Comedor

El pelirrojo cae al suelo por mi golpe, pensaba que no le habia dado tan fuerte pero claro, va mas borracho que una cuba. Lo miro con algo de preocupacion por si se ha abierto la cabeza al caerse o no. El otro me pregunta que si estoy bien, y asiento. He saltado sin motivo, solo porque me iban a tocar una oreja. Pero es que ahi no tenia que tocar!
-Estoy bien, y él parece que tambien. Sonrie, eso es bueno, verdad?

porque sigue desvariando con planes maravillosos e imposibles. Vor entonces tiene una genial idea para romper la tension del momento y es decir que mi puñetazo era parte del ritual de iniciacion y que ahora él forma parte de nosotros tambien.
Se me pone una sonrisa condescendiente cuando veo al otro abrazar al sombrero y besarlo (y lamerlo?) diciendo que lo despertemos cuando sea negro.
-Si...con suerte mañana no recordará nada. Larguémonos de aqui! no ha sucedido nada!

Salto por encima del pelirrojo que se interponia entre la libertad y yo. Me decido a despedirme delos pocos que quedan ahi
-Ha sido una fiesta estupenda! Vuelvan mañana
Y sonriendo maquiavelicamente, le pego un empujoncillo a Vor para que salga pitando delante de mi, y huimos vilmente del comedor

Aquel tío saltaba y decía algo de que quería ser un drow. Negro, con orejas picudas. No. Eso no era en absoluto un elfo, ni nada que se le pareciera. No tenía orejas picudas. Aparentemente era de la brigada y hablaba de una fusión… No lo acababa de ver yo, pero le asentí casi como quien le dice a un niño “si, compraremos un perrito”. Todo aquello justo antes de comerse un puñetazo que debió dejarle una cena rica rica. Pero aún así él se tomó el puñetazo bastante bien, e incluso se creyó lo de la iniciación. Dyos me confirmó que estaba bien. Y que el otro también. Yo… Me había dicho que sonriera así que sonreí de forma muy muy pero que muy poco convincente.

-¡Totalmente superado!- Le dije yo rascándome la nuca. Y allí se quedó frito, tras LAMER mi sombrero, besarlo, abrazarlo… Y quedarse así dormido. Yo… Yo fruncí mucho el ceño y me quedé con cara tristona, mirando al otro drow mientras señalaba un poco el sombrero. Me gustaba. Me habría servido para tapar el sol o para… ¡Bueno! No sé. Era un bonito recuerdo de esa fiesta. Y además, tenía una decoración inspiradora. Yo iba a recuperarlo, porque como decía Dyos, no se acordaría de nada al día siguiente.

Yo me agaché e intenté tirar. Pero no lo soltaba. Y como lo despertara igual lo hacía mal. Era su sombrero ahora. Suspiré, arranqué un par de plumas de la boa, me las metí en los bolsillos del abrigo e hice cara de cordero degollado. Me incorporé un poco y… Tuve que aceptar aquel destino. Dyos incluso me empujó tras despedirse, animoso. Yo no tuve más opción que irme de allí cual diablillo, frunciendo el ceño. -¡Mi sombrero! Ahí se ha quedado. ¡Todo por cubrir tus pecados!- Agité un poco la cabeza e intenté hacer buena cara. Pero entonces se me ocurrió una cosa… Le hice con la mano un “SHHH” para que guardara silencio y no preguntara y volví al comedor. Me cogí una botella de vodka más o menos llena y me la metí debajo del abrigo, y entonces si que salí de allí corriendo.

-Ya está, rearmado. Ya puedo hacer mi propio ejército. ¡Y ahora a limpiar este lío!- Yo no me acostumbraba al olor del alcohol. Y sinceramente esperaba que Dyos tampoco prefiriera aquel perfume en su chaqueta. Maldije a Yaros una última vez antes de irme yo también por los pasillos.

El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Probabilidad' :

Claro que era un buen consejo. ¡Por alguna razón lo había dado! -Ya sabes, Vanessa. Si alguna vez eres dragona NO quemes cosas. La gente lo agradecerá.- Se estiró y mostró interés por el tema de Johan. Explicó sin embargo que no tenía historial romántico positivo, y yo fruncí el ceño. ¿Por qué no? Era muy maja, yo no creía que muchas tías le fueran a hacer la competencia. Y estaba dispuesto a pegarle a alguien quien me fuera a negar aquello.

Decía que hasta el travesti de Ben le parecía sexy. Si, iba bebida. -Pero es que Ben está buenorro en cualquiera de sus formas, créeme.- Le dije yo tras reírme un poco de la simple imagen. -¡Belleza insuperable! Aunque, ¿Sabes? Si fuera tía igual estaba buena de verdad. Me molan pelirrojas, a mi.- Le comenté como muy de pasada. Estaba aquella de la brigada recién llegada, aunque en aquel momento yo tampoco estaba hecho el galán de siempre.

Me dio un empujoncillo, ella también reía. Estaba contenta. Me cuestionó si había alguna para mi allí en la Resistencia. -¡Ya surgirá! Tengo todo el tiempo del mundo. Los dragones son más de raptar inocentes princesas y llevarselas a la cueva… ¡Pero yo no me gasto de eso! Igual el día que se acabe la guerra me llenaré algún agujero de oro e invitaré cordialmente a alguna mozuela.- Hice ver que bebía de una copa con vino con un estilo muy clásico, guiñando un ojo.

Me descrucé de piernas observando a Ben tirado en el suelo después de que se marcharan los dos negracos. Puñeteros animalitos. Le acababan de dar una ostia de esas que dejaban un recuerdo al día siguiente. -Algo me dice que sin nuestro gran promotor esto ya empieza a acabarse un poco, ¿Eh? Del uno al diez, ¿Cuanto crees que ha molado la fiesta? ¿Se te quedará bruta la resaca?

*Sonrío ante la respuesta de Nery, claro, a él le quedan más años para encontrar a una persona. Pero es un buen tipo, y gracioso hasta cuando no bebe, era alguien con quien tener una buena charla... Y algo más, si es que te van los dragones pelirrojos con nombres impronunciables.
Entonces contemplo la escena de los drows, me levanto cuando Ben es alcanzado y se cae al suelo, pero parece que está bien y es una especie de broma.*

"estos tíos... Nunca los entenderé por completo."

*El chicodragón tampoco se preocupa mucho, y habla de la fiesta y Lykaios. Ahora que lo menciona debería ir a ver que tal se encuentra despues de la transformacion... No estaria en su mejor momento.*

-Hum... Un ocho, creo que ha faltado gente, habria sido mas divertido. Jajaj, sí, tendré una bonita resaca. Igual que ese, ¿te parece si lo llevamos a dormir? De todas formas la gente se está llendo ya...

*Señalo a Ben como queriendo decirle que pronto ib a acabar como él, dormida en cualquier parte*.

Paro un poco de rodar cuando el chico romaticon nos grita si páramos. Después el peliblancos se levanta de ipso factores, aunque de tambalea, y me habla en un acento divino que me hace reír fueetemente. Era ruso sin dudarlo. Miró por encima de mi hombro a Ben que grita que no tenemos alma y alzó una ceja parándome

-Si que tenemos. Mi alma es muy bonita-

Refutó antes de recibir la botella del licor drow y aunque me advierte que beba con cuidado me Zampo como cinco grandes tragos de éste. Por un lado porque quería estar alegre y ponerme un poco al nivel de todos y por otro porque si me dicen que tenga cuidado con algo…. Oh, rebeldía juvenil. Me río cuando me reta a un pulso negando con la cabeza.

-No no… mis brazos…

No completo la frase porque me quedó mirando la botella con curiosidad. Había sentido el calorcito diluyéndose por mi garganta para después anidar en mi estómago. Tenía buen gusto. Mmmm…

-Te decía que te lo debo… Hay que dejar de hacer parejiles y dis … BEN JODER!!

El sonido de la OSTIA que le dan a Ben me deja un poco absorta y casi en largo a buscar mi bate para batearle la cabeza a alguien cuando se levanta riendo la mar de majo y llamándolos hermanos. Recuerdo los gritos del otro y término aplaudiendo para el PID. Después miró al ruso con una sonrisa.

-Decía que hay que subir un poco el animo-

Sabía que había llegado tarde por el tremendo pedo de Ben pero no me importaba. Cambio la música y empiezo a aplaudir de la nada al ritmo ya que se que a Ben le dará igual despertarse ahí mañana. Pero no es sólo eso. Es que el licor drow (marditos dados) me ha pegado como un cañonazo en el cerebro y se me han ido los tornillos.

-OH OH OH

Digo dando pequeños saltos en un pie y en otro mientras voy a buscar mi gorra de los yankees y el bate  ya que me doy cuenta que nadie ha coronado al mejor disfraz. Me monto sobre una mesa con un equilibrio algo precario pero mi actitud llena de energia y felicidad.

-HEEEEEEY….. VAMOS A CORONAR AL MEJOR DISFRAZ DE ESTA NOCHE.-

Llamó a todos con la mano para que se vayan acercando,a Terminator (Kosuke), al ruso, a la novia bonita del Terminador, a Vane. Luego miró que quedamos pocos así que hago una mueca triste. Observo a los demás deteniendo mi vista en el murciélago demonio y me preguntó cómo es que no me he dado cuenta antes de que va sin camisa y con tremenda tabla. Digo, tremendo efecto de alas, un buen brazo escamado y unos cuernos que casi parecen reales.

-Tu también, señor profesional-

"Que sin duda le ha echado mucho trabajo a su traje. Yo... Nada. Estoy fuera de la competencia pero no importa, lo iportante no es ganar si no competir"

Le aclaró señalándolo mientras me calzo la gorra de los Yankees hacia atrás y apoyo el bate en la mesa haciéndome la chulita. Cosa que casi no sale muy bien por cosa de mi equilibrio pero logró arreglárselas enderezándose.

-Bueno... Yo voy de muggle venida abajo. MUGGLE FAN DEL BEISBOL! DE LOS GRANDIOSOS YANKEES DE NUEVA YORK-

Me inventó con súper descaro soltando una risita para después señalar al pelirrojo que queda despierto.

-Y tu te has esforzado demás, guapo… de que vas? Batman malvado?-

Alzo la botella mirandola nuevamente con curiosidad antes de pegarme otro par de tragos notando que tienen efecto muy, muy, muy inmediato y suelto una risita cómplice conmigo misma.

Noto como Lisy se inclina ligeramente hacia mi espalada desde la mesa, conociéndola, seguro que no trama nada bueno, una de sus pequeñas travesuras, pero debido a los efectos del alcohol estaba bastante embobado mirando a los tontos que hacían la croqueta, aunque bueno... pude ver que cuando volvieron los dos drows, lo primero que pasó fue el travelo acercándose demasiado (nivel stalker nivel dios, madre mía) y el drow que no era Vor pegándole un buen puñetazo al tipo, el cual no se tomó a mal y que... bueno... parece que quedó K.O., más por el alcohol que por el golpe supongo... En fin, cuando menos me lo espero noto como si se me hubiese soltado la coleta y miro a Lisy, teniendo en cuenta que es una de sus niñerias no le dí importancia. Se baja de la mesa y se pone enfrente mía con una risa dulce mientras coge mi mechón rojo y me dice guapo, yo me sonrojo. -Buena pregunta... -le contesté mientras me llevo la mano metálica esta vez a la barbilla, haciéndome el interesante -Mmm... creo que me lo guardaré para mí - dije con una sonrisa pícara, a lo mejor a pillado la indirecta que le lancé hace bastante rato, y además le había dicho todo aquello de no dejarla sola, o tal vez no la pillase, pero ya que a ella le gusta picar a la gente, creo que estoy en mi derecho de picarla yo a ella esta vez, recuperando el coletero de entre sus manitas con la mano libre.

Kosuke llevándose la mano a la barbilla para contestar a Lisy-chan:

Ella me abraza, y me susurra su incapacidad ante la posibilidad de hacerle daño a aquellos que la han tratado bien, que además, tratará de no hacerme daño, a lo cual sonrío un poco -Gracias... pero realmente no tienes porqué preocuparte de éste cuervo manco... -y entonces ella se dispone a tocar una de mis mejillas, pero al final no me toca y murmura un gracias -Arf... no me hagas soltarlo... está bien... la chica que me gusta está en esta sala, es la única pista que voy a darte.

Indira se acerca a mi y me dice que si logro mantener la fiesta en orden, que hablaríamos de negocios, bueno, por fin tendré algo de trabajo como mercenario, a lo cual asiento y observo como la chica se va con el pirata, el cual empieza a recordarme a una cancioncilla tonta de piratas, por lo que me río un poco.

Canción que se le viene a Kosuke a la cabeza al ver a Reiv:

Observo a toda la gente que queda en la fiesta, que si los pelirrojos por el suelo, que si Vor y su amigo drow hablando de no se qué partido político... espera... no veo a Johan, ¿se habrá tenido que ir? lástima, creí que se quedaría un rato más después de lo del baile, mi amigo dragón que parece de toda la vida ya está ligando con la chica que va de princesa asesina.
La pelirroja nos hace un llamamiento a todos los presentes de la fiesta para decidir quien es el que mejor va disfrazado, supongo que con esto ya estamos finalizando la fiesta, así que decido ir a acercarme, no sin antes desatar la katana del cinturón, con lo bebido que voy dudo mucho que sea capaz de andar de forma... normal, así que lo uso como apoyo para poder caminar sin caerme, aunque no creo que yo pueda aguantar mucho más, así que decido acercarme a la puerta, estoy bastante cansado y bastante borracho, y verás que dolor de cabeza mañana... pffff -Lisy... yo me voy a ir ya a dormir a las habitaciones... ¿te vienes? -le pregunté a la elfa por si me quería acompañar a las habitaciones, a lo mejor estando a solas podríamos hablar mejor, además, tal vez caminar un poco me siente bien para que se me pase la borrachera. desde luego hoy voy a dormir bastante a gusto y a lo mejor con suerte... consigo algo con ella, por lo tanto, salgo ya del comedor para dirigirme a las habitaciones, aunque bastante lento para que Lisy pudiese decidir si acompañarme o dejarme sólo tanto en el trayecto como en las habitaciones (aunque prefiero que me acompañen, no quiero que aparezca un negro de golpe y porrazo y me viole sin darme cuenta por estar borracho).

Parecía que a Vanessa le preocupó un poco más el ostiazo que repartieron a Ben, pues se levantó para ver como andaba. Dijo que le daba un ocho a aquella fiesta por la falta de gente, que tendría resaca. Y propuso llevarlo a dormir. Era la mejor idea, a mi aún me quedaba una poca resistencia pero es que un dragón es complicado de tumbar. -Deberíamos procurar que se despertara en una cama para mañana, que siempre desconcierta encontrarse en medio de un cementerio de botellas vacías con un dolor intenso.- Por otra parte casi que me tentaba dejarle ahí para ver su reacción. Pero era yo muy trozo pan como para esas cosas.

-¿Y tu no tienes mucho aguante ya, no? Pobre muchacha, ¡Pobre muchacha!- Le puse la mano en el hombro cual borracho feliz. Definitivamente era mejor que me los llevara a ambos a las habitaciones. Yo estaba cansado pero me quedaba aún suficiente consciencia como para saber que alguien tendría que recoger todo eso. Prefería encargarme yo viéndome más sano, pues en otro caso igual se enfadaban los renegados por haber hecho tal lío en la base y luego no haber limpiado. Necesitaba que estuvieran dispuestos a dejar que se hicieran más fiestas así.

Luego seguían allí el trío croqueta que ahora eran duo croqueta. La de la Brigada hablaba, también poniendose muy feliz y de forma bastante más rápida que el resto. Una pena que hubiera llegado tarde. Empezaba a hablar de coronar un disfraz. Yo me la miré y me pregunté como haría las votaciones, y le guiñé un ojo de forma provocadora en plan “¡Obsérvame! Yo molo”. Porque era egocéntrico hasta decir basta. Me llamó señor profesional. Yo extendí mis alas para demostrar que eran más “sencillas” de lo que creía. Era un traje hecho a última hora, con todos los recursos que mi raza me permitía.

Habló que ella iba de fan de beisbol. -¡Beisbol! Un buen deporte, ¡Eso no cuenta de disfraz! ¿O es que acaso no eres fan del beisbol todos los días!? ¡Eso debería ser tu eterno traje! ¡El de tonos!- Le dije yo mientras reparaba atención a la música que ella había puesto. Me llamó guapo porque no sé que estaba bebiendo pero yo creo que ya se le había ido la puta olla. Me preguntó si iba de Batman malvado. Me puse en pie, golpeé el suelo con el tridente-escoba que acababa de recuperar y extendí mucho las alas, glorioso.

-¡Yo voy de Yujurnaculis Cernícalo! O algo así. Un demonio. Un demonio sexy. Un incubo, algo así- Me pasé la mano por el pelo para apartármelo mientras me mordía un labio, intentando ser provocador. Tanto como se podía ser estando ya en mis condiciones. -Pero no me he esforzado tanto. Es... ¡Talento natural! Vaya que si.- Me apetecía mucho reforzar aquel disfraz con fuego, y lo habría hecho si no hubiera explicado antes a Vanessa porqué no era buena idea.

-¿Y mi premio que es? ¿Alguna botella en especial? No hay ya mucho más que eso- Llevarme una botella de champán me parecía tentador. Yo caminé de nuevo hacia Ben, tocándole la cara con la mano-garra, pensativo. -100% muerto, definitivamente. No literalmente.- Era hora de ponerme un poco más serio. Plegué las alas pero no las hice desaparecer, me rasqué un cuerno y miré a Vanessa, mientras me lo cargaba encima de un hombro. -¿Te acompaño? No te vayas a encontrar cosas oscuras y peligrosas en los pasillos.- Peligrosas no, pero cosas oscuras habían. Negros de mierda. Si te fías de un dragón, que igual te secuestro de paso… ¡Con ese disfraz me tienta!

No se que pasa, pero en ese momento ya no recuerdo si me he echado un pulso con la pelirrojilla o no. Ben se muere, se queda dormido o algo, no lo se. Los drows se marchan. Mas gente se marcha. Y a mi me han quitado mi botella y me está pegando ya la bajona del alcohol mientras hacen el concurso de disfraces.

Los de la brigada parece que se van a encargar de su muerto, asi que yo me encargaré de mi mismo. Se acabaron las borracheras para Yaroslav en esta temporada. Hora de reconducir mi vida (eso implica romper costillas de soldados)

-Declarro oficialmente terrminada la epoca de borracheras, pero antes....

Me acerco a Merida y le arrebato la botella de alcohol exotico que le habia prestado. -AAAAAAJJJJJJJA!!!!!!!!!!!! MIO!!!!

Y con ese grito triunfal, salgo de alli corriendo como si no se hubiera notado nada de aquello. Por fortuna esta vez no me como el marco de la puerta, pero es posible que no llegue muy lejos. Habia sido una buena fiesta.

Cruzo los brazos entorno a mi pecho algo molesta por no haber mencionado ningún nombre aunque con aquella sonrisa me bastaba, tampoco soy tan tonta para no pillar esa indirecta.
La gente empieza a marcharse, parece que todo a terminado y que yo debería decidir a dónde ir pero estoy más despierta de costumbre así que descarto volver a mi cueva, lo cual conllevaría un periodo de hibernación de otro montón de años.
Supongo que la imagen de todas aquellas personas tan jóvenes convertidas en ancianos de rostro arrugado y sonrisa cansada fue la razón que me hizo tomar la oferta de Kosuke como la más adecuada...bueno eso y que picarle es un hobbie que comienza a gustarme demasiado.
“Como se quiera acostar conmigo no se lo voy a poner fácil " me digo a mi misma apretando el puño como si fuera un propósito aunque mi situación es tan distinta a la de las humanas consideradas como “difíciles" o "fáciles" que la imagen desaparece en mi cabeza al instante.
“Se una chica buena y vuelve a tu cueva...pero tengo la ropa en las habitaciones...bueno, las coges y te vas" decido antes de olvidarlo inmediatamente después de dar el primer paso detrás del japonés al que propino un pequeño empujón antes de despedirme del resto con un gesto con la mano.
- Onii-chan ¿dónde has dejado la educación? - le insto sonriendo, aun sabiendo que precisamente mi persona no destacaba por un comportamiento correcto...aunque al observarlo apoyado en esa katana no puedo por menos soltar una risa, contestándome a la pregunta anterior- la abandonaste por una botella .
Ya volveré con los soul reapers más tarde, además...ahora que me acuerdo la cria debe de haber sabido cada uno de mis pensamientos esa noche.
Voy detrás de Kosuke, sujetándome con cuidado los imperdibles que sujetan aún el vestido, más bien una cortina que mucho ha aguantado esta noche “y lo que le queda por pasar..."

-He perdido práctica.-le respondo a lo del aguante.

*De pronto Mérida, ya bebida, se pone encima de una mesa y empieza a hablar sobre un concurso de diafraces. Yo estoy ya un poco cansada... Pero aplaudo a su presentación de "muggle" y miro a Nery intentando hacerse el sexy , aunque después del primer streaptes me faltaba poco por ver.
Él se ofrece a acompañarnos y carga a Ben sin esfuerzo, plegando sus alas. ¿Las había extendido? Vaya mi cabeza. *

-Jajaja, Yeniooor... Por ese camino de los piropos puedes conseguir a muchas mujereh.

*Me río por todo ello y lo sigo hacia la puerta, pegando un grito a los demás como despedida. Entonces nos vamos a dormir la mona.*

No sólo todo el mundo empieza a irse si no que el ruso ha terminado por sacarme la botella de la mano. Sin embargo, el chico pelirrojo me responde y le sonrío un poco cuando hace su pose sexy

"¿Esos son los demonios que te succionan el alma y... hay sexo de por medio no?"

Me río de mis pensamientos e igual me parece que está muy chulo su traje, diga lo que diga así que me quito mi gorra para lanzarsela esperando que la coja al tiro.

-Tu corona por esta noche, después la quiero devuelta INTACTA-

"Al parecer es un fan"

Antes de percatarme estoy sola en el comedor con la música a full. Me siento en la mesa  dejando los pies en el aire y moviendolos lentamente fijandome un rato sólo en ese movimiento, un RATO. Se me habrán pasado al menos quince minutos en esa tontería hasta que espabilo un poco con mi típica risa de cerdita y voy a por la mochila para salir del comedor, necesitaba no sólo adecentarme sino hacerme un lugar en las habitaciones de la Resistencia.

-Eso se arregla bebiendo más y hablando menos. ¡Aguante serrano!- Le dije yo a Vanessa muy convencido de mis secretos de la vida. Se quedó mirando a Mérida como si estuviera ya en ese momento en el que lo flipas todo un poco. A esta le robó el peliblanco la botella con todo el descaro del mundo, y yo le hice un “BOOOOOOH” por ladrón. -¡Piropos, Vanessa! Nada más lejos de eso. Realismo. Eso es realismo ilustrado, ¡Vaya que si! Con dibujitos y esas cosas.

Al final salí yo gloriosamente coronado. Una pelirroja borracha y un tanto ida así lo decidió, así que puse mis brazos en jarra disfrutando mucho de aquella victoria democrática, echando en falta un público ante el que lucirme. Agarré la gorra casi con arte y me la colgué de un cuerno como si fuera un perchero, con una sonrisa de orgullo. Le añadía más gracia al asunto que llevara en brazos a Ben. A Ben con las sobras de su travestimiento. -¡Un dragón sabe cuidar de su indumentaria! Mañana venme a recoger a la habitación- Le guiñé un ojo muy en broma -Y te permitiré recuperar lo que es tuyo- Otro guiño, de esos que prácticamente hace “WINK” de ruido.

Y allí la dejé a ella y su música. Luego ya volvería a ordenar cosas, pero por aquellos momentos no podía si no pensar en mi deliciosa cama. Y si me arrimaba a las habitaciones -cosa que debía hacer por el chaval que llevaba en brazos- igual me podía aquella tentación. Me miré a Vanessa un poco empanado, perdido en mis pensamientos. -Mañana deberíamos procurar encontrar al jefazo. En cuanto se nos pase la resaca a todos deberíamos movernos, decidir nuestro siguiente objetivo. Pegar gente. Sisí.

Caminé por los pasillos llevando a Vor en volandas con su peluche liado en mi abrigo, echando sospechosas miradas de soslayo al baston persecutorio. A veces me puse a andar en zigzag para comprobar con que fidelidad me seguia el baston. Bastante fidelidad, sin duda. Me senti tentado de tirar a Vor rulando a ver si el baston hacia lo mismo. Pero no me parecio justo. Asi que con las ganas de probarlo, entré al comedor.

-Asi que tu eres un baston. A mi no me engañas, sabes. Tu....tu estás tramando algo.

Miro al baston con cara de malas pulgas, acercandome mucho a el. Su cristalina superficie me devuelve mi cara con perspectiva de ojo de pez. Entonces me siento imbecil por hablarle a un palo magico y hago como si nada. En el comedor, dejo a Vor sobre un banco, y mientras el despierta, voy a por algo de comer. No hay mucho, pero en la cocina hay sobras de la cena del dia anterior, y aun estan buenas. Es una pena que se desperdicien. Lo llevo todo a la mesa, con cierto desorden. Me echo un huevo a la boca, mirando a Vor y luego al sitio.

"siento que me estoy aprovechando de la hospitalidad de alguien. Quiza algun dia les devuelva el favor a los Renegados"

-Ey, Vor'Kalth, despierta.

Lo zarandeo un poco, ahora si. Me parece milagroso que haya conseguido dormir hasta ahora.

Yo había tenido una noche rara. Muchos sueños, no necesariamente demasiadas pesadillas. Más allá de los ilícidos seguía pensando en el futuro. Sobre lo que podría pasar o lo que debería dejar de pasar. Otra vez escuché su voz, llamando de forma lejana mi nombre, Vest, Vest. Vest… Tuve un último sueño que me gustó bastante más y me hizo no querer despertarme, y como que me zambullí mucho en él. Era bonito, dulce. Igual demasiado. Tenía algo a ver el día que acababa de tener, haber bebido un tanto, haber… Bueno. Haber pensado en muchas, muchísimas cosas. Y yo casi que tenía una sonrisilla satisfecha para cuando el otro, sin que yo lo supiera, se puso en pie.

No me empané tampoco de cuando subió porque mis sueños requerían de toda mi atención. Yo soñaba con algo un tanto utópico (especialmente para mí), un mundo sin guerra y sin complicaciones de ese tipo. Yo estaba más alto y más guapo, porque… ¿Por qué no? Con unas preciosas melenazas al viento y un metro setenta. O algo así. Era un precioso príncipe en algún palacio hecho entero de cristal, como mi bastón, que tan gentilmente me habían regalado por haber ayudado a acabar aquella guerra. Y yo iba en brazos de alguien y la gente tiraba flores a mi paso. Y yo les decía algo como “¡Que sean prósperos nuestros días!”, y la gente reía muy felizmente, mientras iba en mi posición medio ovillo, medio encogida. Un séquito seguía a mi durmiente figura, anunciando la victoria. Estaba tan cómodo en lo que fuera que me aguantaba que era como si una cama flotante me llevara.

En todo aquel sueño había ya cierta mezcla de la realidad. Porque aquella sensación de estar realmente flotando se podía atribuir a que Dyospiros, muy majo él, me sacara de mi cama levitando. Las risas se correspondían a la suya, aunque esta tenía un matiz mucho más malijno que no de lo que a mi me dio la sensación que tocaba. Y el séquito era mi bastón, que muy curioso, no pudo estarse quietecito en la cama, y emprendió un seguimiento del otro drow como si la curiosidad le fuera demasiada como para mantenerse quieto demasiado rato. Este más o menos parecía responder a Dyos cuando le lanzaba alguna pregunta, cambiando el tono. De uno turquesa si quería decir que sí, y uno más rojizo para decir que no. Igual hacía un imperceptible movimiento hacia arriba y abajo en caso afirmativo y uno horizontal en caso negativo…

Y yo seguía allí muy contento con mi mundo feliz, lleno de flores, donde yo era cual llevado cual princesa por las calles de mi reino personal, en dirección a un gran banquete. El bastón se había quedado como un poco quietoparao en cuanto Dyos empezó a sospechar de él, como si no supiera que responder. Y muy tímido bajó algo su altura, casi como si se quisiera arrastrar, mientras lo seguía. Y yo seguía sin enterarme. Ya podía casi oler la deliciosa olor del banquete, con mucha, muchísima carne. Y bebidas con gas para beber. Pero justo el gas, porque me hacía llorar los ojos.

Entonces llegamos a la gran sala de aquel palacio de cristal y me dejaron sobre algo duro. Fuera quien fuera aquel príncipe imaginario acababa de dejarme en cualquier lado menos un cómodo lecho. De hecho yo pensaba que estaba en una bandeja de frío y duro metal, con bordes de oro y plata como cuerpo. Y yo, muy cansado, empecé a entreabrir los ojos, sin distinguir demasiado la realidad. El que era mi príncipe de repente adquiría unos rasgos extraños, asesinos, parecía hambriento. Tenía un tenedor en la mano y en un cuchillo. Y yo me di cuenta que no era su invitado, si no… ¡Su cena! Abrí los ojos muy perturbado por imaginar que otra vez iba a ser la comida de alguien. Estaba en un comedor, en algún lugar elevado, estirado. Y escuchaba pasos. Los cerré de nuevo haciéndome el dormido, creyendo que ya se acababa todo. Dyos me iba a comer. Que sí. No sé en que momento el príncipe de los sueños dejó de existir y empecé a pensar en el drow -si es que realmente había diferencia entre ambos-, pero la cuestión es que estaba muy descolocado.

Y lo escuché muy cerca. Y un zarandeo, como si fuera una ensalada a la que remover después de salar. Una voz. Ey. Vor’Kalth. Despierta. -QUE YO SIEMPRE DECIR QUE SER MÁS RICO CON AZÚCAR, ¡NO ECHAR SAL! ¡SACRÍLEGO PRÍNCIPE! ¡DIVINA SANGRE NO BEBAS!- Alcé la cabeza como una avecilla asustada y miré a todos lados, confuso, adaptando mis ojos a la poca luz (pero molesta igualmente) de la estancia. Y tal movimiento no tuvieron en cuenta lo fino que era el banco, así que acabé por los suelos. Pensé en que necesitaría el bastón para protegerme de ser la cena de nadie y este como por arte de magia acudió a mis manos, aunque en su lugar en vez de adoptar la posición de armas sencillamente intentó empujarme para que me incorporara, porque seguía tirado.

Tosí, y de repente volví del todo a la realidad. Dyos parecía haberse preparado un delicioso desayuno y yo estaba en el comedor, aunque no recordaba haber ido. -Eh, esto. Buenos… ¿Días?- Pregunté más rojo que un tomate. Tras rascarme mi dolido culo (por la caída) muy a tientas aún me senté en el banco, un poco encogido. Vi por ahí encima mía mi muñecajo. Oh. Perfecto. Lo había visto. Lo escondí debajo del abrigo mientras muy cazibajo buscaba algo que llevarme a la boca. -Tu… ¿Tú como estás? Eh… Bueno… Ehhh… Hace, ¿Hace un tiempo bonito, no?- Prontamente empecé a hablar con la boca llena porque tenía hambre. Busqué agua. -Uhhh… eh… ¿Cuánto rato llevamos aquí? ¡Por las tetas de Lloth! Soy un desastre…

El otro habia estado soltando risas y cosas indescifrables, hasta que se despierta y se rula cayendo del banco.

-....me has llamado principe sacrilego? Que no beba sangre y que eche azucar?

"vale, necesita comer algo"

-Creo que estas alucinando por el hambre.

Espero a que se ponga en pie, yo tengo un cargamento de huevos y pan tostado de ayer. Le embuto una tostada con pan y huevos, aunque el ya ha empezado a comer. Y le paso un vaso de agua despues. Cambio al ingles de modo espontaneo, sin darme cuenta momentaneamente.

-Yo estoy bien, no se que tiempo hace, has dormido como una marmota, no me has devuelto mi abrigo, aqui tienes tu estoque. Desayuna. Parezco tu madre.

Digo asi muy rapidamente, poniendole el estoque en las manos junto con el baston al que miro sospechosamente de nuevo.
-Lo controlas mientras duermes? Aun asi tranquilo, llevamos poco tiempo en el comedor, acabamos de entrar. Te ahorré el camino.

"y si he visto ese peluche aunque lo escondas"

-¡Tengo mis razones, vil gobernador! No me pasará por inadvertido que iba a ser tu próxima cena, desde luego...- Le respondí yo muy dramático, mientras me medio incorporaba. Decía que era cosa del hambre. -Que no. Créeme, no estoy loco. Ni tampoco soy un chucho hambriento.- Le dije yo con el ceño muy fruncido. Observé con mucha curiosidad aquella tostada que iba preparando, mientras picoteaba muy modestamente. Me pilló un poco por sorpresa el embutimiento pero no me queje, que tenía hambre. Y bebí mucho.

-Así mejor- Le dije con la boca llena de un mejunje de tostada y agua. De repente él me soltó una serie de órdenes mientras me daba un estoque, que lo puse yo en su cinturón. Me había robado mi armadura. Yo alcé una ceja mientras me acomodaba al abrigo. No le respondí en inglés, si no que seguí con el drow. -Dejamelo cinco minutillos más- Le pedí. Estaba muy dormido cómo para ponerme una armadura. Probablemente acabara poniéndome el peto de taparrabos… No me preguntes cómo.

-Mi madre… Dudo que se te pareciera, pero definitivamente has hecho más que ella por cuidarme. Igual es que tienes espíritu maternal- Le dije yo alzándole las cejas, tal que :ail: . Me reí un poco y regresé a la normalidad en nada, mientras comía como un cosaco. Estaba muerto de hambre. Las tripas me temblaban, incluso. Miré un poco sorprendido la miradita que le arrojaba al bastón, el cual casi como si se hubiera acordado de algo dejó de flotar y se hizo el muerto. Muerto, ¿Cómo iba a estar muerto? Sencillamente volvió a donde debía estar. Me preguntó algo raro mientras me decía que no hacía demasiado, que me había ahorrado parte del camino.

-Parte del camino… ¡Me podría acostumbrar, muchacho! El bastón… No, no lo controlo yo, que yo sepa. Ya sabes que a veces hace un poco lo que le da la gana. Pero… Últimamente se toma unas pocas libertades.- Lo regañé mientras lo atraía hacia mí, como si prefiriera tenerlo cerca. -He tenido sueños raros. Por eso decía chorradas antes. Es el sueño más… agradable que tengo desde un tiempo. No porque fuera la mejor cosa del mundo, pero…- Yo zampaba como si no hubiera comido en 3 años y como si estuviera apunto de ayunar otros 3.

-¿Planes para hoy? Me tienes que hacer una trenza.- Le dije mientras miraba el techo, como si buscara el cielo. -Aún debe faltar un buen rato hasta que se haga de noche… Me gusta el invierno, porque los días son más fríos y duran menos. Tengo que hacer lanas.- Acomodé mi refugiado peluchil bajo el abrigo. -¿Qué hacemos mientras no salga la Luna? ¿Merodear por la base? ¿Socializar? ¿Disculparnos por el puñetazo?- Le iba preguntando con una sonrisa un poco cabrona. -¡Podríamos ir a buscar nuestra sede del mal! Err… es decir, nuestra futura base. Porque, ¡Yo quiero clan!- Me había levantado y hacía una posición la mar de heroica. Con los pelos todos liados y una chaqueta de vagabundo debía hacer muy buena pinta. Pero esos ánimos eran la prueba viviente de que, todo lo que había pasado anoche, había sido más cosa de mi imbecilidad que no del alcohol. ¿Resca? No me gastaba de eso.

Termino de desayunar yo tambien muy toscamente mientras el protesta y dice que no está loco. Ya. Eso no es creible a estas alturas.

-Oh si, instinto maternal de drow. Eso no suele ser muy bueno sabes?

Yo estoy despierto despiertisimo y veo como el baston se achanta. En serio, me entiende? Estoy empezando a creer que me entiende. Ademas me suelta el otro que no lo controla él y que tiene autonomia propia, o algo asi.

-Ese palo y yo....ya verás, palo. Ya veras.

Le hablo al palo como si tal cosa. Para mi no era raro hablarle a objetos inanimados...ah no espera, que este si era animado. En fin, que no me era extraño hablarle a las cosas que me respondian sin palabras, y este baston era una de esas cosas.Acostumbrado que estoy me parece tan normal el charlarle.

-Ah si? Y que soñabas? Matabas una draraña?

"eso mola"

-Joder que es muy facil. Se cogen tres mechones, se separan, y luego vas cruzando uno encima del que queda en medio, siempre asi. -mientras lo digo, lo voy haciendo. -esto es todo lo largo que has llevado el pelo o que?

Niego porque no me apetece socializar mas y prefiero no disculparme del golpe, a lo mejor no se acordaba, pienso. Seria lo mejor. Yo querria intentar golpear y secuestrar un ilicido pero eso al otro lo acojonaba, por no mencionar que yo tampoco sabria como...subordinar a la criatura. Pero se podia intentar. Sin embargo menciona algo de una base.

- Deberia ser una cueva.

-Ahora que lo dices…- Definitivamente no podía decir que supiera demasiado del “insinto” “materinal” drow, y entre comillas ambas palabras, porque eso es que no tenía nombre. Sabía algo del… Instinto paternal de drow remilgado y renegado. Eso sí. Pero dudaba que fuera lo mismo, vaya que sí. Me lo quedé mirando como si estuviera loco en cuanto se puso a hablar con el palo. Lo peor es que si que manifestaba alguna reacción, y no es que yo me estuviera quedando con él o gastándole una broma de mal gusto. Pero el jodido era… Un tanto curioso. Juguetón incluso. Yo les dejaba que se hicieran amigos libremente. -Parece que te entiende. Yo de ti no lo amenazaba mucho. Igual está envidioso de Roäc, porque le hago yo caso a ese pajarraco. Querrá lo mismo.- Observé con una sonrisa afable como este se tornaba de un rojo molesto, como si no le gustara aquello que acababa de decir.

¿Que qué soñaba? Fruncí el ceño mientras lo miraba de arriba a abajo. Hacía nada lo podría haber explicado como la novela de mi vida. Y ahora no tenia nada claro. -No, qué va. No soñaba con drarañas. Había un castillo, y un príncipe. Y este me llevaba a la cocina para comerme.- Me encogí de hombros como si fuera lo más normal del mundo. Escuché con más bien poca atención el cómo se hacía una trenza y muy felizmente acepté una nueva en mi pelo. Me preguntó algo sobre este y yo empecé a enrollar un mechón en mi dedo, mirando su curioso no-tan-blanco color.

-Lo he llegado a llevar algo más largo, creo. Pero no me gusta tan… Exagerado. Y la humedad me destroza las puntas, mírame, parezco ridículo.- Me pasé una mano por este en cuanto acabó y me toqué la trenza, con mucho cuidado. -¡Algún día me lo voy a cortar! Y más pronto que tarde. No mucho. Pero un poco. Que no me moleste.- Ya me lo podía imaginar, un pelo corto a lo casco. Sería perfectamente horrible. -Savant se rapa un lado y lleva el otro muy largo. Osten se solía hacer una coleta a un lado y le llegaba hasta la cintura. Y mi padre lo llevaba liso. Y muy, muy largo.- Algo que me extrañó de la superfície es que los hombres llevaran el pelo corto de normal. No me gustaban ni los rapados ni que midiera menos de tres dedos. A pelos medios y largos les encontraba más gusto. Existía un extraño equilibrio en las melenas medianamente largas que me apasionaba: No dejaba aquel asqueroso regustillo visual del pelo corto, pero mostraba la estructura facial. Y eso era gran bien. Especialmente con hombres así más masculinillos. Pero no, barbas tampoco.

Pensaba yo en como me gustaban las melenas en cuanto la palabra cueva me hizo pensar. Una cueva… -¡Un zulo! Eso es, Dyos, ¡Eres un genio! Nos iremos a un zulo-cueva. Y lo decoraremos, así vendrán más drows vagabundos. Le pondremos cosas bonitas a la entrada. Pero que no sea muy llamativo. ¡Y será ilegal poner luces!- Le dije yo trazando planes, con una sonrisa muy mía. Finalmente me levanté y, sintiéndome muy poderoso aquel día, señalé el camino al pasillo. Yo me fui a coger mis cosas y estuve un buen tiempo para ello, dando posibles evasivas a aquello de devolverle el abrigo. Estaba seco y quería disfrutarlo. Necesitaba una chaqueta con urgencia. Y entonces, nos pusimos en marcha.

Me decido a guiar a Scar hacia el comedor. La chica habia dicho que queria ducharse, o algo asi. Pero comer solia ser mas importante. Aun asi, le indiqué la direccion por la que se encontraban los aseos.

Entramos al cochambroso comedor. Yo sigo llevando a Reed en brazos, hasta que se quede sopas, soy su responsable al completo. Aunque eso de "responsable..." lo llevo cogido por los pelos. Sigo pensando que soy un padre de mierda y estoy de mala hostia.

-Pues este es el comedor. Es un antro de mierda, que te parece?

Le sonrio y estiro un brazo hacia el interior, invitandola a pasar. Yo entro y dejo a Reed sentadito sobre uno de los bancos, y el sigue babeando el regaliz. Aunque deberia comer algo mas en condiciones....

-Si tienes hambre, podemos mirar en las despensas. Hay que comer algo antes de descansar o si quiera pensar en ducharse.

Me siento yo tambien en el banco, a la amplia mesa, al lado de mi hijo. Me quedo en silencio unos instantes antes de alzar la vista hacia ella.

-Ya se que este sitio parece...un agujero infernal. Pero es el sitio más seguro que se ha encontrado hasta ahora.

Dejo mi pistola encima de la mesa, la demonio la habia montado...asi que yo.... empiezo a desmontarla, solo para volver a meter las balas en el cargador con precision y bastante velocidad, haciendose evidente mi desenvoltura en tal menester. Un tanto maniatico, quizas. Cuando esta listo, meto el cargador dentro de la pistola. Le pongo el seguro y la dejo nuevamente sobre la mesa.

-¿Quien te ha enseñado a matar de ese modo?