Comedor

El miembro 'Yaroslav Tolstoi' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Probabilidad' :

La chica morena de pelo corto alucinó bastante con lo que habia hecho Vor a partir de su baston. Yo mire las copas mejor, levantandolas hasta mi cara. A que sabria el baston ese, el cristal ese raro? Aprovechando que el semidrow estaba ocupado hablando, olisqueo el cristal ese y le pego un lametazo antes de pegar un trago al vino. Pues no sabe a nada. No, claro que no, si lo usaba como cuberteria seria una mierda que diese sabor.

Despues de aquello la chica se fue y nosotros volvimos a nuestra conversacion de setas, brindis y decoracion de gorros.
-Que va, como voy a rebanarte la cabeza sin querer? No, no, si lo hago tiene que ser aposta, yo tengo muy buen tiento, muy buenos reflejos, se cual es el medio de proporcion y el medio proporcionado....

Veo que el le echa droga a su vino y pienso que es demasiado joven para andar drogandose. Asi que lo miro mal. -Para la tos, ya, y que es? Medicina humana? Porque a mi eso nome suena que sea para la tos....oye, deberias dejar las drogas, aun eres joven. Se que la vida es jodida y tal pero..

Me callo y bebo mas vino. La verdad es que ahi se esta agusto, no tengo a Roac pero se que volveria, y hay un techo sobre mi cabeza. Disfruto de la musica, cosa particular en un drow, pero comun a aquellos que nos gusta la superficie, y del alboroto que forma la gente. Eso si, me pongo bastante en guardia cuando Vanessa apunta a Lykaios con un arma. Se que son amigos, creo, lo vi en la posada, pero, y si es una traicion? Y si...? Mis "y sis" se van ala mierda cuando la mujer dispara bien. Bufo y me relajo, sin querer las uñas de mi mano derecha se habian clavado en el borde de la mesa.

"se supone que aqui puedo relajarme un poco?"

-Si. Creo que los elfos en general aguantamos mejor el alcohol. Aunque seamos drows? Eso, o que no estamos bebiendo una mierda.

Pasado el momento de tension me dedico a zampar un poco mas, tambien destripo alguno de esos huevos rellenos para ver como están hechos por dentro. El me pide entonces que le cuente alguna historia mia, porque ademas, es sabado, y yo dije algo de contar historias los sabados, alguna vez. Me mira como muy intensamente, como si tuviese muchas ganas de que le contase alguna de esas.
-Vale, una alegre o una no alegre? -le pregunto eso acompañada de una de mis tetricas sonrisas.

Pero antes de eso sugiere algo asi como una cancion. Yo ladeo mi cabeza, y despues me rasco la oreja mala. Cantar y silbar. Sin duda me gustaba silbar, a veces lo hago cuando estoy distraido. Termino asintiendo y estiro mi mano hacia la suya, estrechandosela.
-Vale, pero que vas a cantar? Y vas a conseguir un séquito de acompañamiento?
-

Se defendió con eso de rebanarme la cabeza. Yo fruncí el ceño, porque no me acababa de fiar que me acercara cosas con hojas tan a menudo. Ya lo había hecho con el pelo, cuando casi me da un corte el día que lo conocí, y ahora eso… -¡Dyos! No entender ni papa, yo. Pero deber tener cuidado tu. Avisa. No acercar hojas rápido. ¿Entender? ¡También te vi amenazar por robar chaqueta! Qué gruñón, es mal. Mal.- Le dije yo. Estaba haciendo un esfuerzo monumental para hablar el inglés y a su vez no decir ningún disparate. Pero quería intentarlo, ya que él usaba también ese lenguaje. Luego fruncí el ceño cuando me dijo que no debía drogarme. Que si era droga.

-Es azúcar.- Declaré yo haciendo morros. -Azúcar cocina. De toda la vida.- Le saqué el saco de vuelta para que olismeara si le daba la gana, empujándoselo un poco. -Vino estar amargo. ¿Vale? No me gustar tan amargo, Dyos. N-No entiendes, tu…- Le di un trago breve de indignación, intentando saborear aquello lo mínimo posible. Ahora estaba empalagoso, así no había quien se emborrachara. -Si querer droga yo sacar setas. Te recuerdo que yo conocer.- Le dije con una sonrisa un poco torcida. -Pero no tener aquí. ¿S-Saber? Yo una vez ganar dinero. Vendiendo eso. Pero me s-saber mal…- Llevaba un año por la superfície y sinceramente había visto más de lo que cualquiera se esperaría de un crío.

Yo miré un poco hacia Lykaios y Vanessa en cuanto vi que el otro también se fijaba. Escuché un disparo y me encogí, un poco ansioso. No me gustaba aquel sonido de mil muertos. Tampoco me pasó desapercibido que aquello molestara a Dyos. Fruncí el ceño… ¿No podían beber como personas normales? Vi a Kosuke entrar, y lo medio saludé con un gesto de la mano. Lo seguí un poco. Se puso a hablar con el cuernudo y entre sus temas, mencionaron que habían demasiados hombres. Villanabos. Dirigí una mirada muy asesina a ambos. ¿Cómo que villanabos? Era bonito, ¡Era bonito! Golpeé con mala fe la mesa.

-Nosotros no beber tanto como ellos. Ellos acabarse botellas. Estar locos. Eso para hígado, mal. Es mejor no beber mucho… No… N-No me fiar, yo, de beber demasiado.- En parte me daba miedo emborracharme y acabar diciendo cosas de las que me arrepentiría. Y tal y como estaba yo, la mar de feliz… La música fue cambiada por algo más tranquilito, casi como si me acompañara. No era del todo tranquilo. Pero a mí me hizo sonrojarme un poco, pensativo. Las historias. Ahí, con toda esa sonrisaca de matar gente. -U-Una… Uhh…- Aquello era una pregunta un poco tensa. -Sobre tí. Sea feliz, sea triste…- Le dije un poco pensativo, con una mano en la barbilla.

Me daba a mi que no iba a encontrar cosas muy felices en su repertorio. O quizás si, e implicaría mucha sangre y gente muerta. Porque no se me iba de la cabeza que tenía delante a alguien un… Poco destrozado, mentalmente. Un poco loco. Aunque no era yo quién para criticar… Se pensó un poco lo de cantar. Se rascó y yo observé el movimiento con curiosidad gatuna, muy concentrado. Finalmente aceptó y estrechó la mano, y yo la mar de ensimismado pegué un bote. Luego sonreí, enseñando todos mis dientecicos. -¿C-Cantar? Ehhhh… Yo… Uhhh… Pu-Pues no saber.- Yo solo quería que me diera apoyo moral y silbal. No había pensado en eso. ¿Séquito de acompañamiento? -¡P-Por favor! Mira, todo esto lleno de borrachos. ¿Tu crees que ellos p-poder cantar? ¡Que no! Qué ruina. No gustar. T-Tu y yo.- Gruñí.

-Yo… Yo saber una canción, ya te dije… Lengua antigua. Tal vez dialecto élfico. Yo no saber, rara. Muy rara. Poder más o menos enseñar melodía, luego adaptar. ¿Sonar bien, eso? ¡Yo creo que si! ¿N-No?- Apoyé la barbilla contra la mesa, pensativo. Fruncí el ceño. -No es difícil. A no ser que se te ocurrir algo mejor… ¿N-No? Pero tu no saber letra de canción alguna. ¿No? Siempre poder contar chistes malos en drow melódicamente. Ellos seguro que pensar que es profundo. Pero no.- Reflexioné. -Draa. Lu’lil uss wun lil kitrye reie.- Literalmente, “Dos. Y el del medio cae”. -¿Oír esa música? Yo no entender ni papa. Me costar entender inglés en música. Hablar raro.- Estaba intentando enterarme de algo.

Me puse firme y lo miré un poco más. Luego miré mi plato y seguía prácticamente como antes. Y la copa… Igual. Yo me llevé el tenedor de cristal a la boca y empecé a mordisquearlo. -Esta comida es bonita. Me dar pena comer.- Mentí -¿No traer ellos carne? Carne de verdad… ¡Ellos querer que yo adelgazar más! Qué mal. Ratas.- ¿Decía ratas porque quería comer rata o porque eran rácanos? Bahhh...[/color]

Vanessa se encarga de ponerme un poco al tanto sobre quién es quién en la fiesta, aunque más o menos los conozco a todos, incluso a uno de los drows, el de la posada. Muestro interés sobre lo que menciona de la pelea, intuyendo que estuvo allí. Me gustaría saber algo más, nunca viene mal saber detalles respecto a los avances del enemigo. - Yo estuve en la posada aquel día, creo, uno de los drows que mencionas estaba allí. ¿Tan jodida fue la pelea? ¿De verdad son ciertos los rumores sobre las fuerzas de la Alianza?

"y pensar que hace apenas tres años estaban casi acabados. Si ellos han podido resurgir nosotros también"

Me doy cuenta de que no soy capaz de dejar el tema de la guerra casi ni por un momento, pero también por otro lado me da por pensar que todo en esta fiesta es un espejismo, que nada de esto es real y que esta supuesta felicidad puede desvanecerse en cualquier instante. La música que suena de fondo me ayuda además a ponerme en fase de pensar en cosas profundas.

Tal vez seamos unos ingenuos inconscientes por estar festejando en estos momentos, puede que no tenga mucho sentido e hiciésemos mejor poniendo medios para sobrevivir. Aunque claro, también puede verse de otra manera, como la necesidad de aprovechar los escasos instantes de tranquilidad que tenemos para hacer algo más que sobrevivir. Las dos ideas tienen sentido, depende de cómo se mire la situación. Niego con la cabeza cuando Vanessa me dice que el siguiente para los retos seré yo, lo malo es que dudo que pueda escabullirme. Ella se dispone a hacer el reto propuesto por Lykaios, pero mientras me quedo con Indira, que hace alusión a lo de haber tenido suerte con el anterior reto. - Pues sí, que siendo de las pocas chicas que hay en la fiesta  tenías muchas posibilidades de que te nombrase. Además, no habría estado bien aunque sea un juego, él es bastante mayor, y tu eres una cría. - le sonrío de lado a la vez que le paso una mano por el pelo para picarla a modo de broma, como siempre hago cuando menciono lo joven que es, aunque yo no le lleve tantos años.

Cuando Vanessa finaliza y cumple el reto agarro una botella de absenta, que en combinación con el tequila anterior puede ser todo un pelotazo. Pego un trago para cumplir con las reglas del juego ese que se han sacado, bajando después la botella con cara de '¿por qué a mi?' cuando Vanessa me propone para el reto. ¿Cuánta gente queda aún por jugar? ¿no podría ir otro? Además, en ese momento se incorpora gente a la fiesta. Vuelvo a beber un poco más, acabando por aceptar, tal vez por culpa del alcohol.

- Elijo....Verdad.- no dudo mucho en decirlo, así además vario un poco de lo anterior, que han sido todo retos. Extiendo los brazos a ambos lados del cuerpo, tras alzar la botella un momento, manteniendo una leve sonrisa. - Adelante, sorpréndeme, chica de la Brigada.

Después de poner esa canción con la que me pongo tontorrón hasta el punto de autoabrazarme y bailar yo solo por toda la sala decido que es hora de recobrar la compostura (como si yo tuviera de eso) y regresar con el cabreado y furibundo ruso por haber perdido al pulso. Me restriego la cara porque ahora si que me pican los ojos por culpa de la harina que me he echado antes, los llevo como tomates y empiezo a dar mucho miedo. Soy una especie de versión pelirroja de la niña esa chunga japo del pozo de no sé qué película  de miedo.

- Arggg, joder, ¡cómo pica! si lo llego a saber no me echo esta mierda en la cara. Necesito anestesia. - por el camino me pillo un vaso que relleno con una mezcla extraña de alcohol que hice cuando vine a preparar la fiesta, ya no me acuerdo de lo que lleva, pero me bebo el vaso de un trago. Ya estoy en el punto en el que todo empieza a darme vueeeeltas, tal vez sea por los giros que he hecho antes en el bailecito, o por lo que llevo bebido. Cojo otra botella, para volver con Yaros.

-  ¡Sí eres rusodesteñio! mi pelo es mucho más osss. - me aparto un poco el pelo de la cara, pero al hacerlo me golpeo el ojo, haciendo que me llore más todavía. Aún así le gano el segundo pulso de bebidas, básicamente porque él falla. Esto infla mucho más mi ego, tanto que casi revienta. Al acabar la segunda botella con ese pulso ya no sé si tengo delante un ruso, o dos.

- Je...jeje...no puedes venderme ni llamando a tu primo...no, no, sé que no sois dos, joder, porque el otro es como un holograma, sí...y tú...eres como masss....más denso...- paso una mano por su cara como queriendo comprobar que efectivamente no es holograma. En ese momento miro a mis compañeros, alzando la voz para que me oigan, ellos o quien sea. - ¡NO ES UN HOLOGRAMA! ¡ES REAL! tocaaaaad al rusoooo. LE HE GANADO LOS PULSOS!!! YIE! VANESSA! LYKAIOS!!...lyk... no, no es divertido si no estás mirando! - me quejo cuando mi colega tiene que irse, tan borracho estoy que ni recuerdo que la luna llena ya está casi aquí y se tiene que marchar. De este modo voy a por el tercer pulso, con su correspondiente botella. Gano así la tercera ronda, eructando cual orco de Mordor cuando termino. - Yeah! te he ganado, rusky! - alzo el puño en señal de victoria, levantándome de la mesa tan ciego que acabo chocando de espaldas contra la pared. - Eh eh..tenéis que aguantar hasta el siguiente juego- murmuro a los demás como si los borrachos fuesen ellos, aunque yo ya me río malignamente imaginando lo que haría en ese juego. La idea del juego de la botella, tan simple y primitiva, me había gustado en un principio, aunque al ver que casi no hay chicas nos la jugamos mucho. Y no no cuento como chica. Por suerte llega más gente a la fiesta, así que puede que consigamos un grupo apañado para jugar a eso luego. Eso si no doblamos antes.

El miembro 'Benjamin Red' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Probabilidad' :

Me distraje mirando algunas cosas por el camino por lo que termino llegando un minutos más tarde que onii-chan que se ha presentado por todo lo alto así que supongo que sí que son amigos suyos.
- Ooh
Observo con atención el comedor, cada diminuto detalle con el que pasaría horas contemplando por muy miserable que fuese...pero hay cosas más interesantes.
Vislumbró a Dira con un grupo de gente con lo cual me pongo más contenta todavía y hubiera ido a saludarla si no estuviera...LA MUJER BARBUDA.
Bueno no es del todo ella pero me recuerda a una, así que no puedo evitar acercarme con suma rapidez hacia ella...¿o debería decir él?
Mirando con curiosidad cada centímetro de...esa cosa pelirroja tan graciosa con la que no puedo impedir sonreír cuán niño frente a un rey mago.
Levanto el dedo señalando a esos bultos que deberían considerarse pechos.
- ¿Puedo tocarlos? -pregunto inocentemente mientras acerco con lentitud mi dedo hacia aquel objetivo cuando finalmente llego a ellos, mi ceño se frunce, murmurando- Está duro .
Vuelvo a levantar la vista hacia su poseedor sin llegar a comprender lo que tiene en el escote...creo son...
- ¿Naranjas? -junto mis manos y río de nuevo- Te he tocado las naranjas ¿verdad?
Si la hubiese analizado cualquier persona, sin lugar a dudas comprendería que estaba ante una situación...algo perturbadora pero no me importa, estoy bastante entusiasmada por ese nuevo espécimen que se recubre los pechos con frutas y lo que parece harina en sus mejillas “Una geisha fofa, me cae bien"
- Después de meterte mano... -me llevó un dedo a los labios sonriendo- Lisy
Observo a los demás: dos drow que parecen conocerse quizás sean amigos o algo más, un chico bastante mono que está con Dira “Mn...anda que se los pilla feos la muchacha ", otra joven a la que no conozco de nada, un hombre bastante contentillo que se sienta también con el grupo, un peliblanco que suelta una frase cuyo contenido no comprendo pero que me hace reír y otro rojizo que va sin camiseta cuán vigilante de la playa.
Definitivamente la velada promete y ni siquiera sé que tomar, hay tanto por probar que miro hacia las botellas esperando que alguien me aconseje una antes de yo pillar la primera que se me ponga por delante.

-Totalmente ciertos, había dos centinelas y por poco morimos intentando acabar con uno... Por suerte el otro se autodestruyó. Había llovido y como dos o tres licántropos se transformaron aquella noche, fue todo un caos tremendo... Aún necesitamos un plan para recortarles la ventaja de su tecnología.

*Tras elegir a Reiv para el reto el no duda en escoger verdad.*

"asi no es divertido..."

*Toma un buen trago de absenta y me mira con los brazos abiertos, como exponiendose hacia mí. Sonrío de forma maliciosa y tomo su botella, bebiendo yo.*

-¿Chica de la Brigada? Me gusta... Muy bien Reiv, dinos aquí a los presentes: ¿hace cuánto que no has tenido una noche calieeente con una chica?

*Me río un poco de forma tonta por el alcohol que me va subiendo rápido y saludo con la mano a las dos personas nuevas que entran. Cuanta más gente ¡mejor!*

Aguardo un momento mientras que Vanessa se piensa lo del reto que mandarme, después de haber escogido verdad. En lo que tarda en proponer algo escucho el comentario de Indira sobre la absenta, y lleva razón, es de las bebidas más fuertes que hay. Lo que me hace gracia es eso de que use alcohol contra los espías de la Alianza, imaginado una escena en la que emborracha a medio bar y les echa droga en la copa, o algo así. - Eso de ser camarera tiene bastante utilidad para sacarles información cuando están jodidamente borrachos. Aunque no te imaginaba envenenando a soldados con garrafón. - bromeo por lo bajo, sujetando el trago de tequila que se ha dejado Indira cuando se marcha  a saludar a los recién llegados.

Quedo solo ante el 'peligro' de la pregunta que me hacen, alzando ambas cejas cuando Vanessa la formula. Vale, no he escogido reto, pero la chica ha andado fina con la pregunta. Después de todo no me va a preguntar ninguna verdad que no sea comprometedora. Lo malo es que esa última vez con una chica me trae recuerdos de algo de lo que después me arrepentí. ¿O no lo hice realmente?. Aquella noche acarreó luego muchos problemas, si hubiese sabido que ella era mi medio hermana no hubiese sucedido. Por suerte habíamos conseguido hablarlo y arreglarlo, aunque no sea fácil tener una relación normal de hermanos. Supongo que durante los segundos que pienso en ello debe notarse que tardo demasiado en contestar, pero tampoco quiero dar detalles exactos.

- Creo que demasiado, y como supongo que esto no vale como reto conseguido...- bebo primero un trago de la absenta esa, después me acabo de otro trago el tequila que me ha dejado Indira. Dejo la botella y el vaso sobre una mesa, mirando en una dirección concreta una vez los he soltado.

Tal vez animado por lo que llevo bebido y porque el reto se presta a ello, camino de manera decidida hacia donde había ido Indira, junto con Lisy y Kosuke, cogiendo a la alada por la muñeca para que se gire y atraerla hacia mí de este modo, pasando una mano tras su nuca para acercarla del todo. Mis labios se juntan con los suyos en un beso breve pero intenso, tras el cual la suelto de nuevo, aunque todavía la tengo tomada por la muñeca. Tomo aire antes de hablar, con una leve sonrisa de lado.

- Pero bueno, por algo se empieza. Vale por ahora.- no me detengo a mirar a Indira, porque o bien me pega una hostia por el atrevimiento o bien se queda paralizada por la vergüenza, así que me dispongo a proponer un reto a alguno de los que falten. Pongo la vista en Vor, señalándolo con el dedo. - Le toca a Vor escoger, aunque yo le propongo este reto...veamos...- durante algunos segundos me pienso lo que puede hacer, algo que no se haya hecho ya. Bailar en bolas ya lo han hecho, preguntas comprometidas también, pero lo del reto es más complicado. Finalmente se me ocurre algo bastante chungo, porque puede que lo presione mucho delante de tanta gente. Aunque siempre tiene la opción de beber y pasar. - Quiero que hagas aquí ahora al menos 2 o 3 cosas de las que harías sin dudar si fuese tu último día antes de ser ejecutado. Como si no tuvieses más oportunidad... - dejo esas palabras tan contundentes tal vez cortando un poco el rollo de lo que es el ambiente festivo, lo sé, pero después de todo no podemos olvidarnos de lo que hay ahí fuera, y que lo que he dicho no es tan improbable, es algo muy factible, algo que puede suceder.

Después de dejar mi Harley dentro de la base a buen recaudo decido pasarme por donde estaba la fiesta. Ya más tarde repararé los desperfectos, y en una hora como mucho volverá a abandonar la base para reunirme con Lyran, para ayudarlo con la búsqueda de su ahijado. Al avanzar por los pasillos me encuentro algunos carteles anunciando lo de la fiesta, escuchando ya el jaleo y el jolgorio de lejos. Cuando entro en el comedor encuentro allí más gente de la que esperaba, no sólo gente de la base, como Yaroslav, o incluso gente de la Brigada, sino que también está mi hermano, Indira, dos personas más que no conozco y luego los dos drows. Sonrío para mí mismo, levemente satisfecho por verlos allí, al parecer Vor había decidido dar una segunda oportunidad a la gente de la base, los cuales espero que les estén tratando bien.

Observo con más detenimiento la escena, he llegado justo en el momento en que Reiv va hacia Indira para soltarle un beso, tras decir algo de lo que no me entero muy bien porque acabo de llegar. Me quedo con cara de what the fuck porque no sólo no esperaba verlo aquí, sino que tampoco sabía que iba besando a la camarera del Moulin. Después frunzo el ceño cuando le hace esa pregunta tan...personal a Vor, entendiendo que están jugando a eso de los retos. Si lo hace sentir incómodo tal vez trate de evitarle esa situación de algún modo. No es fácil estar intentando integrarse y que lo fuercen a mostrarse tanto en público. Espero unos segundos para ver su reacción, aunque mientras me dedico a mirar al resto. Kosuke, el chaval que había encontrado a Yaroslav herido, acompañado de otra muchacha. Yaroslav completamente recuperado y bebiendo, a lo suyo. Por ahora no me acerco a nadie, cruzándome de brazos apoyado en el marco de la puerta de entrada, contemplando con calma la imagen de la gente divirtiéndose, como si me hiciese falta ver eso más a menudo. Claro que eso también me hace echar de menos a gente que no está aquí en estos momentos, y son bastantes.

El tipo al que me acerqué también dijo que yo le sonaba de algo, pero que tampoco recuerda si me ha conocido o no y pasa también a elogiarme como lo hice yo con él, definitivamente me voy a llevar muy bien con él. El tipo se presentó bajo el nombre de Yienorkhelinnery Shayker a pleno pulmón, para asegurarse a que nadie se le olvidase, joder, hasta su carácter me suena, pero bueno, ya que se ha presentado, también lo haré yo -Tu tampoco tienes mala pinta Yienorkhelinnery, Yo soy Zekerasu Kosuke -tras la presentación, choco mi mano metálica con su garra, respondiendo al gesto del bro fist, definitivamente es el amigo más épico que he tenido desde que he llegado aquí... ¡Qué cojones! ¡Nunca en mi vida había sido un encuentro tan épico!
Mi nuevo amigo está de acuerdo con mi desagrado por el tema de que apenas hay tías, sólo 3 y nosotros demasiados tíos, además de que soltó una risa por mi comentario de Villanabos. Cuando pregunté por el alcohol me contestó dónde NO está el alcohol, sólo por ello supuse que habría suficiente alcohol como para parar a un ejército de miles de yo. Yienorkhelinnery acompaña su respuesta ofreciéndome una cerveza, la cual cojo con gusto y decido beberme de un trago, ahí, como un machote, un campeón, un hombre de pelo en pecho. -Bueno, al menos los dos que pasan se la están jugando a pulsos mientras beben, al peliblanco lo conozco -le dije mientras observo los duelos de pulsos entre Yaroslav, quien se percata de mi presencia y me llama por el nombre de Karasu -sí... el tipo me cambió el nombre por Karasu, aunque tampoco es que me suene mal -me sorprendió que la potencia rusa fuese vencida por la del travelo pelirrojo -Jo tio... ¡quería que ganase el ruso! -exclamé con indignación mientras destrozo la lata con mi brazo metálico al contemplar la derrota de mi otro buen amigo, quien está desde luego bastante borracho.

Observo como el tipo que sostuvo la lata sobre la cabeza se va bajo la excusa de que tiene que ir al baño y luego miro como el travelo se pavonea de su flamante victoria, aunque después veo como Lisy se acerca al tipo sólo para... tocarle los "pechos"... Em... ¿Qué cojones está pasando aquí? ¡Sé que eres muy inocente pero tampoco es como si pudieras tocar los pechos (y menos los de un travelo que ni conoces) de la gente así tan de gratis! Con ello la elfa llega a la conclusión de que eran naranjas y se presenta, yo decido acercarme por si el tipo se va a molestar y aparto un poco a Lisy de él -Lo siento mujer... hombre... em... ¡Bueno, que la chica se disculpa y yo por las molestias que te ha podido causar! ¿¡Verdad Lisy-chan!? -y mientras me inclino la obligo a inclinarse también a modo de disculpa.

Después de "disculparnos", Indira se acerca a mi y a Lisy con 2 vasos los cuales veo que están llenos de bebida, seguramente con alcohol y nos abraza a ambos -Veo que tu también estás bien, tal y como me dijo Yaros. Sí, estoy bastante bien y perdón por haber tenido que abandonar el Moulin y no poder llevarte conmigo. Si quieres recuperarlo, tienes al mercenario ideal delante de tus ojos, por supuesto, el pago será la noche que pagué en el Moulin y bueno... poder usar esa habitación para hospedarme si no encuentro techo -le propuse dicha idea con una sonrisa, un guiño y el pulgar de mi mano de metal alzado, con confianza, después de todo, si accede, habré logrado agenciarme un techo bajo el cual dormir y poder hacer mis preparativos, y lo mejor, al lado de todo el alcohol que un bar pudiese proporcionar. Cuando Indira se nos había acercado, con ella vino el chico disfrazado de pirata, quien anteriormente era "víctima" del juego de verdad o reto. El chico pidió verdad ante la "princesa asesina", pobre, desde luego le ha tocado una pregunta bastante comprometida, a lo cual no tuvo más remedio que beber. Total, en cuanto el chico se acercó a mi y a Lisy cogió a Indira y le pegó un buen morreo delante mía -Vale vale ya me has dejado claro que sois novios -le dije a pesar de que el beso que presencié fue breve. Acto seguido, el pirata nomina a Vor a un reto, también bastante comprometido y fuerte, aunque también tenía esa bofetada que te da la realidad... ¿qué hacer si este fuese tu último día... Yo no sabría que hacer aparte de matar a Terumi... desde luego eso es algo que debo hacer sí o sí antes de morir... Con aquel reto, decidí estar atento, no sin antes por supuesto. beberme la bebida que Indira me ha preparado de un sólo trago. Mmm... vodka con limón... desde luego ésto se me va a subir de golpe, pero... ¡A la mierda!

Aun estaba bastante reflexivo con el reto que le plantearon a Vor, por lo que dirijo mi mirada a Lisy -Bueno... desde luego lo que le han propuesto al drow es curioso... aparte de mi venganza, no sabría que hacer durante mi último día en el mundo... -le susurré reflexivo- Ya no me queda nadie en este mundo así que en mi caso, si muriese y hubiese matado a aquel tipo... creo que mi conciencia se quedaría tranquila aunque... eso de morir y haber estado sólo... desde luego no me gusta nada... ¿Qué harías tú si te pasase eso? -le pregunté como curiosidad.

Tras este pequeño momento de melancolía, miro a la puerta y veo a Johan, quien estaba observando el patio con una ligera sonrisa satisfecha, tal vez desde que estamos en guerra no han habido tantas fiestas ni tantos momentos de paz como ésta... Sonrío ligeramente y zarandeo mi brazo metálico en señal de saludo -¡Eh Johan! ¡Ven y únete a la fiesta hombre, que momentos como éste hay pocos ahora mismo! -le dije motivado, para ver si el chico quería unirse a nosotros.

No me pasó desapercibida la ida de Lykaios a mear. Una meada de noche entera. Habían algunas opciones, las cuales incluían que fuera sencillamente tuviera sueño y no quisiera reconocerlo, o que… Bueno, volviera a estar en sus días del mes. Y yo sabía bien que Lykaios era un poco demasiado machote como para saltarse una fiesta así como así, si no era algo un poco gordito. Pero todo eso no lo medité en su momento, si no que lo pensé ya en el día siguiente. Porque en aquel momento yo solo respondí con un sonoro… -¡Suerte con la meadita!- Y me quedé más ancho que largo.

Luego estaba el chaval que acababa de entrar. Entre que estaba medio borracho y estaba descargando toda la rabia y estrés que me había generado lo de la batallita en Londres, como que no estaba en mis caudales. Y yo, que si, que me sonaba de toda la vida, como si hubiera recorrido mil aventuras con él. Aventuras llenas de peligros absurdos en los que realmente ni él ni yo hacíamos mucho más que mirar, dejando que fueran un porrón de furcias las que hicieran el trabajo, como si nosotros fuéramos meros espectadores… No acababa de comprender porqué tenía detalles tan nítidos en aquella imaginación mía.

Se llamaba Kosuke. Zekarasu. ASIÁTICO. Pero de carrerilla, y yo seguía dándole vueltas, y vueltas, y vueltas. Compartimos un muy agradable brofist mientras él se bebía la lata, la mar de integrado en cuestión de momentos. Me explicó que conocía a los de los pulsos. -LA de los grandes melones es Ben. Mírala, que guapa.- Aparentemente el blancazo se tomaba la libertad de llamarlo KARRRRRASU, con muchas R. Pero es que entre lo que le daba al vodka y el acentillo uno no tenía que jurar que era ruso, yo ya me lo creía. -Es muy corto para mi opinión. Los dragones somos más de cosas impronunciables y legendarias, no vas a encontrar uno de los nuestros llamado Pepe.- No sabía de más dragones, pero estaba seguro de que debían tener nombres tan putamente impronunciables.

-¿Ganar el ruso? ¡Já! Ni de broma. Los de la Brigada es que estamos todos chetaos- Le dije yo, aplaudiendo muy escandaloso a Ben. Porque no hacía demasiado que lo conocía pero un compañero de Brigada era un compañero, no había más vuelta de hoja. Luego la chavala que iba con mi recién hecho amigo fue a tocarle los pechos a este, y ambos tuvieron una escena como muy cómica. Y yo me reía solo porque es que no iba contento, ya iba un poco eufórico. Yo me encontraba cada dos por tres con vasos y latas en mi mano que se vaciaban en un abrir y cerrar de ojos.

Cumplido el reto de la chavala llamada Vanessa, decidió pasar la bomba a Reiv. No parecía el tipo más enrollado del mundo y desde luego no invitaría a ninguna mujer -menos con tanto tortolito- a desnudarse allí. Y fue el primero en no cumplir con aquello asignado, una verdad bastante sencillita aunque con su nivel de guacamole. Pero la respondió por encima, admitiendo que no servía de mucho y él mismo se sirvió un vaso. Ya iba a soltar un “UUUUUUUUH” por ser un aburrido cuando morreó a la camarera jovenzuela. Oh. Eso ya era otra cosa. Yo seguía aplaudiendo como un soberano imbécil y tampoco me perdí el reto que acabó por proponer al enano negro. Un poco tenso. Un poco bestia. Un poco… demasiado.

Me di cuenta de que Kosuke saludaba a uno que estaba en la puerta. Un uno que conocía, ¡Johan! Ese que había llevado junto al despelotado jefe a la posada. Yo también me arrimé. -¡No me seas mirón, chaval! Que así no tiene chiste. Míralos que felices todos, tu.- Le hice una pose sexy solo porque podía. Y porque era un chuloplayas. -Seguuuro que tienes excusas para no estar aquí emborrachándote como el que más, pero… Deberías aprovechar un poco, estas fiestas están en peligro de extinción

-Que no es RUSODESTEÑÍO! ES RUSOTOLSTOI!

Bebo mas vodka a lo pavo cuando Benjamin me esta echando el segundo pulso. Pero resulta que me gana y al ser el mejor de tres, resulta que con dos derrotas en mi haber ya puedo darme por perdido. Entonces me vuelvo a indignar, rescato mis botellas de alcohol y me levanto volcando la mesa.

-BIEN JUGADO!!! OTRRO DIA MAS!! LA REVANCHA!!!!

Agito mi puño en el aire hacia el pelirrojo. Afortunadamente yo ya habia bebido mucho como para no ponerme arisco porque se hubiese atrevido a tocarme la cara para comprobar si era un espejismo o no. Cuando me quiero dar cuenta, mi botella de vodka está vacía. Hipo y la dejo por ahi, vete a saber donde .Pero aun me queda la extraña bebida drow que acababan de regalarme.

"aguanta el tipo, Tolstoi, que no se diga, que no se diga..."

Asi que me quedo de pie con mi botella, mirando a la gente con gesto de "no, yo no voy borracho, tu?" y cuando veo a una bonita peliblanca tocarle los "pechos" a Ben miro para otro lado pegandole un buen trago al alcohol drowico, y a mi habitual palidez se añade algo de color, pero bien puede ser por la escenita de la chica y la siniestra ben o porque voy mas pedo que alfredo. Decido caminar hacia donde esta kosuke pero me detengo al verlo saludar a Johan. Yo no lo habia visto venir. Cuando habia venido?

-BLAKOLOOOVIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICH!!!!

Lo llamo tambien escandalosamente, señalandolo con cara de mala hostia, aunque en realidad me alegro mucho de verlo. -Ha sido culpa del pelirrojo....del que no tiene cuerrnos.

Lo miro de modo parsimonioso cuando me dice que es que no puedo acercar cosas afiladas a la gente asi sin mas sin avisar. ¿Y por que no? Yo seguiria haciendolo, ademas de que mis intenciones siempre eran buenas... Me trago el vino, no muy de golpe, pero si a un buen ritmo mientras el se queja de que está amargo y que por eso le ha puesto azucar.

-Con la edad se te hace el paladar. Asi que eras un camello? Le has vendido droga a los pobres niños?

Una risa sarcastica me sacude los hombros mientras dejo la copa. Ya habia comido suficiente, me encontraba satisfecho, pese a que en realidad solo habia comido unas cuantas mitades de huevoarañas de aquellas. Pero a mi me bastaba.

-Locos por qué? Cuidarse el higado en tiempos de guerra es tan absurdo como que se cuiden .....el....el.....no se, no se me da bien acabar frases hechas. Pero de algo hay que morir, y dudo que sea del higado. Tu tampoco vas a morirte por el higado

"menos aun un semielfo"

Me habia pedido una historia sobre mi pero la verdad es que no me apetecia nada largar sobre mi vida. Aquella de las cuevas, me parecia aburrida. La tipica de un drow varon de una casa menor, dedicado al entrenamiento con armas y no a la magia, con sus intrigas por aqui y por alla, alguna que otra desaparicion.....lo tipico para nuestra raza, vamos. Luego sobre mi vida en el exterior...el vagabundeo, las peleas y unos pocos amigos. Eso quizas fuese mas interesante. Pero de todos modos, preferia silbar a hablar, y él me lo puso a huevo con su otra propuesta.

-Tu canta, yo improviso la melodia. Es facil. Solo tengo que escucharte unos segundos. Prefiero que cantes algo en tu otra lengua antes que cantar chistes drow-levanto una ceja porque el no ha comido nada, que le da pena, dice. Y yo me lo habia zampado todo ya. -Aprovecha, no sabes cuando podras volver a comer algo en condiciones.

Desvio la mirada hacia el chaval aquel, que ahora le habla a Vor directamente, proponiendole no se que cosa de reto. Yo agoto mi copa de vino.A mi si me estaba bueno, y yo tenia una resistencia al alcohol bastante alta. La mirada que le lanzo a Reiv es un poco extraña, como de a qué coño le viene esa pregunta. Habia sido una amenaza, eso? Porque como lo hubiera sido...

Por el rabillo del ojo observo al tal Johan, que parece haber aparecido en el marco de la puerta, como vigilando. Ahora que nos abriamos un poco al grupo me doy cuenta de la poca gente que conozco alli, salvo al drow y de vista al jefe de la base, a nadie mas.

Camello. Me llamó camello. -¿Yo, camello? No, yo soy… eh, drow… más o menos… ¿No? Pero no camello.- Me sonaba haber escuchado a hablar sobre los camellos pero no tenía ni idea de qué era. -Yo no vender drogas a niños. Niños no gustarme. Ruidosos.- ¡Solo había sido un par de veces! Y no a críos… Bueno, no tanto. Aunque no era mi responsabilidad. Pero él se reía y no precisamente de alegría pura y dura. Luego me habló del hígado, que eran tiempos de guerra. Tenía mucha razón. Yo tosí, estaba seguro de que aquel resfriado me iba a llevar a la tumba. Me llevé una mano a la nariz, notando como si fuera a estornudar...

… Y volví a toser. Noté de repente una mirada encima mía, la alada. Y me guiñó el ojo. ¿¡Qué quería decir con eso!? ¿¡L-Lo había notado!? Yo… ¡Yo estaba demasiado concentrado como para pensar que pudiera ser otra cosa! Yo le hice un gesto con la mano en plan “cállate sea lo que sea” y volví a la conversación con Dyos. -Qué claro lo tener, lo del hígado. ¿A que volverme alcohólico aquí y ahora? ¿¡Me estar retar!?- Otro trago. Menos modesto que el anterior. Yo, a diferencia de él, tenía algo de facilidad para que aquello me hiciera efecto… Aunque en gran parte era todo psicológico. Y el resto azúcar. Al final yo no tuve mi codiciada historia, ni mis miradas insistentes ni mi ceño fruncido parecían haber sido capaces de sacárselas. Aprovechó mi petición sobre los cantos y sobre los silbidos. Me explicó su plan, que yo cantara y él ya improvisaría algo. Sonreí pensando un poco. Tarareaba una melodía intentando practicar un poco.

Pareció reparar en que no había comido. Cogí una cosa con algo de molestia y me la llevé a la boca. No quería beber. Así que no quería comer. Si comía, bebería. Y ya llevaba tres tragos, así que acababa de batir el récord de mi vida. -Es… raro. No me gustar del todo huevos así.- Le expliqué -Yo preferir huevos fritos. O crudos.- Yo había pasado la mayor parte de mi vida comiendo cosas crudas o muy poco hechas. Había probado carne de todo tipo sin cocinar, como un animalito. Los dientes y una extraña resistencia (tal vez por costumbre ya) contra posibles consecuencias de comer cosas sin hacer me habían permitido esa dieta. Pero es mejor no explicar de cuantas cosas había comido carne…

Era más fácil decir de qué no. Noté de repente que Reiv me hablaba. Alcé la cabeza sin empanarme de mucho. No, claro que no me empanaba. Estaba todo el rato pensando en lo que tenía delante. No en lo que me rodeaba. Qué fiesta más curiosa me estaba montando yo, creo que lo que estaba de parranda era todo aquel complejo sistema de hormonas mío. Reto. Un reto. Oh. Verdad o reto, jugaban. Bebiendo cada dos por tres. Eso había comportado algunas verdades curiosas, un morreo, un tío medio desnudo, un disparo. Cierto. ¡Pero yo no estaba jugando! ¿O sí?

Joder como se pasó con el reto, ¡Hacer dos o tres cosas que haría antes de morir! Yo… -¡R-Reiv! Menudas… M-Menudas ideas, ¿Tu crees? No son… Muchas cosas, eh…- Miré alrededor. Quizás era un poco complicado escabullirse de eso. Estaba hasta Johan por ahí, al que saludé muy apresuradamente. -N-no puedo hacer esas cosas aquí, p-porque… Eh… ¡Por ejemplo!- Se me fue un poquito la olla y me subí a la mesa, casi como queriendo atraer la atención de los que creían que no haría el reto de las narices. -¡Destruiría mi bastón! Estar hasta las narices de él. ¡Es malo! ¡MALO!- Gruñí, atrayendo el bloque principal que no había usado en la cubertería, dejando que orbitara a mi lado. -Algo así.- Lo arrojé al suelo con toda la mala ostia del mundo, con magia. No únicamente se partió en cachos, si no que lo separé y lo separé hasta que más que trozos era purpurina. Que luego hice girar un poco a mi alrededor y volví a unir en un solo bloque, todo muy bonito. -Solo no me preguntar como. No sé como destruir algo indestructible.

¿Lo era, indestructible? No. Se rompía. Lo acababa de demostrar. El problema es que eso se podía solucionar muy fácilmente. Me sorprendí a mi mismo encima de la mesa… Miré una vez más al otro drow, como buscando su… No sé. Buscaba algun asentimiento o alguna indicación. Eso me recordó algo. -¡T-TAMBIÉN CANTARÍA! S-SI, DEFINITIVAMENTE. CANTAR ANTES DE MORIR.- Gruñí, hablando rápido. Le gesticulé a Dyos algo así como “VAMOS A APROVECHAR ESTO PARA CANTAR DE UNA VEZ Y ASÍ ME SALVAS EL CULO DE ESTE SATÁNICO RETO, OK??”. Aunque no sabía si existían las mayúsculas dentro de ese lenguaje. Y la mitad eran gestos burdos, como señalar el “culo” ya que no me acordaba como decir eso.

Aparté un poco la cristal-cubertería de la mesa, sentándome e invitando a Dyos que hiciera lo propio a mi lado. Porque a mi me daba corte cantar ahí solo. Pero no, no pude convencerle. Emitiendo un gruñido de molestia mientras tosía un poco más y me llevaba el vino a la boca para aclararme un poco la voz. -No… Esto, no… No preguntar qué dice. Ni yo saber. BAH. Solo escuchar. No entrar dentro de planes de morir hacer que entender esto.- Yo hacía entre mala cara y un poco de expresión asustada porque no acababa de estar cómodo… Y tras hacerme un poco de señal golpeando la mesa cuatro veces, empecé.

cancion:

Logré tranquilizarme un poco cantando. Pensaba en mi padre, sentado en un peñasco de la cueva, cantando lo mismo. Acompañaba como podía con las manos, intentando indicar algún tipo de ritmo tanto para Dyos como para mí. No sabía qué instrumentos acompañaban aquella canción, no sabía ni su título, ni qué decía exactamente. Así que cualquier tipo de melodía me parecía perfecta a mí. Al final hasta parecía haber ganado un poco de color y haberme tranquilizado, alzando algo más la voz e intentando afinar más. Llevaba mucho sin cantar y me costaba un poco al inicio, ¡Pero a mi me sonaba bien!

Acabada la canción, tomé aire. -Y-Yo… Yo creo que… B-Bueno, eh… Reto, eh… Dos, tres cosas… Lo del bastón no… No contar, ¿No?- Movía los pies porque no me llegaban al suelo, acariciándome un poco la garganta. Fui haciendo cuentas. ¿Qué haría antes de morir? ¿Si no tuviera… Nada que perder? Si… Si supiera que me arrepentiría de… ¿No hacerlo? Dirigí una mirada significativa a todos. Muy rojo. Si, sabía perfectamente qué haría si fuera a morir. -¡Y-Yo… yo… yo… esto, yo di-diría, s-si fue… si fuera a mo-mo… morir, eh…- Me llevé ambas manos a mis costados, abrazándome un poco. -Yo…- Me negaba a mirar al drow. Me negaba mucho. Pero…

“¿Qué tienes a perder?”, me pregunté. Bueno. Si estuviera a un día de ser ejecutado no mucho. Pero si no… Cuanto podía perder con aquello. -Yo… Yo esto… Yo confesaría qué…- Respiraba sonoramente. Ahora sí, le dirigí los ojillos suplicantes a Dyospiros. Maldita sea. No. Porqué. Era imbécil. Pero llevaba demasiado vino encima, más por culpa de aquel azúcar. -Yo decir a D-... A… A D-Dyos qué… Que… Queeeeee…- “que tiene la bragueta abierta”. Parecía mejor forma de acabar aquello. Incluso si no llevaba tejanos. -Q-QUÉ ES MUY B-BUEN CHICO Y C-CREO QUE ÉL MOLAR Y QUE. NO SÉ. ALGO ASÍ. Y ME P-PARECE BIEN Y B-BONITO Y-Y-Y--- Tomé aire desesperadamente --Y QUE D-DEBERÍA SEGUIR SIENDO ÉL Y- Y--- QUE A-A MI ME P-PARECER B-BONITO Y- ¿E-Eso ya lo dije, no?- P-PUES Y-YO CREO QUE A M-MI G-GUSTAR…- “Qué has hecho”. Pensaba que debía arreglar eso. -MI GUSTAR BAGUETTES, ¿E-ENTENDIDO?- Salté de la mesa y con lo que me quedaba de aire hablé en drow. -F’SARN TAUDL, EVAGNA UNS’AA- Y corrí. Y corrí mucho, salí de allí corriendo con las manos en la cara, con todos los trozo de cubertería-cristal siguiéndome tras mía. Incluso mi propio vino.

El buen perder del ruso (aunque haya tirado la mesa) hace que le suelte una fuerte y amistosa palmada en la espalda, aceptando su revancha de manera efusiva. - Sisisiis, cuando quieras, ereshh...un rival muu digno, a mi altura. - sonrío como un estúpido quedándome en pause unos segundos hasta que se me acerca una jovencita muy mona, peliblanca, como una versión guapa en mujer del ruso. Por un momento pienso que es el ruso, tengo lagunas mentales de los segundos transcurridos desde la finalización del pulso hasta ahora. Casi llego a creer que me estoy sintiendo atraído por Yaroslav, hasta que enfoco mejor y me doy cuenta de que no es él, es una chica. Y me está tocando las tetas de naranja que me he puesto, así, sin más. Me entra la risa tonta por lo absurdo de la situación, pensando que si yo fuese una chica y ella un chico ya le habría parado los pies.  

- Toca, toca sin miedo, son las mejores que vas a tocar nunca. Y sí, me has tocado las naranjas. ¡Fresca!- finjo ofenderme, cubriéndome las naranjatetas en plan vergüenza. Después me las saco y las arrojo por ahí, a donde caigan. Hago un gesto de quitar importancia cuando menciona eso de meterme mano. - Para eso eran. Creo que voy de geisha putilla, queee seeee yooo...- toda la conversación de pechonalidad hace que inevitablemente me fije en la suya, además sin cortarme. De esto que se nota. Entonces aparece el acompañante, claro, el novio al rescate. Tengo muuy mala suerte. Total, con las pintas que llevo hoy tampoco creo que hubiese ligado. Alzo ambas manos para que se detengan en las disculpas e inclinaciones, riendo borrachilmente. - Que no joeee, que no pasa nada, ¡si ha sido divertido! tu novieta es muyyyy graciosa. ¡Seguid bebiendo y disfrutando de la fiesta!-

"¡maldito suertudo! ¿por qué de todas las que hay en la fiesta están todas cogidas? ¿¿por qué?? mira, mira el otro como mete morreo a la otra. Bueno, que la aladita es muy pequeña. Pero ...¿Y Vanessa? ¿es legal que intente liarme con una compañera? Con Genievre lo hacia, pero es el lofff de Lykaios, eso ser mal, mal"

Y mientras que ando de jaleos mentales me doy cuenta de que ya me he alejado de la tocanaranjas y el reverencias, además tengo una botella de whisky en la mano que no sé cómo ha llegado ahí. Estoy demasiado borracho como para ubicarme y hay mucho jaleo, además, los ojos me pican tanto que me va a tocar ir a lavarme la cara. Pego otro trago más al whisky, yendo hacia la cocina mientras canto por lo bajo cualquier cancioncilla absurda. Me agacho en el fregadero, empezando así a limpiarme la harina y todo lo que llevo en la cara, emitiendo quejas de escozor agudo. Cuando termino de lavarme la cara me pego con el grifo en la nuca, haciendo que me de más vueltas la cabeza de las que ya me da. Decido que será cuestión de sentarse en un taburete unos minutos, hasta que se me pase un poco.

No puedo evitar reír a carcajadas ante el gesto "avergonzado" del desconocido que acaba por tirar las naranjas, tapando mi sonrisa con las manos hasta que veo que su mirada se dirige a un punto por el que yo también inclino mi barbilla "Eeh...".
Supongo que muchas se habrían tapado, sonrojado o incomodado por ese detalle pero sinceramente vuelvo a responder de una manera similar a la primera, aunque en esta ocasión mostrando la abierta sonrisa.
- Oye, avispado ¿dónde estas mirando?
No obstante...de repente noto una mano que me hace inclinarme hacia delante, viendo a onii-chan a mi lado disculpándose por mi comportamiento.
"Pero si no he hecho nada malo...joo"
Aunque mi gesto de reproche se ve interrumpido por ese comentario del...de la pelirroja "¿Tu novieta es muy graciosa?", inclino ligeramente la cabeza hacia un lado, formando una pequeña O con mis labios.
- ¿Novia?
Me hubiera gustado responderle a eso pero parece que la gente ha tomado un gusto esa noche por interrumpirme y ahora le toca el turno a Dira, por lo menos ella me abraza y me da una bebida que sostengo entre mis manos sin la menor idea de lo que es.
La huelo primero por tratar de adivinarlo  mientras que otro chico que no conozco se acerca a nosotros.
"Alcohol seguro pero...UEY UEY WAIT" ¿Desde cuando estoy metida en una telenovela? Porque eso es lo que ha parecido el beso del chaval ¡Ya esta! Él se llamará Antonio Manuel del Carmen de la Rosa...o algo por el estilo...bueno, da igual, el caso es que mis ojos se abren como platos al contemplar la escenas "Pero ¿por qué no pueden hacer eso todos los hombres?" acabo por mirar de reojo a Kosuke con cierto reproche.
Aunque dejo a aquellos dos con sus cosas al percibir la melancolía que en cierta manera me llega a través de las palabras del japonés. Es cierto, no lo había pensado ¿tendría familia? En los Acantilados dijo que no tenía hermanas pero...quizás el resto estén muertos, quizás se sienta en ocasiones tan sólo como yo.
Busco su mano hasta lograr alcanzarla y apretarla con fuerza.
- Yo no haría nada -le respondo- es decir, si alguien me dijera ahora que mañana moriré no correría a cumplir todo lo que aún no he hecho pues ¿quién te afirma que no es verdad? Puede que mañana este muerta, puede que esta sea mi última noche, puede que tu seas la última persona a la que le de la mano...lo único que quiero es lo mismo que todos en esta sala, ser feliz...supongo que por eso siempre me obligo a mí misma a sonreír -me pongo delante suya, propinándole un pequeño golpe con el vaso en el hombro- Por eso...tu también tienes que reír ¿entiendes? Si no, me enfadaré.
Intento mostrarme molesta aunque no lo logro del todo, me cruzo de brazos y frunzo el ceño hasta que lo veo beber de un trago el contenido del vaso por lo que acabo por hacer exactamente lo mismo.
He de reconocer que he perdido la costumbre en eso de beber por lo que mi cuerpo se estremece a medida que el alcohol entra en contacto con mi sangre, percibiendo el calor en mis mejillas, un diminuto ardor en mi estomago, sin impedir que mis ojos se cierren con fuerza...girando mi cabeza hacia un lado y a otro con rapidez "Ugh".
- Puede que...puede que me alegrara de que me dijeran que todo terminaría para mí -le confieso en un susurro cuando me recupero del vodka...bueno lo que se dice recuperar- Vosotros sabéis que hay un punto final, que un día podréis descansar y quizás reuniros con aquellos a los que un día amasteis...yo en cambio...mírame, sigo aquí y... -mi voz se quiebra, no sé realmente por qué le cuento eso ¡Joder que todavía no estoy borracha! - y... -sonrío nerviosa, dejando el vaso a un lado- y hace tiempo que dejo de ser divertido.
Al bajar la vista no tardo mucho en alzarla por las palabras del drow que, sin conocerlo, son capaces de conmoverme tras verlo abandonar la sala a toda carrera...cuando veo a alguien mal me dan ganas de abrazarlo...pero en ocasiones es mejor dejar a las personas llorar solas.
Doy una paso hacia adelante...aunque ¿cómo ayudarlo si ni siquiera sé su nombre? Y vuelvo a retroceder, mirando a Kosuke sin saber realmente lo que hacer. Tomó otras dos copas, unas a la zar, y le tiendo una de ellas antes de llevarme la segunda a los labios, volviendo a agitar mi cabeza al percibir su sabor.

Mi presencia en la puerta no pasa inadvertida por mucho tiempo más. Enseguida se dan cuenta de que estoy allí observando, saludando e invitándome a acompañarlos en la fiesta, entre ellos Kosuke, Yienorkhelinnery y  Yaroslav. Me separo del marco de la puerta contra la que estaba apoyado de lado, descruzando los brazos para encaminarme hacia el interior, alzando la voz para saludar a Yaroslav cuando me llama de esa manera, Blackolovich, el nombre que puso al conocerme porque se hacia un lío para pronunciar mis apellidos. - ¡Tolstoi! me alegra verte de nuevo en forma para emborracharte! Tienes mucho que contarme y tenemos que ponernos al día, camarada.-  Es reconfortante eso de sentir que de vez en cuando las cosas van bien y que la gente tiene esos pequeños momentos para divertirse. - Pues lleváis toda la razón del mundo, hacéis bien en aprovechar el momento. -admito con una sonrisa cuando llego junto al dragón y al japonés, a los cuales apenas conozco todavía, aunque estoy seguro que con lo sociables que parecen no debe ser difícil llevarse bien con ellos. - Estas fiestas son necesarias, además, ayudan a que todos nos conozcamos un poco más...

"Intregración y esas cosas...tengo curiosidad por saber cómo les va a los drows, están algo apartados, y con la pregunta que ha hecho Reiv..."

- ¿Qué tal lo estáis pasando? ¿Conocíais a algunos de los que hay aquí de antes o los habéis conocido ahora?

Vuelvo a mirar hacia Vor brevemente, que parece en un apuro ante la pregunta de Reiv. Estoy pensando en decir algo para distraer la atención, pero en ese momento el joven drow se pone a responder, más nervioso que otra cosa. Lanzo una mirada de reojo a Reiv, que no sé si capta o si se ha dado cuenta siquiera de que he entrado, pero voy a tener que decirle algo. Vor comienza a cumplir con el reto, y la primera acción, la del bastón, me deja bastante perplejo. No entiendo por qué odia tanto algo que lo ayuda a hacer magia, aunque es obvio que debe tener sus motivos para hacerlo. Por suerte ese chisme parece bastante poderoso, logra recomponerse en cuestión de segundos. Conforme pasan los segundos parece que todo le da más vergüenza, pero aún así canta, una canción tranquila y que parece bastante sentida, en una lengua que desconozco.

La última parte de la confesión es en la que se nota que peor lo está pasando, así que frunzo el ceño, chasqueando la lengua por lo bajo. No hace falta ser muy listo para saber lo que sucede ahí. Si tan nervioso se pone respecto al drow mayor y acaba terminando de manera absurda la frase en la que habla de gustar...Algo hay. Le han sacado una confesión de amor en público, delante de mucha gente, y que seguramente no habría hecho si no hubiese bebido, porque seguro que ha bebido algo. Entonces sale corriendo del salón, buscando una huida de las miradas que hay puestas en él, dejando solo al otro drow. - maldito juego de retos.- murmuro antes de separarme un poco de Yienor y Kosuke, yendo hacia Reiv, que parece muy entretenido con eso de los besuqueos. Le doy en el hombro para que me escuche, no me hace gracia lo que ha hecho. Ellos hacen un esfuerzo por venir aquí e integrarse y él lo hace sentir incómodo. - Joder...estarás contento. La gente viene aquí a pasarlo bien, no a que le hagan esas preguntas, por muy juego que sea. Aprende a comportarte.- me doy la vuelta sin darle tiempo a responderme, yendo después hacia el drow que queda en la sala, Dyospiros. Imagino que se habrá quedado también algo alucinado por tanta confesión, o tal vez esté empanado y no se ha dado cuenta. Tampoco quiero que se lo tome como algo personal

- Oye, siento si el chaval que ha hablado os ha molestado, se ha pasado un poco. Pero no hagas caso, quedaos aquí e intentad hablar con otros, sigue en pie lo que le dije a Vor de intentar encontrar aquí un sitio. Tal vez lo mejor en este momento sea que vayas tú a hablar con él, supongo que no querrá ver a nadie más-