Zaphira Eire
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Catherine y Sean seguian a a lo suyo sin decirme que estaba ocurriendo así que no sería importante por lo que presté atención a lo que comentaban unos y otros que me estaban sacando de quicio con tanta queja -Por todos los infiernos, así no vamos a acabar nunca- me llevé una mano al entrecejo para masajearlo con dos dedos y tratar de no tirarles de la oreja a todos... eso me dejaba claro que solo tenía paciencia con mis allegados porque a la mitad de la sala la habría tirado por el borde de la isla.
Al final se dijo algo sobre estrategias pero de nuevo una interrupción, Donovan graznaba acompañado de gritos infantiles pero la profecía me hizo ponerme pálida, solo podía tener la mirada fija en aquella chica que parecía que describiera algo que ya había vivido, la guerra de los Pendragon además de algunas de sus palabras... agarré con fuerza la empuñadura de excalibur esperando que se refiriera a otra cosa, todos parecieron restarle importancia pero mi rostro se había quedado totalmente descolocado, tanto que no pude reaccionar a la petición de Sayid a la primera.
-Ah.. si, te ayudaré en lo que pueda porque disciplina es lo que hace falta en este maldito gallinero, me sorprende que sigáis vivos- el resto de la reunión estuve ausente, pensando en mis cosas, mirando a Sean de vez en cuando porque si dado el momento tenía que elegir entre su vida y la isla, Ouroboros caería.
Al final se dijo algo sobre estrategias pero de nuevo una interrupción, Donovan graznaba acompañado de gritos infantiles pero la profecía me hizo ponerme pálida, solo podía tener la mirada fija en aquella chica que parecía que describiera algo que ya había vivido, la guerra de los Pendragon además de algunas de sus palabras... agarré con fuerza la empuñadura de excalibur esperando que se refiriera a otra cosa, todos parecieron restarle importancia pero mi rostro se había quedado totalmente descolocado, tanto que no pude reaccionar a la petición de Sayid a la primera.
-Ah.. si, te ayudaré en lo que pueda porque disciplina es lo que hace falta en este maldito gallinero, me sorprende que sigáis vivos- el resto de la reunión estuve ausente, pensando en mis cosas, mirando a Sean de vez en cuando porque si dado el momento tenía que elegir entre su vida y la isla, Ouroboros caería.
Sayid Ibn Salah
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Los que hablaban y aportaban algo a la reunión eran casi los mismos que se dedicaban a lanzarse pullas unos a otros, suspiré y me fui quedando con la información importante de cada caso y me negué a entrar en el juego de los ministros pero estaba muy atento a lo que decía Sigrid que al final decidió retirarse, esperé a que abandonara la sala y me senté en su sitio pero no pasó mucho hasta que volvió, escuche como chistaba y me di la vuelta, aguantando una risotada cuando dijo que no sabía volver a mi casa -Te lo dejo con un lacito si quieres- le contesté sonriendo y en cuanto cerró la puerta el mini genio ya estaba con ella para llevarla a casa.
-Señores por favor, un poco de orden- Gracias a que Sean estaba cerca pude ver lo que las plumas iban redactano en los pergaminos, estaba todo lleno de quejas unos a otros -Resaltad los puntos importantes... esto y esto... y esto- el plan iba tomando forma poco a poco así que solo quedaba ejecutar las primeras partes lo antes posible -Yo ayudaré en la búsqueda del androide, la prioridad es el instrumento de trabajo de la señorita Miller- Si la memoria no me fallaba así la habían llamado. Después de pedir ayuda a Catherine me envió un mensaje mental, desconocía los límites de sus poderes pero no significaba que no pudiera solucionarlo "Entonces hay una solución" le dije dándole a entender que mientras se pudiera hacer algo todo estaba bien.
De nuevo dagas verbales de un lado a otro de la sala pero poco se hablaba sobre el plan por lo que decidí que mi intervención había acabado una vez que los ministros estaban fuera de la sala -Creo que se ha dicho lo importante, pero temo que debo retirarme, descansar también es parte importante en una guerra, un soldado agotado sirve de poco o nada- mucho más uno que había vuelto de el infierno -Mañana a primera hora partiré con quienes puedan unirse a la misión de buscar al androide- hice una reverencia y me desaparecí del lugar hasta mi casa, llegando seguramente antes que Sigrid.
-Señores por favor, un poco de orden- Gracias a que Sean estaba cerca pude ver lo que las plumas iban redactano en los pergaminos, estaba todo lleno de quejas unos a otros -Resaltad los puntos importantes... esto y esto... y esto- el plan iba tomando forma poco a poco así que solo quedaba ejecutar las primeras partes lo antes posible -Yo ayudaré en la búsqueda del androide, la prioridad es el instrumento de trabajo de la señorita Miller- Si la memoria no me fallaba así la habían llamado. Después de pedir ayuda a Catherine me envió un mensaje mental, desconocía los límites de sus poderes pero no significaba que no pudiera solucionarlo "Entonces hay una solución" le dije dándole a entender que mientras se pudiera hacer algo todo estaba bien.
De nuevo dagas verbales de un lado a otro de la sala pero poco se hablaba sobre el plan por lo que decidí que mi intervención había acabado una vez que los ministros estaban fuera de la sala -Creo que se ha dicho lo importante, pero temo que debo retirarme, descansar también es parte importante en una guerra, un soldado agotado sirve de poco o nada- mucho más uno que había vuelto de el infierno -Mañana a primera hora partiré con quienes puedan unirse a la misión de buscar al androide- hice una reverencia y me desaparecí del lugar hasta mi casa, llegando seguramente antes que Sigrid.
Los puntos a seguir ya habían quedado claros y estaban todos dispuestos a colaborar, cosa que ya era un avance. Faltaba que alguien escribiese el resumen final que habíamos hecho Thalos, Sayid y yo, con misiones asignadas y demás. Un borracho Lykaios fue el primero en marcharse, seguido de los antiguos ministros después del repaso que les había dado Catherine a favor de Victorya. Asentí mirando en su dirección, girando después la cabeza hacia Victorya. - No la escuches. Sólo intenta sembrar la discordia. Ya has demostrado suficiente a lo largo de todo este tiempo. - Blair no era la única que quería sembrar desconfianza. Las quejas de Thoren empezaron a escucharse desde el momento en que entró. Hice un sonido de mosqueo porque por hoy ya tenía cubierto el cupo de escuchar estupideces. - No digas gilipolleces. Yaroslav es amigo mío, a pesar de que tú me caigas como el culo, y nunca haría nada contra él. Así que me interesa tanto como a ti saber dónde está. - ya me extrañaba a mí que se hubiese perdido la misión de la Ciudadela, era preocupante. Empecé a pensar que tal vez lo hubiesen atrapado en Londres los androides.
Me quedé pensativo aislándome un poco del resto de cosas que pudiesen comentarse, aunque volví a la realidad cuando Nyara vino a tirarme de la manga diciendo que tenía sueño. Normal, era ya muy tarde para una niña de 3 años. - Ven, Nyara, , ya nos vamos a dormir. - la cargué en brazos mientras me levantaba de la silla, haciendo un gesto a Thalos, Erika y Victorya como indicando que me la llevaba a la cama. - Os veo mañana, luego me contáis si dicen algo más interesante. - murmuré por lo bajo para no interrumpir, alzando después la voz para anunciar que me marchaba. - Ya lo hemos dicho, pero contad con nosotros. Seguiremos en contacto. - después de eso salí de la sala, desapareciéndome de allí con Nyara.
Me quedé pensativo aislándome un poco del resto de cosas que pudiesen comentarse, aunque volví a la realidad cuando Nyara vino a tirarme de la manga diciendo que tenía sueño. Normal, era ya muy tarde para una niña de 3 años. - Ven, Nyara, , ya nos vamos a dormir. - la cargué en brazos mientras me levantaba de la silla, haciendo un gesto a Thalos, Erika y Victorya como indicando que me la llevaba a la cama. - Os veo mañana, luego me contáis si dicen algo más interesante. - murmuré por lo bajo para no interrumpir, alzando después la voz para anunciar que me marchaba. - Ya lo hemos dicho, pero contad con nosotros. Seguiremos en contacto. - después de eso salí de la sala, desapareciéndome de allí con Nyara.
Las palabras mágica habían llegado a su mente cuando Catherine había mencionado la sala de reuniones. Interesante. Muy interesante. Y también haber aprendido oclumancia. Desconectar de su hermana fue fácil y rápido. Aunque confesaba que los continuos intentos de Catherine empezaban a ser una molestia mental y, también, los gritos del degenerado del crío. No había pensado que le resultará tan molesto para lo que estaba organizando. No paraba de llorar, no paraba de berrear y Desmond se preguntaba una y otra porque había decidido ir a recogerlo.
No obstante, a medida que avanzaba por los pasillos medio arrastrando medio caminando con su sobrino sonreía para sí mismo con suficiencia. Detrás de él le seguían cuatro Guardias que le custodiaban ignorando como él mismo los chillidos del crío. Vio a varias personas salir y los ignoró burdamente porque, sinceramente, no eran su objetivo.
Al aparecer en las puertas se quedó mirando la sala. Había más gente de lo que esperaba. Pero estaba bien. Más público. Su mensaje sería mucho más contundente. Iba vestido de manera formal, con un pantalón negro, zapatos de vestir en el mismo tono y una camisa de botones blanca. Sin embargo, la manga derecha de la camisa estaba cubierta de sangre y tenía salpicones en el torso. Llevaba el pelo desordenado y un rostro extraño. Como si de pronto hubiese envejecido 10 años. De la mano sangrienta llevaba cogido Aedan, haciendo que la ropa de su sobrino también estuviese manchada. Y llevaba sus armas. Su arco cruzado en su torso y el carcaj de flechas. Flechas muy especiales que emitían una energía muy extraña. Oscura. Junto a él se encontraban los cuatro Guardias con la armadura de la Guardia de Ouroboros.
Catherine- Saludó con una fría calma mientras clavaba sus ojos de color oro en ella-Me has invitado a la sala. Gracias. Veo que la reunión es muy interesante- Sus palabras eran casuales mientras el crío no dejaba de gritar a por su madre. Desmond movió el brazo con brusquedad hacia el niño tras dirigirle una mirada violenta-¿Acaso no se calla nunca?- Inquirió arqueando una ceja escéptico-Estaba enseñándole algo importante pero… no tiene futuro- Expresó mirando al niño antes de empujarlo hacia adelante con un gesto adusto y soltarlo. Aedan terminó tropezando y cayendo hacia adelante llorando-Como tu linaje- Soltó y levantó la mirada hacia la pelinegra con un odio feroz-Y el tuyo- Dijo hacia Sean.
Fue entonces que se encontró con los ojos de Zaphira y tras recorrer su cuerpo con algo de más de suspicacia, hizo una sonrisa para nada tranquilizadora.-Hmmm… Devuelvela, Zaphira, no te pertenece. Ni a ti, ni a los Eire, ni al Consejo-
No obstante, a medida que avanzaba por los pasillos medio arrastrando medio caminando con su sobrino sonreía para sí mismo con suficiencia. Detrás de él le seguían cuatro Guardias que le custodiaban ignorando como él mismo los chillidos del crío. Vio a varias personas salir y los ignoró burdamente porque, sinceramente, no eran su objetivo.
Al aparecer en las puertas se quedó mirando la sala. Había más gente de lo que esperaba. Pero estaba bien. Más público. Su mensaje sería mucho más contundente. Iba vestido de manera formal, con un pantalón negro, zapatos de vestir en el mismo tono y una camisa de botones blanca. Sin embargo, la manga derecha de la camisa estaba cubierta de sangre y tenía salpicones en el torso. Llevaba el pelo desordenado y un rostro extraño. Como si de pronto hubiese envejecido 10 años. De la mano sangrienta llevaba cogido Aedan, haciendo que la ropa de su sobrino también estuviese manchada. Y llevaba sus armas. Su arco cruzado en su torso y el carcaj de flechas. Flechas muy especiales que emitían una energía muy extraña. Oscura. Junto a él se encontraban los cuatro Guardias con la armadura de la Guardia de Ouroboros.
Catherine- Saludó con una fría calma mientras clavaba sus ojos de color oro en ella-Me has invitado a la sala. Gracias. Veo que la reunión es muy interesante- Sus palabras eran casuales mientras el crío no dejaba de gritar a por su madre. Desmond movió el brazo con brusquedad hacia el niño tras dirigirle una mirada violenta-¿Acaso no se calla nunca?- Inquirió arqueando una ceja escéptico-Estaba enseñándole algo importante pero… no tiene futuro- Expresó mirando al niño antes de empujarlo hacia adelante con un gesto adusto y soltarlo. Aedan terminó tropezando y cayendo hacia adelante llorando-Como tu linaje- Soltó y levantó la mirada hacia la pelinegra con un odio feroz-Y el tuyo- Dijo hacia Sean.
Fue entonces que se encontró con los ojos de Zaphira y tras recorrer su cuerpo con algo de más de suspicacia, hizo una sonrisa para nada tranquilizadora.-Hmmm… Devuelvela, Zaphira, no te pertenece. Ni a ti, ni a los Eire, ni al Consejo-
La preocupación de Catherine era contagiosa e intentaba por todos los medios calmarla para que aguantara pero en cuanto tomé su mano ella la apartó haciéndome un comentario que de inmediato me hizo apartar la mía también con cara de chupar limones, arrimándome más a Lucio -Por todos los unicornios! ni hablar!- aquel comentario me salió en alto por lo que tuve que pedir perdón sintiéndome avergonzado y deslizándome un poco en la silla.
Las palabras de Catherine merecían mi apoyo y así lo hice recibiendo elogios de Lucio que me hicieron sonreír además de la conexión con Catherine "El odio es un lastre en nuestros corazones que solo el perdón puede liberar" comenté a la chica que no tardó demasiado en volver a juzgar a los ministros pero dentro del amplio espectro de la bordería de Catherine, estaba siendo bastante amable.
Lo de la profecía no me había pasado desapercibido y a pesar de que Lucio me decía que todo estaba bien, Catherine decía lo contrario, aquello sumado a la reacción de Zaphira me hizo pensar en un problema olvidado desde la fiesta de Ouroboros -Lucio...- le hice una señal para que mirara a la dragona ya que yo no podía ver su expresión. La reunión siguió avanzando y mi encantamiento seguía registrando todo cuanto ocurría en la sala, todo lo que se decía palabra por palabra de cada persona aunque eso significaba para mi que no podía marcharme hasta el final -¿por qué nadie más aprende encantamientos?- dije por lo bajo pues también deseaba irme a descansar pero al parecer eso no iba a ser posible.
Una vez más las puertas se abrieron y pude sentir como el patronus que había enviado a por Desmond de nuevo aparecía en cuanto escuché la voz del moreno -desmond, ¿Donde te habías metido?- Aedan estaba llorando y llamando por su madre de manera desesperada y yo no podía saber lo que estaba ocurriendo hasta que escuché como algo caía al suelo y el llanto se hizo más alto, suponiendo que el pequeño se había caído. Aquello era realmente frustrante pero las palabras de Desmond hacia el pequeño lo eran aún más -Es un niño, no seas tan duro con él- lo del linaje sin embargo me dejaba en la incertidumbre.
Se hizo un momento de silencio y ahora las palabras del otro le fay se dirigieron a Zaphira que al parecer poseía algo por lo que le reclamaban pero no sabía nada, no entendía nada -¿De qué hablas Desmond? ¿te encuentras bien? tal vez deberíamos esperar al final de la reunión para hablar de esto...-
Las palabras de Catherine merecían mi apoyo y así lo hice recibiendo elogios de Lucio que me hicieron sonreír además de la conexión con Catherine "El odio es un lastre en nuestros corazones que solo el perdón puede liberar" comenté a la chica que no tardó demasiado en volver a juzgar a los ministros pero dentro del amplio espectro de la bordería de Catherine, estaba siendo bastante amable.
Lo de la profecía no me había pasado desapercibido y a pesar de que Lucio me decía que todo estaba bien, Catherine decía lo contrario, aquello sumado a la reacción de Zaphira me hizo pensar en un problema olvidado desde la fiesta de Ouroboros -Lucio...- le hice una señal para que mirara a la dragona ya que yo no podía ver su expresión. La reunión siguió avanzando y mi encantamiento seguía registrando todo cuanto ocurría en la sala, todo lo que se decía palabra por palabra de cada persona aunque eso significaba para mi que no podía marcharme hasta el final -¿por qué nadie más aprende encantamientos?- dije por lo bajo pues también deseaba irme a descansar pero al parecer eso no iba a ser posible.
Una vez más las puertas se abrieron y pude sentir como el patronus que había enviado a por Desmond de nuevo aparecía en cuanto escuché la voz del moreno -desmond, ¿Donde te habías metido?- Aedan estaba llorando y llamando por su madre de manera desesperada y yo no podía saber lo que estaba ocurriendo hasta que escuché como algo caía al suelo y el llanto se hizo más alto, suponiendo que el pequeño se había caído. Aquello era realmente frustrante pero las palabras de Desmond hacia el pequeño lo eran aún más -Es un niño, no seas tan duro con él- lo del linaje sin embargo me dejaba en la incertidumbre.
Se hizo un momento de silencio y ahora las palabras del otro le fay se dirigieron a Zaphira que al parecer poseía algo por lo que le reclamaban pero no sabía nada, no entendía nada -¿De qué hablas Desmond? ¿te encuentras bien? tal vez deberíamos esperar al final de la reunión para hablar de esto...-
Cansada por el simple hecho de seguir con vida, la bruja se dirigió con su paso liviano y grácil a la sala de reuniones generales, pero no entró, se mantuvo observando la puerta pensativa con mirada severa y altiva. Cuando Sarah y los nuevos miembros del concejo ingresaron a la sala, las puertas abiertas le dejaron ver la escena de una muchacha cubierta de lágrimas de sangre hablando con voz cavernosa en la penumbra, acompañada por graznidos de aves, ladridos y gritos de bebés. La siguiente vez que las puertas fueron abiertas se trataba de los Guardias de Ouroboros llevando a la pelinegra al hospital mientras que dentro de la sala todo había vuelto a la normalidad. La bruja suspiró con pesadez y fastidio ya que les había advertido que había temas más importantes que tratar y siguió a los guardias para estar con la muchacha cuando despertase.
Por el camino se cruzó con Desmond que iba en dirección contraria seguido de cerca por cuatro Guardias de Ouroboros llevando a un niño que gritaba a todo pulmón. Él no le dedicó ni una mirada, ni unas palabras, la ignoró de la forma más grosera posible. Sin darse cuenta, sus pasos se habían detenido y la pelinegra había quedado muy adelante. Se volteó para mirar al mago descendiente de Morgana una segunda vez mientras éste se seguía alejando con un destino claro. Notó que iba armado, él le había comentado que practicaba arquería, y pudo ver la manga derecha cubierta de sangre. La bruja retomó su camino al hospital ya que podría tratarse de un asunto concerniente a la inteligencia artificial, tal vez él había participado en la misión y se dirigía a la reunión. Pero, si era así, ¿El niño qué tenía que ver?¿Por qué lo seguían Guardias de Ouroboros? Él se mostró apegado a las tradiciones ¿De verdad había ido a aquella misión?
En eso, un atisbo del futuro le provocó una fuerte migraña y la dejó aturdida por un momento. Vió una espada llena de sangre, pero no se sentía como una espada cualquiera, de ella salieron dos alas hechas de sombras oscuras y luego un rugido feroz terminó por derribarla. Se levantó del suelo con dificultad y miró en dirección a donde Desmond se había dirigido para seguirlo con andar espectral.
“Impostores...” Le susurraban los espíritus mientras ella caminaba, se mostró confundida así que las almas volvieron a insistir.
“¡Guardias impostores!” Le gritaron haciéndole sentir a la bruja que un clavo intentaba atravesar su cráneo y que su cerebro explotaría de buenas a primeras, entonces se detuvo e hizo aparecer la insignia de los Blood Keepers para enviar un mensaje y cuando aquello estuvo hecho hizo desaparecer la insignia nuevamente para continuar caminando hasta llegar a la sala de reuniones. Escuchó hablar al de ojos del color del oro con perturbadora paz y llegó a ver cuando empujó al niño hacia adelante por encima del hombro de uno que iba con la armadura de la Guardia de Ouroboros. Así mismo, escuchó a Eire defender a la criatura, el momento de silencio, las palabras a la dragona y al descendiente de Merlín confundido por la actitud del mago.
-¿Qué buscas obtener?- Dijo con su voz queda y su mirada seria y altiva sobre Desmond. Había que tantear el terreno.
Por el camino se cruzó con Desmond que iba en dirección contraria seguido de cerca por cuatro Guardias de Ouroboros llevando a un niño que gritaba a todo pulmón. Él no le dedicó ni una mirada, ni unas palabras, la ignoró de la forma más grosera posible. Sin darse cuenta, sus pasos se habían detenido y la pelinegra había quedado muy adelante. Se volteó para mirar al mago descendiente de Morgana una segunda vez mientras éste se seguía alejando con un destino claro. Notó que iba armado, él le había comentado que practicaba arquería, y pudo ver la manga derecha cubierta de sangre. La bruja retomó su camino al hospital ya que podría tratarse de un asunto concerniente a la inteligencia artificial, tal vez él había participado en la misión y se dirigía a la reunión. Pero, si era así, ¿El niño qué tenía que ver?¿Por qué lo seguían Guardias de Ouroboros? Él se mostró apegado a las tradiciones ¿De verdad había ido a aquella misión?
En eso, un atisbo del futuro le provocó una fuerte migraña y la dejó aturdida por un momento. Vió una espada llena de sangre, pero no se sentía como una espada cualquiera, de ella salieron dos alas hechas de sombras oscuras y luego un rugido feroz terminó por derribarla. Se levantó del suelo con dificultad y miró en dirección a donde Desmond se había dirigido para seguirlo con andar espectral.
“Impostores...” Le susurraban los espíritus mientras ella caminaba, se mostró confundida así que las almas volvieron a insistir.
“¡Guardias impostores!” Le gritaron haciéndole sentir a la bruja que un clavo intentaba atravesar su cráneo y que su cerebro explotaría de buenas a primeras, entonces se detuvo e hizo aparecer la insignia de los Blood Keepers para enviar un mensaje y cuando aquello estuvo hecho hizo desaparecer la insignia nuevamente para continuar caminando hasta llegar a la sala de reuniones. Escuchó hablar al de ojos del color del oro con perturbadora paz y llegó a ver cuando empujó al niño hacia adelante por encima del hombro de uno que iba con la armadura de la Guardia de Ouroboros. Así mismo, escuchó a Eire defender a la criatura, el momento de silencio, las palabras a la dragona y al descendiente de Merlín confundido por la actitud del mago.
-¿Qué buscas obtener?- Dijo con su voz queda y su mirada seria y altiva sobre Desmond. Había que tantear el terreno.
A Markus toda esta cháchara le estaba aburriendo de forma infinita, tanto es así que hasta le dio tiempo a echarse una cabezacita o dos. En concreto desde que posteó: 7 sueños largos, 7 siestas, sobrevivir a una gripe y a una gastritis. Había sido una semana productiva concentrada en una jornada de posts, sí.
Pero ahí estaba Markus, mirando con desidia y aburrimiento a todos los que estaban ahí. De vez en cuando alguien alzaba la voz y eso a Markus le gustaba mucho, pues no había mejor entretenimiento que el conflicto ... el conflicto de otros, debía Markus señalar. Y entre los líos de espionaje, el amor no correspondido (o sí) del renegado jefe por yo qué sé, el del parche. El del pelo azul se iba con el del pelo rojo a hacer churumbeles, claramente, de algún sitio tienen que salir los criajillos de pelo morado, claramente.
Markus va a leer si tiene algoe interesante a lo que reaccionar mientras come pizza. Dadme unos segundos.....
Parece que lo único interesante de todo ese blablablá y de todos los cuchillos que vuelan por la sala es que hay una máquina diabólica y que se dedica a reforestar bosques, poner chips y hacer transcender al personal. Por otro lado hay un tema de una batalla llevada mal, muy mal, donde al parecer se metió Sean y la debió de liar parda, por lo que dijo Altair antes. Los que nos hemos roto mejor nos quedamos en casa, nos ponemos la tele y vemos la peli en diferido, cuando la emitan en los canales locales con películas chustas de mediodía. Markus se lo apunta en un post-it
La idea esa de hacer que la IA termine en un cuerpo no es del todo malo. Lo único que el chip que cargue dicha IA tiene que haber sido tratada convenientemente como lo que estamos haciendo ahora, ya sabes. Que entre y una vez dentro, que no sea capaz de salir. Entonces se extrae el chip y se destruye. Fin de la IA. La pregunta es a ver cómo consigues engañarla para que se encierre donde quieres que se quede. Oh, pero y cómo afectaría eso a los demás transcendidos. Buena pregunta, Gio, buena pregunta. Entrecierro los ojos ante la humana que parece saber tanto de SAM. Me la apunto en mi mente brillante para futuras colaboraciones.
El resto es blablablá, ruido blanco para los oídos de Markus. Lo poco interesante es lo que dice el ojo seco de Thalos, pero se pierde de nuevo entre la multitud que habla y no se calla nuncaaaaaaa nunca! Ruido en Ouroboros, gente en Ouroboros. Markus se larga, esto es infumable.
Pero
Pero
Pero
Vuelve el drama. Markus no se puede evitar quedar para saber más.
Pero ahí estaba Markus, mirando con desidia y aburrimiento a todos los que estaban ahí. De vez en cuando alguien alzaba la voz y eso a Markus le gustaba mucho, pues no había mejor entretenimiento que el conflicto ... el conflicto de otros, debía Markus señalar. Y entre los líos de espionaje, el amor no correspondido (o sí) del renegado jefe por yo qué sé, el del parche. El del pelo azul se iba con el del pelo rojo a hacer churumbeles, claramente, de algún sitio tienen que salir los criajillos de pelo morado, claramente.
Markus va a leer si tiene algoe interesante a lo que reaccionar mientras come pizza. Dadme unos segundos.....
Parece que lo único interesante de todo ese blablablá y de todos los cuchillos que vuelan por la sala es que hay una máquina diabólica y que se dedica a reforestar bosques, poner chips y hacer transcender al personal. Por otro lado hay un tema de una batalla llevada mal, muy mal, donde al parecer se metió Sean y la debió de liar parda, por lo que dijo Altair antes. Los que nos hemos roto mejor nos quedamos en casa, nos ponemos la tele y vemos la peli en diferido, cuando la emitan en los canales locales con películas chustas de mediodía. Markus se lo apunta en un post-it
- Londres está destruido. Las máquinas lo están reparando, arreglando los campitos. Esto debería hacer feliz a Sofía: preguntar qué opina.
- Los perros tienen mucho que aportar a los congresos de Ourboros. Invitar a más, al menos amenizan la chapa. Preguntar a Altair si puede vernir.
- Hacer caso de vez en cuando al del ojo seco. Al otro no, al colega no, habla mucho …
- Felicitar a Entropía por San Valentín
La idea esa de hacer que la IA termine en un cuerpo no es del todo malo. Lo único que el chip que cargue dicha IA tiene que haber sido tratada convenientemente como lo que estamos haciendo ahora, ya sabes. Que entre y una vez dentro, que no sea capaz de salir. Entonces se extrae el chip y se destruye. Fin de la IA. La pregunta es a ver cómo consigues engañarla para que se encierre donde quieres que se quede. Oh, pero y cómo afectaría eso a los demás transcendidos. Buena pregunta, Gio, buena pregunta. Entrecierro los ojos ante la humana que parece saber tanto de SAM. Me la apunto en mi mente brillante para futuras colaboraciones.
El resto es blablablá, ruido blanco para los oídos de Markus. Lo poco interesante es lo que dice el ojo seco de Thalos, pero se pierde de nuevo entre la multitud que habla y no se calla nuncaaaaaaa nunca! Ruido en Ouroboros, gente en Ouroboros. Markus se larga, esto es infumable.
Pero
Pero
Pero
Vuelve el drama. Markus no se puede evitar quedar para saber más.
El comentario de los unicornios de Sean me sacó una sonrisa disimulada por su reacción, aunque no sabía a qué había venido. Seguro que estaba de mensajitos mentales con Catherine, como los que se pasan notas en la escuela. Miré en dirección a la dragona cuando Sean me lo indicó, dándome cuenta de que parecía estar asustada y rara tras la profecía. - Creo que está...asustada. Se ha quedado blanca. Deberíamos acabar la reunión cuanto antes, por el bien de todos. - murmuré a Sean, aunque tal vez también podría escucharlo Catherine. - No creo que haga falta que lo escribas todo, Sean, con que tengamos un poco de memoria de lo que se ha dicho podría ser suficiente. - ya se habían repetido por lo menos tres veces los puntos a seguir, así que todo lo demás ya era redundar. Si había algún detalle a pulir ya se haría más tarde.
Estaba pensando en levantarme para decir que ya estaba todo dicho, pero no pudo ser porque de repente apareció Desmond acompañado de guardias. Lo peor no era eso, sino que estaba manchado de sangre y traía al pequeño de Catherine con él. - Por Merlín...¿qué significa esto, Desmond? suelta al niño, le estás asustando. ¿Esa sangre es tuya? ¿Por qué vienes con los guardias? - me levanté lentamente de la silla, apoyando la mano en el antebrazo de Sean y mirando alrededor para ver las reacciones de mis compañeros. Lo de los linajes no tenía ningún sentido, ni eso de que Zaphira le devolviese algo. - Creo que es momento para disolver la reunión y que cada uno se vaya marchando a descansar. Ha sido un día muy largo. - con eso pretendía que saliesen todos los que no tuviesen que ver con el asunto, para así ver qué era lo que pasaba con el hermano de Catherine. Bellatrix también preguntó a Desmond de qué iba todo ese asunto, que era lo que debíamos estar preguntándonos todos.
Estaba pensando en levantarme para decir que ya estaba todo dicho, pero no pudo ser porque de repente apareció Desmond acompañado de guardias. Lo peor no era eso, sino que estaba manchado de sangre y traía al pequeño de Catherine con él. - Por Merlín...¿qué significa esto, Desmond? suelta al niño, le estás asustando. ¿Esa sangre es tuya? ¿Por qué vienes con los guardias? - me levanté lentamente de la silla, apoyando la mano en el antebrazo de Sean y mirando alrededor para ver las reacciones de mis compañeros. Lo de los linajes no tenía ningún sentido, ni eso de que Zaphira le devolviese algo. - Creo que es momento para disolver la reunión y que cada uno se vaya marchando a descansar. Ha sido un día muy largo. - con eso pretendía que saliesen todos los que no tuviesen que ver con el asunto, para así ver qué era lo que pasaba con el hermano de Catherine. Bellatrix también preguntó a Desmond de qué iba todo ese asunto, que era lo que debíamos estar preguntándonos todos.
Gruñí con cara de indignación total porque me sentía marginado de todo el asunto, así que me acerqué hasta la mesa para plantar las manos sobre el tablero con un golpe. - ¡No lo veo desde al menos una semana antes del torrneo! ¡Por eso abandoné el prrimer día, para ir a buscarlo! - grité sin saber hacer uso del tono de interiores, mirando a Catherine como pidiendo que por favor contactase con él. Separé las manos de la mesa para mirar de reojo a la mujer morena, que creía reconocer como la antigua ministra a pesar de que fuese vestida de un modo raro.
- ¿Y estos cómo han llegado hasta aquí? - una vez más no me enteraba de nada. - Es cierto, nadie me ha invitado...- entorné los ojos, mirando a Victorya como si sospechase de ella. Mi grupo de renegados disidentes la miró también con cara de desconfianza. - Ella quierre hacerse con el mando del grrupo de los renegados, sólo le interresa el poder. Lo huelo, sé qué cara pone quien quierre el poder. - señale a Victorya de manera acusadora, aunque después presté atención a Blair. Sería una maldita ministra de la Alianza, pero era bastante atractiva cuando guiñaba el ojo, y más cuando me daba la razón. - Obvio. Deberrías hablar conmigo en lugar de con esta gente. Tal vez así alguien me explique qué pasa. - después se los llevaron a saber dónde, pero me quedé con su cara.
No terminaba de creerme a Johan cuando dijo que también estaba preocupado por Yaroslav, yo lo veía muy tranquilo de reuniones y con su niña. No parecía estar haciendo esfuerzos por encontrarlo. - Puede que no hayas hecho nada contra él, pero eres un mal amigo que no le busca. - solté antes de que se fuera, dándome después la vuelta para ir hacia la puerta con la intención de marcharme. Justo entonces me topé de frente con un tío con muy mala cara y más guardias de Ouroboros, además de un crío pequeño. Al parecer era algo de linajes y rollos familiares, así que no me interesaba. - Catherine, si localizas a Yaroslav me avisas. Voy a investigar. - pasé de largo de los guardias, que no me impidieron la salida, abandonando así la sala de reuniones.
Me mantuve a la escucha de todas las ideas y argumentos, desechando todas aquellas intervenciones que tuvieran cualquier forma de reproche o de echarse cosas en cara. Anotaba mentalmente cada idea y quién se encargaría de llevar a cabo cada misión, aunque lo que decían unos y otros era algo de lo que deberían tener conocimiento algunos de los miembros del Consejo que estaban ausentes. Pensé brevemente en la partida de Altair y en la breve conversación de pasillo con Adael, sin saber el motivo por el que decía sentirse excluido. Por ahora la cuestión principal era llevar a buen puerto la reunión con los diferentes grupos, cosa que se alcanzó a pesar de quejas de unos y otros. Los O'Connell no supondrían un problema mientras estuviesen custodiados. Con todo acordado y atado sólo faltaba ponerse a trabajar al día siguiente, y algunos de los participantes en la reunión comenzaron a marcharse. Todo parecía concluir con normalidad, hasta que el hermano de Catherine entró de un modo que no me gustó nada.
- Desmond Le Fay. - mi voz sonó grave y autoritaria al verlo empujar al niño, al ver que estaban manchados de sangre y que además venía rodeado de guardias. Me levanté de mi asiento para ir caminando hacia él con expresión severa, como advirtiéndole que se estuviese quieto. - ¿Acaso has perdido el juicio? No sé qué significa esto, pero aquí no consentimos este tipo de comportamientos ni que se maltrate a un menor. - utilicé mi poder de control de gravedad para levitar al niño y enviarlo con su madre, quedando así frente a Desmond. - Toda esta provocación esta fuera de lugar. - me recordó al modo de hablarnos que tuvo Bellatrix durante aquella fiesta, con toda aquella inquina hacia ciertos linajes. No sabía si estaba en lo cierto, pero no parecía algo que debiéramos pasar por alto. - Y por ello pasarás la noche en el calabozo hasta que se aclare todo, ni Le Fay ni Le Fua. Quedas detenido. Guardias, apresadlo.
- Desmond Le Fay. - mi voz sonó grave y autoritaria al verlo empujar al niño, al ver que estaban manchados de sangre y que además venía rodeado de guardias. Me levanté de mi asiento para ir caminando hacia él con expresión severa, como advirtiéndole que se estuviese quieto. - ¿Acaso has perdido el juicio? No sé qué significa esto, pero aquí no consentimos este tipo de comportamientos ni que se maltrate a un menor. - utilicé mi poder de control de gravedad para levitar al niño y enviarlo con su madre, quedando así frente a Desmond. - Toda esta provocación esta fuera de lugar. - me recordó al modo de hablarnos que tuvo Bellatrix durante aquella fiesta, con toda aquella inquina hacia ciertos linajes. No sabía si estaba en lo cierto, pero no parecía algo que debiéramos pasar por alto. - Y por ello pasarás la noche en el calabozo hasta que se aclare todo, ni Le Fay ni Le Fua. Quedas detenido. Guardias, apresadlo.
Catherine sonrió levemente, de lado, cuando la expresión de Sean fue tan evidente. Miró a Lucio por el rabillo del ojo dándose cuenta de que él también se había percatado de sus intercambios. Como si la hubiese pillado el profesor de la clase. Escuchó lo de los encantamientos y alzó suavemente un hombro -Me lo sé. Me da pereza hacerlo. Son dos cosas distintas- Dijo ya que ella, en realidad, se sabía todos los encantamientos habidos y por haber sólo que ahora no tenía ganas de ser servicial. Esa era cosa de Sean.
Johan decidió irse con la pequeña y ver a Nyara despidiéndose de ella le dio un vuelco en el estómago “Creo que yo también debería irme”, indicó a Sean mentalmente cuando escuchó un ruido…Un ruido que incluso en la distancia podía distinguir. Algo que como madre simplemente había nacido en el momento en el que Aedan conoció el mundo: Instinto maternal. El llanto de su hijo, lo activó. Su pulso se aceleró y a raíz de eso, los nervios que apenas había mantenido bajo control afloraron y sus manos temblaban tanto como su cuerpo -Aedan- Murmuró en un hilo de voz y empezó a correr la silla hacia atrás para levantarse mientras Donovan graznaba a modo de advertencia. Necesitaba ir a por él. Pero Desmond ingresó en la sala con el niño llorando, a Catherine se le heló la sangre -¡MALDITO SEAS DESMOND LE FAY!- Espetó y fue corriendo hacia su hijo con el corazón latiendo a mil por hora pero Jack actuó mucho más rápido y pronto Aedan estuvo en sus brazos. Lo estrechó con todas sus fuerzas sintiendo una paz interior…Momentánea. Luego se alejó para apoyar a Aedan en la mesa y revisarlo concienzudamente, sin importarle darle la espalda al loco de Desmond.
-¿Linajes? ¿Pero tu eres IMBÉCIL? ERES UN LE FAY IGUAL, MALDITO IDIOTA. TE VOY A METER TANTAS PATADAS QUE TE VAS A ACORDAR DEL DÍA EN EL QUE NACISTE- Le gritó exasperada sin ser realmente consciente de lo que estaba ocurriendo. “Adam, he encontrado a Aedan pero Desmond está psicótico. ¿Ian ya ha despertado? ”, preguntó y atrajo de nuevo al niño entre sus brazos tratando de calmarlo y calmarse a ella misma mientras se acercaba a Jack escuchando la sentencia con naturalidad. No obstante, se dio cuenta de que si bien los guardias desenvainaron sus armas no hicieron absolutamente nada. Catherine intercambió una mirada con Bellatrix cuando hizo aquella pregunta y temió… Volvió la vista a Matvey mientras Aedan no paraba de llorar y Donovan se instalaba en su otro hombro clavándole las garras con más fuerza de la que debería "Adam, ven aquí"., pidió alarmada -Jack…- Cuando Catherine conectó con las mentes de los guardias, porque con la de Desmond no podía, ya era demasiado tarde.
Johan decidió irse con la pequeña y ver a Nyara despidiéndose de ella le dio un vuelco en el estómago “Creo que yo también debería irme”, indicó a Sean mentalmente cuando escuchó un ruido…Un ruido que incluso en la distancia podía distinguir. Algo que como madre simplemente había nacido en el momento en el que Aedan conoció el mundo: Instinto maternal. El llanto de su hijo, lo activó. Su pulso se aceleró y a raíz de eso, los nervios que apenas había mantenido bajo control afloraron y sus manos temblaban tanto como su cuerpo -Aedan- Murmuró en un hilo de voz y empezó a correr la silla hacia atrás para levantarse mientras Donovan graznaba a modo de advertencia. Necesitaba ir a por él. Pero Desmond ingresó en la sala con el niño llorando, a Catherine se le heló la sangre -¡MALDITO SEAS DESMOND LE FAY!- Espetó y fue corriendo hacia su hijo con el corazón latiendo a mil por hora pero Jack actuó mucho más rápido y pronto Aedan estuvo en sus brazos. Lo estrechó con todas sus fuerzas sintiendo una paz interior…Momentánea. Luego se alejó para apoyar a Aedan en la mesa y revisarlo concienzudamente, sin importarle darle la espalda al loco de Desmond.
-¿Linajes? ¿Pero tu eres IMBÉCIL? ERES UN LE FAY IGUAL, MALDITO IDIOTA. TE VOY A METER TANTAS PATADAS QUE TE VAS A ACORDAR DEL DÍA EN EL QUE NACISTE- Le gritó exasperada sin ser realmente consciente de lo que estaba ocurriendo. “Adam, he encontrado a Aedan pero Desmond está psicótico. ¿Ian ya ha despertado? ”, preguntó y atrajo de nuevo al niño entre sus brazos tratando de calmarlo y calmarse a ella misma mientras se acercaba a Jack escuchando la sentencia con naturalidad. No obstante, se dio cuenta de que si bien los guardias desenvainaron sus armas no hicieron absolutamente nada. Catherine intercambió una mirada con Bellatrix cuando hizo aquella pregunta y temió… Volvió la vista a Matvey mientras Aedan no paraba de llorar y Donovan se instalaba en su otro hombro clavándole las garras con más fuerza de la que debería "Adam, ven aquí"., pidió alarmada -Jack…- Cuando Catherine conectó con las mentes de los guardias, porque con la de Desmond no podía, ya era demasiado tarde.
La reacción de Catherine le había hecho reír, y su risa no había sonado para nada normal. Miró hacia Bellatrix cuando intervino y sus ojos de color oro la revisaron de arriba a abajo con un descaro evidente -¿De ti? Nada, ya has cumplido tu objetivo, médium. Ya has sido utilizada- Indicó sabiendo que era muy probable que aquello le molestara. Pero era sólo por joder, no su real objetivo. Cuando Jack se incorporó, Desmond hizo caso omiso a los gritos de Catherine pero escuchó al Newton -Ummm.. Guardias, sí- Volvió a reírse cuando los Guardias, en efecto, desenvainaron sus armas. No lo dudó demasiado y utilizó su ANILLO DE MIDAS contra Zaphira, apresándola para evitar que escapara -Si me atrapan- Indicó y desapareció para aparecer en otro punto de la sala, uno en el que ya había trabajado y la gota de sangre que cayó de su manga fue lo necesario para activarlo.
-¿Por qué os váis a ir? Si ahora comienza todo- Mencionó mientras lanzaba una flecha directo hacia el Descendiente de Merlin a sabiendas de que, probablemente, no le pegaría ya que tenía a muchos aliados cerca de sí. En especial, el curandero. Simultáneamente los cuatro guardias no dudaron en actuar bajo sus órdenes. Cada uno venía equipado con un par de cadenas antimagia y lanzaron dos hacia Lucio y Sean y otros dos hacia Jack y Catherine.
OFF:
Ataque físico contra Sean: Stat 16 + 10 Hab + 3Brazaletes: Dado 30 = 59 de daño a Sean.
Lanzaré cuatro dados de probabilidad para las cadenas. En el caso de Sean, si sale fallo puede lanzar su dado de defensa. En caso de que salga éxito no puede defenderse y se come el ataque.
Lucio se defiende de las cadenas
Sean es apresado
Jack se defiende de las cadenas
Catherine es apresada.
Recuerdo que Desmond tiene la Capa Púrpura, con lo cual Thalos no puede atacarlo por dos turnos.
El Anillo de Midas está activado con Zaphira. Recuerdo que puede liberarse con dos ataques críticos de 30.
-¿Por qué os váis a ir? Si ahora comienza todo- Mencionó mientras lanzaba una flecha directo hacia el Descendiente de Merlin a sabiendas de que, probablemente, no le pegaría ya que tenía a muchos aliados cerca de sí. En especial, el curandero. Simultáneamente los cuatro guardias no dudaron en actuar bajo sus órdenes. Cada uno venía equipado con un par de cadenas antimagia y lanzaron dos hacia Lucio y Sean y otros dos hacia Jack y Catherine.
OFF:
Ataque físico contra Sean: Stat 16 + 10 Hab + 3Brazaletes: Dado 30 = 59 de daño a Sean.
Lanzaré cuatro dados de probabilidad para las cadenas. En el caso de Sean, si sale fallo puede lanzar su dado de defensa. En caso de que salga éxito no puede defenderse y se come el ataque.
Lucio se defiende de las cadenas
Sean es apresado
Jack se defiende de las cadenas
Catherine es apresada.
Recuerdo que Desmond tiene la Capa Púrpura, con lo cual Thalos no puede atacarlo por dos turnos.
El Anillo de Midas está activado con Zaphira. Recuerdo que puede liberarse con dos ataques críticos de 30.
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El miembro 'Desmond Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Físico' :
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#2 'Probabilidad' :
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#2 'Probabilidad' :
Zaphira Eire
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Todo el asunto de la reunión había pasado a un segundo plano para mi, ni siquiera los cuchicheos de Lucio y Sean eran relevantes, solo podía pensar en la estúpida profecía y que tal vez había sido una mala idea llevar la espada a la isla. Todo parecía haber terminado y yo no dejaba de pensar en qué hacer, tal vez volver a la cueva y dejar la espada o simplemente salir de esa sala y desaparecer por un tiempo ,pero con aquel trozo de chatarra haciendo estragos había pocos lugares seguros en tierra firme... por un momento se me pasó por la cabeza la torre de hechicería pero el orgullo me impedía deberle nada a nadie, mucho menos a Khaled, lo ultimo que quería que pensase es que era una aprovechada así que deseché la idea en seguida.
Sayid se había ido, los ministros puestos bajos custodia e incluso el líder renegado se marchaba así que por fin podríamos irnos, pero los llantos lejanos de un niño llegaron a mi además del olor de la sangre, aquello me crispó los nervios y antes de que Desmond apareciera ya había captado su olor, todo aquello era demasiado extraño y si ya estaba de los nervios eso no lo arreglaba. El chico de los Le Fay entró en la sala cubierto de sangre, acompañado de guardias y con su sobrino de la mano que no paraba de llorar, todos pensaron que había perdido la cabeza pero mi instinto me decía otra cosa, algo me gritaba que ese no era el mismo chico calmado y erudito de siempre.
La amenaza hacia Catherine y Sean solo empeoraba las cosas, ya no me quedaba duda alguna, habían vuelto y podía sentir la espada -Reductio- recité para que el acero tomara un tamaño no mayor que el de un lápiz y mientras todos entretenían a Desmond puse la espada en el bolsillo de la capa de Sean, aquel con el hechizo de extensión indetectable -Sean haz una barrera y protégete, ahora mismo- le dije por lo bajo aunque no parecía entender pero por suerte llevaba la piedra lunar y la activé a la vez que desenvainaba mi espada -ALEJAOS DE ÉL! ESE YA NO ES DESMOND!- Cargué contra él sin importarme nada, dispuesta a atravesarlo y acabar con su vida pero el chico se me adelantó y fui atrapada por el anillo de midas, me revolví pero aquel anillo era demasiado fuerte para mi -LARGAOS TODOS! AHORA!- grité a los de la sala antes de que Desmond desapareciera.
En el momento que volví a captar su aroma, busqué a Desmond con la mirada pero ya no podía ver al chico, para mi solo era un enemigo -¿¡Quién eres!? si perteneces al linaje maldito no eres bienvenido en este lugar! no tienes poder aquí!- los guardias lanzaron cadenas contra los otros y apenas pude reaccionar, no podía moverme para defender a nadie -SEAN!- grité pero de nada me servía, el chico fue apresado al igual que Catherine pero ni Lucio ni Jack fueron atrapados -LUCIO PROTEGE A SEAN! INTENTARÁN MATARLO!- una flecha voló hacia el chico y la imagen de Robert cayendo en el campo de batalla se me hizo muy tangible, solo pude verla pasar, impotente, temerosa y asustada de volver a perder a alguien importante, alguien a quien debía proteger -NOO!!-
-------------------
con un 5 de dado el anillo me hace bondage XD
Piedra lunar activada, +10 de defensa para :
-Sean
-Lucio
-Catherine
-Jack
Sayid se había ido, los ministros puestos bajos custodia e incluso el líder renegado se marchaba así que por fin podríamos irnos, pero los llantos lejanos de un niño llegaron a mi además del olor de la sangre, aquello me crispó los nervios y antes de que Desmond apareciera ya había captado su olor, todo aquello era demasiado extraño y si ya estaba de los nervios eso no lo arreglaba. El chico de los Le Fay entró en la sala cubierto de sangre, acompañado de guardias y con su sobrino de la mano que no paraba de llorar, todos pensaron que había perdido la cabeza pero mi instinto me decía otra cosa, algo me gritaba que ese no era el mismo chico calmado y erudito de siempre.
La amenaza hacia Catherine y Sean solo empeoraba las cosas, ya no me quedaba duda alguna, habían vuelto y podía sentir la espada -Reductio- recité para que el acero tomara un tamaño no mayor que el de un lápiz y mientras todos entretenían a Desmond puse la espada en el bolsillo de la capa de Sean, aquel con el hechizo de extensión indetectable -Sean haz una barrera y protégete, ahora mismo- le dije por lo bajo aunque no parecía entender pero por suerte llevaba la piedra lunar y la activé a la vez que desenvainaba mi espada -ALEJAOS DE ÉL! ESE YA NO ES DESMOND!- Cargué contra él sin importarme nada, dispuesta a atravesarlo y acabar con su vida pero el chico se me adelantó y fui atrapada por el anillo de midas, me revolví pero aquel anillo era demasiado fuerte para mi -LARGAOS TODOS! AHORA!- grité a los de la sala antes de que Desmond desapareciera.
En el momento que volví a captar su aroma, busqué a Desmond con la mirada pero ya no podía ver al chico, para mi solo era un enemigo -¿¡Quién eres!? si perteneces al linaje maldito no eres bienvenido en este lugar! no tienes poder aquí!- los guardias lanzaron cadenas contra los otros y apenas pude reaccionar, no podía moverme para defender a nadie -SEAN!- grité pero de nada me servía, el chico fue apresado al igual que Catherine pero ni Lucio ni Jack fueron atrapados -LUCIO PROTEGE A SEAN! INTENTARÁN MATARLO!- una flecha voló hacia el chico y la imagen de Robert cayendo en el campo de batalla se me hizo muy tangible, solo pude verla pasar, impotente, temerosa y asustada de volver a perder a alguien importante, alguien a quien debía proteger -NOO!!-
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El miembro 'Zaphira Eire' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Físico' :
'Ataque Físico' :
Los gritos de Catherine no eran de mucha ayuda para el dolor de cabeza de la médium, ésta intercambió una mirada con la descendiente de Morgana en la que sintió el temor en su alma. Bien, el temor le permitiría forjar un espíritu adulto. En los ojos de Bellatrix, en cambio, había reproche. Ella había advertido que habían cosas más importantes.
Abrió los ojos fugazmente al ver el aspecto de Desmond cuando éste le dirigió la palabra, su cuerpo debía estar resentido. Las palabras del mago hirieron su orgullo pero mantuvo su expresión seria y altiva, al menos hasta que los guardias desenvainaron las armas ya que ella se encontraba peligrosamente cerca de ellos luego de un día en el que ya había tenido desgaste mágico con las clases, la invocación y las visiones. Dió un paso hacia atrás luego de ver cómo era apresada la dragón.
Buscó al mago con la mirada cuando desapareció y no le quitó la vista de encima cuando apareció, haciendo caso omiso a las advertencias de Zaphira. Un portal se abrió ante el descendiente de Merlín para absorber el ataque perpetuado en su contra que salió bien por la misericordia del Señor, pero no pudo predecir lo que los individuos vestidos como Guardias de Ouroboros harían con las cadenas. Los gritos de la dragón penetraban su cerebro como millones de agujas.
-En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ¡HAGAN SILENCIO!- Gritó comenzado a salirse de sus cabales ¡Markus estaba en silencio, por todos los cielos! Le dirigió una significativa mirada al nigromante para luego dirigirse a aquello que tenía poseído a Desmond.
-Si me hablas, yo te comprenderé, pero si no, no podré ayudar. Entregué mí cuerpo para que puedas andar por el plano de los mortales hace no mucho tiempo, ahora solo quiero escucharte, saber de dónde eres, qué buscas, quién te envía.- Habló pausadamente.
-Podemos liberarte.- Aseguró bajando un poco la voz dada la gravedad de la situación.
-¿Buscas un sacrificio?- Aventuró con cautela.
Defensa mágica: 25 Dados + 25 stat + 5 canalizador + 10 Habilidad = 65 defensa para Sean
Abrió los ojos fugazmente al ver el aspecto de Desmond cuando éste le dirigió la palabra, su cuerpo debía estar resentido. Las palabras del mago hirieron su orgullo pero mantuvo su expresión seria y altiva, al menos hasta que los guardias desenvainaron las armas ya que ella se encontraba peligrosamente cerca de ellos luego de un día en el que ya había tenido desgaste mágico con las clases, la invocación y las visiones. Dió un paso hacia atrás luego de ver cómo era apresada la dragón.
Buscó al mago con la mirada cuando desapareció y no le quitó la vista de encima cuando apareció, haciendo caso omiso a las advertencias de Zaphira. Un portal se abrió ante el descendiente de Merlín para absorber el ataque perpetuado en su contra que salió bien por la misericordia del Señor, pero no pudo predecir lo que los individuos vestidos como Guardias de Ouroboros harían con las cadenas. Los gritos de la dragón penetraban su cerebro como millones de agujas.
-En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ¡HAGAN SILENCIO!- Gritó comenzado a salirse de sus cabales ¡Markus estaba en silencio, por todos los cielos! Le dirigió una significativa mirada al nigromante para luego dirigirse a aquello que tenía poseído a Desmond.
-Si me hablas, yo te comprenderé, pero si no, no podré ayudar. Entregué mí cuerpo para que puedas andar por el plano de los mortales hace no mucho tiempo, ahora solo quiero escucharte, saber de dónde eres, qué buscas, quién te envía.- Habló pausadamente.
-Podemos liberarte.- Aseguró bajando un poco la voz dada la gravedad de la situación.
-¿Buscas un sacrificio?- Aventuró con cautela.
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El miembro 'Bellatrix Alighieri' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa Mágica' :
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La reunión había sido larga e interesante, se habian esclarecido muchas cosas, pero ya era hora de irse, como asi lo manifestaban las multiples personas que comenzaban a abandonar el lugar. A Sean se le habia pasado su berrinche, pero yo como soy muy rencoroso seguia mosqueado. Bostecé, me peiné un poco el pelo con la mano y me levanté, dispuesto a marcharme, dandole una palmadita a Tesla en el hombro al pasar a su lado, en señal amistosa.
Pero entonces entró el hermano de Catherine con varios guardias, el hijo de esta, sangre, no se, todo muy raro.
Me quedé en el marco de la puerta mirando y escuchando, cosas de linajes...de pronto parecia una telenovela. Si era verdad, alguien moriría pronto. Lo bueno es que no seria tan cliché como de morirse al caer empujado por las escaleras, porque no habia.
- Touché.
La cosa se puso fea cuando atraparon a Zaph y lanzaron cadenas de no desaparicion a varios de los compañeros. Alcé las cejas, todo aquello era muy raro y no tenía nada que ver conmigo. Miré la puerta y sentí tentaciones de largarme de alli, tenia la sensacion de que nadie me iba a llevar la contra...
En su lugar activé el hechizo de las armaduras de los pasillos, mis autómatas, y estas cobraron vida para ir a bloquear a los supuestos guardias de Ouroboros. Al mismo tiempo, apunté con mi bastón hacia aquellos hilos dorados que apresaban a la dragona, viendo si habia manera de destruirlos.
Evidentemente, no fue suficiente. Los hilos vibraron un poco pero despues quedaron exactamente igual.
Pero entonces entró el hermano de Catherine con varios guardias, el hijo de esta, sangre, no se, todo muy raro.
Me quedé en el marco de la puerta mirando y escuchando, cosas de linajes...de pronto parecia una telenovela. Si era verdad, alguien moriría pronto. Lo bueno es que no seria tan cliché como de morirse al caer empujado por las escaleras, porque no habia.
- Touché.
La cosa se puso fea cuando atraparon a Zaph y lanzaron cadenas de no desaparicion a varios de los compañeros. Alcé las cejas, todo aquello era muy raro y no tenía nada que ver conmigo. Miré la puerta y sentí tentaciones de largarme de alli, tenia la sensacion de que nadie me iba a llevar la contra...
En su lugar activé el hechizo de las armaduras de los pasillos, mis autómatas, y estas cobraron vida para ir a bloquear a los supuestos guardias de Ouroboros. Al mismo tiempo, apunté con mi bastón hacia aquellos hilos dorados que apresaban a la dragona, viendo si habia manera de destruirlos.
Evidentemente, no fue suficiente. Los hilos vibraron un poco pero despues quedaron exactamente igual.
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El miembro 'Giordano Da Vinci' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Mágico' :
'Ataque Mágico' :
Aparecí en la sala de reuniones casi de manera inmediata tras recibir el mensaje de Catherine, encontrándome un panorama de lo más extraño nada más llegar. Mi prioridad fue localizar a Aedan, al que encontré enseguida en brazos de su madre.Lo malo eran esas cadenas, que creí reconocer como las cadenas de penitente que usábamos en mi época de auror. Parecían encontrarse bien a pesar de lo que fuese que había sucedido allí. Con aquello resuelto lo siguiente era localizar al psicótico Desmond, tal y como lo había llamado su hermana. Había atrapado a la dragona con una especie de hilos metálicos que salían de su anillo, así que traté de romperlos para liberarla usando mi control del metal. Estuve a punto de hacerlo, pero no fue suficiente. Después me giré a Desmond hecho una furia, caminando hacia él mientras elevaba por los aires cualquier cosa metálica que hubiese disponible en la sala. Las lámparas, cualquier adorno colgado en la pared...lo que fuese.
- ¿Eres gilipollas o qué cojones te pasa? No vuelvas a acercarte a Aedan nunca. - modifiqué la forma de los chismes de metal para volverlos afilados, arrojándolo contra Desmond a gran velocidad. No me interesaban las explicaciones, ni quería saber a qué venía eso. Lo primero era dejarlo fuera de juego, después ya me contarían de qué iba toda esta mierda.
- Catherine. Lárgate de aquí YA. Ian acaba de despertar en el hospital. ¡Que alguien se la lleve y le quite eso!- ordené sin darme la vuelta y sin perder de vista a Desmond. Lo primero era que ella se fuese de aquí con el crío. Éramos suficientes en la sala para encargarnos de un niñato.
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Ataque mágico
30 dado (crítico contra anillo midas) + 40 stat + 10 hab. ficha + Guanteletes de acero negros (+5 at.físico y mágico, canalizador)= 85 , el crítico 30 (1 de 2) contra el anillo de Midas y 55 contra Desmond
- ¿Eres gilipollas o qué cojones te pasa? No vuelvas a acercarte a Aedan nunca. - modifiqué la forma de los chismes de metal para volverlos afilados, arrojándolo contra Desmond a gran velocidad. No me interesaban las explicaciones, ni quería saber a qué venía eso. Lo primero era dejarlo fuera de juego, después ya me contarían de qué iba toda esta mierda.
- Catherine. Lárgate de aquí YA. Ian acaba de despertar en el hospital. ¡Que alguien se la lleve y le quite eso!- ordené sin darme la vuelta y sin perder de vista a Desmond. Lo primero era que ella se fuese de aquí con el crío. Éramos suficientes en la sala para encargarnos de un niñato.
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30 dado (crítico contra anillo midas) + 40 stat + 10 hab. ficha + Guanteletes de acero negros (+5 at.físico y mágico, canalizador)= 85 , el crítico 30 (1 de 2) contra el anillo de Midas y 55 contra Desmond
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