Campamento de Ouroboros - Highlands

Recuerdo del primer mensaje :

El panorama en el hospital de campaña era desolador. Se sentía... como si hubieran pasado por una guerra. A pesar de que acababa de iniciar, el dolor que estaba causando en los más inocentes era devastador. Tenía la sensación de que, por muchos esfuerzos que hicieran, no podría detener el miedo y la violencia contra aquellas personas inocentes que llegarían a Highlands en breves. Tenía miedo. Mucho miedo. Miedo por su hija, tan lejos de ella, y su esposo, tan expuesto al peligro. Tenía miedo por sus compañeros, porque no eran los típicos soberanos que enviaban a los subordinatos a pelear, sino estarían en primera fila en la lucha que se avecinaba. El Consejo seguiría, con o sin todos ellos, pero podría no ser lo mismo nunca más.

Mientras encontraba el espacio que el bosque y los centauros les habían destinado, varios de los miembros de la Guardia estaban mntando el campamento, una tienda a la vez; levantándolas, hechizándolas y marcando las capacidades de cada una en una lista para comenzar a llenarlas con los refugiados que no tardaban en bajar. Sabía que, para poder evacuar sin algo que urgiera a los pobladores como un ataque directo del Sanguis, se tomarían un poco de tiempo ir por sus familias, algunas de sus pertenencias e incluso algunas mascotas. Al menos esas últimas tendrían un espacio amplio para correr que podrían disfrutar.

Recorrió suavemente, a paso lento, aquel lugar, separando mentalmente el lugar donde estarían los cultivos, las tiendas, los servicios como el comedora... Era un lugar tan puro, tan limpio, con un aire que le permitía respirar profundamente. No se había dado cuenta de lo tensa que había estado en la isla, como para sentir en aquel lugar una liberación tan grende que le apetecía incluso quedarse. Incluso su cuerpo tenía movimientos más fluídos, aún cuando no creía que le estuviera afectando tanto. La tierra de la isla se estaba envenenando y no poder hacer algo al respecto le estaba haciendo caer en un profundo caos interno. Su equilibrio, el fino equilibrio de la naturaleza, estaban resquebrajándose mientras aquel depredador acababa con todo. ¿Terminaría por engullir el mundo entero si se lo permitían? Ese era un futuro en el que no podría vivir. La angustia y la oscuridad debajo de sus pies serían su perdición. Se acercó a uno de los soldados que conocía como amigo de Vishous, sonriéndole al llegar hacia él.- ¿Sabes en cuanto tiempo más comenzarán a bajar? - La respuesta fue que en dos minutos exactos bajarían, pues les estaban organizando con rapidez. Agradeció la información y se dedicó a hacer el espacio lo más acogedor posible. No sería la casa de nadie, pero llenó las orillas del bosque con grandes arbustos llenos de flores muy variadas y coloridas. Las hizo crecer al frente de cada tienda, en cada espacio que encontró. Mucha lavanda para tranquilizar con el aroma a los asustados habitantes, y hierbas aromáticas para que las tuvieran a mano para cocinar y hacer remedios. Al final, montó una tienda en compañía de los soldados personalmente, dedicándola a la realización de pociones. Si el hospital estaba tan saturado y comprometido, se empezarían a utilizar los remedios naturales.

Cuando los habitantes llegaron, lo hicieron en grandes grupos, a los que recibió personalmente y se encargó de tratar de solucionar sus dudas. Las preguntas eran tan duras como la realidad, y saber que no tenía respuesta para muchas de ellas era desolador, pero hizo compromisos para obtener información y encontrar la mejor solución para cada problema. Después de una ardua jornada dándole techo y comida a cada uno de los ciudadanos de Ouroboros, se tomó un momento para enviar un mensaje al Consejo informando que se completaba la evacuación. Tras un larguísimo día, desapareció de ahí, con promesas que cumplir.

Savannah escribió:Sí, era terca y por eso era incapaz de ver realmente el porqué de aquella reacción tan desproporcionada cuando solía ser tan tranquila y neutral, como debia comportarse una chamana.

"Su grupito"... ¿Acaso no habían sido Hijos de Fenrir, Ian y Jarkko? Arrugó la nariz con molestia ante su tono, ante su forma de hablar, ante todo su ser. No había palabra que saliera de su boca que no fuera leña que avivara el fuego que le estaba quemando por dentro, lleno de rabia y de ira. Su corazón latía con fiereza, acrecentando la sensación de que aquel tóxico sentimiento no hacía más que recorrerle de pies a cabeza hasta ponerle todos los vellos de punta.

-¿De la misma forma que ellos pensaron en nosostros cuando Llangoed ardía?- Escupió las palabras con un veneno difícil de haber vinculado, en cualquier otro momento, a Savannah. Ahora sin embargo… -¡¿Por qué crees que he cedido ahora?!- Espetó al oír aquello sobre el clan. El ex clan.

Aquello fue una daga de plata directo a su corazón.

-¡No te atrevas a irrespetar a los espíritus delante de mí! Durante años nos han protegido- La que había fallado había sido ella. Pero ¿Cómo se atrevía a hablar así de Connor?... ¿O de Oren? Era imposible que la mente de Savannah lo procesará y fue otra de las razones porque le soltó que le odiaba cuando era una mentira como una catedral.

Impulsiva e histérica acabó encima de él en el piso pero sin ser capaz de partirle la cara como quería. Él ni inmutado, como siempre, las capacidades físicas de Savannah no eran nada comparadas con las de él y aunque hace un par de meses aquello habia disparado su libido ahora no hacía más que hacerle daño

Su sonrisa de burla la destrozó por dentro y aquello de hacerle cosquillas hizo que se detuviera para clavar sus ojos ambarinos en él con fuego en las orbes - Porque siempre los elegiste a ellos antes que a mi- Le soltó antes de quitarle los brazos de encima e incorporarse.  

-No eres mi alfa- Dijo con la voz estrangulada por el llanto incontrolable,  para luego dirigirse hacia el bosque. Necesitaba convertirse y correr, correr lejos de allí. Aunque quizás lo mejor era ir con Ian y con Jarkko. Miró hacia el hospital un momento y negó para sus adentros. No iban a entender por lo que estaba pasando y no quería dar explicaciones. Empezó a trotar en dirección al bosque hasta agarrar impulso y echar a correr como alma que lleva el diablo.

Había sido una situación graciosa para él o bueno, no tan graciosa porque en un primer momento el enfado lo estaba consumiendo, luego fue gracioso cuando ella comenzó con un “jueguito” de cachorros al tirarse sobre él y termino nuevamente en enfado, ¿Por qué cualquier emoción que sintiera se vinculaba con el enfado? O terminaba enojado o comenzaba enojado. Savannah estaba siendo muy molesta en todos los sentidos ni siquiera llegaba a comprender sus palabras, sobre todo porque no era el que ayudara a aquellos que en su tiempo no lo hicieran, sin no más bien, que ayudara a su gente que ahora residía en la isla y no pensaba calificar el comienzo de esa disputa a que él no sabía expresarse correctamente sino más bien adjudicaba todo a la cabezonería de su compañera.

-Yo no elegí a nadie antes que a ti, pero tú sí que lo hiciste…- Y no agrego nada más, tampoco le importo que mostrara tanto odio en sus ojos y si ya le había dicho que lo odiaba ahora le quedaba más claro. Cuando ella se incorporó, él también lo hizo, quedando completamente de pie, tampoco es que le fuera a dar una ventaja cuando se encontraba desprevenido por si quería atacarle de una manera más cruenta. –¡Claro que no soy, ni fui, ni seré tu alfa me lo dejaste tan claro como tu odio hacia mí! – Gesticulo con la boca a medida que decía aquellas palabras además de gritarlas para que ellas las escuchara por sobre su carrera y su ¿Llanto? ¿Por qué las mujeres siempre pretendían arreglar todo con lágrimas de cocodrilo…? Se preguntó mientras se daba la media vuelta para dirigirse a otro sector a seguir con sus labores. –¡Maldita sea! – Y los perdedores como el caían en el viejo truco. Gruño para el mismo y a la vez a la nada mientras en último momento cambiaba de opinión y corría siguiéndola.

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Éxito: La sigue
Fallo: No la sigue

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'Probabilidad' :

La semana que siguió a la brutal agresión la pasó sumida en la inconsciencia, siendo trasladada desde la UCI de Ouroboros hasta el hospital de campaña cuando consideraron que su vida ya no corría peligro. Aún así tuvieron que esperar varios días más a que su estado mejorase un poco para poder ponerle en la vía la poción de té de luna por si era necesario provocar un aborto. Y realmente lo era. Una punzada aguda en el bajo vientre la terminó despertando de sus sueños agitados de manera repentina, haciéndola incorporarse a medias mientras ahogaba un gemido de dolor.

Al abrir los ojos estaba miró a su alrededor sin saber realmente dónde estaba, desorientada y mareada. Estaba en una cama, pero no reconocía el lugar ni era capaz aún de procesar qué hacía ahí o cómo había llegado. Apenas fueron necesarios unos segundos para que el horror de lo vivido regresase a su mente. Fue en el instante en que bajó la mirada al camisón y vio la mancha de sangre entre las piernas, en el momento en el que vio que una de sus manos estaba vendada y le faltaba un dedo.

No había sido una pesadilla, había sucedido de verdad. Las imágenes de aquellos hombres, las torturas, sus voces y todo lo que les habían hecho...todo aquello se repetía en una espiral que daba vértigo, haciendo que empezase a hiperventilar. Pronto empezó a faltarle el aire, conforme entraba en un ataque de pánico y trataba de bajarse de la cama para escapar. Tal vez la habían atrapado y seguían allí para hacerle más daño. Tal vez le habían hecho lo mismo a Ben y a Arleen. O estaban ya muertos. No era capaz de pensar en nada más que escapar, a pesar de que cuando se quitó la vía y se bajó de la cama las piernas apenas la sostenían. Se dobló por la mitad por un nuevo espasmo de dolor cuando apenas había recorrido unos pasos, cayendo al suelo de rodillas.

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dados para poción té de luna (funcionan todas)

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'Dado (10)' :

Tras aquel episodio el hospital la habían mantenido severamente drogada, tanto que Arleen a veces despertaba y su cuerpo no lo hacía. No le respondía. Y era como vivir de nuevo la sensación de estar atada a merced de los demás. Y aunque las voces eran conocidas, decían palabras del argot médico, no encontraba comodidad entre ellos. Se suponía que ya no pertenecía a Ouroboros ¿Qué hacía allí?

La respuesta estaba a su lado, Fred estaba sentado con el mentón apoyado del pecho mientras dormía.  Arleen los observó sintiendo que el labio inferior le temblaba. No quería culparlos, porque no tenían la culpa…Ella lo sabía pero…¿Dónde habían estado cuando los había necesitado? Sintió que las lágrimas caían por sus mejillas y quiso alzar una mano para secarlas, tratando de aparentar que no estaba rota por dentro. No podía cargarles a ello con su propio trauma, era injusto…Pero al hacerlo se dio cuenta de que no podía.

El movimiento estaba restringido por unas esposas, estas no tenían nada que ver con aquellas que había usado Eámon pero dispararon los recuerdos de nuevo. Arleen empezó a tirar con fuerza de ésta pese a saber exactamente dónde estaba -No…- Murmuró -No, no, no, no…- Empezó a llorar con más fuerza porque no había manera de romperlas como deseaba, de ser libre -Fred… Fred- Gimoteó llorando con más fuerza mientras su hermano se despertaba y se acercaba a ella para detener los movimientos que acabarían dañándola.

-Hey hey…estás bien, estás a salvo- Le recordó a sabiendas de lo importante que era aquello -Vamos a quitarlas, sí, pero debes tranquilizarte Arleen- Murmuró acercando sus manos hacia sus hombros  y luego intentando cogerla del rostro para que fijara su vista en él, pero no llegó a hacerlo porque Arleen abrió la boca para arrancarle la mano de un mordisco -¡SUÉLTAME!- Le gritó saliendo del estupor de las drogas en ese instante para luego observarlo con la mirada desenfocada. Fred se alejó con las manos arriba señalando que estaba lejos y Arleen lo observó un instante antes de darse cuenta de quien era. Su rostro pasó de la rabia e ira pura a la devastación al darse cuenta de que era su hermano mayor -Lo siento…Lo siento- Murmuró temblando y abriendo y cerrando los dedos con rapidez, sin dejar de tirar de las esposas -No te preocupes. Ahora vuelvo-

Salió de donde estaba para buscar a una de las enfermeras y que le quitaran las esposas, cruzándose entonces con Chloe que estaba arrodillada en el piso -Srta. Hacksaw- Iba a cogerla cuando Vishous apareció por allí y le hizo un gesto de que él se encargaba -Arleen ha despertado, voy a hacer que le quiten las esposas ya- Le importaba tres pepinos si alguien se oponía. Fue en busca de una enfermera para hacer la solicitud, una vez que la encontró volvieron a la camilla donde encontraron a Arleen más tranquila pero…tensa. Fred la observó con el ceño fruncido acercándose a ella para controlar cualquier impulso que tuviera con la enfermera.

En poco menos que un par de segundos las esposas estuvieron retiradas y Arleen subió las muñecas para mirarlas. Libre. Estaba libre. Sí, viva. ¿Pero a qué costo? Alzó la mirada cristalina hacia Fred un instantes antes de desaparecer en sus narices.

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Ingresó a la tienda para ir a ver a Arleen por saber si, de repente, había despertado y cómo estaba ya que iba a ir a por los Draven, tanto por orden de Oscurus como por orden de Amaya y estaba seguro de que sus capitanes querrían saber sobre su estado. Vio salir a la descendiente de Circe e hizo una reverencia hacia ella a modo de saludo.

Empezó a caminar hacia la cama de Arleen cuando vio salir a Fred, parecía contrariado así que lo cuestionó con la mirada. Sin embargo, la visión de Chloe en el piso sangrando hizo que tensara los labios. Le hizo un gesto a Fred como haciéndole saber que él se encargaba -Chloe…hey- No tardó mucho en darse cuenta de la sangre que manchaba la bata médica y … la rabia burbujeó en su sangre.

-Voy a alzarte- Murmuró con un tono que dejaba entrever algo de duda, dejándole espacio por si quería negarse. Arleen las veces que se había despertado había sido muy arisca al contacto así que V estaba aprendiendo a ir despacio. No sabía si Chloe sería igual pero no quería contribuir a su trauma. Así que esperó por ella, agachado a su lado pero sin acercarse mucho más.

-¡V!- Vishous alzó la vista para observar a su mellizo con el gesto desencajado -Ha desaparecido- El teniente cerró los ojos con pesar. ¿A dónde carajo se creía que iba? -Toma, enviale un mensaje a los Draven y pregunta si ha llegado a la base- Dijo dándole el móvil y haciendolo alejarse para que no agobiara a Chloe.

No tardaron en informarme de que el soldado deslenguado había despertado. Al parecer alguien lo había visto lidiar con los amarres. En otras circunstancias le hubiera dicho muchas cosas a aquel que había dejado que los inconscientes se despertaran de aquella manera. Pero qué iba a decir, suficiente que todavía seguía allí y no se había largado como otros. De pociones y medicinas había, pero suponía que se acabarían pronto. Lo único que podría, realmente ayudar en toda aquella mierda era que el teniente tuviera aquella conversación con los muggles. Lo que no sabía era a qué coño estaba esperando a hacerlo.

Rosse también se había despertado y levantado cuando ingresaron en la habitación, aquellos pacientes eran un batiburrillo de patologías y estados. Un puto desastre. Un pequeño grupo de sanitarios se reunió alrededor de la camilla de Lytta, al que se le habían acabado los somníferos, la morfina y la leche de amapola. -Rosse…- Pregunté directamente a la pelirroja, al verla de pie, al menos parecía que estaba muy entera. De esta manera podríamos al menos trabajar en el soldado. Trataron de calmarle explicándole quién y dónde estábamos. Podía captar en su mirada la frustración de no poder comunicarse. Suspiré sintiendo su dolor colocándole una mano sobre el hombro mientras alguien le dormía de nuevo. -Por favor, vigilad las pociones a todos otra vez. No podemos permitir que se despierten así, maldita sea, debe ser gradual- Suspiré por la nariz para acercarme a Rosse después de cerciorarme de que Benjamín estaba dormido de nuevo, dejando en aquel momento a las inconscientes Arleen y Chloe en otro espacio -Esto es una puta mierda. ¿Cómo estás?- Reconocí, invitándola a sentarse para hacerle una rápida exploración en otra de las pequeñas tiendas que formaban parte del rudimentario hospital. Fue entonces cuando llegó la invitación a no sé qué fiesta. La risotada fue muy sonora, estaba yo como para irme de fiesta

Estaba esperando la respuesta de la Descendiente, la primera que despertó después del traslado de los atacados del Sanguis (creo), para saber cómo estaba, quizás explicarle qué le había pasado al chico y porqué no le contestaba cuando empezó a escucharse revuelto en el espacio que tenían Chloe y Arleen reservado. Me disculpé con Rosse para salir de allí a prisa, justo para despedirme de Arleen al desaparecer.

Por supuesto asesiné al Royden con la mirada. -Enhorabuena. Lumbreras- Le solté apartándolo de un manotazo para llegar hasta Chloe y tenderla en la cama con ayuda del teniente. -Traed el ecógrafo y reabastecedoras. De esto me encargo yo. Cuando os apetezca jugar a los médicos, primero me preguntaréis a mi. ¿O ando metiendo las narices en los asuntos de la Guardia?- Le recordé bajando el tono pero hablando de una forma muy insidiosa a Fred, le hubiera cogido por la pechera y le hubiera sacado de allí de un empujón, de no ser porque tenía el material en las manos -Está muy inestable. Ya podéis perder el culo para encontrarla - Aquello se lo expliqué a V.

Entonces Chloe. -Chloe. ¿Me oyes? ¿Cómo estás? ¿Sabes dónde estás? ¿Sabes quiénes somos?- Interrogué observando la reactividad de sus pupilas, gestos y movimientos. El tanque bacta no había conseguido regenerar el dedo, pero al menos había conseguido curar gran parte de las heridas y otro tipo de daños -Vamos a revisarte, a hacer una ecografía, el gel está frío. ¿Vale? ¿Quieres que venga una enferma a verte?- Por si tenía reticencias por ver a un hombre -¿Quieres que avisemos a alguien? ¿Ian?- Gel frío sobre el abdomen y el sonar para ver la causa del sangrado. El legrado químico había funcionado bien. Demasiado bien.

Bueno, bueno, que rápido se hace el lío en los pasos adecuados.

A ver, recapitulemos.

Ella estaba llendose, iba a buscar a Oscurus o algo, para saber que le pasa al sujeto qué no es capaz de hablar y quizás... Buscar algo de leche de amapola.

Porque también se empezaba a sentir mal de tanto pensar las cosas simplemente no podía evitar que todas las cosas que jamás resolvió pesaran sobre ella, solo porque se negaba a resolverlas, le daban demasiado miedo, y no solo ellos... Tiene miedo también de perderse ella misma, no quiere que estas cosas la cambien.

Y entonces por casualidad, ve a Vishous entrando al mismo tiempo que ella va saliendo, le saluda con una reverencia, y ella, siendo como es, le da una sonrisa de lado y un gesto informal como saludo, y luego de eso, Oscurus, a justo al qué estaba buscando.

Um, Oscurus...

Ella se le acercó entonces, aunque la verdad no sabía como proceder, desde siempre han tenido cierta... Animadversión, por no decir que se caen mutuamente como el culo, aunque Rosse empezaba a respetarlo más con el paso del tiempo, ya que sinceramente ella cree que es un buen tipo, solo que gruñón.

Y debe serlo sobre todo para tí...

Ella reconoció también refiriéndose a que... Bueno, en primer lugar tiene que atender a gente que está visiblemente en la mierda fuera de un hospital, no se quiere imaginar el dolor que ha de ser eso.

Pues todavía me duelen la mayoría de los putos huesos... Pero puedo caminar, y eso es más de lo que esperaba luego de que ese árbol me destrozara. ¿Y tú?

Como siempre, es sincera al respecto, y a su vez preguntó de forma casi inconsciente porque...

Honestamente, pareciera que lo que sea que haya estado pasando últimamente se lo ha estado comiendo vivo, a diferencia de lo normal, que podría caer en amargura... Ella no tuvo reparos en seguirlo y dejarse revisar, y mientras tanto, de paso también comentaría algo más.

Oye, sé que quizás no me incumbe pero, ¿Sabes por qué el sujeto de la camilla no puede hablar?

Lo siguiente que escuchó la dejó fría, ella había estado en coma todo ese tiempo y por lo mismo no se enteró ni del vídeo ni nada, el impacto fue tal...

Que no compartió la risotada de Oscurus y eso que de hecho le pareció gracioso qué lo invitaran a una fiesta así como así, y hubiera hecho hasta un chiste de eso... Pero su horror era más grande, ese pobre sujeto... Le recordó a ella misma, tanto fue así, que cuando Oscurus salió...

Ella salió detrás de él, tanto fue así que en el momento que dijo lo de las reabastacedoras, ella fue de hecho quien fue por ellas antes que nadie, literalmente corriendo a pesar de que le doliera el cuerpo, pero el dolor le importaba poco en esta situación.

Una vez las tuvo, fue a dárselas a Oscuros.

¿¡Qué es un ecografo!?...

No conoce eso, porque de lo contrario se lo hubiera traído también... Porque aunque no sea cosa suya todo esto. Le pega demasiado de cerca para hacerse de la vista gorda, simplemente no puede.

No se volvió  a levantar después de caer al suelo de rodillas, temblando de manera incontrolada y sin ser apenas consciente de lo que sucedía a su alrededor. El grito de Arleen pidiendo que la soltaran la aterró aún más, haciéndola pensar que seguían prisioneras en ese infierno, que las tenían apresadas y seguirían torturándolas. Por eso se asustó al ver que alguien se le acercaba, costándole incluso distinguir que era Vishous.

- No...- Se debatió contra él casi sin fuerzas hasta que se dio cuenta de quién era,  acabando de nuevo en la cama con Oscurus al lado preguntándole cosas y examinándola. El dolor seguía allí, pero a pesar de eso se sentía extraña, como si estuviese viendo la situación desde fuera. Ya no opuso resistencia porque quiso creer que de verdad estaba en un lugar seguro, que ya no tenía que intentar escapar.

Asintió un tanto ida y con la mirada perdida en ningún punto en concreto mientras le preguntaba si sabía quién era, incapaz de contestar verbalmente con alguna frase más larga. Sólo quería encogerse de lado sobre sí misma y esconderse de todo el mundo, pero Oscurus dijo aquello de la ecografía. Su mente todavía iba despacio, pero eso lo comprendió, lo relacionó con el sangrado y el dolor que sentía. Debían de haberle provocado un aborto. Aquello le hizo regresar a la realidad como si le diesen una bofetada. Enseguida se cubrió el rostro con las manos, comenzando a sollozar quedamente mientras negaba con la cabeza a lo de Ian. No quería que lo supiese él, ni su padre, ni nadie. A Arleen ya la había escuchado, seguía viva, pero no sabía nada de su guardia de Ouroboros. - ¿Ben? - logró preguntar en un susurro, bajándose un poco las manos de la cara.

Tuvo cuidado al maniobrar con Chloe al ver que se resistía, aquello le partía el corazón. Vio a Oscurus con un gesto torcido cuando empezó a hacerle preguntas y preguntas a Chloe. V no sabía si era un buen proceder y estuvo a punto de mandarle a callar la boca de una puta vez para que la dejara hablar.

Fred, sin embargo, al escucharlo decirle Lumbreras soltó un gruñido que parecía mucho más animal que humano -No veo que hayáis hecho un excelente trabajo si todos vuestros pacientes se despiertan gritando y están, en su mayoría, esposados porque no sabéis tratar lo que les pasa- Espetó pasando por su lado apretando la mandíbula y con ganas de destrozarle la cara. V se quedó mirando a su hermano que tras coger el móvil había salido del hospital.

-Lo sé- Le advirtió a Oscurus con un gesto tenso. La sangre y lo del ecógrafo sólo podía significar una cosa que le congeló la sangre en las venas -¿Arleen también?- Inquirió hacia lo del ecógrafo porque eso significaba que, estuviera donde estuviera, pronto sería protagonista de otro aborto…Otro. Se le puso el corazón pequeño y cuando Chloe empezó a llorar, aún más. Vio de reojo a Rosse, que no sabía si tenía conocimiento médico pero le daba igual siempre que no molestara a Chloe. Vishous habría querido cogerle la mano pero ella se había tapado el rostro. Apoyó su mano en el cabello cobrizo de Chloe y la acarició con cuidado, tensando los labios al ver que negaba aquello de que le avisaran a la familia. Jo.der.

-Ben está en una de las camillas de aquí al lado pero seguramente está dormido, todos fueron rescatados. Eámon está muerto y Collins bajo custodia de Ouroboros- Dijo inclinándose hacia ella para entrar en su campo de visión. Lo de su padre…mejor por partes -Tengo que ir a buscar a Arleen pero volveré. Estás a salvo, Chloe- No podía decirle que estaba bien, porque no quería mentirle cuando ella era consciente que estaba del todo menos bien. Se le quedó mirando un instante y, de haber estado en otra situación, le habría dejado un beso en la frente pero tras haberle puesto resistencia cuando quiso tocarla pensó que mejor que no -Estás a salvo- Le repitió y entonces se incorporó para despedirse de ella tras una caricia en el cabello, se despidió de los demás con un movimiento de la cabeza  y fue en busca del descendiente Tepes. Si la habían encontrado así la primera vez, lo harían una segunda.

Al salir de la tienda, ubicó a Fred -¿De qué vas?- Le preguntó cogiendo el móvil a ver si había enviado bien el SMS, de momento no habían respondido -Vamos a buscar a Tepes, seguro hace lo mismo que los Pendragon- Aunque mientras ambos caminaban hacia la tienda del muchacho Vishous recordó que precisamente le había formado un lío a Oscurus por haber tomado sangre de Arleen sin autorización. No tenían sangre ¿o sí? -¡Mierda!- Se llevó las manos al cabello en un gesto frustrado, con ganas de pegarle un golpe a alguien. Paneó la zona buscando respuestas en el horizonte y reconoció a Giordano -Ven- Golpeó a Fred en el hombro para que prestara atención y se acercaron a Gio corriendo.

-Descendiente- Saludó Fred y Vishous le cortó la reverencia de un puto empujón para ponerse frente a Giordano -Arleen se ha escapado del hospital y necesito encontrarla ¿Tenéis alguna forma de hacerlo?- Preguntó -Y rápido- Agregó mientras oía pitar el móvil, lo abrió y luego se lo mostró a Fred -No está en la base, maldita sea- Por alguna razón pensó que podría ir allí.

Habian pasado algunos dias desde lo de los templos (supongo) y finalmente me habia dignado a aparecer por el campamento que habian montado alli mis compañeros del Consejo, no tanto para ayudar o informar o informarme como para que Sofía u Oscurus me dieran algo de droga fuerte o que me revisaran el brazo, porque había pasado tanto y tan fuerte de seguir las prescripciones (por distraccion mas que por otra cosa) despues de irme precipitadamente hacia las montañas heladas que...bueno, que seguia sin poder moverlo bien y sin dolor, y aunque no lo llevaba en cabestrillo ya iba con la mano todo el rato metida en el bolsillo y no lo movía casi para nada.

Me dirigía a lo que suponia debia de ser una de las tiendas donde daban drogas de las buenas para el dolor y los resfriados, porque me había agarrado uno de los gordos a decir verdad, cuando fui interceptado por los Royden.

Los miré un poco aturdido al principio, a decir verdad estaba superdesubicado, alli hacía frio, ese sitio era humedo, verde y...he dicho ya frío?

- Hermanos Royden. - saludé irguiéndome, con una de mis elegantes sonrisas, tratando de con ello eclipsar la mala cara que sentía debía tener a causa de mi estado de salud en general.

No tuve que preguntar que querían porque V fue muy directo. Arleen? Escapado? Encontrarla? Entrecerré los ojos ladeando un poco la cabeza con expresión de confusión. Lo mismo era la fiebre o la falta de sueño pero...

- Sí, creo, podría rastrearla pero...qué le ha pasado? Escaparse del hospital? Qué hospital?

"este hospital? Yo tambien me escaparia"

- Por qué se....? - rebobina, espera. - No había presentado su dimisión? Qué hacia en el hospital? - lo evidente, que si le había pasado algo, no quería preguntarselo.

Vishous sintió que se le relajaban los hombros cuando Giordano dijo que sí -Hagámoslo- Dijo con premura, esperando que no fuera una cuestión super complicada que le pidiera polvo de cuerno de unicornio porque iba a gritar al cielo. No obstante, cuando lo miró con aquella confusión y extendiendo las preguntas, Fred y él se miraron un momento con el gesto tenso. Arleen había sido particularmente cerrada con que su familia se enterara pero…Giordano no era familia ¿Verdad?

Fred posicionó una mano delante de Giordano y señaló una zona un poco más alejada de la tienda del hospital para que todos se movieran hacia allí. Una vez haciéndolo fue él quien habló porque V ya había tenido suficiente de decirlo en voz alta y repetirselo a tanta gente. Peor aún, de recordar haberlo visto -Arleen lleva días hospitalizada, en Ouroboros y luego aquí; después de que Eámon O’Connell la secuestrara de su hospital junto a la Srta. Chloe Hacksaw y el soldado Benjamin Lytta…Para torturarlos- Era evidente que Fred estaba siendo bastante correcto para hablar, pero V se cansó de pronto y soltó un gruñido.

-Le han hecho multitud de cosas, hasta le cortaron un maldito pie, los desgraciados. Se la ha pasado gritando cada vez que despierta. Ahora va puto drogada y le han dado té de luna. Está por... por...- No podía estar lejos de ella si iba a pasar por otro aborto, la sola idea le molesto - ...no sé, desangrarse, en algún lado en cualquier momento así que necesitamos saber dónde está para ir a buscarla- Espetó con frustración.

-¿Qué necesita?- Añadió Fred poniendo una mano sobre el antebrazo de Vishous, que éste se sacudió bruscamente para coger el teléfono que había pitado una segunda vez. Leyó el SMS y cerró los ojos -Está en la base- Murmuró sintiendo que se relajaba un poco porque sabía que los Draven la custodiarían hasta que llegara. Respondió el mensaje diciéndole que en poco iba a por ella para traerla de vuelta al hospital.

- Vale, solo necesito algo sobre lo que ella hecho magia recientemente y una...trazadora que tengo en mi... - si, obvio, como no, me lo habia dejado en el taller. Si es que! Tenía que volver ahi modo desahuciado, a mi no me iban a impedir volver, no , no pensaba quedarme aqui en esta isla humeda de mala muerte llamada Escocia, muy bonita para un rato, si, pero para de contar.

Me aparté con ellos, mirandolos con una expresión de desconfianza porque lo mismo lo que esos dos hombretones querían era llevarme al huerto. Pero no. Ojalá. Solo malas noticias. Mi ceño fruncido cambió a uno de devastación cuando escuché lo que le habia ocurrido a Arleen. Lo primero que pensé fue "por qué a ella?" pero superé rapido esa fase en mi mente porque...la gente cabrona era asi y no tenía en cuenta como de buenos fueran otros a la hora de decidirse a joderles la vida, y eso lo habia descubierto yo tambien a las malas.

Porque si, y punto. Porque ella habia estado en medio, en el momento y lugar inoportunos. Un pie amputado? Té de luna? Desgraciados. Me quedé en silencio, no supe cómo reaccionar. Cuando era a otros a quienes les ocurrian esas cosas, era...complicado. No había nada correcto que pudiera decirse o hacerse, verdad?

- Pues  voy con vosotros.... - no era posible que le hubiese ocurrido todo aquello y yo tuviera que enterarme ahora, tarde, con todo el mal hecho. - ir a mi taller. - respondí a Fred, cuando cortó a su hermano, pero tras aquel oportuno SMS aquello dejó de parecer necesario. - con los humanos? Puedo ir con vosotros? Total a la fiesta esa de los Pendragon que nos han invitado no voy a ir....Sofia dijo que a ella tambien la habian invitado, pero como no la avisé de que yo no iba lo mismo se ha creido que si. Quizá por eso no la encuentro para que me dé las drogas.... - divagué  brevemente, revisando los mensajes del brazalete que habian puesto.

Fred frunció el ceño pensando que Arleen…Hace rato que no estaba haciendo magia y que sería raro conseguir algo para ello. Quizás en el piso de Vishous hubiese algo, sino tendrían que ir a la base a conseguir algún ítem.

Vishous notó el cambio en el rostro de Giordano y entendió que sus palabras habían causado impacto en el Descendiente. Conocía levemente la relación entre ellos y, en su opinión, allí había algo más que tutor y aprendiz pero no iba a meter las narices en nada porque Arleen no estaba para pensar en ello en ese momento.

-Sí… Es donde está trabajando- Explicó Vishous, pensando en que si Gelion estaba loco como lo vio la última vez iba a ser peor influencia de la que ya era en su hermana. Tenía que traerla de vuelta -Pero eso se acaba hoy- Fred asintió  a aquello de que les acompañara, si era lo que quería, quienes eran ellos para negarle nada a un Descendiente. Vishous sin embargo, se le quedó mirando a Giordano cuando habló de una invitación de los Pendragon.

-¿Qué puta obsesión tienen con Sofía y contigo?-  Espetó con enojo alejándose de los dos para enviar un patronus a su mujer con una voz que carecía de cualquier tipo de tono de conciliación. Como se hubiese ido con los putos Pendragon sola, como había hecho con la boda de Le Fay, iban a discutir. Mucho -Cuéntame de la maldita fiesta de camino- Le dijo a Giordano mientras cogía a los dos de los hombros y se desaparecían hacia la base.

Han sido tiempos extraños...

Lemóni a veces piensa, que desde que se recuperó, su vida a dado un giro de 180° es casi como si hubiera regresado a otro mundo, habiendo estado postrada durante la ocurrencia de varios eventos históricos, y una vez vuelta, no solo encontró gente con quien pasar el rato, si no, que incluso pudo tomar clases y salir a beber con un descendiente, y antes de eso ir de fiesta con otro descendiente más...

Normalmente se sentía como una nota al pie en este mundo, pero de alguna forma se siente protagonista de su propia vida ahora.

Pensaba estas cosas cuando fueron todos evacuados y escuchó hablar de más ataques del árbol maldito al qué había visto y cuyos gritos nunca podría olvidar, recordandole qué vive en un mundo caótico, aunque hubiera pasado mucho tiempo aislada de esta idea, esa nueva reflexión la tuvo mientras movían sus cosas y se instalaban en el campamento.

Y una vez, luego de mucho tiempo, que finalmente estuvieron instalados, recordó el hecho de que le dijeron que durante el ataque del árbol muchos descendientes fueron gravemente heridos, y que habían pasado a los heridos a una parte concreta del campamento...

Entonces pensó en Khan, cuando lo conoció estaba herido, así que hizo la asociación de forma casi inconsciente, por lo que fue a ver, con la decisión de traerle algunos pastelillos qué consiguió, y cuando fue a preguntar, le comentaron que de hecho sí que estaba ahí, por lo cual ella no perdió el tiempo y preguntó donde para ir a visitarlo...

...

Pasaron unos minutos mientras correteaba por el sitio y entonces fue qué encontró la dirección, finalmente corriendo dentro de la tienda, y viéndolo ahí.

Saludos Maestro Te--

Que se le olvida que no debe ser tan formal.

A-Ah... Quiero decir, hola Khan... ¿Cómo estás?

Dijo mientras se acercaba con una pequeña sonrisa, y ligeramente ruborizada por ponerse en ridículo a sí misma por enésima vez, ya que no puede estar sin qué alguna cosa le provoque vergüenza por lo visto.

Khan no había llegado a tiempo a la trifulca en el Sanguis contra los Pendragon, ni pudo ayudar a Catherine en ese momento entregando los gram que tenía para ellos. Poco después supo que habían conseguido que los enemigos se marchasen sin dar más problemas. Acto seguido se esforzó en ir buscando a cada uno de sus compañeros para entregar los amuletos, aunque aquello de haberse escapado del hospital a medias de sanar le pasó factura y acabó cayendo inconsciente tras alguna de las desapariciones que fue haciendo.

Cuando abrió los ojos ya se encontraba en el hospital de campaña que habían hecho en tierra, y habían transcurrido algunos días desde lo sucedido. Se encontraba mejor y las heridas habían sanado, aunque aún tenía que recuperar fuerzas. Por eso la visita de Lemoni trayéndole pasteles le alegró el día, haciendo que sonriese a la muchacha con sincero agradecimiento. Le hizo gracia que se corrigiese antes de llamarlo maestro Tepes. Él no se consideraba digno de llamarse maestro aún.

- Hola, Lémoni. Me alegro de verte por aquí, gracias por venir. Estoy mejor...fue una pelea con los Pendragon que de colaron en Ouroboros.- se acordó de Justin y del momento de tensión que pasó cuando pensó que podían hacerle daño. Se removió incómodo en la cama, incorporándose para sentarse correctamente.

- Qué tal estás tú? No te he visto desde la fiesta. Espero que os gustase. Desaparecí pronto, la verdad. Un anfitrión un poco malo

Lemóni estaba feliz de volver a ver al Descendiente, le ha agradado desde el momento en que lo conoció, y por eso, aún dentro de su habitual timidez, se le veía feliz.

Se aproximó dando pasitos para entregarle los pasteles qué le trajo, y también para quedarse cerca, a ella le gusta estar cerca.

O-Oh... No es nada en realidad... Me alegra volver a verte también.~

Y también se alegraba de que se alegre de verla, hacía algún tiempo que no se veían, justamente, desde la fiesta, por eso era bueno ponerse al día.

Y me alegra que estés mejor... Nunca he visto a ningún Pendragon, pero los rumores dicen que son muy peligrosos...

Los que hacen las protestas hacen qué todo suene demasiado exagerado, y eso hace que Lemóni se sienta especialmente aliviada de que su amigo esté bien ahora.

Oh, yo he estado muy bien en verdad, las cosas me han ido extrañamente muy bien de hecho.~

Lo dice porque, sabe que en estos días tal afirmación puede sonar de lo más rara, así que tiene que afirmarlo, realmente... No se ha visto demasiado afectada más allá de estar perdiendo clases, y aún con esas, gracias a al libro del maestro Rasputin es como si no perdiera clases.

Yo creo que debió ser una gran fiesta... Aunque... Bueno, no recuerdo mucho...

Entonces empezó a ponerse todavía más roja.

E-Es vergonzoso admitirlo, pero creo que bebí demasiado...

Entonces se llevó las manitas a las mejillas.

J-Juro qué no tengo problemas con el alcohol... De hecho, fue la primera vez que bebí...

Tenía que decirlo, porque esperaba no estar haciéndose una imagen de mala copa, no es alcohólica...

Le hizo un gesto a Lémoni para que cogiese una silla y se pusiese cómoda, frunciendo el ceño con cara de disgusto por lo de los Pendragon. Eran unos sinvergüenzas y los detestaba. - Lo son. La rubia loca estaba atacando a Justin, y luego casi me desangra a mi. - señaló al brazo en el que aún tenía puesta la vía con el gotero de la poción reabastecedora de sangre. Esperaba poder irse ya ese día, y no volver por allí en una temporada. Por eso era agradable escuchar que al menos a ella le había ido bien durante esos días.

- ¿Sí? Cuéntame. - preguntó interesado, inclinándose un poco hacia delante. Luego se rió un poco al escuchar que no recordaba nada de la fiesta. En resumen, otra borrachera. - Tranquila, yo tampoco me acuerdo de mucho. También era la primera vez que bebía, supongo que nos pasamos con el alcohol. - luego bajó un poco el tono de voz a modo cómplice. - que no salga de aquí, pero creo que lo mío fue más vergonzoso...me pasé media noche pegado al retrete vomitando.- se pasó la mano por la cara en gesto de vergüenza, acordándose también de Justin y de cómo se había quedado cuidando de él.

- En la próxima fiesta intentaremos acordarnos de todo. Tal vez Nicho pueda refrescarte la memoria. La última vez que te vi estabas con él.

El rostro de Lemóni súbitamente pasó de ruborizado a pálido al escuchar qué Justin también terminó en el asunto.

O-Oh cielos, ¿Justin está bien?...

El solo imaginar lo que esos monstruos podrían haberle hecho, es algo que la asusta, y la pondría muy triste, ella le tiene aprecio a Justin por salvarla.

Aunque claro, su inquietud no evitó qué tomase asiento, haciendo levitar una pequeña silla con un murmullo y llevándola al sitio, estaba demasiado acostumbrada a usar magia para todo tipo de trivialidades, y por supuesto, luego se sentó.

Oh, bueno, es curioso, a decir verdad creo que mi vida ha dado un giro total desde hace un tiempo, desde que me recuperé del ataque de ese demonio... Antes realmente no hablaba apenas con nadie, y ahora...

Divagó un poco, aunque luego de oír lo de la fiesta, volvió a ruborizarse, seguramente debió haber hecho el ridículo...

O-Oh... ¿En verdad?... No te preocupes, no diré nada... Aunque siendo honesta, no tengo garantías tampoco de no haber acabado igual...

Ella se lo guarda, y por supuesto, aunque trata de recordar... Nada le llega... Sí supiera como de verdad gastó la mayoría de la noche, no lo creería...

Oh... ¿E-Estaba con Nicho?

Eso hizo que le diera calor y vergüenza de súbito... Pero una vergüenza diferente, por que bueno, Nicho le atrae especialmente, aunque es cierto que ha conocido a bastantes chicos que le gustan últimamente, incluyendo a Khan mismamente, él tiene algo...

Um... Sí, en la próxima tal vez me limite a una copa solamente, por precaución.~

Empieza a sudar... ¿Tal vez hizo?... Nah... No cree... Nicho se lo habría dicho... ¿Verdad?... No hay forma de que haya quedado... En la fiesta... ¿Verdad?