Castillo Le Fay (en ruinas)

Insisto en mantener la mascarilla de oxígeno sobre al boca y la nariz de Sean, a pesar de que el hace intentos de quitársela. - No, la necesitas. Respira con calma, despacio... - compruebo como poco a poco se va calmando, señal de que el tranquilizante empieza a hacer efecto. La respiración también se va normalizando de manera progresiva, lo cual es buena señal, significa que es un ataque de ansiedad pero no algo más grave. Sostengo la mirada a Sean mientras sonríe al darme las gracias, cogiendo la mano que ha subido hasta la mía para apretarla ligeramente mientras le devuelvo una sonrisa amable.

- Descansa. En unas horas despertarás mejor. - murmuro antes de que se quede dormido del todo, cogiendo una manta de la cama vacía de al lado para echarla por encima del chico. Me quedo unos minutos más de pie y a su lado, hasta que considero que ya respira bien por sí mismo y puedo quitarle el oxígeno. - No vuelvas a darme esos sustos, Eire. - Le aparto un poco las greñas sueltas de la cara, suspirando antes de apartarme de él para ir a revisar a los otros compañeros, Sayid y Gio. Ambos van mejorando, pero necesitarán recuperarse bien y descansar adecuadamente. Regreso junto a Sean, asegurándome de que siga de lado y estable.

No me fío de volver a salir fuera hasta que me asegure de que Sean no vuelve a vomitar ni nada por el estilo, así que me siento en una silla, a los pies de la camilla en la que le he dejado. - Bueno...puedo intentar descansar la vista cinco minutos...- farfullo para mi mismo mientras noto que se me van cerrando los ojos. Ya ni el café me quita el sueño. Los cinco minutos se convierten en más, ya que acabo quedándome totalmente sopas en la silla, con los brazos cruzados y la barbilla sobre el pecho.

Lucio me pedía demasiado cuando dijo que no me metiese con Sean, pero tampoco era mi culpa que sea tan insufrible. - Si estuviese aquí Catherin ya habríamos solucionado el tema. Es una niñata, pero se le da bien tratar estos asuntos. - Me llevé la mano al ojo, cubriéndolo con la palma de mi mano, por reflejo cuando me lo nombran. - Me duele como un demonio, una chavalita de por aquí me ha prometido regenerármelo si vuelve la magia, pero por ahora no tengo más remedio que ir con el ojo cerrado, se me calló la bandana cuando me transformé pero ya no se me va a infectar ni mierdas de esas -

Cuando me dijo que valdría con algún dragón dorado me puse a pensar en los que había en el castillo, creía recordar que había visto algunos en la dragonera. - Sí, vi a un centinela llevarlos por el aire justo antes de la transformación, por suerte ser un lobo gigante ayudó a cargarse a los centinelas, aunque no recuerdo los detalles. Ahora me los cuentas - Dije mirando hacia Setelah, mientras cogía la hierba y la pipa, preparándola para ser encendida.

Mis ojos se abrieron y levanté la vista del ritual de preparar la pipa cuando Lucio me levantó la voz, provocando en mí una ladeada sonrisa y volví al ritual. -Tranquilo señor Galenus. ¡Eh! ¡Tú! ¡Mike! Ve a por el dragón dorado de detrás del castillo, donde la dragonera improvisada. - Dije a uno de los alumnos a los que atendí hace tiempo por haber estado en los campos de concentración. - No te estreses anda - Apoyé mi mano en el hombro de Lucio mientras arrugaba la frente. Sabía que era una situación de estrés, pero incluso me gustó que me subiese la voz, era parte del liderazgo y ahora a todos los Descendientes nos hacía falta.

Observé cómo curaban a Lasaña y Sean hacía el numerito, lo que provocó que negara con la cabeza y ladee el labio - El marica hoy la palma. Uy, ¿lo he dicho en voz alta?- Dije mirando hacia los lados, parecía que fue así. - ¡Largo de aquí todos los que no sean curanderos! ¡Al final me lío a hostias eh! Me da igual si es alumno o no. - La gente volvió a sus respectivas vidas de forma acelerada y finalmente terminé de preparar la pipa, que me había costado años preparar por mi inexperiencia.

- Joder, esto ya está, vamos dentro y te enseño las instalaciones. Esto es como un laberinto así que presta atención - Dije a Setelah mientras empezaba a andar hacia dentro del castillo, cuando por nuestro lado pasan Lucio con Sean al brazo de princesa, provocando en mí un facepalm. - Y por ahí pasa el futuro de la comunidad mágica… ¡Si te viese Merlín…! - No me dió tiempo a terminar la frase, dado que iban muy rápido, pero ya se podían imaginar cómo terminaba.

- Bueno, vamos primero al dormitorio, creo que allí hay algún encendedor del padre de Catherin - Caminamos por los intrínsecos caminos del castillo hasta llegar al dormitorio de Catherin, allí abrí un par de cajones hasta encontrar el encendedor que conocía, empezando a encender la pipa y poniéndola en los labios de Setelah - Empieza tú, anda, que te lo has ganado. Perdona por el numerito pero es que me pone de los nervios...- Una vez fumó él me llevé la pipa rara a la boca y fui a sentarme a la cama. - ¿Y tú a qué te dedicas? Parece que vas con un dragón famoso - Le pasé la pila a Setelah. Ya empecé a notar el primer mareillo por la hierba. - Joder, esta hierba es de la buena - Le miré sorprendido, era de las mejores que había probado hasta el momento.

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Curación: 145PS + 5 Regeneración licantropo = 150 (Full)

La situacion escaló rapido. Al criaturo le dio un ataque de ansiedad al enterarse de que dos personas (me apunté sus nombres mentalmente) habian caido en las garras de la alianza. Cuanta emocionalidad, pensé. Todo sentimientos, sin ningun control. Hice una pequña mueca de desaprobacion.

... Porque controlar las emociones era importante en todo momento. Gracias a mi práctica en ello, mi cara no cambió ni un apice cuando oi al tal Sean hablar de los pozos de magia y de los guardianes. No...no me sentia en confianza entre aquellos desconocidos como para revelar nada. Si, luchabamos del lado de la magia, pero nada mas. Asi que me callé, hice como si no supiese nada en el momento, y miré a Altair. Si estaban sobre la pista.... pero tenia que averiguar más sobre ellos antes de lanzarme a la piscina.

- Si, has dicho lo del marica en voz alta. En fin, soy invitado de honor o algo asi ahora? Solo me quiero quedar hasta que Smaug se recupere. Luego nos iremos. Tengo prisa. ¿De verdad esos medicos podrán curar a mi aliado? Y, has dicho Merlín?


Le pregunté tras cruzarnos con la tragica escena del uno cargando al otro en brazos. - No habré ido a juntarme con el Consejo de los 20, verdad? - no sabia mucho de ellos, pero si algo. Mientras Altair iba guiandome, le miré los gajos del trasero y levanté una ceja. No es que tuviese nada en contra de que un culo asi se luciese por el mundo, pero estaria el acostumbrado a que los extraños lo mirasen asi a la buena de dios? A ver si lograba hacerse la pipa de una vez y empezaba a fumar... aunque yo parecia relajado, no lo estaba. Me sentia en territorio desconocido y eso me impedia relajarme.

Entramos a un cuarto y por fin dio con fuego para prenderse el tabaco de la pipa, pero antes, me la puso a mi en los labios. En fin...sería sospechoso si no fumaba primero, asi que lo hice. Medir mi resistencia contra un licano? Por mas que mi organismo estuviese acostumbrado metabolicamente llevaba las de perder. Aproveché para encender la kiseru correctamente, pegandole varias caladas cortas y rapidas, luego, se la cedi a el, que fue a sentarse en la cama frente a mi. Me quedé en el marco de la puerta mirándolo.

- Me gano la vida como mercenario. - entré a la habitacion por fin y cerré tras de mi. - Lo mio con Smaug viene de hace unos cuantos años. No es nada facil ganarse la confianza de un dragon negro pero... supongo que ahora compartimos camino similar. - lo miré - Que hay de ...Lasaña y tú? por qué se llama Lasaña? Tú te llamabas Altair, cierto? Perdona si te aturdo a preguntas, es que sois un poco raros

Se mueve un poco, de un lado a otro como meciéndose pero al hacerlo tanto las piernas como los brazos le dan pinchazos, al abrir los ojos se ve en la enfermería improvisada de Lucio, a un lado estaba Giordano durmiendo cual camello a la hora de la siesta pero por suerte estaba vivo y si estaban allí era porque Zaphira y Sean también lo estaban. lo último que recordaba era haber visto explotar al centinela, subir a Zaphira y después solo el viento acariciando su cuerpo algo maltrecho.

Se queda un rato con los ojos abiertos, mirando al techo, detallando las elaboradas pinturas que cubrían la estancia, le habría gustado levantarse pero aún sentía la cabeza algo espesa, posiblemente por la anestesia. ya llevaba contadas 796 hojas de los árboles que adornaban la pintura del techo cuando escucha como se abre la puerta, ladea un poco la cabeza para ver que pasa y se trataba del médico sujetando en brazos al  joven mago, parecían apurados, al menos el médico, el chico parecía estar inconsciente y respiraba raro "no sabía que tenía asma, normal, encerrado todo el día entre libros mohosos" pensó para si mismo aunque a él también le apasionaban los libros.

se quedó observando sin decir nada, tampoco quería interrumpir, Lucio le inyecta algo y acto seguido se queda sujetándole la máscara esa que parecía un encantamiento de casco burbuja, todo bien hasta ahí pero Lucio se queda un rato mirando al chico después de que se queda dormido, "pero que es esto? pequeñas semillas de romance floreciendo en la sabana?" pensó al ver la escena más de coña que otra cosa pero en ese momento escucha las palabras de Lucio "no vuelvas a darme esos sustos" un momento, eso ya le sonaba a gato encerrado, el chico parecía estar bien pero él le aparta el pelo de la cara muy gentilmente, solo le faltaba darle el beso de buenas noches, entonces empezó a hacer cálculos,"he contado 796 hojas, más los 35 de Lucio más los 24 de sean" consultó los números divagando en su mente hasta que vio la respuesta clara  pero realmente no le hacía falta... "WTF!? LUCIO, QUE TIENE ONCE AÑOS MENOS QUE TU!!" estaba tan sorprendido que en cuanto vio que el médico se acercaba a ellos se hizo el loco, cerrando los ojos mientras lo examinaba.

Esperó unos quince minutos antes de poder levantarse de la cama, le costó un poco por las heridas pero no estaba tan mal como antes, echó un vistazo a Lucio el cual se había quedado dormido en una silla, menudo culebrón, sale por la puerta sin hacer ruido para no despertar a nadie,  decide salir al patio del castillo a tomar el aire, quizás ver como se encontraba Zaphira y asegurarse de que todos sus compañeros descendientes habían llegado intactos, sin embargo al salir no hace nada de eso, ve a un grupo de personas que le son desconocidas, no parecen pertenecer a Ouroboros, pero si estaban allí era por algo, se acerca para saludar y ya que está, preguntarles que hacían allí -Buenas noches, disculpen mi atrevimiento pero ¿puedo preguntarles sus nombres y quienes son? dice con una sonrisa a los miembros de la brigada aunque eso no lo sabía.

Voy de un sitio a otro del jardín, ayudando en lo que puedo a los que han ido llegando heridos hace unas horas desde las ruinas de la isla. Otros tantos habían salido a ayudar a los rezagados, entre ellos Azahar, Adramelech y alguno de la Brigada, aunque todavía no han regresado. Me hizo ilusión eso de que se fuesen a colaborar juntos, porque probaba mi teoría de que haciendo el bien, te devolverían bien. Yo ayudé a Adramelech en su momento, y él ahora quería devolver el favor ayudando a los Knox, y a mí. Sigo pendiente de su llegada, pero mientras continúo curando. Me fijo por el rabillo del ojo en que Lucio, mi mentor, se lleva en volandas a Sean, aunque no sé qué le ha pasado.

Me acerco entonces a terminar lo que él ha dejado, aunque ya casi estaba. Termino las curas de la dragona Lasaña, que por fin queda lista para quedarse descansando, así irá sanando poco a poco. Tras eso miro con recelo a Smaug, tengo recuerdos de él de cuando yo sólo era una cría y el atemorizaba a todo Bastion Hollow. Parece herido y necesita ayuda, aunque primero me dedicaré a la dragona de Sean, que lleva más rato esperando. Saludo a Zaphira con una sonrisa, acercándome despacio para no asustarla. - No te preocupes, seguro que Lucio le atiende bien y Sean regresa pronto. - me echo el pelo a un lado mientras me agacho para mirar mejor las heridas de Zaphira. Abro de nuevo el botiquín, preparando lo necesario para empezar a curarla. Ya sé que no voy a entender lo que me conteste, pero yo me pongo a cotillear con ella igualmente. - He escuchado lo que le decía Altair... - parece que no, pero en el fondo soy una vieja del visillo. - Creo que no lo dice en serio. En el fondo me parece que todos os queréis, a vuestra manera, y que sois una familia. Hay quienes critican a los de Ouroboros, pero desde que llegué allí sólo me han tratado bien, y no creo que sea solo porque ahora tenga un sobrino que será miembro del Consejo algún día... - pongo cara de tía orgullosa pensando en el bebé de Catherine e Ian, prosiguiendo después. - Y he podido aprender más medicina desde que estoy con Lucio, así que quiero devolver el favor todo lo que pueda. - asiento con convencimiento, avisando a Zaphira de que voy a empezar con las pinzas a extraer cualquier trozo de metal que quede.


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Sanación a LASAÑA

dado 30 + 10 hab= 40

PS: 110 + 40= 150, a full

El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

Me desperté de golpe pegando una espertugá del carajo que acabó conmigo en el suelo liado con la maldita, estupida y sensual sabana.
-CAZZO DI MERDA! SABANA DE CIERDA!

Varios "ughs" y "ufs" mas tarde estaba en pie, con mi cara de drogado por la doble anestesia que me habian metido, pero que me habia proporcionado sueños geniales. Me dolia el cuerpo entero, pero no importaba. En mi mente solo habia algo, una obsesion, terminar el trabajo. Por fin, Giordano Da Vinci, terminaría por fin una de sus maquetas. Y luego podria dibujar todas las pollas que quisiera.

Ignoré a todos los demas presentes habidos y por haber en aquella enfermeria y sali. En general ignoré a todo el mundo.

"les toca el chocolate y se convierten en chocapic"

Habian altas probabilidades de que siguiese drogado a barbitúricos, pero da igual! Tambaleandome y con ojeras y pelos de loco, entré a mi despacho, laboratorio, horno, lo que fuera. Ahi habia una mujer morena. QUE DEMONIOS HACIA UNA MUJER MORENA AHI.

- Esto siempre estuvo quemado?- arrugé la nariz mirando las paredes. Qué mas daba. Me encogí de hombros y entré. Ah claro, era Victorya, a la que habia enmarronado con aquello de los moldes..... vi que estaba trabajando a destajo en el corazon, que ya estaba el tejido organico listo. Lo estaba haciendo bastante bien pero me puse a ayudarla, dos al trabajo terminarian la tarea más rapidamente.

Me puse a correr por el blanco prado, disfrutando del viento y la libertad. Despegué el vuelo hasta llegar a una de las rojas nubes, dándole un bocado y disfrutando su sabor de carne picada con tomatico y bajé hasta el suelo planeando como una pluma, el mundo de la lasaña era lo mejor que existía, por desgracia solo era un sueño provocado por la falta de sangre. Me desperté en el suelo, moví la cabeza sintiendo el césped acariciar mi rostro e intentando levantarla, cosa que no pude porque tenía como consecuencia un gran pinchazo cerebral. Observé a la chica que me estaba cuidando y relajé mis músculos. Sabía de quien se trataba, Altair me había hablado de ella.

-No sé si puedes entenderme, pero muchas gracias por tus esfuerzos, Chloe-

Me rendí ante el sufrimiento y me dejé hacer hasta que terminó, escuchando cómo conversaba con Zaphira. - Ey Zaphira, ¿qué tal te encuentras?¿Y Altaïr?- Mi voz era prácticamente un susurro, dado que intentaba contener el dolor. Rememoré lo que había pasado aquella noche, el bullyng hacia mi por parte de los centinelas y la transformación de mi compañero.

-¿Cómo hemos llegado hasta aquí? - Miré a Smaug, pese a que dudaba que no había traido él seguía siendo una posibilidad. - No me lo creo… Hemos sobrevivido - Una sonrisa triunfal se apoderó de mi cara, que fue interrumpida por gestos de dolor al moverme. - Ha sido mi primer combate, ¿sabes? Seguro que Altaïr está orgulloso -

Estaba bastante preocupada por Sean, no lo había visto así en años, desde que se decidió que debería ocupar el lugar de su padre en el consejo de los 20, el muchacho no aguantaba muy bien la presión y esta vez aunque intentaba ser fuerte todo el peso sobre sus hombros acabó por vencerlo y esta vez no podía apoyarlo como siempre hacía, sentía envidia de Lucio pero al mismo tiempo se sentía agradecida y en deuda con él, levantó el cuello mirando en todo momento hacia el lugar en el que se habían retirado ambos, intenta escuchar lo que dicen pero no logra hacerlo, había demasiado escándalo en el castillo y era imposible.

En cuanto vio a Lucio correr con Sean en brazos casi se pone histérica, quería moverse pero estaba atrapada entre la mocosa de lasaña y Smaug por no hablar de todas las personas a su alrededor que se estaban encargando de completar la labor del médico y su cachorro, como lo había llamado Setelah. no se movió del sitio pues si armaba un alboroto seguramente Sean se enfadaría con ella "lucio sabrá que hacer.... está con él... debo calmarme" dijo para sí misma antes de que la chica alumna de Lucio empezara a hablarle. Parecía que intentaba tranquilizarla, mientras se acercaba, prefería que la trataran con más cortesía pero bueno, su intención era curarla así que la deja hacer bufando ante sus palabras sobre la "familia", llevaba 1400 años viviendo con su familia, la de Sean y en todo ese tiempo había conocido a muchos descendientes y a pesar del tiempo, los licantropos seguían sin hacerle mucha gracia, en especial Altair que había tenido el descaro de decir esas cosas sobre Sean ante ella.

Ni se inmuta cuando la chica trabaja con las pinzas, lo cierto es que no la había alcanzado ningún trozo de metralla cuando explotaron los centinelas, sus heridas eran más por sus ataques directos  y los láseres que por otra cosa.  se mantiene con el cuello erguido como la orgullosa dragona que era y en el momento que Lasaña empieza a hablarle apenas se digna a girar un poco la cabeza para mirarla -Estoy mejor que tu, desde luego, Sean no permitiría que me dejaran en semejante estado... tu amo el licántropo se ha largado por ahí con el hippie que os ha salvado la vida a fumar la pipa de la paz o vete a saber que-  hace bastante énfasis en lo de su amo, pues siempre había pensado eso de los dragones que regalaban a los lobos el día de su nacimiento.

sigue escuchando el parloteo de la pequeña, bufa haciendo una especie de ruido parecido a un sonido de desprecio -Si no llega a ser por esos dos estarías muerta, tu primer combate no debería haber sido así, pasas tanto tiempo pegada a las faldas de tu amo ¿y no te ha enseñado a luchar? y encima te deja aquí tirada para irse de fiesta con el hippie, si, está super orgulloso de ti, le importas una barbaridad- dice de forma sarcástica lo último -No hace más que criticar a Sean y desde que ha llegado al castillo lo unico que ha hecho es lamerse las pelotas como el perro pulgoso que es.- si pudiera habría escupido con desprecio absoluto al decir esas últimas palabras cargadas de apatía total.

Piedra, el ave gigante de Sarah, nos trae a todos volando desde el lago Ness hasta aquí, después de escapar antes de la detonación del maltrecho centinela. Ha sido una batalla laaaaaaaaarga, y en cuanto aterrizamos nos enteramos de que somos los más retrasados, los últimos en llegar (de los que no han sido capturados, claro). Cojo a Sarah en brazos porque la pobre ya no aguanta más, entregándosela a alguno de los estudiantes de Lucio para que la pase hacia la enfermería. Azahar y Cleopatra se van a la zona de primeros auxilios que hay montada en el jardín, a la espera de que los que no atienden asuntos urgentes puedan hacerles caso. El tío de la secta robamagia se queda mirando a Azahar como un stalker hasta que ve que van a empezar a atenderla, después se pira a algún lugar del castillo.

Empiezo a mirar alrededor, entre los que han ido llegando, alucinando con que el dragón negro jodedor de renegados esté ahí tirado en una fuente que ha roto. El que me falta es Lykaios, que voy a tener que ir a buscar como no aparezca. Si hubiese llegado seguro que estaba ahí hablando con parte del grupo de la Brigada, que están pidiendo un kebab a domicilio o algo a un tío muy moreno. Me acerco con los ojos entornados, hasta que intuyo que es otro de los del Consejo de los 20. - ¿No ha vuelto Lykaios? - pregunto interrogando a mis compañeros, esperando por la respuesta de cualquiera. Me adelanto a responder al que pregunta por nuestras identidades, estrechándole la mano con una fuerte sacudida. El caso es que le mancho la mano con eso, que venía de coger a Sarah.

- Mi nombre es Benjamin Red, miembro de la Brigada de las Mil grullas. - respondo orgulloso de mi grupo, dejando después que se presenten los demás. - Acabamos de traer a una de los vuestros, Sarah. Está herida, pero no tiene mala pinta. - sigo con la tentación de pedirle un kebab al señor, que vengo canino y su cara me recuerda al tío de Camdem que me vendía kebabs. - Estamos aquí para colaborar en todo lo que podamos, y de paso me gustaría saber qué planes tenéis montados. No podemos quedarnos aquí todos apegastraos en esta casa para siempre. - obvio mencionar lo de que los retretes de esta casa eran muy cómodos para cagar, pues no procede en una conversación que parece formal.

- En cuanto esta gente termine de curar a todos deberían descansar unos días, y después...empezar a pensar cómo vamos a patearles el culo a los de la Alianza.

Estábamos algunos de la Brigada reunidos al lado de la fuente cuando pasó todo y huimos de allí cuando Altair nos gritó que nos largásemos. Pero lo vimos TODO. Nos pusimos a marujear sobre lo que había ocurrido hasta que un hombre con acento indú se nos acercó a hablarnos.

-Buenas, somos de la Brigada de las mil Grullas, yo soy Emily, ¿En qué puedo ayudarte?

No me extrañó que alguien preguntase por nosotros, éramos uno de los grupos que habíamos venido, pero a diferencia de los otros no dábamos mal rollo y veníamos en son de paz.

- Actualmente Lykaios, que es el jefazo, ahora no está disponible pero nosotros nos podemos apañar -

Recordé que desde que llegamos habíamos ayudado en todo lo que habíamos podido, ya fuese cocinando o colocando los libros que nos iban trayendo para poder seguir transportando. También conocimos a un montón de gente maja, aunque bastante más no ta maja, y pude enterarme de los cotilleos de los Descendientes.

-Por cierto… ¿Sabes dónde han ido el chico del brazo de princesa y el otro? Esos tienen algo, solo había que verlos al lado de la fuente, te lo digo yo -

Me crucé de hombros cual señora que sabe la verdad amorosa de todo el mundo, pese a no tener magia seguía teniendo olfato para esas cosas.

Le miré con cara de extrañado, ¿aún había gente que no conocía a los Descendientes? Pero bueno, en ese momento no me importó porque me fumaba vivo. - ¿Algún problema si los somos? - Dije acercándome a él con una sonrisa burlona, imitando la forma en la que él se lo había dicho a Sean hacía unos instantes, solo que yo tenía otra katana preparada. - Pues efectivamente, somos los Descendientes, solo que unos más preparados que otros...-

-Mercenario...- Le di una calada a la pipa, pensando en la de mercenarios que habíamos rescatado de los campos por meterse donde lo le llamaban - He conocido a unos cuantos, y no en muy buenas condiciones la verdad. Muchos terminan en los campos de concentración, trabajos forzados o experimentos. Pero veo que tú sabes elegir trabajos o estás bien protegido por tu montura… Te habrá costado domarlo -

-Se llama Lasaña porque desde que salió del huevo es una puta tikismikis que solo como lasaña. Aunque últimamente hemos tenido que cazar, ya no tiene a sus cocineros mágicos que le preparen su comida - Le dí ahora una calada más larga a la pipa, cediéndole esta a Setelah. Me estiré levantando los brazos y piernas y me tumbé en la cama, apoyándome en uno de los cojines. Empecé a acariciarme el pelo, que ahora notaba más por el efecto de la hierba.

-Sí, Altaïr Kirgyakos, no tengas vergüenza, estás en tu casa - Ni si quiera yo estaba en mi casa, más bien es esa habitación fea y antigua, pero quería que Setelah estuviese cómo, además que no me dejaba de preguntar que debía llevar bajo ese kimono.

-Pregunta lo que quieras ahora que puedes, agradezco que nos salvarás pero, como has dicho, en curar a tu amigo os largais. A saber cuando nuestros caminos se vuelven a juntar. - Mi mano pasó de acariciar mi pelo a mi pectoral, que creaba círculo que se movía y de vez en cuando rozaban el pezón, provocando que se pusiese erecto.

La chica de pelo blanco contesta amablemente a su preguntas, al parecer llevaban ya un tiempo allí pero él no las había visto -Si hubiera sabido que había damas tan encantadoras por aquí me habría pasado antes a saludar, mi mas sincero agradecimiento por prestarnos vuestra a yuda, y díganme, ¿Dónde se encuentra su capitán?, me gustaría tratar algunos asuntos con él -

La chica parecía a punto de contestarle cuando se acerca otra cara nueva, se presenta como Benjamin, miembro de la brigada, le da la mano manchada de sangre, tampoco es que le importase mucho pues el no es que estuviera muy limpio, mueve la cabeza y hace el movimiento típico con la mano de su pueblo para saludar -Salam aleikum mi querido amigo, mi nombre es Sayid Ibn Salah, descendiente de saladino y miembro del consejo de los veinte, muchas gracias por vuestra ayuda, juntos podemos superar esta crisis que nos afecta a todos-

Las chicas que estaban ahí reunidas estaban hablando sobre Lucio y Sean, a saber que habría pasado pues él solo los había visto entrar en la enfermería, sonríe a la chica de pelo blanco amablemente, poniéndose una mano en el pecho haciendo una pequeña reverencia de forma galante, -Les pido humildemente que perdonen los inconvenientes que tal escena les haya causado, verán, el joven Sean tiene una salud un poco frágil, sobretodo por todo lo que estamos pasando- vuelve a ponerse erguido y contesta a la propuesta del pelirrojo -Nosotros pensamos lo mismo, aquí somos un blanco fácil y es posible que nos encuentren en cualquier momento, los números no engañan, sin embargo debemos realizar una reunión con los jefes de todas las organizaciones que quieran unirse a la lucha para poder tomar medidas, por no hablar de los heridos, algunos en estado muy grave, pero intentaremos resolverlo lo antes posible-

Termino de examinar a la dragona Zaphira para proceder a la curación, comprobando que no parece que vaya a necesitar las pinzas porque no tiene trozos de metal clavados, como tenía la otra. Como mucho alguna bala suelta. El trabajo se centra más bien en ir limpiando las heridas abiertas y las quemaduras de los láseres, utilizando lo necesario para ir limpiando y desinfectando. Será un proceso largo, y así se lo explico a la dragona. Por suerte parece estar entretenida comunicándose con Lasaña, parece que las dos se ponen a hablar de cosas en su idioma, así que ni me entero.

De vez en cuando dejo de mirar a la escamosa piel de la dragona para alzar la vista y comprobar lo que sucedía en los alrededores, suspirando aliviada cuando veo que por fin traen a Azahar, más o menos bien. La saludo con la mano cuando pasa con Cleo, haciendo un gesto como queriendo decir que en un rato iré a verla para curarle mejor ese brazo. También me fijo en Adramelech, que ha llegado con ellos, aunque no se queda con el resto y se va por ahí vete a saber. A marginarse, seguro. A Sarah la han pasado para dentro, así que imagino que ya se encargará Lucio de ella. Y por aquí todavía queda atender al otro dragón negro, al cual han dejado solo. No creo que me haga nada por acercarme a curarle, aunque me sigue dando algo de reparo.

Empiezo a poner apósitos sobre alguna de las quemaduras de Zaphira, que parece un poco pasota respecto a Lasaña. Seguro que sigue preocupada por su protegido. - Iré para dentro en cuanto termine de curar a los dragones , veré cómo está Sean, y saldré a avisarte, ¿de acuerdo? - sonrío para acompañar a la pregunta, aunque no tengo claro si me entiende o no. Supongo que sí, porque a Sean le he escuchado hablar de manera normal con ella. No he visto mucho al chico mientras estuvimos en Ouroboros, era mucho de estar en la biblioteca, pero me ha parecido muy cordial en lo poco que le he tratado. También bastante mono, por qué no decirlo, aunque nada comparado con mi amor platónico, Yaroslav.



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Curación a Zaphira

0 dado + 10 hab= 10

PS ZAPHIRA: 40 + 10= 50

El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

Suelto un 'uhhhh' por lo bajo al escuchar los halagos del Sayid para Emliy, pensando en que ese quiere ligar con ella. Carraspeo poniéndome al lado de Emily, que no me fío yo de este señor. Seguro que la quiere unir a su harem de esposas y comprarla por muchos camellos, y llenarlo todo de pequeños descendientes morunos con alas. Sería una mezcla curiosa.

"Mira como a mi no me dice que soy un damo encantador...si es que se le ve el plumero. ¡Lo noto! yo soy igual"

- El capitán está desaparecido desde la luna llena, así que voy a salir a buscarlo cuanto antes, por si acaso le ha pasado algo. - explico a Sayid después de la pertinente presentación, recordando que debo decir lo Salam aleikum pero al revés. Soy un tipo de mundo... - Yo no he visto la escena, pero ya me lo cotillearán mis compañeros, que sí la han visto. - le pego un codazo a Emily cuando se pone modo señora maruja con los brazos cruzados. Sólo le falta darse golpes en el pecho con el abanico mientras dice 'oyoyoyyooy'. - Bueno, no es malo que haya tiempo para el salseo en medio de tanto caos, que si no nos morimos a base de disgustos, joder. Y en cuanto esta gente se recupere, fiesta. Reunión y fiesta de antes de ir a la guerra, por si la palmamos, ya sabéis. Es una costumbre de la Brigada. - me encojo de hombros, como si fuese lo más obvio del mundo.

- Pues entonces quedamos en eso. En una semana o así, cuando se recuperen todos, montáis una reunión para ponernos en acción. Yo quiero enterarme y cotillear, aunque sea sólo para los líderes. Ahora me voy a buscar a Lykaios,  traeré al jefazo a tiempo. Será duro, pero seguro que podéis prescindir un rato de mi persona - me despido de Emily rodeando sus hombros con mi brazo un momento para soltarle un beso en la mejilla, haciendo lo mismo con el resto de compañeros que estaban por allí cerca, Cleo incluida. Tantas despedidas hago que al final casi hago lo mismo con el Ensaladillo, aunque paro a tiempo antes de provocar un conflicto diplomático brigado-descendéntico. - ¡Nos vemos!- dicho esto me alejo de los jardines del castillo para marcharme, llevando mis armas listas.

Llevaba poco tiempo alli y ya me subia por las paredes. Al menos estabamos todos ubicados, al menos.... pero no, nada estaba bien. Daba vueltas por un patio interno de la casa, fumando como un carretero. Pensando constantemente.... algo se me pasaba. Habia algo, no sabia como decirlo. No sabia tanto como los magos, para nada, pero tenia el instinto de un soldado de la Alianza metido en la medula osea, y a veces, notaba esas cosas.

O quizá simplemente estaba demasiado nervioso y preocupado. Al final no habia hablado con Johan sobre Reed y lo que me contó Erika.  Reed. No tenia ni idea de como era mi hijo, y por lo que me dijo ella, bien podia ser aun mas capullo de lo que yo lo fui a su edad...falsa edad. Joder, hacerle eso a ella en la cara. Juliet, Reiv.  

"no, nada está bien"

- Una puta bomba de relojería...

Entonces lo vi. Una sombra oscura sobrevolando el cielo del castillo con...la joya...del pecho....

Se me cayó el cigarrillo de la boca.

"Smaug?!?"

Salí corriendo de alli hacia la zona en la que lo vi dirigirse, y para cuando llegué a la otra punta del amplio castillo LLENO DE PUTA GENTE QUE A VECES TENIA QUE EMPUJAR me encontré ya al imponente dragon negro tirado en mitad de un monton de sangre, "dormido"

"no me jodas, nomejodas tio"

- Que hace este aqui?!

Volvi al interior rapidamente, buscando a Johan para alertarlo,  lo encontré sentado con Yaroslav a las afueras de la sala de operaciones de Jo, mas palido que el yeso de las paredes.

- Johan, Smaug está aqui, el dragon negro de Bastion hollow que me odia y quiere matarme porque...porque cosas. Escucha, tengo que largarme de aqui o se lia parda. Voy a China Town, voy a hacer unos chanchullos, creo que puedo conseguirnos unos telefonos moviles seguros con linea para comunciarnos. Ire tambien a mi piso, hay cosas que necesito. No me pongas esa puta cara, ahora mismo es mas seguro alli afuera que aqui con este dragon en cuanto se recupere y le de en la napia que estoy aqui. Eh, animo, saldrá bien. Saluda a Jo de mi parte y si ves a Erika dile a donde fui - le di una hostia en el hombro y me di la vuelta, marchandome de alli un poco en plan hiperactivo, yendo a buscar mi coche robado al que ya le habia cogido cariño, marchandome.

respuesta a altair post:

- Ningún problema. - que lo fueran explicaba un poco que estuvieran en posesion de informacion relevante sobre las puertas del infierno, como las soliamos llamar. Mejor en sus manos que en las de otros, desde luego. Se acercó a mi y empecé a cuestionarme por qué no se habia vestido ya.

"me está poniendo un pelin nervioso. Asi es dificil concentrarse. Es que quiere lucir su cuerpo fitness, verdad? Por todas las deidades, es cosa de los licántropos el tener ese cuerpo esculpido en roca?"

- Bueno, no has conocido a ningun merecenario como yo, eso te lo aseguro. Llevo en la profesión desde que era un niño y he sido indetectable siempre que lo he querido. Montura...te refieres a Smaug? - pregunté ahora con tono de voz extrañado. No lo veia como a mi montura, a decir verdad.... - No me deja volar sobre él a menudo.

"solo si es de vital importancia"

- Y desde luego no lo he domado. Él hace lo que quiere. Es sólo que ahora...quiere estar conmigo. - estaba seguro de que Smaug se cabrearia si oyese al lobo hablar en esos terminos. El caso es que lo habia visto muy preocupado por su dragon, sin duda era una cuestion solo de expresion en terminos de palabras, no de valores o emociones. - Lo conozco desde hace unos pocos años, a Smaug, pero sí, al principio no fue una relacion facil. Casi me come... - se me escapó una risa por lo bajo al recordar como casi me mata el dia de la joya. O quiza fue por la anecdota sobre el nombre de Lasaña. Que adorable.

Tomé mi pipa y fumé, echando el humo despacio mientras observaba al relajado y confiado lobo estirarse delante de mi en la cama. Era la pipa, o era asi de confiado por la fuerza fisica que poseía? La sonrisa que hubiera podido mostrar antes se habia ido de mi rostro, esto era demasiado serio.

"pregunta lo que quieras"

- Ahora que lo dices...sí, tengo algunas preguntas.- dije en voz tenue, viendo como se entretenía con su propio pezón. Uno ya no sabia si estaba drogado, o se me estaba insinuando. Me acerqué a él no obstante, pipa en mano. - Tu compañero mencionó antes algo sobre los pozos de magia. Qué sabéis sobre eso...? Me ha sonado...curioso.

Yo sigo a lo mío  mientras las dragonas se comunican entre ellas, pasando a curar ahora las zonas de más difícil acceso, debido al tamaño de la dragona. Le pido permiso para subirme encima, empezando a poner gasas y vendas allá donde veo necesario, siempre desinfectando antes. Lo más complicado será poner las inyecciones, por la dureza de su piel. No pierdo detalle de lo que sucede alrededor, a pesar de estar curando, poniendo la oreja a lo que hablan Sayid y los brigadosos. No me entero del todo de lo que dicen porque no estamos precisamente al lado, pero por lo visto hay algún tipo de salseo. Después empieza a salir gente del jardín, como Benjamin, o incluso Thalos, que sale de allí escapado.

"no deberían irse, que ya se ve cómo llegan cada vez que salen"

Suspiro con resignación porque parece que no se les puede impedir nada, así que me quedo contándoselo a las dragonas, que eso de estar callada mucho rato me cuesta.  - Esos que se han ido son Thalos y Benjamin...Thalos es de los renegados. Él y Erika me salvaron una vez, hace mucho tiempo. También me salvó el buenorro de Yaroslav, y desde entonces...ais...- les suelto todo eso porque sé que no lo van a contar, aunque no tengo en cuenta que tal vez hablen en lengua común, como otros dragones. - pero él no me hace caso. Como me ha conocido desde pequeña creo que me ve como a una cría. - refunfuño algo molesta, pasando ahora a ponerle inyecciones a Zaphira para evitar infecciones.


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Curación a Zaphira

dado 10 + 10 hab= 20

PS: 50 + 20= 70

El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :