Recuerdo del primer mensaje :
Misterioso lugar, posiblemente algún brujo poderoso o sus aprendices pueden habitarla...
Actualmente, está en poder de los Soul Reaper. Quien quiera penetrar en la Torre encontrará una serie de dificultades, si no ha sido invitado.
El Guardián vagabundea constantemente por la Torre. Un ser oscuro, enorme y sin ojos deteniendo a los intrusos y alertando de su presencia, una bestia enorme y silenciosa como la muerte, pese a su gran tamaño.
Desapareció de su emplazamiento original (Irlanda)
ESCUDOS TORRE: 5000 puntos. En combate, cada turno, pueden regenerar los escudos, pero para eso deben perder un turno tanto de atacar, aunque no de defenderse personalmente si lo necesitan. A cambio de 10 PS de vida, pueden añadir 100 puntos a los escudos. Cada PJ. Los SOUL PNj aportan la mitad, por 10 PS 50 Puntos de escudo.
Nº de Soul Reapers: 90
Actualmente, está en poder de los Soul Reaper. Quien quiera penetrar en la Torre encontrará una serie de dificultades, si no ha sido invitado.
El Guardián vagabundea constantemente por la Torre. Un ser oscuro, enorme y sin ojos deteniendo a los intrusos y alertando de su presencia, una bestia enorme y silenciosa como la muerte, pese a su gran tamaño.
- El Guardián:
200 PS - 70 stat - 20 daño área por grito
Desapareció de su emplazamiento original (Irlanda)
ESCUDOS TORRE: 5000 puntos. En combate, cada turno, pueden regenerar los escudos, pero para eso deben perder un turno tanto de atacar, aunque no de defenderse personalmente si lo necesitan. A cambio de 10 PS de vida, pueden añadir 100 puntos a los escudos. Cada PJ. Los SOUL PNj aportan la mitad, por 10 PS 50 Puntos de escudo.
Nº de Soul Reapers: 90
Ella no era la unica que se sentía extraña en aquella situación, a mi tambien me resultaba sumamente raro. Sí, había estado en la Torre de los Soul un par de veces. Más concretamente en la Sala de los Portales pero habia sido todo...por la magia. Para investigar los portales, para extraer poder de ellos en Ouroboros, en batalla...y no así, recuperándose de una pelea consigo mismo a vida o muerte, o desayunando con Lyosha al lado.
O intentándolo, porque aquel pedazo de queso definitivamente costó que bajara, asi que me pasé al café.
- Me diste una buena tunda... - dije en respuesta a su pregunta sobre mi estado. Me pesaba mas la preocupacion que otra cosa.
"Hasta que no lo controle, no puedo ni si quiera ir a vigilar a Aelin, ni hacer nada por el arbol"
- Ya has visto que yo no advierto en vano. - respondí a su amago de disculpa. No solo Tintagel, o Morgana...acababa de usar los poderes de Valqar y esa vez no habia sucumbido, pero me habia dejado agotado, no habia estado preparado para una segunda ronda. Lo del vodka... - Creo que he roto todas mis reservas de vodka.
"además..."
- No...no. - respondí a si estaba con Anteia. La rubia moral, como la llamaba ella. No habia vuelto a dejarla en aquella casa desde que Adele lo secuestrara. - Está en Ouroboros, en la guardería. - acepté que le pidiera a su hermano que lo trajese. Seguramente, mi ghoul estaría como loco buscándome por la Isla, con el petate de Ivanov preparado.
Llegaron aquellos soul con los que Lyosha se puso a hablar. Aproveché para recostar mi cabeza contra la pared, despues de enchufarme el café entero, agotado, y cerré los ojos. Hubo un momento que no se le escuchó hablar si no susurrar, y entendí que era porque no queria que escucharamos nada. Hasta que volvió a dirigirse a mi.
- En septiembre hace tres años. Cama... -una lista para los pequeños? Aquello era curioso en Lyosha. Tenia un...punto suave por las criaturas pequeñas. El anhelo de esa familia que no tuvo nunca? Quizás.
- Donde estás mis cosas? - las cosas importantes que llevaba siempre encima... - la daga del cinturón, el comunicador del brazo y el anillo del pantalón?
O intentándolo, porque aquel pedazo de queso definitivamente costó que bajara, asi que me pasé al café.
- Me diste una buena tunda... - dije en respuesta a su pregunta sobre mi estado. Me pesaba mas la preocupacion que otra cosa.
"Hasta que no lo controle, no puedo ni si quiera ir a vigilar a Aelin, ni hacer nada por el arbol"
- Ya has visto que yo no advierto en vano. - respondí a su amago de disculpa. No solo Tintagel, o Morgana...acababa de usar los poderes de Valqar y esa vez no habia sucumbido, pero me habia dejado agotado, no habia estado preparado para una segunda ronda. Lo del vodka... - Creo que he roto todas mis reservas de vodka.
"además..."
- No...no. - respondí a si estaba con Anteia. La rubia moral, como la llamaba ella. No habia vuelto a dejarla en aquella casa desde que Adele lo secuestrara. - Está en Ouroboros, en la guardería. - acepté que le pidiera a su hermano que lo trajese. Seguramente, mi ghoul estaría como loco buscándome por la Isla, con el petate de Ivanov preparado.
Llegaron aquellos soul con los que Lyosha se puso a hablar. Aproveché para recostar mi cabeza contra la pared, despues de enchufarme el café entero, agotado, y cerré los ojos. Hubo un momento que no se le escuchó hablar si no susurrar, y entendí que era porque no queria que escucharamos nada. Hasta que volvió a dirigirse a mi.
- En septiembre hace tres años. Cama... -una lista para los pequeños? Aquello era curioso en Lyosha. Tenia un...punto suave por las criaturas pequeñas. El anhelo de esa familia que no tuvo nunca? Quizás.
- Donde estás mis cosas? - las cosas importantes que llevaba siempre encima... - la daga del cinturón, el comunicador del brazo y el anillo del pantalón?
Lyosha Svensson
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mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Le recorrió un momento con la mirada y luego sonrió con orgullo -Lo sé…Pero traté de ser…cuidadosa- De alguna manera, había evitado dañar órganos y se había concentrado en inmovilizarlo. Si hubiese sido otra persona, si hubiese sido con otro objetivo, Matvey no estaría con las piezas completas ni acostado en una cama consciente. Esperaba que supiera eso.
Asintió una vez a lo de la advertencia, lo tomaría en cuenta; de la misma forma que lo hacía con Khaled pero cuando él lo hacía generalmente es porque algo les sobrepasaba. Y eso no era muy común para los Svensson. Al hacer referencia al vodka y la explosión, Lyosha entonces bajó la vista a su largo cabello blanco suelto, excepto por los mechones cerca del rostro que habían quedado trasquilados. Necesitaba… hacerse un corte de pelo. Quizás se dejaría flequillo para tapar la puta marca de la frente y parecer más normal ante sus congéneres italianos.
Anotó mentalmente lo de la guardería -¿Y se lo darán a Khaled sin hacer preguntas?- Inquirió porque no dejaba de tener la espina clavada de lo que le había advertido Khaled ayer sobre Ouroboros, tenía toda la razón. Putos magos. La respuesta sobre Ivanov y sus tres años. Cama, de acuerdo. Preguntar por los pañales era demasiado, compraría y de última ya le servirían a su sobrina. Cuando tuvo el papel en mano empezó a escribir lo que iban a necesitar, desde ropa hasta juguetes; manteniéndolo sencillo pero aún así con lo básico. ¡Que nadie preguntara de dónde tenía esa información porque iba a arrancar gargantas! Dio la lista y los despidió a todos con sus responsabilidades -Convocad a la Brigada para luego, tenemos que hablar-
-No tengo ni idea, no te desnudé yo…Mira a ver si hay algo en el cajón ese de la mesita- Le dijo cogiendo un poco más de fruta antes de moverse hacia un lado de la camilla y sacar todos los papeles teóricos de Matvey -Pero sí me acordé de traer esto, porque se supone que es tu objetivo para estar aquí- Mencionó incorporándose para andar los pasos que les separaban y entregárselo. Ella no podía levitar cosas, ni desaparecerse, ni enviar putos patronus. Volvió a la camilla sentándose de forma informal sobre una de sus piernas, la sana, para coger el bagel esta vez y un pedazo de queso -Le mencioné a Khaled lo del árbol, para que sacara a Zaphira y a la niña de ahí-
Asintió una vez a lo de la advertencia, lo tomaría en cuenta; de la misma forma que lo hacía con Khaled pero cuando él lo hacía generalmente es porque algo les sobrepasaba. Y eso no era muy común para los Svensson. Al hacer referencia al vodka y la explosión, Lyosha entonces bajó la vista a su largo cabello blanco suelto, excepto por los mechones cerca del rostro que habían quedado trasquilados. Necesitaba… hacerse un corte de pelo. Quizás se dejaría flequillo para tapar la puta marca de la frente y parecer más normal ante sus congéneres italianos.
Anotó mentalmente lo de la guardería -¿Y se lo darán a Khaled sin hacer preguntas?- Inquirió porque no dejaba de tener la espina clavada de lo que le había advertido Khaled ayer sobre Ouroboros, tenía toda la razón. Putos magos. La respuesta sobre Ivanov y sus tres años. Cama, de acuerdo. Preguntar por los pañales era demasiado, compraría y de última ya le servirían a su sobrina. Cuando tuvo el papel en mano empezó a escribir lo que iban a necesitar, desde ropa hasta juguetes; manteniéndolo sencillo pero aún así con lo básico. ¡Que nadie preguntara de dónde tenía esa información porque iba a arrancar gargantas! Dio la lista y los despidió a todos con sus responsabilidades -Convocad a la Brigada para luego, tenemos que hablar-
-No tengo ni idea, no te desnudé yo…Mira a ver si hay algo en el cajón ese de la mesita- Le dijo cogiendo un poco más de fruta antes de moverse hacia un lado de la camilla y sacar todos los papeles teóricos de Matvey -Pero sí me acordé de traer esto, porque se supone que es tu objetivo para estar aquí- Mencionó incorporándose para andar los pasos que les separaban y entregárselo. Ella no podía levitar cosas, ni desaparecerse, ni enviar putos patronus. Volvió a la camilla sentándose de forma informal sobre una de sus piernas, la sana, para coger el bagel esta vez y un pedazo de queso -Le mencioné a Khaled lo del árbol, para que sacara a Zaphira y a la niña de ahí-
- Mm, se nota, no me falta ninguna extremidad. - le concedí a Lyosha, pese a todo...sabia que sí, habia sido "cuidadosa". Una extremidad cortada no te mataba, necesariamente, pero luego te dejaba en problemas.
Yo también me quedé mirando su pelo cuando ella lo hizo porque además recordaba el momento preciso en el que se lo había cortado. Aunque luego preguntó por Khaled y lo de Ivanov, e hice una mueca.
- No estoy seguro. Igual si autorizo pero...despues de lo de Adele, he hecho que sean muy estrictos respecto a quien puede sacar a Ivanov de la guardería. Veré que hacer.
Puse una mueca de hastío cuando dijo eso de que no me había desnudado ella, me habia dado cuenta de que me habian quitado la ropa y me habian puesto el tipico camison de enfermo...que asco. Me incorporé, para ver los papeles que habia traido de mi sótano.
- Con el jaleo que armamos, la guardia o algun vecino habrá dado la voz de alarma. Tengo que avisar de que estoy bien. - bien, los papeles estaban todos. Asentí por lo que dijo de Zaphira. - Ouroboros no es un lugar muy seguro ahora mismo para un dragón, aun uno tan viejo como Zaphira Eire. Y menos aun para un híbrido de dragón... - me quedé pensativo unos instantes antes de continuar. - y de demonio...
"hablando de peculiaridades en tu familia"
Levanté la mirada a Lyosha unos instantes, pero de momento no tenía mucho mas que decir o ahondar sobre aquello. Bajé las piernas al suelo para buscar en el cajón de la mesita. En uno de ellos estaba la ropa con la que vine, pero sin restos de sangre y arreglada, y en el de abajo, los efectos personales que habia llevado en esos momentos. Algo más aliviado, comencé a recogerlos, empezando por el maldito anillo y el comunicador.
- No quiero robarte mas tiempo, Lyosha...pero crees que es adecuado meterme en la misma planta que tú, o que Ivanov? Si voy a entrenar con esto...no va a ser algo limpio...
Yo también me quedé mirando su pelo cuando ella lo hizo porque además recordaba el momento preciso en el que se lo había cortado. Aunque luego preguntó por Khaled y lo de Ivanov, e hice una mueca.
- No estoy seguro. Igual si autorizo pero...despues de lo de Adele, he hecho que sean muy estrictos respecto a quien puede sacar a Ivanov de la guardería. Veré que hacer.
Puse una mueca de hastío cuando dijo eso de que no me había desnudado ella, me habia dado cuenta de que me habian quitado la ropa y me habian puesto el tipico camison de enfermo...que asco. Me incorporé, para ver los papeles que habia traido de mi sótano.
- Con el jaleo que armamos, la guardia o algun vecino habrá dado la voz de alarma. Tengo que avisar de que estoy bien. - bien, los papeles estaban todos. Asentí por lo que dijo de Zaphira. - Ouroboros no es un lugar muy seguro ahora mismo para un dragón, aun uno tan viejo como Zaphira Eire. Y menos aun para un híbrido de dragón... - me quedé pensativo unos instantes antes de continuar. - y de demonio...
"hablando de peculiaridades en tu familia"
Levanté la mirada a Lyosha unos instantes, pero de momento no tenía mucho mas que decir o ahondar sobre aquello. Bajé las piernas al suelo para buscar en el cajón de la mesita. En uno de ellos estaba la ropa con la que vine, pero sin restos de sangre y arreglada, y en el de abajo, los efectos personales que habia llevado en esos momentos. Algo más aliviado, comencé a recogerlos, empezando por el maldito anillo y el comunicador.
- No quiero robarte mas tiempo, Lyosha...pero crees que es adecuado meterme en la misma planta que tú, o que Ivanov? Si voy a entrenar con esto...no va a ser algo limpio...
Lyosha Svensson
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Lyosha asintió con orgullo. Ella era experta en el uso de armas blancas y sabía cumplir bien su propósito. Por eso era la mano, el ojo, la pierna, todo el lado derecho de Khaled en la torre y se encargaba del entrenamiento físico y la tortura mágica para con todos los acólitos, incluida Amren.
-¿Quién es Adele? ¿Y qué fue eso que pasó?- No entendía muy bien así que prefirió preguntar -Arréglalo, Khaled también puede secuestrarlo directamente pero eso levantaría habladurías y…Argh, demasiado que responder- Así que no lo veía como opción. Llamó a Khaled mentalmente para pedirle ese favor.
Le siguió con la mirada pensando que ese camisón le quedaba absolutamente ridículo y, en su opinión, un poco pequeño. Desvió la vista al café, cogiendo la taza de nuevo para beber -Hazlo. No te he secuestrado de forma oficial. Puedes hablar con quien te dé la gana... Pero te aviso que tienes razón, instantes antes de salir estaban golpeando tu puerta- Ella alzó los hombros haciéndole saber que no le importaba mucho -Bueno, yo le advertí por el árbol asesino-
Aquella forma de mencionar lo del híbrido hizo que Lyosha dirigiera una mirada de advertencia hacia él…En plan… “¿Tienes algún puto problema?”, como le dijera algo de la cría iba a dejar de ser política y más revenant que nunca. Nadie sabía cómo iba a crecer su sobrina y no podían juzgarla sin saber en lo que se convertiría. Ella tenía su futuro sin determinar, una hoja en blanco a llenar como le diera la gana. No iba a dejar que nadie la empañara con juicios sin sentido.
Se incorporó con la taza de café en la mano cuando dijo que no quería robarle más tiempo, curioso que creyera que se había quedado allí por él. Cuando Amren ingresó, la peliblanca asintió -Ya voy- Volvió la mirada a Matvey escuchando sus reservas -No puedes siquiera pensar en poner a tu hijo en otro sitio que no sea contigo. Es una de las razones por las que aprenderás a controlarte y te presionará para hacerlo. No cuestiones mis órdenes otra vez- Le soltó con su habitual amabilidad antes de darse la vuelta y cojear un poco hacia la salida, convocando el metal hacia ella en una especie de armadura delicada, para luego salir con la androide fuera de allí yendo a entrenar con ella.
-¿Quién es Adele? ¿Y qué fue eso que pasó?- No entendía muy bien así que prefirió preguntar -Arréglalo, Khaled también puede secuestrarlo directamente pero eso levantaría habladurías y…Argh, demasiado que responder- Así que no lo veía como opción. Llamó a Khaled mentalmente para pedirle ese favor.
Le siguió con la mirada pensando que ese camisón le quedaba absolutamente ridículo y, en su opinión, un poco pequeño. Desvió la vista al café, cogiendo la taza de nuevo para beber -Hazlo. No te he secuestrado de forma oficial. Puedes hablar con quien te dé la gana... Pero te aviso que tienes razón, instantes antes de salir estaban golpeando tu puerta- Ella alzó los hombros haciéndole saber que no le importaba mucho -Bueno, yo le advertí por el árbol asesino-
Aquella forma de mencionar lo del híbrido hizo que Lyosha dirigiera una mirada de advertencia hacia él…En plan… “¿Tienes algún puto problema?”, como le dijera algo de la cría iba a dejar de ser política y más revenant que nunca. Nadie sabía cómo iba a crecer su sobrina y no podían juzgarla sin saber en lo que se convertiría. Ella tenía su futuro sin determinar, una hoja en blanco a llenar como le diera la gana. No iba a dejar que nadie la empañara con juicios sin sentido.
Se incorporó con la taza de café en la mano cuando dijo que no quería robarle más tiempo, curioso que creyera que se había quedado allí por él. Cuando Amren ingresó, la peliblanca asintió -Ya voy- Volvió la mirada a Matvey escuchando sus reservas -No puedes siquiera pensar en poner a tu hijo en otro sitio que no sea contigo. Es una de las razones por las que aprenderás a controlarte y te presionará para hacerlo. No cuestiones mis órdenes otra vez- Le soltó con su habitual amabilidad antes de darse la vuelta y cojear un poco hacia la salida, convocando el metal hacia ella en una especie de armadura delicada, para luego salir con la androide fuera de allí yendo a entrenar con ella.
- La madre de Ivanov. - le aclaré, evidentemente ella no habia estado al tanto de eso, no tenía por qué. Nuestras vidas personales solian ir por otros lados. - ...te lo contaré otro dia...es largo... - si, daba para otra larga sesión.
Con el comunicador, asentí, sí, tenia que arreglar eso, no era buena idea que lo secuestrara.
- Sois aliados en la isla, no quiero que nada estropee eso. - dije, mientras intentaba redactar el mensaje del modo mas claro, menos alarmista posible.
Tambien tenia que decirles que no tocasen nada del sotano. Todo debia haberse roto y...esperaba que no se hubiese roto nada demasiado importante. Ahogué un resoplido de preocupacion.
Su mirada de advertencia por mi comentario me hizo levantar una ceja, probablemente, no habia entendido el trasfondo de mis palabras. Si algun recien nacido me preocupaba ahora mismo, era Aelin, y necesitaba hablar con Ian. Otro mensaje....más a la lista.
- Buen método de presión. - dije friamente, dejando el comunicador un momento. Sus órdenes? - Cuidado. - no admitiría nada que pusiera a Ivanov en peligro, y si estar demasiado cerca de mi de era, la desobedecería una y mil veces.
Así, de modo tenso, terminó nuestra conversación. Ella se fue y yo me quedé alli a solas. Decidí que era momento de comenzar a vestirme, quitandome aquella estupida camisola de enfermeria y ponerme mis pantalones y mi camisa oscuras, ademas de las botas y el cinturon. No traia entonces mi habitual abrigo peludo pero...tendría que costumbrarme. Me costaba sostenerme todavia sobre las piernas, dolían bastante. El anillo lo guardé en el bolsillo y la daga de Altair, a mi cinturon.
- Lo siento, chico...creo que me cargué tu cuerpo. Tendrás que seguir esperando. Solo espero que a ella no le de por darte conversación. No creo que pueda. - llevaba dos objetos con almas de le Fays selladas ahora mismo encima de mi?
Si, si señor. Malditos Le Fay. En qué momento me liaría en sus tramas. Cuando estuve listo para salir de alli, me marché rumbo a mi habitacion, esa que me habian preparado. Necesitaba dormir y descansar, aunque dormir sería algo que no me iba a dejar hacer en paz.
[...]
Efectivamente, un tiempo indeterminado después, me encontraba en aquella habitación, dando vueltas como un necrófago encerrado en una cripta sin mas cadaveres que comerse...despierto tras otra pesadilla más en la que acababa muerto. Pero me había despertado, y seguia siendo yo. Revisaba cada tanto el comunicador, esperando noticias. Pronto avisaría a Lemoni tambien.
Recibi un patronus de Ian con...noticias. Habia dejado a Wthyr y habia vuelto con él? Aquello me hizo fruncir el ceño. Saqué el anillo de Morgana de mi bolsillo, mirándolo bien, y fue entonces cuando me di cuenta que era una alianza de bodas... negué con la cabeza y lo metí en el cajón de la mesita. Dibujé unas runas del caos de protección en el cajon para dejarlo cerrado ante intrusos, y después, me desaparecí de alli.
Con el comunicador, asentí, sí, tenia que arreglar eso, no era buena idea que lo secuestrara.
- Sois aliados en la isla, no quiero que nada estropee eso. - dije, mientras intentaba redactar el mensaje del modo mas claro, menos alarmista posible.
Tambien tenia que decirles que no tocasen nada del sotano. Todo debia haberse roto y...esperaba que no se hubiese roto nada demasiado importante. Ahogué un resoplido de preocupacion.
Su mirada de advertencia por mi comentario me hizo levantar una ceja, probablemente, no habia entendido el trasfondo de mis palabras. Si algun recien nacido me preocupaba ahora mismo, era Aelin, y necesitaba hablar con Ian. Otro mensaje....más a la lista.
- Buen método de presión. - dije friamente, dejando el comunicador un momento. Sus órdenes? - Cuidado. - no admitiría nada que pusiera a Ivanov en peligro, y si estar demasiado cerca de mi de era, la desobedecería una y mil veces.
Así, de modo tenso, terminó nuestra conversación. Ella se fue y yo me quedé alli a solas. Decidí que era momento de comenzar a vestirme, quitandome aquella estupida camisola de enfermeria y ponerme mis pantalones y mi camisa oscuras, ademas de las botas y el cinturon. No traia entonces mi habitual abrigo peludo pero...tendría que costumbrarme. Me costaba sostenerme todavia sobre las piernas, dolían bastante. El anillo lo guardé en el bolsillo y la daga de Altair, a mi cinturon.
- Lo siento, chico...creo que me cargué tu cuerpo. Tendrás que seguir esperando. Solo espero que a ella no le de por darte conversación. No creo que pueda. - llevaba dos objetos con almas de le Fays selladas ahora mismo encima de mi?
Si, si señor. Malditos Le Fay. En qué momento me liaría en sus tramas. Cuando estuve listo para salir de alli, me marché rumbo a mi habitacion, esa que me habian preparado. Necesitaba dormir y descansar, aunque dormir sería algo que no me iba a dejar hacer en paz.
[...]
Efectivamente, un tiempo indeterminado después, me encontraba en aquella habitación, dando vueltas como un necrófago encerrado en una cripta sin mas cadaveres que comerse...despierto tras otra pesadilla más en la que acababa muerto. Pero me había despertado, y seguia siendo yo. Revisaba cada tanto el comunicador, esperando noticias. Pronto avisaría a Lemoni tambien.
Recibi un patronus de Ian con...noticias. Habia dejado a Wthyr y habia vuelto con él? Aquello me hizo fruncir el ceño. Saqué el anillo de Morgana de mi bolsillo, mirándolo bien, y fue entonces cuando me di cuenta que era una alianza de bodas... negué con la cabeza y lo metí en el cajón de la mesita. Dibujé unas runas del caos de protección en el cajon para dejarlo cerrado ante intrusos, y después, me desaparecí de alli.
Estaba tratando de seguir la idea de Adra de decirle a Cleo que…. Bueno, que sentía cosas por ella. Cosas que significaban más que un simple beso después de una cruenta batalla, con maldición final. No quería que mi relación se fuera a la mierda una tercera vez. El momento era perfecto: atardecer en Roma, verano del Mediterráneo. La cosa es que no me apetecía que esto se enquistara como la extraña relación que tiene él con la soldado de mala cara. Pero llegó el maldito enviado a Lyosha para qué mierda sabía yo de qué. A pesar de que traté de despedirme de la forma más elegante que pude, salir de aquel espacio era una terrible patada en los huevos. Atravesamos el portal hasta los pies de la torre y el aprendiz empezó a balbucear torpemente sobre algo de un Descendiente, y que Lyosha… (lo cual me hizo sospechar que dicho Descendiente era Matvey) estaban tratando de hacer una magia complicada y que requerían de nigromantes. Le miré al tipo con cara de pocos amigos, pues podría haber invitado a la egipcia. Rodeé los ojos hasta que llegamos a la planta de las habitaciones, concretamente la que pertenecía a Lyosha. Me crucé de brazos y esperé que me explicara qué es lo que hacíamos allí. Porque yo no pensaba encargarme de limpiar las cacas del crío.
Continuó tratando de explicarle, de una forma muy torpe, pero finalmente pude entender que la idea de la matriarca del metal . Proteger aquel espacio frente a los demonios. Trampas. Y la cuna. Alcé la ceja con desdén diciéndole que se podía ir retirando. Esto sería más fácil si tuviera mi antiguo libro negro, pero no había habido manera de volver a recuperarlo después de la batalla en el Vaticano.
Continuó tratando de explicarle, de una forma muy torpe, pero finalmente pude entender que la idea de la matriarca del metal . Proteger aquel espacio frente a los demonios. Trampas. Y la cuna. Alcé la ceja con desdén diciéndole que se podía ir retirando. Esto sería más fácil si tuviera mi antiguo libro negro, pero no había habido manera de volver a recuperarlo después de la batalla en el Vaticano.
Aparecí en las inmediaciones de la Torre, caminando hacia la escalinata donde... Tuve que esperar a que me abrieran, porque tributo de sangre soul no podía hacerles, y por algún motivo me pareció maleducado usar un portal directo si no había emergencia o prisa.
Había tenido tiempo de ponerme al día con el comunicador del Consejo, leer todos los mensajes. Lamenté la perdida del djinn, ese constructo embotellado me había venido genial para extraer poder mágico para ciertos rituales. Sin embargo me importaba más saber que nadie hubiese salido mal parado en aquel peligroso encuentro.... En el que tenían todas las de perder. Habrían avisado a mi aprendiz? A ella también le había mandado un mensaje, para que no olvidara su estudio ya que cuando yo volviera, antes de ir al Sanguis, me iba a asegurar de que había aprendido varios conceptos.
El caso es que tenía prisas por ser capaz de controlarme cuando usaba los poderes del demonio y no sucumbir a su dominio. Ya no solo por lo insoportable que resultaba intentar dormir para simplemente, encontrarme en mi subconsciente con Valqar, que se había vuelto muy creativo para "matarme" en sueños. Si no sobre todo tras leer los últimos mensajes de los científicos... La isla caía, despacio, pero al quedarse sin magia...
Pregunté por Lyosha, Khaled o Astaroth. Me dijeron que Astaroth se encontraba trabajando en la planta de la Torre en la que me habían destinado a mi, así que subí a buscarlo. Lo encontré en el pasillo tras subir sus muchas escaleras, con otro soul que se retiraba en ese instante. Reconocí al chico, aunque yo había estado más acostumbrado a su versión durante el torneo... Aquel nuevo aspecto suyo ya me resultaba conocido también.
- Astaroth. Tienes un rato? Te ha contado Lyosha por qué estoy aquí?
"Estoy a punto de pedirte que si puedes pegarme una paliza, chico..."
Había tenido tiempo de ponerme al día con el comunicador del Consejo, leer todos los mensajes. Lamenté la perdida del djinn, ese constructo embotellado me había venido genial para extraer poder mágico para ciertos rituales. Sin embargo me importaba más saber que nadie hubiese salido mal parado en aquel peligroso encuentro.... En el que tenían todas las de perder. Habrían avisado a mi aprendiz? A ella también le había mandado un mensaje, para que no olvidara su estudio ya que cuando yo volviera, antes de ir al Sanguis, me iba a asegurar de que había aprendido varios conceptos.
El caso es que tenía prisas por ser capaz de controlarme cuando usaba los poderes del demonio y no sucumbir a su dominio. Ya no solo por lo insoportable que resultaba intentar dormir para simplemente, encontrarme en mi subconsciente con Valqar, que se había vuelto muy creativo para "matarme" en sueños. Si no sobre todo tras leer los últimos mensajes de los científicos... La isla caía, despacio, pero al quedarse sin magia...
Pregunté por Lyosha, Khaled o Astaroth. Me dijeron que Astaroth se encontraba trabajando en la planta de la Torre en la que me habían destinado a mi, así que subí a buscarlo. Lo encontré en el pasillo tras subir sus muchas escaleras, con otro soul que se retiraba en ese instante. Reconocí al chico, aunque yo había estado más acostumbrado a su versión durante el torneo... Aquel nuevo aspecto suyo ya me resultaba conocido también.
- Astaroth. Tienes un rato? Te ha contado Lyosha por qué estoy aquí?
"Estoy a punto de pedirte que si puedes pegarme una paliza, chico..."
Lyosha Svensson
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Lyosha había pasado el resto de los días tratando de descansar y de organizar la reunión con la brigada que se había retrasado por asuntos más importantes como la llegada de Zaphira y su sobrina, a quien finalmente conoció y por mucho que la envidia se hiciera lugar, un bebé era algo mucho más preciado para Lyosha de lo que muchos esperaban. Pero eso sólo ocurría de puertas para dentro de aquella habitación y cuando estaba sola.
Venía alegre, precisamente, de verla cuando se encontró al Soul que habían enviado a por Astaroth. Le avisó que ya había vuelto y Lyosha asintió, terminándose la manzana que había cogido y dándole el corazón para que lo tirara. Fue subiendo las escaleras mientras se trenzaba el cabello en una larga trenza que colocó sobre su hombro cuando terminó. Luego se acomodó el nuevo flequillo que cubría la marca.
Al llegar allí, Matvey ya estaba por la labor supuso. Le recorrió con la mirada, deteniéndose un instante en esa parte al descubierto que estaba mostrando. Bendito calor. Aún así no se retrasó demasiado y alzó la mirada hacia sus ojos para comprobar que seguían azules, después de eso observó a Astaroth y le recorrió también con la mirada. Cara de que odiaba al mundo, así que todo bien -¿Has terminado lo que te encomendé?- Inquirió antes de dirigirse a su habitación y abrir la puerta, movió una mano con suavidad y el metal en forma líquida empezó a salir de su habitación para recorrerla entera y vestirla con su armadura; pues antes iba con un pantalón oscuro, botas y una camiseta sin mangas.
Venía alegre, precisamente, de verla cuando se encontró al Soul que habían enviado a por Astaroth. Le avisó que ya había vuelto y Lyosha asintió, terminándose la manzana que había cogido y dándole el corazón para que lo tirara. Fue subiendo las escaleras mientras se trenzaba el cabello en una larga trenza que colocó sobre su hombro cuando terminó. Luego se acomodó el nuevo flequillo que cubría la marca.
Al llegar allí, Matvey ya estaba por la labor supuso. Le recorrió con la mirada, deteniéndose un instante en esa parte al descubierto que estaba mostrando. Bendito calor. Aún así no se retrasó demasiado y alzó la mirada hacia sus ojos para comprobar que seguían azules, después de eso observó a Astaroth y le recorrió también con la mirada. Cara de que odiaba al mundo, así que todo bien -¿Has terminado lo que te encomendé?- Inquirió antes de dirigirse a su habitación y abrir la puerta, movió una mano con suavidad y el metal en forma líquida empezó a salir de su habitación para recorrerla entera y vestirla con su armadura; pues antes iba con un pantalón oscuro, botas y una camiseta sin mangas.
Fui conjurando diferentes sellos en distintas paredes, esquinas, puertas, ventanas de la habitación para ir creando diversas celdas mágicas para demonios, una superpuesta con la siguiente. Alguien que tuviera la capacidad para visualizar aquella magia vería como pequeños hilos que unían los sellos, distribuidos en cada una de las paredes de lo que sería un cubo, otras en forma de tetraedro, otras sencillamente eran cilindros o esferas, cada cual tenía su esquema, diseño y conjuro. Obvié a propósito los muebles, pues en algunos de los casos, si se movía aunque fueran unos centímetros, los sellos perdían toda su función y se volvían inútiles.
Estaba dibujando las runas en el aire con trazos de fuego para sellar un demonio cuando escuché una voz a mi espalda. Terminé de dibujar el círculo para atar el hechizo y este se estampó en todas las paredes, otra prisión lanzada. Me giré despacio para sondear al Nigromante -Algo he escuchado- Tanteé colocándome las manos en los bolsillo, estaba casi seguro que, con los conocimientos que Matvey tenía podía ser capaz de reconocer los sellos aplicados, desde los más generales hasta algunos para atar saberes y nombres concretos. -Me faltan dos pequeños detalles…- Saber la raza demoníaca o, mejor, el nombre del demonio. Al parecer era algo que se le les había pasado comentar. No conocía todos los sellos, solo algunos, pasar por el infierno unas cuantas veces ayudaba, claramente, pero había jerarquías que, desde su poder, no iba a poder controlar. -Prácticamente, sí. Falta saber a qué demonio, raza o saberes nos vamos a tener que enfrentar- Respondí a Lyosha cruzándome de brazos para observarla acceder al interior de la habitación. Desde mi posición seguí el comentario, con cierto tono hastiado, propio del menda -Por aquello de no terminar en el infierno… otra vez. Le estoy cogiendo gusto a esto de estar en el reino de los vivos- Arqueé el labio con disgusto, fruncí el ceño y entrecerré los ojos observando el metal salir de la habitación, a la porra la decoración. Me crucé de brazos sobre la chaqueta negra encuerada y giré en dirección a Rasputín, con expresión de no entender nada “¿Qué me estoy perdiendo?”
Estaba dibujando las runas en el aire con trazos de fuego para sellar un demonio cuando escuché una voz a mi espalda. Terminé de dibujar el círculo para atar el hechizo y este se estampó en todas las paredes, otra prisión lanzada. Me giré despacio para sondear al Nigromante -Algo he escuchado- Tanteé colocándome las manos en los bolsillo, estaba casi seguro que, con los conocimientos que Matvey tenía podía ser capaz de reconocer los sellos aplicados, desde los más generales hasta algunos para atar saberes y nombres concretos. -Me faltan dos pequeños detalles…- Saber la raza demoníaca o, mejor, el nombre del demonio. Al parecer era algo que se le les había pasado comentar. No conocía todos los sellos, solo algunos, pasar por el infierno unas cuantas veces ayudaba, claramente, pero había jerarquías que, desde su poder, no iba a poder controlar. -Prácticamente, sí. Falta saber a qué demonio, raza o saberes nos vamos a tener que enfrentar- Respondí a Lyosha cruzándome de brazos para observarla acceder al interior de la habitación. Desde mi posición seguí el comentario, con cierto tono hastiado, propio del menda -Por aquello de no terminar en el infierno… otra vez. Le estoy cogiendo gusto a esto de estar en el reino de los vivos- Arqueé el labio con disgusto, fruncí el ceño y entrecerré los ojos observando el metal salir de la habitación, a la porra la decoración. Me crucé de brazos sobre la chaqueta negra encuerada y giré en dirección a Rasputín, con expresión de no entender nada “¿Qué me estoy perdiendo?”
Me quedé mirando con curiosidad cómo terminaba aquellos sellos, en los que, aparentemente no había ningún fallo. Solo faltaban informaciones para volverlos realmente poderosos y más efectivos....
Algo dentro de mi se removió, y supe muy bien que era Valqar. No pude evitar que se me tensara el cuerpo como si estuviera en presencia de algo peligroso para mí. Pero sabía discernir...
- un verdugo, Valqar. - le informé, sin reservas. - podrías añadir uno más? No sólo para encerrarlo si no para evitar que en caso improbable de que abandone su cuerpo...- porque tendría que despellejarme entera la espalda del símbolo que me había hecho lyosha - se quede atrapado aquí y no pueda huir inmediatamente.
Lyosha hizo acto de presencia en ese instante y la observe un par de instantes o tres antes de volver a mirar a esos simbolos.
- saber de los reinos, de la muerte y de los espíritus. - enumeré, él debía de saber qué lograba cada uno. Lo mismo había sido la camiseta sin mangas o el peinado nuevo, pero Lyosha parecía ligeramente diferente.
- hay algún lugar seguro aquí donde podamos enfrentarnos? - pregunté a ambos, asumiendo que Lyosha ya le habría contado que el demonio se trataba de mi.
Estaba deseando enviar a esos dos revenant a donde realmente pertenecían. Y era una sensación muy contradictoria... Pero sabía disociarla.
Algo dentro de mi se removió, y supe muy bien que era Valqar. No pude evitar que se me tensara el cuerpo como si estuviera en presencia de algo peligroso para mí. Pero sabía discernir...
- un verdugo, Valqar. - le informé, sin reservas. - podrías añadir uno más? No sólo para encerrarlo si no para evitar que en caso improbable de que abandone su cuerpo...- porque tendría que despellejarme entera la espalda del símbolo que me había hecho lyosha - se quede atrapado aquí y no pueda huir inmediatamente.
Lyosha hizo acto de presencia en ese instante y la observe un par de instantes o tres antes de volver a mirar a esos simbolos.
- saber de los reinos, de la muerte y de los espíritus. - enumeré, él debía de saber qué lograba cada uno. Lo mismo había sido la camiseta sin mangas o el peinado nuevo, pero Lyosha parecía ligeramente diferente.
- hay algún lugar seguro aquí donde podamos enfrentarnos? - pregunté a ambos, asumiendo que Lyosha ya le habría contado que el demonio se trataba de mi.
Estaba deseando enviar a esos dos revenant a donde realmente pertenecían. Y era una sensación muy contradictoria... Pero sabía disociarla.
Lyosha Svensson
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Una sonrisa sardónica se dibujó en el rostro de Lyosha al oír aquello de que no quería volver al infierno -Te entiendo, Astaroth…- Volvió la vista hacia Matvey con los ojos entrecerrados por varias razones, pero la única que dijo en voz alta fue: -Este demonio tiene esa curiosa manía de querer volver las cosas a su cauce. Se le olvida que somos rebeldes de nacimiento-
Una vez que estuvo enfundada en su armadura, Lyosha se estiró un poco y movió la cabeza de lado a lado para crujirse el cuello -Claro- Le soltó a Matvey con un tono un poco indignado. ¿Quién se creía que era? Estaba dirigiéndose a la futura Emperatriz el nuevo Imperio Romano y soltaba tal tontería -Seguidme- Astaroth no solía entrenar tanto a nivel físico pero conocía la torre como ella así que cuando subió varios niveles más era evidente a donde iban.
¿Qué por qué estaba arriba? Mientras más lejos de la sala de los portales mejor. Mientras más escaleras subían mejor condición física. Y además…Estaba esa deliciosa sensación de que si rompías una pared podías caer al precipicio. El peligro ponía los sentidos en alerta y eso le gustaba a Lyosha.
En aquel nivel todo era diáfano excepto por una zona pequeña donde se guardaban armas y elementos de cada hermandad para los entrenamientos. También había implementos de primeros auxilios. Allí Amren les esperaba, analizando con su mirada biónica a todos los presentes observando cambios de temperatura principalmente. Ya Lyosha le había avisado lo que podría ocurrir y una vez que los tres estuvieron dentro ella cerró la puerta y se posicionó ahí. Ningún cuidado era suficiente. No volvería a pasar lo del sótano.
Lyosha se detuvo delante de Matvey y extendió la mano -Dame tu piedra de los tres mundos-
Una vez que estuvo enfundada en su armadura, Lyosha se estiró un poco y movió la cabeza de lado a lado para crujirse el cuello -Claro- Le soltó a Matvey con un tono un poco indignado. ¿Quién se creía que era? Estaba dirigiéndose a la futura Emperatriz el nuevo Imperio Romano y soltaba tal tontería -Seguidme- Astaroth no solía entrenar tanto a nivel físico pero conocía la torre como ella así que cuando subió varios niveles más era evidente a donde iban.
¿Qué por qué estaba arriba? Mientras más lejos de la sala de los portales mejor. Mientras más escaleras subían mejor condición física. Y además…Estaba esa deliciosa sensación de que si rompías una pared podías caer al precipicio. El peligro ponía los sentidos en alerta y eso le gustaba a Lyosha.
En aquel nivel todo era diáfano excepto por una zona pequeña donde se guardaban armas y elementos de cada hermandad para los entrenamientos. También había implementos de primeros auxilios. Allí Amren les esperaba, analizando con su mirada biónica a todos los presentes observando cambios de temperatura principalmente. Ya Lyosha le había avisado lo que podría ocurrir y una vez que los tres estuvieron dentro ella cerró la puerta y se posicionó ahí. Ningún cuidado era suficiente. No volvería a pasar lo del sótano.
Lyosha se detuvo delante de Matvey y extendió la mano -Dame tu piedra de los tres mundos-
-De modo que nada de ponerle las cosas fáciles- Añadí con altanería al comentario de Lyosha. Matvey respondió sobre la raza con la que trataban, saberes e incluso el nombre terrenal del demonio. Aquella información ayudaba sobremanera a poder atar al demonio en caso de que le diera por hacer lo que no debía. Atar los verdugos no era encomienda sencilla, y ahora cobraba sentido el chiste de Lyosha, antojándose no tan chiste de repente. El último sello, el de los Verdugos contenía, en el centro del círculo del hechizo, una especie de águila en forma de monigotes, que representaba la casa, y el sello del demonio. A su alrededor las runas que identificaban los saberes. Y sobre todo el dibujo coloqué finalmente la runa del hechizo de atadura, dibujada sobre la palma de mi mano, que requería sangre y qué mejor que la de un muerto para un segador. Muy similares a las que el nigromante tenía grabadas en la piel.
-Abajo, donde siempre- Respondí encogiendo los hombros y entrecerrando los ojos dudando de qué es lo que realmente estábamos haciendo en aquel momento. ¿Enfrentarnos? ¿Era aquello un entrenamiento? ¿Tan débil es el famoso Matvey Rasputín que no es capaz de controlar ni a su propio demonio? Khaled se reiría de él, el problema es que, sencillamente, el soul nigromante había perdido esa capacidad. -O arriba, claramente- No, arriba no era tan claro, yo siempre lo había hecho abajo, la magia funcionaba mucho mejor allí, ya fuera por las runas de Khaled o por el portal. ¿Por qué tenía la sensación de que estaban jugando estos dos conmigo y no conseguía seguirles los pasos? Rodé los ojos y les seguí, escaleras arriba, yendo en la cola de la agrupación, con paso pesado y las manos en los bolsillos de la chaqueta, pero como siempre.
Al entrar fijé la mirada en la robot que la matriarca había adoptado como una acólita más, de la misma manera que inspeccioné la sala de entrenamiento. No, aquello no era mi hábitat pero no estaba de más entrenar con la espada de vez en cuando…. Aunque algo me decía que no íbamos a espadas. Con altivez saqué mi propia piedra de los tres mundos y, por lo que a mi respectaba, también hice entrega a la matriarca. No iban a jugar a las espaditas, estaba claro. No añadí mucho más a la conversación, quedando solo a la espera de órdenes, tensando la mandíbula al volver a mi posición, dentro del triángulo que los tres habíamos trazado.
-Abajo, donde siempre- Respondí encogiendo los hombros y entrecerrando los ojos dudando de qué es lo que realmente estábamos haciendo en aquel momento. ¿Enfrentarnos? ¿Era aquello un entrenamiento? ¿Tan débil es el famoso Matvey Rasputín que no es capaz de controlar ni a su propio demonio? Khaled se reiría de él, el problema es que, sencillamente, el soul nigromante había perdido esa capacidad. -O arriba, claramente- No, arriba no era tan claro, yo siempre lo había hecho abajo, la magia funcionaba mucho mejor allí, ya fuera por las runas de Khaled o por el portal. ¿Por qué tenía la sensación de que estaban jugando estos dos conmigo y no conseguía seguirles los pasos? Rodé los ojos y les seguí, escaleras arriba, yendo en la cola de la agrupación, con paso pesado y las manos en los bolsillos de la chaqueta, pero como siempre.
Al entrar fijé la mirada en la robot que la matriarca había adoptado como una acólita más, de la misma manera que inspeccioné la sala de entrenamiento. No, aquello no era mi hábitat pero no estaba de más entrenar con la espada de vez en cuando…. Aunque algo me decía que no íbamos a espadas. Con altivez saqué mi propia piedra de los tres mundos y, por lo que a mi respectaba, también hice entrega a la matriarca. No iban a jugar a las espaditas, estaba claro. No añadí mucho más a la conversación, quedando solo a la espera de órdenes, tensando la mandíbula al volver a mi posición, dentro del triángulo que los tres habíamos trazado.
Observé a Astaroth ejecutar el sello, con el añadido de la sangre. Aquello actuaría como doble barrera en caso de que las cosas se salieran de la línea, otro cinturón de seguridad más. Con estos asuntos, pecar de prevenido, nunca era...pecado.
- Falta el sello de Valqar para que sea cien por cien efectivo. - me pregunté si, ahora que conocía el nombre, sería capaz de sacar el sigilo por sí mismo. - Prueba. - le dije a Astaroth, seguramente ya sabía como desarrollar un sigilo a partir de un nombre. Y si no...le echaría una mano.
Tuvieron algo de discusion sobre donde lo hariamos, arriba, abajo...a mi me daba igual, pero preferia tambien alejarme de los portales, y Lyosha debio pensar lo mismo porque fuimos a la parte más alta. Allí estaba aquella androide, y el sitio era lo bastante grande como para entrenar y no causar estragos como en mi sótano.
- Aqui no habrá ninguna anfora de djinn que se pueda romper, verdad? - lo que me recordaba, debia responder a Amaya. Que querría?
Sacudí la cabeza. Debía concentrarme en el ahora. En Valqar. En mantenerlo en su sitio. En subyugar sus pensamientos, sus voces. Su deseo de ejecutar sus funciones en este mundo...de terminar las cosas.
Me acerqué a ella y le entregué mi piedra de los tres mundos, y ademas, una daga bastante importante.
- No deshagas esta daga para aprovechar su metal. Sólo guardala. Es...muy importante. Y no dejes que le eche la mano encima a la piedra. Si me transporto, será a mi sótano. Iré a acabar conmigo. Astaroth podrá seguirme pero si hace falta un plan B, usa mi sangre para realizar esta inscripción en la puerta. - le di un papel con una inscripción y unos intrincados sellos, enrollado alrededor de una llave. - eso también será necesario.
Astaroth tambien le habia dado su piedra, con lo cual...si quería robarla, solo tendría que atacar a Lyosha. Retrocedí y volví a mi puesto. Inspiré hondo y cerré los ojos, guardando silencio varios segundos antes de hablar.
- Voy a invocar los poderes de Valqar para tratar de abrir una brecha al mundo de los espíritus. Si sale bien...echaremos un vistazo. Si no... bueno...pueden pasar varias cosas...
Y me hundí en mi mente, y en mi espiritu, liberando aquella parte de Valqar, aquella que necesitaba para acceder a sus poderes....
___
ENTRENAMIENTO 1/7
exito exito= todo bien, no lo puedo creer
exito/ fallo= la abro, es inestable, se escapan algunos espiritus cabreados que atacan, pero conservo control
fallo/fallo = se abre, es inestable, se escapan algunos espiritus cabreados que atacan, y ademas pierdo control
- Falta el sello de Valqar para que sea cien por cien efectivo. - me pregunté si, ahora que conocía el nombre, sería capaz de sacar el sigilo por sí mismo. - Prueba. - le dije a Astaroth, seguramente ya sabía como desarrollar un sigilo a partir de un nombre. Y si no...le echaría una mano.
Tuvieron algo de discusion sobre donde lo hariamos, arriba, abajo...a mi me daba igual, pero preferia tambien alejarme de los portales, y Lyosha debio pensar lo mismo porque fuimos a la parte más alta. Allí estaba aquella androide, y el sitio era lo bastante grande como para entrenar y no causar estragos como en mi sótano.
- Aqui no habrá ninguna anfora de djinn que se pueda romper, verdad? - lo que me recordaba, debia responder a Amaya. Que querría?
Sacudí la cabeza. Debía concentrarme en el ahora. En Valqar. En mantenerlo en su sitio. En subyugar sus pensamientos, sus voces. Su deseo de ejecutar sus funciones en este mundo...de terminar las cosas.
Me acerqué a ella y le entregué mi piedra de los tres mundos, y ademas, una daga bastante importante.
- No deshagas esta daga para aprovechar su metal. Sólo guardala. Es...muy importante. Y no dejes que le eche la mano encima a la piedra. Si me transporto, será a mi sótano. Iré a acabar conmigo. Astaroth podrá seguirme pero si hace falta un plan B, usa mi sangre para realizar esta inscripción en la puerta. - le di un papel con una inscripción y unos intrincados sellos, enrollado alrededor de una llave. - eso también será necesario.
Astaroth tambien le habia dado su piedra, con lo cual...si quería robarla, solo tendría que atacar a Lyosha. Retrocedí y volví a mi puesto. Inspiré hondo y cerré los ojos, guardando silencio varios segundos antes de hablar.
- Voy a invocar los poderes de Valqar para tratar de abrir una brecha al mundo de los espíritus. Si sale bien...echaremos un vistazo. Si no... bueno...pueden pasar varias cosas...
Y me hundí en mi mente, y en mi espiritu, liberando aquella parte de Valqar, aquella que necesitaba para acceder a sus poderes....
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ENTRENAMIENTO 1/7
exito exito= todo bien, no lo puedo creer
exito/ fallo= la abro, es inestable, se escapan algunos espiritus cabreados que atacan, pero conservo control
fallo/fallo = se abre, es inestable, se escapan algunos espiritus cabreados que atacan, y ademas pierdo control
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El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Lyosha Svensson
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Asintió a las palabras de Astaroth sonriendo de lado por su actitud. Cuando era él modo no psicópata sin remedio, era tolerable.
No entendió en lo absoluto la pregunta del djinn -No que yo sepa- Respondió arqueando una ceja como preguntándole a qué venía eso pero se quedó sin respuesta. Recibió la piedra de los portales y usó algo de metal para construir una cajita a su alrededor. Miró la daga con curiosidad antes de ponersela en la espalda bloqueandola del acceso, tras eso Astaroth le dio la suya y construyó otra cajita que colocó también en su cadera, fundiéndose con su armadura. Vio el papel como si pudiera… entenderlo pero no acababa de comprender lo que decía, frunciendo el ceño, pero no dijo nada, simplemente lo guardó también encima protegido por metal.
-Puede volver la diversión- Murmuró suavemente al escuchar las palabras de Matvey y dejó que el nigromante hiciera de las suyas, haciéndole un gesto a Astaroth para que se fijara en los ojos -Un cambio drástico en la temperatura… Ojos negros- Mencionó como señales físicas porque no hablaría de las emocionales.
La brecha se abrió y por un instante pareció que todo estaba controlado pero de pronto algunos espíritus empezaron a salir. Lyosha soltó una risa oscura y golpeó con el hombro a Matvey -Ah, Rasputín- Movió las manos con suavidad elaborando dos cimitarras de hierro -Si quieres oírme, sólo tienes que pedírmelo amablemente…De rodillas, preferiblemente- Murmuró antes de lanzarse contra los espíritus esperando que el hierro hiciera su efecto. Pero no sólo atacó con las cimitarras sino que empezó a mover el hierro alrededor de Astaroth y Matvey, protegiéndolos para que no les hicieran daño físico. Astaroth atacaba a distancia y Matvey no podía desconcentrarse. Además…Tenía otros planes para ese movimiento que ya tendrían sus razones después.
No entendió en lo absoluto la pregunta del djinn -No que yo sepa- Respondió arqueando una ceja como preguntándole a qué venía eso pero se quedó sin respuesta. Recibió la piedra de los portales y usó algo de metal para construir una cajita a su alrededor. Miró la daga con curiosidad antes de ponersela en la espalda bloqueandola del acceso, tras eso Astaroth le dio la suya y construyó otra cajita que colocó también en su cadera, fundiéndose con su armadura. Vio el papel como si pudiera… entenderlo pero no acababa de comprender lo que decía, frunciendo el ceño, pero no dijo nada, simplemente lo guardó también encima protegido por metal.
-Puede volver la diversión- Murmuró suavemente al escuchar las palabras de Matvey y dejó que el nigromante hiciera de las suyas, haciéndole un gesto a Astaroth para que se fijara en los ojos -Un cambio drástico en la temperatura… Ojos negros- Mencionó como señales físicas porque no hablaría de las emocionales.
La brecha se abrió y por un instante pareció que todo estaba controlado pero de pronto algunos espíritus empezaron a salir. Lyosha soltó una risa oscura y golpeó con el hombro a Matvey -Ah, Rasputín- Movió las manos con suavidad elaborando dos cimitarras de hierro -Si quieres oírme, sólo tienes que pedírmelo amablemente…De rodillas, preferiblemente- Murmuró antes de lanzarse contra los espíritus esperando que el hierro hiciera su efecto. Pero no sólo atacó con las cimitarras sino que empezó a mover el hierro alrededor de Astaroth y Matvey, protegiéndolos para que no les hicieran daño físico. Astaroth atacaba a distancia y Matvey no podía desconcentrarse. Además…Tenía otros planes para ese movimiento que ya tendrían sus razones después.
En silencio dibujé, tal y como ordenó, el sello del demonio. No era un demonio al uso, de modo que habría que modificar alguno de su propia casa. Tensé la mandíbula percatándome, cada vez más, de qué es el ser que albergaba Matvey dentro. Tracé el sello con runas de ceniza, sangre y carne de revenant, como su propia casa requisaba, pasándome el pelo hacia atrás, inconforme con todo aquello. -¿Para qué los tres deseos? Podemos entrenar flojito si tienes miedo- Me encogí de hombros y alcé la cejas sin dar mucha importancia a aquello. En realidad tratar de usar patéticamente la ironía era un simple escudo para no mostrar su incomodidad cada vez creciente una vez que Matvey dijo que el demonio era un Verdugo. Más allá de los portales, que muy inteligentemente había alejado Lyosha de nosotros, de la misma manera que las piedras. No, ahora sus almas y sus cuerpos podridos corrían más peligro. Me pregunté si Lyosha sabía de aquello, porque el mero hecho de liberar a Valqar con dos revenant podría ser … el fin, otra vez. Y no, ahora menos que nunca, que realmente fuera el fin.
Observé el intercambio de objetos por parte del nigromante a la revenant, tratando de gipiar todo lo que pudiera de la daga. Del papel imposible, por supuesto, solo esperaba que realmente supieran qué estaban haciendo. ¿Por qué no podían ser más claros? De nuevo, tensé la mandíbula y me moví en mi sitio, incómodo. Podía terminar en su sótano, pero antes podría llevársenos por delante. Cuando se puso en acción todo el cuerpo se tensó y tomó posesión, fijando el peso sobre las dos piernas. Respiré con profundidad por la nariz, movilizando el humo del tabaco del cuerpo de Jed, esperando que la nicotina residual templara los nervios. Cuerpo preparado, mente concentrada, alma aterrada. Respiró profundamente colocándose codo con codo con Lyosha, a la espera de la apertura del portal. Sí, esos signos ya los conocía de Khaled y de él mismo, recordando el frío de la piel cuando el demonio tomaba posesión.
El portal parecía estar funcionando, miraría al interior, hasta que aparecieron los espíritus con ganas de jugar. Comencé a murmullar las palabras de atar y controlar los espíritus, devolverlos al plano al que pertenecen. Susurros en lenguas muertas que solo conocedores podrían entender. Ataduras, amarres, órdenes.
Dado percepción de la daga. (D20? pues por ejemplo)
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El miembro 'Astaroth Takker Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (20)' :
'Dado (20)' :
Entrenamiento 2/7
__
- Casi. Te ha faltado el sigilo de su nombre terrenal. - completé su sello en aquel hueco que él se había dejado en blanco. - Si se usa el nombre celestial, conseguirás un sello mas poderoso... pero lleva mucho mas tiempo elaborarlo. - de hecho, era algo en lo que iba trabajando poco a poco, en mejorar los simbolos para obtener un mayor control. Luego se los pasaría a Lyosha, para que se divirtiera durante otro rato....
Después de esa pequeña clase "teórica" sobre sellos y simbolos, comenzamos con la parte...práctica del asunto, invocando los poderes del demonio.
Abrí los ojos subitamente cuando consegui agarrar ese hilo de poder del verdugo en mi interior, y usarlo a mi parecer para abrir un portal al reino de los espíritus. Unos ojos que seguían siendo azul cristal, brillantes como orbes mágicos por el raudal de magia. Sin embargo, me encontré que en ausencia del control de Valqar, controlar esa brecha y esos espiritus era....
...mas dificil de lo que habia esperado. Y por lo tanto, algunos espiritus indeseables, se atrevieron a cruzar a este plano. Los seguí con la mirada, observando lo que hacian tanto Astaroth como Lyo, que me dijo que si queria escucharla solo tenía que pedirselo de rodillas. La miré de reojo con escepticismo, pues ella sabía de sobra que eso era algo que no haría....
Además, no podía desconcentrarme ahora. Mientras ella los atacaba con hierro y Astaroth con su magia, yo traté de controlarlos usando los poderes de Valqar, nuevamente. Necesitaba...su sello, y transferencia, y control. Si no me salía de modo natural, al no tener un pacto, y tenía que forzarlo constantemente con magia y ataduras hasta lograrlo, lo haría.
- Voy a intentar controlarlos, Astaroth.... usa las runas del caos! - debía conocerlas, correctamente pronunciadas y plasmadas, eran voluntades de gran poder. Solo tenía que encontrar las adecuadas.
Tiré de más poder de Valqar, sin sellos, sin simbolos, por el momento...en un ambicioso intento por lograr el control. Una punzada en el pecho, dolorosa y como el sonido de un tronco partiéndose, me indicó que Valqar pugnaba por salir a la superficie con cada ápice que le cedía para extraer su poder.
"No voy a permitírtelo"
"Entonces estaremos asi hasta que la muerte nos separe, Rasputín....que puede ser pronto.... "
Algo me distrajo. Una videollamada de Tesla? Miré un momento el brazalete comunicador...sí, una videollamada entrante. Que inoportuno! Pero por otro lado, él no llamaba...nunca...
"Rasputín... "
"Puede ser el árbol..."
Y le di a aceptar.
- QUÉ?! - gruñí, pero sin mirar. Estaba demasiado ocupado intentando....
_______
Los espíritus os atacan con oleadas de frío que congelan vuestro interior. Para evitarlo debéis defenderos, Astaroth con sus habilidades normales, Lyosha puede usar su hierro. Solo se sumarán en defensa los items que potencien magia
Astaroth debe defenderse de 40 de daño
Lyo de 60.
exito/fallo para mi: Logro controlar los espiritus usando los poderes del demonio?
fallo- al siguiente post me toca volver a tirar por control demoniaco
exito- mas cerca de lograrlo. Un respiro.
exito/fallo astaroth: logra controlar al espiritu que le iba a atacar y no le ataca...vuelve a tirar exito fallo para ver si lo doblegas a que se vuelva a su brecha.
__
Después de esa pequeña clase "teórica" sobre sellos y simbolos, comenzamos con la parte...práctica del asunto, invocando los poderes del demonio.
Abrí los ojos subitamente cuando consegui agarrar ese hilo de poder del verdugo en mi interior, y usarlo a mi parecer para abrir un portal al reino de los espíritus. Unos ojos que seguían siendo azul cristal, brillantes como orbes mágicos por el raudal de magia. Sin embargo, me encontré que en ausencia del control de Valqar, controlar esa brecha y esos espiritus era....
...mas dificil de lo que habia esperado. Y por lo tanto, algunos espiritus indeseables, se atrevieron a cruzar a este plano. Los seguí con la mirada, observando lo que hacian tanto Astaroth como Lyo, que me dijo que si queria escucharla solo tenía que pedirselo de rodillas. La miré de reojo con escepticismo, pues ella sabía de sobra que eso era algo que no haría....
Además, no podía desconcentrarme ahora. Mientras ella los atacaba con hierro y Astaroth con su magia, yo traté de controlarlos usando los poderes de Valqar, nuevamente. Necesitaba...su sello, y transferencia, y control. Si no me salía de modo natural, al no tener un pacto, y tenía que forzarlo constantemente con magia y ataduras hasta lograrlo, lo haría.
- Voy a intentar controlarlos, Astaroth.... usa las runas del caos! - debía conocerlas, correctamente pronunciadas y plasmadas, eran voluntades de gran poder. Solo tenía que encontrar las adecuadas.
Tiré de más poder de Valqar, sin sellos, sin simbolos, por el momento...en un ambicioso intento por lograr el control. Una punzada en el pecho, dolorosa y como el sonido de un tronco partiéndose, me indicó que Valqar pugnaba por salir a la superficie con cada ápice que le cedía para extraer su poder.
"No voy a permitírtelo"
"Entonces estaremos asi hasta que la muerte nos separe, Rasputín....que puede ser pronto.... "
Algo me distrajo. Una videollamada de Tesla? Miré un momento el brazalete comunicador...sí, una videollamada entrante. Que inoportuno! Pero por otro lado, él no llamaba...nunca...
"Rasputín... "
"Puede ser el árbol..."
Y le di a aceptar.
- QUÉ?! - gruñí, pero sin mirar. Estaba demasiado ocupado intentando....
_______
Los espíritus os atacan con oleadas de frío que congelan vuestro interior. Para evitarlo debéis defenderos, Astaroth con sus habilidades normales, Lyosha puede usar su hierro. Solo se sumarán en defensa los items que potencien magia
Lyo de 60.
exito/fallo para mi: Logro controlar los espiritus usando los poderes del demonio?
fallo- al siguiente post me toca volver a tirar por control demoniaco
exito/fallo astaroth: logra controlar al espiritu que le iba a atacar y no le ataca...vuelve a tirar exito fallo para ver si lo doblegas a que se vuelva a su brecha.
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El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Una videollamada se cuela en el entrenamiento de los Souls... Con claros signos de que está habiendo problemas.
La imagen de un aterrado y sobreactuado Markus aparece en la pantalla de Matvey, el único que ha respondido a la llamada del científico.
-Por Merlín la hemos hecho enfadar ¡Nos va a matar a todos! ¡A todos!-
Tras aquello el rostro del científico gira para ver algo a su lado, que el espectador no puede ver. El griterío satura la señal del micrófono y del audio y el sonido se distorsiona y se interrumpe. Esa es la última imagen antes de la estática.
Y entonces, el dispositivo deja de emitir señal
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