Recuerdo del primer mensaje :
El panorama en el hospital de campaña era desolador. Se sentía... como si hubieran pasado por una guerra. A pesar de que acababa de iniciar, el dolor que estaba causando en los más inocentes era devastador. Tenía la sensación de que, por muchos esfuerzos que hicieran, no podría detener el miedo y la violencia contra aquellas personas inocentes que llegarían a Highlands en breves. Tenía miedo. Mucho miedo. Miedo por su hija, tan lejos de ella, y su esposo, tan expuesto al peligro. Tenía miedo por sus compañeros, porque no eran los típicos soberanos que enviaban a los subordinatos a pelear, sino estarían en primera fila en la lucha que se avecinaba. El Consejo seguiría, con o sin todos ellos, pero podría no ser lo mismo nunca más.
Mientras encontraba el espacio que el bosque y los centauros les habían destinado, varios de los miembros de la Guardia estaban mntando el campamento, una tienda a la vez; levantándolas, hechizándolas y marcando las capacidades de cada una en una lista para comenzar a llenarlas con los refugiados que no tardaban en bajar. Sabía que, para poder evacuar sin algo que urgiera a los pobladores como un ataque directo del Sanguis, se tomarían un poco de tiempo ir por sus familias, algunas de sus pertenencias e incluso algunas mascotas. Al menos esas últimas tendrían un espacio amplio para correr que podrían disfrutar.
Recorrió suavemente, a paso lento, aquel lugar, separando mentalmente el lugar donde estarían los cultivos, las tiendas, los servicios como el comedora... Era un lugar tan puro, tan limpio, con un aire que le permitía respirar profundamente. No se había dado cuenta de lo tensa que había estado en la isla, como para sentir en aquel lugar una liberación tan grende que le apetecía incluso quedarse. Incluso su cuerpo tenía movimientos más fluídos, aún cuando no creía que le estuviera afectando tanto. La tierra de la isla se estaba envenenando y no poder hacer algo al respecto le estaba haciendo caer en un profundo caos interno. Su equilibrio, el fino equilibrio de la naturaleza, estaban resquebrajándose mientras aquel depredador acababa con todo. ¿Terminaría por engullir el mundo entero si se lo permitían? Ese era un futuro en el que no podría vivir. La angustia y la oscuridad debajo de sus pies serían su perdición. Se acercó a uno de los soldados que conocía como amigo de Vishous, sonriéndole al llegar hacia él.- ¿Sabes en cuanto tiempo más comenzarán a bajar? - La respuesta fue que en dos minutos exactos bajarían, pues les estaban organizando con rapidez. Agradeció la información y se dedicó a hacer el espacio lo más acogedor posible. No sería la casa de nadie, pero llenó las orillas del bosque con grandes arbustos llenos de flores muy variadas y coloridas. Las hizo crecer al frente de cada tienda, en cada espacio que encontró. Mucha lavanda para tranquilizar con el aroma a los asustados habitantes, y hierbas aromáticas para que las tuvieran a mano para cocinar y hacer remedios. Al final, montó una tienda en compañía de los soldados personalmente, dedicándola a la realización de pociones. Si el hospital estaba tan saturado y comprometido, se empezarían a utilizar los remedios naturales.
Cuando los habitantes llegaron, lo hicieron en grandes grupos, a los que recibió personalmente y se encargó de tratar de solucionar sus dudas. Las preguntas eran tan duras como la realidad, y saber que no tenía respuesta para muchas de ellas era desolador, pero hizo compromisos para obtener información y encontrar la mejor solución para cada problema. Después de una ardua jornada dándole techo y comida a cada uno de los ciudadanos de Ouroboros, se tomó un momento para enviar un mensaje al Consejo informando que se completaba la evacuación. Tras un larguísimo día, desapareció de ahí, con promesas que cumplir.
El panorama en el hospital de campaña era desolador. Se sentía... como si hubieran pasado por una guerra. A pesar de que acababa de iniciar, el dolor que estaba causando en los más inocentes era devastador. Tenía la sensación de que, por muchos esfuerzos que hicieran, no podría detener el miedo y la violencia contra aquellas personas inocentes que llegarían a Highlands en breves. Tenía miedo. Mucho miedo. Miedo por su hija, tan lejos de ella, y su esposo, tan expuesto al peligro. Tenía miedo por sus compañeros, porque no eran los típicos soberanos que enviaban a los subordinatos a pelear, sino estarían en primera fila en la lucha que se avecinaba. El Consejo seguiría, con o sin todos ellos, pero podría no ser lo mismo nunca más.
Mientras encontraba el espacio que el bosque y los centauros les habían destinado, varios de los miembros de la Guardia estaban mntando el campamento, una tienda a la vez; levantándolas, hechizándolas y marcando las capacidades de cada una en una lista para comenzar a llenarlas con los refugiados que no tardaban en bajar. Sabía que, para poder evacuar sin algo que urgiera a los pobladores como un ataque directo del Sanguis, se tomarían un poco de tiempo ir por sus familias, algunas de sus pertenencias e incluso algunas mascotas. Al menos esas últimas tendrían un espacio amplio para correr que podrían disfrutar.
Recorrió suavemente, a paso lento, aquel lugar, separando mentalmente el lugar donde estarían los cultivos, las tiendas, los servicios como el comedora... Era un lugar tan puro, tan limpio, con un aire que le permitía respirar profundamente. No se había dado cuenta de lo tensa que había estado en la isla, como para sentir en aquel lugar una liberación tan grende que le apetecía incluso quedarse. Incluso su cuerpo tenía movimientos más fluídos, aún cuando no creía que le estuviera afectando tanto. La tierra de la isla se estaba envenenando y no poder hacer algo al respecto le estaba haciendo caer en un profundo caos interno. Su equilibrio, el fino equilibrio de la naturaleza, estaban resquebrajándose mientras aquel depredador acababa con todo. ¿Terminaría por engullir el mundo entero si se lo permitían? Ese era un futuro en el que no podría vivir. La angustia y la oscuridad debajo de sus pies serían su perdición. Se acercó a uno de los soldados que conocía como amigo de Vishous, sonriéndole al llegar hacia él.- ¿Sabes en cuanto tiempo más comenzarán a bajar? - La respuesta fue que en dos minutos exactos bajarían, pues les estaban organizando con rapidez. Agradeció la información y se dedicó a hacer el espacio lo más acogedor posible. No sería la casa de nadie, pero llenó las orillas del bosque con grandes arbustos llenos de flores muy variadas y coloridas. Las hizo crecer al frente de cada tienda, en cada espacio que encontró. Mucha lavanda para tranquilizar con el aroma a los asustados habitantes, y hierbas aromáticas para que las tuvieran a mano para cocinar y hacer remedios. Al final, montó una tienda en compañía de los soldados personalmente, dedicándola a la realización de pociones. Si el hospital estaba tan saturado y comprometido, se empezarían a utilizar los remedios naturales.
Cuando los habitantes llegaron, lo hicieron en grandes grupos, a los que recibió personalmente y se encargó de tratar de solucionar sus dudas. Las preguntas eran tan duras como la realidad, y saber que no tenía respuesta para muchas de ellas era desolador, pero hizo compromisos para obtener información y encontrar la mejor solución para cada problema. Después de una ardua jornada dándole techo y comida a cada uno de los ciudadanos de Ouroboros, se tomó un momento para enviar un mensaje al Consejo informando que se completaba la evacuación. Tras un larguísimo día, desapareció de ahí, con promesas que cumplir.
Nikolaos Kirgyakos
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Tras recibir el patronus del teniente, Nikolaos había terminado sus asuntos y se dirigió a la tienda que pertenecía a la Descendiente Dioscórides. Le parecía un poco…extraño que no conocieran la situación de Grecia pero era su deber informarlo.
-¿Hola?- Preguntó desde la entrada y esperó la autorización para pasar encontrando a la pareja juntos y a Sofía en plena faena de creación de pociones. Sonrió brevemente e inclinó la cabeza a modo de saludo. Había percibido la preocupación de ambos, de Sofía antes y ahora en la voz del patronus del teniente así que habló sin rodeos.
-Imagino que Sofía os habrá informado de mi comentario- Dijo mirando a Vishous - Lo cierto es que no sé porqué no os lo he dicho antes, tenía asumido que lo sabíais- Alzó los hombros mientras unía las manos frente a él tratando de darle la importancia necesaria a la información pero sin ponerlos demasiado nerviosos -Grecia forma parte del Imperio Pendragon- Esperó a que la noticia fuera digerida para continuar.
-Sinceramente, a diferencia de vosotros no tenemos mucho tiempo conociendo o lidiando con los Pendragon pero conquistaron Grecia hace un par de meses con otros linajes exiliados y ahora forma parte de su imperio- Se llevó las manos a los bolsillos mientras analizaba un poco más como proceder -El país no está del todo estable, principalmente porque tras la guerra su reconstrucción ha tardado más de lo que esperábamos y ellos han aprovechado y han hecho leña del árbol caído. La manada hace lo que puede y el resto de los grupos también pero no hay cohesión lo que complica la independencia griega- Explicó y miró a Sofía -Por eso expresé mi preocupación por vuestra hija.
¿Estabilidad en Grecia? 4/10
-¿Hola?- Preguntó desde la entrada y esperó la autorización para pasar encontrando a la pareja juntos y a Sofía en plena faena de creación de pociones. Sonrió brevemente e inclinó la cabeza a modo de saludo. Había percibido la preocupación de ambos, de Sofía antes y ahora en la voz del patronus del teniente así que habló sin rodeos.
-Imagino que Sofía os habrá informado de mi comentario- Dijo mirando a Vishous - Lo cierto es que no sé porqué no os lo he dicho antes, tenía asumido que lo sabíais- Alzó los hombros mientras unía las manos frente a él tratando de darle la importancia necesaria a la información pero sin ponerlos demasiado nerviosos -Grecia forma parte del Imperio Pendragon- Esperó a que la noticia fuera digerida para continuar.
-Sinceramente, a diferencia de vosotros no tenemos mucho tiempo conociendo o lidiando con los Pendragon pero conquistaron Grecia hace un par de meses con otros linajes exiliados y ahora forma parte de su imperio- Se llevó las manos a los bolsillos mientras analizaba un poco más como proceder -El país no está del todo estable, principalmente porque tras la guerra su reconstrucción ha tardado más de lo que esperábamos y ellos han aprovechado y han hecho leña del árbol caído. La manada hace lo que puede y el resto de los grupos también pero no hay cohesión lo que complica la independencia griega- Explicó y miró a Sofía -Por eso expresé mi preocupación por vuestra hija.
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Ante la confesión de Sofía, V soltó un borrascoso gruñido negando con la cabeza -Empiezo a creer que ningún sitio es seguro. Londres está cada vez peor- Le informó a la pelirroja y se anotó mentalmente eso de ir a ver a Johan para saber en qué más podía ayudar, lo mismo con Thalos. Dudaba que Gelion volviera a recibirlo.
Al verla cerrar los ojos tras decir que desvariaba frunció el ceño. Definitivamente, desde que aquel campamento se había levantado, Sofía no era la misma. Le acarició la baja espalda lentamente tratando de reconfortarla de la mejor forma que sabía: contacto físico. Le sonrió un poco al verla abrir los ojos pero en cuanto se acercó a la marca sus hombros se tensaron. Tenía por costumbre evitar que entraran en contacto con ella pero en ese instante no estaba canalizando nada así que la dejó explorar sin saber de dónde venía todo aquello.
-Te diría que tengo la solución para todos tus problemas…- Alzó las cejas con un gesto divertido que no le duró mucho -Pero no es así- Acarició de nuevo su espalda -Mi solución es momentánea y sí, te hará gemir como loca; pero luego tenemos que buscar las reales- La atrajo un poco hacia él mientras oía lo del árbol -¿Su realidad? ¿A eso te referías con la dimensión?- Preguntó, no gustándole para nada aquello de que no se detendría. ¿Podría infectar aquellas tierras? -¿Por qué no haces uno de tus rituales y preguntas a…- ¿Cómo se llamaba la cosa esa? -...¿Gaia? ¿Por una solución o respuesta?-
Ladeó la cabeza al oír a Nikolaos y se irguió un poco mientras le decía que entrara. Le saludó de vuelta y esperó a que hablara, guardando silencio mientras escuchaba todo y su rabia iba gestándose abiertamente -Estos putos Pendragon son como una maldita hidra, le cortas una cabeza y salen siete más- Gruñó negando con la cabeza -Tenemos que buscar a Aura y llevarla a otro sitio. Esos tipos están obsesionados contigo y NO quiero que le pongan un dedo encima a nuestra hija-
Al verla cerrar los ojos tras decir que desvariaba frunció el ceño. Definitivamente, desde que aquel campamento se había levantado, Sofía no era la misma. Le acarició la baja espalda lentamente tratando de reconfortarla de la mejor forma que sabía: contacto físico. Le sonrió un poco al verla abrir los ojos pero en cuanto se acercó a la marca sus hombros se tensaron. Tenía por costumbre evitar que entraran en contacto con ella pero en ese instante no estaba canalizando nada así que la dejó explorar sin saber de dónde venía todo aquello.
-Te diría que tengo la solución para todos tus problemas…- Alzó las cejas con un gesto divertido que no le duró mucho -Pero no es así- Acarició de nuevo su espalda -Mi solución es momentánea y sí, te hará gemir como loca; pero luego tenemos que buscar las reales- La atrajo un poco hacia él mientras oía lo del árbol -¿Su realidad? ¿A eso te referías con la dimensión?- Preguntó, no gustándole para nada aquello de que no se detendría. ¿Podría infectar aquellas tierras? -¿Por qué no haces uno de tus rituales y preguntas a…- ¿Cómo se llamaba la cosa esa? -...¿Gaia? ¿Por una solución o respuesta?-
Ladeó la cabeza al oír a Nikolaos y se irguió un poco mientras le decía que entrara. Le saludó de vuelta y esperó a que hablara, guardando silencio mientras escuchaba todo y su rabia iba gestándose abiertamente -Estos putos Pendragon son como una maldita hidra, le cortas una cabeza y salen siete más- Gruñó negando con la cabeza -Tenemos que buscar a Aura y llevarla a otro sitio. Esos tipos están obsesionados contigo y NO quiero que le pongan un dedo encima a nuestra hija-
No mencionó nada más sobre los sitios seguros, porque ella tampoco creía que hubiera tal cosa ya. Aún así, no quería confirmar las palabras de V porque terminarían por ponerlos más ansiosos a ambos. La cuestión era simple; tenían que proteger a Aura a toda costa, fuera donde fuera.
Se refugió por un instante entre los brazos de V, aceptando las caricias como algo reconfortante. Aún cuando claramente lo sintió tensarse al tocar la marca de su rostro, tenía demasiado qué averiguar respecto a ella. Él no debía ser un sacrificio para un fin, pero tenía que poder alcanzar todo su potencial. Y no había mejor momento que el presente. Dejó caer su mano después de un rato, cuando soltó una suave risa por las ocurrencias del contrario. Se dio cuenta de que, por una fracción de segundo, él la había devuelto al presente, y aquello era más de lo que podía pedir. Se mordió lentamente el labio inferior, subiendo las manos a la nuca del contrario.- Si crees lograr tenerme atada al presente por dos o tres horas, y prometes no dejarme pensar en nada que no sea en tí, quizás sí sea la solución que necesito.- Murmuró, pero desde hacía tiempo los interrumpía el árbol o cualquier otra obligación a la mitad y acostumbrada como el contrario la tenía a varias rondas, podía llegar a ser frustrante... Tras un momento, asintió brevemente a lo que quería decir con los portales a otras dimensiones. Lo había captado bien. Pero cuando preguntó por Gaia, dejó caer los hombros pesadamente y levantó el rostro para ver el techo.- Es... complicado.-Susurró bajando la mirada para encontrar con preocupación la del contrario. Estaba luchando un poco para encontrar cómo expresarle sus ideas sin que él también la viera como una loca.- Una respuesta o un consejo podría pedirle si logro concentrarme. No puedo llegar a ella con esta angustia en el cuerpo... -Bajó la mirada por un instante. No porque estuviera avergonzada de sí misma, sino porque había muchos factores.
La voz de Nikolaos la sacó rápidamente de su trance, poniéndola alerta de nuevo. Habló para invitarlo a pasar y tomó la mano del moreno para acercarse al recién llegado. Asintió rápidamente al primer comentario. Los dos sabían de la preocupación de Nikolaos y le cayó peor escuchar que él creía que sabían sobre la situación de Grecia. Dejó a Vishous tener su reacción mientras ella tenía la propia. Se llevó las manos al pecho y, por alguna razón... sintió... cierto... ¿alivio? No del todo, pero sí mucho más que la angustia que tenía hacía un minuto. Podían trabajar con eso. De pronto recordó... aquella mirada que Shyvanna le había dedicado en Tintagel cuando estaba embarazada y, de pronto, no la sintió tan amenazadora. No tenía idea de por qué.- Le enviaré un mensaje a mi padre. Aura saldrá de Grecia hoy.- Respondió hacia Vishous tratando de tranquilizarlo. En esa ocasión, no se atrevió a negarle que había una cierta obsesión, pero lo veía más como algo... de casualidad.
Nikolaos... ¿Están peleando por Grecia? - Si bien era su lugar natal, casi parecía algo sin importancia con todo lo que tenían de frente. ¿Debía pelear ella también, su gente, sus padres? - ¿Tienes idea de qué tanto se extiende la conquista? No dudo que cada vasallo Pendragón sea un guerrero, pero ¿por qué Grecia en particular? ¿O es que quizás ya se han extendido hasta allá?
Se refugió por un instante entre los brazos de V, aceptando las caricias como algo reconfortante. Aún cuando claramente lo sintió tensarse al tocar la marca de su rostro, tenía demasiado qué averiguar respecto a ella. Él no debía ser un sacrificio para un fin, pero tenía que poder alcanzar todo su potencial. Y no había mejor momento que el presente. Dejó caer su mano después de un rato, cuando soltó una suave risa por las ocurrencias del contrario. Se dio cuenta de que, por una fracción de segundo, él la había devuelto al presente, y aquello era más de lo que podía pedir. Se mordió lentamente el labio inferior, subiendo las manos a la nuca del contrario.- Si crees lograr tenerme atada al presente por dos o tres horas, y prometes no dejarme pensar en nada que no sea en tí, quizás sí sea la solución que necesito.- Murmuró, pero desde hacía tiempo los interrumpía el árbol o cualquier otra obligación a la mitad y acostumbrada como el contrario la tenía a varias rondas, podía llegar a ser frustrante... Tras un momento, asintió brevemente a lo que quería decir con los portales a otras dimensiones. Lo había captado bien. Pero cuando preguntó por Gaia, dejó caer los hombros pesadamente y levantó el rostro para ver el techo.- Es... complicado.-Susurró bajando la mirada para encontrar con preocupación la del contrario. Estaba luchando un poco para encontrar cómo expresarle sus ideas sin que él también la viera como una loca.- Una respuesta o un consejo podría pedirle si logro concentrarme. No puedo llegar a ella con esta angustia en el cuerpo... -Bajó la mirada por un instante. No porque estuviera avergonzada de sí misma, sino porque había muchos factores.
La voz de Nikolaos la sacó rápidamente de su trance, poniéndola alerta de nuevo. Habló para invitarlo a pasar y tomó la mano del moreno para acercarse al recién llegado. Asintió rápidamente al primer comentario. Los dos sabían de la preocupación de Nikolaos y le cayó peor escuchar que él creía que sabían sobre la situación de Grecia. Dejó a Vishous tener su reacción mientras ella tenía la propia. Se llevó las manos al pecho y, por alguna razón... sintió... cierto... ¿alivio? No del todo, pero sí mucho más que la angustia que tenía hacía un minuto. Podían trabajar con eso. De pronto recordó... aquella mirada que Shyvanna le había dedicado en Tintagel cuando estaba embarazada y, de pronto, no la sintió tan amenazadora. No tenía idea de por qué.- Le enviaré un mensaje a mi padre. Aura saldrá de Grecia hoy.- Respondió hacia Vishous tratando de tranquilizarlo. En esa ocasión, no se atrevió a negarle que había una cierta obsesión, pero lo veía más como algo... de casualidad.
Nikolaos... ¿Están peleando por Grecia? - Si bien era su lugar natal, casi parecía algo sin importancia con todo lo que tenían de frente. ¿Debía pelear ella también, su gente, sus padres? - ¿Tienes idea de qué tanto se extiende la conquista? No dudo que cada vasallo Pendragón sea un guerrero, pero ¿por qué Grecia en particular? ¿O es que quizás ya se han extendido hasta allá?
Nikolaos Kirgyakos
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La decisión de Sofía le parecía acertada y observó al teniente un poco más con aquello de la “obsesión” de los Pendragon, luego miró a Sofía pensando que en la reunión la habían saludado de los más normal. Quizás no era obsesión sino que la Descendiente Dioscórides era mucho más tolerante hacia los Pendragon que el resto de sus compañeros. Por algo sería. De momento prefirió guardarse su opinión, ya podría preguntarle a solas.
-Por supuesto- Expresó sin titubear ni un segundo cuando preguntó si estaban peleando por Grecia, un asentimiento firme y seguro. Lo habían hecho desde el primer momento, lo que no ayudaba a la estabilidad del país pero sí a su necesidad de independencia.
-Sinceramente, no lo sé pero sería interesante conocer la situación porque mientras más terrenos tengan más difícil será de mantener por la necesidad dividir las tropas. En Grecia no hay dragones, quizás por eso hemos podido recuperar algunos territorios aunque fuese por poco tiempo- Alzó los hombros con suavidad, negando con la cabeza. No sabía mucho más sobre el imperio ni su alcance ya que, sinceramente, en ese momento sólo le importaban Grecia y Ouroboros -Puedes hablar con Catherine o el chico que te saludó. Seguramente tengan información- Añadió y le regaló una sonrisa de labios apretados -Debo irme, tenemos pendiente la reunión en Irlanda y debo organizar cosas con Sayid en el campamento. Hasta luego- Dijo despidiéndose con la mano para retirarse de allí rápidamente.
-Por supuesto- Expresó sin titubear ni un segundo cuando preguntó si estaban peleando por Grecia, un asentimiento firme y seguro. Lo habían hecho desde el primer momento, lo que no ayudaba a la estabilidad del país pero sí a su necesidad de independencia.
-Sinceramente, no lo sé pero sería interesante conocer la situación porque mientras más terrenos tengan más difícil será de mantener por la necesidad dividir las tropas. En Grecia no hay dragones, quizás por eso hemos podido recuperar algunos territorios aunque fuese por poco tiempo- Alzó los hombros con suavidad, negando con la cabeza. No sabía mucho más sobre el imperio ni su alcance ya que, sinceramente, en ese momento sólo le importaban Grecia y Ouroboros -Puedes hablar con Catherine o el chico que te saludó. Seguramente tengan información- Añadió y le regaló una sonrisa de labios apretados -Debo irme, tenemos pendiente la reunión en Irlanda y debo organizar cosas con Sayid en el campamento. Hasta luego- Dijo despidiéndose con la mano para retirarse de allí rápidamente.
Lo que le estaba pidiendo su mujer era algo en lo que sí podía ayudarla. Nunca pensó realmente que le solicitara algo así para atender asuntos de su magia pero…Estaba para servir y si, además, era en algo que era bueno mejor. Así que asintió y le dejó un beso en los labios -En cuanto acabemos esto- Le explicó porque necesitaba saber que Aura estaba fuera de peligro para estar tranquilo.
Asintió a la decisión de Sofía pensando que era lo más acertado, aquí podría mantener un escudo y aura perenne en ella lo que permitiría absorber cualquier daño que viniese en su contra. Era una mejor situación de lo que esperaba. Quizás por eso su padre estaba aquí, para conocer un poco el estado del campamento y prepararlo para la llegada de su madre. Debería confirmarlo. Por eso se retiró apenas un poco para mandarle un mensaje a Fred y que se encargara de buscar información.
-Un dragón quemó una zona de Londres…Quizás tienen sus dragones en otros países que estén invadiendo o hayan conquistado. No lo dudo ni por un segundo- Escuchó atentamente a Nikolaos asintiendo con suavidad y luego miró de reojo a Sofía cuando mencionó ese “Pendragon”, podía apostar sus huevos a que… -¿Cedric?- Inquirió con el ceño fruncido -Sé que me dijiste que era diferente o algo así pero… ¿Puedes tener cuidado cuando no estoy contigo? No confío en ninguno- Añadió antes de acercarse a ella y cogerla por la cintura.
-Hablemos con tu padre- Insistió, aunque conociendo a su suegro, debía estar en algún bosque en lo profundo de Grecia donde la “batalla” no llegaba ni a rozarlos…Cosa que confirmaron después en la comunicación con él, aún así, le solicitaron la venida al campamento y ubicaron la zona donde estaban las mochilas evanescentes por donde enviaban la comida, de esa manera llegarían más rápido. Tras organizar la llegada de Aura, Vishous se llevó a Sofía a un lugar especial donde pudieran descargar el estrés para luego volver al campamento y recibir a su hija.
Asintió a la decisión de Sofía pensando que era lo más acertado, aquí podría mantener un escudo y aura perenne en ella lo que permitiría absorber cualquier daño que viniese en su contra. Era una mejor situación de lo que esperaba. Quizás por eso su padre estaba aquí, para conocer un poco el estado del campamento y prepararlo para la llegada de su madre. Debería confirmarlo. Por eso se retiró apenas un poco para mandarle un mensaje a Fred y que se encargara de buscar información.
-Un dragón quemó una zona de Londres…Quizás tienen sus dragones en otros países que estén invadiendo o hayan conquistado. No lo dudo ni por un segundo- Escuchó atentamente a Nikolaos asintiendo con suavidad y luego miró de reojo a Sofía cuando mencionó ese “Pendragon”, podía apostar sus huevos a que… -¿Cedric?- Inquirió con el ceño fruncido -Sé que me dijiste que era diferente o algo así pero… ¿Puedes tener cuidado cuando no estoy contigo? No confío en ninguno- Añadió antes de acercarse a ella y cogerla por la cintura.
-Hablemos con tu padre- Insistió, aunque conociendo a su suegro, debía estar en algún bosque en lo profundo de Grecia donde la “batalla” no llegaba ni a rozarlos…Cosa que confirmaron después en la comunicación con él, aún así, le solicitaron la venida al campamento y ubicaron la zona donde estaban las mochilas evanescentes por donde enviaban la comida, de esa manera llegarían más rápido. Tras organizar la llegada de Aura, Vishous se llevó a Sofía a un lugar especial donde pudieran descargar el estrés para luego volver al campamento y recibir a su hija.
A medida que pasaba el tiempo, el aire se volvía cada vez más frío y había que añadir capas de ropa pero las prendas debían ser fáciles de quitar porque, después de las fuertes corrientes de aire matutinas, el calor veraniego se volvía a hacer presente por la tarde para luego volver a refrescar por la noche y así sucesivamente, aunque apreciaba poder caminar sin dejar charcos de sudor a su paso. La magia salvaje se agitaba en su interior, ese poder innato, que le daba a la sangre que corría por sus venas el característico brillo, lo había elegido y a través de los años había aprendido a vivir con esa responsabilidad. El azaroso capricho de la naturaleza quiso que fuera él y con el tiempo acumuló algo de experiencia en entablar un diálogo con esa caótica energía. Para establecer el intercambio con aquel poder, le hizo falta incorporar disciplina paulatinamente en su vida, estudiar de forma rigurosa los misterios de la magia y utilizar la imaginación, una herramienta útil para cambiar de perspectiva y ver otras facetas de un mismo tema. Estudiar la magia a fondo, así como cualquier otro tema, implica también estudiar lo que podrían considerarse fallas. Tomar a esa energía en serio significa aprender sus virtudes y sus limitaciones. Ésto último siempre fue algo complicado para alguien como el moreno cuya vida prácticamente orbitaba alrededor de la magia, era una parte muy importante de su identidad y a lo largo de los años aprendió que lo que había que hacer era rendirle una especie de culto a ese poder, tenerle mucho respeto y hasta cariño.
Sin embargo, estaba harto de solo reaccionar a los peligros inminentes en los que a veces él tenía parte de la culpa para que luego las cosas siguieran exactamente igual, corregir los problemas nuevos que se presentaban pero no corregir los problemas que ya estaban desde antes. Quería proponer algo distinto, cambiar el paradigma e ir más allá de las amenazas. Sentía que existía en un eterno presente, en donde nada cambiaba, como si fuera un sueño que se repetía una y otra vez de manera obsesiva. Como Sísifo empujando la piedra cuesta arriba solo para empezar de nuevo una y otra vez. No parecía correcto limitarse a vivir en ese sueño en donde todos los problemas nuevos se resuelven pero nada más. Hacía falta mucho más que planes, debía actuar para mejorar el sistema y, al mismo tiempo, adherirse a su código ético y moral porque su poder no lo hacía superior a nadie ni a nada. La realidad era que su papel hasta el momento había sido ineficiente, era hora de evolucionar. Pero también había otra verdad y era que prefería las cosas tal y como estaban cuando la Isla de Ouroboros todavía era un secreto. Elegiría infinitas veces más la seguridad de algo conocido que arriesgarse a algo incierto. Los cambios, a pesar de que podrían implicar algunos beneficios, también pueden ser un error. Todavía había mucho que perder. Por otra parte, sabía que la naturaleza está en constante transformación. Lo único que siempre se mantiene es que todo cambia, eso podía significar tener que actuar en contra de sus propios valores y la idea de renunciar a algunos de sus principios lo angustiaba pero le consolaba pensar en los cambios para bien de la sociedad hasta el momento y le hacían sentir que habían avanzado. Era claro que había un gran camino por recorrer pero en esa aventura no estaban solos porque los acompañaban las experiencias de victorias y fracasos pasados de los que se podía aprender mucho.
Ojalá las victorias y los fracasos dieran respuestas más directas, era difícil resolver sus enigmas considerando el aprieto en el que se encontraban.
Las presiones lo afectaban mucho, sentía que nunca volvería a tener su carácter efervescente de antes, al menos tenía ganas de hacer cosas, como ducharse, eso era más de lo que hacía es su peor época. Cada día buscó la forma de mantenerse ocupado en algo para lidiar con la tristeza y poner buena cara, ocasionalmente esbozaba una genuina sonrisa. Mientras cuidaba a su rebaño aprovechó para meditar, hacer un trabajo de introspección, un balance de las acciones realizadas, rezó por las almas de sus seres queridos teniendo fe en el juicio divino, recordó a los que ya no estaban, se informó sobre diversas situaciones alrededor del mundo, organizó la fiesta de la cosecha para descomprimir un poco, visitó a Leroy Merlín en el hospital, colaboró con los cultivos, siguió trabajando con los reclusos para corregir su conducta, ejercitó intentando empujar sus límites, experimentó un poco combinando unos pasos de baile para ver qué surgía, profundizó en su estudio del lenguaje de señas, etcétera. Fueron días atareados y aún tenía mucho trabajo pendiente. En ese momento se encontraba en el centro comunitario del campamento de Ouroboros con toda su atención puesta en decorar unas tarjetas de saludos y buenos augurios por las fiestas mientras Azlan corría de un lado para el otro a su alrededor en una pelea a muerte con uno de los trozos de papelería que el joven maestro había cortado.
¿Porcentaje de avance en el proceso de reformación de los criminales? (Dado 10) 6% + 5% = 11%
Sin embargo, estaba harto de solo reaccionar a los peligros inminentes en los que a veces él tenía parte de la culpa para que luego las cosas siguieran exactamente igual, corregir los problemas nuevos que se presentaban pero no corregir los problemas que ya estaban desde antes. Quería proponer algo distinto, cambiar el paradigma e ir más allá de las amenazas. Sentía que existía en un eterno presente, en donde nada cambiaba, como si fuera un sueño que se repetía una y otra vez de manera obsesiva. Como Sísifo empujando la piedra cuesta arriba solo para empezar de nuevo una y otra vez. No parecía correcto limitarse a vivir en ese sueño en donde todos los problemas nuevos se resuelven pero nada más. Hacía falta mucho más que planes, debía actuar para mejorar el sistema y, al mismo tiempo, adherirse a su código ético y moral porque su poder no lo hacía superior a nadie ni a nada. La realidad era que su papel hasta el momento había sido ineficiente, era hora de evolucionar. Pero también había otra verdad y era que prefería las cosas tal y como estaban cuando la Isla de Ouroboros todavía era un secreto. Elegiría infinitas veces más la seguridad de algo conocido que arriesgarse a algo incierto. Los cambios, a pesar de que podrían implicar algunos beneficios, también pueden ser un error. Todavía había mucho que perder. Por otra parte, sabía que la naturaleza está en constante transformación. Lo único que siempre se mantiene es que todo cambia, eso podía significar tener que actuar en contra de sus propios valores y la idea de renunciar a algunos de sus principios lo angustiaba pero le consolaba pensar en los cambios para bien de la sociedad hasta el momento y le hacían sentir que habían avanzado. Era claro que había un gran camino por recorrer pero en esa aventura no estaban solos porque los acompañaban las experiencias de victorias y fracasos pasados de los que se podía aprender mucho.
Ojalá las victorias y los fracasos dieran respuestas más directas, era difícil resolver sus enigmas considerando el aprieto en el que se encontraban.
Las presiones lo afectaban mucho, sentía que nunca volvería a tener su carácter efervescente de antes, al menos tenía ganas de hacer cosas, como ducharse, eso era más de lo que hacía es su peor época. Cada día buscó la forma de mantenerse ocupado en algo para lidiar con la tristeza y poner buena cara, ocasionalmente esbozaba una genuina sonrisa. Mientras cuidaba a su rebaño aprovechó para meditar, hacer un trabajo de introspección, un balance de las acciones realizadas, rezó por las almas de sus seres queridos teniendo fe en el juicio divino, recordó a los que ya no estaban, se informó sobre diversas situaciones alrededor del mundo, organizó la fiesta de la cosecha para descomprimir un poco, visitó a Leroy Merlín en el hospital, colaboró con los cultivos, siguió trabajando con los reclusos para corregir su conducta, ejercitó intentando empujar sus límites, experimentó un poco combinando unos pasos de baile para ver qué surgía, profundizó en su estudio del lenguaje de señas, etcétera. Fueron días atareados y aún tenía mucho trabajo pendiente. En ese momento se encontraba en el centro comunitario del campamento de Ouroboros con toda su atención puesta en decorar unas tarjetas de saludos y buenos augurios por las fiestas mientras Azlan corría de un lado para el otro a su alrededor en una pelea a muerte con uno de los trozos de papelería que el joven maestro había cortado.
¿Porcentaje de avance en el proceso de reformación de los criminales? (Dado 10) 6% + 5% = 11%
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Lemóni Cefiadis
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...
Una vez llegados al campamento apareciendo porque Lemóni no quería que nadie se fuera a poner a sospechar qué era un demonio, entre menos gente lo sepa mejor, estarían en una parte concreta del mismo, más o menos concurrida, frente a una carpa especialmente grande, que tenía un letrero.
"La manta voladora, bar e inn"
Aquí es.
Y procedería a guiarlo ahora sí como corresponde, y una vez dentro del sitio, se notaria qué la carpa no tenía soportes, era mágica y volaba... Sí, la gente que administra el sitio no es muy buena poniendo nombres.
">Es bueno volver, ¿No, Lemóni?<"
Volvió a hablar el demonio, pero prefería hacer como que no lo oía, por lo menos frente a Khan, en su lugar cabía decir que el ambiente del sitio resultaba... Cuando menos agradable, mucho más que en la taberna del pueblo de al lado.
Habían varias decoraciones hechas con esmero, y las mesas eran literalmente manteles voladores, además de que habían más tiendas anexas qué servían de cierta forma como "habitaciones", por lo que le hacía bastante justicia a todo lo que decía, y además de todo, había incluso alguien tocando un instrumento para dar música de ambiente, mientras otros más se tocaban solos.
Entre todo, ella procedería a llevar a Khan a una mesa, y las sillas si qué son sillas, así que podrían sentarse sin nada muy particular, y literalmente aparecería una camarera ahí al lado de ellos ni bien se sentaran, como si los hubieran estado esperando.
Vino, por favor... Ponlo en mi cuenta.
Dijo Lemóni sin mirar, pero la camarera sí que la estaba mirando, como si esperara algo, al menos hasta que dijo lo de "ponlo en mi cuenta" entonces empezó a actuar como si nada pasase y procedió a preguntarle a Khan qué quería él.
Una vez llegados al campamento apareciendo porque Lemóni no quería que nadie se fuera a poner a sospechar qué era un demonio, entre menos gente lo sepa mejor, estarían en una parte concreta del mismo, más o menos concurrida, frente a una carpa especialmente grande, que tenía un letrero.
"La manta voladora, bar e inn"
Aquí es.
Y procedería a guiarlo ahora sí como corresponde, y una vez dentro del sitio, se notaria qué la carpa no tenía soportes, era mágica y volaba... Sí, la gente que administra el sitio no es muy buena poniendo nombres.
">Es bueno volver, ¿No, Lemóni?<"
Volvió a hablar el demonio, pero prefería hacer como que no lo oía, por lo menos frente a Khan, en su lugar cabía decir que el ambiente del sitio resultaba... Cuando menos agradable, mucho más que en la taberna del pueblo de al lado.
Habían varias decoraciones hechas con esmero, y las mesas eran literalmente manteles voladores, además de que habían más tiendas anexas qué servían de cierta forma como "habitaciones", por lo que le hacía bastante justicia a todo lo que decía, y además de todo, había incluso alguien tocando un instrumento para dar música de ambiente, mientras otros más se tocaban solos.
Entre todo, ella procedería a llevar a Khan a una mesa, y las sillas si qué son sillas, así que podrían sentarse sin nada muy particular, y literalmente aparecería una camarera ahí al lado de ellos ni bien se sentaran, como si los hubieran estado esperando.
Vino, por favor... Ponlo en mi cuenta.
Dijo Lemóni sin mirar, pero la camarera sí que la estaba mirando, como si esperara algo, al menos hasta que dijo lo de "ponlo en mi cuenta" entonces empezó a actuar como si nada pasase y procedió a preguntarle a Khan qué quería él.
Khan Tepes
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A pesar de que había dicho que sí a lo de ir a tomar algo todavía seguía dándole vueltas a lo que le había quedado pendiente por saber de lo que tenía que contar Rasputín. Pero a la vez seguía mosqueado con él por haberse ido sin avisar, por mucho que la mujer esa hubiese ido a llevárselo. Rodó los ojos al ver que acababan de nuevo en el campamento, porque la verdad es que le había cogido manía a ese lugar. - Pero si estamos donde siempre, Lemoni. El puto campamento...aunque sea una carpa voladora.- murmuró por lo bajo mientras entraban a un lugar que habían habilitado como taberna. Era como si nadie pensase ya en recuperar la isla, como si se hubiesen resignado.
A pesar de no gustarle el sitio decidió darle una oportunidad al menos por un rato, intentando distraerse con el sonido de los instrumentos musicales encantados. Se quedó observándolos mientras tomaban asiento en una de las mesas, quedándose absorto con eso hasta que le preguntaron lo que quería para beber. - Vodka. - en honor a cierto ruso desaparecido. Total, el día ya lo tenía echado a perder bebiera o no. Esperó a que la camarera se largase para hablar con algo de privacidad, apoyando los brazos en la mesa mientras se echaba un poco hacia delante. - Hmm...así que...¿eso del pacto quiere decir que ya controlas al demonio que tienes dentro? ¿igual que Rasputín al suyo? - seguramente no, por algo era aprendiz. Tenía sus dudas al respecto. - Creo que en el fondo no lo hiciste sólo por poder entrar a la isla como él. Debe haber algo más. - guardó silencio un momento cuando les trajeron las bebidas, cogiendo la suya para pegar un trago todo lo largo que pudo. Hizo una mueca disimulada porque seguía quemando tanto como recordaba.
- ¿Estás enfadada con él? por dejarte. - no es que quisiera meter el dedo en la llaga, pero le sorprendía la facilidad de Lemoni para hacer como que no había sucedido nada.
A pesar de no gustarle el sitio decidió darle una oportunidad al menos por un rato, intentando distraerse con el sonido de los instrumentos musicales encantados. Se quedó observándolos mientras tomaban asiento en una de las mesas, quedándose absorto con eso hasta que le preguntaron lo que quería para beber. - Vodka. - en honor a cierto ruso desaparecido. Total, el día ya lo tenía echado a perder bebiera o no. Esperó a que la camarera se largase para hablar con algo de privacidad, apoyando los brazos en la mesa mientras se echaba un poco hacia delante. - Hmm...así que...¿eso del pacto quiere decir que ya controlas al demonio que tienes dentro? ¿igual que Rasputín al suyo? - seguramente no, por algo era aprendiz. Tenía sus dudas al respecto. - Creo que en el fondo no lo hiciste sólo por poder entrar a la isla como él. Debe haber algo más. - guardó silencio un momento cuando les trajeron las bebidas, cogiendo la suya para pegar un trago todo lo largo que pudo. Hizo una mueca disimulada porque seguía quemando tanto como recordaba.
- ¿Estás enfadada con él? por dejarte. - no es que quisiera meter el dedo en la llaga, pero le sorprendía la facilidad de Lemoni para hacer como que no había sucedido nada.
Lemóni Cefiadis
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Bueno... Es que el alcohol aquí es mejor que en el pueblo...
Cosa que es cierta, sí, pero no es el motivo por el cual están ahí, si no que están ahí porque Amnael le dijo que una vez hubiera fracasado o logrado su objetivo, lo primero que debía hacer era dar confirmación...
Y eso hacía.
En fin, apenas la camarera vino a dejarles sus bebidas, fue qué ella empezó a hablar, lo primero que diría lo haría en seco, sin beber, como una forma de responder más claramente.
En realidad el pacto y el control son cosas separadas.
Explicó.
En realidad al principio intenté qué me poseyera sin un acuerdo de por medio, pero no lo logré... Padre me enseñó a manejar demonios hace poco.
Decidió darle una explicación más completa, porque bueno, es Khan, y ella aprecia a a Khan.
Procedió entonces a darle un sorbo a la copa qué le habían dado, que es más un cáliz, de madera y que de hecho es bastante bonito dentro de su simpleza y va bien con el ambiente, todo está muy cuidado en el sitio.
Bueno... Era una forma de cerrar dos problemas de una sola vez...
Porque al final, Amnael ya no podría perseguirla si estaba en su interior... Que no es el único otro motivo, pero sí es el que va a usar para responderle a Khan, porque el resto, quizás no los entienda.
No... Él solo hizo lo que debía.
">Mentira.~<"
¡No lo es!
Lemóni entonces dió un golpe al mantel volador, que afortunadamente es suave y no dió un estruendo, pero la violencia del movimiento fue bastante evidente.
Lo siento, una de las cosas que no puedo evitar es que Amnael nunca deja de hablar... Al menos ahora solo yo la escucho...
Aunque la verdad, sí era mentira, sí está molesta, molesta porque su ilusión se ha roto, eso la enfurece, pero se retiene porque sabe que es irracional, y porque le enseñaron a evadir la ira, ese es un sentimiento muy peligroso para un usuario de magia oscura, y se puede notar en su rostro, la mirada afilada y el gesto endurecido.
Es curioso, pero es en este momento qué realmente se hace notar lo parecida a su padre que es, incluso hace el gesto de la misma forma exactamente.
Sabes... No sé si vale de algo que yo lo diga... Pero creo que haces un gran trabajo... Te he visto muy comprometido con tu papel en el consejo desde que te conozco.
Afirmó, pues lo cierto es que quería ver si lograba aligerar un poco el ambiente, quería descansar, todavía estaba muy tensa.
Cosa que es cierta, sí, pero no es el motivo por el cual están ahí, si no que están ahí porque Amnael le dijo que una vez hubiera fracasado o logrado su objetivo, lo primero que debía hacer era dar confirmación...
Y eso hacía.
En fin, apenas la camarera vino a dejarles sus bebidas, fue qué ella empezó a hablar, lo primero que diría lo haría en seco, sin beber, como una forma de responder más claramente.
En realidad el pacto y el control son cosas separadas.
Explicó.
En realidad al principio intenté qué me poseyera sin un acuerdo de por medio, pero no lo logré... Padre me enseñó a manejar demonios hace poco.
Decidió darle una explicación más completa, porque bueno, es Khan, y ella aprecia a a Khan.
Procedió entonces a darle un sorbo a la copa qué le habían dado, que es más un cáliz, de madera y que de hecho es bastante bonito dentro de su simpleza y va bien con el ambiente, todo está muy cuidado en el sitio.
Bueno... Era una forma de cerrar dos problemas de una sola vez...
Porque al final, Amnael ya no podría perseguirla si estaba en su interior... Que no es el único otro motivo, pero sí es el que va a usar para responderle a Khan, porque el resto, quizás no los entienda.
No... Él solo hizo lo que debía.
">Mentira.~<"
¡No lo es!
Lemóni entonces dió un golpe al mantel volador, que afortunadamente es suave y no dió un estruendo, pero la violencia del movimiento fue bastante evidente.
Lo siento, una de las cosas que no puedo evitar es que Amnael nunca deja de hablar... Al menos ahora solo yo la escucho...
Aunque la verdad, sí era mentira, sí está molesta, molesta porque su ilusión se ha roto, eso la enfurece, pero se retiene porque sabe que es irracional, y porque le enseñaron a evadir la ira, ese es un sentimiento muy peligroso para un usuario de magia oscura, y se puede notar en su rostro, la mirada afilada y el gesto endurecido.
Es curioso, pero es en este momento qué realmente se hace notar lo parecida a su padre que es, incluso hace el gesto de la misma forma exactamente.
Sabes... No sé si vale de algo que yo lo diga... Pero creo que haces un gran trabajo... Te he visto muy comprometido con tu papel en el consejo desde que te conozco.
Afirmó, pues lo cierto es que quería ver si lograba aligerar un poco el ambiente, quería descansar, todavía estaba muy tensa.
Khan Tepes
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Alzó el vaso de vodka hasta los labios, deteniéndose un momento mientras intentaba entenderla. Luego fue bebiendo poco a poco, escuchando todo sobre la imprudencia que había cometido. - Tendrás que explicarme mejor eso de la diferencia entre el pacto y el control. Suena a que si haces un pacto si lo controlas. - no sabía muy bien cómo sentirse al saber que en este momento estaba con ella pero a la vez con alguien más, el demonio ese desagradable que enfrentaron la vez anterior.
- Y...¿a qué acuerdo llegaste con el demonio? ¿qué pasa si no cumples? - necesitaba saber, fuese lo que fuese. Lo raro sería no preguntar. Tampoco sabía a qué clase de problemas cerrados se refería, pero le daba la impresión de que ella estaba de lo más conforme con su nueva situación. - Ya. Entonces no le guardas rencor a tu maestro. Puede ser un poco brusco a veces, pero en el fondo creo que es buena persona. - la miró un poco receloso cuando soltó ese "no lo es" en voz más alta, como si hablase con alguien más. Menuda movida tenía que tener en la cabeza.
- Qué raro debe ser. Ahora sabe todos tus pensamientos...- se puso en su lugar, imaginando lo poco que le gustaría tener a alguien más en la cabeza sabiendo todos sus miedos, sus secretos, sus debilidades, sus odios...no tendría privacidad ninguna. Dejó de pensar en ello cuando le sorprendió esa especie de halago por parte de Lemoni, aunque le hizo suspirar por lo bajo. - Gracias por el intento, pero no creo que sea así. Estar comprometido de palabra no significa nada. Por ahora no he hecho una mierda. Nada útil. Como mucho ir a la misión de Italia y caer a la primera de cambio. - le dio un escalofrío al recordar lo de los gusanos de sangre. También se acordó del breve enfrentamiento con Shyvanna, en el que tuvo que ir más gente a cubrirle. Tal vez lo único que había hecho que sirviese fue crear los gram para protegerse de la magia de sangre.
- Necesito probarme más, demostrar con hechos que soy útil para el Consejo. - y dignos para los ancestros, según Matvey y su teoría de pasar una prueba. Bebió distraídamente, carraspeando un poco al acabar la copa. - ¿Qué puedo hacer?
- Y...¿a qué acuerdo llegaste con el demonio? ¿qué pasa si no cumples? - necesitaba saber, fuese lo que fuese. Lo raro sería no preguntar. Tampoco sabía a qué clase de problemas cerrados se refería, pero le daba la impresión de que ella estaba de lo más conforme con su nueva situación. - Ya. Entonces no le guardas rencor a tu maestro. Puede ser un poco brusco a veces, pero en el fondo creo que es buena persona. - la miró un poco receloso cuando soltó ese "no lo es" en voz más alta, como si hablase con alguien más. Menuda movida tenía que tener en la cabeza.
- Qué raro debe ser. Ahora sabe todos tus pensamientos...- se puso en su lugar, imaginando lo poco que le gustaría tener a alguien más en la cabeza sabiendo todos sus miedos, sus secretos, sus debilidades, sus odios...no tendría privacidad ninguna. Dejó de pensar en ello cuando le sorprendió esa especie de halago por parte de Lemoni, aunque le hizo suspirar por lo bajo. - Gracias por el intento, pero no creo que sea así. Estar comprometido de palabra no significa nada. Por ahora no he hecho una mierda. Nada útil. Como mucho ir a la misión de Italia y caer a la primera de cambio. - le dio un escalofrío al recordar lo de los gusanos de sangre. También se acordó del breve enfrentamiento con Shyvanna, en el que tuvo que ir más gente a cubrirle. Tal vez lo único que había hecho que sirviese fue crear los gram para protegerse de la magia de sangre.
- Necesito probarme más, demostrar con hechos que soy útil para el Consejo. - y dignos para los ancestros, según Matvey y su teoría de pasar una prueba. Bebió distraídamente, carraspeando un poco al acabar la copa. - ¿Qué puedo hacer?
Lemóni Cefiadis
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Lemóni negó lentamente con la cabeza.
Es diferente hasta el punto en qué la mayoría de gente que hace un pacto con un demonio en realidad no lo puede controlar.
De hecho la mayoría de demonios qué andan sueltos con cuerpos humanos están dentro de gente que ni siquiera son nigromantes, al menos hasta donde sabe.
Y tiene sentido, una cosa es considerablemente más fácil que la otra...
Ella lo sabe, ha hecho ambas cosas, aunque ahora mismo se siente especialmente terrible por ese hecho, pero por lo menos es cierto que puede decirlo con seguridad.
La mayoría de la gente, en realidad no es capaz de oponerse siquiera la posesión, es algo que requiere... Bueno, más que solo práctica o fuerza... "talento" por ponerle alguna palabra.
Le ha costado llamarlo así, pero lo que ocurre es que es la mejor forma de decirlo.
Requiere incluso más que poder pronunciar un nombre celestial, algo que de por sí no todos pueden hacer, encima de eso, controlar a un demonio por encima sigue sin ser sencillo...
Aún luego de poder hacerlo, debe decir que llega a flaquear cuando se encuentra herida.
">No te haría daño darte un poco de crédito, yo lo hago.~<"
Lemóni se limitó a beber de su vino otra vez... Cabe decir que estaba tomando lentamente, está vez se esforzaba activamente por no embriagarse... Le haría mal hacerlo en ese sitio.
Sí lo es... Incluso aceptó enseñarme antes de todo esto... Incluso me confío uno de sus libros...
">Pero ahora todo lo que te causa es esa rara mezcla de culpa e ira, mejor será si no se vuelven a ver.~<"
Apretó un poco los dientes... Pues por mucho que le pesara, tenía razón, si un día volviera ver a Rasputin solo podría ser por malas razones, mejor que no pase nunca, mejor que jamás tenga motivos de volver a acercarse a ella, porque él mismo lo dijo, solo lo hará si necesita hacer su trabajo.
Lo es... Algunas veces incluso solo repite mis pensamientos en voz alta, una vez la oí cantar, es muy extraño.
Y resultaba molesto... Además de la sensación general de tener un demonio dentro, es un recordatorio constante de su destino y condición y que nada por ello se puede hacer.
Bueno... ¿Pero no lo has hecho por no querer? ¿O más bien porque simplemente no tenias la posibilidad?
Dió otro pequeño sorbo al vino.
Lo primero no me sonaría como tú...
Ella simplemente no puede pensar en algún escenario en qué él pueda tener alguna culpa de nada.
Por lo tanto, no piensa que deba sentirse mal, y no quiere que se sienta mal, porque lo quiere, de hecho quiere que se sienta bien... Y además hacerle cosas que lo hagan sentir bien, también quiere eso, y le ayudaría a sentirse mejor ella misma.
Aunque lo último... Le hizo ladear la cabeza, la verdad es que no tenía mucha idea, pero algo le podía recomendar, algo que no sabía si le serviría, pero que al menos a ella llegó a ayudarle alguna vez.
Bueno, podría servir tomar un momento para respirar... Y recapitular todo desde el principio, al menos cuando yo lo hago suelo acabar viendo cosas que no había notado cuando estaban pasando.
Ella hace la sugerencia, aunque es casi más bien un método de estudio, pero no puede ofrecer mucho más, es solo una chica normal, al menos en comparación con un descendiente.
Es diferente hasta el punto en qué la mayoría de gente que hace un pacto con un demonio en realidad no lo puede controlar.
De hecho la mayoría de demonios qué andan sueltos con cuerpos humanos están dentro de gente que ni siquiera son nigromantes, al menos hasta donde sabe.
Y tiene sentido, una cosa es considerablemente más fácil que la otra...
Ella lo sabe, ha hecho ambas cosas, aunque ahora mismo se siente especialmente terrible por ese hecho, pero por lo menos es cierto que puede decirlo con seguridad.
La mayoría de la gente, en realidad no es capaz de oponerse siquiera la posesión, es algo que requiere... Bueno, más que solo práctica o fuerza... "talento" por ponerle alguna palabra.
Le ha costado llamarlo así, pero lo que ocurre es que es la mejor forma de decirlo.
Requiere incluso más que poder pronunciar un nombre celestial, algo que de por sí no todos pueden hacer, encima de eso, controlar a un demonio por encima sigue sin ser sencillo...
Aún luego de poder hacerlo, debe decir que llega a flaquear cuando se encuentra herida.
">No te haría daño darte un poco de crédito, yo lo hago.~<"
Lemóni se limitó a beber de su vino otra vez... Cabe decir que estaba tomando lentamente, está vez se esforzaba activamente por no embriagarse... Le haría mal hacerlo en ese sitio.
Sí lo es... Incluso aceptó enseñarme antes de todo esto... Incluso me confío uno de sus libros...
">Pero ahora todo lo que te causa es esa rara mezcla de culpa e ira, mejor será si no se vuelven a ver.~<"
Apretó un poco los dientes... Pues por mucho que le pesara, tenía razón, si un día volviera ver a Rasputin solo podría ser por malas razones, mejor que no pase nunca, mejor que jamás tenga motivos de volver a acercarse a ella, porque él mismo lo dijo, solo lo hará si necesita hacer su trabajo.
Lo es... Algunas veces incluso solo repite mis pensamientos en voz alta, una vez la oí cantar, es muy extraño.
Y resultaba molesto... Además de la sensación general de tener un demonio dentro, es un recordatorio constante de su destino y condición y que nada por ello se puede hacer.
Bueno... ¿Pero no lo has hecho por no querer? ¿O más bien porque simplemente no tenias la posibilidad?
Dió otro pequeño sorbo al vino.
Lo primero no me sonaría como tú...
Ella simplemente no puede pensar en algún escenario en qué él pueda tener alguna culpa de nada.
Por lo tanto, no piensa que deba sentirse mal, y no quiere que se sienta mal, porque lo quiere, de hecho quiere que se sienta bien... Y además hacerle cosas que lo hagan sentir bien, también quiere eso, y le ayudaría a sentirse mejor ella misma.
Aunque lo último... Le hizo ladear la cabeza, la verdad es que no tenía mucha idea, pero algo le podía recomendar, algo que no sabía si le serviría, pero que al menos a ella llegó a ayudarle alguna vez.
Bueno, podría servir tomar un momento para respirar... Y recapitular todo desde el principio, al menos cuando yo lo hago suelo acabar viendo cosas que no había notado cuando estaban pasando.
Ella hace la sugerencia, aunque es casi más bien un método de estudio, pero no puede ofrecer mucho más, es solo una chica normal, al menos en comparación con un descendiente.
Khan Tepes
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Prestó atención a la explicación más detallada de Lemoni, que al parecer había aprendido más de lo que podía suponerse para llevar tan poco tiempo con Rasputín. - Vale, vale...entonces creo que ya lo pillo. Una es ser capaz de impedir que te posean y otra ser capaz de manejar esa posesión cuando sucede. - o algo así. Le parecía muy difícil todo lo del mundo nigromante. Parecía interesante, pero aún así prefería sus propias disciplinas, las relacionadas con la magia de sangre y los dragones. Le acabó sonriendo con cierta lástima al escucharla hablar así de su maestro, todavía con afecto a pesar de que ya no les unía nada.
- Lo lamento. Si algún día tengo alumnos me apuntaré eso de no dejarles el libro, así luego si se lo tengo que quitar por mal uso será todo menos dramático. Les daré fotocopias. - acabó bromeando para que le pesase menos lo sucedido, aunque le dio algo de mal rollo eso de que ella confesase que alguna vez escuchó cantar al demonio en su cabeza. - Ah, qué entrañable criatura. Espero que al menos no te cante reguetón. - no, en serio. Qué condena debía ser tener ese ser dentro. Entornó un poco los ojos tras mirar a su copa vacía, dándose cuenta de que Lemoni le había evadido la pregunta de qué le había pedido el demonio a cambio como pacto. Curioso...a lo mejor Amnael ese no le dejaba decirlo, pero se lo sacaría de todos modos.
El cambio de tema a lo de sus asuntos con el Consejo ocupó enseguida la conversación, pero él no se iba a olvidar de lo que le había ignorado. Lo sacaría de nuevo en cualquier momento. - Querer claro que quiero. Pero o bien no estoy en el momento preciso o cuando estoy lo hago mal o no sé exactamente lo que hay que hacer. Como ahora. No sé cuál es mi maldita función en la misión del Sanguis, ni qué clase de prueba tenemos que hacer para los fundadores. Y aquí estoy, con una copa vacía de vodka en una carpa voladora mientras mi amiga con un demonio dentro me da consejos. Es que no veo que haya nada que recapitular.
- Lo lamento. Si algún día tengo alumnos me apuntaré eso de no dejarles el libro, así luego si se lo tengo que quitar por mal uso será todo menos dramático. Les daré fotocopias. - acabó bromeando para que le pesase menos lo sucedido, aunque le dio algo de mal rollo eso de que ella confesase que alguna vez escuchó cantar al demonio en su cabeza. - Ah, qué entrañable criatura. Espero que al menos no te cante reguetón. - no, en serio. Qué condena debía ser tener ese ser dentro. Entornó un poco los ojos tras mirar a su copa vacía, dándose cuenta de que Lemoni le había evadido la pregunta de qué le había pedido el demonio a cambio como pacto. Curioso...a lo mejor Amnael ese no le dejaba decirlo, pero se lo sacaría de todos modos.
El cambio de tema a lo de sus asuntos con el Consejo ocupó enseguida la conversación, pero él no se iba a olvidar de lo que le había ignorado. Lo sacaría de nuevo en cualquier momento. - Querer claro que quiero. Pero o bien no estoy en el momento preciso o cuando estoy lo hago mal o no sé exactamente lo que hay que hacer. Como ahora. No sé cuál es mi maldita función en la misión del Sanguis, ni qué clase de prueba tenemos que hacer para los fundadores. Y aquí estoy, con una copa vacía de vodka en una carpa voladora mientras mi amiga con un demonio dentro me da consejos. Es que no veo que haya nada que recapitular.
Lemóni Cefiadis
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Ella se encogió de hombros, no fue exactamente eso lo que dijo, pero lo cierto es que también es verdad en sí, por lo que no hay daño en quedarse con esa conclusión, por otro lado, seguiría bebiendo un poco de vino, solo para endulzarse el paladar.
Bueno, al menos suena más impersonal...
Le dió una pequeña sonrisa a Khan, porque aprecia su intención de mejorar su estado de ánimo con una broma, aunque le haya resultado más bien algo amarga, pues no era un libro lo que le unía a su maestro, realmente lo quería... Y era de las pocas personas que saben que se siente haber nacido atado a cosas que no son de este mundo, ella a veces piensa que la aceptó por lástima.
Luego con lo siguiente.
">Ugh... Preferiría quedarme sorda.<"
Eso último sí que le hizo reírse un poco.
Dudo que alguna vez lo haga.
Pero bueno, al menos ya habían salido del tema de su demonio, porque la verdad no tenía ganas de tocarlo, y menos hablar de su pacto, es algo que prefiere qué no sepa nadie, ya será lo bastante difícil sin qué nadie se meta.
En su lugar, el tema del sanguis le parece mucho más manejable, a pesar de todo el estrés qué a Khan le significa, ella lo mira directamente en todo momento, prestandole su atención, mientras piensa en que decir, algo debería servir...
">Tal vez si tiras un poco de sus deseos te haría más fácil hacer algo para calmarlo.~<"
Ella lo consideró, pero... Sacudió la cabeza, se dió cuenta de que estaba a punto de pensar como Amnael lo haría, y no puede hacer eso... Bueno puede, pero quiere intentarlo de buena forma.
Debe ser realmente difícil.
Entonces murmuró un encantamiento e hizo levitar su silla, para después hacer qué volara con ella encima justo al lado de Khan, y acurrucarse con él, sabe que a él le gusta el contacto también, quizás no tanto como a ella, pero sí lo hace.
Bueno, no es necesario que me hagas caso si no lo quieres...
Con lentitud colocó sus brazos alrededor de él, y cerró por un momento los ojos.
Al final, nada de lo que hago sale bien, pero al menos puedo estar aquí si necesitas que alguien te escuche...
Bueno, al menos suena más impersonal...
Le dió una pequeña sonrisa a Khan, porque aprecia su intención de mejorar su estado de ánimo con una broma, aunque le haya resultado más bien algo amarga, pues no era un libro lo que le unía a su maestro, realmente lo quería... Y era de las pocas personas que saben que se siente haber nacido atado a cosas que no son de este mundo, ella a veces piensa que la aceptó por lástima.
Luego con lo siguiente.
">Ugh... Preferiría quedarme sorda.<"
Eso último sí que le hizo reírse un poco.
Dudo que alguna vez lo haga.
Pero bueno, al menos ya habían salido del tema de su demonio, porque la verdad no tenía ganas de tocarlo, y menos hablar de su pacto, es algo que prefiere qué no sepa nadie, ya será lo bastante difícil sin qué nadie se meta.
En su lugar, el tema del sanguis le parece mucho más manejable, a pesar de todo el estrés qué a Khan le significa, ella lo mira directamente en todo momento, prestandole su atención, mientras piensa en que decir, algo debería servir...
">Tal vez si tiras un poco de sus deseos te haría más fácil hacer algo para calmarlo.~<"
Ella lo consideró, pero... Sacudió la cabeza, se dió cuenta de que estaba a punto de pensar como Amnael lo haría, y no puede hacer eso... Bueno puede, pero quiere intentarlo de buena forma.
Debe ser realmente difícil.
Entonces murmuró un encantamiento e hizo levitar su silla, para después hacer qué volara con ella encima justo al lado de Khan, y acurrucarse con él, sabe que a él le gusta el contacto también, quizás no tanto como a ella, pero sí lo hace.
Bueno, no es necesario que me hagas caso si no lo quieres...
Con lentitud colocó sus brazos alrededor de él, y cerró por un momento los ojos.
Al final, nada de lo que hago sale bien, pero al menos puedo estar aquí si necesitas que alguien te escuche...
Khan Tepes
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Se dio cuenta de que Lemoni debía estar pensando que era un poco difícil o desagradecido por rechazas sus consejos, que tal vez había sido un poco brusco expresándose. - No es que no quiera hacerte caso. Es sólo que no veo cómo encajar todo eso con lo de qué debería hacer. Necesito algo de guía. - cosa que ella no podía darle. Pero sí otras cosas...como apoyo o ese contacto físico que a veces hacía falta. Ella solía ser la primera en buscarlo, desde que se había quitado el exceso de timidez de encima. Cuando le abrazó no pudo evitar acordarse de Justin, algo que le dejó confuso porque no sabía por qué le venía a la mente en ese momento. Tal vez porque él también lo apoyaba cada vez que lo necesitaba, justo lo que le estaba diciendo Lemoni que haría. O puede que no fuese eso. A saber. Últimamente se descubría pensando en él más a menudo de lo habitual. Se sacudió ese pensamiento de la cabeza, regresando al momento presente.
- Vamos, no seas derrotista. No todo te sale mal. - le dio un beso en la mejilla a la par que la abrazaba por la cintura, susurrando un "gracias". El caso es que ya no quería hablar más de sus asuntos, prefería olvidarse de las cosas un rato y no precisamente a base de alcohol. Y sabía que ella también podía interesarle distraerse de otro modo, ya la había visto en acción una vez. Tomó la iniciativa alzándole la barbilla para besarla sin mucho preámbulo, separándose de ella a los pocos segundos de manera un tanto abrupta.
- ¿Es eso lo que quieres tú? ¿lo que quiere "la cosa"? ¿O lo que queréis los dos? - le sostuvo la mirada sin vacilar al soltar la pregunta, casi como obligándola a responder ahí mismo.
- Vamos, no seas derrotista. No todo te sale mal. - le dio un beso en la mejilla a la par que la abrazaba por la cintura, susurrando un "gracias". El caso es que ya no quería hablar más de sus asuntos, prefería olvidarse de las cosas un rato y no precisamente a base de alcohol. Y sabía que ella también podía interesarle distraerse de otro modo, ya la había visto en acción una vez. Tomó la iniciativa alzándole la barbilla para besarla sin mucho preámbulo, separándose de ella a los pocos segundos de manera un tanto abrupta.
- ¿Es eso lo que quieres tú? ¿lo que quiere "la cosa"? ¿O lo que queréis los dos? - le sostuvo la mirada sin vacilar al soltar la pregunta, casi como obligándola a responder ahí mismo.
Lemóni Cefiadis
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Ya veo... Bueno, para eso tampoco serviría.
Tenía que admitirlo, pero en fin, mientras que la deje abrazarlo para ella ya es una victoria, es el tipo de persona que siempre necesita un abrazo, y ahora mismo necesita un abrazo y un poco más que eso.
Luego lo escuchó decirle algo para animarla, y sintió como le besó la mejilla, cosa que la hizo delinear una sonrisa amarga.
Ojalá fuera verdad...
Pues hasta donde podía recordar todas las cosas que ha hecho en la vida suelen ir entre mal y lo suficientemente bien.
También le susurró un suave "No ha sido nada", bastante literal, ya que realmente no ha hecho nada, al menos para lo que ella piensa, pero podía olvidarse de eso al recibir su abrazo, podía olvidarse de este mundo al recibir su abrazo, al menos por un momento, por eso lo disfrutaba.
Y también cuando él la besó, ella no dudó un segundo en responder, porque definitivamente estaba deseando qué lo hiciera... Y más cosas también, cosas que parecía que estaba dispuesto a darle, aunque primero hizo una pregunta que le hizo cuestionarse un par de cosas, pero que respondió.
Yo no sé lo que ella quiere... Pero sé lo que quiero yo... Yo quiero más de esto.
Y entonces se le acercó para besarlo otra vez, pero esta vez... Con lujuria, una más evidente, normalmente Lemóni tiende a tenerla oculta bajo la superficie, pero ahora mismo no está de humor para usar sus métodos habituales necesita algo que le ayude a mermar su dolor.
Solo pararía un segundo para respirar y susurrarle.
También ofrecen... "habitaciones" aquí... Podemos tomar alguna...
Le hizo saber, aunque era posible que por fuera ya hubiera visto las tiendas más pequeñas anexada a estas.
Tenía que admitirlo, pero en fin, mientras que la deje abrazarlo para ella ya es una victoria, es el tipo de persona que siempre necesita un abrazo, y ahora mismo necesita un abrazo y un poco más que eso.
Luego lo escuchó decirle algo para animarla, y sintió como le besó la mejilla, cosa que la hizo delinear una sonrisa amarga.
Ojalá fuera verdad...
Pues hasta donde podía recordar todas las cosas que ha hecho en la vida suelen ir entre mal y lo suficientemente bien.
También le susurró un suave "No ha sido nada", bastante literal, ya que realmente no ha hecho nada, al menos para lo que ella piensa, pero podía olvidarse de eso al recibir su abrazo, podía olvidarse de este mundo al recibir su abrazo, al menos por un momento, por eso lo disfrutaba.
Y también cuando él la besó, ella no dudó un segundo en responder, porque definitivamente estaba deseando qué lo hiciera... Y más cosas también, cosas que parecía que estaba dispuesto a darle, aunque primero hizo una pregunta que le hizo cuestionarse un par de cosas, pero que respondió.
Yo no sé lo que ella quiere... Pero sé lo que quiero yo... Yo quiero más de esto.
Y entonces se le acercó para besarlo otra vez, pero esta vez... Con lujuria, una más evidente, normalmente Lemóni tiende a tenerla oculta bajo la superficie, pero ahora mismo no está de humor para usar sus métodos habituales necesita algo que le ayude a mermar su dolor.
Solo pararía un segundo para respirar y susurrarle.
También ofrecen... "habitaciones" aquí... Podemos tomar alguna...
Le hizo saber, aunque era posible que por fuera ya hubiera visto las tiendas más pequeñas anexada a estas.
Khan Tepes
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Por el modo en el que Lemoni le respondió al beso le dio a entender que claro que sí tenía ganas de eso, y que probablemente lo iba buscando desde el momento en el que le propuso ir a tomar algo juntos. Como fuese, no le importaba si era premeditado o no. Lo que sí quería era una respuesta clara a lo de si era únicamente su voluntad, no iba a consentir que le esquivase también esa pregunta.
- Por fin una respuesta sin rodeos, sin esquivar. No te creas que ...- iba a responderle que no se creyese que no se había dado cuenta de que le había evitado la pregunta del pacto, pero el modo en el que se lanzó a besarle de nuevo lo dejó todo a medias. El susurro sobre las habitaciones le hizo esbozar una sonrisa de "lo sabía", así que sólo le quedaba saber una cosa más. - Y supongo que vienes preparada con lo que te dio Sofía. - porque si no mejor dejarlo antes de ir a más y no arriesgarse. Tendría tiempo de darle respuesta en lo que se la llevaba a una de las tiendas anexas, tirando de su mano para levantarse e ir juntos a un sitio privado. Era como un campamento raro, con una especie de camastro en el suelo, un candil y algunas alfombras.
Cerró las cortinas en primer lugar, echándole después una mirada de arriba a abajo, como si estuviese recordando cómo era sin la ropa. La atrajo hacia sí sujetando firmemente su trasero para hacer que sus cuerpos quedasen pegados, presionado su cadera contra la de ella con toda la intención.
- Muéstrame lo que sabes hacer. Tú y yo, nada de esto saldrá de aquí. Dices que sabes lo que quieres, y estoy seguro de que sabes más de lo que dices a pesar de ser casi nueva en esto. - de algo tenía que notarse el pacto con un demonio guarrillo como el que había elegido. Esta vez le dejó a ella que tomase la iniciativa, a ver con qué le sorprendía antes de lanzarse él a la acción.
- Por fin una respuesta sin rodeos, sin esquivar. No te creas que ...- iba a responderle que no se creyese que no se había dado cuenta de que le había evitado la pregunta del pacto, pero el modo en el que se lanzó a besarle de nuevo lo dejó todo a medias. El susurro sobre las habitaciones le hizo esbozar una sonrisa de "lo sabía", así que sólo le quedaba saber una cosa más. - Y supongo que vienes preparada con lo que te dio Sofía. - porque si no mejor dejarlo antes de ir a más y no arriesgarse. Tendría tiempo de darle respuesta en lo que se la llevaba a una de las tiendas anexas, tirando de su mano para levantarse e ir juntos a un sitio privado. Era como un campamento raro, con una especie de camastro en el suelo, un candil y algunas alfombras.
Cerró las cortinas en primer lugar, echándole después una mirada de arriba a abajo, como si estuviese recordando cómo era sin la ropa. La atrajo hacia sí sujetando firmemente su trasero para hacer que sus cuerpos quedasen pegados, presionado su cadera contra la de ella con toda la intención.
- Muéstrame lo que sabes hacer. Tú y yo, nada de esto saldrá de aquí. Dices que sabes lo que quieres, y estoy seguro de que sabes más de lo que dices a pesar de ser casi nueva en esto. - de algo tenía que notarse el pacto con un demonio guarrillo como el que había elegido. Esta vez le dejó a ella que tomase la iniciativa, a ver con qué le sorprendía antes de lanzarse él a la acción.
Lemóni Cefiadis
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Menos mal que lo besó antes de que completara esa frase... Estuvo cerca, porque no piensa hablar del tema, sobre todo no en ese lugar, así que decidió qué simplemente iba a proseguir, las cosas iban bien, finalmente empezaban a ir bien, cosa que es justamente lo que ella quiere.
Por supuesto.~
Mintió con descaro, porque no quería que se fuera a echar para atrás, simplemente no iba a poder tolerar si se acababa alejando tan siquiera un solo milímetro, ya después le hablaría a la descendiente para pedirle más, o compraría ella misma, ¿Qué más daba?
Procedería a seguirlo a las tiendas anexas, que justamente eran como tiendas de campaña, pero más lindas, cosa que es de agradecer, aunque siendo sincera en ese momento hubiera estado dispuesta a hacerlo sobre el suelo, y pensándolo más a profundidad... Nunca han hecho esto propiamente en una cama.
Y mientras pensaba eso Khan la atrajo hacía él, agarrandola de una forma qué le arrancó un jadeo deseoso casi de inmediato, iba directo al punto, cosa que es justo lo que ella necesitaba, incluso en su mirada el brillo regresaba, aunque fuera en forma de un brillo lascivo, como si estuviese ebria, pero sin estarlo, la desesperación es mejor que el alcohol para sacar sus verdaderos colores.
O-Oh...
Por un momento tuvo dudas tras lo que dijo Khan, ella... Bueno, tenía muy poca experiencia, la única otra vez que hizo esto fuera de su propia mente ha sido con él...
"¿Yo... Sé?..."
">Solo sigue mis indicaciones.~<"
"¿Eh? Pero... "
">¿Quieres que esto sí funcione?<"
"...Te sigo."
Entonces miró a Khan con una intención picaresca en sus ojos.
Yo... Prometo esforzarme.~
Entonces, bajo las indicaciones de Amnael, empezó por colar sus manos bajo las ropas de Khan antes de acariciarlo con suavidad, y afortunadamente para ambos, Amnael tiene literalmente miles de años de experiencia, y prometió ayudarle, así que se asegurará de que pasen el mejor rato de sus jóvenes vidas...
Por supuesto.~
Mintió con descaro, porque no quería que se fuera a echar para atrás, simplemente no iba a poder tolerar si se acababa alejando tan siquiera un solo milímetro, ya después le hablaría a la descendiente para pedirle más, o compraría ella misma, ¿Qué más daba?
Procedería a seguirlo a las tiendas anexas, que justamente eran como tiendas de campaña, pero más lindas, cosa que es de agradecer, aunque siendo sincera en ese momento hubiera estado dispuesta a hacerlo sobre el suelo, y pensándolo más a profundidad... Nunca han hecho esto propiamente en una cama.
Y mientras pensaba eso Khan la atrajo hacía él, agarrandola de una forma qué le arrancó un jadeo deseoso casi de inmediato, iba directo al punto, cosa que es justo lo que ella necesitaba, incluso en su mirada el brillo regresaba, aunque fuera en forma de un brillo lascivo, como si estuviese ebria, pero sin estarlo, la desesperación es mejor que el alcohol para sacar sus verdaderos colores.
O-Oh...
Por un momento tuvo dudas tras lo que dijo Khan, ella... Bueno, tenía muy poca experiencia, la única otra vez que hizo esto fuera de su propia mente ha sido con él...
"¿Yo... Sé?..."
">Solo sigue mis indicaciones.~<"
"¿Eh? Pero... "
">¿Quieres que esto sí funcione?<"
"...Te sigo."
Entonces miró a Khan con una intención picaresca en sus ojos.
Yo... Prometo esforzarme.~
Entonces, bajo las indicaciones de Amnael, empezó por colar sus manos bajo las ropas de Khan antes de acariciarlo con suavidad, y afortunadamente para ambos, Amnael tiene literalmente miles de años de experiencia, y prometió ayudarle, así que se asegurará de que pasen el mejor rato de sus jóvenes vidas...
Adael Cohen escribió:A medida que pasaba el tiempo, el aire se volvía cada vez más frío y había que añadir capas de ropa pero las prendas debían ser fáciles de quitar porque, después de las fuertes corrientes de aire matutinas, el calor veraniego se volvía a hacer presente por la tarde para luego volver a refrescar por la noche y así sucesivamente, aunque apreciaba poder caminar sin dejar charcos de sudor a su paso. La magia salvaje se agitaba en su interior, ese poder innato, que le daba a la sangre que corría por sus venas el característico brillo, lo había elegido y a través de los años había aprendido a vivir con esa responsabilidad. El azaroso capricho de la naturaleza quiso que fuera él y con el tiempo acumuló algo de experiencia en entablar un diálogo con esa caótica energía. Para establecer el intercambio con aquel poder, le hizo falta incorporar disciplina paulatinamente en su vida, estudiar de forma rigurosa los misterios de la magia y utilizar la imaginación, una herramienta útil para cambiar de perspectiva y ver otras facetas de un mismo tema. Estudiar la magia a fondo, así como cualquier otro tema, implica también estudiar lo que podrían considerarse fallas. Tomar a esa energía en serio significa aprender sus virtudes y sus limitaciones. Ésto último siempre fue algo complicado para alguien como el moreno cuya vida prácticamente orbitaba alrededor de la magia, era una parte muy importante de su identidad y a lo largo de los años aprendió que lo que había que hacer era rendirle una especie de culto a ese poder, tenerle mucho respeto y hasta cariño.
Sin embargo, estaba harto de solo reaccionar a los peligros inminentes en los que a veces él tenía parte de la culpa para que luego las cosas siguieran exactamente igual, corregir los problemas nuevos que se presentaban pero no corregir los problemas que ya estaban desde antes. Quería proponer algo distinto, cambiar el paradigma e ir más allá de las amenazas. Sentía que existía en un eterno presente, en donde nada cambiaba, como si fuera un sueño que se repetía una y otra vez de manera obsesiva. Como Sísifo empujando la piedra cuesta arriba solo para empezar de nuevo una y otra vez. No parecía correcto limitarse a vivir en ese sueño en donde todos los problemas nuevos se resuelven pero nada más. Hacía falta mucho más que planes, debía actuar para mejorar el sistema y, al mismo tiempo, adherirse a su código ético y moral porque su poder no lo hacía superior a nadie ni a nada. La realidad era que su papel hasta el momento había sido ineficiente, era hora de evolucionar. Pero también había otra verdad y era que prefería las cosas tal y como estaban cuando la Isla de Ouroboros todavía era un secreto. Elegiría infinitas veces más la seguridad de algo conocido que arriesgarse a algo incierto. Los cambios, a pesar de que podrían implicar algunos beneficios, también pueden ser un error. Todavía había mucho que perder. Por otra parte, sabía que la naturaleza está en constante transformación. Lo único que siempre se mantiene es que todo cambia, eso podía significar tener que actuar en contra de sus propios valores y la idea de renunciar a algunos de sus principios lo angustiaba pero le consolaba pensar en los cambios para bien de la sociedad hasta el momento y le hacían sentir que habían avanzado. Era claro que había un gran camino por recorrer pero en esa aventura no estaban solos porque los acompañaban las experiencias de victorias y fracasos pasados de los que se podía aprender mucho.
Ojalá las victorias y los fracasos dieran respuestas más directas, era difícil resolver sus enigmas considerando el aprieto en el que se encontraban.
Las presiones lo afectaban mucho, sentía que nunca volvería a tener su carácter efervescente de antes, al menos tenía ganas de hacer cosas, como ducharse, eso era más de lo que hacía es su peor época. Cada día buscó la forma de mantenerse ocupado en algo para lidiar con la tristeza y poner buena cara, ocasionalmente esbozaba una genuina sonrisa. Mientras cuidaba a su rebaño aprovechó para meditar, hacer un trabajo de introspección, un balance de las acciones realizadas, rezó por las almas de sus seres queridos teniendo fe en el juicio divino, recordó a los que ya no estaban, se informó sobre diversas situaciones alrededor del mundo, organizó la fiesta de la cosecha para descomprimir un poco, visitó a Leroy Merlín en el hospital, colaboró con los cultivos, siguió trabajando con los reclusos para corregir su conducta, ejercitó intentando empujar sus límites, experimentó un poco combinando unos pasos de baile para ver qué surgía, profundizó en su estudio del lenguaje de señas, etcétera. Fueron días atareados y aún tenía mucho trabajo pendiente. En ese momento se encontraba en el centro comunitario del campamento de Ouroboros con toda su atención puesta en decorar unas tarjetas de saludos y buenos augurios por las fiestas mientras Azlan corría de un lado para el otro a su alrededor en una pelea a muerte con uno de los trozos de papelería que el joven maestro había cortado.
¿Porcentaje de avance en el proceso de reformación de los criminales? (Dado 10) 6% + 5% = 11%
Una energía de pura luz blanca atraviesa el pecho de Adael, dejándolo inconsciente en cuestión de segundos. Es una fuerza que no se puede detener.
https://magicworldwar.forosactivos.net/t1300-prueba-fundadores-y-adael#47793
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