Comedor

"¿Haya decidido que hacer y con quién pasar el último día de mi vida?"
Ante tal revelación miro de soslayo a la pelirroja ¿tan rápido lo ha decidido? Si es que unas buenas curvas...aunque antes de que llegue a preocuparme demasiado, siento su calidez en mis labios al mismo tiempo que mi corazón salta de nuevo...y si soy sincera, no comprendo el motivo, se supone que lo acabo de conocer...pero su piel es tan cálida.  
No me resisto, cierro los ojos y en cierta forma me dejo caer en sus brazos...es cierto...soy como una niña y de la misma manera puedo llegar a ser inocente en estos temas, de hecho soy la primera en esa sala que no debería estar haciendo esto...pero...mi corazón sigue latiendo y soy incapaz de separarlo. Más aun, acaricio su cabello con mi mano, incluso paso mis dedos por su cuello mientras que la embriaguez, o quizás mi inconsciente, se transmite en igual pasión que la suya.  
Soy un ser que ha vivido demasiado, soy una nada interminable...si realmente busco la felicidad debería alejarme; y a pesar de que así indica una parte lógica...mi cuerpo es incapaz de acometer esa orden, de hecho mi otra mano se aferra a su chaqueta, evitando que en algún momento pueda separarme.
Una lagrima resbala por mi mejilla, siendo la causa por la que despegue sus labios de los míos, apoyando la cabeza en su pecho para que no pueda verla.
"Mierda ¿Qué haces? No, no, no puedo pensar en estas cosa...debería marcharme"
Si lo pienso...¿por qué mis piernas no responden? ¿por qué mi mano no deja su chaqueta? ¿por qué trato de que no se de cuenta de esa maldita lagrima que ha fragmentado tal momento? Si lo pienso...¿por qué termino murmurando aquello?
- No te vayas...
No tengo ni idea de lo que ha pasado por mi mente pero vuelvo a recomponerme, separándome de él y dándome un pequeño golpe en la cabeza mientras le sonrío quitándole importancia.
No quiero que hable, no quiero que se preocupe, así que tomo su mano y lo guío de nuevo hacia dónde estábamos antes.
- Eres malo, onii-chan, además no me has dicho lo que le susurraste al pelirrojo...geisha...cosa.
Doy un pequeño salto para sentarme en la mesa y recogerme el vestido hasta la altura de las rodillas para poder abrir ligeramente las piernas, zarandeando  hacia delante y atrás los pequeños pies descalzos.
Miro a los que hacen la croqueta, dejando escapar una pequeña risa mientras tomo la botella extraña de la que había bebido Kosuke, dando un trago que abrasa mi garganta y me hace estremecer.
- Creo que no estoy tan acostumbrada como tu, onii-chan una diminuta sonrisa se va abriendo paso hacia un lado de mi mejilla cuando reparo en cierto detalle.
Puede que vaya algo contentilla...no lo voy a negar pero lo habría hecho de todas maneras así que no me pienso dos veces en agarrar al japonés del cuello de la camisa para acercarlo a mí, apretando la tela de la cortina sobre mi muslo.
- No es justo y tengo la sensación de que voy perdiendo -le digo al tenerlo frente a mí, entre mis piernas (por muy mal que suene) - y no...me habitúo a perder.
Vuelvo a acariciar sus labios antes de unirlos en un beso más vehemente que el anterior...no sé si estoy haciéndolo lo correcto, él también terminará dejándome sola pero no quiero, NO QUIERO...no quiero pensar en eso por lo que me fundo, me dejo llevar en esos segundos.

Tras finalizar el baile, noto como Lisy se pone bastante emotiva al aferrarse a mi, sin querer soltarse, como si temiese que fuese a dejarla sola, sobre todo al murmurar que no me fuese, solté un ligero suspiro -Baka... no pienso irme, no pienso dejarte sola -le contesté y ella aparta su cara de mi pecho y finalmente se separa de mi. Puedo ver que en su rostro se encuentra mancillado por el recorrido de una lágrima, aunque ella sonriese, sé perfectamente que que algo le pasa, por dios si se le ve en la cara, no hay que estar muy avispado para ver eso.
-¿Lo que le susurré al pelirrojo? mmm -me rasco la cicatriz de mi mejilla con la mano izquierda- digamos que... es de una chica que me gusta -creo que cuando dije que ya había decidido con quien estar mi último día sobre este mundo no ha captado que yo hablaba de ella... ¡Maldita sea! ¡EMPANAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Se sienta en la mesa y yo decido acompañarla, veo que se ríe al ver al ruso y al pelirrojo hacer la croqueta en el suelo, cuando decido pegarle un trago a mi vaso de vodka, veo que ya no queda, por lo que voy a coger la botella, pero se me adelanta la elfa, dándole un buen trago, algo me dice que también va un tanto alcoholizada, diría que ya ha cogido el punto, le quito la botella con suavidad para pegarle yo un buen trago, notando como hace que mi garganta arda -Lisy... si quieres emborracharte hazlo, pero creo que ya deberías de dejar de beber -le sugerí cuando dice que no tiene tanto aguante como yo, aunque no niego que yo en un par de tragos más pueda acabar borracho pero... creo que lo mejor es que uno de los dos sea el que menos borracho vaya. La chica decide volver a besarme, a lo cual no voy a resistirme, pero empiezo a notar nuevamente que no se encuentra bien... sentimentalmente al menos, ya sabemos que quizás mental y físicamente va algo pedo pero... definitivamente hay algo, así que en cuanto finalizamos el beso decido hablarle -Lisy... no sé que es en lo que estás pensando realmente, para mi desgracia no nací con la magia de la telepatía pero tal vez creo saberlo, así que escúchame escúchame...  -cuando me murmuró aquello de que no me fuese creo que los tiros irán por ahí -no dejaré que te sientas sola -sonrío ligeramente, para que se sienta segura- pienso encargarme de borrar tu soledad, no importa cuantos años vivas o cuantos van a ser los que yo viva... no creo ser capaz de entender lo que es vivir una vida longeva pero... te prometo que pasen 10 años, pasen 100, pasen 1000, no dejaré que la soledad te invada... la quemaré, no importa qué. todo aquello se lo dije en un susurro para que sólo me oyese ella y tras esto le revuelvo un poco el pelo y recupero mi tono normal -así que nada de llorar señorita, que estamos en una fiesta -el tono que usé era uno más animado y le pego otro buen trago de vodka, le he dado tanta caña a la botella que casi la vacío por completo.
-... Oh mierda... mañana me va a esperar una buena señora resaca... -admito las consecuencias de aquel trago, definitivamente yo voy a acabar borracho, porque desde luego noto los efectos del alcohol -será mejor que me siente... -reí un poco y me siento al lado de Lisy en una silla, observando como el ruso y el travelo siguen haciendo la croqueta -¿Por cuanto tiempo más piensan rodar por el suelo? -hice aquella pregunta retórica a pleno pulmón, a ver si se levantaban de una vez.

Vanessa ha resultado ser una una buena compañera de baile. La chica es bastante grácil y lo hace bien, todos sus movimientos hacen que nos coordinemos y compenetremos perfectamente a pesar de ser la primera vez que bailamos juntos. Todavía con los últimos compases de la canción en mis oídos el baile llega a su fin, justo en el momento en que nuestros cuerpos han quedado más juntos, uno contra el otro, ahora con la respiración ligeramente agitada debido al intenso movimiento anterior. Además, no sólo ha habido baile, sino confesiones por su parte, que tal vez deba achacar al alcohol. Ella sí ha bebido, yo no he tomado nada, por lo que mantengo la mente más lúcida. Puede que si ella no hubiese bebido nada no me hubiese hecho esas confesiones sobre la soledad, o tal vez sí, no la conozco lo suficiente como para saber si le cuesta hablar de sí misma. Muchos temen a la soledad hoy día, pero yo más que a la soledad...temo perder a quienes me importan. Es similar, pero no es lo mismo.

- Tú no estás sola, tienes a todos tus amigos de la Brigada, sois como una gran familia. Olvídate de esos miedos...

Trato de quitarle esa especie de tristeza que se le ha quedado al decir lo de la soledad. Por suerte parece recuperarse rápido, y pronto se pone a hacer bromas sobre los pelirrojos y sus supuestas habilidades en la cama. El que debe saber de eso es Thalos, el cual debe de estar cabreándose conmigo por tardar desde que me mandó el mensaje de la moneda. Puede que me haya liado un poco más de la cuenta...y comienzo a caer en ello al percatarme de que estamos hablando de cosas como la supuesta fogosidad de la gente con ese color de pelo o de que ella sabe cómo hacer disfrutar a un hombre.

Enseguida una señal de alarma se enciende en mi mente, sobre todo cuando me dice eso de avisarla si quiero comprobarlo. Ella no tiene por qué saber que estoy casado, a no ser que mire el anillo que llevo puesto en la mano, así que no puedo culparla de nada. Esa proposición tan directa no deja lugar a dudas, pero ni yo puedo porque tengo una mujer, ni ella debe porque está borracha y se podría arrepentir luego. No, yo no sería de esos que se aprovechan de que una chica va borracha para llevársela a la cama. A pesar de que sólo he estado con Josephine, sé que yo no haría eso. Me autoregaño mentalmente por haber tenido un breve instante en el que me quedo mirándola más de la cuenta, y no sólo a los ojos cuando me mira de esa manera tan intensa, sino que por un momento a los labios. - No lo dudo...- acierto a decir tras esos segundos de confusión mental, todavía sin separarme de ella. Tal vez en  otra situación si podría dejarme llevar, ver lo que sucede si seguimos por este camino. La chica es bastante guapa y parece simpática, pero claro, para un soltero.

Los segundos parecen transcurrir despacio a la espera de que yo responda algo más, o que me despida, es momento de marcharse, despedirse de algún modo. Acorto levemente la poca distancia que ya de por sí nos separa, rozando sus labios levemente un momento a la par que cierro los ojos, aunque al final acabo dándole un beso en la mejilla, cerca de la comisura de los labios. - Pero me temo que no podrá ser...lo siento.- abro los ojos, terminando de separarme de ella, retirando las manos de su cintura.  Acabo por mostrarle el anillo que llevo en la mano para aclarar el motivo por el que digo que no puedo, no quiero que piense que la estoy despreciando ni nada de eso.

- Siento no poder corresponder a eso que has dicho.- Aunque hace ya algún tiempo que dudo de si ella me sigue queriendo como antes, yo la sigo queriendo, no puedo hacer nada más ni ir más allá. Además, hacer eso en un momento de crisis no creo que sea lo mejor para arreglar las cosas. Quién sabe, ahora mismo estoy demasiado sorprendido todavía por lo sucedido - Tengo que irme...me esperan en la sala de reuniones. Me ha gustado bailar contigo, espero que nos veamos en otra ocasión. Terminad de pasarlo bien. Cuídate, Vanessa. - me despido de ella dándome la vuelta después, sintiéndome culpable a más no poder, tanto por ese mínimo acercamiento que creo no debería haber hecho como por poder hacerla sentir mal a ella. Definitivamente no tenía que haber venido a la fiesta. Como todos están a lo suyo no creo que nadie se de cuenta de que me marcho, aunque sí me despido de Nery, que es el único que parece prestar atención ahora mismo. Tras atravesar la sala, salgo de allí.

"Nunca tratamos igual a la familia de sangre que a la adoptada."

*Pero Johan tiene razón, no debería sentirme así, y menos en una fiesta. ¿O era a causa de esta que estaba así de sensible? Ah qué mas daba, de todas formas no iba a aguantar mucho más. Él se queda mirándome incluso después de que termine la canción, sin apartarse. Mi sonrisa se amplía cuando admite que no duda de mis capacidades en la cama, y hace bien. Despacio, se acerca a besarme, pero parece dudar y en el último momento deja sus labios muy cerca de los míos, en la mejilla. Están templados... Pero se separa demasiado rápido, suelta mi cintura, dejándome una sensación extraña de añoranza, y me enseña su anillo. Un anillo, una alianza, un matrimonio. Sonrío aun, en parte por el alcohol y en parte porque me hace gracia mi propia situación, yo que tan pocas relaciones he tenido y no era capaz de imaginar que había personas felices y casadas que se tenian el uno al otro. Muchas parejas eran separadas por la guerra, la distancia, las ideas, pero aún había algunas que se mantenían. ¿Serían Johan y su mujer una de ellas? Bueno... Yo no era quien debía decidirlo. *

-Tu mujer es afortunada de tenerte.

*Johan empieza a despedirse y yo hago lo propio, agitando mi mano despacio. Fuera de aquella habitación seguía la vida para los demás, vida a la que yo también debería volver... En un rato.*

-La próxima vez bailemos algo más lento que sino nos cansamos en seguida.

*Suelto una pequeña risa y miro a la gente a mi alrededor cuando él se va, parece que Indira y la chica peliblanca han triunfado, me alegro por ellas. Yo miro a Nery, del que Johan acaba de despedirse también y me acerco, sentándome a su lado porque estoy cansada.*

-¿No vas a quemar nada, chicodragón?

La cosa podía haber salido peor, podíamos habernos caído ambos, haber tropezado con alguien, lo que fuese, pero por suerte no ha ido mal. Mientras espero el veredicto por lo del baile espero que lo tenga en cuenta, especialmente porque soy un novato en eso. Tras unos tensos segundos me da la respuesta mediante un beso, como dándome el aprobado. Me separo después con media sonrisa, satisfecho por su respuesta. - Tomaré eso como un...'lo has hecho bien, eres genial y no esperaba que bailases de esa manera para ser la primera vez' . - nada más lejos de la realidad, pero me ha hecho ilusión.

- Bueno, tú puedes enseñarme las cosas estas del baile, pero luego, cuando esté menos borracho. Y eso si me me gusta, que no lo tengo muy claro todavía. - frunzo el ceño con cara de pensar en si me ha gustado o no, un tanto confuso. Por un lado me ha parecido difícil, por otro puede que sea divertido. Ya veremos. Vuelvo a mirarla, alzando una ceja como si de un pacto se tratase.

- Y yo puedo enseñarte otras cosas, yo qué sé, magia no creo porque nuestras magias son algo diferentes, pero sé hacer otras, como luchar con espada, lucha cuerpo a cuerpo...- me doy cuenta de que ya estamos 'cuerpo a cuerpo' en este momento, asociándolo con otro tipo de cosas que le podría enseñar a hacer y que no son precisamente lucha. Si no fuese por el alcohol en estos momentos me habría dado más corte del que me da ahora mismo pensar en eso, tal vez hubiese carraspeado, cambiado de tema y alejado de ella radicalmente.

La cabeza me da vueltas ahora mismo y tengo demasiado calor, no pienso con claridad en este momento. Subo una mano por su espalda dejando la otra en su cadera, antes de volver a atraerla para iniciar otro beso, pero esta vez no es sólo más largo que los anteriores, sino más profundo, con más hambre. Tras varios segundos me separo levemente de ella, terminando la frase que deje a medias. - Si quieres que te enseñe, claro. Estoy a tu disposición para lo que quieras...- tan absorto estoy en todo esto que ni me doy cuenta de si se marcha o no Johan, a decir verdad me entero de poco de lo que sucede ya.

Yo no sabía mucho de Johan así que no me pareció bien que acabara dejando a Vanessa ahí. A mi gusto hacían buena pareja. Por mi que todos los tortolitos de la sala fueran felices con sus cursilerias, yo, cero envidia. Me sorprendía cómo habían logrado todos llevarse tan bien, aunque ciertamente debían muchos conocerse de antes. Pero por otra parte consideraba todo aquello de los bailes muy empalagoso. Yo… Bueno, a veces quería ligar. Pero tampoco tenía muchas prisas. Y en aquel momento estaba muy feliz ahí, solo, aunque tanta cursilería empezaba a dejarme como un poco por fuera.

Y quizás por eso me sobresaltó que Johan se marchara, dejando a la chavala allí plantada. Pero la Vane no era tontica y por supuesto tuvo un gran plan, venir a hablar conmigo. Yo le alcé una ceja, como preguntándole con la mirada si es que pretendía sacarme a mi. Se debía estar divirtiendo un buen rato, haciendo tantas gentes y ganándose elogios aquí y allá. Se me sentó al lado y yo me puse firme, en pose medio sexy, porque seguía sin camiseta y eso era bien. Extendí un poco las alas para estirarme y luego consideré su pregunta.

-”Eso se puede solucionar fácil- Pensé. Pero no. Aquel día estaba siendo coherente. -Hace unos cuantos años, en el 1999, el treinta y uno de diciembre… La gente estaba en general un poco acojonada por el cambio de siglo. Pero otros nos propusimos hacer una fiesta, para poder enorgullecernos que habíamos estado en la fiesta del milenio. Que yo volveré a vivir algo así al menos dos veces más, pero… No todos. Y aquel día descubrí, mi querida Vane, que no es una gran idea juntar fiestas con fuego.-

Echaba en falta un trozo de paja para contar mis historias. -A los dragones el fuego nos sale por la garganta. Y pasa por la boca, y esas cosas. El problema es que, habiendo tomado al menos cinco tipos distintos de alcohol…- Señalé una botella vacía en mi mano. -No me quiero ni imaginar la llamarada que pudiera salir de ahí. Miedo me da quemar cosas. Oye, que si estuviéramos al aire libre me parecería bien. Pero me hice la promesa de no juntar ambas cosas a no ser que fuera necesario.

Era como conducir y beber. Pero peor. O mejor. No sé. Yo me estiré un poco más, encontrando en la mesa unos ricos huevos araña sin plato que no dudé en llevarme a la boca. -¿Y tu? Menuda pifia lo de Johan. Yo apostaba por vosotros. ¿Le has echado el ojo a algún mozo más? ¿Mozuela? Quién sabe, aquí se ve de todo- Le pregunté yo con sonrisaca picarona

Me muevo ligeramente hasta situarme tras la silla que ocupa Kosuke, riendo al escuchar aquella indirecta lanzada hacia los del suelo “Podría unirme a ellos...pero..." me divierte más tocarle las narices...quiero decir, tocarle el pelo a  onii-chan.
“¿Sobre una chica que le gusta?" con el beso me había quedado  claro que había escogido a este pequeño ser para pasar sus últimas horas aunque no creía que pudiera encariñarse tan pronto conmigo...no, si va a resultar todo un romántico con esas palabras de no dejarme sola.
¿Le habrán hecho daño? Quizás haya tenido malas experiencias con las chicas...quizás tenga miedo de sentir algo por una por esto mismo.
Poco a poco deslizo mi mano para soltar su coleta, permitiendo que su oscuro pelo caiga sobre mis manos...espero que no le moleste, no obstante es bonito, tan liso, tan distinto al mío.
Río con cierta dulzura, bajando de la mesa y sin volver a coger una botella al comprender que seré yo la que me toque cuidarlo, inclinándome hacia adelante para verlo sin el recogido.
- Mira que guapo -digo tomando entre mis dedos el mechón rojizo.
Aunque...no puedo evitar ser algo pícara... si quiere verme contenta que se atenga a las consecuencias, así que vuelvo a recogerme el vestido para sentarme en sus rodillas mientras continuo jugueteando con su pelo.
- Oye...onii-chan ¿quién es esa chica? .
Creo saber a quién se refiere pero soy lo suficientemente traviesa para preguntarlo, aunque no espero a comprobar su sonrojo o como se lleva la mano para rascarse la barbilla (gesto que me hace sonreír con frecuencia), si no que lo abrazo con efusividad para poder susurrarle de igual forma que hizo él.
- Tranquilo, onii-chan, antes me haría daño a mí misma que a cualquier persona que me haya tratado tan bien, por lo que intentaré por todos mis medios de no hacerte daño.
Al decirlo me vuelvo a levantar, situándome a su lado y mirando de reojo una botella “De acuerdo...nada de emborracharse...o no demasiado"
Alargo mi mano hacia su mejilla...sin embargo no llego a tocarla, la cierro y la vuelvo a dejar caer.
- Gracias... -murmuro.

No se como, he acabado con dos pelirrojos de difrente indole haciendo la croqueta conmigo en el suelo. Yo no queria, por supuesto que no, pero la borrachera y los pelirrojos me arrastran. Malditos pelirrojos! Les digo en ruso que quiero parar pero me aplastan y para huir de ellos pues debo de hacer la croqueta. Absolutamente mareado, me incorporo llevandome una mano a la cabeza.

-Disculpen, señorritas, perro ya no quierro seguirr con sus macabrros juegos. -Una cosa mia es que hasta cierto punto de borrachez, yo podia estamparme contra las puertas y perder el equilibrio, pero seguia conservando la capacidad de hablar bastante bien.

La chica que se tiró con Ben me pide la botella de alcohol que tengo y, tras darle un trago, no tengo ningun problema en compartirlo con ella.
-Es alcohol drrow! Beba con cuidado!!

Toso y hago en intento de levantarme, resoplando y sacudiendome la ropa. No consigo levantarme, no. Veo a Johan marcharse y en general veo a muchas parejas muy acarameladitas. Bueno, mucho tampoco. Dos o tres. Y eso que no he visto a Johan con Vanessa. Miro a los pelirrojos croquetas y le levanto el puño a Merida. Otro pelirrojo, otro reto de pulso.
-Un pulso contigo! No nos conocemos perro da igual! Estoy elaborrando un estudio que relaciona la fuerrza de los biceps de una perrsona con el colorr de su cabello

Nada más terminar de besarnos vuelve a dejarme claro eso de que hago mejor otras cosas antes que bailar, en referencia al último beso. Además, parece aceptar eso de que le enseñe, aunque creo que no ha captado esa otra parte de los posibles sentidos que podía tener. Puede que todavía sea demasiado inocente para pensar en nada de eso, incluso puede que yo mismo me haya precipitado en plantearme la posibilidad de ir más allá en este momento, algo que de estar en plenas facultades no habría ni pensado. Por suerte he tenido un breve momento de lucidez, así que se lo dejo claro, además, ella no ha dado muestras de querer llegar más lejos.

- Claro, y te enseñaré, pero todo a su tiempo, sin prisas...se supone que tienes todo el tiempo del mundo. - esa maldita frase que acabo de decir me hace recordar sin querer algo que no quiero. No es la primera vez que estoy con alguien 'inmortal'. Aunque tampoco sé si con Indira estoy o no, tampoco es que hayamos formalizado nada. Precisamente a esa misma persona que se supone que era inmortal le dije algo similar, que tenía todo el tiempo del mundo, que yo desaparecería antes que ella. Y fue justo en una noche de este tipo, en la que yo había bebido demasiado y acabé "declarándome". No quiero gafarlo ni que se repita lo mismo por lo similar de las situaciones, por ese mecanismo que ha hecho click en mi cerebro haciendo que saque conclusiones absurdas, así que rápidamente trato de pensar en otra cosa.

- Porque a ti no te va a pasar nada, ¿verdad? - añado con el gesto repentinamente serio como para disipar esos lúgubres pensamientos y recuerdos, mirándola a los ojos un momento antes de apartar la mirada, soltando su cintura para separarme. El alcohol sigue haciendo de las suyas y eso ayuda a que me ponga de un gilipollas que no me aguanto ni yo mismo, así que como soy tan 'listo' lo que hago es seguir bebiendo, cogiendo una botella de vete a saber qué de las que quedan todavía por las mesas. Me aparto un poco para apoyarme de espaldas en la pared botella en mano, contemplando a la gente que queda en el salón. Ya no me parece tan divertido lo de alrededor de la fiesta, incluso veo todavía más absurdo que antes lo de estar aquí. Además, empiezo a ser consciente de lo mucho que me duele la cabeza, cargada por la bebida y el calor que hace. Mareado ya llevo un rato, así que de eso paso un poco. Sigo dando tragos a la botella sin volver a mirar hacia donde quedó Indira, pensando en que sería muy lógico que se enfadase por esa rareza repentina. Enseguida decido que lo mejor será marcharse de aquí, tampoco está bien estar en una fiesta de esa forma, así que me vuelvo a acercar a Indira para avisar de que me voy. - Me marcho, creo que he bebido demasiado y no me encuentro muy bien. Siento irme así. Ya...ya nos veremos, pásalo bien. - me despido de ella sin detenerme demasiado para ver su reacción, abandonando el comedor botella en mano.

Spoiler:

El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado opciones' : 7

Le sonrío de manera bastante boba después de aquel comentario, observando su cara. ¿Por qué me parece tan guapo? Suspiro, para calmarme un poco y así poder prestar más atención a lo que dice.

-Con calma y poco a poco, claro. Nada sale bien si vas con prisa

Esto último lo dije mandando una indirecta, sobre nosotros dos, en parte motivada por aquel beso tan... pasional, por describirlo de alguna manera. Sin embargo, noto que Reiv se pone tenso cuando termina de hablar. ¿Qué le ocurre? ¿Acaso ha recoerdado algo? Enarco una ceja, confundida con lo último que dice.

-Bueno, intentaré no meterme en líos

Le respondí sonriendo, un poco falsamente. Estoy preocupada por él, algo le pasa y no es bueno. Además, que se vaya a beber otra vez no me hace mucha gracia, ya que a veces el alcohol te juega malas pasadas. Ya me lo dijo mi padre: quien bebe una copa es prudente. Quien bebe dos, un sabio. Pero el que bebe tres ya es un cerdo.

-Te acompaño. ¿Quieres ir a las habitaciones que tienen aquí o volvemos a la isla?

Sigo a Reiv, pero antes me dirijo hacia Kosuke.

-Mantén esto en orden hasta que vuelva y recibirás sake gratis cuando conaiga de vuelta el Moulin. Luego hablamos de negocios, ¿vale?

Entonces me marcho, siguiendo a este mago que me trae de cabeza, pero que de los aquí reunidos es la persona que más me importa.

Spoiler:

El miembro 'Indira Ibn-La'ahad' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Probabilidad' :

Y allí iba yo, acompañado (esta vez no huyendo por haberle robado la chaqueta a nadie… aunque la seguía llevando) a la fiesta. Sin el sombrero, con el cristal detrás mía casi reclamando que no me olvidara de él. Desde la puerta vi salir a Reiv y quizás alguien más, a y yo eché una mirada extrañada con una ceja alzada. ¿Se iría ya la gente? ¿Estaban todos tan cansados? Yo fruncí el ceño, cruzándome de brazos dispuesto a entrar. Observé a algunos hacer la croqueta. Y yo, pues lo flipaba un poco. Yaros estaba entre esos retando a pulsos a una pelirroja que antes no estaba. Y estaba compartiendo la botella con aquella muchacha. A mi me dio un poco de tic en el párpado, miré a Dyos con una expresión algo indescifrable… -Igual llegamos muy tarde.- Le señalé un poco lo que estaba viendo: Aquellos ahí desparramados por el suelo, Kosuke y la niña haciendo cosas un poco subiditas, la chavala que conocimos en la posada (Y no me dijo gracias por curar, RENCOR.) con el lagarto… Y me faltaba Johan.

Ay madre mía. Estaban ya todos un poco ahí desparramados. Gruñí un poco a la pareja de bailarines, muy indirectamente, mientras me cruzaba de brazos. Los descrucé de inmedito y entonces yo arrastré al drow sin mucho reparo, buscando ponerme en algún lugar céntrico donde me fueran a escuchar. -¿¡CREER VOSOTROS QUE LIBRAR DE GRAN VOR’KALTH TAN FÁCILMENTE!?- Hice, imitando un poco al egocéntrico dragón que ahora parecía pasar por su fase emo. -Yo salí de aquí como adolescente reprimido, ¡Ahora ser adulto reformado! ¡Y líder del gran PARTIDO INDEPENDENTISTA DROW!- No estaba borracho, es que era imbécil.

-Iría a reclutar yo a alguien pero es que…- Negué con la cabeza, con una sonrisa complacida y mucho, pero que mucho ego. -Nadie está a la altura. No en esta panda de borrachos, vaya que no. ¡JÁ, JÁ, JÁ!- No era buena idea animarme tanto. Ahora solo faltaba que Dyos me hiciera apoyo moral y no me mirara en plan “wtf se ha fumado este”. A ver si seguía colaborador.

*Escucho atenta la historia que me cuenta, soltando una buena carcajada con su confesión de no mezclar alcohol y fuego. Me viene a la cabeza la imagen de Nery en su forma semi-humana eructando con un lanzallamas y dejando la base de la Alianza chamuscada.*

-Es un muy buen consejo.

*Estiro un poco la espalda, porque el baile me ha dejado cansada y el alcohol empieza a provocarme sueño, pero lo miro con una sonrisa cuando dice lo de Johan.*

-Eh, no se puede tener todo, y mi historial romántico no es muy bueno... Pero con lo que he bebido hasta la travesti de Ben me parece sexy, y es decir mucho.

*Me río de mis palabras y le doy un empujoncillo amistoso*

-¿Y tú? No abundan las chicas en la Resistencia pero son todas luchadoras, alguna habrá para ti, jeje.

*Poco después vuelven los drow, más locos que los de la croqueta, y se ponen a gritar no sé qué de independencia...Bueno, ya parecía recompuesto.*

La poca dignidad que me queda (si es que me queda borracho como una cuba y disfrazado de geisha venida a menos) desaparece en cuanto me tiro al suelo a rodar con Mérida, empujando a ruso para formar un trío croquetil que a punto está de llevarse un pisotón por parte de los que bailan. Acabo tendido en el suelo boca arriba, mareado de tanta vuelta y bebida, riendo tontamente mientras miro al techo que se mueve. Yaroslav nos rechaza el juego por más rato y se levanta diciendo no sé qué de cosas macabras, aunque al menos es majo y le da la botella de alcohol a mi compi pelirroja. - Eh, tu pelo es geniaaal, porque es como el mío, y yooo soy genial. - le digo todavía tirado en el suelo, sin poder quitarme la risa tonta. Levantarse va a costar un poco. - Noo tenemos almaaa, los pelirrojos no tienen alma.- desvarío tirado en el suelo, incorporándome al cabo de unos segundos, parpadeando como un bicho al que le han encendido la luz de golpe.

Para ese momento Yaroslav ya ha decidido que quiere echarse un pulso con Mérida, por lo que suelto una pedorreta con la boca en plan burla. - ¡La Brigada siempre gana, Stanislav! ¡el pelo rojo nos da poder!- me levanto del suelo deseando mucha suerte a Mérida con el pulso, y los dejo a lo suyo. De los que hay ahora mismo no sé a quién debería ir a obsequiar con mi compañía. Tal vez debería hacer un repaso por toda la sala. Pero no, mejor que no porque la tocanaranjas y el reverencias están a punto de caramelo, el resto se ha pirado, mi compañero dragón parece estar metiendo fichas a Vanessa y para mí sólo han quedado los niggas, que han vuelto. Aunque yo no me enteré de cuando se fueron, tengo lagunas de momentos de la noche. Es más, ¿cuántas horas llevo aquí? seguro que tiene que estar a punto de amanecer.

- Vaale, lo he entendido, está noche Ben no pilla a ninguna tía porque va vestido de tía, es eso. Fue una mala idea.- me paso la mano por la cara tras darme un golpe en la frente con la palma, yendo después hacia el ruidoso Vor que irrumpe en la sala. - oh, partido independentista drow, me interesa.- digo acercándome a ellos, con los ojos entornados y algo encorvado, como si estuviese explorando qué es eso de un drow, visto de cerca. - No, no hay nada que pinche, ni alas...no...- alzo la mirada a Vor, sonriendo ampliamente al verlo tan motivado, acabando por pegarle un abrazo bestia porque me ha caído bien por eso de querer formar un partido. - ¡Perfecto amigo! ¡quiero ser un independentista, un drow independentista! explícame de qué mierdas va eso, qué hay que hacer, si es divertido...- después me giro a Dyos, mirándolo también más cerca de lo normal, invadiendo su espacio personal, llevando el índice a una de sus orejas, la mordida. - A mi una tía una vez casi me hace lo mismo, estaba loca, tuve que salir corriendo en bolas. Y había nieve, fue muy chungo todo.

-Igual están ya todos muy borrachos

Comento con casi la misma cara que tiene Vor al ver la gente que croquetea por el suelo, bebe y se reta a pulsos, y la gente que se enrolla. Me hago a un lado para dejar al chaval de las preguntas indiscretas y a su novia salir de la sala, parece que los dos van tambien un poco pasados. El pelirrojo de las alas, parece mas entero, y la chica morena de ojos azules tampoco parece en mal estado del todo. Entonces el enano se motiva y empieza un meeting politico drow o algo asi, en el que deja claro que nadie ahi es digno de pertenecer a su grupo. Luego echa una risotada totalmente de maligno y me mira a mi como pidiendo apoyo moral o algo asi.

-Y lo dice uno que es semidrow! Debeis creerlo! Tiene medio cerebro de una cosa y medio de otra, como que piensa mas rapido que todos vosotros!

"aunque estando todos borrachos, eso no es dificil"

Suelto una pedorreta por lo bajo pero entonces se me acerca un pelirrojo agresivo borracho mas alto que yo. Noto que no tiene malas intenciones pero joder, ESPACIO PERSONAL PORFAVOR. Suelto una sonrisa un poco tensa cuando abraza a Vor, si me lo llega a hacer a mi se lleva un puñetazo a las costillas. No por nada, que yo ya sabia como son los borrachos, los he observado en muchas tabernas, pero...todo eso diciendo que se quiere unir, que que carajos es eso. A mi me hace hasta gracia, justo hasta el momento en que acerca su dedo indice a mi oreja, justamente a la oreja que le falta un trozo y que está medio afectada de sordera. Algo hace clic en mi cabeza, debo protegerme. Al tiempo que ladeo mi cuerpo y cabeza apartando ese lado de mi cara de su mano, le suelto un puñetazo al pelirrojo en la mejilla con mucha mala baba, y hasta se me cae el sombrero, suerte para él, a ciencia cierta tiene mas fuerza fisica que yo, pero la hostia es veloz como una centella. No he terminado de darselo y ya me estoy arrepintiendo.
-Mierda! Lo siento! HOSTIA! No vuelvas a hacer eso nunca! -lo digo en un perfecto y apresurado ingles

Casi le gruño pero tengo mas cara de sentirme culpable que otra cosa, aunque tambien es cara de "PA QUE TOCAS, NIÑO!"
-No se juega con las orejas de los drow...y menos con las que están rotas.

-Madre mía…- Gruñí yo muy sorprendido cuando dijo que “IGUAL” estaban todos muy borrachos. Vaya que si. No me hacía ni pizca de gracia ver tanta tontería rodante por ahí. Yaros, que era el único croqueto que conocía, acababa de bajar un poco en mi ranking mental de “gente que mola”. Unas buenas posiciones, sí. Yo sin embargo actuaba como si estuviera tan o más borrachos que todos ellos, y cuando eché la miradita a Dyos. Dijo que tenía una parte del cerebro de una cosa y la otra de otra. Pero parecía no ir demasiado en serio. Yo me crucé de brazos.

-Créeme que se nota eso de no ser del todo drow. ¡Ayuda! Yo trepo árboles. Eso no es cosa de drows.- Y de hecho me sentía más cómodo encima de ellos, como si allí supiera que nada pudiera herirme. Yo en el fondo tenía una parte de elfo que no podía ni esconderse ni negarse. -¡Por supuesto que yo pensar más rápido, si!- Solté de nuevo a todos. Pero él emitió una pedorreta y yo perdí todo mi porte heroico, frunciendo el ceño con intención de cuestionarle cosas. Pero entonces, pelirrojo.

Me miré a este entre orgulloso de mis dotes políticas y un poco desconfiado. Decía que le interesaba. Se nos acercó y nos miró como si fuéramos bichos raros. Yo me sentí un poco… Raro. No me hacía gracia que me miraran así. Era algo personal, y ese me estaba analizando de muy mala manera. Arrugué la nariz pero intenté mantener la forma. -Bueno, ¿Qué quieres saber? Ando de campaña, ¡Necesito hacer gentes!- Pero… Algo hizo que no me acababa de molar. Un abrazo. Yo me quedé helado, totalmente inmóvil, soportando la risita de fondo y escuchando qué quería hacer este. Un independentista drow. Que si era divertido, que qué hay que hacer…

Cuando me liberó al fin yo me permití respirar un poco más tranquilo. -No eres drow, ¿No? Eso es un problema. Eres… Ehhh…- Me di cuenta de que yo tampoco era un drow. -Dyos, ¿Admitimos solo drows? ¿O mientras que tengan las orejas acabadas en pico nos vale?- Le pregunté un poco dubitativo. Pero ese debía ser o humano o mago. No parecía tener nada raro. -Pues bien, tu poder ayudar con que…- Pero se estaba mirando al otro drow como si fuera un animal de feria. -¿M-Me estás escuchando?- No, claro que no. Era un borracho. No escuchaba.

Le estaba contando a Dyos una anécdota rara y tocándole la… Oreja. -Espera, no, no, no, no-- Muy tarde. Ostiazo al canto. Le dio un señor puñetazo, de esos que deja moratón de recuerdo. Me llevé una mano a la boca con los ojos muy abiertos. Me habían dicho que debía procurar que Dyos no hiciera nada. Y casi me ofendí, porque lo trataban como si fuera un bestiajo. Ahora, solo un problema. Acababa de demostrar que lo era. Le acababa de dar una muy soberana ostia. No. No… Estaban casi todos borrachos e igual se olvidarían, pero. Recogí al sombrero muy deprisa mientras observaba al drow arrepentirse.

-¿¡E-Estás bien!?- Pregunté. No al pelirrojo, si no a Dyos, muy rápido, mirándole el puño y luego la oreja. -N-No te habrá pegado… La borrachera, no? No, ¿Eso no se contagia, no?- Debía lograr arreglar aquello de alguna manera. Se encendió una bombilla en mi cabeza.

Le puse corriendo el sombrero al tío ese raro de pelo rojo. -¡Felicidades! Acabas de superar la prueba de iniciación. ¡Eres miembro del PID! Ahora poder llevar gran sombrero drow, ¡Representa que eres la nueva incorporeación del clan! ¿Te sentir tu más drow? Deber mirarte un espejo, si, ya verás. Es mágico.- Dije yo un poco ahogado, hablando deprisa. Respiré, miré de reojo a Dyos con cara de cabreo y le gruñí en drow. -Nos vamos a IIIIIIIIIIIIIR de aquí en cuanto se pire a mirarse a un espejo. Olvidará eso, no te preocupes. Nosotros nos limpiamos las manos y aquí no ha pasado nada de nada. Simple.- Dije yo muy nervioso, y en gran parte, avergonzado.

Salto hiperactivamente alrededor de ellos, mostrando mis orejas al drow pequeño cuando dice algo de orejas picudas.- Mira, yo las tengo algo picudas, no sirve, eh eh ehe? Quiero ser un drow, quiero ser negro, y tener orejas, y cantarle a al independencia drow. ¡Mejor aún! haremos fusión drow-brigada!!!! cantaremos un himno, y tendremos una bandera y...- de repente me viene un fuerte puñetazo a la mejilla que como estoy borracho me manda la suelo, por la falta de equilibrio. Me quedo ahi tirado con cara de risa de idiota, el alcohol anestesia.


- Pájaros...veo pájaros...- alguien me pide perdón, creo que el oreja cortá, pero no me entero demasiado bien. Enseguida el otro drow me pone un sombrero encima, diciendo algo de que es una prueba de iniciación. Me siento, todavía en el suelo, con cara de felicidad y la mejilla cada vez más roja. - Y la he superado, no? porque soy puto fuerte-

Me enorgullezco de mi mismo, tan empanado que no pienso ni en devolverle el golpe porque me creo que sea una prueba, de esas de hombres duros, de machotes. Entonces me regalan un sombrero, además de ingresar en el grupo hay premio. Pero me da mucha pereza moverme del sitio para ir a verlo, así que lo que hago es quitarme el sombrero de la cabeza, lamiéndolo porque me gusta, y las cosas que me gustan las lamo. Después beso el sombrero, y lo abrazo. - Os quiero tíos, somos hermanos drows...despertadme cuando sea negro...- abrazo el sombrero más aún, haciéndome un ovillo en el suelo para echarme a dormir, con el sombrero cogido muuuuy fuerte. Empiezo a roncar al poco.