Recuerdo del primer mensaje :
Es un espacio recreativo para las familias y aprendices. Fueron creados con la intención de emular los magníficos Jardines colgantes de Babilonia
Negué con la cabeza porque no sabía dónde estaba Reed, a pesar de que el muchacho hubiese "contestado" a su manera. - Ni idea, me ha mandado a la mierda. Muy de Draven eso... - le miré entornando los ojos, su padre también había sido un capullo conmigo en ocasiones, y todavía seguía siéndolo. Noté el orgullo en la voz de Thalos al hablar de su hijo, sintiendo algo de lástima por el modo en el que el muchacho pasaba de él. Esperaba que Nyara no se volviese así en la adolescencia. - Claro, acabarás encontrándolo. Es cuestión de tiempo. No creo que ande por ahí haciendo el idiota con todo lo que está sucediendo en tierra. - puede que incluso estuviese aquí, conocía el lugar después de todo.
- No me mires así, me refiero a que la conozco, y que también he discutido con ella algunas veces, sé cómo se pone.
Le hice un gesto para que se sentase en uno de los bancos que teníamos al lado, mientras Nya decidía que era buena idea ponerse a jugar a plantar palos en el césped. Podía entender las dudas de Thalos sobre tener o no a la criatura que esperaban, yo también tendría miedo en una situación así. - Pues habla con ella, pero no la cagues, que a veces sueltas las cosas de un modo muy bruto. Tantea a ver qué piensa Erika. Sí, puede parecer una locura tener críos en la situación en la que estamos, pero... - eché un vistazo de nuevo a Nyara, ahora no podría plantearme el haber evitado que naciera. Tampoco me enteré de cuando lo hizo, pero eso era otra historia. - A veces pienso que Nyara debería tener un hermano. Yo los encontré tarde, y ojalá hubiese sido antes. No quiero que se quede sola, aunque teniendo en cuenta cómo están las cosas con Josephine... - pensé también en todo el tiempo perdido con Reiv, y con Daniel. A él llevaba mucho sin verlo, seguro que ya ni se acordaba de mí. Caí en la cuenta de que Reiv seguía perdido por ahí, y que probablemente estaba poseído tal y como había dicho la tal Lyosha. Otro nombre del pasado...
- Piensa qué quieres. - dejé pasar unos segundos en silencio para no agobiarle con el tema, decidiendo que era mejor hablar de los asuntos más urgentes por ahora. Asentí a lo de la Ciudadela, tenía información que darle.
- No sé dónde está Miller, tal vez siga en el hospital. Puedo intentar contactar con ella. Hay algo que quiero que veas. Es información que tengo que pasarle también a algunos Descendientes, y a Sigrid. Cuando estábamos en la prisión hice una especie de...viaje mental de proyección. - tal vez su mente de muggle no lo entendería, pero intenté explicarle. - Pude llegar al centro de ese modo. Pude ver lo que había en el edificio al que deberíamos haber llegado.
- No me mires así, me refiero a que la conozco, y que también he discutido con ella algunas veces, sé cómo se pone.
Le hice un gesto para que se sentase en uno de los bancos que teníamos al lado, mientras Nya decidía que era buena idea ponerse a jugar a plantar palos en el césped. Podía entender las dudas de Thalos sobre tener o no a la criatura que esperaban, yo también tendría miedo en una situación así. - Pues habla con ella, pero no la cagues, que a veces sueltas las cosas de un modo muy bruto. Tantea a ver qué piensa Erika. Sí, puede parecer una locura tener críos en la situación en la que estamos, pero... - eché un vistazo de nuevo a Nyara, ahora no podría plantearme el haber evitado que naciera. Tampoco me enteré de cuando lo hizo, pero eso era otra historia. - A veces pienso que Nyara debería tener un hermano. Yo los encontré tarde, y ojalá hubiese sido antes. No quiero que se quede sola, aunque teniendo en cuenta cómo están las cosas con Josephine... - pensé también en todo el tiempo perdido con Reiv, y con Daniel. A él llevaba mucho sin verlo, seguro que ya ni se acordaba de mí. Caí en la cuenta de que Reiv seguía perdido por ahí, y que probablemente estaba poseído tal y como había dicho la tal Lyosha. Otro nombre del pasado...
- Piensa qué quieres. - dejé pasar unos segundos en silencio para no agobiarle con el tema, decidiendo que era mejor hablar de los asuntos más urgentes por ahora. Asentí a lo de la Ciudadela, tenía información que darle.
- No sé dónde está Miller, tal vez siga en el hospital. Puedo intentar contactar con ella. Hay algo que quiero que veas. Es información que tengo que pasarle también a algunos Descendientes, y a Sigrid. Cuando estábamos en la prisión hice una especie de...viaje mental de proyección. - tal vez su mente de muggle no lo entendería, pero intenté explicarle. - Pude llegar al centro de ese modo. Pude ver lo que había en el edificio al que deberíamos haber llegado.
- Psé, lo suponía. Si es un poco inteligente igual hasta anda por esta isla. - me senté al lado de Johan, cruzandome de brazos, habia captado mi mirada rara por aquello que habia dicho de Erika. - A veces eres un borde sin proponértelo, lo sabias?
- Lo sé. La ultima vez la cagué con ella por ser un bruto de mierda y decirle una cosa tirando a horrible. Esta vez no pasará. Yo tambien tengo que pensármelo. La verdad es que es una mierda, y es dificil...pero el tiempo que tenía a Reed era..no sé.
"Feliz, aunque me de miedo admitirlo"
Me encogí de hombros, no queria verbalizarlo. Igual Johan ya sabía a que me refería y no hacia falta decirlo. Seguro que él lo entendía.
- Y seamos sinceros, este mundo no va a arreglarse nunca. - solté una breve risa irónica. Teniamos que acostumbrarnos.
Entonces él mismo sacó el tema, con el asunto de un hermano o hermana para Nyara, y su relacion con Jo. Aquello me hizo dejar de mirar a la chiquilla para mirarlo a él con un deje un poco interesado de mas.
- Eso iba a decirte. Que puñetas te pasa con Jo? Tienes algo con Victorya? Os habeis separado la Patterson y tú o....?
Le di vueltas a mi dedo indice como queriendo indicar si estaba teniendo dudas o lios fuera del matrimonio o lo habian hablado ya y habian cortado. - Creo que lo de pensar qué quieres tambien se te aplica a ti.
"Asi que Miller desaparecida, genial"
- Tch. Tenía que hablar con ella. Creo que puede intentar examinar a Andreas, o lo que sea que le han implantado. Como hizo con James. Lo hackeo, lo liberó de aquello. Y desarrollar un virus informático, que aisle la I.A...obligarlo a tomar un cuerpo fisico! Solo uno, sin conexiones, para sobrevivir fuera de la red y...entonces....zas! Lo reventamos con una bomba! - soné motivado dando un puñetazo contra la palma de mi mano.
"...en mi cabeza sonaba mejor"
Resoplé y le hice un gesto con la mano en plan "adelante"
- Venga, enseñame lo que viste con tus mierdas de proyecciones de mago usando tus mierdas de meterte en las cabezas de la gente. Prefiero verlo a que me lo cuentes.
- Lo sé. La ultima vez la cagué con ella por ser un bruto de mierda y decirle una cosa tirando a horrible. Esta vez no pasará. Yo tambien tengo que pensármelo. La verdad es que es una mierda, y es dificil...pero el tiempo que tenía a Reed era..no sé.
"Feliz, aunque me de miedo admitirlo"
Me encogí de hombros, no queria verbalizarlo. Igual Johan ya sabía a que me refería y no hacia falta decirlo. Seguro que él lo entendía.
- Y seamos sinceros, este mundo no va a arreglarse nunca. - solté una breve risa irónica. Teniamos que acostumbrarnos.
Entonces él mismo sacó el tema, con el asunto de un hermano o hermana para Nyara, y su relacion con Jo. Aquello me hizo dejar de mirar a la chiquilla para mirarlo a él con un deje un poco interesado de mas.
- Eso iba a decirte. Que puñetas te pasa con Jo? Tienes algo con Victorya? Os habeis separado la Patterson y tú o....?
Le di vueltas a mi dedo indice como queriendo indicar si estaba teniendo dudas o lios fuera del matrimonio o lo habian hablado ya y habian cortado. - Creo que lo de pensar qué quieres tambien se te aplica a ti.
"Asi que Miller desaparecida, genial"
- Tch. Tenía que hablar con ella. Creo que puede intentar examinar a Andreas, o lo que sea que le han implantado. Como hizo con James. Lo hackeo, lo liberó de aquello. Y desarrollar un virus informático, que aisle la I.A...obligarlo a tomar un cuerpo fisico! Solo uno, sin conexiones, para sobrevivir fuera de la red y...entonces....zas! Lo reventamos con una bomba! - soné motivado dando un puñetazo contra la palma de mi mano.
"...en mi cabeza sonaba mejor"
Resoplé y le hice un gesto con la mano en plan "adelante"
- Venga, enseñame lo que viste con tus mierdas de proyecciones de mago usando tus mierdas de meterte en las cabezas de la gente. Prefiero verlo a que me lo cuentes.
Catherine Le Fay escribió:Johan, perdona la interrupción.
Han convocado un cónclave y asumo que tiene que ver con el tema de la misión.
¿Hay alguna información de relevancia que pueda darles sobre aquel lugar?
¿Algún detalle o algo que los Renegados puedan informar?
He intentado comunicarme con Lykaios pero temo que está fuera de juego
No entendí por qué me había llamado borde ni sabía por qué podía haberle sonado así, aunque no fuese mi intención. Lo dejé correr, preguntándome qué cojones le habría dicho a Erika aquella vez que la cagó, cuando lo de Reed. Prefería no imaginarlo. Asentí sin que hiciese falta que terminase la frase sobre cómo se sintió cuando tuvo a su hijo, cuando era pequeño. Podía comprenderlo perfectamente. - Lo sé. Puede sonar contradictorio, pero quieres y a la vez no quieres. - quise llevarle la contraria cuando dijo que este mundo no iba a arreglarse nunca, me costaba pensar que probablemente tuviese razón. - Tal vez no podamos arreglarlo, pero eso no significa que rendirse tenga algún sentido o algún efecto positivo. Al contrario. - simplemente no había más opción que vivir como pudiésemos. Más lo sentía por Nyara que por mí, que al menos pude tener una infancia en condiciones. Aparté la mirada de ella cuando la pregunta de Thalos me pilló desprevenido, aunque había sido culpa mía por hablar de Josephine.
- ¿Tú qué sabes de eso? - pregunté un poco a la defensiva, recordando la escena del hospital en la que creí escuchar al elfo cuchicheando, y también lo de Catherine. - Es...complicado. - ni yo mismo sabía explicar qué estaba pasando. - No, no tengo nada con Victorya. Creo... - no habíamos tenido más acercamientos, pero tampoco estaba seguro de que fuésemos únicamente compañeros de batallas. - Hace mucho tiempo que las cosas con Josephine no son como deberían, y no sé si tiene ya algún arreglo posible después de todo lo que ha pasado. He cometido muchos errores y...lo he hecho fatal. - suspiré bajando la mirada con gesto de culpabilidad, costándome un poco concentrarme en el plan que contaba sobre la IA. Lo de aislarlo sonaba bien, pero complicado.
- Algún modo tiene que haber. El problema es que los humanos también deberían colaborar, aunque tengan las comunicaciones intervenidas. Reventar un único cuerpo sería más fácil, porque lo de la Ciudadela era imposible...nunca dejaban de venir más y más androides.- me dispuse a enseñarle mentalmente a Thalos lo que había podido ver, pues era más sencillo que lo entendiese así que explicado con palabras. Le pedí que cerrase los ojos para que se aislase del exterior, haciendo yo lo mismo para concentrarme y buscar una conexión mental con él. Cuando lo conseguí me dispuse a compartir mis recuerdos de las imágenes que había visto en el [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y posteriormente en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] . La irrupción mental de Catherine me desestabilizó un momento, pero en lugar de contestarle la dejé que participase en aquellos recuerdos compartidos para que también lo viese ella y pudiese transmitirlo al resto de Descendientes.
- ¿Tú qué sabes de eso? - pregunté un poco a la defensiva, recordando la escena del hospital en la que creí escuchar al elfo cuchicheando, y también lo de Catherine. - Es...complicado. - ni yo mismo sabía explicar qué estaba pasando. - No, no tengo nada con Victorya. Creo... - no habíamos tenido más acercamientos, pero tampoco estaba seguro de que fuésemos únicamente compañeros de batallas. - Hace mucho tiempo que las cosas con Josephine no son como deberían, y no sé si tiene ya algún arreglo posible después de todo lo que ha pasado. He cometido muchos errores y...lo he hecho fatal. - suspiré bajando la mirada con gesto de culpabilidad, costándome un poco concentrarme en el plan que contaba sobre la IA. Lo de aislarlo sonaba bien, pero complicado.
- Algún modo tiene que haber. El problema es que los humanos también deberían colaborar, aunque tengan las comunicaciones intervenidas. Reventar un único cuerpo sería más fácil, porque lo de la Ciudadela era imposible...nunca dejaban de venir más y más androides.- me dispuse a enseñarle mentalmente a Thalos lo que había podido ver, pues era más sencillo que lo entendiese así que explicado con palabras. Le pedí que cerrase los ojos para que se aislase del exterior, haciendo yo lo mismo para concentrarme y buscar una conexión mental con él. Cuando lo conseguí me dispuse a compartir mis recuerdos de las imágenes que había visto en el [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y posteriormente en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] . La irrupción mental de Catherine me desestabilizó un momento, pero en lugar de contestarle la dejé que participase en aquellos recuerdos compartidos para que también lo viese ella y pudiese transmitirlo al resto de Descendientes.
Seguí cruzado de brazos sentado como demasiado cómodamente en aquel banco, escuchando a Johan y sus frases de "seguir adelante".
- Esta vez ha estado cerca de ser la ultima vez. Ha muerto gente. - bueno, alguna por causa mia. Pero no me referia a Morgana en concreto.
Dejé de mirar a la nada cuando noté su tono y pasé a mirarlo a él ahora.
- Cómo que qué se de eso? Se os ve a la legua desde hace ya algun tiempo! - su "creo" no me sonaba nada convincente. Lo escuché y solté un bajo sonido ironico por lo bajo. - Que las cosas con Jo no sean como antes o como debieran no quiere decir que esté bien ir arrimandose a morenazas, eh Black? - le solté la pulla junto con un codazo. -Si has tenido problemas con ella y has buscado consuelo en Vyka...o si has decidido que prefieres pasar el tiempo con otra persona...
Me encogí de hombros. El Black tenía tambien un buen lio entre manos, pero de otro tipo. En fin, no era yo el mas indicado para dar consejos. Aunque yo tenia demasiado claro que era o Erika, o nadie más. Aunque a veces nos llevasemos a matar....
- Eh, y yo que soy? - le solté cuando preguntó por eso de que los humanos deberian colaborar. - Querrás decir la Alianza. No metáis a mi raza entera en ese saco, nigga. Y sobre la Alianza, acabarán cooperando, no les queda otra. Pero más vale que lo hagan mejor de lo que lo hicieron en la Ciudadela. No sirvieron para dar otra cosa que problemas.
Cerré los ojos como me pidió Johan, esperando a que me contase con imagenes que era lo que habia visto. El corazón de la ciudad y los servidores, el nucleo de aquella urbe.
- Es de coña, pff. Ni si quiera nos acercamos ni un poco a ese lugar.... - pero estaba algo más claro ahora.
- Esta vez ha estado cerca de ser la ultima vez. Ha muerto gente. - bueno, alguna por causa mia. Pero no me referia a Morgana en concreto.
Dejé de mirar a la nada cuando noté su tono y pasé a mirarlo a él ahora.
- Cómo que qué se de eso? Se os ve a la legua desde hace ya algun tiempo! - su "creo" no me sonaba nada convincente. Lo escuché y solté un bajo sonido ironico por lo bajo. - Que las cosas con Jo no sean como antes o como debieran no quiere decir que esté bien ir arrimandose a morenazas, eh Black? - le solté la pulla junto con un codazo. -Si has tenido problemas con ella y has buscado consuelo en Vyka...o si has decidido que prefieres pasar el tiempo con otra persona...
Me encogí de hombros. El Black tenía tambien un buen lio entre manos, pero de otro tipo. En fin, no era yo el mas indicado para dar consejos. Aunque yo tenia demasiado claro que era o Erika, o nadie más. Aunque a veces nos llevasemos a matar....
- Eh, y yo que soy? - le solté cuando preguntó por eso de que los humanos deberian colaborar. - Querrás decir la Alianza. No metáis a mi raza entera en ese saco, nigga. Y sobre la Alianza, acabarán cooperando, no les queda otra. Pero más vale que lo hagan mejor de lo que lo hicieron en la Ciudadela. No sirvieron para dar otra cosa que problemas.
Cerré los ojos como me pidió Johan, esperando a que me contase con imagenes que era lo que habia visto. El corazón de la ciudad y los servidores, el nucleo de aquella urbe.
- Es de coña, pff. Ni si quiera nos acercamos ni un poco a ese lugar.... - pero estaba algo más claro ahora.
Catherine Le Fay escribió:Johan, el Consejo de los 20 quiere hacer una reunión con todos los involucrados en la misión. Estamos en la Sala de Reuniones con el propósito de ver qué hacemos.
La cosa se complica. Te esperamos, a ti y a tu gente.
Guardé silencio con la cabeza baja mientras me recordaba lo cerca que habíamos estado de no salir de allí, y que también habíamos perdido a algunos de los nuestros. Asentí tras inspirar profundamente, pensando en Mike y Rocío, que no habían regresado. No sé en qué momento los perdimos de vista, pero no volvieron con nosotros. Aquello era un fracaso por nuestra parte, mucho más que no haber sido capaces de destruir a S.A.M. Aquello, la supervivencia, debía hacernos relativizar otros problemas que pudiésemos tener ambos, en mi caso lo de mi relación con Josephine. Hasta ahora no lo había hablado con nadie, Thalos era la primera persona con la que tocaba el tema. - ¿En serio? ¿se nota algo desde fuera? - yo ni me había dado cuenta, pero sí que era verdad que estaba más próximo a Victorya que a otros compañeros. Su reprimenda-codazo reafirmó aún más ese sentimiento de haberlo fastidiado todo, así que gruñí por lo bajo.
- Josephine y yo ya estábamos mal incluso antes de que naciese ella. - señalé a la pequeña con la cabeza, negando. - Cuando me fui de Estados Unidos no supe nada de Jo en mucho tiempo. Pensé que ella ya no quería saber nada de mí, que estaba ya demasiado harta por las cosas que discutíamos siempre. Me sentía solo, y...entonces apareció Victorya. - recordé aquel beso en el castillo Black, justo cuando llegó Josephine y nos vio. Ahí el único culpable era yo, la besé porque quise. - No lo sé. Quiero a Josephine, es la única a la que he querido y con la que he estado. - necesitaba escucharme decir eso en voz alta, aunque no era tan fácil. - Pero...creo que no podemos borrar lo que ha pasado, ni somos capaces de estar como antes. No quiero darle más quebraderos de cabeza. - omití la parte en que intenté meterme en su mente para tratar de persuadirla, algo que nunca había intentado antes. Seguía sin saber qué hacer a pesar de hablar con Thalos, aunque de lo que debía encargarme ahora no era eso.
- Vaale...no te me ofendas, que no te meto en el mismo saco. Sólo a los gilipollas de la Alianza. En serio, no hicieron nada. Los llevamos para nada. Qué decepción. La única que hizo algo fue Sigrid. Ella fue de mucha ayuda. - dejé que Thalos procesase las imágenes que acababa de enviarle, era cierto que ni nos habíamos acercado un poco. Catherine también las había recibido, y por lo visto requerían nuestra presencia en una reunión, según me transmitió telepáticamente. - Quieren que nos reunamos con el Consejo. Todos los renegados que fuimos a la misión. Vamos, tenemos unas cuantas cosas que decir. Ya podían habernos hecho caso antes. Se me acumula la tarea...aún tengo que buscar a Reiv, me cuesta localizar su mente. - debía ser ya muy tarde, se había hecho de noche y la niña no debería estar jugando en el jardín. Fui a recogerla porque empezaba ya a frotarse los ojos con cara de sueño. Pensé en llevarla con Jo, pero debía estar trabajando o ya descansando en casa después de toda la jornada. La tomé en brazos, diciéndole que muy pronto la llevaría a dormir y que mañana la llevaría a ver a los animales de la isla. Después de eso salimos de allí los tres, rumbo a la sala de reuniones.
- Josephine y yo ya estábamos mal incluso antes de que naciese ella. - señalé a la pequeña con la cabeza, negando. - Cuando me fui de Estados Unidos no supe nada de Jo en mucho tiempo. Pensé que ella ya no quería saber nada de mí, que estaba ya demasiado harta por las cosas que discutíamos siempre. Me sentía solo, y...entonces apareció Victorya. - recordé aquel beso en el castillo Black, justo cuando llegó Josephine y nos vio. Ahí el único culpable era yo, la besé porque quise. - No lo sé. Quiero a Josephine, es la única a la que he querido y con la que he estado. - necesitaba escucharme decir eso en voz alta, aunque no era tan fácil. - Pero...creo que no podemos borrar lo que ha pasado, ni somos capaces de estar como antes. No quiero darle más quebraderos de cabeza. - omití la parte en que intenté meterme en su mente para tratar de persuadirla, algo que nunca había intentado antes. Seguía sin saber qué hacer a pesar de hablar con Thalos, aunque de lo que debía encargarme ahora no era eso.
- Vaale...no te me ofendas, que no te meto en el mismo saco. Sólo a los gilipollas de la Alianza. En serio, no hicieron nada. Los llevamos para nada. Qué decepción. La única que hizo algo fue Sigrid. Ella fue de mucha ayuda. - dejé que Thalos procesase las imágenes que acababa de enviarle, era cierto que ni nos habíamos acercado un poco. Catherine también las había recibido, y por lo visto requerían nuestra presencia en una reunión, según me transmitió telepáticamente. - Quieren que nos reunamos con el Consejo. Todos los renegados que fuimos a la misión. Vamos, tenemos unas cuantas cosas que decir. Ya podían habernos hecho caso antes. Se me acumula la tarea...aún tengo que buscar a Reiv, me cuesta localizar su mente. - debía ser ya muy tarde, se había hecho de noche y la niña no debería estar jugando en el jardín. Fui a recogerla porque empezaba ya a frotarse los ojos con cara de sueño. Pensé en llevarla con Jo, pero debía estar trabajando o ya descansando en casa después de toda la jornada. La tomé en brazos, diciéndole que muy pronto la llevaría a dormir y que mañana la llevaría a ver a los animales de la isla. Después de eso salimos de allí los tres, rumbo a la sala de reuniones.
Cargo la vaca degollada sobre los hombros hasta un sitio apartado mientras amanece. Allí la descuartizo y la como saciando mi antojo, pero el vestido queda embarrado de sangre. Mientras me chupo los dedos ensangrentados, me incorporo para ver el lago. Puedo sentir los olores y oír los sonidos con más claridad que el resto del mes. La bruma del amanecer deja un fuerte aroma a humedad y me oculta mientras me deshago de las prendas que llevo puestas.
Las dejo a la orilla del lago de manera descuidada y avanzo hasta tener el agua a la altura del cuello. Allí me baño limpiando la suciedad de mi oscura piel. Paso las manos por mi cabello negro, lo remojo y lo peino con mis dedos. Miro las estrellas del cielo que aún no se van y buceo un poco. El tiempo pasa, la niebla se va despejando y aparecen personas paseando mientras pienso sobre el asqueroso matalobos. A la noche habrá luna llena, lo siento en mi.
El clan de la Luna Roja no usa matalobos, pero, si quiero volver a tener un clan, voy a tener que hacer sacrificios. En cuanto la nueva camada nazca, tendré un clan de poderosos descendientes directos de Licaón. Es puro pragmatismo, la «supervivencia de los más dotados». Ahora ¿Dónde consigo matalobos? Salgo del agua y me seco al sol en la orilla mientras el viento recore mi cuerpo. Tengo que aprovechar ahora antes de que me encierren por el embarazo, así que agarro ropa que me quede, me visto y me voy.
Las dejo a la orilla del lago de manera descuidada y avanzo hasta tener el agua a la altura del cuello. Allí me baño limpiando la suciedad de mi oscura piel. Paso las manos por mi cabello negro, lo remojo y lo peino con mis dedos. Miro las estrellas del cielo que aún no se van y buceo un poco. El tiempo pasa, la niebla se va despejando y aparecen personas paseando mientras pienso sobre el asqueroso matalobos. A la noche habrá luna llena, lo siento en mi.
El clan de la Luna Roja no usa matalobos, pero, si quiero volver a tener un clan, voy a tener que hacer sacrificios. En cuanto la nueva camada nazca, tendré un clan de poderosos descendientes directos de Licaón. Es puro pragmatismo, la «supervivencia de los más dotados». Ahora ¿Dónde consigo matalobos? Salgo del agua y me seco al sol en la orilla mientras el viento recore mi cuerpo. Tengo que aprovechar ahora antes de que me encierren por el embarazo, así que agarro ropa que me quede, me visto y me voy.
En la noche llena de estrellas que se ocultan detrás de nubes pasajeras miro el cielo. Acaricio mi vientre pensando en las historias de lo dioses y héroes griegos, en sus hazañas titánicas. Camino entre el verdor respirando aire puro luego de estar tanto tiempo oliendo libros viejos, aprovecho antes de tener que estar postrada en la cama.
Me detengo en la orilla del lago y busco al descendiente de Licaón con mis sentidos ya que lo mandé a llamar. Quiero acompañarlo, estar donde él está. Me desvisto y camino entre el agua hasta que me llega al cuello donde aún hago pié sin hacer esfuerzo. Me ocupo de bañarme ya que me acostumbré a hacerlo en el lago, me siento más cómoda en el aire libre.
Me detengo en la orilla del lago y busco al descendiente de Licaón con mis sentidos ya que lo mandé a llamar. Quiero acompañarlo, estar donde él está. Me desvisto y camino entre el agua hasta que me llega al cuello donde aún hago pié sin hacer esfuerzo. Me ocupo de bañarme ya que me acostumbré a hacerlo en el lago, me siento más cómoda en el aire libre.
Kyllian Evans
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
En cuanto salí del salón de juicios lo hice pensando en todas las cosas que aún me quedaban por hacer, quería centrarme en eso pero estaba tan alterado y con tanta rabia contenida que no pude hacerlo, necesitaba desahogarme y al final acabé en los jardines de Sofía.
Busqué un lugar tranquilo, no parecía haber nadie y aquello me venía fenomenal, grité sin voz al aire, solo un gruñido extraño consiguió salir de mi garganta, empecé a dar vueltas como un animal encerrado en una jaula dispuesto a saltar a lo primero que se atravesara en el camino... ver a Lykaios y no poder decirle nada más de todo lo que tenía guardado, que leila campara a sus anchas por la isla mientras que Lila ya no pertenecía a este mundo, la maldita marca en mi mano que no sabía lo que era, la prueba de la guardia, darle un futuro a mi hijo, la misión... eran demasiadas cosas que tenía atascadas y todas ellas resultaron en un puñetazo a un árbol , uno que abría la veda a todos los que le siguieron, o se rompía el árbol o mi mano, pero los dos no podíamos terminar ilesos
Busqué un lugar tranquilo, no parecía haber nadie y aquello me venía fenomenal, grité sin voz al aire, solo un gruñido extraño consiguió salir de mi garganta, empecé a dar vueltas como un animal encerrado en una jaula dispuesto a saltar a lo primero que se atravesara en el camino... ver a Lykaios y no poder decirle nada más de todo lo que tenía guardado, que leila campara a sus anchas por la isla mientras que Lila ya no pertenecía a este mundo, la maldita marca en mi mano que no sabía lo que era, la prueba de la guardia, darle un futuro a mi hijo, la misión... eran demasiadas cosas que tenía atascadas y todas ellas resultaron en un puñetazo a un árbol , uno que abría la veda a todos los que le siguieron, o se rompía el árbol o mi mano, pero los dos no podíamos terminar ilesos
Altair Kirgyakos
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Acababa de terminar mi entrenamiento con los pequeños licanos y ferales de la isla. Aquella nunca había sido mi tarea, pero ahora que se aproximaba poco a poco la camada quería ir acostumbrándome a tener niños pululando por los alrededores. Nada más salir, vi el mensaje de Kiana que decía esperarme en las afueras de las áreas verdes, por lo que mi primer pensamiento es que quería sexo salvaje y descontrolado en el medio natural.
Salí del campo de entrenamiento únicamente con la parte de abajo de mi chándal mientras me tomaba mi batido de proteínas, ya que debía recuperar fuerzas, y fui a paso ligero con una sonrisa de pervertido hacia la ubicación recibida. Ya notaba que aquello iba creciendo poco a poco ya solo con mi imaginación.
Ya a unos minutos de llegar, me sorprendió un extraño rugido por los alrededores. Al principio pasé de ir a investigar porque estaba cachondo, pero al empezar a escuchar fuertes golpes me decidí por echar una ojeada al menos. La escena era rara, era aquel feral chulito dándole puñetazos a un árbol. -Eh, chaval, ¿qué te pasa? Si has tenido un mal día no lo pagues con las plantas, Discordés tiene muy mala… Espina - Tampoco me molesté en pararlo, simplemente apoyé una mano en su hombro y le miré a la cara mientras reía ligeramente por mi chiste malo que ni sabía si iba a entender.
Esperé por si me respondía algo y, al fijarme, descubrí en su mano una marca que conocía. Le agarré de la muñeca con excesiva fuerza (aunque era lo normal para mí) para examinarla más de cerca.- Ey, esta marca… Felicidades chaval, estamos todos que despuntamos eh. ¿Ya lo tienes todo preparado? - Le di un puñetazo en el brazo a modo de colegueo, sin darme cuenta, otra vez, que lo había hecho demasiado fuerte.
Salí del campo de entrenamiento únicamente con la parte de abajo de mi chándal mientras me tomaba mi batido de proteínas, ya que debía recuperar fuerzas, y fui a paso ligero con una sonrisa de pervertido hacia la ubicación recibida. Ya notaba que aquello iba creciendo poco a poco ya solo con mi imaginación.
Ya a unos minutos de llegar, me sorprendió un extraño rugido por los alrededores. Al principio pasé de ir a investigar porque estaba cachondo, pero al empezar a escuchar fuertes golpes me decidí por echar una ojeada al menos. La escena era rara, era aquel feral chulito dándole puñetazos a un árbol. -Eh, chaval, ¿qué te pasa? Si has tenido un mal día no lo pagues con las plantas, Discordés tiene muy mala… Espina - Tampoco me molesté en pararlo, simplemente apoyé una mano en su hombro y le miré a la cara mientras reía ligeramente por mi chiste malo que ni sabía si iba a entender.
Esperé por si me respondía algo y, al fijarme, descubrí en su mano una marca que conocía. Le agarré de la muñeca con excesiva fuerza (aunque era lo normal para mí) para examinarla más de cerca.- Ey, esta marca… Felicidades chaval, estamos todos que despuntamos eh. ¿Ya lo tienes todo preparado? - Le di un puñetazo en el brazo a modo de colegueo, sin darme cuenta, otra vez, que lo había hecho demasiado fuerte.
Kyllian Evans
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Estaba tan ofuscado y perdido en mis pensamientos que no pude percibir a Altair hasta que empezó a hablarme, tampoco reconocí su voz de primeras así que me giré de forma brusca dispuesto a pegarle también con la mano en un puño mientras me sangraban los nudillos aunque gracias a mi regeneración empezaban a curar, al ver su rostro bajé la mano y aparté la mirada, eso había estado feo pero no sabía que era él, me removí el pelo molesto y al final chasqué la lengua acercándome a él dispuesto a irme, y el chiste... ni puta gracia.
Cuando puso una mano en mi hombro quise apartarlo y largarme de inmediato pero entonces me tomó de la muñeca e hice un gesto de dolor por el agarre repentino y la fuerza, por no hablar de que yo solito me había jodido la muñeca desahogándome con el pobre árbol, el descendiente se fijó en la marca y me felicitó como si supiera de qué se trataba, lo miré muy sorprendido y cuando me soltó saqué la libreta, no sin antes sobarme el brazo por la leche que acababa de darme, maldito cabrón con fuerza y olor a perro...
-No puedo hablar, herida de plata, pero ¿sabes que es esta marca? ¿no es una maldición ni nada!? Mérida y yo estamos preocupados y me estoy volviendo loco, dime que es!- le enseñé la libreta y esperé que por favor no fuera nada malo y que por fin tuviéramos un problema menos.
Cuando puso una mano en mi hombro quise apartarlo y largarme de inmediato pero entonces me tomó de la muñeca e hice un gesto de dolor por el agarre repentino y la fuerza, por no hablar de que yo solito me había jodido la muñeca desahogándome con el pobre árbol, el descendiente se fijó en la marca y me felicitó como si supiera de qué se trataba, lo miré muy sorprendido y cuando me soltó saqué la libreta, no sin antes sobarme el brazo por la leche que acababa de darme, maldito cabrón con fuerza y olor a perro...
-No puedo hablar, herida de plata, pero ¿sabes que es esta marca? ¿no es una maldición ni nada!? Mérida y yo estamos preocupados y me estoy volviendo loco, dime que es!- le enseñé la libreta y esperé que por favor no fuera nada malo y que por fin tuviéramos un problema menos.
Altair Kirgyakos
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Parecía bastante alterado, tanto que su primera reacción al verme fue un intento de darme un puñetazo. No me moví ni un ápice, más que nada porque incluso se sintiese mejor dándome un puñetazo, aunque puede que hubiese terminado con la mano escayolada por mis músculos como rocas. El caso es que se contuvo para darme el puñetazo y a hacer cosas raras, el chiste tampoco parecía funcionar.
”Pues sí que está mal es gatejo de la belladona…”
Hacía como gestos de dolor que empezaban a preocuparme de verdad, hasta que sacó la libreta para empezar a escribir algo. -No bu-puedo ja-a-hablar… Joder tío, qué mal escribes - Dije intentando desviar el que me faltaban un par de lecturas, así que me tomé mi tiempo para leer mentalmente. -Vaya, que raro que nadie te haya informado de eso, vas a tener que ir a algunas clases de cultura CSIL si quieres el certificado de feral para la guardia- Suspiré. Tampoco quería meterle más presión de la debida.
-La verdad es que lo de la marca es poco común, pero, a veces, al follar con alguien que quieres con la luna llena en su punto álgido os… como decirlo… ¿Conectais? - La verdad es que era un tema un poco difícil de explicar, dado que era algo que no había vivido. -Bueno, el tema es que, a partir de esa noche, tienes tres semanas para realizar la ceremonia de emparejamiento, en la que uniréis las palmas y los cuerpos para rezan los votos, que son: “Te acepto como eres, y siempre te tendré cerca de mi corazón. Caminaré a tu lado por toda la eternidad”. Después, existe un momento de suma importancia durante la ceremonia: La vinculación. En este paso la mujer debe decidir si une su vida a la de su compañero. Ambos percibirán que sus colmillos se agrandan y bueno… varias cosas. De realizar la vinculación, ambas vidas quedan unidas al hilo de vida más fuerte (con más esperanza de vida) y en caso de morir uno también morirá el otro.- Me aseguré de que estaba entendiendo todo, por si tenía que repetir alguna parte.
-Bueno chaval, tengo a mi futura mujer esperándome para chuscar, si quieres ya te explicaré más detalle otro día - Me puse a andar sin siquiera despedirme en dirección al lago, pero me paré de golpe y me giré para gritarle. -¡Ah! Se me olvidaba, si no realizáis el ritual quedarás impotente de por vida, así que yo me lo pensaría - Y ahí ya me fui pitando en dirección a Kiana, cuyo rastro había detectado ya hace un rato.
Llegué a donde se encontraba y me quité los pantalones con un rápido movimiento, entrando al agua y andando directamente para abrazar por la espalda a Kiana. -Perdón por el retraso, soy demasiado permisivo con mis alumnos - Comencé a derle besos por el cuello mientras acariciaba su vientre, disfrutando del frío lago tras toda la tarde de entrenamiento y la compañía de la fur¡tura madre de mis hijos.
”Pues sí que está mal es gatejo de la belladona…”
Hacía como gestos de dolor que empezaban a preocuparme de verdad, hasta que sacó la libreta para empezar a escribir algo. -No bu-puedo ja-a-hablar… Joder tío, qué mal escribes - Dije intentando desviar el que me faltaban un par de lecturas, así que me tomé mi tiempo para leer mentalmente. -Vaya, que raro que nadie te haya informado de eso, vas a tener que ir a algunas clases de cultura CSIL si quieres el certificado de feral para la guardia- Suspiré. Tampoco quería meterle más presión de la debida.
-La verdad es que lo de la marca es poco común, pero, a veces, al follar con alguien que quieres con la luna llena en su punto álgido os… como decirlo… ¿Conectais? - La verdad es que era un tema un poco difícil de explicar, dado que era algo que no había vivido. -Bueno, el tema es que, a partir de esa noche, tienes tres semanas para realizar la ceremonia de emparejamiento, en la que uniréis las palmas y los cuerpos para rezan los votos, que son: “Te acepto como eres, y siempre te tendré cerca de mi corazón. Caminaré a tu lado por toda la eternidad”. Después, existe un momento de suma importancia durante la ceremonia: La vinculación. En este paso la mujer debe decidir si une su vida a la de su compañero. Ambos percibirán que sus colmillos se agrandan y bueno… varias cosas. De realizar la vinculación, ambas vidas quedan unidas al hilo de vida más fuerte (con más esperanza de vida) y en caso de morir uno también morirá el otro.- Me aseguré de que estaba entendiendo todo, por si tenía que repetir alguna parte.
-Bueno chaval, tengo a mi futura mujer esperándome para chuscar, si quieres ya te explicaré más detalle otro día - Me puse a andar sin siquiera despedirme en dirección al lago, pero me paré de golpe y me giré para gritarle. -¡Ah! Se me olvidaba, si no realizáis el ritual quedarás impotente de por vida, así que yo me lo pensaría - Y ahí ya me fui pitando en dirección a Kiana, cuyo rastro había detectado ya hace un rato.
Llegué a donde se encontraba y me quité los pantalones con un rápido movimiento, entrando al agua y andando directamente para abrazar por la espalda a Kiana. -Perdón por el retraso, soy demasiado permisivo con mis alumnos - Comencé a derle besos por el cuello mientras acariciaba su vientre, disfrutando del frío lago tras toda la tarde de entrenamiento y la compañía de la fur¡tura madre de mis hijos.
Kyllian Evans
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
¿Que yo escribía mal? pero si todo el mundo me entendía... cosas raras de descendientes seguro en fin, eso no era lo que me interesaba, lo que yo necesitaba saber era lo de la marca aquella, claro que nadie me había informado! la persona que me convirtió fue la encargada de enseñarme lo poco que sabía sobre los ferales pero omitió muchos detalles, lo de las clases lo supuse pero ahora quería saber si esa marca ponía en peligro a Mérida o al bebé.
Esperé a que Altair hablara y lo primero que dijo me dejó muerto... ¿follar con alguien alguien quería!? joder, eso no podía ser cierto, no podía volver a cagarla otra vez con esa mierda sentimental... entonces si esa marca había aparecido ¿era porque yo quería a Mérida!? no, no podía ser, a ver, si que la apreciaba, era una tía genial y muy cariñosa, me había apoyado mucho y estaba buena y era la madre de mi hijo y.... ¡JODER! ¿y ahora que hacía? me llevé las manos a la cabeza pensando en la cagada que había hecho por tirármela en luna llena pero la cosa no mejoró en absoluto.
cuanto más hablaba el licántropo más blanco me iba poniendo, hasta se me había pasado el cabreo de golpe por el disgusto que aquel hombre me estaba dando, se me estaba revolviendo el estómago, es decir, no solo acababa de darme cuenta que en realidad Mérida me gustaba (según lo que decía Altair) encima tenía que hacer una cosa rara, volver a tirarmela y prácticamente casarnos hasta que la muerte nos separara con el vínculo de los cojones o me quedaba eunuco... si no me fui de espaldas fue por el árbol, pobrecillo, le había dado de golpes y ahora me sujetaba.
El descendiente se marchó pero yo me quedé en el sitio pensando en lo que me había dicho, ¿que haría? tenía que pensarlo rápido pero si de verdad era todo tal y como me había contado Altair tenía que hacer las cosas bien... esperé un rato más a que se me pasara el mareo y entonces me desaparecí de aquel lugar.
Esperé a que Altair hablara y lo primero que dijo me dejó muerto... ¿follar con alguien alguien quería!? joder, eso no podía ser cierto, no podía volver a cagarla otra vez con esa mierda sentimental... entonces si esa marca había aparecido ¿era porque yo quería a Mérida!? no, no podía ser, a ver, si que la apreciaba, era una tía genial y muy cariñosa, me había apoyado mucho y estaba buena y era la madre de mi hijo y.... ¡JODER! ¿y ahora que hacía? me llevé las manos a la cabeza pensando en la cagada que había hecho por tirármela en luna llena pero la cosa no mejoró en absoluto.
cuanto más hablaba el licántropo más blanco me iba poniendo, hasta se me había pasado el cabreo de golpe por el disgusto que aquel hombre me estaba dando, se me estaba revolviendo el estómago, es decir, no solo acababa de darme cuenta que en realidad Mérida me gustaba (según lo que decía Altair) encima tenía que hacer una cosa rara, volver a tirarmela y prácticamente casarnos hasta que la muerte nos separara con el vínculo de los cojones o me quedaba eunuco... si no me fui de espaldas fue por el árbol, pobrecillo, le había dado de golpes y ahora me sujetaba.
El descendiente se marchó pero yo me quedé en el sitio pensando en lo que me había dicho, ¿que haría? tenía que pensarlo rápido pero si de verdad era todo tal y como me había contado Altair tenía que hacer las cosas bien... esperé un rato más a que se me pasara el mareo y entonces me desaparecí de aquel lugar.
Llevo el agua a mi cara mientras me baño pero me detengo en seco y me dispongo alerta cuando escucho un gruñido en la lejanía junto con golpes. Llega a mí el adictivo olor a adrenalina y sangre junto al aroma distintivo de conocidos. La idea de revancha suena atractiva, más aún por mí debilidad por las peleas. No estoy acostumbrada a dominarme y cada vez es más difícil.
Pego un golpe al agua furiosa, con algo me tenía que desquitar. Mientras observo las hondas que se expanden por el apacible lago, noto el olor a adrenalina disminuir, lo que me permite calmarme, luego huelo al descendiente de Licaón aproximarse, lo que me relaja aún más. El lago transparente refleja el cielo nocturno como un espejo dando la imagen de estar caminando entre las estrellas.
Sentirlo en la espalda me trae recuerdos placenteros, su calor, su tacto, su aroma, todo eso me hace suspirar complacida y arrimarme a él. Mí respiración comienza a agitarse entre sus caricias pero me giro y me aparto un poco de él para mirarlo a los ojos. -Mmm… no sé si te voy a perdonar… pero tal vez puedas convencerme…- Una comisura de mi boca se eleva en una pequeña media sonrisa.
Exuda olor a ejercicio físico que me gusta, pero es hora del baño así que tomo un velludo brazo suyo, le paso agua y froto un poco con mis manos, repito el proceso con el otro brazo. Yo sé que con él puedo ser todo lo bruta que quiera y eso me gusta, no tengo que dominarme. -¿Qué fueron esos ruidos?- Le pregunto concentrada en mi tarea. -El gruñido y los golpes.- Explico.
Pego un golpe al agua furiosa, con algo me tenía que desquitar. Mientras observo las hondas que se expanden por el apacible lago, noto el olor a adrenalina disminuir, lo que me permite calmarme, luego huelo al descendiente de Licaón aproximarse, lo que me relaja aún más. El lago transparente refleja el cielo nocturno como un espejo dando la imagen de estar caminando entre las estrellas.
Sentirlo en la espalda me trae recuerdos placenteros, su calor, su tacto, su aroma, todo eso me hace suspirar complacida y arrimarme a él. Mí respiración comienza a agitarse entre sus caricias pero me giro y me aparto un poco de él para mirarlo a los ojos. -Mmm… no sé si te voy a perdonar… pero tal vez puedas convencerme…- Una comisura de mi boca se eleva en una pequeña media sonrisa.
Exuda olor a ejercicio físico que me gusta, pero es hora del baño así que tomo un velludo brazo suyo, le paso agua y froto un poco con mis manos, repito el proceso con el otro brazo. Yo sé que con él puedo ser todo lo bruta que quiera y eso me gusta, no tengo que dominarme. -¿Qué fueron esos ruidos?- Le pregunto concentrada en mi tarea. -El gruñido y los golpes.- Explico.
Altair Kirgyakos
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El muchacho se agobiaba más y más conforme iba explicándole lo de la marca, llegando a ponerse incluso más paliducho de lo que ya era. Me tuve que contener para no reírme de aquella expresión de agobio, tenía que aparentar madurez. -Pero no te desanimes muchacho, si soy yo el que va a tener 13 hijos - Dije en un intento de consuelo hacia el gatejo y lo dejé pensando en aquel lugar.
A Kiana se le notaba relajada. Realmente no habíamos tenido ninguna situación de estrés por el momento, aunque notaba que a ella le preocupaba algo, quizá lo mismo que a mí, pero escuchar su voz me hace olvidar todo lo que hay en mi mente para centrarme en la mujer que tengo entre mis brazos. -Puedo ser muy convincente si me lo propongo- Le devuelvo la sonrisa casi sin pensarlo y acerco mis labios a los suyos para besarlos lenta y cariñosamente.
Noto como toma mi brazo y lo moja, acariciando mi piel a modo de esponja para lavarme, sin embargo yo no aparto la mirada, simplemente admiro sus profundos ojos mientras termina con mi otro brazo. Suspiro aliviado mientras lo hace. Mi cuerpo agradece el frescor del agua tras un duro día de entrenamiento físico y el cuidado de hiperactivos adolescentes caninos.
-Oh. Era un feral enfadado con la vida, estuvo en el último torneo, puede que lo conozcas - Digo mientras cojo agua para lavarle a ella, imitándola. El cambio de tema me cambia un poco el rostro a uno serio, un poco triste. Pasan cosas por mi cabeza al pasar el agua por el vientre de Kiana, pero no digo nada. - ¿Y tú qué? ¿Has hecho algo interesante hoy?- Sigo lavándo sus pechos y cuello con normalidad, intentando cambiar de tema.
A Kiana se le notaba relajada. Realmente no habíamos tenido ninguna situación de estrés por el momento, aunque notaba que a ella le preocupaba algo, quizá lo mismo que a mí, pero escuchar su voz me hace olvidar todo lo que hay en mi mente para centrarme en la mujer que tengo entre mis brazos. -Puedo ser muy convincente si me lo propongo- Le devuelvo la sonrisa casi sin pensarlo y acerco mis labios a los suyos para besarlos lenta y cariñosamente.
Noto como toma mi brazo y lo moja, acariciando mi piel a modo de esponja para lavarme, sin embargo yo no aparto la mirada, simplemente admiro sus profundos ojos mientras termina con mi otro brazo. Suspiro aliviado mientras lo hace. Mi cuerpo agradece el frescor del agua tras un duro día de entrenamiento físico y el cuidado de hiperactivos adolescentes caninos.
-Oh. Era un feral enfadado con la vida, estuvo en el último torneo, puede que lo conozcas - Digo mientras cojo agua para lavarle a ella, imitándola. El cambio de tema me cambia un poco el rostro a uno serio, un poco triste. Pasan cosas por mi cabeza al pasar el agua por el vientre de Kiana, pero no digo nada. - ¿Y tú qué? ¿Has hecho algo interesante hoy?- Sigo lavándo sus pechos y cuello con normalidad, intentando cambiar de tema.
=======ALREDEDORES DEL LAGO=======
Había salido a trotar desde muy temprano en la mañana. El sol no había llegado a Ouroboros, y la realidad era que a esa altura amanecía bastante temprano. Pero no podía dormir. Tenía demasiado en la cabeza. No quería entrenar sola, por lo regular lo hacía con Reiv, cuando se podía. No quería practicar su nueva técnica, estaba demasiado adormecida aún y por lo regular la intentaba por las noches, para que la Guardia y la isla no entraran en pánico. Tenía la sensación de que la acusarían de algo si la vieran. Estaba bastante en forma en su parte dragón, por lo que decidió hacer algo más humano. Se calzó los zapatos, se abrigó ligeramente a pesar del frío y se dirigió al lago.
Estuvo a punto de desistir, pero sus pensamientos recurrentes la alcanzaron pronto, así que hizo un brevísimo estiramiento y echó a correr.
Corrió. Corrió por mucho tiempo. Corrió mucha distancia. El paisaje iba cambiando a su alrededor. Cada vez había más árboles, más piedras, más obstáculos, más naturaleza... Se sentía bien. Sentía que los músculos le despertaban después de mucho tiempo, que los pulmones se le ensanchaban en toda su capacidad y que el aire frío la despertaba a la vida. Pero no se sentía entero, no se sentía completo. Le faltaba emoción, o templanza, o aventura o serenidad, no tenía idea, pero comenzaba a sentirse confundida. Y, de repente, algo la hizo detenerse. Estaba en un lugar que nunca antes había visto. Era una parte de los jardines a la que nunca había llegado. Había un pequeño muelle junto al lago. Tuvo que bajar con cuidado algunas rocas para llegar a la orilla y poder caminar sobre él. Sobre el agua había una especie de neblina que te ocultaba justo lo suficiente como para pasar desapercibida, pero no era espesa y terrorífica, sino reconfortante. Sin pensarlo demasiado, subió con mucho cuidado a una canoa que existía amarrada al muelle. Quitó la soga, tomó los remos y comenzó a remar lo que la intuición le mostraba. No tardó demasiado en encontrar la lógica en aquello. Su corazón aún latía desbocado por la carrera, pero el resto de su cuerpo estaba relajado y tranquilo. El lago le traía una paz que poco había experimentado.
No supo cuanto tiempo estuvo ahí, viendo la orilla del lago mientras navegaba con cuidado. Era una vista surreal, como si ninguno de los problemas mundanos pudieran tocarla. Así como los árboles y la orilla no podían tocarla mientras estuviera justo en medio del lago. Estaba sola, pero no sentía la soledad. Algo en su bolsillo comenzó a vibrar. Buscó en su bolsillo. La única cosa de la que no sabía nada. La sostuvo frente a ella, dejando de remar un momento a mitad del lago. Los libros no le mostraban nada de ella, no había indicios en ninguna enciclopedia de objetos mágicos que había buscado. No sabía qué hacia, pero cuatro palabras le cruzaban la mente cada vez que la veía. No tenía sentido en su cabeza, pero en aquel lugar, lejos de todo, se dio cuenta de que eran sus miedos lo que le impedía decirlas en voz alta. Respiró profundo, miró alrededor, y susurró con tranquilidad.
Aav Zeim Fen Vahzah
Entrar a través de la voluntad y la verdad
...
La canoa se movió bruscamente cuando apareció de nuevo sobre ella. Tuvo que buscar su momento para mantener el equilibrio y no caer, mientras veía el sol en el cielo, ya bien entrada la mañana. La neblina se había despejado, había gente caminando alrededor del lago, podía ver que ya no estaba sola en aquel lugar del mundo. No lo había imaginado. Observó la piedra. Había estado en otro lugar, y mientras exploraba se dio cuenta de que era real. Ahora que volvía, el tiempo había avanzado. Guardó el orbe en el bolsillo, con mucho cuidado de que estuviera seguro y comenzó a remar hasta la orilla más cercana. Encalló la canoa fuerte en tierra firme y se tomó un momento para ubicarse antes de cambiar a su forma dragón y salir de allí.
Nuestros labios se unen en un beso sin prisas que me inspira serenidad y me hace suspirar de satisfacción. Nos tomamos nuestro tiempo pero, antes de separarnos, le mordisqueo el labio inferior para luego soltarlo. Cuando el feral llega a colación, el disgusto es notable en mí expresión. -Si, lo conozco.- Digo en un gruñido. Para empezar, es un feral por lo que es inferior a los licántropos y lo segundo es que manipula con sus palabras. -No me agrada.- Me invade la tristeza al recordar lo débil que había sido la mente de Juliet al dejarse embaucar. No puedo permitir la debilidad, así que la dragón lamentablemente debería ser apartada, pero aún recuerdo las palabras que Altair nos dio en el torneo; estamos unidas. Y, sobre el feral, a él incluso le haría un favor y le enseñaría para, con algo de buena suerte, matarlo en el proceso. El resultado de mis pensamientos con ambos es el mismo, solo que el de Juliet me entristece un poco más que el del otro porque ella al menos era prometedora.
"Si no mueren, me pueden agradecer y si mueren, el mundo me va a agradecer" Pienso mientras siento las manos del licántropo recorrer mi cuerpo. Dejo de pensar en las formas en las que debería matarlos cuando me pregunta por mi día al tiempo que siento cosquilleos aumentar con anticipación. -Estuve en la biblioteca... mmm...- Me cuesta concentrarme teniendo sus manos sobre mí. -Me contaron sobre los dioses griegos... sus hazañas... ¿Sabías que los griegos les dieron nombre a trece constelaciones?- Pregunto entreteniendo mi mirada y mis manos en su pecho subiendo hasta sus hombros, pasando por su cuello y su cara hasta terminar en su cabello. Peino y mojo su suave pelo con mis dedos. Es una gran casualidad que el número de constelaciones coincida con el número de cachorros. Alzo la mirada al cielo nocturno para mostrarle lo que había aprendido. -Mira, ésa se llama sagitario y a su estrella más brillante la llamaron Kaus, ésa.- Le digo señalando en el cielo la constelación y la estrella. -Me enseñaron algunas palabras en griego y estuve pensando en algunos nombres.- Añadí, aunque enseguida recordé algo que me molestaba. -Pero cada vez es más difícil contenerme, me siento atrapada en ésta única forma. Es doloroso ignorar el llamado de la luna llena.- Aprendo del dolor, me estoy enfrentando a lo más difícil hasta ahora, me está destrozando.
"Si no mueren, me pueden agradecer y si mueren, el mundo me va a agradecer" Pienso mientras siento las manos del licántropo recorrer mi cuerpo. Dejo de pensar en las formas en las que debería matarlos cuando me pregunta por mi día al tiempo que siento cosquilleos aumentar con anticipación. -Estuve en la biblioteca... mmm...- Me cuesta concentrarme teniendo sus manos sobre mí. -Me contaron sobre los dioses griegos... sus hazañas... ¿Sabías que los griegos les dieron nombre a trece constelaciones?- Pregunto entreteniendo mi mirada y mis manos en su pecho subiendo hasta sus hombros, pasando por su cuello y su cara hasta terminar en su cabello. Peino y mojo su suave pelo con mis dedos. Es una gran casualidad que el número de constelaciones coincida con el número de cachorros. Alzo la mirada al cielo nocturno para mostrarle lo que había aprendido. -Mira, ésa se llama sagitario y a su estrella más brillante la llamaron Kaus, ésa.- Le digo señalando en el cielo la constelación y la estrella. -Me enseñaron algunas palabras en griego y estuve pensando en algunos nombres.- Añadí, aunque enseguida recordé algo que me molestaba. -Pero cada vez es más difícil contenerme, me siento atrapada en ésta única forma. Es doloroso ignorar el llamado de la luna llena.- Aprendo del dolor, me estoy enfrentando a lo más difícil hasta ahora, me está destrozando.
Altair Kirgyakos
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El aire de su suspiro acarició mi cuello, dando un agradable cosquilleo a la zona y disfruto la breve mordida que Kiana le da a mis labios sin poder evitar poner los ojos en blanco durante un par de segundos. Noté la incomodidad la Kiana ante decir el nombre del feral, no quería seguir por ese camino si no quería, pero tampoco se me ocurría ningún tema de conversación con el que entretenerla. Analicé su pensativo rostro sin querer interrumpir lo que tenía en mente.
-Sí, lo sé, para dios griego el mío. Además de Grecia hemos sacado muchas cosas interesantes, especialmente arte y filosofía.- Pude notar en su mirada como sus pensamientos se alejaban fugazmente cuando alzó su rostro desde mi pecho al pelo y de ahí al cielo. Observo yo también el firmamento, intentando visualizar la constelación que me dice, pero no consigo más que ver muchas estrellas sin unión. Lo que si que alcanzaba a ver era la brillante escena que mencionó. -Kaus...- Repetí lentamente, escuchando mi forma de decirlo. -Me gusta para alguno de los lobezos, igual que Altaïr, es la estrella más brillante de Tauro- Digo con una sonrisa, afirmando la idea del nombre de los futuros descendientes.
-Si te está costando tanto podrías ir a ver a la descendiente de Confucio, puede que meditar y esas cosas te venga bien- Aquella zorra consiguió noquearme en la fiesta de los pendragón, no sería muy dintinto con ella. -Además deberíamos irnos ya, hoy ha sido un día muy largo- Me hundí un poco en el lago, haciendo que el agua me llegase hasta el cuello por culpa de estar apoyando la rodilla. -Por cierto, ¿te quieres casar conmigo? - Dije agarrando su mano cariñosamente.
-Sí, lo sé, para dios griego el mío. Además de Grecia hemos sacado muchas cosas interesantes, especialmente arte y filosofía.- Pude notar en su mirada como sus pensamientos se alejaban fugazmente cuando alzó su rostro desde mi pecho al pelo y de ahí al cielo. Observo yo también el firmamento, intentando visualizar la constelación que me dice, pero no consigo más que ver muchas estrellas sin unión. Lo que si que alcanzaba a ver era la brillante escena que mencionó. -Kaus...- Repetí lentamente, escuchando mi forma de decirlo. -Me gusta para alguno de los lobezos, igual que Altaïr, es la estrella más brillante de Tauro- Digo con una sonrisa, afirmando la idea del nombre de los futuros descendientes.
-Si te está costando tanto podrías ir a ver a la descendiente de Confucio, puede que meditar y esas cosas te venga bien- Aquella zorra consiguió noquearme en la fiesta de los pendragón, no sería muy dintinto con ella. -Además deberíamos irnos ya, hoy ha sido un día muy largo- Me hundí un poco en el lago, haciendo que el agua me llegase hasta el cuello por culpa de estar apoyando la rodilla. -Por cierto, ¿te quieres casar conmigo? - Dije agarrando su mano cariñosamente.
Me muerdo el labio inferior pensando que el hombre frente a mí es un dios del Olimpo mientras recorro su cuerpo deseando sentirlo más cerca. Desde su pelo, bajo con mis manos por su espalda hasta llegar a sus firmes nalgas con las que me entretengo hasta que señalo el cielo nocturno. Se dibuja una sonrisa ladina en mí rostro al saber que le gusta la idea, lo que no me gusta es que tengo que seguir resistiendo al llamado de la luna llena, pero lo debo hacer.
-Me cuesta porque ningún licántropo debería contenerse, no somos solo ésta forma.- Y, hablando de no contener, unas burbujas aparecen detrás mío cuando dejo ir un gas. -Que me duerma hasta que nazcan los cachorros.- Digo sobre la descendiente de Confucio. -Quiero que ellos sean orgullosos de ser licántropos, que no se oculten, que atiendan al llamado de la luna.- Le digo seria. Asiento a lo de irnos, ya estábamos limpios pero me detengo confundida cuando lo veo hundirse.
-¿Eh?- Pregunto sin entender a lo que se refiere, tomando su mano a su vez ¿Casar?¿Se habrá equivocado y quiso decir "caZar"? O… -¿Te refieres al ritual de Sayid y Arleen?¿Algo así como una declaración pública de que somos compañeros?- Lo pienso un momento. -No voy a usar esos vestidos y quiero que haya comida, mucha comida; jamón, jabalí, carne en general…- Pido para luego esbozar una sonrisa, quiero estar a su lado, estar presente en su vida y él en la mía.
Sin soltar su mano me lanzo sobre él para arrastrarnos a una zona más profunda del lago y sumergirnos al completo. Allí buceando, lo miro a los ojos mientras nuestros pelos flotan a nuestro rededor. "Si, quiero." Mando mí mensaje mental a Altaïr y acerco mis labios a los suyos mientras burbujas de aire salen de mi nariz. El deseo bulle en mi interior con ansias, mis manos lo acarician pero debemos salir para respirar, así que nadamos hasta la orilla y salimos del lago.
Me dejo llevar y reclamo hambrienta su cuerpo y sus atenciones. Las liberaciones son intensas y me sacia hasta llegar a su residencia donde no le doy tregua. No dejo al dios griego apartarse de mí lado por varios días en los que la acción tiene fuertes desenlaces, hasta mediados de diciembre, cuando ya no puedo retenerlo. -Más te vale volver o voy yo y te despellejo para cocinarte y servirte en la cena.- Le advierto y lo beso una última vez, odiando la idea de que se aleje, pero se escurre de entre mis brazos.
-Me cuesta porque ningún licántropo debería contenerse, no somos solo ésta forma.- Y, hablando de no contener, unas burbujas aparecen detrás mío cuando dejo ir un gas. -Que me duerma hasta que nazcan los cachorros.- Digo sobre la descendiente de Confucio. -Quiero que ellos sean orgullosos de ser licántropos, que no se oculten, que atiendan al llamado de la luna.- Le digo seria. Asiento a lo de irnos, ya estábamos limpios pero me detengo confundida cuando lo veo hundirse.
-¿Eh?- Pregunto sin entender a lo que se refiere, tomando su mano a su vez ¿Casar?¿Se habrá equivocado y quiso decir "caZar"? O… -¿Te refieres al ritual de Sayid y Arleen?¿Algo así como una declaración pública de que somos compañeros?- Lo pienso un momento. -No voy a usar esos vestidos y quiero que haya comida, mucha comida; jamón, jabalí, carne en general…- Pido para luego esbozar una sonrisa, quiero estar a su lado, estar presente en su vida y él en la mía.
Sin soltar su mano me lanzo sobre él para arrastrarnos a una zona más profunda del lago y sumergirnos al completo. Allí buceando, lo miro a los ojos mientras nuestros pelos flotan a nuestro rededor. "Si, quiero." Mando mí mensaje mental a Altaïr y acerco mis labios a los suyos mientras burbujas de aire salen de mi nariz. El deseo bulle en mi interior con ansias, mis manos lo acarician pero debemos salir para respirar, así que nadamos hasta la orilla y salimos del lago.
Me dejo llevar y reclamo hambrienta su cuerpo y sus atenciones. Las liberaciones son intensas y me sacia hasta llegar a su residencia donde no le doy tregua. No dejo al dios griego apartarse de mí lado por varios días en los que la acción tiene fuertes desenlaces, hasta mediados de diciembre, cuando ya no puedo retenerlo. -Más te vale volver o voy yo y te despellejo para cocinarte y servirte en la cena.- Le advierto y lo beso una última vez, odiando la idea de que se aleje, pero se escurre de entre mis brazos.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.