Recuerdo del primer mensaje :
En este lugar se encontraba la Antigua Torre de hechicería que desapareció misteriosamente absorbiéndose a si misma durante una batalla contra las tropas androides de SAM.
Me reí, sí, me reí ante la estupidez que Terumi había soltado cuando le dije que devoré carne, algo me dice que piensa que tuve que ir de caníbal para sobrevivir durante el caos en la villa -Estaba desesperado, pero no lo bastante como para comer carne humana -me tomé una pequeña pausa para observar al tipo ahora paralizado tras mi ataque eléctrico -estás errado, muy muy errado, yo hablo de carne demoníaca, no todos los demonios que soltaste pudieron poseer cuerpos, a fin de cuentas, tú y tus... "súbditos" -con ello insultaba a la súcubo a la que se enfrentaba Pamela -os cargasteis a bastantes habitantes como para que algunos se quedaran sin cuerpos, pero bueno, les hice un favor.
Escucho como aparece un visitante más, alguien que hablaba con Pam, creí que lo que decía Akira era una coña, pero el anciano me confirma que la rubia es una demonio -Tienes que estar de puta broma... -murmuré, pero no tengo tiempo que perder, voy a destrozar a Akira... la putada está en que la súcubo coge a Moth como rehén, a veces odio tener razón, sabía que éste tipo de cosas pasarían. Ahora que el anciano tiene a la cría, puedo encontrarme perfectamente en una clara desventaja, un cuatro contra uno me pasaría factura, la suficiente como para que el pago de dicha factura fuese mi vida pues Pamela hará lo que sea por Moth... algo raro de encontrar en un demonio.
El viejo se larga con la niña casi envuelta en escamas, debilitada por una piedra de drenaje que llevaba consigo. -Bueno rubia... ¿o debería llamarte demonio? Voy a darte dos opciones: 1. Me dejas también a la súcubo y te vas para hacerte responsable de la estupidez que has cometido; 2. Te quedas a linchar a la súcubo y me facilitas el trabajo -uno contra uno, dos contra uno, me da igual, a dos puedo enfrentarlos, pero en caso de que la demonio insensata suba y acceda a las condiciones del carcamal, deberé de prepararme por si debo enfrentarla. Ah joder... pero que bonitos son los secuestros.
Volvamos al lío, porque no hay que perder el tiempo y hay que aprovechar la parálisis, para estar jodido está bastante tranquilo, tan tranquilo que sigue siendo capaz de soltar vacilaciones, suspiro porque solo dice mamarrachadas -Ni soy un héroe y tú sin tus demonios no serías nada... por cierto... ¿no te duele un poco en el orgullo que un viejales haya podido controlar a tú esclava sexual? -lo agarro de la ropa y lo miro a la cara con indiferencia, sus comentarios no me producen ningún tipo de provocación -ni si quiera merece la pena reducirte a cenizas -lo golpeo nuevamente en el pecho con el guardamanos del arma -Pensaba que eras el gilipollas que destrozó Kumatori, pero empiezo a creer que sólo eres un farsante.
Escucho como aparece un visitante más, alguien que hablaba con Pam, creí que lo que decía Akira era una coña, pero el anciano me confirma que la rubia es una demonio -Tienes que estar de puta broma... -murmuré, pero no tengo tiempo que perder, voy a destrozar a Akira... la putada está en que la súcubo coge a Moth como rehén, a veces odio tener razón, sabía que éste tipo de cosas pasarían. Ahora que el anciano tiene a la cría, puedo encontrarme perfectamente en una clara desventaja, un cuatro contra uno me pasaría factura, la suficiente como para que el pago de dicha factura fuese mi vida pues Pamela hará lo que sea por Moth... algo raro de encontrar en un demonio.
El viejo se larga con la niña casi envuelta en escamas, debilitada por una piedra de drenaje que llevaba consigo. -Bueno rubia... ¿o debería llamarte demonio? Voy a darte dos opciones: 1. Me dejas también a la súcubo y te vas para hacerte responsable de la estupidez que has cometido; 2. Te quedas a linchar a la súcubo y me facilitas el trabajo -uno contra uno, dos contra uno, me da igual, a dos puedo enfrentarlos, pero en caso de que la demonio insensata suba y acceda a las condiciones del carcamal, deberé de prepararme por si debo enfrentarla. Ah joder... pero que bonitos son los secuestros.
Volvamos al lío, porque no hay que perder el tiempo y hay que aprovechar la parálisis, para estar jodido está bastante tranquilo, tan tranquilo que sigue siendo capaz de soltar vacilaciones, suspiro porque solo dice mamarrachadas -Ni soy un héroe y tú sin tus demonios no serías nada... por cierto... ¿no te duele un poco en el orgullo que un viejales haya podido controlar a tú esclava sexual? -lo agarro de la ropa y lo miro a la cara con indiferencia, sus comentarios no me producen ningún tipo de provocación -ni si quiera merece la pena reducirte a cenizas -lo golpeo nuevamente en el pecho con el guardamanos del arma -Pensaba que eras el gilipollas que destrozó Kumatori, pero empiezo a creer que sólo eres un farsante.
Akira Terumi
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Carne humana. No sabía muy distinta al cerdo, según los caníbales. Igual porque los humanos no eran muy distintos a los puercos. Estaba seguro de que el mocomierdas habría probado alguna vez aquel tipo de sabor. -Carne demoníaca, carne humana… ¿Qué más da? Me han venido niñatos diciendo que han tenido que beberse hasta sus meaditas, a lo Bear Grylls.- Y un nigromante se acostumbraba a cosas asquerosas. Especialmente los que preferían los muertos a los demonios. -La cuestión es que tienen mucha proteína. Y ambos son igual de prescindibles.
La presencia de Fistandantilus en el fondo me era una ayuda. Si bien la demonio podía encargarse del asunto, prefería no perder mi tiempo en seguir sometiéndola para que luchara con la otra. Cogió a la niñata de rehén usando a la mía prestada, y tras algunas hablas y chuparle sangre, se marchó con esta dejando a la rubia ahí. Sola. -El viejo es desde luego un chaval conveniente, no?- Miré a Pamela con una sonrisa en el rostro. -He escuchado que le gustan muy jóvenes. Que solo con las niñas se le levanta sin viagra.
¿Qué? Fistandantilus tenía pinta de viejo pedófilo. Y así igual me dejaría en paz para que pudiera darle la debida paliza a Kosuke. O lo que fuera, porque en aquel mismo momento estaba un poco en desventaja. Me empezó a sermonear sobre dejar que mi Zerenitíh con más acentos de la cuenta fuera dominada por él. -No necesito buscarme demonios para ello. No son más que herramientas. Uno las puede tomar prestadas, más si es para quitar mierda de en medio. ¿Porqué no debería dejar que usara la escoba para quitar la porquería del camino?
Para mí no era más que una fregona, un demonio. Igual esa por ser mejor que la media una con un mango bañado en plata. Pero una escoba y ya. Que uno ha de ser malo y despreciar a todo lo que se mueve, para ser un villano correcto y detestable. Me miraba, él y toda su cara dechino no porque este es japo y sabe que no es chino japonés haciéndose el tipo duro. Me propinó otro golpe mientras me despreciaba. -Qué original, niño…- Suspiré. Esperaba que tuviera alguna cosa más… Innovadora a decir.
-Qué original.- Y libre de la electricidad, decidí utilizar la otra daga para golpearle directamente en un flanco, con esta imbuída en una nube de veneno. -El chico duro. He visto muchos como tú ya. Es una pena, porque esos intentan no llorar cuando los matan.- Y desaparecí de su agarre, apareciendo en el otro lado de la habitación, sin apartar la mirada de la rubia. O optaría por lanzarse como un toro cabreado a por mi o usaría la magia. En todo caso no tenía mucho de lo que preocuparme. No había forma de la que pudiera salir malherido de allí.
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veneno? acierta?
La presencia de Fistandantilus en el fondo me era una ayuda. Si bien la demonio podía encargarse del asunto, prefería no perder mi tiempo en seguir sometiéndola para que luchara con la otra. Cogió a la niñata de rehén usando a la mía prestada, y tras algunas hablas y chuparle sangre, se marchó con esta dejando a la rubia ahí. Sola. -El viejo es desde luego un chaval conveniente, no?- Miré a Pamela con una sonrisa en el rostro. -He escuchado que le gustan muy jóvenes. Que solo con las niñas se le levanta sin viagra.
¿Qué? Fistandantilus tenía pinta de viejo pedófilo. Y así igual me dejaría en paz para que pudiera darle la debida paliza a Kosuke. O lo que fuera, porque en aquel mismo momento estaba un poco en desventaja. Me empezó a sermonear sobre dejar que mi Zerenitíh con más acentos de la cuenta fuera dominada por él. -No necesito buscarme demonios para ello. No son más que herramientas. Uno las puede tomar prestadas, más si es para quitar mierda de en medio. ¿Porqué no debería dejar que usara la escoba para quitar la porquería del camino?
Para mí no era más que una fregona, un demonio. Igual esa por ser mejor que la media una con un mango bañado en plata. Pero una escoba y ya. Que uno ha de ser malo y despreciar a todo lo que se mueve, para ser un villano correcto y detestable. Me miraba, él y toda su cara de
-Qué original.- Y libre de la electricidad, decidí utilizar la otra daga para golpearle directamente en un flanco, con esta imbuída en una nube de veneno. -El chico duro. He visto muchos como tú ya. Es una pena, porque esos intentan no llorar cuando los matan.- Y desaparecí de su agarre, apareciendo en el otro lado de la habitación, sin apartar la mirada de la rubia. O optaría por lanzarse como un toro cabreado a por mi o usaría la magia. En todo caso no tenía mucho de lo que preocuparme. No había forma de la que pudiera salir malherido de allí.
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veneno? acierta?
Akira Terumi
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ME HE OLVIDADO DEL DADO POR SEGUNDA VEZ MEACUENGTO
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El miembro 'Akira Terumi' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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El tío este está empezando a crear en mí un sentimiento de asco y odio hacia su persona sin ayuda, él solito. "¿Que no tengo ambiciones? Vas a enterarte saco de pasas pochas". Se marcha de aquí con Moth, y entonces sé que el tiempo es oro y no tengo mucho antes de que acabe con la vida de la pequeña. ¿Por qué? Pues porque los nigromantes son así, su parte humana es egoísta y orgullosa a la vez que su otra mitad es repugnante y se ve demasiado atraída hacia la muerte.
Sé que tiene razón al decir que la niña es mi púnto débil, lo sé y lo asumo, pero no por ello puedo dejar de preocuparme y correr a salvar su vida. Así que me encaro con la súcubo, ahora que ni ella está aquí ni el viejo, y un horrible y gutural grito sale de mi garganta al mismo tiempo que parte de mi poder demoníaco acude al cuerpo de Pamela. Los dientes se convierten en afilados colmillos, las manos se desfiguran hasta convertirse en garras, obligándome a guadar el látigo, y alrededor de mí comienzan a formarse unos oscuros nubarrones que giran y giran envolviéndonos a las dos y dejando por su lado a los otros peleando.
-Vuelve a casa, ya te han utilizado suficiente.
Así, entre arañazos y mordiscos, usando pequeñas descargas también, ambas nos enzarzamos, lanzándonos contra la otra y buscando ser quien gane. La jodía no se corta un pelo a la hora de defenderse, usando tanto sus ilusiones como su cuerpo para luchar contra mis ataques. Rodamos por el suelo, nos golpeamos contra la pared, gruñimos como animales y peleamos por respirar entre empujón y arañazo y patada. Con esfuerzo acabo sobre ella, rasgando su garganta con mis largas uñas mientras siento su cuerpo intentar resistirse entre mis piernas, atrapada, y acabando con su vida en este plano terrenal.
Hago desaparecer los nubarrones, que me consumen demasiada energía, y después de echar un pequeño vistazo a los japos desaparezco de allí, en busca del viejo y Moth por las lindes del bosque, ya que también anda cansado y no puede estar muy lejos.
Sé que tiene razón al decir que la niña es mi púnto débil, lo sé y lo asumo, pero no por ello puedo dejar de preocuparme y correr a salvar su vida. Así que me encaro con la súcubo, ahora que ni ella está aquí ni el viejo, y un horrible y gutural grito sale de mi garganta al mismo tiempo que parte de mi poder demoníaco acude al cuerpo de Pamela. Los dientes se convierten en afilados colmillos, las manos se desfiguran hasta convertirse en garras, obligándome a guadar el látigo, y alrededor de mí comienzan a formarse unos oscuros nubarrones que giran y giran envolviéndonos a las dos y dejando por su lado a los otros peleando.
-Vuelve a casa, ya te han utilizado suficiente.
Así, entre arañazos y mordiscos, usando pequeñas descargas también, ambas nos enzarzamos, lanzándonos contra la otra y buscando ser quien gane. La jodía no se corta un pelo a la hora de defenderse, usando tanto sus ilusiones como su cuerpo para luchar contra mis ataques. Rodamos por el suelo, nos golpeamos contra la pared, gruñimos como animales y peleamos por respirar entre empujón y arañazo y patada. Con esfuerzo acabo sobre ella, rasgando su garganta con mis largas uñas mientras siento su cuerpo intentar resistirse entre mis piernas, atrapada, y acabando con su vida en este plano terrenal.
Hago desaparecer los nubarrones, que me consumen demasiada energía, y después de echar un pequeño vistazo a los japos desaparezco de allí, en busca del viejo y Moth por las lindes del bosque, ya que también anda cansado y no puede estar muy lejos.
Lyosha Svensson
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Lyosha no es más que una vigilante. Serena, tranquila pero demasiado maquiavélica. Espera el momento correcto para actuar, pero en un mundo donde los reyes son nigromantes y los enemigos los demonios -sus cazadores- no hay nada que pueda hacer demasiado. La hoja de su arma gira incesante mientras sus dedos mueven el mango lentamente. Lo cierto es que no tomará cartas porque usar su magia haría que aquellos poderosos demonios tan enfrascados en sus propios problemas pusiesen un ojo sobre ella. Khaled le había advertido de ellos y Lyosha sólo escuchaba a Khaled.
La muerte de Astaroth no le pasa inadvertida, en lo absoluto. Pero tampoco había tenido la oportunidad de generar algún tipo de lazo sentimental con él. Más allá de un simple gesto empático por perder a un Svensson el rostro de la revenant se mantiene impasible, calmo. La situación no es, ni de lejos, para hacer una mueca de una sonrisa sardónica que simpre acompañaba sus labios.
-No soy una marioneta. Y niégate todo lo que quieras, pero pregúntale primero a tu hermano si no tiene deseos de volver. Yo pude haber dicho que no pero no lo hice-
Dijo ante la sensación de duda del hombre, secundando lo que decía Khaled y deteniendo el arma de ipso facto. Nunca lo había sido, por más que muchos pensaran que su hermano era el líder y debía rendirle pleitesía, Lyosha era una de las pocas que hacía lo que quería y su sacrificio hace años demostraba la libre expresión que la mujer poseía y que ahora no se había disipado.
-No soy un maldito experimento, pendejo de mierda-
Las palabras de Adramelech no son gustosas para los oídos de una mujer acostumbrada al protocolo y educación. La actitud de ambos hombres y todo lo que ocurre a su alrededor hace que se sienta en el ojo del huracán, ligeramente impotente de no poder hacer nada pero sabia al esconder su presencia de los ojos de sus cazadores. Y aunque sabe que habla con el demonio, le molesta un poco que su muerte no haya servido de mucho. Resopló con un gesto de molestia al menos hasta que el demonio mandó a volar a Adramelech, eso le gustó. Pero lo cierto es que permitir demasiada la permanencia del demonio no era buena idea. No para Khaled al menos. Volvió su vista a su hermano levantando el kopesh.
- A ver... Soy muy partidaria del caos, pero qué ganas con matar a toda la mierdecilla, empezando por el pendejo?-
Le preguntó la mujer entrando en su campo de visión y protegiendo con su cuerpo a Adramelech. Alzó ambas cejas con un gesto algo inquisidor en su rostro. La segunda respuesta de Adramelech hace que gire su vista hacia él para luego volver rodando los ojos.
- Hay más muerte por venir y mucho más jugosa. Sabes que me encargaré de ello-
Le dio dos golpecitos en el hombro como llamando a su hermano y tratando de mantener su atención. Confiaba en que si el demonio quería demostrar sus poderes contra ella, Khaled la defendería y aún le quedaba por saber...Si sólo tenía como sire a Khaled o también a esa criatura.
La muerte de Astaroth no le pasa inadvertida, en lo absoluto. Pero tampoco había tenido la oportunidad de generar algún tipo de lazo sentimental con él. Más allá de un simple gesto empático por perder a un Svensson el rostro de la revenant se mantiene impasible, calmo. La situación no es, ni de lejos, para hacer una mueca de una sonrisa sardónica que simpre acompañaba sus labios.
-No soy una marioneta. Y niégate todo lo que quieras, pero pregúntale primero a tu hermano si no tiene deseos de volver. Yo pude haber dicho que no pero no lo hice-
Dijo ante la sensación de duda del hombre, secundando lo que decía Khaled y deteniendo el arma de ipso facto. Nunca lo había sido, por más que muchos pensaran que su hermano era el líder y debía rendirle pleitesía, Lyosha era una de las pocas que hacía lo que quería y su sacrificio hace años demostraba la libre expresión que la mujer poseía y que ahora no se había disipado.
-No soy un maldito experimento, pendejo de mierda-
Las palabras de Adramelech no son gustosas para los oídos de una mujer acostumbrada al protocolo y educación. La actitud de ambos hombres y todo lo que ocurre a su alrededor hace que se sienta en el ojo del huracán, ligeramente impotente de no poder hacer nada pero sabia al esconder su presencia de los ojos de sus cazadores. Y aunque sabe que habla con el demonio, le molesta un poco que su muerte no haya servido de mucho. Resopló con un gesto de molestia al menos hasta que el demonio mandó a volar a Adramelech, eso le gustó. Pero lo cierto es que permitir demasiada la permanencia del demonio no era buena idea. No para Khaled al menos. Volvió su vista a su hermano levantando el kopesh.
- A ver... Soy muy partidaria del caos, pero qué ganas con matar a toda la mierdecilla, empezando por el pendejo?-
Le preguntó la mujer entrando en su campo de visión y protegiendo con su cuerpo a Adramelech. Alzó ambas cejas con un gesto algo inquisidor en su rostro. La segunda respuesta de Adramelech hace que gire su vista hacia él para luego volver rodando los ojos.
- Hay más muerte por venir y mucho más jugosa. Sabes que me encargaré de ello-
Le dio dos golpecitos en el hombro como llamando a su hermano y tratando de mantener su atención. Confiaba en que si el demonio quería demostrar sus poderes contra ella, Khaled la defendería y aún le quedaba por saber...Si sólo tenía como sire a Khaled o también a esa criatura.
Burlas, burlas y más burlas, es todo cuanto puedo resumir de sus balbuceos en cuanto a la forma en la que tuve que sobrevivir -Hasta tú te beberías tu propia meada, puto fetichista.
El tipo confirma que el carcamal le ha sido de ayuda para quitarse a una persona de encima, no le importa que otros nigromantes usen a los demonios que él mismo invoca, para él sólo son juguetes, herramientas, armas para destruir todo a su paso, le dedica unas palabras a Pamela, seguramente para meterle más nerviosismo a la demonio tras la huida del viejo.
Me fijo de reojo en la pelea de Pamela, la cual invoca nubarrones que la ocultan tanto a ella como a la demonio mientras iba tomando su forma verdadera, ésta distracción me costaría cara, pues el efecto de aturdimiento de Terumi se disipa, siento como mueve el brazo para acuchillarme con aquella daga envenenada, reacciono pero no lo suficientemente rápido como para esquivarlo, ha logrado acertar su ataque.
El nigromante se había liberado de mi usando desaparición y apareciendo en otro punto de la sala. Miro a mi enemigo pero algo borroso, el veneno es lo suficientemente potente como para empezar a causar estragos en mi cuerpo, se jacta del acierto de ese golpe, lamentando que tipos como yo no lloramos por cualquier tipo de sufrimiento, suelto una tos ensangrentada, confirmando que ésto no tiene buena pinta. Debo acabar ésta pelea cuanto antes y buscar un antídoto a su veneno o será el fin para mí. Puedo ver la delgada línea entre la vida y la muerte ahora mismo. Reí... mi reacción fue reírme, reírme del posible destino que pudiese depararme -Viejo... mi destino no es morir aún -murmuré recordando el fatídico día que estuve apunto de morir, Terumi ahora mismo seguro que piensa que estoy loco, y en cierta medida, puede que lo esté
Pamela ya no estaba, se había encargado ya de la demonio y se fue de la sala, mejor para ella, porque puede que mi mala hostia cause daños colaterales ahora mismo. Por ahora no haré nada, estoy en mal estado por el veneno y debo reducir los movimientos innecesarios, Esperaré el momento para el contraataque siempre que el cuerpo me lo permita.
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¿Cuanto me afecta el veneno? Mucho, estoy jodido :cryplz:
El tipo confirma que el carcamal le ha sido de ayuda para quitarse a una persona de encima, no le importa que otros nigromantes usen a los demonios que él mismo invoca, para él sólo son juguetes, herramientas, armas para destruir todo a su paso, le dedica unas palabras a Pamela, seguramente para meterle más nerviosismo a la demonio tras la huida del viejo.
Me fijo de reojo en la pelea de Pamela, la cual invoca nubarrones que la ocultan tanto a ella como a la demonio mientras iba tomando su forma verdadera, ésta distracción me costaría cara, pues el efecto de aturdimiento de Terumi se disipa, siento como mueve el brazo para acuchillarme con aquella daga envenenada, reacciono pero no lo suficientemente rápido como para esquivarlo, ha logrado acertar su ataque.
El nigromante se había liberado de mi usando desaparición y apareciendo en otro punto de la sala. Miro a mi enemigo pero algo borroso, el veneno es lo suficientemente potente como para empezar a causar estragos en mi cuerpo, se jacta del acierto de ese golpe, lamentando que tipos como yo no lloramos por cualquier tipo de sufrimiento, suelto una tos ensangrentada, confirmando que ésto no tiene buena pinta. Debo acabar ésta pelea cuanto antes y buscar un antídoto a su veneno o será el fin para mí. Puedo ver la delgada línea entre la vida y la muerte ahora mismo. Reí... mi reacción fue reírme, reírme del posible destino que pudiese depararme -Viejo... mi destino no es morir aún -murmuré recordando el fatídico día que estuve apunto de morir, Terumi ahora mismo seguro que piensa que estoy loco, y en cierta medida, puede que lo esté
Pamela ya no estaba, se había encargado ya de la demonio y se fue de la sala, mejor para ella, porque puede que mi mala hostia cause daños colaterales ahora mismo. Por ahora no haré nada, estoy en mal estado por el veneno y debo reducir los movimientos innecesarios, Esperaré el momento para el contraataque siempre que el cuerpo me lo permita.
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¿Cuanto me afecta el veneno? Mucho, estoy jodido :cryplz:
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El miembro 'Kosuke Zekerasu' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Akira Terumi
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-A mi como no sea vino del bueno ni me hables.- Claro que bebía otras cosas, pero quedaba muy pijo decir que solo bebía vino. Y me podía permitir esos lujos, como todo buen villano que se saca el dinero del bolsillo mágico.
Al otro lado de la sala el desaparecido viejo con su secuestrada niña habían dejado a las dos demonias tener una pelea de gatos. Por supuesto fue una pelea… Caótica. Todos los demonios eran caóticos. Nubes y tormenta desvelaron la clase de la demonia rubia, que se enzarzó en una bestial batalla carente de calidad. Sencillamente, como bestias. Lo cual no era de extrañar. Esos… Animalillos del inframundo no conocían otra forma de pelear.
Venció la otra, no sin una larga batalla. Y tras eso se marchó. Aquello me resultaba la mar de ventajoso. Me importaba poco el destino que hubiera sufrido Zerénítíh o como quiera que se llamara… La cuestión es que había hecho su función y me había librado de en medio un obstáculo. Éramos dos en batalla, como a todo niñato vengativo le gustaba. Quedó inmóvil donde estaba al teletransportarme. Había acertado de lleno el corte y parecía haber surtido efecto…
-Oh, parece que no te ha sentado bien el veneno, ¿No? Ui ui ui, que pena..- Parecía haber sido especialmente efectivo. Ni aún al reírme me inmuté demasiado. Que no era momento de morir, y me llamó viejo. Hice una mueca entre sorpresa y suspiro. -El delirio y las idas de cabeza son efectos secundarios del veneno. No me sorprende…- Le observé con aquella imagen tan miserable que mostraba.
-Pero no es mi deber compadecerme, ¿No crees? Tsk, me parece que me tocará a mi coger el turno…- Si hubiera sido un videojuego seguramente habría entrado en el modo defensa. Lo cual me escamaba. Si no atacaba sería más sencillo que resistiera mi ataque… Me limité a hacer explosiones que podía hacer porque los magos nacían chetos. Varias, aquí y allá, para que fuera más difícil de esquivar. Todo eso desde una distancia más que cómoda.
Aunque cabía decir que las heridas de antes ya me escocían demasiado. No podía ignorar la pérdida de sangre ni tampoco el abuso mágico que empezaba a hacer, que podría ser considerable dentro de poco. No debía tardar demasiado en acabar con él si pretendía poder salir hecho de una pieza.
Al otro lado de la sala el desaparecido viejo con su secuestrada niña habían dejado a las dos demonias tener una pelea de gatos. Por supuesto fue una pelea… Caótica. Todos los demonios eran caóticos. Nubes y tormenta desvelaron la clase de la demonia rubia, que se enzarzó en una bestial batalla carente de calidad. Sencillamente, como bestias. Lo cual no era de extrañar. Esos… Animalillos del inframundo no conocían otra forma de pelear.
Venció la otra, no sin una larga batalla. Y tras eso se marchó. Aquello me resultaba la mar de ventajoso. Me importaba poco el destino que hubiera sufrido Zerénítíh o como quiera que se llamara… La cuestión es que había hecho su función y me había librado de en medio un obstáculo. Éramos dos en batalla, como a todo niñato vengativo le gustaba. Quedó inmóvil donde estaba al teletransportarme. Había acertado de lleno el corte y parecía haber surtido efecto…
-Oh, parece que no te ha sentado bien el veneno, ¿No? Ui ui ui, que pena..- Parecía haber sido especialmente efectivo. Ni aún al reírme me inmuté demasiado. Que no era momento de morir, y me llamó viejo. Hice una mueca entre sorpresa y suspiro. -El delirio y las idas de cabeza son efectos secundarios del veneno. No me sorprende…- Le observé con aquella imagen tan miserable que mostraba.
-Pero no es mi deber compadecerme, ¿No crees? Tsk, me parece que me tocará a mi coger el turno…- Si hubiera sido un videojuego seguramente habría entrado en el modo defensa. Lo cual me escamaba. Si no atacaba sería más sencillo que resistiera mi ataque… Me limité a hacer explosiones que podía hacer porque los magos nacían chetos. Varias, aquí y allá, para que fuera más difícil de esquivar. Todo eso desde una distancia más que cómoda.
Aunque cabía decir que las heridas de antes ya me escocían demasiado. No podía ignorar la pérdida de sangre ni tampoco el abuso mágico que empezaba a hacer, que podría ser considerable dentro de poco. No debía tardar demasiado en acabar con él si pretendía poder salir hecho de una pieza.
Estamos solos, yo y Terumi, uno contra uno finalmente, el tipo de peleas que me gustan librar. Tal y como él dice, el veneno me está afectando, pero el delirio y la ida de cabeza no es uno de sus efectos, al menos no ahora mismo, lo que murmuré me lo decía a mí mismo.
Dice algo de no deber compadecerse conmigo, no, claro que no debes, de hecho, yo de tí tendría cuidado con lo que haces, estoy envenenado y jodido, pero he sido capaz de sobrevivir a muchas adversidades, he tenido que luchar contra múltiples bestias y demonios en el pasado, ¿y aun crees que para matarme basta con inyectarme un veneno potente? Me río de nuevo al escuchar semejante insensatez, pero no devolví ninguna palabra, ni tengo pensado hacerlo, no voy a gastar fuerzas en cháchara, iré al grano de una vez.
Terumi empieza a producir explosiones por la sala desde su sitio, pero no son explosiones directas contra mí, sigo quieto, sin moverme, conjuro una pequeña barrera débil con el movimiento de cubrirme con Raion que es algo ancha y mi brazo derecho, la magia defensiva no es mi especialidad y no quería gastar magia en vano sólo para protegerme.
He sufrido daños en mi cuerpo y el veneno es un punto en contra, pero con éstas explosiones tengo ingeniado mi próximo movimiento, debo de empezar a marcar el fin de ésta pelea.
Las explosiones generadas por el nigromante han generado algo de humareda, con ello he basado mi táctica. Desengancho la chaqueta de las hombreras para dejarla suelta, le haré pensar que ha logrado acabar conmigo. Mi visión se vuelve borrosa a ratos, pero recuerdo el sitio en donde se encuentra Terumi. Me desaparezco del sitio dejando la chaqueta atrás para que crea lo dicho anteriormente y aparezco encima suya, en el techo el cual uso las piernas para propulsar mi caida sobre el nigromante y golpearle con un puño metálico en llamas en picado.
Dice algo de no deber compadecerse conmigo, no, claro que no debes, de hecho, yo de tí tendría cuidado con lo que haces, estoy envenenado y jodido, pero he sido capaz de sobrevivir a muchas adversidades, he tenido que luchar contra múltiples bestias y demonios en el pasado, ¿y aun crees que para matarme basta con inyectarme un veneno potente? Me río de nuevo al escuchar semejante insensatez, pero no devolví ninguna palabra, ni tengo pensado hacerlo, no voy a gastar fuerzas en cháchara, iré al grano de una vez.
Terumi empieza a producir explosiones por la sala desde su sitio, pero no son explosiones directas contra mí, sigo quieto, sin moverme, conjuro una pequeña barrera débil con el movimiento de cubrirme con Raion que es algo ancha y mi brazo derecho, la magia defensiva no es mi especialidad y no quería gastar magia en vano sólo para protegerme.
He sufrido daños en mi cuerpo y el veneno es un punto en contra, pero con éstas explosiones tengo ingeniado mi próximo movimiento, debo de empezar a marcar el fin de ésta pelea.
Las explosiones generadas por el nigromante han generado algo de humareda, con ello he basado mi táctica. Desengancho la chaqueta de las hombreras para dejarla suelta, le haré pensar que ha logrado acabar conmigo. Mi visión se vuelve borrosa a ratos, pero recuerdo el sitio en donde se encuentra Terumi. Me desaparezco del sitio dejando la chaqueta atrás para que crea lo dicho anteriormente y aparezco encima suya, en el techo el cual uso las piernas para propulsar mi caida sobre el nigromante y golpearle con un puño metálico en llamas en picado.
- Imbécil. ¿Experimentar? Experimentar podrias decirlo si yo...no tuviese la mas remota idea de lo que hago...pero la tengo.
"Astaroth era mi nieto. Yo, yo fui quien lo llevé frente a la calavera que ahora observas en este baston de hierro retorcido. YO fui quien lo observe convertirse en lo que fue tanto tiempo."
-No, tu no fuiste en detonante de todo. Gran ego te atribuyes....digno de un Svensson....
Apretaba un poco mas su cuello conforme hablaba. Ambas personalidades confundidas hasta el extremo, simultaneadas. Ambos queriamos hacerlo sufrir, ambos queriamos abrirle los ojos con dolor, mas dolor, si era necesario.
-El Todo. -escupo casi con asco, una llama de odio prende mis irises. Aquel demonio que nos traiciono y jugo con nosotros desde hacia siglos...cuanto se habia divertido a nuestra costa....tanto en este plano como en el infernal....pero era escurridizo y no conseguimos derrocarlo. Sonrio de lado cuando cae en algo evidente...que a quien debo obediencia es a Khaled, no a Fistandantilus. Afirma que peleará de nuestro lado.
Lyosha habia intervenido, expresandose por si misma, altanera como siempre. Mi mano se seguia apretando en torno al cuello del chico, pero Lyosha se interpone en mi campo de vision. Tambien hace contacto en mi hombro y me llama reiteradas veces.
"no ganas nada, no ganamos nada, tiene razon. El maestro de este sitio puede no haberte invocado, pero conoce tu nombre...podria causarnos mucho dolor. No hay necesidad, ahora es el momento. Llevamos planeandolo desde que pusimos aqui el pie, y ahora tenemos aliados"
Cambio la vista de mi hermana a Adramelech...y aflojo mi mano, dejandolo libre. Me aparto un paso de él, la actividad en la Torre se ha reducido considerablemente.... sigue habiendo pelea, ademas es ligeramente audible. Pero que terminasen sus asuntos, que se agotasen entre ellos...
-Hay algunas auras que ya no estan a mi alcance....algunos se han marchado. Pero aun hay actividad demoniaca. Si Fistandantilus ha de volver, se encontrará con una desagradable sorpresa. Éste lugar....pertenece ahora a los Soul Reaper. Lyosha. Recuerdas al Guardián? Al de Gorgoroth....
"Astaroth era mi nieto. Yo, yo fui quien lo llevé frente a la calavera que ahora observas en este baston de hierro retorcido. YO fui quien lo observe convertirse en lo que fue tanto tiempo."
-No, tu no fuiste en detonante de todo. Gran ego te atribuyes....digno de un Svensson....
Apretaba un poco mas su cuello conforme hablaba. Ambas personalidades confundidas hasta el extremo, simultaneadas. Ambos queriamos hacerlo sufrir, ambos queriamos abrirle los ojos con dolor, mas dolor, si era necesario.
-El Todo. -escupo casi con asco, una llama de odio prende mis irises. Aquel demonio que nos traiciono y jugo con nosotros desde hacia siglos...cuanto se habia divertido a nuestra costa....tanto en este plano como en el infernal....pero era escurridizo y no conseguimos derrocarlo. Sonrio de lado cuando cae en algo evidente...que a quien debo obediencia es a Khaled, no a Fistandantilus. Afirma que peleará de nuestro lado.
Lyosha habia intervenido, expresandose por si misma, altanera como siempre. Mi mano se seguia apretando en torno al cuello del chico, pero Lyosha se interpone en mi campo de vision. Tambien hace contacto en mi hombro y me llama reiteradas veces.
"no ganas nada, no ganamos nada, tiene razon. El maestro de este sitio puede no haberte invocado, pero conoce tu nombre...podria causarnos mucho dolor. No hay necesidad, ahora es el momento. Llevamos planeandolo desde que pusimos aqui el pie, y ahora tenemos aliados"
Cambio la vista de mi hermana a Adramelech...y aflojo mi mano, dejandolo libre. Me aparto un paso de él, la actividad en la Torre se ha reducido considerablemente.... sigue habiendo pelea, ademas es ligeramente audible. Pero que terminasen sus asuntos, que se agotasen entre ellos...
-Hay algunas auras que ya no estan a mi alcance....algunos se han marchado. Pero aun hay actividad demoniaca. Si Fistandantilus ha de volver, se encontrará con una desagradable sorpresa. Éste lugar....pertenece ahora a los Soul Reaper. Lyosha. Recuerdas al Guardián? Al de Gorgoroth....
Akira Terumi
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En fin. La soledad y, según algunos, emoción de una batalla de uno contra uno. No eran mi especialidad. Seamos sinceros. Era de estúpidos ser el típico villano que te va enviando enemigos hasta enfrentarse él solo con el ya fortalecido héroe. Era mejor poner a todos tus esclavos y súbditos a luchar contigo en la misma batalla y ganar sin honor y una tremenda ventaja. Por eso iba a los poblados con un ejército de demonios para respaldarme, y no a solas a hacerme el poderoso y autista. No no no.
Se reía demasiado y hablaba muy poco. Lo que para mi capacidad de respuesta me limitaba, y no me permitía hacerposts con largos decentes mucha cháchara de batalla, que siempre iba bien. Parecía ser de esos… Tipos duros que no se abandonaban a emocionales arranques mientras decían larguísimas tonterías.
Las explosiones igual solo pretendían añadir emoción a la batalla. Si hubiera ido directamente a por él su escasa defensa no habría bastado, pero no había sido el caso. Me había contentado con sencillamente aprovecharme un poco de su debilidad para verle actuar, para que hiciera algo. El veneno debía estar carcomiéndolo por dentro. Poco a poco. Dolorosamente. La cosa es que, cuando desistieron, en su lugar solo había la chaqueta.
Era obvio que no había acabado con él. Uno no se desintegra dejando la ropa por medio. Pero no me esperaba que se teletransportara arriba y me golpeara directamente con un puñetazo ígneo, lo que me quemó la cara y me hizo chocar contra el suelo. -Veo que aún tienes ganas de fiesta, ¿No? Pf…- Gruñí mientras me levantaba de un ágil movimiento. En combate físico tenía muchas de ganarme. Pero… Poco me importaba. Me lancé a por él, ambas armas en mano, y justo cuando pudiera alcanzarle por delante desaparecí de su visión, teletransportándome atrás de él y traté de clavar una de las dagas en la espalda, entre las costillas. La típica puñalada por la espalda.
Tras eso me propulsé con una patada a él mismo para aterrizar unos metros más atrás. Con una sonrisa estúpida de malo-malo. -Imagino que te dará igual morir y que estás demasiado obsesionado con la venganza, pero chaval… No vas a sobrevivir mucho más con ese veneno. Y menos a este paso.
Se reía demasiado y hablaba muy poco. Lo que para mi capacidad de respuesta me limitaba, y no me permitía hacer
Las explosiones igual solo pretendían añadir emoción a la batalla. Si hubiera ido directamente a por él su escasa defensa no habría bastado, pero no había sido el caso. Me había contentado con sencillamente aprovecharme un poco de su debilidad para verle actuar, para que hiciera algo. El veneno debía estar carcomiéndolo por dentro. Poco a poco. Dolorosamente. La cosa es que, cuando desistieron, en su lugar solo había la chaqueta.
Era obvio que no había acabado con él. Uno no se desintegra dejando la ropa por medio. Pero no me esperaba que se teletransportara arriba y me golpeara directamente con un puñetazo ígneo, lo que me quemó la cara y me hizo chocar contra el suelo. -Veo que aún tienes ganas de fiesta, ¿No? Pf…- Gruñí mientras me levantaba de un ágil movimiento. En combate físico tenía muchas de ganarme. Pero… Poco me importaba. Me lancé a por él, ambas armas en mano, y justo cuando pudiera alcanzarle por delante desaparecí de su visión, teletransportándome atrás de él y traté de clavar una de las dagas en la espalda, entre las costillas. La típica puñalada por la espalda.
Tras eso me propulsé con una patada a él mismo para aterrizar unos metros más atrás. Con una sonrisa estúpida de malo-malo. -Imagino que te dará igual morir y que estás demasiado obsesionado con la venganza, pero chaval… No vas a sobrevivir mucho más con ese veneno. Y menos a este paso.
Mi caída en picado ha logrado alcanzar a mi contrincante dejándole unas cuantas quemaduras en la cara. ¿Ganas de fiesta? más bien tengo ganas de acabarla, y ésta fiesta acabará con su muerte. Mis ojos continuaban con aquel brillo característico que los Zekerasu solemos tener cuando nos ponemos realmente serios en combate. El veneno corroe mi cuerpo cada vez más, provocando que tosa sangre una segunda vez, escupo la sangre de mi boca a un lado, soy consciente de que no aguantaré mucho más en pie -La fiesta deberá de acabar ahora ¿me matará el veneno antes? ¿O te mataré yo?
Terumi se aparta de mí con agilidad mientras gruñe por el golpe que ha recibido recientemente con intención de ejecutar su próximo ataque. Se lanza contra mí para lanzar otra ofensiva de frente, pero al momento de ejecutar el ataque usa la desaparición. Instintivamente me protejo por atrás cubriendo la zona con mi espada con dificultades a causa del veneno, ese truco está demasiado visto para mi a fin de cuentas todos los rateros usan la típica táctica de golpear por atrás. Se aparta de mi usándome como "trampolín" para impulsarse pegándome una patada -Tengo demasiado visto ese truco... -murmuro para mí de forma retórica, lo mismo el hablar solo es un delirio por el veneno.
Tiene razón, no duraré demasiado con el veneno destrozándome por dentro, seré el tipo más resistente y duro de tumbar que exista, pero eso no es sinónimo de "tipo que puede sobrevivir de los venenos", por ello quiero acabar ésto rápido de una vez, si esto continúa alargándose, seré hombre muerto. ¿Cuantos ataques y defensas podré lanzar en lo que me queda de tiempo? ¿Dos? ¿Tres o cuatro como mucho? Me quedo en mi posición y apunto hacia él con mi brazo derecho, calculo el tiempo de llegada de la bala a mi objetivo, no voy a matarlo con un balazo. Disparo una bala y mando una llama a que haga explotar la bala en sus narices para que el fogonazo lo ciegue -Será mejor que te pongas gafas de sol -éste fue el mismo truco que usé en el Moulin Noir cuando me enfrenté al encapuchado ciego usuario de viento.
Terumi se aparta de mí con agilidad mientras gruñe por el golpe que ha recibido recientemente con intención de ejecutar su próximo ataque. Se lanza contra mí para lanzar otra ofensiva de frente, pero al momento de ejecutar el ataque usa la desaparición. Instintivamente me protejo por atrás cubriendo la zona con mi espada con dificultades a causa del veneno, ese truco está demasiado visto para mi a fin de cuentas todos los rateros usan la típica táctica de golpear por atrás. Se aparta de mi usándome como "trampolín" para impulsarse pegándome una patada -Tengo demasiado visto ese truco... -murmuro para mí de forma retórica, lo mismo el hablar solo es un delirio por el veneno.
Tiene razón, no duraré demasiado con el veneno destrozándome por dentro, seré el tipo más resistente y duro de tumbar que exista, pero eso no es sinónimo de "tipo que puede sobrevivir de los venenos", por ello quiero acabar ésto rápido de una vez, si esto continúa alargándose, seré hombre muerto. ¿Cuantos ataques y defensas podré lanzar en lo que me queda de tiempo? ¿Dos? ¿Tres o cuatro como mucho? Me quedo en mi posición y apunto hacia él con mi brazo derecho, calculo el tiempo de llegada de la bala a mi objetivo, no voy a matarlo con un balazo. Disparo una bala y mando una llama a que haga explotar la bala en sus narices para que el fogonazo lo ciegue -Será mejor que te pongas gafas de sol -éste fue el mismo truco que usé en el Moulin Noir cuando me enfrenté al encapuchado ciego usuario de viento.
Akira Terumi
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-Creo que no te das cuenta de que esta batalla solo está durando más porque así me apetece a mí.- No era exceso de confianza. Es que podía sencillamente dejarlo ahí a su suerte en cualquier momento. O incluso peores opciones. Pero me apetecía divertirme un rato, más que sencillamente despreocuparme del tema. Y era lo suficientemente inteligente como para saber que aún con tan buen veneno me tocaría ayudar un poco a que muriera.
No me hizo gracia ninguna que resistiera por completo el ataque que hice a su espalda, que no tuvo problema en defender con su espada. Si bien hizo un comentario no pude escucharlo por la debilidad de sus palabras. Caía poco a poco, muy poco a poco, pero no resistiría demasiado. -Veo que aún te quedan reflejos… A ver cuanto te duran al final, valiente.- Si no hacía nada caería pronto.
Sabía que al alejarme y al tener que perder mi tiempo en acabar de orientarme de nuevo aprovecharía para atacar. Y no se mató demasiado con el ataque, tampoco. Hizo un movimiento con aquel brazo tan mecánico suyo y yo me preparé para ello. Un balazo directo contra mi cara, con intención de que explotara y me cegara. Me dio tiempo a conjurar una débil barrera que evitó que en si el ataque me hiciera daño, pero no que quedara cegado unos instantes.
Gafas de sol. Aún le duraba el sentido del humor. -Tampoco es que sea uno como el amigo este gilipollas y gris que te has sacado…- No tardaría en recuperar mi perfecta visión. Hasta el momento, pudiendo ver una mancha difusa en la distancia, me bastó con otra explosión en su cara acompañada de una fuente de luz para cegarlo a él también. Algo sencillo, una especie de forma de hacerle perder el tiempo. En aquel momento me interesaba sencillamente alargar aquella batalla sin tomar mucho daño hacia mi mismo. Aunque yo sangraba, su muerte iba a ser muchísimo más rápido. A mi no me costaría absorber esencia por alguna esquina después.
No me hizo gracia ninguna que resistiera por completo el ataque que hice a su espalda, que no tuvo problema en defender con su espada. Si bien hizo un comentario no pude escucharlo por la debilidad de sus palabras. Caía poco a poco, muy poco a poco, pero no resistiría demasiado. -Veo que aún te quedan reflejos… A ver cuanto te duran al final, valiente.- Si no hacía nada caería pronto.
Sabía que al alejarme y al tener que perder mi tiempo en acabar de orientarme de nuevo aprovecharía para atacar. Y no se mató demasiado con el ataque, tampoco. Hizo un movimiento con aquel brazo tan mecánico suyo y yo me preparé para ello. Un balazo directo contra mi cara, con intención de que explotara y me cegara. Me dio tiempo a conjurar una débil barrera que evitó que en si el ataque me hiciera daño, pero no que quedara cegado unos instantes.
Gafas de sol. Aún le duraba el sentido del humor. -Tampoco es que sea uno como el amigo este gilipollas y gris que te has sacado…- No tardaría en recuperar mi perfecta visión. Hasta el momento, pudiendo ver una mancha difusa en la distancia, me bastó con otra explosión en su cara acompañada de una fuente de luz para cegarlo a él también. Algo sencillo, una especie de forma de hacerle perder el tiempo. En aquel momento me interesaba sencillamente alargar aquella batalla sin tomar mucho daño hacia mi mismo. Aunque yo sangraba, su muerte iba a ser muchísimo más rápido. A mi no me costaría absorber esencia por alguna esquina después.
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El miembro 'Akira Terumi' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Para ser familia me llueven los insultos por todas partes. Lyosha, que por fin se digna a hablar, me llama pendejo de mierda. Khaled (o lo que lleve dentro) me llama imbécil y me acusa de tener el ego de un Svensson. Ya me gustaría tener ego por cosas buenas, no por haber causado todo lo de Astaroth. Lo que me desarma un poco es lo que me dice la peliblanca, que tal vez mi hermano sí quiera regresar. Es evidente que ella no parece una marioneta, pero tampoco tengo muy claro lo que es. ¿Y si estoy negando una oportunidad para él sólo por miedo a lo que pueda volver?. Ahora no estoy para pensar en eso, así que prefiero descartar esa posibilidad por ahora.
- Pues que Khaled se comunique con él...si así es su deseo...- murmuro todo lo alto que puedo para estar siendo un poco ahogado por mi propio abuelo. Seguro que él puede comunicarse con los muertos, sería una oportunidad para intentar decirle todo lo que le quería decir, y, llegado el caso, saber si quiere regresar tal y como lo ha hecho Lyosha. El nigromante y el demonio, fundidos en uno, reaccionan de similar manera ante la mención de ese otro demonio poderoso, conocido por ellos como El Todo. A ambos los obligó a recluirse en el infierno durante más de 20 años, seguro que ambos tienen asuntos pendientes con él. Al igual que yo los tengo con el que acabo consumiendo a mi hermano Astaroth. Si Astaroth hubiese sido tan fuerte como Khaled podría haberlo dominado. Trato de aflojar con mi mano la mano de Khaled que sigue alrededor de mi cuello, aunque por suerte Lyosha intercede por mí, de alguna manera parece querer llamar la atención de Khaled. Y lo mejor es que funciona, por fin consigo respirar con más facilidad hasta quedar libre del todo. Carraspeo y toso un par de veces al verme libre, respirando hondo después. Dirijo cierta mirada de agradecimiento a Lyosha, suponiendo que puedo "contar" con ella aunque diga eso de las muertes jugosas. Siempre que sean las de nuestros enemigos me parece perfecto.
Khaled hace repaso de la actividad de la torre, informando de que muchos ya han abandonado. Eso significa que salieron indemnes, así que me alegro por ellos. Lo que quiero saber es quién queda por aquí, para reunirme después. La buena noticia es que Fistandantilus se ha ido, así que podemos tomar la torre, tal y como acaba de aceptar Khaled. - Mi madre puede enviar al guardián a proteger este lugar, la otra base no lo necesita tanto. Pero debería protegerse de más maneras, a nosotros nos fue demasiado fácil entrar aquí. Tal vez maldiciones, o magia de sangre. Astaroth me habló de ello alguna vez...- no puedo dejar de mencionar a mi hermano a pesar de lo abiertas que siguen las heridas por la reciente noticia, por el final anunciado. Evitar hablar de él o tratar de olvidarle sería un insulto. -Nos encargaremos de que ese viejo indeseable no vuelva a poner un pie aquí. Esta torre será junto con Gorgoroth otro de los santuarios de los Soul Reapers. - ya estábamos más que hartos de que nos hicieran marchar de cada sitio en el que decidíamos vivir, ya es hora de que seamos nosotros los que expulsemos a otros de sus lugares, más si son gente de la calaña del maestro de la torre.
- Ahora quiero ir a buscar a algunos compañeros con los que vine, antes de volver aquí con vosotros. Si regresa Fistandantilus hacédmelo saber. Quiero estar aquí para ajustar cuentas con él de parte de toda la familia Svensson. - el muy desgraciado me había engañado y dejado sin mano, obviado la ayuda para Astaroth y llamado al demonio de mi abuelo. Se había metido con mi familia, y no iba a quedar así. Espero que Khaled tenga la resistencia suficiente para enfrentarse a él, de nigromante a nigromante. Dicho esto me separo lentamente de ellos, de espaldas unos segundos mientras los miro sin poderme creer todavía que los tenga aquí a ambos ( y que no hayan querido matarme, de momento). Me doy la vuelta, echando a andar escaleras abajo.
- Pues que Khaled se comunique con él...si así es su deseo...- murmuro todo lo alto que puedo para estar siendo un poco ahogado por mi propio abuelo. Seguro que él puede comunicarse con los muertos, sería una oportunidad para intentar decirle todo lo que le quería decir, y, llegado el caso, saber si quiere regresar tal y como lo ha hecho Lyosha. El nigromante y el demonio, fundidos en uno, reaccionan de similar manera ante la mención de ese otro demonio poderoso, conocido por ellos como El Todo. A ambos los obligó a recluirse en el infierno durante más de 20 años, seguro que ambos tienen asuntos pendientes con él. Al igual que yo los tengo con el que acabo consumiendo a mi hermano Astaroth. Si Astaroth hubiese sido tan fuerte como Khaled podría haberlo dominado. Trato de aflojar con mi mano la mano de Khaled que sigue alrededor de mi cuello, aunque por suerte Lyosha intercede por mí, de alguna manera parece querer llamar la atención de Khaled. Y lo mejor es que funciona, por fin consigo respirar con más facilidad hasta quedar libre del todo. Carraspeo y toso un par de veces al verme libre, respirando hondo después. Dirijo cierta mirada de agradecimiento a Lyosha, suponiendo que puedo "contar" con ella aunque diga eso de las muertes jugosas. Siempre que sean las de nuestros enemigos me parece perfecto.
Khaled hace repaso de la actividad de la torre, informando de que muchos ya han abandonado. Eso significa que salieron indemnes, así que me alegro por ellos. Lo que quiero saber es quién queda por aquí, para reunirme después. La buena noticia es que Fistandantilus se ha ido, así que podemos tomar la torre, tal y como acaba de aceptar Khaled. - Mi madre puede enviar al guardián a proteger este lugar, la otra base no lo necesita tanto. Pero debería protegerse de más maneras, a nosotros nos fue demasiado fácil entrar aquí. Tal vez maldiciones, o magia de sangre. Astaroth me habló de ello alguna vez...- no puedo dejar de mencionar a mi hermano a pesar de lo abiertas que siguen las heridas por la reciente noticia, por el final anunciado. Evitar hablar de él o tratar de olvidarle sería un insulto. -Nos encargaremos de que ese viejo indeseable no vuelva a poner un pie aquí. Esta torre será junto con Gorgoroth otro de los santuarios de los Soul Reapers. - ya estábamos más que hartos de que nos hicieran marchar de cada sitio en el que decidíamos vivir, ya es hora de que seamos nosotros los que expulsemos a otros de sus lugares, más si son gente de la calaña del maestro de la torre.
- Ahora quiero ir a buscar a algunos compañeros con los que vine, antes de volver aquí con vosotros. Si regresa Fistandantilus hacédmelo saber. Quiero estar aquí para ajustar cuentas con él de parte de toda la familia Svensson. - el muy desgraciado me había engañado y dejado sin mano, obviado la ayuda para Astaroth y llamado al demonio de mi abuelo. Se había metido con mi familia, y no iba a quedar así. Espero que Khaled tenga la resistencia suficiente para enfrentarse a él, de nigromante a nigromante. Dicho esto me separo lentamente de ellos, de espaldas unos segundos mientras los miro sin poderme creer todavía que los tenga aquí a ambos ( y que no hayan querido matarme, de momento). Me doy la vuelta, echando a andar escaleras abajo.
-Tranquilo, hasta yo estaba jugando contigo -le respondí serio al observar que se protege de la explosión de la bala con una barrera, no me importa el daño que le hiciese, lo que pretendía con ese ataque era cegarlo para hacerme más fácil el trabajo, igual que hice aquel día en el Moulin, solo que no me salió tan bien.
Al tipo no le gustó en absoluto que evadiera por completo su puñalada -He visto ese truco tantas, pero tantas veces, que la espalda ni si quiera es un punto ciego para mí -como artista marcial, debí aprender a lidiar con ataques por la espalda, que suelen ser los que usa la gente cuando ven que no tienen ventaja alguna al atacar de frente, ese tipo de trucos se han vuelto para mi predecibles, y aun me quedan trucos... al menos lo que pudiese ser capaz de aguantar en pie por el veneno.
El nigromante responde a mi ataque cegador con una explosión a mi cara de la cual me cubro con el brazo, recibiendo alguna quemadura en la cara y cegándome a mi también -Usar los mismos trucos que los míos... -suelto una pequeña carcajada -es inútil -mi visión al igual que el de mi oponente tampoco tardaría en volver, aunque el veneno me afectaba igualmente a dicho sentido. Activo un pequeño mecanismo secreto de mi brazoque en absoluto lo he sacado de Genji de Overwatch para sacar unas cuchillas arrojadizas. Respiro hondo, pese a que no veo una puta mierda, recuerdo la posición de Terumi, y éste tiro no pienso fallarlo, concentro magia en las cuchillas para potenciar el afilado. Se acabó el juego, ésta vez perecerás aquí, aunque el veneno me carcoma poco después.
Desaparece y arde en las llamas del infierno, lugar al que deberías de pertenecer. Fue lo que pensé al momento de lanzar aquellas cuchillas hacia el nigromante mientras escupo sangre por la boca.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Acierto cuchillas o fallo? Seguramente falle, estoy más ciego que un topo :yao:
Vaya, pues acerté :yao:
Al tipo no le gustó en absoluto que evadiera por completo su puñalada -He visto ese truco tantas, pero tantas veces, que la espalda ni si quiera es un punto ciego para mí -como artista marcial, debí aprender a lidiar con ataques por la espalda, que suelen ser los que usa la gente cuando ven que no tienen ventaja alguna al atacar de frente, ese tipo de trucos se han vuelto para mi predecibles, y aun me quedan trucos... al menos lo que pudiese ser capaz de aguantar en pie por el veneno.
El nigromante responde a mi ataque cegador con una explosión a mi cara de la cual me cubro con el brazo, recibiendo alguna quemadura en la cara y cegándome a mi también -Usar los mismos trucos que los míos... -suelto una pequeña carcajada -es inútil -mi visión al igual que el de mi oponente tampoco tardaría en volver, aunque el veneno me afectaba igualmente a dicho sentido. Activo un pequeño mecanismo secreto de mi brazo
Desaparece y arde en las llamas del infierno, lugar al que deberías de pertenecer. Fue lo que pensé al momento de lanzar aquellas cuchillas hacia el nigromante mientras escupo sangre por la boca.
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¿Acierto cuchillas o fallo? Seguramente falle, estoy más ciego que un topo :yao:
Vaya, pues acerté :yao:
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El miembro 'Kosuke Zekerasu' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Akira Terumi
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-Pues menudo jueguecito nos hemos montado, ¿No crees?- Pero a los nigromantes ya nos iba eso: Darnos de ostias y morir mucho. Porque éramos bestias por naturaleza. También recalcó que había visto aquel “truco” muchas veces. -A otros chavales en cruzadas de venganza como tu les habría convenido saberse el truco del almendruco.
Eran cosas básicas. El nigromante aprendía a matar por la espalda y no por el frente. Yo era una de esas excepciones que aprendía combate cuerpo a cuerpo, pero la mayoría se acostumbraban a depender de sus espíritus, demonios, muertos u otras invocaciones, y su capacidad de lucha cuerpo a cuerpo se limitaba a golpes fulleros, trucos crueles o incluso solo aprovechando desventajas del rival.
Me recalcó que copiarle los trucos no valdría. -Pues no parece que haya ido tan mal…- Yo prácticamente había recuperado la visión ya. Y todo para ver como, aún ciego y envenenado, me disparó unas jodidas cuchillas. Acertaron. El dolor recorrió mi cuerpo, aquellas condenadas piezas de metal se incrustaron demasiado profundamente y me obligaron a retroceder. Por primera vez con una muestra de rabia en el rostro.
-No, así no. No tengo nada que ganar de esto.- Era una batalla absurda que podía ser peligrosa en caso de durar más… Y tampoco me costaba sencillamente abandonarlo ahí. Que muriera por el veneno. Era una muerte muy poco digna para él y me quitaba al estorbo del medio. Así pues, poco contento con que me hubiera dado más lucha de la prevista, saqué aquellas cuchillas de mi piel. De las heridas manaba mucha sangre. Iba a utilizarlo para ello. Abrí la mano mientras concentraba en mi mano magia para poder absorber su propia salud.
Era escasa por el veneno. Y no me permitiría recuperarme mucho, pero si parar las hemorragias del último ataque. También debió contribuir a dejarle aún más débil… -Si te sirve de consuelo, al menos me has dado guerra. Pero tengo más pueblos que destrozar y tu existencia me es poco importante. No tengo que mancharme las manos en individuales, cuando podría estar acabando con cientos…- Más que otra cosa era por dejarle patente que su lucha no había servido de nada. El ciclo volvería a repetirse. Acabado el drenaje y usando la energía que había absorbido, sencillamente desaparecí de allí. Tendría que buscarme un lugar para hacer algo con la sangre y todas las condenadas quemaduras.
(dados para efectividad del drenaaaje)
Eran cosas básicas. El nigromante aprendía a matar por la espalda y no por el frente. Yo era una de esas excepciones que aprendía combate cuerpo a cuerpo, pero la mayoría se acostumbraban a depender de sus espíritus, demonios, muertos u otras invocaciones, y su capacidad de lucha cuerpo a cuerpo se limitaba a golpes fulleros, trucos crueles o incluso solo aprovechando desventajas del rival.
Me recalcó que copiarle los trucos no valdría. -Pues no parece que haya ido tan mal…- Yo prácticamente había recuperado la visión ya. Y todo para ver como, aún ciego y envenenado, me disparó unas jodidas cuchillas. Acertaron. El dolor recorrió mi cuerpo, aquellas condenadas piezas de metal se incrustaron demasiado profundamente y me obligaron a retroceder. Por primera vez con una muestra de rabia en el rostro.
-No, así no. No tengo nada que ganar de esto.- Era una batalla absurda que podía ser peligrosa en caso de durar más… Y tampoco me costaba sencillamente abandonarlo ahí. Que muriera por el veneno. Era una muerte muy poco digna para él y me quitaba al estorbo del medio. Así pues, poco contento con que me hubiera dado más lucha de la prevista, saqué aquellas cuchillas de mi piel. De las heridas manaba mucha sangre. Iba a utilizarlo para ello. Abrí la mano mientras concentraba en mi mano magia para poder absorber su propia salud.
Era escasa por el veneno. Y no me permitiría recuperarme mucho, pero si parar las hemorragias del último ataque. También debió contribuir a dejarle aún más débil… -Si te sirve de consuelo, al menos me has dado guerra. Pero tengo más pueblos que destrozar y tu existencia me es poco importante. No tengo que mancharme las manos en individuales, cuando podría estar acabando con cientos…- Más que otra cosa era por dejarle patente que su lucha no había servido de nada. El ciclo volvería a repetirse. Acabado el drenaje y usando la energía que había absorbido, sencillamente desaparecí de allí. Tendría que buscarme un lugar para hacer algo con la sangre y todas las condenadas quemaduras.
(dados para efectividad del drenaaaje)
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El miembro 'Akira Terumi' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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