Jardines & áreas verdes

Helena Paracelso me dejó con la palabra en la boca, prácticamente. Si antes llego a asegurar que esas zonas estan poco transitadas, antes aparece la bruja. De no ser porque la mascara ensombrecía mis ojos, se habria podido apreciar como rodaba la mirada para darme la vuelta y darle explicaciones a Helena, cualquier mentira o excusa antes de actuar con rapidez.

-Estoy....

Pero no llegué a terminar, porque Shinobu fue mucho mas rapida. En seguida, dejó KO a Helena. Pajaros histéricos y el estrangulamiento mas rapido de la historia. ¿Somos faciles de noquear? Eso mismo acababa de decir la vampira.

-Sí, ella es Helena Paracelso, una de los Descendientes. Es especialista en alquimia y transmutacion... ¿Está viva, verdad?

Vigilé unos instantes mientras ella hacia lo que tuviese que hacer para robarle el aspecto a la mujer. Nadie mas vino a molestarnos en esos minutos, hasta que Shinobu apareció frente a mi con el aspecto de Paracelso, hasta hablando con la voz de ella y todo.

-Descuida por eso. Tenemos que hacer algo con la auténtica Helena, mientras tanto. Voy a borrar sus recuerdos sobre este encuentro, como si nunca hubieran pasado. Luego, miraré en sus recuerdos mas recientes, para poder transmitirtelos a tí y que puedas tener mejor conocimiento de a quien estás imitando. Ahora te toca a ti vigilar. Y pensar un lugar donde esconderla.

"quizá convendría sacarla de la isla y dejarla en alguna taberna cubierta de alcohol"

Shinobu dijo que me seguía, empleando un diminutivo de mi nombre. Me recorrió un escalofrio por la espalda al oirla llamarme así y ladeé mi cabeza hacia ella lentamente con una rara sensacion de incomodidad. Supuse que porque así no me llamaba nadie desde hacia lo que parecian siglos.

-No me llames así...por favor.

Hablé de modo lento y algo frio, antes de agacharme al lado de Helena y colocar mi única mano restante sobre una de sus sienes. Cerré los ojos, me concentré e hice mi trabajo. Con la consciencia de Helena apagada y sin luchar, fue mucho mas sencillo. Modifiqué este encuentro, de modo que nunca recordase que me habia visto a mi o a Shinobu, y además, hurgué en sus recuerdos más hacia atrás. Los cónclaves, Catherine y las broncas que el echó, Maxwell, la preocupacion por el asesinato de Kira, las disputas que ello habia provocado entre ellos, llegué incluso a cuando organizaron el torneo en el que participé...y tambien vi a un niño. Parecia su hijo.

Me puse en pie abriendo los ojos cuando habia obtenido lo que deseaba y volví con la vampira. Tras haber realizado aquello, me quedaba una insidiosa jaqueca.
-Tengo lo que necesitaba. He modificado sus recuerdos. ¿Qué hacemos con ella? Puedo llevarmela y entregarla a uno de los nuestros para que se encarguen de dejarla en algun sitio hasta que recupere el conocimiento. O que la encierren de momento mientras tú la suplantas. Quisiera conocer tu opinión. - dije un poco...¿A regañadientes? aunque pudiese parecer muy mandón o muy frío, a la fuerza había aprendido a escuchar y valorar otras voces.

-Permiso. - pusé mi mano sobre la sien de Shinobu tras pedirle que me diera su opinión, pues antes de nada, quería mostrarle los recuerdos que habia obtenido de Helena Paracelso. El proceso no era doloroso, pero tampoco era algo precisamente agradable.

Despues de haber borrado los recuerdos de Helena sobre nuestro encuentro, y de haber transferido datos importantes de la propia Helena a la vampira, separé mi mano de la sien de la rubia. No parecia muy colaboradora en cuanto a darme su opinion sobre que hacer con Helena. Nada me convencía. ...

Ahí tenia ahora frente a mi a dos Helenas, una inconsciente.

- A la mierda el plan...esto...va a ser un desperdicio de magia y sangre pero al fin y al cabo...ya tiene un hijo. No será el fin de los Paracelso.

Era verdad, no me gustaba dañar la sangre mágica porque si, pero creia firmemente que nuestra causa ganaría mas sin ella que con ella viva. Asi que la tomé, a ella y a Shinobu, y aparecí junto al borde de la Isla de Ouroboros...alli el viento corria con fuerza y las nubes parecian formar un mar irreal. Ahi en el borde, todo era irreal....mas irreal...

-Las cosas que hago por los Blood Keepers.... - y empujé a la Helena Paracelso inconsciente por el borde de la isla flotante. A una muerte segura. Su cuerpo simplemente cayó y cayó....hasta que fue solo un punto negro en el vacío el cual perdimos de vista.... Como supuse, no sentí nada especial al saber que la habia matado. Nada, no despertó nada, ni si quiera satisfaccion. Si que persistia aquella pequeña sensacion de estar desperdiciando un talento. Nada mas. Era hora de marcharse. Antes de que nada mas pasara, me desaparecí de alli con la vampira.

Me acerqué por la zona a que me diera el aire un poco después de unos cuantos meses de encierro. Hoy había amanecido un día amigable y me apeteceía sentir el calor del sol templando el humor. La verdad es que empecé andando desde el sanatorio donde había dejado a mi padre esa mañana a primera hora, y ahora no sé muy bien cómo he llegado hasta allí.

Decidí dejarme caer en alguna zona ajardinada, mirando las nubes volar de un lado a otro de mi campo de visión, bajo el cielo azul. Manoseo el anillo que me cuelga al cuello pensando que tal vez debería hacer por comunicarme con el primo Nichollas para vernos algún día de estos y saber cómo están los primos. Observé el cuelo correr por el agujero del propio anillo, viendo exactamente lo mismo que si no lo hiciera así, pensando en qué pequeño se vuelve todo cuando lo miras con otra perspectiva no tan cerrada como la mente obcecada de mi padre y si algún día volvería a su sano juicio. Lo dudé.

Tras el encuentro con Lyran decidió que era buena idea volver al apartamento, pero el antiguo. Cuando volvía al actual y no estaba Ian se sentía tan sola como hace un par de años atrás y le daba una mala sensación. Quedaban muchas cosas por hacer, Elise cuando de mudaron a Ouroboros había dicho que la decoración era importante para hacer de una casa un hogar pero… pero Catherine no sabía decorar, ni cocinar, ni...nada.

Mientras caminaba de vuelta, algo agotada del ejercicio de caminar, sentía que su agobio iba en crescendo. Recordó las palabras de Adele y al bebe en sus brazos. No se trataba de la amenaza de dolor del parto lo que le preocupaba, sino ese pequeño niño o niña que sería su hijo y ella no había hecho nada para cambiar el mundo en el que estaban. Necesitaba hablar con Matvey.  

Había algo en particular que odiaba de estar embarazada y eran las hormonas, se sentía más sensible de lo normal y cuando estaba sola y su mente empezaba a divagar pronto sentía ganas de llorar. Se sentó en un banco para recuperar el aliento. Mirando hacia los jardines desde una perspectiva extraña, vio a alguien caminar pero no se sentía lo suficientemente fuerte para hablar con nadie. Ojalá pudiera hablar con Desmond, era quien solía apoyarla en situaciones como estás pero estaba distante y Catherine ya no sabía que hacer para solventarlo. Solo quedaban tres Le Fay no podían dejar de hablarse y romper relaciones, no después de todo lo que habían pasado.

Y si le añadían el comentario de Jean sobre Altair, la noticia de Lyran respecto a la nueva arma, la inspección a los ganadores y la presión de la boda…Catherine  se sentía a punto de explotar -¿Señora Le Fay?- al principio no lo oyó, pero cuando lo repitieron Catherine miro por encima del hombro y sintió una opresión en el corazón al darse cuenta que de refería a ella. Ya era “señora”? Arqueo la cejas y movió la cabeza en un gesto silencioso para que hablara -Me mandaron a avisarle que el señor Hacksaw está en el hospital- La mirada brillante de Catherine destello de preocupación y se incorporó, pensando en desaparecer inmediatamente hasta que la enfermera se acercó a ella diciéndole que la acompañaba, cortando así su impulso… Prefirió no preguntar cómo estaba, porque las lágrimas amenazaban con acumularse en sus ojos y no quería llorar delante de nadie.

Caminé hacia los jardines tras salir del hospital, después de varias horas de trabajo sin descanso. La parte positiva es que hemos conseguido salvar la vida a todos, sólo falta ver cómo se recuperan. Acabo por sentarme en un banco de la zona ajardinada, suspirando agotada por tantas sanaciones que llevo hechas desde lo de la extraña torre aquella. Me pregunto si aquel joven habrá sobrevivido también, y si sabrá ya lo que tuvimos que hacer con su brazo. - Nadie lo tiene fácil hoy día...- murmuro echando la cabeza hacia atrás para mirar hacia el cielo, acomodando los brazos sobre el respaldo para quedarme allí contemplando el panorama durante un buen rato.

Tan absorta estoy que tardo en darme cuenta de que hay alguien más por esa zona de los jardines. Ladeo la cabeza con curiosidad para ver si lo reconozco, porque el chavalillo me suena vagamente. Después me levanto del banco, acercándome despacio hacia el lugar en el que está él, mirando hacia arriba a través de su anillo. Me sitúo a su lado, poniendo las manos a la espalda mientras me echo un poco hacia delante para mirar lo mismo que él. Está como Gollum mirando a través de su anillo, sería gracioso que saltase como un loco al decirle algo.  - ¿ Se ve algo interesante? - pregunto para iniciar conversación, fijándome un poco mejor en el chico. Acabo por darme cuenta de que me suena de verlo en la base de los renegados, aunque entonces era un crío y ahora es ya un adolescente que ha dado el estirón.  

- Creo que te conozco...¿eres el hijo de Scrat, no? el padrino de Johan. No sabía que estabas aquí, se ve que hasta ahora no nos hemos cruzado. La verdad es que llevaba mucho tiempo sin saber de vosotros...- hago una pausa para presentarme, que es posible que esté pensando que soy una loca que le ha abordado, pues seguramente no me recuerde. - Soy Chloe Hacksaw. también viví durante un tiempo en la base de los renegados.

En algún punto de mi viaje al mundo de los recuerdos o a ningún sitio, escucho que viene gente, pero no le termino de prestar una gran atención. Se trataba de una chica joven, morena, que parecía ir con prisa y que pareció más un fogonazo que persona, me suena ligeramente de haberme topado con ella en la isla o de que fuese alguien importante. Sigo con mis cosas un rato más cuando llega una segunda persona, de nuevo otra chica, pero ésta mucho más calmada, no me pilla de sorpresa el hecho de que venga, sino el de que me dirigiera la palabra. Alzo la vista, apartándola del anillo, y roto sombre mi cuerpo para que el mundo a través de mi mirada volviera a tener las cosas sentido, incorporándome para sentarme con las piernas cruzadas.

- Sí. Y Johan a es a su vez mi padrino- la miro con cierta desconfianza porque ella parecía conocerme de algo, aunque yo no consigo ubicarla. En realidad podría ser cualquiera porque mi padre era una persona que en su momento era conocida por la sociedad. Ahora es un loco más, anclado en el pasado -Es posible que nos cruzáramos cuando nos escondíamos allá abajo... supongo. Tampoco estuve mucho tiempo- Me acomodo sobre mí mismo, algo incómodo porque no estoy acostumbrado a socializar mucho. -... Y.. ¿has venido al parque a bueno a despejar la mente o algo? Nadie viene a los parques, supongo, salvo los solitarios o los que quieren pensar...-

Hasta hace unos minutos yo era de los del primer grupo, pero algo me decía que ella podría ser del segundo, del que viene a pensar por X o Y motivo. No conozco mucha gente por aquí, bueno tampoco sé si debería conocer a alguien más, pero al menos así podría salir un poco más de 'casa'. Mi padre era mucho más sociable, cuando estaba cuerdo, y tenía mucha más facilidad de palabra, es una cualidad que siempre le he envidiado.

Me siento al lado del chico para poder conversar mejor, asintiendo a la explicación que me da sobre su padrino. Algo así me sonaba, que yo soy muy cotilla y me entero de todos los parentescos y relaciones que tienen tooodo el mundo. O al menos lo intento. - Oh...al fin y al cabo parece que estamos todos relacionados de algún modo. - dudo en si decirle dónde está su padrino, tampoco sé si suelen mantener contacto o no. Pero si no le digo nada me siento como que omito información en teoría relevante. - Precisamente vengo de atenderlo a él y a otros...ha habido una explosión en la base y hay muchos heridos. - por suerte ninguno estábamos allí, parece que él lleva años sin ir por esa zona, por lo que cuenta.

- Lo sé. Parece que desaparecisteis hace un montón de tiempo. ¿Dónde os habéis metido tu padre, tu hermana y tú todo este tiempo? ¿en otro país? ¿algún escondite para evitar la guerra? ¿desde cuándo estáis en Ouroboros? - apoyo el mentón sobre mi puño, aprovechando que estoy de piernas cruzadas al igual que él y tengo el codo sobre la rodilla. Tal vez sean muchas preguntas juntas, pero se me hace raro no haberlo visto en tanto tiempo. El suficiente para que me costase reconocerlo por lo mucho que ha crecido. Noto que el chico está incómodo y decido cortarme un poco, que igual le molesta tanto entrometimiento o cercanía teniendo en cuenta que no éramos lo que se dice amigos.

- En realidad venía a despejarme y a descansar...preferiblemente no a pensar demasiado. - me encojo de hombros con una leve sonrisa, no me apetece perder mi rato de descanso pensando en cosas malas o agobiándome, que bastante han sido ya las horas anteriores. - Tú parecías pensativo...- lo dejo ahí sin decir mucho más, por si quiere hablar o por si prefiere pasarlo por alto.

-Sí, supongo que sí- Esbozo una sonrisilla aunque no estoy seguro de cuál es un relación sanguínea con los Black, con los Granger, con los Patterson o con la familia de Nichollas. -Sí. Bueno, está esa teoría de los seis grados de unión, ¿no?- Me cuenta lo de que mi padrino, al parecer es posible que esté herido de más o menos gravedad. No sé bien cómo tomarme la noticia porque la verdad es que la relación con Johan se había distanciado mucho durante todos estos años pasados, pero a pesar de ello es alguien cercano. Miro al suelo intentando no sentirme lo suficientemente culpable por no sentir la suficiente pena por el acontecimiento cuando ella prosigue su charla.

-Uf. No. Qué va. No hemos salido de Londres. Mi hermana está desaparecida desde que la casaron con un miembro del ministerio hace bastantes años. No he vuelto a saber nada de ella, lo mismo hasta está muerta.- Suspiro. La historia ya no me afecta apenas después de haberla repetido unas cien veces ya suena en la cabeza como las lecciones de la escuela -Mi padre participó en el torneo de Ouroboros y después perdió la cabeza... más, de modo que llevamos aquí desde hace un par de años- Alzo la vista un poco para pasar de mirar la nada del suelo a mirarla a ella, sin reaccionar a que se ha recolocado, seguramente porque me había notado incómodo. -Siempre me han tenido yendo y viniendo, por eso igual apenas nos conocemos-

Me quedo unos minutos en silencio después de sus últimas frases, mirando el jardín pero sin ver nada -¿Tú le has atendido?- Reformulo la pregunta -Quiero decir, que si tú habías tratado a mi... a Johan. No es que tenga una relación cercana con él, pero, no sé, ¿está bien? ¿tú le has atendido?-

Me encojo de hombros en señal de que no tengo ni idea de la teoría que me habla, pero intuyo que será sobre las relaciones de las personas, que es de lo que estábamos hablando. Mi modo cotilla se activa cuando me dice lo de la hermana, que me suena que hubo jaleo con ella porque se pasó al lado ministerial. Por lo que parece es cierto, que algo les escuché a Josephine, Johan y otros  en la base hace ya eones. - Nahh, no digas eso. Seguro que está bien o simplemente huyó lejos para no verse envuelta en el caos. - suelto un 'oh' de sorpresa y pena cuando me dice lo de su loco padre, poniendo una mano en su hombro para consolarlo. Sí que tuvo que ser duro el torneo para que se volviese loco. Menos mal que a Ian no le pasó.  - Mi hermano también participó. No ganó, pero acabó bien, más o menos. Siento lo de tu padre. Ojalá se mejore algún día. - sonrío como queriendo darle ánimos, pero poco entiendo yo de temas de salud mental. Hasta ahí no llego.

- Ya ves...cuanto más joven eres más te tienen yendo y viniendo. A mi también me pasó. Cuando crezcas un poco podrás ir más a tu aire. Incluso podrías venirte conmigo a darte una vuelta fuera de aquí y a despejarte, te iría genial. Iremos a sitios poco problemáticos, no te preocupes. Se supone que tengo una boda en unos días...aunque hasta que se recuperen todos puede que pasen semanas, así que tal vez se retrase. También deberías venir, así vuelves a ver a más gente.
Y puedes ayudarme con mis cosas hippiespacifistasveganas

"que parece que estás un poco asocial y aburrido aquí solo"

Asiento a la pregunta sobre su padrino, pensando que es una lástima que ya no tengan mucha relación. Puede ser un buen momento para recuperarla. - Sí, ayudé a atender a varios, Johan entre ellos. Pues...no están bien ninguno de ellos, pero al menos parece que les hemos estabilizado por ahora. Tardarán en recuperarse, paciencia.

-Sí, es una teoría muy tonta que dice que entre dos personas hay como máximo 6 personas de distancia… por ejemplo: entre tú y yo habría un grado de distancia porque los dos conocemos a Johan. Ahora ya no, claro, ahora ya nos conocemos- Intento explicarle lo de la teoría cuando se encoge de hombros al parecer porque no la conoce, pero termino por sentirme un poco estúpido intentado demostrar la teoría, Chloe no parecía tonta para que pareciese que hablaba con un niña de 5 años -Bueno, no es importante, es una tontería-

“A Nicho seguro que le hubiera gustado”
Y, a pesar de que ya ha pasado mucho desde que Aurora de fuera de casa, el hecho de que haya huido como tantos me hace ofuscarme más que el hecho de que se haya muerto. Porque en la primera hay una voluntad y una decisión propia de poner tierra de por medio y por ende un abandono, la otra forma es involuntaria. Se ha muerto VS te ha dejado tirado. No sé cuál es mejor, pero aunque suene despiadado, casi prefiero la primera opción. -Gracias, supongo, aunque dudo mucho que su mente tenga ya solución. Y bueno, me alegro que tu hermano esté bien- Le intento devolver la sonrisa, aunque el tema del torneo no parece dar para mucho más ella sigue hablando.

Sin embargo, me siento muy identificado cuando comenta que a ella también la tenían de un lado para otro, porque al parecer no he sido el único imbécil al que han estado llevando cual trapo de aquí para allá. Ahora es cuando tiene toda mi atención: habla de crecer, de ir un poco a mi bola… la verdad es que como buen adolescente me encanta la idea. Perderme lejos, muy lejos. Alzo la mirada hacia las nubes intentando imaginar el más allá de Ouroboros, o del postapocaliptico Londres o de la mohosa base subterránea de la resistencia. -Me encantaría ir más allá. Salir de aquí. Pero se dibuja como algo tan lejano… utópico. Ya no quedan lugares seguros. Pero sí supongo que lugares sin explorar- “o sin gente” - Supongo que debería darte las gracias por atender a Johan. Seguro que se recupera, también los invitados a la boda, parece que tienes buena mano para ayudar gente. ¿Trabajas en el hospital o estás de prácticas?- vuelvo a mirarle, lo de la boda me ha llamado la atención -No quiero parecer cotilla, ¿pero quién se casa? No creo que le conozca pero… no sé, nunca he ido a una boda. Ni a la de mi hermana. Podría ayudarte, no sé, así al menos tengo algo que hacer más que ver las nubes pasar- Me anima bastante la idea de poder hacer algo productivo y no pasarme las horas muertas como un mueble viejo.

- Interesante teoría, pensaré en mis contactos para ver si encuentro relaciones. - me quedo pensando que esto chico así tan calladito parece bastante listo, seguro que el tiempo que ha estado aquí aburrido ha estado leyendo mucho y ha pasado ratos en la biblioteca. Me da penilla el pobre Scrat, que siempre me ha parecido un tipo majo. Dicen que de joven solía ser muy alegre, pero también es cierto que en aquellos tiempos toodos eran más alegres y felices.

"los días azules solía decir Lyran..."

- Ya veremos. Galenus es un gran sanador. No hay que perder la esperanza. Las mentes de la gente que ha sufrido estrés post traumático quedan bastante dañadas e inestables. A veces consiguen sobrellevarlo y seguir adelante, aunque pueden desestabilizarse fácilmente...-

"mi padre, por ejemplo. No podemos imaginar todo lo que hay en su cabeza"

Me apunto un pequeño tanto en mi cuenta cuando el chaval parece salir un poco de su apatía inicial al mostrarle posibilidades de hacer cosas nuevas y de entretenerse un poco. Se ve que lo necesita mucho. Sonrío cuando me da las gracias por lo de su padrino, haciendo un gesto de quitarle importancia. - No es necesario que me des las gracias, es mi trabajo. Bueeno, podría decirse que estoy de prácticas todavía. Me falta por aprender bastante, pero con tanto atender a pacientes a destajo creo que avanzo más rápido. - le doy un pequeño golpe en la rodilla poniéndome en modo maruja cotilla cuando pregunta quién se casa, bajando la voz a un tono confidencial mientras me inclino hacia delante para hablarle.

- Se casa mi hermano...con Catherine Le Fay, miembro del Consejo de los 20. Ha sido una sorpresa todo, y lo quieren hacer rápido porque ella está embarazada y quieren que el bebé nazca dentro del matrimonio, para que no les puedan decir nada. Es que ya sabes...los tradicionales ponen pegas con esas cosas. - termino mi momento cotilleo, poniéndome en pie tras sacudirme los pantalones. Después le extiendo la mano para que se levante. - Pues no se hable más, te llevaré de paseo y de paso me ayudas a conseguir cosas para la boda. Quiero ir a China Town a buscar fuegos artificiales mágicos, para la ceremonia. Aunque tal vez deberías preguntar a un mayor si te dejan salir, por eso de que eres menor de edad. - le digo dándomelas de mayor, aunque no haga tanto que llegué a la mayoría de edad. - Y sitios bonitos...tal vez un bosque. Te dejo que elijas tú.

-Sí, bueno, en realidad es una teoría muy tonta, pero si la haces bien.. quién sabe, igual hasta un amigo de tu amigo es cercano del mismísimo presidente de los EEUU- Me entusiasmo un poco cuando parece que la tontería de hablar de la teoría de los 6 nudos consigue el efecto de poder romper el hielo con Chloe, que aunque no nos habíamos conocido antes, parece simpática y agradable y al menos está aquí, charlando conmigo. Igual otros ya hubieran huido. -Sí. Bueno, mi padre ha pasado demasiadas cosas. Supongo- "Tampoco justifico sus hechos del pasado. Me dejó tirado. Muchas de las veces no me da tanta pena que haya acabado así, casi que en parte se lo merece, ahora prácticamente depende de mí" -Oye, no te quites méritos. Seguro que lo haces estupendamente. Te diría que me gustaría que me enseñaras, pero para eso uno de los dos tendría que estar en una camilla de hospital... y no me apetece mucho, ¿sabes?- Medio bromeo por el hecho de ver sus cualidades, pero en parte es cierto, ¿a qué loco le gustaría estar en la cama de un hospital herido, enfermo o con un brazo de menos?
 
Me acerco a ella tal y como ella hace, casi por imitación, pues no sabía que lo me iba a contar fuera un secreto. Si total, ya ha pregonado el asunto de la boda a los cuatro vientos. Arrugo el ceño y voy poniendo distintas caras de sorpresa e incredulidad según va avanzando la historia, no porque realmente me sorprenda (en realidad me da un poco igual) sino porque se supone que es la respuesta que la otra persona espera de su oyente, que se asombre. -Sí, hay algunas tradiciones que... ¿y cuánto queda? Para la boda, quiero decir o para que nazca tu sobrino o sobrina. Por cierto, ¿qué te gustaría que sea?- Pregunto dejándome llevar. Creo que no conozco a su hermano, a la tal Catherine de algún artículo de la prensa o a saber, igual me la he cruzado, no me suena su cara aunque sí su nombre. Cuando me tiende la mano la estudio un segundo, y luego a ella, intentando averiguar si sus intenciones eran buenas o malas. Ya he dicho que no me transmite ninguna maldad, le cojo de la mano y la uso para ponerme en pie, a su altura. -El tiempo apremia, no hay tiempo para preguntar. ¿Qué edad tienes? Tú podrías ser mi tutora- Sonrío con guasa porque estamos un poco de coña, en realidad tendría que preguntar, pero me da un poco igual, es la escusa perfecta para salir de la isla. me da igual ChinaTown que un bosque... bueno en realidad ninguno de los dos son de mi predilección pero seguro que es mejor que la isla -Te diría que en ChinaTown acabaremos antes. Luego podríamos ir al bosque-

Dejo de hablarle de lo de su padre para que no se ponga depre, negando rápidamente cuando me dice que para enseñarle uno de los dos tiene que estar en una camilla. - Para nada, te puedo enseñar practicando con otros pacientes, pero primero tendrías que aprender lo básico...empezar con curaciones sin magia, estudiar mucho...tendrías que ser mi aprendiz. - me hago la importante con eso de que podría tener un joven padawan a mi cargo, que seguro que por una vez debe ser divertido eso de poder ser la que manda.

Me llevo el índice a la barbilla, entrecerrando los ojos un poco mientras miro hacia arriba con gesto pensativo. Eso de echar cuentas sobre cuánto queda para el nacimiento o la boda no se me da muy bien. - Pues...para el nacimiento quedará una semana o así, creeeo. Deberían hacer la boda cuanto antes, pero entre unas cosas y otras parece que siempre se atrasa. - como se esperen mucho no va a dar tiempo, así que espero que todos se recuperen cuanto antes.

Tiro de la mano de Justin para ayudarlo a levantarse, aceptando casi al instante a eso de ser su tutora. - Tengo 19, puedo hacerme cargo. - sonrío empezando a disfrutar eso de estar en el lado del poder, pensando que ahora mando yo y que lo adoctrinaré para que sea un hippie salvabichos. - Perfecto. A partir de ahora me llamarás sensei o maestra Hacksaw. Vamos a China Town de misión, intentaremos volver pronto. - y como su padre está medio loco no creo que nadie nos riña ni nos diga nada, así que desaparecemos de allí los dos, rumbo a Londres.

El miembro de mayor edad del Consejo de los 20 tiene el deber de ejercer de portavoz y máxima autoridad en determinadas ocasiones, y esta es una de ellas. Matvey Rasputín me informó del próximo enlace de Catherine Le Fay, pidiéndome que fuese el encargado de la ceremonia. Por todos es sabido que el nigromante tiene predilección por esa muchacha, tal vez por la amistad que le unía con su padre. No pude negarme a oficiar el enlace, por más que no esté demasido de acuerdo con esa unión. Me sigue pareciendo muy precipitado, una locura de jóvenes que no pensaban en lo que hacían. Mi prudencia hace que no diga nada al respecto, y tampoco me voy a meter en decisiones de otros, pero es mi opinión. La procedencia del muchacho me da igual, no soy de esos que detestan a los amigos de los humanos. Yo mismo he disfrutado de la amistad de muchos mientras enseñaba en sus universidades. Lo que no me termina de agradar es el origen belicoso de él y los que les rodean. Desde que entraron en la isla nos hemos visto metidos en muchos más problemas que en años precedentes.

Con todo y con eso aquí estoy, vestido con mi traje negro de gala, con el emblema de los Descendientes bordado en hilo de plata en el pecho. Los encargados de arreglar el jardín para la ceremonia ya casi han terminado, colocando sillas a ambos lados del pasillo por el que pasarán los novios, además de dejar listo el arco nupcial bajo el que me encuentro. He de decir que bajo las órdenes de Desmond y las mías han hecho un buen trabajo, sobre todo para ser becarios aprendices de los que tenemos aquí. Ya sólo falta esperar a que comiencen a llegar los invitados y los novios, algo para lo que todavía faltan un par de horas. Durante ese tiempo me dedico a ultimar detalles y a asegurarme de que todo esté en orden, repasando minuciosamente lo que debo decir.

"Empiezo a estar viejo para esto."



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Markus sigue el batiburrillo de gente y voces desde el hospital desde el que acaba de salir, con su misma ropa y su Markus-bolsa cargada de trastos, hasta los jardines de la isla, que han sido decorados con mucha ñoñería. Tanto edulcorante en el ambiente pone de los nervios a Markus, pues él prefiere batallas y demás movidas chungas. Aunque eso es mejor cuando afecta a otros, cuando está Markus presente mejor que todo sea armonioso y poco entrópico.

"Bien pensando, Markus, eres un genio"

Por supuesto, a ver qué vas a pensar, subconsciente. Markus se complace así mismo y además empezar a ver que la fiesta tendrá aperitivos, lo cual complace más a Markus. Y a la entrada te dan un regalo: Markus está complacido a máximo nivel. Al fondo está Newton al cual saludo con la mano. En otros universos son sus bisnietos los que tienen su puesto, lo mismo sería interesante ayudar a sus nietos no alternativos a que accedan al consejo, los viejitos tienen las caderas muy torpes y a veces se caen por las escaleras... Pero Newton original es majo, aunque serio, con Markus, sus caderas pueden respirar tranquilas (todo lo tranquila que puede respirar a cadera claro)

Regreso a Ouroboros con Justin tras haber completado la misión por la que nos marchamos, conseguir unos fuegos artificiales de China Town. Después de eso incluso nos había sobrado tiempo para dar un breve paseo por el bosque más cercano, momento que aproveché para instruir a mi joven padawan en temas de bichos, plantas y demás cosas de activista ecológica. Es agradable eso de poder enseñar a alguien, que hasta ahora siempre he sido yo la que ha estado en el papel de aprendiz. Además, juraría que al chico le ha venido bien eso de airearse. Después de eso todavía tuvimos tiempo para dejar a buen recaudo lo que habíamos comprado y para descansar bastante tiempo, cada uno por su lado.

Un par de días después se nos comunica que por fin está todo casi listo para la ceremonia. Al final ha sido un poco antes de lo que se esperaba, así que no sé si los heridos habrán tenido tiempo para recuperarse. Supongo que no pueden esperar más por Catherine, a la que no deben quedarle muchos días para salir de cuentas. Intento llegar un poco antes al lugar de la ceremonia, tras haberme ataviado adecuadamente con un vestido largo de color azul celeste y corte griego. Por el momento no ha llegado casi nadie, a excepción de la gente que termina de colocarlo todo, el maestro de ceremonias y uno de los Descendientes. Camino hacia las sillas delanteras tras coger el paquetito de regalo que dan a la entrada, sentándome en uno de los primeros sitios tras confirmarme Jack que ya no hace falta ayudar en nada.

Catherine y el realmente no habían cruzado más allá de un par de palabras en casi nueve meses. Ni siquiera le había molestado, había respetado la distancia que él había puesto y eso le había sentado tan bien como mal. Por un lado agradeció que le respetará, por el otro se preguntaba si era tan prescindible en su vida.

Pese a todo seguía viéndose envuelto en su vida, Anteia solía pedirle ayuda para organizar la boda porque había protocolos que desconocía. Con Azahar y… con todos los demás simplemente convivía lo justo. Pasaba más tiempo fuera de casa que dentro y cuando estaba dentro estaba en la biblioteca. Sin embargo, cuando se enteró de lo de la peliazul y su futuro cuñado quiso ir al hospital, encontrándose en el cuarto a todos dormidos menos a Catherine, que estaba distraída pintando sobre un cuaderno grueso. Hacia mucho tiempo que Desmond no la veía pintar y con mucho tiempo se refería a 12 años.

“Están bien?” Cuestionó mentalmente a su hermana, Catherine alzó la vista hacia el con curiosidad y luego miro hacia Azahar y Lykaios. “Si… les han atacado los Soul Reaper” Evidentemente aquello había causado sorpresa en Desmond quien arqueó una ceja escéptico “Lo se, pero los han atacado con Calaveras y han robado sus poderes. Ian no tenía poder mágico, lo percibí en el momento en el que lo toque. Creo que están activando las calaveras”, explico Catherine mientras su hermano se acercaba “Eso implicaría que las han creado de nuevo, Cat”. Ella asintió sin emitir sonido y soltó un silencioso suspiro antes de dejar el color azul y tomar uno violeta.

Eso recordaba Desmond tras despedirse de Newton en ir a arreglarse y buscar a su pareja, Priscila, una aprendiz de Sofía Discorides que había conocido en los jardines mientras entrenaba. Era muchacha dulce, calma y amable que tenía una curiosidad incesante y una capacidad de aprendizaje increíble. Por eso la había invitado, al buscarla la escoltó cortésmente a los jardines donde se celebrarían la boda no sin antes mencionarle lo preciosa que se veía. Definitivamente, hacia mucho tiempo que no había ningún suceso de tal magnitud en la isla.

-Tengo que escoltar a Catherine. Volveré en un momento- La dejo sentada en la primera fila, como su acompañante. Del lado de invitados de Catherine, con el regalo de entrada en sus manos y se fue a buscar a la novia y a su hermano para que todo fuera según el reloj, saludando de camino a todos los que entraban.

Me acerqué hasta los jardines solo, pues me habia despedido de Anteia y de Azahar hacía mas de medio dia. Ellas tenian que prepararse para el evento y traian mucho entre manos... Yo por mi parte habia disimulado lo mejor que podia mi frustracion ante lo que me relató Azahar de lo acaecido en aquella taberna, y me habia intentado poner lo mas presentable posible para aquel acto, aunque aun arrastraba algunos achaques como una cojera en la pierna derecha, que tuve que solucionar transformando mi katana en un bonito bastón. Por lo demás, me habia ataviado con unos pantalones y unos zapatos adecuados para la ocasion, de color oscuro, y una camisa azulada adornada con un chaleco algo más de vestir.

La verdad, por mas que sabía que el evento tenia que ser motivo de alegria, me estaba costando concentrarme en ello. En cuanto llegué al lugar contemplé la decoracion largamente. Se veía la mano de Anteia por todas partes...y eso me sacó la primera sonrisa. Pero me costaba, y mucho. Me senté pronto, no queria andar cojeando por ahi, y resoplé.

Aun no se veia rastro de Adam, por lo que supe, el y Jarkko se habian estado haciendo cargo de mis hijos pequeños. Le habia pedido a Adam que me pasase el relevo cuanto antes, asi que supuse que Jarkko se encargaría de hacernos el favor a ambos y me los traería.

Pero notaba la ausencia de Victoria, en un dia como este, pesaba mas que nunca. Sabía que los Hacksaw también la iban a notar, y mucho mas que yo mismo. Y habían tantas cosas por las que preocuparse.... la Alianza, la seguridad de los nuestros... Poco a poco, me fui mentalizando, domando mis pensamientos. Hoy no era un día para caras largas.

Tras dejar el hospital me habia pasado los dias deambulando por ahi e intentando mandar mensajitos a Ben y al resto de la Brigada, a ver si se iban a pensar que la habia palmado.

Pues no, cabrones.

Tambien me habia dedicado a visitar a Merida y darle el coñazo. De paso, le habia pedido que me acompañase a la boda de Ian y Catherine. Le prometí que habria mucha comida y con aquello la convencí. Ademas le vendria muy bien para salir de la mala racha de hospital tras aquel monstruo maligno violamentes.

Asi que nos pasamos un par de dias renegando sobre la ropa hasta encontrar algo que nos fuese bien, que no fue tan sencillo en mi caso. Por mi habria ido en bata o en armadura, o en bañador. Pero al final un traje informal sin chaqueta solucionó las cosas.

Me dirigí a los jardines llevando a Merida sobre mis hombros, a caballito que se dice. Al principio le habia insistido en ir asi porque igual aun no habia recobrado todas sus fuerzas pero luego era ella la que no queria bajarse, lo cual me hizo regruñirle y decirle que se estaba aprovechando de mis fornidos hombros.

- Ya puede comenzar la fiesta!!!! - dije sonriente mirando lo bonito que habian dejado aquello, sujetando las piernas de Merida, una con cada una de mis manos. - Eh mira, ahi esta mi primo, está entero! EH PRIMO! QUE TAL ESTÁS?! - le pegué un berrido, dándonos por saludados. Y una cabellera lisa y brillante me hizo entornar la mirada y llenar mis pulmones de voz antes de gritar de nuevo muy burramente. - CLEOPATRAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!