Recuerdo del primer mensaje :
Es un espacio recreativo para las familias y aprendices. Fueron creados con la intención de emular los magníficos Jardines colgantes de Babilonia
“No, yo tampoco lo sabía!!”
Expresó y soltó una risa pequeña ante eso de los exámenes sorpresa, no pudiendo evitar mirar a Jack y notando un brillo particular en sus ojos. Alzó suavemente el hombro cuando Ian agradeció la ilusión. Los dos eran fanes de la intimidad, de tener tiempo para sí y que no tuviera que compartir con nadie más. Lo suyo propio había pasado meses a escondidas porque querían disfrutarlos sin que se oyeran habladurías, comentarios o juicios. Dijo sus palabras, sintiéndolas cada una de ellas en su corazón y alma. Catherine ladeó suavemente el rostro hacia la mano de Ian, apoyandolo en esta con una sonrisa en los labios mientras subía la suya y la unía a la de él.
“¿Yo, casándome? Te entiendo perfectamente”
Se rió de lo que le dijo, pero fue una risa natural y espontánea porque es que los dos parecían cortados por la misma tijera. Asintió levemente cuando dijo que nuestra terquedad había jugado en contra, de nuestras idas y venidas y de lo mucho que nos había costado estar juntos. Pero allí estábamos, algo de lo que no habíamos podido huir. Asintió con suavidad al darse cuenta de lo que estaba hablando y no pudo evitar seguir derramando lágrimas, no sólo de lo que habían vivido, si no de lo que sentía ahora. En cuanto bajó la mano, Catherine sintió que el bebé pegaba una patada donde tenian sus manos como dando el consentimiento también a la unión y eso le provocó una sonrisa a Catherine.
La luz alrededor de sus muñecas se intensificó y Catherine miró hacia allí manteniendo la sonrisa en los labios mientras la ilusión se disipaba dejando entonces a todo el público ante sus ojos. Sorbió un poco la nariz para luego quedarse sorprendida cuando vio a Kyla y Darryl venir montados en dragones, con sus outfits súper monos. La risa le ataca, floja, mientras recoje el anillo de las manos de Darryl para colocarselo a Ian en el anular de la mano izquierda y extendiendo su mano para que también coloque el suyo. Entonces se acerca hacia él sonriendo, acarició su nariz levemente con la propia mientras la rodea el cuello con los brazos. Sentía ganas de decirle algo que lo oyera solo él, pero…¿para qué decirlo si podía expresarlo? Buscó sus labios y lo besó, larga y profundamente mientras lo estrechaba contra sí; sintiendo que con ese beso realmente sellaba su unión mientras un calor relativamente extraño le rodeaba todo el cuerpo y se conectaba con el de él. Un tiempo después descubriría que era.
Al separarse, el iris de ambos brilla con irisdicencia impropia pero sólo unos segundos, siendo tan efímero que parece no haber pasado. Catherine suelta un leve suspiro mirandole a los ojos -Llévame a comer algo rico. Desde anoche estoy angustiada y tengo mucha hambre- Porque claro, Catherine Le Fay ya había superado su nivel de moñerías del día...Y probablemente la semana o el mes.
Expresó y soltó una risa pequeña ante eso de los exámenes sorpresa, no pudiendo evitar mirar a Jack y notando un brillo particular en sus ojos. Alzó suavemente el hombro cuando Ian agradeció la ilusión. Los dos eran fanes de la intimidad, de tener tiempo para sí y que no tuviera que compartir con nadie más. Lo suyo propio había pasado meses a escondidas porque querían disfrutarlos sin que se oyeran habladurías, comentarios o juicios. Dijo sus palabras, sintiéndolas cada una de ellas en su corazón y alma. Catherine ladeó suavemente el rostro hacia la mano de Ian, apoyandolo en esta con una sonrisa en los labios mientras subía la suya y la unía a la de él.
“¿Yo, casándome? Te entiendo perfectamente”
Se rió de lo que le dijo, pero fue una risa natural y espontánea porque es que los dos parecían cortados por la misma tijera. Asintió levemente cuando dijo que nuestra terquedad había jugado en contra, de nuestras idas y venidas y de lo mucho que nos había costado estar juntos. Pero allí estábamos, algo de lo que no habíamos podido huir. Asintió con suavidad al darse cuenta de lo que estaba hablando y no pudo evitar seguir derramando lágrimas, no sólo de lo que habían vivido, si no de lo que sentía ahora. En cuanto bajó la mano, Catherine sintió que el bebé pegaba una patada donde tenian sus manos como dando el consentimiento también a la unión y eso le provocó una sonrisa a Catherine.
La luz alrededor de sus muñecas se intensificó y Catherine miró hacia allí manteniendo la sonrisa en los labios mientras la ilusión se disipaba dejando entonces a todo el público ante sus ojos. Sorbió un poco la nariz para luego quedarse sorprendida cuando vio a Kyla y Darryl venir montados en dragones, con sus outfits súper monos. La risa le ataca, floja, mientras recoje el anillo de las manos de Darryl para colocarselo a Ian en el anular de la mano izquierda y extendiendo su mano para que también coloque el suyo. Entonces se acerca hacia él sonriendo, acarició su nariz levemente con la propia mientras la rodea el cuello con los brazos. Sentía ganas de decirle algo que lo oyera solo él, pero…¿para qué decirlo si podía expresarlo? Buscó sus labios y lo besó, larga y profundamente mientras lo estrechaba contra sí; sintiendo que con ese beso realmente sellaba su unión mientras un calor relativamente extraño le rodeaba todo el cuerpo y se conectaba con el de él. Un tiempo después descubriría que era.
Al separarse, el iris de ambos brilla con irisdicencia impropia pero sólo unos segundos, siendo tan efímero que parece no haber pasado. Catherine suelta un leve suspiro mirandole a los ojos -Llévame a comer algo rico. Desde anoche estoy angustiada y tengo mucha hambre- Porque claro, Catherine Le Fay ya había superado su nivel de moñerías del día...Y probablemente la semana o el mes.
Había acompañado a Catherine hasta el altar, llevándola del brazo con seguridad. Preferí ignorar a la gente del público... la mayoría eran miembros del consejo que ya conocía, pero no todos. Y sí, estaba de acuerdo con Catherine en que ambos nos encontrabamos muy fuera de nuestra zona de confort...pero habia que saber guardar las formas.
Observé a Jack y lo saludé con un gesto de la cabeza cuando estuvimos en frente. Luego miré a la acompañante de Ian, Anteia. Me encontré mirándola por algo más de tiempo del que habría sido recomendable, lo cierto es que la mujer estaba espléndida, y desprendía un aura peculiar, como la de un rayo de sol calido en un amanecer frio. Le dediqué una breve reverencia con mi cabeza, un movimiento pausado y elegante, aunque mantuve mis pupilas en alto hacia su cara. Luego me quedé de un lado, esperando a que Jack oficiase la ceremonia...
Lo cierto es que me ausenté durante el discurso de Newton, de Cat y de Ian. Mantenía comunicaciones con los demonios que habia situado en la periferia. Todo en orden.... llené mis pulmones de aire y cuando quise prestar atencion de nuevo, ya se estaban besando. El vinculo magico chispeaba y era evidente....
Levanté mis manos y comencé a aplaudir, sonriendo tambien con los ojos y no solo con los labios. Mas gente se unió a mi aplauso.
La clausura del enlace no podia quedar exento de más magia, asi que un monton de pétalos blancos comenzaron a caer de la nada sobre los novios y todo el convite. Algunos se convirtieron en etéreos colibríes de luz antes de tocar el suelo y se pusieron a darles vueltas a la pareja, antes de que decidieran huir de alli porque seguro que ya habian tenido su dosis de antecion para mucho tiempo. A mi la verdad me estaba poniendo de los nervios tanto petalo y tanto pajaro y tanta luz, pero es que Sean se habia puesto muy pesado con aquello... y cuando empezasen los "fuegos artificiales"...
Me acerqué a ambos y puse mis manos sobre sus hombros.
- Enhorabuena
Observé a Jack y lo saludé con un gesto de la cabeza cuando estuvimos en frente. Luego miré a la acompañante de Ian, Anteia. Me encontré mirándola por algo más de tiempo del que habría sido recomendable, lo cierto es que la mujer estaba espléndida, y desprendía un aura peculiar, como la de un rayo de sol calido en un amanecer frio. Le dediqué una breve reverencia con mi cabeza, un movimiento pausado y elegante, aunque mantuve mis pupilas en alto hacia su cara. Luego me quedé de un lado, esperando a que Jack oficiase la ceremonia...
Lo cierto es que me ausenté durante el discurso de Newton, de Cat y de Ian. Mantenía comunicaciones con los demonios que habia situado en la periferia. Todo en orden.... llené mis pulmones de aire y cuando quise prestar atencion de nuevo, ya se estaban besando. El vinculo magico chispeaba y era evidente....
Levanté mis manos y comencé a aplaudir, sonriendo tambien con los ojos y no solo con los labios. Mas gente se unió a mi aplauso.
La clausura del enlace no podia quedar exento de más magia, asi que un monton de pétalos blancos comenzaron a caer de la nada sobre los novios y todo el convite. Algunos se convirtieron en etéreos colibríes de luz antes de tocar el suelo y se pusieron a darles vueltas a la pareja, antes de que decidieran huir de alli porque seguro que ya habian tenido su dosis de antecion para mucho tiempo. A mi la verdad me estaba poniendo de los nervios tanto petalo y tanto pajaro y tanta luz, pero es que Sean se habia puesto muy pesado con aquello... y cuando empezasen los "fuegos artificiales"...
Me acerqué a ambos y puse mis manos sobre sus hombros.
- Enhorabuena
Sigo la ceremonia con atención y emocionándome por momentos, teniendo que limpiarme alguna que otra lagrimilla que me cae cuando dicen sus votos. Me hace mucha ilusión ver a mi hermano así, pero me anoto mentalmente lo de chincharle y recordarle lo moñas que ha sido hoy. De vez en cuando miro hacia donde están mi padre y Lyran, para ver qué cara ponen estos. También miro de reojo al ruso, que está tan elegante y bien peinado que da gusto verlo. No me detengo mucho a mirarlo, que me pongo roja fantaseando con bodas blocheviques-hippie-veganas-random. Los mellizos me sacan una sonrisa, todo monos con sus anillos. Después miro a Desmond y a Azahar, shippeandolos sólo porque yo soy así, que me monto mis películas. - Aish...- Finalmente miro embobada todo el rollo de la magia de unión, con sus luces, sus chispas y toda la traca final de pétalos pájaros y demás.
"me voy a poner a cantar de un momento a otro como esto siga siendo tan Disney"
- ¡Vivan los novios! - grito aplaudiendo en medio de todo el espéctaculo, saltándome ya todo el protocolo para ir a abrazar a mi hermano y a Catherine. Así no me toca hacer cola, que habrá varios que quieran darles la enhorabuena. Espero a que Matvey termine de hacer lo propio, y después de eso le doy un fuerte abrazo a mi hermano, colgándome de su cuello un momento. - Enhorabuena, hermano. Ha sido todo muy bonito. - después abrazo a Catherine, pero con más cuidado, que no quiero tirarla al suelo ni nada. - Enhorabuena a ti también, y ¡bienvenida a la familia Hacksaw! cuando se nos conoce no estamos tan locos. O sí... - me separo de mi cuñada para volver un momento junto a mi hermano, dándole un codazo en las costilla y hablándole por lo bajo con una sonrisa maliciosa. - No sabía que podías llegar a ser tan moñas.- después me separo de ambos nuevamente, diciendo que los veré en la zona del banquete dentro de un rato. Así les dejo espacio para que les salude el resto de gente y para que hagan eso de firmar que hacen en las bodas. Echo a andar con cuidado de no estamparme con los tacones, tirando a Justin del brazo cuando me lo cruzo. - ¡Ven, alumno! te voy a instruir en la dieta vegana- le digo de manera un poco mandona mientras nos alejamos hacia la zona de los canapés, que ya empiezan a pasear por allí con los camareros.
"me voy a poner a cantar de un momento a otro como esto siga siendo tan Disney"
- ¡Vivan los novios! - grito aplaudiendo en medio de todo el espéctaculo, saltándome ya todo el protocolo para ir a abrazar a mi hermano y a Catherine. Así no me toca hacer cola, que habrá varios que quieran darles la enhorabuena. Espero a que Matvey termine de hacer lo propio, y después de eso le doy un fuerte abrazo a mi hermano, colgándome de su cuello un momento. - Enhorabuena, hermano. Ha sido todo muy bonito. - después abrazo a Catherine, pero con más cuidado, que no quiero tirarla al suelo ni nada. - Enhorabuena a ti también, y ¡bienvenida a la familia Hacksaw! cuando se nos conoce no estamos tan locos. O sí... - me separo de mi cuñada para volver un momento junto a mi hermano, dándole un codazo en las costilla y hablándole por lo bajo con una sonrisa maliciosa. - No sabía que podías llegar a ser tan moñas.- después me separo de ambos nuevamente, diciendo que los veré en la zona del banquete dentro de un rato. Así les dejo espacio para que les salude el resto de gente y para que hagan eso de firmar que hacen en las bodas. Echo a andar con cuidado de no estamparme con los tacones, tirando a Justin del brazo cuando me lo cruzo. - ¡Ven, alumno! te voy a instruir en la dieta vegana- le digo de manera un poco mandona mientras nos alejamos hacia la zona de los canapés, que ya empiezan a pasear por allí con los camareros.
Apenas llegar a su lugar se giró para ver a Azahar con Rhaegar, tenía un vestido que resaltaba… Su personalidad, pensó Desmond y trató de aligerar sus pensamientos erráticos porque había tomado ciertas decisiones cuando se enteró de lo de Ian y Catherine. Aparte, como siempre que discutía con ella, se habría más la brecha en su “amistad”. No, no le pasa desapercibido el bombón que viene con Rhaegar pero aunque hermosa no llega a atraerle. En parte porque está Azahar por ahí y en parte porque está Priscila por ahí. Se pasa la mano por el pelo, echándoselo hacia atrás para dejar de agobiarse por tonterías y ve a Catherine caminar hacia el altar mucho más tranquila, con lo cual agradece a Matvey aunque no hubiese contacto mental.
Jack comienza con la ceremonia y todos guardan el silencio respectivo, Desmond se mantiene atento a sus palabras y luego los votos sonriendo de lado al escuchar a su hermana. Notó el cambio en Anteia y escuchó sus gritos de inmediato, haciendo una mueca con el rostro y dando las órdenes para que los niños trajeran los anillos. Después siguió oyendo a Cat. Había encontrado su propósito, después de todo este tiempo… Desmond comprendía muchas más cosas sobre Ian y Catherine de lo que pensaba. Sólo le faltó oírlos. Él nunca pudo darle eso a su hermana, ni paz, ni objetivos y por eso es que Ian había llegado a su vida. Pero bueno, él era genial planteándose objetivos por sí mismo no? No dudó una milésima de segundo en mirar a Azahar para luego esquivar su mirada y ver a Chloe, que emocionada, sale a saludar a su hermano. Las luces, los colibrís y todo el resto se empieza a disipar y Desmond aprovecha que estando cerca puede ser uno de los primeros. Saluda primero a Cat, dejándole un beso en la frente sin decir nada más y luego extiende la mano hacia Ian y la otra la pone en su hombro, estrechando ambas y mirandolo a los ojos. -Bienvenido al linaje Le Fay, Ian- Soltó, solemne, con una sonrisa breve que le llegó a los ojos para luego retirarse.
Pasó por el lado de Rhaegar lanzándole un codazo con una sonrisa casi pícara -No me has dicho su nombre, asumo que tendré que presentarme- Añadió alzando ambas cejas para luego soltar una risa, esquivó a Azahar y Anteia, así como al resto de personas que empezaban a aglomerarse y llegó hasta Priscila -Señorita… ¿Has disfrutado?- Cuestionó mirandola con una sonrisa encantadora en los labios antes de ofrecerle su brazo y detenerse en la silla de al lado donde estaba la compañía de Rhaegar.
-Hola- Saludó cordialmente antes de sonreír con cierta picardía -Rhaegar me ha pedido que te escolte al banquete. Espero no sea un problema- Dijo, jugandole una pasadita a Rhaegar por puro hobbie. Extendió su otro brazo y sonrió de lado -¿Qué os han regalado chicas? Apuesto a que, sea lo que sea, no se comparará con vuestra belleza- Halaga mientras iban directo al banquete, mientras caminaban algunos colibríes se unían al trío y Desmond rió -¿Veis? Hasta ellos están de acuerdo.
Jack comienza con la ceremonia y todos guardan el silencio respectivo, Desmond se mantiene atento a sus palabras y luego los votos sonriendo de lado al escuchar a su hermana. Notó el cambio en Anteia y escuchó sus gritos de inmediato, haciendo una mueca con el rostro y dando las órdenes para que los niños trajeran los anillos. Después siguió oyendo a Cat. Había encontrado su propósito, después de todo este tiempo… Desmond comprendía muchas más cosas sobre Ian y Catherine de lo que pensaba. Sólo le faltó oírlos. Él nunca pudo darle eso a su hermana, ni paz, ni objetivos y por eso es que Ian había llegado a su vida. Pero bueno, él era genial planteándose objetivos por sí mismo no? No dudó una milésima de segundo en mirar a Azahar para luego esquivar su mirada y ver a Chloe, que emocionada, sale a saludar a su hermano. Las luces, los colibrís y todo el resto se empieza a disipar y Desmond aprovecha que estando cerca puede ser uno de los primeros. Saluda primero a Cat, dejándole un beso en la frente sin decir nada más y luego extiende la mano hacia Ian y la otra la pone en su hombro, estrechando ambas y mirandolo a los ojos. -Bienvenido al linaje Le Fay, Ian- Soltó, solemne, con una sonrisa breve que le llegó a los ojos para luego retirarse.
Pasó por el lado de Rhaegar lanzándole un codazo con una sonrisa casi pícara -No me has dicho su nombre, asumo que tendré que presentarme- Añadió alzando ambas cejas para luego soltar una risa, esquivó a Azahar y Anteia, así como al resto de personas que empezaban a aglomerarse y llegó hasta Priscila -Señorita… ¿Has disfrutado?- Cuestionó mirandola con una sonrisa encantadora en los labios antes de ofrecerle su brazo y detenerse en la silla de al lado donde estaba la compañía de Rhaegar.
-Hola- Saludó cordialmente antes de sonreír con cierta picardía -Rhaegar me ha pedido que te escolte al banquete. Espero no sea un problema- Dijo, jugandole una pasadita a Rhaegar por puro hobbie. Extendió su otro brazo y sonrió de lado -¿Qué os han regalado chicas? Apuesto a que, sea lo que sea, no se comparará con vuestra belleza- Halaga mientras iban directo al banquete, mientras caminaban algunos colibríes se unían al trío y Desmond rió -¿Veis? Hasta ellos están de acuerdo.
He de reconocer que durante toda la ceremonia tengo que hacer un esfuerzo por disimular las emociones del momento, tanto por ver a mi hijo hecho todo un hombre como por la dolorosa ausencia de su madre en este momento. Aguanto todo el rato muy recto y con la vista fija al frente, casi sin moverme ni hacer ruido alguno al respirar. El momento en que dicen sus votos hace que mi mente vuele lejos, varios años atrás. El día de mi boda con Victoria tenía más o menos la misma edad que él, y lo recuerdo como uno de los más felices de mi vida. También estaban allí Lyran y Anteia, al igual que están aquí hoy. Parece mentira que viviésemos aquel momento, como si hubiesen pasado siglos de aquello. Ojalá hubiese un modo de evitar todas las cosas que sucedieron años después...
Salgo de mis pensamientos cuando por fin escucho los aplausos y el grito de Chloe dándoles la enhorabuena, sabiendo que en ese momento ha terminado la ceremonia. Me levanto del sitio para ir a felicitar a mi hijo, no sin antes ayudar a Lyran a ponerse en pie por si quiere ir con Anteia o ir hacia donde está Ian. - En fin...nos hacemos mayores, Knox.- Nos acercamos a la pareja de recién casados, esperando un poco hasta que terminen de felicitarlos unos cuantos. En cuanto quedan libres me aproximo un poco más, dándole un fuerte abrazo a Ian. - Enhorabuena, hijo. Cuida lo que has conseguido. - 'no hagas como yo', me hubiese gustado decir, aunque no es el momento. - Que seáis muy felices.- me separo de él, mirándole un momento a los ojos antes de ir a darle la enhorabuena a su esposa. Pongo una mano en su hombro, inclinando levemente la cabeza de manera respetuosa. No soy muy de contacto físico y no hay todavía confianza para darle un abrazo, aunque ahora me haya convertido en suegro. - Felicidades, Catherine. Bienvenida a la familia. Os veo ahora después. - me alejo tras informar a los novios y los Knox que me voy hacia la zona de las mesas, que con tanta gente aquí acumulada me empiezo a agobiar.
Salgo de mis pensamientos cuando por fin escucho los aplausos y el grito de Chloe dándoles la enhorabuena, sabiendo que en ese momento ha terminado la ceremonia. Me levanto del sitio para ir a felicitar a mi hijo, no sin antes ayudar a Lyran a ponerse en pie por si quiere ir con Anteia o ir hacia donde está Ian. - En fin...nos hacemos mayores, Knox.- Nos acercamos a la pareja de recién casados, esperando un poco hasta que terminen de felicitarlos unos cuantos. En cuanto quedan libres me aproximo un poco más, dándole un fuerte abrazo a Ian. - Enhorabuena, hijo. Cuida lo que has conseguido. - 'no hagas como yo', me hubiese gustado decir, aunque no es el momento. - Que seáis muy felices.- me separo de él, mirándole un momento a los ojos antes de ir a darle la enhorabuena a su esposa. Pongo una mano en su hombro, inclinando levemente la cabeza de manera respetuosa. No soy muy de contacto físico y no hay todavía confianza para darle un abrazo, aunque ahora me haya convertido en suegro. - Felicidades, Catherine. Bienvenida a la familia. Os veo ahora después. - me alejo tras informar a los novios y los Knox que me voy hacia la zona de las mesas, que con tanta gente aquí acumulada me empiezo a agobiar.
La boda transcurre de la forma más normal y aburrida del mundo, sin trifulcas de ningún tipo ni novias que salen corriendo ni novios que no llegan nunca. Tampoco objeta nadie. A Markus eso último le satisface en gran medida, puesto que nadie tenía que opinar de los juguetes de Tesla, salvo el propio Markus. Se fija en la ropa de ella, luego en la de los demás, evidentemente llama parcialmente la atención, por el hecho de ir con la tecnología despierta PJ de su propia invención, pero como la gente cree de Markus que está loco, seguro que no habrían reparado en ese detalle.
Markus también se fija en la decoración. Muy bonita con mucho blanco, muy de boda, pero nada más le llama la atención hasta que llega al banquete. Sin saber si el discurso había acabado o no, o si por protocolo era el momento de atacar el bufete, Markus se levantó de su silla y fue a comprobar si había pizza. La respuesta fue negativo. Eso alteró los nervios de Markus hasta que localizó la cubertería. Y parecía de la buena.
Markus acechó los cubiertos con cautela, por si administrador había puesto una trampa en ellos. Parecía que no. Comprobó que en ese momento todos los invitados estaban haciendo cosas de invitados para meter la mano en los tenedores y guardarse unos cuantos en el bolsillo. Tras ese ataque, se inmiscuye entre los invitados, silbando una cancioncilla inocente.
“Va por ti, maestro Gallaher”
-¡Viva!, Vivan los novios-
“Claro, porque de lo contrario estarían muertos y está boda sería un tanto … ¿Necroboda?”
Vitoreo como hacen los demás invitados, a la vez que ellos. Es lo que procede. Y procede berrear, aunque eso sea cosa de ciervos. Parece no importar
En algún momento del convite Markus se topa con Matvey o con su mirada, recordando en ese momento que tenía que hablar con él, pero también la petarda de la rubia, que si no lo ha hecho ya, lo hará, porque Markus es un hombre que se informa y lee otros roles, pero no para hacer metajuego, sino para saber de qué va la gente. Y ella va de chunga por la vida.
Markus también se fija en la decoración. Muy bonita con mucho blanco, muy de boda, pero nada más le llama la atención hasta que llega al banquete. Sin saber si el discurso había acabado o no, o si por protocolo era el momento de atacar el bufete, Markus se levantó de su silla y fue a comprobar si había pizza. La respuesta fue negativo. Eso alteró los nervios de Markus hasta que localizó la cubertería. Y parecía de la buena.
Markus acechó los cubiertos con cautela, por si administrador había puesto una trampa en ellos. Parecía que no. Comprobó que en ese momento todos los invitados estaban haciendo cosas de invitados para meter la mano en los tenedores y guardarse unos cuantos en el bolsillo. Tras ese ataque, se inmiscuye entre los invitados, silbando una cancioncilla inocente.
“Va por ti, maestro Gallaher”
-¡Viva!, Vivan los novios-
“Claro, porque de lo contrario estarían muertos y está boda sería un tanto … ¿Necroboda?”
Vitoreo como hacen los demás invitados, a la vez que ellos. Es lo que procede. Y procede berrear, aunque eso sea cosa de ciervos. Parece no importar
En algún momento del convite Markus se topa con Matvey o con su mirada, recordando en ese momento que tenía que hablar con él, pero también la petarda de la rubia, que si no lo ha hecho ya, lo hará, porque Markus es un hombre que se informa y lee otros roles, pero no para hacer metajuego, sino para saber de qué va la gente. Y ella va de chunga por la vida.
Tras el emotivo momento de los votos todo parece acelerarse, y el resto del mundo vuelve a aparecer ante nuestros ojos. Los pequeños de Lyran se encargan de traernos los anillos, una acción en la que estoy seguro que Anteia ha debido adiestrarlos bastante para que lo hagan todo perfecto y se porten bien, que tienen pinta de ser unos trastos. Cojo el anillo que me corresponde, dejando que sea Catherine la que coloque primero el anillo. Después procedo a hacer lo mismo, tras intercambiar una pequeña sonrisa cómplice. Al principio parece que el anillo se resiste un poco a entrar, pero enseguida termina de deslizarse por su dedo. Tras las palabras de Jack llega por fin llega el tan ansiado instante, el que llevaba esperando desde que la vi llegar. La rodeo por la cintura para atraerla hacia mi todo lo que es posible, fundiéndonos con ganas en un intenso beso. En ese instante siento una especie de energía extraña recorrerme todo el cuerpo, además de una calidez bastante agradable. Cuando nos separamos me quedo un momento con la frente apoyada contra la suya, riendo por lo bajo por su comentario de la comida. - Exacto. Nos hemos casado sólo por el banquete de después, todo lo demás era una excusa. - bromeo mientras un torbellino de luces, colores, pájaros y efectos especiales variados acompañan el final de la ceremonia.
Enseguida comienzan a llegar amigos y familiares para felicitarnos, siendo Matvey el primero de ellos, por cercanía. Sé que para Catherine es lo más parecido que le queda a un padre, y que han mejorado su relación desde que hablaron claro. - Gracias, Matvey. - Chloe no me deja tiempo para decir mucho más, pues llega corriendo para darme un abrazo un poco a lo bestia. Le devuelvo el abrazo de manera igualmente bestia, entornando después los ojos con fastidio cuando me llama moñas. Lo peor es que es verdad, hoy he sido un maldito moñas. - Calla, enana, es el día de mi boda, tengo excusa. - ella se marcha enseguida, adoctrinando niños que encuentra por ahí. Agradezco igualmente a Desmond, que de los dos Le Fay es con el que he hablado más, aunque no haya sido mucho. Busco entre la gente a mi padre, que por fin llega hasta donde estamos y me da un abrazo como él suele darlos cuando sucede algo importante. Le devuelvo el abrazo sin decir nada al principio, suspirando pesadamente al entender a qué se refiere cuando me dice que la cuide. Para él ha debido ser difícil también lo de aguantar la compostura en la boda. - Lo haré, no lo dudes. - mi padre también se retira a la zona de banquete tras felicitarnos, aunque a nosotros todavía nos queda terminar de saludar a la gente que nos felicita y firmar. Jack pone ante nosotros un grueso libro con portadas de cuero y aspecto ajado, aunque aparece un grabado de un árbol luminoso cuando pasa la mano por su polvorienta cubierta.
"el libro de linajes de los Descendientes..."
Ahí quedan registradas todas las bodas de los Descendientes desde que se conservan datos, y ahora nos toca a nosotros ocupar una página más en él. Una pluma aparece ante nosotros, nuestra única tarea es firmar bajo los nombres que han aparecido en tinta sobre el papel, junto a la fecha del día de hoy. Cuando acabamos Jack se encarga de cerrar el libro y hacerlo desaparecer, enviándolo de vuelta al lugar donde se encuentra guardado en la isla. A partir de ahora ya puede darse por terminada la ceremonia y puede empezar la fiesta, así que nos trasladamos a la zona en la que están las mesas.
Enseguida comienzan a llegar amigos y familiares para felicitarnos, siendo Matvey el primero de ellos, por cercanía. Sé que para Catherine es lo más parecido que le queda a un padre, y que han mejorado su relación desde que hablaron claro. - Gracias, Matvey. - Chloe no me deja tiempo para decir mucho más, pues llega corriendo para darme un abrazo un poco a lo bestia. Le devuelvo el abrazo de manera igualmente bestia, entornando después los ojos con fastidio cuando me llama moñas. Lo peor es que es verdad, hoy he sido un maldito moñas. - Calla, enana, es el día de mi boda, tengo excusa. - ella se marcha enseguida, adoctrinando niños que encuentra por ahí. Agradezco igualmente a Desmond, que de los dos Le Fay es con el que he hablado más, aunque no haya sido mucho. Busco entre la gente a mi padre, que por fin llega hasta donde estamos y me da un abrazo como él suele darlos cuando sucede algo importante. Le devuelvo el abrazo sin decir nada al principio, suspirando pesadamente al entender a qué se refiere cuando me dice que la cuide. Para él ha debido ser difícil también lo de aguantar la compostura en la boda. - Lo haré, no lo dudes. - mi padre también se retira a la zona de banquete tras felicitarnos, aunque a nosotros todavía nos queda terminar de saludar a la gente que nos felicita y firmar. Jack pone ante nosotros un grueso libro con portadas de cuero y aspecto ajado, aunque aparece un grabado de un árbol luminoso cuando pasa la mano por su polvorienta cubierta.
"el libro de linajes de los Descendientes..."
Ahí quedan registradas todas las bodas de los Descendientes desde que se conservan datos, y ahora nos toca a nosotros ocupar una página más en él. Una pluma aparece ante nosotros, nuestra única tarea es firmar bajo los nombres que han aparecido en tinta sobre el papel, junto a la fecha del día de hoy. Cuando acabamos Jack se encarga de cerrar el libro y hacerlo desaparecer, enviándolo de vuelta al lugar donde se encuentra guardado en la isla. A partir de ahora ya puede darse por terminada la ceremonia y puede empezar la fiesta, así que nos trasladamos a la zona en la que están las mesas.
Permanecí atento durante toda la ceremonia, como buen invitado que era. Miré hacia donde estaba Anteia y le dediqué una luminosa sonrisa. Estaba preciosa y quería hacérselo saber aun si no podía gritarlo en voz alta. Sentí también mucho orgullo al ver allí a mi hija mayor y a los dos pequeños haciendo de portadores de los anillos.....
Y la verdad tuve que disimular las lágrimas, porque joder, estaba al lado de Adam y no podía permitirmelo. Pero se me escaparon un par durante algunos puntos del transcurso de la misma, que me sequé con disimulo mientras sorbía por la nariz.
Cuando terminó aplaudí y acepté ayuda de Adam para levantarme del asiento. Caminé con el y con mi bastón hacia ellos, pero me detuve en el camino para sujetar a los mellizos, que habían empezado a pelearse, y los tuve que separar con el bastón. Así que me perdí el épico momento de la firma del libro y la enhorabuena padre hijo. Suspiré llegando a ellos finalmente, consiguiendo darles la enhorabuena antes de que marcharan a su sitio en las mesas. Se les veía en la cara que ambos estaban "dichosamente" agotados.
Volví mi mirada a Anteia, que seguía con Matvey al lado, y este mi mano hacia la suya para cogerla gentilmente. Quería decirle lo bonito que me parecía todo lo que habia hecho por Ian... Pero no encontraba las palabras. Asi que le di un abrazo de estos largos.
- has estado genial. Que tal si nos casamos de nuevo nosotros, mañana? Solo por verte tan guapa y sonriente.... Me inventaría fiestas todos los días.
También quería decirle que lo sentía mucho por haber vuelto a hacer que tuviera que temer por mi. Pero ella ya sabía de mi arrepentimiento, de eso estaba seguro.
Y la verdad tuve que disimular las lágrimas, porque joder, estaba al lado de Adam y no podía permitirmelo. Pero se me escaparon un par durante algunos puntos del transcurso de la misma, que me sequé con disimulo mientras sorbía por la nariz.
Cuando terminó aplaudí y acepté ayuda de Adam para levantarme del asiento. Caminé con el y con mi bastón hacia ellos, pero me detuve en el camino para sujetar a los mellizos, que habían empezado a pelearse, y los tuve que separar con el bastón. Así que me perdí el épico momento de la firma del libro y la enhorabuena padre hijo. Suspiré llegando a ellos finalmente, consiguiendo darles la enhorabuena antes de que marcharan a su sitio en las mesas. Se les veía en la cara que ambos estaban "dichosamente" agotados.
Volví mi mirada a Anteia, que seguía con Matvey al lado, y este mi mano hacia la suya para cogerla gentilmente. Quería decirle lo bonito que me parecía todo lo que habia hecho por Ian... Pero no encontraba las palabras. Asi que le di un abrazo de estos largos.
- has estado genial. Que tal si nos casamos de nuevo nosotros, mañana? Solo por verte tan guapa y sonriente.... Me inventaría fiestas todos los días.
También quería decirle que lo sentía mucho por haber vuelto a hacer que tuviera que temer por mi. Pero ella ya sabía de mi arrepentimiento, de eso estaba seguro.
La boda fue muy bonita. Y no me tropecé en ningún momento mientras habíamos caminado hasta donde teníamos que caminar Rhaegar y yo. Ian estaba muy guapo, todos estaban muy guapos. A mi me daba un poco de vergüenza llevar un parche a una boda tan elegante pero era eso o dejarlo al aire.
"Mmm un parche floreado habría quedado bien"
Lo de los votos fue emotivo y eso. Miré de reojo a Desmond para ver qué cara ponía. Lo miré un ratito y luego volví a fijarme en los novios, luego en mi madre, luego en el nigromante que miraba a mi madre y luego....eh.... Un momento... La miraba demasiado, no? Entrecerre la mirada hacia Matvey durante otro rato.
Luego se me olvidó cuando Newton ofició el fin de la ceremonia, y aplaudí fuertemente.
- ENHORABUENA! Ahora unas vacaciones!
Puto Ian.
Se había casado con una Le Fay.
Más les valía ser muy felices, porque una knox no renuncia así como asi a un Hacksaw que además había sido un amor adolescente. Pero sonreí. Estaba claro que tenían todos los ingredientes a mano para ser felices...y eso estaba muy bien.
Me masajeé la barbilla y pensé que hacer s continuación. Mis padres estaban en plan tortolitos. Mis hermanos pequeños daban por saco asi que supuse que me tocaba encargarme de ellos. Afortunadamente mi forma física era más que buena pese a no tener magia ahora mismo, si que agarré a cada uno con un brazo y me los subí a caballitos, cada cual a un hombro.
Para cuando me quise dar cuenta y buscar a los chicos Le Fay con la mirada, ya se habían ido. Me quedé un poco boquiabierta al ver a Desmond ligoteando con aquellas mozas de tan buen ver. Y Chloe? Ah, allí estaba con un majo peliblanco de su edad.
Me acordé del peliblanco que yo me había traído a la boda, Yaroslav, y fui hacia donde estaba él, muy metida en mi papel de hermana mayor.
-Ey! Te ha gustado la boda? Siento que no hayas podido poner tu arco eléctrico como en la de Johan y Josephine... Aqui ya había mucha seguridad de por si. Bueno, lo prometido es deuda. Busquemos el vodka
"Mmm un parche floreado habría quedado bien"
Lo de los votos fue emotivo y eso. Miré de reojo a Desmond para ver qué cara ponía. Lo miré un ratito y luego volví a fijarme en los novios, luego en mi madre, luego en el nigromante que miraba a mi madre y luego....eh.... Un momento... La miraba demasiado, no? Entrecerre la mirada hacia Matvey durante otro rato.
Luego se me olvidó cuando Newton ofició el fin de la ceremonia, y aplaudí fuertemente.
- ENHORABUENA! Ahora unas vacaciones!
Puto Ian.
Se había casado con una Le Fay.
Más les valía ser muy felices, porque una knox no renuncia así como asi a un Hacksaw que además había sido un amor adolescente. Pero sonreí. Estaba claro que tenían todos los ingredientes a mano para ser felices...y eso estaba muy bien.
Me masajeé la barbilla y pensé que hacer s continuación. Mis padres estaban en plan tortolitos. Mis hermanos pequeños daban por saco asi que supuse que me tocaba encargarme de ellos. Afortunadamente mi forma física era más que buena pese a no tener magia ahora mismo, si que agarré a cada uno con un brazo y me los subí a caballitos, cada cual a un hombro.
Para cuando me quise dar cuenta y buscar a los chicos Le Fay con la mirada, ya se habían ido. Me quedé un poco boquiabierta al ver a Desmond ligoteando con aquellas mozas de tan buen ver. Y Chloe? Ah, allí estaba con un majo peliblanco de su edad.
Me acordé del peliblanco que yo me había traído a la boda, Yaroslav, y fui hacia donde estaba él, muy metida en mi papel de hermana mayor.
-Ey! Te ha gustado la boda? Siento que no hayas podido poner tu arco eléctrico como en la de Johan y Josephine... Aqui ya había mucha seguridad de por si. Bueno, lo prometido es deuda. Busquemos el vodka
Aplaudo al terminar la ceremonia, porque es lo que todos hacen. Miro a mi alrededor sospechando de todos, sobre todo de Adele, a la cual asesino con la mirada.
"Sí, te he visto"
Seguro que el bebé que lleva es un bebé bomba o algo así. Estoy muy inquieto y la verdad disfruto poco de la felicidad del ambiente. Con lo del ataque a la base tan reciente....
Me puse en pie porque yo también quería darle la enhorabuena a mi camarada Ian y a la maestra Catherine, pero Azahar llegó a mi antes, y lo cierto es que los novios parecían ocupados.
- Da.... Que ha sido eso? Colibrrrris? Que estupidez! Yo lo hace mucho mejorr. Pobrre Johan. Siguen en el hospital. Tu padrre deberria también.
"Vodka, eso"
Iba a ponerme al asunto cuando vi al hombre bigotudo que habíamos rescatado de la explosion, Tesla, solo que yo no sabía que no era el mismo Tesla. Que carajos iba a averiguar yo de eso? Pero tenía que decirle que había logrado rescatar los planos del lugar de la explosion, aunque medio quemados, algo era menos que nada.
- disculpa un momento Azaharr, tengo que hablarr con Tesla....
Y dejé a la peliazul y al vodka para acercarme a Markus, que miraba muy raro a Rasputin.
- Tesla. Ya te encuentrras bien? Tengo los planos - le hablé como muy serio, como muy del KGB todo
"Sí, te he visto"
Seguro que el bebé que lleva es un bebé bomba o algo así. Estoy muy inquieto y la verdad disfruto poco de la felicidad del ambiente. Con lo del ataque a la base tan reciente....
Me puse en pie porque yo también quería darle la enhorabuena a mi camarada Ian y a la maestra Catherine, pero Azahar llegó a mi antes, y lo cierto es que los novios parecían ocupados.
- Da.... Que ha sido eso? Colibrrrris? Que estupidez! Yo lo hace mucho mejorr. Pobrre Johan. Siguen en el hospital. Tu padrre deberria también.
"Vodka, eso"
Iba a ponerme al asunto cuando vi al hombre bigotudo que habíamos rescatado de la explosion, Tesla, solo que yo no sabía que no era el mismo Tesla. Que carajos iba a averiguar yo de eso? Pero tenía que decirle que había logrado rescatar los planos del lugar de la explosion, aunque medio quemados, algo era menos que nada.
- disculpa un momento Azaharr, tengo que hablarr con Tesla....
Y dejé a la peliazul y al vodka para acercarme a Markus, que miraba muy raro a Rasputin.
- Tesla. Ya te encuentrras bien? Tengo los planos - le hablé como muy serio, como muy del KGB todo
Bajé a Merida y tanto la pelirroja como yo nos sentamos al lado de Cleopatra, que parecía sorprendida de verbos allí. Más sorprendido estaba yo de verla alli a decir verdad.
- arreglarme más a menudo? Hum. Puede que tengas razón. Así conseguiría novia.
"Igual es por eso, oye"
Me reí estruendosamente pero luego bajé el volumen al ver que comenzaba la boda, respondiéndole a Cleo sus dudas y poniéndola al día sobre la brigada. Entre cuchicheos le conté sobre los nuevos ingresos en la brigada, y también sobre la vida de los más antiguos, como Ben e Imram. Le comenté un poco las batallas y las movidas que habíamos tenido y luego me callé porque un señor me chistó.
Aunque luego volví a hablar al minuto para contarle lo de la taberna con los soul reaper y por qué ahora estaba sin magia.
Yo también me fijé en la presencia de Adele. Y eso me cambió el humor. Puede que todos allí pudiesen tolerarla, pero yo no. No cuando había asesinado a un chiquillo, apenas un chaval, al que fue el miembro más joven de nuestra brigada.
Apreté los puños sobre mis rodillas y también apreté las mandíbulas. Iba con un crío en el regazo. Desvié la vista, cabreado. Bajo estas circunstancias, no podía hacer nada. Pero me aseguraría de que, si algún día llegaba la paz, ella no pudiera disfrutarla como si fuese el ser más inocente del mundo.
"calma, lykaios, calma"
Agradeciebdo aplausos generales que brindaban un cambio de ritmo a mis pensamientos, me sumé a ellos. Aplaudí y grité mis buenos deseos a la pareja a pleno pulmón
- LA BRIGADA DE LAS MIL GRULLAS OS BENDICE CON WHISKY Y BUENA FORTUNA! YEEEEHA!
Baje el tono de voz e indiqué a cleo y Mérida que juntasen sus cabezas con las mías para susurrar.
- vale, comienza la fiesta. No podemos matar a Adele pero nadie dijo nada de no hacer bromas pesadas verdad? Ésta no se va a quedar aquí tan pancha. Necesito ideas, amigas mías, ideas. Por Zack. Que se eche algunas risas desde el paraíso.
- arreglarme más a menudo? Hum. Puede que tengas razón. Así conseguiría novia.
"Igual es por eso, oye"
Me reí estruendosamente pero luego bajé el volumen al ver que comenzaba la boda, respondiéndole a Cleo sus dudas y poniéndola al día sobre la brigada. Entre cuchicheos le conté sobre los nuevos ingresos en la brigada, y también sobre la vida de los más antiguos, como Ben e Imram. Le comenté un poco las batallas y las movidas que habíamos tenido y luego me callé porque un señor me chistó.
Aunque luego volví a hablar al minuto para contarle lo de la taberna con los soul reaper y por qué ahora estaba sin magia.
Yo también me fijé en la presencia de Adele. Y eso me cambió el humor. Puede que todos allí pudiesen tolerarla, pero yo no. No cuando había asesinado a un chiquillo, apenas un chaval, al que fue el miembro más joven de nuestra brigada.
Apreté los puños sobre mis rodillas y también apreté las mandíbulas. Iba con un crío en el regazo. Desvié la vista, cabreado. Bajo estas circunstancias, no podía hacer nada. Pero me aseguraría de que, si algún día llegaba la paz, ella no pudiera disfrutarla como si fuese el ser más inocente del mundo.
"calma, lykaios, calma"
Agradeciebdo aplausos generales que brindaban un cambio de ritmo a mis pensamientos, me sumé a ellos. Aplaudí y grité mis buenos deseos a la pareja a pleno pulmón
- LA BRIGADA DE LAS MIL GRULLAS OS BENDICE CON WHISKY Y BUENA FORTUNA! YEEEEHA!
Baje el tono de voz e indiqué a cleo y Mérida que juntasen sus cabezas con las mías para susurrar.
- vale, comienza la fiesta. No podemos matar a Adele pero nadie dijo nada de no hacer bromas pesadas verdad? Ésta no se va a quedar aquí tan pancha. Necesito ideas, amigas mías, ideas. Por Zack. Que se eche algunas risas desde el paraíso.
Rhaegar Le Fay
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Todo transcurrió con la normalidad que debería. La boda fue bien, Newton hizo su parte, los mocosos de pelo azul trajeron los anillos.... Yo miraba a mi hermana con mi habitual cara seria, pensando, quizá demasiado. Confiaba en que fuese más feliz que nuestro padre lo fue con nuestra madre, o viceversa. Que no se enzarzasen a hacer cosas raras.
Supuse que la familia Le Fay tal como yo la había conocido, acababa de cambiar. No os engañéis, no me gustan las bodas, esta tampoco. Solo vale la pena por ver a Catty vestida de ese modo. Al menos sabía que no había perdido su sentido del humor cuando me amenazó con unas acromantulas....
Cuando los declararon esposo y esposa me retiré un poco, dejé que todo el mundo les diera la enhorabuena, apuñalé a Ian con la mirada y luego recibí el codazo de Desmond.
- tan patética es tu existencia que hasta el día de la boda de tu hermana debes de comportarte como un cretino conmigo?-le dije con mi habitual carencia de sentimientos. Pero el de había ido a por mi cita, y se llevaba a las dos chicas al banquete.
Miré a Cat, le di un abrazo raro (llevaba años sin darle un abrazo ok) y salí caminando más tieso que un palo en dirección a Desmond, colandome entre él y mi acompañante, lanzándole una mirada asesina y una sonrisa maquiavélica
"Borra esa sonrisa de dandy ahora mismo, no querrás que tu sangre abandone todo tu cerebro para ir a otra parte, o si?"
- te presento a Anne, querido hermano. Ella debe de ser....- me refería a su chica, obviamente
Supuse que la familia Le Fay tal como yo la había conocido, acababa de cambiar. No os engañéis, no me gustan las bodas, esta tampoco. Solo vale la pena por ver a Catty vestida de ese modo. Al menos sabía que no había perdido su sentido del humor cuando me amenazó con unas acromantulas....
Cuando los declararon esposo y esposa me retiré un poco, dejé que todo el mundo les diera la enhorabuena, apuñalé a Ian con la mirada y luego recibí el codazo de Desmond.
- tan patética es tu existencia que hasta el día de la boda de tu hermana debes de comportarte como un cretino conmigo?-le dije con mi habitual carencia de sentimientos. Pero el de había ido a por mi cita, y se llevaba a las dos chicas al banquete.
Miré a Cat, le di un abrazo raro (llevaba años sin darle un abrazo ok) y salí caminando más tieso que un palo en dirección a Desmond, colandome entre él y mi acompañante, lanzándole una mirada asesina y una sonrisa maquiavélica
"Borra esa sonrisa de dandy ahora mismo, no querrás que tu sangre abandone todo tu cerebro para ir a otra parte, o si?"
- te presento a Anne, querido hermano. Ella debe de ser....- me refería a su chica, obviamente
Aguanto la pesada ceremonia con una sonrisa de escepticismo, dándome hiperglucemia con tanta cursilería de votos. No, en serio, he sobrepasado mi nivel de soportar chorradas por hoy. No aplaudo cuando acaba la ceremonia, básicamente porque no me apetece. Lo bueno es que tengo excusa para no hacerlo, al llevar al bebé en brazos. Espero un poco a que la gente les de la enhorabuena y comiencen a alejarse, momento que aprovecharé para hablar con Matvey.
"qué mal le queda el vestido a ella, está gordísima y es una hortera de cuidado. No tiene la elegancia francesa. Y él parece un gañán, cosa que no es de extrañar siendo licántropo. Sólo le queda bien el traje a los dos rusos, mira qué casualidad"
Los rusos son mi fetiche, no lo puedo evitar. Me levanto para ir hacia Matvey, esperando que se vaya haciendo a la idea mientras me ve venir. Si la Le Fay no ha terminado de hablarle me da igual, me está sobrando mucho. Al grano. - Matvey...llevaba tiempo buscándote. Eres un tanto difícil de encontrar. - no le dejo tiempo para hablar, adoptando un gesto serio que le indique cómo es la situación. - Desconozco si te han llegado rumores, pero prefiero decirte esto en persona. - hago una pequeña pausa dramática, bajando la mirada al pequeño que llevo en brazos. - Tal vez no te acuerdes del encuentro que tuvimos en tu casa, ya sé que no nos vimos después de aquello. Es tu hijo. Tu heredero. - imagino que no me va a creer, así que refuerzo la explicación, aunque me fastidie tener que dar explicaciones . - Puedes hacer las pruebas que quieras para comprobarlo, pero no hay más que verlo. Se parece a ti.
"qué mal le queda el vestido a ella, está gordísima y es una hortera de cuidado. No tiene la elegancia francesa. Y él parece un gañán, cosa que no es de extrañar siendo licántropo. Sólo le queda bien el traje a los dos rusos, mira qué casualidad"
Los rusos son mi fetiche, no lo puedo evitar. Me levanto para ir hacia Matvey, esperando que se vaya haciendo a la idea mientras me ve venir. Si la Le Fay no ha terminado de hablarle me da igual, me está sobrando mucho. Al grano. - Matvey...llevaba tiempo buscándote. Eres un tanto difícil de encontrar. - no le dejo tiempo para hablar, adoptando un gesto serio que le indique cómo es la situación. - Desconozco si te han llegado rumores, pero prefiero decirte esto en persona. - hago una pequeña pausa dramática, bajando la mirada al pequeño que llevo en brazos. - Tal vez no te acuerdes del encuentro que tuvimos en tu casa, ya sé que no nos vimos después de aquello. Es tu hijo. Tu heredero. - imagino que no me va a creer, así que refuerzo la explicación, aunque me fastidie tener que dar explicaciones . - Puedes hacer las pruebas que quieras para comprobarlo, pero no hay más que verlo. Se parece a ti.
“Mis hijos, mis niños han hecho todo bien. Los tres. Tal como los había entrenado” Estaba radiante de felicidad, cómo no? Seguramente electrocutaba a la gente que estaba a mi alrededor de la alegría que empezaba a irradiar. Los votos fueron hermosos, el final aún más. Anteia no se detuvo en ningún momento y ni siquiera lo escondió: Lloró. Porque le encantaba ver a los Hacksaw felices, era como una meta que tenía en sí misma...Simplemente, tratar de darles alegría y así lo hizo ese día.
Le sonrió brillante a Matvey cuando todo hubo terminado, alzando las cejas levemente sorprendida por el torbellino de luces y colibríes que no se esperaba y preguntándole con la mirada si lo había hecho él pero su gesto de hastío le hizo saber que no así que simplemente aplaudió con entusiasmo. Esperó prudentemente a que los familiares cercanos les dedicaran sus palabras mientras ella miraba un poco a los niños. Pero no se pudo aguantar más y se acercó haciendose espacio para abrazarlos a los dos -Sean felices- Añadió después del enhorabuena y cuando se separó estaba su esposo al lado. Le tendió la mano sujetandola con fuerza pues sabía que aún estaba convaleciente.
Pero cuando la rodeó con sus brazos, Anteia cerró los ojos con una sonrisa de dicha en sus labios y no por la experiencia vivida, sino por él. Apoyó la cabeza en su hombro con cuidado escuchando sus palabras y riendose un poco -Contigo me casaría todos los días de mi vida- Le respondió y se alejó para tomar su rostro entre sus manos, notando no sólo que había llorado sino que estaba angustiado por lo que la rubia le sonrió con calma, compartiendole su tranquilidad y alegría con sus poderes empáticos -Hoy podemos jugar a que estamos en el pasado, cuando todo estaba bien. Como en la boda de Ian y Victoria, Lyran. Hoy podemos jugar a que toda la pesadilla que hemos vivido no existe. Hazlo conmigo. Estas pequeñas cosas son las que nos hacen pelear por el futuro que queremos. Hoy no es un día de tristeza, hoy es un día de recordar porqué queremos que acabe la guerra, porqué queremos un mundo mejor- Explicó apoyando su frente en la contraria apenas unos segundos antes de besarlo con dulzura.
Le sonrió brillante a Matvey cuando todo hubo terminado, alzando las cejas levemente sorprendida por el torbellino de luces y colibríes que no se esperaba y preguntándole con la mirada si lo había hecho él pero su gesto de hastío le hizo saber que no así que simplemente aplaudió con entusiasmo. Esperó prudentemente a que los familiares cercanos les dedicaran sus palabras mientras ella miraba un poco a los niños. Pero no se pudo aguantar más y se acercó haciendose espacio para abrazarlos a los dos -Sean felices- Añadió después del enhorabuena y cuando se separó estaba su esposo al lado. Le tendió la mano sujetandola con fuerza pues sabía que aún estaba convaleciente.
Pero cuando la rodeó con sus brazos, Anteia cerró los ojos con una sonrisa de dicha en sus labios y no por la experiencia vivida, sino por él. Apoyó la cabeza en su hombro con cuidado escuchando sus palabras y riendose un poco -Contigo me casaría todos los días de mi vida- Le respondió y se alejó para tomar su rostro entre sus manos, notando no sólo que había llorado sino que estaba angustiado por lo que la rubia le sonrió con calma, compartiendole su tranquilidad y alegría con sus poderes empáticos -Hoy podemos jugar a que estamos en el pasado, cuando todo estaba bien. Como en la boda de Ian y Victoria, Lyran. Hoy podemos jugar a que toda la pesadilla que hemos vivido no existe. Hazlo conmigo. Estas pequeñas cosas son las que nos hacen pelear por el futuro que queremos. Hoy no es un día de tristeza, hoy es un día de recordar porqué queremos que acabe la guerra, porqué queremos un mundo mejor- Explicó apoyando su frente en la contraria apenas unos segundos antes de besarlo con dulzura.
El comentario de Rhaegar le...le dolió un poco, porque hasta cierto punto si pensaba que su vida era “patética”, sobre todo, después de la estúpida charla con Azahar. No obstante, como buen chico no deja que pase a más. Ya sabía que cosas quería hacer con sus poderes, sabía cual era su objetivo y rama de estudio. Lo había elegido todo sólo faltaba ponerlo en práctica, aunque ya había hablado con el señor Knox.
Se distrajo con lo que Priscila le dijo que le habían regalado, asintiendo brevemente -Es un espejo comunicador. Te permitirá hablar con otra persona que posea un espejo del mismo tipo. No obstante , mientras no lo uses mantenlo en un cajón o algo. Mejor es tener un poco de privacidad- Le guiñó el ojo, lo que le robó una risa y luego miró a Anne esperando que respondiera pero para entonces su hermano se había hecho espacio entre ellos dos -Encantado de conocerte, Anne, soy Desmond. Rhaegar, ella es Priscila, Priscila, es mi hermano gemelo Rhaegar- Presentó a ambos de manera muy cortés y miró a Rhaegar extendiendo su campo telepático hacia él y oyendo lo que pensaba.
“Mi sonrisa es mi arma secreta. ¿Y la tuya? ¿Aparentar que estás en un funeral? Mira cómo mola…”
Rodó los ojos soltando una risa y llamó la atención de un camarero robando así dos copas, una para cada dama y luego tomando una para ellos, de manera servicial, porque era su naturaleza -Por un día memorable- Indicó levantando un poco la copa para que brindaran los cuatro. Tenía pensado pasarlo muy bien y el banquete daría para ello, sin duda alguna. Miró hacia donde estaban los novios que ya se habían liberado del tumulto de gente y empezaban a acercarse al cóctel y luego busco a Azahar, notando como su acompañante la dejaba con los dos críos a los hombros. "Poca educación". Frunció levemente el ceño para luego mirar a Priscila y concentrarse en sus prioridades. -Priscila es aprendiz de Sofía, su especialidad es la herboristeria con propiedades curativas- Expresó, tratando de sacar un poco de charla porque Priscila era bastante...tímida, con lo cual Desmond tenía la continua necesidad de sacarle conversación “a cucharitas”. -¿Qué has estado estudiando últimamente?- Cuestionó con sincero interés.
Se distrajo con lo que Priscila le dijo que le habían regalado, asintiendo brevemente -Es un espejo comunicador. Te permitirá hablar con otra persona que posea un espejo del mismo tipo. No obstante , mientras no lo uses mantenlo en un cajón o algo. Mejor es tener un poco de privacidad- Le guiñó el ojo, lo que le robó una risa y luego miró a Anne esperando que respondiera pero para entonces su hermano se había hecho espacio entre ellos dos -Encantado de conocerte, Anne, soy Desmond. Rhaegar, ella es Priscila, Priscila, es mi hermano gemelo Rhaegar- Presentó a ambos de manera muy cortés y miró a Rhaegar extendiendo su campo telepático hacia él y oyendo lo que pensaba.
“Mi sonrisa es mi arma secreta. ¿Y la tuya? ¿Aparentar que estás en un funeral? Mira cómo mola…”
Rodó los ojos soltando una risa y llamó la atención de un camarero robando así dos copas, una para cada dama y luego tomando una para ellos, de manera servicial, porque era su naturaleza -Por un día memorable- Indicó levantando un poco la copa para que brindaran los cuatro. Tenía pensado pasarlo muy bien y el banquete daría para ello, sin duda alguna. Miró hacia donde estaban los novios que ya se habían liberado del tumulto de gente y empezaban a acercarse al cóctel y luego busco a Azahar, notando como su acompañante la dejaba con los dos críos a los hombros. "Poca educación". Frunció levemente el ceño para luego mirar a Priscila y concentrarse en sus prioridades. -Priscila es aprendiz de Sofía, su especialidad es la herboristeria con propiedades curativas- Expresó, tratando de sacar un poco de charla porque Priscila era bastante...tímida, con lo cual Desmond tenía la continua necesidad de sacarle conversación “a cucharitas”. -¿Qué has estado estudiando últimamente?- Cuestionó con sincero interés.
Mérida Pyro
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Después de aplaudir a Ian, Mérida se concentra en parte de la boda. Al menos hasta que llegan a los votos, porque la caja le llama mucho la atención. Mientras Lykaios pone al día a Cleopatra ella se encarga de ir abriendo su cajita con mucho cuidado y se sorprende de encontrar la estatuilla. Al leer sus propiedades abre los ojos desmedidamente. ¿Cómo podían dar regalos tan chulos? ¡QUERÍA OTRA CAJITA! Miró la de Lykaios con interés hasta que todos empezaron a aplaudir, con lo cual, siguió a la mayoría y lo hizo también dándose cuenta de los brillitos y fuegos de colores sonriendo de lado.
-Qué bonito, todo! Mira como molan los eventos aquí- Le dijo al jefe dándole un codazo, tal vez, demasiado fuerte. Aplaudió un poco más tras el grito de Lykaios, alegrandose genuinamente de un enlace tan bonito aunque no los conocía a ninguno de los dos. Cuando su jefe le pidió que se acercara se inclino hacia él oyendo lo que decía y sintiendo que se le revolvía el estómago al pensar en su compañero caido, buscó con la mirada a la rubia y entrecerró los ojos -Siempre podemos quemarla viva- Soltó con una naturalidad impropia, digamos que hasta un poco retorcida. Sonaba casi como un Pyro que había conocido alguna vez Lykaios, pero no tenía nada que ver con eso sino más bien con la huella del demonio.
-Aunque tiene al bebé- Señaló haciendo una mueca de disgusto. Y luego miró a Lykaios -Vean sus cajas, puede haber algo que nos ayude. La mía está súper chula- Expresó con una sonrisa de genuina alegría, mucho más Mérida que demonio. -Podría haber un laxante. Eso sería divertido. O hacer que vomitara babosas-
-Qué bonito, todo! Mira como molan los eventos aquí- Le dijo al jefe dándole un codazo, tal vez, demasiado fuerte. Aplaudió un poco más tras el grito de Lykaios, alegrandose genuinamente de un enlace tan bonito aunque no los conocía a ninguno de los dos. Cuando su jefe le pidió que se acercara se inclino hacia él oyendo lo que decía y sintiendo que se le revolvía el estómago al pensar en su compañero caido, buscó con la mirada a la rubia y entrecerró los ojos -Siempre podemos quemarla viva- Soltó con una naturalidad impropia, digamos que hasta un poco retorcida. Sonaba casi como un Pyro que había conocido alguna vez Lykaios, pero no tenía nada que ver con eso sino más bien con la huella del demonio.
-Aunque tiene al bebé- Señaló haciendo una mueca de disgusto. Y luego miró a Lykaios -Vean sus cajas, puede haber algo que nos ayude. La mía está súper chula- Expresó con una sonrisa de genuina alegría, mucho más Mérida que demonio. -Podría haber un laxante. Eso sería divertido. O hacer que vomitara babosas-
- PREVIO:
- Lykaios Knox escribió:Bajé a Merida y tanto la pelirroja como yo nos sentamos al lado de Cleopatra, que parecía sorprendida de verbos allí. Más sorprendido estaba yo de verla alli a decir verdad.
- arreglarme más a menudo? Hum. Puede que tengas razón. Así conseguiría novia.
"Igual es por eso, oye"
Me reí estruendosamente pero luego bajé el volumen al ver que comenzaba la boda, respondiéndole a Cleo sus dudas y poniéndola al día sobre la brigada. Entre cuchicheos le conté sobre los nuevos ingresos en la brigada, y también sobre la vida de los más antiguos, como Ben e Imram. Le comenté un poco las batallas y las movidas que habíamos tenido y luego me callé porque un señor me chistó.
Aunque luego volví a hablar al minuto para contarle lo de la taberna con los soul reaper y por qué ahora estaba sin magia.
Yo también me fijé en la presencia de Adele. Y eso me cambió el humor. Puede que todos allí pudiesen tolerarla, pero yo no. No cuando había asesinado a un chiquillo, apenas un chaval, al que fue el miembro más joven de nuestra brigada.
Apreté los puños sobre mis rodillas y también apreté las mandíbulas. Iba con un crío en el regazo. Desvié la vista, cabreado. Bajo estas circunstancias, no podía hacer nada. Pero me aseguraría de que, si algún día llegaba la paz, ella no pudiera disfrutarla como si fuese el ser más inocente del mundo.
"calma, lykaios, calma"
Agradeciebdo aplausos generales que brindaban un cambio de ritmo a mis pensamientos, me sumé a ellos. Aplaudí y grité mis buenos deseos a la pareja a pleno pulmón
- LA BRIGADA DE LAS MIL GRULLAS OS BENDICE CON WHISKY Y BUENA FORTUNA! YEEEEHA!
Baje el tono de voz e indiqué a cleo y Mérida que juntasen sus cabezas con las mías para susurrar.
- vale, comienza la fiesta. No podemos matar a Adele pero nadie dijo nada de no hacer bromas pesadas verdad? Ésta no se va a quedar aquí tan pancha. Necesito ideas, amigas mías, ideas. Por Zack. Que se eche algunas risas desde el paraíso.Mérida Pyro escribió:Después de aplaudir a Ian, Mérida se concentra en parte de la boda. Al menos hasta que llegan a los votos, porque la caja le llama mucho la atención. Mientras Lykaios pone al día a Cleopatra ella se encarga de ir abriendo su cajita con mucho cuidado y se sorprende de encontrar la estatuilla. Al leer sus propiedades abre los ojos desmedidamente. ¿Cómo podían dar regalos tan chulos? ¡QUERÍA OTRA CAJITA! Miró la de Lykaios con interés hasta que todos empezaron a aplaudir, con lo cual, siguió a la mayoría y lo hizo también dándose cuenta de los brillitos y fuegos de colores sonriendo de lado.
-Qué bonito, todo! Mira como molan los eventos aquí- Le dijo al jefe dándole un codazo, tal vez, demasiado fuerte. Aplaudió un poco más tras el grito de Lykaios, alegrandose genuinamente de un enlace tan bonito aunque no los conocía a ninguno de los dos. Cuando su jefe le pidió que se acercara se inclino hacia él oyendo lo que decía y sintiendo que se le revolvía el estómago al pensar en su compañero caido, buscó con la mirada a la rubia y entrecerró los ojos -Siempre podemos quemarla viva- Soltó con una naturalidad impropia, digamos que hasta un poco retorcida. Sonaba casi como un Pyro que había conocido alguna vez Lykaios, pero no tenía nada que ver con eso sino más bien con la huella del demonio.
-Aunque tiene al bebé- Señaló haciendo una mueca de disgusto. Y luego miró a Lykaios -Vean sus cajas, puede haber algo que nos ayude. La mía está súper chula- Expresó con una sonrisa de genuina alegría, mucho más Mérida que demonio. -Podría haber un laxante. Eso sería divertido. O hacer que vomitara babosas-
Escucho atenta lo que me va contando Lykaios sobre las novedades de la Brigada, mirando con hostilidad al tipo que nos manda callar de tanto en tanto. A pesar de ello, no puedo evitar que se me despierten muchos buenos y malos recuerdos. Aunque los malos son especialmente vívidos y dolorosos, son pocos, y terminan por ser eclipsados por los buenos. A la vez escucho retazos de la boda, algunas de las palabras de Newton y algo más de relleno, pero sí presto especial atención los votos. Si Venus estuviera presente, habría aprobado esas palabras. Me parecen adorables los dos.
Finalmente todos, o la mayoría de los presentes, se levanta y aplauden. Vitereo a los chicos, pero no me acerco a ellos para darles la enhorabuena, porque ya están lo suficientemente saturados de gente pesada. Y porque tampoco les conozco tanto ni tan personalmente como para hacerlo. Quizás en otro momento más tranquilo.
Cuando Mérida y Lykaios hablan de Adele me volteo hacia ella, sin ningún tipo de indiscrección, volviéndome a fijarme en el bebé y que habla con Matvey -Vale, sé que tenemos que hacerle alguna putada, pero, esperad... ¿el bebé es hijo de esa zorra del averno y de Matvey?- Vuelvo a mis interlocutores con el modo cotilla especialmente subido, esperando que cualqueira de los dos me confirme las sospechas -Oh, por Tutatis. Eso sí que es un bombazo informativo... Tenemos que vengarnos. Yo creo que a la rubita le sobran cejas, se le puden caer. O ya que quiere fama podríamos convertirla en la rubia más famosa: PITUFINA- El hecho de imaginarme a Adele en un tamaño minúsculo, de color azul me hace especial gracia.
La boda transcurre sin muchas novedades. Un poco aburrida tal vez. Stacy se la ve emocionada tanto por el evento por lo que los próximos marido y mujer se dicen. A mi casi me producen una arcada con tanta ñoñería, creo que no estoy acostumbrado a ella. En cualquier caso empizo a sentirme incómodo porque, a lo largo de la boda, miradas inquisitivas se dirigen a mi y a mis atuendos, supongo que porque han reconocido el uniforme del colegio. Sabía que en el fondo era una mala idea venir así, pero es que en casa no quedaba otra cosa.
Tras la ceremonia en sí, todo el mundo se abalanza sobre los novios y grita y todo es muy ruidoso. En mi caso empiezo a sentirme incómodo y me escaqueo del tumulto, un tanto incómodo hasta que Chloe me secuestra y me devuelve al gentío. -Una boda muy bonita. Has hecho un buen trabajo con las cositas de la decoración. Y tú también estás ehm... muy guapa- Digo cortésmente mientras me arrastra hacia el bufete echando un vistazo rápido a la comida. No sé muy bien qué es cada cosa, aunque las hay que me recuerdan a ojos de animales y otras parecen sesos de algo, a pesar de que me indican que es hummus con una reducción de lombarda aderezada con hierbas balsámicas del Cáucaso. Miro al camarero como si se hubiera dirigido a mí en chino mandarín, mirando a Chloe sin entender y sin saber si eso es comestible o no -Ehm... muy bien maestra. Como buena mentora, deberías empezar tú a comer, que seguro sabes mejor que yo- "Y yo que me conformo con un poco de estofado o un pudding de Yorkshire..." Observo atentamente a mi maestra, a ver qué es lo que se puede comer o no
Tras la ceremonia en sí, todo el mundo se abalanza sobre los novios y grita y todo es muy ruidoso. En mi caso empiezo a sentirme incómodo y me escaqueo del tumulto, un tanto incómodo hasta que Chloe me secuestra y me devuelve al gentío. -Una boda muy bonita. Has hecho un buen trabajo con las cositas de la decoración. Y tú también estás ehm... muy guapa- Digo cortésmente mientras me arrastra hacia el bufete echando un vistazo rápido a la comida. No sé muy bien qué es cada cosa, aunque las hay que me recuerdan a ojos de animales y otras parecen sesos de algo, a pesar de que me indican que es hummus con una reducción de lombarda aderezada con hierbas balsámicas del Cáucaso. Miro al camarero como si se hubiera dirigido a mí en chino mandarín, mirando a Chloe sin entender y sin saber si eso es comestible o no -Ehm... muy bien maestra. Como buena mentora, deberías empezar tú a comer, que seguro sabes mejor que yo- "Y yo que me conformo con un poco de estofado o un pudding de Yorkshire..." Observo atentamente a mi maestra, a ver qué es lo que se puede comer o no
Cuando Adele se dedica a acosar a Matvey, Markus la mira entecerrando los ojos, un poco molesto porque me ha robado el objeto de mi observación. Añado un bah y me dedico a otra cosa, que llame la atención de Tesla, como por ejemplo a observar toda la comida que hay en el catering.
Markus se encarama a la mesa, olisquea todo lo habido y por haber, observa los capanés en línea con la mesa, por si alguno se movía, y les da el visto bueno a los que mejor pinta tienen, relamiendo el relleno de alguno de ellos. Todo ello bajo la atenta mirada del camarero, el cual seguro que sabe quehe robado un tenedor, pero si a Markus le hacen testificar dirá que es mentira, que es un plan maligno de Administrador para acabar con Markus Tesla. Como quiere hacer Marcus alternativo, que me lo ha dicho por MP. Pero es secreto.
Y cuando Markus está concentrado, creando un nuevo canapé con restos de las migas de otros, un tipo raro con el pelo largo y blanco se acerca a mi persona. Markus se replantea la posibilidad de que fuera el abuelo de Heidi en modo joven. Pero no puede ser. Markus estudia de arriba abajo a su nueva víctima
-Markus está estupendamente. ¿Tú también estás bien?- No sabe muy bien de qué le están hablando, por lo tanto es mejor seguirle el juego al tipo misterioso de pelo blanco, que lo mismo está loco y quiere dañar a Markus -Veo que la respuesta a mi planteamiento formulado es afirmativa, Markus se alegra- "Markus usó confusión. Es muy efectivo. ¿Mapas? ¿Qué mapas? ¿Un mapa mundi? ¿El mapa del tiempo? ¿Hará bueno mañana?" Dudo un segundo -¿Aquí? ¿Los planos? ¿Aquí?- Y ahora hablo bajito, com osi fuera todo un secreto -Pero cómo se te ocurre, ¿y si te los quitan? Todo será luz, fuego, destrucción. El mundo podría ser una ruina, no lo podemos permitir-
Markus se encarama a la mesa, olisquea todo lo habido y por haber, observa los capanés en línea con la mesa, por si alguno se movía, y les da el visto bueno a los que mejor pinta tienen, relamiendo el relleno de alguno de ellos. Todo ello bajo la atenta mirada del camarero, el cual seguro que sabe quehe robado un tenedor, pero si a Markus le hacen testificar dirá que es mentira, que es un plan maligno de Administrador para acabar con Markus Tesla. Como quiere hacer Marcus alternativo, que me lo ha dicho por MP. Pero es secreto.
Y cuando Markus está concentrado, creando un nuevo canapé con restos de las migas de otros, un tipo raro con el pelo largo y blanco se acerca a mi persona. Markus se replantea la posibilidad de que fuera el abuelo de Heidi en modo joven. Pero no puede ser. Markus estudia de arriba abajo a su nueva víctima
-Markus está estupendamente. ¿Tú también estás bien?- No sabe muy bien de qué le están hablando, por lo tanto es mejor seguirle el juego al tipo misterioso de pelo blanco, que lo mismo está loco y quiere dañar a Markus -Veo que la respuesta a mi planteamiento formulado es afirmativa, Markus se alegra- "Markus usó confusión. Es muy efectivo. ¿Mapas? ¿Qué mapas? ¿Un mapa mundi? ¿El mapa del tiempo? ¿Hará bueno mañana?" Dudo un segundo -¿Aquí? ¿Los planos? ¿Aquí?- Y ahora hablo bajito, com osi fuera todo un secreto -Pero cómo se te ocurre, ¿y si te los quitan? Todo será luz, fuego, destrucción. El mundo podría ser una ruina, no lo podemos permitir-
Las flores para mi vestido tardaron demasiado en crecer. Quizás por eso llegué tan tarde. Al menos alcancé a escuchar los votos sentándome en uno de los asientos del fondo. Los novios no podían verse menos perfectos, radiantes, enamorados, y sobre todo felices.
La ceremonia pronto terminó y me acerqué para darles mis calurosas felicitaciones. Esperé mi turno -en realidad me metí un poco a la fila- y abracé a ambos con soltura.-Les deseo toda la felicidad del mundo. Seguro que así será.- Tras pellizcarle la mejilla al novio y dejarle un beso a la novia, me alejé para que el resto pegara sus respetos. Había tanta gente, y si todos ellos los querían seguro que no sería tan difícil de conseguir la felicidad. Observé de lejos el proceso con que sellaban los votos, firmando aquel pesado libro que ojalá y nunca me tocara firmar. Es que eso de atarse pues no lo sé...
Me di cuenta mientras caminábamos al banquete que no conocía a muchos de los que estaban ahí. Quizás excepto a Adele, que realmente no era que me cayera bien, y algunos de los que habían ganado el torneo hacía tanto tiempo. Me dediqué a pulular hasta que encontré una mesa sola en la que sentarme. No tardé en encontrar una copa para empezar mi propia fiesta.
La ceremonia pronto terminó y me acerqué para darles mis calurosas felicitaciones. Esperé mi turno -en realidad me metí un poco a la fila- y abracé a ambos con soltura.-Les deseo toda la felicidad del mundo. Seguro que así será.- Tras pellizcarle la mejilla al novio y dejarle un beso a la novia, me alejé para que el resto pegara sus respetos. Había tanta gente, y si todos ellos los querían seguro que no sería tan difícil de conseguir la felicidad. Observé de lejos el proceso con que sellaban los votos, firmando aquel pesado libro que ojalá y nunca me tocara firmar. Es que eso de atarse pues no lo sé...
Me di cuenta mientras caminábamos al banquete que no conocía a muchos de los que estaban ahí. Quizás excepto a Adele, que realmente no era que me cayera bien, y algunos de los que habían ganado el torneo hacía tanto tiempo. Me dediqué a pulular hasta que encontré una mesa sola en la que sentarme. No tardé en encontrar una copa para empezar mi propia fiesta.
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