Recuerdo del primer mensaje :
Las Tierras Altas de Escocia (en inglés: Highlands o Scottish Highlands), es una región montañosa del norte de Escocia. Es un área con baja densidad de población y con un relieve muy variado, por lo que es un buen lugar donde refugiarse.
No podía evitar sonreír de lado cuando Sarah se quedaba admirando el bosque. Tampoco era ciega y no iba a negar que con cada paso que daba el escenario le robaba el aliento. Era un lugar mágico, nunca mejor dicho pero eso tampoco evitaba que prestara atención a sus alrededor u olvidara que estaban en una misión. -Si alguien puede descubrirlo, eres tú- Le respondió a Sarah cuando mencionó lo de las plantas y le guiñó un ojo.
Escuchó el intercambio entre Sasha y Alhya con una ceja arqueada e hizo una mueca al ver que la enana sólo estaba jugando con ellos. Aunque la otra la ignoraba de forma tan deliberada que Amaya se sintió desplazada hasta que pareció darle atención al discurso de Noligma que, sin duda, iba a por todas. No se podía creer el encanto del hombre de baja estatura para con la elfa aunque les ayudó a continuar. Era eso...¿Bueno o malo? Los círculos en sus pies les daba mala espina pero se concentró en lo realmente importante. Tenía que averiguar quién era Orynth.
Avanzaron hasta una atalaya que parecía un puesto de la guardia fronteriza y no dudó en mirar más allá hacia la ciudad, preciosa sin duda, y llena de elfos si le preguntaban. Evaluó a los que estaban cerca suyo y ubicó sus armas con premura aunque sospechaba que lo realmente jodido sería salir del círculo de luz a sus pies -Soy Hua Amaya, general de la Guardia de Ouroboros, venimos en misión de reconocimiento y establecimiento de vínculos y me gustaría saber...¿Quién es Orynth?- Repitió. Por la forma en la que hablaban, intuía que no era elfo.
Escuchó el intercambio entre Sasha y Alhya con una ceja arqueada e hizo una mueca al ver que la enana sólo estaba jugando con ellos. Aunque la otra la ignoraba de forma tan deliberada que Amaya se sintió desplazada hasta que pareció darle atención al discurso de Noligma que, sin duda, iba a por todas. No se podía creer el encanto del hombre de baja estatura para con la elfa aunque les ayudó a continuar. Era eso...¿Bueno o malo? Los círculos en sus pies les daba mala espina pero se concentró en lo realmente importante. Tenía que averiguar quién era Orynth.
Avanzaron hasta una atalaya que parecía un puesto de la guardia fronteriza y no dudó en mirar más allá hacia la ciudad, preciosa sin duda, y llena de elfos si le preguntaban. Evaluó a los que estaban cerca suyo y ubicó sus armas con premura aunque sospechaba que lo realmente jodido sería salir del círculo de luz a sus pies -Soy Hua Amaya, general de la Guardia de Ouroboros, venimos en misión de reconocimiento y establecimiento de vínculos y me gustaría saber...¿Quién es Orynth?- Repitió. Por la forma en la que hablaban, intuía que no era elfo.
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El miembro 'Amaya Hua' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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#2 'Dado (20)' :
Noligma parecía enardecido, tal vez fuera por que una atractiva Elfa le había dedicado su atención, Y Alhya era un nombre encantador, sin duda era una gran persona, por que nadie solía hacerle tanto caso especialmente cuando empezaba a decir tontearías, pero que aquella mujer le centrara su atención era algo tan único en la vida, que no podía dejar pasar a la gran oferta que le estaba dando la vida.
Las paredes, rodearon a Noligma separándolo de los demás, por un momento, incluso se llego a preocupar, pero inmediatamente su soberbia se impuso a su cobardía natural, al fin y al cabo la elfa estaría tal vez interesada en una cita... mas privada... mas intima.
No obstante el destino decidió que no era su momento, así que pronto volvieron a estar todos juntos a lo largo de una mesa, por fin, un campo de batalla en el que Noligma puede destacar. Así que Noligma Se sentó en aquella mesa redonda, dispuesto a empezar la batalla política del... No obstante Noligma noto enseguida que algo iba mal, así que se bajo del taburete y se aproximo al elfo mas cercano de los que lo rodeaban.
-Perdón, no quisiera molestar... ¿tendrían un taburete mas grande? ¿o uno de esos sillines que se acoplan a las sillas para los niños pequeños? Muchas gracias.
Una vez resuelto el inconveniente, Noligma finalmente pudo sentarse a nivel de poder mirar por encima del plato y el baso mas próximos, para así poder mirar a Alhya, la bella y amigable Alhya, quien seguramente estaba considerando como pasarlos a todos por la picadora de carne sin parecer una asesina homicida, pero era parte de su encanto natural.
- Vera, el Chardone es un vino blanco de excelente calidad, se utiliza únicamente un tipo de uva, la chardonnay, que es una variedad de uva de piel verde, es originaria de Francia donde se creo la bebida, aunque... como sabrá, hoy en día no hay muchos viñedos, el vino se ha vuelto un producto de lujo, muy escaso. - Noligma hizo un ademan de hacer una pausa antes de añadir- me gusta pensar que en una mesa de negociaciones nos ayuda a pensar en lo que fuimos y lo que podemos llegar a ser con un poco de esfuerzo ¿no cree?
Noligma dejo un momento que otros hablaran para que no se sobrecargara la habitación con su chillona vocecilla, alguien le había mencionado en algún momento que su voz a veces es irritante, pero ni siquiera pudo aguantar ni 5 minutos, por que cuando Alhya pregunto sus intereses en aquella misión.
-Tranquila todo a su debido tiempo... estas cosas hay que manejarlas con cuidado, no podemos precipitarnos, ahora mismo le diremos nuestras intenciones. Solo una breve consulta con mi camarada Pelirroja.- Dicho esto se volvió a Sarah intentando inclinarse y hablar en voz baja hacia la misma.- Essssstooooo...... ¿Qué se suponía que veníamos ha hacer aquí?
Tras que Sarah le respondiera Noligma volvió a Erguirse y se recoloco la ropa y mascara antes de hablar como si supiera de lo que estaba hablando y lo hubiera tenido presente en todo momento. Aprovechando para echar un ojo a su alrededor.
Las paredes, rodearon a Noligma separándolo de los demás, por un momento, incluso se llego a preocupar, pero inmediatamente su soberbia se impuso a su cobardía natural, al fin y al cabo la elfa estaría tal vez interesada en una cita... mas privada... mas intima.
No obstante el destino decidió que no era su momento, así que pronto volvieron a estar todos juntos a lo largo de una mesa, por fin, un campo de batalla en el que Noligma puede destacar. Así que Noligma Se sentó en aquella mesa redonda, dispuesto a empezar la batalla política del... No obstante Noligma noto enseguida que algo iba mal, así que se bajo del taburete y se aproximo al elfo mas cercano de los que lo rodeaban.
-Perdón, no quisiera molestar... ¿tendrían un taburete mas grande? ¿o uno de esos sillines que se acoplan a las sillas para los niños pequeños? Muchas gracias.
Una vez resuelto el inconveniente, Noligma finalmente pudo sentarse a nivel de poder mirar por encima del plato y el baso mas próximos, para así poder mirar a Alhya, la bella y amigable Alhya, quien seguramente estaba considerando como pasarlos a todos por la picadora de carne sin parecer una asesina homicida, pero era parte de su encanto natural.
- Vera, el Chardone es un vino blanco de excelente calidad, se utiliza únicamente un tipo de uva, la chardonnay, que es una variedad de uva de piel verde, es originaria de Francia donde se creo la bebida, aunque... como sabrá, hoy en día no hay muchos viñedos, el vino se ha vuelto un producto de lujo, muy escaso. - Noligma hizo un ademan de hacer una pausa antes de añadir- me gusta pensar que en una mesa de negociaciones nos ayuda a pensar en lo que fuimos y lo que podemos llegar a ser con un poco de esfuerzo ¿no cree?
Noligma dejo un momento que otros hablaran para que no se sobrecargara la habitación con su chillona vocecilla, alguien le había mencionado en algún momento que su voz a veces es irritante, pero ni siquiera pudo aguantar ni 5 minutos, por que cuando Alhya pregunto sus intereses en aquella misión.
-Tranquila todo a su debido tiempo... estas cosas hay que manejarlas con cuidado, no podemos precipitarnos, ahora mismo le diremos nuestras intenciones. Solo una breve consulta con mi camarada Pelirroja.- Dicho esto se volvió a Sarah intentando inclinarse y hablar en voz baja hacia la misma.- Essssstooooo...... ¿Qué se suponía que veníamos ha hacer aquí?
Tras que Sarah le respondiera Noligma volvió a Erguirse y se recoloco la ropa y mascara antes de hablar como si supiera de lo que estaba hablando y lo hubiera tenido presente en todo momento. Aprovechando para echar un ojo a su alrededor.
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El miembro 'Noligma' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Apoyó las manos en jarras sobre las caderas, alzando la ceja al ver cómo la elfa seguía los extraños juegos de seducción a los que jugaba el teórico enano. Desvió levemente la mirada hacia Amaya, tratando de averiguar los pensamientos de la capitana frente aquella actitud cuando menos curiosa. Sin embargo parecía haber funcionado y la elfa tenía toooooda su atención, de modo que se desplazó levemente al lado de Amaya para indicarle, con un suave susurro entre ellas, que no estaban solos en aquella zona. Antes de que pudieran perderse en el interior de la estructura arborescente, echó la mirada hacia atrás, para ver cómo se llevaban a Sasha. Suspiró a regañadientes mientras siguió andando, sin olvidarse del detalle de las líneas que se movían a sus pies.
El espectáculo que formaba la construcción de ramas robaba el aliento a cualquier con dos dedos de frente. Solo alguien que pudiera controlar la vegetación como hacía Sofía, podía conseguir aquel entretejido. Se volvió hacia la elfa con una sonrisa correcta -Si le parece, y continuando con la oferta de mi compañero, podríamos tener esa conversación con buen vino- Se percató en ese momento que no tenían alimentos para agasajar a los elfos, quizás podría convocar algo con lo que… le pilló desprevenida la vocecilla de Noligma, espero que no se le hubiese ocurrido la brillante de idea de tirar de los bajos de su ropa como los niños pequeños. -Se supone que íbamos a la forja, pero la enana nos ha traído hasta tu nueva amiguita-
Fue Amaya la que comenzó las presentaciones, de modo que ella fue la que continuó con ellas -Venimos desde la isla de Ouroboros, con fines pacíficos, para conocer los aspectos que han otorgado tal explosión de naturaleza a esta zona- Trató de convencer a la elfa, ojalá con éxito -Quizás, y a riesgo de importunar, podríamos relajar tantas medidas defensivas, mi gran señora de este lugar- Trató de sonar lo más convincente posible, pero había cierta hilo de duda por no saber si podría convencer a la elfa y su séquito.-De esta forma, ¿podría contarnos algo más de este maravilloso lugar y de su entorno? Estaría eternamente agradecida-
El espectáculo que formaba la construcción de ramas robaba el aliento a cualquier con dos dedos de frente. Solo alguien que pudiera controlar la vegetación como hacía Sofía, podía conseguir aquel entretejido. Se volvió hacia la elfa con una sonrisa correcta -Si le parece, y continuando con la oferta de mi compañero, podríamos tener esa conversación con buen vino- Se percató en ese momento que no tenían alimentos para agasajar a los elfos, quizás podría convocar algo con lo que… le pilló desprevenida la vocecilla de Noligma, espero que no se le hubiese ocurrido la brillante de idea de tirar de los bajos de su ropa como los niños pequeños. -Se supone que íbamos a la forja, pero la enana nos ha traído hasta tu nueva amiguita-
Fue Amaya la que comenzó las presentaciones, de modo que ella fue la que continuó con ellas -Venimos desde la isla de Ouroboros, con fines pacíficos, para conocer los aspectos que han otorgado tal explosión de naturaleza a esta zona- Trató de convencer a la elfa, ojalá con éxito -Quizás, y a riesgo de importunar, podríamos relajar tantas medidas defensivas, mi gran señora de este lugar- Trató de sonar lo más convincente posible, pero había cierta hilo de duda por no saber si podría convencer a la elfa y su séquito.-De esta forma, ¿podría contarnos algo más de este maravilloso lugar y de su entorno? Estaría eternamente agradecida-
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El miembro 'Sarah Darwin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Había alguien en el bosque, observándolos. De eso podía estar seguro a pesar de que no estaban lo suficientemente cerca para comprender del todo su naturaleza. Quizás eran elfos, era lo más seguro después de ver que estaban en su territorio y, sobre todo, de ver la mala manera en que se trataban con los enanos. Quizás "la forja" a la que los llevaba la enana tenía más pinta de una hoguera que de forja.
Por más que se riera de Noligma, parecía que la elfa había respondido bien a sus cortejos. Quizás hablar con palabras más melosas servía, pero no era exactamente el talento que más le gustaba lucir. Y no creía que surtiera el mismo efecto si le tenían tanto miedo a los dragones por ahí. Seguro que ella ya sabía de la naturaleza de cada intruso. Fue más o menos por ahí cuando les aclaró que la enana realmente no tenía muchas ganas de guiarlos a ningún lado. Tras que ignorara su pregunta, vio claramente los círculos en el piso y se preguntó si podría salir volando de ahí. O abrirse paso quemando todo. Seguro que con la fascinación que tenía Sarah por el lugar, no quedaban en buenos términos.
Si bien, le hubiera gustado quedarse callado cuando llegaron al extraño salón, también quería terminar más rápido con lo que tenían que hacer. Sarah ya había preguntado por el futuro, pero él quería saber un poco del pasado. Carraspeó un poco antes de comenzar a hablar, para que su voz masculina no sonara tan ronca y tan grave comparada con el chillidito de Noligma.- ¿Por qué han levantado tanto las defensas de éste lugar? ¿Cuál es la desconfianza o... qué se oculta en este bosque?
Por más que se riera de Noligma, parecía que la elfa había respondido bien a sus cortejos. Quizás hablar con palabras más melosas servía, pero no era exactamente el talento que más le gustaba lucir. Y no creía que surtiera el mismo efecto si le tenían tanto miedo a los dragones por ahí. Seguro que ella ya sabía de la naturaleza de cada intruso. Fue más o menos por ahí cuando les aclaró que la enana realmente no tenía muchas ganas de guiarlos a ningún lado. Tras que ignorara su pregunta, vio claramente los círculos en el piso y se preguntó si podría salir volando de ahí. O abrirse paso quemando todo. Seguro que con la fascinación que tenía Sarah por el lugar, no quedaban en buenos términos.
Si bien, le hubiera gustado quedarse callado cuando llegaron al extraño salón, también quería terminar más rápido con lo que tenían que hacer. Sarah ya había preguntado por el futuro, pero él quería saber un poco del pasado. Carraspeó un poco antes de comenzar a hablar, para que su voz masculina no sonara tan ronca y tan grave comparada con el chillidito de Noligma.- ¿Por qué han levantado tanto las defensas de éste lugar? ¿Cuál es la desconfianza o... qué se oculta en este bosque?
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El miembro 'Daniel Bennett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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-Alhya no era lo suficientemente idiota como para no reconocer que Sarah tenía una especial conexión y curiosidad por lo que les rodeaba y aunque Noligma iba a llevar la voz cantante su cháchara sobre de dónde venía el vino hizo que perdiera interés por él. No así con el dragón a quien decidió mirar en ese instante. La mirada dorada de la elfa, como lava ardiendo, le recorrió el rostro -¿Tu casa fue destruida por las máquinas?- Le preguntó al dragón -La naturaleza nos ha regalado un nuevo hogar y no pretendemos que intrusos, humanos o magos vengan a arrebatárnoslo porque creen que es vuestro. No sabéis respetar lo que la naturaleza les otorga, no trabajáis con ella, la convertís en vuestra esclava y la mermáis hasta que muera- Entonces miró a Sarah con dureza -¿Qué quieres que te explique que no puedas ver con tus propios ojos? ¿O sentir en tu propia piel? Tienes una conexión con la naturaleza y sabes perfectamente lo que custodiamos-
Un rumor suave se extendió entre ellos, un susurro de los bosques y árboles que los rodeaba. Aunque el rostro de Alhya no dejó entrever nada, sus orejas se movieron atentas. El único que pudo discernir algo fue el dragón, con sus sentidos desarrollados. “Debemos decirle”, “¿Enemigos?”, “Quizás”, “Orynth”, “Decirle” … varias voces se mezclaban entre sí hasta que una gruesa y muy antigua se elevó por encima de todas “No, no, aún no. Escuchad”.
-No os veréis con Orynth porque no merecéis estar aquí- Le espetó Alhya a Amaya con un gesto duro -Este no es vuestro lugar, no es vuestro hogar y no vendréis a decirnos qué hacer- Como ya era de noche, a Alhya no le hacía nada de gracia devolverlos así que optó por la siguiente opción -Esperareis en el calabozo el amanecer y os escoltaremos de vuelta a vuestro campamento y os marchareis- Hizo un gesto hacia los elfos para que acudieran a desarmarlos y retirarlos de su vista.
Escocia► Febrero 2.042► Anochecer► Misión 3Un rumor suave se extendió entre ellos, un susurro de los bosques y árboles que los rodeaba. Aunque el rostro de Alhya no dejó entrever nada, sus orejas se movieron atentas. El único que pudo discernir algo fue el dragón, con sus sentidos desarrollados. “Debemos decirle”, “¿Enemigos?”, “Quizás”, “Orynth”, “Decirle” … varias voces se mezclaban entre sí hasta que una gruesa y muy antigua se elevó por encima de todas “No, no, aún no. Escuchad”.
-No os veréis con Orynth porque no merecéis estar aquí- Le espetó Alhya a Amaya con un gesto duro -Este no es vuestro lugar, no es vuestro hogar y no vendréis a decirnos qué hacer- Como ya era de noche, a Alhya no le hacía nada de gracia devolverlos así que optó por la siguiente opción -Esperareis en el calabozo el amanecer y os escoltaremos de vuelta a vuestro campamento y os marchareis- Hizo un gesto hacia los elfos para que acudieran a desarmarlos y retirarlos de su vista.
Vuestro objetivo es llegar con Orynth.
¿Las driades le informan a Orynth de los intrusos? Éxito: Sí. Fallo: No.
El único que escucha a las dríades es Daniel. Y aunque son un mito es posible que pueda reconocer que son los espíritus de los árboles quienes hablan. A elección del usuario.
Recuerdo: Estáis rodeados de 6 elfos + Alhya. Cuatro elfos se aproximan a vosotros. Podéis elegir entre 3 opciones: Dialogar, pelear/resistirse o intentar escapar. Cada opción tendrá su consecuencia.
Para pelear: Especificar un color de los elfos (rojo oscuro, rojo, naranja, marrón, amarillo, verde) o Alhya.
Para dialogar: D20, si hay +10 Alhya presta atención
Para escapar: D10, escapáis si sacáis + D6 (6 elfos) [/quote]
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El miembro 'Admin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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La verdad es que Amaya no dejaba de sacarse esa sensación de peligro constante. Estaban rodeados por demasiados elfos y la ¿capitana? No parecía hacer muy buenas migas con…Ah, nadie. Amaya ayudó a traer el banco que necesitaba Noligma y lo ayudo a colocar, no quería a ninguno de esos elfos cerca de la gente de la misión. La verdad es que se sorprendía de como Noligma y Sarah le hablaban con tanta tranquilidad a una elfa que los tenia rodeados con magia, que estaba con una actitud demasiado vigilante y acompañada de tanta gente.
Amaya desvió la mirada hacia el dragón cuando Alhya lo hizo y escuchó a la criatura hablar, la respuesta de la mujer era mucho menos cordial e iba en la misma dirección que la de la enana. Sacarlos de ahí -Creo que Orynth debe ser quien decida eso. No estamos aquí para deciros qué hacer, estamos aquí para hacer una alianza- Insistió y cuando habló de calabozos el rostro de Amaya cambió a un gesto duro y llevó la mano a la vaina de su espada para acercarse a Sarah -No- Negó con la cabeza. Podrían no salir nunca de esos calabozos y, encima, condenar a los que habían quedado atrás-Que sea Orynth quien decida- Sin duda, tenía que ser alguna especie de jefe o presidente. Miró hacia la ciudad un instante suponiendo que estaba allí -Podemos ir solos, nadie tiene que escoltarnos, apúntanos a la dirección correcta- Expresó Amaya sacando la espada de su cinto con mucho cuidado y apuntando al elfo que se había acercado a Sarah. Si le ponían una mano encima, iba a coleccionar orejas de elfos por los siglos de los siglos, amén.
D20 para dialogar
Saca 9. Fail
Amaya desvió la mirada hacia el dragón cuando Alhya lo hizo y escuchó a la criatura hablar, la respuesta de la mujer era mucho menos cordial e iba en la misma dirección que la de la enana. Sacarlos de ahí -Creo que Orynth debe ser quien decida eso. No estamos aquí para deciros qué hacer, estamos aquí para hacer una alianza- Insistió y cuando habló de calabozos el rostro de Amaya cambió a un gesto duro y llevó la mano a la vaina de su espada para acercarse a Sarah -No- Negó con la cabeza. Podrían no salir nunca de esos calabozos y, encima, condenar a los que habían quedado atrás-Que sea Orynth quien decida- Sin duda, tenía que ser alguna especie de jefe o presidente. Miró hacia la ciudad un instante suponiendo que estaba allí -Podemos ir solos, nadie tiene que escoltarnos, apúntanos a la dirección correcta- Expresó Amaya sacando la espada de su cinto con mucho cuidado y apuntando al elfo que se había acercado a Sarah. Si le ponían una mano encima, iba a coleccionar orejas de elfos por los siglos de los siglos, amén.
D20 para dialogar
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El miembro 'Amaya Hua' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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'Dado (20)' :
D20 para dialogar/rendirse como un cobarde
3 Rendirse como un cobarde.
Noligma no solo noto que la elfa perdía interés, sino también la paciencia, y tal era su intenso y ardiente cuerpo, que calentaba con el mero placer de estar en su presencia, también y mas cálida era su furia, y quemaba, no tardiaria en rápidamente despacharlos, los mandarían a los calabozos, si no se rendían, los elfos no parecían muy amigables, probablemente dispuestos a luchar hasta el final.
Noligma tiene una regla personal, nunca arriesga el cuello, ella había prometido mandarlos de regreso mañana, como persona que cree en la palabra y el honor, alguien que entiende de comercio y leyes, esperaba que ella respetara su palabra.
-Por suerte no llevo arma encima, excepto este bonito bastón... no me lo arañen.- Decía entregándolo dócilmente, antes de volverse a la elfa- No obstante ... debo decir que esta cometiendo un grave error.
Le habría gustado decir algo que le hiciera cambiar de idea, pero... lo cierto, es que ella ya no estaba escuchándole, y eso no lo podía cambiar por buenos argumentos que le fuera a dar, y tenia algunos muy buenos, pero, como dice el dicho: A palabras elfas, oídos orcos.
3 Rendirse como un cobarde.
Noligma no solo noto que la elfa perdía interés, sino también la paciencia, y tal era su intenso y ardiente cuerpo, que calentaba con el mero placer de estar en su presencia, también y mas cálida era su furia, y quemaba, no tardiaria en rápidamente despacharlos, los mandarían a los calabozos, si no se rendían, los elfos no parecían muy amigables, probablemente dispuestos a luchar hasta el final.
Noligma tiene una regla personal, nunca arriesga el cuello, ella había prometido mandarlos de regreso mañana, como persona que cree en la palabra y el honor, alguien que entiende de comercio y leyes, esperaba que ella respetara su palabra.
-Por suerte no llevo arma encima, excepto este bonito bastón... no me lo arañen.- Decía entregándolo dócilmente, antes de volverse a la elfa- No obstante ... debo decir que esta cometiendo un grave error.
Le habría gustado decir algo que le hiciera cambiar de idea, pero... lo cierto, es que ella ya no estaba escuchándole, y eso no lo podía cambiar por buenos argumentos que le fuera a dar, y tenia algunos muy buenos, pero, como dice el dicho: A palabras elfas, oídos orcos.
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El miembro 'Noligma' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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'Dado (20)' :
-Sí, mi señora. Dos veces- Le espeté a la elfa cuando contestó aquello de si nuestro hogar había sido destruido. La primera vez cuando se derrumbó la isla, la segunda cuando la atacó SAM -Y, precisamente, los restos de aquella isla flotante cayeron en esta zona, que ahora rebosa magia por doquier- Entrecerré la mirada, desafiando a la elfa, no parecía que tampoco estuviera por la labor de ayudarles a desentrañar lo que estaba pasando en aquel lugar. Qué obsesión con que les íbamos a robar su preciado bosque, nadie había hablado siquiera de ello, ¿a qué venía tanto celo? Fue Amaya la que empezó a hablar, sobre sus intenciones, sobre su misión en aquel bosque. Parecía que la elfa seguía reticente, tensó la mandíbula, bajando la mirada al suelo y luego mirando a su alrededor, más allá del entramado de raíces de aquella fortaleza, observando y escuchando al bosque.
Extendí la palma de mi mano hacia la mano de Amaya que iba a tomar la empuñadura -No- Y su bramido se alzó sobre la oscuridad de la noche. Había sido clara, concisa. No se lo iba a poner fácil, y estaba decidida a obtener respuestas. Y pasando la noche en el calabozo no iba a conseguirlas. Estaba empezando a estar harta de tantos juegos. Avanzó con decisión en dirección a la elfa, con claras intenciones de crear una barrera de protección sobre su persona si los elfos defensores se acercaban a ellos. -Has dicho que sabes cuál es mi conexión con la naturaleza. Sé, perfectamente que aquí bulle con más fuerza que en otras zonas de la isla. No venimos a colonizar, conquistar, o cualquier otra elucubración que se os haya podido pasar por la cabeza por el mero hecho de ser humanos. Contactamos con vosotros porque es VITAL para el resto de la destrozada naturaleza saber cómo habéis regenerado todo este bosque a vuestro placer, cómo han vuelto a la vida especies extintas. Hay dos opciones: o nos lleváis hasta Orynth o que ello mueva su gordo culo hasta este punto- No estaba segura de que aquellas palabras infundieran la suficiente razón a la elfa o a las voces que flotaban en el bosque. Las escuchaba, lejanas, pero no las entendía. Sabía que estaban allí, las percibía vigilantes, expectantes. -Y que sea Oryth quien decida, basta ya de mensajeros- Apretó los dientes, claramente mosqueada y repitiendo la misma frase que Amaya había usado anteriormente.
D20 para dialogar. Bésame los pies, bitch
Extendí la palma de mi mano hacia la mano de Amaya que iba a tomar la empuñadura -No- Y su bramido se alzó sobre la oscuridad de la noche. Había sido clara, concisa. No se lo iba a poner fácil, y estaba decidida a obtener respuestas. Y pasando la noche en el calabozo no iba a conseguirlas. Estaba empezando a estar harta de tantos juegos. Avanzó con decisión en dirección a la elfa, con claras intenciones de crear una barrera de protección sobre su persona si los elfos defensores se acercaban a ellos. -Has dicho que sabes cuál es mi conexión con la naturaleza. Sé, perfectamente que aquí bulle con más fuerza que en otras zonas de la isla. No venimos a colonizar, conquistar, o cualquier otra elucubración que se os haya podido pasar por la cabeza por el mero hecho de ser humanos. Contactamos con vosotros porque es VITAL para el resto de la destrozada naturaleza saber cómo habéis regenerado todo este bosque a vuestro placer, cómo han vuelto a la vida especies extintas. Hay dos opciones: o nos lleváis hasta Orynth o que ello mueva su gordo culo hasta este punto- No estaba segura de que aquellas palabras infundieran la suficiente razón a la elfa o a las voces que flotaban en el bosque. Las escuchaba, lejanas, pero no las entendía. Sabía que estaban allí, las percibía vigilantes, expectantes. -Y que sea Oryth quien decida, basta ya de mensajeros- Apretó los dientes, claramente mosqueada y repitiendo la misma frase que Amaya había usado anteriormente.
D20 para dialogar. Bésame los pies, bitch
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El miembro 'Sarah Darwin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (20)' :
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Supo que había tocado un punto sensible por la mirada que la elfa echó sobre él. Tuvo que asentir a su pregunta. No, no había sido destruida por las máquinas, pero entendía bien la parte de estar al borde de la extinción por supersticiones, fetiches y miedo. Sintió curiosidad cuando Sarah respondió por él, hablando de dos ocasiones en las que había perdido su hogar. Eso solo despertó preguntas dentro de sí. Curiosamente, la elfa lo incluía a él en el grupo de "humanos o magos", aunque ella bien sabía que no era ni una ni la otra. Despreciaba por igual lo que estuviera más allá del límite del bosque y no tuviera orejas puntiagudas. Sin embargo, lanzó la mirada a Sarah cuando la elfa reprochó saber lo que había de valioso en el bosque, y por lo que entendía, debía ser la naturaleza misma.
Estaba por hablar de nuevo cuando cierto murmullo llegó a sus oídos. Discretamente, miró alrededor, tratando de entender de dónde llegaba el sonido. Parecía que el resto del grupo no se inmutaba por nada, excepto por la elfa que tenía bien paradas las orejas, al igual que él.- Díganme. Díganle.- Susurró tan bajo que pudo pasar por un balbuceo para sí mismo, pero las criaturas adecuadas lo escucharían. No sabía bien a qué se referían, pero debían decirle a alguien. No eran elfos, eso era definitivo, porque Alhya los habría mandado callar. ¿Hadas? Las voces no coincidían, no eran tan agudas. Alguna magia ancestral debía ser. Druidas o algo por el estilo. Alguna de esas criaturas con las que Thranduil charlaba por horas en el bosque, pero que no terminaba de identificar. Quizás si el elfo hubiera llegado a la misión, se habrían mostrado más receptivos.
Baja el arma.- Ordenó en cuanto escuchó el acero desenvainarse. Aquello no iba a dejar nada bueno. Sarah también hizo su parte del trato, aunque bastante poco cortés, si podía decirlo. Quizás no fuera tan vainilla después de todo, pero cuando se enojaba perdía la cortesía y eso no le gustaba, porque entonces a él le tocaba hacer de policía bueno.- ¿Por qué no le han dicho que estamos aquí? - Pasó un brazo por encima de la silla contigua y dejó reposar el talón sobre la rodilla, poniéndose cómodo. La pregunta era para la elfa, pero también para las druidas que estaban atentas. Su lenguaje corporal, al menos, daba señal de que no irían a ningún lado hasta que tuvieran las respuestas que necesitaban. Así fuera por el método de Amaya.- Hay otras colonias de elfos, ¿sabes? - Carraspeó para aclararse un poco la garganta y dar una pausa dramática mientras recordaba un poco lo que Thranduil decía cuando se ponía a divagar sobre la naturaleza.- Hay colonias al norte del continente donde la vegetación... ya no responde. Grandes bosques que acabarán desérticos si no hacemos algo por ellos pronto. Montañas que se están volviendo áridas. Cuando este lugar sea el único que quede en el continente, ¿será suficiente? ¿Pueden sobrevivir solo con esto? ¿Cuántas generaciones crees que le queden? Se convertirán en un punto focal y la gente a la que quieres mantener alejada vendrá con más y más frecuencia. Pueden ayudarnos por las buenas y ahorrarse en un par de años las intrusiones, o pueden llevarnos al calabozo y prepararse para defender todo el bosque, que por extensión resulta indefendible.
Estaba por hablar de nuevo cuando cierto murmullo llegó a sus oídos. Discretamente, miró alrededor, tratando de entender de dónde llegaba el sonido. Parecía que el resto del grupo no se inmutaba por nada, excepto por la elfa que tenía bien paradas las orejas, al igual que él.- Díganme. Díganle.- Susurró tan bajo que pudo pasar por un balbuceo para sí mismo, pero las criaturas adecuadas lo escucharían. No sabía bien a qué se referían, pero debían decirle a alguien. No eran elfos, eso era definitivo, porque Alhya los habría mandado callar. ¿Hadas? Las voces no coincidían, no eran tan agudas. Alguna magia ancestral debía ser. Druidas o algo por el estilo. Alguna de esas criaturas con las que Thranduil charlaba por horas en el bosque, pero que no terminaba de identificar. Quizás si el elfo hubiera llegado a la misión, se habrían mostrado más receptivos.
Baja el arma.- Ordenó en cuanto escuchó el acero desenvainarse. Aquello no iba a dejar nada bueno. Sarah también hizo su parte del trato, aunque bastante poco cortés, si podía decirlo. Quizás no fuera tan vainilla después de todo, pero cuando se enojaba perdía la cortesía y eso no le gustaba, porque entonces a él le tocaba hacer de policía bueno.- ¿Por qué no le han dicho que estamos aquí? - Pasó un brazo por encima de la silla contigua y dejó reposar el talón sobre la rodilla, poniéndose cómodo. La pregunta era para la elfa, pero también para las druidas que estaban atentas. Su lenguaje corporal, al menos, daba señal de que no irían a ningún lado hasta que tuvieran las respuestas que necesitaban. Así fuera por el método de Amaya.- Hay otras colonias de elfos, ¿sabes? - Carraspeó para aclararse un poco la garganta y dar una pausa dramática mientras recordaba un poco lo que Thranduil decía cuando se ponía a divagar sobre la naturaleza.- Hay colonias al norte del continente donde la vegetación... ya no responde. Grandes bosques que acabarán desérticos si no hacemos algo por ellos pronto. Montañas que se están volviendo áridas. Cuando este lugar sea el único que quede en el continente, ¿será suficiente? ¿Pueden sobrevivir solo con esto? ¿Cuántas generaciones crees que le queden? Se convertirán en un punto focal y la gente a la que quieres mantener alejada vendrá con más y más frecuencia. Pueden ayudarnos por las buenas y ahorrarse en un par de años las intrusiones, o pueden llevarnos al calabozo y prepararse para defender todo el bosque, que por extensión resulta indefendible.
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-Y lo hicieron, las dríades tenían voluntad propia y sólo respondían a Orynth que se había establecido como vínculo de paz entre todas las razas que vivían en aquel bosque. El susurro de sus voces llegó hasta el centauro explicando la existencia de extraños -no intrusos- en la zona élficas. Le relataron cómo Sasha los había tratado y cómo Sarah había coqueteado y acariciado sus hojas.
El centauro apareció entre los árboles, que parecieron reverenciarlo y abrirle paso, mientras Orynth evaluaba la situación. Cuatro personas. Tres personas y una criatura. Su mirada caoba pasó hacia Alhya que ladeó la cabeza con curiosidad para luego mirar a los árboles con irritación pero éstos no le devolvieron la "mirada". Sin embargo, la elfa había "sucumbido" a las palabras tanto de Sarah pero sobre todo, a las del dragón ante la existencia de otras comunidades y el bienestar de éstas.
-Habéis llegado, finalmente- Mencionó Orynth con una voz profunda y grave -Las estrellas predijeron vuestra llegada- Les informó desde su imponente altura para luego desviar la mirada a Alhya -A veces la luz del sol es tan fuerte que no deja ver otras estrellas a su alrededor- Orynth movió una mano con suavidad señalando los aros de luz que recorrían los pies de los invitados. Alhya se mostró reticente pero una vez más su espada se clavó en la tierra y la luz que envolvía los pies de los "invitados" retornó a su espada.
-Os agradezco vuestra iniciativa, capitana pero me encargaré de esto personalmente- Movió una mano y empezó a avanzar hacia el bosque en silencio.
Escocia► Febrero 2.042► Anochecer► Misión 3El centauro apareció entre los árboles, que parecieron reverenciarlo y abrirle paso, mientras Orynth evaluaba la situación. Cuatro personas. Tres personas y una criatura. Su mirada caoba pasó hacia Alhya que ladeó la cabeza con curiosidad para luego mirar a los árboles con irritación pero éstos no le devolvieron la "mirada". Sin embargo, la elfa había "sucumbido" a las palabras tanto de Sarah pero sobre todo, a las del dragón ante la existencia de otras comunidades y el bienestar de éstas.
-Habéis llegado, finalmente- Mencionó Orynth con una voz profunda y grave -Las estrellas predijeron vuestra llegada- Les informó desde su imponente altura para luego desviar la mirada a Alhya -A veces la luz del sol es tan fuerte que no deja ver otras estrellas a su alrededor- Orynth movió una mano con suavidad señalando los aros de luz que recorrían los pies de los invitados. Alhya se mostró reticente pero una vez más su espada se clavó en la tierra y la luz que envolvía los pies de los "invitados" retornó a su espada.
-Os agradezco vuestra iniciativa, capitana pero me encargaré de esto personalmente- Movió una mano y empezó a avanzar hacia el bosque en silencio.
Habéis desbloqueado a Orynth con sus dos críticos. ¡Enhorabuena!
Ahora os queda convencer y negociar los nuevos términos de esa alianza.
Amaya estaba hasta las narices de que nadie le diera atención y que, encima, el dragón le dijera que hacer. Le dedicó una mirada de hastío y volvió los ojos hacia Noligma y Sarah, tratando de mantenerlos controlados. Era muy fácil hacerse el relajado cuando estabas dotado de garras y dientes y en un parpadeo podías arrasar con el bosque si te daba la gana. Pero para los mortales, como ellos, una celda podía ser una completa y puñetera molestia.
Al menos Sarah también había dicho “suficiente” y se tranquilizó al ver que la elfa parecía prestar atención. Sin embargo, lo que no esperó es que un centauro apareciera de la nada y el bosque …actuara raro. Miró a Sarah con cierta duda ¿Ese era Orynth? Pues eso parecía, porque le liberaron de lo que le rodeaba los pies y Amaya se preguntó realmente qué hacia ese hechizo o esa especie de magia.
Empezó a avanzar, preguntándose a qué venía eso de “estrellas”. Tensó los labios, quizás era que estaba cansada pero aún así envainó la espada. Siguió mirando al centauro y se preguntó si daría patadas como los caballos y los noquearía aún así se atrevió a acercarse -Supongo que es Orynth, soy Hua Amaya, General de la Guardia de Ouroboros. Ella es Sarah Darwin, Descendiente de Charles Darwin y miembro del Consejo de los 20. También nos acompañan Noligma…-No sabía su apellido -Experto en artes oscuras y Daniel Bennet- Un puto dragón -¿Nos habéis estado esperando?-
Al menos Sarah también había dicho “suficiente” y se tranquilizó al ver que la elfa parecía prestar atención. Sin embargo, lo que no esperó es que un centauro apareciera de la nada y el bosque …actuara raro. Miró a Sarah con cierta duda ¿Ese era Orynth? Pues eso parecía, porque le liberaron de lo que le rodeaba los pies y Amaya se preguntó realmente qué hacia ese hechizo o esa especie de magia.
Empezó a avanzar, preguntándose a qué venía eso de “estrellas”. Tensó los labios, quizás era que estaba cansada pero aún así envainó la espada. Siguió mirando al centauro y se preguntó si daría patadas como los caballos y los noquearía aún así se atrevió a acercarse -Supongo que es Orynth, soy Hua Amaya, General de la Guardia de Ouroboros. Ella es Sarah Darwin, Descendiente de Charles Darwin y miembro del Consejo de los 20. También nos acompañan Noligma…-No sabía su apellido -Experto en artes oscuras y Daniel Bennet- Un puto dragón -¿Nos habéis estado esperando?-
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