Castillo Le Fay (en ruinas)

Me habia quedado con Smaug todos estos dias hasta que habia ido mejorando. Luego le conté la anécdota que me habia pasado, asi en susurros draconianos, para que no se enterase ningun otro cotilla por ahi. No se que impresion debió causarle aquello pero seguro que no le habia hecho tanta gracia como a mi. Tambien le dije que tenia sospechas de que estos magos estaban encaminados en algo, y que me quedaria hasta que se celebrase aquella tan sonada reunion.

Por lo menos no se hizo mucho esperar

Aquella noche, la gente empezó a reunirse alli. Yo habia decidido quedarme bajo Smaug, entre sus grandes garras. Su sombra de hecho me tapaba, y dudaba que muchos de los presentes si quiera me hubiesen visto.

Mejor.

vi a mis antiguos compañeros los Blood Keeper. Mi mirada, generalmente curiosa y vivaz, se volvió austera, fija y demasiado penetrante en cuanto localicé a Tobías junto con ellos. No...no se me había olvidado.

vi un hombre de largas cabelleras con...era aquello...una maldita calavera de poder? Ups. Los Soul Reaper tambien estaban aqui. Estaria Adramelech? Esperaba que no intentase nada raro, ya intentó matarme una vez, deuda saldada.

-Smaug, por favor, no te comas a nadie. Gabinete de crisis, enemigos mas poderosos fuera de este castillo, recuerdalo. Y creéme, te entiendo. Aqui tambien hay algun individuo al que yo le echaria las manos al cuello- le dije al dragon en su antiguo idioma - De todos modos espero que esto valga la pena. Deberiamos haber llegado a aquella ciudad hace dias ya....

Muchas cosas habían sucedido desde la última luna llena. Primero me tocó salir de debajo de un montón de escombros después de la transformación, con un disparo en el brazo y medio machacado por el martillo de Yaroslav. Después me tocó caminar durante días para llegar hasta mi casa, sólo para descubrir que me habían dejado una nota y que se iban todos al castillo Le Fay. Una vez allí me encontré con el castillo ocupado hasta los topes, y con toda clase de gentes allí metidas, no sólo miembros del Consejo. Pedí explicaciones a Catherine, que había venido hasta aquí con Aedan, Lyran y con mi padre. Ella me puso un poco al día de todo el asunto, aunque no parecía estar muy conforme con la situación, ni había estado muy al tanto de las últimas novedades con respecto a la isla. También pude ir a visitar a Jarkko, que seguía en la enfermería en un estado bastante malo, prácticamente igual que cuando perdió los brazos la primera vez. Le pedí perdón por lo de la pasada luna llena, y fui a hablar con Lucio para ver si le podía hacer unas nuevas prótesis, unas que no se estropeasen. Al menos Jarkko ya estaba en lugar seguro, aunque estuviese hecho polvo. Mi padre también lo visitaba a diario, aunque no hacía más que gruñir porque odiaba estar con tanta gente, y gruñía mucho más si por casualidad se cruzaba por el pasillo con el líder de los Soul Reapers. Tanta gente revuelta allí era como tener una bomba de relojería a punto de estallar. Así me sentía yo también, no sabía cuando terminaría por estallar por culpa del descontrol que tenemos ahora mismo los licántropos. Lo que es seguro es que tendré que volver a marcharme antes de la luna llena.

Por fin llegó el momento de reunirnos en los jardines, que parecen ahora una comuna hippie o un lugar para una rave. Quién le iba a decir a Catherine que el castillo de los Le Fay acabaría así. - Suerte que ahora no tienes tus poderes para maldecirlos a todos, que tienes cara de ir a hacerlo de un momento a otro. - susurro mientras me posiciono a su lado en el círculo de gente que se va formando, como si aquello fuese un aquelarre. Ella alza la voz de manera autoritaria para dar inicio a la reunión, y para que cada uno comience a exponer todo aquello que sabe y las posibles soluciones, además de otras cosas que se quieran aportar. Por mi parte no hago más que mirar con odio a los que creo que no deben estar allí, que son varios. Espero poder controlarme, por el bien de todos.

Sin sus sombras, sus dones eran un poco menos omnipresentes. Sintió claramente la presencia que le acompañaba, pero no pudo distinguir hasta que le tuvo a su lado y su voz llamó la atención. Había intentado volver a ser ella misma, usando uno de los pocos vestidos blancos que le quedaban, para conmemorar la ocasión aún cuando las pocas luces que la iluminaban eran enteramente de la luna. Le era suficiente por ahora, pero sabía bien que no volvería a ser lo mismo hasta que volviera a la normalidad.

Por una vez, Johan no estaba muy diplomático. Una sonrisa ladina salió de sus labios mientras observaba a quienes llegaban a congregarse. Aún estaban lejos de todos, pero mejor así, que ella funcionaba mejor desde las sombras y él no quería saber nada del resto de los presentes.- A veces, para enfrentar problemas que nunca habíamos enfrentado, tenemos que hacer cosas que nunca habíamos hecho.- Murmuró sin quitar los ojos fijos de uno de los dragones. Uno negro con una piedra en el pecho con quien ya se había encontrado con anterioridad. Las segundas palabras de Johan apelaron un poco a su sentido de la curiosidad, por lo que giró el rostro para verle de frente, por primera vez en algunas semanas. Ambos habían estado ocupados en cosas distintas, y solo habían coincidido aquellas veces en aquella habitación.- No he podido dormir. Esto me rebasa un poco. Nos rebasa a todos.- Murmuró, aunque lo que quería decir es "me atormentan los recuerdos de la pegajosa sangre negra de tu esposa, su pecho sin corazón y la sensación de su pulmón resbaloso cuando abrió espacio para adentrar el nuevo artefacto". Pero era una dama, y jamás lo diría.- ¿Qué necesitas? No creo poder ayudar mucho ya, pero haré el esfuerzo.

Llego al castillo Le Fay borracho y completamente desolado, por no haber podido encontrar a Lykaios, ni tampoco a Genievre. Desde la última luna llena no los hemos localizado, nada, como si se hubiesen esfumado, y eso que he buscado por todos lados. Esto es peor que cuando dijo que confiaba en mí, y le acabé quemando el barco. En cuanto llego al jardín me encuentro con toda aquella reunión que no sé de qué va, pues yo me había pasado todo este tiempo ahí afuera, buscando a mis amigos. Parece que están decidiendo algo, parece que me suena que Sayid dijo algo sobre una reunión de líderes, o tal vez me lo haya imaginado. Me acerco al grupo un poco tambaleante, con mi botella de ron en una mano, pegando algún trago hasta que cojo sitio.

- Yo vengo por la Brigada de las Mil Grullas. Lykaios ha desaparecido, así que os tendréis que conformar conmigo. - doy un hipido y bebo otro trago, señalando después a los Blood Keepers en cuanto veo que están ahí, especialmente a Adele. - ¡ELLA NO DEBERÍA ESTAR AQUÍ! ¡ES UNA ASESINA! ¡ME DA IGUAL QUE SEAN DE SANGRE MÁGICA! - grito arrojando la botella de ron a la cara de Adele, si le llega o no ya depende de mi puntería o de lo lejos que esté. - No todo vale...no les necesitamos. - gruño indignado, buscando apoyo en cualquiera que me siga. Si tuviera mis poderes ya estaría quemando cosas, prendiéndole fuego a todo.

- Y mi aportación es...vamos a decapitar a sus líderes...

Tan atareado he estado con los pacientes que apenas he tenido tiempo de hablar demasiado con ninguno de mis compañeros, aunque es evidente que el haber perdido a dos de los nuestros pesa bastante. Tampoco he hablado con Sean, que al parecer se ha pasado los días encerrado en la biblioteca. No he hecho más que sentirme culpable por haberle dejado así, casi tan confuso como estoy yo. Tal vez lo mejor sea dejar las cosas así por el momento, hasta que todo vaya mejor y podamos pensar con claridad. En el momento de la reunión decido salir al jardín, dejando a los estudiantes al cargo de los heridos y enfermos. Es mi obligación asistir, aunque no sea de los que más pueden aportar. Además, tampoco quiero dejar solo a Sean, que sé que necesita mi apoyo en estos momentos, aunque sólo sea para estar ahí.

En cuanto le veo llegar al jardín me fijo de las ojeras que lleva, como de haber estado sin dormir durante días, o durmiendo muy poco. Cruzo una rápida mirada con él, sonriendo de manera muy leve a modo de saludo y de hacerle saber que siga contando conmigo, a pesar de aquello que le dije. Después me centro en el inicio de reunión hecho por Catherine, que ya se ha puesto al día con lo sucedido. Las tensiones no tardan en surgir, tal y como esperaba, así que trato de calmar los ánimos.

- No es el momento para impartir justicia, o venganza, como quiera que lo llames. Ya habéis escuchado a Catherine, cualquiera que tenga algo que aportar que sea de valor, que hable. El que no, que se abstenga, hasta que deba contestar a alguien. - alzo la voz para que se me escuche, que hay un murmullo generalizado y cuesta un poco hacerse escuchar. - Decapitar no es la solución, ¿qué barbarie es esa? buscamos la manera de que esos satélites no bloqueen la magia. Y tenemos los datos de los planos hechos por Tesla, que muestran el modo en que esas cosas amplifican lo que quiera que sea que causa la falta de magia. Por otro lado tenemos los datos que sacamos del libro que encontró Sean, respecto a los pozos de magia.

Después de avisar a todo el mundo y pasar un buen rato dando vueltas por el castillo, estaba agotado, la falta de sueño empezaba a cobrarle factura y aún tenía cosas por hacer, por no decir que casi se muere al informarle a Smaug sobre la reunión, le habló resguardado entre las patas delanteras de Zaphira que en todo momento estuvo en guardia, por suerte había “aceptado” o al menos no se había marchado. se fue a visitar a Saladino, el cual debía darle una copia de la página del libro que habían encontrado, además del póster de tesla y los planos de Yaroslav, todo aquello les haría falta esa noche.

A medida que se ocultaba el sol, todos los invitados iban llegando,aunque él no los vio hasta llegar al jardín,si ya se ponía nervioso en el consejo de los veinte, con semejante marabunta de gente le iba a dar un infarto, sin embargo alguien le sonreía desde un sitio un tanto lejano, Lucio había asistido a la reunión, le devuelve la sonrisa pues a pesar de que no se habían visto en un mes y había pasado todo aquello en la enfermería, podía sentir su apoyo, más o menos.  intenta mantenerse fuerte y erguido, Catherine había dado inicio a la reunión, a ella si que no la había visto desde hace mucho tiempo. se abre paso entre algunos curiosos hasta llegar al centro del círculo ya estaban los representantes de los Blood, los soul… y el de las grullas hizo una entrada triunfal, menudo desastre, inmediatamente se acerca para calmarlo y después habló tanto para él como para el resto que se encontraba ahí congregado.

-Por favor, esto es un problema que nos relaciona a todos, si no trabajamos juntos no podemos hacer nada contra la alianza, ¡Mirad a vuestro alrededor! es que no os habéis dado cuenta? estamos en pleno verano y las plantas se marchitan, los pájaros no cantan, a este paso no solo nosotros desapareceremos, todo el planeta perecerá si no hacemos algo-

saca los planos y la página del libro que sayid ha copiado, enseñándolo a los líderes, excepto al de las grullas, necesitaba un café y dormir la mona, a el mejor se lo explicaba despacito -Lo que tenéis en las manos es una copia de un libro antiguo, habla sobre los pozos de magia, los cuales pueden absorberla e inhibirla, sin embargo el libro habla sobre un guardián, creo que debemos encontrar a esa persona y pedirle ayuda, además de los puntos naturales en los que actúan estos pozos- ahora saca una copia sobre los planos robados, y los enseña, pero esta vez no se los da a nadie, mejor no arriesgarse mucho, a alguno se le podría ocurrir salir corriendo con ellos -Esto es un plano de los satélites que la alianza ha lanzado, puede que no solo el gobierno de inglaterra, pues sospechamos que hay más de una de estas cosas rondando el planeta, amplificando el efecto de los pozos de magia para así acabar con ella-

Deja un breve momento para que los presentes lo procesen y continúa hablando -Como ya he dicho antes, es un problema para todos, tenemos muchas diferencias que nos dividen pero en esta ocasión os invito a dejarlas de lado por el bien de todos, sin magia acabaremos por marchitarnos y desaparecer, si alguien tiene algo más que añadir, le escucharemos, cuanta más información tengamos antes podremos solucionar esto-. deja el centro del círculo muy dignamente, pero en la cabeza lo único que tenía era un mantra “No vomites, no vomites, no vomites, que hay mucha gente, no vomites!” se mete entre la gente, y va al lado de Zaphira, escondiéndose entre sus patas, la técnica del avestruz, esconder la cabeza, era lo mejor, al menos hasta que se calmara.

Bostezo porque me aburren los previos de unos y otros, con su ceremoniosidad para empezar. - Oh, por favor...qué pesados son. - murmuro para Rybar, que también anda por aquí más callado que un palo. Todavía está pendiente que el tonto del médico colabore con Tobías para hacerle un brazo, pero parece que están muy ocupados con los pobretones de los renegados como para darnos asistencia médica. Aguanto con cara de asco la llegada del pelirrojo de la Brigada, que viene borracho y profiriendo amenazas. Ruedo los ojos y suspiro con desgana, alzando la barbilla con gesto de superioridad. - Aquello quedó más que saldado...tú mataste a mi marido, así que deja de fingir que sois los buenos. Aquí nadie se salva, sólo que vosotros sois unos hipócritas que parece que no habéis roto un plato en la vida. - espeto con cara de digna, esquivando después el botellazo que me lanza por muy poco. Se cree que me va a dar a mí, un patético borracho.

El niñato descendiente de Merlín comienza a hablar y a soltar el rollo, aunque entre lo que dice hay cosas que me parecen interesantes, y de los cuales tomo nota. Lanzo una miradita a Rybar y otra a Tobías, como diciéndole que es el momento de abrir su bocaza. Así que satélites y pozos de magia...la segunda parte encaja con lo que nos han contado, la primera no tenía ni la menor idea. - Me temo que los traidores a la sangre han vuelto a hacer de las suyas. Los humanos son estúpidos como para saber de eso por ellos mismos, han necesitado una especie de topo, una rata... - empujo a Tobías dentro del círculo, pensando en lo divertido que sería un linchamiento público. Lástima que aún le necesitemos. - Encontré a este tipo hace unas semanas. Estuvo colaborando con la Alianza en asuntos relacionados con el bloqueo de magia. Tal vez os sirva de algo escucharle antes de que le demos su merecido. De nada. - me vuelvo a retirar con una sonrisa de sobrada, regresando junto a mi grupo para escuchar el resto de aportaciones.

En el castillo siempre había movimiento pero ese día había movimiento de más. Al parecer había una reunión. Odiaba las reuniones, siempre acababan mal. Aún recuerdo la del Odeon cuando se vino abajo el escenario.
Sin embargo ahí estaba. Bajando las escaleras para ir al jardín. Al menoa tenía la eaperanza de encontrar allí al cegato. Se había esfumado dejándola con el elfo insinuador que seguía soltàndole frases confusas.
Al llegar al jardín había gente ya reunida. Se estaban posicionando por bandos al parecer. Ya se estaban gritando. Ben parecía estar liándola como siempre.
Mis pasos fueron hacia Johan donde paré. Habíab lanzado al centro al científico chalado.
-No me da buena eapina todo esto.
Demasiada gente con ideas muy dispares. Vió al demonio a un lado. Apretó los labios en una mueca y después gruñó.
-Manteneos alerta.
Siguió su camino rodeando externamente el círculo. Había hecho una promesa, a pesar de carecer de magia. Discretamente se situó a la vera de Khaled. Le miró de reojo. Parecía diferente.
En aquella facción se mantenía el silencio. Supongo que a la espera de que todos los demás se soltasen mierda entre ellos. Y de pronto de frente lo ví.
Se me encogió un poco el estómago. Smaug... Hacía tiempo que no le veía pero seguía igual de aterrador. Corrigió su posición para ocultarse tras Svensson. No sabía si el lagarto la reconocería tras esos años pero no quería tentar a la suerte.

post de Setelah:

Tuvimos que quedarnos en aquel castillo lleno de gente mientras me recuperaba de la última batalla. Setelah no quería que nos marchásemos de allí todavía, a pesar de mi insistencia, tanto por enterarse de lo que sucedía como por dejar más tiempo para que recuperase fuerzas. Lo cierto es que no terminaban de retornar por completo. El bloqueo de magia hacia que cada vez me sintiese más debilitado, y tal vez pronto no pudiese recorrer volando la larga distancia que nos separaba de uno de los lugares a los que me había propuesto ir Setelah, al otro lado del Atlántico. No se lo confesé, y tampoco me comuniqué mucho con nadie durante los días que permanecimos en el castillo. A pesar de ello no dejé de observar a los dragones de los Descendientes, pues me sorprendía que varios de ellos tuviesen esos vínculos con los dragones. Un día vino uno de ellos para hablar conmigo, refugiado entre las patas de la dragona que era su compañera. No era la que yo había transportado hasta aquí, la pequeña de color dorado, sino una que parecía superarme en edad. Gruñí y acepte asistir a la reunión, no podía hacer otra cosa.

Y allí estábamos al final Setelah y yo, en aquel jardín de un castillo extraño y en medio de una reunión con extraños, que pronto se empezó a llenar de caras conocidas, entre ellos de los renegados. Qué irónico todo. Lancé una mirada codiciosa a Khaled y la calavera que portaba, pues esa no la había tenido en mi colección cuando las custodiaba hace años. Después enrosqué la cola alrededor del cuerpo, sentándome sobre la hierba con Setelah justo debajo, como frenándome para no atacar aquí a nadie. No localicé por el momento a la persona que se situó tras Khaled, pero era cuestión de tiempo. Utilicé en tono quedo la lengua de los dragones para comunicarme con él, a pesar de que algunos aquí puedan entendernos.

- No atacaré por el momento, hasta que consigamos la información necesaria, y tal vez alguna cosa más...- volví a mirar con codicia la calavera apagada de Khaled, la cual no servía de mucho en ese momento. Daba igual, el ansia por tener ese tipo de reliquias siempre me pudo. Eché un poco de humo por la nariz cuando mencionó lo de haber llegado ya a esa ciudad, aunque todavía no le digo que no estoy seguro de poder llegar. - ¿Qué esperas encontrar allí? ¿qué viste en la puerta de Londres? - yo no me había llegado a acercar, y él no me contó demasiado. Empujo a Setelah un poco con el hocico como para que intervenga y diga ya lo que sabe, mostrando a continuación mis fauces al traidor que han lanzado al círculo.

post de Victorya:

Permanezco todavía en silencio con respecto al gran grupo, al menos hasta que todos terminen de llegar, situarse, y dar comienzo a la reunión. Aprovecho esos escasos minutos para poder hablar un poco con Victorya, a la que hace ya más de un mes le dije eso de 'tenemos que hablar'. - Hacer las cosas como nunca las habíamos hecho tampoco es garantía de solucionar esos problemas, y si eso incluye colaborar con esta gente, ¿tú te ves capaz de colaborar con ellos?...- no, no puedo aceptarlos. Por mucho que hubiese una tregua de no agresión temporal, no tiene nada que ver con tenerlos aquí en una reunión con nosotros. Casi me sorprendo cuando ella por fin se digna a mirarme de frente, ya que no sólo me había rehuido verbalmente, sino con algo tan sencillo como el contacto visual. Desconocía el motivo para ello.

- Creo que pocos de los que estamos aquí hemos dormido. - comento haciendo un gesto con la barbilla hacia el círculo de gente, como para que se fije en las ojeras de muchos de los presentes. Además, la gente parece estar más cansada, ya no se sabe si achacarlo a la situación o al largo tiempo de bloqueo mágico  - Lo entiendo. Nos sobrepasa porque no es como otras veces que sí sabemos cómo actuar, aunque sea difícil. Ahora estamos bastante perdidos. - sigo charlando con Victorya por lo bajo, para no molestar mientras que Catherine da inicio a la sesión. Decido pasar por fin a preguntarle directamente a Victorya, cuando me pregunta que necesito. - Algo sencillo. Primero darte las gracias por haber ayudado a Josephine en todo lo que has podido, eso no lo voy a olvidar. Y segundo...que me digas si te pasa algo conmigo, o sin son imaginaciones mías. Me has estado esquivando todo este tiempo, desde que llegamos al castillo. No entiendo tanto distanciamiento. - murmuro bajando un poco más la voz, desviando la mirada un momento para prestar atención a Erika cuando pasa un momento a mi lado. - Lo sé, a mi tampoco me da buena espina. Es como el Odeon repetido. Esperemos que no acabe igual, esta vez nos jugamos mucho. - por mi parte estoy haciendo un esfuerzo por no saltar contra nadie, aunque reconozco que me gusta cuando casi le parten la cara a Adele con un botellazo. Sigo a Erika con la mirada, extrañándome de que se vaya con el señor del báculo con la calavera. No le conozco personalmente, pero por lo que me han contado también andan por aquí miembros de los Soul Reapers, de los cuales Erika obtuvo su poder, aunque renegase de ellos. El que falta por llegar es Thalos, se fue cuando la operación de Josephine y todavía no ha regresado, ya empieza a ser mosqueante.

La revelación de Adele sobre Tobías hace que me den ganas de darle una paliza, sus acciones hace tiempo que rebasaron el límite, y, si lo que dicen es cierto, esta vez ha ido demasiado lejos. Si Reiv estuviese aquí ya habría saltado a por él, le hizo un par de putadas considerables. Paso de hacer caso a Adele y su afán de protagonismo, y casi que lo mismo con Tobías, tendrá que rendir cuentas cuando hable. Presto atención al joven Eire, ayudado por Lucio para que todos empiecen a poner de su parte, que se supone que es para lo que estamos aquí.

- Al menos ya sabemos lo que sucede. Satélites con pozos de magia, o algo así habéis dicho. - alzo por fin la voz mientras recapitulo la información dada, tratando de pensar en qué hacer con lo que han descubierto entre varios.  - El efecto es tan fuerte porque hay varios, según decís. Necesitaríamos llegar a alguna de las bases desde las que lo controlen para así estropear al menos un par. El problema es que no se entra así como así en una base de la Alianza, menos al área de control. Otra opción sería atacarles robando un misil de los suyos. Ya robamos una bomba termobárica en Irlanda en una ocasión, cuando lo del vampiro Enkil. Podemos intentar robar de nuevo, y preparar algo en condiciones con los conocimientos de la gente del Consejo.

Lo de ir con los Blood Keepers no resulta tan buena idea después de todo, su prepotencia es insufrible y además acabamos en un sitio en el que estoy rodeado de enemigos, como varios renegados con los que prefiero ni verme, o incluso el mercenario Setelah, con el que no hace tanto tuve una pelea en una taberna. Sinceramente, me largaría de aquí si no fuese porque lo que me espera fuera sea probablemente mucho peor. Al acudir a la reunión no tardan en empeorar las cosas, es el caldo de cultivo perfecto para que estallen las enemistades entre unos y otros, fraguadas a lo largo del tiempo. A Adele le arrojan una botella a la cara, aunque me quedo con las ganas de que se le estampe, más todavía después de hablar de mí en tan malos términos. Su empujón hacia el centro del círculo me parece un gesto muy bajo, propio de gentuza como ella.

Ahora quedo expuesto a la mirada acusadora de todos los que allí se concentran, que ya saben que por mi culpa ha habido filtraciones a la Alianza sobre algo que no deberían haber descubierto. Y ahora lo han utilizado en contra de todos. Lanzo una mirada de odio a Adele por cómo lo ha planteado, pero decido que puedo salir del atolladero sin darle el gusto de que se haga la heroína. - No es del modo en que lo ha dicho. - mascullo mientras escucho lo que dice Sean acerca de que la falta de magia está afectando también a la naturaleza, como si esa falta de equilibrio fuese perjudicial no sólo para aquellos que dominamos la magia. Por fin comprendo el modo en que han amplificado la potencia de aquel material, con algo mucho mejor que la primitiva máquina que cree con mi socia. Debería haberlo pensado antes, casi me siento avergonzado por no hacerlo.

- Yo ya trabajaba en la investigación de máquinas bloqueadoras de magia antes de que esto sucediese, no hice el trabajo para ellos, sino para un tal Novgorod. La Alianza simplemente se apropió de lo que yo estaba investigando, de algún modo se filtró la información que tenía en mis archivos, y aprovecharon el material que estaba empleando. No les habría entregado todo eso tan a la ligera, sabiendo que yo también iba a estar entre los perjudicados.

"en todo caso lo habría hecho si hubiese descubierto un modo en el que a mí no me afectase"

Paseo la vista por los presentes, evaluando sus reacciones y gestos. A Setelah le lanzo una mirada retadora, a Johan una de condescendencia, y a Sean una de apelar a sus supuestas buenas intenciones. - No sé exactamente dónde conseguir esa especie de mineral antimagia. Yo obtuve las muestras a partir de una persona ...y a partir de ahí utilicé mis conocimientos de alquimia para producir más, pero en cantidades pequeñas, no eran suficiente como para provocar lo que está sucediendo, como mucho actuaban en un radio de unos 20 metros. Con tantos satélites sí que han podido amplificarlo de una manera exagerada.

Mas y mas gente se fue congregando bajo la escala luz de la luna y las antorchas que se habian encendido. Smaug a parte de gruñirme, poco me contestó. Sonreí de lado cruzandome de brazos, sentado a lo indio en el suelo, recordando lo que mencionó Altair sobre doma de dragones. Sehh, claroo...

Miré hacia arriba por sus palabras, y luego segui la direccion de sus ojos hacia Khaled y su baculo con la calavera. Lancé un gruñido de desinterés.
-Smaug, las calaveras no te sirven para nada. Deberias empezar a coleccionar Funko-Pops. ¿Qué espero encontrar...? Pues que los yacimientos y las puertas sigan intactas, que no las hayan descubierto. Igual que la de Londres, nadie habia ido alli, no habian tenido problemas. No saben de ella.

Me arrancó una sonrisilla de diversion el pelirrojo al tirarle la botella de alcohol a Adele. Luego hablaron otros y cuando Sean tomó la palabra presté mas atencion. Habian descubierto informacion interesante...cuando llegó a mis manos aquel pliego que era copia con informaciones sobre algo que me afectaba directamente, lo lei de modo rapido.

"guardian? Se creen que solo hay uno?"

Carraspeé un poco. Smaug me empujó con su hocico y me puse en pie, pero le hice un pequeño gesto para que aguardase, pues aun queria oir mas. Satélites?
-Asi que era eso, Smaug. Es por eso que no hay magia a gran escala. - susurré. Segui con la mirada a Tobias en cuanto fue casi obligado a ir al centro del circulo.

Lo escuché, atento...comprendiendolo todo...no....no hacia falta ni que los de la Alianza hubiesen averiguado sobre las puertas si lo habian hecho como decia Tobias...consiguiendo el material de un Guardian ...estudiandolo y reproduciendolo con alquimia.

- Vosotros los alquimistas siempre me parecisteis unos blasfemos, creando lo que solo está en manos de la naturaleza crear. - dije, caminando hasta el frente de Tobias. Me habia retado con la mirada. Clavé mis ojos en los suyos, la tensión creció por momentos....y finalmente le sonreí al alquimista y le di unas palmaditas en la mejilla, girándome para ignorarlo.

- Así que era eso. Me quedo mucho más tranquilo, simplemente es amplificacion mediante tecnologia, no han descubierto el verdadero origen. Sobre la informacion que encontrasteis antes, acerca de aquellos tres puntos de antimagia y los tres puntos opuestos.... Digamos que habeis tenido la suerte de encontrar a uno de esos guardianes. Sorpresa!!!

"bueno, casi, casi....ehem"

Me rasqué la barba con la otra mano tras la espalda y miré a Tobias y luego a Sean
- No hay "un" guardián. Hay muchos, por todo el mundo, cerca de cada puerta.  Antes de encontrarme con vosotros me dirigía con Smaug hacia San Francisco, y luego a Turín, tras comprobar que la puerta de Londres sigue intacta y la Alianza no la ha descubierto. Pero ahora gracias a lo que nos acaba de contar Tobias sé que probablemente, el resto de puertas sigan intactas, y que la Alianza no conozca este secreto. Aun....o vas a correr hacia ellos a venderles tambien esta informacion, Tobías, si te prometen el oro y el moro?

Pasé mi mirada de nuevo hacia los demás
- Si no han descubierto las puertas tenemos aun una oportunidad. En el momento en que sepan donde estan los focos de antimagia, despedios. Los Guardianes las protegerán con su vida pero su vida puede no ser suficiente. Sin embargo, me preocupan mas las que llamamos las puertas infinitas.

Escuché a markus, el tipo raro de la silla de ruedas, hablar sobre las calaveras
- Mas bien se relacionan con lo que nosotros llamamos las puertas del infinito. En esos lugares hasta los no magicos pueden hacer magia. En esos lugares, puede que la magia aun resista al influjo amplificado de la antimagia. Y si es asi  no tardarán en encontrarlas. Imaginaos que la tierra es como un ying y un yang....posee ambas fuerzas, pero ninguna anula a la otra lo suficiente como para causar un desequilibrio. Hasta hoy, por medios artificiales.

Observé a la mujer pelirroja acercarse hasta donde estaba yo. Se estaba posicionando junto a los Soul Reaper en lugar de los Renegados? Internamente, me pareció un acto digno de una futura lider de la hermandad de la Calavera del Fuego.

Pero luego noté que se escondía ligeramente tras de mi, y pronto me di cuenta de que lo hacia por el dragon que teniamos alli cerca. Un enemigo del pasado, supuse, que no queria que la viese. Por fortuna mis espaldas eran lo suficientemente anchas como para que no la viese.  Entrecerré mis ojos hacia Smaug. Podia sentir su codicia. Habia visto esa mirada tantas veces.... y los dragones eran codiciosos, sobre todo los negros....

"no, no es tuya, ni lo será nunca"
- Problemas con un dragón? Esta vez no puedo hacer un portal para sacarnos del atolladero. -. susurré en voz baja para que solo la mujer me escuchase

La gente fue hablando. Fui atando cabos, comprendiendolo todo. Un descuido tras otro, aquello era lo que habia ocurrido, negligencias por parte de unos y de otros. Y ahora, el mundo lo pagaba. Sean habló, Johan, Tobías, Markus que hizo referencia a nuestras calaveras y me sacó una mueca de desprecio (las tenia él?) y por ultimo, Setelah.

Finalmente, me digné a despegar los labios y a hablar. Lo hice como siempre, pausada y friamente, pero con un tono claro que se podia escuchar a la perfeccion.
-  Equilibrio. Lo que has mencionado me recuerda a lo que provocamos hace algunos años cuando los Soul Reaper reunimos en un mismo lugar todas las calaveras mágicas de poder. La mayoria aqui sois muy jovenes...pero algunos recordaréis el caos que se desató entonces. Entonces fue mucho mas explosivo que ahora, tambien en un territorio mas reducido,  pero no puedo evitar verle la relacion. Fue lo mismo, pero a la inversa. Solo logramos detenerlo destruyendo mas de la mitad de nuestras calaveras. Esperad el tiempo suficiente, y volverá a ocurrir lo mismo.

Habria avanzado para ponerme mas a la vista, pero no lo hice, recordando que la mujer pelirroja debia de seguir queriendo la vista del dragon sobre ella. Observé a Markus, y los demas magos alli presentes.

-  Es probable que el material en base al cual están creadas nuestras calaveras sea similar al que se oculta en aquellas puertas del infinito, y es posible que puedan actuar de alguna manera una vez se pongan en consonancia en los puntos necesarios.... Pero no es igual del todo. Las calaveras fueron creadas por un demonio. Y no responderán ante los magos nunca más. - anuncié, tajante. - Pido retribucion de lo robado a cambio de nuestra colaboracion. Es hora de que reconozcáis que si la magia puede robarse...tambien puede atribuirse.

Finalmente, logré volver. Tras pasarme por mi antigua vivienda y recoger explosivos y armas, mas tabaco y algun que otro ordenador robado, tuve que tomar muchisimas carretareas secundarias en mal estado que daban mil rodeos, e incluso atravesar cultivos, para evitar los controles de seguridad.

Entre eso, que estaba puto lejos, que tenia un brazo roto en cabestrillo ademas de con un agujero de bala y que el coche era una mierda, habia tardado un monton en volver, pero lo logré.

Bajé del automovil cargando con una enorme mochila llena de mis cosas y un macuto en el hombro del brazo sano. Vi movimiento en el jardin... habia reunion? Escuché voces, frases sueltas.

"mierda, Smaug sigue ahi? Pero esto no puede esperar"

Di un rodeo sin acercarme a la luz de las antorchas, el dragon parecia en horas bajas, que curioso. Localicé algunos rostros conocidos, incluso...Blood Keepers. Me acerqué a Johan, y le di un toque en el hombro para llamar su atencion. Tambien habia reparado en la presencia de Tobias.
- Johan, la Alianza está buscando a ese científico mago de ahi - dije hablando en voz baja en todo momento para no interrumpir la conversacion

"al menos se han adelantado"

- Y ese puto dragón quiere matarnos a Erika y a mi. Y... - resoplé y le puse un movil en la mano al Black, de los que habia robado, y luego otro a Vyka, que estaba junto con él. - Feliz cumpleaños a todos, moviles nuevos. Victorya, luego quiero preguntarte unas cosas, asi que resérvame unos minutos.

Sobre James y mis sospechas, principalmente. Luego me escabullí y fui hacia donde estaba Benjamin, que apestaba a alcohol. Le dejé unos cuantos telefonos para que los repartiera entre la brigada, esperaba que supieran como usarlos. Pensé como decirle lo que habia descubierto gracias a tener internet en aquellos moviles...
- ... Ben, a Lykaios y a Genievre los capturaron hace un par de dias. Hay...videos en las redes. - le di unas palmadas de animo al pelirrojo en el hombro, dejandolo con los telefonos que acababa de darle. Luego fui a donde estaba Erika y me paré tras ella, agarrandola con un brazo por la cintura y besandola en el cuello para quedarme apoyado, cansado, sobre ella. - No lo he encontrado, pelirroja.... - me tomaria un descanso antes de seguir repartiendo moviles a diestro y siniestro, modo papa noel tuerto.

Seguía atenta la conversación tras Khaled. Cuando hablaron de algo de antimagia miré al excéntrico del dragón. Al que le destrocé la sauna. Iba a decir algo, recordaba vagamente que el manejaba la antimagia, pero Smaug...
Escuché al demonio que ya no parecía tan demoníaco. Suspiré cruzando mis brazos.
-Le robé mi calavera de su guarida. No le caigo muy bien.
Murmuré aún escondida mientras Setelah soltaba su gran discurso.
"Sabía que tenía algo que ver"
Khaled habló, guardándome a sus espaldas. Era de agradecer. Si entendía lo que decían habí varias puertas. Debíamos ir a una de ellas? Así recuperarímos la magia?
Estaba sumida en mis pensamientos cuándo Thalos apareció. Pegué un brinquillo al no esperarle. Me removí un poco al notar la mirada de Vanessa, al menos Khaled estaba a lo suyo.
-Llevamos más de 3 meses sin magia...
Solté apoyando mi cabeza en la suya.
-Si está tan loco como nosotros...
"Le habrán capturado seguro"
Le miré de reojo y fruncí el ceño al ver su brazo.
-que mierda te ha pasado?

Sean le había encargado hace unas semanas que reprodujera las páginas de aquel libro y el resto de la información que habían visto en el cónclave, y así lo hizo, tal y como lo recordaba escribió cada palabra, dibujó cada trazo de las imágenes, todo para que el día de la reunión, cuando por fin el chico volvió a por el encargo, estaba todo hecho y preparado para el gran acontecimiento de esa noche.

Lo acompañó hasta el jardín dónde ya había mucha gente esperando, Catherine dio inicio a la sesión y todos hablaron y dieron sus opinines, bueno, el joven de las grullas lo intentó, por suerte aquel acto de agresión no hizo que la bomba explotara porque el ambiente estaba más tenso que un escorpión frente a un suricato, a punto de ser devorado, Sean y Lucio habían controlado la situación calmando al pelirrojo, inmediatamente el muchacho descendiente de Merlín empezó a exponer los datos que habían recopilado, incluso aportando algo nuevo, la tierra se estaba marchitando, no era un cambio realmente notable pero si te parabas a fijarte en esos detalles, podrías apreciarlo.

La siguiente fue Adele, a ella si que la conocía, solía rondar la isla de vez en cuando y su aportación si que fue interesante, al parecer la persona que la acompañaba tenía gran parte de la culpa de lo ocurrido, se cruzó de brazos y agachó la cabeza negando con esta a modo de desaprobación, la codicia era muy mala, incluso la que sólo ansiaba el saber y no bienes materiales. El científico intentó excusarse a la vez que explicaba como la alianza había dado con la forma de meterlos en ese lío, el siguiente en salir al ruedo fue Markus y posteriormente el Hippie que había salvado la vida a Altair, Setelah.

Para sorpresa de muchos, él incluido, por azar del destino aquel hombre había resultado ser uno de aquellos guardianes de los que hablaba el libro, explicando y dando los datos que les faltaban, además de arremeter contra el científico, al parecer ese hombre tenía más enemigos en el castillo que amigos, el último en hablar fue el lider de los Soul reapers, a ese si que lo tenía entre ceja y ceja, no se fiaba de ese hombre, les había atacado muchas veces y comprometido la seguridad de su hogar, cuando exige que les devuelvan esas dichosas calaveras, salta a la arena, dirigiéndose a él en primer lugar -Se que eres lo bastante inteligente como para saber que tu demanda es totalmente incoherente, es como si quieres que te haga una alfombra y encima tengo que pagarte para que me ayudes a hacer algo que es para ti, no tiene sentido alguno, el joven Sean tiene razón, o colaboramos entre todos o nos hacemos a la idea de morir en el olvido, no hay honor en aprovecharse de algo así para conseguir lo que quieres, es codicia y egoísmo.

Ahora pasa a dirigirse al resto de los presentes -Sin el poder de la magia somos tan débiles o más que los humanos, ellos cuentan con su tecnología y se han unido para enfrentarnos mientras nosotros nos empeñamos en seguir luchando entre hermanos, por eso estamos en esta situación, ¿Cuántos de vosotros habéis empuñado un arma que no sea mágica alguna vez? estoy seguro que menos de la mitad, pocos sobreviviríais al ataque de uno de esos monstruos mecánicos, esos centinelas, ahora mismo nuestra mejor baza son esos dos hombres- Dice señalando a Setelah y a Tobias -Si lo que dice el de la bata de baño es cierto, debemos enviar gente a proteger el último reducto de magia, los de la alianza no tardarán en ser informados de que quedan seres con magia en ese lugar, el idiota de laboratorio es quien debe ayudarnos a descubrir como acabar con los satélites y que tipo de experimentos hizo, mientras tanto debemos resistir, basta de disputas estúpidas, la vida de todos está en juego.-

El momento de la verdad había llegado para todos en aquella gigantezca reunión. Tristemente, veía con claridad el recelo de Johan por colaborar, aún cuando era realmente necesario. La gran diferencia entre los humanos y los mágicos era que los primeros tenían un objetivo en común.- Si hay algo que aprendí en la Alianza es que la meta siempre fue estar por encima de la magia. Aquí... Aquí lo que hay son demasiados grupos. Para tener la mayor ventaja del mundo estamos muy separados. Este tendrá que ser el evento en común o... será el final. No podemos dejar de celar de la noche a la mañana, pero aquí todos queremos dejar de ser el eslabón más débil.- Murmuró, encogiéndose de hombros de nueva cuenta. Sabía bien que había elegido bien el bando, pues el resto se veía un poco más peligrosos que los renegados, aunque todos parecían indispuestos a colaborar de buenas a primeras.

Asintió después a lo de no dormir. Se notaba en los rostros. Lo mejor sería descansar, pues el no tener magia les dejaba como simples humanos que necesitaban y dependían solo de su cuerpo y de su voluntad. Sobrepasados, tal como comentaban, por la dificultad que se les avecinaba. Cuando por fín da inicio la sesión, creyó que la conversación quedaría para otro día, pero la pregunta tan directa de Johan le resultaba incluso incoherente en él.- ¿Te molesta? - No era de las que respondían una pregunta con otra, más bien con respuestas crípticas, pero en aquel momento su alma no estaba para juegos. Giró su rostro hacia el centro de la reunión, escuchando atenta por unos segundos hasta responderle.- No es desde que llegamos aquí, es desde antes. Y no, no te lo estás imaginando; me he distanciado, aunque no fue mi decisión enteramente. No fue solo porque mi ocupación cambió las últimas semanas, que espero no volver a hacer de médica... Pero fue un poco por lo que dijiste aquel día y otro poco por Nyara. Ella necesita de tu tiempo, independientemente de lo que pase entre tú y Josephine, y si bien no puedo hacer que todo el mundo te dé espacio, sí puedo quitarme yo del medio.- Murmuró, recitando la respuesta que tanto había meditado en su cabeza. Si era sincera, eso de los lazos fraternales con los padres le parecía una tontería, pero no todo el mundo compartía sus opiniones. Aprovechó el momento de distracción de Johan para poner atención, enterándose en poco tiempo de demasiadas cosas que desconocía. Los pozos de magia, los lugares excentos a estos, las puertas, que no sabía si eran literalmente puertas o eran supuestas. Por último, su atención fue robada por Thalos, dándole un celular. Le venía bien, porque el suyo lo había estropeado poniéndoselo en el pecho a Josephine.- Cuando quieras. Te estaré esperando.- Murmuró a Thalos, dejándolo pasar para que siguiera repartiendo, volviendo a poner atención a las participaciones, como la del árabe sensual que hablaba en turno. Si bien, había cosas que discutir, dejó que el resto discutiera. Ya había tenido su momento de lidereza, y también su momento de "se los dije a todos", así que solo quedaba escuchar.

Había acudido a la reunión para formar parte de la representación de los Soul Reaper, permaneciendo silencioso junto a Vanessa la mayor parte del tiempo. Ella era la que se había encargado de avisarme de que había reunión, ya que Khaled no me hablaba desde el encontronazo que tuvimos en la casa Knox. Quise acercarme en algún momento, pero no encontraba la ocasión y el que sea tan frío y distante no ayuda. De este modo llegamos a la reunión, separados y sin hablarnos, aunque no le quito el ojo de encima. Hago un tímido saludo con la cabeza a Erika, a la cual hacía mucho tiempo que no veía, y a la que me alegro de ver, a pesar de que al final no se uniese de manera efectiva a los nuestros. Los Knox también andar por ahí, al igual que los Hacksaw, aunque a éstos últimos prefiero no prestarles demasiada atención, a excepción de Chloe. También se encuentra por allí el dragón que custodió algunas de nuestras calaveras durante tantos años, y con el que tanta pelea hubo, y para colmo está acompañado de Setelah, el desgraciado que me la jugó con lo de recuperar las calavera. Astaroth murió por su culpa, al intentar realizar aquel exorcismo que encargó el excéntrico a cambio de devolvernos las calaveras. Creí haber matado al tipejo hace unos años, electrocutándole en el puerto, pero nada, aquí sigue. Procuro mantener la calma, decidiendo que lo abordaré cuando termine la reunión.

Pongo toda la atención en lo que dicen unos y otros, especialmente en la aportación de Sean sobre cómo está afectando esto al medio que nos rodea. Cuando Khaled habla asiento para mí mismo, sintiéndome orgulloso de la representación que hace de los nuestros. Ahora me siento bastante mal por haberle hablado así el otro día, aunque siga manteniendo alguna de mis opiniones. Creo que lo que ha dicho está suficientemente bien explicado, y que completa a la información que el malnacido de Setelah da. Tal vez fue mejor que no muriese aquel día en el puerto, teniendo en cuenta lo que puede aportar ahora. Es curioso pensar en cómo un pequeño cambio puede desencadenar en una sucesión de acontecimientos diferentes. Lo que dice el hombre de la silla de ruedas, Markus, me hace reflexionar sobre la naturaleza de las dos zonas opuestas, puede tener cierto sentido. Lanzo una mirada hostil al tal Sayid, que parece creerse en posesión de la verdad cuando refrenda lo que ha dicho mi abuelo, negándose a entregarnos las calaveras. Finalmente decido intervenir, alzando la voz para hablar por primera vez.

- Tendríais alguna capacidad de decisión sobre las calaveras de poder si fuesen vuestras. Pero resulta que no lo son. No puedes decidir sobre algo que no es tuyo. Nos las arrebatasteis, como otros tantos de los que están aquí. Primero fueron los antecesores de aquellos Blood Keepers. Después, ese dragón. Luego el payaso que dice que es uno de los guardianes de las puertas. Y ahora vosotros...los que se supone que os encargáis de proteger el legado mágico y transmitirlo a otras generaciones. Qué conveniente eso de ser selectivos, ¿no? porque no permitís que aquellos que nacen sin magia puedan tenerla, que es lo que hacemos nosotros. Es nuestra labor, no os metáis en ella. - advierto a Sayid con el semblante serio, adelantándome unos cuantos pasos. - Además, si alguien sabe sobre las calaveras somos nosotros. Dejad de excluirnos y dejarnos al margen de algo que nos incumbe y sobre lo que podemos actuar. Khaled tiene razón...el desequilibro que está causando puede estar relacionado con lo que sucedió allá por 2012. Nuestra demanda no es incoherente. Queremos colaborar, de eso no hay duda, pero queremos también que las calaveras robadas estén en nuestro poder. Cuando se reúnen todas son más poderosas, y nadie sabe qué podría pasar si llevamos esos objetos a los lugares infinitos esos que habéis mencionado, o como se llamen. Las calaveras no son bloqueadores de magia como ha dicho el tipo de la silla de ruedas. Proporcionan magia, tras cargarse con ese tipo de energía, aunque inicialmente sea robada a partir de la de los magos. No la quitan para siempre, como han podido comprobar los que fueron atacados, y a los cuales pido disculpas, porque fue por un bien mayor. - miro a Azahar un momento, también a Lyran, incluso a la Dioscórides, a la cual también robamos. Lucio también merece una disculpa, que encima le engañamos para ir la isla usando el aspecto de algunos de sus trabajadores. - No negaréis devolver lo robado, si de verdad queréis colaborar y estar de nuestro lado, dejando que ayudemos a solucionar esto.

Los escucha a unos y a otros tomando notas apoyado en Zaphira, era ya costumbre eso de hacer de escriba real o algo así, copia las aportaciones de todos, las de tobías, las de Setelah, el señor que da mal rollo y vino a la biblioteca, incluso las palabras de Sayid que no eran p0ara nada erroneas, puede que un poco duras, pero él era demasiado blando así que no se iba a mete en eso, el último en participar también iba por parte de los soul reapers, la verdad es que no les faltaba razón, era cierto que las calaveras no les pertenecían a los descendientes pero habían sido usadas para hacerles daño, una vez más debía intervenir, salió de entre las patas de Zaphira y volvió a entrar en escena.

-Calma por favor, todos tenemos nuestras razones pero recordad la razón por la que hemos venido- Ahora mira al aciano de los Soul, o señor mayor, lo que fuera -Señor Khaled, le pido disculpas si las palabras de nuestro compañero han sonado descorteses con usted- ahora mira al chico de los Soul -Pero también debéis entender nuestra posición, habéis entrado en nuestra casa a la fuerza, engañándonos y arrebatándonos a la fuerza la magia, por suerte no se trata de algo irreversible pero ¿y si la situación fuera de forma inversa? ¿Que pensaríais si nosotros irrumpiéramos en vuestro hogar para arrebataros algo? se trata de un tema delicado entre el consejo y los Soul Reapers que debemos debatir después.- 

Se gira y ahora se dirige a Setelah -Has llegado hasta nosotros como un desconocido que salvó la vida de nuestro compañero, pero si lo que dices es cierto, te necesitamos, a ti y a Smaug ahora se gira hacia el resto de los presentes -Nos necesitamos todos, unos a otros, así que os pregunto ¿Cuantos estáis dispuesto a uniros a nosotros para poner fin a esta crisis?- lanza la pregunta al aire, esperando una respuesta de los distintos líderes e integrantes de las organizaciones mágicas.