Zona desierta- Antigua Torre de Alta Hechicería

-Me parece una excelente idea -Le respondí a Khaled seriamente, el saber que lo haría sola me tranquilizaba un poco. No tendría una molesta voz taladrándome los oídos y diciéndome lo que tengo que hacer. Suficiente tenia con la voz suicida.

Bufo al escuchar lo ultimo que me dice Adramelech antes de marcharse con Alpha. El espectáculo en verdad fue muy aburrido. Había apoyado una mano sobre mi vehículo esperando a que todo terminara. Cuando todos comenzaron a entrar y antes de que pudiera tomar mi moto para entrar esta desapareció por un agujero que fue creado en el piso... Justo como los que el pelirrojo creaba. Si mi motocicleta no estaba a salvo aquí correría sangre. Al entrar intentando controlar mi enfado vi que mi bebe estaba ahí sana y salva... Era imposible que hubiera sido Alpha ya que estaba distraído con Adramelech por lo que mi vista se dirigió hacia Khaled frunciendo un poco el ceño con algo de duda. Pero en verdad agradecía que mi vehículo estuviera sin un rasguño.

Al entrar pude escuchar la voz del pelirrojo por lo que supuse que ambos estaban junto a mi pero no note la mirada de Adramelech ya que estaba concentrada mirando la invocación y luego ver como el extraño demonio volvía a este plano yendo y viniendo de aquí para allá, siguiéndolo con la mirada y cerrando mis puños. ''Para dar siempre hay que perder algo'' esa frase me era muy conocida.

-Ley de equivalencia de intercambio... Para ganar algo se debe perder algo del mismo valor... -Murmure para mi misma quedándome algo pensativa.

Vuelvo a tomar mi difusa forma frente a ellos tras regodearme en las debilidades de cada uno, saboreando el hecho de que algunos de mis viejos conocidos se hayan quedado sin palabras. La mayoría permanece en silencio, o murmurando sin dirigirse a mi directamente. Acentúo mi siniestra sonrisa cuando una de ellas, Rosse, menciona la ley de intercambio equivalente. - Veo que te has percatado de por dónde va el asunto...al menos sabes que sólo te trajeron aquí para sufrir, de un modo u otro. - respondo arrastrando las palabras, señalando después a Zayra de manera acusadora cuando ésta me tacha de pretencioso. - ¡Pretensión fue la ambición de querer más poder a costa de lo que fuese! Fuisteis unos ilusos y unos egoístas, esa fue vuestra perdición.  Hoy dices que estás dispuesta a sacrificar lo que sea, ¿cierto? Quieres las 8 calaveras de vuelta, pero siempre hay que dar algo a cambio. Comencemos el juego. - para mí no es más que eso, y voy a pedir todo lo que sea posible, no sin antes divertirme con ellos. Comienzo a enumerar lo que quiero, aunque no cuento hasta 8 todavía porque prefiero dejarles alguna sorpresa en algún momento.

- Cada acción tendrá su recompensa, cada acción tendrá su calavera correspondiente. El orden en el que las consigáis me es indiferente, pero hacedlo o lamentaréis haberme llamado de nuevo, sí...ya lo creo. Mis condiciones: quiero un cuerpo poderoso con el que poder abandonar el infierno y campar a mis anchas por el plano terrestre. Esa es obvia. No me vale cualquier cosa.  - suelto una risa cruel burlándome de Zayra, decidido a comprobar si de verdad está dispuesta a sacrificar lo que sea. - Comienza con la vida de tu hijo. Mátalo tú misma y obtendrás la primera calavera. La última calavera me la reservo para conseguir mi cuerpo, si hacéis lo que yo digo tendréis un poder mucho mayor, como nunca antes habíais tenido. - intuyo que Khaled o Lyosha pueden suponer un impedimento a la hora de que Zayra se ponga a prueba con lo que le he pedido, así que decido separar al grupo en dos. A un chasquido de mis dedos comienzan a surgir del suelo los muros de un oscuro e intrincado laberinto en el que quedan atrapados y separados, por ahora.

Por un lado creo una ilusión en la que quedan atrapados los dos hermanos Svensson, en la cual deberán pelear contra versiones de sí mismos. Es una manera de mantenerlos apartados de los otros, a priori más vulnerables. Por otro lado quedan Rosse, Alpha, Adramelech y Zayra, a los cuales susurro a través de las paredes tras haberme esfumado ante sus narices. -  Para vosotros también hay truco o trato, recién llegados. Dos maneras hay de obtener otra más, entregadme la vida de alguien del laberinto o entregadme a pedazos parte de vuestro ser. ¿Qué valoráis más...? ¿Vuestras piernas? ¿vuestros brazos? ¿vuestros ojos...? ¿las entrañas? ...  Si lo hacéis bien yo haré que podáis continuar...- mi voz se desvanece por ahora a la espera de nuevos acontecimientos por parte de las piezas del tablero con las que pretendo divertirme. Eso sí, lo prometido es deuda, y cada vez que cumplan les entregaré una.

La irritante verborrea del demonio no hace más que tensarme y ponerme furiosa por momentos, siempre culpándonos a nosotros de todo, como si él no hubiese tenido nada que ver con todo lo sucedido. Fue su engaño desde el principio, nosotros no sabíamos lo que podía suceder si reuníamos todos los objetos. Apenas pudimos saborear el triunfo durante escasas horas, antes de que se desatase el caos. Permanezco con la expresión más gélida e impasible de la que soy capaz, a pesar de sentir un huracán interno de rabia por dentro. Ya veremos quién ríe el último, y no va a ser él. Los Soul Reaper prevalecerán, pase lo que pase. El valor del grupo por encima del individuo, es así como debe ser, como siempre he predicado.

Juego. Eso es para él, un simple juego. No duda en dejarlo claro, tenemos que jugar su maldito juego para que cree de nuevo los 8 objetos que necesitamos. - Esta vez sin trampas, no lo olvides.- sentencio duramente antes de aceptar el trato, soltando un sonido irónico cuando pide lo del cuerpo. Era obvio que pediría algo así. - No hay problema por eso, hay cuerpos de nigromantes poderosos que podrías utilizar.- queda un tanto ambiguo si me refiero a Khaled o a otro, eso lo iremos viendo según se desarrolle todo. La siguiente petición va expresamente dirigida a mi, resultando ser una petición devastadora. Me pide que asesine a mi propio hijo para poder obtener una calavera, poniendo a prueba lo que he dicho antes respecto a mi predisposición a hacer sacrificios. Clavo mis inexpresivos ojos en el despiadado ser, sin mostrar ante él signo alguno de debilidad a pesar de la angustia interna que me provoca lo que me pide. Ya sufrí lo que era perder a un hijo, Astaroth, el cual era mi predilecto y mi primogénito. Él no pereció por servir a la causa de los Soul Reaper, sino por las acciones negligentes de su hermano. En cierto modo sería justicia poética que pagase por ello, aunque yo quedase definitivamente rota por dentro al hacer eso. También es cierto que sufrí bastante en otra ocasión en la que pensaba que Adramelech había muerto y que había perdido a mis dos hijos, lo cual quiere decir que no me es indiferente por completo.

Un laberinto se alza entre nosotros mientras me debato entre obedecer o no, separándome de Khaled y Lyosha de manera repentina. Quedo apartada junto con los más jóvenes, perdiendo también de vista la figura del demonio, que se limita a susurrar a través del viento. A ellos les pide que entreguen más vidas o partes de sus cuerpos, algo que deberían hacer si quieren que sigamos adelante. Los segundos de decisión se me hacen eternos, debo elegir entre la vida de Adramelech o la oportunidad histórica de hacer que los Soul Reapers sean grandes de nuevo. He de guiarme por la idea del bien común, por el utilitarismo. He de elegir entre que sufra uno ( o dos conmigo) o que sufran cientos de generaciones venideras de Soul Reapers venidos a menos, que nos extingamos y desaparezcamos para siempre de la historia. Somos la solución a los largos años de oscuridad que ha acarreado la guerra, sólo nuestro credo podrá traer el equilibrio de nuevo al mundo. Formamos parte de algo mayor que nosotros mismos, y es el momento de demostrarlo.

Quedo de espaldas al grupo durante algunos segundos más, cerrando los ojos al haber tomado por fin una decisión. Una lágrima a penas imperceptible rueda por mi mejilla, helándose antes de llegar a caer. Después me giro de manera veloz en medio de una ventisca que comienza a rodearme, murmurando un 'lo siento' antes de atacar a mi hijo con un cortante disco helado dirigido a su cuello para degollarlo, seguido de varias estacas de hielo afiladas como cuchillos que se clavan en su pecho y abdomen. La ventisca de nieve a mi alrededor no cesa tras el brutal ataque, haciendo que los muros de alrededor se recubran de una capa helada mientras grito a la nada.

- ¡¡¿¿ ES ESTO SUFICIENTE!!?? ¡YA TE DIJE QUE ESTABA DISPUESTA A TODO! ¡CUMPLE AHORA CON TU PALABRA!

La voz de Alpha me tranquiliza un poco, he de reconocer que un poco locura Svensson hay en la familia. Asiento de manera silenciosa a eso de hacer piña los tres, se han convertido en lo más parecido a unos amigos a pesar de que nos conocemos desde hace poco. - Llegaremos juntos hasta el final. Juntos vinimos y juntos nos marcharemos. Vamos a conseguirlo. - murmuro por lo bajo, sin querer reconocer que el demonio que tenemos delante me produce escalofríos. Rosse acierta rápidamente con eso del intercambio equivalente, lo cual me da muy mala espina. La sujeto por la muñeca para que no se adelante, no vaya a ser que el demonio le coja manía y la tome con ella. Yo esperaba que luchásemos contra él o algo así, pero al parecer no va a plantar batalla abierta. Miro a Alpha con preocupación al escuchar eso de que el demonio quiere un cuerpo, porque puede querer el suyo y tratar de expulsar a Diablo. Tampoco quiero que se haga con el de Khaled, pues dejaría de ser mi abuelo para ser ese detestable demonio. Dudo que quiera cuerpos como el mio, el de Rosse, el de mi madre o el de Lyosha. Me quedo pálido al escuchar su segunda petición, la que le hace a mi madre.

- ¿Qué...? Madre, no escuches a ese ser infernal y psicópata, tiene que haber otra manera. - yo también estoy dispuesto a hacer sacrificios, pero lo que le pide es absurdo. El laberinto empeora la situación, aislándonos del resto para quedar los 4 por un lado. Zayra sigue dándonos la espalda, así que avanzo un poco más hacia ella para tratar de llamar su atención. - ¡Ya lo has oído! ¡sólo quiere que juguemos a su juego! - el corazón empieza a irme a mil por hora cuando me da la impresión de que está dudando. ¿Tanto me odia como para pensárselo? eso no es ya sólo tenerme cierta manía, es algo más. La puta voz nos pide a los demás que perdamos partes de nuestros cuerpos o matemos a otros en el laberinto, lo cual me hace soltar una risa de desesperación. ¿Qué hemos hecho? estábamos mejor antes, incluso aunque tuviésemos menos poder.

- ¡ Podría dar mi otra mano por conseguir algo, pero no mataré a nadie de aquí. Me niego! - grito mirando a todos lados, ya que no podemos ver dónde se ha metido esa cosa. Después vuelvo a gritar a mi madre. - ¡Dime algo, joder! - aprieto los puños con fuerza cuando comienza esa ventisca que precede a lo que sucede después. Corro hacia ella para sujetarla e impedir que haga lo que creo que va a hacer. Trato de detener esa demencia, pero es en vano. En plena carrera recibo las afiladas estacas de hielo en diferentes lugares del pecho y el abdomen, además del disco de hielo que trata de guillotinarme el cuello. Caigo al suelo conmocionado, sangrando por múltiples lugares y...

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dado probabilidad para el disco cortante de hielo lanzado por Zayra

éxito: corte en el cuello no de gravedad extrema
fallo: se desangra

El miembro 'Adramelech Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

La reunión se está convirtiendo en una fiesta macabra de una casa del terror, estaba visto que el demonio trataba de jugar a un juego, el suyo, y de paso poner a prueba la locura y demencia de cada uno por el poder. Primero vinieron sus exigencias para recobrar ese poder y lo peor de todo es que pidio la vida de Adra a cambio de una calavera a su propia madre, lo cual me dejó la sangre helada. Lo del cuerpo es algo que cualquier demonio que se precie exige.
"Veamos cuanto tarda en hacer una locura, se admiten apuestas de todo tipo"
"¿Enserio hay que llegar a este punto?"
"Cierto, se me olvido que soy demasiado fácil, doy demasiado a cambio de nada, el resto de demonios se han llegado a corromper a este punto, de lo que fuimos ya poco va quedando"
"Perdona, te pasas el día incordiando a la gente, gastando bromas pesadas, dándome la brasa... ¿y te parece poco?"

Adramelech intentó razonar con su propia madre, pero esta nos daba la espalda en el laberinto y no contestaba a ninguna de las llamadas de su propio hijo, ¿estaba planteándoselo en serio? Intenté llamar a Adramelech para que se alejase de ella, las paredes se estaban cubriendo de hielo de una manera muy peligrosa. Cuando nos quisimos dar de cuenta, Adramelech estaba tirado en el suelo sangrando abundantemente. Grité horrorizado y lleno de odio, empecé a hacer una especie de encantamiento y girando sobre mi mismo con una pierna muy estirada a modo de manecilla del reloj, tracé un circulo sobre el suelo que se empezó a llenar de rosas blancas que lanzaron sus pétalos al aire y formaron el símbolo de una rosa gigantesca en el techo que empezó a abrirse por el centro mientras aparecía una forma demoniaca de ese portal.

Diablo:

- ¡Diablo, deprisa! ¡Necesitamos un portal, hay que salvar a Adramelech!- dije corriendo al lado de Adramelech mientras me rompía parte de la camisa para hacer una gasa y tratar de detener el sangrado mientras Diablo me obedecía, pero sin embargo, se quedó mirando fijamente a Zayra con un gran odio, el mismo que yo sentí hace nada - ¡Diablo, ni se te ocurra! ¡Hay que salvar a Adra o morirá! ¡Abre el portal!

Dado de probabilidad: Éxito -> Diablo no hace daño a Zayra y abre el portal
Fallo: - Sic semper, tyrannis! (las palabras de Bruto a Cesar antes de apuñalarlo, "¡Así suceda por siempre a los tiranos! - dijo antes de dañar de gravedad a Zayra con sus garras para después volver a donde esta Alpha con las garras cayéndole sangre para abrir el portal.

El miembro 'Alpha Kakumei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Escuchaba al Todo fijamente, estuve por dar un paso hacia él, para mientras pensaba como negociar con esa cosa, hasta que sentí que Adra me tomo de la muñeca para girarme a mirarlo para soltarme de su agarre, no me importaba lo que pasara conmigo, por eso me uní a esto, por eso pelee contra un mágico, por eso hago lo que quiero siempre, por eso soy adicta y suicida.

Me quede paralizada al escuchar la petición que le había hecho a la madre de Adra, pero eso no era lo peor, lo peor fue que se quedo pensándolo.

''No puede ser tan perra''

El demonio, aunque me daba curiosidad, me caía cada vez peor. Mire hacia todos lados con la creación del laberinto y me alarme al ver que Adra se acercaba a Zayra para convencerla de que no hiciera algo estúpido... Supongo que es lo normal si tu madre piensa en matarte. En menos de un segundo todo sucedió, le corto el cuello y le clavo algunas estacas en el cuerpo.

-¡Maldita perra imbécil, juro que voy a matarte!

Le grite a Zayra con furia que me consumía en lo que corrí hacia Adra para ver que tan mal estaba, intentando desesperadamente tapar sus heridas con mis manos, era algo estúpido pero no quería verlo morir. Se lo deje a Alpha y a Diablo pidiéndoles que lo sacaran de ahí urgentemente.

Me levante girándome hacia la mujer que había atacado al moreno mirándola con odio. Dicen que con furia y odio las barreras de lo imposible se abren, y pues de todos modos no es mentira ya que de alguna forma logre que los dedos de mi prótesis se hicieran algo alargados y puntiagudos como si de garras de metal se trataran. Diablo la ataco antes de abrir el portal y tomar a Adra.

-Cuídalo...

Le dije a Alpha/ Diablo con una pequeña sonrisa antes de atacar a Zayra con mis nuevas y extrañas garras de metal directo al estomago.

El Todo apareció por aquel portal cuando fue convocado. Recordaba su figura a la perfección....recordaba la sensacion que creaba en mi. Si, aquella misma sensacion que habia tenido la primera vez que lo tuve frente a mi volvió.

Pero ya no sentía temor. No como antaño. Quizá porque ahora comprendía que yo mismo era un demonio, que habia convivido y controlado a uno por años, que lo habia tenido dominado bajo mi voluntad sin saberlo. Quizá era porque habia pasado décadas vagando por el infierno, viendo y sintiendo los mas terribles temores del mas allá...

Susurros a mis espaldas, que se desvanecen.  No le respondí. El demonio siguió intentando econger los corazones de otros. Sentí una dolorosa punzada en el pecho. Belialt se retorcía de odio contra el Todo. Quería salir, podía sentirlo...tomar el control de mi ser para lanzarse en pelea contra el demonio. De no ser porque él no podia morir, y yo sí, lo habría consentido.

Lyosha habló, y la miré de reojo intentando domar el dolor creciente que me estaba causando Belialt, su llamada.

"has sido imprudente, hay que cuidar las palabras que le dices a un demonio...."

"se las pueden tomar muy literales"

Comenzó a imponer sus condiciones: un cuerpo....y un sacrificio extremo. Me giré a Zayra, con mi expresión impertérrita, pero un destello rojo en la mirada. No ibamos a caer en aquellos diabólicos juegos...un nigromante no se dejaría llevar por...

Pero un laberinto creció a nuestro alrededor, súbito, de la nada. Me volví a Lyosha, que era quien me acompañaba. Sabía que tanta presencia demoniaca debia de estar afectándola, la sola idea de que pudieran salir mas de ellos por el portal para arrastrarla de vuelta no era agradable. Pero puse mi mano sobre su hombro y la acerqué a mi.

-No podemos dejar que Zayra lo haga. Nos meterá en un juego sin límite.

Aparecieron frente a nosotros nuestros supuetos rivales, que no eran si no entes iguales a Lyosha y a mi.  Entorné la mirada al ver a un Khaled empuñar aquel báculo contra mi....su imagen vaporosa se distorsionaba. Era un truco mental. Tan pronto como fui consciente de aquello, me encaminé hacia aquel espejismo mio y lo atravesé, desvaneciéndolo.

"las ilusiones mentales no funcionan conmigo"

Pero desvié mi mirada a Lyosha, ella no podría distinguir su realidad y yo no podia arreglarlo por ella, solo advertirla.

-Es una ilusión, Lyo....

Llegué a oir el grito de Zayra, la voz de Adramelech casi inaudible....pero nada mas. En aquel laberinto no podia verlos. El Todo iba a continuar quitándonoslo todo...ironicamente...y nada iba a dar a cambio a no ser que le mostrasemos que ahí, el amenazado, era él. Cerré mis ojos, podía sentir las auras de todos. La de Adramelech se apagaba, lo había hecho. En la oscuridad tras mis parpados, chirrió el aura de Alpha y Diablo, que parecian disociados unos instantes. El Diablo estaba furioso, tal como lo estaba Belialt. Respiré hondo. Necesitaba ser el mejor nigromante que había sido nunca, mejor que cuando estaba en el infierno. No podía dejarme llevar por la emoción ahora, o por el miedo, o el odio si quiera.

"jugando a sus designios no llegaremos a ninguna parte.."

Parecía profundamente dormido yo, ahi apoyado contra una de las paredes del laberinto con los ojos cerrados y las manos cerradas entorno al báculo. La prueba de Zayra.... no, no debía pensar en ello. El Todo ahora estaba ocupado con aquellos a los que sabía podía hacer sufrir mas, alimentandose de aquello. Me sumí en las esferas mas profundas de mi alma, rompiendo capa a capa, para hablar con Belialt. Tuve que pronunciar su nombre auténtico lentamente....varias veces...para que me obedeciera.  En el exterior, se manifestaba como un extraño cántico susurrado en voz profunda.

-Ancaileadaireachd Gu dùbhlaidh...Ancaileadaireachd Gu dùbhlaidh....


"lo he decidido, es la única manera de detenerlo. Será temporal. No te enviaré al infierno, tienes mi palabra. He aquí mi pacto: si fracaso, mátame. Toma cualquier otro cuerpo, no te ataré al inframundo, no haré que vuelvas allí. Pero ahora, tienes que salir. Puedo obligarte si no aceptas, sabes que los exorcismos no me son desconocidos... y también sé que deseas enfrentarte a ese de tu raza, destrozarlo cuanto puedas, dar rienda suelta... "

"Ha pasado mucho tiempo, Svensson....mucho...serás capaz de mantener tu cuerpo con vida...sin mí...?"

"si no lo soy, qué mas dará? Estaré muerto igualmente"

"y serás capaz de dominarlo a Él?"

"quizá no se resista al principio, lo difícil será controlarlo mientras sea yo, hacer que me de el poder para hacer lo que queremos...y luego expulsarlo y encerrarlo. Necesitamos su nombre"

"...lo tenemos....hemos vagado mucho. Está bien. Pero recuerda que si fracasas, destrozaré lo que quede de ti. Sabes que siempre he tenido ganas de eso.... y quizá hoy por fin..."

Sabía que Belialt se apegaba a mi tanto como me detestaba. Cuando terminó aquello, sin realizar círculo mágico de ninguna clase, liberé el sello con el que tenía a Belialt sujeto a mi. Sentí un gran dolor en el pecho, como si algo me partiera en dos, mi mente fue un remolino de caos y angustia. Me mantuve en pie solo proque estaba apoyado de espaldas contra la pared, Belialt salió de mi en su forma etérea, de modo violento, como una humareda oscura y llameante, directamente desde mi boca, ojos, narices y oidos. Salió disparada hacia el alto techo y se arremolinó, bajando luego frente a mi. En su forma no corporea, libre de la carne y el hueso, adoptó su aspecto demoníaco. Así, no podía permanecer demasiado tiempo en este plano, pero era extremadamente mas poderoso que cuando lo contenía yo.

Que yo, por mi parte, despues de desprenderme de Belialt despues de muchos años, habia quedado tirado en el suelo, roto, sin apenas respirar. Era tan extraño. Se habian acabado las voces de mi cabeza. Mis ojos habian vuelto a ser verdes. Veía el mundo como era...aunque solo tenía a Lyosha frente a mi. Era bella, sin fallos en el exterior. Me llevé una mano al pecho...la ausencia de Belialt....se sentía solitario. Pero tambien ligero y extraño. Me temblaba el cuerpo por el sacrificio físico.

Belialt se lanzó a los confines del laberinto, volando con sus alas de sombra y portando su lanza flamígera, buscando localizar al Todo para atacarlo, haciendo retumbar su demente risa por toda la gran sala.

Yo me reincorporé, ayudandome de mi bastón y de la calavera.
-El Todo....es irónico que te llamemos así cuando tu Fuente es la Existencia Negativa de los 3 velos....sin cualidades...sin historia....sin antes ni despues. Zohar, el vacío, todo y nada, un sueño sin sueños. ¿Querías un cuerpo para caminar por la tierra? Aquí tienes a tu celda. No creas que te voy a dejar elegir. - conocía su nombre astral, debía iniciar el ritual para atar a aquel demonio a mi cuerpo, pero no iba a ser facil. Procuré entonarlo bien, no fallar en una sola maldita sílaba, sin soltar el bastón de la calavera....pronunciando palabras improninciables -Sēāhar, śūn'yata, ellāṁ onnuṁ, oru kanābiyuṭe- si no lo conseguía, aun asi el Todo sentiría el tirón de mi llamada y yo me debilitaria, si lo conseguía...entonces tampoco quedaba el camino sencillo.

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exito- consigo sellarlo en mi
fallo- aun sin éxito, pasa factura al nigromante.

shitty dados
off: falláis porque os he insultado verdaz? hoy los dados están contra nosotros....

El miembro 'Khaled Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Había notado el cambio en Zayra inmediatamente y la presencia del Todo susurrando si deseaba más muerte hizo que se le helara la sangre pero en su soberbio rostro no se mostró gesto de duda. No tenía planeado morir, no de nuevo pero sabía que el juego con este demonio tenía demasiado que perder y mucho que ganar. Rosse habló y Lyosha asintió brevemente. Sin embargo, permaneció en silencio. A veces… A veces Lyosha sabía cuando callarse la puta boca.

Pero cuando el demonio solicitó a Zayra aquello la mujer miró hacia su sobrina y luego hacia Khaled con cierta preocupación -No puede hacerlo- Espetó. Ella había salvado a Adramelech una vez. Los Souls eran su familia sí, política...Pero la sangre Svensson corría por las venas de ese chico que apenas conocía. No lo permitiría. El demonio debió intuir aquello porque los separó inmediatamente. Mientras Lyosha miraba fijamente a Adramelech la pared negra cortó el contacto visual.

Empezaba a ponerse nerviosa y cuando lo hacía nunca tomaba las decisiones correctas. Escuchó a Khaled y asintió -Lo sé- Arrastró la mano por la pared esperando poder percibir algo de metal en el material pero no tuvo éxito alguno. Golpeó brevemente con las manos y con el mango del arma -ZAYRA. NI SE TE OCURRA HACERLO. DI MI VIDA POR LOS SOULS UNA VEZ, NO TE PERMITO QUE TOMES ESTA DECISIÓN.- Ordenó, obstinada y dominante como siempre.

Al ver que Khaled se movía, ella desvió su atención y reconoció su figura nueva delante de ella con el arma en ristre -¿Es un chiste?- Cuestionó con un rintintin molesto. Ella conocía mejor que nadie sus puntos débiles, pero bueno, supuso que su rival también. Alzó la mirada al escuchar el grito de Zayra y palideció brevemente antes de mirar a su hermano -...Lo ha hecho- Murmuró arrugando la nariz con rabia y observó a la Lyosha contraria empezar a atacar. La miró con el ceño fruncido como si no comprendiera lo que estaba haciendo. Sin mediar más, movió la mano hacia arriba y levantó una barrera de metal que las separaba para que dejase de molestar. Casi como si se tratara de una mosca.

-¿Qué es…- Antes de terminar de pronunciar la pregunta comprendió lo que hacía y lo dejó hacer. No quería llamar la atención del demonio y se dio cuenta de que la pared comenzaba a bajar o a temblar y alzó la mano para mantenerla… ¡Ja! ¡Cómo si una ilusión podría ser tan fuerte como la Matriarca de Metal!. Pero lo que le sorprendió fue lo que le sucedió a su hermano, aquello, literalmente le asustó pero no tardó en reconocerle -Belialt- Saludó con los ojos entrecerrados al verlo por primera vez a los ojos que le eran propios, nunca fue ajena al demonio y a veces creía que sólo ella podía razonar con él pero prefirió no ocuparse de eso y tras ello se agachó para mirar a su hermano, a quien sonrió al ver los ojos verdes -¿Estás planeando lo que creo que estás planeando?- No necesitó respuesta, se mantuvo a su lado por si llegaba a necesitarla -Khal…¿Pasará algo si soy el recipiente?- Cuestionó ya que el asunto de Revenant no lo conocía demasiado, pero al ser un demonio tan poderoso era capaz de devolverle al inframundo de un parpadeo. Creyó. ¿Sería cierto? Una de sus manos rodeó el brazo de su hermano en plan fraternal para que El Todo tampoco lo viera tan debilitado.

El juego en el laberinto no podía haber comenzado de una manera mejor, desde mi punto de vista, claro. Desde su punto de vista les debe de estar pareciendo una pesadilla en la que no saben ni cómo se han metido. Mis ansias de caos y violencia pronto se ven alimentadas con la locura de las acciones de Zayra, que parece realmente dispuesta a sacrificarlo todo con tal de conseguir más poder para los Soul Reapers. No duda demasiado en atacar a su hijo sin contemplaciones, tratando de matarlo tal y como he pedido. Sus gritos preguntando a voces si es suficiente provocan una cruel risa por mi parte como respuesta. Me materializo de nuevo de forma visible, esta vez levitando varios metros por encima de ellos. Ha superado la prueba, por lo que he de cumplir con mi palabra. El aura negra que me rodea se vuelve roja e inestable, aumentando de tamaño más y más mientras concentro toda mi energía demoníaca en la creación de aquel objeto mágico tan codiciado por ellos, uno capaz de robar la magia de aquellos que la poseen de forma natural para después transferirla a aquellos que no nacieron con ese don. Atrapan la esencia mágica, el alma de lo arcano. Miles de partículas brillantes chocan unas contra otras en el hueco formado entre mis dos manos, dando forma finalmente a una reluciente y nueva calavera cuyo destino dependerá de cómo se use. - Siempre cumplo mi palabra...aquí la tienes. Si es que puedes vivir con lo que has hecho. - me regodeo en recordarle lo que acaba de hacer, sujetando la calavera en una de mis manos, por encima de ella todavía. Después la arrojo a algún lugar del laberinto, para que vaya a buscarla. Dije que la crearía de nuevo, no que se la fuese a dar en mano. - Ve y búscala-

El joven Svensson no creo que pueda hacer mucho más, pero los otros dos que le acompañan deciden inmiscuirse para defenderlo. Me esperaba ese punto de cordura por parte de otros miembros del grupo, pero sin saberlo están cumpliendo precisamente con uno de los puntos que dije: atacar a otros miembros del laberinto para matarlos. El demonio que hay en Alpha es el primero en llamar mi atención al salir de su recipiente en el plano terrenal sólo para tratar de salvar al hijo despreciado. El pelirrojo parece ejercer sobre él la suficiente dominación como para que le obedezca, lo cual me crea ciertas dudas sobre la idoneidad de un recipiente así. - Puede que hoy tengas que buscarte otro recipiente, Diablo... - le aviso sólo por el simple hecho de enfurecerlo, los demonios solemos ser posesivos en ese sentido. No quiero alguien excesivamente débil o sin la adecuada carga mágica, pero sí alguien a quien pueda dominar a mi antojo una vez haya tomado su cuerpo. La sangre sigue corriendo, para mi deleite y tal como era de esperar. Rosse ataca salvajemente a la matriarca Svensson, cumpliendo con las peticiones que les hice.

- Qué predecibles sois los mortales, os dejáis llevar por la ira y rápidamente os abandonáis en los brazos del caos. No creí que fuese tan fácil destruiros. La pregunta es...¿quedará alguno de vosotros vivo para disfrutar de estos poderosos objetos? - comienzo a crear una segunda calavera, lo cual sumado a la anterior y las que ya existen haría un número de 6. Justo la mitad de lo que una vez tuvieron. Si esto sigue así se destruirán entre ellos antes de que yo haya cumplido del todo mi palabra, y entonces podré escapar y decidir qué cuerpo quiero para mantenerme en la tierra. El orden está todavía por ver.

Me esfumo de la escena para dejar (por ahora) que esas dos terminen de destrozarse, deshaciéndome en humo para ir hacia la zona del laberinto en la que dejé a Khaled y a Lyosha. Adopto mi forma corpórea en cuanto veo venir hacia mí al demonio Belialt portando una lanza flamígera para atacarme. Khaled también ha liberado a su demonio interior, pero enseguida descubro que no lo ha hecho sólo para atacarme. Evito el primer ataque de Belialt esquivando por poco su embestida, aunque justo en ese momento me doy cuenta de la treta de Khaled. Siento como si estuviese a punto de partirme en dos tras el tirón que me atrae hacia el cuerpo del nigromante, pero me resisto a que me encierre en su cuerpo. La perspectiva de usar el cuerpo de cualquiera que maneje un demonio no me parece demasiado halagüeña, quiero ser yo el que domine. Detesto que se refiera a mi por mi verdadero nombre, no por el nombre con el que me he hecho conocer a lo largo de los siglos. Puede que sepa mi auténtico nombre, aquel por el que puede dominarme, pero eso no quiere decir que lo vaya a conseguir tan fácilmente.

- ¿ A ti te parece que mandes? - pregunto de manera despectiva al debilitado Khaled, por mucho que su hermana Lyosha se esfuerce en apoyarlo para disimular el estado que ha quedado tras intentarlo. - Tu estirpe está desapareciendo, Svensson...tu familia se apaga. Los nuevos miembros de la hermandad morirán aquí hoy. Desapareceréis por fin, seréis olvidados, sin pena ni gloria. Las reliquias que consigáis quedarán perfectas sobre vuestras tumbas. - me deslizo por el aire, descendiendo hacia los dos hermanos para comenzar a dar vueltas a su alrededor, drenando su vitalidad poco a poco, haciendo que un frío intenso envuelva la zona.

La ventisca se calma y el hielo de las paredes retrocede, mientras unos pocos copos de nieve terminan de caer sobre todos los presentes. Las últimas palabras de Adramelech llegan a mis oídos como si fuesen ecos lejanos, no consigo escuchar con claridad sus gritos pidiendo que no lo haga. El daño ya está hecho, he atacado y herido mortalmente a mi propia sangre, enajenada por la ambición y la obsesión del bien común. También escucho lejanos los gritos de Lyosha ordenándome que me detenga, pero es demasiado tarde. El tiempo parece haberse ralentizado casi hasta el punto de detenerse, pudiendo así contemplar casi a cámara lenta cómo cae el cuerpo de Adramelech en el suelo. El lugar en el que yace comienza a teñirse de carmesí por la sangre derramada, aunque aquellos que lo acompañan acuden rápidamente hacia él para intentar que no siga desangrándose. Es extraño, pero no consigo sentir tristeza ni desesperación por lo que acabo de hacer, sólo una especie de frío vacío, como si ya no tuviese nada que perder.

La voz de El Todo me saca de mi estado de abstracción, haciendo que alce la vista hacia él . Una especie de éxtasis recorre mi cuerpo al ver que el sacrificio ha obtenido su recompensa, haciendo que cree una nueva calavera de poder. No me importan sus retorcidas palabras intentando hacer que me sienta culpable, sólo quiero conseguir el anhelado objeto. Levanto los brazos esperando que me la entregue, pero en lugar de eso prefiere arrojarla a algún punto del laberinto.

- ¡NO! - alzo la voz furiosa mientras trato de salir corriendo para ir a buscarla, pero la rabia de Alpha y Rosse me impiden que me largue de allí. El primero libera a su demonio interior para atacarme violentamente con sus garras tras una sentenciosa frase. Emito un grito de dolor cuando mi túnica se rasga a la altura del hombro, dejando allí una profunda herida. Trato de alejarme de ellos para ir en busca de la calavera, pero en ese momento recibo un segundo ataque por parte de Rosse, que usa sus poderes recientemente adquiridos para herirme en el vientre con las cuchillas que forman sus dedos de metal. Caigo al suelo de rodillas y gravemente herida, llevando mi mano al lugar en el que el metal se ha clavado.

- Ingratos...no lo entendéis...no entendéis nada. Necesitamos conseguirlas de nuevo, cueste lo que cueste...si no estáis dispuestos a llegar hasta el final no sois dignos...- me arrastro intentando alejarme, no sin antes extender mi mano hacia Rosse para alzar un tosco muro de hielo que se interponga entre ella y yo, buscando ganar algo de tiempo.

Quedo tendido en el suelo tras el brutal ataque por parte de mi madre, sin poder creer lo que acaba de suceder. Jamás pensé que fuese capaz de intentar matarme, pero por lo visto me equivocaba. Tampoco hubiese pensado que fuese a tener un final tan amargo, a manos de mi propia madre. La sangre no deja de escapar de mi cuerpo, aunque mis amigos  hacen lo posible por intentar que no sea así. Lanzo una mirada aterrada al primero, que es el que se queda conmigo mientras Diablo y Rosse van a atacar a mi madre. Me aferro al brazo de Alpha, intentando hablar sin conseguirlo, pues la sangre de la herida del cuello me lo impide.

Si pudiese decirle algo le diría que escapasen de aquí, que se salvasen, y que sentía mucho haberlos metido en este lío. Ahora me arrepiento de haberle dicho que podríamos conseguirlo, que yo le ayudaría a cambiar el horrible futuro del que proviene, mucho peor que el presentes, si es que eso es posible. Sigo creyendo que nuestra visión para la solución del problema de la guerra es la más apropiada, pero no podremos ayudar a otros si antes no somos capaces de ayudarnos a nosotros mismos, sin destruirnos entre nosotros en una loca carrera impuesta por un demonio sádico que juega con nosotros y disfruta con nuestro sufrimiento. Necesitamos recuperar el control que hemos perdido.

También le diría que siento mucho no haber podido ser de más utilidad en esta batalla, les pediría perdón por caer tan pronto, por no poder luchar codo con codo y  no poder ayudarles. Por último me disculparía también con Alpha por no ir con él a esa excursión por la torre extraña que ha mencionado antes, y a Rosse por no poder seguir contándonos cada día una pequeña historia como dije que haríamos. Les pediría que se cuidasen entre ellos. Me disculparía por todos esos momentos que no podremos disfrutar juntos como los amigos que comenzábamos a ser, y que no hemos tenido la oportunidad de seguir siendo. Poco a poco mi mano se va aflojando del brazo de Alpha, cada vez siento más frío y mis ojos se nublan, perdiendo su luz lentamente hasta cerrarse.

Diablo abrió el portal al final no sin antes hacer de las suyas, todo se estaba yendo literalmente a la mierda. Sentí como Adramelech se aferraba a mi brazo e intentaba decirme algo pero no era capaz, le hacia gestos para que no gastara energías, intentaba mantener la calma pero no era capaz, todo aquello me llenaba de impotencia, había venido a impedir sucesos del futuro y aun así se estaban produciendo. Adramelech se estaba enfriando cada vez más hasta que quedó en coma y se soltó de mi brazo ya sin fuerzas, ¿había actuado demasiado lento y tarde? Pero mis pensamientos se vieron interrumpidos por Diablo quien me empujó dentro del portal hacia el hospital, intenté decirle que por favor trajera a Rosse y cerró el portal dejándome a solas en el hospital con Adra.

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Al final envié a Alpha al hospital, no sin antes prometerle que regresaría con Rosse. De repente siento un escalofrío en la espalda, estaba sin vigilancia, sin control y además un aura extraña me rodeaba, todos los pensamientos negativos provocados por la situación en Alpha se estaban concentrando en mi, me empecé a reir y vi como Zayra intentaba librarse de Rosse e ir a por la calavera, riéndome hice que se la tragara un portal y me la depositara en la palma de la mano, luego con ella señalé a Zayra victorioso.

- Oh vaya, que bonito adorno nuevo para mi colección y el símbolo de tu vergüenza, ingrata tu querida mujer, hemos venido a salvarte de tu propia estupidez y te empeñas en caer si o si en tu desgraciado destino, que irónico es el ser humano, ¿verdad?

Comencé a rodear nuestra zona del laberinto con una espesa niebla que no dejaba ver otra cosa que no fuera nosotros y comencé a proyectar su irónico destino, el que le había comentado Alpha a Adramelech y que ahora estaba comenzando. Nos podíamos ver en una especie de cementerio cubierto de niebla, estaba todo abandonado y había varias tumbas, yo estaba sentado encima de una lápida y aparté las piernas para que se pudiera leer su nombre "Zayra Svensson", el resto tenían el resto de nombres "Adramelech Svensson", "Lyosha Svensson", "Khaled Svensson"... Riendo hice que la calavera brillase y tomase la forma de su creador, el Todo y de ella saliesen una especie de cadenas infernales en las que estaban atadas las almas de la familia Svensson.

- ¡Oh que dichosa estampa!¡Vuestra lucha por un bien mayor irónicamente os ha traído un mal mayor! Vosotros si que no merecéis nada salido de unas manos demoníacas. Por tanto, me lo quedaré como un bonito recuerdo, no te preocupes, en tu lápida escribiré un bonito epitafio "Murió arruinando los sueños de su familia, jugando a los dioses con un demonio" - después miré a Rosse - Acaba con esa insensata y te sacaré de este nido de locos.

Alcé el vuelo con la calavera en mano y pude escuchar la voz del Todo, amenazando con quitarme a Alpha y que tuviera que buscarme a otro, ¡ja! se va a creer que le voy a dejar fácilmente mi medio de sustento y el trabajo más sencillo que he podido tener en toda mi existencia, que se conforme con un Svenpetardo de estos. Salgo fuera de nuestra zona del laberinto en dirección a donde están los otros, donde Khaled intenta sellar al Todo en su interior, aunque este se resiste.

- Querido colega del Infierno, me temo que no te voy a dar el capricho de quitarme un buen recipiente, tendrás que conformarte con lo que encuentres en este mercadillo, no siempre se encuentra algo tan sumamente puro que corromper - juego con la calavera que he recogido en mi mano - Ya averiguaré que clase de majadería es esta que has creado, a lo mejor juego con alguno de estos juguetitos en mi favor.

Reí malvadamente, antes de jugar y estudiar las calaveras para sacarles algún provecho, obviamente veré con lo que puedo jugar de lo que tengo aquí presente, aunque no me hace ninguna gracia ver al Todo y menos aún a Belialt, el primero no me gusta nada por querer quitarme lo que es MIO por derecho y el segundo no lo conozco como para saber sus intenciones reales, además de querer ver muerto a Khaled, su antiguo recipiente.

Alpha al fin se había llevado a Adra lo cual me aliviaba bastante por el simple hecho que no había visto a Adra antes de que se fueran. Estaba entretenida rasguñando el hielo que me separada de Zayra viendo como lentamente se teñía de rojo tanto por la sangre del moreno como la mía propia ya que ademas de rasguñar el hielo con mi prótesis hecha garra también estaba rasguñandolo con mi mano por lo que comenzó a herirse.

Por fin había afinar el hielo por lo que le di un par de golpes mas hiriéndome también el puño hasta terminar por hacer un agujero lo suficientemente grande como para lograr pasar por él acercándome a Zayra y mirándola con odio.

-Estas enferma... Hay que defender a los nuestros, no asesinarnos solo por mas poder... Tu no eres digna, ni siquiera eres digna de que seamos buenos contigo y asesinarte rápidamente. Debes sufrir... Y yo misma me encargare de eso.

Me acerque a la matriarca de hielo para patearle el rostro y agacharme a su altura para tomarla del cabello, mirándola con una retorcida sonrisa directo a los ojos.

-Hey tu Todo!! Querías un envase... Aquí tienes uno... Una matriarca, pero por esto debes darme las otras calaveras faltantes... Debes cambiar algo de un mismo valor y aunque no lo creas esta mierda de aquí vale mucho... -Dije gritando y mirando a Zayra a los ojos esperando a que aquel demonio me escuchara.

-¿Sabes que es peor que la muerte? Vivir en un infierno constante, donde nadie oiga tus ruegos... Vivir encerrada en tu propio cuerpo solo viendo lo que sucede sin poder impedir nada -Le dije exclusivamente a la madre de Adra hablando con desprecio.

Mi primer intento por dominar al Todo fracasó.O no lo estaba pronunciando bien, o no le estaba poniendo suficiente empeño. Porque sinceramente, me negaba a dejarme derrotar por aquel. Me detuve un momento y gruñí, antes de retomar la letanía. No podía permitirme el pensar en Adramelech ahora mismo, ni en qué le había hecho Zayra. No podia distraerme de Todo, ni de Belialt.

Miré a Lyosha de reojo cuando me preguntó si estaba pensando hacer lo que ella creía, asi que asentí. Pero al instante la miré con fijeza. En medio de aquel caos aprovechaba para apreciar aquellos momentos extraños. Ella, un recipiente para el demonio?
-No. Un cuerpo no puede aguantar tantos vínculos. Te mataría. Eso te mataría para siempre.

Ya era dificil mantener un vínculo, otro mas, y de esa indole....ni un nigromante habria podido mantener aquello a raya demasiado tiempo. Puse mi mano sobre la de ella cuando me ofreció apoyo, y me levanté. Belialt habia fallado su primer ataque y desplegó sus alas de sombra y llamas, con unos ojos rojos resplandecientes. Era raro, pero podia sentir su furia aunque ahora no lo llevase sellado en mi.


Escuché al Todo y me incorporé con ayuda de mi hermana. Mi ceño estaba fruncido y aunque la liberacion de Belialt y el fallo al controlar y sellar al todo me habian dejado débil, no perdía mi temple ni mi determinación, ni aun con la muerte en los talones o respirandome en la oreja.

-Nuestro apellido se apagó hace tiempo, cuando decidimos que el mundo era mas importante que nuestro sueño, hace mas de 50 años. Pero no desapareceremos de la memoria totalmente. Porque tú....tú tendrás toda la eternidad para recordarnos, aunque solo seamos eso, eso que desearías no haber destruido. - sonreí, con la chispa de la locura del genio en los ojos. - A tus queridos juguetitos.

Agarraba febrilmente mi báculo, y aunque retomé mis intentos por dominar al todo y sellarlo en mi, él se resistía, sabía a que se atenía si yo lograba mi objetivo. Comenzó a rodearnos y noté como mi energía descendía drasticamente, el cuerpo parecia pesar una barbaridad....busqué a Belialt en mi cabeza pero no lo encontré. Sin embargo éste no parecia ajeno a nada.

Se arrojó contra el Todo nuevamente, con la espada en alto para atacarlo y apartarlo de nosotros. Su voz sonó a mil campanas claras y a mil truenos cuando pronunció su nombre y trató de apresarlo en una esfera de llamas. Luego en un relámpago volvió a nosotros y nos agarró a mi hermana y a mi, haciendonos desaparecer por un portal demoniaco.

"Khaled, estás fracasando. ¿Vas a fracasar? Ya sabes cual es el trato...A MI TAMPOCO ME CONVIENE QUE FALLES!!"

Él podía proyectar su voz en mi cabeza todavía. Otro portal se volvió a abrir justo donde estaban Zayra y Rosse. A Belialt poco o nada le importaban aquellos dramas familiares. Lanzó una mirada a Lyosha (aunque era dificil saber a quien miraba porque los ojos eran dos focos de luz) y nos soltó. Toda aquella sangre, sangre de mi familia. Allí no estaba solo la de Zayra. A Adramelech se lo habían llevado. Nada mas ver a la iniciada agarrando a mi hija por el pelo, avancé hacia Rosse. ¿Por qué la gente usaba con tanta facilidad la palabra "infierno"?

- Apártate de ella inmediatamente! - no esperé que me hiciese caso, la agarré por un hombro y tiré de ella hacia atrás, apartádola de la herida Zayra. Sabía de sobra que Lyosha podría controlarla si le daba por intentar volver a tocarla.

"tenemos apenas unos segundos"

-Hija mía, por qué le has hecho caso? - me di cuenta nada mas incorporarla entre mis brazos, que estaba mas cerca de la muerte que de la vida. Acerqué mis labios a su oído y le susurré algo que solo ella pudo oir, acompañado de una pregunta. - ...ahora mismo eres un objetivo fácil para él...intentaré repetirlo conmigo...pero si no funciona... - mis ojos volvieron a interrogarla.


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fallo- no hay quien se haga con este demonio, leshes

El miembro 'Khaled Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Era evidente que aquello no funcionaba, Khaled seguía recitando y recitando sin que aquello inmutara al demonio cosa que le estaba exasperando a Lyosha pues su hermano siempre conseguía todo lo que se proponía, era difícil verlo así. Sin embargo, cuando le miró de aquella manera tan penetrante y ciertamente siniestra respecto a una muerte más total Lyosha asintió con solemnidad. No podía hacerselo. Si morían, morirían juntos. Esta vez.

El fallo de Belialt también le dolió en el alma pero la presunción de El Todo fue lo que más le molestó a la soberbia y orgullosa mujer. Los Svensson desaparecían sí, y en ese momento añoraba haber sido mucho más familiar y hacer crecer a su estirpe pero había vivido su vida muy bien sola y sin responsabilidades. Las palabras de Khaled también calan hondo y por un momento Lyosha se percata de algo -¿Y qué mierda ganas si morimos? Somos los únicos que te hemos convocado a lo largo de la historia. Los únicos que te hemos sacado del suplicio de girar sobre tu cerro de oscuridad. No ves la relación ganar ganar, sólo ves lo que tu pequeña esencia te deja ver y no lo que puedes llegar a ser. Pecas de mediocre y por eso tu única determinación es acabar con nosotros. Es triste, irónico y patético...Como toda tu existencia.

Terminada su retahíla el demonio empieza a girar alrededor de ellos y la familiar sensación de perder energía vuelve a apoderarse de su ser. Y aunque la costumbre era fuerte no dejaba de ser un terrible castigo. Sintió la pérdida de temperatura corporal, el temblor de sus rodillas y un mareo casi perenne. Dentro de su cordura alzó el arma y describió un arco para dañar al demonio, para cortarle la cabeza y destruirlo...No lo logró Un rayo los sacó de aquel lugar. Cuando le alejaron del demonio se sintió cansada, pero en calma. El arma siguió su arco quedando peligrosamente cerca del cuerpo de la nueva soul.

Ignorándola deliberadamente, alzó la vista hacia Belialt, clavando sus iris de plata en los de él con agradecimiento y arrobo. No comprendió porqué él la miró pero le dio exactamente igual. Volvió la vista a la escena cuando la nueva soul era apartada de Zayra, le echó una mirada fulminante y sin pensarlo demasiado elevó una pared de hierro que les separara de los dos nuevos y dejara a la familia Svensson en intimidad. Al menos eso iba a hacer y quedarse a ayudarlos hasta que vio las heridas hecha con metal a su sobrina. Verás, Lyosha es una persona particular. Su familia es suya y si ella los hiere está bien, pero no está bien que se hieran entre ellos y tampoco que alguien más lo haga. ¡MENOS CON SUS PODERES!

-Maldita novicia- Dijo convirtiendo la pared en estacas que van directo hacia las rótulas y los hombros de la nueva. Y que ni siquiera intente enfrentarse a la matriarca de la calavera de Hierro que, de quererlo, podría rebajarla con un pestañeo. -Me gustaría hacerte una advertencia...Del tipo “La próxima vez que lo hagas”...Pero no me gusta dejar cabos sueltos. Tu actitud te ha jugado en contra, estúpida- Sonrió de lado -Séllale en ella. Tiene una voluntad tan débil que ante cualquier arrebato sentimental el demonio la controlará y yo no perderé nada importante para mi hermandad- Empezó a convocar aún más metal para clavarle pequeñas agujas bajo las uñas y demás partes sensibles del cuerpo. ¡Joder, hace cuanto necesitaba sangre y caos!

Acierto: hiero  y debilito al demonio.