Piso franco (en Whitechapel, Jack the Ripper)

Empujaba un carrito del mercadona cubierto por una sabana sucia, en cuyo interior no habia mas que, aparentemente, chatarra y mierda. Pero lo llevaba con tanto cuidado...que cualquiera diria que dentro de esa television antiquisima de pantalla rota y culo largo habia un bebe dentro. Bueno, un bebé no, pero.... si los resultados de una buena inversion economica y muchos muchos trapicheos en China Town. Tenia lo necesario para montar mis bombas. Y unas buenas, ademas.

Me habia encargado de rizar el rizo y estirar el hilo para que a los proveedores finales les costase mucho saber que era yo quien habia comprado aquellos materiales. Mi nombre no era desconocido por China Town y no queria que me asociasen con aquello, pero tambien tenia los contactos necesarios para que aquello no pasase.

Lo bueno de esta mierda de barrio era que, pese a la delincuencia generalizada, si uno sabia sobrevivir, podia estar mas tranquilo respecto de los controles, y sobre todo, los escaneres de magia fijos. Los maleantes solian destrozarlos cada vez que el gobierno instalaba uno...solo por diversion, otros por rebeldia. Vete a saber. Lo cual no queria decir que estuviese tranquilo llevando a un elfo conmigo. En cualquier momento, una patrulla área podria descubrirlo, y ya podian dar igual todos mis esfuerzos por disimular aquellas orejas o aquellos pelos que ningun humano de Whitechapel podría gastarse.

Le habia proveido de una sudadera de rapero con capucha y una gorra de coca-cola. Y yo arrastraba el carrito hacia el piso cual yonki, bajo las nubes de un lánguido medio dia sin nadie en la calle. Con ayuda del elfo, subimos el carrito por las escaleras hasta la entrada del piso, abri la puerta y entramos. Olía a polvo y a polvora que echaba para atras, pero por algun motivo aquel olor me encantaba. Cerré tras de mi y dejé paso a Thranduil.

-Listo para preparar las piñatas. - habia sobrado dinero, sin embargo. Lo primero que hice fue sacar el remanente y darselo al elfo. Empujé despues el carrito de la compra hasta el dormitorio, comprobando que tuviese las rejas de la ventana echadas, y bajando la persiana para dejar entrar la luz justa. - Sabes que es peligroso que estés aqui, verdad? No suelen sobrevolarnos los centinelas nunca, pero basta que tengan un dia tonto y...

El idiota del tal Thalos ya no me estaba cayendo tan bien.

Primero, cuando salimos del burdel se atrevió a llamarme raro. ¿Raro yoooo? Pero por supuesto que no. No era mi culpa ser un elfo reprimido que en su vejez trataba de recuperar los siglos perdidos. Y así se lo hice notar con un "¿Sabes con cuantas elfas me acosté? Con una. Y tuve un hijo. Una vez. ¿Sabes con cuantas estoy ahora? Ni puta idea."

Gracias al cielo, lo convencí de que meter gatitos al motor de un coche no era la opción para acabar con la guerra. Si bien meter perritos podía enviar un mensaje, con los gatos que no se metiera. Luego de tanto rollo, me obligó a ponerme ropajes nada galantes. Casi pasaba por feo con la horrible gorra roja, y mas que tuve que esperarle en china town por tanto tiempo. Afortunadamente, me dio oportunidad de comprar cositas que los elfos a veces necesitan. Y algunas más que podían ser útiles en el futuro.

No le ayudé a Thalos a empujar ese tonto carrito, pero no me quedó de otra cuando lo tuvo que meter al edificio en el que estaba. Ciertamente, el barrio aquel no me daba muy buena pinta, al menos no para la gente de mi clase. Y así me lo hizo saber él cuando estuvimos finalmente a solas. Cogí el dinero que me devolvió y lo dividí en dos, dejándole una mitad en una mesilla que vi por ahi. Por si hacía falta...- No planeo quedarme mucho, aunque me gustaría ver como trabajas. Se de bombas,pero no he tocado una en años. No me gusta estar tieso... Excepto cuando se necesita...- Sonreí de lado, pensando en todas las elfas que podría encontrar si me consiguiera el radar de ese tipo.

Me di una vuelta por el piso. Había bastantes cosas que apuntaban a que el chico sabía de computadores y de cosas así. Esa información podría ser útil en algún momento. Lo malo era que fumaba sin parar, como yo, que bebía con poca moderación y que su heladera no tenía nada de comida real.- El apio es bueno para la salud, ¿no te han dicho?

Sonreí de lado a mi particular modo, porque me hacia mucha gracia ver al elegante elfo cabreado por tener que llevar una sudadera y una gorra de cocacola...eso de disimular no era lo suyo, desde luego. No me preocupé en absoluto de la impresion que pudiera crearse por mi vivienda. Solo era un lugar por el que dejarme caer muerto de vez en cuando y preparar cosas como las que iba a preparar ahora.

Lo miré alzando una ceja porque dijo que no le gustaba estarse tieso, salvo cuando lo necesitaba. Y sí, pensé mal, sabiendo que por tieso se referia a una parte en concreta de su cuerpo.
-Está bien, no suelo tener público pero por una vez supongo que no pasa nada. Quizá puedas echarme una mano.

Mientras Thranduil chusmeaba por ahi, en mi habitacion yo me dediqué a extraer del carrito las cajas con los materiales que habiamos ido comprando aqui y alla, con lo necesario para poder elaborar aquellas bombas. Me senté en el suelo sobre la alfombra y de debajo de la cama saqué una bascula que tenía alli, varios recipientes de vidrio y acero vacios y varillas mezcladoras, asi como pinzas y cucharillas. Tambien saqué una estufita y la enchufé. Me había decidido por el explosivo plástico para esta ocasion. Entonces mientras me levantaba para coger un recipiente mas grande llegó el elfo diciendo que el apio era bueno para la salud

-Tambien lo es el helado de mora. No te gusta el helado de mora?

Planté el recipiente aquel grande encima de la estufa y mientras esperaba que entrase en calor cogí la bolsa de cloruro de potasio que habiamos obtenido por china town.
-Pésame 126 gramos de eso en la bascula. - le pedí mientras saqué del carrito lejía y me puse a calentarla cerca de la ventana. Me aseguré de dejar algo de ventilacion en ese momento, no queria que nos muriesemos asfixiados. - Puedo hacerte una pregunta sobre Juliet?

Quizás.- Murmuré cuando mencionó que podía echarle una mano. Veía con insuficiencia el lugar aunque también encontraba el potencial de tener una ratonera y que el mundo creyera que estaba abandonada.- Ya me echarás una mano cuando tenga que saber algo de computación.- Aseguré, sin dejarle mucho espacio a negarse, aunque aquel era un hombre de los que se negaban a cualquier cosa que no les conviniera. De cualquier modo, servía saber las cosas que aquel humano conocía.

No me encanta, pero quizás el de moras sí.- Saqué un botecillo, el que vi más vacío, y tomé una cuchara. No se veía demasiado limpia, pero como las enfermedades ya no eran preocupación para un viejo elfo, la tomé sin cuidado. Lo último que me podía pasar era morirme. Salí con el helado y acepté a pesarle lo que el tío quería. Tomé una cucharada del helado, me lo dejé en la boca y procedí a pesar lo que me había pedido. La basculita se veía cutre, pero servía de maravilla. Y gracias a mi pulso de elfo, no fallé ni por una décima de gramo. Me felicité con otra cucharada de helado, que si bien no sabía fantástico, estaba frío y era dulce.

La cuestión sobre Juliet me llamó la atención.- Puedes si crees poder. No creo que ella haya dicho tanto como para crearte dudas. Solía ser muy parlanchina, pero ahora es bastante fría...- Pensé un minuto las razones y la compadecí un poco por todo lo que había tenido que sufrir. Después de todo, fueron muchos años y ella era muy joven.- ¿Qué es lo que quieres saber?

Conforme el blanqueador se iba calentando en el recipiente de la estufa me subí el pañuelo azul que llevaba en el cuello para cubrirme las vias respiratorias.
-hah? No soy un crack de la informática. Pero estoy aprendiendo. Primero debo enseñarle a tu sobrina qué es internet.

Miré de reojo que vino con su helado de moras, no se me veia el rostro por culpa del pañuelo que tapaba boca y nariz, y uno de mis ojos cubierto por un parche...aun asi el unico ojo visible reflejaba seriedad cuando miré ese bote. Me había aficionado a eso en una epoca un tanto oscura de mi vida, en la que no sabia si estaba con los renegados o contra ellos. Pero aquello había sido culpa de Mónica Gallaher. Que a saber donde estaba a estas alturas de la pelicula.

-Tienes maña.- observé al ver como pesaba aquello en la bascula, logrando la medida perfecta.

Me levanté y cogí el cloruro que el habia pesado, añadiendolo al blanqueador que ya hervía
-Ahora hay que calentar y remover hasta que el aerómetro nos de una lectura de 1.3 - saqué dicho instrumento, que parecia un termometro, y lo metí en la mezcla. Con una varilla mientras tanto removía despacio y sin parar. - No, no es lo que ha dicho, mas bien ha sido su actitud al entrar al burdel, parecia que le desagradaba hasta tal punto de asustarla. Me hace pensar.

Reí levemente. Yo sabía bien por qué Juliet no había tenido acceso a Internet mientras crecía. Seguramente ni siquiera lo había escuchado nombrar.- Pues para no ser un crack tienes bastante equipo. Seguro que alguno sirve para youporn. Y aunque no creo que a Juliet le haga mucha falta, me agrada que aprenda cosas que sirvan.- ¿Que iba a usar, findmyfamily.com?

El olor que despedía lo que Thalos cocinaba olía hasta donde yo estaba. Solo esperaba que no fuera a explotarnos a nosotros en vez de a los de la Alianza. La alabanza sobre mis habilidades de pesaje me sacó una gran sonrisa.- Es parte de ser elfo. Tenemos un pulso perfecto y somos elegantes y guapos aún cuando traemos sudaderas horribles. Seremos los cirujanos del futuro cuando la guerra termine.- Dejé claro, sobre todo por lo horrible de la sudadera y la gorra. Paré oreja rápidamente cuando comenzó a hablar de lo que hervía.

¿Están bien calibrados tus instrumentos? No me gustaría salir de aquí volando.- Pregunto acercándome a la cocina con el helado en manos y boca ahora que no tenía nada más que pesar. No sabía si necesitaba aquello, así que lo dejé encima de la báscula. La cuestión sobre Juliet era simple en mi cabeza, pero quizás no así en la de Thalos.

Empecé con un tono muy conciliador, tratando de hacerle entender sin ser tan directo.- No se si te ha pasado. Cuando a un niño pequeño lo maltratan en la guardería, este niño después no quiere ir y le tiene adversión a la escuela cuando es grande.- Murmuré. Quizás si trasladaba la analogía al caso de Juliet encontraría la respuesta que buscaba, pero al final, decidí que darle la información sería algo inofensivo.- Ella pasó muchos años, casi diez, en el Coliseo de Roma como esclava y como gladiadora después. Quien la tenía también era dueño de un burdel. Ahora, no se realmente lo que pasó ahí, ni su madre sabe lo que hacía ella, pero...- chasqueé la lengua, negando suavemente. Mi mirada se había perdido en el helado mientras pensaba en lo que pudo haber presenciado. Al final, mi voz bajó un poco y susurré.- Ella siempre ha sido linda. Me imagino que eso corrió en su contra.- A fin de cuentas, solté un suspiro antes de llevarme de nuevo una cucharada de helado a la boca. Sabía mejor si se tomaba con amargura en la boca.

-Lo he robado. Y sí, sirven para yourporn tambien.

Estaba concentrado en la lectura que daba la mezcla cuando Thranduil se puso a soltar puyas sobre su maravilloso estilo y lo horribles que eran las sudaderas y las gorras de cocacola.

-Creo que compartimos cánones de belleza diferentes, lo siento.... eso de la inmortalidad le nubla a uno la vista?- su duda me ofendió. -Claro que lo están! Soy tuerto, no manco, joder... - lo siento, mancos del foro.

Me consideraba un artificiero de calidad y esto no estaba para nada por encima de mis posibilidades. Cuando la mezcla alcanzó la temperatura adecuada, la quité de la placa y me fui a meterla al frigorifico, junto con las cervezas....de paso me agarré una. Bueno, otra tambien para el elfo, si no era demasiado guapo para bebersela. Si la rechazaba me la beberia yo. Al volver le arrojé la lata.

- Tiene que enfriarse. - le dije a modo informativo, escuchandolo despues. Intenté recordar si a mi me habian maltratado en la guardería para ponerme en contexto...pero no me acordaba de nada parecido. Aun asi entendi su ejemplo, y me bastó para confirmar lo que habia sospechado muy por encima.

-Hijos de puta. -dije abriendo la lata y bebiendo. - He oído hablar mucho del coliseo de Roma, de las batallas que obligaban a los de sangre magica tener. Cuando cayó la alianza allí muchos presos fueron liberados. No habia pensado que un dragón pudiese ser uno de ellos.

Asentí solemnemente cuando mencionó el origen de los ordenadores y su capacidad con respecto a páginas de internet. Aunque estaba emocionado porque youporn siguiera abierto, lo oculté bien bajo una capa de seriedad. Era bueno tener a alguien que supiera donde robar una buena computadora. Aunque probablemente también se podrían conseguir por una buena suma en China Town.

No, en realidad la inmortalidad viene con una vista maravillosa... Digo...- Murmuré al recordar que era tuerto.- No, no, la vista está sobre valuada.- Finalicé, aunque al ver que él mismo se identificaba como tuerto le quitaba un poco de hierro al asunto. Solté una risilla, que incluso los mancos podían tener instrumentos bien calibrados.- Pero los mancos seguro que también tienen sus trucos. Serán mancos, no idiotas.

No tardó nada en correr el alcohol, pues mientras la mezcla se enfriaba parecía que había una ventana de tiempo muerto para rellenar. Caché la lata al vuelo, abriéndola con cuidado y dándole un sorbo cuando unas gotas chisporrearon sobre la lata. Dejé el helado de lado sobre la encimera de la cocina y bebí. Con conversaciones tan tristes como lo que le había pasado a Juliet en el pasado, lo mejor era beber. Menos mal que se había repuesto y que ahora era un pibón y la verdad era que había crecido muuuy bien.

No sé si la hubieran podido coger de haber ella sabido que era un dragón. Nunca entendió porque tenía que huir de la ciudad hasta que su primera transformación las delató a ambas en las puertas de Roma. Si en vez de ocultarle la hubieran entrenado...Quizás sería menos pesimista, sin esa nube negra nublando su mirada.

Bebí otro largo trago de mi bebida, recordando lo que solía ser la vida antes de todos los conflictos.- Yo me llevé de aquí a sus dos hermanos para entrenarlos, pero a ella... a ella no pudieron dejarla ir. A veces el amor hace cosas terribles...

Levanté una ceja porque primero se jactó de su vista y luego dijo que estaba sobrevaluada. No me di cuenta de que probablemente lo hubiese hecho asi para no ofenderme, o para no hacerme sentir mal por ser...tuerto? Para el caso, lo tenía mas que asumido gracias a Erika que me lo repetia cada vez que me veia, asi que no me ofendía por cosas como esas, ni me sentía mal por tener un ojo de menos.

-Te lo concedo. Mientras no sean mancos e idiotas a la vez, tienen posibilidades de supervivencia.

Y aqui estaba yo, hablando de vete a saber qué con un elfo, bebiendo cerveza y preparando bombas para atentar contra la Alianza Humana, quien me ha visto y quien me ve.

-O sea que...nació en forma humana? Como se puede no saber...que es un dragon?

Puse cara de estar extrañado realmente. Pero no podía ser. Estaba seguro de que Reed era hijo mio y de Erika....vamos, no podía tener mis malditos ojos por casualidad....me mordí los labios pensando, aquello todavia me quebraba los sesos.

-Es posible. Es mejor la verdad desde el principio, al menos no te quedan dudas.

Me acabé la cerveza en pocos tragos quedando con algo de curiosidad acerca de los hermanos de Juliet, estarían vivos?
-Que fue de esos hermanos? - en los tiempos que corrian, los desenlaces felices eran los menos comunes. Entendí que a ella no la dejaron ir con su tio porque....porque la querian demasiado como para dejarla marchar? Hice una mueca de desagrado. Aquello me sonaba de algo. Aunque seguro que su caso no habia sido tan retorcido como el de mi propia hermana. Moví el cuello haciendolo crujir, llevaba cansancio acumulado de dias y el cuerpo comenzaba a quejarse.

Volvi a por aquello que habia dejado en el frigorifico, tras bebernos unas tres o cuatro cervezas cada uno aquello ya estaba frio y habia cristalizado.
-Cristalizacion fraccionaria! Me ha quedado perfecta... - miré a mis pequeños cristalitos con orgullo y volví a la salita aquella.

Tocaba separar los cristales y molerlos hasta que fueran polvo, para despues calentarlos. Le encargué aquello al elfo, esperando que no estuviese demasiado borracho como para ello, y si se habia emborrachado con tres cervezas me habria decepcionado fuertemente.
-Cuando los hayas dejado como polvo los calientas para que pierdan la humedad

"que mas...?"

Saqué mas productos de nuestro carrito de indigente, un monton de vaselina y cera.....a calentar todo aquello a partes iguales medidas en la bascula nuevamente Volví a colocarme el pañuelo en la boca y en la nariz, por aquello de los vapores, mas aun cuando eché el mezclote que habia hecho en un líquido que olia como la gasolina, y que de hecho, era gasolina.

-Nada de cigarrillos ahora. ¿Tienes los polvos del clorato listos? Necesito 90 porciones de eso aqui. - dije señalando la gasolina que removia lentamente al calor con la cera y la vaselina.

Y tampoco es así. De idiotas está poblado el mundo. Los idiotas que no saben que lo son, son los más peligrosos a los que nos enfrentamos ahora.

Murmuré, pensando un poco en los de la Alianza y otro poco en la gente de la fábrica abandonada donde se llevaban a cabo las peleas ilegales.

La pregunta de Thalos me hace tener ganas de fumarme un cigarrillo y sentarme a pensarlo, pero no hay tanto tiempo para perder hablando.- Nació humana. Por los métodos clásicos. Sus padres son dragones ambos. Creía en la magia de la misma manera en la que las niñas creen que son princesas, pero nada más. La magia no entiende de planes. Ella se manifiesta cuando tiene la necesidad, y viviendo tan protegida siempre, no tuvo necesidad hasta que salió al mundo real.

Bebí un poco de la cerveza, solo un poco pues no quería parecer un maldito alcohólico como Thalos, que ya se la había acabado y tenía dos minutos con ella en la mano.- Ellos ya se reunieron con los padres de Juliet. Uno de ellos será más grande que su padre cuando sea adulto. Ya es enorme y ambos vuelan como si hubieran nacido en el aire.

Las cervezas siguieron corriendo y aunque Thalos me rebasaba de vez en cuando, yo prefería seguir mi ritmo que mantener el suyo. Alguien tenía que sacarnos del edificio si se bebía un poco de más y nos hacía explotar a todos. Finalmente, me tocó moler la mezcla que habíamos estado esperando, con el cuidado que solo un elfo puede tener. Después de un buen rato, quedaron tan finos que podíamos hacerlos pasar por harina de arroz en cualquier momento. Podía ser una bomba portatil y armarse en la calle.

Me imagino que los polvos son los que molí. ¿90 porciones cuánto es? - Los acerqué, pero si me ponía a calcular en porciones yo solo conocía los gramos y a veces las libras.

-No soy quien para juzgar nada....pero que sentido tenía ocultarle algo asi?

"un dragon...ni que eso se pudiera disimular"

Cuando más me revelaba Thranduil sobre Juliet y sobre los dragones en general, y todos sus posibles, mas pensaba en aquello que yo había hecho hacía años en Bastion Hollow al matar a un dragón pequeño durante una huida de otro más grande, y más culpable me sentía por aquel asesinato. Porque sí, ahora, desde este nuevo punto de vista que tenía , lo veia como un asesinato en toda regla. Pasé aire pesadamente a mis pulmones, y lo expulsé igualmente, sintiendo que me echaba otra gran piedra a mi ya cargada mochila.

Pero obviamente no comenté nada de eso.

-Lo importante es que tiene bastante gente que pueda llamar familia aun, y que no tiene por qué sentirse sola.

Aunque yo sabia que eso no tenía por qué ser cierto puesto que en realidad, costaba mucho acostumbrarse a saber que ya uno ya no tenía por qué sentirse solo, aun si estuviera rodeado de gente constantemente...y que ademas de costar hacerse a la idea de aquello, tambien era complicado desprenderse del comportamiento individualista, del saber que nuestras acciones solo repercuten en nosotros mismos...en cierto modo es mas sencillo vivir así, pero tambien es menos vida.

Cuando me preguntó por las porciones, como mi deriva de pensamientos me habia llevado a un estado de humor diferente, mi paciencia como profesor o para explicar cosas se habia agotado,asi que solamente cogí los polvos que me pasó y separé yo las partes, agregandolos despues a la disolucion de gasolina y vaselina que habia mezclado y preparado antes. Lo removí en un sepulcral silencio y cuando el tiempo necesario tocó a fin así como la temperatura, lo aparté del calor y lo dejé reposar mientras preparaba los recipientes adecuados para contener aquello, que tambien habiamos adquirido por China Town.

-Está listo. Y aun quedan materiales para preparar otras cuantas tandas. Te has quedado con la copla de como se hace? - pregunté retirandome el pañuelo que me habia puesto para evitar los gases de antes.

Solo faltaba poner el explosivo plastico en los recipientes con mucho cuidado, y cerrarlos.

En ese momento noté la moneda vibrar dentro de mis pantalones y la saqué para una lectura rapida, quedando algo sorprendido por el mensaje de Johan. - Interesante...parece que pronto podremos patear culos metálicos de un modo mas adecuado...

Me encogí de hombros. Yo tampoco lo había entendido, ni al inicio ni ahora.- Creo que tiene que ver con algún tirano mágico del que no recuerdo el nombre. Su padre trabajaba para él... ¿Temerius? Nunca entendí bien esa parte.

Estaba bebiendo de mi cerveza cuando aquel suspiro tan pronunciado del moreno me hizo fruncir el ceño.- Parece que tienes mucha carga en los hombros, hijo.

Para no ser el entrometido que se la pasa preguntando cosas, decidí no indagar más, después de todo, teníamos una misión ahí y estaba por ser completado. Si bien era cierto que Juliet tenía familia, por ahora parecía que no quería saber demasiado de ellos.- Cuando te quedas solo es difícil dejar entrar a gente de nuevo a tu vida. Más aún si son personas que, en el fondo, creías muertas.

Una vez añadidas las porciones, habíamos finalizado exitosamente una buena cantidad de explosivos.- Sí, me he quedado con la receta. Y el que no hayamos volado en pedazos me hace pensar que lo hicimos bien.- Mientras recogía mi sudadera fea y la gorra aún más fea, el mensaje que Thalos recibió me dio la pista de a donde iría después. Lo leí por encima de su hombro y asentí.- Bien, pues habrá que ir. No sé tus planes, pero me interesa saber como hacer para matar esas basuras metálicas. Supongo que te dejaré aquí si no hay nada más en lo que ayudarte.

Quedé en pause momentaneo al oirle decir aquello. Que? El padre de Jul, un dragon...trabajando para Termeritus....? Sería uno de los dragones esclavizados al servicio de los aurores? Por eso, quizá por eso, intentaría ocultar su magia....? Me recorrió un escalofrío por la espina dorsal, el lazo de cuerda se estrechaba cada vez mas y mas....tragué saliva y aparté la mirada de él con semblante ceniciento, entregandole el nombre de modo correcto:

- Termeritus Jones.

"mi estúpido padre tambien trabajó para él"

Sonreí de lado por la breve apreciación del elfo, y en mi interior agradecí que se quedara en eso, un comentario, y que no decidiese indagar mas. Al parecer el orejas picudas tenía el sentido de la vista agudo, y no solo para ver las cosas físicas.
- No voy a ninguna parte, no necesito soltar lastre. - le dije, quiza un poco raro de entender, pero en mi cabeza tenia el sentido necesario. Me agarraba a todos mis errores y crímenes. - Y llevas razon en eso ultimo.

Entre tanta conversacion, ya habia envasado perfectamente todo el explosivo plastico en sus recipientes y lo habia precintado. El elfo parecia dispuesto y se habia aprendido la receta. Sonreí de lado volviendo a ser un poco yo, en plan arrogante insufrible, cuando dijo que no habiamos estallado, y respondí. -¿Que esperabas? Soy el mejor en esto.

ASentí y guardé los explosivos a buen recaudo, el elfo volvio a ponerse su "horrible" ropa y le miré el pelaje,soltando un resoplido. Se me estaba ocurriendo una idea y me iba a divertir.
-Será mejor que te recojas el pelo. ¿Sabes montar en moto? Dime que sí. - le eché el brazo por encima y lo saqué de mi piso, prometiéndole que iba a ser un viaje divertido. - Conozco un taller de contrabando de motos aqui en la esquina a unos cuatrocientos metros.... no tiene mucha vigilancia.... - sabeis por donde iban ya los tiros? Pues si. Me llevaba al elfo a hurtar motos y luego a conducirlas hasta Hogsmeade. Qué? El no tener transporte rapido obliga a uno a estas cosas. No es mi culpa. Es la sociedad.

-¡En serio!Te digo que no hay ni rastro...
Llevaba unos cuantos meses tratando de encontrar pistas sobre Reed pero siempre que encontraba algo desaparecía sin más. Empujé con la espalda la puerta que Draven me indicó y solté el mochilote que llevaba al hombro en el suelo.
-Se que está vivo... y que anda de un lado para otro pero no consigo que pare en ningún lado.
Giré entonces hacia el interior del piso.
-wow...
Miré a Draven alzando ambas cejas y volví a mirar el...sitio.
-Es peor que tu hotelito cochambroso... pensé que no podías tener algo peor que eso.
Adelanté un par de pasos observando todo lleno de colillas y cascos de cervezas y esos tablones de madera... No pude evitar plantar ambas manos en mis caderas y girar hacia él intentando contener la risa sin mucho éxito.
-Te ha quedado muy cuqui la decoración...cegato de mentira.
Sí, había ampliado su mote. No iba a dejar de llamarle cegato de ningún modo.

Tras abandonar aquella "magica" velada con Sayid y con Thoren, en la que de milagro no habian habido mas puñetazos, me habia encontrado con Erika. Mientras la sociedad de los humanos y los sistemas de gobierno, por malos que ya fueran, se iban a la puta, nosotros seguiamos intentado tener la mas minima noción de a qué se dedicaba nuestro hijo.

- Cuantos bares hay en el extrarradio de Londres que aun se puedan visitar y usar para emborracharse? Traza una ruta, darás con él.

Pasé tras Erika y la adelanté haciendome hueco con el hombro. El piso estaba hecho una mierda pero no iba a reconocerlo tampoco. Conforme avanzaba hacia el salon (por llamar de algun modo al habitaculo central) pegué algunas patadas a las latas de cerveza vacías y las colé debajo del sofá.

- Este por lo menos aun no ha ardido. Asi que cuidadito de donde pones tus manos pelirroja, que aquí cocino mis explosivos. Te dije ya que le enseñé a un elfo a hacer bombas?

La miré de reojo cuando me llamó eso y le saqué la lengua. Lo habría acompañado levantandome el parche para acentuar la mueca pero una vez mas me podia la paranoia de que aquello pudiera llevar una camarita integrada.
- Es un regalo envenenado. - dije mientras encendia el ordenador, quitando algunas latas y botellas vacias mas de encima del teclado, y unos cuantos cables y baterías de mi ultimo experimento. Farfullé algo de aprobacion cuando vi que el wifi del vecino seguia encendido, y me pude meter a internet a buscar en la red sobre el mensaje aquel que nos habia enseñado Thoren. Me preguntaba si lo habrian intentado censurar ya, pero me extrañó darme cuenta de que no, que el video era viral y que al parecer, no lo habian capado. Lo habian intentado y no habian podido, o ni eso?
- Donde viste a Reed o donde tuviste su pista la ultima vez?

Mi ceño se frunció por unos segundos. Lo pintaba como si fuese tan fácil.
-He ido a bares, pregunto por él. Me dicen que ha estado ahí. Salgo a buscar pistas y puff... nada. Además no creo que ande todo el día en un bar borracho.
Seguí con la mirada las latas rodando. Debajo del sofá asomaban muchas mas latas.
"O tal vez si"
-Lo mismo se te da mejor a ti eso de buscar en tugurios.
Mis manos se alzaron al aire cuando me advirtió. Sonriendo levemente pero con cara de tener ideas perversas.
-Tranquilo...vengo en son de paz. Tus queridas bombitas están a salvo.
Di unas cuantas vueltas por el pequeño lugar mientras el se puso a toquetear el ordenador. Finalmente me senté en el sofá apartando unas cuantas latas más, un poco de ropa sucia y unas cuantas vendas usadas.
"¿Está seguro de que no quiere que arda este sitio?"
-Un elfo haciendo bombas suena a chiste malo...
Investigué la mesa que había al lado del sofá, un cenicero hasta los topes y otro medio lleno. Una bolsita con algún tipo de polvo grisáceo. Sobras de comida china, iug... al menos eran recientes.
-Deberías decirle a alguien que te lo revise... eres un paranoias. Puede que sea un ojo y ya.
Agarré lo que parecía una revista en la que parecía que se había derramado más cerveza...y helado?. Intenté despegar las páginas.
-En el bar...contigo.
Olfateé las páginas. Sí, mora. Dejé la revista y suspiré.
-Te lo he dicho... no es fácil de rastrear.

- En un bar no, en varios sí. Si has tenido noticias de él en varios de ellos....es porque son rutas habituales, aunque sean aleatorias y no pase mucho tiempo por ahi. Está claro que no quiere que lo encontremos. Pero no entiendo por qué, por qué esa mania de no dejarse ayudar? - hablaba y me preguntaba a mi mismo, contrariado, ofuscado, por no poder entenderlo.

- Ya, claro, lo del tugurio lo dices por este sitio verdad? Sabes lo que mas me gusta? Que no hay pavos reales antropofagos. Y que tengo wifi

La miré de reojo cuando se acomodó en el sofa, todo lo que te puedes acomodar en ese sofá claro está, mientras que examinaba el caos que era la mesa.
- Pero oye, ya sabes que estás invitada a quedarte en mi palacio cuanto quieras. Estoy dispuesto a ordenarlo y todo.

La escuché decir aquello sobre mis paranoias y me recoloqué el parche, molesto, apartandome despues unas greñas de pelo que pasé tras la oreja. Pedir a alguien que me lo mirase seria una buena solucion, pero al mismo tiempo, suponía dejar que alguien volviese a meterme mano por la zona de los ojos...y era algo a lo cual le habia cogido mucha, pero que mucha mania, por no decir que rozaba casi la fobia.
- Si...quizá luego.

Me levanté mientras dejaba en youtube reproduciendose el mismo video aquel que me habia enseñado Thoren, el que se habia retransmitido por toda la ciudad. - Quieres tomar algo? Tengo... - abri el pequeño frigorifico, que no estaba lejos del ordenador. - Cerveza. Y...ah,no, esto no se come.

-He pasado muchas veces por esos bares....siempre se acaba de ir o ha estado hace poco...es como...no sé...
Me reacomodé en el sofá , estaba clavándome algo.
-Como si tuviese un sexto sentido o...
"magia"
-¿Y si puede detectarnos con magia?
Resoplé subiendo los pies al sofá haciendo sonar otras cuantas latas más.
-Nos tiene mucha manía...te lo dije...te dije que iba a ser una madre de mierda....
Pasé mis manos por el pelo un tanto estresada. Al oirle hice una mueca con mis labios y le miré de malos modos.
-No te metas con Mary Jane y Maria Cristina.... eran muy efectivas como medida protectora. Además...¿quién necesita wifi en una casa de magos?
"Vale...tal vez yo la neccesitaba"
Alcé una ceja ante su oferta y después mi mirada pasó por el pequeño piso.
-Limpiar...ya... creo que paso. Además...no sería muy productivo tenerme aquí con tus adorados cacharritos.
Volví a retorcerme un poco, el sofá era incómodo de cojones. El por su parte parecía tenso con el tema del ojo.
-Si quieres puedo mirartelo yo....
Sugerí cuando se levantó hacia la nevera. Oí sus opciones y solté una risilla mientras pasaba la mano por el cojín del sofá tratando de amoldarlo mejor.
-Serás capullo.... sé que tienes mora.
Tiré con la mano de algo, un cacharro negro que no sabía que era. lo sujeté con ambas manos y observé muy de cerca el chisme. Muy muy cerca de mi cara.
-¿Que es esto?
Apreté un botón, la rapadora empezó a funcionar.

- Sea como sea, está claro que nos está evitando.

Le respondí a Erika. Reconozco que aquello me cabreaba. A ver, no eramos unos padres modelo, ni nada por el estilo... Agarré unas cuantas latas de cerveza y fui al sofá, para sentarme junto a ella. Tenía demasiadas cosas en mente.

- No lo sé pelirroja. Lo de la manía lo veo. Pero si tu eres una madre de mierda...entonces yo soy un padre de más mierda aun. Hiciste lo que pudiste, siendo que te tocó llevarte la peor parte- me pasé una mano por la frente y abri la cerveza, pegando un trago, masajeandome el cuero cabelludo en un claro gesto de estrés, aunque dejé de hacer eso al instante al darme cuenta. - Es que cuando lo pillo haciendo el gilipollas y siendo un crio borde y cabronazo, no se si echarle la bronca como el adolescente que parece, o... o pensar que sigue siendo un chiquillo pequeño. No hay ninguna asociacion de padres que les haya pasado como a nosotros? Hasta que punto es comun esto en el mundo mágico?

No se, pero el crio se parecia demasiado a mi, y aquello me exasperaba. Me habria gustado que se pareciese mas a ella. Que tambien se parecia en algunas cosas, a decir verdad. Le dejé otra de las latas a su alcance, resoplando y perdiendo la mirada unos segundos en el video que habia dejado de fondo.

- Tú? Tú no sabes de ojos o ingenieria chunga. A saber que haces. - en realidad si fuese a dejarle a alguien hurgar por ahi, seria a ella y poco mas. - No no, no hay mora. Se acabó hace dos semanas.

Sacó aquel cacharro de la nada y se lo acercó muy demasiado a la cara. No tenia ni idea de que hacia eso ahi debajo del sofá, pero si tenia claro lo que era. Solté una breve risa burlona por lo bajo, acordandome de cuando no sabia como funcionaba la cafetera italiana.
- Ten cuidado o te vas a rapar una ceja entera como te lo acerques tanto. Quieres que te ayude a afeitarte la barba con eso?