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El miembro 'Bellatrix Alighieri' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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El caos siempre llama al caos, y aquello no fue excepción en una ocasión como la que se estaba viviendo en aquella sala de reuniones. El poder de los Celestiales le había permitido saber que otro demonio había sido invocado allí, así que el infernal poseedor decidió hacer una visita de cortesía en el lugar, apareciendo allí gracias a la aparición del mago. Para ese momento ya había tomado bastante el control sobre la voluntad del Black, comenzando aquella resistencia por su parte durante la aparición en las montañas. Reiv se había dejado engatusar por el supuesto poder que le ofrecería el demonio, por lo temible que le haría parecer, pero lo cierto era que sólo un nigromante experimentado podría establecer una relación de cierto control con un demonio.
El ser del inframundo se valió de antiguos rencores de Reiv para decidir a quién atacar en primer lugar, sonriendo siniestramente cuando fijo su vista en Thalos. Extendió la palma de su mano en dirección al renegado, lanzando una potente llamarada con la que pretendía verlo arder. Ni se molestó en ver si lo alcanzaba, pues había tantos objetivos interesantes que podría divertirse un rato. - Un nigromante y una médium para derrotar a un espíritu que sabe más del infierno que cualquiera de vosotros...- soltó una risa despectiva, como si le pareciese demasiado teatro para deshacerse de un simple espíritu, por muy perverso que hubiese sido en vida.
- Mortales ilusos...sois tan inútiles que no vais a ser capaces de plantar cara a todos los frentes que tenéis abiertos. Vais a ser pasto de los demonios. La sangre desbordará cada rincón de esta isla. - la voz resonó de manera potente y sobrenatural en toda la sala, haciendo uso del Saber del Resplandor para aterrorizar a los mortales.
Después decidió que era buena idea sentarse en una silla a observar el espectáculo, evaluando si le interesaba más el cuerpo de unos de esos miembros del Consejo en vez del cuerpo de Reiv. Pudo dedicarse a observar las auras de los diferentes seres que había en la sala, encontrando a varios como una mancha negra al estar mancillados por sus actos malignos.
----------------------------------
At. mágico:
dado 30 + 44 stat + 10 hab. ficha + 5 canalizador= 89 a THALOS
PS: 141
El ser del inframundo se valió de antiguos rencores de Reiv para decidir a quién atacar en primer lugar, sonriendo siniestramente cuando fijo su vista en Thalos. Extendió la palma de su mano en dirección al renegado, lanzando una potente llamarada con la que pretendía verlo arder. Ni se molestó en ver si lo alcanzaba, pues había tantos objetivos interesantes que podría divertirse un rato. - Un nigromante y una médium para derrotar a un espíritu que sabe más del infierno que cualquiera de vosotros...- soltó una risa despectiva, como si le pareciese demasiado teatro para deshacerse de un simple espíritu, por muy perverso que hubiese sido en vida.
- Mortales ilusos...sois tan inútiles que no vais a ser capaces de plantar cara a todos los frentes que tenéis abiertos. Vais a ser pasto de los demonios. La sangre desbordará cada rincón de esta isla. - la voz resonó de manera potente y sobrenatural en toda la sala, haciendo uso del Saber del Resplandor para aterrorizar a los mortales.
Después decidió que era buena idea sentarse en una silla a observar el espectáculo, evaluando si le interesaba más el cuerpo de unos de esos miembros del Consejo en vez del cuerpo de Reiv. Pudo dedicarse a observar las auras de los diferentes seres que había en la sala, encontrando a varios como una mancha negra al estar mancillados por sus actos malignos.
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El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Mágico' :
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Escuché la voz de Lucio dirigiéndose hacia a mi y acto seguido caí al suelo, me estaba protegiendo pero eso implicaba que él estaría en peligro -Estoy bien, Lucio no te preocupes por mi y sal de aquí- me temblaban las manos, estaba nervioso y asustado pero mi mente trabajaba rápido para hilar todo lo que se decía en la sala casi de forma inconsciente.
Los gritos seguían apuntando a Desmond pero al parecer si se trataba de los pendragon y a pesar de todo el movimiento ignoraba lo que pasaba en la sala, fue en entonces cuando escuché la voz de Catherine, se marchaba... en mi interior sentí algo de tristeza y decepción, me dejaba atrás frente al peligro pero esos pensamientos se esfumaron mientras sentía como Lucio me sujetaba, así que no pude culparla "Vete, tu familia es lo primero".
Los gritos de Zaphira me hicieron reaccionar de nuevo, algo había ocurrido y al parecer había afectado a Lucio, sentí como algo tiraba de mi y el fénix lanzó un chillido atacando al agresor con sus garras (pero no lo vio), eso confirmaba que el objetivo era yo tal y como había dicho la dragona pero en consecuencia el resto se ponía en peligro por mi culpa y eso solo me afectaba más, tanto que incluso me dolía la cabeza aunque probablemente se debiera al efecto de las cadenas que iba mermando mi magia poco a poco. me encogí en mi mismo tratando de devanarme los sesos par buscar una solución pero mi ceguera limitaba mis opciones y en momentos como este no podía hacer más que maldecirla.
Jack ordenó que inmovilizaran a Desmond mientras pedía ayuda a Matvey y Bellatrix quienes eran los expertos en posesiones, todos actuaron con presteza y la bruja se encargó de resolver el problema lanzando un nombre al aire "Charles Pendragon". Un aire frío inundó la sala seguido de una sensación de escalofrío en mi cuerpo nada agradable por la cual me vi tentado a levantar una barrera a mi alrededor pero duró poco pues esa misma fuerza se vio reconducida hacia otro lugar de la sala y en un abrir y cerrar de ojos un estruendo dio fin a la posesión sobre el chico de los Le fay, sin embargo las palabras siguientes de la bruja me hicieron torcer el gesto -¡No! ¡es solo un niño!- no hubo tiempo para reproches o respuestas pues una nueva interrupción se hizo presente en la sala con una voz cavernosa seguida de un aura oscura que era fácilmente perceptible y se traducía en más problemas.
Los gritos seguían apuntando a Desmond pero al parecer si se trataba de los pendragon y a pesar de todo el movimiento ignoraba lo que pasaba en la sala, fue en entonces cuando escuché la voz de Catherine, se marchaba... en mi interior sentí algo de tristeza y decepción, me dejaba atrás frente al peligro pero esos pensamientos se esfumaron mientras sentía como Lucio me sujetaba, así que no pude culparla "Vete, tu familia es lo primero".
Los gritos de Zaphira me hicieron reaccionar de nuevo, algo había ocurrido y al parecer había afectado a Lucio, sentí como algo tiraba de mi y el fénix lanzó un chillido atacando al agresor con sus garras (pero no lo vio), eso confirmaba que el objetivo era yo tal y como había dicho la dragona pero en consecuencia el resto se ponía en peligro por mi culpa y eso solo me afectaba más, tanto que incluso me dolía la cabeza aunque probablemente se debiera al efecto de las cadenas que iba mermando mi magia poco a poco. me encogí en mi mismo tratando de devanarme los sesos par buscar una solución pero mi ceguera limitaba mis opciones y en momentos como este no podía hacer más que maldecirla.
Jack ordenó que inmovilizaran a Desmond mientras pedía ayuda a Matvey y Bellatrix quienes eran los expertos en posesiones, todos actuaron con presteza y la bruja se encargó de resolver el problema lanzando un nombre al aire "Charles Pendragon". Un aire frío inundó la sala seguido de una sensación de escalofrío en mi cuerpo nada agradable por la cual me vi tentado a levantar una barrera a mi alrededor pero duró poco pues esa misma fuerza se vio reconducida hacia otro lugar de la sala y en un abrir y cerrar de ojos un estruendo dio fin a la posesión sobre el chico de los Le fay, sin embargo las palabras siguientes de la bruja me hicieron torcer el gesto -¡No! ¡es solo un niño!- no hubo tiempo para reproches o respuestas pues una nueva interrupción se hizo presente en la sala con una voz cavernosa seguida de un aura oscura que era fácilmente perceptible y se traducía en más problemas.
La reunión había concluido y habiamos dejado algunos puntos en claro. Habían habido profecias chungas y mierdas varias. Johan se habia marchado con su chiquilla (sabia decisión de padre) y yo me habia esperado con Erika un rato mas. No me habia contestado del todo y al parecer tenia que hablar algo sobre los soul.
O no sé. Me habia quedado empanadísimo intentando averiguar, en mi mente, dandole al botón de REW si Erika me habia dado una respuesta negativa, afirmativa, o habia sido un ya veremos.
Para cuando mi mente volvió al mundo de los vivos habia un chaval cubierto de sangre en un brazo con un mocoso medio secuestrado. Catherine se echó a gritar asi que supuse que era algo suyo, yo no se por qué, me quedé mirando a Desmond sin poder actuar, como paralizado de miedo vete a saber por qué, porque su figura no me inspiraba respeto pero sí una especie de sensación de temor y de que era mejor estarse quieto.
Por fortuna el resto de presentes en la sala pudieron ser mas utiles que yo y pusieron al crio a salvo, deteniendo a Desmond, al que yo seguia mirando fijamente con aquel miedo extraño que curiosamente, conforme pasaban los minutos, se iba disipando...
"pero tu eres tonto? Atacale o algo. Saca la pistola, yo que sé"
Empecé a pensar que no era necesario cuando lo tenian retenido contra la pared. Pero entonces, otra aparición estelar. El puto Reiv. Sin mediar palabra conmigo, solo una extraña mirada, una macabra sonrisa y una extensión de su mano hacia mi que me valieron como advertencia para ponerme en pie y preparar mi escudo de energía; me lanzó unas potentes llamaradas de fuego. El escudo detuvo parte pero la energía de aquel aparato no era tan alta como para detenerlo del todo, y el fuego acabó alcanzandome, causandome algunas quemaduras muy serias en los antebrazos, y algunas mas leves en el cuello y en las piernas, hacia donde desvié las llamas cuando notaba que fallaba mi artilugio.
Gruñí de dolor cayendo de rodillas al suelo, mirando a Reiv con auténtica rabia. Me daba igual las mierdas que estaba contando, no le pegaba un tiro porque...bueno, entre otras cosas era el medio hermano de Johan y al parecer, no era él mismo desde que atravesó el infierno. Demonios. El otro motivo era que me dolían demasiado las extremidades como para poder pensar en acertarle un disparo y que no le diera a otra persona.
________________
dado 15 + 30 bases + 5 guanteletes + 10 escudo energia= 60 defensa
89-60 = 29
150-29= 121/150 (sangrado brutal al proximo post)
O no sé. Me habia quedado empanadísimo intentando averiguar, en mi mente, dandole al botón de REW si Erika me habia dado una respuesta negativa, afirmativa, o habia sido un ya veremos.
Para cuando mi mente volvió al mundo de los vivos habia un chaval cubierto de sangre en un brazo con un mocoso medio secuestrado. Catherine se echó a gritar asi que supuse que era algo suyo, yo no se por qué, me quedé mirando a Desmond sin poder actuar, como paralizado de miedo vete a saber por qué, porque su figura no me inspiraba respeto pero sí una especie de sensación de temor y de que era mejor estarse quieto.
Por fortuna el resto de presentes en la sala pudieron ser mas utiles que yo y pusieron al crio a salvo, deteniendo a Desmond, al que yo seguia mirando fijamente con aquel miedo extraño que curiosamente, conforme pasaban los minutos, se iba disipando...
"pero tu eres tonto? Atacale o algo. Saca la pistola, yo que sé"
Empecé a pensar que no era necesario cuando lo tenian retenido contra la pared. Pero entonces, otra aparición estelar. El puto Reiv. Sin mediar palabra conmigo, solo una extraña mirada, una macabra sonrisa y una extensión de su mano hacia mi que me valieron como advertencia para ponerme en pie y preparar mi escudo de energía; me lanzó unas potentes llamaradas de fuego. El escudo detuvo parte pero la energía de aquel aparato no era tan alta como para detenerlo del todo, y el fuego acabó alcanzandome, causandome algunas quemaduras muy serias en los antebrazos, y algunas mas leves en el cuello y en las piernas, hacia donde desvié las llamas cuando notaba que fallaba mi artilugio.
Gruñí de dolor cayendo de rodillas al suelo, mirando a Reiv con auténtica rabia. Me daba igual las mierdas que estaba contando, no le pegaba un tiro porque...bueno, entre otras cosas era el medio hermano de Johan y al parecer, no era él mismo desde que atravesó el infierno. Demonios. El otro motivo era que me dolían demasiado las extremidades como para poder pensar en acertarle un disparo y que no le diera a otra persona.
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dado 15 + 30 bases + 5 guanteletes + 10 escudo energia= 60 defensa
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El miembro 'Thalos Draven' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa Física' :
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La situación se había salido de control y no tenía ningún sentido, por eso nos quedamos todos sin saber reaccionar al principio. - Sabes que no voy a irme, así que deja de pedirme eso. - insistí para que él dejase de pedirme que me marcharse, aunque fuese por mi bien. Todo mi afán era proteger a Sean, pero fui menos útil aún cuando Desmond usó aquel broche para cegarme. Intenté protegerme los ojos con el antebrazo, pero nada, era como si me hubiesen deslumbrado de manera muy potente. Era agobiante no ver nada en una situación así, ahora entendía mejor como debía sentirse Sean. Yo al menos había tenido la suerte de poder ver bien con uno de los ojos. - ¡Que alguien le quite de una vez las cadenas! - volví a gritar medio desesperado, sintiendo que nadie me hacía caso.
Catherine consiguió marcharse de allí con el niño, algo menos de lo que preocuparse. Zaphira se lo tomó muy mal, incluso me pareció desproporcionado que la llamase traidores a los Le Fay, o sangre sucia. Me moví a tientas por la sala intentando localizar a Sean, escuchando de manera caótica lo que gritaban unos y otros. Bellatrix y Matvey entraron en acción para atacar al espíritu que había poseído a Desmond, lo que me tranquilizó porque así no podría ir a por nadie más. Dejé escapar un sonido de sorpresa al escuchar el nombre de Charles Pendragon en boca de la médium, y mucho más cuando dijo eso de sacrificar al pequeño. Habría intercambiado alguna mirada significativa con Sean de haber podido, pero sólo me llegó su voz descartando aquello por ser una barbaridad.
- ¿Por qué dices eso?¿acaso lo ha dicho el espíritu? - cuestioné horrorizado la frase de matar al niño, algo que no había escuchado decir a "Desmond". O Charles.
Por si fuera poco escuché una nueva voz en la sala, una que no llegué a reconocer. Lo que sí reconocí fue el grito de dolor de Thalos al ser atacado con fuego, dándome cuenta de que estaba relativamente cerca de él debido al calor que había sentido y a la cercanía del grito. Extendí mi mano en esa dirección, canalizando mi magia de sanación hacia él. No sabía la extensión que podía tener la herida, pero al menos eso serviría por el momento. Traté de agudizar el oído para saber qué más estaba sucediendo, escuchando también el tintineo de unas llaves atravesando la sala a toda velocidad, y tras eso el sonido de un cerrojo siendo abierto. Jack había conseguido arrebatarle las llaves a uno de los guardias traidores, liberando así a Sean de las cadenas.
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Curación:
dado 15 + stat sanación 38 + 10 hab. sanación + 40 Vilya + 10 Esmeralda Assur= 113 a THALOS
Cegado por broche 1 de 5
off: Manejo a Jack en este post
Catherine consiguió marcharse de allí con el niño, algo menos de lo que preocuparse. Zaphira se lo tomó muy mal, incluso me pareció desproporcionado que la llamase traidores a los Le Fay, o sangre sucia. Me moví a tientas por la sala intentando localizar a Sean, escuchando de manera caótica lo que gritaban unos y otros. Bellatrix y Matvey entraron en acción para atacar al espíritu que había poseído a Desmond, lo que me tranquilizó porque así no podría ir a por nadie más. Dejé escapar un sonido de sorpresa al escuchar el nombre de Charles Pendragon en boca de la médium, y mucho más cuando dijo eso de sacrificar al pequeño. Habría intercambiado alguna mirada significativa con Sean de haber podido, pero sólo me llegó su voz descartando aquello por ser una barbaridad.
- ¿Por qué dices eso?¿acaso lo ha dicho el espíritu? - cuestioné horrorizado la frase de matar al niño, algo que no había escuchado decir a "Desmond". O Charles.
Por si fuera poco escuché una nueva voz en la sala, una que no llegué a reconocer. Lo que sí reconocí fue el grito de dolor de Thalos al ser atacado con fuego, dándome cuenta de que estaba relativamente cerca de él debido al calor que había sentido y a la cercanía del grito. Extendí mi mano en esa dirección, canalizando mi magia de sanación hacia él. No sabía la extensión que podía tener la herida, pero al menos eso serviría por el momento. Traté de agudizar el oído para saber qué más estaba sucediendo, escuchando también el tintineo de unas llaves atravesando la sala a toda velocidad, y tras eso el sonido de un cerrojo siendo abierto. Jack había conseguido arrebatarle las llaves a uno de los guardias traidores, liberando así a Sean de las cadenas.
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off: Manejo a Jack en este post
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El miembro 'Lucio Galenus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
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Todo se va a la mierda rápidamente pero era obvio que el espíritu que poseía a Desmond lo estaba utilizando como un simple peón asi que no le importaba el daño físico. Sólo por puro odio, mientras arrastraba a Sean y tuvo tiempo le soltó un gancho derecho por gustito. No obstante tuvo que incorporarse al ver todo lo que empezaban a tirarle. Hubo cosas a las que no pudo defenderse y sólo logró desviar un poco con el brazo la lanza que le había lanzado Adam pero fue muchísimo peor ya que el mago había ido al hombro pero con el desvío de Desmond acabó más cerca del corazón, perforándole un pulmón y generando una hemorragia mucho más grande.
Clavado por Adam y atado por Sofía, el cuerpo de Desmond fue movilizado por fuerzas que él mismo desconocía pero Charles no -YA ES DEMASIADO TARDE. HEMOS REGRESADO- Gritó, aunque en el barullo que hacía el viento todo quedaba como un aparente murmullo. Cuando el espíritu abandonó el cuerpo del Le Fay, Desmond soltó un quejido de dolor y de su boca empezó a salir sangre mientras se le dificultaba la respiración. Miró a Zaphira entendiendo, tras tanto tiempo de investigación y lectura, tras tantos recuerdos compartidos con Charles a qué se refería con sangre sucia. Pero no podía decir nada. Y el temario se volvía aún más complicado ante la entrada de Reiv, un demonio.
-No...Nunca... Aedan no- Dijo pero dejó de hablar al sentir que la sangre subía por la garganta y se deslizaba fuera de su boca. Porque a fin de cuentas él había compartido los planes de Charles y sabía que no había que sacrificar al niño. Ni siquiera en los experimentos que había hecho... lo había tocado. No sabía si por la férrea voluntad de Desmond en no ocasionarle daño o si es que aquel espíritu tenía principios. El moreno cerró los ojos con pesar... "Huye, vienen por vosotros... A mi ya me han cobrado" Envió aquel pensamiento al descendiente de Merlin sintiendo que las fuerzas poco a poco empezaban a mermar y aunque intentó contactar con Catherine no pudo "Dile a Cat que siento dejarla sola...Y que la quiero, que siempre la vamos a querer".
Y entonces, todo se oscureció para Desmond Le Fay.
La primera víctima del ataque Pendragon bañaba de sangre las paredes de la Sala de Reuniones como un preludio de la desgracia que caería sobre Ouroboros.
Cuentas:
Ataque físico a Sean: 0+16 Stat + 3 Brazalete = 19
PS: 136 - 5 (sangrado leve) : 131 PS
Ataques: 49 Vic + 49 Jack + 80 Adam = 169 - 25 (15+7+3brazalete) = 144 - 131PS = -13PS. Muerto
Clavado por Adam y atado por Sofía, el cuerpo de Desmond fue movilizado por fuerzas que él mismo desconocía pero Charles no -YA ES DEMASIADO TARDE. HEMOS REGRESADO- Gritó, aunque en el barullo que hacía el viento todo quedaba como un aparente murmullo. Cuando el espíritu abandonó el cuerpo del Le Fay, Desmond soltó un quejido de dolor y de su boca empezó a salir sangre mientras se le dificultaba la respiración. Miró a Zaphira entendiendo, tras tanto tiempo de investigación y lectura, tras tantos recuerdos compartidos con Charles a qué se refería con sangre sucia. Pero no podía decir nada. Y el temario se volvía aún más complicado ante la entrada de Reiv, un demonio.
-No...Nunca... Aedan no- Dijo pero dejó de hablar al sentir que la sangre subía por la garganta y se deslizaba fuera de su boca. Porque a fin de cuentas él había compartido los planes de Charles y sabía que no había que sacrificar al niño. Ni siquiera en los experimentos que había hecho... lo había tocado. No sabía si por la férrea voluntad de Desmond en no ocasionarle daño o si es que aquel espíritu tenía principios. El moreno cerró los ojos con pesar... "Huye, vienen por vosotros... A mi ya me han cobrado" Envió aquel pensamiento al descendiente de Merlin sintiendo que las fuerzas poco a poco empezaban a mermar y aunque intentó contactar con Catherine no pudo "Dile a Cat que siento dejarla sola...Y que la quiero, que siempre la vamos a querer".
Y entonces, todo se oscureció para Desmond Le Fay.
La primera víctima del ataque Pendragon bañaba de sangre las paredes de la Sala de Reuniones como un preludio de la desgracia que caería sobre Ouroboros.
Los tres mundos convergen una y otra y otra vez.
Los espíritus abren sus puertas desde el umbral de la muerte.
Los espíritus abren sus puertas desde el umbral de la muerte.
Cuentas:
Ataque físico a Sean: 0+16 Stat + 3 Brazalete = 19
PS: 136 - 5 (sangrado leve) : 131 PS
Ataques: 49 Vic + 49 Jack + 80 Adam = 169 - 25 (15+7+3brazalete) = 144 - 131PS = -13PS. Muerto
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El miembro 'Desmond Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Físico' :
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#2 'Defensa Física' :
#1 'Ataque Físico' :
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#2 'Defensa Física' :
--- Charles Pendragon ---
El misterio de la posesión de Desmond Le Fay fue revelado después de la intervención de la médium, dando a conocer la naturaleza del espíritu que había estado ocupando el cuerpo del joven. El mismísimo Charles Pendragon se había encargado de controlarlo, tras utilizar a Bellatrix para llegar hasta él. Pocos habían prestado la atención suficiente a las señales que se habían ido apareciendo desde el ritual de ascensión de la isla, ignorando cada palabra o detalle relevante. Ahora tenían al enemigo en casa, justo en el momento que menos esperaban.
Los poderes de la descendiente de Dante obligaron al espíritu a salir, aunque tampoco se resistió demasiado. Ya tenía lo que quería, seguir habitando ese moribundo cuerpo o el de cualquier otro descendiente carecía de sentido. Charles pronunció las últimas palabras a través del Le Fay, que finalmente había muerto por culpa del ataque de Adam Hacksaw. Podría decirse que los Pendragon acababan de cobrarse su primera víctima en Ouroboros, y eso ya suponía un triunfo para el espíritu de Charles. Una etérea figura grisácea fue formándose sobre el cuerpo del caído, convirtiéndose en la imagen del Pendragon tal como había sido en vida.
- El inútil linaje Le Fay... - la voz resonó como un eco lejano mientras la figura se alejaba del cuerpo en dirección a Sean. Se apareció tras él, repitiendo a modo de recordatorio aquello que ya le había dicho en la fiesta del renacimiento, sólo que esta vez la frase final era en presente. - Ouroboros no será lo que vosotros queréis. Nunca fue vuestra. Nunca desaparecimos. Aquí estamos para tomar posesión. - todavía no sabían que sus descendientes vivos acababan de entrar por las montañas del dragón, y que ellos se encargarían de tomar el relevo de lo que comenzó con la afrenta y la guerra civil de siglos atrás. Después atravesó a Sean sin mayores consecuencias, dirigiéndose a Zaphira frente a frente. - El linaje de los Eire desaparecerá antes de que todo esto acabe, y tú serás la culpable, como lo fuiste de la muerte de Robert. Mentiras...demasiadas mentiras. - se alejó rápidamente de la dragona, flotando cerca de Bellatrix. - La gratitud de los Pendragon para Bellatrix Alighieri, por ser la puerta de entrada a Ouroboros ahora que se han dado las circunstancias necesarias para nuestro retorno. - la figura hizo una irónica reverencia a la mujer, pero dejó un mensaje más antes de situarse sobre la mesa en la que había sido la reunión.
- Todavía hay esperanza para aquellos que no se dejen arrastrar por la podredumbre del Consejo, pronto tendrán que elegir entre el triunfo y la decadencia. - el suelo que había bajo la mesa emitió una cegadora luz roja cuando se activó el grabado hecho por Desmond días atrás al entrar a la sala. El símbolo de los dragones, el mismo que había en el suelo del templo de la montaña, fue la vía de escape para que el espíritu de Charles regresase a Sanguis Ligno, el lugar en el que había permanecido durante cientos de años.
Tras aquello la figura desapareció, engullida por aquella luz. El cónclave terminaba con un asesinado, justo como acabó aquel otro cónclave de hace siglos, el que dio paso a la guerra civil entre los Descendientes.
Zaphira Eire
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Mis gritos y advertencias parecían pasar desapercibidos y aún así la bruja a la que solían llamar locatrix me dedicó una mirada de reojo que a decir verdad solo me enfadaba más dada la situación, por suerte la descendiente de Discórides consiguió liberarme de mis ataduras -Gracias Sofía!- no tardé ni un segundo en lanzarme a proteger a Sean, lamentando no llegar a tiempo cuando Desmond le dio el puñetazo.
Matvey invocó a aquel demonio y la bruja se encargó de expulsar al espíritu pero justo antes pronunció aquel nombre maldito para mi, el que me había condenado de alguna forma a lleva una pesada carga, Charles Pendragon.
Enfurecí y mis ojos se tornaron negros por completo aún así no tenía el nivel de posesión que tenía la chica del torneo, era consciente de todo pero la rabia y el odio me inundaban, intercambié palabras con el poseído que simplemente gritó que habían vuelto, mi cara se transformó dejando salir mis escamas de dragón al igual que mis cuernos mientras un rugido desgarrador salía de mi a modo de amenaza inundando la sala -NO CONSEGUIRÁS NADA MIENTRAS YO VIVA!- el viento rugió, los objetos volaron y de golpe, silencio.
El odio me cegaba y tenía la mirada fija en el objetivo, quería acabar con él, quería matarlo y enterrar el pasado de nuevo como si nada de eso hubiera ocurrido pero entonces la voz de Desmond volvió, mi mirada se encontró con los ojos dorados del chico y me detuve, de nuevo eran esos ojos dorados que correteaban por el castillo detrás de su hermana, el niño que pasaba horas en la biblioteca con Sean, ese chico callado que había visto crecer y ahora se apagaba -Desmond...- dije por lo bajo cuando una nueva interrupción entró en la sala pero poco me importó pues rápidamente la rabia se convirtió en tristeza y culpa, yo había permitido que eso pasara y de nuevo alguien moría bajo mi guardia.
Detrás de mi escuché la voz de Sean, Desmond le había dicho algo a juzgar por lo que decía y solo pude volverme para abrazarlo sin decir una palabra mientras mi rostro volvía ala normalidad a excepción del color de mis ojos. Todo parecía haber acabado sin contar con el idiota que había entrado al final poseído por un demonio y por un segundo maldije la maldita idea de Khaled pero Charles no estaba conforme, ahora si era su voz y la tenía grabada a fuego en mi cabeza por lo que me giré enseguida viendo de nuevo su rosto en aquella forma incorporea -No te acerques Charles!- me levanté amenazando al espíritu con mi espada pero de nada servía, se acercó a Sean soltando nuevamente la misma frase que le habían dedicado en la fiesta del renacer, lancé una estocada y la imagen desapareció para aparecer nuevamente pero esta vez frente a mi.
-El linaje de Merlín perdurará! no vas a tocarles un solo cabello, maldita rata!- de nuevo lancé un ataque que no le hizo ningún daño, por el contrario su afilada lengua sabía perfectamente dónde atacar y no hubo respuesta por mi parte ante la acusación sobre Robert... la culpa sobre aquello aún pesaba en mi como el primer día y ni tan siquiera tenía el valor de negarlo. No me separé de Sean y solo pude observar como se acercaba a Bellatrix, si no lo hubiera dejado pasar todo aquello jamas habría ocurrido.
Sus palabras ponzoñosas seguían envenenándome y ahora estaba intentando reclutar nuevamente a algunos para que se unieran a su bando y lancé una daga al aire con tal fuerza que esta se clavó en la pared contraria a mi, confiaba en que no encontraría traidores en el consejo pero todo apuntaba en contra de Bellatrix. Una luz roja iluminó la sala y me apresuré para poder borrar aquel sello pero para cuando llegué la figura de charles había desaparecido y clavé con rabia la espada en la mesa de madera que cedió de forma inmediata quedando rota a la mitad gruñendo de rabia.
Me giré hacia la bruja señalándola con la espada -Esto es culpa tuya! tu los has dejado entrar y traerán de nuevo la guerra a Ouroboros! SI DANTE TE VIERA ESTARÍA MÁS QUE AVERGONZADO DE SU LINAJE!- la mitad del consejo ni siquiera pertenecía al consejo original, solo eran sustitutos de los traidores que se habían unido a Charles, el pasado volvía y se repetía, era imparable y si todo era igual que en el pasado, la isla e los dragones corría peligro al igual que todos los de la isla pero lo que no permitiría bajo ninguna circunstancia era que otro descendiente de Merlín muriera porque si Sean caía era fin de partida.
Matvey invocó a aquel demonio y la bruja se encargó de expulsar al espíritu pero justo antes pronunció aquel nombre maldito para mi, el que me había condenado de alguna forma a lleva una pesada carga, Charles Pendragon.
Enfurecí y mis ojos se tornaron negros por completo aún así no tenía el nivel de posesión que tenía la chica del torneo, era consciente de todo pero la rabia y el odio me inundaban, intercambié palabras con el poseído que simplemente gritó que habían vuelto, mi cara se transformó dejando salir mis escamas de dragón al igual que mis cuernos mientras un rugido desgarrador salía de mi a modo de amenaza inundando la sala -NO CONSEGUIRÁS NADA MIENTRAS YO VIVA!- el viento rugió, los objetos volaron y de golpe, silencio.
El odio me cegaba y tenía la mirada fija en el objetivo, quería acabar con él, quería matarlo y enterrar el pasado de nuevo como si nada de eso hubiera ocurrido pero entonces la voz de Desmond volvió, mi mirada se encontró con los ojos dorados del chico y me detuve, de nuevo eran esos ojos dorados que correteaban por el castillo detrás de su hermana, el niño que pasaba horas en la biblioteca con Sean, ese chico callado que había visto crecer y ahora se apagaba -Desmond...- dije por lo bajo cuando una nueva interrupción entró en la sala pero poco me importó pues rápidamente la rabia se convirtió en tristeza y culpa, yo había permitido que eso pasara y de nuevo alguien moría bajo mi guardia.
Detrás de mi escuché la voz de Sean, Desmond le había dicho algo a juzgar por lo que decía y solo pude volverme para abrazarlo sin decir una palabra mientras mi rostro volvía ala normalidad a excepción del color de mis ojos. Todo parecía haber acabado sin contar con el idiota que había entrado al final poseído por un demonio y por un segundo maldije la maldita idea de Khaled pero Charles no estaba conforme, ahora si era su voz y la tenía grabada a fuego en mi cabeza por lo que me giré enseguida viendo de nuevo su rosto en aquella forma incorporea -No te acerques Charles!- me levanté amenazando al espíritu con mi espada pero de nada servía, se acercó a Sean soltando nuevamente la misma frase que le habían dedicado en la fiesta del renacer, lancé una estocada y la imagen desapareció para aparecer nuevamente pero esta vez frente a mi.
-El linaje de Merlín perdurará! no vas a tocarles un solo cabello, maldita rata!- de nuevo lancé un ataque que no le hizo ningún daño, por el contrario su afilada lengua sabía perfectamente dónde atacar y no hubo respuesta por mi parte ante la acusación sobre Robert... la culpa sobre aquello aún pesaba en mi como el primer día y ni tan siquiera tenía el valor de negarlo. No me separé de Sean y solo pude observar como se acercaba a Bellatrix, si no lo hubiera dejado pasar todo aquello jamas habría ocurrido.
Sus palabras ponzoñosas seguían envenenándome y ahora estaba intentando reclutar nuevamente a algunos para que se unieran a su bando y lancé una daga al aire con tal fuerza que esta se clavó en la pared contraria a mi, confiaba en que no encontraría traidores en el consejo pero todo apuntaba en contra de Bellatrix. Una luz roja iluminó la sala y me apresuré para poder borrar aquel sello pero para cuando llegué la figura de charles había desaparecido y clavé con rabia la espada en la mesa de madera que cedió de forma inmediata quedando rota a la mitad gruñendo de rabia.
Me giré hacia la bruja señalándola con la espada -Esto es culpa tuya! tu los has dejado entrar y traerán de nuevo la guerra a Ouroboros! SI DANTE TE VIERA ESTARÍA MÁS QUE AVERGONZADO DE SU LINAJE!- la mitad del consejo ni siquiera pertenecía al consejo original, solo eran sustitutos de los traidores que se habían unido a Charles, el pasado volvía y se repetía, era imparable y si todo era igual que en el pasado, la isla e los dragones corría peligro al igual que todos los de la isla pero lo que no permitiría bajo ninguna circunstancia era que otro descendiente de Merlín muriera porque si Sean caía era fin de partida.
-¡Basta! ¡BASTA! ¡Lo vais a matar!- Había permanecido en un segundo plano durante todo el desarrollo de los eventos, estupefacta, anonadada. Me abrí paso por todos los que estaban atacando a Desmond en ese momento, no pocos, llegando tarde, por supuesto. El cuerpo del muchacho cae al suelo. Me pongo de rodillas junto al cuerpo, y aunque no sepa mucho de la materia, esas hemorragias tienen muy mala pinta. Llego en los últimos momentos, lo justo para escuchar aquella amenaza. “Hemos regresado” Estaba claro que nada bueno auguraron las palabras de Bellatrix en la fiesta y mucho menos las que han seguido. Le pongo la mano en el cuello, debajo del ángulo de la barbilla. Sin pulso. Inerte. Alzo la mirada a mis demás compañeros, negando con la vida. Cierro los ojos del muerto, manchando la cara con su propia sangre. -Estupendo. Estupendo todo. A ver cómo se lo dices a su nuera, que se ha asesinado a su hermano- Pienso en voz alta lo que le hubiera escupido a Adam, si siguiese presente, poniéndome de pie todavía al lado del cuerpo de Desmond.
Las cosas no quedan aquí, ni mucho menos. La muerte sigue a la muerte. Y una voz resuena en la sala. Una voz ligeramente familiar. Como si ya la hubiera escuchado antes. Y no hace tanto. Me giro sobre mi misma despacio para ver al no corpóreo que se aparece ante todos nosotros. Enmudecida sigo el fantasma que amenaza claramente a dos de los descendientes. Estaban, de una forma u otra, en el punto de mira. Ato cabos. El baile… esa voz era la misma el baile, solo que diferente. Observo a los compañeros que han sido mencionados: Zaphira, Sean, Bellatrix, Catherine. Pero, ¿por qué todo parecía centrarse en ellos? ¿Qué les podría estar relacionando? ¿Cómo nos afectará a todos y todas las presentes? -Basta Zaphira. Con acusaciones entre nosotros no vamos a conseguir avanzar. ¿Qué y quién acaba de estar aquí? ¿Y qué tiene contra vosotros? Sean, Catherine y todos los suyos están en el punto de mira, y ya se han cobrado la primera moneda- Tenía la maldita sensación de que otra vez me estaba perdiendo algo, algo importante. Y necesitaba explicaciones. Ya.
Las cosas no quedan aquí, ni mucho menos. La muerte sigue a la muerte. Y una voz resuena en la sala. Una voz ligeramente familiar. Como si ya la hubiera escuchado antes. Y no hace tanto. Me giro sobre mi misma despacio para ver al no corpóreo que se aparece ante todos nosotros. Enmudecida sigo el fantasma que amenaza claramente a dos de los descendientes. Estaban, de una forma u otra, en el punto de mira. Ato cabos. El baile… esa voz era la misma el baile, solo que diferente. Observo a los compañeros que han sido mencionados: Zaphira, Sean, Bellatrix, Catherine. Pero, ¿por qué todo parecía centrarse en ellos? ¿Qué les podría estar relacionando? ¿Cómo nos afectará a todos y todas las presentes? -Basta Zaphira. Con acusaciones entre nosotros no vamos a conseguir avanzar. ¿Qué y quién acaba de estar aquí? ¿Y qué tiene contra vosotros? Sean, Catherine y todos los suyos están en el punto de mira, y ya se han cobrado la primera moneda- Tenía la maldita sensación de que otra vez me estaba perdiendo algo, algo importante. Y necesitaba explicaciones. Ya.
Desmond me arrastró y no contento con aquello me soltó un golpe del cual no pude defenderme, de nuevo el fenix aleteó furioso e intento herirlo con sus garras para alejarlo, todo era un completo desastre y lo único que pude hacer fue escuchar -Lucio tengo miedo...- le confesé al tenerlo a mi lado aferrándome a él pues era la persona que tenía más cerca, después de que dijera que me quitaran las cadenas el sonido del candado abriéndose nos dio la señal, estaba libre.
El pobre Desmond no corrió con tanta suerte, me sentí aliviado al saber que lo habían exorcizado pero ignoraba la gravedad de sus heridas. -Desmond!- dije al escuchar nuevamente su voz defendiendo a su sobrino, era él, sin duda, su aura volvía a ser la misma pero algo iba mal, como era costumbre en los hermanos le fay entraban en mi mente como les daba la gana y el de los ojos dorados no era diferente -Qué? como que te han.. Desmond!- no me gustaba eso, su forma de hablar... me estaba dedicando sus últimas palabras y cuando dijo lo de Catherine me quedé plantado en el sitio mientras me llevaba una mano a la boca y las lágrimas empezaban a brotar -NO LE PIENSO DECIR NADA DESMOND! NO PUEDES DEJAR A CATHERINE SOLA! DESMOND! DESMOND!- ya no había respuesta, por más que lo llamara la voz del moreno se había apagado.
Los brazos de Zaphira me rodearon y no pude hacer más que llorar en el frío metal que la cubría -qué está pasando Zaph?...Desmond está bien, verdad? lo llevarán al hospital, Lucio puede curarle...- me negaba a pensar que lo habíamos perdido, era imposible. Si el dolor de la pérdida no era suficiente, aquel espíritu que había poseído a Desmond apareció nuevamente alejando a Zaphira de mi lado, me vi solo por un momento hasta que lo sentí tras de mi, susurrando aquellas palabras -Basta!- grité asustado mientras me llevaba las manos a los oídos para no escucharlo, no había dónde huir o dónde esconderme, estaba aterrorizado.
El intercambio de palabras de Zaphira con el espíritu me hizo reaccionar y aunque ella no lo dijera yo estaba completamente seguro de que ella jamás levantaría su espada contra mi familia y de nuevo había salido a relucir el nombre de Robert -Eso es mentira! Zaphira jamás haría eso!- no hubo respuesta por parte de nadie, el espíritu me ignoró y pasó su ataque al resto del consejo.
Cuando desapareció la dragona acusó a Bellatrix a lo que Sarah contestó, no e hizo falta escucharla para saber que seguramente saltaría ante aquello así que la detuve antes de que lo hiciera -Zaphira...- dije su nombre suavemente extendiendo la mano para que se acercara a mi, una vez a mi lado tomó mi mano, era temblorosa pues el miedo aún hacía mella en mi pero estaba claro que ella sabía mejor que nadie lo que estaba ocurriendo -Por favor... tienes qué decirnos que está ocurriendo, no podemos luchar contra un enemigo que no conocemos, no puedes luchar sola...-
El pobre Desmond no corrió con tanta suerte, me sentí aliviado al saber que lo habían exorcizado pero ignoraba la gravedad de sus heridas. -Desmond!- dije al escuchar nuevamente su voz defendiendo a su sobrino, era él, sin duda, su aura volvía a ser la misma pero algo iba mal, como era costumbre en los hermanos le fay entraban en mi mente como les daba la gana y el de los ojos dorados no era diferente -Qué? como que te han.. Desmond!- no me gustaba eso, su forma de hablar... me estaba dedicando sus últimas palabras y cuando dijo lo de Catherine me quedé plantado en el sitio mientras me llevaba una mano a la boca y las lágrimas empezaban a brotar -NO LE PIENSO DECIR NADA DESMOND! NO PUEDES DEJAR A CATHERINE SOLA! DESMOND! DESMOND!- ya no había respuesta, por más que lo llamara la voz del moreno se había apagado.
Los brazos de Zaphira me rodearon y no pude hacer más que llorar en el frío metal que la cubría -qué está pasando Zaph?...Desmond está bien, verdad? lo llevarán al hospital, Lucio puede curarle...- me negaba a pensar que lo habíamos perdido, era imposible. Si el dolor de la pérdida no era suficiente, aquel espíritu que había poseído a Desmond apareció nuevamente alejando a Zaphira de mi lado, me vi solo por un momento hasta que lo sentí tras de mi, susurrando aquellas palabras -Basta!- grité asustado mientras me llevaba las manos a los oídos para no escucharlo, no había dónde huir o dónde esconderme, estaba aterrorizado.
El intercambio de palabras de Zaphira con el espíritu me hizo reaccionar y aunque ella no lo dijera yo estaba completamente seguro de que ella jamás levantaría su espada contra mi familia y de nuevo había salido a relucir el nombre de Robert -Eso es mentira! Zaphira jamás haría eso!- no hubo respuesta por parte de nadie, el espíritu me ignoró y pasó su ataque al resto del consejo.
Cuando desapareció la dragona acusó a Bellatrix a lo que Sarah contestó, no e hizo falta escucharla para saber que seguramente saltaría ante aquello así que la detuve antes de que lo hiciera -Zaphira...- dije su nombre suavemente extendiendo la mano para que se acercara a mi, una vez a mi lado tomó mi mano, era temblorosa pues el miedo aún hacía mella en mi pero estaba claro que ella sabía mejor que nadie lo que estaba ocurriendo -Por favor... tienes qué decirnos que está ocurriendo, no podemos luchar contra un enemigo que no conocemos, no puedes luchar sola...-
Lo que Bellatrix hizo dio resultado. Pero se llevó una mirada de perplejidad cuando dijo lo de Aedan. Sacrificar a un niño?
- No. Esos espíritus no saben lo que dicen. - mantuve al demonio a raya, podía percibir sus ansias por intervenir y capturar el alma de Charles Pendragon, pero aun no debía dejarle hacerlo.
Y entonces, otro problema. Reiv, el que se me habia escapado en el torneo, apareció alli. El otro demonio. Chasqueé la lengua, pensando que era muy oportuno, pero su entrada fue directamente ofensiva contra el humano que alli habia. Unas palabras en la lengua de los demonios y el verdugo que habia invocado se lanzó contra el poseido, para dominarlo y sujetarlo. Estaba agotado tras el esfuerzo que supuso invocar a tantos demonios para el torneo, y luego lo de Ian, Mérida, el verdugo de ahora....
- Vais a tener que disculparme pero tambien debo encargarme de Reiv Black
Lo escuché y no pude evitar pensar que tenía razón. La Isla, iba a derramar sangre por todas partes..... Pero me daba miedo preguntar, porque no quería dejar que un demonio se metiese en mi cabeza, en mis ideas, era demasiado peligroso.... obligué al verdugo que había invocado a revelarme el nombre de aquel otro, no tenia tiempo que perder en libros y listas largas, y ya que lo tenía allí y no habia sido necesario para Charles Pendragon, lo usaría aqui. Me reveló el nombre que poseía el cuerpo de Reiv e inicié el exorcismo sin miramientos, sabía que podía fugarse en cualquier momento y el muchacho no merecía seguir así.
Usé el nombre del demonio para obligarlo a abandonar el cuerpo de Reiv, me costó, por supuesto opuso mucha resistencia y aquello se convirtió en una férrea lucha de voluntades que no duraría mas de medio minuto pero que requirió de todo mi poder mágico restante. Al final lo logré, expulsé al demonio y logré mandarlo de vuelta al infierno sin que dañase a Reiv, como habia hecho el otro con Ian, aunque el muchacho probablemente acabase desmayado tras el tortuoso proceso.
Estuve ajeno en esos momentos a los ultimos alientos de Desmond. Me había creído que tras lo que habia hecho Bellatrix, el muchacho Le Fay estaría a salvo y podria volver con su hermana.
- Galeno, comprueba el estado de Reiv si puedes, por favor... - dije con un hilo de voz. Galeno se habia encargado de Thalos y probablemente tuviese que atender tambien a Desmond y a Sean... me giré tambaleante hacia Desmond, y fruncí el ceño. Mi expresion denotaba confusión. Qué pasaba?
Noté como la sangre escurría de mi nariz y me la limpié con la mano. Fue un pensamiento fugaz, rapido. Tuve entonces la certeza cuando noté la presencia del verdugo demasiado cerca de mi, que hasta el instante anterior, me habia estado obedeciendo. Lo tenia bajo control!
Hasta ese preciso instante, en el que se percató de mi debilidad. En una veloz embestida, usó su espada para infligirme una herida a lo largo del pecho, cruzando practicamente de hombro a cadera opuesta. Impactado por la situacion, no grité, pero el dolor me espabiló y liberó la adrenalina suficiente para oponerme al agotamiento y sacar las ultimas energías para desterrar al verdugo de vuelta al inframundo. Una brecha se abrió tras su espalda a unas palabras mías, y lo arrastró hacia su plano.
Caí de rodillas al suelo, drenado de magia y herido por ese demonio. Dudaba de que nadie se hubiese dado cuenta de lo ocurrido, habia sido demasiado rapido y...bueno, habian otras cosas mas importantes ocurriendo mientras tanto, como aquella amenaza proferida por Charles Pendragon en espiritu, de la cual solo llegué a captar la ultima parte, "Todavía hay esperanza para aquellos que no se dejen arrastrar por la podredumbre del Consejo, pronto tendrán que elegir entre el triunfo y la decadencia".
Despues de eso, vino la furia de Zaphira, las acusaciones, aquella energía de su espada y esos ojos en la dragona.... Sarah pidiendo explicaciones y Sean gritando. Dirigí mi vista a Desmond, comprendiendo.... que lo habian herido gravemente. Tanto que... se había ido.
Me dejé caer del todo, sentandome en el suelo con la espalda apoyada en la pared, contemplando la escena con cierta perplejidad todavía. Habria querido decir algo, pero...tenía el cuerpo aterido de dolor y apenas podía reaccionar.
_________
el pj lleva muchas invocaciones y exorcismos seguidos. Hago tirada para determinar resistencia. Because es cool y lo pone en debilidades. XD
Ok un 10. Matvey está jodido.
- No. Esos espíritus no saben lo que dicen. - mantuve al demonio a raya, podía percibir sus ansias por intervenir y capturar el alma de Charles Pendragon, pero aun no debía dejarle hacerlo.
Y entonces, otro problema. Reiv, el que se me habia escapado en el torneo, apareció alli. El otro demonio. Chasqueé la lengua, pensando que era muy oportuno, pero su entrada fue directamente ofensiva contra el humano que alli habia. Unas palabras en la lengua de los demonios y el verdugo que habia invocado se lanzó contra el poseido, para dominarlo y sujetarlo. Estaba agotado tras el esfuerzo que supuso invocar a tantos demonios para el torneo, y luego lo de Ian, Mérida, el verdugo de ahora....
- Vais a tener que disculparme pero tambien debo encargarme de Reiv Black
Lo escuché y no pude evitar pensar que tenía razón. La Isla, iba a derramar sangre por todas partes..... Pero me daba miedo preguntar, porque no quería dejar que un demonio se metiese en mi cabeza, en mis ideas, era demasiado peligroso.... obligué al verdugo que había invocado a revelarme el nombre de aquel otro, no tenia tiempo que perder en libros y listas largas, y ya que lo tenía allí y no habia sido necesario para Charles Pendragon, lo usaría aqui. Me reveló el nombre que poseía el cuerpo de Reiv e inicié el exorcismo sin miramientos, sabía que podía fugarse en cualquier momento y el muchacho no merecía seguir así.
Usé el nombre del demonio para obligarlo a abandonar el cuerpo de Reiv, me costó, por supuesto opuso mucha resistencia y aquello se convirtió en una férrea lucha de voluntades que no duraría mas de medio minuto pero que requirió de todo mi poder mágico restante. Al final lo logré, expulsé al demonio y logré mandarlo de vuelta al infierno sin que dañase a Reiv, como habia hecho el otro con Ian, aunque el muchacho probablemente acabase desmayado tras el tortuoso proceso.
Estuve ajeno en esos momentos a los ultimos alientos de Desmond. Me había creído que tras lo que habia hecho Bellatrix, el muchacho Le Fay estaría a salvo y podria volver con su hermana.
- Galeno, comprueba el estado de Reiv si puedes, por favor... - dije con un hilo de voz. Galeno se habia encargado de Thalos y probablemente tuviese que atender tambien a Desmond y a Sean... me giré tambaleante hacia Desmond, y fruncí el ceño. Mi expresion denotaba confusión. Qué pasaba?
Noté como la sangre escurría de mi nariz y me la limpié con la mano. Fue un pensamiento fugaz, rapido. Tuve entonces la certeza cuando noté la presencia del verdugo demasiado cerca de mi, que hasta el instante anterior, me habia estado obedeciendo. Lo tenia bajo control!
Hasta ese preciso instante, en el que se percató de mi debilidad. En una veloz embestida, usó su espada para infligirme una herida a lo largo del pecho, cruzando practicamente de hombro a cadera opuesta. Impactado por la situacion, no grité, pero el dolor me espabiló y liberó la adrenalina suficiente para oponerme al agotamiento y sacar las ultimas energías para desterrar al verdugo de vuelta al inframundo. Una brecha se abrió tras su espalda a unas palabras mías, y lo arrastró hacia su plano.
Caí de rodillas al suelo, drenado de magia y herido por ese demonio. Dudaba de que nadie se hubiese dado cuenta de lo ocurrido, habia sido demasiado rapido y...bueno, habian otras cosas mas importantes ocurriendo mientras tanto, como aquella amenaza proferida por Charles Pendragon en espiritu, de la cual solo llegué a captar la ultima parte, "Todavía hay esperanza para aquellos que no se dejen arrastrar por la podredumbre del Consejo, pronto tendrán que elegir entre el triunfo y la decadencia".
Despues de eso, vino la furia de Zaphira, las acusaciones, aquella energía de su espada y esos ojos en la dragona.... Sarah pidiendo explicaciones y Sean gritando. Dirigí mi vista a Desmond, comprendiendo.... que lo habian herido gravemente. Tanto que... se había ido.
Me dejé caer del todo, sentandome en el suelo con la espalda apoyada en la pared, contemplando la escena con cierta perplejidad todavía. Habria querido decir algo, pero...tenía el cuerpo aterido de dolor y apenas podía reaccionar.
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el pj lleva muchas invocaciones y exorcismos seguidos. Hago tirada para determinar resistencia. Because es cool y lo pone en debilidades. XD
Ok un 10. Matvey está jodido.
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La diversión del demonio iba en aumento con los últimos acontecimeintos, incluso se levantó de su asiento aplaudiendo cínicamente la muerte de Desmond Le Fay. Todo ese caos y destrucción alimentaba su naturaleza, y pronto hubo una persona que llamó su atención.
- ¿Por qué no los matas a todos? está claro que no eres querida aquí, vamos, llena las paredes con su sangre. Lo estás deseando. Además, muchos aquí son un lastre...ya lo ha dicho el maldito Pendragon.
La furia de la dragona contra el espíritu fue lo que inclinó la balanza para ser candidata a cuerpo a ocupar, por lo que tenía intenciones de abandonar el cuerpo de Reiv. Sus planes fueron truncados cuando Matvey inició el exorcismo. El proceso fue tan rápido y violento que no hubo oportunidad de ocupar un nuevo cuerpo, pues el demonio fue desterrado a su plano tras una intensa lucha con el nigromante.
Todo se oscureció cuando me arrancaron al demonio aquel, haciendo que me tambalease un instante antes de caer al suelo desmayado. No pasaron muchos segundos antes de que volviese a abrir los ojos, aunque no llegué a levantarme del suelo porque estaba mareado y todo me daba vueltas. Sabía lo que había pasado, que ese demonio al que "dejé" poseerme había estado haciendo de las suyas sin dejarme apenas control sobre mis actos. - Joder...- Había estado haciendo el gilipollas y creando más problemas. Estaba seguro de haber cabreado a mucha gente, entre ellos Juliet y Kyllian. - Los del torneo...¿dónde están ? - murmuré a nadie en particular mientras trataba de incorporarme apoyando un codo en el suelo.
- ¿Por qué no los matas a todos? está claro que no eres querida aquí, vamos, llena las paredes con su sangre. Lo estás deseando. Además, muchos aquí son un lastre...ya lo ha dicho el maldito Pendragon.
La furia de la dragona contra el espíritu fue lo que inclinó la balanza para ser candidata a cuerpo a ocupar, por lo que tenía intenciones de abandonar el cuerpo de Reiv. Sus planes fueron truncados cuando Matvey inició el exorcismo. El proceso fue tan rápido y violento que no hubo oportunidad de ocupar un nuevo cuerpo, pues el demonio fue desterrado a su plano tras una intensa lucha con el nigromante.
Todo se oscureció cuando me arrancaron al demonio aquel, haciendo que me tambalease un instante antes de caer al suelo desmayado. No pasaron muchos segundos antes de que volviese a abrir los ojos, aunque no llegué a levantarme del suelo porque estaba mareado y todo me daba vueltas. Sabía lo que había pasado, que ese demonio al que "dejé" poseerme había estado haciendo de las suyas sin dejarme apenas control sobre mis actos. - Joder...- Había estado haciendo el gilipollas y creando más problemas. Estaba seguro de haber cabreado a mucha gente, entre ellos Juliet y Kyllian. - Los del torneo...¿dónde están ? - murmuré a nadie en particular mientras trataba de incorporarme apoyando un codo en el suelo.
Dudas, cuestionamientos, la médium no necesitaba ser vidente para adivinar que sus palabras tendrían esa reacción. Miró al mago que había aparecido y había atacado a uno de los presentes sin mediar palabra con severidad y desdén. Observó la muerte de Desmond con ojos serios sin moverse de su lugar. Luego de la amenaza al descendiente de Merlín, posó sus ojos fríos y cargados de arrogancia en el espectro.
Podía exiliarlo del plano mortal, podía condenarlo al infierno en ese mismo instante, pero era grande la curiosidad que había por sus palabras. No le quitó la soberbia mirada de encima cuando la aparición le hizo una irónica reverencia. El Concejo de los 20 había traído la guerra a Ouroboros cuando decidió intervenir en ella traicionando un código fundamental; la intervención indirecta, los mejores y más formados disipulos eran los que deberían hacer del mundo un lugar mejor a través de sus enseñanzas, no ellos, habían hecho de la exclusiva isla, un parque de atracciones, habían delatado su ubicación, se habían rebajado al nivel de otros grupos claramente inferiores. La bruja no sabía si quería seguir siendo parte de la espiral descendente del Consejo de los 20.
Todo el aire salió de su cuerpo en un suspiro cuando giró su cabeza y vió a Matvey siendo atravesado de lado a lado por la espada del demonio. Sin perder la compostura se acercó a él, se agachó y lo miro a los ojos para comprobar que la vida seguía allí pero no por mucho más tiempo. Tras la cegadora luz roja, la desaparición del alma y otro tierno intento de la dragón por atacarlo, iniciaron las acusaciones. Se incorporó y miró a la dragón con altivez sin que un pelo se le mueva de su espectral y majestuosa figura.
-El que acaba de estar aquí, Sarah, fue Charles Pendragon. Hasta donde yo sé, puede ser el mismo espíritu que tomó posesión de mi cuerpo, al menos, durante la fiesta del renacimiento, es posible que haya tomado el control en ocasiones posteriores pero no tengo recuerdo de ello. Mi hipótesis es que, tras invocar al biógrafo de Carlomagno, Eginardo, para conocer el ritual que permitió elevar a la isla, ésta alma en desgracia aprovecho que había abierto la puerta al mundo de los espíritus para usarme de envase. No fue casualidad, fue premeditado. Por otra parte, me parece obvia la relación del nombre Pendragon con Merlin y Morgana; Arthur Pendragon, el rey Arturo, Arturo de Bretaña… Pero te acompaño en la pregunta de ¿Por qué?¿Qué buscan? Y creo saber quien tiene las respuestas.- Le dirigió una filosa mirada acusatoria a la dragón.
Un guerrero incansable encontrarás…
Si recuerdos perdidos desearas…
Los custodia el leal dragón…
Que protege prohibida información…
En buena hora, pluma azul hallarás…
Cayendo desde lo alto, como lágrima se verá…
-No es más que un monstruo ambicioso y una rota amistad…
Consolar intentó Merlín con bondad…
Pero rayos y centellas aún verás…
Ocultar los recuerdos con lealtad…
Recitó con solemnidad mientras se alejaba del nigromante y caminaba alrededor de Zaphira a paso lento sin sacarle la mirada de encima para terminar frente a ella. Poco le importaba si la dragón la amenazaba o la atacaba con la espada, ya había visto sus pobres intentos anteriores.
-¿Qué sabes al respecto?- Le preguntó mirándola a los ojos, las ventanas del alma, con severidad.
-Cuentales a todos la razón por la que tus ojos se han tornado negros.- Le ordenó acercándose un paso hacia ella y haciendo un gesto con el brazo para señalar a los presentes.
-De todos modos, ya es demasiado tarde.- Dijo alejándose de la dragón, observándola con desdén y yendo en dirección al ventanal para observar el paisaje.
-Es muy difícil para una buena persona ser un buen gobernante, ya que implica tomar decisiones que no siempre son moralmente justas, pero el tiempo se ha acabado.- La bruja sabía lo que había que hacer, lo había visto, lo había sentido.
-Tenemos que sacrificar a Aedan Le Fay.- Voces escandalizadas y de protesta se volvieron a alzar en la sala.
-Shhhhhhhhhhhhh!- Mando a callar nuevamente haciendo un gesto con su mano para luego girarse lentamente y mirarlos a todos.
It's the last midnight
It's the last wish
It's the last midnight
Soon it will be boom
Squish!
Comenzó a cantar.
Told a little lie- Miro a Lucio, acusándolo con la mirada.
Stole a little gold.- Acusó a Ling
Broke a little vow- Acusó a Sean
Did you?- Preguntó acercándose más al descendiente de Merlín para que pueda sentir el frío de su aura helada.
Had to get your prince- Acusó a Sofía.
Had to get your cow.- Acusó a Sarah
And to get your wish- Acusó a Giordano
Doesn't matter how
Anyway, it doesn't matter now
It's the last midnight
It's the boom
Splat!
Nothing but a vast midnight
Everybody smashed flat!
Nothing we can do
Not exactly true
We could always give them the boy- Se refería a darle a los Pendragon a Aedan. La opinión negativa al respecto parecía ser unánime, así que continuo.
No, of course what really matters is the blame
Someone you can blame
Fine, if that's the thing you enjoy
Placing the blame
If that's the aim
Give me the blame
Just give me the boy.- (Aedan) Era su culpa por haber invocado al biógrafo de los fundadores para conocer el ritual que permitió volver a poner en el aire la isla de Ouroboros cuando cayó y estaba dispuesta a ser culpada por asesinar al niño, pero la única solución viable en ese punto era que se lo entregaran para hacer el sacrificio.
No!(No)- Fue la respuesta que obtuvo de algunos.
No?- Preguntó agotada.
You're so nice
You're not good
You're not bad
You're just nice
I'm not good
I'm not nice
I'm just right
I'm Locatrix - Se acercó a Giordano con una velocidad sobrehumana y lo miro con ferocidad para luego dirigirse al resto de los presentes acusandolos.
You're the world
I'm a hitch
I'm what no one believes
I'm Locatrix
You're all liars and thieves
Like his father- Señalo a Sean tildando de mentiroso y ladrón a su padre consumida por la pasión de la canción.
Like his son will be, too
Oh, why bother?
You'll just do what you do.- El destino no podía modificarse, no con la constante negativa de sus pares a su propuesta. El final había sido escrito y la bruja lo había visto. La energía que había convocado para extraer el espíritu del cuerpo de Desmond volvió a arremolinarse en la sala mientras ella seguía cantando.
It's the last midnight
So, goodbye all
Coming at you fast, midnight
Soon you'll see the sky fall
Here, you want a bean?
Have another bean
Beans were made for making you rich!
Plant them and they soar
Here, you want some more?
Listen to the roar - Canta mientras con un gesto de su mano abre las ventanas de par en par para que escuchen el rugido de los dragones.
Dragons by the score!
Well, you can blame another witch
Canta mientras se vuelve a acercar a Matvey y su blanca cabellera se agita al igual que la falda de su vestido y la capa.
It's the last midnight
It's the last verse
Now, before it's past midnight
I'm leaving you my last curse
I'm leaving you alone
You can tend the garden, it's yours
Separate and alone
Everybody down on all fours
All right, mother, when?
Lost the beans again!
Punish me the way you did then!
Give me claws and a hunch
Just away from this bunch
And the gloom
And the doom
And the boom
Cruuunch!- Y desapareció junto con el nigromante consumida por un portal llevándose con ella la energía que daba vueltas al rededor de la sala generando fuertes corrientes de aire.
Podía exiliarlo del plano mortal, podía condenarlo al infierno en ese mismo instante, pero era grande la curiosidad que había por sus palabras. No le quitó la soberbia mirada de encima cuando la aparición le hizo una irónica reverencia. El Concejo de los 20 había traído la guerra a Ouroboros cuando decidió intervenir en ella traicionando un código fundamental; la intervención indirecta, los mejores y más formados disipulos eran los que deberían hacer del mundo un lugar mejor a través de sus enseñanzas, no ellos, habían hecho de la exclusiva isla, un parque de atracciones, habían delatado su ubicación, se habían rebajado al nivel de otros grupos claramente inferiores. La bruja no sabía si quería seguir siendo parte de la espiral descendente del Consejo de los 20.
Todo el aire salió de su cuerpo en un suspiro cuando giró su cabeza y vió a Matvey siendo atravesado de lado a lado por la espada del demonio. Sin perder la compostura se acercó a él, se agachó y lo miro a los ojos para comprobar que la vida seguía allí pero no por mucho más tiempo. Tras la cegadora luz roja, la desaparición del alma y otro tierno intento de la dragón por atacarlo, iniciaron las acusaciones. Se incorporó y miró a la dragón con altivez sin que un pelo se le mueva de su espectral y majestuosa figura.
-El que acaba de estar aquí, Sarah, fue Charles Pendragon. Hasta donde yo sé, puede ser el mismo espíritu que tomó posesión de mi cuerpo, al menos, durante la fiesta del renacimiento, es posible que haya tomado el control en ocasiones posteriores pero no tengo recuerdo de ello. Mi hipótesis es que, tras invocar al biógrafo de Carlomagno, Eginardo, para conocer el ritual que permitió elevar a la isla, ésta alma en desgracia aprovecho que había abierto la puerta al mundo de los espíritus para usarme de envase. No fue casualidad, fue premeditado. Por otra parte, me parece obvia la relación del nombre Pendragon con Merlin y Morgana; Arthur Pendragon, el rey Arturo, Arturo de Bretaña… Pero te acompaño en la pregunta de ¿Por qué?¿Qué buscan? Y creo saber quien tiene las respuestas.- Le dirigió una filosa mirada acusatoria a la dragón.
Un guerrero incansable encontrarás…
Si recuerdos perdidos desearas…
Los custodia el leal dragón…
Que protege prohibida información…
En buena hora, pluma azul hallarás…
Cayendo desde lo alto, como lágrima se verá…
-No es más que un monstruo ambicioso y una rota amistad…
Consolar intentó Merlín con bondad…
Pero rayos y centellas aún verás…
Ocultar los recuerdos con lealtad…
Recitó con solemnidad mientras se alejaba del nigromante y caminaba alrededor de Zaphira a paso lento sin sacarle la mirada de encima para terminar frente a ella. Poco le importaba si la dragón la amenazaba o la atacaba con la espada, ya había visto sus pobres intentos anteriores.
-¿Qué sabes al respecto?- Le preguntó mirándola a los ojos, las ventanas del alma, con severidad.
-Cuentales a todos la razón por la que tus ojos se han tornado negros.- Le ordenó acercándose un paso hacia ella y haciendo un gesto con el brazo para señalar a los presentes.
-De todos modos, ya es demasiado tarde.- Dijo alejándose de la dragón, observándola con desdén y yendo en dirección al ventanal para observar el paisaje.
-Es muy difícil para una buena persona ser un buen gobernante, ya que implica tomar decisiones que no siempre son moralmente justas, pero el tiempo se ha acabado.- La bruja sabía lo que había que hacer, lo había visto, lo había sentido.
-Tenemos que sacrificar a Aedan Le Fay.- Voces escandalizadas y de protesta se volvieron a alzar en la sala.
-Shhhhhhhhhhhhh!- Mando a callar nuevamente haciendo un gesto con su mano para luego girarse lentamente y mirarlos a todos.
It's the last midnight
It's the last wish
It's the last midnight
Soon it will be boom
Squish!
Comenzó a cantar.
Told a little lie- Miro a Lucio, acusándolo con la mirada.
Stole a little gold.- Acusó a Ling
Broke a little vow- Acusó a Sean
Did you?- Preguntó acercándose más al descendiente de Merlín para que pueda sentir el frío de su aura helada.
Had to get your prince- Acusó a Sofía.
Had to get your cow.- Acusó a Sarah
And to get your wish- Acusó a Giordano
Doesn't matter how
Anyway, it doesn't matter now
It's the last midnight
It's the boom
Splat!
Nothing but a vast midnight
Everybody smashed flat!
Nothing we can do
Not exactly true
We could always give them the boy- Se refería a darle a los Pendragon a Aedan. La opinión negativa al respecto parecía ser unánime, así que continuo.
No, of course what really matters is the blame
Someone you can blame
Fine, if that's the thing you enjoy
Placing the blame
If that's the aim
Give me the blame
Just give me the boy.- (Aedan) Era su culpa por haber invocado al biógrafo de los fundadores para conocer el ritual que permitió volver a poner en el aire la isla de Ouroboros cuando cayó y estaba dispuesta a ser culpada por asesinar al niño, pero la única solución viable en ese punto era que se lo entregaran para hacer el sacrificio.
No!(No)- Fue la respuesta que obtuvo de algunos.
No?- Preguntó agotada.
You're so nice
You're not good
You're not bad
You're just nice
I'm not good
I'm not nice
I'm just right
I'm Locatrix - Se acercó a Giordano con una velocidad sobrehumana y lo miro con ferocidad para luego dirigirse al resto de los presentes acusandolos.
You're the world
I'm a hitch
I'm what no one believes
I'm Locatrix
You're all liars and thieves
Like his father- Señalo a Sean tildando de mentiroso y ladrón a su padre consumida por la pasión de la canción.
Like his son will be, too
Oh, why bother?
You'll just do what you do.- El destino no podía modificarse, no con la constante negativa de sus pares a su propuesta. El final había sido escrito y la bruja lo había visto. La energía que había convocado para extraer el espíritu del cuerpo de Desmond volvió a arremolinarse en la sala mientras ella seguía cantando.
It's the last midnight
So, goodbye all
Coming at you fast, midnight
Soon you'll see the sky fall
Have another bean
Beans were made for making you rich!
Plant them and they soar
Here, you want some more?
Listen to the roar - Canta mientras con un gesto de su mano abre las ventanas de par en par para que escuchen el rugido de los dragones.
Dragons by the score!
Well, you can blame another witch
Canta mientras se vuelve a acercar a Matvey y su blanca cabellera se agita al igual que la falda de su vestido y la capa.
It's the last midnight
It's the last verse
Now, before it's past midnight
I'm leaving you my last curse
I'm leaving you alone
You can tend the garden, it's yours
Separate and alone
Everybody down on all fours
All right, mother, when?
Lost the beans again!
Punish me the way you did then!
Give me claws and a hunch
Just away from this bunch
And the gloom
And the doom
And the boom
Cruuunch!- Y desapareció junto con el nigromante consumida por un portal llevándose con ella la energía que daba vueltas al rededor de la sala generando fuertes corrientes de aire.
- Canción:
Seguía sin poder ver nada por culpa del maldito broche que me había cegado, pero al menos había sanado un poco a Thalos. Aún así era horrible estar sin ver en esa situación, me ponía muy nervioso no saber a ciencia cierta lo que estaba sucediendo. Enseguida escuché un candado abriéndose muy cerca de mí, localizando de ese modo a Sean cuando acababa de ser liberado. Cogí su mano con fuerza para no perderlo más, esperando que todo aquello terminase pronto. - Lo sé, lo sé...yo también estoy asustado, pero no te separes más de mí, yo tampoco puedo ver nada ahora y así no puedo protegerte. ¿Estás bien? - aproveche que lo tenía cogido para transferirle mi magia de sanación, pues seguro que le habían hecho algo con tanto golpe y zarandeo.
La voz de Desmond se apagó de manera bastante repentina después de lanzar unas últimas amenazas, y después se escuchó otra voz muy distinta. Lanzó amenazas para unos y otros, y repitió aquello que escuchamos hace tiempo en la fiesta. Todo lo que decía era aterrador. Las acusaciones a la dragona me dejaron helado.
Temí que fuese tarde para Desmond en cuanto escuché los gritos de Sean y los de Zaphira, que se había acercado para abrazar a Sean. Me retiré levemente para dejarles espacio, pues ahora quedaba más claro que nunca que nos ocultaba algo. - Creo que es buen momento para hablar, Zaphira. Eres la única que pudo saber de primera mano lo que pasó...-
Sarah pronunció la palabra "asesinado", así que ya no quedaba ninguna duda de que Desmond había muerto y que no había nada que yo pudiese hacer ya por él. Mi magia no servía en esos casos, no era lo suficientemente bueno. Tenía ganas de llorar al pensar en el pobre Desmond y en Catherine, en lo que se nos venía encima. No podía creer que hubiese muerto por nuestra inacción. Era una locura el modo en que había acabado todo casi sin darnos cuenta. Apenas reaccioné cuando Matvey me pidió que atendiese a Reiv, al que supuse que acababa de hacer un exorcismo. Pedí que me acercasen a él, pero me detuve en seco cuando empezó el show por parte de Bellatrix. El cónclave ya había sido bastante surrealista con la aparición de Desmond poseído, los guardias traidores, los secretos, los reproches, la muerte del chico, el demonio...Bellatrix cantando ya fue lo último para darme cuenta que jamás debimos hacer ese cónclave. La culpa era de Altair. - Es...¿una profecía? - susurré al escuchar lo de la rota amistad y lo de ocultar secretos, retrocediendo un par de pasos por instinto.
No pude ver el momento exacto de la canción en el que me acusaba, pero estaba más que alucinado por su insistencia en matar a un niño de menos de dos años. - ¡No! ¡esto no se soluciona con sacrificos, Bellatrix! ¿Acaso esos espíritus te han hecho perder el juicio? ¿Desde cuándo sacrificamos vidas de ese modo? - debía haberle afectado alguna posesión, estaba claro. La canción cesó después de muchos más versos siniestros, pero no pude ver el final, el momento en el que desapareció con Matvey. Sólo pude suponer que se había marchado porque ya no la escuché más.
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post 2 de 5 ceguera
La voz de Desmond se apagó de manera bastante repentina después de lanzar unas últimas amenazas, y después se escuchó otra voz muy distinta. Lanzó amenazas para unos y otros, y repitió aquello que escuchamos hace tiempo en la fiesta. Todo lo que decía era aterrador. Las acusaciones a la dragona me dejaron helado.
Temí que fuese tarde para Desmond en cuanto escuché los gritos de Sean y los de Zaphira, que se había acercado para abrazar a Sean. Me retiré levemente para dejarles espacio, pues ahora quedaba más claro que nunca que nos ocultaba algo. - Creo que es buen momento para hablar, Zaphira. Eres la única que pudo saber de primera mano lo que pasó...-
Sarah pronunció la palabra "asesinado", así que ya no quedaba ninguna duda de que Desmond había muerto y que no había nada que yo pudiese hacer ya por él. Mi magia no servía en esos casos, no era lo suficientemente bueno. Tenía ganas de llorar al pensar en el pobre Desmond y en Catherine, en lo que se nos venía encima. No podía creer que hubiese muerto por nuestra inacción. Era una locura el modo en que había acabado todo casi sin darnos cuenta. Apenas reaccioné cuando Matvey me pidió que atendiese a Reiv, al que supuse que acababa de hacer un exorcismo. Pedí que me acercasen a él, pero me detuve en seco cuando empezó el show por parte de Bellatrix. El cónclave ya había sido bastante surrealista con la aparición de Desmond poseído, los guardias traidores, los secretos, los reproches, la muerte del chico, el demonio...Bellatrix cantando ya fue lo último para darme cuenta que jamás debimos hacer ese cónclave. La culpa era de Altair. - Es...¿una profecía? - susurré al escuchar lo de la rota amistad y lo de ocultar secretos, retrocediendo un par de pasos por instinto.
No pude ver el momento exacto de la canción en el que me acusaba, pero estaba más que alucinado por su insistencia en matar a un niño de menos de dos años. - ¡No! ¡esto no se soluciona con sacrificos, Bellatrix! ¿Acaso esos espíritus te han hecho perder el juicio? ¿Desde cuándo sacrificamos vidas de ese modo? - debía haberle afectado alguna posesión, estaba claro. La canción cesó después de muchos más versos siniestros, pero no pude ver el final, el momento en el que desapareció con Matvey. Sólo pude suponer que se había marchado porque ya no la escuché más.
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Zaphira Eire
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En cuanto Sarah mencionó la muerte de Desmond Sean no pudo evitar derrumbarse, era un duro golpe para todos pero eso no me impediría cumplir con mi misión. Acusé a la bruja descendiente de Dante y no tuvo palabras para contestar a aquello solo una mirada de desdén por la que me habría encantado sacarle los ojos, sin embargo fue nuevamente la pelirroja la que me habló de forma altiva -Tu a mi no me das órdenes...!- La voz de Sean me detuvo acercándome a él en cuanto tendió su mano hacia mi pero sin separarse del mostacho con patas.
No había nada sobre la faz de la tierra que ablandara más mi corazón que el chico, estaba temblando como una hoja y aún así se mantenía de pie a pesar de todo, estaba orgullosa de él pero al mismo tiempo asustada de perderlo. Bellatrix se ofreció voluntaria para contestar a las preguntas de Sarah y sumarse a otras ademas de recitar algo que sin duda alguna le habrían dicho los espíritus, todo apuntaba a mi pero no cedería ante nadie -No tengo que contestaros a nada, no os debo lealtad a ninguno de los presentes así que dejad de darme órdenes como si os debiera algo!- la ira se me atragantaba, tenía una especie de bipolaridad en curso que me estaba empezando a dar dolor de cabeza -Además, uno de vuestros honorables miembros me dejó muy claro que debo meterme en mis asuntos y eso es lo que pienso hacer, Mi apellido es Eire, soy la última comandante de la orden de Merlín y guardiana de su sangre, llevo custodiando esta maldita isla desde hace más de ochocientos años por orden de su casta y cumpliré mi misión en esta vida o en la otra y ninguno de vosotros podrá impedirmelo-
La bruja caminó a nuestro alrededor pero sus ojos fríos estaban clavados en los míos que ahora eran como pozos de alquitrán, no contesté a nada y me limité a mirarla con desprecio mientras gruñía y mi mano se cerraba con fuerza en la empuñadura de mi espada, de nuevo aquello de sacrificar a Aedan seguido del numerito musical, no tenía tiempo para eso y se me agotaba poco a poco.
La loca se dirigió a mi un par de veces y ganas no me faltaban de desenfundar la espada sobretodo cuando se refirió al padre de Sean como un ladrón y mentiroso pero el chico era listo y me tomó del brazo -Maldita chiflada...- fue entonces cuando abrió la ventana y los rugidos de los dragones me erizaron la piel, siempre había habido dragones en la isla pero... ¿y si todo era como la última vez? no, no podía permitirlo pero me era imposible luchar y proteger a Sean... Miré al chico y al descendiente de Galeno a su lado al cual tomé del cuello de la camisa para hablarle por lo bajo -Escúchame bien Lucio, sé perfectamente lo que intentabas hace un rato intentando parecer simpático conmigo pero esa mierda no funciona en mi, demuestrame que eres capaz de proteger a Sean mientras no estoy y solo entonces os daré mi bendición pero como le pase algo te cuelgo de la torre más alta de esta puñetera isla- lo solté para después darle un beso en la frente a Sean y no atendí a razones de nada ni nadie, simplemente salí de la sala rumbo a los barracones, había que preparar a la guardia.
No había nada sobre la faz de la tierra que ablandara más mi corazón que el chico, estaba temblando como una hoja y aún así se mantenía de pie a pesar de todo, estaba orgullosa de él pero al mismo tiempo asustada de perderlo. Bellatrix se ofreció voluntaria para contestar a las preguntas de Sarah y sumarse a otras ademas de recitar algo que sin duda alguna le habrían dicho los espíritus, todo apuntaba a mi pero no cedería ante nadie -No tengo que contestaros a nada, no os debo lealtad a ninguno de los presentes así que dejad de darme órdenes como si os debiera algo!- la ira se me atragantaba, tenía una especie de bipolaridad en curso que me estaba empezando a dar dolor de cabeza -Además, uno de vuestros honorables miembros me dejó muy claro que debo meterme en mis asuntos y eso es lo que pienso hacer, Mi apellido es Eire, soy la última comandante de la orden de Merlín y guardiana de su sangre, llevo custodiando esta maldita isla desde hace más de ochocientos años por orden de su casta y cumpliré mi misión en esta vida o en la otra y ninguno de vosotros podrá impedirmelo-
La bruja caminó a nuestro alrededor pero sus ojos fríos estaban clavados en los míos que ahora eran como pozos de alquitrán, no contesté a nada y me limité a mirarla con desprecio mientras gruñía y mi mano se cerraba con fuerza en la empuñadura de mi espada, de nuevo aquello de sacrificar a Aedan seguido del numerito musical, no tenía tiempo para eso y se me agotaba poco a poco.
La loca se dirigió a mi un par de veces y ganas no me faltaban de desenfundar la espada sobretodo cuando se refirió al padre de Sean como un ladrón y mentiroso pero el chico era listo y me tomó del brazo -Maldita chiflada...- fue entonces cuando abrió la ventana y los rugidos de los dragones me erizaron la piel, siempre había habido dragones en la isla pero... ¿y si todo era como la última vez? no, no podía permitirlo pero me era imposible luchar y proteger a Sean... Miré al chico y al descendiente de Galeno a su lado al cual tomé del cuello de la camisa para hablarle por lo bajo -Escúchame bien Lucio, sé perfectamente lo que intentabas hace un rato intentando parecer simpático conmigo pero esa mierda no funciona en mi, demuestrame que eres capaz de proteger a Sean mientras no estoy y solo entonces os daré mi bendición pero como le pase algo te cuelgo de la torre más alta de esta puñetera isla- lo solté para después darle un beso en la frente a Sean y no atendí a razones de nada ni nadie, simplemente salí de la sala rumbo a los barracones, había que preparar a la guardia.
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