Recuerdo del primer mensaje :
Castillo Le Fay
- post monica:
- Mónica Gallagher escribió:Lo de encerrar a Tobías en las mazmorras del castillo Le Fay había resultado más que satisfactorio, es el sitio en el que se merece estar por todo lo causado. Es más, me quedé a ver el momento de su encierro botella de vino en mano (vino robado de las bodegas Le Fay, por supuesto). Fue divertido poder mirarle con desprecio como la rata que es. A ambos tuvieron que curarnos al regresar, aunque a él le dejé mucho peor y tuvieron que atenderle para que no se desangrase. Lo mío era un pequeño corte en el costado que curaría pronto. Con Tobías encerrado sólo me quedaba hablar con Setelah de una vez por todas, ya que he estado evitado encontrarme con él desde la reunión de los jardines, en la cual me enteré de todo el asunto que me había ocultado antes de su partida. Quería ir a hablar con él, pero estaba absurdamente molesta.
Finalmente no puedo resistirme más, así que en cuanto me entero del día de partida lo busco por todo el castillo. Un par de estudiantes vienen a buscarme para decirme que Setelah ha preguntado dónde estaba yo, así que decido ir rápidamente hacia el exterior, no vaya a ser que le de por irse de nuevo sin despedirse. Atravieso el jardín intentando poner mi mejor cara de enfado, aunque no sé si me sale del todo. En cuanto me planto frente a él lo cojo por los hombros, sacudiéndolo levemente. - ¿Ya pensabas irte otra vez sin decirme nada? ¿o me ibas a avisar al volver medio muerto como la otra vez? - no, ni eso. La otra vez tuve que encontrar a Setelah después de buscarlo mucho, dando con él en un hospital después de haber sido poseído por no sé qué historia oscura. - Y esta vez es más peligroso...no te sirve la piedra de sanación. - intento sonar enfadada, pero me sale más voz de preocupación que otra cosa. - No tienes que ir sólo por eso de que seas guardián, o lo que dijeses en la reunión. Tampoco me habías contado que lo eras. ¿Cuántos secretos más tienes conmigo? - pregunto ligeramente dolida, porque creo que él sabe los míos, casi todos.
Ya se me estaban haciendo largos de mas los minutos desde que mandé a aquellos emisarios en busqueda de monica, cuando la vi aparecer por los jardines con cara de enfado. Al principio pensé que iba a zurrarme o algo de lo decidida que venia hacia mi pero al final se quedó en un zarandeo por los hombros, momento en el cual puse mis manos sobre sus muñecas.
- No, esta vez queria despedirme, pero me daba la impresion de que estabas enfadada conmigo. No te culpo, la verdad. Supongo que la nota te dejó mas preocupada que otra cosa. - alcé la barbilla y entrecerré los ojos. - Puntualizacion: lo de la posesión demoníaca si que NO fue culpa mia. Yo solo andaba por ahi..
"para una cosa de la que soy inocente..."
Me da la impresion de que su enfado, aunque pudiera haberlo habido en algun momento y posiblemente aun lo haya, queda opacado por su sentimiento de preocupacion. Suspiro un poco pesaroso y bajo sus manos de mis hombros, quedando asi el uno frente al otro mientras aun sujeto sus muñecas.
- Si te soy sincero, mi padre lo era. Yo soy algo asi como... guardián interino? guardián bastardo? Pero ese detallito que quede entre tú y yo, mejor que los otros me crean de pleno derecho...seh....creo que ya te conté un poco de mis asuntillos familiares, o no familiares, segun se mire.... pero...no me mueve una sensacion de deber u obligacion ... Me preocupa que los humanos descubran el secreto real tras la antimagia. Ahora cuentan con lo poco que les transmutó Tobias, pero si en algun momento logran acceder a los verdaderos yacimientos, contando con la tecnologia de amplificacion que tienen.... No habrá marcha atrás. Creéme cuando te digo que no me apetece hacerme el héroe.
Asentí, qué remedio, cuando me dijo que nunca le mencioné aquel, aunque pareciese dolida no podia retractarme de aquello...en su momento era lo correcto, aunque no hubiese servido de nada al fianl.. No era algo que hubiese ido a mencionarle en muchos años por venir, y no lo habria hecho de no ser por lo acontecimientos actuales.
- Es una habilidad problemática. Cuanto menos supiera nadie, mejor. Y aun asi la casualidad quiso que fuese a caer en las manos equivocadas.
"si podemos llamar casualidad al flujo de eventos cuyo final aun no entendermos...."
- Bueno, aun queda algun secretillo más por ahi. - le dije compensando con una media sonrisa. - Pero si te los digo todos ahora, cuáles quedarán para que te pueda contar a mi regreso? - era algo asi como una promesa de retorno. - Aunque sabes, siempre puedes... - iba a pedirle que me acompañase, pero me di cuenta de que no sabia si ella estaría dispuesta. -...venir?
Pongo cara de fastidio cuando me aparta las manos de sus hombros, desviando la mirada cuando dice eso de si estaba enfadada. No creo que fuese eso exactamente. - Exacto, no me quedé tranquila. Y no te culpo por lo de la posesión, sólo digo que hay precedentes de que cuando desapareces de ese modo casi siempre te acaba pasando algo. - no, no es de los que salen a dar una vuelta y vuelve como si nada, siempre está en el ojo del huracán. Puede que le guste, pero no es fácil quedarse simplemente esperando a que vuelva y que todo haya ido bien. Suavizo un poco la expresión cuando comienza a explicarme lo de su padre como guardián, asintiendo a lo del lío que era su familia. Creo que tanto su padre como el mío estaban chalados, pero el mío al menos fue un buen padre.
Comprendo su preocupación por mantener el secreto de los yacimientos de antimagia, sería una catástrofe si de verdad lo descubriesen, teniendo en cuenta la que se ha liado con el poco material del que disponían. - Tobías ya no puede salir de aquí para ir a vender los secretos que escuchó en la reunión. Está donde se merece, encerrado. Aunque...puede que sea cuestión de tiempo que den con esos sitios. - pienso en eso de la habilidad problemática que menciona, y en lo que puede acarrear para los mellizos, puesto que los dos la poseen. - Llegado el momento tendrás que enseñarles bien a manejarlo. No reprimirlo...pero sí controlarlo. - murmuro esperando que sepa a lo que me refiero, negando a eso de hacerse el héroe porque coincido en que no le pega nada. Suspiro y acabo sonriendo un poco cuando se pone en plan misterioso con eso de los secretos, que no termino de compartir del todo. - Me interesas con secretos o sin ellos, no te hacen falta. - afirmo bajando un poco la voz, quedando un tanto sorprendida después ante su propuesta de irme con él. Creo que es la primera vez que iríamos de misión juntos, o la segunda...si tomamos lo del asesinato de Bertram como misión. No sé qué responder, porque tengo motivos tanto para irme como para quedarme. - Claro que quisiera ir contigo...- comienzo dubitativa - así podríamos hacer equipo y colaborar en la misión, y me quedaría más tranquila. Pero...también me preocupa dejarlos solos. - echo una mirada de reojo al castillo, donde están ellos ahora mismo. Tal vez sea mala madre por pensar en irme de misión dejándolos aquí, aunque esto sea un lugar seguro. - Por otro lado... también podría cuidarlos Belle. Ya es mayor y responsable para ello, y tendría la ayuda de la gente del castillo. ¿Qué piensas?
Comprendo su preocupación por mantener el secreto de los yacimientos de antimagia, sería una catástrofe si de verdad lo descubriesen, teniendo en cuenta la que se ha liado con el poco material del que disponían. - Tobías ya no puede salir de aquí para ir a vender los secretos que escuchó en la reunión. Está donde se merece, encerrado. Aunque...puede que sea cuestión de tiempo que den con esos sitios. - pienso en eso de la habilidad problemática que menciona, y en lo que puede acarrear para los mellizos, puesto que los dos la poseen. - Llegado el momento tendrás que enseñarles bien a manejarlo. No reprimirlo...pero sí controlarlo. - murmuro esperando que sepa a lo que me refiero, negando a eso de hacerse el héroe porque coincido en que no le pega nada. Suspiro y acabo sonriendo un poco cuando se pone en plan misterioso con eso de los secretos, que no termino de compartir del todo. - Me interesas con secretos o sin ellos, no te hacen falta. - afirmo bajando un poco la voz, quedando un tanto sorprendida después ante su propuesta de irme con él. Creo que es la primera vez que iríamos de misión juntos, o la segunda...si tomamos lo del asesinato de Bertram como misión. No sé qué responder, porque tengo motivos tanto para irme como para quedarme. - Claro que quisiera ir contigo...- comienzo dubitativa - así podríamos hacer equipo y colaborar en la misión, y me quedaría más tranquila. Pero...también me preocupa dejarlos solos. - echo una mirada de reojo al castillo, donde están ellos ahora mismo. Tal vez sea mala madre por pensar en irme de misión dejándolos aquí, aunque esto sea un lugar seguro. - Por otro lado... también podría cuidarlos Belle. Ya es mayor y responsable para ello, y tendría la ayuda de la gente del castillo. ¿Qué piensas?
- Oh, me he enterado...por ahi se dice que fuiste tu quien pilló a Tobías cuando queria huir y lo trajiste a los calabozos. - dije con una tenue sonrisa de aprobacion
"le esta bien empleado"
Como suponia, su enfado duró poco. Nunca era mucho de enfadarse por toda la eternidad, como otras personas, por mas motivos que le diera. Asentí, pues estaba de acuerdo en que tendria que instruir a los mellizos.
Entonces dijo eso de que yo le interesaba con o sin secretos y ahora mi sonrisa, aunque igual de tenue que antes, era mas genuina y franca, y miré hacia abajo, hacia sus manos, que aun sujetaba entre las mias
- Eso es muy bonito.
Luego parecio pensarse mi propuesta, para sorpresa mia. Sabia que habian responsabilidades que atender y que eso probablemente la frenase, pero por otra parte su enfoque era incluso mas realista
- Que qué pienso? Bueno...Belle es capaz de cuidar de los mocosos. Por otra parte...si lo que queremos es protegerlos realmente lo mejor que podemos hacer es tratar de arreglar esto cuando antes para dejar de ser tan vulnerables. Eso si, va a ser peligroso. - le adverti, aunque sabia que aquello no iba a amedrentarla si no quizá mas el efecto contrario.
Como supuse no tardó nada en salir pitando a poner sus cosas en orden y recoger aquello que quisiera llevar para el trayecto. Mientras ella lo hacia, fui a buscar a Smaug, llamandolo y comunicandole que nos ibamos ya. Sabia que me iba a gruñir por Monica pero me debía una por haberle ayudado a defender a aquel dragon dorado, aunque al final, habia sido todo para mejor, dada la feliz casualidad del asunto que se desenvolvio tras aquel encuentro.
Despues de algunos gruñidos e intercambios de palabras en draconiano con Smaug, volvio Monica. Ya lo tenia todo y lo habia dejdo organizado. Yo preferia no despedirme de los crios, que me ponia moñas. Metí a ADSL en mi petate, a ese no me lo podia dejar o recaia en la coca. Despues, subimos sobre Smaug, alzando el vuelo y partiendo de alli finalmente
"le esta bien empleado"
Como suponia, su enfado duró poco. Nunca era mucho de enfadarse por toda la eternidad, como otras personas, por mas motivos que le diera. Asentí, pues estaba de acuerdo en que tendria que instruir a los mellizos.
Entonces dijo eso de que yo le interesaba con o sin secretos y ahora mi sonrisa, aunque igual de tenue que antes, era mas genuina y franca, y miré hacia abajo, hacia sus manos, que aun sujetaba entre las mias
- Eso es muy bonito.
Luego parecio pensarse mi propuesta, para sorpresa mia. Sabia que habian responsabilidades que atender y que eso probablemente la frenase, pero por otra parte su enfoque era incluso mas realista
- Que qué pienso? Bueno...Belle es capaz de cuidar de los mocosos. Por otra parte...si lo que queremos es protegerlos realmente lo mejor que podemos hacer es tratar de arreglar esto cuando antes para dejar de ser tan vulnerables. Eso si, va a ser peligroso. - le adverti, aunque sabia que aquello no iba a amedrentarla si no quizá mas el efecto contrario.
Como supuse no tardó nada en salir pitando a poner sus cosas en orden y recoger aquello que quisiera llevar para el trayecto. Mientras ella lo hacia, fui a buscar a Smaug, llamandolo y comunicandole que nos ibamos ya. Sabia que me iba a gruñir por Monica pero me debía una por haberle ayudado a defender a aquel dragon dorado, aunque al final, habia sido todo para mejor, dada la feliz casualidad del asunto que se desenvolvio tras aquel encuentro.
Despues de algunos gruñidos e intercambios de palabras en draconiano con Smaug, volvio Monica. Ya lo tenia todo y lo habia dejdo organizado. Yo preferia no despedirme de los crios, que me ponia moñas. Metí a ADSL en mi petate, a ese no me lo podia dejar o recaia en la coca. Despues, subimos sobre Smaug, alzando el vuelo y partiendo de alli finalmente
Victorya Blanc escribió:Asintió suavemente, sopesando un poco las palabras de Johan. Su primer instinto era tomar el quedarse de Johan como una nueva decisión en muchos sentidos, pero por dejarlo pasar hizo caso omiso del comentario.- Aún me puedo arrepentir de ir. Pero haría falta algo de labor de convencimiento.- Susurró llegando hasta él después de aquello de de no querer hablar con ella desde aquella última "discusión".
Debía admitir que la disculpa se sentía bien, aunque parecía que le costaba brindarla. Quizás lo hacía solo por no hacer más grande la distancia, pero aún se preguntaba ciertas cosas. Cosas que no le dejaban confiar del todo como en un inicio.- Creo que ya ha pasado demasiado para iniciar de nuevo. Hay muchas cosas que no se pueden ignorar.- Murmuró, tomando su mano respondiendo a su intento de hacer las pases, aun cuando sabía que era más complicado que solo extenderle la mano. No recordaba la última vez que le había tocado, pero definitivamente se sentía diferente. Recelosa sobre todo de las intenciones del hombre en que había llegado a confiar.- Dejémoslo en... un cese al fuego. O más bien un... un... - Sin encontrar la palabra adecuada, fijó su mirada en la del moreno, tratando de encontrarle pues seguía sintiendo que ella no había tenido nada que ver con aquello.- Un pacto de no agresión... aunque haya cosas no resueltas, al menos llevaremos esto un poco mejor.
Capto rápidamente eso de que le hace falta más convencimiento para quedarse, así que queda claro que tampoco tiene muchas ganas de irse. Yo creo que con los que han ido es más que suficiente, tampoco podemos dejar todo aquí, así que no veo mal su decisión. - Eso es fácil, no vayas. Quédate aquí...o en el castillo Black, que tengo pensado que nos mudemos mañana, ahora que ya estamos comunicados. - a ella también le entregaron un móvil en la reunión, así que imagino que también estará en el grupo ese raro que ha creado Benjamin con los renegados y los de la brigada. - Aquello es peligroso e incierto. Y la misión ya está bastante completa con la gente que ha ido. Además...aquí te necesitamos, eres de las personas que mejor se maneja con las tecnologías de los humanos, y de las más inteligentes. Alguien así es muy necesario en un equipo. - espero haberla convencido con eso, aunque cuando me echa la mano para hacer las paces no la noto muy convencida.
- Ya, ya...sé que no es fácil hacer como si nada, pero sería una lástima. No suelo llevarme mal con nadie. Nadie de los míos. - puntualizo, porque sí que me llevo mal con otra gente, principalmente de los enemigos como Alianza o Blood Keepers, eso está claro. Pongo cara de extrañeza cuando hablar eso del cese del fuego o pacto de no agresión, como si hubiese sido tan grave el pequeño choque del otro día. Al menos yo no lo consideré para tanto. Sí lo justo para disculparse por alguna que otra frase con forma y tono borde, pero nada serio. Suelto su mano tras el apretón, frunciendo un poco el ceño. Tiene pinta de que ya no confía en mí, y eso en el fondo me fastidia, porque tampoco suele pasarme. Ahora tengo la opción de hacer lo que ha dicho ella, permanecer neutrales sin más, o tratar de que deje de haber esa sensación rara entre ambos. - Pues a mí eso de hacer como que somos cordiales sin más me parece bastante mierder, la verdad. Creo que... tendremos que hacer terapia de choque. Te contaré chistes muy malos para ver si te ríes, cosa que veo complicada porque eres un poco difícil para reírte. Pero si lo consigo y al final te ríes...ganaré la apuesta, y tendrás que dejar de tomarte esto como un alto el fuego. - asiento con convencimiento a la idea que acabo de plantear, aunque ahora seguro que quiere golpearme por proponer algo tan absurdo en un momento así. - Pero no será ahora. Será cuando menos te lo esperes. Ahora...voy a prepararme para la misión. Los de la brigada quieren ir al rescate de los prisioneros, tenemos que reunirnos con Ben. Me llevaré también a Thalos...cree que su hijo puede estar allí. Reúnete con nosotros mañana por la mañana, si decides venirte. También viene Sayid. Saldremos en una furgoneta de las que hay aparcadas en el jardín. - después de eso me despido de ella, siguiendo por el pasillo para ir a poner el resto de asuntos en orden.
Asintió suavemente, sopesando sus posibilidades mientras escuchaba las opciones que Johan le proponía. De alguna manera sentía que no ir le hacía perderse cosas, y aún así no le apetecía de nada viajar tan lejos, sobre todo a lomos de dragón ahora que no podía usar magia, pues aquello en condición humana era demasiado riesgoso de por sí. Tenía algo de razón en que el viaje era peligroso y nada estaba seguro, pero quizás fue el recuento de algunas de sus muchas cualidades lo que terminó de convencerla de quedarse.- Eres mejor orador de lo que pensé.- Dijo con una mística sonrisa en el rostro, por los halagos anteriores.
Sopesó un poco las posibilidades, primeramente la parte de no llevarse mal con nadie, aunque se había visto algo molesto para con las personas que participaron en la reunión. Aún no sabía bien quienes eran, pero definitivamente habían hecho mella en él. La verdad es que terminó por reirse por lo bajo a aquello de los chistes malos. No sabía que él fuera de esos que se aprendían chistes, sería más bien humor situacional, pero terminó por aceptar la apuesta.- Igual y termino por reírme por pena, no te arriesgues a eso. Quien sabe.- Bromeó, un poco de modo oscuro, con media sonrisa en el rostro.
Cuando menciona aquello de la otra misión con la Brigada, rodó los ojos porque se acababan de ir los dragones y se había quedado de ir en una misión suicida para ir a otra. Aún así, no sabía que Thalos tenía hijos, y era un poco sorpresivo conocer que aparte de parecer Sugar Daddy también fuera un Daddy regular.- Veré que puedo hacer. Me adjudicaré algunos inventillos de Giordano que puedan servir.- Susurró, permitiéndole alejarse para que siguiera con sus planes. Tenía la sensación de que, en algún otro momento, habría ido juntos a hacer los arreglos. Terminó por salir del castillo hasta los jardines. De nueva vez, decidió tomar un poco el sol, aunque a la sombra del castillo.
Sopesó un poco las posibilidades, primeramente la parte de no llevarse mal con nadie, aunque se había visto algo molesto para con las personas que participaron en la reunión. Aún no sabía bien quienes eran, pero definitivamente habían hecho mella en él. La verdad es que terminó por reirse por lo bajo a aquello de los chistes malos. No sabía que él fuera de esos que se aprendían chistes, sería más bien humor situacional, pero terminó por aceptar la apuesta.- Igual y termino por reírme por pena, no te arriesgues a eso. Quien sabe.- Bromeó, un poco de modo oscuro, con media sonrisa en el rostro.
Cuando menciona aquello de la otra misión con la Brigada, rodó los ojos porque se acababan de ir los dragones y se había quedado de ir en una misión suicida para ir a otra. Aún así, no sabía que Thalos tenía hijos, y era un poco sorpresivo conocer que aparte de parecer Sugar Daddy también fuera un Daddy regular.- Veré que puedo hacer. Me adjudicaré algunos inventillos de Giordano que puedan servir.- Susurró, permitiéndole alejarse para que siguiera con sus planes. Tenía la sensación de que, en algún otro momento, habría ido juntos a hacer los arreglos. Terminó por salir del castillo hasta los jardines. De nueva vez, decidió tomar un poco el sol, aunque a la sombra del castillo.
Las cosas habían quedado menos tensas después de la conversación con Victorya, así que de momento me di por satisfecho, con un poco de nuestra parte podríamos estar de nuevo casi como antes. A partir de ahí comencé a organizar la marcha del castillo Le Fay. Habíamos estado demasiado tiempo aquí, y ya era momento de que cada uno volviese a su sitio, ahora que ya no estábamos incomunicados, habíamos compartido información, trazado planes y atendido a los enfermos y heridos.
A la mañana siguiente llega el momento de las despedidas y de ver quién se queda y quién se viene. Los Knox, Jarkko y los Hacksaw deciden permanecer en el castillo, por proteger el sitio, y por motivos de salud. Incluso Lyran no se encontraba demasiado bien, debilitado por la falta de magia. Yaroslav está más o menos igual, pero se viene con nosotros. Entre todos montamos lo necesario de medicinas y provisiones en una furgoneta, dividiéndonos para caber todos bien y que Josepphine pueda ir en la parte de atrás en una camilla. Espero que pueda aguantar bien el viaje hasta que lleguemos, así que intentaremos conducir despacio. En esa furgoneta van también Justin, Nyara, Yaroslav, Victorya, Sayid y yo, como conductor. La otra es la furgoneta elfo, pues montan Thranduil y un par de drows. A uno de ellos ya lo conocía, estuvo con nosotros en la base durante un tiempo, y quiere ayudar contra la Alianza. Además, los ha traído Thoren, por lo que le encomiendo a él que se haga cargo de ellos. Thalos por lo visto partió antes para reunirse con los de la Brigada, así que no le esperamos.
Arrancamos para abandonar por fin el castillo, dejando la zona atrás. El viaje hasta el castillo Black será largo. Allí haremos una parada técnica para dejar a unos cuantos, los que no vengan a la misión, y el resto seguiremos el viaje para reunirnos con los de la Brigada, con Thalos, y con Azahar.
A la mañana siguiente llega el momento de las despedidas y de ver quién se queda y quién se viene. Los Knox, Jarkko y los Hacksaw deciden permanecer en el castillo, por proteger el sitio, y por motivos de salud. Incluso Lyran no se encontraba demasiado bien, debilitado por la falta de magia. Yaroslav está más o menos igual, pero se viene con nosotros. Entre todos montamos lo necesario de medicinas y provisiones en una furgoneta, dividiéndonos para caber todos bien y que Josepphine pueda ir en la parte de atrás en una camilla. Espero que pueda aguantar bien el viaje hasta que lleguemos, así que intentaremos conducir despacio. En esa furgoneta van también Justin, Nyara, Yaroslav, Victorya, Sayid y yo, como conductor. La otra es la furgoneta elfo, pues montan Thranduil y un par de drows. A uno de ellos ya lo conocía, estuvo con nosotros en la base durante un tiempo, y quiere ayudar contra la Alianza. Además, los ha traído Thoren, por lo que le encomiendo a él que se haga cargo de ellos. Thalos por lo visto partió antes para reunirse con los de la Brigada, así que no le esperamos.
Arrancamos para abandonar por fin el castillo, dejando la zona atrás. El viaje hasta el castillo Black será largo. Allí haremos una parada técnica para dejar a unos cuantos, los que no vengan a la misión, y el resto seguiremos el viaje para reunirnos con los de la Brigada, con Thalos, y con Azahar.
- Off: personajes sacados/limbeados:
He sacado con Johan del castillo a los siguientes personajes:
Josephine, Justin, Nyara, Erika, Yaroslav, Thranduil, Victorya, Dyospiros, Thoren, Crasuláceo, Sayid
Arsen Nadal
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- Hace tres meses en "La comunidad":
- Me encuentro en la cancha de baloncesto hace mucho calor mientras que llego de la calle cargando unas pesadas bolsas con comida mediante magia.
Dirijo las bolsas con mi varita mágica para llevarla a uno de los departamentos que usamos como depósito de latas.
Solo tengo que llevarlas y con eso mis tareas del día se acabarían y podría pasar el dia en la alberca
En eso siento que se activa el galeón que traigo en el bolsillo, con mi mano izquierda lo sano de mi bolsillo.
" Ahora que"pienso.
Ese galeón es una moneda especial, mi padre de la dió, sirve para mandarnos mensajes parecidos a los de los celulares.
Al principio me entusiasmaba porque solo lo usan los que salen de la comunidad, para reportar cosas de sus expediciones, pero en mi caso, solo me mandan mensajes con los mandados que haga, comprar cosas y limpiar.
Saco la moneda y le doy vuelta para ver el mensaje que dice Acomodarlas bien esta vez
- mamá-
Respiro profundamente y me dirijo hacia el almacén donde guardo las latas, acomodadas de grande a pequeño y por producto.
Una vez que terminó después de veinte minutos regreso a mi habitación y saco una maleta con ropa, ya feliz de tener al fin tiempo libre.
Bajo a la alberca, la cual limpiaron el día anterior, me quito la camisa, los pantalones y los zapatos, quedándome solo en el short deportivo.
Me lanzo al agua de un salto.
Al caer al agua comienzo a nadar de un lado a otro en la piscina, durante unos minutos.
Después de unos minutos de nadar alguien más se mete al agua, es una de las chicas de la comunidad.
- también vienes a divertirte-le digo.
La chica no responde nada, solo se mete en el agua y comienza a nadar.
Lastima no esperaba que la chica me dijera algo, solo me dirijo hacia la orilla.
Voy a la toalla y comienzo a secarme mientras que veo como vibra el galeón.
" me estoy inpancientando mamá"
Quiero no verlo pero voy hacia la moneda para ver el mensaje que dice Lo siento, er no me quedo de otra
No entiendo el mensaje, quizás se equivocó de lugar o se le perdió algo.
En eso la moneda volvió a vibrar la reviso de nuevo y ahora dice Salgan de ah1
No veo nada raro de eso y dejo la moneda a un lado me seco y me pongo la ropa mientras que la moneda vuelve a vibrar una y otra vez.
Sin saber que hacer agarro la moneda para revisarla.
Si no salen se los 113 v@raN
- que haces llega una de las amas de casa toda exasperada y preocupada casi a punto de llegar a las lágrimas.
-salganse y vistance ti también chico hay que irnos ya-
-Que pasa-
-El idiota de Francis delató donde estamos-
- mamá que si lo saben tenemos los hechizos protectores-
- niño los hechizos protectores- acaban de caer...
- es verdad hijo- irrumpe mi padre que llega corriendo- los encantamientos de protección ha caído, tampoco puedo hacer magia.
Se me hace raro papá no es de hacer bromas, pero de manera instintiva agarro mi varita mágica y la sacudo y la agitó para hacer un hechizo levitatorio.
-Wingardium Leviosa-
No pasa nada no siento la magia salir de mi y la varita no da señales de estar funcionando.
Eso de verdad me impacta no puede ser como es que no puedo hacer magia, la chica dale de la alberca y se viste mientras que sale corriendo de la alberca y yo sigo a mi padre que sin pensarlo salimos corriendo.
Corremos hasta el departamento donde mi madre está metiendo cosas a las maletas, yo voy al departamento de al lado para meter mis cosas, agarro la mochila, meto mi psp una chamarra, y cosas personales, después voy a tomar la maleta cuando se escucha una explosión justo afuera.
Saco la maleta lo más rápido posible, sin fijarme en que meto en ella.
Bajo corriendo las escaleras, veo a todos los demás saliendo de los departamentos cargados de cosas están de verdad muy asustados, estando en el piso de abajo cuando veo unas camionetas entrar en el terreno.
-i la alianza!-gritan
El pánico inunda a la gente.
Todos nos dirigimos hacia el sótano veo a mi hermanita pasar a mi lado cargando a mi gato Spyro al que quiere mucho.
Se comienzan a escuchar disparos se acercan.
Nos metemos al sótano donde habíamos cavado un túnel mediante magia.
Nos metemos en el túnel cada quien corre cómo puede, de verdad no estamos preparados para algo así
- que tan largo es el tunel-le digo a mi padre después de media hora de correr dentro de el y ya me estoy cansando.
- aún falta...
Se escuchan disparos dentro.
- i están en el túnel!-gritan.
El público comienza a empujarse debido al pánico que se ha disparado.
Seguimos corriendo ya estando cerca de la salida es cuando los que están al final pueden ver a los soldados.
Hay más gritos y todo el mundo se desespera.
Por fin llegamos a la salida, los soldados nos encuentran y comienzan a disparar, mi hermana se cae al piso yo me doy la vuelta y me tiró encima de ella.
- no te muevas-
Tres meses han pasado y en ese momento nos encontramos mi familia junto con otras dos familias de la comunidad junto con otro grupo de personas que encontramos de camino a este lugar.
Habíamos escuchado que es un lugar que recibe a los renegados de todas partes
El camino no ha sido tan facil no estamos acostumbrados a vivir sin magia, de milagro conseguimos unos caballos y una carreta dónde llevamos todo lo que logramos sacar de los departamentos después de que la alianza llegará a atacarnos.
Por fin hemos llegado al castillo mi padre se identifica con los guardias cuando nos preguntan quienes somos, revisan nuestras cosas y por fin llegamos al lugar.
- al fin llegamos ahora que
El castillo se había quedado algo más vacío tras la marcha de parte de los renegados, de los Soul y de algunos miembros de los Descendientes, pero todavía quedaban bastantes refugiados a los que atender a diario. Las provisiones y medicinas llevan escaseando ya desde hacia días, pues el ritmo en que gastamos cosas es mayor que el ritmo en el que las conseguimos. Los suministros que trajeron de Ouroboros pronto no serán suficientes para abastecerlos a todos, así que habrá que salir a conseguir más, sea donde sea. Me encuentro en los jardines del castillo, preparándome para salir a recoger plantas medicinales para hacer pociones. En ese momento escucho la llegada de nuevos refugiados, así que salgo a darles la bienvenida y de paso a comprobar si necesitan atención médica. Avanzo a paso rápido para recibirlos, sonriendo y saludando primero en general.
- ¡Bienvenidos al castillo Le Fay! en esto sitio estaréis seguros, y nos ayudaremos entre todos en lo que necesitemos. Por favor, sentaos en el jardín si queréis mientras os buscamos habitaciones o alguna de las tiendas de campaña que tenemos aquí fuera. ¿Hay algún herido entre vosotros, alguien que necesite atención médica? - pregunto alzando la voz, acercándome después a Arsen, el chico que pregunta eso de '¿y ahora, qué?' - Ahora descansáis, y nos contáis de dónde venís, cualquier información que tengáis. Después ya habrá tiempo para que empecéis a colaborar en lo que podáis aquí. Ahora mismo no estamos todos en el castillo, algunos se han ido a diferentes misiones... - suspiro mirando hacia el suelo, un tanto preocupada, pues estoy deseando tener noticias de todos. Vuelvo a alzar la mirada hacia el chico, extendiendo la mano hacia él para presentarme. - Me llamo Chloe Hacksaw, y soy estudiante de medicina, así que cualquier cosa que necesites tú o los tuyos...ya sabes.
- ¡Bienvenidos al castillo Le Fay! en esto sitio estaréis seguros, y nos ayudaremos entre todos en lo que necesitemos. Por favor, sentaos en el jardín si queréis mientras os buscamos habitaciones o alguna de las tiendas de campaña que tenemos aquí fuera. ¿Hay algún herido entre vosotros, alguien que necesite atención médica? - pregunto alzando la voz, acercándome después a Arsen, el chico que pregunta eso de '¿y ahora, qué?' - Ahora descansáis, y nos contáis de dónde venís, cualquier información que tengáis. Después ya habrá tiempo para que empecéis a colaborar en lo que podáis aquí. Ahora mismo no estamos todos en el castillo, algunos se han ido a diferentes misiones... - suspiro mirando hacia el suelo, un tanto preocupada, pues estoy deseando tener noticias de todos. Vuelvo a alzar la mirada hacia el chico, extendiendo la mano hacia él para presentarme. - Me llamo Chloe Hacksaw, y soy estudiante de medicina, así que cualquier cosa que necesites tú o los tuyos...ya sabes.
Arsen Nadal
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puntos
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Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-pues si preguntas ahora que hijo, lo que sigue es a ver en qué ayudamos, para conseguir comida, no creo que nos na den gratis- responde mi padre mientras que comenzamos a avanzar una vez que los guardias nos dejan pasar.
Mi padre es un hombre de cuarenta y cinco años, negro algo pasado ya de peso con una barba de candado y una cabello negro que se lo corta para que no se le esponje
Las carretas junto con todos nosotros pasan sin problemas mientras que algunos de los miembros de la comunidad comienzan a murmurar agradecidos de haber llegado por fin a un lugar seguro.
-no creo que nos permitan quedarnos con los caballos- le susurró a mi padre mientras que atravesamos el puente
-técnicamente no son nuestros así que si lo usaran para algo más productivo que lo hagan- responde mi padre otra vez.
- extrañare a este grande- responde mi madre una mujer también negra, de cabello lacio medio delgada.
Una vez que atravezamos el puente, todavía estamos en los jardines es tal como pensé uno de los guardias nos avisa que no podemos conservar los caballos y que los necesitan, cosa a que algunas de las personas desaprueban, pero no vale la pena discutir, así que todos bajan las maletas de las carretas y ahora nos toca cargar, cargo mi maleta, que no trae muchas cosas, la jaula con Spyro mi gato, la maleta de mi hermana menor, ya todo junto se vuelve pesado en especial con el sol de mediodía golpeándonos el rostro que ya está empapado de sudor, damos una leve marcha por los jardines, hasta llegar casi a la entrada.
En eso una joven pelirroja nos da la bienvenida, y pregunta si hay heridos, cosa a lo que algunos refugiados levantan la mano para indicar que hay heridos, volteó a un lado a ver entre la muchedumbre como sostienen a un joven rubio que trae el brazo roto y una mujer que parece que va a dar a luz.
También nos dicen que nos asignaran habitaciones o tiendas de acampar, pienso detenidamente mientras que más y más refugiados se forman detrás de nosotros, pienso en que quizás el castillo nos sea lo suficientemente grande para albergarnos a todos o usar tiendas de acampar.
Lo último no suena tan mal, ya que hemos estado usando tiendas de acampar durante semanas, pero extraño mi habitación, pero no creo que nos den una habitación propia o una tienda de acampar para cada quien, miro de reojo a mis padres que ya comenzaron a discutir sobre la habitación, mi hermana se acerca a ellos rogando por el cuarto.
-¿no hay problema en que te quedes en la tienda de acampar Arsen?-
-por mi perfecto-respondo
Problema resuelto, afirmo con la cabeza mientras que vemos a la joven pelirroja hablándonos a nosotros extendiendo la mano para presentarse, se trata de una joven mujer llamada Chloe Hacksaw que estudia medicina.
-mucho gusto joven Cloe- se adelanta mi padre a saludarla.- mi nombre es Jerry Nadal, mi esposa Jazmín, mis hijos Aureo, Arsen y Marina, un placer, soy fabricante de pociones, las creo y las mejoro, mi esposa sabe más de ingredientes así que ya tienes a dos miembros más en la enfermería o en los invernaderos, mi hijo Aureo… se le llevan bien los animales últimamente…
“De hecho es el único que sabe cómo controlar a los caballos quien sabe como” pienso
-mi hija Marina, bueno no creo que ayude mucho pero puede aprender algo y con respecto a este- me señala- mi hijo Arsen, pónganlo en las cocinas a hacer mandandos, limpieza o a lavar platos.
-oye- le respondo enojado.
-que sin magia solo eso sabes hacer, ni bañar a tu gato, ni lavar tu propia ropa y siempre te quedas dormido haciendo guardia.
-pues no me pongan de noche, además tus ronquidos siempre arruina la tarde
-¡que dijiste!-
-nada…- volteó a ver a la chica y le extiendo la mano- Arsen Nadal- disculpa.
-bien ahora esperaremos aquí en lo que nos asignan un cuarto y una tienda para ti, quizás sea bueno que ayude a algunos de aquí -
-que tal si damos una vuelta cuando comienza a dar remedios se vuelve un fastidio el tener que escucharlo
Mi padre es un hombre de cuarenta y cinco años, negro algo pasado ya de peso con una barba de candado y una cabello negro que se lo corta para que no se le esponje
Las carretas junto con todos nosotros pasan sin problemas mientras que algunos de los miembros de la comunidad comienzan a murmurar agradecidos de haber llegado por fin a un lugar seguro.
-no creo que nos permitan quedarnos con los caballos- le susurró a mi padre mientras que atravesamos el puente
-técnicamente no son nuestros así que si lo usaran para algo más productivo que lo hagan- responde mi padre otra vez.
- extrañare a este grande- responde mi madre una mujer también negra, de cabello lacio medio delgada.
Una vez que atravezamos el puente, todavía estamos en los jardines es tal como pensé uno de los guardias nos avisa que no podemos conservar los caballos y que los necesitan, cosa a que algunas de las personas desaprueban, pero no vale la pena discutir, así que todos bajan las maletas de las carretas y ahora nos toca cargar, cargo mi maleta, que no trae muchas cosas, la jaula con Spyro mi gato, la maleta de mi hermana menor, ya todo junto se vuelve pesado en especial con el sol de mediodía golpeándonos el rostro que ya está empapado de sudor, damos una leve marcha por los jardines, hasta llegar casi a la entrada.
En eso una joven pelirroja nos da la bienvenida, y pregunta si hay heridos, cosa a lo que algunos refugiados levantan la mano para indicar que hay heridos, volteó a un lado a ver entre la muchedumbre como sostienen a un joven rubio que trae el brazo roto y una mujer que parece que va a dar a luz.
También nos dicen que nos asignaran habitaciones o tiendas de acampar, pienso detenidamente mientras que más y más refugiados se forman detrás de nosotros, pienso en que quizás el castillo nos sea lo suficientemente grande para albergarnos a todos o usar tiendas de acampar.
Lo último no suena tan mal, ya que hemos estado usando tiendas de acampar durante semanas, pero extraño mi habitación, pero no creo que nos den una habitación propia o una tienda de acampar para cada quien, miro de reojo a mis padres que ya comenzaron a discutir sobre la habitación, mi hermana se acerca a ellos rogando por el cuarto.
-¿no hay problema en que te quedes en la tienda de acampar Arsen?-
-por mi perfecto-respondo
Problema resuelto, afirmo con la cabeza mientras que vemos a la joven pelirroja hablándonos a nosotros extendiendo la mano para presentarse, se trata de una joven mujer llamada Chloe Hacksaw que estudia medicina.
-mucho gusto joven Cloe- se adelanta mi padre a saludarla.- mi nombre es Jerry Nadal, mi esposa Jazmín, mis hijos Aureo, Arsen y Marina, un placer, soy fabricante de pociones, las creo y las mejoro, mi esposa sabe más de ingredientes así que ya tienes a dos miembros más en la enfermería o en los invernaderos, mi hijo Aureo… se le llevan bien los animales últimamente…
“De hecho es el único que sabe cómo controlar a los caballos quien sabe como” pienso
-mi hija Marina, bueno no creo que ayude mucho pero puede aprender algo y con respecto a este- me señala- mi hijo Arsen, pónganlo en las cocinas a hacer mandandos, limpieza o a lavar platos.
-oye- le respondo enojado.
-que sin magia solo eso sabes hacer, ni bañar a tu gato, ni lavar tu propia ropa y siempre te quedas dormido haciendo guardia.
-pues no me pongan de noche, además tus ronquidos siempre arruina la tarde
-¡que dijiste!-
-nada…- volteó a ver a la chica y le extiendo la mano- Arsen Nadal- disculpa.
-bien ahora esperaremos aquí en lo que nos asignan un cuarto y una tienda para ti, quizás sea bueno que ayude a algunos de aquí -
-que tal si damos una vuelta cuando comienza a dar remedios se vuelve un fastidio el tener que escucharlo
Echo cuentas de los que requieren atención médica, alzando la voz para llamar a mis compañeros del hospital para que vayan a encargarse de ellos y se los lleven a la enfermería. Mientras me quedo dando el recibimiento a los nuevos refugiados, entre ellos uno que parece el padre de una gran familia, en la que muchos de sus miembros pueden ser útiles a la comunidad. - Encantada de conocerles. No tengan prisa en empezar a ayudar, primero debéis recuperaros y descansar, y en uno días ya os asignamos tareas.- respondo de manera amable, sonriendo un poco por la indignación del chico cuando le dicen que lo pongamos a fregar platos. Empiezan una pequeña discusión muy típica de las familias, casi me recuerda a mí cuando discuto algunas veces con mi hermano.
- Bueno, bueno...no pasa nada, seguro que encontramos tareas variadas para el grupo entero. Todas las tareas son necesarias. - hago un gesto con las manos para tratar de calmar los ánimos, presentándome después al chaval llamado Arsen. Le digo que no hace falta que se disculpe, e indico al resto de la familia a que esperen sentados en unos bancos del jardín mientras llegan los miembros del Consejo a organizarlos según vean, que los que mandan aquí son ellos.
- Claro, Arsen, vamos a andar un rato mientras que se organiza al resto de gente. Así te enseño el castillo y te cuento un poco cómo está la situación por aquí. - comienzo a andar con el muchacho, dirigiéndonos a la puerta del edificio. - No tiene importancia, los padres son así, les gusta dar consejos y decir que su modo de hacer las cosas es mejor. -
una vez dentro nos metemos por uno de los pasillos de la planta baja, mientras le voy indicando las habitaciones que están ya ocupadas, además del gran salón. - Aquí llevamos ya más de tres meses refugiados...empezamos a quedarnos sin comida y sin medicinas. Cuando llegasteis iba a salir a buscar plantas para pociones ¿Quieres ver la enfermería? tal vez podrías echar una mano ahí, como aprendiz.
- Bueno, bueno...no pasa nada, seguro que encontramos tareas variadas para el grupo entero. Todas las tareas son necesarias. - hago un gesto con las manos para tratar de calmar los ánimos, presentándome después al chaval llamado Arsen. Le digo que no hace falta que se disculpe, e indico al resto de la familia a que esperen sentados en unos bancos del jardín mientras llegan los miembros del Consejo a organizarlos según vean, que los que mandan aquí son ellos.
- Claro, Arsen, vamos a andar un rato mientras que se organiza al resto de gente. Así te enseño el castillo y te cuento un poco cómo está la situación por aquí. - comienzo a andar con el muchacho, dirigiéndonos a la puerta del edificio. - No tiene importancia, los padres son así, les gusta dar consejos y decir que su modo de hacer las cosas es mejor. -
una vez dentro nos metemos por uno de los pasillos de la planta baja, mientras le voy indicando las habitaciones que están ya ocupadas, además del gran salón. - Aquí llevamos ya más de tres meses refugiados...empezamos a quedarnos sin comida y sin medicinas. Cuando llegasteis iba a salir a buscar plantas para pociones ¿Quieres ver la enfermería? tal vez podrías echar una mano ahí, como aprendiz.
Arsen Nadal
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Comienzo a caminar para que la chica me muestre el interior del lugar, nunca he visto el interior de un castillo, solo en libros los he visto.
-lindo lugar, nunca he visto un castillo en mi vida, bueno solo en libros, en la comunidad, no usamos ni celulares ni internet, porqué según papá son aparatos espías y todo lo demás, nos comunicamos con el galeón-le muestro la moneda de oro.
-pero desde el bloqueo de magia, ya no manda ni recibe bien los mensajes el mío los recibe pero cambia las is por unos, las as por arrobas, las letras ese por signos de dinero y los sietes por letras te, tanto al enviarlos como al recibirlos, mientras que el de mi papá solo recibe números, el de mi mamá quedó inservible y encontré otro por ahí- lo sacó de mi bolsillo, para mostrárselo-no sirve tampoco solo emite números en ceros y unos., y de vez en cuando mando mensajes a ver si alguien más logro huir, pero no doy mi ubicación-
Pasamos por pasillo, dónde vemos el gran salón, dormitorios, en algunos pasillos hay armaduras muy llamativas y algunos cuadros dónde no hay nadie.
Chloe me muestra el lugar y me dice que llevan ahí tres meses, que las provisiones les escasean y que estaba a punto de ir a recoger hierbas al jardín, y me pregunta si quiero ir a ayudar a la enfermería
-espera… mejor vamos a los jardines, quiero ver las hierbas y bueno ver que tantas hierbas o si tiene animales mágicos y eso de verdad quiero ver un unicornio o cosas así, el único animal fantástico que he visto es un pegaso blanco con al que le quitaron una pluma para hacer mi varita, y que hay de ti de que es tu varita o que usas o usabas para hacer magia- le preguntó- dónde vivías antes de llegar aquí, como llegaste, como te diste cuenta de lo que pasó con el bloqueo de la magia-
En eso mi lechuza pasa volando y se posa encima de mi, lo que significa que ya le abrieron la jaula, junto a las jaulas de las demás mascotas que llevamos, sin contar los quince caballos, sigo sin creer como es que los conseguimos, las demás mascotas son dos lechuzas, sin contar la mía, tres gatos, un sapo y dos murciélagos.
-ah si te presento a Betley, una de mis dos mascotas, después te puedo presentar a Spyro, mi gato blanco ya sabes cosa de magos, aunque muchos me dicen que debí escoger un gato negro o atigrado-
-lindo lugar, nunca he visto un castillo en mi vida, bueno solo en libros, en la comunidad, no usamos ni celulares ni internet, porqué según papá son aparatos espías y todo lo demás, nos comunicamos con el galeón-le muestro la moneda de oro.
-pero desde el bloqueo de magia, ya no manda ni recibe bien los mensajes el mío los recibe pero cambia las is por unos, las as por arrobas, las letras ese por signos de dinero y los sietes por letras te, tanto al enviarlos como al recibirlos, mientras que el de mi papá solo recibe números, el de mi mamá quedó inservible y encontré otro por ahí- lo sacó de mi bolsillo, para mostrárselo-no sirve tampoco solo emite números en ceros y unos., y de vez en cuando mando mensajes a ver si alguien más logro huir, pero no doy mi ubicación-
Pasamos por pasillo, dónde vemos el gran salón, dormitorios, en algunos pasillos hay armaduras muy llamativas y algunos cuadros dónde no hay nadie.
Chloe me muestra el lugar y me dice que llevan ahí tres meses, que las provisiones les escasean y que estaba a punto de ir a recoger hierbas al jardín, y me pregunta si quiero ir a ayudar a la enfermería
-espera… mejor vamos a los jardines, quiero ver las hierbas y bueno ver que tantas hierbas o si tiene animales mágicos y eso de verdad quiero ver un unicornio o cosas así, el único animal fantástico que he visto es un pegaso blanco con al que le quitaron una pluma para hacer mi varita, y que hay de ti de que es tu varita o que usas o usabas para hacer magia- le preguntó- dónde vivías antes de llegar aquí, como llegaste, como te diste cuenta de lo que pasó con el bloqueo de la magia-
En eso mi lechuza pasa volando y se posa encima de mi, lo que significa que ya le abrieron la jaula, junto a las jaulas de las demás mascotas que llevamos, sin contar los quince caballos, sigo sin creer como es que los conseguimos, las demás mascotas son dos lechuzas, sin contar la mía, tres gatos, un sapo y dos murciélagos.
-ah si te presento a Betley, una de mis dos mascotas, después te puedo presentar a Spyro, mi gato blanco ya sabes cosa de magos, aunque muchos me dicen que debí escoger un gato negro o atigrado-
Observo la moneda comunicadora que me muestra, sacando la mía del bolsillo para enseñársela, pues como renegados ambos utilizamos el mismo método de comunicación. - Ya, desde el bloqueo de magia son inservibles...al igual que otros objetos mágicos. - miro apenada mi anillo canalizador, el que me servía para realizar las sanaciones. Andamos un poco más mientras le muestro un poco de la parte baja del castillo, no demasiado, porque el sitio es enorme.
Después regresamos de nuevo a los jardines, comenzando a avanzar por allí mientras le explico lo de las hierbas. - En realidad iba a salir a buscarlas al bosque, aquí en los jardines no hay mucho que pueda servir. Vente si quieres. - sonrío por el entusiasmo que demuestra por saber cosas de todo tipo, y por su modo de acribillarme a preguntas tan seguidas. - Puees...aquí lo que verás son varios dragones, de los que había en la isla Ouroboros. - señalo a lo lejos del jardín, al lugar en el que descansan un par de dragones cerca de una fuente natural. Después le señalo al anillo que llevo en el dedo, ante su pregunta de lo que utilizaba para hacer magia. La piedra azul del anillo ahora carece de brillo, a diferencia del modo en que lucía antes. - Usaba esto, tanto para sanar como para canalizar otro tipo de magia. Respecto a lo otro...al principio vivía con los renegados en Bastion Hollow. Después fuimos a la isla de Ouroboros, y cuando ésta cayó, tuvimos que trasladarnos aquí. Al menos me alegro de que la gente del castillo se esté encargando de buscar y avisar a gente para que puedan refugiarse. - pronto no cabrá más gente aquí, pues ya estamos bastante a tope, pero de momento pueden quedarse, hasta que encontremos algo mejor. Suelto un 'oooh' al ver a su lechuza posarse sobre Arsen, acercándome para acariciar un poco al ave. - Es muy bonita. - aunque se habría comido a mi mascota, aquel hámster que tuve hace tanto tiempo.
- Entonces...¿qué me dices, te vienes conmigo al bosque? - le pregunto con las manos a la espalda, a la espera de que me diga si se viene o no para saber si marche sola o acompañada.
Después regresamos de nuevo a los jardines, comenzando a avanzar por allí mientras le explico lo de las hierbas. - En realidad iba a salir a buscarlas al bosque, aquí en los jardines no hay mucho que pueda servir. Vente si quieres. - sonrío por el entusiasmo que demuestra por saber cosas de todo tipo, y por su modo de acribillarme a preguntas tan seguidas. - Puees...aquí lo que verás son varios dragones, de los que había en la isla Ouroboros. - señalo a lo lejos del jardín, al lugar en el que descansan un par de dragones cerca de una fuente natural. Después le señalo al anillo que llevo en el dedo, ante su pregunta de lo que utilizaba para hacer magia. La piedra azul del anillo ahora carece de brillo, a diferencia del modo en que lucía antes. - Usaba esto, tanto para sanar como para canalizar otro tipo de magia. Respecto a lo otro...al principio vivía con los renegados en Bastion Hollow. Después fuimos a la isla de Ouroboros, y cuando ésta cayó, tuvimos que trasladarnos aquí. Al menos me alegro de que la gente del castillo se esté encargando de buscar y avisar a gente para que puedan refugiarse. - pronto no cabrá más gente aquí, pues ya estamos bastante a tope, pero de momento pueden quedarse, hasta que encontremos algo mejor. Suelto un 'oooh' al ver a su lechuza posarse sobre Arsen, acercándome para acariciar un poco al ave. - Es muy bonita. - aunque se habría comido a mi mascota, aquel hámster que tuve hace tanto tiempo.
- Entonces...¿qué me dices, te vienes conmigo al bosque? - le pregunto con las manos a la espalda, a la espera de que me diga si se viene o no para saber si marche sola o acompañada.
- off:
Arsen, edita lo de los satélites y cambia por bloqueo de magia, que se supone que sólo lo saben los que han estado aquí antes en el castillo, porque se descubrió en una reunión que hicieron los Descendientes XD si quieres enterarte te lo puede contar Chloe o cualquiera del castillo.
Arsen Nadal
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La chica me ofrece ir al bosque, claro que si quiero, aunque llevamos semanas entre campamentos de verdad me apetece ver bosques más mágicos, asi que sin pensarlo le digo
-si claro que si, quizás un poco de trabajo me ayude a olvidarme un poco de lo que está pasando-le repondo mientras que mi lechuza vuela alrededor de mi.
-ya volvera-
Comienzo a caminar por los pasillos para dirigirnos a la salida y de ahí al bosque para recolectar hierbas, y por lo que me dijo también hay dragones.
Cuando estamos en las afueras del castillo vemos a un grupo de niños jugando alegremente con una pelota y uno de ellos se acerca a Chloe, el chico de unos nueve años de edad, el chico viene cargando un enorme y por lo que veo, pesado cesto lleno de hierbas, flores y semillas, para fabricar pociones.
- Hola Chloe, mira todas estas hierbas que he encontrado, hierba buena, hierbas pimo, pimo, centinodias y muchas más con eso ya podemos preparar poción para la fiebre y un tónico para lehuzas-
-genial chico deberías... llevarla a...-olvide dónde preguntar dónde fabrican las pociones-las mazmorras o a los invernaderos- digo dándome cuenta de que estoy haciendo el ridículo.
El niño me mira raro y se va con las hierbas que acaba de recoger
- bueno tenemos que ir a las bosque a buscar hierbas-
La caminata continua mientras que entramos en el bosque, debo admitir que es un lugar muy iluminado, con frondosos árboles, veo a varias personas alrededor, algunos intentando hacer magia, sin éxito, o recogiendo hierbas para fabricar pociones.
En eso escucho un relinchido, volteo a ver que es, a lo lejos puedo ver a unas chicas sentadas en el piso del bosque cerca de un hermoso unicornio blanco.
- guau, eso si es digno de verse-digo mientras que me dirijo a verlo de cerca, cuando me acerco las chicas se levantan y me dicen.
-espera lo vas a espantar-
-los unicornios les gusta más el lado femenino-
No digo nada, cerca se escucha un relinchido y detrás de los árboles salen dos unicornios más.
Me parecen realmente bellos, pero si esas chicas no me van a dejar acercarme entonces me doy la vuelta y regreso con Chole, ahora que lo pienso hay algo que necesito saber
- sabes cuando la magia desapareció, pensábamos que era el fin, después de una semana viajando, mi padre volvió con una noticia de que bloquearon la magia o algo así pero nunca supimos como lo hicieron , y nadie sabía como paso, tu no sabes algo al respecto-
-si claro que si, quizás un poco de trabajo me ayude a olvidarme un poco de lo que está pasando-le repondo mientras que mi lechuza vuela alrededor de mi.
-ya volvera-
Comienzo a caminar por los pasillos para dirigirnos a la salida y de ahí al bosque para recolectar hierbas, y por lo que me dijo también hay dragones.
Cuando estamos en las afueras del castillo vemos a un grupo de niños jugando alegremente con una pelota y uno de ellos se acerca a Chloe, el chico de unos nueve años de edad, el chico viene cargando un enorme y por lo que veo, pesado cesto lleno de hierbas, flores y semillas, para fabricar pociones.
- Hola Chloe, mira todas estas hierbas que he encontrado, hierba buena, hierbas pimo, pimo, centinodias y muchas más con eso ya podemos preparar poción para la fiebre y un tónico para lehuzas-
-genial chico deberías... llevarla a...-olvide dónde preguntar dónde fabrican las pociones-las mazmorras o a los invernaderos- digo dándome cuenta de que estoy haciendo el ridículo.
El niño me mira raro y se va con las hierbas que acaba de recoger
- bueno tenemos que ir a las bosque a buscar hierbas-
La caminata continua mientras que entramos en el bosque, debo admitir que es un lugar muy iluminado, con frondosos árboles, veo a varias personas alrededor, algunos intentando hacer magia, sin éxito, o recogiendo hierbas para fabricar pociones.
En eso escucho un relinchido, volteo a ver que es, a lo lejos puedo ver a unas chicas sentadas en el piso del bosque cerca de un hermoso unicornio blanco.
- guau, eso si es digno de verse-digo mientras que me dirijo a verlo de cerca, cuando me acerco las chicas se levantan y me dicen.
-espera lo vas a espantar-
-los unicornios les gusta más el lado femenino-
No digo nada, cerca se escucha un relinchido y detrás de los árboles salen dos unicornios más.
Me parecen realmente bellos, pero si esas chicas no me van a dejar acercarme entonces me doy la vuelta y regreso con Chole, ahora que lo pienso hay algo que necesito saber
- sabes cuando la magia desapareció, pensábamos que era el fin, después de una semana viajando, mi padre volvió con una noticia de que bloquearon la magia o algo así pero nunca supimos como lo hicieron , y nadie sabía como paso, tu no sabes algo al respecto-
Jeliel Myder
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Hacía poco que había llegado al Castillo Le Fay junto a un grupo de heridos. Simplemente llegué porque escuché que allí podría encontrarme con gente de renombre, gente que seguramente contrataría mis servicios. Me resulta muy extraño pasar desapercibido, por lo general, más de una vez han venido a mi encuentro curiosos que no podían pagar mis servicios, pobres ilusos, todo tiene un precio...
Por lo visto, los ánimos estaban por los suelos. Solo podía ver a un puñado de personas que solo escondían sus verdaderos sentimientos detrás de una falsa sonrisa, haciendo como si todo fuera a ir bien... Me agradan.
No puedo evitar escuchar todas las conversaciones, sobretodo de aquellos que parecen ser alguien en este lugar. Desde hace un tiempo que me he fijado en dos personas que conversaban, intentando enterarme de lo que estaba sucediendo, por lo visto, la chica se llama Chloe y el joven, que parecía estar algo perdido, Arsen.
Me gustaría que mi presencia fuera detectada, quisiera que ellos me preguntaran, pero soy demasiado digno como para preguntar yo primero, no suele ser mi modus operandi. Veo mi oportunidad, pues al joven le han rechazado acercarse a los unicornios por ser hombre, es lógico. Salgo hacia el jardín y me cruzo con ellos, pasando de largo entre los dos y dirigiéndome a los unicornios. Las chicas que estaban con los unicornios me ven, parecen dudar, no es la primera vez que se confunden con mi sexo. Parece que intentan avisarme, pero hago un gesto con la mano y me dejan acercarme. Al principio los unicornios parece que también dudan, por si acaso, me acerco al que parece más joven, ya que en su juventud son tolerantes al genero masculino. Intento transmitir paz y tranquilidad, serenidad, hasta que saco una manzana madura, bien dulce y la pongo a una cierta altura, ofreciéndosela, ya que los unicornios no inclinan nunca la cabeza. Parece que la acepta y le acaricio la mejilla. No puedo evitar ladear la cabeza, para ver si la chica y el joven me han visto.
Por lo visto, los ánimos estaban por los suelos. Solo podía ver a un puñado de personas que solo escondían sus verdaderos sentimientos detrás de una falsa sonrisa, haciendo como si todo fuera a ir bien... Me agradan.
No puedo evitar escuchar todas las conversaciones, sobretodo de aquellos que parecen ser alguien en este lugar. Desde hace un tiempo que me he fijado en dos personas que conversaban, intentando enterarme de lo que estaba sucediendo, por lo visto, la chica se llama Chloe y el joven, que parecía estar algo perdido, Arsen.
Me gustaría que mi presencia fuera detectada, quisiera que ellos me preguntaran, pero soy demasiado digno como para preguntar yo primero, no suele ser mi modus operandi. Veo mi oportunidad, pues al joven le han rechazado acercarse a los unicornios por ser hombre, es lógico. Salgo hacia el jardín y me cruzo con ellos, pasando de largo entre los dos y dirigiéndome a los unicornios. Las chicas que estaban con los unicornios me ven, parecen dudar, no es la primera vez que se confunden con mi sexo. Parece que intentan avisarme, pero hago un gesto con la mano y me dejan acercarme. Al principio los unicornios parece que también dudan, por si acaso, me acerco al que parece más joven, ya que en su juventud son tolerantes al genero masculino. Intento transmitir paz y tranquilidad, serenidad, hasta que saco una manzana madura, bien dulce y la pongo a una cierta altura, ofreciéndosela, ya que los unicornios no inclinan nunca la cabeza. Parece que la acepta y le acaricio la mejilla. No puedo evitar ladear la cabeza, para ver si la chica y el joven me han visto.
No nos alejamos demasiado del castillo, sólo tenemos que andar un poco para quedarnos en los alrededores del cercano bosque. Tampoco tenemos que adentrarnos demasiado porque parece que hay refugiados del castillo que ya se han encargado de recolectar algunas plantas de las que necesitaremos, aunque no todas. Agradezco el gesto de los que han estado trabajando, pidiéndoles que vayan a dejar eso en la enfermería, para que luego elaboremos las pociones. Camino unos minutos más con Arsen, hasta que damos con un par de unicornios en las proximidades. Bajo la voz para no asustarlos, hablando con mi compañero. - Hoy es tu día de suerte. - sonrío mirándole de reojo, haciendo un gesto para que se acerque. - Es lo que querías ver, ¿no? es raro que estén aquí tan tranquilos...la mayoría de criaturas mágicas han huido o cambiado sus hábitos desde que sucedió lo de la pérdida de magia...muchos de ellos han muerto - comento apenada mientras nos acercamos lentamente, aunque unas chicas que estaban allí antes empiezan a poner pegas. - Eso no significa que ellos no puedan tocarlos. Sólo hay que tratarlos de manera amable. - replico para que entiendan que no tenemos exclusividad en esto, aunque puede que lo mejor sea esperar a que se marchen para quedarnos tranquilos.
Suspiro apartando la mirada de los unicornios, prestando ahora atención a las preguntas de Arsen. No saben mucho de lo sucedido, seguro que como la mayoría de gente que no ha tenido acceso a la información que hemos obtenido en el castillo Le Fay. - Sí...en el castillo se hicieron algunas reuniones e investigaciones, entre los Descendientes y otros grupos. Al final descubrieron que había algo llamado "pozos de magia", una especie de material que bloqueaba la magia. El descendiente de Merlín encontró un libro en el que se hablaba sobre el tema, y el descendiente de Newton descubrió que había nuevos satélites en el cielo, y que su aparición coincidía con la desaparición de la magia. Eso es lo que lo está provocando, y están buscando modos de resolverlo. - mientras hablo con Arsen no me pasa desapercibida la aparición de un elfo, que creo que me suena levemente por estar entre los que llegaron al castillo hace poco. Su modo de acercarse a los unicornios llama mi atención, ya que valoro mucho que traten con amor y respeto a todas las criaturas. El unicornio le ha permitido acercarse sin problemas, un buen "zasca" para las chicas que estaban quejándose antes.
- Lo dije, sólo necesitan que los traten bien, como nos gustaría que nos tratasen a cualquiera. - comento en voz alta, dirigiéndome a las chicas. Después hago un gesto a Arsen, para que se acerque conmigo a donde están el elfo y el unicornio. - Tienes buena mano con las criaturas. - comento con una leve sonrisa cuando lleganos hasta Jared, esperando no molestarle. - ¿Has llegado hace poco al castillo, verdad? si necesitas cualquier cosa... - dejo la frase a medias, para que hable si lo ve conveniente.
Suspiro apartando la mirada de los unicornios, prestando ahora atención a las preguntas de Arsen. No saben mucho de lo sucedido, seguro que como la mayoría de gente que no ha tenido acceso a la información que hemos obtenido en el castillo Le Fay. - Sí...en el castillo se hicieron algunas reuniones e investigaciones, entre los Descendientes y otros grupos. Al final descubrieron que había algo llamado "pozos de magia", una especie de material que bloqueaba la magia. El descendiente de Merlín encontró un libro en el que se hablaba sobre el tema, y el descendiente de Newton descubrió que había nuevos satélites en el cielo, y que su aparición coincidía con la desaparición de la magia. Eso es lo que lo está provocando, y están buscando modos de resolverlo. - mientras hablo con Arsen no me pasa desapercibida la aparición de un elfo, que creo que me suena levemente por estar entre los que llegaron al castillo hace poco. Su modo de acercarse a los unicornios llama mi atención, ya que valoro mucho que traten con amor y respeto a todas las criaturas. El unicornio le ha permitido acercarse sin problemas, un buen "zasca" para las chicas que estaban quejándose antes.
- Lo dije, sólo necesitan que los traten bien, como nos gustaría que nos tratasen a cualquiera. - comento en voz alta, dirigiéndome a las chicas. Después hago un gesto a Arsen, para que se acerque conmigo a donde están el elfo y el unicornio. - Tienes buena mano con las criaturas. - comento con una leve sonrisa cuando lleganos hasta Jared, esperando no molestarle. - ¿Has llegado hace poco al castillo, verdad? si necesitas cualquier cosa... - dejo la frase a medias, para que hable si lo ve conveniente.
///en alguna habitacion habilitada a modo de enfermeria en el interior del castillo//
Las noches y los días se sucedían en aquel castillo sin que yo fuese apenas consciente de ello. Desde que Ian me encontrase a las afueras de Llangoed, mi antiguo hogar, el hogar del clan de los hijos de Fenrir, no habia vuelto a hablar con nadie. La luna nos pilló pronto, y si sobreviví tambien a la compañía de Ian en forma de licántropo, fue gracias a la intervencion de otros magos de la Resistencia....si no, seguramente, habria muerto a manos de mi amigo aquella misma noche.
Mis heridas habian sanado practicamente en su totalidad, a excepcion del brazo y la mano mutilados...esos no volverian asi como asi. Pero pese a ello yo no mostraba signos de recuperacion demasiado evidentes, era como un animal salvaje que cuando se sabe tullido se deja morir. Despertaba de vez en cuando, y a duras penas comía algo. En los ratos que dormía, que eran casi todos, me agitaban las pesadillas. No podía dejar de visualizar cómo me devoraban los lobos. A veces eran los de mi clan, otras Ian estaba tambien entre ellos, y otras veces, era solo yo contra mi mismo. Con cada dia que pasaba odiaba un poco más lo que era, no solo por estar tullido y resultar debil, si no por ser un maldito lobo. Éramos una raza maldita. Nos quitaban la magia y qué eramos? Bestias salvajes, animales que no merecian ni existir.
Tantos años de esfuerzo, concentracion y entrenamiento para intentar controlar nuestro lado animal....y resulta que no podíamos hacerlo, no sin magia. Que esto era cómo eramos en realidad, nuestra auténtica naturaleza. Solo nos habiamos estado engañando...Oren...con todas aquellas palabras de seguridad y calma...todo mentiras. Nos había engañado....
Al final daba igual los esfuerzos que intentase hacer, aquel lado irracional, instintivo y agresivo tomaba fuerzas en mi, y habia poco autocontrol o pocas ganas de luchar contra ello. No fue de extrañar entonces que ocurriera lo que ocurrió a continuacion.
Estaba en medio de otro de mis sueños aquellos. Un aprendiz o estudiante, o lo que fuera, andaba por la zona de la enfermeria en sus tareas. Debió de ver como me agitaba en sueños y se acercó a chequear mi estado. Me desperté bruscamente en cuanto puso su mano en mi frente para medir la temperatura, tomándome aquello como una amenaza bajo mi febril punto de vista.... sabiendome sin extremidades funcionales, mi modo de defenderme fue el mas basico posible. Tras clavar mis ojos en los suyos, me incorporé bruscamente haciendo presa de su garganta con mi boca. No escatimé en fuerza y le hice sangre. Pero mis fauces humanas no eran las de un lobo, y el joven pudo gritar y pedir ayuda, que mas le valía que llegase pronto.
Arsen Nadal
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Chloe me explica lo que sucedió con la magia parece algo complicado, ya que mencionó un material mágico y algo de un satélite, por lo que entiendo lanzaron una satélite que bloquea la magia, cosa que se me hace de verdad muy irreal, trago saliva, no sé que decirle.
-espero que esto no les lleve mucho tiempo, de verdad extraño mi magia-
Volteo a ver de nuevo a los unicornios, de verdad quiero acercarme a ellos y acariciarlos quizás hasta montarme en uno para variar, suena de verdad divertido.
En eso veo a alguien de cabello blanco acercarse al que parece ser el más joven de los unicornios, Chloe se acerca a dónde está el unicornio, me hace un gesto para que me acerque más.
Le hago caso y me voy acercando poco a poco al unicornio, las chicas me miran con recelo, pero no hacen nada para evitar que me acerque.
Me acerco detrás de Chloe que se acercó al sujeto de blanco, no sé si es hombre o mujer, Chloe le habla, estiro la mano acercandome más al hermoso unicornio.
Estiro mi mano, el animal reacciona cuando me acerco, respiro profundamente y me quedo quieto, el animal levanta la cabeza y retrocede un paso, segundos después este vuelve a agacharse cabeza hacia mi mano y por fin logro acariciarlo con suavidad, su piel si que es suave, estiro mi otra mano y lo acaricio con ambas manos, su piel además de suave es cálida, dejo de acariciarlo, recordando que tengo cosas que hacer.
Retrocedo y volteo a ver a Chloe y al tipo de piel blanca, había olvidado presentarme.
-Hola mi nombre es Arsen Nadal, mucho gusto-le digo
En eso volteo a un lado y veo a otro grupo de personas que han llegado del otro lado caragando cestos vaciós.
- que tal si te nos unes a recolectar algunas hierbas para fabricar pociones, deverdad nos hace falta ayuda para terminar rápido- dijo mientras que agarro una de las cestas para ir hacia dónde está el plantió de hierbas.
Comienzo a agarrar las hierbas que veo, por lo que tengo entendido solo debo agarrar las que estén maduras y listas para cortarse
-espero que esto no les lleve mucho tiempo, de verdad extraño mi magia-
Volteo a ver de nuevo a los unicornios, de verdad quiero acercarme a ellos y acariciarlos quizás hasta montarme en uno para variar, suena de verdad divertido.
En eso veo a alguien de cabello blanco acercarse al que parece ser el más joven de los unicornios, Chloe se acerca a dónde está el unicornio, me hace un gesto para que me acerque más.
Le hago caso y me voy acercando poco a poco al unicornio, las chicas me miran con recelo, pero no hacen nada para evitar que me acerque.
Me acerco detrás de Chloe que se acercó al sujeto de blanco, no sé si es hombre o mujer, Chloe le habla, estiro la mano acercandome más al hermoso unicornio.
Estiro mi mano, el animal reacciona cuando me acerco, respiro profundamente y me quedo quieto, el animal levanta la cabeza y retrocede un paso, segundos después este vuelve a agacharse cabeza hacia mi mano y por fin logro acariciarlo con suavidad, su piel si que es suave, estiro mi otra mano y lo acaricio con ambas manos, su piel además de suave es cálida, dejo de acariciarlo, recordando que tengo cosas que hacer.
Retrocedo y volteo a ver a Chloe y al tipo de piel blanca, había olvidado presentarme.
-Hola mi nombre es Arsen Nadal, mucho gusto-le digo
En eso volteo a un lado y veo a otro grupo de personas que han llegado del otro lado caragando cestos vaciós.
- que tal si te nos unes a recolectar algunas hierbas para fabricar pociones, deverdad nos hace falta ayuda para terminar rápido- dijo mientras que agarro una de las cestas para ir hacia dónde está el plantió de hierbas.
Comienzo a agarrar las hierbas que veo, por lo que tengo entendido solo debo agarrar las que estén maduras y listas para cortarse
Jeliel Myder
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Al ver a Chloe, veo que no puede evitar una particular sonrisa hacia las chicas que estaban con los unicornios, esa sonrisa que más me agrada, la que te transmite un eufórico "jodete", aunque fugaz, ha sido intenso. Por otro lado veo al otro joven, se veía que quería tocar al unicornio. Me resultaba gracioso, dudaba tanto que parecía como si fuera a tocar su primer pecho, finalmente logró tocar al unicornio.
-Encantado de conocerte, Chloe, me llamo Jeliel (perdón, ya se que pone Jared, fallo mio, a ver si puedo cambiarlo XD). En un principio venia en búsqueda de trabajo, pero he visto que tenéis bastantes problemas, ¿tendrías la amabilidad de resumirme brevemente lo que ha sucedido aquí? (Dejo aquí un hueco para el breve resumen)
[...]
Escucho a Chloe atendiendo a cada una de sus palabras, mientras veo que Arsen se retira para recoger hierbas y plantas. Cuando Chloe acabó de contar el resumen, hace ademán de decir algo más, pero le pongo un dedo en sus labios para que no hable mientras miro hacia el castillo.
-Siento una perturbación en la belleza, como si algo bello y hermoso se estuviera corrompiendo por alguna extraña maldición.
Justo en ese momento se escuchan gritos de socorro provenientes del castillo. Me vuelvo a girar hacia Chloe, bajando mi mano, mi mirada expresaba todo lo que pensaba y claramente lo que iba a hacer. Sin esperar respuesta de ella, salgo corriendo hacia el castillo, hasta el lugar de donde provenían los gritos de auxilio.
-Encantado de conocerte, Chloe, me llamo Jeliel (perdón, ya se que pone Jared, fallo mio, a ver si puedo cambiarlo XD). En un principio venia en búsqueda de trabajo, pero he visto que tenéis bastantes problemas, ¿tendrías la amabilidad de resumirme brevemente lo que ha sucedido aquí? (Dejo aquí un hueco para el breve resumen)
[...]
Escucho a Chloe atendiendo a cada una de sus palabras, mientras veo que Arsen se retira para recoger hierbas y plantas. Cuando Chloe acabó de contar el resumen, hace ademán de decir algo más, pero le pongo un dedo en sus labios para que no hable mientras miro hacia el castillo.
-Siento una perturbación en la belleza, como si algo bello y hermoso se estuviera corrompiendo por alguna extraña maldición.
Justo en ese momento se escuchan gritos de socorro provenientes del castillo. Me vuelvo a girar hacia Chloe, bajando mi mano, mi mirada expresaba todo lo que pensaba y claramente lo que iba a hacer. Sin esperar respuesta de ella, salgo corriendo hacia el castillo, hasta el lugar de donde provenían los gritos de auxilio.
Le doy unas palmaditas de ánimo en la espalda a Arsen, suspirando cuando dice que echa de menos su magia. - Te entiendo...así estamos todos. No sabemos lo mucho que dependemos de ella. La magia de sanación es más rápida y efectiva que la medicina corriente, que es lo que tenemos que usar ahora. - dejamos la conversación por el momento, tras la aparición de Jeliel y su intervención con el unicornio. Las acciones del elfo animan a Arsen a tocar por fin al unicornio, que no reacciona de manera negativa porque lo ha hecho con mucho cuidado. Asiento con aprobación, girándome después al elfo para presentarme también.
- Igualmente, nos gusta acoger a todo aquel que lo necesite. Si buscas trabajo creo que podremos ofrecerte algo, pero no sé si se podrá cumplir mucho a nivel económico...- vamos, que si quiere hacer parte de trabajo altruista, mucho mejor. A continuación le explico un poco sobre el tiempo que llevamos aquí y por qué nos refugiamos en este lugar, debido a la caída de la isla Ouroboros. De lo de la pérdida de magia seguro que no tengo que explicar nada porque él también está afectado, pero le cuento lo mismo que a Arsen antes, lo que hemos descubierto por medio de investigaciones varias. Dejo que Arsen comience con lo de la recolección de plantas mientras yo sigo hablando, aunque el elfo parece pedirme silencio de manera repentina. Pongo cara de confusión con eso de la perturbación en la belleza, aunque también me hace gracia porque ha sonado muy a frase de elfo. - ¿A qué te refieres? ay... no me asustes. - empiezo a ponerme nerviosa con eso de lo corrompido y la maldición, aunque técnicamente no sea posible porque no hay magia.
Acto seguido se escuchan los gritos de auxilio provenientes del castillo, así que echo a correr a toda velocidad detrás de Jeliel. Arsen puede seguirnos si quiere, o puede quedarse recogiendo hierbas, sólo que no tengo tiempo de quedarme esperando una decisión. Al cruzar la verja del jardín nos encontramos con un par de estudiantes de medicina, que explican muy nerviosos algo de un ataque en la enfermería. Seguimos corriendo hacia el interior del castillo, recorriendo el pasillo que lleva hasta la gran habitación en la que están las camas de los heridos y enfermos. Allí nos encontramos con la escena que había horrorizado a los estudiantes, la misma que me deja paralizada durante un instante. - ¡No, Jarkko! ¡suéltalo! - grito asustada acercándome a él, tratando de apartarlo del joven al que ha mordido en la garganta. El pobre Jarkko no puede hacer mucho sin su brazo y sin su mano, así que se ve que su primer instinto como licántropo descontrolado ha sido el de hincar diente en la yugular. - ¡Jeliel! ¡ayúdame a separarlos sin que se hagan daño! - le pido para ver si somos capaces de que Jarkko suelte al otro, sin tener por ello que perjudicarle.
- Igualmente, nos gusta acoger a todo aquel que lo necesite. Si buscas trabajo creo que podremos ofrecerte algo, pero no sé si se podrá cumplir mucho a nivel económico...- vamos, que si quiere hacer parte de trabajo altruista, mucho mejor. A continuación le explico un poco sobre el tiempo que llevamos aquí y por qué nos refugiamos en este lugar, debido a la caída de la isla Ouroboros. De lo de la pérdida de magia seguro que no tengo que explicar nada porque él también está afectado, pero le cuento lo mismo que a Arsen antes, lo que hemos descubierto por medio de investigaciones varias. Dejo que Arsen comience con lo de la recolección de plantas mientras yo sigo hablando, aunque el elfo parece pedirme silencio de manera repentina. Pongo cara de confusión con eso de la perturbación en la belleza, aunque también me hace gracia porque ha sonado muy a frase de elfo. - ¿A qué te refieres? ay... no me asustes. - empiezo a ponerme nerviosa con eso de lo corrompido y la maldición, aunque técnicamente no sea posible porque no hay magia.
Acto seguido se escuchan los gritos de auxilio provenientes del castillo, así que echo a correr a toda velocidad detrás de Jeliel. Arsen puede seguirnos si quiere, o puede quedarse recogiendo hierbas, sólo que no tengo tiempo de quedarme esperando una decisión. Al cruzar la verja del jardín nos encontramos con un par de estudiantes de medicina, que explican muy nerviosos algo de un ataque en la enfermería. Seguimos corriendo hacia el interior del castillo, recorriendo el pasillo que lleva hasta la gran habitación en la que están las camas de los heridos y enfermos. Allí nos encontramos con la escena que había horrorizado a los estudiantes, la misma que me deja paralizada durante un instante. - ¡No, Jarkko! ¡suéltalo! - grito asustada acercándome a él, tratando de apartarlo del joven al que ha mordido en la garganta. El pobre Jarkko no puede hacer mucho sin su brazo y sin su mano, así que se ve que su primer instinto como licántropo descontrolado ha sido el de hincar diente en la yugular. - ¡Jeliel! ¡ayúdame a separarlos sin que se hagan daño! - le pido para ver si somos capaces de que Jarkko suelte al otro, sin tener por ello que perjudicarle.
Estaba claro que el chaval al que había enganchado por el cuello era un buen tipo pese a todo porque a parte de gritar y pedir auxilio, no hizo nada contra mi. Eso o lo hacía pillado demasiado desprevenido y estaba demasiado acojonado como para reaccionar bien por su propia vida.
El caso es que los gritos no ayudaban. Algunos más parecieron hacerse eco de la agresión pero yo estaba ajeno a ello, solo pensaba en apretar más alrededor de su cuello con mis dientes, hasta que ese dejase de respirar... Creo que el sabor de su sangre en mi boca no me molestaba, al contrario. Emití un gruñido ahogado cuando alguien me vino a interrumpir, Chloe, no reconociéndola el inicio. Pero ello al menos causó que soltase al enfermero, y para apartarlo de mi le pegué una patada fuerte en el estómago, al menos lo había dejado herido y no me molestaría....
No reparé en el rostro conocido de mi amiga, ni si quiera me detuve a pensar si aquello era lógico o no, de pronto habia más gente a mi alrededor. Incapaz de distinguir amigo de enemigo, aliado de rival, me lancé para atacar de igual modo a uno de los recién llegados, arrojandome contra Jeliel para empujarle, y si tenía que volver a morder a alguien, lo haría.
- DEJADME EN PAZ!!!
El caso es que los gritos no ayudaban. Algunos más parecieron hacerse eco de la agresión pero yo estaba ajeno a ello, solo pensaba en apretar más alrededor de su cuello con mis dientes, hasta que ese dejase de respirar... Creo que el sabor de su sangre en mi boca no me molestaba, al contrario. Emití un gruñido ahogado cuando alguien me vino a interrumpir, Chloe, no reconociéndola el inicio. Pero ello al menos causó que soltase al enfermero, y para apartarlo de mi le pegué una patada fuerte en el estómago, al menos lo había dejado herido y no me molestaría....
No reparé en el rostro conocido de mi amiga, ni si quiera me detuve a pensar si aquello era lógico o no, de pronto habia más gente a mi alrededor. Incapaz de distinguir amigo de enemigo, aliado de rival, me lancé para atacar de igual modo a uno de los recién llegados, arrojandome contra Jeliel para empujarle, y si tenía que volver a morder a alguien, lo haría.
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