Recuerdo del primer mensaje :
En este lugar se encontraba la Antigua Torre de hechicería que desapareció misteriosamente absorbiéndose a si misma durante una batalla contra las tropas androides de SAM.
Atiendo a las palabras de Khaled con respetuoso interés, reflexionando sobre la supuesta sed de poder que llevó a los Soul a perderlo todo, o casi todo. Tuvimos que pagar un alto precio por obtener nuestra magia, todo por un juego de demonios, tal y como dice Khaled. Intervengo tras quedar pensativo durante varios segundos, dándole vueltas a nuestras posibilidades. Khaled dice que lo derrotemos y obliguemos a devolver lo que robó, aunque en realidad las calaveras que faltan fueron destruidas. - Me jode reconocer que los objetos mágicos con los cuales drenamos el poder de los magos fuesen creados por un demonio, pero...así fue. También me preocupa que si volvemos a reunirlas todas suceda algo parecido a lo que sucedió, esa especie de desequilibrio que desencadenó catástrofes. ¿No podríais obligarlo a crear de nuevo algunas de ellas pero no todas? O hacerlo de tal manera que no suceda de nuevo, o que tengamos que volver a utilizarlas como antaño, drenando de nuevo poder a los magos. - puede que esté diciendo estupideces y eso no se pueda hacer, pero ya que contamos con dos demonios de nuestro lado (el de Khaled y el de Alpha), podría intentarse doblegar al responsable del desastre de las calaveras.
- Desde luego...si los no mágicos tienen acceso a un gran poder ya no habrá desigualdad y la magia no será el principal motivo para la guerra. Sería un cambio de paradigma. - aquellos que deseen permanecer sin magia que lo hagan, pero será bajo su propia responsabilidad.
- Lo que dicen ellos tiene sentido. Si lo combatimos en su plano será más fuerte, habría que invocarlo fuera de él, y que no regrese. Frenarlo de algún modo...sellarlo, congelarlo, yo qué sé. ¿Serviría enviarlo a otro tiempo, al futuro tal vez? Volver al pasado creo que no es una opción. Podríamos cambiar demasiadas cosas teniendo en cuenta la magnitud de lo que queremos hacer. No es como cambiar un hecho o acontecimiento muy concreto. Hay demasiadas variables. Respecto al plano o lugar al que enviarlo... se podría elegir alguno de los otros portales de esta sala.- ahora tengo la duda de si el plano demoníaco también está ligado al plano temporal, tanto pensar hace que empiece a dolerme la cabeza. El resto de portales son algo desconocidos, sólo conocemos el del tiempo, el infernal, el que transporta en el espacio, y uno relacionado con el plano celestial. Los restantes son un misterio por ahora. La verdad es que me siento un tanto inútil en esta misión, pues sólo sirvo de apoyo para lo que haga falta, pero no podré hacer mucho al combatir al demonio. También tengo cierto miedo, pues ese demonio hizo doblegarse a los Souls hace más de 20 años. - Os dejo al decisión final a vosotros. Supongo que en unos días podríamos iniciar esta misión, en esta torre o donde creáis más conveniente. Hasta entonces debemos prepararnos. Mi madre debería saberlo también. Creo que iré a buscar apoyos, o reclutas. Traeré a Rosse- le comento a Alpha, que ya la conoce. Además, le prometí que en una semana quedaría con ella de nuevo, para hablar y para unirse a la hermandad, o algo así dijimos. - No tardaré mucho. Puedo regresar en un máximo de tres días. Hasta entonces...- me despido de los presentes, demonios incluidos, esperando que entre Khaled, Alpha y Diablo puedan terminar de concretar los detalles del plan que hemos desarrollado a grandes rasgos. Después abandono la sala en la que nos encontramos, subiendo de nuevo las escaleras para llegar a la entrada de la torre. Marcho del lugar para ir en búsqueda de Rosse, tal y como le había dicho.
- Desde luego...si los no mágicos tienen acceso a un gran poder ya no habrá desigualdad y la magia no será el principal motivo para la guerra. Sería un cambio de paradigma. - aquellos que deseen permanecer sin magia que lo hagan, pero será bajo su propia responsabilidad.
- Lo que dicen ellos tiene sentido. Si lo combatimos en su plano será más fuerte, habría que invocarlo fuera de él, y que no regrese. Frenarlo de algún modo...sellarlo, congelarlo, yo qué sé. ¿Serviría enviarlo a otro tiempo, al futuro tal vez? Volver al pasado creo que no es una opción. Podríamos cambiar demasiadas cosas teniendo en cuenta la magnitud de lo que queremos hacer. No es como cambiar un hecho o acontecimiento muy concreto. Hay demasiadas variables. Respecto al plano o lugar al que enviarlo... se podría elegir alguno de los otros portales de esta sala.- ahora tengo la duda de si el plano demoníaco también está ligado al plano temporal, tanto pensar hace que empiece a dolerme la cabeza. El resto de portales son algo desconocidos, sólo conocemos el del tiempo, el infernal, el que transporta en el espacio, y uno relacionado con el plano celestial. Los restantes son un misterio por ahora. La verdad es que me siento un tanto inútil en esta misión, pues sólo sirvo de apoyo para lo que haga falta, pero no podré hacer mucho al combatir al demonio. También tengo cierto miedo, pues ese demonio hizo doblegarse a los Souls hace más de 20 años. - Os dejo al decisión final a vosotros. Supongo que en unos días podríamos iniciar esta misión, en esta torre o donde creáis más conveniente. Hasta entonces debemos prepararnos. Mi madre debería saberlo también. Creo que iré a buscar apoyos, o reclutas. Traeré a Rosse- le comento a Alpha, que ya la conoce. Además, le prometí que en una semana quedaría con ella de nuevo, para hablar y para unirse a la hermandad, o algo así dijimos. - No tardaré mucho. Puedo regresar en un máximo de tres días. Hasta entonces...- me despido de los presentes, demonios incluidos, esperando que entre Khaled, Alpha y Diablo puedan terminar de concretar los detalles del plan que hemos desarrollado a grandes rasgos. Después abandono la sala en la que nos encontramos, subiendo de nuevo las escaleras para llegar a la entrada de la torre. Marcho del lugar para ir en búsqueda de Rosse, tal y como le había dicho.
Mis ojos habian dejado de mirarlos a ellos y vagaban en el vórtice del portal demoniaco. Encerrar a nuestro enemigo en otro plano, uno diferente....me habria encantado poder enviarlo por el portal de los celestes pero ese aun estaba sellado y no sabia como abrirlo todavia. Tampoco el del tiempo.
-Con el suficiente poder podremos obligar al demonio a que haga lo que queramos. Ha pasado tiempo, y han cambiado varias cosas...
"serian dos de su raza contra él...."
-No permitiremos que se vuelva a dar la situacion de hace mas de dos décadas. Nos aseguraremos de ello manteniendolo como rehén. Hay mil formas de encerrar a un demonio....cuando los conoces bien.
Adramelech dio varias sugerencias antes de marchar, varias de las cosas que dijo tenian sentido pero no otras tantas, teniendo en cuenta que aun no habiamos abierto el portal del tiempo. Me concentré en mandar una mensaje en forma de visión a Lyosha y a Zayra, para convocarlas aquí...no en vano Belialt habia sido de los antiguos demonios conocidos como los Heraldos.
Cuando Adramelech se hubo marchado, me giré hacia Alpha y lo examiné nuevamente.
-Adramelech se equivoca en algo...pero antes quiero oirte a tí. En breves, invocaré a ese demonio, y tendremos que pelear. Para forzarlo...pero sabes que eso no basta, no puede morir. Que plano, que dimension usarias? Hay muchas. Controlamos alguna? Yo no. ¿Acaso tu si? - dudaba que él supiese vislumbrar a donde intentaba llegar. -Ya, la del tiempo. ¿Cuan conveniente es mandarlo a traves del tiempo...si es que tienes ese poder para hacerlo? Quien lo controlaria entonces?
-Con el suficiente poder podremos obligar al demonio a que haga lo que queramos. Ha pasado tiempo, y han cambiado varias cosas...
"serian dos de su raza contra él...."
-No permitiremos que se vuelva a dar la situacion de hace mas de dos décadas. Nos aseguraremos de ello manteniendolo como rehén. Hay mil formas de encerrar a un demonio....cuando los conoces bien.
Adramelech dio varias sugerencias antes de marchar, varias de las cosas que dijo tenian sentido pero no otras tantas, teniendo en cuenta que aun no habiamos abierto el portal del tiempo. Me concentré en mandar una mensaje en forma de visión a Lyosha y a Zayra, para convocarlas aquí...no en vano Belialt habia sido de los antiguos demonios conocidos como los Heraldos.
Cuando Adramelech se hubo marchado, me giré hacia Alpha y lo examiné nuevamente.
-Adramelech se equivoca en algo...pero antes quiero oirte a tí. En breves, invocaré a ese demonio, y tendremos que pelear. Para forzarlo...pero sabes que eso no basta, no puede morir. Que plano, que dimension usarias? Hay muchas. Controlamos alguna? Yo no. ¿Acaso tu si? - dudaba que él supiese vislumbrar a donde intentaba llegar. -Ya, la del tiempo. ¿Cuan conveniente es mandarlo a traves del tiempo...si es que tienes ese poder para hacerlo? Quien lo controlaria entonces?
Lyosha Svensson
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Khaled tenía una forma particular de llamar a la gente, una que erizaba la piel para quien no estaba acostumbrado y empapado en asuntos demoníacos. Pero Lyosha había vagado en el infierno así que el mensaje fue sólo un cosquilleo que la sacó de su entrenamiento de metales para ir hacia arriba, donde se encontró a Adramelech saliendo, a su hermano y a un tipo que no conocía. La Svensson era particularmente amarga y no soportaba a la gente nueva, cosa que hacía incómoda muchas situaciones ya que durante su tiempo en el otro plano muchos se habían unido a la fila de los Souls.
Su cabello blanco atado en una coleta afilaba sus rasgos ya de por si felinos en aquel cuerpo juvenil que aparentaba mucha menos edad de la que de verdad tenía. Los años sólo se perfilaban en el brillo de sabiduría de sus ojos, siempre que el interesado mantuviera su directa y fría mirada. -¿Vamos a divertirnos con un Heraldo?- Preguntó con un rintintin molesto mientras miraba al nuevo de arriba a abajo con hastío -¿Bajo cuales circunstancias exactamente? Si se atreve a salir de su control puede llevarme de nuevo- Indicó pasando su vista y porte soberbio hacia su hermano.
Después, muy maleducadamente, se posicionó entre Alpha y Khaled como si el primero fuera solo un peón -¿Y este quien es?- Alzó las cejas con cierto asco antes de volver a un tema que había estado dándole vueltas a la cabeza -Quiero mi calavera. Me he mantenido en este putrefacto sitio sin bañar Inglaterra de sangre porque me has hecho esperar. Pero me estoy aburriendo ya, y cuando me aburro…- Elevó el hombro con una suavidad peligrosa y una sonrisa aún más mortífera.
Su cabello blanco atado en una coleta afilaba sus rasgos ya de por si felinos en aquel cuerpo juvenil que aparentaba mucha menos edad de la que de verdad tenía. Los años sólo se perfilaban en el brillo de sabiduría de sus ojos, siempre que el interesado mantuviera su directa y fría mirada. -¿Vamos a divertirnos con un Heraldo?- Preguntó con un rintintin molesto mientras miraba al nuevo de arriba a abajo con hastío -¿Bajo cuales circunstancias exactamente? Si se atreve a salir de su control puede llevarme de nuevo- Indicó pasando su vista y porte soberbio hacia su hermano.
Después, muy maleducadamente, se posicionó entre Alpha y Khaled como si el primero fuera solo un peón -¿Y este quien es?- Alzó las cejas con cierto asco antes de volver a un tema que había estado dándole vueltas a la cabeza -Quiero mi calavera. Me he mantenido en este putrefacto sitio sin bañar Inglaterra de sangre porque me has hecho esperar. Pero me estoy aburriendo ya, y cuando me aburro…- Elevó el hombro con una suavidad peligrosa y una sonrisa aún más mortífera.
Alpha Kakumei
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Adramelech se fué de la torre a buscar a Rosse y a más reclutas por el camino si le fuese posible mientras pienso detenidamente en todo lo que afirmó Adra y Khaled, quedándome a solas con este último y me hace un par de preguntas muy interesantes, las cuáles tienen una respuesta bastante sencilla.
- Obviamente, encerrar en el Tiempo a un demonio es una idea que hay que descartar totalmente, después de todo podría intentar algo y alterar el continuo espacio-tiempo y provocar algo peor, además de que a los demonios el tiempo es algo que les sobra. Yo pensaba en algo más funcional, un recipiente, atarlo a alguien, si utilizamos a alguien de recipiente del demonio y lo vinculamos a esa persona, tenemos una prisión móvil bastante fácil de vigilar y si además es enclenque y no posée mucha fuerza y no tiene capacidades mágicas que le puedan ser de utilidad al demonio, lo habremos inutilizado bastante, sólo habría que vigilar a esa persona en un lugar adecuado. Y en última instancia hay una dimensión bastante peculiar que la podriamos denominar una "tierra de nadie", utilizada por muchos para ocultar secretos que nadie querría que fueran encotnrados salvo por la persona que los selló ahí y que conoce su lugar exacto en esa dimensión, es muy fácil que cualquiera se pueda perder en ella.
Al poco rato apareció una mujer con bastante prepotencia y amargura, parecía esa típica mujer que creía que el mundo besaba por donde ella había pasado y que podía hacer lo que se le antojara en cualquier momento. No me dejé intimidar por sus palabras ni sus miradas, después de todo se me daba bastante bien el juego de la prepotencia, aunque no me guste mucho. Internamente escucho a Diablo.
"Es una familia de raros, cada cual más raro que el anterior, sigo preguntandome si es una buena idea todo esto"
"Oh venga Diablo, no me seas así, sólo los tenemos que soportar ahora, después ya tendremos nuestro trocito de libertad"
"Pero míralos, si son mortales podridos por el poder, una vez que lo vuelvan a saborear se pudrirán aún más, no nos van a servir de ayuda"
"Aun así... Adra quiere hacer las cosas bien y se que podemos confiar en su juicio, las cosas irán bien"
"Siempre todo va muy bien... cuando todo se tuerza, ya sabes mi nombre por si tienes que llamarme"
- Obviamente, encerrar en el Tiempo a un demonio es una idea que hay que descartar totalmente, después de todo podría intentar algo y alterar el continuo espacio-tiempo y provocar algo peor, además de que a los demonios el tiempo es algo que les sobra. Yo pensaba en algo más funcional, un recipiente, atarlo a alguien, si utilizamos a alguien de recipiente del demonio y lo vinculamos a esa persona, tenemos una prisión móvil bastante fácil de vigilar y si además es enclenque y no posée mucha fuerza y no tiene capacidades mágicas que le puedan ser de utilidad al demonio, lo habremos inutilizado bastante, sólo habría que vigilar a esa persona en un lugar adecuado. Y en última instancia hay una dimensión bastante peculiar que la podriamos denominar una "tierra de nadie", utilizada por muchos para ocultar secretos que nadie querría que fueran encotnrados salvo por la persona que los selló ahí y que conoce su lugar exacto en esa dimensión, es muy fácil que cualquiera se pueda perder en ella.
Al poco rato apareció una mujer con bastante prepotencia y amargura, parecía esa típica mujer que creía que el mundo besaba por donde ella había pasado y que podía hacer lo que se le antojara en cualquier momento. No me dejé intimidar por sus palabras ni sus miradas, después de todo se me daba bastante bien el juego de la prepotencia, aunque no me guste mucho. Internamente escucho a Diablo.
"Es una familia de raros, cada cual más raro que el anterior, sigo preguntandome si es una buena idea todo esto"
"Oh venga Diablo, no me seas así, sólo los tenemos que soportar ahora, después ya tendremos nuestro trocito de libertad"
"Pero míralos, si son mortales podridos por el poder, una vez que lo vuelvan a saborear se pudrirán aún más, no nos van a servir de ayuda"
"Aun así... Adra quiere hacer las cosas bien y se que podemos confiar en su juicio, las cosas irán bien"
"Siempre todo va muy bien... cuando todo se tuerza, ya sabes mi nombre por si tienes que llamarme"
Ladeé mi cabeza con satisfaccion cuando el demonio dijo justamente lo mismo que yo habia estado pensando: usar un recipiente humano, alguien que pudiesemos controlar. Una prisión movil....lo mismo que yo habia sido para Belialt durante muchos, muchos años. Hasta que la fusion habia sido tan fuerte que ninguno podria vivir sin el otro.
"yo si...no pienses lo contrario"
"No creas que te dejaría"
Mis irises brillaron rojos como atravesados por una centella. Escuché a Alpha, sin embargo, terminar su dialogo. -Veo que habaimos pensado igual. Buscaremos un recipiente. Una prision de muchas capas... Pero ahora, hay que pensar como hacer que el demonio se doblegue a lo que queremos. Podemos engañarlo, pero no será sencillo tampoco.
En ese momento, llegó mi queridisima hermana, a la cual habia rescatado de entre los muertos, y la cual seguia manteniendo su duro caracter, o incluso....mas acentuado.
- No tienes que preocuparte por eso, Lyosha.... -dudaba que Alpha fuese a dejar que su Diablo se fuese de su control. Y aun si lo hacia, Lyosha no debía preocuparse. Mi misión era conseguir que su alma permaneciera en el plano de los vivos durante el tiempo que yo siguiese aqui.... de un modo u otro pues, nuestros destinos estaban más que ligados.
-Es Alpha. Adramelech lo ha traído aquí. Es un viajero del tiempo. Ha venido a decirnos lo que llevamos sospechando desde hace tiempo...que el futuro no será bueno para los Soul Reaper ni para nadie que se precie como mago si no se detiene el irregular flujo de magia en los seres vivos.
Puse mis manos sobre los hombros de Lyosha cuando ella se colocó entre nosotros dos.
-Espera un poco más, ¿que clase de hermano mayor sería si te concediese todos tus caprichos? Puedes tener tu calavera... - yo mismo custodiaba la de la hermandad de Nigromancia, como patriarca de la misma disciplina. -Pero no es sangre lo que queremos ahora. Ahora toca descansar, tenemos que esperar a Zayra y buscar un recipiente. Pronto comenzará todo.
Guié a Alpha y a Lyosha fuera de la Sala de los Portales, y las puertas se cerraron tras nosotros. Permitimos que Alpha se quedase por la torre, al fin y al cabo, era un invitado de Adramelech, y siendo parte demonio, no tenia problemas en tenerlo localizado todo el rato.
Transcurrieron los dias. Una tarde, volví a convocar a Alpha y a Lyosha en la entrada de la torre, a las afueras, con el Bosque Helado como escenario. Los esperaba en las escaleras, igual que aguardaba tambien a Zayra y a Adramelech de sus viajes por otras tierras.
"yo si...no pienses lo contrario"
"No creas que te dejaría"
Mis irises brillaron rojos como atravesados por una centella. Escuché a Alpha, sin embargo, terminar su dialogo. -Veo que habaimos pensado igual. Buscaremos un recipiente. Una prision de muchas capas... Pero ahora, hay que pensar como hacer que el demonio se doblegue a lo que queremos. Podemos engañarlo, pero no será sencillo tampoco.
En ese momento, llegó mi queridisima hermana, a la cual habia rescatado de entre los muertos, y la cual seguia manteniendo su duro caracter, o incluso....mas acentuado.
- No tienes que preocuparte por eso, Lyosha.... -dudaba que Alpha fuese a dejar que su Diablo se fuese de su control. Y aun si lo hacia, Lyosha no debía preocuparse. Mi misión era conseguir que su alma permaneciera en el plano de los vivos durante el tiempo que yo siguiese aqui.... de un modo u otro pues, nuestros destinos estaban más que ligados.
-Es Alpha. Adramelech lo ha traído aquí. Es un viajero del tiempo. Ha venido a decirnos lo que llevamos sospechando desde hace tiempo...que el futuro no será bueno para los Soul Reaper ni para nadie que se precie como mago si no se detiene el irregular flujo de magia en los seres vivos.
Puse mis manos sobre los hombros de Lyosha cuando ella se colocó entre nosotros dos.
-Espera un poco más, ¿que clase de hermano mayor sería si te concediese todos tus caprichos? Puedes tener tu calavera... - yo mismo custodiaba la de la hermandad de Nigromancia, como patriarca de la misma disciplina. -Pero no es sangre lo que queremos ahora. Ahora toca descansar, tenemos que esperar a Zayra y buscar un recipiente. Pronto comenzará todo.
Guié a Alpha y a Lyosha fuera de la Sala de los Portales, y las puertas se cerraron tras nosotros. Permitimos que Alpha se quedase por la torre, al fin y al cabo, era un invitado de Adramelech, y siendo parte demonio, no tenia problemas en tenerlo localizado todo el rato.
Transcurrieron los dias. Una tarde, volví a convocar a Alpha y a Lyosha en la entrada de la torre, a las afueras, con el Bosque Helado como escenario. Los esperaba en las escaleras, igual que aguardaba tambien a Zayra y a Adramelech de sus viajes por otras tierras.
Lyosha Svensson
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Y esperó. Joder, qué manía la de Khaled de controlarla y ella de dejarse controlar. ¿Sería rollo del tema revenant? Se veía, no obligaba, pero...guiada a hacerle caso. Así que esperó, y esperó. Drenó. Entrenó. Y siguió con su rutina hasta que finalmente fue convocada.
Lyosha Svensson era una mujer caprichosa, soberbia y creída que consideraba que el mundo debía agradecerle su sacrificio de alguna manera y estaba tardando en hacerlo. Por cierto, también le gustaban las entradas magistrales aunque nadie la estuviera viendo. Tras tanto tiempo después de su resurreción sus poderes finalmente se habían hecho fuertes pero no con la misma potencia que ansiaba poseer de la calavera. Así que mientras se acercaba a su hermano, con cada paso empezaban a elevarse pequeños trozos de hierro haciendo parecer que con cada pisaba la tierra temblaba a su paso.
Sus ojos, no sólo felinos, sino acentuados en sus rasgos por la coleta alta y el maquillaje brillaban con la luz cruel del hambriento que será alimentado. Una sonrisita sardónica se cruza en sus labios mientras llega, haciendo un suave arco con su arakh antes de apoyarlo en el piso mientras todos esos montículos de hierro se van uniendo a su piel, como si garras empezaran a atrapar cada músculo para finalmente proteger aquel cuerpo como una armadura de tonos grises, adecuada a a cada recoveco de su curvilínea figura.
-I've been waiting for too long- Dijo a su hermano en lengua demoníaca, una lengua que había tenido que aprender a golpes pero que finalmente hablaba con bastante conocimiento.
Lyosha Svensson era una mujer caprichosa, soberbia y creída que consideraba que el mundo debía agradecerle su sacrificio de alguna manera y estaba tardando en hacerlo. Por cierto, también le gustaban las entradas magistrales aunque nadie la estuviera viendo. Tras tanto tiempo después de su resurreción sus poderes finalmente se habían hecho fuertes pero no con la misma potencia que ansiaba poseer de la calavera. Así que mientras se acercaba a su hermano, con cada paso empezaban a elevarse pequeños trozos de hierro haciendo parecer que con cada pisaba la tierra temblaba a su paso.
Sus ojos, no sólo felinos, sino acentuados en sus rasgos por la coleta alta y el maquillaje brillaban con la luz cruel del hambriento que será alimentado. Una sonrisita sardónica se cruza en sus labios mientras llega, haciendo un suave arco con su arakh antes de apoyarlo en el piso mientras todos esos montículos de hierro se van uniendo a su piel, como si garras empezaran a atrapar cada músculo para finalmente proteger aquel cuerpo como una armadura de tonos grises, adecuada a a cada recoveco de su curvilínea figura.
-I've been waiting for too long- Dijo a su hermano en lengua demoníaca, una lengua que había tenido que aprender a golpes pero que finalmente hablaba con bastante conocimiento.
Alcanzamos tierras irlandesas hace poco más de un día, tras un viaje en moto hasta el puerto, la posterior búsqueda de transporte marítimo y un viaje no muy cómodo en un mercancías que no paraba de moverse con el oleaje. El trayecto se hizo lento y pesado, pues todavía me sigo mareando cuando hay temporal, a pesar de haber viajado en barco bastantes veces ya. Lo bueno fue que al menos tenía la compañía de Rosse para poder ir hablando con alguien y distraerme un poco, contando algunas historias personales como las que prometimos que nos iríamos contando cada día. Por ahora no he querido entrar más en el asunto por el cual me siento culpable por lo de mi hermano, aunque ella me dijese antes de marchar que no fue mi culpa. No sabe toda la historia, así que es normal que piense así. También me dijo que ella ya no sabía nada de su familia, y que a partir de ahora empezaba una nueva vida como Soul Reaper.
Cuando por fin desembarcamos nos montamos en la moto que cargamos en el barco de mercancías, alejándonos de la zona del puerto. Ponemos rumbo hacia la zona de la Torre de la Alta Hechicería, teniendo que hacer noche en una posada por lo lejos que queda de la zona de la costa. Al día siguiente volvemos a la moto como si de un road trip se tratase, llegando por fin tras varias horas de conducción y tras haber robado un bidón de gasolina en una gasolinera, que está demasiado caro. Le pido a Rosse que vaya con cuidado por la zona del bosque que rodea a la torre, pues nos podemos pegar una buena hostia si pasamos por raíces levantadas o nos hundimos en alguna ciénaga. En la medida de lo posible vamos rodeando, divisando al cabo la imponente figura de la oscura torre recortada contra el cielo. - Bienvenida nuestro nuevo "hogar" temporal...la Torre de la Alta Hechicería. - todavía no nos bajamos de la moto, pero le indico que vaya frenando en cuanto tengo a la vista algunas figuras, entre las cuales distingo la de mi abuelo. Deben estar esperándonos desde hace un rato, así que en cuanto detenga la moto me bajaré sin dilación. - Traigo una nueva compañera. - anuncio en voz alta desde la moto, a unos cuantos metros de ellos. - Su nombre es Rosse, y fue escogida por la calavera de metal.
Cuando por fin desembarcamos nos montamos en la moto que cargamos en el barco de mercancías, alejándonos de la zona del puerto. Ponemos rumbo hacia la zona de la Torre de la Alta Hechicería, teniendo que hacer noche en una posada por lo lejos que queda de la zona de la costa. Al día siguiente volvemos a la moto como si de un road trip se tratase, llegando por fin tras varias horas de conducción y tras haber robado un bidón de gasolina en una gasolinera, que está demasiado caro. Le pido a Rosse que vaya con cuidado por la zona del bosque que rodea a la torre, pues nos podemos pegar una buena hostia si pasamos por raíces levantadas o nos hundimos en alguna ciénaga. En la medida de lo posible vamos rodeando, divisando al cabo la imponente figura de la oscura torre recortada contra el cielo. - Bienvenida nuestro nuevo "hogar" temporal...la Torre de la Alta Hechicería. - todavía no nos bajamos de la moto, pero le indico que vaya frenando en cuanto tengo a la vista algunas figuras, entre las cuales distingo la de mi abuelo. Deben estar esperándonos desde hace un rato, así que en cuanto detenga la moto me bajaré sin dilación. - Traigo una nueva compañera. - anuncio en voz alta desde la moto, a unos cuantos metros de ellos. - Su nombre es Rosse, y fue escogida por la calavera de metal.
Rosse Kenway
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Tuvimos un laaaargo tiempo de viaje y aunque al principio el movimiento del barco me mareo pero en poco tiempo logre acostumbrarme. Habíamos logrado conseguir comida antes de abordar y habíamos conseguido un barco de mercancía. Habíamos estado hablando en el viaje mientras que yo me había quedado entrenando un poco mas mis poderes con un tubo de metal que tenia guardado en mi moto. Había logrado retorcerlo un poco pero el cansancio o una pequeña jaqueca aparecía cada bes que me concentraba demasiado para dirigir mi energía hacia el metal para moverlo. También recuerdo haber dormido un poco sobre el hombro de Adra, pero no paso mucho mas que eso.
Me estire al al fin tocar tierra firme para volver a conducir durante un largo tiempo y bla bla bla, robamos gasolina, bla bla, muchos ''ten cuidado'' por parte del moreno y mas bla... Nada de diversión... Ni un pequeño roce, en verdad me desilusiono un poco. Hasta que al fin llegamos a la gran torre, en verdad se veía imponente. Al llegar vi a un hombre bastante apuesto y a una mujer que no estaba nada mal. Hice un pequeño gesto con mi mano al ser presentada por Adra, aunque aun no me bajaba de mi bebe, aun no sabia donde ponerla y aunque el lugar se veía desolado no podía confiarme, habían bandidos en todos lados. Mire hacia todos lados viendo algunos arbustos, pero ninguno terminaba de convencerme. Me baje de mi vehículo y camine para quedar junto a Adra.
-¿Hay alguna posibilidad de dejar a mi bebe dentro de la torre? -Le susurre al oído mirando de reojo a las personas en la puerta del lugar a quienes aun no les había dirigido la palabra, y no lo haría hasta que no se presentaran. Ellos sabían quien era pero yo no sabia quienes eran ellos.
Me estire al al fin tocar tierra firme para volver a conducir durante un largo tiempo y bla bla bla, robamos gasolina, bla bla, muchos ''ten cuidado'' por parte del moreno y mas bla... Nada de diversión... Ni un pequeño roce, en verdad me desilusiono un poco. Hasta que al fin llegamos a la gran torre, en verdad se veía imponente. Al llegar vi a un hombre bastante apuesto y a una mujer que no estaba nada mal. Hice un pequeño gesto con mi mano al ser presentada por Adra, aunque aun no me bajaba de mi bebe, aun no sabia donde ponerla y aunque el lugar se veía desolado no podía confiarme, habían bandidos en todos lados. Mire hacia todos lados viendo algunos arbustos, pero ninguno terminaba de convencerme. Me baje de mi vehículo y camine para quedar junto a Adra.
-¿Hay alguna posibilidad de dejar a mi bebe dentro de la torre? -Le susurre al oído mirando de reojo a las personas en la puerta del lugar a quienes aun no les había dirigido la palabra, y no lo haría hasta que no se presentaran. Ellos sabían quien era pero yo no sabia quienes eran ellos.
Alpha Kakumei
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Estuve varios días por aquella torre y aunque tenía mucho que ver, distaba bastante de lo que antaño quizás fue, pronto se me hizo algo aburrida y Adramelech no daba aparecido. Quería contarle todo lo que había pensando durante esos días, mi pequeño plan, después de todo era mejor que no hacer nada y toda ayuda nos venía bien. En mis pensamientos Diablo conversaba conmigo, dándome su opinión en todo momento.
"¿Enserio piensas contarle la verdad sobre ti? ¿Y hablarle de la torre?"
"La base de la confianza es la sinceridad, no le he mentido, sólo he hecho un poco mas digestible la información"
"Ya pero una cosa es decir que tienes poderes de una sucubo y otra muy distinta decir que eres uno de sus Emperadores, la gente no sabe muy bien lo que conlleva ese título, salvo que les da un poco de miedo"
Al poco tiempo fuimos convocados de nuevo ante la puerta de la torre, me daba palo bajar todas las escaleras y... ¿para qué sirve un demonio con poderes supercósmicos y semifantásticos si no los usas? Así que le pedí amablemente a Diablo que me abriera un portal a la entrada, el cual crucé y pude ver que ya había llegado el resto de personas y Adramelech y Rosse, saludé a todos los presentes.
- Por un momento o dos, pensé que ya no ibais a volver vosotros dos - dije riendo - en cuanto puedas, me gustaría comentarte un par de cosas Adra.
"¿Enserio piensas contarle la verdad sobre ti? ¿Y hablarle de la torre?"
"La base de la confianza es la sinceridad, no le he mentido, sólo he hecho un poco mas digestible la información"
"Ya pero una cosa es decir que tienes poderes de una sucubo y otra muy distinta decir que eres uno de sus Emperadores, la gente no sabe muy bien lo que conlleva ese título, salvo que les da un poco de miedo"
Al poco tiempo fuimos convocados de nuevo ante la puerta de la torre, me daba palo bajar todas las escaleras y... ¿para qué sirve un demonio con poderes supercósmicos y semifantásticos si no los usas? Así que le pedí amablemente a Diablo que me abriera un portal a la entrada, el cual crucé y pude ver que ya había llegado el resto de personas y Adramelech y Rosse, saludé a todos los presentes.
- Por un momento o dos, pensé que ya no ibais a volver vosotros dos - dije riendo - en cuanto puedas, me gustaría comentarte un par de cosas Adra.
Lyosha no me hizo esperar demasiado...ella, siempre tan impaciente, no me haría esperar. Y menos si era para algo como esto... pero vino, con el metal danzando a sus pies, que luego se convirtió en una perfectisima armadura. Me habló en aquella lengua que eran como los latidos de mi corazón.
-Hoy no tendrás que esperar más... - le respondí del mismo modo. - He encomendado a Zayra que traiga aquí hoy las calaveras .Estarán mas seguras. Podrás portar y proteger la que corresponde a tu hermandad, como yo hago con ésta.... - mis ojos se desviaron a la calavera negra que portaba en mi bastón de hierro retorcido, sacado de una antorcha del mismísimo Gringotts, aquel dia hace tantos años en el cual luchamos contra dragones.
Pronto comenzó a llegar mas gente. Adramelech, en una moto, con una mujer. Una nueva Soul Reaper elegida por la hermandad del metal. Escruté el rostro de la mujer en cuestion, Rosse. Mi visión distorsionada no me impidió ver que la calavera habia elegido bien....
- Rosse...bienvenida. Yo soy Khaled, de la hermandad de los nigromantes, y ella es Lyosha, matriarca de la hermandad del metal... ella podrá enseñarte todo lo necesario acerca de tu recién adquirido poder. Si es que quiere.
"o tendrás que aprenderlo tu sola"
Apareció tambien Diablo, mis ojos se clavaron en el punto en el que estaba por abrirse su portal, sólo segundos antes de que lo hiciese, y luego lo seguí con la mirada unos instantes mientras se dirigía a Adramelech.
"Tan solo falta Zayra"
Me acerqué a la nueva soul reaper. No era algo que se viese todos los dias. La mujer pelirroja al final, Erika, no habia accedido a unirse a nosotros. Sus convicciones...la calavera del fuego la eligió, pero no siempre aquello concurría con compromiso. Cuando estuve frente a Rosse me detuve.
- ¿Por qué crees que vale la pena que estés hoy aquí? - de momento, era Khaled quien hablaba. Ni rastro del demonio.
-Hoy no tendrás que esperar más... - le respondí del mismo modo. - He encomendado a Zayra que traiga aquí hoy las calaveras .Estarán mas seguras. Podrás portar y proteger la que corresponde a tu hermandad, como yo hago con ésta.... - mis ojos se desviaron a la calavera negra que portaba en mi bastón de hierro retorcido, sacado de una antorcha del mismísimo Gringotts, aquel dia hace tantos años en el cual luchamos contra dragones.
Pronto comenzó a llegar mas gente. Adramelech, en una moto, con una mujer. Una nueva Soul Reaper elegida por la hermandad del metal. Escruté el rostro de la mujer en cuestion, Rosse. Mi visión distorsionada no me impidió ver que la calavera habia elegido bien....
- Rosse...bienvenida. Yo soy Khaled, de la hermandad de los nigromantes, y ella es Lyosha, matriarca de la hermandad del metal... ella podrá enseñarte todo lo necesario acerca de tu recién adquirido poder. Si es que quiere.
"o tendrás que aprenderlo tu sola"
Apareció tambien Diablo, mis ojos se clavaron en el punto en el que estaba por abrirse su portal, sólo segundos antes de que lo hiciese, y luego lo seguí con la mirada unos instantes mientras se dirigía a Adramelech.
"Tan solo falta Zayra"
Me acerqué a la nueva soul reaper. No era algo que se viese todos los dias. La mujer pelirroja al final, Erika, no habia accedido a unirse a nosotros. Sus convicciones...la calavera del fuego la eligió, pero no siempre aquello concurría con compromiso. Cuando estuve frente a Rosse me detuve.
- ¿Por qué crees que vale la pena que estés hoy aquí? - de momento, era Khaled quien hablaba. Ni rastro del demonio.
Regreso a la torre de nuevo, tras varias idas y venidas durante estos últimos meses. No he permanecido ajena a los planes que aquí se orquestaban, pero he estado más centrada en reclutar nuevos miembros para la hermandad. Los asuntos de investigación se los he dejado a Khaled y Lyosha, tan cambiados tras su paso por el infierno y la muerte, respectivamente. Mi padre sigue siendo él, pero parece que su demonio interior tiene más presencia que antes. De todos modos es una gran alegría tenerlo de vuelta otra vez después de tanto tiempo. La última vez que lo vi se estaba marchando por un portal hacia el infierno, y ahora que ha regresado es como si no hubiese pasado el tiempo por él, pues sigue igual. "Serás eterno"...esas fueron las últimas palabras que le dije antes de partir, pero no creí que pudiesen ser tan literales. El tiempo sí ha pasado por mí, así que a veces pienso que debería haberme congelado para no seguir envejeciendo. Por otro lado habría sido una estupidez y una irresponsabilidad, los Soul Reapers me necesitaban y yo debía proteger las calaveras de poder.
Precisamente las he mandado trasladar desde Inglaterra, pidiendo a dos miembros de mi hermandad que las traigan desde allí. Éstos me acompañan hasta la torre en la que se va a celebrar la reunión, portando en cuatro cofres los valiosos objetos. Entorno los ojos al aproximarme al grupo, viendo algunas caras desconocidas. El pelirrojo no me suena de nada, y la mujer del pelo corto tampoco. Parece que viene con mi hijo, así que supongo que será una nueva adquisición. Espero que no haya metido la pata invitando a alguien que no esté dispuesto a darlo todo por la causa. Apenas miro a mi hijo, pues sigo bastante dolida por lo que le sucedió a Astaroth por su culpa. Es el causante de la muerte de su hermano, aunque no fuese de modo totalmente directo. Suspiro levemente al apartar la mirada de él, cerrando los ojos un momento. Después indico a los miembros de mi hermandad que se acerquen. Éstos depositan los cofres con las calaveras en el suelo, abriéndolos para que queden a la vista de todos. - Buenas noches, compañeros. Aquí traemos las cuatro calaveras que hemos custodiado con éxito en la fortaleza de Gorgoroth. - avanzo hasta acercarme a Khaled y a Lyosha, posicionándome junto a ellos. Alzo la voz para que me oiga el resto de los presentes, incluidos algunos miembros de varias hermandades que han sido informados y han acudido para presenciar el acontecimiento.
- Las únicas 4 que se nos permitió conservar. Hoy haremos que esto cambie, volveremos a alzarnos con el poder que una vez tuvimos. Y esta vez nada de engaños ni juegos macabros de demonios estafadores. Hoy nos vengaremos por la humillación sufrida hace más de 20 años, la humillación de ese maldito demonio y de aquellos magos que nos despreciaron y persiguieron, sin ni siquiera darse cuenta de que los salvamos del desastre. Que comience la función. - concluyo entornando ligeramente los ojos, con una ambiciosa sonrisa en los labios. Ahora deberían invocar al maldito demonio, esta vez podremos contenerlo.
Precisamente las he mandado trasladar desde Inglaterra, pidiendo a dos miembros de mi hermandad que las traigan desde allí. Éstos me acompañan hasta la torre en la que se va a celebrar la reunión, portando en cuatro cofres los valiosos objetos. Entorno los ojos al aproximarme al grupo, viendo algunas caras desconocidas. El pelirrojo no me suena de nada, y la mujer del pelo corto tampoco. Parece que viene con mi hijo, así que supongo que será una nueva adquisición. Espero que no haya metido la pata invitando a alguien que no esté dispuesto a darlo todo por la causa. Apenas miro a mi hijo, pues sigo bastante dolida por lo que le sucedió a Astaroth por su culpa. Es el causante de la muerte de su hermano, aunque no fuese de modo totalmente directo. Suspiro levemente al apartar la mirada de él, cerrando los ojos un momento. Después indico a los miembros de mi hermandad que se acerquen. Éstos depositan los cofres con las calaveras en el suelo, abriéndolos para que queden a la vista de todos. - Buenas noches, compañeros. Aquí traemos las cuatro calaveras que hemos custodiado con éxito en la fortaleza de Gorgoroth. - avanzo hasta acercarme a Khaled y a Lyosha, posicionándome junto a ellos. Alzo la voz para que me oiga el resto de los presentes, incluidos algunos miembros de varias hermandades que han sido informados y han acudido para presenciar el acontecimiento.
- Las únicas 4 que se nos permitió conservar. Hoy haremos que esto cambie, volveremos a alzarnos con el poder que una vez tuvimos. Y esta vez nada de engaños ni juegos macabros de demonios estafadores. Hoy nos vengaremos por la humillación sufrida hace más de 20 años, la humillación de ese maldito demonio y de aquellos magos que nos despreciaron y persiguieron, sin ni siquiera darse cuenta de que los salvamos del desastre. Que comience la función. - concluyo entornando ligeramente los ojos, con una ambiciosa sonrisa en los labios. Ahora deberían invocar al maldito demonio, esta vez podremos contenerlo.
Lyosha Svensson
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El pecho se le infló de orgullo cuando le dijo que la calavera de metal vendría a sus manos. Casi podía percibir que estaba cerca, pero prefería no vanagloriarse de su propio poder... Todavía. En estupenda y soberbia forma se mantuvo iperterrita cuando empezaron a llegar el resto de los Souls. Se dignó a mirar a Alpha, recorriendo con sus orbes plateadas la figura del nuevo, hasta que Adramelech y la otra chica llegaron. Nada hubiese logrado que abriera la boca. Nada.
Excepto un nuevo miembro.
La curiosidad hizo que sus iris, descendientes directos de la plateada luna, brillaran. Clavó sus ojos en Rosse como si pudiera penetrar su cuerpo y sacar de él toda la esencia de su alma sólo para conocerla. En el fondo algo compartirían, de lo contrario la calavera no la habría elegido. Lyosha dio un paso al frente y entrecerró los ojos.
-Podrá descubrir sola cuán fácil es morir por una manipulación érronea del metal o ganarse hoy mismo un ápice de respeto por su valor. No soy tan sentimental como antes, hermano- Murmuró con una sonrisa ladina, llena de arrogancia. Tras ello dio vuelta a su cuerpo, dándole la espalda para poder mirar a Zayra que se incorporaba. Su sonrisa cambió a una un poco menos altiva para luego borrarse. La presencia de su calavera era magnética. Literalmente. Sentía que los dedos le vibraban y poco podía hacer para contenerse. Pero su sobrina, Zayra, ya hecha una mujer toma las riendas de la que ha sido su sociedad en los años que ha estado afuera. Así que respira, y espera, al menos ahora la tiene a su alcance. Es sólo un movimiento de mano.
Una vez que ha dado el "go" Lyosha hace que del suelo vuelvan a brotar pequeñas bolas de metal que levitan a su alrededor, su propia armadura parece que no se queda quieta ante la invocación de la matriarca de la Calavera de Metal, esperando sólo una orden o un indicio para atacar o proteger.
Excepto un nuevo miembro.
La curiosidad hizo que sus iris, descendientes directos de la plateada luna, brillaran. Clavó sus ojos en Rosse como si pudiera penetrar su cuerpo y sacar de él toda la esencia de su alma sólo para conocerla. En el fondo algo compartirían, de lo contrario la calavera no la habría elegido. Lyosha dio un paso al frente y entrecerró los ojos.
-Podrá descubrir sola cuán fácil es morir por una manipulación érronea del metal o ganarse hoy mismo un ápice de respeto por su valor. No soy tan sentimental como antes, hermano- Murmuró con una sonrisa ladina, llena de arrogancia. Tras ello dio vuelta a su cuerpo, dándole la espalda para poder mirar a Zayra que se incorporaba. Su sonrisa cambió a una un poco menos altiva para luego borrarse. La presencia de su calavera era magnética. Literalmente. Sentía que los dedos le vibraban y poco podía hacer para contenerse. Pero su sobrina, Zayra, ya hecha una mujer toma las riendas de la que ha sido su sociedad en los años que ha estado afuera. Así que respira, y espera, al menos ahora la tiene a su alcance. Es sólo un movimiento de mano.
Una vez que ha dado el "go" Lyosha hace que del suelo vuelvan a brotar pequeñas bolas de metal que levitan a su alrededor, su propia armadura parece que no se queda quieta ante la invocación de la matriarca de la Calavera de Metal, esperando sólo una orden o un indicio para atacar o proteger.
Alzo la mano para saludar a Alpha, haciéndole un gesto para que se acerque a contarme eso que quiere comentarme. - ¿Por qué no íbamos a volver? Tenía que cumplir con mi palabra. Fue culpa del transporte, nos costó encontrar algo. ¿De qué se trata eso que me quieres comentar? Puedes contármelo ahora. - también me gustaría saber qué tal se han dado estos días a solas en la torre. Podría haberme acompañado a Inglaterra a buscar a Rosse, pero tenían que terminar de hablar de cosas de demonios, y yo no podía retrasar más la cita.
Khaled se encarga de las presentaciones pertinentes y de la bienvenida de Rosse, así que no hace falta que explique yo nada. Asiento a su pregunta sobre la moto, aunque dudo que en este bosque tan alejado alguien vaya a robarle nada. - Creo que sí, pero tranquila, casi nadie viene por aquí, menos los ladrones. Sólo merodea de vez en cuando el viejo que vivía antes en la torre. Tiene intención de arrebatárnosla, pero su momento ya pasó. - explico a Rosse en voz baja, diciéndole después el nombre de la recién llegada, la única que faltaba por presentar. - Zayra, la matriarca de la calavera hielo. Y mi madre. - apenas me ha mirado desde que llegó, cosa que tampoco me sorprende ya. Se han traído desde Inglaterra las calaveras, así que supongo que salieron de allí poco después que nosotros. No habríamos podido hacer la iniciación de Rosse si se hubiesen llevado las calaveras antes. Miro de reojo a mi compañera cuando Khaled le hace esa pregunta, sabiendo que no tendrá problemas en responder porque ya me demostró a mí que está plenamente convencida y es afín a nuestra causa. Lyosha la insta a probar por ella misma sus poderes, lo cual supongo que va más con el estilo de Rosse, que es bastante autosuficiente. Pongo una mano en su hombro para tranquilizarla por el comentario de morir por una manipulación errónea del metal.
- No te preocupes, no te sucederá. Puedes ir probando tus poderes poco a poco, no hay prisa. - escucho el breve discurso de Zayra con atención, estando de acuerdo con algunas partes y en desacuerdo con otras, como la parte de la venganza. Aún así me mantengo silencioso hasta que acaba, con la mirada serena mientras observo el brillo de las calaveras dentro de sus cofres.
Khaled se encarga de las presentaciones pertinentes y de la bienvenida de Rosse, así que no hace falta que explique yo nada. Asiento a su pregunta sobre la moto, aunque dudo que en este bosque tan alejado alguien vaya a robarle nada. - Creo que sí, pero tranquila, casi nadie viene por aquí, menos los ladrones. Sólo merodea de vez en cuando el viejo que vivía antes en la torre. Tiene intención de arrebatárnosla, pero su momento ya pasó. - explico a Rosse en voz baja, diciéndole después el nombre de la recién llegada, la única que faltaba por presentar. - Zayra, la matriarca de la calavera hielo. Y mi madre. - apenas me ha mirado desde que llegó, cosa que tampoco me sorprende ya. Se han traído desde Inglaterra las calaveras, así que supongo que salieron de allí poco después que nosotros. No habríamos podido hacer la iniciación de Rosse si se hubiesen llevado las calaveras antes. Miro de reojo a mi compañera cuando Khaled le hace esa pregunta, sabiendo que no tendrá problemas en responder porque ya me demostró a mí que está plenamente convencida y es afín a nuestra causa. Lyosha la insta a probar por ella misma sus poderes, lo cual supongo que va más con el estilo de Rosse, que es bastante autosuficiente. Pongo una mano en su hombro para tranquilizarla por el comentario de morir por una manipulación errónea del metal.
- No te preocupes, no te sucederá. Puedes ir probando tus poderes poco a poco, no hay prisa. - escucho el breve discurso de Zayra con atención, estando de acuerdo con algunas partes y en desacuerdo con otras, como la parte de la venganza. Aún así me mantengo silencioso hasta que acaba, con la mirada serena mientras observo el brillo de las calaveras dentro de sus cofres.
Alpha Kakumei
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Si los Soul Reapers fuesen una secta, ahora mismo debería estar aplaudiendo ante tal discurso y besando el suelo donde el lider se aposenta. Es una familia encantadora, cada cual más... particular... que el anterior, aunque supongo que eso se podría llegar a decir de la mia. Me acerco a Adramelech y lo aparto un poco del grupo porque no me apetece que me escuchen, cuando estamos lo suficientemente apartados sonrio y le empiezo a explicar.
- He tenido algo de tiempo para meditar y he tomado un par de decisiones. En primer lugar me gustaría pedirte perdón porque no te he contado al 100% la verdad, lo hice para que fuera un poco más digesta al principio, no pretendía mentirte. No soy un hijo cualquiera de sucubo, soy un Emperador Sucubo, como es algo que no se sabe tan fácilmente, te explico, cada mil años, en una noche de luna llena especial, nace un varón en un clan sucubo con mayor poder que cualquiera de ellas y que está destinado a gobernarlas, es una versión muy básica pero es para que lo entiendas. De donde vengo eramos 3 y uno estaba aliado con la Alianza, lo que no saben el uno o el otro es lo que les espera. Pero bueno, cuando quieras te explico más acerca de mi, mis poderes y mis obligaciones. Después te quería comentar, que no voy a poder volver, no porque no haya medios, sino porque no tendrá sentido, ya que cambiará todo irremisiblemente y puede que no se den las condiciones que se dieron para que yo naciera, con un poco de suerte me tienes a tu lado para el resto de tu vida, en el lado malo, quizás me toque desaparecer, eso es algo que le dejo al Universo que juzge. - hice una breve pausa para descansar - También he encontrado algo útil, los Kakumei hace tiempo tuvieron un propósito parecido al vuestro, y de aquella época se conserva una torre donde tenían todo tipo de cosas para ayudar, desde un manantial mágico hasta libros y más objetos, la pega es que un Kakumei temiendo lo peor la selló en una fisura espacio temporal, además de escudarla, y se perdió porque ni su creador pudo escapar de su propia trampa, todos los que han intentado entrar ahí se han quedado, pero no te preocupes, nosotros lo conseguiremos, además de que localicé una entrada. Y si no conseguimos salir, bueno, se me da muy bien cuidar de hombres apuestos que me gustan.
Le guiñé un ojo riendome un poco en broma, no había llegado tan lejos como para quedar atrapado en algo de mi familia para el resto de mi vida. Cojo un chupa chups de uno de mis bolsillos y me lo llevo a la boca con los brazos cruzados a esperar a que Adramelech pueda digerir y razonar mis palabras y a ver que tal le parece el plan de la torre, aunque espero que entienda el porque no podía ser tan sincero de primeras y porque tengo una cierta fachada con la que trato de mantener el tipo.
- He tenido algo de tiempo para meditar y he tomado un par de decisiones. En primer lugar me gustaría pedirte perdón porque no te he contado al 100% la verdad, lo hice para que fuera un poco más digesta al principio, no pretendía mentirte. No soy un hijo cualquiera de sucubo, soy un Emperador Sucubo, como es algo que no se sabe tan fácilmente, te explico, cada mil años, en una noche de luna llena especial, nace un varón en un clan sucubo con mayor poder que cualquiera de ellas y que está destinado a gobernarlas, es una versión muy básica pero es para que lo entiendas. De donde vengo eramos 3 y uno estaba aliado con la Alianza, lo que no saben el uno o el otro es lo que les espera. Pero bueno, cuando quieras te explico más acerca de mi, mis poderes y mis obligaciones. Después te quería comentar, que no voy a poder volver, no porque no haya medios, sino porque no tendrá sentido, ya que cambiará todo irremisiblemente y puede que no se den las condiciones que se dieron para que yo naciera, con un poco de suerte me tienes a tu lado para el resto de tu vida, en el lado malo, quizás me toque desaparecer, eso es algo que le dejo al Universo que juzge. - hice una breve pausa para descansar - También he encontrado algo útil, los Kakumei hace tiempo tuvieron un propósito parecido al vuestro, y de aquella época se conserva una torre donde tenían todo tipo de cosas para ayudar, desde un manantial mágico hasta libros y más objetos, la pega es que un Kakumei temiendo lo peor la selló en una fisura espacio temporal, además de escudarla, y se perdió porque ni su creador pudo escapar de su propia trampa, todos los que han intentado entrar ahí se han quedado, pero no te preocupes, nosotros lo conseguiremos, además de que localicé una entrada. Y si no conseguimos salir, bueno, se me da muy bien cuidar de hombres apuestos que me gustan.
Le guiñé un ojo riendome un poco en broma, no había llegado tan lejos como para quedar atrapado en algo de mi familia para el resto de mi vida. Cojo un chupa chups de uno de mis bolsillos y me lo llevo a la boca con los brazos cruzados a esperar a que Adramelech pueda digerir y razonar mis palabras y a ver que tal le parece el plan de la torre, aunque espero que entienda el porque no podía ser tan sincero de primeras y porque tengo una cierta fachada con la que trato de mantener el tipo.
Rosse Kenway
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-¿Acaso crees que eso me tranquiliza? No dejare mi motocicleta fuera -Le dije al moreno negando con la cabeza. Mire a Khaled al momento que me dio la bienvenida pero no dije nada en absoluto, ni siquiera moví mi cabeza, solo me quede mirándolo.
-No necesito ayuda de nadie... Sea quien sea, puedo aprender sola...
En verdad me costaría hacerlo sola pero tarde o temprano lograría controlarlos a la perfección. Salude a Alpha con una pequeña reverencia de cabeza. Fruncí mi ceño cuando tuve a Khaled frente a mi y me cruce de brazos.
-Soy carne de cañón como todos, ademas, cuantos mas seamos sera mejor sera.
Dije seriamente mirándolo. Podía que no pudiera controlar mis poderes o usarlos a gran escala pero eso no cambiaba el hecho que supiera pelear como lo hacia. Podía aprender sola ya que por suerte tenia la confianza de Adra en mi y eso me animaba a mas. Bufe girando los ojos al escuchar a Lyosha.
-No te preocupes... Morir de esa forma no esta tan mal... -Le respondí a Adra antes de que Alpha se lo llevara, después de todo aun no se me habían ido del todo las ganas de quitarme la vida. Volví a sentarme en mi motocicleta al escuchar el aburrido discurso de Zayra mientras miraba a todos los que estaban ahí planeando irme si no se terminaba el aburrimiento.
-No necesito ayuda de nadie... Sea quien sea, puedo aprender sola...
En verdad me costaría hacerlo sola pero tarde o temprano lograría controlarlos a la perfección. Salude a Alpha con una pequeña reverencia de cabeza. Fruncí mi ceño cuando tuve a Khaled frente a mi y me cruce de brazos.
-Soy carne de cañón como todos, ademas, cuantos mas seamos sera mejor sera.
Dije seriamente mirándolo. Podía que no pudiera controlar mis poderes o usarlos a gran escala pero eso no cambiaba el hecho que supiera pelear como lo hacia. Podía aprender sola ya que por suerte tenia la confianza de Adra en mi y eso me animaba a mas. Bufe girando los ojos al escuchar a Lyosha.
-No te preocupes... Morir de esa forma no esta tan mal... -Le respondí a Adra antes de que Alpha se lo llevara, después de todo aun no se me habían ido del todo las ganas de quitarme la vida. Volví a sentarme en mi motocicleta al escuchar el aburrido discurso de Zayra mientras miraba a todos los que estaban ahí planeando irme si no se terminaba el aburrimiento.
"¿Cuando has sido tú sentimental, Lyosha?
Pregunté mentalmente a mi hermana. No me apetecía hablar mas por el momento, y menos de trivialidades. Apareció Zayra, mi hija... la observé con aparente frialdad o indiferencia pero lo cierto era que me enorgullecía de ella y de como habia sido capaz de mantener a la orden viva y relativamente unida durante estos dificiñes años para los soul reaper. La muerte de Astartoh no obstante le habia pasado factura. Yo aun recordaba a mi nieto, el dia que lo llevé a la sala de las calaveras y fue elegido, como yo, por aquella de las sombras y los demonios... mis ojos se desviaron a Adramelech entonces., el cual habla con la joven recluta...a él también le pesó esa muerte.
-Zayra. -llamé su nombre y la saludé con un gesto de mi cabeza. Luego mis ojos se desviaron hacia el demonio, que decidiño que era buena idea apartar a Adramelech para hablarle en voz baja acerca de vete a saber que asuntos...mi mirada se clavó en la espalda del pelirrojo con peligrosidad. Podía llegar a ser realmente posesivo, y aquel no era el momento para confidencias.
-Pues aprenderás sola. - le dije a Rosse entonces cuando llegué frente a ella. Asumió rapidamente que era carne de cañón, como todos nosotros. Bien. No tenía ninguna utopia estupida montada en su cabeza y conocia el lugar de las personas.
-No pospongamos mas esto... - dije con voz calmada. - Voy a invocar al Todo, por su auténtico nombre y no esa pretensión suya. Cuando lo consiga, habrá que forzarlo a que haga lo que le pediremos: que fabrique para nosotros unos nuevos objetos de poder que nos permitan dividir y repartir la magia entre aquellos que no la poseen, nutriendose a partir de los que si la tienen. No aceptará sin mas. Es posible que todos debamos pelear. - miré entonces hacia Alpha. -Liberaré a Belialt. Tu deberías hacer lo mismo. Cuando tengamos lo que queremos...lo sellaremos.
Me di la vuelta y volvi por las escaleras. En cierto momento mientras yo caminaba hacia la puerta, apareció un portal bajo la moto de Rosse que fue tragada por este. Aunque su vehiculo no se habia desvanecido en el abismo, solo lo habia transportado al interior del hall, y lo descubriria cuando entrase. Una vez adentro, caminé haci a la sala de los portales, donde habia dejado los preparativos necesarios frente al portal al plano demoniaco para llamar al Todo y evitar que se pudiese escapar antes de tiempo. Al principio de la partida, necesitaria mis habilidades como nigromante. Luego...tendria que cederle el puesto a él, y no retenerlo como la ultima vez que me encontré con el Todo. Me concentré y di comienzo a la invocacion, hablando en la lengua oscura y antigua para pronunciar los versos necesarios, con la entonacion mas precisa y necesaria....pocos entendian ahi que una silaba fuera de tono podía resultar en una invocacion fallida. Pero tenia experiencia en traer a este plano a demonios complicados.
La nebulosa del portal comenzó a agitarse hasta girar en una turbulenta espiral, y un extraño viento surgio de la nada recorriendo toda el sótano circular. Pronto estaría aqui, podia sentir su presencia aproximandose, la resistencia que ofrecia a mis palabras, que debia de volver cada vez mas imperiosas para tirar del demonio hacia este plano.
Pregunté mentalmente a mi hermana. No me apetecía hablar mas por el momento, y menos de trivialidades. Apareció Zayra, mi hija... la observé con aparente frialdad o indiferencia pero lo cierto era que me enorgullecía de ella y de como habia sido capaz de mantener a la orden viva y relativamente unida durante estos dificiñes años para los soul reaper. La muerte de Astartoh no obstante le habia pasado factura. Yo aun recordaba a mi nieto, el dia que lo llevé a la sala de las calaveras y fue elegido, como yo, por aquella de las sombras y los demonios... mis ojos se desviaron a Adramelech entonces., el cual habla con la joven recluta...a él también le pesó esa muerte.
-Zayra. -llamé su nombre y la saludé con un gesto de mi cabeza. Luego mis ojos se desviaron hacia el demonio, que decidiño que era buena idea apartar a Adramelech para hablarle en voz baja acerca de vete a saber que asuntos...mi mirada se clavó en la espalda del pelirrojo con peligrosidad. Podía llegar a ser realmente posesivo, y aquel no era el momento para confidencias.
-Pues aprenderás sola. - le dije a Rosse entonces cuando llegué frente a ella. Asumió rapidamente que era carne de cañón, como todos nosotros. Bien. No tenía ninguna utopia estupida montada en su cabeza y conocia el lugar de las personas.
-No pospongamos mas esto... - dije con voz calmada. - Voy a invocar al Todo, por su auténtico nombre y no esa pretensión suya. Cuando lo consiga, habrá que forzarlo a que haga lo que le pediremos: que fabrique para nosotros unos nuevos objetos de poder que nos permitan dividir y repartir la magia entre aquellos que no la poseen, nutriendose a partir de los que si la tienen. No aceptará sin mas. Es posible que todos debamos pelear. - miré entonces hacia Alpha. -Liberaré a Belialt. Tu deberías hacer lo mismo. Cuando tengamos lo que queremos...lo sellaremos.
Me di la vuelta y volvi por las escaleras. En cierto momento mientras yo caminaba hacia la puerta, apareció un portal bajo la moto de Rosse que fue tragada por este. Aunque su vehiculo no se habia desvanecido en el abismo, solo lo habia transportado al interior del hall, y lo descubriria cuando entrase. Una vez adentro, caminé haci a la sala de los portales, donde habia dejado los preparativos necesarios frente al portal al plano demoniaco para llamar al Todo y evitar que se pudiese escapar antes de tiempo. Al principio de la partida, necesitaria mis habilidades como nigromante. Luego...tendria que cederle el puesto a él, y no retenerlo como la ultima vez que me encontré con el Todo. Me concentré y di comienzo a la invocacion, hablando en la lengua oscura y antigua para pronunciar los versos necesarios, con la entonacion mas precisa y necesaria....pocos entendian ahi que una silaba fuera de tono podía resultar en una invocacion fallida. Pero tenia experiencia en traer a este plano a demonios complicados.
La nebulosa del portal comenzó a agitarse hasta girar en una turbulenta espiral, y un extraño viento surgio de la nada recorriendo toda el sótano circular. Pronto estaría aqui, podia sentir su presencia aproximandose, la resistencia que ofrecia a mis palabras, que debia de volver cada vez mas imperiosas para tirar del demonio hacia este plano.
Las puertas del infierno se abren de nuevo por mí tras largos años alejado del plano terrenal. El portal deja paso a una de las formas en las que me puedo presentar, avanzando hacia ellos como una figura etérea rodeada de un aura oscura y siniestra. La última vez que visité el plano terrestre fue precisamente por la invocación del nigromante de los Soul Reaper, Khaled Svensson. Él sabe tan bien como yo que ese encuentro terminó en fracaso para ellos, que tuvieron que perder mucho para poder frenar el diabólico juego en el que yo les había hecho entrar sin que ellos lo supiesen. Por eso me resulta tan extraño que me vuelvan a invocar después de lo sucedido, después de tanto tiempo. Muestro una extraña sonrisa al contemplar el plantel que allí se reúne, de los cuales sólo reconozco a tres, y una de ellas sólo en espíritu. Lyosha, yo mismo la maté hace años. Su cuerpo no es el que posee ahora mismo, pero sí reconozco la esencia. Mi metálica e insidiosa voz resuena por la cavernosa estancia.
- Los vanidosos y fracasados Soul Reaper vuelven a invocarme después de tantos años. ¿Qué querrán de mi? ¿Más destrucción? - me desvanezco un instante y me posiciono un segundo después detrás de Khaled. Vuelvo a desvanecerme y aparezco detrás de Lyosha. - ¿Muerte? - eso puedo volver a dárselo, a pesar de que ya sea como una muerta en vida. - ¿Caos y desesperación? - esta vez me aparezco tras Zayra, dejando tras ella un siseo escalofriante antes de deshacerme de nuevo para rodear al grupo de Alpha, Rosse y Adramelech. - ¿O la seguridad de caer en un nuevo y estrepitoso fracaso? ¿qué os hace pensar que esta vez es diferente? Los mortales sois los únicos que no dejáis de cometer una y otra vez los mismos errores. YO aproveché la codicia y la ambición de los humanos para darles aquello que deseaban, la magia, el poder. Reunir todo ese poder os acabó llevando a la destrucción. Sé que me habéis llamado para eso...para dejar de ser los decadentes seres en los que os habéis convertido. - no puede haber otro motivo. No pueden matarme ni destruirme definitivamente, así que ellos verán lo que hacen para conseguir lo que buscan. Sea como sea, es una nueva oportunidad de sembrar el caos en la tierra, y no pienso desaprovechar el error que han cometido llamándome.
- ¿Por qué debería si quiera escucharos? ¿Y que estaríais dispuestos a dar por recuperar parte de lo perdido? Porque para ganar siempre hay que perder algo...
Mayhem
Guardo un silencio sepulcral tras dirigirme a los míos, ignorando cualquier parte de las conversaciones que no tengan que ver con lo que vamos a hacer. Lanzo una fría mirada a mi hijo Adramelech, que elige un mal momento para ponerse a cuchichear con el pelirrojo ese. Vuelvo a prestar total y completa atención a Khaled, que da las últimas instrucciones al grupo sobre lo que queremos y haremos cuando invoque al demonio. No hace falta dar muchas explicaciones, el plan dependerá de la situación a la que nos enfrentemos y habrá que modificar sobre la marcha.
Aguardo con expectación durante los minutos que dura el proceso de invocación, manteniéndome impertérrita en mi sitio mientras el demonio autodenominado El Todo avanza hacia nosotros tras salir del mismo infierno. Parecería que hemos retrocedido atrás en el tiempo, unos veintitantos aproximadamente. Se apodera de mi una mezcla entre odio y temor infundido por el demonio, que no pierde el tiempo intentando desmoralizarnos nada más aparecer. El maldito ser ya sabe lo que vamos a pedirle antes de que lo hagamos, lo cual me parece empezar con mal pie, como si fuese un paso por delante. Las razones para pedirlo también deberían parecerle obvias, pero en lugar de eso nos pregunta por qué debería escucharnos.
- Déjate de pretensiones, demonio. Estamos dispuestos a sacrificar lo que sea. El trato es que vuelvas a crear las 8 calaveras restantes, y sin trampas.- las ganas de venganza son grandes, pero hay que aguantar hasta conseguir algo, a cualquier precio. - ¿Qué quieres a cambio? - si se niega no obtenemos nada, y no estoy segura de poder obligarlo mediante la lucha. También necesitamos saber que esta vez no hay maldiciones trama que provoquen cataclismos si las reunimos todas.
Aguardo con expectación durante los minutos que dura el proceso de invocación, manteniéndome impertérrita en mi sitio mientras el demonio autodenominado El Todo avanza hacia nosotros tras salir del mismo infierno. Parecería que hemos retrocedido atrás en el tiempo, unos veintitantos aproximadamente. Se apodera de mi una mezcla entre odio y temor infundido por el demonio, que no pierde el tiempo intentando desmoralizarnos nada más aparecer. El maldito ser ya sabe lo que vamos a pedirle antes de que lo hagamos, lo cual me parece empezar con mal pie, como si fuese un paso por delante. Las razones para pedirlo también deberían parecerle obvias, pero en lugar de eso nos pregunta por qué debería escucharnos.
- Déjate de pretensiones, demonio. Estamos dispuestos a sacrificar lo que sea. El trato es que vuelvas a crear las 8 calaveras restantes, y sin trampas.- las ganas de venganza son grandes, pero hay que aguantar hasta conseguir algo, a cualquier precio. - ¿Qué quieres a cambio? - si se niega no obtenemos nada, y no estoy segura de poder obligarlo mediante la lucha. También necesitamos saber que esta vez no hay maldiciones trama que provoquen cataclismos si las reunimos todas.
Lanzo una mirada de preocupación a Rosse cuando hace el comentario de "morir así no está tan mal", refiriéndose a una posible manipulación errónea del metal. Tengo que dejarle claro que sus nuevos poderes no van a matarla, y que tampoco hable tan a la ligera de morir. - Ahora empieza lo bueno y tienes mucho por hacer, no pienses en eso.- replico antes de que Alpha me aleje un poco para hablar con él. Presto atención a su discurso, yendo de sorpresa en sorpresa con cada cosa que va diciendo. Aún así no lo interrumpo, le dejo terminar y sincerarse por completo. Luego habrá más problemas y no tendremos ocasión de hablar con calma.
- Tranquilo. No pienso que quisieras mentirme, simplemente no se puede contar toda la verdad a alguien que acabas de conocer, no hasta saber si es de confianza. - yo mismo había tenido reticencias con él al saber lo del demonio que convive con él, pero después se me fue pasando al ver que podía controlarlo y no albergaban malas intenciones. Lo que no me esperaba es que tuviese un linaje tan importante, y menos que no vaya a poder volver del mundo del que procede. Me hago un poco de lío con esto de los viajes temporales, sigo sin comprender bien todas las posibilidades. - Que cambie el futuro no quiere decir que tú no nazcas. Podrías regresar a un futuro mejor, o quedarte aquí, ya lo que decidas. - se me pasa por la cabeza la idea de si el Alpha que está aquí ahora mismo desaparecería esfumándose si se da la casualidad de que en el futuro no nazca, un pensamiento extraño y perturbador. - No comprendemos bien cómo funcionan las corrientes del tiempo...incluso tú que dominas esos temas no está seguro de lo que puede pasar. El futuro está en constante movimiento, confiemos en que lo que hagamos ahora nos lleve a buen puerto. En el futuro pueden estar orgullosos de ti por demostrar la valentía suficiente como para embarcarse en una misión de resultado incierto. - concluyo con solemnidad refiriéndome a sus teorías sobre lo que puede pasar con él, pensando en que pocos se atreverían a intentarlo.
La parte en la que habla sobre los Kakumei me crea curiosidad, sobre todo eso de que pensaban de un modo similar al nuestro. - Eso que dices de que todos se quedaron atrapados pero que nosotros lo conseguiremos no suena muy confiable...- la broma de que sabe cuidar hombres apuestos si quedarnos atrapados le quita algo de hierro al asunto de poder quedarse en un sitio extraño encerrados para siempre, algo que no puedo permitirme si quiero seguir con mi misión en la hermandad. Pero por otro lado me causa curiosidad el explorar un sitio tan lleno de magia. - Como buen Soul Reaper no puedo decir que no a cualquier cosa que implique aumentar nuestro conocimiento de la magia y expandir horizontes. Creo que iré a visitar ese sitio cuando acabemos con esto, tomando precauciones, claro. Tenemos cosas que hacer aquí fuera - hago un gesto a Alpha para acercarnos de nuevo a Rosse, de modo que estemos los tres juntos cuando comience la invocación.
Lanzo una mirada a la chica como preguntándole si está preparada, pues no todos los días se enfrenta un antiguo humano aun demonio. No puedo evitar sentir miedo al ver a aquel ser emergiendo del portal, tanto por mi tema personal con los demonios como por el efecto que éstos pueden causar en las personas. Siento un escalofrío cuando pasa cerca de nosotros, conteniendo la respiración. Realmente no se me ocurre el modo de convencerlo de que nos haga caso, nada que vaya a funcionar. Decir que buscamos el fin de la guerra le dará igual, él quiere caos y destrucción.
- Tranquilo. No pienso que quisieras mentirme, simplemente no se puede contar toda la verdad a alguien que acabas de conocer, no hasta saber si es de confianza. - yo mismo había tenido reticencias con él al saber lo del demonio que convive con él, pero después se me fue pasando al ver que podía controlarlo y no albergaban malas intenciones. Lo que no me esperaba es que tuviese un linaje tan importante, y menos que no vaya a poder volver del mundo del que procede. Me hago un poco de lío con esto de los viajes temporales, sigo sin comprender bien todas las posibilidades. - Que cambie el futuro no quiere decir que tú no nazcas. Podrías regresar a un futuro mejor, o quedarte aquí, ya lo que decidas. - se me pasa por la cabeza la idea de si el Alpha que está aquí ahora mismo desaparecería esfumándose si se da la casualidad de que en el futuro no nazca, un pensamiento extraño y perturbador. - No comprendemos bien cómo funcionan las corrientes del tiempo...incluso tú que dominas esos temas no está seguro de lo que puede pasar. El futuro está en constante movimiento, confiemos en que lo que hagamos ahora nos lleve a buen puerto. En el futuro pueden estar orgullosos de ti por demostrar la valentía suficiente como para embarcarse en una misión de resultado incierto. - concluyo con solemnidad refiriéndome a sus teorías sobre lo que puede pasar con él, pensando en que pocos se atreverían a intentarlo.
La parte en la que habla sobre los Kakumei me crea curiosidad, sobre todo eso de que pensaban de un modo similar al nuestro. - Eso que dices de que todos se quedaron atrapados pero que nosotros lo conseguiremos no suena muy confiable...- la broma de que sabe cuidar hombres apuestos si quedarnos atrapados le quita algo de hierro al asunto de poder quedarse en un sitio extraño encerrados para siempre, algo que no puedo permitirme si quiero seguir con mi misión en la hermandad. Pero por otro lado me causa curiosidad el explorar un sitio tan lleno de magia. - Como buen Soul Reaper no puedo decir que no a cualquier cosa que implique aumentar nuestro conocimiento de la magia y expandir horizontes. Creo que iré a visitar ese sitio cuando acabemos con esto, tomando precauciones, claro. Tenemos cosas que hacer aquí fuera - hago un gesto a Alpha para acercarnos de nuevo a Rosse, de modo que estemos los tres juntos cuando comience la invocación.
Lanzo una mirada a la chica como preguntándole si está preparada, pues no todos los días se enfrenta un antiguo humano aun demonio. No puedo evitar sentir miedo al ver a aquel ser emergiendo del portal, tanto por mi tema personal con los demonios como por el efecto que éstos pueden causar en las personas. Siento un escalofrío cuando pasa cerca de nosotros, conteniendo la respiración. Realmente no se me ocurre el modo de convencerlo de que nos haga caso, nada que vaya a funcionar. Decir que buscamos el fin de la guerra le dará igual, él quiere caos y destrucción.
Alpha Kakumei
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- Mejor no pensemos en ese tipo de cosas, como una vez me dijo una persona, "eso que llamáis futuro sólo es interesante cuando lo desconoces", así que aventuremonos a lo desconocido, ya habrá tiempo más adelante de apenarse por malas decisiones - dije sonriendo - ¡Perfecto! ¡Así se habla! - dije con aprobación al saber que se apuntaba a buscar la torre.
La invocación ya había empezado y al poco rato apareció el demonio con el que habían apctado antaño, este apareció muy prepotentemente, psicoanalizando a los presentes, internamente me rei, creo que debe ser algo muy demoniaco eso de mostrarse superiores y analizar a los que tienen enfrente para ahcerte sentir inferior y que irremisiblemente los necesitas, aunque también tuve que negar con la cabeza, porque me parecía que fueran a hacer una gran estupidez algunos, creo que no son aún conscientes de lo que implica decir "sacrificar cualquier cosa" delante de un demonio que ya te hizo la misma puñeta en el pasado porque lo volverá a hacer.
"Recuerda que nosotros podemos saber a donde les va a llevar su estupidez, asi que esperate a que se tuerzan realmente las cosas,d e todas maneras, guardame para el mejor momento, es malo enseñar las cartas a un demonio antes de tiempo"
Me quedé cerca de Adra y Rosse, probablemente los 3 acabariamos teniendo que resolver los problemas que los otros 3 inconscientes causen. Supongo que Adra ya es consciente de ello, o quizás no... después de todo es de su familia quien hablamos y querrá confiar en ellos en todo a pesar de que quizás no suene muy bien, suspiré, aunque pedir que todo salga bien es un poco como pedir que te toque la lotería, supongo.
- Supongo que la locura es cosa de familia, ¿no Adra? - dije medio en broma de manera que nosotros 3 fueramos los únicos que lo escuchasemos - Tenemos que hacer piña los 3 por si acaso, no veo que vaya a salir nada bueno de todo esto...
La invocación ya había empezado y al poco rato apareció el demonio con el que habían apctado antaño, este apareció muy prepotentemente, psicoanalizando a los presentes, internamente me rei, creo que debe ser algo muy demoniaco eso de mostrarse superiores y analizar a los que tienen enfrente para ahcerte sentir inferior y que irremisiblemente los necesitas, aunque también tuve que negar con la cabeza, porque me parecía que fueran a hacer una gran estupidez algunos, creo que no son aún conscientes de lo que implica decir "sacrificar cualquier cosa" delante de un demonio que ya te hizo la misma puñeta en el pasado porque lo volverá a hacer.
"Recuerda que nosotros podemos saber a donde les va a llevar su estupidez, asi que esperate a que se tuerzan realmente las cosas,d e todas maneras, guardame para el mejor momento, es malo enseñar las cartas a un demonio antes de tiempo"
Me quedé cerca de Adra y Rosse, probablemente los 3 acabariamos teniendo que resolver los problemas que los otros 3 inconscientes causen. Supongo que Adra ya es consciente de ello, o quizás no... después de todo es de su familia quien hablamos y querrá confiar en ellos en todo a pesar de que quizás no suene muy bien, suspiré, aunque pedir que todo salga bien es un poco como pedir que te toque la lotería, supongo.
- Supongo que la locura es cosa de familia, ¿no Adra? - dije medio en broma de manera que nosotros 3 fueramos los únicos que lo escuchasemos - Tenemos que hacer piña los 3 por si acaso, no veo que vaya a salir nada bueno de todo esto...
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