La Cueva de Gough está situada en las afueras de Somerset. Tiene 90 metros de profundidad y una longitud de 2.135 km. Contiene gran variedad de grandes cámaras y formaciones rocosas. Contiene también el Cheddar Yeo, el sistema de río subterráneo más grande de toda Gran Bretaña, con lo cual es posible que algunas cámaras queden inundadas segun el caudal. Aun hay restos de huesos humanos y de animales, todos ellos presentan cortes en algunas partes. Indicativo de que en esa caverna, hace miles de años, se practicaba el canibalismo.
Aparezco en la entrada de la cueva, con el soldado inconsciente agarrado por la ropa. Lo dejo caer al suelo cual fardo inutil. Inspecciono con la.mirada los alrededores. Todo limpio. O eso parece. Adele habia decidido que nos reuniriamos ahi. A mi parecer es un lugar incomodo y con poca clase pero al ser una cueva profunda seguro que resultaba segura.
Levito al soldado delante de mi y entramos a la cueva. sonrio para mi pensando cuan posible es que ese energumeno no volviese a ver jamas la luz del sol. Camino un rato largo, con la capucha puesta, hasta que la oscuridad de la gruta me obliga a alzar la otra mano y conjurar una pequeña fuente de luz.
Cuando considero que avance lo suficiente, tiro al soldado en el suelo. Lo despojo de sus armas y elementos de comunicacion, dejandolos apilados en un rincon de la camara en la cUal estamos. Me libro de su armadura y estupido casco. Decido destruirlos, usando un pequeño hechizo que causa una miniexplosion de dichos materiales. Luego, inmovilizo al soldado valiendome de algo menos arcano: una cuerda normal y corriente.
Espero a Adele ya con los preparativos casi hechos, mientras, decido como procedere con la mente y el cuerpo del rehen.
Levito al soldado delante de mi y entramos a la cueva. sonrio para mi pensando cuan posible es que ese energumeno no volviese a ver jamas la luz del sol. Camino un rato largo, con la capucha puesta, hasta que la oscuridad de la gruta me obliga a alzar la otra mano y conjurar una pequeña fuente de luz.
Cuando considero que avance lo suficiente, tiro al soldado en el suelo. Lo despojo de sus armas y elementos de comunicacion, dejandolos apilados en un rincon de la camara en la cUal estamos. Me libro de su armadura y estupido casco. Decido destruirlos, usando un pequeño hechizo que causa una miniexplosion de dichos materiales. Luego, inmovilizo al soldado valiendome de algo menos arcano: una cuerda normal y corriente.
Espero a Adele ya con los preparativos casi hechos, mientras, decido como procedere con la mente y el cuerpo del rehen.
Por fin teníamos un sitio de reunión provisional acordado, algo que dista mucho de aquellos palacios o castillos en los que nos hemos reunido otras veces. Odio admitirlo, pero por ahora y hasta que encontremos algo mejor este sitio tendrá que hacer las veces de cuartel general. Por otra parte es probable que trate de recuperar una casa señorial a las afueras de Londres, una que perteneció a mi marido, Franz Boas. Entro a la cueva portando una antorcha en una mano y llevando una capa con capucha ancha, una de esas capas de terciopelo negro. Por suerte pude salvar parte de mis pertenencias gracias a un pequeño grupo de aurores que nos escoltaron a mi y a mi hijo pequeño hasta esa casa de citas donde lo tengo escondido ahora mismo. También pude dejar allí varias de mis cosas.
Tras recorrer senderos de la gruta durante algunos minutos llego por fin hasta donde está Rybar, con ese soldado que le han conseguido sus mercenarios. No es nadie conocido, que yo sepa, pero servirá para empezar. - Tus mercenarios han hecho rápido su trabajo. Lástima que no sea un pez gordo. ¿Le has sacado ya alguna información? ¿o le han dejado el cerebro destrozado como para que pueda hablar?
Paso al lado de Rybar para agacharme frente al soldado, con la antorcha frente a su cara. Sigue dormido, o inconsciente, vete a saber. Así no nos sirve, así que decido despertarlo de una manera un tanto brusca, pegándole una bofetada con la mano vuelta para que espabile, agitando después la antorcha ante su cara para que sienta el calor abrasador de cerca.
- Despierta, que no tenemos todo el día, escoria.
Tras recorrer senderos de la gruta durante algunos minutos llego por fin hasta donde está Rybar, con ese soldado que le han conseguido sus mercenarios. No es nadie conocido, que yo sepa, pero servirá para empezar. - Tus mercenarios han hecho rápido su trabajo. Lástima que no sea un pez gordo. ¿Le has sacado ya alguna información? ¿o le han dejado el cerebro destrozado como para que pueda hablar?
Paso al lado de Rybar para agacharme frente al soldado, con la antorcha frente a su cara. Sigue dormido, o inconsciente, vete a saber. Así no nos sirve, así que decido despertarlo de una manera un tanto brusca, pegándole una bofetada con la mano vuelta para que espabile, agitando después la antorcha ante su cara para que sienta el calor abrasador de cerca.
- Despierta, que no tenemos todo el día, escoria.
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Estoy teniendo sueños de churros con chocolate y cerdos voladores, soy feliz en mi inconsciencia, hasta que alguien me abofetea. Me despierto subitamente apartando la cara del calor, que luego me doy cuenta que es fuego. Intento revolverme pero estoy atado.
"mierda!"
Me aparto cual gusano por eso de las ataduras, de la mujer rubia de la bofetada, mirandola casi con miedo. Lleva una capucha. Es una bruja! Una de las malas, tal como nos habian contado nuestros compañeros tantas veces. Primero los demonios de piel negra y ahora esto. Pero no, no debo parecer un perrillo asustado, debo imponer! Carraspeo y escupo al suelo intentando hacerme el duro. Yo creo que me sale bien.
-Que mierdas es esto? Donde estoy? Y los bichos deformes aquellos....me las van a pagar muy caras!
"mierda!"
Me aparto cual gusano por eso de las ataduras, de la mujer rubia de la bofetada, mirandola casi con miedo. Lleva una capucha. Es una bruja! Una de las malas, tal como nos habian contado nuestros compañeros tantas veces. Primero los demonios de piel negra y ahora esto. Pero no, no debo parecer un perrillo asustado, debo imponer! Carraspeo y escupo al suelo intentando hacerme el duro. Yo creo que me sale bien.
-Que mierdas es esto? Donde estoy? Y los bichos deformes aquellos....me las van a pagar muy caras!
Empiezo a escuchar pasos, hasta que veo llegar a Adele. Hago que la luz que conjuré se acerque a ella para confirmármelo. Tuerzo ligeramente mi cabeza por su cumplido, ocupando mi sitio en el suelo, sentado. Estaba un tanto cansado y si voy a hacer lo que planeo hacer ya puedo ir relajándome.
-Pues claro que si. No en vano les he pagado en condiciones. Este no es nadie importante...sin embargo les he dejado las puertas abiertas a que me traigan a alguien mas en condiciones. Y solo ha recibido un golpe, el infeliz. Acabará sin poder hablar después de hoy.
"si. No pienso dejar torre sin derribar dentro de esa cabeza"
Me gustan los métodos de Adele de despertarlo, y además resultan efectivos. El soldado se despierta, haciendo preguntas y fanfarronadas. Miro a mi compañera, sentado en el suelo a lo indio, me había puesto a un metro del soldado. Tanto ella como yo vamos encapuchados.
-Sé como hacer esto rápido sin que perdamos mucho tiempo. Pero tienes que bajarle la guardia por mi, solo asi podré meterme dentro de su cabeza.
Luego, miro lentamente hacia el soldado.
-O...puedes hablar por tu propia voluntad. Pero dudo que hagas eso, verdad? Ademas, para mi es mas divertido de la otra forma.
-Pues claro que si. No en vano les he pagado en condiciones. Este no es nadie importante...sin embargo les he dejado las puertas abiertas a que me traigan a alguien mas en condiciones. Y solo ha recibido un golpe, el infeliz. Acabará sin poder hablar después de hoy.
"si. No pienso dejar torre sin derribar dentro de esa cabeza"
Me gustan los métodos de Adele de despertarlo, y además resultan efectivos. El soldado se despierta, haciendo preguntas y fanfarronadas. Miro a mi compañera, sentado en el suelo a lo indio, me había puesto a un metro del soldado. Tanto ella como yo vamos encapuchados.
-Sé como hacer esto rápido sin que perdamos mucho tiempo. Pero tienes que bajarle la guardia por mi, solo asi podré meterme dentro de su cabeza.
Luego, miro lentamente hacia el soldado.
-O...puedes hablar por tu propia voluntad. Pero dudo que hagas eso, verdad? Ademas, para mi es mas divertido de la otra forma.
- Sin hablar y sin respirar, probablemente. No pienso tener uno delante de mí y dejarlo salir con vida. Además, últimamente están demasiado tranquilos, se creen los amos de todo, como si hubiesen olvidado lo que podemos hacer con ellos. Hay que recordarles que mandamos nosotros, somos una raza superior.
"lo olvidan con demasiada frecuencia. Y lo peor es que llegan a creérselo."
El soldado se despierta entre asustado y confuso, aunque se las da de gallito. Bichos deformes dice, a saber qué ha contratado Rybar. - Tú si que vas a quedar deforme. Lo malo es que eres tan insignificante que no le importas a nadie, así que..espero que al menos nos seas de alguna utilidad. Por tu bien.- Sonrío de manera perversa bajo la capucha, me resulta tan ridículo que va a ser mucho más divertido esto de torturarlo. Rybar me pide algo muy sencillo de llevar a cabo, que le de una paliza mientras que él se concentra para tratar de hacer algo con su mente. Todavía no me ha mostrado sus poderes, y durante el torneo no tuve ocasión de observarlos con detenimiento.
- Eso está hecho. Pero no tardes mucho, no vaya a ser que no resista. Ya viene herido... - comento con desagrado al darme cuenta de que sus mercenarios ya le habían hecho algún daño, no sé si serio o no, pero necesitamos que viva un poco más. Me pongo en pie mirándolo con desdén desde mi posición elevada, pegándole una patada en la cara para después poner el tacón de mi bota sobre su garganta. Supongo que tendré que pegarle más para que baje la guardia, así que con él todavía aprisionado de ese modo me dedico a levitar algunos objetos que tengo alrededor, como piedras de tamaño no demasiado grande, dirigiéndolas después con fuerza hacia el cuerpo y la cara del soldado, a modo de 'lluvia de meteoros'. Estos golpes no creo que lo dejen sin conocimiento de nuevo, las piedras son aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis y evito darle en zonas críticas de la cabeza, para no joderle el plan a Rybar.
"lo olvidan con demasiada frecuencia. Y lo peor es que llegan a creérselo."
El soldado se despierta entre asustado y confuso, aunque se las da de gallito. Bichos deformes dice, a saber qué ha contratado Rybar. - Tú si que vas a quedar deforme. Lo malo es que eres tan insignificante que no le importas a nadie, así que..espero que al menos nos seas de alguna utilidad. Por tu bien.- Sonrío de manera perversa bajo la capucha, me resulta tan ridículo que va a ser mucho más divertido esto de torturarlo. Rybar me pide algo muy sencillo de llevar a cabo, que le de una paliza mientras que él se concentra para tratar de hacer algo con su mente. Todavía no me ha mostrado sus poderes, y durante el torneo no tuve ocasión de observarlos con detenimiento.
- Eso está hecho. Pero no tardes mucho, no vaya a ser que no resista. Ya viene herido... - comento con desagrado al darme cuenta de que sus mercenarios ya le habían hecho algún daño, no sé si serio o no, pero necesitamos que viva un poco más. Me pongo en pie mirándolo con desdén desde mi posición elevada, pegándole una patada en la cara para después poner el tacón de mi bota sobre su garganta. Supongo que tendré que pegarle más para que baje la guardia, así que con él todavía aprisionado de ese modo me dedico a levitar algunos objetos que tengo alrededor, como piedras de tamaño no demasiado grande, dirigiéndolas después con fuerza hacia el cuerpo y la cara del soldado, a modo de 'lluvia de meteoros'. Estos golpes no creo que lo dejen sin conocimiento de nuevo, las piedras son aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis y evito darle en zonas críticas de la cabeza, para no joderle el plan a Rybar.
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Me acojono un poco cuando dicen eso de meterse dentro de mi cabeza. De verdad podian hacer eso? Por otro lado, como engendros que son, no me extrañaria nada que fuesen capaces....
"donde está mi peloton? Por qué me han abandonado?"
Miro hacia los lados como esperando que apareciera alguno de mis compañeros soldados, aunque en realidad se que eso no va a pasar.
-No pienso hablar voluntariamente!
Miro a la mujer que tambien me amenaza, es cierto que ya vengo herido. Las heridas causadas por los diablos esos no habian dejado de sangrar y estoy debil. Comienzo a pensar por sus palabras y por mi debilidad, a darme cuenta, que es posible que no salga vivo de esta. ¿Quien cuidará de mi cactus entonces?
-Ya lo he dicho, no voy a....ugh!
me detengo pues recibo una patada en la cara y luego me aplasta el cuello con su botaca de femme fatale. Luego piedrecitas empiezan a volar hacia mi y a golpearme, pero la verdad que no me hacen mucho daño porque bueno, me han quitado las armas y el casco pero aun llevo una buena equipacion en el resto del cuerpo. Eso si algun que otro golpe a la cara me llevo que me jode bastante. Pero me las apaño para responderles.
-Buuuuuh, piedrecitas ya me tiraban en el patio del colegio!
"donde está mi peloton? Por qué me han abandonado?"
Miro hacia los lados como esperando que apareciera alguno de mis compañeros soldados, aunque en realidad se que eso no va a pasar.
-No pienso hablar voluntariamente!
Miro a la mujer que tambien me amenaza, es cierto que ya vengo herido. Las heridas causadas por los diablos esos no habian dejado de sangrar y estoy debil. Comienzo a pensar por sus palabras y por mi debilidad, a darme cuenta, que es posible que no salga vivo de esta. ¿Quien cuidará de mi cactus entonces?
-Ya lo he dicho, no voy a....ugh!
me detengo pues recibo una patada en la cara y luego me aplasta el cuello con su botaca de femme fatale. Luego piedrecitas empiezan a volar hacia mi y a golpearme, pero la verdad que no me hacen mucho daño porque bueno, me han quitado las armas y el casco pero aun llevo una buena equipacion en el resto del cuerpo. Eso si algun que otro golpe a la cara me llevo que me jode bastante. Pero me las apaño para responderles.
-Buuuuuh, piedrecitas ya me tiraban en el patio del colegio!
-Bien, veo que pensamos igual respecto a eso
Respondo asi a Adele acerca de nuestras intenciones de dejar al soldado con vida. Es decir, nulas. YO sigo sentado, el soldado respondón parece no querer callar mientras Adele se encarga de él. Llevo siglos sin usar la habilidad que me permite sumirme en los recuerdos de una persona. Manipularlos y destruirlos. Desde aquella vez con Katrina...
No se hasta que punto esa habilidad mia seguira sin oxidar. Pero el hombre me está poniendo nervioso. Quiza podamos intentar el metodo normal. Total, va a acabar muerto, si o si. Ademas asi lo debilito. Y para luego, iba a querer contacto visual.
- No me interesa tu patética opinion. Me interesan tus lideres. Quienes son?
Justo tras mi pregunta, para hacerle ver que vamos en serio, hago uso de una de mis mas pulidas habilidades de magia negra. A un gesto de mi mano, su piel se abre en multiples cortes alargados, no demasiado profundos, pero si muy numerosos, por todo el cuerpo. Estos comienzan a sangrar rapidamente, y ademas resultan bastante dolorosos.
-Puedo seguir. Y cada vez será peor. Repito. Quienes son? Que está planeando el ejército ahora?
Respondo asi a Adele acerca de nuestras intenciones de dejar al soldado con vida. Es decir, nulas. YO sigo sentado, el soldado respondón parece no querer callar mientras Adele se encarga de él. Llevo siglos sin usar la habilidad que me permite sumirme en los recuerdos de una persona. Manipularlos y destruirlos. Desde aquella vez con Katrina...
No se hasta que punto esa habilidad mia seguira sin oxidar. Pero el hombre me está poniendo nervioso. Quiza podamos intentar el metodo normal. Total, va a acabar muerto, si o si. Ademas asi lo debilito. Y para luego, iba a querer contacto visual.
- No me interesa tu patética opinion. Me interesan tus lideres. Quienes son?
Justo tras mi pregunta, para hacerle ver que vamos en serio, hago uso de una de mis mas pulidas habilidades de magia negra. A un gesto de mi mano, su piel se abre en multiples cortes alargados, no demasiado profundos, pero si muy numerosos, por todo el cuerpo. Estos comienzan a sangrar rapidamente, y ademas resultan bastante dolorosos.
-Puedo seguir. Y cada vez será peor. Repito. Quienes son? Que está planeando el ejército ahora?
Dejo de lanzarle piedras por un momento cuando Rybar comienza con su interrogatorio tras abrirle esos cortes sangrantes por todo el cuerpo. Las preguntas son bastante básicas, pero supongo que para empezar no están mal. Me aparto un poco del tipejo, mirando lo hecho polvo que empieza a estar entre cortes y golpes. No me da pena ninguna, simplemente me asquea. Además, el muy imbécil tiene la osadía de ponerse chulo, cuestionando el modo en que le torturo y negándose a hablar por las buenas. - Sólo un idiota se atrevería a seguir soltando sandeces cuando está en una situación como en la que estás tú ahora. - Agarro al tipo por las ataduras, empujándolo contra la pared de la cueva, de manera que se choque y se haga daño. Después saco el látigo que llevo colgado del cinturón, comenzando a sacudirle en la espalda. Tres latigazos seguidos que restallan contra su piel. Hago una pequeña pausa para preguntarle también algunas cosas, aunque como siga sin decir nada no dudaré en acabar con él rápido.
- Esos robots que tenéis...¿los fabrican aquí? ¿están trabajando en algo nuevo relacionado con ellos? ¿Dónde los fabrican?
Por si le da por ponerse chulo otra vez, vuelvo a soltarle otros cuantos latigazos más, esta vez dirigidos hacia los riñones, incluso a la cara. Podría también tratar de envenenarle, pero es absurdo desperdiciar así veneno con alguien que nos va a durar poco.
- Rybar, puedes empezar por cortarle una mano, seguro que eso le suelta la lengua. Además, no tenemos todo el día. No podemos perder mucho tiempo con él
- Esos robots que tenéis...¿los fabrican aquí? ¿están trabajando en algo nuevo relacionado con ellos? ¿Dónde los fabrican?
Por si le da por ponerse chulo otra vez, vuelvo a soltarle otros cuantos latigazos más, esta vez dirigidos hacia los riñones, incluso a la cara. Podría también tratar de envenenarle, pero es absurdo desperdiciar así veneno con alguien que nos va a durar poco.
- Rybar, puedes empezar por cortarle una mano, seguro que eso le suelta la lengua. Además, no tenemos todo el día. No podemos perder mucho tiempo con él
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Grito de dolor y de panico cuando empiezan a abrirseme heridas en la piel, asi sin mas, y noto como mi ropa se humedece por la sangre. Cada vez pienso mas y mas en mi cactus. Se iba a quedar solo y sin regar.
-no...no hablaré!
"pero si no van a rescatarte, a lo mejor si hablo tengo una oportunidad!"
"ni de coña"
La mujer me agarra con brusquedad, preguntando mas cosas y amenazando con cortarme una mano. Soy estampado contra la pared y me doy en el cocote, haciendome bastante daño. Luego esos latigazos tampoco ayudan, ademas hacen polvo mi preciosa cara random. A mi no me habian entrenado para esto. Recordemos que soy el soldado que falló un tiro a un blanco que estaba quieto.
-No, no se nada de los robots. No me corteis la mano! No se nada. Vale, os diré como se llaman. Frederic Javert es uno y el otro es...era Sideron Harby, pero ese ha desaparecido o ha palmado, vete a saber
"no hará ningun daño que diga eso"
-Y no se que planean, a mi me mandan y ya, yo sali a patrullar como me dijeron
"Bueno, tenemos ordenes de capturar antes que de matar, siempre que sea posible..."
-no...no hablaré!
"pero si no van a rescatarte, a lo mejor si hablo tengo una oportunidad!"
"ni de coña"
La mujer me agarra con brusquedad, preguntando mas cosas y amenazando con cortarme una mano. Soy estampado contra la pared y me doy en el cocote, haciendome bastante daño. Luego esos latigazos tampoco ayudan, ademas hacen polvo mi preciosa cara random. A mi no me habian entrenado para esto. Recordemos que soy el soldado que falló un tiro a un blanco que estaba quieto.
-No, no se nada de los robots. No me corteis la mano! No se nada. Vale, os diré como se llaman. Frederic Javert es uno y el otro es...era Sideron Harby, pero ese ha desaparecido o ha palmado, vete a saber
"no hará ningun daño que diga eso"
-Y no se que planean, a mi me mandan y ya, yo sali a patrullar como me dijeron
"Bueno, tenemos ordenes de capturar antes que de matar, siempre que sea posible..."
Ella me da bastante cancha con eso que hace, encargandose de infligir aun mas dolor fisico al soldado. Yo no es que disfrute torturando en plan psicotico, pero pienso que es mi trabajo, que estoy haciendo mi deber y que lo estoy haciendo bien, ademas, su sufrimiento no me molesta en absoluto, aunque tampoco me causa regocijo. Mas que nada porque no tengo nada particularmente personal con este sujeto. Él se niega a hablar, solo nos da un par de nombres.
-Ya veo. A quien deberiamos agradecer la desaparicion de uno de los capitanes del ejército? En tal caso...ya solo nos interesa Frederic Javert. A no ser que pongan a un nuevo capitan a cargo
"cosa que no seria de extrañar"
Se niega a contestar a nada mas, pese a la paliza que Adele le esta pegando. Me dice que le corte la mano pero a mi eso me da bastante pereza ahora mismo, y mira que tengo mi daga a mano. Miro a los ojos del soldado, ahora de espaldas contra la pared. Y me levanto, sería mas facil asi.
-Vas a contestar a las preguntas que ella te ha hecho, quieras o no.
Cuando llego frente a el, pongo mis dos manos a los lados de su cabeza, sobre sus sienes. La falta de practica me obligaba a ello. Escruto en sus ojos intentando entrar en su mente, y cuando siento que llega el momento y que he logrado la conexion, mis ojos se cierran, pero sigo sujetando sus sienes. Lo primero que veo, los primeros recuerdos que obtengo suyos, solo traen dolor a mi cabeza y a mi cuerpo. Pues son los recuerdos mas recientes: aquellos de la tortura y posteriormente, aquellos en los cuales tres drows...¿tres? lo atacaban. Eso no me vale. Retrocedo mas, y busco. Pero me es dificil y confuso. Los nombres, ya los tengo. He de buscar recuerdos relacionados con los centinelas. El Proyecto Centinela, ¿asi lo llaman?. Interfieren recuerdos del soldado, recuerdos en los que parece mas concentrado ahora mismo...los de un...¿cactus? Que clase de vida lleva? Concentración. Alejemonos del cactus. Algunas fotos familiares. Eso tampoco. Mi cuerpo empieza a temblar por el esfuerzo. Entrenamiento militar, jura de bandera, no, no no......... y no. Parece que es verdad que sabe poco. Busco más sobre los centinelas, cualquier cosa relacionada con ellos, o con los capitanes. En los comedores del ejército, hablan de Javert. Rumores de que habia convocado una reunion para elegir nuevo capitan. Otra vez el maldito cactus. Ahora le echan la bronca en la academia militar porque tiene una punteria pésima. Centinelas, proyectos nuevos....intento guiar sus recuerdos. ¿Donde los fabrican? Una confusa conversacion sobre Irlanda. Él mismo tampoco parece saber mucho. Siento que estoy alcanzando mi limite cuando mis propios recuerdos empiezan a interferir con los suyos. Entonces me separo de él subitamente, soltando su cabeza, apoyandome contra la pared. Empiezo a toser y me escurro hasta el suelo para quedar sentado cerca del soldado, al cual debo de haber dejado con un horrible dolor de cabeza y una sensacion de confusion absoluta.
-Lo llaman Proyecto Centinela. Él piensa que vienen de Irlanda. Ha oido rumores sobre que ese tal capitan Javert ha decidido hacer unas elecciones para elegir al nuevo segundo capitan del ejército. No sabe mucho más. Es bastante nuevo...
Gruño con desdén,agotado. Habia gastado un montón de energia solo para obtener algunas confirmaciones y recuerdos de un cactus. Podria llegar mas alla y modificar sus recuerdos, devolverles al soldado con la mente hecha trizas, pero para alguien de tan bajo rango...no me merecia la pena.
-Acabemos con éste cuanto antes. Es noche de brujas no? Aun puede tener mas usos que el de un pobre informador. Shamhain deberia volver a ser temido por aquellos sin poder.
-Ya veo. A quien deberiamos agradecer la desaparicion de uno de los capitanes del ejército? En tal caso...ya solo nos interesa Frederic Javert. A no ser que pongan a un nuevo capitan a cargo
"cosa que no seria de extrañar"
Se niega a contestar a nada mas, pese a la paliza que Adele le esta pegando. Me dice que le corte la mano pero a mi eso me da bastante pereza ahora mismo, y mira que tengo mi daga a mano. Miro a los ojos del soldado, ahora de espaldas contra la pared. Y me levanto, sería mas facil asi.
-Vas a contestar a las preguntas que ella te ha hecho, quieras o no.
Cuando llego frente a el, pongo mis dos manos a los lados de su cabeza, sobre sus sienes. La falta de practica me obligaba a ello. Escruto en sus ojos intentando entrar en su mente, y cuando siento que llega el momento y que he logrado la conexion, mis ojos se cierran, pero sigo sujetando sus sienes. Lo primero que veo, los primeros recuerdos que obtengo suyos, solo traen dolor a mi cabeza y a mi cuerpo. Pues son los recuerdos mas recientes: aquellos de la tortura y posteriormente, aquellos en los cuales tres drows...¿tres? lo atacaban. Eso no me vale. Retrocedo mas, y busco. Pero me es dificil y confuso. Los nombres, ya los tengo. He de buscar recuerdos relacionados con los centinelas. El Proyecto Centinela, ¿asi lo llaman?. Interfieren recuerdos del soldado, recuerdos en los que parece mas concentrado ahora mismo...los de un...¿cactus? Que clase de vida lleva? Concentración. Alejemonos del cactus. Algunas fotos familiares. Eso tampoco. Mi cuerpo empieza a temblar por el esfuerzo. Entrenamiento militar, jura de bandera, no, no no......... y no. Parece que es verdad que sabe poco. Busco más sobre los centinelas, cualquier cosa relacionada con ellos, o con los capitanes. En los comedores del ejército, hablan de Javert. Rumores de que habia convocado una reunion para elegir nuevo capitan. Otra vez el maldito cactus. Ahora le echan la bronca en la academia militar porque tiene una punteria pésima. Centinelas, proyectos nuevos....intento guiar sus recuerdos. ¿Donde los fabrican? Una confusa conversacion sobre Irlanda. Él mismo tampoco parece saber mucho. Siento que estoy alcanzando mi limite cuando mis propios recuerdos empiezan a interferir con los suyos. Entonces me separo de él subitamente, soltando su cabeza, apoyandome contra la pared. Empiezo a toser y me escurro hasta el suelo para quedar sentado cerca del soldado, al cual debo de haber dejado con un horrible dolor de cabeza y una sensacion de confusion absoluta.
-Lo llaman Proyecto Centinela. Él piensa que vienen de Irlanda. Ha oido rumores sobre que ese tal capitan Javert ha decidido hacer unas elecciones para elegir al nuevo segundo capitan del ejército. No sabe mucho más. Es bastante nuevo...
Gruño con desdén,agotado. Habia gastado un montón de energia solo para obtener algunas confirmaciones y recuerdos de un cactus. Podria llegar mas alla y modificar sus recuerdos, devolverles al soldado con la mente hecha trizas, pero para alguien de tan bajo rango...no me merecia la pena.
-Acabemos con éste cuanto antes. Es noche de brujas no? Aun puede tener mas usos que el de un pobre informador. Shamhain deberia volver a ser temido por aquellos sin poder.
Suelto un sonido de exasperación cuando repite por enésima vez que no hablará. Después me quito la capucha porque quiero que me vea la cara, la cara de desprecio supremo que debo tener hacia él en estos momentos. Además, debe ver quién le va a matar. Por fin dice algo, aunque sea bastante inútil. Total, de un nombre podemos enterarnos por el periódico o por lo que se hable en las calles, no tiene mucho interés
"así que un capitán dsaparecido...y no nos lo hemos cargado nosotros. ¿Quién habrá sido?"
- Eres un soldado bastante triste...un simple mandado. Y mira cómo has acabado por servir a esos que te mandan. ¿Te merece la pena? - comento con pena fingida, dejando después hueco a Rybar para que se acerque a él, explorando sus recuerdos. Observo con atención cada detalle de las caras de ambos durante el proceso, pensando que tiene sentido que quiera entrenar con una de las descendientes que tiene poderes similares. Por mi parte cada vez me tienta más pasar de la tipa de las plantas e irme con Matvey, por varios motivos. Me acerco a Rybar cuando se separa como agotado, esperando las noticias de lo que ha sacado.
- ¿Y bien? algo interesante en este insulso? - por lo que veo no hay nada demasiado útil, y parece tener sentido eso de que quieran suplir al capitán desaparecido. Lo de Irlanda no lo sabía, pero parece ser que el proyecto que han traído vino de ahí, o no, a saber. No es muy de fiar lo que sepa alguien de tan bajo rango. - Bah, algo es algo. Yo ya sabía que no nos daría mucha información. - sonrío con malicia ante el comentario de la noche de brujas, así es como deberían ser, con persecuciones a esos idiotas muggles. Haciendo que de verdad la teman.
- Deja, ya me encargo yo de terminar con esto. Tú debes recuperarte un poco antes de marcharnos. - le cojo la daga prestada, sujetando en la otra mano el látigo. Hago que éste levite hasta ir a enrollarse al cuello del soldado, de tal manera que tire de él hacia arriba, enganchándose en una roca para que quede colgado. Obviamente esto comienza a ahogarlo. Después hago levitar la daga hacia él, haciendo que se clave sobre el soldado en repetidas ocasiones, y ahora sí que lo dirijo a puntos vitales, de manera cruel. Debido a esto en pocos minuto se ha formado un charco carmesí bajo sus pies. Para ese momento el soldado ya ha expirado, dejando atrás su anodina existencia. Vuelvo a soltar el látigo, haciendo que caiga al suelo. - Todo tuyo Rybar. Decide sitio de Londres, y ve pensando el mensaje. - espero a que Rybar agarre al soldado, desapareciendo de allí los tres en cuanto decide el destino.
"así que un capitán dsaparecido...y no nos lo hemos cargado nosotros. ¿Quién habrá sido?"
- Eres un soldado bastante triste...un simple mandado. Y mira cómo has acabado por servir a esos que te mandan. ¿Te merece la pena? - comento con pena fingida, dejando después hueco a Rybar para que se acerque a él, explorando sus recuerdos. Observo con atención cada detalle de las caras de ambos durante el proceso, pensando que tiene sentido que quiera entrenar con una de las descendientes que tiene poderes similares. Por mi parte cada vez me tienta más pasar de la tipa de las plantas e irme con Matvey, por varios motivos. Me acerco a Rybar cuando se separa como agotado, esperando las noticias de lo que ha sacado.
- ¿Y bien? algo interesante en este insulso? - por lo que veo no hay nada demasiado útil, y parece tener sentido eso de que quieran suplir al capitán desaparecido. Lo de Irlanda no lo sabía, pero parece ser que el proyecto que han traído vino de ahí, o no, a saber. No es muy de fiar lo que sepa alguien de tan bajo rango. - Bah, algo es algo. Yo ya sabía que no nos daría mucha información. - sonrío con malicia ante el comentario de la noche de brujas, así es como deberían ser, con persecuciones a esos idiotas muggles. Haciendo que de verdad la teman.
- Deja, ya me encargo yo de terminar con esto. Tú debes recuperarte un poco antes de marcharnos. - le cojo la daga prestada, sujetando en la otra mano el látigo. Hago que éste levite hasta ir a enrollarse al cuello del soldado, de tal manera que tire de él hacia arriba, enganchándose en una roca para que quede colgado. Obviamente esto comienza a ahogarlo. Después hago levitar la daga hacia él, haciendo que se clave sobre el soldado en repetidas ocasiones, y ahora sí que lo dirijo a puntos vitales, de manera cruel. Debido a esto en pocos minuto se ha formado un charco carmesí bajo sus pies. Para ese momento el soldado ya ha expirado, dejando atrás su anodina existencia. Vuelvo a soltar el látigo, haciendo que caiga al suelo. - Todo tuyo Rybar. Decide sitio de Londres, y ve pensando el mensaje. - espero a que Rybar agarre al soldado, desapareciendo de allí los tres en cuanto decide el destino.
Antes de salir de las calles de Bastion, habiamos cogido la vespino que dejamos guardada en las ruinas de un edficion. Afortunadamente nadie habia pasado por alli ni la habia tocado. Con la llave-cristal de Vor la habiamos arrancado y nuevamente nos habiamos pegado un buen paseo .El muy cachondo del baston nos seguía, no ibamos tampoco muy rapidos. Roäc tambien nos seguia a vuelo y cuando podia se aprovechaba y se subia al baston a modo de tabla de surf. Aunque no tardaba en alzar el vuelo otra vez a su bola. La verdad es que somos una estampa de lo mas rara. Vamos que si nos ve un muggle no sabe si llamar al ejercito o al psiquiatra a que le suban la dosis. Cuando tenemos que abandonar el firme e ir por caminos cada vez mas agrestes, me doy cuenta de que o bajamos o nos matamos porque los baches comienzan a ser importantes. Detengo la vespino y me bajo, gruñendo.
-necesito una...una todoterreno!!!
"eso si que molaria"
-Vale, de todos modos, creo que estamos cerca. Ocultamos en esos matojos la moto y asi no nos la roban.
Roäc nos alcanza, se situa en mi hombro tranquilamente. Le rasco un poco la cabeza y luego miro a mi alrededor intentando ubicarme para saber por donde tenia que tirar.
-necesito una...una todoterreno!!!
"eso si que molaria"
-Vale, de todos modos, creo que estamos cerca. Ocultamos en esos matojos la moto y asi no nos la roban.
Roäc nos alcanza, se situa en mi hombro tranquilamente. Le rasco un poco la cabeza y luego miro a mi alrededor intentando ubicarme para saber por donde tenia que tirar.
-Si. Vaya que si. No solamente robaremos un par, ¡También tendremos recambios- Le había dicho aún antes de salir del pueblo. Había callado más en cuánto le dio por silbar, muy curioso yo. Aunque interrumpió para asegurarme que habían más cuevas. Yo asentí queriendo que volviera a hacer aquello. Le daba musicalidad al ambiente.
Y lo escuchaba porque me parecía muy gracioso de oír, cuando algo nos interrumpió. Un sonido que destrozaba algo la canción pero que a su vez me alegré mucho de escuchar, un "caw". Saludó a Dyos con un picoteo, muy majo él, y luego se hizo lugar en mi bastón. Este no pareció quejarse por ello.
Últimamente empezaba a tener más en cuenta los sentimientos de aquel palo. -Míralo que majo. Se sabe cuidar bastante bien, que si- Le respondí yo que seguía hablando en drow.
Y de allí salimos al final en moto. Me pareció muy útil haber conservado la llave y algo me decía que íbamos a sacarle mucho provecho. En cuanto el asunto del abrigo... -No me voy a cambiar aquí. Que no he de quitarme mucho, pero una armadura ni loco me la pongo bajo el sol.- Y si se me quemaba el pellejo! ?
El viaje fue más tranquilo pero yo tenía aún un poco de miedo. Intentaba no agarrarme demasiado a él porque tenía esa fobia de caerme. Pero no era tan Koala, al menos. El pajarraco iba ahí casi riéndose del mundo, encima del bastón. Definitivamente éramos un equipo raro. Uno demasiado raro. Yo en cuánto me acostumbré canté, con los ojos cerrados por el sol. Era una sensación agradable. Pero me arrepentí de no haberle dado la armadura antes, así no era tan agradable de agarrar, él.
La gracia del viaje se hizo más escasa por culpa de los desniveles, que me hacían ponerme muy nervioso. Dejé de canturrear y me alegré dde seguir a pata. Le observé esconder la moto cuando llegamos, y yo me lo miré. -Una todoterreno... tu crees? Sería demasiada suerte.
El pajarraco se fue a su hombro y lo vi intentando orientarse. Yo me puse a caminar, volviendo a mis lanas. Más pronto que tarde llegamos a la entrada de una cueva y yo acabé mi obra de arte. Entonces dejé mi bolso en el suelo y, tras darme unos segundos de disfrute, me lo quité y se lo di, esperando mi armadura. -Quiero un abrigo.- Le dije casi como curiosidad. Mientras me ponía la armadura yo me puse a hablar. -Y si encontramos un zulo ocupado? Por dos drows. Mujeres y renegadas. Con una tabla mágica una y un cuervo la otra.- Pensé en ello y me pareció estúpido -Dudo que encontremos a alguno de nuestra patria pero...
Una vez listo saqué mi lanosa obra de arte y se la di. Era una basura irregular del tamaño de un palmo abierto. -Una bufanda- expliqué
Se la quise poner, pero no daba para darle una vuelta al cuello. Se la puse encima de la cabeza y me lo miré, crítico. Miré a Roäc. -Un nido.- Hice sonrisa de artista mientras me alejaba y me asentía. La lana tenía como purpurina y tal vez tentara a la Urraca. -Todo listo! Venga, tu dirás~- le canturré, orgulloso
Y lo escuchaba porque me parecía muy gracioso de oír, cuando algo nos interrumpió. Un sonido que destrozaba algo la canción pero que a su vez me alegré mucho de escuchar, un "caw". Saludó a Dyos con un picoteo, muy majo él, y luego se hizo lugar en mi bastón. Este no pareció quejarse por ello.
Últimamente empezaba a tener más en cuenta los sentimientos de aquel palo. -Míralo que majo. Se sabe cuidar bastante bien, que si- Le respondí yo que seguía hablando en drow.
Y de allí salimos al final en moto. Me pareció muy útil haber conservado la llave y algo me decía que íbamos a sacarle mucho provecho. En cuanto el asunto del abrigo... -No me voy a cambiar aquí. Que no he de quitarme mucho, pero una armadura ni loco me la pongo bajo el sol.- Y si se me quemaba el pellejo! ?
El viaje fue más tranquilo pero yo tenía aún un poco de miedo. Intentaba no agarrarme demasiado a él porque tenía esa fobia de caerme. Pero no era tan Koala, al menos. El pajarraco iba ahí casi riéndose del mundo, encima del bastón. Definitivamente éramos un equipo raro. Uno demasiado raro. Yo en cuánto me acostumbré canté, con los ojos cerrados por el sol. Era una sensación agradable. Pero me arrepentí de no haberle dado la armadura antes, así no era tan agradable de agarrar, él.
La gracia del viaje se hizo más escasa por culpa de los desniveles, que me hacían ponerme muy nervioso. Dejé de canturrear y me alegré dde seguir a pata. Le observé esconder la moto cuando llegamos, y yo me lo miré. -Una todoterreno... tu crees? Sería demasiada suerte.
El pajarraco se fue a su hombro y lo vi intentando orientarse. Yo me puse a caminar, volviendo a mis lanas. Más pronto que tarde llegamos a la entrada de una cueva y yo acabé mi obra de arte. Entonces dejé mi bolso en el suelo y, tras darme unos segundos de disfrute, me lo quité y se lo di, esperando mi armadura. -Quiero un abrigo.- Le dije casi como curiosidad. Mientras me ponía la armadura yo me puse a hablar. -Y si encontramos un zulo ocupado? Por dos drows. Mujeres y renegadas. Con una tabla mágica una y un cuervo la otra.- Pensé en ello y me pareció estúpido -Dudo que encontremos a alguno de nuestra patria pero...
Una vez listo saqué mi lanosa obra de arte y se la di. Era una basura irregular del tamaño de un palmo abierto. -Una bufanda- expliqué
Se la quise poner, pero no daba para darle una vuelta al cuello. Se la puse encima de la cabeza y me lo miré, crítico. Miré a Roäc. -Un nido.- Hice sonrisa de artista mientras me alejaba y me asentía. La lana tenía como purpurina y tal vez tentara a la Urraca. -Todo listo! Venga, tu dirás~- le canturré, orgulloso
Me giro al ver lo que esta haciendo y lo miro con cara rara.
"¿eh? Ah, oh. Mi abrigo"
casi no me puedo creer que por fin me lo esté devolviendo. La cosa es que yo ya he empezado a acostumbrarme a la armadura y todo, pero sonrio al ver mi abrigo liberado y empiezo a desabrocharme correas y mas correas. Me quito la armadura pasandosela a el y agarro mi abrigo, poniendomelo .Reubico todos mis frasquitos. Roac pega un graznido porque si y se larga con Vor ahora.
-Los abrigos son geniales. Atracaremos a otro mendigo muerto. -se monta una paranoia rara sobre encontrar a dos drows como nosotros pero en version mujer y con tabla de surf magica y cuervo. -Eso, compañero, sería algo milagroso de ver.
Entonces me da algo, lanoso, lo que habia estado haciendo, y me explica que es una bufanda, pero eso no es nada, un posavasos si acaso. Y lo pone en mi cabeza a lo que yo respondo con una mirada asesina .Eso si, a Roäc debe molarle porque abandona el hombro de él y se va a por el trozo de lanza de mi cabeza, plantandose ahi como si estuviese empollando un huevo. Yo rechisto algo y echo a andar con la urraca en la cabeza, guiando el camino. Si no me he quitado el trozo lanoso de la cabeza es porque al pajarraco le ha debido molar y parece en comodidad. Yo intento averiguar, recordar mas bien, la senda. No me cuesta mucho en verdad, tengo buena memoria y mi sentido de la orientacion es igualmente bueno. Acabo encontrando un sendero oculto, habia quedado medio tapado por la maleza, pero lo reconozco. Le indico a Vor que me siga y efectivamente acaba conduciendonos ala entrada de una gruta.
-Aqui es. Comprobemos cuan habitable es. Si hay drarañas, a esta no la matamos, nos la quedamos de mascota y se la azuzamos a los soldados.
"¿eh? Ah, oh. Mi abrigo"
casi no me puedo creer que por fin me lo esté devolviendo. La cosa es que yo ya he empezado a acostumbrarme a la armadura y todo, pero sonrio al ver mi abrigo liberado y empiezo a desabrocharme correas y mas correas. Me quito la armadura pasandosela a el y agarro mi abrigo, poniendomelo .Reubico todos mis frasquitos. Roac pega un graznido porque si y se larga con Vor ahora.
-Los abrigos son geniales. Atracaremos a otro mendigo muerto. -se monta una paranoia rara sobre encontrar a dos drows como nosotros pero en version mujer y con tabla de surf magica y cuervo. -Eso, compañero, sería algo milagroso de ver.
Entonces me da algo, lanoso, lo que habia estado haciendo, y me explica que es una bufanda, pero eso no es nada, un posavasos si acaso. Y lo pone en mi cabeza a lo que yo respondo con una mirada asesina .Eso si, a Roäc debe molarle porque abandona el hombro de él y se va a por el trozo de lanza de mi cabeza, plantandose ahi como si estuviese empollando un huevo. Yo rechisto algo y echo a andar con la urraca en la cabeza, guiando el camino. Si no me he quitado el trozo lanoso de la cabeza es porque al pajarraco le ha debido molar y parece en comodidad. Yo intento averiguar, recordar mas bien, la senda. No me cuesta mucho en verdad, tengo buena memoria y mi sentido de la orientacion es igualmente bueno. Acabo encontrando un sendero oculto, habia quedado medio tapado por la maleza, pero lo reconozco. Le indico a Vor que me siga y efectivamente acaba conduciendonos ala entrada de una gruta.
-Aqui es. Comprobemos cuan habitable es. Si hay drarañas, a esta no la matamos, nos la quedamos de mascota y se la azuzamos a los soldados.
Yo creo que se le iluminó la cara al verme quitar el abrigo. Que a mi no me hacía ilusión alguna no tenerlo para mi, pero… Al menos eso me hizo pensar que estaba haciendo lo correcto. Yo me estuve aún un buen rato para ponerme mi armadura, mucho más que él para quitársela, porque me costaba con tantísima jodida correa. Me preguntaba si mi padre tardaría tanto en ponérsela. Que puesta ya quedaba bien chula, y daba un aire drow bastante sincero. A Dyos igual le quedaba mejor que yo. Porque el tono de piel le acompañaba aún más. No era de un negro inmaculado, esta, si no de un azulado quizás algo violáceo no muy saturado. Lo cual no es lo mismo que negro. Le sonreí al pajarraco como de forma cómplice, en cuanto se me subió encima.
-¡Atracar a un mendigo! Tu te crees, que no. Seguro que no hay mendigos tan pequeños.- Le dije yo muy serio. No quería ir pareciendo un por-DYOS-ero por el mundo, como él, si no una persona con un mínimo de dignidad. Pensaba en gabardinas o algo así. Aunque igual parecía un detective. Un detectivor. No me desagradaba la idea y de hecho la imagen me iba gustando más y más por momentos. Pareció que le gustaba la idea. -Sinceramente dudo que hayan duetos drows más raros que el nuestro. Aunque igual tampoco hay duetos drows. Igual aquel viejo es el único drow perdido por la faz exterior, junto a nosotros.
Pensé en que no había visto mujeres allí fuera, pero lo cierto es que las chiquillas tenían menos que hacer allí. Dentro se las respetaba, y por lo tanto no tenían las mismas motivaciones que nosotros para huir. Y no me apetecía en realidad encontrarme una de ellas. Aunque me seguía preguntando que si estaban fuera, igual no eran tan víboras. Mi bufanda-nido pareció gustarle bastante a la avecilla porque vilmente me abandonó para ponerse encima suya. A Dyos no pareció hacerle especial gracia por las miradas que me echaba, pero yo me encogí de hombros y le sonreí.
Pronto, tras seguirle, encontramos una entrada muy maja y un tanto escondida. Era hora de ver si era un lugar aceptable o no. Llevé el bastón por delante, para que abriera el camino. No requería de su luz -y de hecho me molestaba- así que lo apagué mientras me asomaba un tanto, observando ambos lados. -¡No vamos a echarles una draraña! No quiero drarañas.- Me llevé la mano al abdomen, donde me había picado la muy pedazo de ssindossa. -Como te pique a ti ya me entenderás, ¡Vaya que si!
Seguí entrando poco a poco, a paso muy lento. No me fiaba demasiado de las cuentas. Intentaba ser la mar de sigiloso y hacer cuanto menos ruido posible. El bastón podía servir de señuelo para muchas criaturas, porque era incluso en la oscuridad más llamativo que no un par de negros. -Últimamente te veo con ganas de querer esclavizar toda la fauna del interior…- Salté para subirme a un sitio más elevado, y luego a otro, confiando demasiado en mi ligereza. Por el momento no veía nada. -Deberíamos ir a por drows en una ciudad. Esclavos. Nos lo agradecerían y seguro que se sumaban, y al menos ni pican ni hacen cosas… feas.- Bajé de allí de un salto, sintiéndome mucho más libre al aterrizar con éxito. Me encantaba poder ir haciendo la cabra. -No encuentro zulos a la vista. Deberíamos ir más profundo.
Muy sigiloso y con la mano descansando en el mango del estoque, me fui adentrando, muy agradecido de entrar poco a poco a la oscuridad más absoluta. Llevaba un buen rato sospechando de todo, pensando en que había perdido muchas capacidades de tanto indagar por la superfície. Me alertaba por los goteos y me encontraba a mi mismo metiendo los pies en putos charcos cada tres pasos. -Al menos sé que no me encontraré un centinela encima mío.- Me metí en algo que parecía un zulo, pero era una simple hendidura no demasiado segura. Habían restos de hueso y carne putrefacta ahí, de algún ser -a saber qué- que no tuvo buena puntería y creyó aquello un lugar adecuado. Lo pateé y me alejé debido el mal olor. -Estas cuevas son muy húmedas. Muchísimo.- Le dije mientras trasteaba con algunas setas, oliéndolas y tirándolas. -Yo hago una especie de pica picas con setas secas y alguna especia. Pero esto está podrido, ¡Así no se puede!- Negué con la cabeza -Lo que menos gracia me hace es no saber si esto está conectado con niveles inferiores, y todo lo que conlleva.
-¡Atracar a un mendigo! Tu te crees, que no. Seguro que no hay mendigos tan pequeños.- Le dije yo muy serio. No quería ir pareciendo un por-DYOS-ero por el mundo, como él, si no una persona con un mínimo de dignidad. Pensaba en gabardinas o algo así. Aunque igual parecía un detective. Un detectivor. No me desagradaba la idea y de hecho la imagen me iba gustando más y más por momentos. Pareció que le gustaba la idea. -Sinceramente dudo que hayan duetos drows más raros que el nuestro. Aunque igual tampoco hay duetos drows. Igual aquel viejo es el único drow perdido por la faz exterior, junto a nosotros.
Pensé en que no había visto mujeres allí fuera, pero lo cierto es que las chiquillas tenían menos que hacer allí. Dentro se las respetaba, y por lo tanto no tenían las mismas motivaciones que nosotros para huir. Y no me apetecía en realidad encontrarme una de ellas. Aunque me seguía preguntando que si estaban fuera, igual no eran tan víboras. Mi bufanda-nido pareció gustarle bastante a la avecilla porque vilmente me abandonó para ponerse encima suya. A Dyos no pareció hacerle especial gracia por las miradas que me echaba, pero yo me encogí de hombros y le sonreí.
Pronto, tras seguirle, encontramos una entrada muy maja y un tanto escondida. Era hora de ver si era un lugar aceptable o no. Llevé el bastón por delante, para que abriera el camino. No requería de su luz -y de hecho me molestaba- así que lo apagué mientras me asomaba un tanto, observando ambos lados. -¡No vamos a echarles una draraña! No quiero drarañas.- Me llevé la mano al abdomen, donde me había picado la muy pedazo de ssindossa. -Como te pique a ti ya me entenderás, ¡Vaya que si!
Seguí entrando poco a poco, a paso muy lento. No me fiaba demasiado de las cuentas. Intentaba ser la mar de sigiloso y hacer cuanto menos ruido posible. El bastón podía servir de señuelo para muchas criaturas, porque era incluso en la oscuridad más llamativo que no un par de negros. -Últimamente te veo con ganas de querer esclavizar toda la fauna del interior…- Salté para subirme a un sitio más elevado, y luego a otro, confiando demasiado en mi ligereza. Por el momento no veía nada. -Deberíamos ir a por drows en una ciudad. Esclavos. Nos lo agradecerían y seguro que se sumaban, y al menos ni pican ni hacen cosas… feas.- Bajé de allí de un salto, sintiéndome mucho más libre al aterrizar con éxito. Me encantaba poder ir haciendo la cabra. -No encuentro zulos a la vista. Deberíamos ir más profundo.
Muy sigiloso y con la mano descansando en el mango del estoque, me fui adentrando, muy agradecido de entrar poco a poco a la oscuridad más absoluta. Llevaba un buen rato sospechando de todo, pensando en que había perdido muchas capacidades de tanto indagar por la superfície. Me alertaba por los goteos y me encontraba a mi mismo metiendo los pies en putos charcos cada tres pasos. -Al menos sé que no me encontraré un centinela encima mío.- Me metí en algo que parecía un zulo, pero era una simple hendidura no demasiado segura. Habían restos de hueso y carne putrefacta ahí, de algún ser -a saber qué- que no tuvo buena puntería y creyó aquello un lugar adecuado. Lo pateé y me alejé debido el mal olor. -Estas cuevas son muy húmedas. Muchísimo.- Le dije mientras trasteaba con algunas setas, oliéndolas y tirándolas. -Yo hago una especie de pica picas con setas secas y alguna especia. Pero esto está podrido, ¡Así no se puede!- Negué con la cabeza -Lo que menos gracia me hace es no saber si esto está conectado con niveles inferiores, y todo lo que conlleva.
Tras nuestra breve conversacion sobre drows raros y chaquetas, habiamos encontrado la entrada a la gruta. En general habiamos dicho que estabamos buscando un refugio para el futuro clan, pero yo si me encontraba con alguna criatura azuzable tampoco iba a quejarme. Dejo que Vor abra camino porque su baston es mas util para eso, con sus deltores brillos.
-Claro que si. Los ilicidos y drarañas y pescadores de hombres son desconocidos para los humanos. Y a mi me daria igual que matasen a cualquiera de ellos o los hiciesen sufrir, son escoria de la antipoda oscura igualmente. Por que no azuzarselas?
Lo miro mal regruñendole, para una idea buena que tengo e intenta quitarmela de la cabeza. Lo sigo y lo miro subirse a esa piedra, para otear. El dice de pillar mas drows esclavos desconcentos y yo niego.
-¿para que? Para que acaben dandonos la patada y te quieran matar y hacerse los cabecillas del clan? Yo te diria que fueses mas lento con eso, a la hora de aceptar gente. Un drow resentido tiene mucho peligro.
Lo dejo a él el trabajo de investigacion, que parece darsele bastante bien. Encuentra algo raro y yo me asomo a ver esa hendidura apestosa con restos de carne y hueso. Ademas setas que el tira, como si fuesen inutiles del todo. Si, habia cambiado al ingles. Desde el momento que piso una cueva lo hago.
-Vete a saber. Es posible. Pero hasta aqui la gente ha llegado, la del exterior, digo. Te preocupa que esto esté conectado o que no lo este?
-Claro que si. Los ilicidos y drarañas y pescadores de hombres son desconocidos para los humanos. Y a mi me daria igual que matasen a cualquiera de ellos o los hiciesen sufrir, son escoria de la antipoda oscura igualmente. Por que no azuzarselas?
Lo miro mal regruñendole, para una idea buena que tengo e intenta quitarmela de la cabeza. Lo sigo y lo miro subirse a esa piedra, para otear. El dice de pillar mas drows esclavos desconcentos y yo niego.
-¿para que? Para que acaben dandonos la patada y te quieran matar y hacerse los cabecillas del clan? Yo te diria que fueses mas lento con eso, a la hora de aceptar gente. Un drow resentido tiene mucho peligro.
Lo dejo a él el trabajo de investigacion, que parece darsele bastante bien. Encuentra algo raro y yo me asomo a ver esa hendidura apestosa con restos de carne y hueso. Ademas setas que el tira, como si fuesen inutiles del todo. Si, habia cambiado al ingles. Desde el momento que piso una cueva lo hago.
-Vete a saber. Es posible. Pero hasta aqui la gente ha llegado, la del exterior, digo. Te preocupa que esto esté conectado o que no lo este?
-No, si a mi también me da igual que sufran. Pero no es tan sencillo convencer a un bicho de esos para que vaya a por los humanos. Te recuerdo que los ilícidos son más propensos a someterte ellos mismos.- Le dediqué una mirada un poco asustada. -Si hubiera una manera de montar una draraña a salvo no te diría que no. Tu lo hiciste. No exactamente a salvo, pero montar la montaste. Aunque por otra parte eso de subirme a… A un medio drow… En pelotas... - Estaba pensando en aquella draraña. ¿Y si corría qué? ¿Le agarraba las tetas? ¿La cintura? Fruncí el ceño y pensé que igual un draraño sería mucho más agradable de montar. -Me parece una idea extraña. Complicada. Aunque llevo un tiempo pensando que igual… Igual podría hacer algo para que nos ayudaran. No voluntariamente.- Le expliqué con un brillo extraño en mis ojos, pensativo.
Sin embargo me negó la idea de reclutar drows resentidos y yo le bufé desde mi posición alzada, frunciendo el ceño. -¡Menuda tontería, Dyos! Seguro que nos estarían agradecidos. Esos son más modestos que no los de ahí arriba. Y necesitaremos gente en nuestro clan, ¡No nos sirve uno de dos!- ¿O si? A mi servirme me servía. Me gustaba la idea, incluso. -No he visto más drows aparte de ti y el viejo por ahí pululando. Me valdrían elfos, pero los elfos nos tienen asco. Semielfos, como yo. Eso también. Pero nunca he visto un puñetero orejas-picudas-de-piel-clara. Menudo timo. Igual son una leyenda y el elfo que tu conociste era un orejas-picudas-de-piel-clara-porque-es-albino. Un drow. Un drow albino, sí. O un semidrow.- Le gruñí yo nuevamente, empezando a dudar un poco.
Él seguía insistiendo en hablar en inglés pero yo prefería quedarme con el drow. Eso de hablar en un idioma y escuchar otro era un poco bastante lioso, pero no es que tuviera falta de práctica. Me hizo una pregunta y yo le miré como “te creía más listo”. -Lo que más miedo me da es que esté conectada con el interior, porque hay muchísimo bicharraco allí dentro y a veces son curiosos y se asoman, como la draraña de las narices.- Me fui a acariciar el abdomen una vez más pero resistí la tentación. -Si no conecta tenemos más seguridad por ahí. Y la gente del exterior no se suele meter demasiado en las cuevas. Además, podemos apañar trampas. Hacerla inaccessible.- Seguí avanzando mientras revisaba toda la flora de por allí, intentando conseguir alguna cosa que picotear. Me hice con una seta muy maja y cruda empecé a comérmela.
-Y deberíamos prohibir el paso a magos o cosas con puñetera desaparición. Si encontramos un semidrow semimago igual es excepción. ¡Tendremos que poner normas!- Le iba hablando, mientras empezaba a saltar como un gamo por algunos desniveles, cada vez más exagerados. -Luces, prohibidas, del todo. Deberíamos hacer diferentes salas. Pero no se como. ¿Tu conoces algún enano de confianza? ¿Alguien que pueda apartar cachos de roca en menos de 3 días?- Se me ocurrió un individuo y pensé que igual tocaría ahorrar para conseguir mucho, muuuucho alcohol. -En una podríamos tener cultivos. Plantas medicinales. En otra una sala para hacer planes malignos. Otra de estar, un comedor, un lavabo, unos dormitorios…- Me di cuenta que estaba describiendo, mayormente, la base de los renegados.
-Debería tener agua. Pero… ¡Eh! Escucho un río- Le dije mientras hacía un salto particularmente peligroso, resbalando por una roca húmeda hasta lo que parecía un batacazo gordo. O una muerte segura. El bastón se interpuso entre mi caída y el borde, haciendo como de muro y parando mi caída, empujándome hacia la zona segura. Me quedé un poco… Un poco quieto. Asustado. Hice que el bastón tomara la forma de… Bastón y me quedé abrazado a el, como muchas otras veces hacía. Este emitió un brillo extraño, intenso, como si buscara acompañar el ambiente. Me quedé allí muy quieto mientras observaba el paisaje en el que por cuestiones de seguridad no había visto antes.
Setas luminiscentes de un azulado pálido daban una luz curiosa al lugar. Se abría una especie de acantilado interno, con un río por el cual corría muchísima agua. Esta se teñía de un celeste pálido por la iluminación del lugar. Se podía avanzar por unos riscos que ladeaban al río, no siendo estos la cosa más segura del mundo pero lo suficientemente anchos como para que pudiera caminar una persona de frente sin mayor complicación. -... Esto es algo más bonito. Deberíamos seguir hacia allí- Le señalé una dirección -Parece que el río desciende. Con suerte igual encontramos algún lago ancho.- Tiré del techo una de las setas brillantes y me la miré. La mayoría de especies no duraban demasiado con aquel relucir característico, y no servían para guiar a razas sin infravisión porque era bastante débil. Si aquella cueva si que podía servir para alguien que no acabara de ver era por la gran cantidad de estas. -Por una parte este lugar es poco seguro porque incluso criaturas que no ven no se adentran aquí. Por otra parte, los cazadores de las profundidades no gustan de sitios tan brillantes… Y creo que nosotros formamos parte del segundo grupo.
Sin embargo me negó la idea de reclutar drows resentidos y yo le bufé desde mi posición alzada, frunciendo el ceño. -¡Menuda tontería, Dyos! Seguro que nos estarían agradecidos. Esos son más modestos que no los de ahí arriba. Y necesitaremos gente en nuestro clan, ¡No nos sirve uno de dos!- ¿O si? A mi servirme me servía. Me gustaba la idea, incluso. -No he visto más drows aparte de ti y el viejo por ahí pululando. Me valdrían elfos, pero los elfos nos tienen asco. Semielfos, como yo. Eso también. Pero nunca he visto un puñetero orejas-picudas-de-piel-clara. Menudo timo. Igual son una leyenda y el elfo que tu conociste era un orejas-picudas-de-piel-clara-porque-es-albino. Un drow. Un drow albino, sí. O un semidrow.- Le gruñí yo nuevamente, empezando a dudar un poco.
Él seguía insistiendo en hablar en inglés pero yo prefería quedarme con el drow. Eso de hablar en un idioma y escuchar otro era un poco bastante lioso, pero no es que tuviera falta de práctica. Me hizo una pregunta y yo le miré como “te creía más listo”. -Lo que más miedo me da es que esté conectada con el interior, porque hay muchísimo bicharraco allí dentro y a veces son curiosos y se asoman, como la draraña de las narices.- Me fui a acariciar el abdomen una vez más pero resistí la tentación. -Si no conecta tenemos más seguridad por ahí. Y la gente del exterior no se suele meter demasiado en las cuevas. Además, podemos apañar trampas. Hacerla inaccessible.- Seguí avanzando mientras revisaba toda la flora de por allí, intentando conseguir alguna cosa que picotear. Me hice con una seta muy maja y cruda empecé a comérmela.
-Y deberíamos prohibir el paso a magos o cosas con puñetera desaparición. Si encontramos un semidrow semimago igual es excepción. ¡Tendremos que poner normas!- Le iba hablando, mientras empezaba a saltar como un gamo por algunos desniveles, cada vez más exagerados. -Luces, prohibidas, del todo. Deberíamos hacer diferentes salas. Pero no se como. ¿Tu conoces algún enano de confianza? ¿Alguien que pueda apartar cachos de roca en menos de 3 días?- Se me ocurrió un individuo y pensé que igual tocaría ahorrar para conseguir mucho, muuuucho alcohol. -En una podríamos tener cultivos. Plantas medicinales. En otra una sala para hacer planes malignos. Otra de estar, un comedor, un lavabo, unos dormitorios…- Me di cuenta que estaba describiendo, mayormente, la base de los renegados.
-Debería tener agua. Pero… ¡Eh! Escucho un río- Le dije mientras hacía un salto particularmente peligroso, resbalando por una roca húmeda hasta lo que parecía un batacazo gordo. O una muerte segura. El bastón se interpuso entre mi caída y el borde, haciendo como de muro y parando mi caída, empujándome hacia la zona segura. Me quedé un poco… Un poco quieto. Asustado. Hice que el bastón tomara la forma de… Bastón y me quedé abrazado a el, como muchas otras veces hacía. Este emitió un brillo extraño, intenso, como si buscara acompañar el ambiente. Me quedé allí muy quieto mientras observaba el paisaje en el que por cuestiones de seguridad no había visto antes.
Setas luminiscentes de un azulado pálido daban una luz curiosa al lugar. Se abría una especie de acantilado interno, con un río por el cual corría muchísima agua. Esta se teñía de un celeste pálido por la iluminación del lugar. Se podía avanzar por unos riscos que ladeaban al río, no siendo estos la cosa más segura del mundo pero lo suficientemente anchos como para que pudiera caminar una persona de frente sin mayor complicación. -... Esto es algo más bonito. Deberíamos seguir hacia allí- Le señalé una dirección -Parece que el río desciende. Con suerte igual encontramos algún lago ancho.- Tiré del techo una de las setas brillantes y me la miré. La mayoría de especies no duraban demasiado con aquel relucir característico, y no servían para guiar a razas sin infravisión porque era bastante débil. Si aquella cueva si que podía servir para alguien que no acabara de ver era por la gran cantidad de estas. -Por una parte este lugar es poco seguro porque incluso criaturas que no ven no se adentran aquí. Por otra parte, los cazadores de las profundidades no gustan de sitios tan brillantes… Y creo que nosotros formamos parte del segundo grupo.
Entiendo lo de los ilicidos, a ver como consigues que un pulpoman de esos te haga caso sin matarte antes o esclavizarte en el proceso. Jeh. Luego lo miro raro, que idea tenia?
-¿Para que nos ayudaran no voluntariamente? Como? ....Oh, azuzandoles a los soldados a las cuevas? Si? Una trampa multiple!
Me encojo de hombros, por que no serviria uno de dos? O tres, quizas...por que no? Roac va en mi hombro, bastante quieticita la urraca, ahuecada un poco bajo mi pelo. Grazna al oir a Vor establecer sus reglas del clan
-No son una leyenda! Ademas si el elfo que conoci era un desteñido albino no habria tenido el pelo negro negrisimo como lo tenia
Camino con él, bastante relajado a decir verdad, las cuevas me hacian sentir comodo porque sabia que no vendria un centinela volando desde el cielo para atacar mi cabeza. Esa seguridad....me hacia llevar las manos en los bolsillos, incluso.
-Pues establece un credo o algo asi. Pero por qué te vas a regir? Raza? Ideales? Yo no soy racista la verdad, a mi me da igual. Pero...si, por que no esclavizamos al viejo Szyraenk para que nos haga las salas? Un Baenre trabajando para un Sreysnah. Ja, ja.
Lo sigo y parecemos llegar a un lugar mas amplio. Yo tambien me empano observando , hasta que VOr resbala. Hago la intentona de ir a por el pero el baston que cada vez tengo mas seguro que tiene vida propia se lanza a por él y lo sujeta. Yo resoplo mirando mal al semidrow por suicida, y luego miro hacia abajo, hacia el rio. Miro las setas, no puedo evitar que me traigan recuerdos.
-Vale, puedo levitarnos hasta abajo. Si encontramos un lago aun asi habra que ser cuidadosos, es un habitat muy dado a tener visitantes.
Me acerco a él, Roac sigue ahi en mi hombro mirando al brillante bastón de vez en cuando. Pero cuando oye lo de levitar alza el vuelo y baja el acantilado, con su tipico vuelo gracioso, deteniendose abajo cerca del rio donde se da un chapuzon de pajaro.
-¿Para que nos ayudaran no voluntariamente? Como? ....Oh, azuzandoles a los soldados a las cuevas? Si? Una trampa multiple!
Me encojo de hombros, por que no serviria uno de dos? O tres, quizas...por que no? Roac va en mi hombro, bastante quieticita la urraca, ahuecada un poco bajo mi pelo. Grazna al oir a Vor establecer sus reglas del clan
-No son una leyenda! Ademas si el elfo que conoci era un desteñido albino no habria tenido el pelo negro negrisimo como lo tenia
Camino con él, bastante relajado a decir verdad, las cuevas me hacian sentir comodo porque sabia que no vendria un centinela volando desde el cielo para atacar mi cabeza. Esa seguridad....me hacia llevar las manos en los bolsillos, incluso.
-Pues establece un credo o algo asi. Pero por qué te vas a regir? Raza? Ideales? Yo no soy racista la verdad, a mi me da igual. Pero...si, por que no esclavizamos al viejo Szyraenk para que nos haga las salas? Un Baenre trabajando para un Sreysnah. Ja, ja.
Lo sigo y parecemos llegar a un lugar mas amplio. Yo tambien me empano observando , hasta que VOr resbala. Hago la intentona de ir a por el pero el baston que cada vez tengo mas seguro que tiene vida propia se lanza a por él y lo sujeta. Yo resoplo mirando mal al semidrow por suicida, y luego miro hacia abajo, hacia el rio. Miro las setas, no puedo evitar que me traigan recuerdos.
-Vale, puedo levitarnos hasta abajo. Si encontramos un lago aun asi habra que ser cuidadosos, es un habitat muy dado a tener visitantes.
Me acerco a él, Roac sigue ahi en mi hombro mirando al brillante bastón de vez en cuando. Pero cuando oye lo de levitar alza el vuelo y baja el acantilado, con su tipico vuelo gracioso, deteniendose abajo cerca del rio donde se da un chapuzon de pajaro.
Arqueé ambas cejas casi apunto de reírme en cuanto sugirió lo de empujar a los humanos a las cuevas. En el fondo… No sería mala idea, si los pudieramos obligar. Pero no era ese mi plan. -¡Hablaba sobre controlarlos NOSOTROS a ELLOS! ¿Tu sabes lo que hacen, no? ¡Darle la vuelta a la tortilla!- Le expliqué yo como si mi plan fuera muy cierto y realmente estuviera siendo coherente. Casi pareció que se quejaba Roac de las políticas del clan. -¡Vale, urracas también! No te preocupes de eso- Le gruñí yo. Si contaba como miembro ya llevábamos tres. Eso era más que suficiente.
¡Que no eran una leyenda! Yo me miré el pellejo, gruñendo cual perro. En el fondo los dos parecíamos un par de chuchos rabiosos, aunque el gruñón era él. -¡Bueno! De algún lado debió salir mi madre, imagino. Vale. Igual existen. ¡Admitamos elfos!- Yo en el fondo quería comprobar si era cierto que eran tan bonitos como decían. Y preguntarle a los elfos si durante la adolescencia no eran bonitos. Aún tenía esperanza de que, al crecer, me hiciera más guapo. Porque yo tenía muchos complejos. -Igual se echaba tinta de calamar cuando no lo veías, todas las mañanas. ¡Hazme caso!- A mi me gustaba desvariar por desvariar.
Si no me hubiera casi matado probablemente habría podido disfrutar de la tranquilidad de la misma forma que Dyos lo hacía. Pero no era el caso. Me preguntó sobre las razas, ideales y esclavizar a Szyraenk. Luego se rió de pensar en una casa mayor trabajando por una menor. -¡Un Baenre trabajando para uno que ni era de casa drow! No lo esclavizaremos, le compraremos alcohol como para un mes. Y alcohol para su rata larga esta. No sé como se llama.- Le expliqué mientras pensaba en los posibles ideales y razas… -Yo igual diría admitir cosas con las orejas acabadas en pico. Un clan… ¿Ha de tener coherencia racial? A mi no me importa. Pero no me fío mucho de los magos u otras razas mayoritarias.- Gruñí mientras me tocaba una oreja -Un drow como tu o una cosa rara como yo tampoco tenemos más opción, traicionar… No es que tuviéramos un mejor lugar donde ir. Pero los magos sí, son más peligrosos. Y los humanos, ¡Totalmente prohibidos!- Eso era una norma muy básica.
Los ideales eran más complicados. -Supongo que sería un clan para… Gente que no tuviera muchas más opciones. Y que quiera acabar con esta guerra de una vez. Sin chorraditas de negociaciones o morales. Un poco utópico, pero creo que es lo que mejor nos iría. Dar fin a esto de una vez.- Le expliqué yo pausadamente. -No suena tan mal, ¿No crees? Los renegados están muy empanados. No descarto que no nos acabemos de llevar mal, pero… La gente de nuestro clan debe estar dispuesta a ir arriesgando su vida. Día a día, noche a noche. Ir tomando objetivos. No creo que si lo hacemos seamos un gran grupo, pero…
En cuanto me fui a dar el batacazo creo que él se sorprendió un poco pero al final quedó todo bastante en paz. Miré el bastón, que brillaba con suavidad, como si me dijera “todo va a ir bien”. -... A veces sospecho de mi bastón. Tiene mejor capacidad de reacción que yo. Podría matarme si así lo quisiera.- Pero si pretendiera eso lo habría hecho ya hace mucho. En cualquier momento, mientras lo agarraba de arma, mientras lo abrazaba… A veces parecía procurar mi bien, pero otras tantas era cruel. No me olvidaba tan fácilmente de qué ocurría si no lograba curar bien. Él hablaba de levitar y yo seguía pensando que igual el bastón debería permitirme aquello si me esforzaba lo suficiente. Lo de los visitantes… Asentí. -Deberíamos poder defendernos, Dyos. Todo irá bien.- Le respondí yo, observando al pajarraco bajar por si solo. Volaba. Le envidiaba. Nosotros para bajar… Bueno, como que me subí a caballito suya. Y me agarraba con fuerza porque me sonaba haberle visto levitar un poco raro. Mal. Igual nos metíamos el batacazo de nuestras vidas. Me parecía una muerte ridícula pero yo estaba muy cómodo allí subido. Pero llegamos al fondo sin mayor problema, y de inmediato salté al suelo. El bastón nos siguió, como siempre un tanto serpenteante en su vuelo. Lo dividí de inmediato en varios trozos, que empezaron a orbitar a mi alrededor. Buscaba mirar lo que nos rodeaba. -Roäc. No… No es buena idea que te empapes ahí. Hay bichos raros en estas aguas.- Le dije mientras yo sumergía uno de mis cristales, como tratando de rastrear lo que había cerca.
-No parece demasiado peligroso por ahora.- Pero por el hecho de que no quisiera juntar mis cristales se intuía que no iba a bajar la guardia. -Pero empiezo a sospechar con que esto debe conectar a lugares muy profundos. ¿Tu sabes de qué cueva viniste? ¿Era cercana, lejana?
¡Que no eran una leyenda! Yo me miré el pellejo, gruñendo cual perro. En el fondo los dos parecíamos un par de chuchos rabiosos, aunque el gruñón era él. -¡Bueno! De algún lado debió salir mi madre, imagino. Vale. Igual existen. ¡Admitamos elfos!- Yo en el fondo quería comprobar si era cierto que eran tan bonitos como decían. Y preguntarle a los elfos si durante la adolescencia no eran bonitos. Aún tenía esperanza de que, al crecer, me hiciera más guapo. Porque yo tenía muchos complejos. -Igual se echaba tinta de calamar cuando no lo veías, todas las mañanas. ¡Hazme caso!- A mi me gustaba desvariar por desvariar.
Si no me hubiera casi matado probablemente habría podido disfrutar de la tranquilidad de la misma forma que Dyos lo hacía. Pero no era el caso. Me preguntó sobre las razas, ideales y esclavizar a Szyraenk. Luego se rió de pensar en una casa mayor trabajando por una menor. -¡Un Baenre trabajando para uno que ni era de casa drow! No lo esclavizaremos, le compraremos alcohol como para un mes. Y alcohol para su rata larga esta. No sé como se llama.- Le expliqué mientras pensaba en los posibles ideales y razas… -Yo igual diría admitir cosas con las orejas acabadas en pico. Un clan… ¿Ha de tener coherencia racial? A mi no me importa. Pero no me fío mucho de los magos u otras razas mayoritarias.- Gruñí mientras me tocaba una oreja -Un drow como tu o una cosa rara como yo tampoco tenemos más opción, traicionar… No es que tuviéramos un mejor lugar donde ir. Pero los magos sí, son más peligrosos. Y los humanos, ¡Totalmente prohibidos!- Eso era una norma muy básica.
Los ideales eran más complicados. -Supongo que sería un clan para… Gente que no tuviera muchas más opciones. Y que quiera acabar con esta guerra de una vez. Sin chorraditas de negociaciones o morales. Un poco utópico, pero creo que es lo que mejor nos iría. Dar fin a esto de una vez.- Le expliqué yo pausadamente. -No suena tan mal, ¿No crees? Los renegados están muy empanados. No descarto que no nos acabemos de llevar mal, pero… La gente de nuestro clan debe estar dispuesta a ir arriesgando su vida. Día a día, noche a noche. Ir tomando objetivos. No creo que si lo hacemos seamos un gran grupo, pero…
En cuanto me fui a dar el batacazo creo que él se sorprendió un poco pero al final quedó todo bastante en paz. Miré el bastón, que brillaba con suavidad, como si me dijera “todo va a ir bien”. -... A veces sospecho de mi bastón. Tiene mejor capacidad de reacción que yo. Podría matarme si así lo quisiera.- Pero si pretendiera eso lo habría hecho ya hace mucho. En cualquier momento, mientras lo agarraba de arma, mientras lo abrazaba… A veces parecía procurar mi bien, pero otras tantas era cruel. No me olvidaba tan fácilmente de qué ocurría si no lograba curar bien. Él hablaba de levitar y yo seguía pensando que igual el bastón debería permitirme aquello si me esforzaba lo suficiente. Lo de los visitantes… Asentí. -Deberíamos poder defendernos, Dyos. Todo irá bien.- Le respondí yo, observando al pajarraco bajar por si solo. Volaba. Le envidiaba. Nosotros para bajar… Bueno, como que me subí a caballito suya. Y me agarraba con fuerza porque me sonaba haberle visto levitar un poco raro. Mal. Igual nos metíamos el batacazo de nuestras vidas. Me parecía una muerte ridícula pero yo estaba muy cómodo allí subido. Pero llegamos al fondo sin mayor problema, y de inmediato salté al suelo. El bastón nos siguió, como siempre un tanto serpenteante en su vuelo. Lo dividí de inmediato en varios trozos, que empezaron a orbitar a mi alrededor. Buscaba mirar lo que nos rodeaba. -Roäc. No… No es buena idea que te empapes ahí. Hay bichos raros en estas aguas.- Le dije mientras yo sumergía uno de mis cristales, como tratando de rastrear lo que había cerca.
-No parece demasiado peligroso por ahora.- Pero por el hecho de que no quisiera juntar mis cristales se intuía que no iba a bajar la guardia. -Pero empiezo a sospechar con que esto debe conectar a lugares muy profundos. ¿Tu sabes de qué cueva viniste? ¿Era cercana, lejana?
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