Sala de reuniones generales

Me había arreglado modo rápido. Baile...baile...nadie me habia dicho que esto iba a ser de tan alto estanding, y ademas a mi no me habia apetecido emperifollarme demasiado. Y menos con el parche. Quien se pone un vestido con un parche? No pegaba ni con cola....

Asi que me habia puesto una camiseta negra ceñida que dejaba parte de mi espalda, brazos y hombros al aire, unos pantalones igualmente oscuros y mis botas debajo de todo aquello. Arreglada pero...sin llamar la atencion para nada, o eso esperaba. Al menos me habia maquillado. Un ojo solo. Me habia dado un ataque de risa al ponerme frente al espejo para realizar aquello. Fue gracioso, la verdad, aunque a ratos no tanto....

"ya no debo preocuparme porque la raya de uno me salga distinto del otro"

Me quedé sorprendida de lo arregladisimo que iba todo dios, y casi que me dio vergüenza, pero no, nada de eso.

- Donde está el alcohol aqui joder?

Hui hacia una mesa, cogí una jarra de cerveza buscando a mis amigos, Cat e Ian, y los vi con mis padres. Mi madre iba muy guapa, super super arreglada. Pero me iban a ver bebiendo. Shit. Me bebi la jarra de golpe y la dejé, vacia, sobre una mesa, para no dejar prueba del delito, y entonces me acerqué a mis colegas.

- Ian, Cat! - me tiré sobre ellos para abrazarlos.


___
interaccion: grupo Ian-Cat

Reiv:

Kyllian:

Le fastidiaba un poco que Reiv hubiera dejado de dar clases, así que cederle su grupo habría sido la forma perfecta de zafarse y hacerlo pagar. Lástima que la idea no le venía bien, que a juzgar por sus muecas no era amante de la idea. Se encontraba aún observando con detalle el lugar cuando el beso en la mejilla le tomó por sorpresa. Giró el rostro hacia Reiv en el instante, mirándolo bastante sorprendida por el gesto, sintiendo claramente como el rubor subía a sus mejillas y el corazón le palpitaba de una manera más intensa. Tuvo que bajar el rostro y mirar un momento al piso antes de poder continuar con la conversación.

No, no habría sido óptimo. Realmente eras lo que necesitaba en ese justo momento de la vida. Nadie más habría podido. No hubiera aguantado el ritmo de Lykaios, por ejemplo. - Por su cabeza pasó un recuerdo que no sabía si era real, en el Moulin saltando sobre Reiv para darle un beso mientras Lykaios y la Brigada vitoreaban al fondo. El pensamiento fue tan intenso que los colores le volvieron al rostro al instante.

Al parecer, era una noche llena de novedades. Abrió mucho los ojos en sorpresa al escuchar las palabras de Reiv, pues nunca se le había cruzado por la cabeza la posibilidad de pedirle a él salir. Incluso guardó silencio un momento, tratando de recordar si alguna vez había escuchado algo similar.- ¿Eso se puede? - Preguntó pasmada por la posibilidad de no saber las reglas establecidas.- Me estás tomando el pelo.- Concluyó, considerando que aquello era demasiado descabellado. El baile que siguió a aquella extraña conversación fue más maravilloso de lo que había imaginado. En realidad, era mucho más. No cabía en sí misma la felicidad de estar cumpliendo con algo que habían hablado desde hacía muchísimo tiempo. Aún cuando dijera que iba bien, la verdad creía que Reiv lo estaba haciendo fácil para ella. Cada giro la hacía sentir aún más especial si aquello podía ser posible. No tenía duda de que sería algo que recordar así que, como él, se decidió a guardar cada sensación en la memoria. Ese sería el recuerdo al que recurriría en tiempos difíciles. El que la dotaría de fortaleza y virtud. Cuando sintió que la música iba en decrescendo, le pisó a propósito el zapato con la punta del tacón, soltando una suave risilla. Qué mejor final. Su sonrisa se hizo peligrosa cuando escuchó el susurro del moreno. La descolocó de la situación, así que reaccionó un poco tardía a su reverencia, mirando lo que hacía la chica de al lado y haciendo lo mismo, soltando la carcajada al tiempo que Reiv lo hacía. Una vez más, comprobó que aquel día no era uno normal cuando Reiv tomó su mano para alejarles de la pista. Había sido muy divertido aquello de bailar. Ya pediría algo así de nuevo, en otra situación o cuando hubiera menos gente. Siguió a Reiv por entre la multitud que comenzaba a llegar. Al notar que el chico se dirigía a alguien, decidió soltar la primera cosa que se le vino a la cabeza para responder al susurro.- Quiero una cita en condiciones...

No tardaron en llegar con la persona en cuestión. No era que llegara mal vestido, sino que eran ropas que no conocía. Se detuvo a observar los adornos y detalles del kimono que portaba, permitiéndoles hablar. Cada que veía a Reiv hablando con alguien nuevo se preguntaba de qué época en su vida habría conocido a tal personaje. Ese era uno de los que menos comprendía.

Su cuerpo se tensó cuando un ataque a Reiv llegó por la espalda, soltando rápidamente un suspiro al ver que era Kyllian quien había hecho tal. Menos mal. Él le caía bien de algún modo, aunque no hablaban mucho. Sin embargo, el silbido le tomó por sorpresa, sintiendo de nuevo el rostro sonrojado, sin poder evitar soltar un sonido de sorpresa. Aquel mecanismo de defensa era una desventaja total que la hacía sentir tímida, pues era muy fácil saber cuando se sentía por algo avergonzada. No sabía si el sonrojo era por lo de novia, por lo de guapa o por lo de quitársela. No soltó la mano del moreno, solo la apretó más fuerte, sintiéndose un poco cohibida por todo, echando una miradita rápida a Setelah casi a modo disculpa por los comentarios de Kyllian y otra a Reiv por la misma causa.

Código:


Interacciones:
Reiv
Setelah
Kyllian

Cuando la invitación me llegó miré la bolsa con el vestido. Era el momento perfecto para usarlo. Robé unos zapatos de por ahí para tener el vestuario completo. No me maquille, básicamente porque no sabía cómo hacelo, pero dejé que mi melena dorada se viera brillante y sedosa y que cayera por mi espalda al descubierto.

Cuando llegué a la Sala de Reuniones había un montón de gente, al primero que vi fue a Ares, al que lo saludé con la mano y una sonrisa desde la distancia, al siguiente que vi fue a el elfo médico, desde la lejanía pude ver a Sayid con una acompañante en la pista de baile y a Reiv, Juliet y Kyllian cerca de ellos. Me acerqué al elfo.

-¿Las apuestas están abiertas?-

Código:

Ares
Elfo.

Para la descendiente de Dioscórides, la velada había iniciado temprano. Se había reunido con algunos de sus compañeros del consejo en el hall de su edificio de residencias para tomar alguna copa previa a ocasión. Estaba tan emocionada por el torneo que aquella noche se había esmerado en su atuendo hasta lograr el resultado deseado. La fina seda envolvía su cuerpo en formas libres que danzaban al compás de sus propios movimientos. Un [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] tan ligero que cada paso que daba, cada movimiento que merecía creaba olas esmeraldas en el aire, dignas de su presencia. Así pues, bajar las escaleras se convirtió entonces en una experiencia divertida, así como caminar, girar, moverse en general. Dio un largo abrazo a cada uno de sus compañeros, al menos a los que llegaron temprano, quedándose al costado de Jack, tomada de su brazo y hablando, por ahora, de banalidades del torneo.

No tardó mucho en llegar Sayid, que a decir verdad se veía con magníficas pintas. Menos mal, el hombre tenía buenos modales, pues de inmediato tomó su mano en gesto galante decorándola con el destello de un beso.- Sayid, por supuesto, tendrás los honores.- Había de admitir que nunca había visto tan formal a su compañero. Se tomó de su brazo libre, sin soltar a Newton. Caballeros de tal renombre, altura y clase no podían llegar a un baile sin una dama del brazo, así que en aquella ocasión deberían compartirla. Cuando aparecieron en la Sala de reuniones, sonrió por la nutrida asistencia.- No cabe duda de que este será un torneo memorable.- Dicho y hecho, comenzó a caminar en dirección a sus demás compañeros del consejo, a quienes había visto apenas entrar.

Código:


Interacciones:
Sayid
(Newton)
Todos los que entraron con ellos (?)


La licantropa recibe el mensaje que trae la invitación a la ceremonia de inauguración del primer Torneo Fénix mientras mira el espectáculo junto a sus hijos de aquellos dos hombres teniendo relaciones en medio de su bosque. Al volver a su hogar ordena a su clan para que todo quede listo durante su ausencia.

Deja a un miembro beta a cargo de su clan y a las sacerdotisas de Fenrir a cargo de sus hijos para conseguir el vestuario apropiado para la gala. Los días pasan y llega el día. El Clan de la Luna Roja espera la llegada del descendiente de Licaón junto a su Alpha vestida con finas pieles en el claro en medio del bosque que era su hogar. Cuando éste hace su aparición, miembros beta del clan chocan unas varas de metal contra la roca del piso al unísono para anunciar su llegada de forma ceremoniosa (como la entrada del colegio Durmstrang a Hogwarts) y todo el clan se inclina ante él. Respetan mucho la jerarquía de las personalidades, Kiana incluida.

Vestuario de Kiana:

Cuando se lo ofrece, la Alpha toma el brazo de la máxima autoridad de los licántropos con el que tantos tratados diplomáticos acordó para desaparecerse de allí y aparecer en la isla mágica. Llega de su brazo a la Sala de Reuniones generales en la que ya había muchos invitados, la música sonaba, los invitados danzaban y las bandejas con comida levitaban. Hay muchos artefactos extraños para Kiana pero ella no se muestra temerosa, como los globos que volaban por la estancia. De los presentes sólo conoce a Altair y a otro licántropo al fondo miembro de los Hijos de Fenir, el resto son desconocidos para ella, esta es la oportunidad de presentar en sociedad a ella y al clan.

-¿El Hijo de Fenrir competirá en el Torneo?- Le pregunta al licántropo. Veía a los invitados como posibles presas para convertir en licántropos, pero un curioso personaje que se encontraba junto a un artilugio mágico le olió a vampira.

-No sabía que dejaban entrar a los chupasangre.-

Código:

Interacciones:
Altair

- Espero que no tengan ningun problema con que te haya traido conmigo, ADSL. Si dicen algo sobre loros, diles que eres Descendiente de los dragones. En realidad estais algo emparentados.....es ciencia evolutiva.

Divago con mi loro, fijandome en Reiv acercarse con Juliet, y cruzo los brazos por debajo de las mangas de mi kimono. Le dediqué una reverencia a ambos cuando llegaron a la distancia adecuada.

- Sabes que sí. No hay que perder oportunidad. Estoy un poco oxidado, eso debo de reconocerlo....ultimamente las cosas se han liado mucho sin que yo haga apenas nada.

Era cierto. Pero no habia estado mal, igualmente, habia sacado provecho de la situacion...como siempre. Entonces llegó aquel bólido humano placando a Reiv. Solté un largo silbido mirando al muchacho, en cuyos ojos me centré.

- Duras declaraciones. Creo que no tengo el placer de conocerte, me llamo Setelah. - y le hice una pequeña reverencia. Miré a Juliet, viendo por su gesto que la habia puesto en un aprieto. A esa no había quien le robase, me dio la impresión. Había algo no obstante que quería preguntarles, porque...bueno, con Smaug y tal.... - Sin acritudes, vale? Me he enterado de lo de Svart... está bien que lograseis arreglar así el asunto. Creo que a la larga, os va a beneficiar.

"y es raro que yo opine eso, pero lo opino"

Setelah Barrett escribió:- Espero que no tengan ningun problema con que te haya traido conmigo, ADSL. Si dicen algo sobre loros, diles que eres Descendiente de los dragones. En realidad estais algo emparentados.....es ciencia evolutiva.

Divago con mi loro, fijandome en Reiv acercarse con Juliet, y cruzo los brazos por debajo de las mangas de mi kimono.  Le dediqué una reverencia a ambos cuando llegaron a la distancia adecuada.

- Sabes que sí. No hay que perder oportunidad. Estoy un poco oxidado, eso debo de reconocerlo....ultimamente las cosas se han liado mucho sin que yo haga apenas nada.

Era cierto. Pero no habia estado mal, igualmente, habia sacado provecho de la situacion...como siempre. Entonces llegó aquel bólido humano placando a Reiv. Solté un largo silbido mirando al muchacho, en cuyos ojos me centré.

- Duras declaraciones. Creo que no tengo el placer de conocerte, me llamo Setelah. - y le hice una pequeña reverencia. Miré a Juliet, viendo por su gesto que la habia puesto en un aprieto. A esa no había quien le robase, me dio la impresión. Había algo no obstante que quería preguntarles, porque...bueno, con Smaug y tal.... - Sin acritudes, vale? Me he enterado de lo de Svart... está bien que lograseis arreglar así el asunto. Creo que a la larga, os va a beneficiar.

"y es raro que yo opine eso, pero lo opino"

Aquellos últimos meses habían sido una locura. Me volví un mercenario de renombre haciendo encargos con la finalidad de encontrar a Setelah, pero nada, ese hombre era un ninja ocultando su paradero. Incluso me informé sobre su piedra incrustada del pecho y fui hasta Smaug a preguntarle, pero al parecer este me dijo que también estaba en su búsqueda e intentó matarme, una larga historia. Al final me olvidé un poco de él y comencé a disfrutar de mi aventura en solitario hasta que hace un par de semanas me enteré de se estaba organizando un torneo en la isla flotante y vi una posibilidad de encontrarlo allí arriba, a la que accedí gracias a mis triquiñuelas.

No iba demasiado bien vestido, mi atuendo se basaba en una camiseta negra que ponía “Vampire queen” junto al dibujo de Marceline de Adventure Time y unos pantalones granates bastante anchos. Tampoco pretendía que me viese nadie, estaba oculto en mi Presencia Invisible en cuclillas en una mesa, observando a todo el mundo cómo interactuaba, hasta que él llegó. Empecé a dudar de si ir a saludarlo o no, pero ADSL no dejaba de mirar hacia donde yo estaba y me estaban dando ganas de acariciarlo, pero tampoco le quería dar un susto a Setelah, además que empezó a hablar con el chico con el que había estado luchando con Smaug.

Le hice un gesto a ADSL con una mazorca asada que cogí de la mesa para llamar su atención, era curioso que los únicos animales a los que no les daba miedo era a los pájaros, y este vino volando hacia mí para posarse en mi brazo mientras se comía el maíz, en ese momento rompí mi hechizo en la mente de Setelah y le saludé con la mano, bastante tímido por mi parte pero con una ámplia sonrisa.

Me quedé un rato sobre mi Thoren con aromatizantes artificiales mientras se me pasaba la rabieta, era como un oso de peluche sexy y grandote que iba atendiendo a la gente y sacando las facturas por sí mismo -ojalá fueras de verdad, dónde está tu hada madrina!? - como si pudiera entenderme... Aunque a este no le crecía la nariz pero lo que si le crecía era todo lo que necesitaba.

Llegó un momento de la noche en que las ventas se dispararon, ya estaba casi todo vendido, tanto la hierba como los condones, había sido un éxito y estaba contando el dinero de las apuestas cuando una voz conocida se acercó a mi - Leila! Que bueno verte sin la luna llena, dejaste a tu novio para el arrastre el otro día - dije recordando el incidente en el hospital con los dos ferales -parece que os gusta visitarme, pero te agradecería que no me vuelvas a usar de perchero! Pero bonito vestido, aunque los zapatos reguleros- dije echando un vistazo de arriba a abajo.

Asentí a lo de las apuestas aunque era extraño pues pensaba que ella también estaba inscrita en el torneo -Aquí tienes la lista de participantes~ y esta noche tengo dos productos especiales! Hierba de mi propia cosecha y preservativos!!! Para celebrar el inicio del torneo con tu churri- dije haciendo un movimiento insinuante de cejas para después acercarme y susurrar -si me compras los cogollos que me quedan te regalo dos condones-

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Grupo: lala y Ares

Adael entró junto a su prima vestido de traje y peinado de forma muy elegante acorde a la ocasión. Detrás de él lo seguía mucha de su familia vestida también de gala. En seguida de entrar le buscaron asiento a los más mayores de la familia. Saludó con una sonrisa y amables palabras a todo aquel que lo reconociera; conocidos, estudiantes, colegas y muchos más. Le dio gusto ver a Catherine y que ella e Ian mantuvieran ocupada a Zaphira. Saludó cálidamente a Juliet, al igual que a Kyllian, a Ellyos, a Sayid, a Sofía, a Desmond, a Mei, a Ling, a Rose, a Newton, A Altair y a las nuevas adquisiciones del Consejo.

-¿Tu hermano está esperando para hacer la entrada triunfal?- Le preguntó sonriente a Juliet al pasar al lado de ella rumbo al escenario. Los del club de música se habían ofrecido para tocar algunas piezas de baile y tenían al descendiente hinchado de orgullo. Con un gesto les indicó que fueran bajando el volumen de la música para dejarlo hablar. Desde el escenario pudo ver a Azahar hasta que los focos de luz encantados por Newton se dirigieron a él, cegandolo un poco hasta que se acostumbró. Con su control sobre el aire hizo que su voz llegara a todos los presentes en el salón.

-Sean bienvenidos a la ceremonia de inauguración del Primer Torneo Fénix de la historia de Ouroboros.- Dijo e hizo una pausa mientras el público aplaudía.

-Por éstas fechas, durante el pasado año, nos encontrábamos atravesando una época difícil, cuanto menos. Sufrimos grandes pérdidas, famila… amigos… colegas… Pero hoy nos encontramos aquí y es gracias a la familia, a los amigos, a los colegas, a las nuevas alianzas, a las nuevas amistades, a ustedes, a todos nosotros que nos encontramos hoy aquí. Éste torneo se trata de eso, de unirse y, sin importar la raza, el bando o el origen, encontrar aquello en lo que nos podemos complementar, en hacer de las debilidades, las mayores fortalezas, en crear lazos y en formar un mismo equipo para resurgir de las cenizas como el ave fénix. El Consejo de los 20 delivero largo tiempo sobre éste torneo y los competidores y las parejas fueron seleccionadas…- Le indico al de percusión que hiciera sonido de suspenso e hizo aparecer un largo pergamino en su mano. Nombró a unos cuantos participantes pnjs.

-¡Rosse y Lasaña!- Si estaban, los reflectores las encontrarían.

-¡Julies y Zaphira!- Más focos aparecieron e iluminaron a las dragonas.

-¡Kyllian y Dean Raven!- Los reflectores los apuntaron. (Dean Raven = Reed)

-Adramelech y Ares- Había practicado toda la noche anterior para decir bien el nombre del Soul. La pareja también fue iluminada.

-¡Thoren y Azahar! Miedo me dan…- Dijo la rima en broma pensando en todos los desastres que esos dos podían hacer juntos. Los focos también los iluminaron a ellos.

-¡Corvo y Setelah!- Una luz especial para no dañar a vampiros se encendió para resaltar a Corvo y otro foco para Setelah.

-¡Leila y Mérida!¡El equipo Brigada!- Los focos también las encontraron a ellas.

-¡Kiana y Juliet!- Los focos iluminaron a ambas mujeres.

-¡Ellyos y Aiden!- Más focos aparecieron para iluminar a los dragones.

-¡Arturo y Mooshie- Los focos también los iluminaron. Con los participantes bajo los reflectores ahora tocaba explicar un poco más.

-Mañana a primera hora iniciará el torneo en el que deberán enfrentar distintos desafíos, como saben la duración será de cinco días y para todo aquel que quiera seguir la competencia de cerca podrá acceder a las gradas. Pero ahora serán… ¡Las preliminatorias! Y será con… ¡Un concurso de baile! Agarren a quien sea que esté al alcance de su mano, no importa si participa o no, ¡LOS QUIERO VER A TODOS EN LA PISTA DE BAILE MOVIENDO EL ESQUELETO! ¡Música maestro!- Le indicó a los del club de música para que empiecen a hacer sonar música disco.

-Y que el Torneo Fénix ¡comience!- Dijo alzando los brazos y formando con fuego la silueta del ave fénix frente a él y haciéndola recorrer todo el salón como si estuviera volando sobre la cabeza de todos los presentes. Cuando la deshizo muchos de los invitados se movilizaron a la amplia pista de baile para comenzar a bailar. Adael buscó entre la multitud a Azahar y cuando la localizó bajó del escenario para atravesar la multitud y llegar a ella.

-¿Quieres bailar?- Le preguntó extendiendo la mano hacia ella.

El elfo se encontraba contando su dinero cuando me registró. Le di una sonrisa de circunstancias cuando mencionó el incidente de la otra noche. Una sonrisa más genuina apareció en mi rostro cuando dijo que lo usé de perchero. Le hice una vueltecita para que apreciara todo el vestido, pero me mire los zapatos cuando dijo que no quedaban tan bien.

-El vestido lo conseguí en Praga, pero los zapatos los encontré por ahí ¿Querrás comprarme zapatos que queden mejor? Puedo ver que le va muy bien a tu negocio.- Tomé la lista de participantes que me entregó y lo miré extrañada cuando habló de los productos especiales. Miré en dirección a Kyllian algo desganada cuando lo mencionó pensando en que quizás los zapatos hacían ver mal a todo el look y estaba allí haciendo el ridículo frente al feral.

-Te compró los cogollos si me consigues zapatos y un whisky fuerte, si no es de buena calidad lo sabré, no estoy en la Brigada por nada.- Me puse a negociar con el elfo. En eso un hombre nos dio la bienvenida a la ceremonia. Aplaudí con la multitud y escuché su discurso recordando que hace casi un año estaba dando a luz a Lila. Escuché el nombre de muchos participantes antes de escuchar el mío junto al de una compañera de Brigada. Cuando el foco me iluminó me quedé estática, tenía un terrible miedo escénico. Desde mi quietud vi pasar el ave fénix por sobre mi cabeza.

-Quiero invitar a Kyllian a bailar pero él no me aceptará.- Le dije mirando mis manos al elfo.

-De todos modos quiero apostar por él, ten.- Le di mi dinero.

Código:

Interacciones:
Aldaron
Ares

La charla con Catherine sobre sus no borracheras, sobre Sean y sobre los rusos quedó a medias cuando se acercó aquella reportera, algo que pareció poner de especial mal humor a Catherine. Se notaba que se había puesto tensa, que le molestaba sentirse observada y siendo el centro de atención. Yo no le di importancia a eso del tuteo, me parecía irrelevante, y también pasé de la reportera. Esperé a que se alejase para comentarle a Cat por lo bajo. - ¿Qué más da lo que le digas, si luego se inventan lo que quieren? no sé quién la ha invitado, pero no me suena que estuviese en el otro torneo, ni que hiciese las crónicas del periódico de Ouroboros. Ignora el tema. - le sugerí porque no tenía mayor importancia, mirando después de reojo a Desmond.  - Sí, cada día parece más un estirado. - solté sin pensarlo demasiado, aunque a su hermana podría molestarle.

Volví mi atención a la conversación de la dragona con Catherine, que de manera instintiva me producía sentimiento de confianza al verla tan preocupada  por los más jóvenes del Consejo, casi modo madre para ellos. No pude evitar que me entrase nostalgia pensando en la mía y en cuánto la echaba de menos. Por eso me quedé un tanto ausente durante unos segundos, perdiendo algo el hilo de la conversación hasta que ella mencionó que Desmond ayudaba a Sean en la biblioteca. Recordé lo que dijo Cat sobre que Desmond había estado investigando sobre los Pendragon, así que las miré a ambas de manera suspicaz. - ¿Y es ayuda desinteresada o quiere sacarle algo? a veces se aprovechan de la gente más inocente. - solté como un ataque un tanto gratuito hacia Des, continuando sin cortarme un pelo.  - No sé por qué no investiga todo el Consejo sobre eso de los Pendragon, como si fuese cosa sólo de unos pocos. O igual es que eran unos tarados y es tan ridículo como ponerse a leer cosas sobre los Anunnaki  -  de pequeño me gustaba leer cosas conspiranoicas de esas, pero ahora sabía que eran absurdas.

Dejé el tema cuando se acercaron a nosotros Lyran y Anteia, sonriéndoles porque me alegraba mucho verlos juntos por aquí. Abracé a la rubia con fuerza, y después al Knox, al que quería como si fuese mi padre. Ahora solo me faltaba que viniesen mis amigos Azahar y Jarkko  y ya tendría la noche completa. Segundos después se cumplía a medias, con la llegada de Azahar, a la que también di un fuerte abrazo de licántropo. - Joder con la familia Knox, qué elegantes todos. Me alegro de veros. ¿Vais a participar en el torneo? yo ya tuve bastante con el anterior...- en ese momento dio comienzo el discurso de Adael, por lo que dirigí la atención hacia el escenario. El objetivo de este torneo parecía distinto, no era para buscar nuevos discípulos para sus disciplinas, ni parecía para buscar posibles campeones a los que emparejar con los miembros del Consejo. Tenía más carácter conmemorativo e integrador.

Los focos comenzaron a iluminar a todos los participantes, hasta que llegó el turno de Azahar, emparejada con el bruto de Thoren. Yo ya tenía clara a mi ganadora del torneo, y además le daría algunos trucos para no acabar perdiendo como me pasó a mí.  - Luego te chivo las respuestas del examen...- le dije por lo bajo bromeando, pues no tenía ni idea si las pruebas serían similares o no. Al poco bajó Adael hasta llegar donde estábamos, pidiendo un baile a Azahar. Me quedé un tanto sorprendido, mirando alternativamente a ambos. ¿Tenían algo y me lo había perdido?

Código:

interacciones con:
Catherine, Zaphira, Lyran, Anteia, Azahar

El ruso pasó olímpicamente de mi oferta y le pasó el muerto a su compañero Légolas, así que puse cara de puchero, aguafiestas, si lo llego a saber vengo aún más provocativo, saqué la lengua y la acaricié cerca del piercing sonriendo de medio lado.
- Que sepas que esto da mucho placer y morbo cuando la chupo, tu te lo pierdes. - grité al ruso desde lejos riéndome.

El elfo primeramente se escapó enfadado con el ruso también alegando algo de que la próxima vez no le volvía a tocar un huevo mientras lo perseguía para que dejara de desperdiciar su mercancia, me reí y volví al bebercio y a la comida cuando llego Leila y me saludó, a lo que le devolví el saludo y cogí un par de bandejas y una bebida.

- Hola Leila, encanto, bonito vestido, mira te recomiendo estos y estos canapes, el resto esperaré a que se me vaya la cabeza para poder llegar a tragarlos, la bebida muy chic pero graduaje... no estoy seguro de si es porque mi sangre es alcohol positiva como la de la Brigada entera o es que apenas tienen - empezaron a anunciar las parejas del torneo y la mía no estaba, el foco apuntaba a un rincón vacio y triste - Joder, siempre me pasa igual con los tíos, desaparecen antes de llegar a verlos para la cita.

Urgh necesito más alcohol para procesar todo esto, nuestro amigo, el elfo trapicheador de condones parecía conocido de Leila y se puso a charlar con ella, me acerque para entablar conversación con ellos.
- Chico, te voy a dar un consejo que me dieron hace tiempo porque el tocarle los huevos a alguien no hace mucho... los anillos atrapan princesas, los bebes a hombres y si no, gánatelo por su estómago y si nada de eso funciona, entonces ya está fuera de mi comprensión que hacer.

Lala se sentía insegura sobre sacar a Kyllian a bailar, giré los ojos sonriendo y le di un empujoncito suave con la cadera invitándola a ir a por todas.
- Lala, tu ataca, los solterones de oro casados con la comida nos quedamos aquí y si no aparece mi pareja de torneo y baile, cogeré una escoba, le pondre una plaquita que diga "Adramelech" y bailaré con la escoba... anda que no tuviste suerte que te tocara con otra persona de la Brigada.

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Grupo: Lala y Aldaron

Alguna que otra vez habíamos comentado que nos encontramos en el momento adecuado, tal y como dice Juliet cuando menciona que yo era lo que necesitaba en ese momento de su vida. No hubiese estado mal que fuese antes, pero también me daba por pensar que no habría funcionado en mi época como auror. Después me dijo que no sabía que ella también podía pedirme salir, y parecía que lo decía muy en serio. No tuve otro remedio que sonreír por lo graciosa que me pareció su ingenuidad en esos temas, dejándola con la intriga porque el momento del baile nos reclamaba.  - Ahora después te lo explico mejor. - comenté antes de llevarla  a la pista, para dar paso a varios minutos de baile que se acabaron haciendo cortos para ambos. Era un alivio ver tan feliz a la pelirroja después de haber pasado por tanto, y de haber pensado que le había quedado trauma con el tema de los niños, como me pareció el día que la vi con aquella cría en el hospital.

Todo culminó con aquellas risas tras las reverencias, tras lo cual la tomé por el brazo para ir de nuevo hacia la zona de bebidas. Una cita en condiciones, esa fue su petición ahora que ya había logrado lo del baile. Me parecía razonable, teniendo en cuenta que nos conocimos de una manera un tanto extraña y que no habíamos tenido una primera cita como tal.  - Eso está hecho. ¿Ves como también puedes pedirlo tú? aunque...no sé si querrás esperar a que acabe el torneo. Empezáis mañana. - recordé un poco contrariado porque ella dijo que prefería hacer las cosas en el momento, así que si no era esta noche ya tendríamos que esperar.

Al reunirnos con Setelah me reconoció que él había hecho poco últimamente, a lo que alcé una ceja sin creerme demasiado. Algo habría hecho. Sí le di la razón en eso de que las cosas se habían liado mucho últimamente, los luchas internas de los bandos y el asunto de los mensajes extraños eran preocupantes.  - No me creo que no tengas nada pensado para hacer respecto a lo que está pasando. Algo más sabrás, tendrás información. - siempre tenía ases bajo la manga, como cuando descubrimos que era uno de los guardianes de los pozos de magia, motivo que le valió un viaje a Praga con algunos de los Soul y los Descendientes.

El placaje de Kyllian me pillo completamente desprevenido y la verdad es que me llevé un buen susto. A punto estuve de girarme para soltar un golpe a quien hubiese sido, pero me frené al ver que era el feral. - ¡Serás cabrón!...no vuelvas a entrar en modo gato sigilo conmigo. - protesté pensando que estaba asalvajado, aunque en el fondo me gustaba que se hubiese acercado a saludarnos. Entorné los ojos cuando me dijo lo de Juliet, acercándola  a mí poniendo una mano en su cintura.  - Tarde amigo, me acaba de pedir una cita. - desvié la mirada a Jul, sonriendo de lado.  - Además, si no me equivoco... - eché un vistazo entre la gente que iba entrando, viendo una cara conocida. - Creo que tu tormento de las lunas llenas acaba de llegar. - comenté refiriéndome a Leila, haciendo referencia a cuando intenté separarlos la última luna. No sabía si habían aclarado aquello, pero el hecho de que no viniesen juntos me daba una pista.  - Va, saca a Leila a bailar antes de que se te adelante otro. - le aconseje con sinceridad, para que no dejase pasar la oportunidad.

El comentario de Setelah sobre Svart era algo que no me esperaba, pero tenía sentido puesto que él tenía cierta relación con Smaug.  - Lo que yo decía, te enteras siempre de todo.-  Suspiré algo resignado, por un lado sabía que le iba a venir bien convivir con otros dragones, le iban a poder enseñar más que yo, pero por otro...echaba de menos a ese dragón al que había criado. - Él está bien allí, eso es lo que importa. Y espero que al maníaco de Smaug se le haya pasado ya esa obsesión que tenía con atacarme. No sé cómo conseguiste hacerte socio de un dragón así. -  tuvimos que dejar la conversación un momento porque comenzó el discurso de Adael de modo muy enérgico. Conocía a bastantes de los que fueron mencionando para los emparejamientos, pero aplaudí especialmente cuando los focos iluminaron a Juliet. También lo hice con Kyllian, y con Ellyos, no sabía que el dragón iba a participar. La tal Kiana, la pareja de Juliet, no me sonaba, así que esperaba recabar datos sobre ella durante lo que quedaba de noche.

Código:


Grupo Kyllian, Juliet, Setelah



La feral tenía bastante morro pidiéndome unos zapatos así como así y por las buenas no se los iba a dar, mucho menos después del jaleo del hospital, es más, debía cobrarle por la ventana rota -Si le doy unos zapatos a cualquiera que me los pide me arruinaría y acabo de empezar el negocio! - La mirada de la rubia hacia el chico de cabello negro me hizo sonreír y la vieja maruja durmiente en mi interior salió a la luz -hmmmm... qué pasa? es que aún estáis haciendo pucheros? no habéis hablado? cuenta cuenta! por qué le diste ese rapapolvo el otro día? si fue por el escándalo que montó en el hospital te doy toda la razón! estos padres primerizos, siempre haciendo un espectáculo por cualquier tontería!! aunque la cría tenía una fiebre alta, una infección de esas que le dan a los peques de vez en cuando pero tampoco como para entrar como si llevara a la reina del martes santo!- esperaba a que la rubia me soltara el marujeo pero de repente llegó el de pelo azul que le había hecho aquella propuesta a mi Ruso, miré a un lado y chasqué la lengua, al parecer era miembro de la brigada como Leila y se conocían.

Me pensé lo de los cogollos, obviamente no le iba a comprar nada pero podía ofrecerle algo más -Te puedo ofrecer otra cosa, tu me compras los cogollos y te consigues el alcohol tu solita, ves al ruso tío bueno de ahí que bebe vodka como si fuera agua matando todas y cada una de sus dendritas? pues es imbécil, pero detrás tienes un bar precioso con buen bebercio, el bueno está en los cajones de abajo, lejos de la vista de la gente.... pero yo no he dicho nada- la miré de arriba a abajo de nuevo calculando qué zapatos le quedarían mejor -a ver... gastarás una 38 o una 37.... te puedo conseguir algo más apropiado para ese vestidazo- chasqué los dedos y de inmediato mi sexy mayordomo se puso a mi lado para que pudiera darle la orden -Trae los Vogue negros de charol con la base roja... y el estuche de maquillaje- mi hombretón se marchó de inmediato a buscar lo que le había pedido dejándome con los otros dos.

El discurso de Adael empezó y los participantes fueron emparejados para iniciar la primera prueba del torneo que seguramente consistiría en una criba porque eran ciento y la madre pero el que iba con Ares (ahora sabía su nombre) no estaba y yo ya sabía porqué -Adrameech está pocho, ya lo verás en el torneo- Leila también había sido seleccionada y aplaudí por ella cuando fue su turno -Mucha suerte, la vas a necesitar- le comenté por lo bajito mientras el gran fénix de fuego rondaba por la sala. Acabado eso volvimos al tema que nos interesaba y fue cuando Ares me soltó aquel comentario que me hizo rabiar -A ese ruso me lo calzo me cueste lo que me cueste! con él la comida no funciona, míralo! solo bebe! ya me las apañaré pero de mientras mantén ese piercing en tu boca! si alguien va a chupar al ruso soy yo!-

Mi sexy ayudante volvió con lo que le había pedido y Leila seguía insegura sobre Kyllian, acepté su dinero de la apuesta por el chico, eso nunca funcionaba, nunca había que apostar por amor, así solo se pierden oros pero la chica se notaba decidida -Siéntate que te voy a dar un toquecito de maquillaje, se le va a caer la baba! no tengas miedo de dar el primer paso, si se nota que quiere a vuestra hija, babea por la cria y seguro que por ti también... cierra los ojos!- la chica era guapa así que no necesitaría mucho, un poco de sombra pues la piel la tenía perfecta así que de base iba justita, eyeliner para resaltar sus ojos verdes, un toque de colorete y unos labios carnosos y apetecibles con un color rojizo que se mezclaba a la perfección con su piel tostadita y ese pelazo rubio, cuando se levantó Ares la empujó en dirección al chico, ya llevaba los tacones de infarto que había tenido que apañar con un mini reducto para que le entraran -Los zapatos se devuelven! y me tienes que comprar los cogollos! -

Dejé que el elfo hablara solo un rato cuando se puso en plan maruja, no entendía todo lo que decía, pero era simpático. Le sonreí a Ares cuando se acercó, era lindo tener a los de la Brigada cerca, me hacían sentir más relajada.

-Tu te ves increíble, casi no te reconozco Ares, los de la Brigada nunca andamos de gala.- Tomé de los canapés que me recomendó y asentí de acuerdo con él sobre que estaban buenos mientras los masticaba. Lo miré sorprendida cuando habló de la bebida, eso no era posible, si invitaban a miembros de la Brigada debía haber alcohol en condiciones, por eso le pedí al elfo que me consiga alcohol. Comprar información sobre la ubicación del elixir de los dioses me pareció justo, así que mire al ruso que el elfo señalaba y al bar detrás de él. Le hice una seña de cerrar la cremallera de mi boca dando a entender que yo no diría una palabra al respecto, salvo a los de la brigada, claro. Miré extrañada al mayordomo que tenía un curioso parecido al ruso que nos había señalado antes y emití algunas quejas con respecto a la idea de maquillarme, ya tenía unas visibles marcas de colmillos en el hombro derecho ¿Qué más hacía falta para resaltar?.

Aunque quise moverme o hacer algo para consolar a mi compañero sin pareja me fue imposible por mi miedo escénico que me tenía paralizada. Como pude le dirigí una temerosa sonrisa al elfo mientras me mantenía tan dura como rulo de estatua. Mientras los muchachos junto a mi charlaban sobre cómo conseguir pareja yo dirigí una fugaz mirada a Kyllian que seguía hablando con Reiv, Juliet y uno que no conocía.

-Prueba con postres, Kyllian hace muy ricos postres.- Dije distraída. Yo tenía a un hombre en la mira que quería atrapar. Mi atención se redirigió a mi moneda comunicadora en la que había un mensaje sin leer de Johan. Así que estaban en Francia. Me sentí mal porque yo estaba en este evento y ellos, mientras, estaban trabajando, pero luego pensé para mi misma que Mérida y yo debíamos dar una buena impresión en el torneo como representantes de la Brigada. Mientras pensaba en ello el elfo se dedicó a pasarme cosas por la cara, por los ojos, alguna vez estuve a punto de lanzarle un derechazo por meter el lápiz fino aquel adentro de mi ojo, y por los labios. Cuando vi mi reflejo en una bandeja que antes tenía comida vi que tenía una mirada más intensa y mis labios parecían haber sido hinchados. El empujoncito de Ares me obligó a moverme. Negué con la cabeza sonriente ante la imagen de Ares bailando con una escoba y dejé la bandeja por ahí.

-Ve y consigue el alcohol, Ares, que si me rechaza voy a necesitar emborracharme. Están escondidos en los cajones de abajo del bar, pero ni una palabra.- Le dije a mi colega con una sonrisa. Me armé de valor y me dirigí caminando al grupo en el que Kyllian estaba mientras oía los gritos del elfo detrás mío sobre los zapatos y los cogollos, me giré para que se calle y para hacerle señas de que me reserve los cogollos y los preservativos, por las dudas.

-Hola, chicos. ¿Vas a participar Juliet? Que gane la mejor, entonces.- Le dije con una sonrisa sincera cuando quedé al lado de ella, luego me dirigí al grupo.

-¿Les importa si les robo a Kyllian un rato? Prometo devolverlo entero.-

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Interacciones:
Ares
Aldaron
Setelah
Reiv
Juliet
Kyllian

Me eché a reír como un loco con el susto que le di a Reiv, estaba bastante tenso y se lo pude notar cuando le pasé el brazo por los hombros y tanto su novia como el hombre con el que hablaban habían recibido daños colaterales -y porque no nos hemos ido de acampada o te ibas a enterar por la noche, se me da bien camuflarme entre las sombras- El hombre del Kimono se presentó conmigo, parecía majo así que le devolví el saludo -Soy Kyllian Evans, un placer... me mola tu Kimono! no se ven mucho- el piropo a Juliet había causado una buena reacción por parte de los enamorados, ella roja como un tomate y Reiv marcando territorio, hasta envidia me daban pues parecían tener una relación normal.

Mi amigo me hizo girarme para ver a Leila, llevaba un vestido negro muy bonito que le sentaba muy bien haciendo que la mirara más de la cuenta para después chistar y cruzarme de brazos algo molesto -Tu lo has dicho, mi tormento, si quiere bailar que busque un candidato que no sea sangre sucia como yo ¡Que me llamó mordido! a mi! - aún seguía claramente molesto por aquello y ninguno de los dos parecía ceder así que las cosas no habían mejorado desde aquel día.

La conversación con el hombre del Kimono siguió por un camino que yo desconocía así que me entretenía echándole miradas a Leila de vez en cuando, parecía pasarlo bien con el elfo chalado y otro que no conocía. La música empezó a bajar y Adael dio el discurso de inauguración pasando a mencionar a los que participabamos en el torneo, sorprendentemente me había tocado y cuando el foco me iluminó levanté una mano y la cerré en un puño sintiendo el baño de gloria y los aplausos, Leila y Juliet también habían sido seleccionadas para la competición y estabamos todos emparejados con otras personas -Tranquilo, no le haré mucho daño a tu novia- le comenté a Reiv pero la verdad es que probablemente ella me diera una paliza a mi.

Terminado eso Leila se acercó ante lo cual arrugué el morro, saludó a los otros y sobretodo a la dragona, Reiv por su parte le lanzó un piropo y lo miré mal, suspiré cuando dijo que me necesitaba y hacerle el feo estaría mal por lo que accedí pero no sin antes darle un puñetazo en el brazo a Reiv, lo justo para hacerle algo de daño pero no para arrancarle el brazo -Por capullo- me aparté con la rubia hasta que ella lo creyó conveniente pero mis brazos seguían cruzados, tenía todas las defensas puestas y los ojos clavados en ella pero a pesar de lo que quería creer era porque estaba impresionante, de los pies a la cabeza, estaba preciosa -¿Qué puede hacer el mordido por usted, alteza?-


Interacciones:
Reiv, Juliet, Setela y Leila

Sale con lala a partir de este post

Con la invitación de la dragona de por medio, habia decidido finalmente ir al lugar de celebracion. Llegué justo para enterarme de que Adramelech participaría de aquello. Me resultó curioso,adecuado. Decidi que hasta beneficioso. Pero eso no cambiaba el hecho de que no fuese a quitarle ojo de encima. Al llegar al lugar y comtemplar todo aquel lujo y festejo, algo incomodo se revolvió en mi interior. Habil en la introspección, supe rápidamente de que se trataba. Y es que no acostumbraba a hacer acto de presencia en las ceremonias de magos si no era para....bueno, causar el caos. Por un momento senti la adrenalina y el panico previos a una gran redada. Los recuerdos se agolpaban en torrente. Belialt no ayudaba enviandome visiones de en qué rapsodia de caos podriamos convertir esto.

“No has tenido suficiente con torturar a esos Malefactores? Deja de molestarme por un rato y dame tu visión. Casi preferia cuando no hablabas nada y solo intentabas matarme”

“Cuidado con lo que deseas, khaled”

“Continúa riéndote, el tiempo será breve para ti asi. Te recuerdo que ya he conseguido mi objetivo?”

Con esa orden, mi percepcion de lo que veia en la sala cambió, pues dejé de ver a los presentes por como eran en el plano fisico pasando a verlos mas como lo eran en el espiritual: es decir, por sus auras, y la oscuridad (o luz) de las mismas, debido a sus pecados. Aquello daba una imagen mas fiel a la realidad, y también me permitió encontrar a Zaphira más rápido. Estaba con una pareja joven, que me resultaban desconocidos y conocidos a la vez. Mi nieto sin embargo no aparecía por ninguna parte. Localicé rápidamente el resto de rostros conocidos. Sabia que, con mi presencia, iba a causar zozobras a mas de uno. Aquel pensamiento casi me provocó satisfaccion....casi.

Habia dejado el baculo con la calavera a buen recuado en la Torre. Y habia hecho uso del particular pañuelo que me habia sido cedido. Tenia que hacerle unas cuantas preguntas a la propietaria.... pero cuando la ocasion lo requeria, tambien sabia esperar. La observé desde mi posición, esperando que en algun momento su mirada se cruzase con la mia, para dedicarle un saludo o gesto de reconocimiento mediante una leve inclinacion de mi cabeza. Ciertamente, no era dificil mantener la atención en cada uno de sus movimientos.

Aquel enredo de quien invitaba a salir a quien quedó un poco relegado mientras el baile se llevaba a cabo. Solo alcanzó a asentir cuando dijo de explicarle lo que el protocolo decía de las citas. De verdad que su rostro mostraba confusión al no haber considerado antes la posibilidad, por lo que aceptó enérgicamente la posterior explicación con el rostro sereno y curioso.

- No, no lo pedí yo, te comenté un deseo y tu aceptas cumplirlo. Te daré los días del torneo para que planees. Lo podemos hacer después, solo quería amarrar esto.- Soltó una risilla por lo bajo tomándose de su brazo mientras caminaban entre las parejas. Era una noche feliz, de eso no tenía duda, y gran parte de su felicidad se debía a que el moreno aún compartía sus locuras.- ¿Tengo límite de deseos o puedo pedir lo que sea?

No tardaron mucho en hacer grupo con Setelah y Kyllian, que una vez pasadas las introducciones pudo relajarse y mirarlo de manera más o menos normal. El agarre de Reiv por poco y echaba abajo sus planes de dejar de ruborizarse, pero es que no estaba acostumbrada a sus demostraciones de afecto tan públicas. Debía decir que le agradaban más de lo que podía admitir, por lo que también pasó un brazo por detrás de su cintura, abrazándose a él con suavidad. A decir verdad, ese gesto territorial para con Kyllian fue de su agrado.- Te pedí que me pidieras una cita.- Aclaró, que a efectos bastos era la misma cosa, pero quería seguir siendo la consentida de aquella noche. Mientras iban comentando, alcanzó a ver a lo lejos a Leila con un hermoso vestido. Antes de ver el revelador escote se preguntó si serían la misma talla, aunque después se dio cuenta de que no podría usarlo ni poniéndoselo sola frente al espejo del baño. Con lo guapa que iba, seguro que cualquiera la invitaría a bailar, así que tuvo que asentir cuando el moreno hizo aquel comentario sobre la chica.

Le pareció demasiado extraño que conociera a Svart, aunque claro que ya era un dragón entero antes de que ella lo conociera.- ¿Socio? ¿De Smaug? - Escrutó el rostro de Setelah con detenimiento, pues si el dragón había intentado asesinar a Reiv por mucho tiempo no entendía como un socio suyo podría hacerla de su amigo. Se dio cuenta pronto de que eran las únicas palabras que le había dirigido mas no se inmutó, pues era para ella mucho más fácil mantenerse callada y escuchando que participando activamente en la conversación. Sus elucubraciones casi le hicieron perderse el inicio del emotivo y mágico discurso de Adael. Habría sido perfecto si no hubieran puesto ese enorme reflector sobre ella, haciéndola pasar por una invitada más sin hacerle tanto enfasis. Dio un par de pasos atrás, saliendo enseguida del círculo luminoso, jalando a Reiv consigo. Al menos así se sentía menos nerviosa. No conocía a su compañera, pero sí le sorprendió que Aiden no estuviera por allí. Cuando lo buscó con la mirada alcanzó a ver a Daniel saliendo del gran salón por la entrada principal. No lo había visto antes, pero se iba justo después de las asignaciones. Lo más seguro era que solo se quisiera enterar. Kyllian volvió a llamarle novia de Reiv, no pudiendo evitar la sonrisa boba que venía por defecto con cualquier cosa que los emparejara aquella noche.

Le sonrió a Leila por sus buenos deseos, asintiendo al tema de su participación.- Gracias, te deseo buena fortuna también.- No solo en eso, sino también en aquella misión que llevaba con Kyllian. ¿De verdad se gustaban a ese grado? Sabía que compartían a Lila, pero no se había dado cuenta antes. Cosas del amor...

Código:


Interacciones:
Reiv
Kyllian
Setelah
Leila

Fue hablando con todo el mundo y no dudó mucho en sacar a bailar a Priscila. La hizo dar vueltas y disfrutó de su charla casual. No era frívola, pero los pensamientos de Desmond estaban ocupados en otra cosa. Cuando pararon, fueron a rellenar sus copas y bebió con serenidad mirando alrededor hasta que alguien susurró en su mente. Alzó la mirada y conectó con los ojos de Catherine a través de las personas. No supo distinguir el sentimiento que le llenó en ese momento.

-Priscila, voy a ver a mi hermana. Te abandono un momento-  Se excusó y avanzó con tranquilidad observando que todos le miraban pero pasó de ellos. Se detuvo para ver a Anteia y Lyran, sintiendo la boca seca al reconocer no sólo el vestido sino el collar. No obstante, Anteia no le llegaba ni a los pies a su madre. Al menos en estilo, eran diferentes. Anteia era etérea. Elise no te dejaba apartar la vista. Inspiró profundamente y avanzó -Zaphira- Asintió con suavidad a modo de saludo y luego hacia Catherine mirandola a los ojos. No necesitó saludarla verbalmente. "Hermana, te ves...decente. ¿Te encuentras bien? Percibo ciertos resquicios de sonrisas y también una vena asesina. ¿Todo bien?" Volvió a preguntar y volvió su vista hacia Ian -Cuñado ¿Qué tal estás? Entiendo que tuvieron un par de problemas con tu licantropía. ¿Cómo está Aedan?- Inquiró cortésmente. Finalmente se giró hacia Anteia y cogió su mano dejándole un beso en ésta -No hay nadie, en toda la faz de la tierra, que le hubiese hecho justicia a estas prendas como tú- Volvió su vista hacia Lyran le tendió la mano de su esposo -Y estoy seguro de que pronto serás la protagonista de la pista de baile- Dejó caer

Tras ello llegó Azahar y él le saludó con una sonrisa. Por muy arreglada que estuviera, Desmond intentó ignorarla pero no pudo asi que la saludo -Azahar- Los sentimientos que en algún momento tuvo por ella los hizo bolita y los tiró lejos de él. No era mujer para él, para un Le Fay. Y menos su actitud desdeñosa y desenfadada. Entonces Adael dio el discurso y cuando la luz se fijó en Azahar, Desmond volvió a apoyar sus ojos dorados en ella con cierta curiosidad -Buena suerte- Deseó con sinceridad y luego vio a Adael acercarse a pedirle una pieza. Para su propia sorpresa, no se incomodó -Catherine ¿Me permites esta pieza? Me gustaría hablar contigo sobre lo que me preguntaste hace unos meses-

La morena miró a Ian y luego alzó los hombros pero en sus ojos, su queridito esposo, podía ver que le cogió mucha tirria. Catherine se rió un poco cuando Zaphira habló de ella como cachorros. Es cierto que, a su manera, habia fungido de madre y Catherine le tenía un cariño especial. Al menos, un cariño al modo Catherine. Ella movió suavemente la cabeza poniendo los ojos en blanco -De Sean me encargo yo...Aparte es mi deber poneroslo dificil. Tú vas con ventaja y eso es casi trampa- Espetó pero su animo ya habia mejorado un poco.

Cuando el tema giró en torno a Desmond, asintió respecto a lo de la biblioteca y Catherine fue clara -Están aliados buscando el tema de lo Pendragon... - Suspiró -Oye, hablando de viejunos. Tú debería saber algo ¿No?...¡Sin ofender!- Inquirió hacia Zaphira con una ceja arqueada y en el rostro de Catherine se pudo ver que evaluaba realmente aquella posibilidad incluyendo, en ella, una posible lectura mental. Cuando Ian soltó aquella pregunta, la morena lo miró con el ceño fruncido -Que sepas que la biblioteca Le Fay rivaliza con la biblioteca de los Eire y si ha ido a ayudar, ha ido porque se ha leido la nuestra de arriba a abajo sin conseguir un argumento válido. Aparte, Sean se lo pidió porque ambos investigan lo mismo- Aclaró, no pudo evitar salir en defensa de su hermano. Porque Desmond podía ser muchas cosas, pero retorcido no era. Es más, pecaba de honesto. La frase vino acompañada de un codazo e incluso se aventuró a sacarle la lengua. -Además...todos deben estar pensando que ellos son paranoicos. Tienen una puta manía de que si no tienes 30 siglos encima todas tus proposiciones son imbéciles-

Pero el tema se aligeró cuando llegó Anteia con aquel vestido. Catherine palideció  y no le importó si los demás eran conscientes de eso. Se fijó en el collar con el ceño fruncido y salió de su ensimismamiento cuando le preguntó si la podía abrazar, la morena asintió  y conectó con la mirada de Lyran un momento sonriendole. Estaba segura de que, como decía Ian, incluso sin el consejo contarían con ellos.

Cuando llegó Desmond, la muchacha lo miró fijamente escuchando su voz en la cabeza y asintió con suavidad. "Tú te ves distinto. Sé que...no he estado allí presencialmente para ti todo este tiempo. Lo siento...Es decir...". Se dio cuenta que la ignoró cuando saludó a Ian "Todo bien por aquí. ¿Tú como estás?". El comentario que salió de la boca de Desmond hacia Anteia le hizo caer en cuenta de que el collar también era de su madre. Catherine deslizó la mano entre los dedos de Ian mientras le recorría un escalofrío y evaluaba la expresión de Anteia. Supuso que le debía una explicación a Ian. "Todo lo que lleva Anteia es de mi madre, espero que no tenga ninguna maldición encima. Si la ves rara, avísame. Mi madre sí era retorcida"

A fin de cuentas, llegó Azahar. Adael dio el discurso y Cath sonrió cuando se dio cuenta de que su amiga estaría en el torneo -Que no te dé ningún consejo, lo único que ganó fue una Le Fay- Bromeó y luego le guiñó un ojo -Prometo no ponértelo fácil. Sino resulta aburrido- Tras ello observó a Adael y carraspeó con fuerza -HEY HOLA CATHERINE, AMIGA MÍA, FINALMENTE DECIDISTE SUBIR- Soltó para que se le oyera encima de la música pero no pudo seguir molestando porque Desmond le pidió una pieza. Miró a Ian y le dejó un beso en la mejilla antes de susurrarle que ahora volvía y tomó la mano de su hermano para ir hasta la pista. "Todo mental. Hay una bastarda con una cámara que está buscando que su asesinato parezca un accidente" Cuestionó mientras ponía las manos donde correspondía y se dejaba llevar por él.

Código:

Interactúo con media sala.

Zaph e Ian
Anteia y Lyran
Desmond, Azahar y Adael.