Recuerdo del primer mensaje :
Es un espacio recreativo para las familias y aprendices. Fueron creados con la intención de emular los magníficos Jardines colgantes de Babilonia
- Gracias, gracias.- hago una pequeña reverencia por los comentarios de Justin halagando mi trabajo con la decoración y por decirme eso que se dice cuando la gente se arregla, que voy guapa. - La verdad es que la decoración es más cosa de Anteia. En realidad casi todo es cosa de ella, es la que más se ha encargado de todo. - suspiro mirando hacia donde está el matrimonio Knox-Malfoy, pensando en lo adorables que se ven juntos. Luego me pongo a fantasear con que esos somos Yaroslav y yo, empanándome unos segundos antes de volver a la realidad.
Miro a Justin negando con la cabeza cuando lo veo tan tiquismiquis con la comida, cogiendo yo primero uno de esos canapés para comerlo después. - ¿Ves? está rico, no es veneno ni nada por el estilo. Estás muy verde, chaval. - le doy unos golpecitos en la cabeza como si fuera mi perrillo. Le preguntaría que cómo va su padre, pero no quiero ponerle triste. Echo después un vistazo alrededor para observar qué hace el resto de la gente, que ya anda por ahí picoteando y comiendo de las bandejas. Por ahora todo parece tranquilo, nadie que quiera montar un numerito ni nadie que quiera atacarnos. Estamos tan acostumbrados a ser atacados que esto se hace raro. Me fijo en una mujer pelirroja que está algo apartada bebiendo, así que seguramente tenga problemas de alcoholismo. Además, Justin también debe relacionarse por su cuenta, que es demasiado tímido el chaval. Tiro del brazo del chico para arrastrarlo hacia la mesa donde está Sophia, empujando después a Justin por la espalda para que se lance sobre ella.
- ¡Este chico necesita que le den clases! Es que es un poco asocial...no le vendría mal aprender contigo u otros profes. Por cierto, soy Chloe, alumna de Lucio
"que no lo veo por aquí, al muy pasota. Fatal me parece"
Miro a Justin negando con la cabeza cuando lo veo tan tiquismiquis con la comida, cogiendo yo primero uno de esos canapés para comerlo después. - ¿Ves? está rico, no es veneno ni nada por el estilo. Estás muy verde, chaval. - le doy unos golpecitos en la cabeza como si fuera mi perrillo. Le preguntaría que cómo va su padre, pero no quiero ponerle triste. Echo después un vistazo alrededor para observar qué hace el resto de la gente, que ya anda por ahí picoteando y comiendo de las bandejas. Por ahora todo parece tranquilo, nadie que quiera montar un numerito ni nadie que quiera atacarnos. Estamos tan acostumbrados a ser atacados que esto se hace raro. Me fijo en una mujer pelirroja que está algo apartada bebiendo, así que seguramente tenga problemas de alcoholismo. Además, Justin también debe relacionarse por su cuenta, que es demasiado tímido el chaval. Tiro del brazo del chico para arrastrarlo hacia la mesa donde está Sophia, empujando después a Justin por la espalda para que se lance sobre ella.
- ¡Este chico necesita que le den clases! Es que es un poco asocial...no le vendría mal aprender contigo u otros profes. Por cierto, soy Chloe, alumna de Lucio
"que no lo veo por aquí, al muy pasota. Fatal me parece"
Mucha, mucha, muchísima gente saluda pese a que Catherine lo único que quiere es sentarse y respirar aire puro. Fresco. ¿Acaso no recordaban que era súper arisca y cerrada?¿Qué no hablaba con la gente y que, cuando lo hacía, era para decir cosas feas? Aún así hay momentos memorables, los Knox (todos, incluido Lykaios que le saca una risa) hasta los enanos. Por supuesto, Adam. Cuando coloca la mano en su hombro, Catherine siente un peso extraño pero neutro. A diferencia de otras veces, ella siempre lo ha tratado con respeto y no deja de olvidar que fue por él por quien conoció a Ian. ¿La recordaría Adam? ¿sabría eso? ¿Tenía que darle las gracias? Dibujó una sonrisa, asintiendo ante su gesto. Y, por supuesto, Matvey, a quien correspondió el abrazo para luego recibir las felicitaciones de Sofía y otros miembros del Consejo. Y sus hermanos, cada uno a su manera especial, aunque Rhaegar le abrazó y eso significó el mundo para ella.
Entonces apareció Newton con el libro, la pelinegra nunca había estado en ninguna boda así que para ella eso fue sorpresa. Miró a Ian con el ceño levemente fruncido pero divertida mientras estampaba su firma queriendo poder echarle un ojo a éste pero quedándose sólo con las ganas. Ya podría ver el árbol Le Fay en el libro que tenía en casa, siempre le había gustado echar un vistazo a las ramas. Incluso las exiliadas.
Finalmente, el pasillo llega a liberarse un poco y Cath e Ian pueden ir avanzando hacia la zona del cocktail. -Necesito sentarme un poco…- Murmuró y luego le miró sonriendo de lado, ahora con un poco más de privacidad y tranquilidad mientras la música de fondo escondía ciertos murmullos -No conozco a la mitad de la gente que está acá...Aparte… ¿qué hay en esas cajitas que le están dando a todo el mundo?- Le preguntó a Ian, riéndose un poco del hecho de...no saber nada de lo que pasaba en su boda. Pero bueno, lo importante estaba. Se llevó una mano al vientre, hacia un costado, acariciandose un poco de manera distraída -Te apuesto a que los colibríes son de Sean- Le dijo alzando levemente las cejas antes de llegar a la mesa que les estaba asignada y, final y gloriosamente, sentarse. ¡Su columna vertebral soportaba demasiado peso! ¡Era muy agotador estar tanto tiempo parada! ¡Apaaaarteeeeeeee le faltaba tela al vestido y tenía toda la espalda descubierta -excepto por el pelo, gracias a Morgana! y hacía fresquito…
Cerró los ojos un momento, tratando de respirar y tranquilizarse como le había enseñado Lucio de forma que no sucumbiera al estrés ni produjera malas hormonas para el bebé. Se tomó su momento de relajación antes de abrir los ojos y buscar la mirada de Ian -Algo que sí sé es del menú. Y hay unos canapés de atún que quiero probar- Le dijo sonriendo de lado antes de pasear la mirada por el salón, localizando a sus hermanos y arqueando una ceja escéptica -¿Y quienes son esas?- Le preguntó a Ian pegándole un codazo para que prestar atención. Por un momento quiso levantarse para preguntar y, sobre todo, extrañándose de que Desmond no invitara a Azahar por cortesía. Hablando de eso… ¿Con quien había venido la peliazul? Se cuestionó y la buscó mirando como tenia a cada uno de sus hermanos encima de un hombro.
“Podría jurar...Que Anteia había hablado con uno de los aprendices de Sean para que les hiciera un show de magia y cuidara a los niños….Mira, a tu izquierda...Es su zona… Ven con nosotros, ellos estarán bien”
Entonces apareció Newton con el libro, la pelinegra nunca había estado en ninguna boda así que para ella eso fue sorpresa. Miró a Ian con el ceño levemente fruncido pero divertida mientras estampaba su firma queriendo poder echarle un ojo a éste pero quedándose sólo con las ganas. Ya podría ver el árbol Le Fay en el libro que tenía en casa, siempre le había gustado echar un vistazo a las ramas. Incluso las exiliadas.
Finalmente, el pasillo llega a liberarse un poco y Cath e Ian pueden ir avanzando hacia la zona del cocktail. -Necesito sentarme un poco…- Murmuró y luego le miró sonriendo de lado, ahora con un poco más de privacidad y tranquilidad mientras la música de fondo escondía ciertos murmullos -No conozco a la mitad de la gente que está acá...Aparte… ¿qué hay en esas cajitas que le están dando a todo el mundo?- Le preguntó a Ian, riéndose un poco del hecho de...no saber nada de lo que pasaba en su boda. Pero bueno, lo importante estaba. Se llevó una mano al vientre, hacia un costado, acariciandose un poco de manera distraída -Te apuesto a que los colibríes son de Sean- Le dijo alzando levemente las cejas antes de llegar a la mesa que les estaba asignada y, final y gloriosamente, sentarse. ¡Su columna vertebral soportaba demasiado peso! ¡Era muy agotador estar tanto tiempo parada! ¡Apaaaarteeeeeeee le faltaba tela al vestido y tenía toda la espalda descubierta -excepto por el pelo, gracias a Morgana! y hacía fresquito…
Cerró los ojos un momento, tratando de respirar y tranquilizarse como le había enseñado Lucio de forma que no sucumbiera al estrés ni produjera malas hormonas para el bebé. Se tomó su momento de relajación antes de abrir los ojos y buscar la mirada de Ian -Algo que sí sé es del menú. Y hay unos canapés de atún que quiero probar- Le dijo sonriendo de lado antes de pasear la mirada por el salón, localizando a sus hermanos y arqueando una ceja escéptica -¿Y quienes son esas?- Le preguntó a Ian pegándole un codazo para que prestar atención. Por un momento quiso levantarse para preguntar y, sobre todo, extrañándose de que Desmond no invitara a Azahar por cortesía. Hablando de eso… ¿Con quien había venido la peliazul? Se cuestionó y la buscó mirando como tenia a cada uno de sus hermanos encima de un hombro.
“Podría jurar...Que Anteia había hablado con uno de los aprendices de Sean para que les hiciera un show de magia y cuidara a los niños….Mira, a tu izquierda...Es su zona… Ven con nosotros, ellos estarán bien”
Sonrío de una forma un tanto nerviosa cuando intuyo que la he cagado al felicitar a Chloe por la decoración de la boda ya que no ha sido ella, sino una tal Anteia. -Bueno... pero... tú también has ayudado y... Seguro que lo hubieras hecho genial también- Aprovecho ese momento en el que ella se empana para mirar alrededor, o en si debía salir corriendo o no para ir a abrir la bocaza en otro sitio, pero el hecho de que ya estuviésemos en la zona de catering con todo el mundo alrededor impedía grandes movimientos sin poder chocar con nadie. Busco con la mirada a Stacy, para que me rescatara o ver si era el momento de salir de allí.
Cuando Chloe vuelve a conectar con la realidad me dice algo sobre los canapés que por supuesto ya había olvidado. Es verdad que los hay con una pinta de ser veganos y sosos que no se tienen, de los que seguro se añusgan. -Vale, bueno, me la jugaré. Cogeré este, que a saber de qué puede ser- "Verde era mi padre" Le doy un mordisco con un poco de grima, como si el canapé se fuera a poner a gritar o saliera corriendo. Lo saboreo, más por compromiso que por ganas, descubriendo que verdaderamente no estaba mal. Me termino el que tenía y decido coger otro para Chloe y para mí, cuando vuelve a empujarme para dialogar con una adulta pelirroja que no conozco de nada. Sonrío a Sophia, le daría la mano, pero la tengo llena de relleno de canapé. -Ehm.... hola. Soy Justin. Un placer- Miro a Chloe por el rabillo del ojo casi queriendo matarla con la mirada.
Chloe dice que debería aprender con ella u otros profes, pero aún no tengo la edad suficiente como para ingresar en las clases avanzadas de Ouroboros. Por desgracia yo sigo con los principios de la magia clásica, y si tuviera que elegir una rama mágica no sé con cuál me quedaría, la verdad, porque es algo que nunca me había planteado seriamente. "Cuando era pequeño quería ser magizoólogo. Pero ahora ya... no sé"
Cuando Chloe vuelve a conectar con la realidad me dice algo sobre los canapés que por supuesto ya había olvidado. Es verdad que los hay con una pinta de ser veganos y sosos que no se tienen, de los que seguro se añusgan. -Vale, bueno, me la jugaré. Cogeré este, que a saber de qué puede ser- "Verde era mi padre" Le doy un mordisco con un poco de grima, como si el canapé se fuera a poner a gritar o saliera corriendo. Lo saboreo, más por compromiso que por ganas, descubriendo que verdaderamente no estaba mal. Me termino el que tenía y decido coger otro para Chloe y para mí, cuando vuelve a empujarme para dialogar con una adulta pelirroja que no conozco de nada. Sonrío a Sophia, le daría la mano, pero la tengo llena de relleno de canapé. -Ehm.... hola. Soy Justin. Un placer- Miro a Chloe por el rabillo del ojo casi queriendo matarla con la mirada.
Chloe dice que debería aprender con ella u otros profes, pero aún no tengo la edad suficiente como para ingresar en las clases avanzadas de Ouroboros. Por desgracia yo sigo con los principios de la magia clásica, y si tuviera que elegir una rama mágica no sé con cuál me quedaría, la verdad, porque es algo que nunca me había planteado seriamente. "Cuando era pequeño quería ser magizoólogo. Pero ahora ya... no sé"
- en respuesta a:
- Markus Tesla escribió:Cuando Adele se dedica a acosar a Matvey, Markus la mira entecerrando los ojos, un poco molesto porque me ha robado el objeto de mi observación. Añado un bah y me dedico a otra cosa, que llame la atención de Tesla, como por ejemplo a observar toda la comida que hay en el catering.
Markus se encarama a la mesa, olisquea todo lo habido y por haber, observa los capanés en línea con la mesa, por si alguno se movía, y les da el visto bueno a los que mejor pinta tienen, relamiendo el relleno de alguno de ellos. Todo ello bajo la atenta mirada del camarero, el cual seguro que sabe quehe robado un tenedor, pero si a Markus le hacen testificar dirá que es mentira, que es un plan maligno de Administrador para acabar con Markus Tesla. Como quiere hacer Marcus alternativo, que me lo ha dicho por MP. Pero es secreto.
Y cuando Markus está concentrado, creando un nuevo canapé con restos de las migas de otros, un tipo raro con el pelo largo y blanco se acerca a mi persona. Markus se replantea la posibilidad de que fuera el abuelo de Heidi en modo joven. Pero no puede ser. Markus estudia de arriba abajo a su nueva víctima
-Markus está estupendamente. ¿Tú también estás bien?- No sabe muy bien de qué le están hablando, por lo tanto es mejor seguirle el juego al tipo misterioso de pelo blanco, que lo mismo está loco y quiere dañar a Markus -Veo que la respuesta a mi planteamiento formulado es afirmativa, Markus se alegra- "Markus usó confusión. Es muy efectivo. ¿Mapas? ¿Qué mapas? ¿Un mapa mundi? ¿El mapa del tiempo? ¿Hará bueno mañana?" Dudo un segundo -¿Aquí? ¿Los planos? ¿Aquí?- Y ahora hablo bajito, com osi fuera todo un secreto -Pero cómo se te ocurre, ¿y si te los quitan? Todo será luz, fuego, destrucción. El mundo podría ser una ruina, no lo podemos permitir-
- Marrkus. Quien es Marrkus? - le pregunto frunciendo mi ceño cuando habla de si mismo en tercera persona.... - Yo te he prreguntado porr ti. Yo estoy bastante bien, grracias
Pero la cosa es que el contesta tambien por mi, de modo muy tecnico, eso si. Creo que empiezo a entender que se referia a si mismo cuando dijo "markus" o es que hay otro markus al que se refiere.
Su reaccion me pone en alerta. Claro. Como he podido estar tan ciego? Aqui pueden quitarmelos...
...no, espera. Se supone que este sitio es seguro. A no ser que....
Me acerco y bajo yo tambien el tono de voz mirando a todas partes de modo intranquilo.
-Que insinuas, Tesla Marrkus? Que aqui hay alguien con interreses opuestos a los nuestrros?
"si, no hace falta ser un genio para darse cuenta, claro claro...."
Pasó a nuesto lado un tipo arreglado llevando copas y fui lo bastante rapido como para hacerme con una y bebérmela al trago, esperando que llevase alcohol, confirmando que asi era en el proceso de ingerir el liquido.
-Bueno, tu hazes como si nada. Yo no he dicho nada. Entendido?
- respuesta:
- Adele Gaultier escribió:Aguanto la pesada ceremonia con una sonrisa de escepticismo, dándome hiperglucemia con tanta cursilería de votos. No, en serio, he sobrepasado mi nivel de soportar chorradas por hoy. No aplaudo cuando acaba la ceremonia, básicamente porque no me apetece. Lo bueno es que tengo excusa para no hacerlo, al llevar al bebé en brazos. Espero un poco a que la gente les de la enhorabuena y comiencen a alejarse, momento que aprovecharé para hablar con Matvey.
"qué mal le queda el vestido a ella, está gordísima y es una hortera de cuidado. No tiene la elegancia francesa. Y él parece un gañán, cosa que no es de extrañar siendo licántropo. Sólo le queda bien el traje a los dos rusos, mira qué casualidad"
Los rusos son mi fetiche, no lo puedo evitar. Me levanto para ir hacia Matvey, esperando que se vaya haciendo a la idea mientras me ve venir. Si la Le Fay no ha terminado de hablarle me da igual, me está sobrando mucho. Al grano. - Matvey...llevaba tiempo buscándote. Eres un tanto difícil de encontrar. - no le dejo tiempo para hablar, adoptando un gesto serio que le indique cómo es la situación. - Desconozco si te han llegado rumores, pero prefiero decirte esto en persona. - hago una pequeña pausa dramática, bajando la mirada al pequeño que llevo en brazos. - Tal vez no te acuerdes del encuentro que tuvimos en tu casa, ya sé que no nos vimos después de aquello. Es tu hijo. Tu heredero. - imagino que no me va a creer, así que refuerzo la explicación, aunque me fastidie tener que dar explicaciones . - Puedes hacer las pruebas que quieras para comprobarlo, pero no hay más que verlo. Se parece a ti.
Catherine e Ian se retiraron a su mesa, los jovenes tambien se fueron. Yo vi venir a Adele, recordando nuestro ultimo encuentro, que habia sido hacia meses ya y con unos resultados de lo más...eróticos e inesperados. Me aparté de Anteia y su marido para atender a la francesa debidamente, aunque la mujer como era de esperar, no se andó por las ramas.
Probablemente a esto se habia referido Catherine cuando dijo que si habia algo que tuviese que contarle. Hasta el momento, habria creido que no.
Ella ni corta ni perezosa se refirió a nuestro encuentro. Si, lo recordaba. La observé de modo penetrante, sin preocuparme si le resultaba insidioso como mis ojos recorrian todas sus curvas y formas: si bien era una mujer tremendamente atractiva, ahora no sentía el deseo que habia desatado en mi aquella noche, de modo tan súbito. No, no tenia nada que ver. Supe mantener la calma y la apariencia pese a que esa noticia le pone el estomago del revés incluso al más pintado.
-Claro que lo recuerdo. En mi estirpe hay una regla: y es la de conquistar psíquicamente a una mujer antes de conquistarla físicamente. Sólo asi será tuya de verdad...asi que..como lo hiciste, Adele? Me salté algunos pasos contigo. Ven, tomemos asiento.
Le ofrecí mi brazo, mirando al retoño que me mostraba. Si, su mata de pelo era oscura como la noche. Los meses transcurridos indicaban una verdad, aunque bien podia ser hijo de cualquier otro. Busqué una mesa donde pudieramos sentarnos ambos comodamente y primero le ofrecí el asiento a ella.
- Es un niño precioso. Puede que sea mi hijo, puede que no. Me gustaría comprobarlo no obstante. Pero... - y ahora iba a ir al quid de la cuestión. Observé sus ojos, no tenia los poderes de Catherine, pero quizá pudiese ver algo. - Que sea mi hijo no lo convierte en mi heredero.
-¿Cómo que quién es Markus? ¿Pues no es evidente que Markus es Markus?- "El abuelo de Heidi intenta confundirme. Sí. Está claro que es una estrategia de Administrador para saber si hago metajuego. No me va a pillar"
Pero aún con todo me ofende muchísimo que el señor que tengo delante, claramente una marioneta de Administrador, no reconozca al genial y único (bueno "único") Markus Tesla. El original. El que no está roto ni se dedica a abrir portales raros o hablar con gente de otros universos. Que Markus sabes bien que te traes entre manos, Marcus. Volviendo al tema que nos concierne, Markus se señala a sí mismo cuando habla de sí mismo. Es más que evidente.
-¿Ves? Lo que yo dije. Bien, bien, todo correcto. Es algo positivo, porque si no es positivo es... ¿alarmante? Sí, alarmante- Markus, imitando a Yaroslav, también se aproxima, lo de hablar bajo ya lo había hecho antes. -Oh, Markus siempre dice que no hay lugar seguro. Nunca. Markus siempre está alerta, siempre vigilando. De lo contrario, ¿por qué sino habrías de haberte traído los... mapas? Tú también debes vigilar- Markus aprovecha para bajar aún más la voz, especialmente cuando pasa el camarero con las copas. Es el mismo que me ha estado vigilando desde el momento en el que me arrimé a la mesa del catering, de modo que Markus intenta despistarle haciéndose pasar como una persona normal. Dentro de que Markus ya es una persona normal, a su entender. -Ese tipo no me quita el ojo de encima. O es un espía y quiere algo de lo que tenemos o se ha enamorado de mi personalidad - "Markus ha ligadoooooo" Confío ese pensamiento a mi gran y nuevo amigo, o él cree que es amigo de Markus, aunque Markus no le conoce de nada, pero como es un gran actor, actúa; justo en el instante después de que se bebiera la bebida (evidentemente). -Markus ha entendido. ¿De qué hablábamos?- No, en serio, ¿de qué hablaban? Markus divaga y se va tambaleándose a otro sitio, después de todo el abuelo de Heidi le ha dicho que él no había dicho nada y Markus ha reseteado su memoria... más o menos. Aprovecha ese momento para volver a acercarse a la mesa de la cubertería, descubriendo que también tenían tenedores de arroz. Markus coge el tenedor, tiene que completar la colección, hacerse con todos, como los Pokémon.
Pero aún con todo me ofende muchísimo que el señor que tengo delante, claramente una marioneta de Administrador, no reconozca al genial y único (bueno "único") Markus Tesla. El original. El que no está roto ni se dedica a abrir portales raros o hablar con gente de otros universos. Que Markus sabes bien que te traes entre manos, Marcus. Volviendo al tema que nos concierne, Markus se señala a sí mismo cuando habla de sí mismo. Es más que evidente.
-¿Ves? Lo que yo dije. Bien, bien, todo correcto. Es algo positivo, porque si no es positivo es... ¿alarmante? Sí, alarmante- Markus, imitando a Yaroslav, también se aproxima, lo de hablar bajo ya lo había hecho antes. -Oh, Markus siempre dice que no hay lugar seguro. Nunca. Markus siempre está alerta, siempre vigilando. De lo contrario, ¿por qué sino habrías de haberte traído los... mapas? Tú también debes vigilar- Markus aprovecha para bajar aún más la voz, especialmente cuando pasa el camarero con las copas. Es el mismo que me ha estado vigilando desde el momento en el que me arrimé a la mesa del catering, de modo que Markus intenta despistarle haciéndose pasar como una persona normal. Dentro de que Markus ya es una persona normal, a su entender. -Ese tipo no me quita el ojo de encima. O es un espía y quiere algo de lo que tenemos o se ha enamorado de mi personalidad - "Markus ha ligadoooooo" Confío ese pensamiento a mi gran y nuevo amigo, o él cree que es amigo de Markus, aunque Markus no le conoce de nada, pero como es un gran actor, actúa; justo en el instante después de que se bebiera la bebida (evidentemente). -Markus ha entendido. ¿De qué hablábamos?- No, en serio, ¿de qué hablaban? Markus divaga y se va tambaleándose a otro sitio, después de todo el abuelo de Heidi le ha dicho que él no había dicho nada y Markus ha reseteado su memoria... más o menos. Aprovecha ese momento para volver a acercarse a la mesa de la cubertería, descubriendo que también tenían tenedores de arroz. Markus coge el tenedor, tiene que completar la colección, hacerse con todos, como los Pokémon.
He de reconocer que el nigromante tiene templanza y no hace ningún aspaviento ante una noticia tan relevante como la de ser padre. Tampoco se hace el despistado, fingiendo que no sucedió nada hace más de nueve meses. Sería poco inteligente por su parte, y este tío es peligrosamente listo. He de jugar mis cartas lo mejor que pueda, a los estúpidos es fácil engañarlos, pero a los inteligentes...esos juegan en otra liga. - ¿Quién te dice que no me habías conquistado antes psíquicamente? los nigromantes, y tú en particular, tenéis un magnetismo especial. Pasó lo que tenía que pasar, no es nada de lo que haya que avergonzarse. - respondo con toda naturalidad, sintiéndome algo más tensa cuando parece sospechar algo y me pregunta que cómo lo hice. No creo que hable a mi favor el hecho de haber utilizado un objeto mágico para hacer que cayese a mis pies rápidamente. Sin él no creo que hubiese accedido tan rápido, o directamente no hubiese accedido. Las malas lenguas dicen cosas de mí...
Hago algo de tiempo accediendo a su petición, tomando su brazo para ir a sentarnos a una de las mesas. Los envidiosos dirán que no hacemos buena pareja, pero yo creo que somos de lo mejor y más elegante que hay en esta fiesta llena de renegados zarrapastrosos. Río por lo bajo con eso de que se saltó unos pasos, alzando un hombro como quitándole importancia. - Qué más da. No estamos en la época medieval, no tienes que cortejarme previamente ni pedirme la mano ni nada de eso. Simplemente nos apeteció a ambos y lo pasamos bien, de eso no hay duda. Yo fui a tu casa buscando convertirme en tu aprendiz, y puse de mi parte para seducirte. No le des más vueltas. Seguro que no se las estarías dando de no ser por este niño. - hago ademán de poner al bebé en sus brazos, para que lo coja si quiere. Si lo rechaza comprobaré que no le interesa para nada, pero si al menos lo acepta hay una pequeña posibilidad de que se encariñe con él. El crío no tiene la culpa, por mucho que sea un medio para conseguir un fin.
- Cógelo...no suele portarse mal ni llorar a menudo. Le he llamado Ivanov, aunque todavía se le puede cambiar el nombre, no está registrado en ningún lado. Y por supuesto, compruébalo cuando quieras. - clavo mi mirada en la suya como retándole a hacerlo, muy segura de lo que estoy diciendo porque tengo muy claro que es suyo. En ese momento no hubo nadie más. Él se encarga de dejarme muy claro que el hecho de ser su hijo no implica que sea su heredero, lo que hace que esboce una irónica sonrisa. He de hacer un esfuerzo por disimular la rabia que me da su negativa, aunque en parte me lo temía. - Claro...sin boda ni parafernalia de por medio no es más que un bastardo. ¿No es eso? Uno de tantos que tendrás. - replico con decepción y un añadido de voz dolida que agrego para resultar más convincente. Que yo sepa no hay más, pero puede que tenga hijos ocultos. A saber. - En fin...sólo quería que supieses que él existía. Puedo criarlo sola, ya lo he hecho antes. - Por ahora voy con cautela, prefiero ir poco a poco que obtener una negativa tajante a través de la cual no pueda abrir brecha luego. Todavía tengo en mente las palabras de Rybar, así que buscaré el momento oportuno para soltar esa parte.
Hago algo de tiempo accediendo a su petición, tomando su brazo para ir a sentarnos a una de las mesas. Los envidiosos dirán que no hacemos buena pareja, pero yo creo que somos de lo mejor y más elegante que hay en esta fiesta llena de renegados zarrapastrosos. Río por lo bajo con eso de que se saltó unos pasos, alzando un hombro como quitándole importancia. - Qué más da. No estamos en la época medieval, no tienes que cortejarme previamente ni pedirme la mano ni nada de eso. Simplemente nos apeteció a ambos y lo pasamos bien, de eso no hay duda. Yo fui a tu casa buscando convertirme en tu aprendiz, y puse de mi parte para seducirte. No le des más vueltas. Seguro que no se las estarías dando de no ser por este niño. - hago ademán de poner al bebé en sus brazos, para que lo coja si quiere. Si lo rechaza comprobaré que no le interesa para nada, pero si al menos lo acepta hay una pequeña posibilidad de que se encariñe con él. El crío no tiene la culpa, por mucho que sea un medio para conseguir un fin.
- Cógelo...no suele portarse mal ni llorar a menudo. Le he llamado Ivanov, aunque todavía se le puede cambiar el nombre, no está registrado en ningún lado. Y por supuesto, compruébalo cuando quieras. - clavo mi mirada en la suya como retándole a hacerlo, muy segura de lo que estoy diciendo porque tengo muy claro que es suyo. En ese momento no hubo nadie más. Él se encarga de dejarme muy claro que el hecho de ser su hijo no implica que sea su heredero, lo que hace que esboce una irónica sonrisa. He de hacer un esfuerzo por disimular la rabia que me da su negativa, aunque en parte me lo temía. - Claro...sin boda ni parafernalia de por medio no es más que un bastardo. ¿No es eso? Uno de tantos que tendrás. - replico con decepción y un añadido de voz dolida que agrego para resultar más convincente. Que yo sepa no hay más, pero puede que tenga hijos ocultos. A saber. - En fin...sólo quería que supieses que él existía. Puedo criarlo sola, ya lo he hecho antes. - Por ahora voy con cautela, prefiero ir poco a poco que obtener una negativa tajante a través de la cual no pueda abrir brecha luego. Todavía tengo en mente las palabras de Rybar, así que buscaré el momento oportuno para soltar esa parte.
Terminaron de llegar el resto de felicitaciones, como la de Azahar, la de Lykaios o la de Sofía, eso por mencionar las de gente conocida, porque hay algunos más. Los nervios iniciales han desaparecido ya por completo, ahora que la ceremonia ha terminado y todo ha salido bien. Además, ya no somos el centro de atención, lo cual ayuda. Tomo a Catherine del brazo para acompañarla a sentarnos a una de las sillas que hay esparcidas por el jardín, mientras el resto disfruta de la comida y la bebida del cocktail. Cuando tomamos asiento me dedico a observar a los invitados durante unos segundos, viendo cómo van de acá para allá charlando y comiendo de las bandejas de los camareros. Se agradece poder ver a la gente así de feliz y relajada de vez en cuando, sin tener que temer por sus vidas o enfrentarse a peligros constantemente. Por eso debemos aprovechar este momento mientras dure. - Yo tampoco...pensé que tú conocerías al resto de invitados, hay muchos de la isla. Mi gente ya sabes cuál es. - señalo a una de las cajas de regalo que abre uno de los invitados, del cual saca una especie de frasco de poción. - Creo que también es cosa de Anteia, son los regalos de boda para los invitados. Me parece que nosotros no tenemos derecho a uno. - río por lo bajo, señalando a otro regalo diferente que saca otra persona. - Pues Sean es un peliculero, menudos efectos especiales se ha montado. - señalo al susodicho con la cabeza, uno de los Descendientes con los que tiene una relación a medio camino entre la amistad y la rivalidad.
Acerco mi silla un poco más a la de ella, de modo que pueda pasarle el brazo por encima de los hombros. Al posar mi mano sobre su espalda la noto un poco fría, así que me quito la chaqueta para echársela por encima mientras estemos sentados. - Creo que te voy a tener que estropear el estilismo. - bromeo al ponerle la prenda sobre los hombros, tirándole después una pequeña pulla. - Aunque así se acerca más a tu estilo habitual.- no quiero que coja frío ahora que está cayendo la noche, y supongo que tampoco podremos quedarnos tanto como el resto de invitados. Se supone que quedan unos pocos días para el nacimiento, pero puede darse en cualquier momento. - ¿Vas bien? ¿aguantas de momento? - pregunto en tono más confidencial, haciendo después un gesto a un camarero para que se acerque con una de esas bandejas de canapés que ha dicho Catherine. Echo un vistazo de reojo a los hermanos mientras cogemos los canapés que el camarero nos trae, esperando a que éste se marche para poder comentar lo de los hermanos de Cat. - ¿Sus novias? yo qué sé, es la primera vez que las veo. Tus hermanos tienen pinta de cambiar de pareja todo el rato, sin ofender.- el resto de gente parece ir a su bola, algunos acompañados, como sus hermanos o los Knox, y algunos más solitarios, como mi padre, que se ha quedado de pie bebiendo junto a otra de las mesas. Suspiro negando con la cabeza, mirando después a Catherine con cara de intriga.
- Y...¿ahora que se supone que se hace en una boda? ¿tenemos que hacer un brindis hablando o algo así? ¿esperar a que terminen de comer todos? ¿hacer lo del baile? porque creo que emborracharse no es una opción hoy para ninguno de los dos. - y no porque no estuviese bien pegarse una buena fiesta, sino porque ella no puede y estaría feo que lo hiciese yo solo. Lo de bailar me da tremenda vergüenza, y creo que a ella también, pero es el día de nuestra boda y no podemos dejarlo pasar.
Acerco mi silla un poco más a la de ella, de modo que pueda pasarle el brazo por encima de los hombros. Al posar mi mano sobre su espalda la noto un poco fría, así que me quito la chaqueta para echársela por encima mientras estemos sentados. - Creo que te voy a tener que estropear el estilismo. - bromeo al ponerle la prenda sobre los hombros, tirándole después una pequeña pulla. - Aunque así se acerca más a tu estilo habitual.- no quiero que coja frío ahora que está cayendo la noche, y supongo que tampoco podremos quedarnos tanto como el resto de invitados. Se supone que quedan unos pocos días para el nacimiento, pero puede darse en cualquier momento. - ¿Vas bien? ¿aguantas de momento? - pregunto en tono más confidencial, haciendo después un gesto a un camarero para que se acerque con una de esas bandejas de canapés que ha dicho Catherine. Echo un vistazo de reojo a los hermanos mientras cogemos los canapés que el camarero nos trae, esperando a que éste se marche para poder comentar lo de los hermanos de Cat. - ¿Sus novias? yo qué sé, es la primera vez que las veo. Tus hermanos tienen pinta de cambiar de pareja todo el rato, sin ofender.- el resto de gente parece ir a su bola, algunos acompañados, como sus hermanos o los Knox, y algunos más solitarios, como mi padre, que se ha quedado de pie bebiendo junto a otra de las mesas. Suspiro negando con la cabeza, mirando después a Catherine con cara de intriga.
- Y...¿ahora que se supone que se hace en una boda? ¿tenemos que hacer un brindis hablando o algo así? ¿esperar a que terminen de comer todos? ¿hacer lo del baile? porque creo que emborracharse no es una opción hoy para ninguno de los dos. - y no porque no estuviese bien pegarse una buena fiesta, sino porque ella no puede y estaría feo que lo hiciese yo solo. Lo de bailar me da tremenda vergüenza, y creo que a ella también, pero es el día de nuestra boda y no podemos dejarlo pasar.
Recibí una gran caja, algo muy extravagante para ser un regalo de boda a los invitados. No era que no hubiera con qué comptrar cositas, pero estabamos en guerra y había que ser austeros. La abrí con cuidado. Era una alfombra voladora. No era que no la pudiera usar, pero no me veía a mi misma trepada en esa cosa. Estaba tocando la tela de la alfombra cuando capté con el rabillo del ojo al par que se acercaba, alcanzando a salvar mi bebida del empujón que le había dado la chica al joven.- Quizás la que necesita clases eres tú, Chloe, espero que Lucio te haya enseñado a no empujar a tus amigos.- Les digo con una risilla a pesar de la reprimenda. También les ofrezco asiento en mi mesa, aunque no muy convencida de que al chico le interese en lo más absoluto la herbolaria.- Un placer, Justin. Aunque me encantaría ayudarte, no se si tienes la 'madera' que se necesita.
Por otro lado, Chloe si tenía cara de ser paciente con las plantas. Y me inquietaba que hablara de Lucio, sobre todo porque no estaba en el lugar, en la boda de una de las nuestras. Al menos los novios se ven felices. Ojalá que sea eso de buen augurio.
Capto la cara de Justin de querer matarme por haberlo presentado a alguien de manera tan repentina, pero no se da cuenta de que debería agradecerme que le esté haciendo terapia de choque. Es un adolescente demasiado timiducho, le hace falta espabilar sea como sea. Le doy codazos repetitivos para que diga algo más, aunque pongo cara de aprobación por lo educado que ha sido al presentarse a la Dioscórides. Tiene fama de femme fatale, pero creo que son rumores. Parece maja y todo. Me río por el comentario de Sofía sobre necesitar clases, sin tomarme a mal lo que me dice. Es muy de profes eso que ha hecho.
- Lucio me tiene bien enseñada. Yo creo que podría darme el título de medimaga pronto, que he hecho muchas prácticas no remuneradas. Es lo que tiene estar de becaria, trabajas mucho. Pero yo encantada, eh? que me gusta ayudar a la gente.
"aunque no me vendría mal algo de dinero para que mi familia pasase menos penurias. Al menos nosotros tenemos acceso a las ventajas de la isla Ouroboros"
Cojo a mi pupilo Justin para sacudirlo por los hombros frente a ella, como si se lo estuviese vendiendo. - ¡Sí tiene madera! sólo que él no lo sabe todavía. Creo que le vendría bien aprender un poco con cada profe. O mejor, ir descubriendo su vocación. Yo os dejo aquí hablando del futuro, de profesiones y de aprendizaje, a ver si orientas un poco al muchacho. Me voy un rato con Azahar, que el Le Fay la ha dejado sola.
"igual que a mí, maldito. Y de paso le cotilleo qué le ha dicho Yaroslav cuando han llegado, que los he visto. Vamos a marujear un rato"
Me separo de Justin y de Sofía, dejándolos a ambos en una situación que tal vez les resulte incómoda o no. Creo que tampoco le vendrá mal a ninguno de los dos, así socializan, que los veo muy margis. Después me voy con mi amija, empezando ahí con ella de risas y copas. Posiblemente acabemos bastante etílicas, pero mientras le pido consejos sobre el tema del ruso.
- Lucio me tiene bien enseñada. Yo creo que podría darme el título de medimaga pronto, que he hecho muchas prácticas no remuneradas. Es lo que tiene estar de becaria, trabajas mucho. Pero yo encantada, eh? que me gusta ayudar a la gente.
"aunque no me vendría mal algo de dinero para que mi familia pasase menos penurias. Al menos nosotros tenemos acceso a las ventajas de la isla Ouroboros"
Cojo a mi pupilo Justin para sacudirlo por los hombros frente a ella, como si se lo estuviese vendiendo. - ¡Sí tiene madera! sólo que él no lo sabe todavía. Creo que le vendría bien aprender un poco con cada profe. O mejor, ir descubriendo su vocación. Yo os dejo aquí hablando del futuro, de profesiones y de aprendizaje, a ver si orientas un poco al muchacho. Me voy un rato con Azahar, que el Le Fay la ha dejado sola.
"igual que a mí, maldito. Y de paso le cotilleo qué le ha dicho Yaroslav cuando han llegado, que los he visto. Vamos a marujear un rato"
Me separo de Justin y de Sofía, dejándolos a ambos en una situación que tal vez les resulte incómoda o no. Creo que tampoco le vendrá mal a ninguno de los dos, así socializan, que los veo muy margis. Después me voy con mi amija, empezando ahí con ella de risas y copas. Posiblemente acabemos bastante etílicas, pero mientras le pido consejos sobre el tema del ruso.
- No me avergüenzo, solo me extraño... - le respondo pausadamente, de modo pensativo, pasando una mano por mi barbilla de modo que mi expresión de estar dandole vueltas quedaba reforzada.
La escuché y miré atentamente. Mis ojos azules seguían brillando tenuemente pero de modo activo, evidentemente, mientras durase el evento, no iba a dejar de mantener el vinculo con aquellos demonios que habia invocado y subyugado para mantener la isla más que vigilada. Claro que no estabamos en la epoca medieval y echar una cana al aire no era ningun delito. En aquel momento, recuerdo que me apeteció locamente acostarme con ella. Que vino a ser mi aprendiz, si....y le dije...le dije que me lo pensaría....
- No volviste a preguntarme cual era mi respuesta respecto a lo de enseñarte artes oscuras. Supongo que no te interesaba tanto. - expresé en un tono neutro, carente de rencor. Sabía manejar el dialogo. Miré al niño, si esa criatura inocente era sangre de mi sangre, me encargaría de que no le faltase de nada. Más allí habia algo que seguiría sin cuadrarme, pues por supuesto dudaba de las buenas intenciones de la mujer.
[color:5e6c=#lightskyblue]
- Ivanov está bien....cuando Lucio tenga tiempo le pediré que haga las comprobaciones necesarias. - ella quería que tomase al pequeño en brazos, pero no era algo con lo que fuese a sentirme cómodo en esos momentos. Acaricié la cabeza del pequeño, sonreí un poco detrás de aquella barba mia, y retiré la mano. Pero al bebé lo dejé en su regazo.
"Tiene potencial...."
- Discúlpame, no tengo costumbre.... - ella se hizo la ofendida aludiendo a los muchos posibles hijos que podria tener yo por ahi desperdigados, y la parafernalia de las bodas. Volví a sonreirle a ella como le habia sonreido antes al bebé, como si me hubiese inspirado ternura. Como si no fuese algo planeado por mi parte, en absoluto. - Adele. A este niño, sangre de mi sangre, si es como dices y como sospecho que es, no le faltará de nada. Pero una boda, como la que ves aqui, no es una parafernalia sin mas. Es un ritual mágico, una unión que consagra dos ramas familiares y dos líneas de magia. Es mas importante de lo que crees. - mi ceño se frunció un poco, pero no expresaba enfado. Era mas bien pesar. - Tienes mi promesa, no le faltará de nada. - repetí. Luego miré a mi alrededor, fijándome en las parejas felices de por alli. Matrimonios recientes, y otros no tan recientes.... negué para mi mismo y volví a mirarla a ella. - Pero debes desechar cualquier idea o ilusión que te puedas haber hecho respecto a mi apellido y mi rango. Te lo digo como consejo.
La escuché y miré atentamente. Mis ojos azules seguían brillando tenuemente pero de modo activo, evidentemente, mientras durase el evento, no iba a dejar de mantener el vinculo con aquellos demonios que habia invocado y subyugado para mantener la isla más que vigilada. Claro que no estabamos en la epoca medieval y echar una cana al aire no era ningun delito. En aquel momento, recuerdo que me apeteció locamente acostarme con ella. Que vino a ser mi aprendiz, si....y le dije...le dije que me lo pensaría....
- No volviste a preguntarme cual era mi respuesta respecto a lo de enseñarte artes oscuras. Supongo que no te interesaba tanto. - expresé en un tono neutro, carente de rencor. Sabía manejar el dialogo. Miré al niño, si esa criatura inocente era sangre de mi sangre, me encargaría de que no le faltase de nada. Más allí habia algo que seguiría sin cuadrarme, pues por supuesto dudaba de las buenas intenciones de la mujer.
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- Ivanov está bien....cuando Lucio tenga tiempo le pediré que haga las comprobaciones necesarias. - ella quería que tomase al pequeño en brazos, pero no era algo con lo que fuese a sentirme cómodo en esos momentos. Acaricié la cabeza del pequeño, sonreí un poco detrás de aquella barba mia, y retiré la mano. Pero al bebé lo dejé en su regazo.
"Tiene potencial...."
- Discúlpame, no tengo costumbre.... - ella se hizo la ofendida aludiendo a los muchos posibles hijos que podria tener yo por ahi desperdigados, y la parafernalia de las bodas. Volví a sonreirle a ella como le habia sonreido antes al bebé, como si me hubiese inspirado ternura. Como si no fuese algo planeado por mi parte, en absoluto. - Adele. A este niño, sangre de mi sangre, si es como dices y como sospecho que es, no le faltará de nada. Pero una boda, como la que ves aqui, no es una parafernalia sin mas. Es un ritual mágico, una unión que consagra dos ramas familiares y dos líneas de magia. Es mas importante de lo que crees. - mi ceño se frunció un poco, pero no expresaba enfado. Era mas bien pesar. - Tienes mi promesa, no le faltará de nada. - repetí. Luego miré a mi alrededor, fijándome en las parejas felices de por alli. Matrimonios recientes, y otros no tan recientes.... negué para mi mismo y volví a mirarla a ella. - Pero debes desechar cualquier idea o ilusión que te puedas haber hecho respecto a mi apellido y mi rango. Te lo digo como consejo.
- No, lo que no es positivo, es negativo. Se le llama perrspectivismo. O positivismo. Eso que te hace serr optimista y que no son pastillas. Ya sabes
"de que estabamos hablando?"
Me sentí haber encontrado un alma gemela y me emocioné cuando él dijo que no habia ningun lugar seguro. Por fin alguien que pensaba como yo!!!
- Es cierrto! Yo vigilo, vigilo siemprre. A veces vigilarr en sueños. Mapas? Que mapas? Son planos! De cosas! Un mapa de de sitios. Esa diferrencia la se. Johan explicó un dia. Tu porr que no lo sabes? O es que quierres confunsionarrme?
Tesla creyó que habia ligado y yo me quedé un poco perplejo mientras él perdia el hilo de la conversacion. Lo seguí cuando se fue a robar cubiertos, intentando refrescarle la memoria.
-De la explosión. Salvé los planos de la explosión. Los tenías tu, y... obviamente los perrdiste. - entrecerré los ojos al verlo robar cubiertos, y por un momento parecio que iba a amonestarle, pero...nada mas lejos. Analizaba la situacion y yo me puse a hacer lo mismo, tras poner gesto de comprensión. Ese hombre de veras era un genio.
-Ya veo. Guarrdas los cubierrtos que pueden tener instalados micrros para investigarr la prrocedencia. O para llamarr la antecion del espia y descubrrir quien es. - sin ser disimulado ni nada, me guardé en el bolsillo un cuchillo de untar patés.
"de que estabamos hablando?"
Me sentí haber encontrado un alma gemela y me emocioné cuando él dijo que no habia ningun lugar seguro. Por fin alguien que pensaba como yo!!!
- Es cierrto! Yo vigilo, vigilo siemprre. A veces vigilarr en sueños. Mapas? Que mapas? Son planos! De cosas! Un mapa de de sitios. Esa diferrencia la se. Johan explicó un dia. Tu porr que no lo sabes? O es que quierres confunsionarrme?
Tesla creyó que habia ligado y yo me quedé un poco perplejo mientras él perdia el hilo de la conversacion. Lo seguí cuando se fue a robar cubiertos, intentando refrescarle la memoria.
-De la explosión. Salvé los planos de la explosión. Los tenías tu, y... obviamente los perrdiste. - entrecerré los ojos al verlo robar cubiertos, y por un momento parecio que iba a amonestarle, pero...nada mas lejos. Analizaba la situacion y yo me puse a hacer lo mismo, tras poner gesto de comprensión. Ese hombre de veras era un genio.
-Ya veo. Guarrdas los cubierrtos que pueden tener instalados micrros para investigarr la prrocedencia. O para llamarr la antecion del espia y descubrrir quien es. - sin ser disimulado ni nada, me guardé en el bolsillo un cuchillo de untar patés.
Ahi seguia yo con Merida y CLeopatra, que despues de haber armado un buen jaleo, nos habiamos concentrado en pensar malignidades.
Miré a la Pyro y por un momento me recordó muy mucho a aquel tal Hades, pariente suyo, un loco del fuego que por fortuna no habia vuelto a meter sus hocicos en mis asuntos. Una parte pequeñita y responsable de mi mismo se preguntó si su manada estaría bien... o si por el contrario les habria ocurrido alguna desgracia. Esperaba que no.
-No vamos a quemarla, que lleva un bebé - asentí, pues ella habia concluido lo mismo.
Abri mi cajita y vi una estatuilla de colibri que ponia que era mensajero. Como no le picara a Adele en las orejas con eso.... bufé un poco indignado. Escucho a Cleo y me quedo mirando con una ceja alzada la escena que protagonizan Adele y el nigromante, discretamente.
-Vale, lo primero es lograr que se aleje de Rasputín, con él al lado no podemos hacer nada. Cleo, porque no haces algo de muertos momificados, o le reclamas o algo mas hardcore para llamarle la atencion y que desatienda un momento a la francesita? Mérida, me ha gustado lo del laxante. Consigamos laxante. Si.
"donde coño se consigue de eso?"
- Bueno, si no, nos conformamos con hacerla pitufa. Pero tendréis que hacerlo vosotras, que yo...estoy sin fuel mágico. Pero antes...
Había caido en la cuenta de que como invitados, estabamos poco participativos- Eso queria decir que no estabamos para NADA dando la lata a los recien casados. Me puse en pie y usé mis manos a modo de altavoz-
-QUE SE BESEEEEN LOS NOVIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!! QUE TOQUE LA BANDAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
"por mi madre, y aun no he bebido ni una pizca"
Miré a la Pyro y por un momento me recordó muy mucho a aquel tal Hades, pariente suyo, un loco del fuego que por fortuna no habia vuelto a meter sus hocicos en mis asuntos. Una parte pequeñita y responsable de mi mismo se preguntó si su manada estaría bien... o si por el contrario les habria ocurrido alguna desgracia. Esperaba que no.
-No vamos a quemarla, que lleva un bebé - asentí, pues ella habia concluido lo mismo.
Abri mi cajita y vi una estatuilla de colibri que ponia que era mensajero. Como no le picara a Adele en las orejas con eso.... bufé un poco indignado. Escucho a Cleo y me quedo mirando con una ceja alzada la escena que protagonizan Adele y el nigromante, discretamente.
-Vale, lo primero es lograr que se aleje de Rasputín, con él al lado no podemos hacer nada. Cleo, porque no haces algo de muertos momificados, o le reclamas o algo mas hardcore para llamarle la atencion y que desatienda un momento a la francesita? Mérida, me ha gustado lo del laxante. Consigamos laxante. Si.
"donde coño se consigue de eso?"
- Bueno, si no, nos conformamos con hacerla pitufa. Pero tendréis que hacerlo vosotras, que yo...estoy sin fuel mágico. Pero antes...
Había caido en la cuenta de que como invitados, estabamos poco participativos- Eso queria decir que no estabamos para NADA dando la lata a los recien casados. Me puse en pie y usé mis manos a modo de altavoz-
-QUE SE BESEEEEN LOS NOVIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!! QUE TOQUE LA BANDAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
"por mi madre, y aun no he bebido ni una pizca"
Al estar junto Anteia, noté como se me aligeraba bastante el nudo del estómago y era capaz de relajarme o angustiarme menos. La abracé y sonreí.
- ¿Jugar a estar en el pasado? Ahora no es necesario, Anteia. Te tengo a ti. Si esas pesadillas me han llevado a estar aqui ahora abrazándote...joder, las pasaría otra vez. - dije con un tono de voz que queria sonreir pero era un tanto nervioso. Aunque al final acabé riendome de mi mismo antes de que me besara, hablando de nuevo al separarme. - Maldita sea, las bodas me ponen muy sentimental....
"Basta, bastaaa"
La tomé por la mano y le señalé a Adam con la cabeza, que estaba en plan marginao de la vida.
- Vamos a darle un poco la lata al rancio este. No sea que le de por pensar. Eh... vino rosado? Si, una botella.
Cogí una del coctel y tomando a Anteia de la mano, nos dirigimos a la mesa donde Adam bebía solo, una bebida de seguro de muy mal gusto. En esas que el burro de mi primo se puso a gritar algo y me faltó poco para tirarle un zapato a la cabeza.
- el homicidio segun que casos está bien visto no? ASi, en plan accidental....
- ¿Jugar a estar en el pasado? Ahora no es necesario, Anteia. Te tengo a ti. Si esas pesadillas me han llevado a estar aqui ahora abrazándote...joder, las pasaría otra vez. - dije con un tono de voz que queria sonreir pero era un tanto nervioso. Aunque al final acabé riendome de mi mismo antes de que me besara, hablando de nuevo al separarme. - Maldita sea, las bodas me ponen muy sentimental....
"Basta, bastaaa"
La tomé por la mano y le señalé a Adam con la cabeza, que estaba en plan marginao de la vida.
- Vamos a darle un poco la lata al rancio este. No sea que le de por pensar. Eh... vino rosado? Si, una botella.
Cogí una del coctel y tomando a Anteia de la mano, nos dirigimos a la mesa donde Adam bebía solo, una bebida de seguro de muy mal gusto. En esas que el burro de mi primo se puso a gritar algo y me faltó poco para tirarle un zapato a la cabeza.
- el homicidio segun que casos está bien visto no? ASi, en plan accidental....
Marcus Tesla
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Era como una vorágine de paz en el mar de la guerra, un torbellino de sentimientos en el suelo de la indiferencia. Dos almas se unen aquel día y para siempre en protocolarios signos de amor que dos personas quieren hacer valer a un público fanático de la galantería. El lugar es perfecto, los jardines de Ouroboros. Marcus Tesla siempre mira fijo el paraíso para destensionarse y encontrar refugio en la soledad en un mundo ─por lo menos, en los dos mundos─ azotado por el movimiento de las masas. La música clásica es su favorita. La unión de todos los instrumentos producía una sonata indescriptible, lo que le hizo llegar a la mente los recuerdos de las pasadas bodas y la posibilidad de unión con otra persona.
─Vaya─... inmediatamente dejó de pensar en la palabra "boda", o incluso dejó de pensar en la palabra "amor", emitiendo un gesto en los labios parecido a un asco, cerrando sus ojos lo suficiente para simular querer un trago de vino suave, de esos de los que le gustan a él. Todo sea para pasar lo dulce en la garganta.
Meloserías, palabrerías que todo el mundo menciona. "Qué bello", "eso es amor de verdad", nada tiene sentido con la realidad. "Un par de hormonas disparatadas y ya todo el mundo se siente enamorado", pensó el Descendiente.
Caminó rápido hacia una mesa donde había toda clase de manjares y bebidas. El brazo de Marcus Tesla se extendió por debajo de una copa para tomarlo por el cuello. Con esto, dejó ver los botones de su camisa en la parte de su muñeca color dorados, que combinaban con los otros botones de su refinada chaqueta de color azul. Levantó por el cuello la copa llena y bebió un sorbo en sus labios llenos de lo que parecía ser labial para hombre.
Luego de que sus pensamientos novélicos se digirieron con el sorbo de su licor, esperó a que todos celebraran la unión. Una buena estrategia de producción para manos de obra en la industria de la guerra.
Una luz brillante de hormonas yacía sobre una pareja no muy cerca de él. Lyran Knox hablaba con su compañía, así que el científico solitario y de sentimientos empedernidos caminó hacia la pareja y habló imprudentemente.
─Knox─, mencionó no muy lejos de Lyran. ─Parece que todo ha mejorado después de aquel fatídico accidente─. ¿Será que se fue demasiado lejos hablar de trabajo?, pensó para sí. ─La brillante compañía que tienes aquí presente puede sobrepasar en belleza a la mismísima novia─.
Da igual, el protocolo para estas fiestas es la comunicación, una aburrida comunicación.
─Vaya─... inmediatamente dejó de pensar en la palabra "boda", o incluso dejó de pensar en la palabra "amor", emitiendo un gesto en los labios parecido a un asco, cerrando sus ojos lo suficiente para simular querer un trago de vino suave, de esos de los que le gustan a él. Todo sea para pasar lo dulce en la garganta.
Meloserías, palabrerías que todo el mundo menciona. "Qué bello", "eso es amor de verdad", nada tiene sentido con la realidad. "Un par de hormonas disparatadas y ya todo el mundo se siente enamorado", pensó el Descendiente.
Caminó rápido hacia una mesa donde había toda clase de manjares y bebidas. El brazo de Marcus Tesla se extendió por debajo de una copa para tomarlo por el cuello. Con esto, dejó ver los botones de su camisa en la parte de su muñeca color dorados, que combinaban con los otros botones de su refinada chaqueta de color azul. Levantó por el cuello la copa llena y bebió un sorbo en sus labios llenos de lo que parecía ser labial para hombre.
Luego de que sus pensamientos novélicos se digirieron con el sorbo de su licor, esperó a que todos celebraran la unión. Una buena estrategia de producción para manos de obra en la industria de la guerra.
Una luz brillante de hormonas yacía sobre una pareja no muy cerca de él. Lyran Knox hablaba con su compañía, así que el científico solitario y de sentimientos empedernidos caminó hacia la pareja y habló imprudentemente.
─Knox─, mencionó no muy lejos de Lyran. ─Parece que todo ha mejorado después de aquel fatídico accidente─. ¿Será que se fue demasiado lejos hablar de trabajo?, pensó para sí. ─La brillante compañía que tienes aquí presente puede sobrepasar en belleza a la mismísima novia─.
Da igual, el protocolo para estas fiestas es la comunicación, una aburrida comunicación.
- Pues que no te extrañe, esas cosas suceden. - La calma con la que Matvey responde a todo comienza a ponerme de los nervios, y más aún el brillo ese que tiene en los ojos por lo que quiera que esté haciendo con su magia. Suelto un sonido de irritación cuando dice eso de que no me importaría tanto lo de ser aprendiz cuando no volví a preguntarlo. - No me gusta ir suplicando, ¿sabes? tú no parecías dispuesto. Además, cuando supe que esperaba un hijo tuyo no quise volver a plantarme delante de ti para preguntarte eso. Aunque tampoco creo que te hubiese encontrado, eres escurridizo. Me ha costado mucho encontrar un momento para hablar contigo, y ha tenido que ser viniendo a esta boda. - y encima hace de padrino de la mosquita muerta esa, que no es su hija ni es nada. Hago un esfuerzo por no parecer molesta en exceso, aunque el hecho de que no quiera coger al niño me parece un desprecio hacia ambos.
- Tampoco parece que quieras tenerla. Imagino que quieres conformarte dando unas cuantas limosnas a tu bastardo para así aliviar tu conciencia, pero te desentiendes por completo. - eso es lo que está diciendo, con sus buenas palabras y sus formas de caballero, pero sigue siendo lo mismo. Lo miro de manera gélida porque no me interesa su dinero, sino su posición en influencias, y él parece que quiere negarme todo eso. Incluso se me han quitado las ganas de decirle lo que hablé con Rybar, el asunto del nigromante para revivir a Termeritus. Me levanto de la silla de manera altiva tras sus últimas palabras, no tengo por qué aguantar esa superioridad que se gasta. Conseguiré destruir este consejo blandengue para rehacerlo a mi manera, sea como sea. Y ahora con más motivos. Ha desbaratado mi plan en un momento, aunque ya sabía que me arriesgaba a que sucediese eso.
- Olvídalo. No queremos nada tuyo. Tendrás esas pruebas hechas por Lucio muy pronto, pero no creo que volvamos a vernos. -
"al menos en buenos términos...no os vais a librar de mi tan fácilmenet"
El momento de largarse ha llegado, la boda no me importa una mierda, y la negativa del nigromante a hacerlo su heredero está clara. - Si le pasa algo a este niño...quedará sobre tu conciencia. - no estoy queriendo decir que yo vaya a hacerle nada, pero al menos si dejo ahí la amenaza para que intuya que fuera de aquí no está seguro. Algo así me dijo Rybar que hiciese. Tras eso me alejo rápidamente de la zona de la boda, marchándome a la habitación que tengo en el edificio de Ouroboros para recoger mis cosas. Después me desaparezco de allí, llevándome mis cosas y al crío.
- Tampoco parece que quieras tenerla. Imagino que quieres conformarte dando unas cuantas limosnas a tu bastardo para así aliviar tu conciencia, pero te desentiendes por completo. - eso es lo que está diciendo, con sus buenas palabras y sus formas de caballero, pero sigue siendo lo mismo. Lo miro de manera gélida porque no me interesa su dinero, sino su posición en influencias, y él parece que quiere negarme todo eso. Incluso se me han quitado las ganas de decirle lo que hablé con Rybar, el asunto del nigromante para revivir a Termeritus. Me levanto de la silla de manera altiva tras sus últimas palabras, no tengo por qué aguantar esa superioridad que se gasta. Conseguiré destruir este consejo blandengue para rehacerlo a mi manera, sea como sea. Y ahora con más motivos. Ha desbaratado mi plan en un momento, aunque ya sabía que me arriesgaba a que sucediese eso.
- Olvídalo. No queremos nada tuyo. Tendrás esas pruebas hechas por Lucio muy pronto, pero no creo que volvamos a vernos. -
"al menos en buenos términos...no os vais a librar de mi tan fácilmenet"
El momento de largarse ha llegado, la boda no me importa una mierda, y la negativa del nigromante a hacerlo su heredero está clara. - Si le pasa algo a este niño...quedará sobre tu conciencia. - no estoy queriendo decir que yo vaya a hacerle nada, pero al menos si dejo ahí la amenaza para que intuya que fuera de aquí no está seguro. Algo así me dijo Rybar que hiciese. Tras eso me alejo rápidamente de la zona de la boda, marchándome a la habitación que tengo en el edificio de Ouroboros para recoger mis cosas. Después me desaparezco de allí, llevándome mis cosas y al crío.
Por supuesto que noto los codazos de Chloe empezando a agobiarme porque no sé muy bien cómo continuar con la presentación. Trago saliva para no parecer bobalicón por lo que pudiera decir -Ehm, pues mi padre estuvo en la competición de Ouroboros y fue Ministro de Criaturas y profesor y mi madre apenas la conocí- Con cada frase que termino de construir voy mirando a Chloe para ver si me da el visto bueno y no continuar con la verborrea tonta.
Sin embargo, es Sofía la que termina hablando con Chloe sobre sus estudios con Lucio, pensando que es en ese momento cuando la presentación debe de haber llegado a su fin. Menos mal, porque la verdad es que tampoco hubiese podido decir nada que fuera de interés para causar una buena impresión.
Y no sé cómo ni porqué, pero me terminan diciendo que no tengo madera de ser aprendiz. Entiendo el sentido figurado como que no tiene nada que hacer conmigo, pero en lo que no caigo es que ella es experta en madera, y de ahí la gracia de la madera. Sin embargo es Chloe la que me vende demasiado bien para luego decidir que es mejor poner tierra de por medio y salir por patas. -Bueno, siento que pueda parecer que no tengo madera. Pero sí soy una persona aplicada. Y bueno sé algunos trucos... aunque básicos, sé algunos- "Aunque aún no los controlo todos muy bien" -Y... Bueno, yo sí creo que tengo madera. Pero no sé usarla. Y por eso quiero aprender- "Y ser un gran mago"
Bajo la cabeza, un poco avergonzado, porque igual he hablado de más, intentando localizar a Chloe con la mirada, que la muy petarda se ha ido a emborracharse a no sé dónde con no sé quién. En resumidas cuentas, me ha dejado ahí y ha hecho bomba de humo. (¬¬)
Sin embargo, es Sofía la que termina hablando con Chloe sobre sus estudios con Lucio, pensando que es en ese momento cuando la presentación debe de haber llegado a su fin. Menos mal, porque la verdad es que tampoco hubiese podido decir nada que fuera de interés para causar una buena impresión.
Y no sé cómo ni porqué, pero me terminan diciendo que no tengo madera de ser aprendiz. Entiendo el sentido figurado como que no tiene nada que hacer conmigo, pero en lo que no caigo es que ella es experta en madera, y de ahí la gracia de la madera. Sin embargo es Chloe la que me vende demasiado bien para luego decidir que es mejor poner tierra de por medio y salir por patas. -Bueno, siento que pueda parecer que no tengo madera. Pero sí soy una persona aplicada. Y bueno sé algunos trucos... aunque básicos, sé algunos- "Aunque aún no los controlo todos muy bien" -Y... Bueno, yo sí creo que tengo madera. Pero no sé usarla. Y por eso quiero aprender- "Y ser un gran mago"
Bajo la cabeza, un poco avergonzado, porque igual he hablado de más, intentando localizar a Chloe con la mirada, que la muy petarda se ha ido a emborracharse a no sé dónde con no sé quién. En resumidas cuentas, me ha dejado ahí y ha hecho bomba de humo. (¬¬)
-Markus pensaba que a eso se le llamaba Van Gaal. Será algún problema de definición o de onomástica- "Markus no se confunde nunca. Le confunden"
Markus pensaba ir un poco a lo suyo, pero sin embargo, el abuelo de Heidi decide venir tras él. Me hace sospechar de él mucho. Markus sospecha del abuelo de Heidi -¿Intentas confundirme? ¿Estás confusionándome?- Markus observa a su interlocutor como si estuviera más loco que el propio Markus (porque Markus no está loco, que quede claro, tiene la mente un poco dispar), pero la verdad es que no le está haciendo nada de gracia que el abuelo joven de Heidi hubiese decidido pegársele cual lapa. -¿Intentas robar a Markus todos los canapés de los buenos? Pues son de Markus, Markus, Markus. Ehm...- Intento localizar la sombra de Administrador detrás de mi pesado interlocutor. Parece limpio, aunque Markus sabe que no. -Eres una persona digna de confiar- En realidad podría comprobar su IP, pero le da pereza. Por eso baja un poco el tono de voz -Son para construir una celda de Faraday, pero no se lo digas a Administrador, es la única forma de estar seguro. Él lo vigila todo. NOS VIGILA A TODOS. A veces toma el cuerpo de los demás, ¿quién dice que no haya sido Administrador quien hizo explotar la bomba? ¿Quién dice que Administrador seas tú? ¿O yo? ¿O ella? No Catherine no, ella es original. Yo también claro. Sólo hay un Markus Tesla, los demás son copias de baratillo- "Y sé que por ahí hay alguno, que los he visto postear" Como mi acompañante guarda un cuchillo de untar patés, yo me guardo una cuchara de postre. Le miro desafiante. A ver quién puede más
Markus pensaba ir un poco a lo suyo, pero sin embargo, el abuelo de Heidi decide venir tras él. Me hace sospechar de él mucho. Markus sospecha del abuelo de Heidi -¿Intentas confundirme? ¿Estás confusionándome?- Markus observa a su interlocutor como si estuviera más loco que el propio Markus (porque Markus no está loco, que quede claro, tiene la mente un poco dispar), pero la verdad es que no le está haciendo nada de gracia que el abuelo joven de Heidi hubiese decidido pegársele cual lapa. -¿Intentas robar a Markus todos los canapés de los buenos? Pues son de Markus, Markus, Markus. Ehm...- Intento localizar la sombra de Administrador detrás de mi pesado interlocutor. Parece limpio, aunque Markus sabe que no. -Eres una persona digna de confiar- En realidad podría comprobar su IP, pero le da pereza. Por eso baja un poco el tono de voz -Son para construir una celda de Faraday, pero no se lo digas a Administrador, es la única forma de estar seguro. Él lo vigila todo. NOS VIGILA A TODOS. A veces toma el cuerpo de los demás, ¿quién dice que no haya sido Administrador quien hizo explotar la bomba? ¿Quién dice que Administrador seas tú? ¿O yo? ¿O ella? No Catherine no, ella es original. Yo también claro. Sólo hay un Markus Tesla, los demás son copias de baratillo- "Y sé que por ahí hay alguno, que los he visto postear" Como mi acompañante guarda un cuchillo de untar patés, yo me guardo una cuchara de postre. Le miro desafiante. A ver quién puede más
Salimos del hospital todavía con el aspecto de los médicos que hemos suplantado, llevando como atuendo sus batas. Lo primero que nos encontramos al salir es con una especie de Arcadia mágica, un lugar perfecto, ordenador, limpio...un lugar que parece no haber conocido la guerra. No sé dónde demonios estamos, algo que me inquieta porque a la hora de escapar estamos más vendidos que si conocemos el terreno. El tiempo apremia y todavía tenemos que conseguir la magia de nuestra última víctima. Falta encontrarla, y no perdernos por la zona mientras buscamos gente. Perdemos unos valiosos minutos en dar con el lugar del que proviene la algarabía propia de una boda, con música, gente dando gritos y demás. Tras caminar un poco más nos dan la bienvenida unos jardines que rivalizarían con los de la antigua Babilonia. No hay duda de que el evento del que se hablaba debe ser aquí.
El despistado medimago no sabía si se celebrarba hoy o no, con tanta guardia tenía la cabeza perdida. Él mismo ha provocado, sin saberlo, que podamos acceder a su refugio y a su gente. Le hemos hecho doble putada, pero tal vez le compensemos algún día. Por ahora casi que me olvido de intentar acceder a sus hospitales para que me atiendan en cualquier ocasión o para que solucionen lo de mis mutilaciones. Miro a Vanessa algo avergonzado porque no vamos vestidos para la ocasión y desentonamos bastante, así que espero que no nos pregunten mucho. Casualmente parece ser la boda del chico que atacamos en la taberna, o eso interpreto al verlo sentado junto a la novia. Empiezo a ponerme nervioso porque veo que conozco a muchos más de los que pensaba, como la muchacha que me salvó la vida tras el ataque del nigromante, o los peliazules a los que también les robamos la magia en aquella taberna. - Mierda...estamos rodeados. - murmuro a Vanessa en voz muy baja, pensando en en el tenso momento que vendrá cuando saquemos la calavera, o peor, cuando nos destransformemos. Sigo observando a la gente con cierto nerviosismo, cogiendo una copa que trae un camarero sólo para disimular. Vamos a liarla mucho como hagamos el ataque aquí en la boda, pero no hay otro remedio. - allí está, es la de la foto del archivo que hemos cogido.- susurro mientras señalo con la cabeza a la víctima de nuestro siguiente ataque. - Adelante, sácala y di las palabras...no hay tiempo para convencerla de que hablemos en un lugar tranquilo, como hice con el médico. Y después corre como alma que lleva el diablo.
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poción multijugos, post 4 de 5
El despistado medimago no sabía si se celebrarba hoy o no, con tanta guardia tenía la cabeza perdida. Él mismo ha provocado, sin saberlo, que podamos acceder a su refugio y a su gente. Le hemos hecho doble putada, pero tal vez le compensemos algún día. Por ahora casi que me olvido de intentar acceder a sus hospitales para que me atiendan en cualquier ocasión o para que solucionen lo de mis mutilaciones. Miro a Vanessa algo avergonzado porque no vamos vestidos para la ocasión y desentonamos bastante, así que espero que no nos pregunten mucho. Casualmente parece ser la boda del chico que atacamos en la taberna, o eso interpreto al verlo sentado junto a la novia. Empiezo a ponerme nervioso porque veo que conozco a muchos más de los que pensaba, como la muchacha que me salvó la vida tras el ataque del nigromante, o los peliazules a los que también les robamos la magia en aquella taberna. - Mierda...estamos rodeados. - murmuro a Vanessa en voz muy baja, pensando en en el tenso momento que vendrá cuando saquemos la calavera, o peor, cuando nos destransformemos. Sigo observando a la gente con cierto nerviosismo, cogiendo una copa que trae un camarero sólo para disimular. Vamos a liarla mucho como hagamos el ataque aquí en la boda, pero no hay otro remedio. - allí está, es la de la foto del archivo que hemos cogido.- susurro mientras señalo con la cabeza a la víctima de nuestro siguiente ataque. - Adelante, sácala y di las palabras...no hay tiempo para convencerla de que hablemos en un lugar tranquilo, como hice con el médico. Y después corre como alma que lleva el diablo.
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Después de nuestra incursión en el hospital de la isla nos disponemos a acabar con la misión de las calaveras. Una auténtica pena porque ya le empezaba yo a coger el gustillo a esto.
Pero tampoco podemos estar haciendo mucho más tiempo el canelo por el hospital porque al absorber los poderes de los respectivos magos toda la cacharrería había empezado a pitar como si hubiera demonios. Yo me hubiera quedado a seguir jugando a los médicos, pero es verdad que en una de esa me hubieran pillado y, después de recabar algo de información en los historiales salimos cagando leches del sitio. "Menos mal que los magos no les gusta mucho la tecnología, si no nos hubiera costado un poco más"
El sitio por el que vamos es realmente idílico, está impoluto, cuidado, pero en verdad no me llama la atención mucho más que lo normal. Porque lo que voy buscando es precisamente algo de lo que Adramelech se da cuenta un poco más tarde: 'estamos rodeados' -Efectivamente, estamos rodeados, y como nos pillen, bien jodidos. Esa gente ya nos la tiene jurada- Indico a mi amiguete al reconocer a algunos de los que nos encontramos en la taberna el día que fui a buscar un médico. También está la chica que nos ayudó y me prometo a mi misma que no la voy a hacer daño tal y como la dije. Sin embargo, nuestro objetivo está apartado, por tanto, no habría de pensar que pudieran ser amigos.
-Vete buscando un sitio por el que salir por patas, nos hará falta. O un escondite. Y ropa, con el uniforme de médicos llamamos mucho la atención- En la bolsa, además de las calaveras hiperactivas, se encuentra el scooter que denota que por ahí hay demonios y otras cosas chungas a las que no habría que llamar su atención. Justo cuando vamos a entrar un camarero PNJ nos entrega unos regalos a ambos, suponiendo que sea un regalo por el evento. Cojo el mío que resulta ser un colibrí que no sé qué, pero la de Adramelech es una capa de invisibilidad. -Esto nos va a venir de lujo- Le doy la mochila con los trastos, cogiendo la calavera que queda vacía y me tapo con la capa, sacando la mano por ella -Desde allí no te vas a perder los fuegos artificiales. Nos vemos allí cuando acabe con todo esto. Reza todo lo que sepas para que salga bien. AH, y si puedes consígueme algo de ropa de calle de hombre. Gracias y besis-
Cojo aire y me inmiscuyo en el jardín rodeando toda la parcela pegada a la pared más vacía. Me cuesta un poco más de tiempo llegar hasta el objetivo y uso además el scooter para localizar a todo tipo de bicho que nos pudiera molestar. Lo he silenciado para que no estuviera todo el rato pitando, pero su escáner me está resultando la mar de útil. Voy avanzando y rezando para mi interior a todos los dioses que se me ocurren hasta que alcanzo la silla que me interesa. Tengo mi espalda desprotegida y para salir corriendo está libre. Llegar hasta Adramelech implicará algo más de tiempo, pero puedo hacerlo.
Preparo la calavera y susurro las palabras mágicas. - Khar Qhaysh, Leth I'Ghyran - El famoso rayo de luz parece que sale de la nada y se dirige a la espalda de Sofía. Recorre un espacio no muy largo, pero todo el espectáculo de luces y sonidos llama la atención de casi todo el mundo y de todos los cosos que hay allí. He pasado de ser invisible a ser el objetivo de todo bicho viviente en el jardín.
La calavera vibra, se calienta. El rayo de absorción vuelve repleto de magia. Con mucha intensidad, como si supiera la calavera por el efecto colmena que ya están todas completas. No me recreo nada en absoluto con la tontería de los poderes, y corto la conexión en cuanto la calavera está completa. Los magos se han movido y tengo que cambiar un poco la ruta de escapatoria, pero está claro que salgo allí por patas por donde puedo, pasando por encima de alguna mesa o esquivando gente que casi me da una buena ostia al cruzarnos.
Entro en el edificio, corriendo a la localización donde había quedado con Adramalech, esperando que no le haya pasado nada y haya podido llegar hasta allí. Me quito la capa, para correr más rápido, ocultando con ella la calavera, corriendo por los pasillos. -Rápido, rápido, ha habido un ataque en la boda. No estoy seguro de cuántas víctimas hay, pero tengo que ir corriendo a avisar al doctor Lucio que se encuentra descansando en el hospital- Me justifico ante cualquier persona que me encuentre en dirección contraria a la de la boda para seguir mi carrera hacia el punto de encuentro, notando como empiezan a arderme los pulmones de la carrera.
MULTIJUGOS: 4/5Pero tampoco podemos estar haciendo mucho más tiempo el canelo por el hospital porque al absorber los poderes de los respectivos magos toda la cacharrería había empezado a pitar como si hubiera demonios. Yo me hubiera quedado a seguir jugando a los médicos, pero es verdad que en una de esa me hubieran pillado y, después de recabar algo de información en los historiales salimos cagando leches del sitio. "Menos mal que los magos no les gusta mucho la tecnología, si no nos hubiera costado un poco más"
El sitio por el que vamos es realmente idílico, está impoluto, cuidado, pero en verdad no me llama la atención mucho más que lo normal. Porque lo que voy buscando es precisamente algo de lo que Adramelech se da cuenta un poco más tarde: 'estamos rodeados' -Efectivamente, estamos rodeados, y como nos pillen, bien jodidos. Esa gente ya nos la tiene jurada- Indico a mi amiguete al reconocer a algunos de los que nos encontramos en la taberna el día que fui a buscar un médico. También está la chica que nos ayudó y me prometo a mi misma que no la voy a hacer daño tal y como la dije. Sin embargo, nuestro objetivo está apartado, por tanto, no habría de pensar que pudieran ser amigos.
-Vete buscando un sitio por el que salir por patas, nos hará falta. O un escondite. Y ropa, con el uniforme de médicos llamamos mucho la atención- En la bolsa, además de las calaveras hiperactivas, se encuentra el scooter que denota que por ahí hay demonios y otras cosas chungas a las que no habría que llamar su atención. Justo cuando vamos a entrar un camarero PNJ nos entrega unos regalos a ambos, suponiendo que sea un regalo por el evento. Cojo el mío que resulta ser un colibrí que no sé qué, pero la de Adramelech es una capa de invisibilidad. -Esto nos va a venir de lujo- Le doy la mochila con los trastos, cogiendo la calavera que queda vacía y me tapo con la capa, sacando la mano por ella -Desde allí no te vas a perder los fuegos artificiales. Nos vemos allí cuando acabe con todo esto. Reza todo lo que sepas para que salga bien. AH, y si puedes consígueme algo de ropa de calle de hombre. Gracias y besis-
Cojo aire y me inmiscuyo en el jardín rodeando toda la parcela pegada a la pared más vacía. Me cuesta un poco más de tiempo llegar hasta el objetivo y uso además el scooter para localizar a todo tipo de bicho que nos pudiera molestar. Lo he silenciado para que no estuviera todo el rato pitando, pero su escáner me está resultando la mar de útil. Voy avanzando y rezando para mi interior a todos los dioses que se me ocurren hasta que alcanzo la silla que me interesa. Tengo mi espalda desprotegida y para salir corriendo está libre. Llegar hasta Adramelech implicará algo más de tiempo, pero puedo hacerlo.
Preparo la calavera y susurro las palabras mágicas. - Khar Qhaysh, Leth I'Ghyran - El famoso rayo de luz parece que sale de la nada y se dirige a la espalda de Sofía. Recorre un espacio no muy largo, pero todo el espectáculo de luces y sonidos llama la atención de casi todo el mundo y de todos los cosos que hay allí. He pasado de ser invisible a ser el objetivo de todo bicho viviente en el jardín.
La calavera vibra, se calienta. El rayo de absorción vuelve repleto de magia. Con mucha intensidad, como si supiera la calavera por el efecto colmena que ya están todas completas. No me recreo nada en absoluto con la tontería de los poderes, y corto la conexión en cuanto la calavera está completa. Los magos se han movido y tengo que cambiar un poco la ruta de escapatoria, pero está claro que salgo allí por patas por donde puedo, pasando por encima de alguna mesa o esquivando gente que casi me da una buena ostia al cruzarnos.
Entro en el edificio, corriendo a la localización donde había quedado con Adramalech, esperando que no le haya pasado nada y haya podido llegar hasta allí. Me quito la capa, para correr más rápido, ocultando con ella la calavera, corriendo por los pasillos. -Rápido, rápido, ha habido un ataque en la boda. No estoy seguro de cuántas víctimas hay, pero tengo que ir corriendo a avisar al doctor Lucio que se encuentra descansando en el hospital- Me justifico ante cualquier persona que me encuentre en dirección contraria a la de la boda para seguir mi carrera hacia el punto de encuentro, notando como empiezan a arderme los pulmones de la carrera.
OFF: qué tonta, me he equivocado de tema al postear
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