita al suelo, pasando todo tan rápido Johan se defiende del ataque y sube a su moto en dirección al hospital, así que iba a tele transportarme cuando el muy tarado del soldado seguía disparando, mi sombra iba a salir para darle unos fuertes golpes pero otra figura aparece para frenar al soldado y cuando observo para ver quien era... -¿Enserio?- fue lo que pensé al ver aquel Drow oscuro que me cruce en la torre, pero no era momento de enojarme ya que estaba "Ayudándonos" con el soldado. -Digamos que llegaste en el momento correcto- le dije mientras corría para el hospital, pero de la nada otro disparo se escucho así que decidí mandar a mi sombra para golpearlo.
-No es de mala, pero no confió en los humanos- dije mientras mi sombra se dirigía al soldado, pero sospechaba que iban a venir más así que esta vez será más divertido el enfrentarse a estas personas de mente cerrada.
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15 (Dado) + 10 (Ataque Mágico) + 5 (Canalizador Mágico): 30 puntos de ataque.
Hasta que se escuchan unos disparos y Johan nos grita al suelo, pasando todo tan rápido Johan se defiende del ataque y sube a su moto en dirección al hospital, así que iba a tele transportarme cuando el muy tarado del soldado seguía disparando, mi sombra iba a salir para darle unos fuertes golpes pero otra figura aparece para frenar al soldado y cuando observo para ver quien era... -¿Enserio?- fue lo que pensé al ver aquel Drow oscuro que me cruce en la torre, pero no era momento de enojarme ya que estaba "Ayudándonos" con el soldado. -Digamos que llegaste en el momento correcto- le dije mientras corría para el hospital, pero de la nada otro disparo se escucho así que decidí mandar a mi sombra para golpearlo.
-No es de mala, pero no confió en los humanos- dije mientras mi sombra se dirigía al soldado, pero sospechaba que iban a venir más así que esta vez será más divertido el enfrentarse a estas personas de mente cerrada.
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15 (Dado) + 10 (Ataque Mágico) + 5 (Canalizador Mágico): 30 puntos de ataque.
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El miembro 'Bastet Abad' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Mágico' :
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Soldado Alianza Humana
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El sospechoso ser mágico esquiva mis balas, junto con sus acompañantes. Y además el muy capullo tiene una moto y se larga. El caos se desata tanto fuera como dentro del hospital. El individuo de la moto se va rápidamente hacia la puerta haciéndola explotar, iba a dirigirme hacia la entrada pero una... cosa se estampa en mi cuerpo haciendo que quedase tirado junto a una pared. Estaba oscuro, por unos momentos no sabía de donde me había venido ese extraño ataque hasta que lo oigo hablar. Definitivamente se trataba de un ataque mágico. A la misma vez dentro del hospital la megafonía está que echa chispas alertando de dos intrusas, que sin dudan debían ser humanas, sino no hubiesen entrado. Y... atando cabos quizás iban compinchadas con estos seres. Encima aterrorizado veo como una jodida sombra me golpea y quedo ya para el arrastre. Cojo rápidamente el comunicador, y alerto del ataque de criaturas mágicas para que vengan refuerzos. Todavía tirado en el suelo cojo una pequeña granada explosiva y la tiro hacia el lugar de donde venía la voz más alta. No puedo hacer mucho más, había soltado la metralleta a causa del golpe a saber donde y me era imposible levantarme. Sólo me quedaba esperar a los refuerzos.
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150 - 56 (Ilztvyll) -30 (Bastet) = 64 ps
Ataque a Ilztvyll: 20 + 10 (stats) = 30
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150 - 56 (Ilztvyll) -30 (Bastet) = 64 ps
Ataque a Ilztvyll: 20 + 10 (stats) = 30
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El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Tecnológico' :
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Mientras estamos en el forcejeo y con el tío casi apartado de la puerta el muy capullo me logra clavar algo en el cuello.
- ¡Me cago en la leche te voy a matá! - me toco el cuello pero por ahora lo único que noto es el dolor del pinchazo, mientras veo enfurecida como el médico se va por patas. Vanessa entonces me pregunta como estoy, pero por la tensión del momento le respondo con un tono bastante antipático. - Estoy bien, vamos.
Ya veremos luego qué clase de mierda me metió, ahora lo único que quería era salir y mandar las cápsulas a la base. En la entrada el caos es mayor, tomada por la muñeca por Vanessa nos abrimos pasos entre la gente. Bendito Johan, había volado la puerta del hospital Mucho mejor pues como si fuera una humana asustada más corro hacia los callejones, no aquel en el que estaba antes, sino más lejos pero también paralelos. Me gustaría tomar más detalle de lo que Johan está haciendo, si han venido más refuerzos desde la base, pero un extraño embotamiento comienza a aparecer en mi cabeza como una mala borrachera, para cuando me adentro lo suficiente en el callejón me tengo que apoyar en la pared. El muy jodido me tuvo que inyectar algún tipo de sedante y aunque no parece muy fuerte, lo es lo suficiente como para quedarme allí con el cuello apoyado en la pared, sin reflejos y con un retardo que ni el peor vodka me hubiese hecho. Incluso creo que he perdido a Vanessa. Antes de cerrar mis párpados, lo último que puedo hacer ayudándome de la poca fuerza que me queda en el brazo es coger la moneda y escribir a Johan casi sin mirar, ''revcogerdme jogder''.
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Me quedo sopa.
- ¡Me cago en la leche te voy a matá! - me toco el cuello pero por ahora lo único que noto es el dolor del pinchazo, mientras veo enfurecida como el médico se va por patas. Vanessa entonces me pregunta como estoy, pero por la tensión del momento le respondo con un tono bastante antipático. - Estoy bien, vamos.
Ya veremos luego qué clase de mierda me metió, ahora lo único que quería era salir y mandar las cápsulas a la base. En la entrada el caos es mayor, tomada por la muñeca por Vanessa nos abrimos pasos entre la gente. Bendito Johan, había volado la puerta del hospital Mucho mejor pues como si fuera una humana asustada más corro hacia los callejones, no aquel en el que estaba antes, sino más lejos pero también paralelos. Me gustaría tomar más detalle de lo que Johan está haciendo, si han venido más refuerzos desde la base, pero un extraño embotamiento comienza a aparecer en mi cabeza como una mala borrachera, para cuando me adentro lo suficiente en el callejón me tengo que apoyar en la pared. El muy jodido me tuvo que inyectar algún tipo de sedante y aunque no parece muy fuerte, lo es lo suficiente como para quedarme allí con el cuello apoyado en la pared, sin reflejos y con un retardo que ni el peor vodka me hubiese hecho. Incluso creo que he perdido a Vanessa. Antes de cerrar mis párpados, lo último que puedo hacer ayudándome de la poca fuerza que me queda en el brazo es coger la moneda y escribir a Johan casi sin mirar, ''revcogerdme jogder''.
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Me quedo sopa.
Harley Demontea
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Johan le devolvió el saludo a Harley, quien esbozo media sonrisa y sacó la mano izquierda de uno de los bolsillos rojos para después apoyar su peso sobre esa misma pierna. A las palabras de Johan, Harley asintió sin más, ya estaba preparada para ello, era una misión después de todo; miró entonces de reojo a la chica que estaba a un lado de ella, al principio y por la oscuridad no había distinguido bien su sexo, pero después de una mirada de pies a cabeza discreta, pudo decir que era una chica con seguridad. Escuchó entonces las palabras de Johan y volvió a meter su mano en el bolsillo, ahora que lo pensaba, jamás se enteró de quien la llevó a la base, cuando despertó, simplemente se encontró sola en la enfermería. “No iras a contarle todo ¿o sí? ” le preguntó Mebael con un aire un poco mundano “¿Qué otra opción tengo?” le contestó con el mismo tono la humana.
–Fue hace cuatro años ya, no sé quién me llevó a la base, tuve un accidente antes de entrar… quedé desmayada en alguna parte de la ciudad y alguien de los renegados me encontró…– comenzó a decir mientras que lo miraba fijamente –He llevado suministros de comida y medicinas por mi cuenta a la base y a veces simplemente hago guardia en las afueras de Bastion Hollow… Ah Mebael, la he tenido dentro de mi desde que tengo memoria… lo siento si ha causado algún mal antes– dijo entonces con el tono más solemne que pudo encontrar y sin dejar de mirar al líder, francamente, sea quien fuere que la llevara a la base estaba en deuda con aquella persona, le debía la vida; si no la hubiera llevado y atendido, ahora estaría muerta o en manos de la Alianza Humana "Bueno eso fue bastante más resumido de lo que esperaba" le hizo saber Mebael casi en el mismo momento en el que terminó de decir todo aquello, “No te va a gustar lo que hay a una cuadra de acá… Alianza” le dijo casi con tono impactado Mebael, como si lo hubiera invocado tan solo pensando en ello.
Enseguida Harley se puso en guardia activando la profase de Mebael y dejando que sus ojos cambiaran de color de nuevo mientras que volteaba la cabeza bruscamente hacia el lugar al que el demonio le había señalado, pero antes de poder gritar o decir algo a los dos que estaban con ella, las balas se soltaron y Johan dio la orden de agacharse, lo cual hizo sin rechistar.
Además como si algo le faltara al pastel, la alarma del hospital comenzó a sonar, la misión se había ido por el caño “¡Mierda!” maldijo para sí misma Harley “Oye tranquila, solo es un soldado, no hay de qué preocuparse, anuquen déjame decirte que viene alguien conocido también” le dijo Mebael mientras que sonreía de modo escalofriante, toda aquella sensación se le estaba traspasando a Harley, aunque francamente ella no se dejaba manipular demasiado por las emociones contraproducentes de la demonio, sin embargo, la excitación del momento lo ameritaba, y bastante. Johan dio la orden de ir al hospital entonces, subió a su moto y como alma que lleva el viento, con un rechinido de la goma contra el suelo, arrancó y fue contra las puertas principales del hospital, esto hizo que Harley ensanchara su sonrisa mientras que iba poniéndose de pie rápidamente.
En efecto, había una persona que había visto una vez, el mismo Drow medio extraño de la enfermería; este atacó al soldado soltando una especie de nigromancia que ciertamente si tuvo efecto, el siguiente ataque fue de parte de la chica, Harley ve algo impresionada como su sombra actúa por sí misma, pero ella no se iba a quedar atrás, corre rápidamente cerca de todo aquel espectáculo en el preciso momento en el que el soldado aquel lanza una granada hacia el Drow. “Aquí vamos con tu acto de rescate ¿me pregunto si en vez de quitarle la granada la apresuraras contra su cara? ” preguntó Mebael con cierto aire de desprecio, pero Harley no le hizo caso algo, ni se molestó en escucharla de hecho.
Levantando una mano en dirección a la granada; hizo un gesto como de tomarla en el aire aunque estaba bastante lejos de esta y ya con el puño cerrado, hizo como si la lanzara hacia arriba, inmediatamente, la granada salió disparada hacia el cielo, explotando sobre la cabeza del Drow y el soldado; enseguida de esto Harley cerró los ojos y buscó entre la plasta negra que cubría al humano, buscó por toda su armadura hasta dar con el comunicador, abrió los ojos de nuevo y levantó su otra mano, al cerrarla, el crack del comunicador aplastado de escuchó “Eso sirvió de poco, sin embargo, los refuerzos ya vienen” le dijo Mebael desde dentro, sin la más mínima emoción en el tono. –
Debemos irnos, vienen refuerzos…
Sea como fuere, si ellos no se iban primero, Harley no se quedaría a ver qué iba a pasar.
–Fue hace cuatro años ya, no sé quién me llevó a la base, tuve un accidente antes de entrar… quedé desmayada en alguna parte de la ciudad y alguien de los renegados me encontró…– comenzó a decir mientras que lo miraba fijamente –He llevado suministros de comida y medicinas por mi cuenta a la base y a veces simplemente hago guardia en las afueras de Bastion Hollow… Ah Mebael, la he tenido dentro de mi desde que tengo memoria… lo siento si ha causado algún mal antes– dijo entonces con el tono más solemne que pudo encontrar y sin dejar de mirar al líder, francamente, sea quien fuere que la llevara a la base estaba en deuda con aquella persona, le debía la vida; si no la hubiera llevado y atendido, ahora estaría muerta o en manos de la Alianza Humana "Bueno eso fue bastante más resumido de lo que esperaba" le hizo saber Mebael casi en el mismo momento en el que terminó de decir todo aquello, “No te va a gustar lo que hay a una cuadra de acá… Alianza” le dijo casi con tono impactado Mebael, como si lo hubiera invocado tan solo pensando en ello.
Enseguida Harley se puso en guardia activando la profase de Mebael y dejando que sus ojos cambiaran de color de nuevo mientras que volteaba la cabeza bruscamente hacia el lugar al que el demonio le había señalado, pero antes de poder gritar o decir algo a los dos que estaban con ella, las balas se soltaron y Johan dio la orden de agacharse, lo cual hizo sin rechistar.
Además como si algo le faltara al pastel, la alarma del hospital comenzó a sonar, la misión se había ido por el caño “¡Mierda!” maldijo para sí misma Harley “Oye tranquila, solo es un soldado, no hay de qué preocuparse, anuquen déjame decirte que viene alguien conocido también” le dijo Mebael mientras que sonreía de modo escalofriante, toda aquella sensación se le estaba traspasando a Harley, aunque francamente ella no se dejaba manipular demasiado por las emociones contraproducentes de la demonio, sin embargo, la excitación del momento lo ameritaba, y bastante. Johan dio la orden de ir al hospital entonces, subió a su moto y como alma que lleva el viento, con un rechinido de la goma contra el suelo, arrancó y fue contra las puertas principales del hospital, esto hizo que Harley ensanchara su sonrisa mientras que iba poniéndose de pie rápidamente.
En efecto, había una persona que había visto una vez, el mismo Drow medio extraño de la enfermería; este atacó al soldado soltando una especie de nigromancia que ciertamente si tuvo efecto, el siguiente ataque fue de parte de la chica, Harley ve algo impresionada como su sombra actúa por sí misma, pero ella no se iba a quedar atrás, corre rápidamente cerca de todo aquel espectáculo en el preciso momento en el que el soldado aquel lanza una granada hacia el Drow. “Aquí vamos con tu acto de rescate ¿me pregunto si en vez de quitarle la granada la apresuraras contra su cara? ” preguntó Mebael con cierto aire de desprecio, pero Harley no le hizo caso algo, ni se molestó en escucharla de hecho.
Levantando una mano en dirección a la granada; hizo un gesto como de tomarla en el aire aunque estaba bastante lejos de esta y ya con el puño cerrado, hizo como si la lanzara hacia arriba, inmediatamente, la granada salió disparada hacia el cielo, explotando sobre la cabeza del Drow y el soldado; enseguida de esto Harley cerró los ojos y buscó entre la plasta negra que cubría al humano, buscó por toda su armadura hasta dar con el comunicador, abrió los ojos de nuevo y levantó su otra mano, al cerrarla, el crack del comunicador aplastado de escuchó “Eso sirvió de poco, sin embargo, los refuerzos ya vienen” le dijo Mebael desde dentro, sin la más mínima emoción en el tono. –
Debemos irnos, vienen refuerzos…
Sea como fuere, si ellos no se iban primero, Harley no se quedaría a ver qué iba a pasar.
Scar contesta no muy alegre, lo que entiendo dada la situación, no le digo nada más y salimos del hospital aprovechando la distracción de fuera. Entre el estruendo y las personas que corren asustadas suelto a mi compañera, alejándonos la una de la otra. Busco con la mirada a Johan o alguien conocido, entonces vislumbro unos reflejos azulados, es la chica que nos ayudó en la base cuando volvimos del ataque a la Alianza, no recuerdo su nombre.
-¡Eeeh! ¡Estamos aquí, necesitamos ayuda!
En el tiempo que he tardado en pararme a buscar y pedirle a Bastet que me siga Scar ya está escondida en algún lugar de los alrededores, corro por la calle buscando el callejón en el que empezamos, pero no está. Un poco nerviosa por si la inyección le está haciendo algo feo me muevo rápido entre las callejuelas, encontrándola ya en el suelo con los ojos cerrados, moneda en mano.
-Scar...
Me arrodillo a su lado y busco el pulso en su cuello, respirando un poco más tranquila cuando compruebo que su corazón aún late. No significa que esté bien, pero es algo. Tenemos que llevarla con Johan, necesitamos desaparecer de aquí y sacarle lo que sea que el idiota ese le haya inyectado.
-¡Eeeh! ¡Estamos aquí, necesitamos ayuda!
En el tiempo que he tardado en pararme a buscar y pedirle a Bastet que me siga Scar ya está escondida en algún lugar de los alrededores, corro por la calle buscando el callejón en el que empezamos, pero no está. Un poco nerviosa por si la inyección le está haciendo algo feo me muevo rápido entre las callejuelas, encontrándola ya en el suelo con los ojos cerrados, moneda en mano.
-Scar...
Me arrodillo a su lado y busco el pulso en su cuello, respirando un poco más tranquila cuando compruebo que su corazón aún late. No significa que esté bien, pero es algo. Tenemos que llevarla con Johan, necesitamos desaparecer de aquí y sacarle lo que sea que el idiota ese le haya inyectado.
Las explicaciones de Harley habían tenido que esperar, pero al menos ya sé algo más al respecto. Espero que en algún momento tengamos una tercera ocasión para poder hablar con calma, que parece que siempre tiene que pasar algo cuando intentamos conversar. Una cosa si está clara, los que reclutan deberían tener más cuidado con quienes meten. Incluso los que socorren, como el caso de Chloe. No debería haber hecho nada de eso sin consultar, y lo peor es que no creo que tenga el sentido común para entenderlo. Ahora no hay ni un instante para hacer algo más que no sea acabar la misión, y tanto Bastet como Harley se implican por completo en ella, siguiéndome hasta la puerta del hospital.
Caos y más caos contra la puerta, era el plan kamikaze que tocaba ahora. Hay que atraer la atención aquí a toda costa, para que tengan la oportunidad de salir. Un cuarto atacante se une a nosotros contra el soldado, sin conocernos de nada se pone a atacar al soldado. El caso es que me suena un poco la cara del tipo en cuestión, pero ahora mismo, con todo el caos reinante, no termino de identificarlo. Alzo la voz desde mi posición, todavía montado en la moto de la que no me he bajado desde que me alejé del callejón en dirección al hospital. - ¡Se agradece! y esto será rápido...escapa en cuanto puedas- más nos vale que sea rápido. Concentro una bola de energía en la palma de la mano, lanzándola en forma de ráfaga cortante contra el soldado que antes nos disparó.
Estoy también pendiente de la moneda y de si las veo salir, recibiendo un mensaje de Scar mal escrito en el que pide que las recoja. Por ahora sólo sale gente desconocida, corriendo y gritando por todos lados, pero ninguna de las caras me interesa. Tras unos agobiantes minutos identifico a Vanessa, gritando y diciendo que están ahí. Arranco y la sigo para ver hacia dónde se aleja, llegando así hasta el callejón en el que encontramos tirada a Scar. - Mierda... ¿qué le han hecho? - pregunto a Vanessa mientras me bajo de la moto para comprobar el estado de la morena. Aparentemente no está herida, pero no reacciona ni a unas cuantas sacudidas. La recojo del suelo, alzándola en brazos para ir de nuevo hacia la moto, colocándola delante de mí. Después le pido a Vanessa que se monte detrás. - Voy a llevaros de inmediato a la base, ahora vuelvo a por las demás. - en cuanto ella se monta arranco de nuevo, conduciendo hacia donde están Harley y Bastet, a las que aviso de que las he encontrado, en un tono lo suficientemente alto para que ambas puedan escucharme, pero no a gritos. - Las dejo en la base y regreso. Le han hecho algo a Scar. Huid de aquí ya mismo, aprovechad la confusión para escabulliros, enseguida vendré a recogeros. Mandadme un mensaje de dónde estáis y os busco. - dicho esto pego un giro de 180º, dando así la vuelta para alejarme por una de las calles menos concurridas. En cuanto tengo la oportunidad activo el sistema de vuelo e invisibilidad de la moto, abandonando Londres en dirección a Bastion.
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ataque a soldado darkred:
10 dado + 10 por usar habilidad de ficha + 20 de stats de ataque mágico= 40 de daño a darkred
Caos y más caos contra la puerta, era el plan kamikaze que tocaba ahora. Hay que atraer la atención aquí a toda costa, para que tengan la oportunidad de salir. Un cuarto atacante se une a nosotros contra el soldado, sin conocernos de nada se pone a atacar al soldado. El caso es que me suena un poco la cara del tipo en cuestión, pero ahora mismo, con todo el caos reinante, no termino de identificarlo. Alzo la voz desde mi posición, todavía montado en la moto de la que no me he bajado desde que me alejé del callejón en dirección al hospital. - ¡Se agradece! y esto será rápido...escapa en cuanto puedas- más nos vale que sea rápido. Concentro una bola de energía en la palma de la mano, lanzándola en forma de ráfaga cortante contra el soldado que antes nos disparó.
Estoy también pendiente de la moneda y de si las veo salir, recibiendo un mensaje de Scar mal escrito en el que pide que las recoja. Por ahora sólo sale gente desconocida, corriendo y gritando por todos lados, pero ninguna de las caras me interesa. Tras unos agobiantes minutos identifico a Vanessa, gritando y diciendo que están ahí. Arranco y la sigo para ver hacia dónde se aleja, llegando así hasta el callejón en el que encontramos tirada a Scar. - Mierda... ¿qué le han hecho? - pregunto a Vanessa mientras me bajo de la moto para comprobar el estado de la morena. Aparentemente no está herida, pero no reacciona ni a unas cuantas sacudidas. La recojo del suelo, alzándola en brazos para ir de nuevo hacia la moto, colocándola delante de mí. Después le pido a Vanessa que se monte detrás. - Voy a llevaros de inmediato a la base, ahora vuelvo a por las demás. - en cuanto ella se monta arranco de nuevo, conduciendo hacia donde están Harley y Bastet, a las que aviso de que las he encontrado, en un tono lo suficientemente alto para que ambas puedan escucharme, pero no a gritos. - Las dejo en la base y regreso. Le han hecho algo a Scar. Huid de aquí ya mismo, aprovechad la confusión para escabulliros, enseguida vendré a recogeros. Mandadme un mensaje de dónde estáis y os busco. - dicho esto pego un giro de 180º, dando así la vuelta para alejarme por una de las calles menos concurridas. En cuanto tengo la oportunidad activo el sistema de vuelo e invisibilidad de la moto, abandonando Londres en dirección a Bastion.
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ataque a soldado darkred:
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El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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'Ataque Mágico' :
Ataque y defeeensaaa
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El miembro 'Ilztvyll Arken'rret' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Mágico' :
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#2 'Defensa Mágica' :
#1 'Ataque Mágico' :
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#2 'Defensa Mágica' :
Bonito caos. Aquello era un bonito caos, de esos que a mi me gustaban. En la escena había un montón de gente: Desde la inútil alada que había visto en torre, que seguramente no le gustara mi presencia -aunque me respondió que estaba en el momento correcto-, a la… Demonio de la enfermería. La cual fue algo más antipática y no habló mucho, pero si que hizo una buena labor en… ¿Apartarme la granada de la cara, para que me explotara encima? Espera, eso no iba a funcionar. Me cubrí rápidamente con la oscuridad del entorno. Que fuera un acto apresurado hizo algo despreciable la defensa, pero suficiente como para no tomar daño.
-¿No se os da bien a los demonios lo de salvar el día, no?- No era burlesco. Solamente me apetecía decir que ya sabía qué era. Los nigromantes, Anzus, somos buenos en eso de… Saber quién tiene un bicho del averno en el cuerpo. Aunque ella insistía que venían refuerzos y eso no era nada despreciable. -Oh, es fácil irse de un lado a otro. Pero es que… ¿No vamos a dejar un trabajo a medias, no?
La sombra de la alada atacó al soldado. En aquel momento salió una chavala más, que pedía ayuda. Y un muy caballeroso Johan colaboró con ello. Después de pedirnos que escapara y agradecer mi muy conveniente ayuda. -Las alejaré de aquí, a las chavalas. Parece que… Eh.- Que la otra debía estar herida o algo. Ya se la llevarian con su mágica desaparición donde fuera. Atacó con energía al soldado… Y ya estaba en el punto perfecto.
Pasó el hombre de nuevo con la moto, con una inconsciente, diciendo que regresaría a la base. Que volvería. -Espero que alguna de vosotras tenga forma de comunicarse…- Miré a Harley y Bastet, encogiéndome de hombros. Ya era confusa la situación. Salía gente del hospital gritando y… Y todo estaba tan confuso. Un único inferi haría poco, pero aún podría llevarme alguno más por delante. Aunque claro. Aún me faltaba el material…
Me acerqué casi con gracia al soldado, con guadaña en mano. Pero no. El guadañazo no. Cortarle la cabeza sería fácil, y sin embargo, poco conveniente… -Bueno, bueno. Parece que es lo que estos llaman “game over”, ¿No? No te preocupes, cielo, no te preocupes, aún hay… Hay mucho que hacer…- Me agaché a su lado. Distancia prudente. -Algún día encontraré algo mejor con vosotros. Buenas noches, saluda a la muerte de mi parte. Dile que es una zorra.- Y extendiendo el brazo hecho de oscuridad, lo convertí en varias puas instantáneamente, que se clavaron a toda velocidad por distintas partes de su cuerpo, por donde la protección lo dejaba vulnerable. Era una muerte piadosa y rápida.
Pero tenía otros planes para él. -Sé amable y, lévantate de nuevo…- La mano de carne y hueso brillando con muy nigrománticos poderes -¡Pues esa es tu maldición!- Un cuerpo animado. Movimientos en lo que era un cadáver. Y muy pronto de pie. Escaso era el raciocinio de un inferi, pero suficiente como para atacar brutalmente a pobres enfermos y asustados que salían del hospital. Miré a Bastet y a Harley. Igual a la primera no le gustaría mucho lo de que jugara con muertos. -Querida alada, ¿No sería usted tan amable de llevar a la otra chavala al tejado? Vamos a esperar a señor Johan en las alturas. No les dará tiempo de alcanzarnos. ¡Sígueme!- Con un tono casi provocativo, una sonrisa entre burlona y encantadora.
Y sin entretenerme más salté, impulsándome para levitar hasta un edificio con una pecularimente alta antena en la que aterricé. No debía ser difícil seguirme para alguien con alas. Y si no lo hacían me iría yo solito, que también podía hacerlo.
-¿No se os da bien a los demonios lo de salvar el día, no?- No era burlesco. Solamente me apetecía decir que ya sabía qué era. Los nigromantes, Anzus, somos buenos en eso de… Saber quién tiene un bicho del averno en el cuerpo. Aunque ella insistía que venían refuerzos y eso no era nada despreciable. -Oh, es fácil irse de un lado a otro. Pero es que… ¿No vamos a dejar un trabajo a medias, no?
La sombra de la alada atacó al soldado. En aquel momento salió una chavala más, que pedía ayuda. Y un muy caballeroso Johan colaboró con ello. Después de pedirnos que escapara y agradecer mi muy conveniente ayuda. -Las alejaré de aquí, a las chavalas. Parece que… Eh.- Que la otra debía estar herida o algo. Ya se la llevarian con su mágica desaparición donde fuera. Atacó con energía al soldado… Y ya estaba en el punto perfecto.
Pasó el hombre de nuevo con la moto, con una inconsciente, diciendo que regresaría a la base. Que volvería. -Espero que alguna de vosotras tenga forma de comunicarse…- Miré a Harley y Bastet, encogiéndome de hombros. Ya era confusa la situación. Salía gente del hospital gritando y… Y todo estaba tan confuso. Un único inferi haría poco, pero aún podría llevarme alguno más por delante. Aunque claro. Aún me faltaba el material…
Me acerqué casi con gracia al soldado, con guadaña en mano. Pero no. El guadañazo no. Cortarle la cabeza sería fácil, y sin embargo, poco conveniente… -Bueno, bueno. Parece que es lo que estos llaman “game over”, ¿No? No te preocupes, cielo, no te preocupes, aún hay… Hay mucho que hacer…- Me agaché a su lado. Distancia prudente. -Algún día encontraré algo mejor con vosotros. Buenas noches, saluda a la muerte de mi parte. Dile que es una zorra.- Y extendiendo el brazo hecho de oscuridad, lo convertí en varias puas instantáneamente, que se clavaron a toda velocidad por distintas partes de su cuerpo, por donde la protección lo dejaba vulnerable. Era una muerte piadosa y rápida.
Pero tenía otros planes para él. -Sé amable y, lévantate de nuevo…- La mano de carne y hueso brillando con muy nigrománticos poderes -¡Pues esa es tu maldición!- Un cuerpo animado. Movimientos en lo que era un cadáver. Y muy pronto de pie. Escaso era el raciocinio de un inferi, pero suficiente como para atacar brutalmente a pobres enfermos y asustados que salían del hospital. Miré a Bastet y a Harley. Igual a la primera no le gustaría mucho lo de que jugara con muertos. -Querida alada, ¿No sería usted tan amable de llevar a la otra chavala al tejado? Vamos a esperar a señor Johan en las alturas. No les dará tiempo de alcanzarnos. ¡Sígueme!- Con un tono casi provocativo, una sonrisa entre burlona y encantadora.
Y sin entretenerme más salté, impulsándome para levitar hasta un edificio con una pecularimente alta antena en la que aterricé. No debía ser difícil seguirme para alguien con alas. Y si no lo hacían me iría yo solito, que también podía hacerlo.
-Golpear a los humanos me levanta el animo- dijo mi sombra entre risas bien tétricas, ella sabía bien lo que los humanos me habían hecho antes y esta los quiere ver muertos, yo por ver a mi padre sin magia y todo herido me habían sacado odio, así que en algo estábamos casi de acuerdo. Harley tira una granada que iba dirigida al Drow para el cielo, explotando por suerte allí, y este luego se dirige a ella, -"Así que por eso mi sombra no quería que me acercara, tiene un demonio"- pensé al instante que escuche al drow decir demonio para luego escuchar y ver a la joven romper un comunicador o lo que sea que uso el soldado para pedir refuerzos. -Que tentador continuar con el trabajo- dijo al escuchar la pregunta de Ilzt, enserio que esta tiene ganas de matar y correr felizmente entre los cuerpos destruidos, pero la tuve que frenar ya que si esta se volvía loca no la frenaría nada ni nadie después.
Luego sale una joven del hospital pidiendo ayuda, y al verla tan destartalada me imagine que le inyectaron algún sedante o algo para dormirle el cuerpo, para luego ver a Johan y a otra más correr en su ayuda, sin antes decirnos que las llevará a la base y luego vendrá por nosotros. Ilzt dijo que esperaba que tuviéramos alguna forma de comunicarnos con él, -Yo ojala, tengo que conseguir esa moneda que usan ellos...- dije mientras miraba de reojo a Harley pensando que ella tal vez tendría uno.
Luego de mi respuesta este se dirige al soldado con su guadaña en mano, suponía que le iba a cortar la cabeza o algo, pero no, se agacho para decirle algo. Para luego ver como le hacía algo al soldado y luego pedirle que se levante, así que solo mire a mi sombra que estaba atenta a cualquier ataque que podría venir pronto, solté un pequeño suspiro para mirar un poco el cielo nocturno. -"Tan bello como siempre"- pensaba al tratar de perderme entre las estrellas y la oscuridad pero luego Ilzt se dirigió, a mi con un tono casi provocativo, una sonrisa entre burlona y encantadora, -Que amable cariño- le respondo en el mismo tono que él se dirigió a mi -Si me lo pides de esa forma, señorita...- agregue antes de mirar a Harley y tomarla entre los brazos para llevarla aun edificio bastante alto al cual Ilzt subió también así esperábamos a Johan y, de seguro, ver todo el caos que se había ocasionado gracias al recién muerto soldado.
-Que noche tan extraña- dije entre murmuros mientras observaba como a lo lejos aparecían los refuerzos, observo a Ilzt. -Si quieren los puedo llevar a ambos a la base, porque hasta que llegue Johan...- hice una pausa para dejar escapar una sonrisa, ademas me dirigí de forma amable a ambos. -Hacía cuanto que no te veía así- agrego mi sombra mientras se ponía al lado mio para que la vuelva a colocar a en su lugar.
-"Espero que este estado mio de bipolaridad dure poco."-
Luego sale una joven del hospital pidiendo ayuda, y al verla tan destartalada me imagine que le inyectaron algún sedante o algo para dormirle el cuerpo, para luego ver a Johan y a otra más correr en su ayuda, sin antes decirnos que las llevará a la base y luego vendrá por nosotros. Ilzt dijo que esperaba que tuviéramos alguna forma de comunicarnos con él, -Yo ojala, tengo que conseguir esa moneda que usan ellos...- dije mientras miraba de reojo a Harley pensando que ella tal vez tendría uno.
Luego de mi respuesta este se dirige al soldado con su guadaña en mano, suponía que le iba a cortar la cabeza o algo, pero no, se agacho para decirle algo. Para luego ver como le hacía algo al soldado y luego pedirle que se levante, así que solo mire a mi sombra que estaba atenta a cualquier ataque que podría venir pronto, solté un pequeño suspiro para mirar un poco el cielo nocturno. -"Tan bello como siempre"- pensaba al tratar de perderme entre las estrellas y la oscuridad pero luego Ilzt se dirigió, a mi con un tono casi provocativo, una sonrisa entre burlona y encantadora, -Que amable cariño- le respondo en el mismo tono que él se dirigió a mi -Si me lo pides de esa forma, señorita...- agregue antes de mirar a Harley y tomarla entre los brazos para llevarla aun edificio bastante alto al cual Ilzt subió también así esperábamos a Johan y, de seguro, ver todo el caos que se había ocasionado gracias al recién muerto soldado.
-Que noche tan extraña- dije entre murmuros mientras observaba como a lo lejos aparecían los refuerzos, observo a Ilzt. -Si quieren los puedo llevar a ambos a la base, porque hasta que llegue Johan...- hice una pausa para dejar escapar una sonrisa, ademas me dirigí de forma amable a ambos. -Hacía cuanto que no te veía así- agrego mi sombra mientras se ponía al lado mio para que la vuelva a colocar a en su lugar.
-"Espero que este estado mio de bipolaridad dure poco."-
Harley Demontea
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Nacionalidad
Todo estaba siendo un tremendo caos, en cuanto la explosión resonó, la gente comenzó a salir del hospital corriendo desesperada como si un meteorito se acercara a ellos a toda velocidad amenazando con aplastarlos “Cambiemos un rato…” le dijo Mebael desde dentro a Harley, y antes de que ella pudiera hacer o decir nada, la demonio ya había tomado control total de su cuerpo “¡Oye, no puede ser que siempre hagas lo que te da la gana!” le dijo gritándole, daba la casualidad que por fuera mantenía seriedad, pero cuando Mebael cambiaba con ella podía actuar como quisiera; como ella era verdaderamente. Escuchó entonces el comentario del elfo hacia ella – Bueno, los demonios no son héroes– dijo Mebael con una sonrisa de sarcasmo bien puesta en el rostro, aunque sus ojos no sonreían para nada.
– Eso no sería lo correcto– dijo entonces a la siguiente expresión del elfo oscuro, aun sonriendo de oreja a oreja, pero no tan excitada como antes, ya que toda la diversión se vio prontamente dispersa, el Drow había acaparado todo y el pre remate lo había hecho la mujer alada que tanta curiosidad le daba, por un momento incluso tenía planeado acercarse a ella para preguntar por sus alas “Oye, ¿en serio estás tan interesada en ella?” le preguntó Harley con el ceño fruncido por dentro “Es un espécimen bastante raro, como dije, hace mucho que no veía uno” le contestó esta con algo de indiferencia borrando la sonrisa del rostro de Harley y metiendo las manos en las bolsas para observas todo lo que hacían después; “Nigromancia…” le dijo Mebael a Harley desde adentro, algo perturbada aunque por su puesto no lo mostró en el rostro de su recipiente.
Observó atenta como el cadáver se levantaba a órdenes del Drow y por un momento tuvo miedo de lo que pudiera saber aquel tipo, si podía hacer aquello no le sorprendería que fuera bastante poderoso, sin embargo, no creía que fuera lo suficientemente viejo como para saber, o recordar su nombre. En cuanto el Drow le pidió a la chica que subiera a Harley a la azotea esta hizo una mueca de irritación, pero Mebael compuso de nuevo una sonrisa irónica poniéndole un alto con su mano a la alada – Soy capaz de subir sola–, le dijo, y sin esperar respuesta alguna convocó a los vientos, que llegaron a ella en un santiamén, el aire nocturno se acumuló suavemente a su alrededor hasta hacerse un torbellino, rápidamente y dejando de dar vueltas, el aire fluyó hacia abajo rápidamente elevando el cuerpo de Harley hacia la azotea del hospital y en cuanto este dejó de soplar, el recipiente cayó en picada estando aún en la posición de antes, aunque al llegar casi al suelo, el aire creo una especie de colchón y la hiso aterrizar suavemente sobre el cemento.
Mebael volteo a ver a los otros pues uno había levitado hacia el edificio y la otra simplemente había utilizado sus alas. “Bueno, si es con el mismo método que antes…” dijo Harley por dentro sin poder contener su inconformidad, pero Mebael movió la cabeza en señal de negación discreta “Ay un dispositivo aquí en el hospital que no me permite usar la teletrasportación…” le dijo, era la primera vez que Harley sentía a Mebael tomar tantas medidas, sabía que estaba teniendo cuidado con algo, pero no veía por ningún lado la razón…
– Eso no sería lo correcto– dijo entonces a la siguiente expresión del elfo oscuro, aun sonriendo de oreja a oreja, pero no tan excitada como antes, ya que toda la diversión se vio prontamente dispersa, el Drow había acaparado todo y el pre remate lo había hecho la mujer alada que tanta curiosidad le daba, por un momento incluso tenía planeado acercarse a ella para preguntar por sus alas “Oye, ¿en serio estás tan interesada en ella?” le preguntó Harley con el ceño fruncido por dentro “Es un espécimen bastante raro, como dije, hace mucho que no veía uno” le contestó esta con algo de indiferencia borrando la sonrisa del rostro de Harley y metiendo las manos en las bolsas para observas todo lo que hacían después; “Nigromancia…” le dijo Mebael a Harley desde adentro, algo perturbada aunque por su puesto no lo mostró en el rostro de su recipiente.
Observó atenta como el cadáver se levantaba a órdenes del Drow y por un momento tuvo miedo de lo que pudiera saber aquel tipo, si podía hacer aquello no le sorprendería que fuera bastante poderoso, sin embargo, no creía que fuera lo suficientemente viejo como para saber, o recordar su nombre. En cuanto el Drow le pidió a la chica que subiera a Harley a la azotea esta hizo una mueca de irritación, pero Mebael compuso de nuevo una sonrisa irónica poniéndole un alto con su mano a la alada – Soy capaz de subir sola–, le dijo, y sin esperar respuesta alguna convocó a los vientos, que llegaron a ella en un santiamén, el aire nocturno se acumuló suavemente a su alrededor hasta hacerse un torbellino, rápidamente y dejando de dar vueltas, el aire fluyó hacia abajo rápidamente elevando el cuerpo de Harley hacia la azotea del hospital y en cuanto este dejó de soplar, el recipiente cayó en picada estando aún en la posición de antes, aunque al llegar casi al suelo, el aire creo una especie de colchón y la hiso aterrizar suavemente sobre el cemento.
Mebael volteo a ver a los otros pues uno había levitado hacia el edificio y la otra simplemente había utilizado sus alas. “Bueno, si es con el mismo método que antes…” dijo Harley por dentro sin poder contener su inconformidad, pero Mebael movió la cabeza en señal de negación discreta “Ay un dispositivo aquí en el hospital que no me permite usar la teletrasportación…” le dijo, era la primera vez que Harley sentía a Mebael tomar tantas medidas, sabía que estaba teniendo cuidado con algo, pero no veía por ningún lado la razón…
- off:
- Bastet, siento no seguir lo que pusiste en el rol pero es que cargarla iba en contra de los principios del pj xD perdón u.u
Mis sospechas sobre la naturaleza de la mujer quedaron finalmente desveladas. Que los demonios no eran héroes.
-Bueno, es una mera generalización. Los demonios sois… Cuanto menos, curiosos. Pero oh… Ya hay otros nigromantes muy puestos a estudiaros. Creo firmemente que los debe de haber bondadosos, de la misma forma que los hay de mi raza.- Algunos hablaban que los elfos oscuros no eran más que el producto de demasiados pactos con demonios. Y muchos eran conocidos por servirlos a cambio de poder. No eran comunes los que dejaban sus cuerpos a la merced de estos, sin embargo. No eran tan estúpidos como los humanos. En su lugar había algunos que concebían hijos con seres del averno. Me dijiste que tenías un conocido que sabía algo de todo eso, Anzus.
Bastet se preocupaba de cosas más mundanas. La moneda. -Nos sería conveniente, pero… Cielo, ¿No tendrás tu una monedita?- A la demonio. Cielo era mero sarcasmo, por supuesto. Y para “cielos”, Bastet. Desgracia de alada. Necesitaba una antorcha en la oscuridad para llamar a las puertas de la muerte, tan oscura ella, y gritarle que era su fin. “¡Buenos días, princesa! ¡Creo que se me ha iluminado la cabeza! ¡Trae la luz niña, que seguro que a la muerte le da morriña!”, y miles de frases que había pensado para cuando llegara el día… Bastet no era una mujer de ironías. No estaba en su naturaleza. Al verla replicar mis palabras la sonrisa se volvió casi desagradable. Salvaje. -Hijos de alados con sarcasmo, demonios que no atacan y elfos oscuros con vocación de paladín. ¡Mueran los estereotipos esta noche! Las normas no están para obedecer, ¡Si no para pisotearlas!
Salto y grito al viento, amplia la sonrisa, orgullo en mis palabras. Y allí arriba estaba. Harley despreciaba la ayuda de la alada y jugaba con los vientos. Vientos que me hacían toser a mi, pero no sin abandonar la orgullosa sonrisa. Me había agarrado a la estructura de la antena y observaba la noche como capitán de una barquichuela en el mástil de la misma, sin el catalejo típico. Y ahí estaba mi niño. Se abría paso entre la gente a mordiscos y dentelladas. Así era la belleza del inferi, del muerto traído a la vida, que procuraría intentar llevarse a alguno con él a la tumba. No es que hiciera mucho. Se había quitado el casco en algún momento para poder intentar devorar a sus asustados congéneres de raza, pero los inferi eran… Inferiores. Larga e irónica la sonrisa plasmada en mi rostro, pensando en lo inútil de aquello. No era cuestión de alzarlos de nuevo. El problema es que se podían poner a dormir muy rápidamente…
Ah, cuestiones nigrománticas. Me apasionaba más la muerte. Bastet mencionaba que la noche era extraña -Lo es tanto como tu desees, niña. El mundo está para cambiarlo.- Ella no podría sacarnos de allí por métodos convencionales. Ni tampoco la demonio. -¿No hay forma de comunicarse con Johan, entonces? ¡Fracasó el plan!- Teatral, dramático, disfrutando de aquello. Vida. Siempre vida. Harley estaba allí, en el tejado. Y vientos. -¿Un azote, imagino?- Todo nigromante que se preciara debía conocer las casas.
Suspiré. Nos quedaría esperar un poco. No parecía peligrosa la situación, y si lo era, igual yo mismo lo arreglaría. Hablar por hablar… -Nunca entenderé el afán de sacar demonios, ¿Sabes? Dejarlos por ahí libres. Los nigromantes son muy descuidados. Luego poseen cuerpos y hacen… Hacéis vuestras cosas. Liarla y todo eso.- Si bien hablaba con un tono familiar, lo hacía como alguien que conocía su situación. Nunca habría dirigido tales palabras a un demonio de no ser un nigromante. -Un muerto es un muerto, y no dejan de ser meras sombras de lo que vivía en este plano. Pero con seres de otras dimensiones yo no me meto. Y, sabes, bonita…- Bonita tenía poco sentido. Jamás caería en la estupidez de enamorarme de alguien a merced de un demonio. -Hay nigromantes muy dados a meter los demonios del lugar del que vienen, y saber un nombre es bastante… Sencillo, a partir de cierto punto.
¿Un aviso? ¿Una amenaza? -Poco me importan los estropicios que otros hagan mientras se mantengan al margen de mi camino.- Seamos sinceros. Detestaba a los demonios. Me asqueaban. Me irritaban. Por mí, iniciaría un camino purgatorio, los enviaría a todos de vuelta y sellaría todas las brechas… Pero nada de ello se adivinaba en mi confiada sonrisa. El viento aullaba y los gritos allí abajo habían cedido. Se había escuchado algún disparo y el inferi había caído, provocando a lo sumo un par de heridos, uno de ellos algo más grave. Aún tendríamos unos minutitos más allí arriba antes de que nos encontraran, tanto fuera Johan como los de la Alianza. Era extraño… Tan extraño. En un mismo tejado un avatar del caos, un demonio, una hija de la luz, impura alada, y un nigromante: Una especie de nexo entre ambos mundos.
-Bueno, es una mera generalización. Los demonios sois… Cuanto menos, curiosos. Pero oh… Ya hay otros nigromantes muy puestos a estudiaros. Creo firmemente que los debe de haber bondadosos, de la misma forma que los hay de mi raza.- Algunos hablaban que los elfos oscuros no eran más que el producto de demasiados pactos con demonios. Y muchos eran conocidos por servirlos a cambio de poder. No eran comunes los que dejaban sus cuerpos a la merced de estos, sin embargo. No eran tan estúpidos como los humanos. En su lugar había algunos que concebían hijos con seres del averno. Me dijiste que tenías un conocido que sabía algo de todo eso, Anzus.
Bastet se preocupaba de cosas más mundanas. La moneda. -Nos sería conveniente, pero… Cielo, ¿No tendrás tu una monedita?- A la demonio. Cielo era mero sarcasmo, por supuesto. Y para “cielos”, Bastet. Desgracia de alada. Necesitaba una antorcha en la oscuridad para llamar a las puertas de la muerte, tan oscura ella, y gritarle que era su fin. “¡Buenos días, princesa! ¡Creo que se me ha iluminado la cabeza! ¡Trae la luz niña, que seguro que a la muerte le da morriña!”, y miles de frases que había pensado para cuando llegara el día… Bastet no era una mujer de ironías. No estaba en su naturaleza. Al verla replicar mis palabras la sonrisa se volvió casi desagradable. Salvaje. -Hijos de alados con sarcasmo, demonios que no atacan y elfos oscuros con vocación de paladín. ¡Mueran los estereotipos esta noche! Las normas no están para obedecer, ¡Si no para pisotearlas!
Salto y grito al viento, amplia la sonrisa, orgullo en mis palabras. Y allí arriba estaba. Harley despreciaba la ayuda de la alada y jugaba con los vientos. Vientos que me hacían toser a mi, pero no sin abandonar la orgullosa sonrisa. Me había agarrado a la estructura de la antena y observaba la noche como capitán de una barquichuela en el mástil de la misma, sin el catalejo típico. Y ahí estaba mi niño. Se abría paso entre la gente a mordiscos y dentelladas. Así era la belleza del inferi, del muerto traído a la vida, que procuraría intentar llevarse a alguno con él a la tumba. No es que hiciera mucho. Se había quitado el casco en algún momento para poder intentar devorar a sus asustados congéneres de raza, pero los inferi eran… Inferiores. Larga e irónica la sonrisa plasmada en mi rostro, pensando en lo inútil de aquello. No era cuestión de alzarlos de nuevo. El problema es que se podían poner a dormir muy rápidamente…
Ah, cuestiones nigrománticas. Me apasionaba más la muerte. Bastet mencionaba que la noche era extraña -Lo es tanto como tu desees, niña. El mundo está para cambiarlo.- Ella no podría sacarnos de allí por métodos convencionales. Ni tampoco la demonio. -¿No hay forma de comunicarse con Johan, entonces? ¡Fracasó el plan!- Teatral, dramático, disfrutando de aquello. Vida. Siempre vida. Harley estaba allí, en el tejado. Y vientos. -¿Un azote, imagino?- Todo nigromante que se preciara debía conocer las casas.
Suspiré. Nos quedaría esperar un poco. No parecía peligrosa la situación, y si lo era, igual yo mismo lo arreglaría. Hablar por hablar… -Nunca entenderé el afán de sacar demonios, ¿Sabes? Dejarlos por ahí libres. Los nigromantes son muy descuidados. Luego poseen cuerpos y hacen… Hacéis vuestras cosas. Liarla y todo eso.- Si bien hablaba con un tono familiar, lo hacía como alguien que conocía su situación. Nunca habría dirigido tales palabras a un demonio de no ser un nigromante. -Un muerto es un muerto, y no dejan de ser meras sombras de lo que vivía en este plano. Pero con seres de otras dimensiones yo no me meto. Y, sabes, bonita…- Bonita tenía poco sentido. Jamás caería en la estupidez de enamorarme de alguien a merced de un demonio. -Hay nigromantes muy dados a meter los demonios del lugar del que vienen, y saber un nombre es bastante… Sencillo, a partir de cierto punto.
¿Un aviso? ¿Una amenaza? -Poco me importan los estropicios que otros hagan mientras se mantengan al margen de mi camino.- Seamos sinceros. Detestaba a los demonios. Me asqueaban. Me irritaban. Por mí, iniciaría un camino purgatorio, los enviaría a todos de vuelta y sellaría todas las brechas… Pero nada de ello se adivinaba en mi confiada sonrisa. El viento aullaba y los gritos allí abajo habían cedido. Se había escuchado algún disparo y el inferi había caído, provocando a lo sumo un par de heridos, uno de ellos algo más grave. Aún tendríamos unos minutitos más allí arriba antes de que nos encontraran, tanto fuera Johan como los de la Alianza. Era extraño… Tan extraño. En un mismo tejado un avatar del caos, un demonio, una hija de la luz, impura alada, y un nigromante: Una especie de nexo entre ambos mundos.
-Tendría que ir a buscar al joven de la moto, o no?- me pregunto mi compañera al seguir esperando y estando como unos tarados en el techo, pero prefería esperar un poco más a ver si estos dos se marchaban sin necesitar ayuda o que onda. Escucho la pequeña charla entre Ilzt y Harley, mientras que yo seguía observando el despelote (eso sería caos acá en argentina XD) que había en el hospital, entre los gritos y que el muerto ahora estaba haciendo de las suyas los gritos se hacían cada vez más fuertes.
"Hijos de alados con sarcasmo, demonios que no atacan y elfos oscuros con vocación de paladín. ¡Mueran los estereotipos esta noche! Las normas no están para obedecer, ¡Si no para pisotearlas!" eso fue lo que dijo Ilzt y mi atención se fue hacía él, para observarlo y soltar una pequeña risa, -Soy híbrida cariño- pensé cuando recordé lo de los alados, de seguro jamas se puso a pensar que era híbrido pero de seguro que la demonio si. Se que ellos pueden ver auras o algo así para darse cuenta que tiene enfrente suyo, así que era la segunda vez en mi vida que había conocido otro demonio poseyendo el cuerpo de alguien, ademas era fascinante saber de estos demonios que al principio eran alados si mi conocimiento no me fallaba.
Ilzt escucho cuando comente que la noche era extraña, -La noche será tan rara como yo lo desee...- murmure repitiendo lo que me había dicho -En eso concuerdo con vos, se lo puede cambiar claro, solo si están las ganas y los ánimos para hacerlo- le respondí con un tono amable y ¿Dulce? ese juego que había hecho anteriormente me causo un poco de gracia, estar hablando y no estar tratando de matarnos era agradable. -No creo que necesitemos comunicarnos con él si sabemos el camino a la base, o no?- una última pregunta se me escapa ya que era verdad, de seguro todos conocían el camino para la base, luego Ilzt continua hablando con Harley mientras que yo volvía a escucharlos nomas.
-¿Estas mejor?- sabía porque preguntaba eso, ella sabe bien que al estar así no tengo "compasión" con nadie o mejor dicho con quien no se lo merezca, -Estoy mejor, gracias- respondí con tono amable ya que ella siempre se va a preocupar por mi y mi estado mental (no es lindo que uno ande como bipolar o loco, o no?). Escuchaba que Ilzt decía algo más a Harley pero no le di importancia, solo me quedaba observando como le disparaban al "muerto" hasta matarlo nuevamente y ver que dejo algunos heridos y otros agonizando en su propio dolor que este les causo. Solo podía suspirar y respirar hondo, así el viento frió podría recorrer mis pulmones.
-A la próxima trae un termo así tomas mates, aún que sea nos divertimos- esta me comento entre risas, sabiendo que era verdad tomar mates y ver el despelote de abajo era algo raro pero aún que sea tenía algo en el estomago, -Que mal chiste esto de la guerra. Los humanos diciendo cosas estúpidas de nosotros cuando ellos son peores.-
"Hijos de alados con sarcasmo, demonios que no atacan y elfos oscuros con vocación de paladín. ¡Mueran los estereotipos esta noche! Las normas no están para obedecer, ¡Si no para pisotearlas!" eso fue lo que dijo Ilzt y mi atención se fue hacía él, para observarlo y soltar una pequeña risa, -Soy híbrida cariño- pensé cuando recordé lo de los alados, de seguro jamas se puso a pensar que era híbrido pero de seguro que la demonio si. Se que ellos pueden ver auras o algo así para darse cuenta que tiene enfrente suyo, así que era la segunda vez en mi vida que había conocido otro demonio poseyendo el cuerpo de alguien, ademas era fascinante saber de estos demonios que al principio eran alados si mi conocimiento no me fallaba.
Ilzt escucho cuando comente que la noche era extraña, -La noche será tan rara como yo lo desee...- murmure repitiendo lo que me había dicho -En eso concuerdo con vos, se lo puede cambiar claro, solo si están las ganas y los ánimos para hacerlo- le respondí con un tono amable y ¿Dulce? ese juego que había hecho anteriormente me causo un poco de gracia, estar hablando y no estar tratando de matarnos era agradable. -No creo que necesitemos comunicarnos con él si sabemos el camino a la base, o no?- una última pregunta se me escapa ya que era verdad, de seguro todos conocían el camino para la base, luego Ilzt continua hablando con Harley mientras que yo volvía a escucharlos nomas.
-¿Estas mejor?- sabía porque preguntaba eso, ella sabe bien que al estar así no tengo "compasión" con nadie o mejor dicho con quien no se lo merezca, -Estoy mejor, gracias- respondí con tono amable ya que ella siempre se va a preocupar por mi y mi estado mental (no es lindo que uno ande como bipolar o loco, o no?). Escuchaba que Ilzt decía algo más a Harley pero no le di importancia, solo me quedaba observando como le disparaban al "muerto" hasta matarlo nuevamente y ver que dejo algunos heridos y otros agonizando en su propio dolor que este les causo. Solo podía suspirar y respirar hondo, así el viento frió podría recorrer mis pulmones.
-A la próxima trae un termo así tomas mates, aún que sea nos divertimos- esta me comento entre risas, sabiendo que era verdad tomar mates y ver el despelote de abajo era algo raro pero aún que sea tenía algo en el estomago, -Que mal chiste esto de la guerra. Los humanos diciendo cosas estúpidas de nosotros cuando ellos son peores.-
Invitado
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El helicóptero una bestia metáliza barnizada en un tono gris asfalto y con dos potentes rotores situados a sendos lados de la aeronave se deslizaba como un oscuro pájaro por el cielo londinense, sin apenas agitarse. El color del mismo apenas contrastaba con el ambiente de la ciudad, apagado, taciturno, casi como en el interior de la cabina de pasajeros del vehículo.
O así era hasta que se encendió el piloto de emergencia, como una ascua incandescente, iluminando con una tenebrosa luz roja los rostros de los ocupantes del mismo. Brenner sin embargo no aparto la vista de su compañero, sentado frente a él, manteniendo la mirada sin pestañear en un gesto totalmente rígido y antinatural, hasta que la voz del piloto resonó a través del comunicador.
-Hemos recibido una llamada de emergencia. Sentimos informar que debemos desviar nuestro rumbo, somos el único equipo de respuesta en un radio de ocho manzanas. A los soldados, preparaos. Rogamos a los pasajeros mantener la calma.-
El androide no se movió ni un ápice; sólo eran cuatro en aquella cabina, él, el anciano, y los dos soldados de élite que se afanaban en ceñirse los cascos preparándose, sentados uno al lado de cada uno de ellos. Abrió los labios imitando la expresión de quien piensa lo que va a decir, aunque ya había procesado todas y cada una de las palabras que iba a pronunciar.
-En la central de inteligencia no estarán contentos con este retraso.-
Y sin embargo, en el tono neutro de su voz no se advertía rastro alguno de reproche, sino más bien un tácito asentimiento ante el cambio de planes. Se puso en pie al tiempo que el helicóptero viraba hacia un lateral como si el hecho de encontrarse en un vehículo no afectara a su equilibrio, y sujetando firmemente el maletín con la mano izquierda hizo un ademán al soldado sentado a su lado, quien estaba a punto de reprocharle el haberse movido.
-Como agentes acreditados para la intervención en conflictos armados estamos en la obligación de colaborar.-
Giró la cabeza, dirigiéndose por primera vez a su compañero.
-¿No es cierto, Sanders, Abeforth? Usted también está acreditado en las fichas por el C.A.S.E.. Su apoyo sería inestimable, considerado su impecable historial.-
Mantuvo el silencio. Por el rabillo del ojo pudo distinguir una columna de humo cercana a través del ojo de buey de la cabina, y al momento sintió cómo el transporte frenaba progresivamente hasta casi quedarse suspendido; allí abajo debía de haber algo parecido a un infierno desatado en la tierra, pero al androide tales analogías escapaban a su comprensión. Simplemente permaneció en pie, observando a Abeforth mientras el mecanismo hidráulico de la compuerta del transporte comenzaba a crujir.
-Espero que no esté oxidado, Mr. Abeforth.-
O así era hasta que se encendió el piloto de emergencia, como una ascua incandescente, iluminando con una tenebrosa luz roja los rostros de los ocupantes del mismo. Brenner sin embargo no aparto la vista de su compañero, sentado frente a él, manteniendo la mirada sin pestañear en un gesto totalmente rígido y antinatural, hasta que la voz del piloto resonó a través del comunicador.
-Hemos recibido una llamada de emergencia. Sentimos informar que debemos desviar nuestro rumbo, somos el único equipo de respuesta en un radio de ocho manzanas. A los soldados, preparaos. Rogamos a los pasajeros mantener la calma.-
El androide no se movió ni un ápice; sólo eran cuatro en aquella cabina, él, el anciano, y los dos soldados de élite que se afanaban en ceñirse los cascos preparándose, sentados uno al lado de cada uno de ellos. Abrió los labios imitando la expresión de quien piensa lo que va a decir, aunque ya había procesado todas y cada una de las palabras que iba a pronunciar.
-En la central de inteligencia no estarán contentos con este retraso.-
Y sin embargo, en el tono neutro de su voz no se advertía rastro alguno de reproche, sino más bien un tácito asentimiento ante el cambio de planes. Se puso en pie al tiempo que el helicóptero viraba hacia un lateral como si el hecho de encontrarse en un vehículo no afectara a su equilibrio, y sujetando firmemente el maletín con la mano izquierda hizo un ademán al soldado sentado a su lado, quien estaba a punto de reprocharle el haberse movido.
-Como agentes acreditados para la intervención en conflictos armados estamos en la obligación de colaborar.-
Giró la cabeza, dirigiéndose por primera vez a su compañero.
-¿No es cierto, Sanders, Abeforth? Usted también está acreditado en las fichas por el C.A.S.E.. Su apoyo sería inestimable, considerado su impecable historial.-
Mantuvo el silencio. Por el rabillo del ojo pudo distinguir una columna de humo cercana a través del ojo de buey de la cabina, y al momento sintió cómo el transporte frenaba progresivamente hasta casi quedarse suspendido; allí abajo debía de haber algo parecido a un infierno desatado en la tierra, pero al androide tales analogías escapaban a su comprensión. Simplemente permaneció en pie, observando a Abeforth mientras el mecanismo hidráulico de la compuerta del transporte comenzaba a crujir.
-Espero que no esté oxidado, Mr. Abeforth.-
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