Recuerdo del primer mensaje :
En este lugar se encontraba la Antigua Torre de hechicería que desapareció misteriosamente absorbiéndose a si misma durante una batalla contra las tropas androides de SAM.
Voy bajando escalones con la esperanza de encontrar a alguno de los compañeros con los que he venido, suponiendo que todavía debe quedar alguno en algún rincón de la torre. Muchas de las presencias han desaparecido, según Khaled, así que imagino que habrán escapado. No creo que hayan muerto, ya me habría encontrado a alguno tirado. A decir verdad se escucha mucho menos jaleo que antes, pero que no se escuche nada no quiere decir que sea menos peligroso, al contrario. El humo que se filtra desde el subterráneo ha comenzado a inundar todos los recovecos de la torre, haciendo que empiece a ser difícil respirar. Yo no estaba en el momento en que se tiró el explosivo allí abajo, así que no tengo ni idea de lo que ha podido ser. Sea lo que sea debo apresurarme para encontrar a los demás.
Por fin, después d 10 minutos o más, acabo llegando a la estancia en la que hasta hace nada peleaban Kosuke y Akira. Al entrar sólo encuentro a Kosuke, con pinta de haber tenido la pelea del siglo. O bien ha encontrado a quien buscaba o bien le ha pegado otro. No hay ni rastro del rival, aunque la sangre que hay por el suelo indica que ha sido una dura batalla. - Kosuke- Me acerco a él rápidamente, observando el lamentable estado en el que se encuentra, sangrando por múltiples lugares, incluso por la boca.
- Dijiste que estaba prohibido morir, pero te veo casi a punto de quebrantar esa regla.- le recrimino de manera seria, aunque lo cierto es que me preocupa no saber qué hacer para no perder aquí mismo al compañero. No sería lo único que pierdo hoy en la torre, se juntaría con lo de mi hermano, aunque no haya sido exactamente ahora. Aquí no creo que pueda atenderlo, y los curanderos con los que veníamos no tengo ni idea de dónde están.
- Más te vale no hacerlo. No sé con quién te has peleado ni a dónde ha ido, pero ya me lo contarás. Ahora tenemos que salir de aquí. Los demás se han largado. - y seguro que los rivales también, no veo cuerpos por ningún lado. - Sé de un lugar donde puedes descansar y donde te atenderán, fue donde me llevaron a mí cuando me sacaron de los calabozos. - lo malo es que queda un poco lejos, y no sé si podrá aguantar el viaje. Tampoco puede desaparecerse, porque no sabe dónde está. La única opción es regresar donde está Khaled, para que nos abra un portal directo. - ¿Crees que puedes caminar unos cuantos escalones hacia arriba? Hay alguien que nos puede ayudar a llegar rápido.
Por fin, después d 10 minutos o más, acabo llegando a la estancia en la que hasta hace nada peleaban Kosuke y Akira. Al entrar sólo encuentro a Kosuke, con pinta de haber tenido la pelea del siglo. O bien ha encontrado a quien buscaba o bien le ha pegado otro. No hay ni rastro del rival, aunque la sangre que hay por el suelo indica que ha sido una dura batalla. - Kosuke- Me acerco a él rápidamente, observando el lamentable estado en el que se encuentra, sangrando por múltiples lugares, incluso por la boca.
- Dijiste que estaba prohibido morir, pero te veo casi a punto de quebrantar esa regla.- le recrimino de manera seria, aunque lo cierto es que me preocupa no saber qué hacer para no perder aquí mismo al compañero. No sería lo único que pierdo hoy en la torre, se juntaría con lo de mi hermano, aunque no haya sido exactamente ahora. Aquí no creo que pueda atenderlo, y los curanderos con los que veníamos no tengo ni idea de dónde están.
- Más te vale no hacerlo. No sé con quién te has peleado ni a dónde ha ido, pero ya me lo contarás. Ahora tenemos que salir de aquí. Los demás se han largado. - y seguro que los rivales también, no veo cuerpos por ningún lado. - Sé de un lugar donde puedes descansar y donde te atenderán, fue donde me llevaron a mí cuando me sacaron de los calabozos. - lo malo es que queda un poco lejos, y no sé si podrá aguantar el viaje. Tampoco puede desaparecerse, porque no sabe dónde está. La única opción es regresar donde está Khaled, para que nos abra un portal directo. - ¿Crees que puedes caminar unos cuantos escalones hacia arriba? Hay alguien que nos puede ayudar a llegar rápido.
Lyosha Svensson
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De alguna u otra manera lo que ha dicho la Revenant logra colar entre el demonio y Khaled, lo que le da un poco de tiempo para estudiar más la situación en caso de que el primero le dé, ciertamente, una ataque de locura. Miró a Adramelech cuando le dio luz verde a Khaled para comunicarse con Astaroth pensando que no era tan egoísta como ella creía. Una sonrisa se coló en sus labios pero fue tan sincera como fugaz.
Adramelech cae libre de la presa de Khaled y Lyosha retoma entonces su kopesh, tranquilo para darle vueltas de manera pensativa. Lo que estaba por resolver era manejado por su hermano así que demasiada opinión no podría tener, su papel ya había sido jugado. Cuando Khaled menciona el guardián la mujer peliblanca sonríe de lado de manera siniestra -Estoy segura de que adorará estos pasillos…- mencionó en respuesta para después mirar a su sobrino.
-Yo quiero ver a tu madre, que el Guardián la escolte a ella aquí- Ordenó sin interesarle demasiado ni lo que podía decir su sobrina, ni él mismo. La proclamación de la torre como su nuevo hogar le satisfacía aunque le parecía un poco más siniestra debido a la presencia de demonios que hubo y que, desafortunadamente, eran sus enemigos jurados.
Fue cosa de segundos en los que Adramelech se fue que finalmente la mujer suspiró -Se me está agotando el tiempo- Le dijo a su hermano. Empezaba a sentir que se le estaba acabando la energía, la somnoliencia se abría paso pese a que no había hecho demasiado -Tengo sólo media hora o menos- Generalmente Lyosha era muy cuidadosa con ello porque detestaba caerse inconsciente así que llevaba un registro muy acucioso de sus horas de descanso y límites.
Adramelech cae libre de la presa de Khaled y Lyosha retoma entonces su kopesh, tranquilo para darle vueltas de manera pensativa. Lo que estaba por resolver era manejado por su hermano así que demasiada opinión no podría tener, su papel ya había sido jugado. Cuando Khaled menciona el guardián la mujer peliblanca sonríe de lado de manera siniestra -Estoy segura de que adorará estos pasillos…- mencionó en respuesta para después mirar a su sobrino.
-Yo quiero ver a tu madre, que el Guardián la escolte a ella aquí- Ordenó sin interesarle demasiado ni lo que podía decir su sobrina, ni él mismo. La proclamación de la torre como su nuevo hogar le satisfacía aunque le parecía un poco más siniestra debido a la presencia de demonios que hubo y que, desafortunadamente, eran sus enemigos jurados.
Fue cosa de segundos en los que Adramelech se fue que finalmente la mujer suspiró -Se me está agotando el tiempo- Le dijo a su hermano. Empezaba a sentir que se le estaba acabando la energía, la somnoliencia se abría paso pese a que no había hecho demasiado -Tengo sólo media hora o menos- Generalmente Lyosha era muy cuidadosa con ello porque detestaba caerse inconsciente así que llevaba un registro muy acucioso de sus horas de descanso y límites.
Mis cuchillas dan en el blanco, provocándole unas heridas bastante profundas, con ello debería de empezar a perder bastante sangre. Mi visión va restableciéndose tras las explosiones cegadoras, pero sigo sin poder ver a la perfección por culpa del veneno. Pese al éxito de mis arrojadizas, empiezo a notar como mis fuerzas son mermadas cada vez más, y ésta vez no es causa del veneno, no, mi energía está siendo absorbida por Terumi, desconocía que los nigromantes fuesen capaces de hacer eso -Yo de tí recordaría mi cara... porque será la última antes de encontrarte con la parca... frustraré todos tus planes, aniquilaré a cada demonio y socio que puedas llegar a tener, evitaré que destruyas más vidas y más lugares, allá a donde vayas estaré yo... para joderte la vida, para evitar que destruyas sólo por tus caprichos -exhalo algo de aire para seguir diciendo chorradas que no le importarán un carajo, pero quedan guays -Te voy a joder -fueron mis últimas palabras antes de que se pirase Terumi, lo tenía tan cerca... pero tan cerca... la próxima vez será un corte limpio en el cuello.
Estoy débil y algo malhumorado, envaino mi espada y desengancho la katana del cinturón para usarlo de apoyo y poder ponerme de pie y engancho la chaqueta a mis hombreras, ya no me queda apenas magia para utilizar, y si la usase acarrearía consecuencias en mi cuerpo, estoy acostumbrado a llevarlo al límite pero ahora lo que necesito... es una cura.
Coloco el seguro a mis armas, en caso de morir si las robasen no podrían usarlas sin mi autorización e intento dirigirme hacia la puerta de la sala, lentamente, el veneno continúa haciendo mella y yo lucho por mantenerme despierto. Escucho una voz conocida, la del Shinigami, la del Soul Reaper, la de Adramelech, escupo a un lado al momento en el que me dice que estoy a punto de romper mi propia regla y suelto una risa débil -Hace falta mucho más que ésto para matarme joven padawan.
El chico comenta que los demás se han ido -Habrán cumplido con sus objetivos, y no los culpo, a fin de cuentas así debía ser -me llevará a un lugar de descanso, un sitio conocido para él cuando lo rescataron de éste lugar putrefacto -Me va a costar un poco pero sí, podré subir algunos escalones. Me apoyo en Adramelech para ir subiendo los escalones con su ayuda, me costaba, incluso apoyado en mi katana con mi mano libre, paro uno de los pasos para pulsar el botón que desplegaría la manga que ocultaría mi brazo mecánico -Escúchame, en cuanto lleguemos al lugar que me has dicho, si acabo inconsciente, busca en algunos de los compartimentos que llevo encima, me mangué algunas cosas de éste sitio cuando me fui de excursión por la torre -si mal no recuerdo, creo haber robado alguna poción que es útil para los venenos pero ahora tal y como estoy no me acuerdo demasiado bien.
Tras subir todos los escalones, llegamos a otra sala en la que mi visión define como a dos personas, una mujer de cabello blanco y a otro tipo con el pelo negro, largo, esperándonos ahí, supongo que son los tipos que Adramelech me mencionó antes.
Estoy débil y algo malhumorado, envaino mi espada y desengancho la katana del cinturón para usarlo de apoyo y poder ponerme de pie y engancho la chaqueta a mis hombreras, ya no me queda apenas magia para utilizar, y si la usase acarrearía consecuencias en mi cuerpo, estoy acostumbrado a llevarlo al límite pero ahora lo que necesito... es una cura.
Coloco el seguro a mis armas, en caso de morir si las robasen no podrían usarlas sin mi autorización e intento dirigirme hacia la puerta de la sala, lentamente, el veneno continúa haciendo mella y yo lucho por mantenerme despierto. Escucho una voz conocida, la del Shinigami, la del Soul Reaper, la de Adramelech, escupo a un lado al momento en el que me dice que estoy a punto de romper mi propia regla y suelto una risa débil -Hace falta mucho más que ésto para matarme joven padawan.
El chico comenta que los demás se han ido -Habrán cumplido con sus objetivos, y no los culpo, a fin de cuentas así debía ser -me llevará a un lugar de descanso, un sitio conocido para él cuando lo rescataron de éste lugar putrefacto -Me va a costar un poco pero sí, podré subir algunos escalones. Me apoyo en Adramelech para ir subiendo los escalones con su ayuda, me costaba, incluso apoyado en mi katana con mi mano libre, paro uno de los pasos para pulsar el botón que desplegaría la manga que ocultaría mi brazo mecánico -Escúchame, en cuanto lleguemos al lugar que me has dicho, si acabo inconsciente, busca en algunos de los compartimentos que llevo encima, me mangué algunas cosas de éste sitio cuando me fui de excursión por la torre -si mal no recuerdo, creo haber robado alguna poción que es útil para los venenos pero ahora tal y como estoy no me acuerdo demasiado bien.
Tras subir todos los escalones, llegamos a otra sala en la que mi visión define como a dos personas, una mujer de cabello blanco y a otro tipo con el pelo negro, largo, esperándonos ahí, supongo que son los tipos que Adramelech me mencionó antes.
El japonés conserva su sentido del humor a pesar de estar hecho mierda, aunque yo creo que un poco más y lo habrían matado. Me callo ese comentario, no es lo mejor en este momento. Lo ayudo a caminar escaleras arriba, dejando que se apoye en lo que dura el trayecto. - Entonces...parece que todos cumplimos nuestros objetivos.- aunque no haya salido como esperamos, al menos en mi caso. Por lo menos ya sé lo que ha pasado, lo cual me quita cierto peso de encima, a pesar de que no me convenza.
Después me pide que rebusque entre las cosas que ha robado en cuanto quede inconsciente, cosa que no dudo que suceda en breves a juzgar por el mal aspecto que tiene. - Pero ...¿sabes lo que has robado? ¡ Vendrá con etiqueta al menos! - yo soy un manco en esto de la medicina también, no sé mucho de pociones. A saber qué ha cogido. - Bueno, no te preocupes, la gente con la que vamos tiene más idea, nos ayudarán. - el resto del camino no hablamos mucho más, bastante está costando ya llegar hasta donde están Khaled y Lyosha. Me dirijo al primero, sabedor de su habilidad para crear portales.
- Khaled, necesitamos un portal hasta la taberna de Jack el Destripador. Tengo que llevar ahí urgentemente a este compañero de misión- obviaré decir que es mago, ya que a Khaled no le agradan demasiado. Pero este se ha portado bien conmigo, y quiero devolverle el favor de algún modo. - Cuando me encargue de él regresaré aquí.
Después me pide que rebusque entre las cosas que ha robado en cuanto quede inconsciente, cosa que no dudo que suceda en breves a juzgar por el mal aspecto que tiene. - Pero ...¿sabes lo que has robado? ¡ Vendrá con etiqueta al menos! - yo soy un manco en esto de la medicina también, no sé mucho de pociones. A saber qué ha cogido. - Bueno, no te preocupes, la gente con la que vamos tiene más idea, nos ayudarán. - el resto del camino no hablamos mucho más, bastante está costando ya llegar hasta donde están Khaled y Lyosha. Me dirijo al primero, sabedor de su habilidad para crear portales.
- Khaled, necesitamos un portal hasta la taberna de Jack el Destripador. Tengo que llevar ahí urgentemente a este compañero de misión- obviaré decir que es mago, ya que a Khaled no le agradan demasiado. Pero este se ha portado bien conmigo, y quiero devolverle el favor de algún modo. - Cuando me encargue de él regresaré aquí.
Adramelech pareció quedar convencido con todo aquello, y sugirio que la propia Zayra podria traer al Guardián. Los años que habian pasado desde que la viera por ultima vez no los recuerdo. Pero si se que le ordené marchar lejos de Londres, llevarse a Astaroth lejos, protegerlo a él y a las calaveras restantes que quedaron tras nuestra dura caída.
Él se marcha, y Lyosha parece estar de acuerdo. Calmo mi temperamento tan pronto como el joven se ha ido. Pareciera que apenas ocurren cambios en mi ser externamente, pero la tormenta ocurre en todo momento bajo una superficie helada... Miré a Lyosha, la cual me advirtio. Si, su energia se agotaba. El tiempo del letargo se aproximaba, y este era sin duda un punto arcano de facil acceso para los perseguidores de los revenant.
-Puedes estar tranquila, hermana. Te buscaremos una sala aquí. Velaré tus sueños.
No tardo en oir pasos aproximandose. Pronto Adramelech, arrastrando consigo a un mago muy malherido, aparecen en escena. Mis labios se curvan en una sonrisa imperceptible, fruto de la ironia que me demuestra un descendiente mio al mostrarse en buenos terminos con un ...mago. Él no menciona nada, desconocedor probablemente, de que yo pueda saber de que tipo de mortal se trata. El tiempo, y enemigos de mayor índole han sustituido el odio que pudiera sentir en el pasado por todo mago viviente. Ahora era cuestion de individuos mostrarse dignos o no, sus impulsos demostrarían de que eran merecedores. Poso mis ojos en ellos brevemente antes de interponer entre nosotros mi baston de hierro retorcido, golpeando levemente el suelo. Sin ninguna palabra, la realidad se rasga abriendo una brecha. Un portal de teletransporte.
-No iré con vosotros. Pero no podeis ir solos.
Unas palabras susurradas, un sonido irreconocible a los oidos de ellos, una melodia de intrincadas silabas. Un demonio que es poco mas que una sombra se intuye en el interior de aquel portal. Mis ordenes eran sencillas para él: cruzarlos al otro lado del portal, aquella taberna que habia solicitado. Pueden ver como el demonio de oscuridad extiende una mano hacia ellos.
-Os escoltará. Y cumple tu palabra. Ahora la Torre es nuestra.
La brecha estaba abierta para ellos, en cuanto entrasen, ésta se cerraría. Sin mas, dejo caer mis parpados al tiempo que me doy la vuelta, ofreciendoles mi espalda y echando a caminar, esperando que Lyosha viniera conmigo. Escuché el sonido que produjo la brecha al cerrarse, Kosuke y Adramelech se habian marchado. Teniamos que encargarnos de asegurar aquel sitio....Fistandantilus podia querer volver. Buscaria una habitacion segura para Lyosha, y luego me dedicaría a convertir aquella torre en un autentico bastión.
Él se marcha, y Lyosha parece estar de acuerdo. Calmo mi temperamento tan pronto como el joven se ha ido. Pareciera que apenas ocurren cambios en mi ser externamente, pero la tormenta ocurre en todo momento bajo una superficie helada... Miré a Lyosha, la cual me advirtio. Si, su energia se agotaba. El tiempo del letargo se aproximaba, y este era sin duda un punto arcano de facil acceso para los perseguidores de los revenant.
-Puedes estar tranquila, hermana. Te buscaremos una sala aquí. Velaré tus sueños.
No tardo en oir pasos aproximandose. Pronto Adramelech, arrastrando consigo a un mago muy malherido, aparecen en escena. Mis labios se curvan en una sonrisa imperceptible, fruto de la ironia que me demuestra un descendiente mio al mostrarse en buenos terminos con un ...mago. Él no menciona nada, desconocedor probablemente, de que yo pueda saber de que tipo de mortal se trata. El tiempo, y enemigos de mayor índole han sustituido el odio que pudiera sentir en el pasado por todo mago viviente. Ahora era cuestion de individuos mostrarse dignos o no, sus impulsos demostrarían de que eran merecedores. Poso mis ojos en ellos brevemente antes de interponer entre nosotros mi baston de hierro retorcido, golpeando levemente el suelo. Sin ninguna palabra, la realidad se rasga abriendo una brecha. Un portal de teletransporte.
-No iré con vosotros. Pero no podeis ir solos.
Unas palabras susurradas, un sonido irreconocible a los oidos de ellos, una melodia de intrincadas silabas. Un demonio que es poco mas que una sombra se intuye en el interior de aquel portal. Mis ordenes eran sencillas para él: cruzarlos al otro lado del portal, aquella taberna que habia solicitado. Pueden ver como el demonio de oscuridad extiende una mano hacia ellos.
-Os escoltará. Y cumple tu palabra. Ahora la Torre es nuestra.
La brecha estaba abierta para ellos, en cuanto entrasen, ésta se cerraría. Sin mas, dejo caer mis parpados al tiempo que me doy la vuelta, ofreciendoles mi espalda y echando a caminar, esperando que Lyosha viniera conmigo. Escuché el sonido que produjo la brecha al cerrarse, Kosuke y Adramelech se habian marchado. Teniamos que encargarnos de asegurar aquel sitio....Fistandantilus podia querer volver. Buscaria una habitacion segura para Lyosha, y luego me dedicaría a convertir aquella torre en un autentico bastión.
El cansancio se va haciendo hueco en mi cuerpo y mente, acomodándose al igual que el dolor, debilitándome a cada paso que doy por la torre, en busca de una salida y esperando que los bichos de ahí fuera no sepan abrir puertas. Aunque bueno, con la cantidad de escaleras lo mismo de deshacen pieza a pieza conforme suben.
Cogiendo la mano de Moth y mirando en cada rincón y recoveco un poco más oscuro de la cuenta recorremos los pasillos y habitaciones. Aún hay gente, puedo ver las auras, pero se van marchando poco a poco. Los mancos, la chica alada, el drow y su pájaro-hombre, el resto de nigromantes y demonios… Parece que el viejo ha conseguido echarlos a todos de una manera u otra, excepto nosotras. No creo que tarde mucho en venir a hacer recuento de daños y volver a poner todo en orden, no quisiera estar aquí.
Por fin, tras dar vueltas y cuando ya todos se marchan entramos a una sala como las otras, con muchos utensilios y extraños ingredientes, solo falta un caldero en medio (y vete a saber si no lo tenía por ahí escondido). Voy rebuscando en la estantería, a ver si tiene alguna poción reabastecedora o cosas así, pero no. Al menos no con etiqueta, no pienso beberme nada que esté ahí sin identificar y que haya hecho el viejo.
Desesperada ya decido en intentar la desaparición, al menos antes de que empiecen a llegarme los mareos y náuseas por los golpes. Entonces por el rabillo del ojo veo un libro, pero no como el resto, no está sobredecorado y con palabras extrañas grabadas en la cubierta. ¿Un libro para entretenerse? Lo abro con más bien poco entusiasmo, ojeando las primeras páginas. Conforme mis ojos pasan por los nombres y lugares me acerco, sin terminar de creer que este cuaderno pueda realmente tener escrito lo que tanto tiempo llevo buscando. Con un nuevo entusiasmo miro a la pequeña, casi sonriendo, dejo el libro como estaba (que no queremos que el viejo venga a perseguirnos por quitarle su guía de acosador) y la cojo por los hombros, poniendo todas mis fuerzas restantes en desaparecernos lejos de esta jodida torre y su bosque encantado.
Cogiendo la mano de Moth y mirando en cada rincón y recoveco un poco más oscuro de la cuenta recorremos los pasillos y habitaciones. Aún hay gente, puedo ver las auras, pero se van marchando poco a poco. Los mancos, la chica alada, el drow y su pájaro-hombre, el resto de nigromantes y demonios… Parece que el viejo ha conseguido echarlos a todos de una manera u otra, excepto nosotras. No creo que tarde mucho en venir a hacer recuento de daños y volver a poner todo en orden, no quisiera estar aquí.
Por fin, tras dar vueltas y cuando ya todos se marchan entramos a una sala como las otras, con muchos utensilios y extraños ingredientes, solo falta un caldero en medio (y vete a saber si no lo tenía por ahí escondido). Voy rebuscando en la estantería, a ver si tiene alguna poción reabastecedora o cosas así, pero no. Al menos no con etiqueta, no pienso beberme nada que esté ahí sin identificar y que haya hecho el viejo.
Desesperada ya decido en intentar la desaparición, al menos antes de que empiecen a llegarme los mareos y náuseas por los golpes. Entonces por el rabillo del ojo veo un libro, pero no como el resto, no está sobredecorado y con palabras extrañas grabadas en la cubierta. ¿Un libro para entretenerse? Lo abro con más bien poco entusiasmo, ojeando las primeras páginas. Conforme mis ojos pasan por los nombres y lugares me acerco, sin terminar de creer que este cuaderno pueda realmente tener escrito lo que tanto tiempo llevo buscando. Con un nuevo entusiasmo miro a la pequeña, casi sonriendo, dejo el libro como estaba (que no queremos que el viejo venga a perseguirnos por quitarle su guía de acosador) y la cojo por los hombros, poniendo todas mis fuerzas restantes en desaparecernos lejos de esta jodida torre y su bosque encantado.
Finalmente todo quedó en calma. Ya no habia ni rastro de auras demoniacas por la zona, ni de ninguna otra criatura...salvo la mia propia y la de Lyosha. Guié a mi hermana a la cuspide de la torre, y alli, en uno de los cuartos, la dejé alojada. Dormitaba ya para entonces. Sellé su perimetro con círculos escritos que rezaban hechizos de proteccion contra los demonios. Un circulo que no podian atravesar. Los dibujé tambien en las paredes, siempre de dentro afuera para no atraparme a mi mismo, y en ultima instancia, en la puerta, cuando salí.... Ahora ni si quiera Belialt podria cruzar por ahi. Ella tendria que salir ahora de ahi y entrar por su propio pien, en las noches venideras, para descansar en paz.
Bajé mas tarde a la sala de los portales. Aquella de la que habia seguido saliendo humo por su puerta cerrada. Convertí mi cuerpo en llamas, dejando que el demonio tomase mas el control de mi para expresar sus poderes. Entre a dicha sala sin llegar a abrir la puerta, pues las llamas no atienden a ese tipo de reglas. Observé el interior. Lo que habia de arder, habia ardido, y lo que no, seguia en su lugar. Los portales no se habian consumido. Un pequeño foco de fuego verde agonizaba ya aqui y alla, los ultimos rescoldos de lo que habia sido un incendio mortal. Me acerqué al portal por el que antaño yo mismo saliera. Quería traer al guardián de vuelta, una oscura criatura que nos habia acompañado a los Soul Reaper desde hacia mas de un siglo. Una obra de alguien de mi hermandad, un maravilloso constructo demoniaco. Un ser oscuro, enorme y sin ojos que vagabundeaba las estancias de nuestra gente deteniendo a los intrusos. Comencé con su invocacion. Las palabras brotaban de mis labios de modo firme y entonado, un lenguaje arcano, una lengua oscura. Envié una visión a la mente de Zayra. Una vision en la cual era requerida en esta torre... lo mas pronto posible. Esperaba que supiera leer los mensajes ocultos en dicha vision y no lo tomase como una simple alucinacion.
El portal...comienza a vibrar conforme mis canticos avanzan. Muevo mis manos, casi puedo sentir como si con ellas tirase de unas cadenas invisibles, arrastrando a la poderosa mole que viaja a traves del otro lado. "Ven, no seas reticente. Nos conocemos de hace tanto...." Una carcajada como el aleteo de mil luciernagas resuena en la mente del demonio y se hace sentir en el pecho del nigromante. La siniestra figura de el Guardián surge de entre las capas del portal, una bestia enorme y silenciosa como la muerte, pese a su gran tamaño.
-Guardián. - le dije, irguiéndome. Era el nombre por el cual le conocian todos. - Bienvenido a tu nuevo hogar. Ya sabes...lo que tienes que hacer.
Su antorcha, apagada, entonces rezumó fuego. Sin un solo sonido, comenzó a andar. Salió de la sala de los portales. A partir de este momento, la bestia caminaria por la Torre sin cesar, detectando a cualquiera que se pudiera considerar intruso. Alertando de igual modo.
Tras haber realizado con exito mi primera tarea, subi de nuevo...y me dirigí a la puerta. Para hacer lo siguiente requeriría algo de hechicería oscura, magia negra, y por supuesto el precio de la sangre. Primero sellé la puerta con el mismo hechizo que tuviera antes. No se abriría sin una ofrenda de sangre. Emplee mi propia sangre, cortandome la palma de la mano e impregnando la puerta con ella mientras recitaba los versiculos de la maldicion adecuada. La cosa es que ahora no valdría cualquier sangre....tan solo valdría si era la sangre de un soul reaper. La superficie negra de la puerta bebió de mi sangre y a mis ojos pareció que se oscurecia aun mas. Ahora tan solo los soul podrian abrir la puerta, y una vez hecha su primera ofrenda, la segunda vez que la cruzaran no seria necesaria. El Guardian se encargaría de los demas.
El trabajo estaba hecho, por el momento. Ahora me faltaba aguardar a Zayra. Regresé al interior de la Torre. Era hora de inventariarlo todo, ver que poseia Fistandantilus aun, y ver que se habian llevado. Mas tarde, los otros portales requeririan de mis atenciones.
Bajé mas tarde a la sala de los portales. Aquella de la que habia seguido saliendo humo por su puerta cerrada. Convertí mi cuerpo en llamas, dejando que el demonio tomase mas el control de mi para expresar sus poderes. Entre a dicha sala sin llegar a abrir la puerta, pues las llamas no atienden a ese tipo de reglas. Observé el interior. Lo que habia de arder, habia ardido, y lo que no, seguia en su lugar. Los portales no se habian consumido. Un pequeño foco de fuego verde agonizaba ya aqui y alla, los ultimos rescoldos de lo que habia sido un incendio mortal. Me acerqué al portal por el que antaño yo mismo saliera. Quería traer al guardián de vuelta, una oscura criatura que nos habia acompañado a los Soul Reaper desde hacia mas de un siglo. Una obra de alguien de mi hermandad, un maravilloso constructo demoniaco. Un ser oscuro, enorme y sin ojos que vagabundeaba las estancias de nuestra gente deteniendo a los intrusos. Comencé con su invocacion. Las palabras brotaban de mis labios de modo firme y entonado, un lenguaje arcano, una lengua oscura. Envié una visión a la mente de Zayra. Una vision en la cual era requerida en esta torre... lo mas pronto posible. Esperaba que supiera leer los mensajes ocultos en dicha vision y no lo tomase como una simple alucinacion.
El portal...comienza a vibrar conforme mis canticos avanzan. Muevo mis manos, casi puedo sentir como si con ellas tirase de unas cadenas invisibles, arrastrando a la poderosa mole que viaja a traves del otro lado. "Ven, no seas reticente. Nos conocemos de hace tanto...." Una carcajada como el aleteo de mil luciernagas resuena en la mente del demonio y se hace sentir en el pecho del nigromante. La siniestra figura de el Guardián surge de entre las capas del portal, una bestia enorme y silenciosa como la muerte, pese a su gran tamaño.
-Guardián. - le dije, irguiéndome. Era el nombre por el cual le conocian todos. - Bienvenido a tu nuevo hogar. Ya sabes...lo que tienes que hacer.
Su antorcha, apagada, entonces rezumó fuego. Sin un solo sonido, comenzó a andar. Salió de la sala de los portales. A partir de este momento, la bestia caminaria por la Torre sin cesar, detectando a cualquiera que se pudiera considerar intruso. Alertando de igual modo.
Tras haber realizado con exito mi primera tarea, subi de nuevo...y me dirigí a la puerta. Para hacer lo siguiente requeriría algo de hechicería oscura, magia negra, y por supuesto el precio de la sangre. Primero sellé la puerta con el mismo hechizo que tuviera antes. No se abriría sin una ofrenda de sangre. Emplee mi propia sangre, cortandome la palma de la mano e impregnando la puerta con ella mientras recitaba los versiculos de la maldicion adecuada. La cosa es que ahora no valdría cualquier sangre....tan solo valdría si era la sangre de un soul reaper. La superficie negra de la puerta bebió de mi sangre y a mis ojos pareció que se oscurecia aun mas. Ahora tan solo los soul podrian abrir la puerta, y una vez hecha su primera ofrenda, la segunda vez que la cruzaran no seria necesaria. El Guardian se encargaría de los demas.
El trabajo estaba hecho, por el momento. Ahora me faltaba aguardar a Zayra. Regresé al interior de la Torre. Era hora de inventariarlo todo, ver que poseia Fistandantilus aun, y ver que se habian llevado. Mas tarde, los otros portales requeririan de mis atenciones.
Varios meses han transcurrido ya desde mi llegada a la Torre de la Alta Hechicería, ahora bajo dominio de los Soul Reaper. Resulta irónico que seamos nosotros, unos despreciados por los magos, los que finalmente han conseguido hacerse con este icónico lugar para el mundo mágico, con todo el poder que implica poseerlo. A lo largo de la historia hemos tenido que pasar por diferentes guaridas y asentamientos, ya fuese por persecución o conveniencia, pero hasta ahora no habíamos tenido acceso a ningún lugar tan poderoso, con tantas posibilidades por explorar. Apenas hemos salido del lugar desde que se lo arrebatamos al anciano nigromante, que no ha hecho intentos de recuperarlo o de atacar el lugar. Tampoco hubiese tenido mucho éxito, pues Khaled se ha encargado de proteger el sitio como es debido.
El demoníaco líder se ha dejado ver más bien poco, a excepción de una breve reunión que mantuvimos con la llegada de mi madre, Zayra. Khaled y Lyosha parecen estar demasiado ocupados desentrañando los misterios de la Sala de los 7 Portales y leyendo cada archivo y libro antiguo que han encontrado en la biblioteca de la torre. Mi madre también los acompaña en ocasiones, aunque está más ocupada coordinando a los Soul Reaper dispersos por los diferentes puntos del continente, pidiendo que dejen la labor de reclutar temporalmente para venir a Irlanda y poder reunirse con ellos. A mi me ha pedido justo lo contrario, que vaya a Londres a localizar humanos que desee unirse a nuestra causa y obtener magia gracias a las calaveras. Sospecho que quiere apartarme de aquí mientras hacen cosas importantes, o simplemente no quiere verme demasiado ahora que sabe que nunca recuperará a Astaroth, que murió. Creo que todavía me culpa de lo sucedido, y por eso no quiere verme. Recojo mis cosas para marcharme de la torre, esperando que me avisen para lo que sea que quieran hacer y para lo que están reuniendo a otros Soul Reaper. Abandono el lugar tras dejar una nota para Khaled, pidiendo que me contacte con alguno de sus demonios cuando llegue el momento de volver.
El demoníaco líder se ha dejado ver más bien poco, a excepción de una breve reunión que mantuvimos con la llegada de mi madre, Zayra. Khaled y Lyosha parecen estar demasiado ocupados desentrañando los misterios de la Sala de los 7 Portales y leyendo cada archivo y libro antiguo que han encontrado en la biblioteca de la torre. Mi madre también los acompaña en ocasiones, aunque está más ocupada coordinando a los Soul Reaper dispersos por los diferentes puntos del continente, pidiendo que dejen la labor de reclutar temporalmente para venir a Irlanda y poder reunirse con ellos. A mi me ha pedido justo lo contrario, que vaya a Londres a localizar humanos que desee unirse a nuestra causa y obtener magia gracias a las calaveras. Sospecho que quiere apartarme de aquí mientras hacen cosas importantes, o simplemente no quiere verme demasiado ahora que sabe que nunca recuperará a Astaroth, que murió. Creo que todavía me culpa de lo sucedido, y por eso no quiere verme. Recojo mis cosas para marcharme de la torre, esperando que me avisen para lo que sea que quieran hacer y para lo que están reuniendo a otros Soul Reaper. Abandono el lugar tras dejar una nota para Khaled, pidiendo que me contacte con alguno de sus demonios cuando llegue el momento de volver.
Alpha Kakumei
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Rosse me despeino a la vez que me llamaba niño, bufe colocandome bien de nuevo la melena, despues de todo, tenerla en orden me llevaba siempre su buen rato por las mañanas. Cuando quise replicarle de que tenia mis bien entrados 150 años, veo que besa en los labios suavemente a Adramelech y se va, mientras este se sonroja. No puedo evitar el ponerme a reir y ponerme en modo maruja, dandole un par de codazos amistosos.
- Oooooooh, los dulces sonidos del amor empiezan a florecer! Si quieres te puedo echar un cable, despues de todo lo llevo en la sangre, haber nacido de madre sucubo tiene sus ventajas en ese tema - me rei.
Mientras ibamos hacia nuestro destino comenzamos a hablar sobre su orden y como necesitaban poder hacerse fuertes y mostrase como alternativa a toda esa guerra. Alternativa... una palabra que no pude ejercer mucho, despues de todo estabamos demasiado encaminados siempre, por decirlo de alguna manera suave... ya que no quedaba otra que seguir un camino y no tener eso... alternativas. Internamente esperaba que la alternativa de Adra fuera lo suficientemente buena, pero sentia mis dudas.
- Oye Adra... con respecto a eso, necesito ver que realmente es una buena alternativa, que he escogido bien... si yo tengo que poner de mi parte para que podais confiar en mi, comprenderas que pida lo mismo... espero entiendas mi postura, quiero hacer realmente las cosas bien y... no pongo en duda que no haya rectitud en tu corazon, es simplemente que me asaltan las dudas y necesito que me ayudes a verlo claro y te ayudare y confiare en ti en lo que tengas que hacer. - Suspire y recupere la sonrisa- bueno, sobre como logre viajar es que aqui donde me ves tambien soy un poco cientifico, invente una maquina de saltos cuanticos y unidos al poder de Diablo pude abrir un portal a tu epoca y aqui estoy.
Al final llegamos a la entrada de una torre extraña, alta y majestuosa, esas que ves y se te eriza la piel y te da la sensacion de estar ante algo muy mistico y superior a ti. Era uno de esos lugares en los que me encantaba perderme y descubrir todo lo que tiene por mostrar. Me quede maravillado viendo la torre un buen rato.
- Oooooooh, los dulces sonidos del amor empiezan a florecer! Si quieres te puedo echar un cable, despues de todo lo llevo en la sangre, haber nacido de madre sucubo tiene sus ventajas en ese tema - me rei.
Mientras ibamos hacia nuestro destino comenzamos a hablar sobre su orden y como necesitaban poder hacerse fuertes y mostrase como alternativa a toda esa guerra. Alternativa... una palabra que no pude ejercer mucho, despues de todo estabamos demasiado encaminados siempre, por decirlo de alguna manera suave... ya que no quedaba otra que seguir un camino y no tener eso... alternativas. Internamente esperaba que la alternativa de Adra fuera lo suficientemente buena, pero sentia mis dudas.
- Oye Adra... con respecto a eso, necesito ver que realmente es una buena alternativa, que he escogido bien... si yo tengo que poner de mi parte para que podais confiar en mi, comprenderas que pida lo mismo... espero entiendas mi postura, quiero hacer realmente las cosas bien y... no pongo en duda que no haya rectitud en tu corazon, es simplemente que me asaltan las dudas y necesito que me ayudes a verlo claro y te ayudare y confiare en ti en lo que tengas que hacer. - Suspire y recupere la sonrisa- bueno, sobre como logre viajar es que aqui donde me ves tambien soy un poco cientifico, invente una maquina de saltos cuanticos y unidos al poder de Diablo pude abrir un portal a tu epoca y aqui estoy.
Al final llegamos a la entrada de una torre extraña, alta y majestuosa, esas que ves y se te eriza la piel y te da la sensacion de estar ante algo muy mistico y superior a ti. Era uno de esos lugares en los que me encantaba perderme y descubrir todo lo que tiene por mostrar. Me quede maravillado viendo la torre un buen rato.
Hubo tiempo para recorrer Londres tras haber abandonado ese siniestro hospital, aunque al ir andando tardamos bastante en llegar desde el bosque hasta la ciudad, y por allí todo el trayecto de recorrido del sitio. Luego nos esperaba otro viaje algo más largo, dejando atrás costas inglesas para llegar hasta costas irlandesas colándonos en un pequeño barco de mercancias que salía de la costa oeste de Inglaterra. Por suerte no pillamos temporal en el mar, y lo bueno es que por el camino tenemos tiempo de hablar y de conocernos un poco mejor. El tema de Rosse me daba algo de corte hablarlo, pero saber que él podía dar consejos por su herencia súcubo me interesa y da vergüenza a partes iguales. - Creo que tendrás que darme algunos consejos y clases de esas. Soy...algo novato en esos temas. - admito en algún momento de la conversación, tras haber cogido una ligera confianza con él. Me está costando no pensar en que es un demonio, pero de momento lo voy llevando de manera aceptable. Su parte no demoníaca es bastante amable, lo cual es un punto a su favor.
Durante el trayecto también nos da tiempo a hablar de cosas más importantes, como aquello que necesita saber para estar seguro de que ha elegido bien. Podría decirle muchas cosas, algunas buenas y otras no tanto, pero debería conocerlas. La historia ha silenciado bastante lo que es y fue nuestro bando, dejando entrever sólo aspectos negativos. - No te voy a mentir, Alpha. Hay luces y sombras en nuestro pasado, pero te contaré todo lo que sé. Creo que somos una buena alternativa porque no buscamos aplastar a ningún bando en concreto, como están intentando los demás, desde la Alianza, pasando por los Blood, hasta los renegados. Buscan la "paz" a través de subyugar al otro. Simplemente buscamos igualdad. El origen de esta guerra fue la desigualdad, entre aquellos que poseían el don de la magia y podían utilizar ese don, ya fuese para el bien o para abusar. Y por otro lado la "desventaja" de los humanos, que no poseían poderes. Muchos de ellos se echaron en brazos de la Alianza porque prometieron protegerlos. Tenían miedo a lo desconocido, lo cual es comprensible hasta cierto punto. En algunos ese miedo también albergaba parte de envidia, un "¿por qué ellos pueden tener este poder y yo no?". También es fácil ponerse en su lugar. Si todos partiésemos de la misma base no habría nada que temer, ni rencores, ni envidias, ni odios. Todos tendríamos igualdad de condiciones para progresar a partir de una base. - de vez en cuando voy haciendo pequeñas pausas en mi narración, pues el camino desde la costa hasta la torre también es algo largo, pero se hace llevadero con compañía. También he de estar atento para no perder el camino a seguir.
- En el pasado se hicieron algunas cosas mal, pues en aquella época hicieron de todo para obtener 12 objetos que otorgarían a los Soul un poder mayor. - siempre que me contaban esa parte de la historia había una parte de mi que pnsaba que tal vez se podrían haber hecho las cosas de otro modo, por mucho que crea en nuestra causa. - Por desgracia no resultó como se pensaba...reunirlas todas sólo desató un apocalipsis. Para arreglarlo tuvimos que sacrificar mucho, desde vidas hasta buena parte de nuestro poder, destruyendo algunas calaveras. A día de hoy sólo quedan 4, y por eso ha mermado tanto nuestro poder. Khaled, el líder de la hermandad, ha pasado más de 20 años en el infierno custodiando otra de las calaveras. Tuvo que exiliarse cuando sucedió todo aquello en 2012. Pocos saben de nuestro sacrificio, sólo saben que las catástrofes pararon. - le dejo un descanso de historia para que vaya asimilando y pregunte algo si tiene que hacerlo. Para ese momento ya nos hemos aproximado lo suficiente a la torre, que se alza majestuosa e imponente justo delante de nosotros. - La ancestral Torre de la Alta Hechicería...- Dejo que la contemple unos segundos, invitándole después a seguir conmigo hacia la puerta. Las medidas de seguridad mágicas que puso Khaled sólo actúan contra aquellos que no sean Soul Reaper o que no hayan sido invitados por uno de ellos, así que conseguimos entrar sin sufrir ningún percance. No hará falta que llame a Khaled, él sabrá que estamos aquí y aparecerá cuando desee. Tras la gran puerta de piedra, cuidadosamente tallada con runas, accedemos a la planta baja de la torre, encontrándonos de frente con una escalera de caracol, también de piedra. Otra puerta más disimulada da acceso al pasillo que conduce a la sala de los portales, abierta hace poco, tras siglos y siglos de abandono.
Durante el trayecto también nos da tiempo a hablar de cosas más importantes, como aquello que necesita saber para estar seguro de que ha elegido bien. Podría decirle muchas cosas, algunas buenas y otras no tanto, pero debería conocerlas. La historia ha silenciado bastante lo que es y fue nuestro bando, dejando entrever sólo aspectos negativos. - No te voy a mentir, Alpha. Hay luces y sombras en nuestro pasado, pero te contaré todo lo que sé. Creo que somos una buena alternativa porque no buscamos aplastar a ningún bando en concreto, como están intentando los demás, desde la Alianza, pasando por los Blood, hasta los renegados. Buscan la "paz" a través de subyugar al otro. Simplemente buscamos igualdad. El origen de esta guerra fue la desigualdad, entre aquellos que poseían el don de la magia y podían utilizar ese don, ya fuese para el bien o para abusar. Y por otro lado la "desventaja" de los humanos, que no poseían poderes. Muchos de ellos se echaron en brazos de la Alianza porque prometieron protegerlos. Tenían miedo a lo desconocido, lo cual es comprensible hasta cierto punto. En algunos ese miedo también albergaba parte de envidia, un "¿por qué ellos pueden tener este poder y yo no?". También es fácil ponerse en su lugar. Si todos partiésemos de la misma base no habría nada que temer, ni rencores, ni envidias, ni odios. Todos tendríamos igualdad de condiciones para progresar a partir de una base. - de vez en cuando voy haciendo pequeñas pausas en mi narración, pues el camino desde la costa hasta la torre también es algo largo, pero se hace llevadero con compañía. También he de estar atento para no perder el camino a seguir.
- En el pasado se hicieron algunas cosas mal, pues en aquella época hicieron de todo para obtener 12 objetos que otorgarían a los Soul un poder mayor. - siempre que me contaban esa parte de la historia había una parte de mi que pnsaba que tal vez se podrían haber hecho las cosas de otro modo, por mucho que crea en nuestra causa. - Por desgracia no resultó como se pensaba...reunirlas todas sólo desató un apocalipsis. Para arreglarlo tuvimos que sacrificar mucho, desde vidas hasta buena parte de nuestro poder, destruyendo algunas calaveras. A día de hoy sólo quedan 4, y por eso ha mermado tanto nuestro poder. Khaled, el líder de la hermandad, ha pasado más de 20 años en el infierno custodiando otra de las calaveras. Tuvo que exiliarse cuando sucedió todo aquello en 2012. Pocos saben de nuestro sacrificio, sólo saben que las catástrofes pararon. - le dejo un descanso de historia para que vaya asimilando y pregunte algo si tiene que hacerlo. Para ese momento ya nos hemos aproximado lo suficiente a la torre, que se alza majestuosa e imponente justo delante de nosotros. - La ancestral Torre de la Alta Hechicería...- Dejo que la contemple unos segundos, invitándole después a seguir conmigo hacia la puerta. Las medidas de seguridad mágicas que puso Khaled sólo actúan contra aquellos que no sean Soul Reaper o que no hayan sido invitados por uno de ellos, así que conseguimos entrar sin sufrir ningún percance. No hará falta que llame a Khaled, él sabrá que estamos aquí y aparecerá cuando desee. Tras la gran puerta de piedra, cuidadosamente tallada con runas, accedemos a la planta baja de la torre, encontrándonos de frente con una escalera de caracol, también de piedra. Otra puerta más disimulada da acceso al pasillo que conduce a la sala de los portales, abierta hace poco, tras siglos y siglos de abandono.
Alpha Kakumei
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Sonrei y rei un poco dulcemente al escuchar como un poco avergonzado Adramelech se declaraba novato en los temas de amor y que le vendria bien un poco de ayuda, es algo que pude deducir mirandolo en su comportamiento con Rosse cerca, y durante el trayecto al intentar hablar tambien del tema se cortaba bastante y sonrojaba. Me acerque a su lado y le di un abrazo cariñoso.
- Eres muy dulce y tierno, Adra, nadie nace sabiendo de eso, uno lo consigue a base de intentar y equivocarse y abriendo el corazon y aprendiendo a base de las heridas - dije abrazado a el,a lo que acerque mi boca a su oreja y le susurre - pero si quieres... podemos hace un pacto sucubo... ya sabes que muchas veces hacian pactos para ayudar a alguien a satisfacer sus deseos... - mientras le susurraba al oido le pase el indice suavemente por los labios - yo te ayudo a conseguir a tu damisela y a cambio... nos divertimos un dia juntos, necesito energia para poder estar en pie, es un intercambio justo creo yo...
Sonriendo me separe de el y mientras el trayecto continuaba suavemente sin problemas, mirando al mar y como el sol se reflejaba en las claras aguas me fue contando un poco la vision del grupo... no mas bien creo que su vision propia dentro del grupo, del mundo y del conflicto actual, en la mayor parte tenia razon, aunque creo que como muchos humanos y la gran mayor parte de los magos, no son conscientes de lo que en realidad es el poder, el tenerlo o no.
- Entiendo tu razonamiento, es mas, me parece bastante correcto y acertado, uno no puede tratar de resolver un conflicto poniendose en el mismo nivel que su oponente, tratando de aplastar su razon para llevartela, pero tambien me gustaria puntualizar algo que magicos y no magicos parece no tener en cuenta... el poder es tanto una bendicion como una maldicion y tambien una gran responsabilidad, espero Adra, que a aquellos que ayudes a tener el poder, los conciencies de ello y les ayudes a entender aquello que han recibido.
Salimos del barco y empezamos a caminar a la zona donde se encontraba la torre que iba a ser nuestra base, por el camino me conto la historia de su organizacion, para tener la version completa, no aquella que se fue pasando de boca en boca, obviamente no fue un camino de flores, estuvo lleno de problemas y sacrificios que los ha llevado al borde en el que estan ahora, pero noto en Adra un sentimiento de querer hacer mejor las cosas, arreglar lo que ha sucedido y poner un poco de orden dentro.
- No quiero que suene a reproche, pero refuerza un poco lo que te he comentado en el barco, cuando uno toma el poder inconscientemente, sin saber lo que conlleva y sin conocimiento en general, pasan esas cosas, pero no te preocupes, te ayudare a arreglar las cosas y a llevarlas a buen puerto, siempre que te mantengas firme en tus convicciones y se hagan las cosas correctamente, podremos conseguir devolver a los Soul todo lo que han perdido.
Al llegar a la torre y despues de presentarmela y dejarmela contemplar por fuera, entramos dentro y me condujo a los sotanos donde estaba aquella sala de la que me habia hablado llena de portales, era una estancia un tanto extraña, ademas de que el deterioro del paso del tiempo y el que no haya estado vigilada no le han ayudado mucho, pero quiza podamos recuperar su esplendor pasado.
- Eres muy dulce y tierno, Adra, nadie nace sabiendo de eso, uno lo consigue a base de intentar y equivocarse y abriendo el corazon y aprendiendo a base de las heridas - dije abrazado a el,a lo que acerque mi boca a su oreja y le susurre - pero si quieres... podemos hace un pacto sucubo... ya sabes que muchas veces hacian pactos para ayudar a alguien a satisfacer sus deseos... - mientras le susurraba al oido le pase el indice suavemente por los labios - yo te ayudo a conseguir a tu damisela y a cambio... nos divertimos un dia juntos, necesito energia para poder estar en pie, es un intercambio justo creo yo...
Sonriendo me separe de el y mientras el trayecto continuaba suavemente sin problemas, mirando al mar y como el sol se reflejaba en las claras aguas me fue contando un poco la vision del grupo... no mas bien creo que su vision propia dentro del grupo, del mundo y del conflicto actual, en la mayor parte tenia razon, aunque creo que como muchos humanos y la gran mayor parte de los magos, no son conscientes de lo que en realidad es el poder, el tenerlo o no.
- Entiendo tu razonamiento, es mas, me parece bastante correcto y acertado, uno no puede tratar de resolver un conflicto poniendose en el mismo nivel que su oponente, tratando de aplastar su razon para llevartela, pero tambien me gustaria puntualizar algo que magicos y no magicos parece no tener en cuenta... el poder es tanto una bendicion como una maldicion y tambien una gran responsabilidad, espero Adra, que a aquellos que ayudes a tener el poder, los conciencies de ello y les ayudes a entender aquello que han recibido.
Salimos del barco y empezamos a caminar a la zona donde se encontraba la torre que iba a ser nuestra base, por el camino me conto la historia de su organizacion, para tener la version completa, no aquella que se fue pasando de boca en boca, obviamente no fue un camino de flores, estuvo lleno de problemas y sacrificios que los ha llevado al borde en el que estan ahora, pero noto en Adra un sentimiento de querer hacer mejor las cosas, arreglar lo que ha sucedido y poner un poco de orden dentro.
- No quiero que suene a reproche, pero refuerza un poco lo que te he comentado en el barco, cuando uno toma el poder inconscientemente, sin saber lo que conlleva y sin conocimiento en general, pasan esas cosas, pero no te preocupes, te ayudare a arreglar las cosas y a llevarlas a buen puerto, siempre que te mantengas firme en tus convicciones y se hagan las cosas correctamente, podremos conseguir devolver a los Soul todo lo que han perdido.
Al llegar a la torre y despues de presentarmela y dejarmela contemplar por fuera, entramos dentro y me condujo a los sotanos donde estaba aquella sala de la que me habia hablado llena de portales, era una estancia un tanto extraña, ademas de que el deterioro del paso del tiempo y el que no haya estado vigilada no le han ayudado mucho, pero quiza podamos recuperar su esplendor pasado.
Las muestras de afecto como abrazos o besos siempre han escaseado en mi pasado, pues no tuve una niñez con padres cariñosos. Tal vez mi hermano muy de vez en cuando, pues él no era de demostrar las cosas de ese modo. Sé que me quería, pero lo demostraba de otras maneras. De mayor tampoco he tenido relaciones estrechas con nadie, así que cuando recibo contacto físico inesperado no sé muy bien cómo reaccionar. Es lo que me pasó con el beso de Rosse y es lo que me sucede con el abrazo de Alpha. No puedo decir que no agradezca un poco de calidez humana, pero soy un poco torpe emocionalmente.
Dulce y tierno...creo que tampoco me han llamado así antes. Es más, mi madre se ha quejado muchas veces de que en ocasiones me falta cierta maldad, como que no estoy a la altura de lo que tengo que hacer si me paso de bondadoso en algunas ocasiones. Tal vez tenga razón y por eso me hayan pasado algunas de las cosas que me han sucedido, como el robo de las calaveras de las que debía encargarme o la pérdida de mi mano por culpa del nigromante de la torre. Al menos ese ha salido escaldado, pues ahora la torre es nuestra.
- Ya me he equivocado demasiadas veces...- Tras varios segundos le devuelvo el abrazo, aunque de manera un tanto rígida al estar poco acostumbrado a hacerlo. Suspiro y guardo silencio durante algunos segundos, intentando asimilar eso de que me estén dando un abrazo y que sea una persona de la que puede salir un demonio en cualquier momento. Escuchar la palabra súcubo me pone un poco nervioso, pues siguen siendo demonios y los demonios me inquietan bastante. - ...yo no puedo permitirme pensar en mis deseos o en obtener algo para mí, debo pensar en la comunidad...- El fuerte sentimiento de pertenencia a grupo que se nos inculca desde siempre a los Soul ha calado fuerte en mí, a pesar de que en los últimos años me he despegado un poco de esa postura. Al principio o entiendo muy bien a qué se refiere con eso de la energía, aunque al pasar el dedo por mis labios creo que comprendo un poco mejor a qué se refiere. También he escuchado el modo en el que obtienen energía tanto incubos como súcubos, mediante relaciones sexuales. Puede que sea algo ingenuo, pero no hasta el punto de desconocer esa característica de dichos demonios. - ¿t-te refieres a Rosse? ¿cómo me ayudarías? - ella no encaja en el perfil de damisela, desde luego, pero está claro que se refiere a ella. Ambos me sacan los colores constantemente, en el poco tiempo que llevo conociéndolos. - tengo un pacto con ella y pienso cumplirlo, pero no tengo demasiada experiencia en...ya sabes...- carraspeo incómodo - En ninguno de los dos sentidos. No sé si estaré a la altura para nadie. - admito avergonzado a pesar de que creo que hubiese sido mejor callar, pero ya es demasiado tarde.Lo cierto es que sólo he estado con una meretriz en un burdel de Irlanda, y aquello no cuenta porque era su trabajo. No he estado con más mujeres, ni tampoco con hombres. Me relajo un poco cuando se separa, respirando hondo antes de seguir con la caminata.
Al reanudar la marcha asiento rápidamente a lo de concienciar a la gente con el poder obtenido, puesto que no hay nada más peligroso que aquellos que abusan de su poder y actúan de manera incontrolable. - Así es, no queremos que se les suba el poder a la cabeza. Por eso intentamos elegir bien a la gente que reclutamos, enseñándoles a manejar sus poderes. A Rosse la guiaré cuando decida unirse a nosotros, aunque resulte no pertenecer a la hermandad de la calavera de electricidad, la mía. Por mi parte no debes preocuparte respecto a mis convicciones. - la que me preocupa es mi madre, es capaz de hacer lo que sea, incluso cosas que no considero que estén bien, una vez analizadas en perspectiva. Me guardo este temor para mi mismo, ya me encargaré de guiarla por la senda adecuada.
- Si conseguimos de algún modo ser como antes, o mejores, lograremos ser parte importante en esta guerra. Así no tenemos la fuerza suficiente. Se me olvidaba decirte...el que nos engañó con las calaveras mágicas fue un poderoso demonio llamado El Todo. - con ese nombre tan prepotente bien se sabe lo que se puede esperar de él. Puede que sea imposible enfrentarlo si reunimos las calaveras de nuevo, pero quizás Khaled sepa mejor lo que podemos hacer. Con la ayuda de Alpha podremos prever los caminos a los que podrían llevarnos nuestras actuaciones, tanto buenas como malas. - La Alianza no puede ganar. Y tampoco el bando de magos que permite que aquellos que no tengan poderes sean menospreciados. La convivencia ha resultado ser imposible, no aceptan la diferencia. - no es que piense que la diferencia esté mal, pero si erradicar la diferencia de poder lleva a la paz...bienvenida sea la igualdad. Hago un gesto a Alpha para que me siga escaleras abajo, pues quiero bajar al subterráneo en el que se encuentra la sala de los portales, esperando encontrar a Khaled allí. Comenzamos a descender las desgastadas escaleras de piedra, utilizando una antorcha para ver el camino. - ¿Has vuelto a consultar si ha cambiado algo en tu futuro?
Dulce y tierno...creo que tampoco me han llamado así antes. Es más, mi madre se ha quejado muchas veces de que en ocasiones me falta cierta maldad, como que no estoy a la altura de lo que tengo que hacer si me paso de bondadoso en algunas ocasiones. Tal vez tenga razón y por eso me hayan pasado algunas de las cosas que me han sucedido, como el robo de las calaveras de las que debía encargarme o la pérdida de mi mano por culpa del nigromante de la torre. Al menos ese ha salido escaldado, pues ahora la torre es nuestra.
- Ya me he equivocado demasiadas veces...- Tras varios segundos le devuelvo el abrazo, aunque de manera un tanto rígida al estar poco acostumbrado a hacerlo. Suspiro y guardo silencio durante algunos segundos, intentando asimilar eso de que me estén dando un abrazo y que sea una persona de la que puede salir un demonio en cualquier momento. Escuchar la palabra súcubo me pone un poco nervioso, pues siguen siendo demonios y los demonios me inquietan bastante. - ...yo no puedo permitirme pensar en mis deseos o en obtener algo para mí, debo pensar en la comunidad...- El fuerte sentimiento de pertenencia a grupo que se nos inculca desde siempre a los Soul ha calado fuerte en mí, a pesar de que en los últimos años me he despegado un poco de esa postura. Al principio o entiendo muy bien a qué se refiere con eso de la energía, aunque al pasar el dedo por mis labios creo que comprendo un poco mejor a qué se refiere. También he escuchado el modo en el que obtienen energía tanto incubos como súcubos, mediante relaciones sexuales. Puede que sea algo ingenuo, pero no hasta el punto de desconocer esa característica de dichos demonios. - ¿t-te refieres a Rosse? ¿cómo me ayudarías? - ella no encaja en el perfil de damisela, desde luego, pero está claro que se refiere a ella. Ambos me sacan los colores constantemente, en el poco tiempo que llevo conociéndolos. - tengo un pacto con ella y pienso cumplirlo, pero no tengo demasiada experiencia en...ya sabes...- carraspeo incómodo - En ninguno de los dos sentidos. No sé si estaré a la altura para nadie. - admito avergonzado a pesar de que creo que hubiese sido mejor callar, pero ya es demasiado tarde.Lo cierto es que sólo he estado con una meretriz en un burdel de Irlanda, y aquello no cuenta porque era su trabajo. No he estado con más mujeres, ni tampoco con hombres. Me relajo un poco cuando se separa, respirando hondo antes de seguir con la caminata.
Al reanudar la marcha asiento rápidamente a lo de concienciar a la gente con el poder obtenido, puesto que no hay nada más peligroso que aquellos que abusan de su poder y actúan de manera incontrolable. - Así es, no queremos que se les suba el poder a la cabeza. Por eso intentamos elegir bien a la gente que reclutamos, enseñándoles a manejar sus poderes. A Rosse la guiaré cuando decida unirse a nosotros, aunque resulte no pertenecer a la hermandad de la calavera de electricidad, la mía. Por mi parte no debes preocuparte respecto a mis convicciones. - la que me preocupa es mi madre, es capaz de hacer lo que sea, incluso cosas que no considero que estén bien, una vez analizadas en perspectiva. Me guardo este temor para mi mismo, ya me encargaré de guiarla por la senda adecuada.
- Si conseguimos de algún modo ser como antes, o mejores, lograremos ser parte importante en esta guerra. Así no tenemos la fuerza suficiente. Se me olvidaba decirte...el que nos engañó con las calaveras mágicas fue un poderoso demonio llamado El Todo. - con ese nombre tan prepotente bien se sabe lo que se puede esperar de él. Puede que sea imposible enfrentarlo si reunimos las calaveras de nuevo, pero quizás Khaled sepa mejor lo que podemos hacer. Con la ayuda de Alpha podremos prever los caminos a los que podrían llevarnos nuestras actuaciones, tanto buenas como malas. - La Alianza no puede ganar. Y tampoco el bando de magos que permite que aquellos que no tengan poderes sean menospreciados. La convivencia ha resultado ser imposible, no aceptan la diferencia. - no es que piense que la diferencia esté mal, pero si erradicar la diferencia de poder lleva a la paz...bienvenida sea la igualdad. Hago un gesto a Alpha para que me siga escaleras abajo, pues quiero bajar al subterráneo en el que se encuentra la sala de los portales, esperando encontrar a Khaled allí. Comenzamos a descender las desgastadas escaleras de piedra, utilizando una antorcha para ver el camino. - ¿Has vuelto a consultar si ha cambiado algo en tu futuro?
Me hallaba en los sótanos de la torre, en sus entrañas, en el centro de la sala, paseando de un lado para otro con un monton de libros abiertos y tirados por el suelo, dispuestos en diferentes formas. Mapas, sellos, sigilos, escritos, runas y simbolos dibujados a medias por varios trozos de pergamino que habia unido creando dibujos imposibles.
A veces detenía mis pasos, y usando el control del demonio sobre el fuego, convertía en cenizas algunos pergaminos que eran erróneos. O que creía que eran erroneos. Habia conseguido volver a tranquilizar a Belialt, despues de que atacasemos de ese modo a la Soul Reaper de fuego, a la cual no habiamos vuelto a visitar.
Estaba intentando hallar el modo de abrir le portal del tiempo, para jugar con aquel torrente que no tenía por qué ser unilineal. Pero mi frustracion estaba alcanzando cotas muy altas, pues ni Belialt ni yo teníamos el poder para hacer aquello. Sabia que habia otros demonios que si podian, pero, sometidos a las leyes del infierno, tenian prohibido hacer eso... a favor de los mortales.
Demonios....? Hablando de ellos...
Sentí un aura demoniaca en la torre. Una presencia inequívoca, que no habia estado antes, no era uno de los que yo habia invocado. El demonio de mi interior se agitó, pero Khaled sabía mantener la calma perfectamente. El báculo de hierro retorcido con la calavera negra en lo alto levitó hacia las manos del Soul Reaper y con un gesto de ésta las puertas se abrieron, y descubrió en la entrada a Adramelech en compañia de un demonio, sin duda. Uno pelirrojo, cuya naturaleza desentrañó rapidamente gracias al saber de los Celestiales
-Si el Guardián te ha dejado pasar es porque Adramelech te ha concedido el paso. - su aura negra, como casi un agujero negro frente a mi, molestaron por unos momentos a mis ojos, que sin embargo no parpadearon. -¿Que hace aquí otro demonio? Adramelech. Debo recordarte lo que le ocurrió a Astaroth?
A veces detenía mis pasos, y usando el control del demonio sobre el fuego, convertía en cenizas algunos pergaminos que eran erróneos. O que creía que eran erroneos. Habia conseguido volver a tranquilizar a Belialt, despues de que atacasemos de ese modo a la Soul Reaper de fuego, a la cual no habiamos vuelto a visitar.
Estaba intentando hallar el modo de abrir le portal del tiempo, para jugar con aquel torrente que no tenía por qué ser unilineal. Pero mi frustracion estaba alcanzando cotas muy altas, pues ni Belialt ni yo teníamos el poder para hacer aquello. Sabia que habia otros demonios que si podian, pero, sometidos a las leyes del infierno, tenian prohibido hacer eso... a favor de los mortales.
Demonios....? Hablando de ellos...
Sentí un aura demoniaca en la torre. Una presencia inequívoca, que no habia estado antes, no era uno de los que yo habia invocado. El demonio de mi interior se agitó, pero Khaled sabía mantener la calma perfectamente. El báculo de hierro retorcido con la calavera negra en lo alto levitó hacia las manos del Soul Reaper y con un gesto de ésta las puertas se abrieron, y descubrió en la entrada a Adramelech en compañia de un demonio, sin duda. Uno pelirrojo, cuya naturaleza desentrañó rapidamente gracias al saber de los Celestiales
-Si el Guardián te ha dejado pasar es porque Adramelech te ha concedido el paso. - su aura negra, como casi un agujero negro frente a mi, molestaron por unos momentos a mis ojos, que sin embargo no parpadearon. -¿Que hace aquí otro demonio? Adramelech. Debo recordarte lo que le ocurrió a Astaroth?
Alpha Kakumei
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- Todos tenemos derecho a equivocarnos, el error es el mejor maestro que puedes tener, y es normal despues de tanto dolor tener miedo a volver a cometer el mismo error - le dije sonriendo, hasta el momento que dice que se debe a su comunidad y con el indice suavemente posado en sus labios le interrumpo - si vamos a trabajar juntos, prometeme que vas a olvidar eso de la "comunidad" y yo mantengo a Diablo quietecito para que no te de problemas - digo sonriendo y riendo amablemente un poco - dejame que te cuente una cosa, si vamos a levantar a los Soul de nuevo, necesitamos a alguien como tu, porque eres bueno, te preocupas por los demas y por tu orden, lo cual sera un elemento clave para que crezca y nos tomen como una verdadera alternativa que vela por todos y no que somos otro grupo tiranico mas que quiere alzar su voz.
Me doy cuenta por su forma de expresarse, sus reacciones y su abrazo sobre todo, de que el contacto humano le cuesta y probablemente tenga una alta falta de afecto, lo cual provoque esa inseguridad y timidez en el. No es algo malo, normalmente otra persona en su situacion hubiera encerrado su corazon en una roca y hubiera desarrollado una cierta maldad y falta de empatia. Agh, deberia de empezar a dejar de analizar a la gente de mi alrededor, pero es una mania que cogi sin querer, al no haber encajado tanto en el grupo y haber sido un poco mas solitario siempre fui capaz de ver mas alla del grupo y saber con que personas estaba en cada momento, lo cual me ayudo bastante, pero se supone que ahora mismo es otra situacion diferente y deberia cambiar el chip.
- Claro que me refiero a Rosse y te ayudaria aconsejandote, guiandote para que deas pasos para acercarte a ella, solo necesito un poco de tiempo cerca vuestro y como se me da bien conocer a la gente, podria figurarme como puedo ayudarte a aproximarte a ella y cuando no sepas que hacer, pues encauzarte un poco, aunque habra que currarselo un poco, a bote pronto creo que tiene curiosidad... sexual... hacia ti, sois como polos opuestos, pero no significa que algo pueda surgir de ahi, peores retos he intentado - dije eso ultimo riendo.
Seguimos bajando escaleras para ir a la zona de los portales que me quiere enseñar continuando nuestra animada conversacion sobre los planes de futuro. Me alegra saber que Adramelech tiene los pies en la tierra y sabe bien lo que hace, lo cual hace que me tranquilice y cada vez mas asuma que he tomado la decision correcta. Lo cual es un alivio, ya que no queria viajar atras y estropearlo aun mas. Cuando estamos en la sala, una extraña figura aparece en la sala. Diablo dentro de mi se siente incomodo.
"Es un demonio, no se tipo de demonio es, pero no te fies, hasta el menor de los demonios puede ser como un grano en el culo y paso de tener que ponerme a defender territorio"
No puedo evitar tratar de no hacer contacto visual con el, ya que me siento algo intimidado.
- Quiero ayudaros, por eso he venido... la Alianza esta avanzando peligrosamente y nadie, excepto vosotros trata de hacer algo de verdad para ayudar...
Me doy cuenta por su forma de expresarse, sus reacciones y su abrazo sobre todo, de que el contacto humano le cuesta y probablemente tenga una alta falta de afecto, lo cual provoque esa inseguridad y timidez en el. No es algo malo, normalmente otra persona en su situacion hubiera encerrado su corazon en una roca y hubiera desarrollado una cierta maldad y falta de empatia. Agh, deberia de empezar a dejar de analizar a la gente de mi alrededor, pero es una mania que cogi sin querer, al no haber encajado tanto en el grupo y haber sido un poco mas solitario siempre fui capaz de ver mas alla del grupo y saber con que personas estaba en cada momento, lo cual me ayudo bastante, pero se supone que ahora mismo es otra situacion diferente y deberia cambiar el chip.
- Claro que me refiero a Rosse y te ayudaria aconsejandote, guiandote para que deas pasos para acercarte a ella, solo necesito un poco de tiempo cerca vuestro y como se me da bien conocer a la gente, podria figurarme como puedo ayudarte a aproximarte a ella y cuando no sepas que hacer, pues encauzarte un poco, aunque habra que currarselo un poco, a bote pronto creo que tiene curiosidad... sexual... hacia ti, sois como polos opuestos, pero no significa que algo pueda surgir de ahi, peores retos he intentado - dije eso ultimo riendo.
Seguimos bajando escaleras para ir a la zona de los portales que me quiere enseñar continuando nuestra animada conversacion sobre los planes de futuro. Me alegra saber que Adramelech tiene los pies en la tierra y sabe bien lo que hace, lo cual hace que me tranquilice y cada vez mas asuma que he tomado la decision correcta. Lo cual es un alivio, ya que no queria viajar atras y estropearlo aun mas. Cuando estamos en la sala, una extraña figura aparece en la sala. Diablo dentro de mi se siente incomodo.
"Es un demonio, no se tipo de demonio es, pero no te fies, hasta el menor de los demonios puede ser como un grano en el culo y paso de tener que ponerme a defender territorio"
No puedo evitar tratar de no hacer contacto visual con el, ya que me siento algo intimidado.
- Quiero ayudaros, por eso he venido... la Alianza esta avanzando peligrosamente y nadie, excepto vosotros trata de hacer algo de verdad para ayudar...
Tuerzo un poco el gesto por eso de olvidar a la comunidad, me siento un traidor si hago algo así. - Velaré por su bien, pero si veo que el camino no es adecuado trataré de corregirlo. - opto ese término medio, sintiéndome bastante valorado por eso que dice sobre mi, lo de ser bueno y preocuparme por otros. En ocasiones me han reprochado eso, precisamente. - Exacto. No queremos hacernos con el control de nada, ni gobernar. Sólo crear igualdad de oportunidades para todos. Ya no habrá más motivo de disputa si el "objeto" a codiciar o temer está al alcance de todos. - añado con misticismo, quedándome parado unos segundos a mitad de la escalera con gesto pensativo. Parece que voy a decir algo profundo o filosófico, pero nada más lejos. - Como cuando legalizaron la marihuana en todas partes. Se acabó el tráfico. - sigo bajando escaleras, agradeciendo que esté algo oscuro para que no se vea que me ruborizo al hablar de temas amorosos o simplemente de relaciones.
-Acepto que me des consejos, tú pareces saber del tema. Pero creo que vamos muy rápido, ¿no? ella sólo me pidió una...esteee...una noche conmigo. Un simple trato. Yo también siento cierta atracción, pero es justo lo que tú dices, somos polos opuestos y no sé cómo nos llevaríamos más allá de eso. ¿Qué retos dices?- pregunto con curiosidad mientras llegamos al final de las escaleras, situándonos frente a la puerta que da acceso a la sala de los portales. Ahora está abierta permanentemente, por lo que no tengo que usar la llave especial, sólo empujar y listo. - He aquí la Sala de los Siete Portales. Cerrada durante siglos, olvidada durante demasiado tiempo. - Ante nosotros se encuentra una sala circular de aspecto algo tosco, incluso con algunas estalagtitas y estalagmitas de lo que antaño debió ser una cueva. Alrededor de toda la sala se encuentran varios portales, algunos de ellos con su frontón triangular y un friso con inscripciones bajo éste. Otros tienen un aspecto más similar a construcciones megalíticas, como si fuesen más antiguos que los anteriores. Lo común a todos ellos es el aspecto de su "entrada". Nebulosas que no tienen nada que envidiar en belleza y colores a aquellas imágenes que los humanos obtienen del espacio, girando de manera incesante en diferentes direcciones, emitiendo una extraña luz.
La aparición de Khaled no deja de resultarme algo intimidante, a pesar de ser esperada. Todavía no consigo olvidar cuando su demonio tomó el control y casi me estrangula. Por suerte el nigromante fue más fuerte, y la promesa de luchar juntos para conquistar esta torre para los Soul Reaper resultó ser el trato definitivo. Este lugar es mejor que cualquiera que hayamos tenido con anterioridad, incluida la antigua fortaleza de Inglaterra, o el Panteón de Roma en el que vivimos una larga temporada. Ninguno de esos lugares tenía una sala como la de los portales, algo que puede brindarnos una oportunidad única. El monstruoso guardián es suficiente para proteger el lugar de visitas indeseadas, así que me apresuro a explicarle a Khaled el motivo de la presencia de Alpha. - Viene conmigo, Khaled. Sí...ya sé que es un demonio. - admito desviando la mirada y sintiéndome como un crío regañado, siendo yo el primero que todavía está aceptando que tiene tratos con un ser como el que acabó matando a mi hermano. - Pero a veces hay que correr riesgos para poder ganar algo más. - Alzo la vista hacia Khaled, tratando de sostenerle la mirada y ser fuerte frente a él.
- Quiere ayudarnos, y ha venido de un tiempo futuro para advertirnos de lo que ha sucedido. La Alianza ha ganado en el lugar del que proviene, y apenas quedan seres mágicos con vida para plantarles cara. Ha viajado hasta aquí para impedir esa situación. Y es curioso que llegue ahora, precisamente cuando nosotros estamos tratando de comprender cómo funciona el portal del tiempo que hay en esta sala. - no me habían dejado participar demasiado en la investigación, pero sé que andan en ello. - Si consiguiésemos el poder de antaño...podríamos ser una alternativa real para acabar con esta maldita guerra. Consigamos lo que no se pudo hace más de 20 años, evitemos quedar tan debilitados como estamos ahora. Él puede ver las consecuencias en el tiempo, nosotros tenemos acceso a un portal del tiempo, y otro al plano demoníaco. No podemos dejar pasar una oportunidad así.
Mi mirada viaja rápida del joven soul reaper que afirma saber lo que es, y que lo ha invitado él. No veo rastros de auras que me indiquen que Adramelech está siendo controlado por la voluntad del demonio, asi que debo creer que dice la verdad. He caminado hacia ellos mientras escuchaba las palabras de ambos, sin mostrarme intimidado por la presencia de otro demonio o con miedo. Esta es nuestra morada y si ha venido a causar molestias, lo lamentará por toda la eternidad.
No dije nada. Escuché lo que el pelirrojo y el soul tenían que decir. Viajes en el tiempo. Sabía que era perfectamente posible, el tiempo no era mas que otra dimension mas que aun no habiamos logrado plegar a nuestra necesidad, como si habiamos hecho con el espacio.
- Hmf.... está claro que si los dioses no quisieran que jugasemos con el tiempo no nos habrían dado esto. O es una blasfemia más? Ha sido el portal del tiempo que te ha traído aquí?
Me planté frente a Alpha, el báculo de mi lado. Habia oido las palabras de Adramelech.
-Suponiendo que dijeses la verdad...pues no es dificil imaginar un futuro así...¿Que ha ocurrido con nuestra organizacion en el tiempo del que vienes? Perteneces a la hermandad? Tienes alguna prueba?
Entonces di la vuelta, quedando de espaldas a ellos . Caminé hacia el portal demoníaco del que un día, no hace demasiados meses, había salido para volver a la tierra en el cuerpo de Khaled Svensson, tras años presos en el infierno. Recuperar el poder de dias pasados, era posible, mas sin embargo....
-Hace 20 años los magos no estaban listos para aceptar que todos tenian derecho y posibilidad de poder acceder a la magia, creían que era un don, parte de un plan divino que salvarian a la tierra....hoy eso ha quedado claro que es un espejismo. No son mejores que nadie. Quizá en este tiempo si estén listos. He estado rastreando al demonio que creó las calaveras. Podría dar con él...forzarle a que las crease de nuevo. - me di levemente la vuelta para clavar la mirada en Alpha - ¿Que fue lo que nos derrotó?
No dije nada. Escuché lo que el pelirrojo y el soul tenían que decir. Viajes en el tiempo. Sabía que era perfectamente posible, el tiempo no era mas que otra dimension mas que aun no habiamos logrado plegar a nuestra necesidad, como si habiamos hecho con el espacio.
- Hmf.... está claro que si los dioses no quisieran que jugasemos con el tiempo no nos habrían dado esto. O es una blasfemia más? Ha sido el portal del tiempo que te ha traído aquí?
Me planté frente a Alpha, el báculo de mi lado. Habia oido las palabras de Adramelech.
-Suponiendo que dijeses la verdad...pues no es dificil imaginar un futuro así...¿Que ha ocurrido con nuestra organizacion en el tiempo del que vienes? Perteneces a la hermandad? Tienes alguna prueba?
Entonces di la vuelta, quedando de espaldas a ellos . Caminé hacia el portal demoníaco del que un día, no hace demasiados meses, había salido para volver a la tierra en el cuerpo de Khaled Svensson, tras años presos en el infierno. Recuperar el poder de dias pasados, era posible, mas sin embargo....
-Hace 20 años los magos no estaban listos para aceptar que todos tenian derecho y posibilidad de poder acceder a la magia, creían que era un don, parte de un plan divino que salvarian a la tierra....hoy eso ha quedado claro que es un espejismo. No son mejores que nadie. Quizá en este tiempo si estén listos. He estado rastreando al demonio que creó las calaveras. Podría dar con él...forzarle a que las crease de nuevo. - me di levemente la vuelta para clavar la mirada en Alpha - ¿Que fue lo que nos derrotó?
Alpha Kakumei
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Las palabras de Adramelech me tranquilizan un poco ya que demuestra no estar adoctrinado por los Soul y que seguia teniendo un pensamiento propio y libre bastante equilibrado y que con su ayuda se podria encaminar mejor al grupo hacia una salida bastante decente y que pudiera ayudar a romper con lo que debe suceder en el futuro. Sonrio al ver que el pobre se hace un poco lio pensando en los asuntos del amor.
- Si, tu tranquilo, yo te ayudo, aunque estas muy muy verde, pero como he dicho, me gustan los retos... y a los retos que me referia, yo tuve un novio que era asesino profesional, no pareciamos pegar con cola ni con calzador, pero aun asi, pasamos muchos años juntos. Y no te preocupes, iremos por lo basico y luego mas adelante se vera si obtienes algo mas con Rosse o con otra chica.
Al llegar a la sala de los portales, somos interrumpidos por el hermano de Adramelech, su nombre, de labios de Adra, Khaled. Adramelech nos introduce a su hermano para calmar su inquietud pero este no deja de mirarnos inquisitivamente y de preguntar el porque estamos aqui, parece como si intentara descubrir la minima razon para echarnos de alli y no creer nada de lo que le dijeramos. No podia mantener la mirada a sus ojos, estaba delante de un demonio real y fuerte... "He leido eso... ". Con porte regio y autoritario, un demonio que se toma su papel muy enserio y hace todo meticulosamente... "Eso tambien lo he leido... ". Iba a intentar contestarle pero de repente vi su cara un tanto... graciosa? Diablo ya estaba haciendo de las suyas con el poder de las ilusiones le habia puesto gafas de culo de botella estilo Hans topo, y una nariz y bigote ridiculos. Intente no reirme por todos los medios, tape mi boca, aguante la respiracion pero no pude controlar la risa desbocada. Diablo aprovecho ese momento para materializarse en su cuerpo "humano" a mi lado.
- Por el reino mas sagrado del inframundo, por fin te ries, llevas tanto tiempo sin hacerlo que me iba a volver loco, pensaba que ya no era capaz de ejercer mi labor!
- No es momento para tonterias esto es serio, Diablo! - dije intentando controlar mi risa, pero Diablo simplemente se giro hacia Khaled
- No pertenecemos a tu orden, os hemos encontrado de casualidad... o quizas a algo providente? Los Soul no sois mas que leyendas de donde venimos, casi os ponen como que hundisteis la Atlantida y vosotros con ella, al menos en algunos rumores, de que habias intentado obtener poder como los magos y poneros por encima de magos y humanos y que vuestro propio poder os castigo. Graciosamente que la Alianza haya ganado es gracias a que los magos no han cambiado nada en todos estos años, sus constantes divisiones, ego y demas, han dado lo mejor de ellos y la Alianza supo aprovechar eso para introducir su reinado del terror. Y no, no hemos usado el portal que aqui esta, hemos fusionado tecnologia de mi humano, con parte de mi poder y aqui hemos acabado
- Si, tu tranquilo, yo te ayudo, aunque estas muy muy verde, pero como he dicho, me gustan los retos... y a los retos que me referia, yo tuve un novio que era asesino profesional, no pareciamos pegar con cola ni con calzador, pero aun asi, pasamos muchos años juntos. Y no te preocupes, iremos por lo basico y luego mas adelante se vera si obtienes algo mas con Rosse o con otra chica.
Al llegar a la sala de los portales, somos interrumpidos por el hermano de Adramelech, su nombre, de labios de Adra, Khaled. Adramelech nos introduce a su hermano para calmar su inquietud pero este no deja de mirarnos inquisitivamente y de preguntar el porque estamos aqui, parece como si intentara descubrir la minima razon para echarnos de alli y no creer nada de lo que le dijeramos. No podia mantener la mirada a sus ojos, estaba delante de un demonio real y fuerte... "He leido eso... ". Con porte regio y autoritario, un demonio que se toma su papel muy enserio y hace todo meticulosamente... "Eso tambien lo he leido... ". Iba a intentar contestarle pero de repente vi su cara un tanto... graciosa? Diablo ya estaba haciendo de las suyas con el poder de las ilusiones le habia puesto gafas de culo de botella estilo Hans topo, y una nariz y bigote ridiculos. Intente no reirme por todos los medios, tape mi boca, aguante la respiracion pero no pude controlar la risa desbocada. Diablo aprovecho ese momento para materializarse en su cuerpo "humano" a mi lado.
- Por el reino mas sagrado del inframundo, por fin te ries, llevas tanto tiempo sin hacerlo que me iba a volver loco, pensaba que ya no era capaz de ejercer mi labor!
- No es momento para tonterias esto es serio, Diablo! - dije intentando controlar mi risa, pero Diablo simplemente se giro hacia Khaled
- No pertenecemos a tu orden, os hemos encontrado de casualidad... o quizas a algo providente? Los Soul no sois mas que leyendas de donde venimos, casi os ponen como que hundisteis la Atlantida y vosotros con ella, al menos en algunos rumores, de que habias intentado obtener poder como los magos y poneros por encima de magos y humanos y que vuestro propio poder os castigo. Graciosamente que la Alianza haya ganado es gracias a que los magos no han cambiado nada en todos estos años, sus constantes divisiones, ego y demas, han dado lo mejor de ellos y la Alianza supo aprovechar eso para introducir su reinado del terror. Y no, no hemos usado el portal que aqui esta, hemos fusionado tecnologia de mi humano, con parte de mi poder y aqui hemos acabado
La conversación sobre amoríos y técnicas queda algo interrumpida cuando llegamos a la sala de los portales , sobre todo porque aparece Khaled y no es cuestión de seguir hablando de eso. Me ha sorprendido eso del novio asesino profesional que tenía Alpha, pues me da la impresión de que no le pega nada. Seguro que es muy bueno en eso de las artes amatorias para durar tanto tiempo. Tal vez le pregunte luego más cosas si tenemos ocasión, y si supero mi vergüenza. Suspiro pesadamente al mirar a mi abuelo cuando comienza a hablar, pidiendo pruebas a Alpha de que lo que dice es cierto. Al menos concuerdo con lo que dice sobre los magos, puede que los renegados si estén listos para un mundo en el que cualquiera pueda acceder a la magia. Puede que por fin haya llegado el momento para que todos acepten que nuestra vía es la que causará menos sufrimiento a la gran mayoría.
Siento algo de inquietud al escuchar que ha localizado al demonio que nos arrebató parte de las calaveras de poder hace unos años, un episodio bien conocido y temido por todos. No sé qué podríamos hacer esta vez para que fuese diferente, pero todo sería distinto si consiguiésemos restaurar los objetos fuente de nuestra magia . Pego un pequeño bote al ver materializarse al demonio de Alpha materializarse junto a él, apartándome de ambos discretamente. El demonio es más resuelto a la hora de explicar qué pasó con nosotros y cómo han llegado hasta aquí, algo que espero que haga que mi abuelo deje de recelar. Hay mucho por hacer como para perdernos en preguntas y respuestas eternas.
- Entonces no sé a qué estamos esperando para actuar. Tenemos dos opciones, según veo. Una de ellas es que busques a es demonio en el momento actual y le obligues de algún modo a que nos devuelva el poder que nos hizo perder. Sin provocar nuevos apocalipsis, claro. Otra sería viajar a otra época e intentar arreglarlo desde allí...aunque cambiar lo que sucedió puede afectar al momento actual y puede ser peligroso. - miro de reojo a Alpha, esperando algún tipo de opinión por su parte. Ninguna nos garantiza el éxito. Y seguir reclutando al ritmo actual no sirve de nada. También es cierto que si volviese al pasado tendría la tentación de salvar a mi hermano, sería casi inevitable que quisiese hacerlo. Eso y otros muchos fallos, pero me lo callo.
- Sea lo que sea lo que decidáis...contad conmigo. - soy el que menos habilidades tiene para esta tarea, ni controlo demonios ni puedo ver los hilos del tiempo. Seré un soldado en la misión que sea. - Cuanto antes pongamos en marcha el plan, mejor.
Siento algo de inquietud al escuchar que ha localizado al demonio que nos arrebató parte de las calaveras de poder hace unos años, un episodio bien conocido y temido por todos. No sé qué podríamos hacer esta vez para que fuese diferente, pero todo sería distinto si consiguiésemos restaurar los objetos fuente de nuestra magia . Pego un pequeño bote al ver materializarse al demonio de Alpha materializarse junto a él, apartándome de ambos discretamente. El demonio es más resuelto a la hora de explicar qué pasó con nosotros y cómo han llegado hasta aquí, algo que espero que haga que mi abuelo deje de recelar. Hay mucho por hacer como para perdernos en preguntas y respuestas eternas.
- Entonces no sé a qué estamos esperando para actuar. Tenemos dos opciones, según veo. Una de ellas es que busques a es demonio en el momento actual y le obligues de algún modo a que nos devuelva el poder que nos hizo perder. Sin provocar nuevos apocalipsis, claro. Otra sería viajar a otra época e intentar arreglarlo desde allí...aunque cambiar lo que sucedió puede afectar al momento actual y puede ser peligroso. - miro de reojo a Alpha, esperando algún tipo de opinión por su parte. Ninguna nos garantiza el éxito. Y seguir reclutando al ritmo actual no sirve de nada. También es cierto que si volviese al pasado tendría la tentación de salvar a mi hermano, sería casi inevitable que quisiese hacerlo. Eso y otros muchos fallos, pero me lo callo.
- Sea lo que sea lo que decidáis...contad conmigo. - soy el que menos habilidades tiene para esta tarea, ni controlo demonios ni puedo ver los hilos del tiempo. Seré un soldado en la misión que sea. - Cuanto antes pongamos en marcha el plan, mejor.
Percibí lo que aquel demonio estaba haciendo y vi la disimulada risa de su dueño. Ni si quiera me molesté en molestarme. No soportaba a los demonios que se comportaban como duendecillos bromistas... Inspiré aire y lo solté, lentamente, estaba empleando mi paciencia para no destripar ahi a nadie y evitar que Belialt se pusiera furioso.
-No me gustan los demonios. Contente. - le advertí a Alpha. -Contenlo.
Nada mas lejos, se materializó ahi mismo con el aspecto de un joven moreno. Escuché no obstante lo que tenía que decir....con mi ceño algo frucido pero gesto impasible.
-Eso ya nos ocurrió en el pasado. Dos veces. Los soul, ciegos por su sed de poder, reunimos las calaveras, absorbimos el poder de los magos y lo hicimos nuestro, unimos el torrente arcano en nuestra sangre y lo pasamos a nuestros herederos.... pero las catástrofes se siguieron. Pensamos entonces, pensaron, que habia sido un castigo de las divinidades por haber aspirado demasiado alto, que se debia a que no podiamos contener tal poder. Mentira. - mi tono de voz se volvió frio y asesino en esa ultima palabra.
-Ahora sabemos que fue no un castigo divino si no...todo lo contrario. Un juego de demonios.
Me quedé en silencio tras escucharlos a ambos. Los magos, decia, no habian cambiado. No me extrañaba. No cambiaron cuando desaparecí yo, no iban a hacerlo en un tiempo próximo. Uno podria llegar a pensar que tanto castigo y sufrimiento les haria replantearse las cosas....
-Como sabéis, no se puede matar a un demonio. Puedo obligar al Todo a que nos devuelva lo que perdimos, podemos obligarlo y derrotarlo, pero una vez lo haga volver al plano demoniaco, volveriamos a estar en peligro de caer de nuevo en sus designios. Hay que enviarlo a otro lugar. Cuando lo hayamos hecho, tendremos el poder necesario para igualar los facotres en esta guerra. Dejará de ser una guerra mágica...si desean seguir matándose tendrán que llamarla de otro modo.
-No me gustan los demonios. Contente. - le advertí a Alpha. -Contenlo.
Nada mas lejos, se materializó ahi mismo con el aspecto de un joven moreno. Escuché no obstante lo que tenía que decir....con mi ceño algo frucido pero gesto impasible.
-Eso ya nos ocurrió en el pasado. Dos veces. Los soul, ciegos por su sed de poder, reunimos las calaveras, absorbimos el poder de los magos y lo hicimos nuestro, unimos el torrente arcano en nuestra sangre y lo pasamos a nuestros herederos.... pero las catástrofes se siguieron. Pensamos entonces, pensaron, que habia sido un castigo de las divinidades por haber aspirado demasiado alto, que se debia a que no podiamos contener tal poder. Mentira. - mi tono de voz se volvió frio y asesino en esa ultima palabra.
-Ahora sabemos que fue no un castigo divino si no...todo lo contrario. Un juego de demonios.
Me quedé en silencio tras escucharlos a ambos. Los magos, decia, no habian cambiado. No me extrañaba. No cambiaron cuando desaparecí yo, no iban a hacerlo en un tiempo próximo. Uno podria llegar a pensar que tanto castigo y sufrimiento les haria replantearse las cosas....
-Como sabéis, no se puede matar a un demonio. Puedo obligar al Todo a que nos devuelva lo que perdimos, podemos obligarlo y derrotarlo, pero una vez lo haga volver al plano demoniaco, volveriamos a estar en peligro de caer de nuevo en sus designios. Hay que enviarlo a otro lugar. Cuando lo hayamos hecho, tendremos el poder necesario para igualar los facotres en esta guerra. Dejará de ser una guerra mágica...si desean seguir matándose tendrán que llamarla de otro modo.
Alpha Kakumei
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Khaled parece notar la broma que ha hecho Diablo y se medio enfada, pidiendome que lo controle, ojala pudiera... rara es la vez que esta lo suficientemente distraido para no gastar una broma pesada a alguien con tal de divertirse un rato y divertirse a costa de la gente ajena. Parece que varias veces los Soul estuvieron al borde de su destruccion y no por intervenciones divinas, sino mas bien por jugarretas demoniacas, y aquel que lo obro todo podria devolver lo robado, el problema es dejarlo suelto y que vuelva a su reino y lo vuelva a hacer. Diablo y yo intercambiamos miradas sonriendo, asintiendo a la vez, como si telepaticamente nos hubieramos hablado.
- Si hay que encerrar a ese demonio para que no pueda volver a hacer nada desde su reino, podemos encargarnos Diablo y yo una vez se consiga quitarle lo que os robo.
- Lo enviaremos a una dimension desde la que no pueda acceder a su reino, la que decidais que es mejor para tal fin, o incluso a una cualquiera y ponemos las protecciones y trampas necesarias para que no peuda escapar.
Ahora que lo pienso detenidamente... vamos a vivir en esta torre mucho tiempo? No es que me importe mucho, la verdad es que podria entretenerme con lo que esta torre pueda esconder y aprender de el, pero hecho de menos un poco lo tecnologico, me pregunto si por esta epoca quedara algun lugar de los Kakumei aunque estea abandonado, o si habra algun Kakumei cerca, si los hay quiza si los ponemos de nuestro lado la cosa sera muy diferente, ademas, seguro que ellos lo entienden.
- Si hay que encerrar a ese demonio para que no pueda volver a hacer nada desde su reino, podemos encargarnos Diablo y yo una vez se consiga quitarle lo que os robo.
- Lo enviaremos a una dimension desde la que no pueda acceder a su reino, la que decidais que es mejor para tal fin, o incluso a una cualquiera y ponemos las protecciones y trampas necesarias para que no peuda escapar.
Ahora que lo pienso detenidamente... vamos a vivir en esta torre mucho tiempo? No es que me importe mucho, la verdad es que podria entretenerme con lo que esta torre pueda esconder y aprender de el, pero hecho de menos un poco lo tecnologico, me pregunto si por esta epoca quedara algun lugar de los Kakumei aunque estea abandonado, o si habra algun Kakumei cerca, si los hay quiza si los ponemos de nuestro lado la cosa sera muy diferente, ademas, seguro que ellos lo entienden.
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