- Maldita explotadorra. - protesté a Katya cuando me dijo que no me iba a dar nada por la entrevista, que me lo ganase yo. A ver cómo ganaba ella dinero sin nadie a quien entrevistar. Además, me pareció que no había alabado lo suficiente a mi torturga bebé, encima de decir que no se llevaría bien con ella. Gruñí algo contrariado, señalándole después a la gente por lo que dijo de beber sangre. - Pues muerde. Tienes barra librre con tanta gente. A mi no, que necesito la sangrre para compertirr. - me empecé a picar muy fuertemente con ella porque no me daba el micrófono para hablar yo, cuando claramente lo haría mucho mejor que ella, infinitamente mejor. Con esta chica siempre acababa riñendo como en un parvulario. - ¡Y ahorra erres una capitalista que quierre acaparrar los bienes sólo en las manos provilegiadas, trrae acá! - traté de hacerme con el micro de nuevo, pero en eso apareció el elfo más feliz que en otras ocasiones, que ya era decir.
Lo saludé con una gran sonrisa y moviendo la mano para que se acercase, él me caía bien porque me escuchaba cuando le contaba mis historias, y me había ayudado con los animales. - ¿Un regalo? ¿qué es? - lo miré expectante hasta que se sacó el sobre del condón del bolsillo, a lo que me quedé con cara de haber visto un animal mitológico (pero no uno cualquiera como un dragón, que los hay a patadas, sino un animal raro raro de verdad). - ¿De dónde lo has sacado? ¡Son difíciles de encontrrar! - lo cogí para mostrarlo al cámara de Katya antes de que se fuese a otro lado, dando una fuerte a la espalda del elfo para darle la enhorabuena. - Vas a hacer buen negocio. Eso me hace recorrdar a cuando yo tenía una mujer rusa gitana. Ya no. No quierro saber nada de cosas amorrosas. - niego con cara de fracaso total, tirando después a lo bestia del brazo del elfo para ir a ayudarle con el negocio.
Por el camino agarré unos canapés de anchoas y se las di al niño con patas de esmirriado, Mooshie, que tenía pinta de pasar hambre. - ¡Come, Sputnik, estás flaco! - le solté los canapés desde lo alto, prosiguiendo con el camino hasta ir a donde estaba el del pelo azul, Ares. - Tienes que comprarnos una cosa. Si lo rozas ya es tuyo. Pagando. - le dije muy serio con cara amenazante, empujando después al elfo contra él. - Tú, habla.- miré hacia otro lado muy rayado porque alguien me dijo en la cabeza que le gustaba más mi pelo de antes, así que miré a todo el salón con cara de paranoia. - Este es mi pelo de siempre...- dije a la nada, como si estuviese loco.
Lo saludé con una gran sonrisa y moviendo la mano para que se acercase, él me caía bien porque me escuchaba cuando le contaba mis historias, y me había ayudado con los animales. - ¿Un regalo? ¿qué es? - lo miré expectante hasta que se sacó el sobre del condón del bolsillo, a lo que me quedé con cara de haber visto un animal mitológico (pero no uno cualquiera como un dragón, que los hay a patadas, sino un animal raro raro de verdad). - ¿De dónde lo has sacado? ¡Son difíciles de encontrrar! - lo cogí para mostrarlo al cámara de Katya antes de que se fuese a otro lado, dando una fuerte a la espalda del elfo para darle la enhorabuena. - Vas a hacer buen negocio. Eso me hace recorrdar a cuando yo tenía una mujer rusa gitana. Ya no. No quierro saber nada de cosas amorrosas. - niego con cara de fracaso total, tirando después a lo bestia del brazo del elfo para ir a ayudarle con el negocio.
Por el camino agarré unos canapés de anchoas y se las di al niño con patas de esmirriado, Mooshie, que tenía pinta de pasar hambre. - ¡Come, Sputnik, estás flaco! - le solté los canapés desde lo alto, prosiguiendo con el camino hasta ir a donde estaba el del pelo azul, Ares. - Tienes que comprarnos una cosa. Si lo rozas ya es tuyo. Pagando. - le dije muy serio con cara amenazante, empujando después al elfo contra él. - Tú, habla.- miré hacia otro lado muy rayado porque alguien me dijo en la cabeza que le gustaba más mi pelo de antes, así que miré a todo el salón con cara de paranoia. - Este es mi pelo de siempre...- dije a la nada, como si estuviese loco.
- post de Juliet:
- Juliet Bennett escribió:La invitación había llegado días antes, y con ella la duda de lo que deberían hacer. Sí habían hablado de participar o no un par de veces, pero no habían logrado concretar nada por cosas que se les ponían en el camino. Esa noche, ella ya tenía una resolución. Se había inscrito antes de llegar a la fiesta, por si le daba por arrepentirse. Lo peor que podía suceder era perder la primera ronda... pero era una prueba necesaria, al menos en su mente así lo creía. Llegó entonces del brazo de Reiv al lugar. Si bien llevaba el mismo atuendo del vestido rojo de la última vez, con su cabello hizo en un peinado sencillo, su maquillaje con solo un poco de delineador y los labios en rojo, y las zapatillas a juego con todo, su rostro tenía un brillo notablemente más optimista. Desde lo de la hija de Blair, y sobre todo lo de Lila, había pasado ya tiempo suficiente como para poner en orden su corazón y su mente. Aún tenía ese miedo de que las sensaciones de culpa y vacío volvieran, pero habían pasado tres meses ya y nada había vuelto. Incluso había llegado a jugar un poco, dos o tres minutos, con Nyara y Lila sin sentirse mal por ello. Nunca fue mucho de niños, así que se agobiaba después de un rato de manera natural, pero todo parecía ir a mejor.
- Entonces ella dijo: ¡no tendré amigos, pero al menos no voy por ahí diciendo Leviosá! Y todos se rieron. - Terminó de contarle a Reiv lo gracioso de su día en el entrenamiento con sus "alumnos", que habían hecho grandes progresos en los últimos meses, cuando llegaron por fin al lugar. Apenas cruzar las puertas de la sala, se encontró con todo el hermoso decorado que habían logrado. A veces le sorprendía lo mucho que los magos podían hacer con solo desearlo. Su mirada se paseó, sobre todo, por el hermoso candelabro que colgaba del techo, iluminando toda la habitación. Pensando un poco en el pasado, lo más seguro fuera que aquella habitación quedase en ruinas y se reconstruyera desde cero.- Alguien más sabe hacer tu magia de restauración muy bien.- Susurró, adentrándose en la sala. De reojo alcanzó a ver a Thoren, sonrojándose un poco mientras pensaba en tonterías y quitándose de ahí rápidamente. Por la hora, acababa de iniciar, pero la gente ya se encontraba en la pista y el alcohol rolando por la habitación. Después de tomar un par de copas, una para su acompañante y otra para ella, caminaron en dirección al centro del salón, donde se dedicaron a beber mientras veían a las parejas bailar en el borde de la pista. Una extraña sensación le tomó por sorpresa cuando una idea llegó hasta ella.- ¡Invítame a bailar! - Soltó con una risilla por lo bajo al recordar que siempre dejaban eso de lado en los bailes. Siempre se decían después, pero el próximo baile sería para coronar un ganador o ganadora del torneo, y tenía la impresión de que ese día tendría poco tiempo para hacerlo y demasiado en mente.- Ya me cansé. Siempre decimos después, después, después. Después. Después. Ya no quiero perder el tiempo. Quiero que dejemos de perder el tiempo.- Y por perder el tiempo se refería más a recuperar el año que había dejado pasar en modo autómata mientras él se dedicaba a existir a su lado. No entendía muy bien como Reiv había aguantado todo por lo que lo hizo pasar, pero agradecía desde lo profundo. Se plantó frente a él con una sonrisa de travesura que cruzaba su rostro, esperando a que hiciera caso, por una vez en su vida, a lo que se le ordenaba... Aunque luego recordó a Adele y seguro que a aquella orden no se había negado mucho tiempo. Sacó el pensamiento de la cabeza y volvió a centrar su atención en el contrario, bebiendo un trago de su copa.
Al final habíamos decidido ir a la fiesta de Ouroboros tras recibir aquella invitación, incluso Juliet había decidido inscribirse. Yo la había animado a hacerlo a pesar de que sabía que el torneo era bastante duro, al menos la modalidad en la que participé hace tiempo. Además, sabía que le iría bien teniendo la ventaja de su raza, y daban buenos dineros por ello. También le había dicho que podíamos plantearnos montar un negocio con ese dinero, como alguna vez habíamos hablado. Tenía la idea desde hacía tiempo, aunque ahora fuese mal momento con tanto mensaje extraño en las pantallas de Londres. Le había dicho a Johan que me avisase en cuanto tuviese novedades, aunque había estado un poco gruñón desde que supo que se haría un torneo aquí. Tampoco habíamos vuelto a hablar del tema de la supuesta niña de Blair, ni de la jugada sucia de Lucio. No llevaba a ninguna parte y si teníamos que descubrir algo ya lo haríamos. Además, Juliet parecía menos reticente a estar cerca de críos, aunque fuese un momento. Yo la verdad es que los ignoraba bastante, no sabía qué decirles ni cómo tratarlos.
La noche de la fiesta nos vestimos con lo mismo de la anterior, aunque a mi me daba bastante igual y el vestido que llevaba ella siempre me había gustado, sobre todo cómo le quedaba.
Entramos al lugar cogidos del brazo, comentando cosas de las clases que daba ella daba de vez en cuando como prácticas de combate. - Uff, seguro que a veces te tienes que dar la vuelta para que no te vean reírte. Menuda paciencia tienes. - yo no había dado muchas más clases, la mayoría de los Descendientes estaban bastante activos y no habían hecho falta clases extra de refuerzo o ampliación de algún tema. - Bah, aficionados. - chisté en modo creído por eso que dijo de la magia para reparar materiales, como habían hecho con el comedor. Había sido entre muchos, así tenía menos mérito. Al volverla a mirar la noté sonrojada, pero no sabía por qué, si había pensado algo, visto a alguien... - ¿Y eso? - pregunté mientras nos hacíamos con una copa, aunque empecé a beber más bien despacio para lo que yo solía. Conocía a casi todos los que había por allí, aunque eché de menos que estuviese alguien más cercano para acercarme a hablar, como Kyllian, o Josephine.
Lo repentino de la propuesta de baile me sorprendió, dejando la copa a un lado en la bandeja. Enseguida entendí por qué lo decía, porque siempre lo habíamos pospuesto y al final nunca terminábamos de hacerlo.
- Somos un poco desastre, eso es así. - reconocí con media sonrisa, encogiendo un poco los hombros un momento. - Por unas cosa o por otras siempre lo dejamos para luego. Recuerdo que en la primera fiesta en la que estuviste estabas alerta todo el rato, como si temieras que nos atacasen, sin querer revelar nada de ti, ni siquiera tu nombre. - de eso hacia bastante, y ella se había vuelto bastante más sociable desde entonces. O todo lo sociable que podía ser ella. Yo también era algo más sociable, pero sin pasarse.
- Y ahora me pides un baile. Yo creo que te gusto, o algo. Lo siguiente es que me pidas salir. - bromeé para picarla como teníamos la cosa esa de que no había habido pedida "oficial", aunque yo consideraba que éramos pareja desde hace ya tiempo. Cogí la copa que tenía ella en la mano para dejarla apartada. - Entonces no esperemos más. - Después extendí la mano hacia ella como indicando que le concedía el baile, llevándola a la pista para colocarnos en posición adecuada a la música que sonaba en ese momento, bailes de estos de salón de gente rica, como lo eran mis estúpidos abuelos. Puse una mano en su cintura acercándola un poco más a mí mientras le sostenía la mirada, tomando su otra mano mientras comenzábamos a bailar entre algunas de las parejas que estaban ya en la pista.
Aldaron Failon
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Sonreí y miré a cámara cuando Thoren hizo aquel comentario sobre mi producto -Los hago yo, solo disponibles en Ouroboros y hoy tengo oferta! 2x1 por la inauguración del torneo! se acabó jugarsela, que los niños ya no traen un pan bajo el brazo señores! naturales y hechos con latex de calidad! además vienen lubricados con una poción especial! Elfo-llador! para que tus polvos sean mágicos!- de inmediato la chica que estaba haciendo la entrevista me acusó de tener cosas muggles a lo que respondí indignado -Oye! esto también es medicinal, que se os pegan muchas cosas desde que no se usa gomita, he tenido que atender a cada uno en el hospital que bien podría ser el paciente cero!- ni caso, la chica siguió a lo suyo y yo me quedé con mi adonis atontao que me arrastró por la sala justo después de casi sacarme los pulmones con una palmada en la espalda -Madre mía, si me das una de esas en el culo me dejas sin cadera, que fuerte estás... tiens la misma fuerza en las caderas?- dije mientras me pegaba a su brazo dejando que me llevara como el frío helado de la tundra siberiana pero este me calentaba más que el sol de verano en pleno centro de madrid en agosto.
Cuando me dijo que no quería nada amoroso no me afectó demasiado pues con el roce se hace el cariño, la pregunta era si quería el roce -pero no hace falta amor para pasarlo bien~ qué tal un amigo para pasar un buen rato? los besos refuerzan las amistades- y ahí estaba yo, intentando colarsela al ruso que ahora estaba más interesado en mi nuevo negocio que otra cosa pero era decidido y su plan de venta no era tan malo mientras no atropellara pobres niños con canapés de sardina.
Al final enganchamos a uno que no había visto nunca, tenía el pelo azúl así muy rollo otaku del 2019 me acerqué y le puse el condón en el pecho -Aquí mi socio y yo estamos haciendo negocio! estamos relanzando condones para tener polvos mágicos! hoy estamos de oferta, 2x1 y si te llevas diez te doy un cogollo gratis para que vivas la fiesta a tope, ojo! todo mariguana legal y medicinal, la receta te la doy gratis! además hemos abierto una pequeña casa de apuestas, en aquella mesita de allí con el guapo del culo bien puesto y la máscara, no te quedes sin la oportunidad de sacar tajada!!- iba a Tope con Thoren de un lado a otro que de repente empezó a hablar solo mirando a todas partes como un loco -Querido socio, alguien te ha hablado telepáticamente? o es que has visto una mosca?... hablando de moscas, ese traje que llevas es bastante viejo, no quieres que te deje uno ? que te realce más los atributos...- "piensa rápido Aldaron! " me dije a mi mismo ante la posibilidad de verlo todo mocetón y con el culo bien marcado -Así los clientes vendrán mejor y venderemos más! te daré una comisión de lo que venda hoy-
Cuando me dijo que no quería nada amoroso no me afectó demasiado pues con el roce se hace el cariño, la pregunta era si quería el roce -pero no hace falta amor para pasarlo bien~ qué tal un amigo para pasar un buen rato? los besos refuerzan las amistades- y ahí estaba yo, intentando colarsela al ruso que ahora estaba más interesado en mi nuevo negocio que otra cosa pero era decidido y su plan de venta no era tan malo mientras no atropellara pobres niños con canapés de sardina.
Al final enganchamos a uno que no había visto nunca, tenía el pelo azúl así muy rollo otaku del 2019 me acerqué y le puse el condón en el pecho -Aquí mi socio y yo estamos haciendo negocio! estamos relanzando condones para tener polvos mágicos! hoy estamos de oferta, 2x1 y si te llevas diez te doy un cogollo gratis para que vivas la fiesta a tope, ojo! todo mariguana legal y medicinal, la receta te la doy gratis! además hemos abierto una pequeña casa de apuestas, en aquella mesita de allí con el guapo del culo bien puesto y la máscara, no te quedes sin la oportunidad de sacar tajada!!- iba a Tope con Thoren de un lado a otro que de repente empezó a hablar solo mirando a todas partes como un loco -Querido socio, alguien te ha hablado telepáticamente? o es que has visto una mosca?... hablando de moscas, ese traje que llevas es bastante viejo, no quieres que te deje uno ? que te realce más los atributos...- "piensa rápido Aldaron! " me dije a mi mismo ante la posibilidad de verlo todo mocetón y con el culo bien marcado -Así los clientes vendrán mejor y venderemos más! te daré una comisión de lo que venda hoy-
Agradeció que el lugar no estuviera atestado mientras escuchaba las ocurrencias de Reiv.- No estuviste allí, pero creí que iba a estallar por dentro de tanto que me estaba aguantando la risa. Quizás te podría dejar al grupo algún día a que les enseñes algo.- Él tenía mucho que dar y últimamente no se había enfocado en eso, siendo que él había iniciado todo el tema de las clases. Ahora le era más fácil seguir que dar explicaciones de por qué abandonaba. Había querido hacerlo, pero le causaba menos ansiedad continuar, así que no quedaba mucho más. Rió también por su desdén a la reconstrucción, dejando el cumplido ahí flotando, pues no recordaba si se lo había dicho antes.- Tu lo hiciste muy bien en Hogsmeade.
Por lo regular se sentía bastante invisible, por lo que cuando Reiv notó su sonrojo no supo mas que dejar que de su boca saliera un sonido de sorpresa.- ¿E-eh? - Se sobresaltó al escuchar la voz de Reiv, que ahora andaba de muy observador. Miró para todos lados en un segundo y luego miró la mesa del banquete que ya estaba vaciando la gente, dejando la pregunta sin respuesta, esperando a que se le olvidara o desistiera, como a veces pasaba. Alcanzó a ver también a lo lejos a Ares, el de la brigada. No le caía muy bien desde su colaboración con la Alianza. Nada le sacaba de la cabeza que ese había estado en algo turbio. También vio un poco más a lo lejos a Catherine e Ian. Si bien nunca había hablado con ellos, sí que los reconocía del tiempo en el castillo Le Fay. Ella también era una de esas personas que le ponían nerviosas, pero ahora era solo una persona más.
Notó que Reiv no parecía ir muy de beber esa noche, siendo que por lo regular no dejaban pasar una buena copa. Aunque le pareció sospechoso, no hizo comentarios, quizás solo iba un poco distraído.- Desastre... Sí, pero solo un poco.- Susurró, sonriendo como boba. Aún no le había contestado pero no permitiría que se fuera por las ramas.- Estaba muy tensa, era muy difícil para mi estar entre gente habiendo estado sola tanto tiempo. Y eso a ti no te importó, me hiciste convivir de todas formas, con todo tipo de gente.- Recordaba a Svart volando por todo el techo del salón la primera vez que estuvo en Ouroboros. Le impresionaba cómo habían cambiado las cosas desde aquel día hasta el actual, donde prácticamente le estaba pidiendo un baile. En aquella época no habría podido ni pensarlo.
¿Yo pedirte salir? Si mal no recuerdo tu crees que eso es anticuado. Y además, no te pedí un baile, ¡exigí que me invitaras a bailar! - Soltó una risita, perdiéndose el momento en que el moreno le quitó la copa de la mano.- ¡Hey! - Ya daba igual, que la había dejado que se la llevaran. Al final sí había conseguido su cometido, pues el moreno le tendió la mano para llevarla a la pista. Se la concedió tras unos segundos de fingidamente pensar si aquello sería lo mejor, cogiéndole la mano y caminando hacia la pista un paso detrás de él, como si fuera él el más interesado. No se había percatado de que su sonrisa era tan grande como podía llegar a serlo mientras tomaban la posición en la pista y colocaba su mano libre sobre el hombro del moreno. Con los tacones quedaban a una altura parecida, lo que provocó un sonrojo nuevo al ver que estaban frente a frente y que el contrario no dejaba de mirarle. Cuando la música inició, tardó algunos compases en tomarle el chiste al baile, dejando que Reiv guiara a como creyera conveniente. Al menos no parecía un baile muy complicado. Al menos su primer baile no sería un fallo total.- ¿Lo estoy haciendo mal, verdad? Soy terrible. Ahora sí todo mundo sabrá que no soy de noble cuna y me expulsarán de la isla.- Murmuró en tono dramático, que más que a modo de broma era para aligerar la tensión que sentía de tener que ver a Reiv a los ojos por un tiempo tan prolongado, además de que recordaba que los Black tenían algo de estatus en el mundo mágico.- Sabes, pedí esto con tanta fuerza que no creí que me pondría tan nerviosa.- No pudo evitar, por último, dejar una risilla salir mientras se dejaba guiar por la pista de baile, girando alrededor a gusto de Reiv.
Por lo regular se sentía bastante invisible, por lo que cuando Reiv notó su sonrojo no supo mas que dejar que de su boca saliera un sonido de sorpresa.- ¿E-eh? - Se sobresaltó al escuchar la voz de Reiv, que ahora andaba de muy observador. Miró para todos lados en un segundo y luego miró la mesa del banquete que ya estaba vaciando la gente, dejando la pregunta sin respuesta, esperando a que se le olvidara o desistiera, como a veces pasaba. Alcanzó a ver también a lo lejos a Ares, el de la brigada. No le caía muy bien desde su colaboración con la Alianza. Nada le sacaba de la cabeza que ese había estado en algo turbio. También vio un poco más a lo lejos a Catherine e Ian. Si bien nunca había hablado con ellos, sí que los reconocía del tiempo en el castillo Le Fay. Ella también era una de esas personas que le ponían nerviosas, pero ahora era solo una persona más.
Notó que Reiv no parecía ir muy de beber esa noche, siendo que por lo regular no dejaban pasar una buena copa. Aunque le pareció sospechoso, no hizo comentarios, quizás solo iba un poco distraído.- Desastre... Sí, pero solo un poco.- Susurró, sonriendo como boba. Aún no le había contestado pero no permitiría que se fuera por las ramas.- Estaba muy tensa, era muy difícil para mi estar entre gente habiendo estado sola tanto tiempo. Y eso a ti no te importó, me hiciste convivir de todas formas, con todo tipo de gente.- Recordaba a Svart volando por todo el techo del salón la primera vez que estuvo en Ouroboros. Le impresionaba cómo habían cambiado las cosas desde aquel día hasta el actual, donde prácticamente le estaba pidiendo un baile. En aquella época no habría podido ni pensarlo.
¿Yo pedirte salir? Si mal no recuerdo tu crees que eso es anticuado. Y además, no te pedí un baile, ¡exigí que me invitaras a bailar! - Soltó una risita, perdiéndose el momento en que el moreno le quitó la copa de la mano.- ¡Hey! - Ya daba igual, que la había dejado que se la llevaran. Al final sí había conseguido su cometido, pues el moreno le tendió la mano para llevarla a la pista. Se la concedió tras unos segundos de fingidamente pensar si aquello sería lo mejor, cogiéndole la mano y caminando hacia la pista un paso detrás de él, como si fuera él el más interesado. No se había percatado de que su sonrisa era tan grande como podía llegar a serlo mientras tomaban la posición en la pista y colocaba su mano libre sobre el hombro del moreno. Con los tacones quedaban a una altura parecida, lo que provocó un sonrojo nuevo al ver que estaban frente a frente y que el contrario no dejaba de mirarle. Cuando la música inició, tardó algunos compases en tomarle el chiste al baile, dejando que Reiv guiara a como creyera conveniente. Al menos no parecía un baile muy complicado. Al menos su primer baile no sería un fallo total.- ¿Lo estoy haciendo mal, verdad? Soy terrible. Ahora sí todo mundo sabrá que no soy de noble cuna y me expulsarán de la isla.- Murmuró en tono dramático, que más que a modo de broma era para aligerar la tensión que sentía de tener que ver a Reiv a los ojos por un tiempo tan prolongado, además de que recordaba que los Black tenían algo de estatus en el mundo mágico.- Sabes, pedí esto con tanta fuerza que no creí que me pondría tan nerviosa.- No pudo evitar, por último, dejar una risilla salir mientras se dejaba guiar por la pista de baile, girando alrededor a gusto de Reiv.
Hizo un gesto algo extraño con el resto, como una mueca -Creo que es cierto… Creo que nos enfocamos tanto en … ya sabes, estar bien nosotros que lo demás lo hemos dejado de lado. A ver si ahora retomamos un poco…- Dijo mientras robaba de la bandeja como Ian, bueno no tanto como él pero si con bastante hambre. Bebió de aquello con gusto, a ella no le gustaba el amargor de la cerveza pero el vino o lo que sea que estuviera bebiendo no estaba mal -Ya… Yo es que…si le hace feliz, estoy feliz. No soy quien para juzgarle, sabes?...- Alzó suavemente el hombro
-Los de Lykaios, no? – Preguntó cuando mencionó a la Brigada y asintió levemente -Yo nunca lo he hecho. Lo de emborracharme…digo- Dijo bebiendo más de aquello -Siempre cuando siento que estoy ya un poquito mareada tiro por el agua o me voy. Ya sabes, nada de shows ni tonterías- Le explicó cambiando su peso de un pie a otro mientras se cruzaba de brazos. Volvió la vista hacia quien creía que era Yaroslav que se giró y Catherine alzó ambas cejas -Joder ¿Yaroslav tiene un hermano? No lo sabía!- Se rió un poco, tapándose los labios con la mano -Le he contactado mentalmente preguntándole si probaba suerte de nuevo. ¡Qué vergüenza!- Indicó girándose un poco al ver que alzaba la cabeza con un gesto paranoico. Las mejillas se le colorearon y acabo dándose aire con la mano -Buff…que ni se entere que fui yo, paso de explicarme- Le sonrió a Ian con un brillo especial de picardía en sus ojos multicolores.
Sin embargo, su momento y felicidad momentánea fue opacada por una aparente reportera que la trataba con demasiada confianza. La rigidez en el cuerpo de Catherine fue notable y la forma en la que sus ojos pasaron de brillar a oscurecerse también. Descruzó los brazos mientras miraba a la cámara y luego a la muchacha que, encima, se cambiaba los zapatos delante de ella. La Descendiente alzó la barbilla con molestia mientras Ian hablaba sobre las pruebas -NO me tutees, impertinente- Siseó con poca cordialidad y levantó una mano para echarlos a volar cuando llegó Zaphira. Se detuvo. No tardó mucho en reconocerla y aunque era grata la visita no le calmó los ánimos. Le dejó hablar, pero la Descendiente no dejaba de mirar penetrantemente al espécimen y cuando se retiró elevó su conexión mental hacia ella “No vuelvas a acercarte a mi familia o a mi. Ni ahora ni nunca”. Desvió la vista hacia Ian conteniendo las ganas de hacer que el cámara se tropezara y las bandejas de bebidas le cayeran encima.
Pero se distrajo cuando Zaph le habló e Ian siguió a lo suyo -Era todo para que yo no acabara matando concursantes antes de iniciar el torneo. Me tomaré la libertad de hacerlo dentro de él…- Miró hacia Zaph con una sonrisa suave -Te lo prometo, parecerá un accidente- Tras ello borró la sonrisa al ver entrar a Desmond, se veía distinto y sintió que el espíritu de Rhaegar seguía entre ellos. “Des..”, saludó y le tocó el hombro a Ian señalando a su hermano y luego miró a Zaph con una ceja arqueada -Estoy loca o… ¿Desmond ya no es tan Desmond?- Preguntó con curiosidad.
-Los de Lykaios, no? – Preguntó cuando mencionó a la Brigada y asintió levemente -Yo nunca lo he hecho. Lo de emborracharme…digo- Dijo bebiendo más de aquello -Siempre cuando siento que estoy ya un poquito mareada tiro por el agua o me voy. Ya sabes, nada de shows ni tonterías- Le explicó cambiando su peso de un pie a otro mientras se cruzaba de brazos. Volvió la vista hacia quien creía que era Yaroslav que se giró y Catherine alzó ambas cejas -Joder ¿Yaroslav tiene un hermano? No lo sabía!- Se rió un poco, tapándose los labios con la mano -Le he contactado mentalmente preguntándole si probaba suerte de nuevo. ¡Qué vergüenza!- Indicó girándose un poco al ver que alzaba la cabeza con un gesto paranoico. Las mejillas se le colorearon y acabo dándose aire con la mano -Buff…que ni se entere que fui yo, paso de explicarme- Le sonrió a Ian con un brillo especial de picardía en sus ojos multicolores.
Sin embargo, su momento y felicidad momentánea fue opacada por una aparente reportera que la trataba con demasiada confianza. La rigidez en el cuerpo de Catherine fue notable y la forma en la que sus ojos pasaron de brillar a oscurecerse también. Descruzó los brazos mientras miraba a la cámara y luego a la muchacha que, encima, se cambiaba los zapatos delante de ella. La Descendiente alzó la barbilla con molestia mientras Ian hablaba sobre las pruebas -NO me tutees, impertinente- Siseó con poca cordialidad y levantó una mano para echarlos a volar cuando llegó Zaphira. Se detuvo. No tardó mucho en reconocerla y aunque era grata la visita no le calmó los ánimos. Le dejó hablar, pero la Descendiente no dejaba de mirar penetrantemente al espécimen y cuando se retiró elevó su conexión mental hacia ella “No vuelvas a acercarte a mi familia o a mi. Ni ahora ni nunca”. Desvió la vista hacia Ian conteniendo las ganas de hacer que el cámara se tropezara y las bandejas de bebidas le cayeran encima.
Pero se distrajo cuando Zaph le habló e Ian siguió a lo suyo -Era todo para que yo no acabara matando concursantes antes de iniciar el torneo. Me tomaré la libertad de hacerlo dentro de él…- Miró hacia Zaph con una sonrisa suave -Te lo prometo, parecerá un accidente- Tras ello borró la sonrisa al ver entrar a Desmond, se veía distinto y sintió que el espíritu de Rhaegar seguía entre ellos. “Des..”, saludó y le tocó el hombro a Ian señalando a su hermano y luego miró a Zaph con una ceja arqueada -Estoy loca o… ¿Desmond ya no es tan Desmond?- Preguntó con curiosidad.
Después de dejar a los mellizos con la niñera, Anteia había ido a arreglarse. Esta vez había optado por un [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] que, en principio y hasta el torso, tenía un corte normal y decente pero luego tenía una pomposa falda que le encantaba. Le recordaba a las nubes, a las flores, a todo eso que en su juventud le robaba sonrisas y le otorgaba diversión. Le recordaba una etapa de su vida en la que había sido feliz así que se lo colocó. Se arregló el cabello en un moño alto y cogió uno de las pocas joyas que Desmond le había dado y que pertenecían a su madre. Un gran collar con una [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Era un poco demasiado pero...Deseaba abstraerse de su realidad y volver a vivir aquel baile como si fuera un baile Malfoy. Hubiese deseado entrar con Jane al baile del consejo.
Cuando terminó de arreglarse bajó para encontrarse con Lyran y le sonrió brevemente, arreglandole la corbata en un gesto automático. No quería mencionarle lo de Azahar, ni sus prácticas, ni su logro, ni el chico que había estado con ella porque no sabía cómo respondería. Aparte de eso no tenía nada nuevo que decirle así que se mantuvo en silencio mientras acudían al baile. El torneo no era santo de su devoción, no porque fuera a haber más trabajo en el hospital sino por las consecuencias del mismo. No obstante, ella nunca había tenido ni voz ni voto en ningún lado. Ni siquiera en su propia familia. Así que daba igual lo que pensara sobre ese torneo.
Al ingresar al salón sonrió de lado al ver que su pomposidad no pasaba desapercibida y ella, que se había vuelto tan conocida en la isla, recibió saludos y sonrisas a diestra y siniestra que respondió con gracia. Volvió la vista para mirar un poco alrededor sin pararse de lleno en reconocer a nadie. Cerró suavemente los ojos para escuchar la música -Mi familia adoraría esto- Musitó, más para sí que para la galería y volvió a sonreír para coger de una de las bandejas que levitaban una copa. No es que Anteia fuera asidua o estuviera acostumbrada a los bailes de alta sociedad pero no podía desprestigiar la hermosura del evento, de la gente celebrando y de todos esos sentimientos positivo que parecían elevarse y cargar la atmósfera de una alegría perenne que empañaba lo que sea que ella resguardara en su propio corazón. Era hermoso...Y deseó poder pintar como Catherine para expresarlo todo. Inspiró profundamente y dejó escapar el aire para mirar a Lyran -¿Crees que Ian y Catherine vendrán? Me apetecería mucho verles...-
Cuando terminó de arreglarse bajó para encontrarse con Lyran y le sonrió brevemente, arreglandole la corbata en un gesto automático. No quería mencionarle lo de Azahar, ni sus prácticas, ni su logro, ni el chico que había estado con ella porque no sabía cómo respondería. Aparte de eso no tenía nada nuevo que decirle así que se mantuvo en silencio mientras acudían al baile. El torneo no era santo de su devoción, no porque fuera a haber más trabajo en el hospital sino por las consecuencias del mismo. No obstante, ella nunca había tenido ni voz ni voto en ningún lado. Ni siquiera en su propia familia. Así que daba igual lo que pensara sobre ese torneo.
Al ingresar al salón sonrió de lado al ver que su pomposidad no pasaba desapercibida y ella, que se había vuelto tan conocida en la isla, recibió saludos y sonrisas a diestra y siniestra que respondió con gracia. Volvió la vista para mirar un poco alrededor sin pararse de lleno en reconocer a nadie. Cerró suavemente los ojos para escuchar la música -Mi familia adoraría esto- Musitó, más para sí que para la galería y volvió a sonreír para coger de una de las bandejas que levitaban una copa. No es que Anteia fuera asidua o estuviera acostumbrada a los bailes de alta sociedad pero no podía desprestigiar la hermosura del evento, de la gente celebrando y de todos esos sentimientos positivo que parecían elevarse y cargar la atmósfera de una alegría perenne que empañaba lo que sea que ella resguardara en su propio corazón. Era hermoso...Y deseó poder pintar como Catherine para expresarlo todo. Inspiró profundamente y dejó escapar el aire para mirar a Lyran -¿Crees que Ian y Catherine vendrán? Me apetecería mucho verles...-
Había recibido noticia del torneo que iban a celebrar en la isla, asi que después de mis vacaciones que yo me había auto asignado, lo tomé como buena oportunidad para volver al ruedo, volver a tener algo de acción y demás.
Asi que me había preparado, había avisado a Mónica y me había llevado a ADSL, el loro, conmigo. Últimamente estaba recayendo en las drogas y no debía dejarlo solo.
Al llegar al lugar sonreí complacido. Cuánta gente! Yo no me había ataviado de traje, nunca fui de cumplir con las convenciones sociales de etiqueta, ni si quiera cuando era blood keeper. Iba con mis habituales mezclas: los pantalones, unas sandalias, y un colorido kimono por encima, sujeto con un amplio cinturón de tela a la cintura, de modo que en parte caia sobre mis piernas y en parte no.
Me dediqué a caminar por la sala, buscar caras conocidas y evaluar la situación. Como siempre.
Asi que me había preparado, había avisado a Mónica y me había llevado a ADSL, el loro, conmigo. Últimamente estaba recayendo en las drogas y no debía dejarlo solo.
Al llegar al lugar sonreí complacido. Cuánta gente! Yo no me había ataviado de traje, nunca fui de cumplir con las convenciones sociales de etiqueta, ni si quiera cuando era blood keeper. Iba con mis habituales mezclas: los pantalones, unas sandalias, y un colorido kimono por encima, sujeto con un amplio cinturón de tela a la cintura, de modo que en parte caia sobre mis piernas y en parte no.
Me dediqué a caminar por la sala, buscar caras conocidas y evaluar la situación. Como siempre.
Al reunirme con Anteia le dediqué una sonrisa radiante y un cumplido, estaba guapísima y elegante, aunque la falda del vestido.... Me lo puso difícil para acercarme a darle un beso. Llevaba tiempo mirandola y notandola distante y triste, quizá este evento la animase un poco?
Yo me había arreglado y me había peinado y tal, aunque estaba un poco disgustado con la trenza, se me notaban mas lss canas que me habían salido desde que teniamos a los mellizos.... Además, estaba un poco incómodo. No me gustaban los grandes eventos. Había vivido demasiados grandes eventos con mal final y.... Asociaba situaciones.
- mmmm....es muy malfoy, si. Por cierto, y Erika? Llevo tiempo sin verla. Crees que vendrá? Aunque ella no es muy de estas cosas...
Escuché su pregunta y asenti, ellos debían ir. Los busque con la mirada, la tomé por un brazo con gentileza y le señalé en su dirección con el otro.
- allí están, vamos?
Yo me había arreglado y me había peinado y tal, aunque estaba un poco disgustado con la trenza, se me notaban mas lss canas que me habían salido desde que teniamos a los mellizos.... Además, estaba un poco incómodo. No me gustaban los grandes eventos. Había vivido demasiados grandes eventos con mal final y.... Asociaba situaciones.
- mmmm....es muy malfoy, si. Por cierto, y Erika? Llevo tiempo sin verla. Crees que vendrá? Aunque ella no es muy de estas cosas...
Escuché su pregunta y asenti, ellos debían ir. Los busque con la mirada, la tomé por un brazo con gentileza y le señalé en su dirección con el otro.
- allí están, vamos?
Mooshie
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Estaba por ahí flipando con el sitio, una bandeja se puso delante de mí y se acercaba todo el rato. Giré en varias ocasiones y la cosa esa voladora me seguía y me seguía, acabé girando y girando tratando de evadirla. Después de un rato paré, estaba mareado y había mucha gente por ahí que se movía raro.
Me fijé en un par que andaban señalando gente y vi lo que hacían con los trastos voladores.
"ahhhh"
Agarré uno de los recipientes de líquidoy la bandeja se fue por fin. Suspiré aliviado y volví a mirar a la pareja esa que ahora estaba con otra mujer que les ponía un cacharro en la boca. Alcé una ceja, o lo intenté. No me salía muy bien eso de hacer cosas con la cara. Entrecerré los ojos intentando enfocarlos y ví que se llevaban el recipiente a la boca. Sí, debía ser como las cosas esas en las que Thalos metía la uña y hacía pssss y luego se lo llevaba a la boca. Miré el recipiente con otros ojos, extendiendo el brazo para observarlo mejor. No hacía pss. Metí el dedo y noté unas burbujitas que me hicieron cosquillas. Me reí a lo cerdo y lo llevé a la boca pero comos seguía sin controlar estas cosas el líquido quedó estampado en mi cara y muy posiblemente en alguna persona que andase detrás de mi.
Sonreí satisfecho por mi logro, pasé la lengua por mi cara (hasta donde llegara). Las burbujitas hacían cosquillas ahora en mi cara.
De pronto un peliblanco muy grandote se acercó a mí. Le miré desde mi pequeñez y entre que era alto que te cagas y las luces del lugar le daban justo desde arriba me pareció tan gigante como Smaug. Dí un paso atrás en un principio pero luego el tío resultó ser majo. Acabé con un montón de minibandejas enanas en mis manos. Las olí y una sonrisa de oreja a oreja (muy rara por cierto) apareció. Metí una de esas cosas en mi boca pero la escupí enseguida, creo que sobre el tío del kimono. Tosí un par de veces y miré los chismes de nuevo, olía bien rico pero algo no cuadraba. Asomé mi lengua y cacé el pescadito. Mmm mogollón de salado pero rico.
Comencé a andar por la sala dedicándome a robar esos trastos, quitarles la parte de pan crujiente que estaba asquerosa tirándola por el suelo y comiéndome solo el resto.
Me fijé en un par que andaban señalando gente y vi lo que hacían con los trastos voladores.
"ahhhh"
Agarré uno de los recipientes de líquidoy la bandeja se fue por fin. Suspiré aliviado y volví a mirar a la pareja esa que ahora estaba con otra mujer que les ponía un cacharro en la boca. Alcé una ceja, o lo intenté. No me salía muy bien eso de hacer cosas con la cara. Entrecerré los ojos intentando enfocarlos y ví que se llevaban el recipiente a la boca. Sí, debía ser como las cosas esas en las que Thalos metía la uña y hacía pssss y luego se lo llevaba a la boca. Miré el recipiente con otros ojos, extendiendo el brazo para observarlo mejor. No hacía pss. Metí el dedo y noté unas burbujitas que me hicieron cosquillas. Me reí a lo cerdo y lo llevé a la boca pero comos seguía sin controlar estas cosas el líquido quedó estampado en mi cara y muy posiblemente en alguna persona que andase detrás de mi.
Sonreí satisfecho por mi logro, pasé la lengua por mi cara (hasta donde llegara). Las burbujitas hacían cosquillas ahora en mi cara.
De pronto un peliblanco muy grandote se acercó a mí. Le miré desde mi pequeñez y entre que era alto que te cagas y las luces del lugar le daban justo desde arriba me pareció tan gigante como Smaug. Dí un paso atrás en un principio pero luego el tío resultó ser majo. Acabé con un montón de minibandejas enanas en mis manos. Las olí y una sonrisa de oreja a oreja (muy rara por cierto) apareció. Metí una de esas cosas en mi boca pero la escupí enseguida, creo que sobre el tío del kimono. Tosí un par de veces y miré los chismes de nuevo, olía bien rico pero algo no cuadraba. Asomé mi lengua y cacé el pescadito. Mmm mogollón de salado pero rico.
Comencé a andar por la sala dedicándome a robar esos trastos, quitarles la parte de pan crujiente que estaba asquerosa tirándola por el suelo y comiéndome solo el resto.
Katya Montgomery
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-Decirme que no te tutee tuteando me parece muy irónico por tu parte, las cosas se pueden decir con respeto, además que no te he dicho nada ofensivo - Dije desde el suelo poniéndome los tacones y levantándome mientras me acomodaba a ellos.
Me quedé boquiabierta cuando me transmitió aquello telepáticamente mientras le miraba, pero esta se transformó en una malvada sonrisa cuando caí en la cuenta de algo. -¿Lo tienes, Luis?- Este afirmó con la cabeza, también asombrado cuando llegó Zaphira a echarnos la bronca.
-Disculpa, no pretendíamos molestar, pero ya tenemos lo que queríamos - Giré la cabeza hacia la cámara mientras andaba en dirección contraria de donde se encontraba la descendiente -La que acaba de hablar es Zaphira Eire, la consejera oficial más antigua del linaje de Merlín y toda eminencia en la magia de rayo, casi es trampa que se trate de una de las competidoras en el torneo dado su tiempo y experiencia en batallas mágicas. Estaremos pendientes de sus estrategias en el torneo -
Cuando nos alejamos lo suficiente de ellos, abrí el micro que llevaba en la mano, donde dentro había una piedra morada brillando. -Magiespectadores, esto es una gema que detecta interacciones telepáticas, vamos a ver qué me acaba de decir la señorita Le Fay ahora mismo:
“No vuelvas a acercarte a mi familia o a mi. Ni ahora ni nunca”
-Ya lo ven, damas y caballeros ¿Recuerdan cuando mucha gente rechazó la idea de que Catherine Le Fay no entrara en el consejo por ser muy cría? ¡Pues aquí la prueba! ¡Tenían razón! Espero no haber causado un escándalo público, continuemos entrevistando -
-Madre mía Anteia qué vestidazo nos traes, divino, divino, DIVINO, ¿y cómo puedes ser tan alta con unos 24 años que tendrás? ¿Pero tú qué comes?-
Me quedé boquiabierta cuando me transmitió aquello telepáticamente mientras le miraba, pero esta se transformó en una malvada sonrisa cuando caí en la cuenta de algo. -¿Lo tienes, Luis?- Este afirmó con la cabeza, también asombrado cuando llegó Zaphira a echarnos la bronca.
-Disculpa, no pretendíamos molestar, pero ya tenemos lo que queríamos - Giré la cabeza hacia la cámara mientras andaba en dirección contraria de donde se encontraba la descendiente -La que acaba de hablar es Zaphira Eire, la consejera oficial más antigua del linaje de Merlín y toda eminencia en la magia de rayo, casi es trampa que se trate de una de las competidoras en el torneo dado su tiempo y experiencia en batallas mágicas. Estaremos pendientes de sus estrategias en el torneo -
Cuando nos alejamos lo suficiente de ellos, abrí el micro que llevaba en la mano, donde dentro había una piedra morada brillando. -Magiespectadores, esto es una gema que detecta interacciones telepáticas, vamos a ver qué me acaba de decir la señorita Le Fay ahora mismo:
“No vuelvas a acercarte a mi familia o a mi. Ni ahora ni nunca”
-Ya lo ven, damas y caballeros ¿Recuerdan cuando mucha gente rechazó la idea de que Catherine Le Fay no entrara en el consejo por ser muy cría? ¡Pues aquí la prueba! ¡Tenían razón! Espero no haber causado un escándalo público, continuemos entrevistando -
-Madre mía Anteia qué vestidazo nos traes, divino, divino, DIVINO, ¿y cómo puedes ser tan alta con unos 24 años que tendrás? ¿Pero tú qué comes?-
Ares Kylee
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Estaba provando algunos bocaditos distintos para ver cuales me gustaban más y así recogerlas cual ave de rapiña para mí, además de las distintas bebidas, aunque la mayoría eran demasiado fancy para mi, aunque alguna de ella sabía bastante bien y caía muy bien al estomago, luego veamos a ver como suben.
Estaba entusiasmado en mi carrera de gourmet por el catering cuando un imponente ruso se planto delante de mis narices con cara de asesino en serie y pestañeé varias veces al escuchar que me iban a vender algo. Cuando recobre la compostura interna, mi yo interno sonrió maquiavelicamente y tuve que contenerme para no reirme, no saben que soy el terror de los mercaderes y que huyen de mi antes que intentar negociar precios conmigo, a lo mejor veo algo interesante...
El hombre empuja al elfo que le acompañaba para soltarme la chapa sobre los condones, una reliquia del pasado prácticamente y con ofertas, eso sí nunca mencionó precio ni nada, se nota que estan tentándome... oh celeste Luna de Plata... ¡no puedo dejar escapar esta oportunidad de ser un poquito gamberro! ¿si no qué hsitorias podría contar a la Brigada en nuestras fiestas?
Quizás sería todo lo que he tragado hasta ahora, el aroma del sitio, la música o un poco de todo, pero tenía un poco despierta la vena picarona y diablesca.
Cogí el condón y me pegué a Thoren medio ladeado, acariciando su pecho con un lateral del envoltorio del condón poniendo cara inocente.
- Y ¿cómo se que son tan buenos si no hay oportunidad de probar uno antes de comprarlos? Quizás tu hombretón podamos probarlo y luego hacer una compra, además siendo un miembro de la Brigada podría hablar con ellos y haceros buena publicidad y a su vez ellos correr la voz, seguro que a Lykaios les encantaría ayudaros después de oir lo bien que nos tratáis.
Quizás sea todo lo que he tragado, la bebida, la música, el aroma del lugar o todo un poco en general, pero tenía ganas de ser un poco picarón y diablesco.
Estaba entusiasmado en mi carrera de gourmet por el catering cuando un imponente ruso se planto delante de mis narices con cara de asesino en serie y pestañeé varias veces al escuchar que me iban a vender algo. Cuando recobre la compostura interna, mi yo interno sonrió maquiavelicamente y tuve que contenerme para no reirme, no saben que soy el terror de los mercaderes y que huyen de mi antes que intentar negociar precios conmigo, a lo mejor veo algo interesante...
El hombre empuja al elfo que le acompañaba para soltarme la chapa sobre los condones, una reliquia del pasado prácticamente y con ofertas, eso sí nunca mencionó precio ni nada, se nota que estan tentándome... oh celeste Luna de Plata... ¡no puedo dejar escapar esta oportunidad de ser un poquito gamberro! ¿si no qué hsitorias podría contar a la Brigada en nuestras fiestas?
Quizás sería todo lo que he tragado hasta ahora, el aroma del sitio, la música o un poco de todo, pero tenía un poco despierta la vena picarona y diablesca.
Cogí el condón y me pegué a Thoren medio ladeado, acariciando su pecho con un lateral del envoltorio del condón poniendo cara inocente.
- Y ¿cómo se que son tan buenos si no hay oportunidad de probar uno antes de comprarlos? Quizás tu hombretón podamos probarlo y luego hacer una compra, además siendo un miembro de la Brigada podría hablar con ellos y haceros buena publicidad y a su vez ellos correr la voz, seguro que a Lykaios les encantaría ayudaros después de oir lo bien que nos tratáis.
Quizás sea todo lo que he tragado, la bebida, la música, el aroma del lugar o todo un poco en general, pero tenía ganas de ser un poco picarón y diablesco.
Julies Verne
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Había hecho misiones, fui a bares a emborracharme, ligue, asesine, folle… Folle a quienes luego asesine… Había hecho muchas cosas en este tiempo, y mantenerme sobria y libre de crímenes no fueron parte de ellas.
Volví luego de mucho tiempo a la isla flotante. Me llegaron noticias sobre un nuevo torneo, y con la mala hostia que cargaba este último tiempo encima preferiría desquitarmela con los demás concursantes. Llegue a la isla en mi forma draconiana, aterrice a unos metros del lugar donde se haría la fiesta pre torneo, por lo que conocería contra quienes me enfrentaría y podría beber todo lo que estuviera en botellas, con alto contenido de alcohol.
Al entrar a la sala de reuniones pude ver a todos los nariz respingadas vestidos de forma elegante, con vestidos y smokings. Mostré mi invitación al guardia de la puerta mientras le mostraba un poco los dientes como perro a punto de saltarle al cuello. Cruce la sala hasta la barra de bebidas, pasando del otro lado de la barra para tomar dos botellas, una de whisky y otra de vodka para volver a donde realmente tendrían que estar los invitados.
-Pensé que era una fiesta de luchadores por un torneo donde correrá sangre, no un club social de rancios presuntuosos.-Dije mirando a los que estaban super bien vestidos… Les metía una hostia a cada uno que los mandaba volando a japón.
Volví luego de mucho tiempo a la isla flotante. Me llegaron noticias sobre un nuevo torneo, y con la mala hostia que cargaba este último tiempo encima preferiría desquitarmela con los demás concursantes. Llegue a la isla en mi forma draconiana, aterrice a unos metros del lugar donde se haría la fiesta pre torneo, por lo que conocería contra quienes me enfrentaría y podría beber todo lo que estuviera en botellas, con alto contenido de alcohol.
Al entrar a la sala de reuniones pude ver a todos los nariz respingadas vestidos de forma elegante, con vestidos y smokings. Mostré mi invitación al guardia de la puerta mientras le mostraba un poco los dientes como perro a punto de saltarle al cuello. Cruce la sala hasta la barra de bebidas, pasando del otro lado de la barra para tomar dos botellas, una de whisky y otra de vodka para volver a donde realmente tendrían que estar los invitados.
-Pensé que era una fiesta de luchadores por un torneo donde correrá sangre, no un club social de rancios presuntuosos.-Dije mirando a los que estaban super bien vestidos… Les metía una hostia a cada uno que los mandaba volando a japón.
Zaphira Eire
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- post Ian:
- Ian Hacksaw escribió:Decidí coger una de las bandejas voladoras de comida para nosotros solos, agarrando una entera cuando pasó. Así no tendríamos que ir de uno en uno, que veníamos con hambre. Me comí un par de manera un tanto voraz, alzando el pulgar para responderle a eso de que había contactado con Jarkko y Azahar. Terminé de engullir y respondí al fin. - Espero que vengan. No me gustaría distanciarme de ellos, y últimamente me parece que está pasando algo así. - comenté un poco preocupado, pensando que tal vez yo tendría que haber puesto más de mi parte para tener más contacto. Catherine estaba más o menos igual con sus amigos. Daba la impresión de que nos habíamos aislado un poco.
Agarré una de esas bebidas raras cuando pasaron a nuestro lado, haciendo después una mueca burlona a Catherine cuando me dijo que estaba al nivel de Aedan. Puse cara de no gustarme nada la bebida esa, aunque seguí bebiendo un poco más por eso de tomar algo. Nuestro nivel de cotilleo-critiqueo-marujil llegó a su limite cuando me dijo por telepatía lo de Lucio y Sean, a lo que la miré muy sorprendido. Yo no solía enterarme de ese tipo de cosas, estaba empanado en ese sentido. Ella parecía muy contenta por su amigo, aunque no sabía si el resto del Consejo sería como ella, que es como deberían ser. - Pues me da la impresión de que va a necesitar tu ayuda en algún momento...por aquí hay gente muy carca, ya sabes. Ojalá me equivoque. - puse cara de 'ya sabes a qué me refiero', bebiendo después otro trago de la cosa esa rara.
- ¿Qué cómo sé qué van borrachos? Pues porque me he emborrachado y he visto a mucha gente borracha. Sobre todo a los de la Brigada. - expliqué antes de girarme a mirar al que decía que era Yaroslav con el pelo corto, pensando que Catherine tenía problemas de vista o algo. - Noo, ese es el otro hermano, el cansino de los animales. Yaroslav me cae mejor. - aclaré antes de dejarla encantada con mi frase de haberla ganado a ella. Podía sonar moñas, pero era la verdad, había salido del torneo con algo más importante que una victoria. El beso fue bastante breve, como solía ser cada vez que estábamos en público. A pesar de ser tan corto hubo alguien que nos pilló, una que no me sonaba de nada y que empezó a grabarnos y a preguntarnos como si fuese una reportera. La miré con el ceño fruncido, protegiendo con el otro brazo la bandeja de canapés. - ¿Desde cuándo hay reporteros en Ouroboros? - pregunté casi más para mí mismo, haciendo un sonido irónico a lo de las pruebas. No tenía ni idea de lo que tenían preparado, pero sí sabía cómo fue el anterior. - A veces envenenan gente, cortan cabezas de unicornios, te lanzan maldiciones y cosas así, pero en el fondo son buena gente. Algunos. - comenté de manera irónica, justo antes de que Zaphira viniese al rescate. Lo que dijo me sonó a excusa, pero podía ser útil. A Catherine seguro que le estaba entrando urticaria de la vergüenza y de tener que socializar.
- ¿Algún asunto secreto de verdad o era todo para que se fuese la reportera intensita?
- Post Cath:
- Catherine Le Fay escribió:Hizo un gesto algo extraño con el resto, como una mueca -Creo que es cierto… Creo que nos enfocamos tanto en … ya sabes, estar bien nosotros que lo demás lo hemos dejado de lado. A ver si ahora retomamos un poco…- Dijo mientras robaba de la bandeja como Ian, bueno no tanto como él pero si con bastante hambre. Bebió de aquello con gusto, a ella no le gustaba el amargor de la cerveza pero el vino o lo que sea que estuviera bebiendo no estaba mal -Ya… Yo es que…si le hace feliz, estoy feliz. No soy quien para juzgarle, sabes?...- Alzó suavemente el hombro
-Los de Lykaios, no? – Preguntó cuando mencionó a la Brigada y asintió levemente -Yo nunca lo he hecho. Lo de emborracharme…digo- Dijo bebiendo más de aquello -Siempre cuando siento que estoy ya un poquito mareada tiro por el agua o me voy. Ya sabes, nada de shows ni tonterías- Le explicó cambiando su peso de un pie a otro mientras se cruzaba de brazos. Volvió la vista hacia quien creía que era Yaroslav que se giró y Catherine alzó ambas cejas -Joder ¿Yaroslav tiene un hermano? No lo sabía!- Se rió un poco, tapándose los labios con la mano -Le he contactado mentalmente preguntándole si probaba suerte de nuevo. ¡Qué vergüenza!- Indicó girándose un poco al ver que alzaba la cabeza con un gesto paranoico. Las mejillas se le colorearon y acabo dándose aire con la mano -Buff…que ni se entere que fui yo, paso de explicarme- Le sonrió a Ian con un brillo especial de picardía en sus ojos multicolores.
Sin embargo, su momento y felicidad momentánea fue opacada por una aparente reportera que la trataba con demasiada confianza. La rigidez en el cuerpo de Catherine fue notable y la forma en la que sus ojos pasaron de brillar a oscurecerse también. Descruzó los brazos mientras miraba a la cámara y luego a la muchacha que, encima, se cambiaba los zapatos delante de ella. La Descendiente alzó la barbilla con molestia mientras Ian hablaba sobre las pruebas -NO me tutees, impertinente- Siseó con poca cordialidad y levantó una mano para echarlos a volar cuando llegó Zaphira. Se detuvo. No tardó mucho en reconocerla y aunque era grata la visita no le calmó los ánimos. Le dejó hablar, pero la Descendiente no dejaba de mirar penetrantemente al espécimen y cuando se retiró elevó su conexión mental hacia ella “No vuelvas a acercarte a mi familia o a mi. Ni ahora ni nunca”. Desvió la vista hacia Ian conteniendo las ganas de hacer que el cámara se tropezara y las bandejas de bebidas le cayeran encima.
Pero se distrajo cuando Zaph le habló e Ian siguió a lo suyo -Era todo para que yo no acabara matando concursantes antes de iniciar el torneo. Me tomaré la libertad de hacerlo dentro de él…- Miró hacia Zaph con una sonrisa suave -Te lo prometo, parecerá un accidente- Tras ello borró la sonrisa al ver entrar a Desmond, se veía distinto y sintió que el espíritu de Rhaegar seguía entre ellos. “Des..”, saludó y le tocó el hombro a Ian señalando a su hermano y luego miró a Zaph con una ceja arqueada -Estoy loca o… ¿Desmond ya no es tan Desmond?- Preguntó con curiosidad.
Catherine no se iba con chiquitas cuando se trataba de su privacidad, tal vez debería haberla dejado hacer de las suyas pero era demasiado pronto para liarla en la fiesta. la chica que se había acercado con la cámara pareció entender cuando le pedía que se marchara aunque ya había encendido la mecha de la descendiente de los Le Fay, por su parte Ian estaba más calmado y me preguntaba por mi excusa para echar a la reportera -Hablar con mis cachorros siempre es algo importante, más si uno está a punto de comerse a la de las noticias de las cinco- dije cruzándome de brazos para dedicarles una sonrisa de complicidad, de esas de madre cuando piensan "como si te hubiera parido" lo que se confirma cuando dice eso de matar concursantes a lo cual no puedo evitar reírme -Intenta no darme o verás la pataleta que le da a Sean, pero si gano te daré una pequeña comisión- seguí con la broma de la chica pero claramente no era una opción.
La sonrisa de la chica se esfumó cuando algo captó su atención tras de mi, Desmond había entrado en la sala del brazo con Priscila -Todos cambiáis, demasiado rápido para mi gusto, un día estáis corriendo y gritando por los pasillos llenos de barro y al siguiente ya sois adultos- mi sonrisa pasó a ser algo nostálgica, ya no eran mis niños, ya estaban creando sus propios caminos, todos y cada uno de ellos y pronto se marcharían.
Volví a mirar a Catherine para pasarle un mechón de pelo por detrás de la oreja -El tiempo no perdona a nadie y antes de que te des cuenta hasta tu pequeño habrá crecido... deberías ir a hablar con Desmond, ha estado bastante ocupado ayudando en la biblioteca, le estoy muy agradecida, desde que Sean no ve tu hermano ha sido un gran apoyo- concluí con aquello esperando que mi consejo no cayera en saco roto y a lo lejos la expectación, dos invitados especiales acababan de llegar y parecían tener la intención de acercarse a hablar con la chica.
Puse un gesto poco convencido cuando me dijo eso de dejarme algún grupo un día para una clase, no sabía si mis explicaciones les serían muy útiles. Al menos me daba la impresión de que ellos preferirían las clases de uno de los Descendientes antes que las nuestras. Me pareció un bonito detalle eso de que me recordase que había hecho bien los trabajos de reconstrucción del pueblo aquel, así que le di un espontáneo beso en la mejilla. No le di más importancia a eso de que no supiese decir por qué se había sonrojado, riendo poco después al escuchar eso de que la hice convivir con más gente. - Pues tienes suerte de que no fuese muy sociable. Imagina que hubiese sido uno de la Brigada. Habrías implosionado de tanto socializar. - no, definitivamente no veía a Juliet ahí. Si acaso si se ponía a fumar porros, como el día que se hizo amiga de todos los yonkis del portal. Lástima de cómo acabó la noche aquella.
El tema de pedirle salir se nos había quedado ahí atascado desde el combate, que había sido un tanto brusco de más, se nos había ido de las manos. Al final no quedó claro, sólo que yo entendía que sí éramos pareja y que ella creía que había que pedirlo. - Por eso, para que no sea anticuado también me lo puedes pedir tú. - la piqué para ver qué hacía, para saber si ella era "tradicional" en ese sentido de que tuviese que pedirlo yo.
El baile que iniciamos dejó eso un poco en el aire, así que nos dedicamos a aprovechar el momento tantas veces postergado. Yo la iba guiando según sabía, recordaba algunas cosas, aunque estaba un tanto oxidado en eso de los bailes. De todos modos no era nada excesivamente difícil, con no ser un torpe redomado bastaba. Ella seguía bastante bien el ritmo, se notaba que sabía mover bien los pies debido a su práctica en combate, que tenía mucho que ver con la coordinación corporal. - Para nada. Una luchadora tiene mucho ganado en lo de aprender a bailar. Además, todavía no me has pisado, vas bien. - bromeé mientras seguíamos girando por la pista, dándonos unos segundos de silencio entre nosotros para compartir aquello. No estaba nervioso, al contrario que ella, sólo quería grabarme aquello en la memoria porque sabía que duraría poco. - Ahora ya puedes pedir la siguiente cosa... - susurré en su oído justo cuando terminó la música que estaba sonando, momento en el que detuvimos el baile. Le hice el típico gesto de caballero al acabar, con inclinación de cabeza incluida, aunque enseguida me descojoné de mí mismo por lo poco que me pegaba aquello. La tomé de la mano para apartarnos de la pista antes de que comenzase el siguiente baile, pues aquello empezaba ya a llenarse casi de más para mi gusto.
Entorné los ojos al ver entre la multitud a un viejo conocido, Setelah, haciendo una señal a Juliet como queriendo decir que nos acercásemos. - ¿Buscando alguna manera de liarla por aquí? - pregunté sin rodeos al llegar hasta él, sabiendo que era amante del caos y la confusión. - ¿O ya estás mayor para eso?
El tema de pedirle salir se nos había quedado ahí atascado desde el combate, que había sido un tanto brusco de más, se nos había ido de las manos. Al final no quedó claro, sólo que yo entendía que sí éramos pareja y que ella creía que había que pedirlo. - Por eso, para que no sea anticuado también me lo puedes pedir tú. - la piqué para ver qué hacía, para saber si ella era "tradicional" en ese sentido de que tuviese que pedirlo yo.
El baile que iniciamos dejó eso un poco en el aire, así que nos dedicamos a aprovechar el momento tantas veces postergado. Yo la iba guiando según sabía, recordaba algunas cosas, aunque estaba un tanto oxidado en eso de los bailes. De todos modos no era nada excesivamente difícil, con no ser un torpe redomado bastaba. Ella seguía bastante bien el ritmo, se notaba que sabía mover bien los pies debido a su práctica en combate, que tenía mucho que ver con la coordinación corporal. - Para nada. Una luchadora tiene mucho ganado en lo de aprender a bailar. Además, todavía no me has pisado, vas bien. - bromeé mientras seguíamos girando por la pista, dándonos unos segundos de silencio entre nosotros para compartir aquello. No estaba nervioso, al contrario que ella, sólo quería grabarme aquello en la memoria porque sabía que duraría poco. - Ahora ya puedes pedir la siguiente cosa... - susurré en su oído justo cuando terminó la música que estaba sonando, momento en el que detuvimos el baile. Le hice el típico gesto de caballero al acabar, con inclinación de cabeza incluida, aunque enseguida me descojoné de mí mismo por lo poco que me pegaba aquello. La tomé de la mano para apartarnos de la pista antes de que comenzase el siguiente baile, pues aquello empezaba ya a llenarse casi de más para mi gusto.
Entorné los ojos al ver entre la multitud a un viejo conocido, Setelah, haciendo una señal a Juliet como queriendo decir que nos acercásemos. - ¿Buscando alguna manera de liarla por aquí? - pregunté sin rodeos al llegar hasta él, sabiendo que era amante del caos y la confusión. - ¿O ya estás mayor para eso?
Conforme escuchaba el elfo promocionar su producto llegué a pensar en contratarlo para que me hiciese campaña política como el único e indiscutible líder de los renegados, seguro que sabía venderme bien. A Yaroslav le tocaría elegir entre seguirme a mí, o seguir a su estúpido amigo inglés. Lo miré raro cuando me dijo si tenía la misma fuerza en las caderas, pegándome un golpe con el puño a mi mismo en esa zona. - Obvio. La fuerza se concentrra en todo el individuo por igual. Si quierres te pego para comprobarlo.- ofrecí mientras se enganchaba a mi brazo cual hoja de Lorien, puntualizando lo de amigos. - Camarradas. - me quedé pensando en eso de que reforzaban amistades con besos, porque yo era más de reforzarlas haciendo el bruto, pegándome hostias en la estepa rusa, bebiendo, montando en oso...cosas así.
Dejé que el elfo hablase con el tipo del pelo azul, desconectando un momento porque soltaba tantas palabras por segundo que empezaba a estresarme. Yo no era capaz de hablar tan rápido. Era más directo. - Comprra parra evitar las ETS. - me giré al elfo tras decirle eso a Ares, asintiendo a lo de telepáticamente. Algo así habría sido. Que vinieran y me lo dijesen a la cara, que mi pelo era genial. - Si es grratis sí. - dije a lo del traje, aunque me gustaba bastante el mío. Si no me gustaba lo quemaría y listo. Lo de la comisión me convenció definitivamente, aunque yo quería ponerme ciego ya, quería ir de resaca al torneo. Me quedé cruzado de brazos cual segurata marcando bíceps, mirando de reojo al potencial cliente que se estaba poniendo meloso conmigo.
- No, no, yo ahorra estoy como ameba. No uso de eso. Elfo quierre usarlo contigo, aquí, demostración en directo. - agarré el paquete del condón que había cogido, abriéndolo para sacarlo. Empujé al elfo contra Ares, devolviéndole el condón a éste último. Después cogí otro de los que llevaba el elfo, abriéndolo para empezar a inflarlos y lanzarlos por el aire como hacíamos antaño en el PutinFest de Moscú. De vez en cuando les daba con la mano para que volasen sobre las cabezas de las gentes. Después alcé una mano para decirle al elfo que lo dejaba haciendo la demostración sexosa en directo. Me fui derecho a una mesa a por una botella de vodka, poniéndome a beber yo solo como si no hubiese un mañana.
Dejé que el elfo hablase con el tipo del pelo azul, desconectando un momento porque soltaba tantas palabras por segundo que empezaba a estresarme. Yo no era capaz de hablar tan rápido. Era más directo. - Comprra parra evitar las ETS. - me giré al elfo tras decirle eso a Ares, asintiendo a lo de telepáticamente. Algo así habría sido. Que vinieran y me lo dijesen a la cara, que mi pelo era genial. - Si es grratis sí. - dije a lo del traje, aunque me gustaba bastante el mío. Si no me gustaba lo quemaría y listo. Lo de la comisión me convenció definitivamente, aunque yo quería ponerme ciego ya, quería ir de resaca al torneo. Me quedé cruzado de brazos cual segurata marcando bíceps, mirando de reojo al potencial cliente que se estaba poniendo meloso conmigo.
- No, no, yo ahorra estoy como ameba. No uso de eso. Elfo quierre usarlo contigo, aquí, demostración en directo. - agarré el paquete del condón que había cogido, abriéndolo para sacarlo. Empujé al elfo contra Ares, devolviéndole el condón a éste último. Después cogí otro de los que llevaba el elfo, abriéndolo para empezar a inflarlos y lanzarlos por el aire como hacíamos antaño en el PutinFest de Moscú. De vez en cuando les daba con la mano para que volasen sobre las cabezas de las gentes. Después alcé una mano para decirle al elfo que lo dejaba haciendo la demostración sexosa en directo. Me fui derecho a una mesa a por una botella de vodka, poniéndome a beber yo solo como si no hubiese un mañana.
Bebió de su copa disfrutando del sabor mientras seguía sonriendo con franqueza a cada persona que la saludaba o conectaba su mirada con ella. Se dio cuenta que casi ningún Descendiente estaba presente y eso le pareció algo extraño. Sin embargo, en el último baile, la descendiente Bellatrix había advertido algo y desde entonces todos estaban muy extraños. Incluido Desmond, a quien reconoció en seguida pese a su cambio físico. Habían quedado muchas veces para hablar y aunque no se abría del todo con ella sabía que le hacía bien. Estuvo a punto de ir a por él cuando Lyran le habló de Erika. El gesto de Anteia, ese de alegría se esfumó. -No sé nada de ella- Indicó bajando la mirada hacia su copa y arreglando nerviosamente un anillo de diamantes también de la madre de Desmond -Asumo que si estuviese muerta nos habríamos enterado- Maldita guerra, maldita incertidumbre, maldita sean los cabezones de su familia. Volvió a sentir esa ira y ese dolor en su pecho pero se obligó a cerrar los ojos y volver a absorber la magia alegre que había en aquel lugar para equilibrarse a sí misma. Sabía que no era justo... Pero lo necesitaba.
Alzó la cabeza cuando Lyran la cogió del brazo mencionando que había visto a Catherine y a Ian, le apetecía mucho abrazarlos a ambos y ver a Aedan, aunque dudaba de que estuvieran con él. No obstante, en cuanto dieron un par de pasos una muchacha muy alegre se acercó a ella con un piropo que hizo que la piel de Anteia se sonrojara. Se soltó con suavidad del agarre de Lyran y con esa mano saludó al cámara con una risita graciosa.
-Gracias- Dijo y giró sobre sí misma haciendo gala de su vestido -En momentos así hay que sacar lo mejor del armario- Omitió el hecho de que todo era prestado, estaba segura de que a los Le Fay no les importaría. -¿24 años? Cariño, tengo 43 y contando- Confesó con gracia para luego reírse con la pregunta sobre la comida -Pues en principio, el comedor de Ouroboros sirve muy buena comida- Indicó jocosamente para luego acercarse a la cámara -Pero mi secreto se esconde en otras artes- Guiñó un ojo, con un aire extrovertido y fresco que le era muy propio -Estoy segura de que habrá mucha gente que querrá saberlo pero lo podemos dejar para el próximo capítulo- Sonrió como excusándose -Voy a saludar a unos amigos. Os dejo libres...- Dijo volviendo a saludar a la cámara y mirando entonces a Lyran con un gesto más bien neutral pues sabía que estos eventos no le gustaban, más bien, lo sentía; se cogió a su brazo para caminar hacia donde estaba la pareja con una mujer que si bien Anteia no conocía formalmente, había visto y de oídas sabía quien era -¡Chicos!- Saludó con alegría y no dudó en abrazar a Ian estrechamente para luego mirar a Catherine -¿Puedo?- Inquirió esperando su respuesta pues sabía que no era muy fan del contacto físico. Cuando accedió le dio un corto abrazo y luego miró hacia la mujer, extendió una mano -Soy Anteia Knox Malfoy...O Malfoy Knox. No recuerdo exactamente cómo quedamos con eso...- Mencionó mirando a su esposo con curiosidad para luego dejarlo pasar y estrechar la mano de la mujer -Encantada de conoceros. Él es mi esposo, Lyran Knox-
Alzó la cabeza cuando Lyran la cogió del brazo mencionando que había visto a Catherine y a Ian, le apetecía mucho abrazarlos a ambos y ver a Aedan, aunque dudaba de que estuvieran con él. No obstante, en cuanto dieron un par de pasos una muchacha muy alegre se acercó a ella con un piropo que hizo que la piel de Anteia se sonrojara. Se soltó con suavidad del agarre de Lyran y con esa mano saludó al cámara con una risita graciosa.
-Gracias- Dijo y giró sobre sí misma haciendo gala de su vestido -En momentos así hay que sacar lo mejor del armario- Omitió el hecho de que todo era prestado, estaba segura de que a los Le Fay no les importaría. -¿24 años? Cariño, tengo 43 y contando- Confesó con gracia para luego reírse con la pregunta sobre la comida -Pues en principio, el comedor de Ouroboros sirve muy buena comida- Indicó jocosamente para luego acercarse a la cámara -Pero mi secreto se esconde en otras artes- Guiñó un ojo, con un aire extrovertido y fresco que le era muy propio -Estoy segura de que habrá mucha gente que querrá saberlo pero lo podemos dejar para el próximo capítulo- Sonrió como excusándose -Voy a saludar a unos amigos. Os dejo libres...- Dijo volviendo a saludar a la cámara y mirando entonces a Lyran con un gesto más bien neutral pues sabía que estos eventos no le gustaban, más bien, lo sentía; se cogió a su brazo para caminar hacia donde estaba la pareja con una mujer que si bien Anteia no conocía formalmente, había visto y de oídas sabía quien era -¡Chicos!- Saludó con alegría y no dudó en abrazar a Ian estrechamente para luego mirar a Catherine -¿Puedo?- Inquirió esperando su respuesta pues sabía que no era muy fan del contacto físico. Cuando accedió le dio un corto abrazo y luego miró hacia la mujer, extendió una mano -Soy Anteia Knox Malfoy...O Malfoy Knox. No recuerdo exactamente cómo quedamos con eso...- Mencionó mirando a su esposo con curiosidad para luego dejarlo pasar y estrechar la mano de la mujer -Encantada de conoceros. Él es mi esposo, Lyran Knox-
Aldaron Failon
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Se me puso una sonrisa tontorrona cuando me dijo eso de tener la misma fuerza en las caderas mientras fantaseaba despierto bien pillado a su brazo y haciendo acopio de autocontrol para no quitarle ese uniforme horrible y chuparlo de arriba a abajo. el caso es que al llegar con el peliazul aquel le solté mi parrafada de buen comerciante come cocos, tenía experiencia con las viejas de los testigos de no sé quien que se paseaban por chueca, como si leer la biblia me fuera a hacer menos gay o algo, que plastas eran pero conseguían gente a pesar de que la gente les huía, la clave era dar la chapa, en mitad de eso la idea del traje no le pareció mal a pesar de estar distraído con lo de la telépata -Pues claro que es gratis, es parte del negocio- dije emocionado por poder ponerle la ropa que me diera la gana y si me dejaba vestirle ya iba a ser la fantasía.
Sin embargo el peliazul parecía más interesado en mi hombre, poco me faltó para decirle maldita lisiada pero en seguida el ruso se deshizo de él. Tomó uno de mis preciados condones, lo abrió y se lo ofreció al desconocido junto a mi precioso culo blanco, eso me había dolido, qué traición más grande! y no contento con aquello abrió otro para mi! -PERO QUE HACES COMEDOR DE PATATAS!? SABES LO QUE CUESTA HACER CADA UNO!?- me ofreció en sacrificio y siguió abriendo condones para a hincharlos como globos, sin más, como si crecieran de los árboles -La traición! tiras mis preciados condones y me vendes como si nada! YA NO TE VUELVO A SOBAR HUEVOS! ERES UN MAL SOCIO!- me fui corriendo de allí mientras el otro se despachaba a gusto con una botella de Vodka.
Corrí por el salón hasta llegar a mi mesita con mi robot medio tonto que estaba haciendo buen negocio con las apuestas, me tiré a por él y me pilló en el aire mientras me aferraba a él cual garrapada y restregaba mi cara contra su pecho fornido -Eres idiota Thoren! come patatas amamanta tortugas!! ACTIVA PROTOCOLO PAT PAT!- El robot empezó a darme golpecitos en la cabeza mientras la gente seguía preguntando por condones, apuestas y cogollos, al menos me quedaba el dinero - tenemos dos por uno y por cada diez un cogollo! no hay oferta en las apuestas...- y de vuelta a hacer pataleta y así me pasaría la noche hasta que se me pasara la rabieta.
Sin embargo el peliazul parecía más interesado en mi hombre, poco me faltó para decirle maldita lisiada pero en seguida el ruso se deshizo de él. Tomó uno de mis preciados condones, lo abrió y se lo ofreció al desconocido junto a mi precioso culo blanco, eso me había dolido, qué traición más grande! y no contento con aquello abrió otro para mi! -PERO QUE HACES COMEDOR DE PATATAS!? SABES LO QUE CUESTA HACER CADA UNO!?- me ofreció en sacrificio y siguió abriendo condones para a hincharlos como globos, sin más, como si crecieran de los árboles -La traición! tiras mis preciados condones y me vendes como si nada! YA NO TE VUELVO A SOBAR HUEVOS! ERES UN MAL SOCIO!- me fui corriendo de allí mientras el otro se despachaba a gusto con una botella de Vodka.
Corrí por el salón hasta llegar a mi mesita con mi robot medio tonto que estaba haciendo buen negocio con las apuestas, me tiré a por él y me pilló en el aire mientras me aferraba a él cual garrapada y restregaba mi cara contra su pecho fornido -Eres idiota Thoren! come patatas amamanta tortugas!! ACTIVA PROTOCOLO PAT PAT!- El robot empezó a darme golpecitos en la cabeza mientras la gente seguía preguntando por condones, apuestas y cogollos, al menos me quedaba el dinero - tenemos dos por uno y por cada diez un cogollo! no hay oferta en las apuestas...- y de vuelta a hacer pataleta y así me pasaría la noche hasta que se me pasara la rabieta.
Ellyos Kakumei
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Uhm, creo que la cena no acabó muy bien, aunque mi pregunta hizo gracia a algunos, a Adael le hizo revolversele las tripas como si fuera una lavadora centrifugando la colada del mes mientras intenta sobrevivir a esa carga de ropa sin perder una tuerca por el camino. Antes de caer desmayado me dijo algo que me dejó perplejo y bastante pensativo. Por suerte lo ayudaron a llevar a su habitación y a tratarlo, me sentí mal por ser un completo bocazas.
Recibí una invitación a un torneo y mi corazón dio un vuelco pensando en lo que Adael me había dicho sobre el entrenamiento y que Johan no querría separarse de mi al ver lo fuerte que me habría hecho. Johan... esta era mi oportunidad, si ganaba el torneo y después me hacía más fuerte... Me sonrojé y una sonrisa tonta se dibujo en mi cara. ¡Tengo que hacerlo! Y bueno... pedir perdón por mi boca de marinero al pobre Adael...
Me dirijí corriendo al lugar donde indicaba que era la fiesta y entré, había mucha gente elegante, si lo llego a saber me conjuro algo de ropa fina con mi poder dragonil... había mucho desconocido y vi a Reiv y a Jul bailando, me daba un poco de cosa molestarlos, así que me fui a un rinconcito y cogí algo para ir comiendo y observar la estancia con los presentes, me estaba entrando bastante vergüenza, venga Ellyos, eres un dragón de 150 años... tu puedes con una fiesta... bueno, no, recuerdo la última fiesta, donde me emborraché con Reiv con Borubon porque estabamos desparejados en aquella fiesta de búsqueda de pareja y nos acabamos besando y liándola parda... Creo, que me mantendré alejado del Bourbon.
Hice un pequeño gesto para saludar a reiv y Jul por si me veían y continue comiendo tímidamente de la bandejita que tenía de delicatessen.
Recibí una invitación a un torneo y mi corazón dio un vuelco pensando en lo que Adael me había dicho sobre el entrenamiento y que Johan no querría separarse de mi al ver lo fuerte que me habría hecho. Johan... esta era mi oportunidad, si ganaba el torneo y después me hacía más fuerte... Me sonrojé y una sonrisa tonta se dibujo en mi cara. ¡Tengo que hacerlo! Y bueno... pedir perdón por mi boca de marinero al pobre Adael...
Me dirijí corriendo al lugar donde indicaba que era la fiesta y entré, había mucha gente elegante, si lo llego a saber me conjuro algo de ropa fina con mi poder dragonil... había mucho desconocido y vi a Reiv y a Jul bailando, me daba un poco de cosa molestarlos, así que me fui a un rinconcito y cogí algo para ir comiendo y observar la estancia con los presentes, me estaba entrando bastante vergüenza, venga Ellyos, eres un dragón de 150 años... tu puedes con una fiesta... bueno, no, recuerdo la última fiesta, donde me emborraché con Reiv con Borubon porque estabamos desparejados en aquella fiesta de búsqueda de pareja y nos acabamos besando y liándola parda... Creo, que me mantendré alejado del Bourbon.
Hice un pequeño gesto para saludar a reiv y Jul por si me veían y continue comiendo tímidamente de la bandejita que tenía de delicatessen.
Sayid Ibn Salah
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pasaron varios días desde el incidente del acantilado, Thoren me había huído pero pasé un buen rato fumando con Thalos y charlando, compartiendo estrategias de batalla y de nuevo el chiste de los kebabs, pero había llegado el momento de un nuevo torneo de Ouroboros, ésta vez torneo Fénix en pos de la unidad y para rememorar el glorioso momento en el que nos unimos a la guerra, me arreglé con mis mejores y más finas galas, tejidas con algodón egipcio y muchas decoraciones, un pañuelo en el cuello de gasa fina, y botas, bien perfumado y dispuesto a encontrar una buena acompañante para la amena velada, estaba hecho un pincel.
Me reuní con otros compañeros descendientes en el hall del edificio en el que se encontraban los aposentos de los descendientes -Llegas tarde Sayid, ya es la hora- dijo Newton mientras yo bajaba la escalera de forma tranquila -Disculpame viejo amigo pero una ocasión tan especial requiere de una preparación especial- una vez me uní a los que estaban vi que faltaban muchos, los rebeldes sin duda alguna, Sean, Catherine, Altair, Lucio, Giordano... menudos eran, sin embargo otros estaban con nosotros, los jóvenes que no se habían dejado llevar por el camino del mal -Me alegro de veros chicos, vamos a divertirnos- Dije a Mei, Ling y Rose que parecía tener mejor aspecto desde la escaramuza en la alianza, los nuevos miembros también estaban allí listos para su presentación en sociedad, me incliné gentilmente para saludar -Será un placer compartir la velada con ustedes- y finalmente pero no menos importante, la despampanante descendiente de discórides.
Me incliné de nuevo ante la mujer de cabellos rojos pero tomando su mano para besarla -Estás estupenda como siempre Sofía, ¿Me concederás el primer baile?- dije ofreciéndole mi brazo para que lo tomara y así poder desaparecernos todos juntos para hacer nuestra entrada triunfal en el salón de baile.
Una vez llegamos las miradas se fijaron en nosotros, nos estaban esperando y me giré a Newton para hacerle un comentario -La realeza nunca llega tarde, es el resto quien llega antes- sonreí y saludé con la mano para después alzar la voz -Bienvenidos todos! espero que disfrutéis la velada, estáis en vuestra casa amigos míos!-
Me reuní con otros compañeros descendientes en el hall del edificio en el que se encontraban los aposentos de los descendientes -Llegas tarde Sayid, ya es la hora- dijo Newton mientras yo bajaba la escalera de forma tranquila -Disculpame viejo amigo pero una ocasión tan especial requiere de una preparación especial- una vez me uní a los que estaban vi que faltaban muchos, los rebeldes sin duda alguna, Sean, Catherine, Altair, Lucio, Giordano... menudos eran, sin embargo otros estaban con nosotros, los jóvenes que no se habían dejado llevar por el camino del mal -Me alegro de veros chicos, vamos a divertirnos- Dije a Mei, Ling y Rose que parecía tener mejor aspecto desde la escaramuza en la alianza, los nuevos miembros también estaban allí listos para su presentación en sociedad, me incliné gentilmente para saludar -Será un placer compartir la velada con ustedes- y finalmente pero no menos importante, la despampanante descendiente de discórides.
Me incliné de nuevo ante la mujer de cabellos rojos pero tomando su mano para besarla -Estás estupenda como siempre Sofía, ¿Me concederás el primer baile?- dije ofreciéndole mi brazo para que lo tomara y así poder desaparecernos todos juntos para hacer nuestra entrada triunfal en el salón de baile.
Una vez llegamos las miradas se fijaron en nosotros, nos estaban esperando y me giré a Newton para hacerle un comentario -La realeza nunca llega tarde, es el resto quien llega antes- sonreí y saludé con la mano para después alzar la voz -Bienvenidos todos! espero que disfrutéis la velada, estáis en vuestra casa amigos míos!-
Kyllian Evans
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Aquel entrenamiento con Altair me había dejado para el arrastre un día entero y de nuevo fui a parar al hospital, las enfermeras ya se descojonaban el verme entrar y me hacían coñas del palo "ya estás aquí otra vez? cómo te gusta vernos" que cachondas las malditas -¿Te crees que soy una broma, Karen? ya verás cuando sean las tres de la mañana y tengas que perseguirme!- dije medio en broma y medio en serio pues de vez en cuando me daban esos arranques felinos.
El día de la fiesta inaugural del torneo había llegado, me apunté por echar unas risas pues nunca me tocaba nada, tenía muy mala suerte en eso de los sorteos, me puse ropa menos seria que para la fiesta anterior, vaqueros, buenos zapatos, camiseta y por encima una americana que completaba el conjunto, esa noche quería fiesta y vestido de pingüino iba a ser más difícil. Llequé a ese gran salón justo después de las estrellas de la noche así que las miradas se centraban en ellos cosa que aproveché para colarme por un ladito mirando el panorama y localizando la bebida pero algo más cayó en mi radar, Reiv estaba de meloso con su novia y parecía que iba a hablar con alguien más.
Hice todo un rodeo para que no me viera y cuando lo tuve en una buena posición me agazapé y eché a correr entre la gente para darle un buen abrazo por detrás que más parecía un placage -¡Espalda descubierta! te has relajado black!!- dije entre risas mientras miraba a los otros dos deteniéndome en la pelirroja para silvarle -Tu novia está muy guapa Reiv, a lo mejor debería quitártela-
---------
Interacción : Reiv, Juliet y Setelah
El día de la fiesta inaugural del torneo había llegado, me apunté por echar unas risas pues nunca me tocaba nada, tenía muy mala suerte en eso de los sorteos, me puse ropa menos seria que para la fiesta anterior, vaqueros, buenos zapatos, camiseta y por encima una americana que completaba el conjunto, esa noche quería fiesta y vestido de pingüino iba a ser más difícil. Llequé a ese gran salón justo después de las estrellas de la noche así que las miradas se centraban en ellos cosa que aproveché para colarme por un ladito mirando el panorama y localizando la bebida pero algo más cayó en mi radar, Reiv estaba de meloso con su novia y parecía que iba a hablar con alguien más.
Hice todo un rodeo para que no me viera y cuando lo tuve en una buena posición me agazapé y eché a correr entre la gente para darle un buen abrazo por detrás que más parecía un placage -¡Espalda descubierta! te has relajado black!!- dije entre risas mientras miraba a los otros dos deteniéndome en la pelirroja para silvarle -Tu novia está muy guapa Reiv, a lo mejor debería quitártela-
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