Recuerdo del primer mensaje :
Es un espacio recreativo para las familias y aprendices. Fueron creados con la intención de emular los magníficos Jardines colgantes de Babilonia
Me habia pasado buscando a Imram por el edificio de viviendas como un loco. Llamándolo a voces, empujando a quien se cruzase en mi camino que no fuese él o tuviese noticias suyas, abriendo puertas de propiedades privadas....incluso reventando alguna que otra de modos un tanto violentos.
Al fin alguien me habia indicado que los habia visto hacia poco en los jardines, y alli fui como alma llevada por el diablo. Lo busqué, con la mirada desorbitada, y ahi estaba sentado en un banco, con Rhados cerca de él jugando en el suelo. Un nombre me vino a la cabeza, y escapó por mis labios, arrañando la garganta con un sabor sangriento, arrancado desde el pecho.
- KARLOVY!! - ignoré al pequeño. Bueno, no. En realidad no lo quería en medio. Le lancé un hechizo repulsor, empujándolo lejos de nosotros. - Maldito mentiroso. Cómo te atreves! Dónde está ella? DÓNDE?!
Me acerqué a él a grandes pasos. La verdad es que no pude controlarlo. Un estallido de magia y levanté mi mano en dirección a él, lanzandole la maldicion de las heridas sangrantes.
- Quieres terminar de apartarla de mi, a ella y al niño? Las mentiras no funcionan conmigo, a estas alturas...deberias saberlo! - quería dejarlo tan adolorido que pudiese meterme en su mente para sacarle la verdad. No iba a tragarme cualquier cosa....
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5 canalizador+ 5 dado + 10 hab + 26 base= 46 daño magico
Al fin alguien me habia indicado que los habia visto hacia poco en los jardines, y alli fui como alma llevada por el diablo. Lo busqué, con la mirada desorbitada, y ahi estaba sentado en un banco, con Rhados cerca de él jugando en el suelo. Un nombre me vino a la cabeza, y escapó por mis labios, arrañando la garganta con un sabor sangriento, arrancado desde el pecho.
- KARLOVY!! - ignoré al pequeño. Bueno, no. En realidad no lo quería en medio. Le lancé un hechizo repulsor, empujándolo lejos de nosotros. - Maldito mentiroso. Cómo te atreves! Dónde está ella? DÓNDE?!
Me acerqué a él a grandes pasos. La verdad es que no pude controlarlo. Un estallido de magia y levanté mi mano en dirección a él, lanzandole la maldicion de las heridas sangrantes.
- Quieres terminar de apartarla de mi, a ella y al niño? Las mentiras no funcionan conmigo, a estas alturas...deberias saberlo! - quería dejarlo tan adolorido que pudiese meterme en su mente para sacarle la verdad. No iba a tragarme cualquier cosa....
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El miembro 'Rybar Dvorak' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Mágico' :
'Ataque Mágico' :
La Brigada no me había abandonado, mi familia había ido a por mí hasta Praga, acudiendo a mi llamada para salvarme. No era la primera vez que me rescataban, pero esta vez era todo distinto, peor. Ni siquiera había sido capaz de unirme a ellos en la misión que tenían que llevar a cabo en Francia, no me veía capaz de serles útil. Por eso me quedé en Ouroboros con mi hijo, aunque pasaba la mayor parte del tiempo en la guardería que tenían allí para los niños, para que socializase un poco y se divirtiese. Yo tampoco era capaz de atenderle como se merecía. Todo aquello me convertía en mal padre, y mal compañero, no lograba verlo de otro modo. Rhados era pequeño para darse cuenta de todo aquello, e incluso parecía feliz jugando en los jardines a los que le había traído para que corriese un rato. Lo que no me esperaba era que Rybar viniese en ese preciso momento.
Su iracunda voz gritando mi verdadero nombre cruzó el aire como un rayo. "Karlovy"...tal vez ya no tenía derecho a llamarme por el nombre que me puso Katrina. No me lo merecía. Sabía que este momento llegaría, lo supe desde que envié esa carta. Me levanté como un resorte del banco en el que estaba sentado, tratando de evitar que el crío viese todo aquello. Rybar se encargó de empujarlo para quitarlo del medio sin mayor miramiento.
- No me crees...- murmuré con una inmensa pena ante sus reclamos, pensando que ojalá fuese eso, que quería apartarla de él. Ojalá fuese una mentira. Su maldición hizo que comenzase a sangrar rápidamente por múltiples cortes, una sensación que ya había experimentado antes. No intenté defenderme, pensé que me lo merecía. - Fue un momento, la dejé sólo un momento, y luego... - traté de explicarme con impotencia, con voz ahogada, sin ser capaz de terminar la frase. Caí al suelo de rodillas, apoyando una sangrante mano en el banco de piedra en el que había estado sentado. - Deberíamos habernos matado el uno al otro aquel puto día. Nada de esto habría pasado. - murmuré con los dientes apretados, recordando el momento en el que lo arrojé contra el tren, recordando cuando él me dejó ciego.
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defensa física
15 dado + 15 stat def. física (no se defiende con ninguna habilidad)= 30
daño: 46 - 30= 16 (sangrado fuerte siguiente post)
PS: 150 - 16= 134
Su iracunda voz gritando mi verdadero nombre cruzó el aire como un rayo. "Karlovy"...tal vez ya no tenía derecho a llamarme por el nombre que me puso Katrina. No me lo merecía. Sabía que este momento llegaría, lo supe desde que envié esa carta. Me levanté como un resorte del banco en el que estaba sentado, tratando de evitar que el crío viese todo aquello. Rybar se encargó de empujarlo para quitarlo del medio sin mayor miramiento.
- No me crees...- murmuré con una inmensa pena ante sus reclamos, pensando que ojalá fuese eso, que quería apartarla de él. Ojalá fuese una mentira. Su maldición hizo que comenzase a sangrar rápidamente por múltiples cortes, una sensación que ya había experimentado antes. No intenté defenderme, pensé que me lo merecía. - Fue un momento, la dejé sólo un momento, y luego... - traté de explicarme con impotencia, con voz ahogada, sin ser capaz de terminar la frase. Caí al suelo de rodillas, apoyando una sangrante mano en el banco de piedra en el que había estado sentado. - Deberíamos habernos matado el uno al otro aquel puto día. Nada de esto habría pasado. - murmuré con los dientes apretados, recordando el momento en el que lo arrojé contra el tren, recordando cuando él me dejó ciego.
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El miembro 'Imram' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa Física' :
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Mientras terminaba de acercarme a él, el maleficio de magia negra que le habia lanzado comenzó a obrar su efecto e Imram empezó a sangrar por numerosas heridas. Ni si quiera trato de defenderse.
- Inútil! No quiero tus excusas.... - dije furioso, habia caido de rodillas frente a mi pero eso no me bastaba, no. Estaba actuando, trataban de engañarme. - Quereis engañarme, despistarme como habeis hecho tantas y tantas veces...DONDE ESTA ELLA, DONDE?! CONTESTA!
Le lancé un hechizo para empujarlo contra el suelo. Me agaché a su altura, tomandolo por el cuello, con mas fuerza de la que creia que podia sacar de mi cuerpo. Él seguía diciendo aquello, pero yo no lo iba a creer, no hasta que no lo viera con mis propios ojos.... Y eso hice. Con Imram debajo de mi y mi mano en su cuello, le retire las gafas de ciego de un puñetazo. Entonces llevé la otra mano a su sien y me introduje en sus recuerdos de modo violento. Ni su estado emocional ni el mio eran los mejores para este tipo de magia, con lo que los recuerdos más dolorosos de él se revivieron en la mente de ambos. Y estos estaban protagonizados sin duda, por lo que habia intentado contarme. Que mi hermana habia sido asesinada. Y lo pude comprobar al verlo desde su punto de vista, el de él, cuando volvió a su refugio y la encontró interte sobre un charco de sangre. La sujeta en sus manos, grita su nombre, trata de reanimarla, pero es inutil....se han cebado con ella...la han destrozado...y antes se han divertido....
- AGH! - grité y me aparté de él, soltando su cabeza antes de que el batiburrillo de recuerdos que habian comenzado despues de eso nos atormentasen más.
"era cierto"
Eso no me consoló. Que deberiamos habernos matado...?
- Pues entonces a qué esperas, eh? No es tarde para eso aun - le dije, apretando mas mi metalica mano alrededor de su cuello mientras la otra ahora buscaba mi daga de plata. Ni si quiera oia a Rhados llorar y pegar chillidos de auxilio. No me di ni cuenta si quiera cuando la guardia de la Isla comenzó a correr hacia nosotros.
- Inútil! No quiero tus excusas.... - dije furioso, habia caido de rodillas frente a mi pero eso no me bastaba, no. Estaba actuando, trataban de engañarme. - Quereis engañarme, despistarme como habeis hecho tantas y tantas veces...DONDE ESTA ELLA, DONDE?! CONTESTA!
Le lancé un hechizo para empujarlo contra el suelo. Me agaché a su altura, tomandolo por el cuello, con mas fuerza de la que creia que podia sacar de mi cuerpo. Él seguía diciendo aquello, pero yo no lo iba a creer, no hasta que no lo viera con mis propios ojos.... Y eso hice. Con Imram debajo de mi y mi mano en su cuello, le retire las gafas de ciego de un puñetazo. Entonces llevé la otra mano a su sien y me introduje en sus recuerdos de modo violento. Ni su estado emocional ni el mio eran los mejores para este tipo de magia, con lo que los recuerdos más dolorosos de él se revivieron en la mente de ambos. Y estos estaban protagonizados sin duda, por lo que habia intentado contarme. Que mi hermana habia sido asesinada. Y lo pude comprobar al verlo desde su punto de vista, el de él, cuando volvió a su refugio y la encontró interte sobre un charco de sangre. La sujeta en sus manos, grita su nombre, trata de reanimarla, pero es inutil....se han cebado con ella...la han destrozado...y antes se han divertido....
- AGH! - grité y me aparté de él, soltando su cabeza antes de que el batiburrillo de recuerdos que habian comenzado despues de eso nos atormentasen más.
"era cierto"
Eso no me consoló. Que deberiamos habernos matado...?
- Pues entonces a qué esperas, eh? No es tarde para eso aun - le dije, apretando mas mi metalica mano alrededor de su cuello mientras la otra ahora buscaba mi daga de plata. Ni si quiera oia a Rhados llorar y pegar chillidos de auxilio. No me di ni cuenta si quiera cuando la guardia de la Isla comenzó a correr hacia nosotros.
No sabía qué era peor, si el violento ataque de Rybar o el hecho de que fuese incapaz de concebir la idea de haber perdido a Katrina. Tampoco podía culparle por querer creer que trataba de engañarle, esa opción era infinitamente mejor que la realidad. Apenas opuse resistencia cuando me tomó del cuello tras haberme arrojado al suelo con su hechizo, en cierto modo quería que siguiese apretando, que acabase con todo de una vez. El puñetazo que vino a continuación tiró por ahí mis gafas, aunque daba un poco igual porque esas ni siquiera eran las que me permitían "ver", o al menos percibir formas.
La magia de Rybar se abrió paso en mi mente de manera agresiva, sin que pudiese hacer nada contra ello, trayendo de vuelta de manera más vívida los recuerdos de lo que sucedió en Praga. El dolor se hizo más intenso con el paso de los segundos, era como estar de nuevo en aquella pesadilla. Grité de manera desgarradora, aunque no sabía si eran los gritos que provenían del recuerdo o si era algo que estaba sucediendo en la realidad, en el momento. Creí que no podría soportarlo ni un segundo más, pero entonces paró, dejando libre mi mente de una vez por todas. Jadeé como si me faltase el aire, con el corazón a mil por hora y las lágrimas surcando mi rostro.
Rybar sabía que no le había mentido, sabía la cruel verdad. - Es mi culpa...es mi culpa..- murmuré más para mí mismo que para él, sintiendo después su fría mano metálica en mi cuello, cerrándose con fuerza en torno a éste. Acabar con lo que habíamos empezado, por una vez estaba de acuerdo con él. - Pues...haz...lo - intenté hablar aunque me costaba al quedarme sin aire. - de..una vez- podría haber echado las manos a su cuello, pero no lo hice. Tal vez lo justo era que acabase así todo, como si él tuviese razón y me gritase un "te lo dije, sabía que no terminaría bien." Dejé los brazos inmóviles a ambos lados del cuerpo, comenzando a perder la consciencia por falta de aire mientras escuchaba sonidos de fondo lejanos. Rhados, llorando, gritando. No se merecía un padre tan mierdas. Más gritos. Guardias corriendo hacia nosotros pidiendo que parásemos. Si no me hubiese desmayado también habría visto cómo sujetaron al mago para apartarlo de mí, apresándolo. Tras eso nos sacaron de allí, cada uno en direcciones distintas...
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PS: 134 - 10 (sangrado fuerte)= 124
La magia de Rybar se abrió paso en mi mente de manera agresiva, sin que pudiese hacer nada contra ello, trayendo de vuelta de manera más vívida los recuerdos de lo que sucedió en Praga. El dolor se hizo más intenso con el paso de los segundos, era como estar de nuevo en aquella pesadilla. Grité de manera desgarradora, aunque no sabía si eran los gritos que provenían del recuerdo o si era algo que estaba sucediendo en la realidad, en el momento. Creí que no podría soportarlo ni un segundo más, pero entonces paró, dejando libre mi mente de una vez por todas. Jadeé como si me faltase el aire, con el corazón a mil por hora y las lágrimas surcando mi rostro.
Rybar sabía que no le había mentido, sabía la cruel verdad. - Es mi culpa...es mi culpa..- murmuré más para mí mismo que para él, sintiendo después su fría mano metálica en mi cuello, cerrándose con fuerza en torno a éste. Acabar con lo que habíamos empezado, por una vez estaba de acuerdo con él. - Pues...haz...lo - intenté hablar aunque me costaba al quedarme sin aire. - de..una vez- podría haber echado las manos a su cuello, pero no lo hice. Tal vez lo justo era que acabase así todo, como si él tuviese razón y me gritase un "te lo dije, sabía que no terminaría bien." Dejé los brazos inmóviles a ambos lados del cuerpo, comenzando a perder la consciencia por falta de aire mientras escuchaba sonidos de fondo lejanos. Rhados, llorando, gritando. No se merecía un padre tan mierdas. Más gritos. Guardias corriendo hacia nosotros pidiendo que parásemos. Si no me hubiese desmayado también habría visto cómo sujetaron al mago para apartarlo de mí, apresándolo. Tras eso nos sacaron de allí, cada uno en direcciones distintas...
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PS: 134 - 10 (sangrado fuerte)= 124
Llevaba un par de días en la isla y aun no me acostumbraba. Ahora mismo había jaleo por el torneo pero ya había sanadores ocupándose de ello.
Johan por su parte había ido a despedirse de Nya, ella me había contado que había venido papi muy alegremente. Le había hecho un dibujo de los dos y se sentía muy orgullosa de ello. En estos momentos estaba jugando en la guardería mientras yo trataba de enterarme de cómo moverme por el lugar.
Vi como los guardias corrían apresurados a la par que yo salía a los jardines, ellos venían de vuelta junto con un tipo que no paraba de gritar y zarandearse.Me sonaba, nos habíamos cruzado en algún momento. Por otro camino llevaban a alguien inconsciente.
Un par de guardias más traían a un niño que parecía bastante angustiado. Me acerqué a los guardias señalando al crío.
-¿Puedo?
Pregunté por si acaso y cuando me dieron el permiso pertinente busqué algo en mi pequeño bolsito. Me agaché frente al pequeño sonriendo cariñosamente.
-Ey...¿como te llamas?
No parecía muy dispuesto a hablar así que simplemente me dediqué a secarle la cara cubierta de lagrimas y los mocos de tanto llorar y gritar.
-¿Era tu padre?
Asintió y yo asentí también sonriendo de nuevo.
-Seguro que está bien. Estos amigos míos...van a llevarte con otros niños para que juegues mientras vuelve tu padre, ¿vale?
No parecía muy convencido.
-Hay muchos juguetes...y dulces y golosinas.
Traté de convencerle alzando ambas cejas y aunque seguía angustiado dejó de hiperventilar un poco.
-Y seguro que no tarda nada en volver. Luego voy yo a verte, ¿vale?
Volví a pasar el pañuelo por su nariz y al ver que estaba algo más calmado volví a incorporarme mirando a los guardias.
-Llevadle a la guardería del hospital, por favor.
No tenía idea de si pensaban llevarle a otro lugar pero en cualquier caso allí estaría más cómodo. Tras verles entrar al edificio suspiré siguiendo mi camino a los jardines hasta llegar al borde de la isla, donde había una balaustrada en la que apoyé mis codos mirando la infinidad de las nubes. Siempre había conflictos incluso en esta isla al parecer. Johan ya estaría de camino a Francia.
Mordí mi labio pensando que no había sido la mejor de las despedidas, que tal vez eso había sido todo y ya está. Que no habría más peleas ni más conversaciones y que tampoco tendría la oportunidad de aclarar las cosas, si es que podían aclararse de algún modo.
Johan por su parte había ido a despedirse de Nya, ella me había contado que había venido papi muy alegremente. Le había hecho un dibujo de los dos y se sentía muy orgullosa de ello. En estos momentos estaba jugando en la guardería mientras yo trataba de enterarme de cómo moverme por el lugar.
Vi como los guardias corrían apresurados a la par que yo salía a los jardines, ellos venían de vuelta junto con un tipo que no paraba de gritar y zarandearse.Me sonaba, nos habíamos cruzado en algún momento. Por otro camino llevaban a alguien inconsciente.
Un par de guardias más traían a un niño que parecía bastante angustiado. Me acerqué a los guardias señalando al crío.
-¿Puedo?
Pregunté por si acaso y cuando me dieron el permiso pertinente busqué algo en mi pequeño bolsito. Me agaché frente al pequeño sonriendo cariñosamente.
-Ey...¿como te llamas?
No parecía muy dispuesto a hablar así que simplemente me dediqué a secarle la cara cubierta de lagrimas y los mocos de tanto llorar y gritar.
-¿Era tu padre?
Asintió y yo asentí también sonriendo de nuevo.
-Seguro que está bien. Estos amigos míos...van a llevarte con otros niños para que juegues mientras vuelve tu padre, ¿vale?
No parecía muy convencido.
-Hay muchos juguetes...y dulces y golosinas.
Traté de convencerle alzando ambas cejas y aunque seguía angustiado dejó de hiperventilar un poco.
-Y seguro que no tarda nada en volver. Luego voy yo a verte, ¿vale?
Volví a pasar el pañuelo por su nariz y al ver que estaba algo más calmado volví a incorporarme mirando a los guardias.
-Llevadle a la guardería del hospital, por favor.
No tenía idea de si pensaban llevarle a otro lugar pero en cualquier caso allí estaría más cómodo. Tras verles entrar al edificio suspiré siguiendo mi camino a los jardines hasta llegar al borde de la isla, donde había una balaustrada en la que apoyé mis codos mirando la infinidad de las nubes. Siempre había conflictos incluso en esta isla al parecer. Johan ya estaría de camino a Francia.
Mordí mi labio pensando que no había sido la mejor de las despedidas, que tal vez eso había sido todo y ya está. Que no habría más peleas ni más conversaciones y que tampoco tendría la oportunidad de aclarar las cosas, si es que podían aclararse de algún modo.
Resultaba que... Después de todo, leer era fascinante. El libro que su padre le había indicado sobre la magia revenant contenía mucha información que no sólo era tenebrosa, sino novedosa y despertaba curiosidad en Catherine. Como todo lo que le decía su padre. Pero los diarios habían sido, realmente, lo que había captado su atención. Había tenido cuidado al leerlos porque databan de mucho tiempo atrás y había descubierto muchas cosas sobre su linaje que le dejaban...con un sabor agridulce. Era de esperarse que los Descendientes de Morgana encontraran más interés en las maldiciones, en la magia oscura, en...hacer daño. Pero ella no se sentía así. Una cosa eran sus bromas pesadas, otras las maldiciones.
En eso iba pensando, tras dejar a Aedan en la guardería. Quería sentarse en los jardines a leer un poco más ya que las zonas abieras y verdes le daban un poco más de relajación y al ser tan grandes, y todos estar volcados al torneo, no había mucha gente con la cual socializar. Estaba preocupada por el viaje de Ian a Francia, ya no podía comunicarse con él mentalmente y eso le generaba mucha ansiedad. Al llegar al espacio que quería, notó a una rubia de espaldas y caminó hasta ella con una sonrisa.
-¿La guardería es la mejor de las invenciones, no? He visto a los mellizos allí...Aedan se ha alegrado mucho de verlos, Anteia- Indicó tocándole el hombro con suavidad -Había entendido que irías con Lyran, Adam e Ia...- Pero cuando la mujer se giró hacia ella, Catherine alzó las cejas y apartó la mano como si el cuerpo de la mujer le quemara. Incluso se echó hacia atrás con un aspecto casi traumátco -¿Tú quién eres?- Dijo negando con la cabeza y con un evidente terror pues...Haber logrado esquivar esa barrera introvertida para dirigirle la palabra a Anteia, cuando en otro momento simplemente se habría alejado, y encontrarse con una desconocida en tiempos que -sin duda alguna, y en donde fuese- eran peligrosos había levantado todas las alertas de Catherine. No obstante, la mujer tenía una mirada amable aunque...¿nostálgica? ¿pesimista? -¿Quién te ha traído a la isla?- Preguntó con un deje más de calma apretando los libros contra sí misma.
En eso iba pensando, tras dejar a Aedan en la guardería. Quería sentarse en los jardines a leer un poco más ya que las zonas abieras y verdes le daban un poco más de relajación y al ser tan grandes, y todos estar volcados al torneo, no había mucha gente con la cual socializar. Estaba preocupada por el viaje de Ian a Francia, ya no podía comunicarse con él mentalmente y eso le generaba mucha ansiedad. Al llegar al espacio que quería, notó a una rubia de espaldas y caminó hasta ella con una sonrisa.
-¿La guardería es la mejor de las invenciones, no? He visto a los mellizos allí...Aedan se ha alegrado mucho de verlos, Anteia- Indicó tocándole el hombro con suavidad -Había entendido que irías con Lyran, Adam e Ia...- Pero cuando la mujer se giró hacia ella, Catherine alzó las cejas y apartó la mano como si el cuerpo de la mujer le quemara. Incluso se echó hacia atrás con un aspecto casi traumátco -¿Tú quién eres?- Dijo negando con la cabeza y con un evidente terror pues...Haber logrado esquivar esa barrera introvertida para dirigirle la palabra a Anteia, cuando en otro momento simplemente se habría alejado, y encontrarse con una desconocida en tiempos que -sin duda alguna, y en donde fuese- eran peligrosos había levantado todas las alertas de Catherine. No obstante, la mujer tenía una mirada amable aunque...¿nostálgica? ¿pesimista? -¿Quién te ha traído a la isla?- Preguntó con un deje más de calma apretando los libros contra sí misma.
Seguí pensando en aquel tema, tal vez debería haber ido con ellos, una sanadora no estaba de más en aquellas ocasiones aunque claro... no es que supiese defenderme, seguramente sería una carga más que una ayuda. Para que negarlo, era bastante cobarde. Antes no lo era, al principio de todo aquello.
Suspiré ensimismada en aquellas cosas cuando sentí un contacto junto con un nombre que no me correspondía. Giré sobre mi misma dando la espalda a aquel mar de nubes encontrando a una muchacha un poco más joven que yo que por alguna razón me miraba con expresión de pánico. Alcé ambas cejas y por un momento pensé que tal vez tenía mal aspecto o algo. Pasé la mano por mi pelo por si se había despeinado con el viento escuchando su pregunta a la par.
-Emm...Josephine Patterson.
Parecía desconfiada así que tampoco quise aproximarme hacia ella por si le molestaba. Sonreí alegremente.
-Pero todos me llaman Jo. ¿Y tú eres?
Su segunda pregunta me pilló algo desprevenida, era como un interrogatorio amable. Pasé un mechón de pelo suelto por detrás de mi oreja.
-Bueno Johan me trajo por la fiesta de reconstrucción de la isla pero ahora he venido yo sola. Estoy trabajando en el hospital.
Con esas aclaraciones esperaba calmar un poco esa sensación de angustia controlada que me transmitían sus gestos.
-Siento...siento haberte asustado. ¿Me has confundido con Anteia?
Anteia era mayor que yo, bueno que ya me gustaría llegar a su edad así, seguro que eran los genes de los Malfoy, Erika también parecía más joven.
-Tendré que teñirme, hay demasiadas rubias.
Comenté más para mí que para ella en cualquier caso.
Suspiré ensimismada en aquellas cosas cuando sentí un contacto junto con un nombre que no me correspondía. Giré sobre mi misma dando la espalda a aquel mar de nubes encontrando a una muchacha un poco más joven que yo que por alguna razón me miraba con expresión de pánico. Alcé ambas cejas y por un momento pensé que tal vez tenía mal aspecto o algo. Pasé la mano por mi pelo por si se había despeinado con el viento escuchando su pregunta a la par.
-Emm...Josephine Patterson.
Parecía desconfiada así que tampoco quise aproximarme hacia ella por si le molestaba. Sonreí alegremente.
-Pero todos me llaman Jo. ¿Y tú eres?
Su segunda pregunta me pilló algo desprevenida, era como un interrogatorio amable. Pasé un mechón de pelo suelto por detrás de mi oreja.
-Bueno Johan me trajo por la fiesta de reconstrucción de la isla pero ahora he venido yo sola. Estoy trabajando en el hospital.
Con esas aclaraciones esperaba calmar un poco esa sensación de angustia controlada que me transmitían sus gestos.
-Siento...siento haberte asustado. ¿Me has confundido con Anteia?
Anteia era mayor que yo, bueno que ya me gustaría llegar a su edad así, seguro que eran los genes de los Malfoy, Erika también parecía más joven.
-Tendré que teñirme, hay demasiadas rubias.
Comenté más para mí que para ella en cualquier caso.
Catherine entrecerró los ojos cuando dijo su nombre, esperando que dijera la verdad. Dejaría que respondiera a sus preguntas sin necesidad de hacer ninguna conexión mental. Principalmente, porque no le gustaba y porque...aún confiaba en la gente. La sonrisa alegre le pilló un poco desprevenida y sobretodo que así, nada más, le soltara su apodo...Como si a ella le interesara o quisiera crear alguna especie de lazo. Se mantuvo en cauto silencio mirándola fijamente.
-Soy Catherine Le Fay- Informó y no relajó el gesto porque...Porque no olvidaba que habían asesinado a muchos descendientes. Porque no olvidaba la impotencia de no poder defenderse. Porque, en definitiva, no olvidaba. Esperó alguna especie de ataque pero la mujer sólo se dedicó a responder su pregunta y cuando escuchó el nombre de Jogan alzó una ceja -¿Johan Black? ¿El líder de la Alianza?- Inquirió ladeando la cabeza con curiosidad. Lo de que trabajara en el hospital la sorprendió. No sólo se parecía a Anteia sino que también era sanadora. Pero más allá de eso... Tenían como el mismo... la misma aura, diría Mei. Inspiró con profundidad y se giró a mirar hacia donde antes la rubia había mirado -Sí, Anteia ha sido... Una gran…- Frunció el ceño, sin encontrar las palabras exactas. Le era difícil expresar los sentimientos que tenía hacia la mujer -Un gran apoyo para los Le Fay en los últimos meses- Explicó y volvió la vista hacia ella -Le tengo aprecio- Confesó con una leve sonrisa, era evidente que no solía ser un gesto natural en la bruja.
Le miró el cabello pero prefirió evitar comentar lo del tinte en síTal vez lo de rubia y sanadoras vaya de la mano- Soltó antes de bajar la vista hacia sus botas militares negras y luego volvió a mirarla -¿Por qué no has ido a Francia?- Preguntó directamente, a sabiendas de a qué se refería -Soy... Soy la esposa de Ian Hacksaw- Soltó, sintiéndose algo extraña de presentarse de esa manera -Ian se ha ido allí, ha respondido a la llamada. Lyran, Anteia...Adam -Suspiró y apoyó la cadera en la baranda -Y ya he perdido el contacto mental- Dijo al apartar la mirada de nuevo hacia la lejanía -Pero me prometió que volvería- Añadió, como si pudiera identificar sus sentimientos con los de ella aunque no tenía ni idea de la relación de Johan con ella, debía ser importante para él para poder garantizar su seguridad en Ouroboros.
-Soy Catherine Le Fay- Informó y no relajó el gesto porque...Porque no olvidaba que habían asesinado a muchos descendientes. Porque no olvidaba la impotencia de no poder defenderse. Porque, en definitiva, no olvidaba. Esperó alguna especie de ataque pero la mujer sólo se dedicó a responder su pregunta y cuando escuchó el nombre de Jogan alzó una ceja -¿Johan Black? ¿El líder de la Alianza?- Inquirió ladeando la cabeza con curiosidad. Lo de que trabajara en el hospital la sorprendió. No sólo se parecía a Anteia sino que también era sanadora. Pero más allá de eso... Tenían como el mismo... la misma aura, diría Mei. Inspiró con profundidad y se giró a mirar hacia donde antes la rubia había mirado -Sí, Anteia ha sido... Una gran…- Frunció el ceño, sin encontrar las palabras exactas. Le era difícil expresar los sentimientos que tenía hacia la mujer -Un gran apoyo para los Le Fay en los últimos meses- Explicó y volvió la vista hacia ella -Le tengo aprecio- Confesó con una leve sonrisa, era evidente que no solía ser un gesto natural en la bruja.
Le miró el cabello pero prefirió evitar comentar lo del tinte en síTal vez lo de rubia y sanadoras vaya de la mano- Soltó antes de bajar la vista hacia sus botas militares negras y luego volvió a mirarla -¿Por qué no has ido a Francia?- Preguntó directamente, a sabiendas de a qué se refería -Soy... Soy la esposa de Ian Hacksaw- Soltó, sintiéndose algo extraña de presentarse de esa manera -Ian se ha ido allí, ha respondido a la llamada. Lyran, Anteia...Adam -Suspiró y apoyó la cadera en la baranda -Y ya he perdido el contacto mental- Dijo al apartar la mirada de nuevo hacia la lejanía -Pero me prometió que volvería- Añadió, como si pudiera identificar sus sentimientos con los de ella aunque no tenía ni idea de la relación de Johan con ella, debía ser importante para él para poder garantizar su seguridad en Ouroboros.
A pesar de que los gestos de la muchacha mostraban una notable desconfianza aun habiéndome presentado no varié el gesto. Había mucha gente que desconfiaba de todo aquel que fuese un desconocido para ellos y al parecer tenía frente a mí a una de esas personas. Era totalmente comprensible. Tal vez yo pecaba de confiada.
Cuando se presentó no pude más que alzar ambas cejas, había estado en su castillo o eso me habían contado, incluso la operación para cambiar mi corazón había sido allí. Sin embargo no había tenido ocasión de cruzarse con ella nunca, tampoco la imaginaba así.
-Encantada Catherine.
"¿o tal vez debería ser mas formal?es una de las mandamases de aquí"
-¿Catherine está bien?No soy muy buena con los formalismos.
Me sinceré respecto a eso. Cuando mis padres vivían todo era mucho más formal pero al irme a vivir con mi hermana y con Scrat todo aquello desapareció y a pesar de que en casa de Johan eran algo más estrictos respecto al tema de aquello ya había pasado mucho tiempo. Al parecer también conocía a Johan. Asentí a su pregunta tal vez acompañándolo de una mueca por aquello de "lider de la resistencia".
-El mismo.
No quise atosigarla a preguntas sin más, tampoco se me ocurría de que podría hablar con ella. La seguí con la mirada cuando se puso a ver el horizonte de nubes y escuché con atención. Sonreí levemente mientras hablaba de Anteia, tampoco había coincidido mucho con la sanadora. Es más, no nos habíamos visto desde su regreso a Inglaterra y con anterioridad apenas nos habíamos cruzado pero Lyran no paraba de hablar de ella y cada vez que yo la vi atender a un paciente me había parecido una persona bastante encantadora. Asentí mientras hablaba.
-Apenas hemos coincidido pero Lyran siempre habla de ella como un ser maravilloso.
Ahora que lo pensaba tampoco había visto a Lyran desde su llegada. Suspiré. Tal vez no me había relacionado demasiado con nadie. Tal vez me había encerrado en mi misma demasiado. Parecía a punto de perderme otra vez entre pensamientos fugaces cuando su comentario hizo que volviese a prestar atención a la conversación actual. Sonreí.
-Daban dos por uno en la matrícula de medimaga por rubias.
Desvié la mirada hacia las nubes en un gesto algo incómodo, chiste tonto, los chistes no se me dan bien. Bueno, no se me da bien sin cagarla. Volví a fijar la vista en ella al oír la palabra Francia algo contrariada. Tomé aire girando para quedar apoyada de espaldas en la barandilla del mirador cruzando mis brazos.
"¿por ser una cobardica?"
-No soy muy amiga de las batallas.
Su siguiente confesión me sorprendió tanto que volví a girar mi cuerpo agarrando con mis manos la barandilla.
-¿En serio?
"ey que pareces una loca Jo"
-Qui...quiero decir...no sabía que Ian se había casado
Comenté sonriendo alegrandome por el muchacho, aún recordaba aquella vez que Johan le expulsó de la resistencia por el incidente de Jarko y yo me pillé el cabreo del siglo. Relajé un poco el gesto para tratar de no parecer tan ilusionadísima por si pensaba que estaba loca o algo así.
-Me alegro. Ian siempre fue un buen chico.
"un poco perdido a veces, pero buen chico"
Escuché ahora sus preocupaciones mientras mordía mi labio dando sutiles toquecitos a la piedra de la barandilla alzando la vista a las nubes. Todos se habían marchado a Francia. Suspiré de nuevo.
-Siempre prometen que volverán.
Solté sonando un tanto pesimista por unos segundos.
-Johan y yo...
Apreté mis labios dudando por unos segundos para después negar.
-Ni siquiera sé que somos ahora, quiero decir...discutimos y...
"calla que seguro que no le importa"
Chasqué la lengua quedando en silencio durante varios segundos.
-Si lo ha prometido volverá.
Sentencié con seguridad tragando saliva poco después y asentí como afianzando aquella afirmación.
-Todos volverán.
Sabía que era mentira, habría alguno o varios que no volverían y de eso éramos conscientes ambas.
Cuando se presentó no pude más que alzar ambas cejas, había estado en su castillo o eso me habían contado, incluso la operación para cambiar mi corazón había sido allí. Sin embargo no había tenido ocasión de cruzarse con ella nunca, tampoco la imaginaba así.
-Encantada Catherine.
"¿o tal vez debería ser mas formal?es una de las mandamases de aquí"
-¿Catherine está bien?No soy muy buena con los formalismos.
Me sinceré respecto a eso. Cuando mis padres vivían todo era mucho más formal pero al irme a vivir con mi hermana y con Scrat todo aquello desapareció y a pesar de que en casa de Johan eran algo más estrictos respecto al tema de aquello ya había pasado mucho tiempo. Al parecer también conocía a Johan. Asentí a su pregunta tal vez acompañándolo de una mueca por aquello de "lider de la resistencia".
-El mismo.
No quise atosigarla a preguntas sin más, tampoco se me ocurría de que podría hablar con ella. La seguí con la mirada cuando se puso a ver el horizonte de nubes y escuché con atención. Sonreí levemente mientras hablaba de Anteia, tampoco había coincidido mucho con la sanadora. Es más, no nos habíamos visto desde su regreso a Inglaterra y con anterioridad apenas nos habíamos cruzado pero Lyran no paraba de hablar de ella y cada vez que yo la vi atender a un paciente me había parecido una persona bastante encantadora. Asentí mientras hablaba.
-Apenas hemos coincidido pero Lyran siempre habla de ella como un ser maravilloso.
Ahora que lo pensaba tampoco había visto a Lyran desde su llegada. Suspiré. Tal vez no me había relacionado demasiado con nadie. Tal vez me había encerrado en mi misma demasiado. Parecía a punto de perderme otra vez entre pensamientos fugaces cuando su comentario hizo que volviese a prestar atención a la conversación actual. Sonreí.
-Daban dos por uno en la matrícula de medimaga por rubias.
Desvié la mirada hacia las nubes en un gesto algo incómodo, chiste tonto, los chistes no se me dan bien. Bueno, no se me da bien sin cagarla. Volví a fijar la vista en ella al oír la palabra Francia algo contrariada. Tomé aire girando para quedar apoyada de espaldas en la barandilla del mirador cruzando mis brazos.
"¿por ser una cobardica?"
-No soy muy amiga de las batallas.
Su siguiente confesión me sorprendió tanto que volví a girar mi cuerpo agarrando con mis manos la barandilla.
-¿En serio?
"ey que pareces una loca Jo"
-Qui...quiero decir...no sabía que Ian se había casado
Comenté sonriendo alegrandome por el muchacho, aún recordaba aquella vez que Johan le expulsó de la resistencia por el incidente de Jarko y yo me pillé el cabreo del siglo. Relajé un poco el gesto para tratar de no parecer tan ilusionadísima por si pensaba que estaba loca o algo así.
-Me alegro. Ian siempre fue un buen chico.
"un poco perdido a veces, pero buen chico"
Escuché ahora sus preocupaciones mientras mordía mi labio dando sutiles toquecitos a la piedra de la barandilla alzando la vista a las nubes. Todos se habían marchado a Francia. Suspiré de nuevo.
-Siempre prometen que volverán.
Solté sonando un tanto pesimista por unos segundos.
-Johan y yo...
Apreté mis labios dudando por unos segundos para después negar.
-Ni siquiera sé que somos ahora, quiero decir...discutimos y...
"calla que seguro que no le importa"
Chasqué la lengua quedando en silencio durante varios segundos.
-Si lo ha prometido volverá.
Sentencié con seguridad tragando saliva poco después y asentí como afianzando aquella afirmación.
-Todos volverán.
Sabía que era mentira, habría alguno o varios que no volverían y de eso éramos conscientes ambas.
Observó el gesto cuando se presentó e hizo una mueca. Hasta el momento siempre se había sentido orgullosa de presentarse como tal, ahora le daba un poco de miedo -Sí, está bien. Tampoco se me dan bien los formalismos. Es decir, me lo sé, pero decido no usarlos- Indicó antes de hacer otra mueca pensando en Aedan, a él debía enseñarle bien. Tal vez… debería empezar a usarlos. O tal vez no. Agh. Puso los ojos en blanco antes de tirarse un mechón de pelo con un ataque de estrés repentino por toda esa decisión de cogerse las cosas en serio.
En cuanto a lo de Johan, sólo soltó un “humm…”, pensativo sin agregar nada más. No tenía mucha relación con él. Lo había visto alguna vez pero no se habían dirigido la palabra demasiado. ¿Debería involucrarse más? Ladeó la cabeza de un lado a otro como sopesando su propia respuesta pero prefirió dejarlo. Cuando habló de Anteia, Catherine asintió con suavidad -Lo es- Mencionó dándole la razón aunque lo cierto es que últimamente no había estado a su alrededor, sino de lo contrario habría notado el cambio en la actitud de la rubia. El chiste de lo de las rubias y la medimagia le hizo soltar una risa floja -Pues voy jodida. Aquí ni ofertas ni capacidad de elegir- Alzó los hombros con desgana.
-Yo soy una inútil- Le explicó y arrugó la nariz, moviéndola de un lado al otro -Soy telépata e ilusionista. Entre otras cosas, pero eso con los humanos y su tecnología no sirve. Sería un estorbo. Aparte debía quedarme con Aedan y para investigar unas cosas del Consejo- Explicó, sintiendo que debía dar explicaciones por el simple hecho de no ir. Apretó un poco más los libros contra su pecho.
Se extrañó de la reacción de Jo y se echó un poco hacia atrás sonrojándose brutalmente -Sí…- Murmuró en un hilillo de voz. Ya de por si le daba vergüenza presentarse de esa manera y esa reacción la había cohibido aún más. Tras su “corrección”, ella frunció el ceño -No viniste a la boda…¿Dónde estabas?- Inquirió curiosa pero tras el cumplido sonrió con facilidad -Es un cabezota- Confesó negando con la cabeza pero su sonrisa siguiente fue sincera, honesta…Enamorada.
Escuchó el resto de lo que dijo Jo e inspiró profundamente pensando que Ian y ella también habían llegado a un punto de quiebre que, gracias a Morgana, habían podido resolver. Pero ella, aparentemente, no había corrido con la misma suerte. Estaba segura de que Anteia le daría un abrazo pero Catherine sólo la miró con comprensión -Lo lamento- Dijo para luego escuchar lo de las promesas y aquella reafirmación que la hizo guardar silencio durante un rato -¿Eres consciente de que estás mintiendo y que yo lo sé? Es decir, las dos sabemos que puede ser que no vuelvan y que las promesas…A veces se rompen- Expresó con una curiosa tranquilidad, Catherine…Había hecho su paz con aquella idea. No sabía en quién se convertiría si Ian no volvía pero -Estoy acostumbrada a perder a la gente a mi alrededor. Mucho antes de la guerra- Indicó pasandose el pelo por detrás de las orejas… Hizo una mueca -Si buscabas que te secundara con cosas optimistas, conseguiste a la persona equivocada-
En cuanto a lo de Johan, sólo soltó un “humm…”, pensativo sin agregar nada más. No tenía mucha relación con él. Lo había visto alguna vez pero no se habían dirigido la palabra demasiado. ¿Debería involucrarse más? Ladeó la cabeza de un lado a otro como sopesando su propia respuesta pero prefirió dejarlo. Cuando habló de Anteia, Catherine asintió con suavidad -Lo es- Mencionó dándole la razón aunque lo cierto es que últimamente no había estado a su alrededor, sino de lo contrario habría notado el cambio en la actitud de la rubia. El chiste de lo de las rubias y la medimagia le hizo soltar una risa floja -Pues voy jodida. Aquí ni ofertas ni capacidad de elegir- Alzó los hombros con desgana.
-Yo soy una inútil- Le explicó y arrugó la nariz, moviéndola de un lado al otro -Soy telépata e ilusionista. Entre otras cosas, pero eso con los humanos y su tecnología no sirve. Sería un estorbo. Aparte debía quedarme con Aedan y para investigar unas cosas del Consejo- Explicó, sintiendo que debía dar explicaciones por el simple hecho de no ir. Apretó un poco más los libros contra su pecho.
Se extrañó de la reacción de Jo y se echó un poco hacia atrás sonrojándose brutalmente -Sí…- Murmuró en un hilillo de voz. Ya de por si le daba vergüenza presentarse de esa manera y esa reacción la había cohibido aún más. Tras su “corrección”, ella frunció el ceño -No viniste a la boda…¿Dónde estabas?- Inquirió curiosa pero tras el cumplido sonrió con facilidad -Es un cabezota- Confesó negando con la cabeza pero su sonrisa siguiente fue sincera, honesta…Enamorada.
Escuchó el resto de lo que dijo Jo e inspiró profundamente pensando que Ian y ella también habían llegado a un punto de quiebre que, gracias a Morgana, habían podido resolver. Pero ella, aparentemente, no había corrido con la misma suerte. Estaba segura de que Anteia le daría un abrazo pero Catherine sólo la miró con comprensión -Lo lamento- Dijo para luego escuchar lo de las promesas y aquella reafirmación que la hizo guardar silencio durante un rato -¿Eres consciente de que estás mintiendo y que yo lo sé? Es decir, las dos sabemos que puede ser que no vuelvan y que las promesas…A veces se rompen- Expresó con una curiosa tranquilidad, Catherine…Había hecho su paz con aquella idea. No sabía en quién se convertiría si Ian no volvía pero -Estoy acostumbrada a perder a la gente a mi alrededor. Mucho antes de la guerra- Indicó pasandose el pelo por detrás de las orejas… Hizo una mueca -Si buscabas que te secundara con cosas optimistas, conseguiste a la persona equivocada-
No puedo negar que me sentí aliviada en cuanto obvió los formalismos pertinentes. De todos modos debía ser cauta ya que seguramente alguno de los descendientes sí que los tomaba en cuenta y al fin y al cabo yo era una invitada en esa isla. No pertenecía a aquel lugar aunque trabajase allí y tuviese un sitio donde dormir o usase el comedor y pasease por los jardines, no, no era un habitante de la isla.
La reacción de Catherine respecto al nombre de Johan me dejó un poco confusa. No parecía que le interesase demasiado aunque supiese quien era. Tal vez Ian le había hablado de él y como se portó aquella ocasión.Me sentí un poco avergonzada por aquello pero traté de disimularlo. Estaba un poco tensa pero nada grave hasta que soltó aquella risa, no la esperaba la verdad. Respondí con una sonrisa aliviada.
-Bueno no te creas que con el régimen de ternera tus teníamos muchas opciones.
Respondí tratando de aliviarla en aquello. Escucho con atención sus razones. Sus poderes no hacían gran daño a aquellas máquinas, ella tenía mejor excusa que yo. Alcé una ceja sonriendo al mencionar un nombre, por su gesto supuse que no se trataba de un cachorro de perro ni de algún familiar viejecito.
-¿cuántos años tiene Aedan... Nyara tiene 3 años casi. Si Aedan... ¿era Aedan verdad? Si es más canijo no te aconsejo que le acerques a ella....es un poco brutita... un poco Black. -suspiré- muy Black.
Obvié el tema del consejo, supuse que no eran temas de mi incumbencia para preguntar. Cuando la morena reaccionó de aquella forma supe que me había pasado con tanta emoción y mordí mi labio desviando la mirada. A veces me pasaba, sobre todo con desconocidos que no tenían ni idea de cómo podía reaccionar ante buenas noticias.
-lo...lo siento es que... bueno...estoy acostumbrada a oír cosas terribles y... bueno...una boda es...es bonito y...
Si, también titubeaba cuando me ponía nerviosa y lo acompañaba de aquellos gestos rascándome el brazo o la parte superior de la ceja, un poco nerviosa.
-No se cuando os casasteis pero supongo que estaba en EEUU, llevo allí varios años, no está mejor que esto.
Observó la expresión de la chica al hablar de Ian, y sonreí. Sonreí aunque por dentro me preguntaba cuando había perdido aquella expresión yo. Y lo recordé , la tenia antes de subir aquellas escaleras con Sirius. Negué con la cabeZa cuando lamentó mi situación.
--son cosas que pasan a veces, es complicado.
Quedamos ambas en silencio durante un rato hasta que ella sacó a la luz la verdad.
- Lo se. Créeme todas las cosas que han podido ir mal en mi vida...han ido mal, por mucho que me autoconvenciese de que irían bien.No busco a nadie que viva en el mundo del arcoíris y la piruleta
Volví a mirar al horizonte
- Pero todas las veces que Johan me prometió volver...lo hizo,costase lo que costase. Y si no hubiese vuelto sabría que habría hecho todo lo posible por hacerlo, hasta su último aliento. No es ningún consuelo pero estoy segura de que Ian tiene suficientes razones como para cumplir su promesa. Sea como sea.
En ese momento cogí aire suspirando onda mente, Johan no me había prometido volver esta vez, no le había dejado, ninguno de los dos habíamos dicho que todo iría bien. Tal vez ahora no tuviese razones para hacerlo.
La reacción de Catherine respecto al nombre de Johan me dejó un poco confusa. No parecía que le interesase demasiado aunque supiese quien era. Tal vez Ian le había hablado de él y como se portó aquella ocasión.Me sentí un poco avergonzada por aquello pero traté de disimularlo. Estaba un poco tensa pero nada grave hasta que soltó aquella risa, no la esperaba la verdad. Respondí con una sonrisa aliviada.
-Bueno no te creas que con el régimen de ternera tus teníamos muchas opciones.
Respondí tratando de aliviarla en aquello. Escucho con atención sus razones. Sus poderes no hacían gran daño a aquellas máquinas, ella tenía mejor excusa que yo. Alcé una ceja sonriendo al mencionar un nombre, por su gesto supuse que no se trataba de un cachorro de perro ni de algún familiar viejecito.
-¿cuántos años tiene Aedan... Nyara tiene 3 años casi. Si Aedan... ¿era Aedan verdad? Si es más canijo no te aconsejo que le acerques a ella....es un poco brutita... un poco Black. -suspiré- muy Black.
Obvié el tema del consejo, supuse que no eran temas de mi incumbencia para preguntar. Cuando la morena reaccionó de aquella forma supe que me había pasado con tanta emoción y mordí mi labio desviando la mirada. A veces me pasaba, sobre todo con desconocidos que no tenían ni idea de cómo podía reaccionar ante buenas noticias.
-lo...lo siento es que... bueno...estoy acostumbrada a oír cosas terribles y... bueno...una boda es...es bonito y...
Si, también titubeaba cuando me ponía nerviosa y lo acompañaba de aquellos gestos rascándome el brazo o la parte superior de la ceja, un poco nerviosa.
-No se cuando os casasteis pero supongo que estaba en EEUU, llevo allí varios años, no está mejor que esto.
Observó la expresión de la chica al hablar de Ian, y sonreí. Sonreí aunque por dentro me preguntaba cuando había perdido aquella expresión yo. Y lo recordé , la tenia antes de subir aquellas escaleras con Sirius. Negué con la cabeZa cuando lamentó mi situación.
--son cosas que pasan a veces, es complicado.
Quedamos ambas en silencio durante un rato hasta que ella sacó a la luz la verdad.
- Lo se. Créeme todas las cosas que han podido ir mal en mi vida...han ido mal, por mucho que me autoconvenciese de que irían bien.No busco a nadie que viva en el mundo del arcoíris y la piruleta
Volví a mirar al horizonte
- Pero todas las veces que Johan me prometió volver...lo hizo,costase lo que costase. Y si no hubiese vuelto sabría que habría hecho todo lo posible por hacerlo, hasta su último aliento. No es ningún consuelo pero estoy segura de que Ian tiene suficientes razones como para cumplir su promesa. Sea como sea.
En ese momento cogí aire suspirando onda mente, Johan no me había prometido volver esta vez, no le había dejado, ninguno de los dos habíamos dicho que todo iría bien. Tal vez ahora no tuviese razones para hacerlo.
Escuchó a Jo y asintió con suavidad -Reconozco que no soy demasiado consciente de lo que ha vivido tu gente. Estuvimos encerrados en esta burbuja durante mucho tiempo y realmente no…Me interesaba lo que vivían abajo -Frunció el ceño, como si esa confesión le hubiese golpeado en ese momento con tanta fuerza como una cachetada -Era joven..y estúpida. Y me había caído la responsabilidad del Consejo. Así que me comporté como la joven estúpida que era- Aclaró pensando que lo de estúpida aún no se le quitaba demasiado. O eso creía la mitad del Consejo.
-Canijo canijo…Vivimos entre licántropos un tiempo. La manada Fenrir. Le vendrá bien volverse un poco bruto de ser necesario. Hemos decidido que debe conocer lo mejor de dos mundos y, según sé, los Blacks saben defenderse muy bien. Le haré bien- Indicó sonriendo -Nyara es un bonito nombre- Halagó antes de que sucediera todo el raro episodio de la boda, escuchando el resto de lo de EEUU -Cada vez se extiende más y más… Me pregunto si en Alaska todo va bien- Indicó, con un tono ligeramente jocoso, casi planteando mudarse a aquel espacio tan frío.
-¿Complicado? Es lo más difícil del mundo. Es decir… Yo con él…me relaciono muy bien, nos entendemos. Es de los pocos que… bueno, que me entiende. Y a veces, sin embargo, parecemos que…- Movió las manos como intentando explicar algo pero sin lograrlo -O sea…- Entrabrió los labios de nuevo y la miró -Es complicado- Dijo, soltando una risa baja.
-Ah, a ti también? – Preguntó, alzando las cejas -¿se te ha muerto mucha familia rápidamente?- Inquirió con inocencia, pensando que tal vez había encontrado a su alma gemela. Luego, cuando hablaron de Johan e Ian le gustó mucho lo que le dijo y Catherine sonrió con sinceridad. -Gracias…Sé…que él lo hará. Que ellos lo harán porque a veces no importa como acaban las cosas porque pueden volver a comenzar- Indicó suspirando y se quedó en silencio con una idea rondándole la cabeza.
-Em…Jo… Hace ya un rato que quiero retomar un poco más mis deberes. Y, al mismo tiempo, intentar ser más útil…Por si algún día, soy yo la que tiene que bajar. Si las dos somos inútiles en batalla…¿Te interesaría entrenar conmigo para mejorar?- Preguntó girándose hacia ella para mirarla -No tienes porqué ser mi aprendiz pero creo que… bueno, tenemos algo en común-
-Canijo canijo…Vivimos entre licántropos un tiempo. La manada Fenrir. Le vendrá bien volverse un poco bruto de ser necesario. Hemos decidido que debe conocer lo mejor de dos mundos y, según sé, los Blacks saben defenderse muy bien. Le haré bien- Indicó sonriendo -Nyara es un bonito nombre- Halagó antes de que sucediera todo el raro episodio de la boda, escuchando el resto de lo de EEUU -Cada vez se extiende más y más… Me pregunto si en Alaska todo va bien- Indicó, con un tono ligeramente jocoso, casi planteando mudarse a aquel espacio tan frío.
-¿Complicado? Es lo más difícil del mundo. Es decir… Yo con él…me relaciono muy bien, nos entendemos. Es de los pocos que… bueno, que me entiende. Y a veces, sin embargo, parecemos que…- Movió las manos como intentando explicar algo pero sin lograrlo -O sea…- Entrabrió los labios de nuevo y la miró -Es complicado- Dijo, soltando una risa baja.
-Ah, a ti también? – Preguntó, alzando las cejas -¿se te ha muerto mucha familia rápidamente?- Inquirió con inocencia, pensando que tal vez había encontrado a su alma gemela. Luego, cuando hablaron de Johan e Ian le gustó mucho lo que le dijo y Catherine sonrió con sinceridad. -Gracias…Sé…que él lo hará. Que ellos lo harán porque a veces no importa como acaban las cosas porque pueden volver a comenzar- Indicó suspirando y se quedó en silencio con una idea rondándole la cabeza.
-Em…Jo… Hace ya un rato que quiero retomar un poco más mis deberes. Y, al mismo tiempo, intentar ser más útil…Por si algún día, soy yo la que tiene que bajar. Si las dos somos inútiles en batalla…¿Te interesaría entrenar conmigo para mejorar?- Preguntó girándose hacia ella para mirarla -No tienes porqué ser mi aprendiz pero creo que… bueno, tenemos algo en común-
Nekros Thronia
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Nekros en su forma dragón, volaba sobre las nubes alrededor de la isla. Vigilaba el lugar para ver si había algún problema, desde el incidente del otro día el los jardines según escuchó. Hubo mucho jaleo y los guardias tuvieron que ir para ayudar. El no podía intervenir mucho, pues al ser un dragón le era algo casi imposible, aunque si hubiese ido en forma humana segun cree el, hubiese sido una situación diferente.
Aterrizó en los jardines con suavidad, portando en una de sus garras un huevo de dragón dorado el cual dejó escondido en su cola con cierto recelo, mientras escuchaba un poco la conversación de Catherine y Jo, abriendo la boca por donde salio un humo negro como si hubiese lanzado fuego antes, mientras vigilaba el lugar, en verdad, era porque antes había salido de Ouroboros y fue a cazar un animal, el cual sació su apetito. Recostándose un poco viendo en ese momento a las dos chicas, sonrió como solía hacer, honradamente, y recostó su cabeza enfrente de ellas. -Ha pasado tiempo Catherine... tiempo desde la primera vez que nos hemos visto.... desde que tenías 6 años, y ahora toda una mujer y con un hijo de 3 años.... Dijo el dragón negro con honorable sabiduría, parecía tranquilo, y bueno, no el típico dragón malvado que ves por ahí atacando, era mas distinto de lo normal
Se fijó en Jo entonces, quería saber quien era aquella chica, así que dijo con voz curiosa. -¿Hablabais de vuestros maridos? Podría ir a buscarlos si queréis. Aunque no era un tema que debía tocar, le preocupaba que algo sucediera al hijo de Catherine si no tuviese padre, igual con aquella chica
Aterrizó en los jardines con suavidad, portando en una de sus garras un huevo de dragón dorado el cual dejó escondido en su cola con cierto recelo, mientras escuchaba un poco la conversación de Catherine y Jo, abriendo la boca por donde salio un humo negro como si hubiese lanzado fuego antes, mientras vigilaba el lugar, en verdad, era porque antes había salido de Ouroboros y fue a cazar un animal, el cual sació su apetito. Recostándose un poco viendo en ese momento a las dos chicas, sonrió como solía hacer, honradamente, y recostó su cabeza enfrente de ellas. -Ha pasado tiempo Catherine... tiempo desde la primera vez que nos hemos visto.... desde que tenías 6 años, y ahora toda una mujer y con un hijo de 3 años.... Dijo el dragón negro con honorable sabiduría, parecía tranquilo, y bueno, no el típico dragón malvado que ves por ahí atacando, era mas distinto de lo normal
Se fijó en Jo entonces, quería saber quien era aquella chica, así que dijo con voz curiosa. -¿Hablabais de vuestros maridos? Podría ir a buscarlos si queréis. Aunque no era un tema que debía tocar, le preocupaba que algo sucediera al hijo de Catherine si no tuviese padre, igual con aquella chica
Atendí a las palabras de Catherine esbozando una discreta sonrisa tímida a la par que culpable cuando se lamo a si misma muchacha estúpida. Después encogí un hombro.
-Bueno si te sirve de consuelo...yo trabajaba en San Mungo...curando aurores de Terméritus y tampoco tenía muy presente a la resistencia.
"hasta que me topé con él"
Al escucharle hablar sobre su pequeño sonreí enternecida.
-Ya...Nya se encargará de espabilarle- abrí un poco los ojos cayendo en la cuenta de que tal vez había sonado como que su hijo no era muy espabilado- Quiero decir...er..no es que...no es que crea que no sea... emm... eso, que mi hija es muy...
Me estaba haciendo un lío yo sola y simplemente rasqué tras mi oreja algo avergonzada.
-Que se harán bien mutuo.
"si eso es lo que quería decir"
Suspiré por sus palabras sobre Alaska, Maharet se había marchado cerca, a Canadá ,pero no tenía claro como estaba ni si había conseguido llegar.
-La madre de Johan se marchó a Canadá pero no he recibido noticias suyas.La gente rumoreaba sobre algún sitio cercano más...seguro.
Al hablar de su relación con Ian no pude más que sonreír levemente mirando a la nada comprendiendo perfectamente lo que quería decir con aquello.
-Sí, es ...complicado.
No quise añadir nada más, no quise decirle que aquello que describía no era tan complicado, que aquello que decía era como debía ser,solo era una ínfima parte de complicado de lo que yo tenía en la cabeza. Era esa complicación que teníamos hace años, nada que ver con la que teníamos ahora. Antesu pregunta alcé ambas cejas parpadeando un par de veces y después entorné los ojos mientras empezaba a enumerar.
-Mis padres muertos, mi hermana con un lavado de cerebro siendo parte de la alianza humana...ahora está medio loca... , mi hermana intentando matarme porque no me recordaba...Termeritus retendiendo quemarme en una pira de fuego por traidora, mi cuñado no sé donde anda....mi sobrina no sé donde está,mi suegro es un vampiro.... unos...no sé...¿5 o 6 abortos?más o menos....un corazón afectado por una maldición, un corazón de piedra hechizada...un corazón medio mágico medio tecnológico.... prff...No...realmente no hay mucha gente muerta.
Solté al final chascando la lengua intentando pensar si se me había escapado algo más.
-Ah...mi marido con una chica en la cama pero...´´eh , Jo...no ha pasado nada...te lo prometo¨
Solté casi sin pensar prestando de nuevo atención a la mujer carraspeando algo incómoda.
-Al menos lo intentarán.
Dije sin más volviendo a mirar al horizonte con los nervios un poco más agitados. Conforme ella me proponía algo sobre entrenar pude ver como se aproximaba un dragón. Los pelos de mis brazos se erizaron un poco y asentí sin atender realmente a lo que me estaba contando Catherine.
-Claro...
Le seguí con la mirada y giré para mirarle mientras se acercaba y de pronto comenzaba a hablarnos. Agarré con mis manos la balaustrada del jardín algo cohibida por aquel bicho y miré a Catherine cuando se dirigió a ella.
"WTF no puede convertirse a forma humana o algo así?"
Alcé una ceja al escuchar su propuesta y a pesar de que su presencia me acojonaba un poquillo...
-Em...no...pero....puedes ir a ver que tal están...
"que cara tienes Jo"
-Quiero decir...
Miré a Cath y encogí un hombro.
-Si...si se ofrece pordría...echar una miradilla...¿no?
-Bueno si te sirve de consuelo...yo trabajaba en San Mungo...curando aurores de Terméritus y tampoco tenía muy presente a la resistencia.
"hasta que me topé con él"
Al escucharle hablar sobre su pequeño sonreí enternecida.
-Ya...Nya se encargará de espabilarle- abrí un poco los ojos cayendo en la cuenta de que tal vez había sonado como que su hijo no era muy espabilado- Quiero decir...er..no es que...no es que crea que no sea... emm... eso, que mi hija es muy...
Me estaba haciendo un lío yo sola y simplemente rasqué tras mi oreja algo avergonzada.
-Que se harán bien mutuo.
"si eso es lo que quería decir"
Suspiré por sus palabras sobre Alaska, Maharet se había marchado cerca, a Canadá ,pero no tenía claro como estaba ni si había conseguido llegar.
-La madre de Johan se marchó a Canadá pero no he recibido noticias suyas.La gente rumoreaba sobre algún sitio cercano más...seguro.
Al hablar de su relación con Ian no pude más que sonreír levemente mirando a la nada comprendiendo perfectamente lo que quería decir con aquello.
-Sí, es ...complicado.
No quise añadir nada más, no quise decirle que aquello que describía no era tan complicado, que aquello que decía era como debía ser,solo era una ínfima parte de complicado de lo que yo tenía en la cabeza. Era esa complicación que teníamos hace años, nada que ver con la que teníamos ahora. Antesu pregunta alcé ambas cejas parpadeando un par de veces y después entorné los ojos mientras empezaba a enumerar.
-Mis padres muertos, mi hermana con un lavado de cerebro siendo parte de la alianza humana...ahora está medio loca... , mi hermana intentando matarme porque no me recordaba...Termeritus retendiendo quemarme en una pira de fuego por traidora, mi cuñado no sé donde anda....mi sobrina no sé donde está,mi suegro es un vampiro.... unos...no sé...¿5 o 6 abortos?más o menos....un corazón afectado por una maldición, un corazón de piedra hechizada...un corazón medio mágico medio tecnológico.... prff...No...realmente no hay mucha gente muerta.
Solté al final chascando la lengua intentando pensar si se me había escapado algo más.
-Ah...mi marido con una chica en la cama pero...´´eh , Jo...no ha pasado nada...te lo prometo¨
Solté casi sin pensar prestando de nuevo atención a la mujer carraspeando algo incómoda.
-Al menos lo intentarán.
Dije sin más volviendo a mirar al horizonte con los nervios un poco más agitados. Conforme ella me proponía algo sobre entrenar pude ver como se aproximaba un dragón. Los pelos de mis brazos se erizaron un poco y asentí sin atender realmente a lo que me estaba contando Catherine.
-Claro...
Le seguí con la mirada y giré para mirarle mientras se acercaba y de pronto comenzaba a hablarnos. Agarré con mis manos la balaustrada del jardín algo cohibida por aquel bicho y miré a Catherine cuando se dirigió a ella.
"WTF no puede convertirse a forma humana o algo así?"
Alcé una ceja al escuchar su propuesta y a pesar de que su presencia me acojonaba un poquillo...
-Em...no...pero....puedes ir a ver que tal están...
"que cara tienes Jo"
-Quiero decir...
Miré a Cath y encogí un hombro.
-Si...si se ofrece pordría...echar una miradilla...¿no?
Catherine se rió ante la excusa de Jo y luego ladeó la cabeza como restándole importancia, si Catherine solía quedarse cortada, Jo le ganaba mucho. Pero mucho. En otra época de su vida probablemente la habría puesto inmensamente nerviosa. Tras ello escuchó el resumen de su historia y la bruja se quedó considerablemente pasmada. La miró a los ojos con una intensidad muy profunda, como quien entiende a otra persona a un nivel que poca gente lo haría -Eres muy fuerte- Dijo, con sinceridad, y luego sonrió apenas. Apartó la mirada y se apoyó en la baranda con los codos, inclinando la parte superior del cuerpo para seguir contemplando el horizonte.
-¿Johan te engañó?- Preguntó y se incorporó de un respingo. Se apartó el cabello del rostro mientras fruncía el ceño y se anotaba mentalmente lanzarle alguna maldición al susodicho líder. Porque…porque si Ian le hacía eso… Sintió que un nudo se le formaba en el estómago y luego la miraba -¿Pero … y tú que hiciste?- Preguntó como cayendo en cuenta que era muy posible que ella perdiera la cordura y matara a la mujer. Lo único que protegería a Ian de su ira es que no podía herirle. No al menos a propósito. Pero todo quedó sin mucha respuesta cuando Nekros sondeó el aire, Catherine estaba acostumbrada a la presencia de dragones en la isla y a ser cubierta por la sombra de ellos. Le contempló notando la incomodidad de Jo.
-¿Qué te pasa con los dragones? Siento tu inquietud como una onda sonora llena de estática- Dijo golpeándose la frente con el ceño fruncido -No nos hará daño. En serio- Añadió haciendo una semi sonrisa para darle confianza. Tras ello observó a Nekros cuando la saludó, Catherine inclinó la cabeza en respeto pues, a fin de cuentas, era una criatura mágica con muchos más años que ella -Lo que para ti ha sido un pestañeo, para mi han sido más de 15 años. Muchas cosas han cambiado, Nekros. Te presento a Jo, esposa de Johan, líder de la Resistencia. Jo, él es Nekros- Tras ello, Catherine se llevó una mano al corazón -Siento lo de Snagov- Le dijo con pesar ante la muerte del experto en dragones. Tras ello se acercó a él mientras escuchaba la pregunta -Sí, Ian y Johan han ido a Francia por un tema de la Alianza Humana- Escuchó la voz de Jo y arqueó una ceja para luego mirarlo -No te pediré que lo hagas. Pero si decides hacerlo tendrás nuestro profundo agradecimiento- Habló de manera solemne. Catherine era muy respetuosa con aquellos que le generaban eso, respeto.
-¡Señora Le Fay!- La morena se giró ante su mención y una de las encargada de la guardería se acercó a ella esquivando a Nekros -Aedan y…Pues…sí, vuestra hija también- Señaló a Jo con un dedo tembloroso -¡Y LOS MELLIZOS KNOX!- Explotó alzando las manos a los cielos como si hubiesen colmado su paciencia -Necesito que vengáis a la guardería ahora mismo- Soltó con un tono imperativo a lo que Catherine se irguió arqueando una ceja. No se necesitó más, la mujer aunque aún con gesto soberbio añadió -Por favor- Dijo en un susurro y Catherine intercambió una mirada con Jo antes de ver a Nekros -Que el viento sople siempre a tu favor- Se despidió con una sonrisa y se retiró hacia la guardería con Jo para ver en qué lío estaban metido la pandilla de niños.
-¿Johan te engañó?- Preguntó y se incorporó de un respingo. Se apartó el cabello del rostro mientras fruncía el ceño y se anotaba mentalmente lanzarle alguna maldición al susodicho líder. Porque…porque si Ian le hacía eso… Sintió que un nudo se le formaba en el estómago y luego la miraba -¿Pero … y tú que hiciste?- Preguntó como cayendo en cuenta que era muy posible que ella perdiera la cordura y matara a la mujer. Lo único que protegería a Ian de su ira es que no podía herirle. No al menos a propósito. Pero todo quedó sin mucha respuesta cuando Nekros sondeó el aire, Catherine estaba acostumbrada a la presencia de dragones en la isla y a ser cubierta por la sombra de ellos. Le contempló notando la incomodidad de Jo.
-¿Qué te pasa con los dragones? Siento tu inquietud como una onda sonora llena de estática- Dijo golpeándose la frente con el ceño fruncido -No nos hará daño. En serio- Añadió haciendo una semi sonrisa para darle confianza. Tras ello observó a Nekros cuando la saludó, Catherine inclinó la cabeza en respeto pues, a fin de cuentas, era una criatura mágica con muchos más años que ella -Lo que para ti ha sido un pestañeo, para mi han sido más de 15 años. Muchas cosas han cambiado, Nekros. Te presento a Jo, esposa de Johan, líder de la Resistencia. Jo, él es Nekros- Tras ello, Catherine se llevó una mano al corazón -Siento lo de Snagov- Le dijo con pesar ante la muerte del experto en dragones. Tras ello se acercó a él mientras escuchaba la pregunta -Sí, Ian y Johan han ido a Francia por un tema de la Alianza Humana- Escuchó la voz de Jo y arqueó una ceja para luego mirarlo -No te pediré que lo hagas. Pero si decides hacerlo tendrás nuestro profundo agradecimiento- Habló de manera solemne. Catherine era muy respetuosa con aquellos que le generaban eso, respeto.
-¡Señora Le Fay!- La morena se giró ante su mención y una de las encargada de la guardería se acercó a ella esquivando a Nekros -Aedan y…Pues…sí, vuestra hija también- Señaló a Jo con un dedo tembloroso -¡Y LOS MELLIZOS KNOX!- Explotó alzando las manos a los cielos como si hubiesen colmado su paciencia -Necesito que vengáis a la guardería ahora mismo- Soltó con un tono imperativo a lo que Catherine se irguió arqueando una ceja. No se necesitó más, la mujer aunque aún con gesto soberbio añadió -Por favor- Dijo en un susurro y Catherine intercambió una mirada con Jo antes de ver a Nekros -Que el viento sople siempre a tu favor- Se despidió con una sonrisa y se retiró hacia la guardería con Jo para ver en qué lío estaban metido la pandilla de niños.
Nekros Thronia
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Miró a Jo un momento antes de inclinar la cabeza en respeto y le dijo en un lenguaje desconocido para ella, y para Catherine, algo que después a lo mejor buscarían pero quería dejarles el acertijo por si acaso.
-Zin los ("Es un honor" en la lengua de los dragones) Entonces miró de repente hacia los cielos, justamente al pico más alto, las montañas del dragon, algo resonaba, parecía ser que alguien había allí, pero no solo eso, había algo más. Una fuerza misteriosa que le impulsaba ir a investigar..... Deje de prestar la atención a las chicas, pues parecía ser de importancia, e incluso tenía una cara seria.
- Parece que hay alguien en las montañas dragón.... pero.... esa fuerza mágica... No puede ser...., Catherine toma a mi sobrina... tengo que ir a investigar Lanzó el vuelo lo más rápido posible, sin intentar hacerles daño, algo no iba bien eso estaba claro, por lo que cuando desapareció entre las nubes, dejo el huevo dorado de dragón en las manos de Catherine. Confiaba más en ella que en otra persona
-Zin los ("Es un honor" en la lengua de los dragones) Entonces miró de repente hacia los cielos, justamente al pico más alto, las montañas del dragon, algo resonaba, parecía ser que alguien había allí, pero no solo eso, había algo más. Una fuerza misteriosa que le impulsaba ir a investigar..... Deje de prestar la atención a las chicas, pues parecía ser de importancia, e incluso tenía una cara seria.
- Parece que hay alguien en las montañas dragón.... pero.... esa fuerza mágica... No puede ser...., Catherine toma a mi sobrina... tengo que ir a investigar Lanzó el vuelo lo más rápido posible, sin intentar hacerles daño, algo no iba bien eso estaba claro, por lo que cuando desapareció entre las nubes, dejo el huevo dorado de dragón en las manos de Catherine. Confiaba más en ella que en otra persona
Abandoné el hospital junto a Nyara y Thalos, tras haberme despedido de Victorya para dejarla que descansase un poco más. Lo primero que hice fue encargarme de que podía enviar un mensaje mental a Reed para tener una prueba de que seguía vivo. Pude hacer conexión con él, preguntando que si estaba bien, y que dónde se metía. - Tranquilo. Está vivo...cuando sepa algo más te digo. - quise quitarle cuanto antes la idea de que le había pasado algo a Reed, y también de salir a lo loco a buscarlo. No era la única persona a la que me había pedido que buscase, también a Erika. Podía notarse a leguas lo preocupado que estaba, y también lo que le fastidiaba pedirme ayuda. - Pues claro. Ella era amiga mía antes de que tú llegases, así que la buscaría igualmente. - otra cosa es que supiese por dónde empezar. Seguro que tampoco me diría dónde estaba.
- Habrá ido a marginarse a algún lugar de la isla, estaba cabreada por lo del embarazo. - dejamos de caminar al llegar a los jardines, lugar donde solté la mano de Nyara para que pudiese corretear por allí libremente mientras la vigilaba. - Siempre podéis hablar con los médicos para no seguir adelante.- sugerí mirando de reojo a Thalos para ver cómo se lo tomaba. Puse cara de disgusto cuando dijo que éramos malos padres, sin poder llevarla la contraria porque yo sabía que también la había cagado bastante. No estaba todo el tiempo que debería, y ni siquiera estaba con Josephine como debería estar. No podía imaginarme lo que debía de preocuparse él por Reed, ahora que campaba a sus anchas. - No es tan fácil como parecía, ¿verdad? - me dio por pensar en mi padre, en lo injusto que fui al echarle cosas en cara, especialmente en mi época de adolescente. Al menos yo había tenido un buen padre, cosa que Thalos no. - Pues habrá que ponerle remedio. Aunque no sé cómo...
- Habrá ido a marginarse a algún lugar de la isla, estaba cabreada por lo del embarazo. - dejamos de caminar al llegar a los jardines, lugar donde solté la mano de Nyara para que pudiese corretear por allí libremente mientras la vigilaba. - Siempre podéis hablar con los médicos para no seguir adelante.- sugerí mirando de reojo a Thalos para ver cómo se lo tomaba. Puse cara de disgusto cuando dijo que éramos malos padres, sin poder llevarla la contraria porque yo sabía que también la había cagado bastante. No estaba todo el tiempo que debería, y ni siquiera estaba con Josephine como debería estar. No podía imaginarme lo que debía de preocuparse él por Reed, ahora que campaba a sus anchas. - No es tan fácil como parecía, ¿verdad? - me dio por pensar en mi padre, en lo injusto que fui al echarle cosas en cara, especialmente en mi época de adolescente. Al menos yo había tenido un buen padre, cosa que Thalos no. - Pues habrá que ponerle remedio. Aunque no sé cómo...
- Ah, joder, menos mal. No te ha dicho donde, verdad? - nah, que preguntas. Lo habría mandado a la mierda probablemente.
"Puto Reed. Claro que estaba vivo. Una puñalada? Está claro que eso no era suficiente"
- Es mi hijo, al fin y al cabo. - farfullé por lo bajo, satisfecho con aquellas noticias. Ningun androide plagio de James podría acabar con él.
Miré a johan con cara de "en serio?" por ese "ella era amiga mia antes de que tu llegases". Como toda respuesta solté un gruñido de fastidio por lo bajo.
"claro que está cabreada, como no va a estarlo"
- Ya. Es una posibilidad. Parece una locura seguir adelante tal como están las cosas. Yo que sé, joder. Tengo que hablar con ella antes.
Me detuve y me quedé con las manos en los bolsillos mirando a Nyara corretear por ahi, con cara de cansancion.
- A mí nunca me pareció fácil. - yo no le veía remedio posible ahora mismo. Querer seguir adelante ahora mismo me hacia sentir como si estuviese traicionando a Reed, dandolo por perdido. Y eso no era cierto, no queria pensar asi.
- Tenemos que hablar de lo que ha pasado en la ciudadela. Y trazar un plan nuevo, ahora que ya sabemos un poco más y tenemos a ese ministro que se trajeron los otros dos de alli. Seguro que se puede sacar algo de él para usar contra la I.A. Donde está Miller? Nos hará falta.
"Puto Reed. Claro que estaba vivo. Una puñalada? Está claro que eso no era suficiente"
- Es mi hijo, al fin y al cabo. - farfullé por lo bajo, satisfecho con aquellas noticias. Ningun androide plagio de James podría acabar con él.
Miré a johan con cara de "en serio?" por ese "ella era amiga mia antes de que tu llegases". Como toda respuesta solté un gruñido de fastidio por lo bajo.
"claro que está cabreada, como no va a estarlo"
- Ya. Es una posibilidad. Parece una locura seguir adelante tal como están las cosas. Yo que sé, joder. Tengo que hablar con ella antes.
Me detuve y me quedé con las manos en los bolsillos mirando a Nyara corretear por ahi, con cara de cansancion.
- A mí nunca me pareció fácil. - yo no le veía remedio posible ahora mismo. Querer seguir adelante ahora mismo me hacia sentir como si estuviese traicionando a Reed, dandolo por perdido. Y eso no era cierto, no queria pensar asi.
- Tenemos que hablar de lo que ha pasado en la ciudadela. Y trazar un plan nuevo, ahora que ya sabemos un poco más y tenemos a ese ministro que se trajeron los otros dos de alli. Seguro que se puede sacar algo de él para usar contra la I.A. Donde está Miller? Nos hará falta.
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