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Este castillo perteneció a la noble familia de los Black durante generaciones, siendo utilizado como residencia de verano en múltiples ocasiones. Con el inicio de la guerra fue ocupado únicamente por la familia perteneciente al bando del Ministerio. Poco a poco comenzó a quedar más vacío, hasta que quedó en el estado actual tras un incendio provocado. No se salvó mucho de aquel incendio, pero la estructura y habitáculos principales permanecen, puede ser habitada.
[Castillo Black]
Este castillo perteneció a la noble familia de los Black durante generaciones, siendo utilizado como residencia de verano en múltiples ocasiones. Con el inicio de la guerra fue ocupado únicamente por la familia perteneciente al bando del Ministerio. Poco a poco comenzó a quedar más vacío, hasta que quedó en el estado actual tras un incendio provocado. No se salvó mucho de aquel incendio, pero la estructura y habitáculos principales permanecen, puede ser habitada.
- Información e imágenes:
Su principal protección es lo alejado y perdido que está. Se encuentra en a 48 horas a pie desde Londres:- mapa:
El portón exterior se quemó durante la guerra, tras el posterior abandono por parte de la familia ministerial.
Hall y escaleras a pisos superiores
Escalera patio interior (hacia los torreones semiderruidos, se conserva una de las salas)
Gran salón (en la planta baja)
Comedor (planta baja)
Hay una gran cantidad de habitaciones, que en el pasado albergaban a todos los miembros de la familia Black. Algunas de las habitaciones:
Habitaciones (segunda planta y tercera planta, subiendo desde las escaleras del hall)
Pasillos
Cocina y bodegas (dos habitáculos diferentes bajando escaleras desde la zona del hall)
Mazmorras (bajando escaleras a través de una pequeña puerta de la zona del hall)
Laboratorio (bajo las mazmorras)
Sótano almacén
- Descripción extendida:
Descripción del castillo, perteneciente a las anotaciones de Leila
Nunca me imagine que estuviera tan aislado. Su principal protección es lo alejado y perdido que está. Desde el Moulin hasta aquí eran dos días de caminata constante hasta el escalofriante castillo edificado con piedras en el valle. Seguro que si las piedras del castillo hablaran, contarían historias perturbadoras. En la entrada principal había signos de otros aterrizajes además del nuestro, pero menos turbulentos. Encontré el casco que le había quitado a aquel soldado de Hyde Park, los guantes y la parte superior de la armadura junto con mi rifle. Empujé con una mano el pesado portón quemado y pase al hall de otrora majestuosa entrada al castillo de los Black.
Habían ventanas, más de la mitad rotas, a través de las cuales sólo se podía ver la oscuridad del exterior, con alfeizares, unos aparentemente más resistentes que otros para resistir el peso de una persona, aunque lo más probable era que la estructura entera, que más bien parece un congelador, no fuera estable. Hay unas escaleras de piedra próximas a la puerta que conducen al primer piso. Más allá, en la planta baja está el salón principal o gran salón en el que cómodamente podrían entrar dos dragones adultos, con la vista al patio interior que yo ya conocía, en el cual también hay una escalera que lleva a uno de los torreones semiderruidos que también tiene señales de aterrizajes, sigue estando polvoriento, telarañoso y lleno de escombros, con los dos sillones (en el que dos personas podrían acostarse) con la cazadora de Johan y la chaqueta de Victorya encima, con olor a sangre y a vodka del malo derramado en la alfombra, con una mesita de luz, con la chimenea con su respectiva saliente y con las paredes decoradas con tapices (parlantes). El salón seguía siendo oscuro, con cortinas viejas y húmedo, aunque hay algo de lo que no me había percatado la primera vez que vine, hay un antiguo mueble-bar con puertas metálicas. Me puse a buscar entre las viejas botellas de alcohol (practicar tiro al blanco con las botellas vacías en el patio del pozo). Había menos de la mitad de una botella de vino, y una botella vacía de vodka, ése era el que se había derramado. Eso sí, faltaban copas. El pozo de agua sigue en el mismo lugar, saliendo al patio circular por una de las puertas del salón, atravesando el pasillo con las marcas de uñas que yo había dejado. Más allá hay un comedor con una mesa larguísima y un montón de sillas, la silla del extremo de la mesa está de espaldas a otra chimenea. Allí tranquilamente se podían festejar cenas de gala. Resulta curiosa la cantidad de chimeneas que hay en este castillo si se supone que es de verano. Caminando más encontré la cocina con su horno antiguo, su despensa, en la que hay miel, vinagre, alubias secas, azúcar, sal, cubitos de caldo (En sentido estricto, estos productos no son más que vegetales deshidratados, grasa animal y altas dosis de sal.), un sacote de patatas, otro de arroz, algo de pan, café, leche y chocolate instantáneos.
Subiendo las escaleras hay camas polvorientas en habitaciones polvorientas, o lo que queda de ellas, en torres que parecen a punto de venirse abajo, unas parecen de invitados, otras de servicio, allí había ropa de mayordomo de los Black quemadas y consumidas por las polillas y otras habitaciones que parecen estar más armadas y cómodas las cuales deberían ser las de la familia.
Tras atravesar lúgubres corredores en los que había tétricos cuadros (parlantes, Sirius, Jack) de la familia Black y bajar escaleras, pase por las bodegas privadas de los Black y llegué a unas mazmorras medievales, unas oxidadas celdas de barrotes de metal que se cierran con llaves que no encuentro, perfectas para una persona o dos. Lo único que se escucha allí abajo es el sonido de una persistente gota cayendo sobre la fría piedra, de manera repetitiva cada pocos segundos, allí todo hace eco. Un sitio demasiado oscuro en el que no abundaban las antorchas, pero el olor a humedad, a lugar cerrado, lo invadía todo. En algunas celdas habían camastros y en otras no, había platos sucios afuera de algunas. En una de ellas, los barrotes parecían haber sido golpeados muy fuerte desde afuera por una llave inglesa, dentro había un botellín de agua de hace mucho tiempo, fuera de ella había rastros del cuero de un maletín y habían partes de lo que parecía un radiocasete destruido que funcionaba a pila. Tenía metido un CD, también destruido, pero que si se juntaban las partes tenía escrito “Mix de música para torrturra psicológica; Easy Strrets”. El reproductor estaba alejado de la celda, como para que lo que haya estado prisionero no pudiera agarrarlo. También había una pequeña y antigua televisión afuera de las celdas, una OT-1471 Belweder, quizás era para entretener a los guardias y que no se queden dormidos, aunque sabía por experiencia que eso no funcionaba.
Bajando otro piso había una especie de laboratorio que todavía se conserva en condiciones. Se ve que su familia era bastante peculiar en lo que se refiere al coqueteo con las artes oscuras. En un escritorio había un libro que estaba con cara de “mírame y no me toques” que tenía algo escrito, una especie de lema; “No toques nada que no sepas lo que es.” luego tenía escrito recetas de lo que parecían pociones, en otro libro abierto mencionaba, en la historia de los Black, que tenían más castillos y casas de verano que la gran mayoría, por ser una de las típicas familias nobles mágicas, el linaje Black; Johan Black, Sirius Black, Jack Black… su escudo de armas... otro libro decía algo sobre una Contraseña… ¿Toujours Pur?¿Contraseña de qué?
Bajando más me encontré con el sótano más laberíntico que vi en mi vida, parecía no tener fin, hileras e hileras de estantes con frasquitos de pociones, armarios y baúles que no me atreví a abrir, aún así es lo que mejor se ha conservado de toda la casa, allí no había luz, pero había candelabros apagados. Predominaban las cosas desagradables y siniestras allí. Demasiado frasco vacío y a medias, algunos estropeados, otros que no sirven. Pareciera que los Black en sus tiempos debian de haber sido de lo mas excentricos.
Quizás el castillo no había estado abandonado del todo y Johan tenía razón acerca de los espíritus, pero si eso era cierto, ni siquiera ellos querían estar conmigo, porque me sentía acompañada por el silencio en el castillo medieval.
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Leila Alabi
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Johan me pide calma. Me hace recordar que estamos vivos y todo el resto de cosas positivas, pero no logro serenarme. Ayer fue luna llena y mi dolorosa transformación para luego despertar en Hyde Park y encontrarme con este grupo de maniáticos, pero siento que la bestia quiere volver a salir, la siento cerca y me aterra. No es mi verdadera intención lastimar, pero me enfurece que, Victorya, teniendo la habilidad de teletransportarse o desaparecer o lo que sea, nos haya traído a un castillo. Capté el olor de Lykaios y Cleo antes de que entraran estruendosamente, pero de todos modos me encogí aún más, asustada.
-esta guerra es vuestra, no nuestra- Repito en un susurro lo que escucho.
Luego escucho que sigue hablando con Johan para luego sentirlo acercarse y quedar detras mío, agachado. Despacio y aún temblando, me giro hacia él y lo miro a los ojos.
-Esa moto inferna al...- No termino la oración porque siento que mi enojo le abre paso a la bestia y extiendo, desesperada, la mano agarrando con mucha fuerza la de Lykaios, mientras siguen las inspiraciones bruscas.
-Tengo miedo. Nunca sentí algo así. Ayer fue luna llena, pero siento que... que el monstruo va a salir y no lo entiendo. N no sse qu qué me está pas an doo- Los sollozos se hacen más fuertes pero mis ojos están completamente abiertos mostrando el terror que siento. En ese momento escucho lo que me grita Victorya y con el rostro completamente desencajado por la furia me agarro de Lykaios usandolo de palanca para levantarme haciéndolo caer por el empujón que necesité para incorporarme. Ya sobre mis dos piernas, me tomé un momento para mirar algo que le pasaba a un mechón de mi cabello, estaba más corto, me dí vuelta y ví mis cabellos cortados en el suelo. Cuando volví la mirada hacia Victorya el terror en mis ojos había sido reemplazado por una mirada siniestra y mi boca estaba abierta amenazadoramente.
-¿Crees que esos fueron ataques? Si apenas estaba calentando...- Mi voz volvió a sonar rasgada, como si estuviera rugiendo mientras hablaba. Cuando la morena mencionó que no me daría una tercera ocasión, un rugido furioso salió de mi interior. Sentía a la bestia en la puerta, casi podía sentir cómo mis dientes se alargaban y se afilaban, rápidamente revisé con mi lengua a ver si lo que sentía era verdad, pero no, fue una sensación nada más. Cuando decidió que prefería eliminarme, yo también tomé mi decisión.
-¡QUIERO VERTE INTENTARLO!- Y corrí hacia ella con toda la intención de tumbarla en el suelo, molerla a golpes y arrancarle las extremidades a mordiscos, sin ver que Cleo se había acercado a Victorya.
-esta guerra es vuestra, no nuestra- Repito en un susurro lo que escucho.
Luego escucho que sigue hablando con Johan para luego sentirlo acercarse y quedar detras mío, agachado. Despacio y aún temblando, me giro hacia él y lo miro a los ojos.
-Esa moto inferna al...- No termino la oración porque siento que mi enojo le abre paso a la bestia y extiendo, desesperada, la mano agarrando con mucha fuerza la de Lykaios, mientras siguen las inspiraciones bruscas.
-Tengo miedo. Nunca sentí algo así. Ayer fue luna llena, pero siento que... que el monstruo va a salir y no lo entiendo. N no sse qu qué me está pas an doo- Los sollozos se hacen más fuertes pero mis ojos están completamente abiertos mostrando el terror que siento. En ese momento escucho lo que me grita Victorya y con el rostro completamente desencajado por la furia me agarro de Lykaios usandolo de palanca para levantarme haciéndolo caer por el empujón que necesité para incorporarme. Ya sobre mis dos piernas, me tomé un momento para mirar algo que le pasaba a un mechón de mi cabello, estaba más corto, me dí vuelta y ví mis cabellos cortados en el suelo. Cuando volví la mirada hacia Victorya el terror en mis ojos había sido reemplazado por una mirada siniestra y mi boca estaba abierta amenazadoramente.
-¿Crees que esos fueron ataques? Si apenas estaba calentando...- Mi voz volvió a sonar rasgada, como si estuviera rugiendo mientras hablaba. Cuando la morena mencionó que no me daría una tercera ocasión, un rugido furioso salió de mi interior. Sentía a la bestia en la puerta, casi podía sentir cómo mis dientes se alargaban y se afilaban, rápidamente revisé con mi lengua a ver si lo que sentía era verdad, pero no, fue una sensación nada más. Cuando decidió que prefería eliminarme, yo también tomé mi decisión.
-¡QUIERO VERTE INTENTARLO!- Y corrí hacia ella con toda la intención de tumbarla en el suelo, molerla a golpes y arrancarle las extremidades a mordiscos, sin ver que Cleo se había acercado a Victorya.
- Off:
- Esto pasa antes de que Cleo se ponga a sanar a Thalos
Michael Wilhelm
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- Se supone que tienes que apoyar a tu familia, eso o era mi orgullo pidiendo a gritos que me hiciera caso de una vez y me mirase como a un igual demostrándole que soy tan capaz de hacer lo que me proponga. ¿Mi hermano? es Andreas Wilhelm, si no te suena el nombre es el mandamás de la Alianza, o eso pretende hacer parecer, después de todo el haberme dado un puesto de alto cargo en la Alianza seguro que es otra de sus maniobras para decir que él tiene todo el control del poder y que Eamon, el lider que queda no es más que una sombra que puede hacer desvanecer cuando quiera.
Por fin me encuentro en mejores condiciones, me levanto del camastro más recuperado y energizado, me dirijo hacia los barrotes, pego mi espalda contra ellos y me cruzo de brazos, con un pie apoyado sobre estos también. Esta creo que va a ser la única conversación amigable que vaya a tener en mucho tiempo hasta que regresen mis captores.
- Ah la guerra de Berlín, todo fue tan rápido, no se cuánto tiempo se estuvo cociendo ese plan, pero un gran grupo de magos que odiaban a los humanos se levantó y declaró la guerra, no hubo tiempo para preparase ni contraatacar, la bomba nos estalló delante de nuestras propias narices. Ciudades arrasadas, peleas incluso entre el bando mágico en el que los humanos nos vimos enmedio. Al final conseguimos echarlos fuera, mi hermano cree que fue solo con su dinero y recursos, la verdad es que los otros magos nos tuvieron que ayudar, pero eso no significa que me fie al 100% de los magos.
Por fin me encuentro en mejores condiciones, me levanto del camastro más recuperado y energizado, me dirijo hacia los barrotes, pego mi espalda contra ellos y me cruzo de brazos, con un pie apoyado sobre estos también. Esta creo que va a ser la única conversación amigable que vaya a tener en mucho tiempo hasta que regresen mis captores.
- Ah la guerra de Berlín, todo fue tan rápido, no se cuánto tiempo se estuvo cociendo ese plan, pero un gran grupo de magos que odiaban a los humanos se levantó y declaró la guerra, no hubo tiempo para preparase ni contraatacar, la bomba nos estalló delante de nuestras propias narices. Ciudades arrasadas, peleas incluso entre el bando mágico en el que los humanos nos vimos enmedio. Al final conseguimos echarlos fuera, mi hermano cree que fue solo con su dinero y recursos, la verdad es que los otros magos nos tuvieron que ayudar, pero eso no significa que me fie al 100% de los magos.
Lykaios Knox
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- Si, luego te lo cuento. - le dije a Johan para pasar a otros temas porque evidentemente teniamos problemas mayores aqui. Asenti a lo del pozo. Genial, bien cerquita. - Es que necesito el agua para curar....
Victorya gritó y Johan trató de sujetarla. Cleo, con su buen saber hacer, intentó mediar.... y ponerse con aquellos que estaban mas graves, vease Thalos. Yo me encargaria de Leila....
- Leila, no hay ningun monstruo dentro de ti. - le dije cuando la escuché hablar entrecortadamente, temiendo perder el control. La entendía. Pero era algo contra lo que no debia luchar....porque era luchar contra si misma. - Es tu rabia. Una reaccion a saber que casi mueres. Miedo... si, pero no un monstruo.
Esta aterrorizada, y lo entiendo. Yo tambien me habia sentido asi en las mañanas que habia despertado tras la luna llena en algun bosque con la boca llena de sangre. O aquella vez en Versalles, en la que al amanecer rodeado de cadaveres a medio devorar, tuve la certeza de lo que habia hecho. Pero temerlo... no ayudaba a controlarlo.
Leila tomó mi mano con aquella fuerza desmedida que caracterizaba a ferales y licantropos. Me uso como resorte para ponerse en pie y aquello me desastabilizó un poco, pero estuve agil. Me movi como un resorte y me puse en pie, el instinto lobuno se me activó al oir el rugido de la chica y tan pronto como echó a correr hacia Victorya, fui yo quien gruñó con fuerza y me lancé sobre Leila, placándola a la altura de la cintura y tirándola al suelo antes de que llegase a atacar, sujetando sus extremidades. Si lo que queria era una pelea de lobos, la iba a tener, pero conmigo.
-YA ESTÁ BIEN LEILA!
Le gruñí de modo ronco, en voz alta y un tanto atronadora.
- Necesitas aire fresco. - me daba igual que me golpease, me arañase o me mordiese o me soltase de patadas, las aguantaria por el momento. La alcé en volandas y me la eché al hombro cual saco papas, sacandola de aquella sala y yendo por el pasillo hasta el final donde Johan me dijo que habia un pequeño patio con un pozo. Al llegar la dejé caer al suelo y me quedé plantado frente a ella.Era un pequeño patio circular con un pozo en el centro, bañado escasamente por una luna moribunda
- Tienes miedo? Demuéstramelo! Quieres destrozar a esa mujer, o a tu propio miedo? Empieza conmigo, Alabi! Soy tu general. Por eso mismo no te voy a dejar hacer nada de lo que mas tarde puedas arrepentirte.
Victorya gritó y Johan trató de sujetarla. Cleo, con su buen saber hacer, intentó mediar.... y ponerse con aquellos que estaban mas graves, vease Thalos. Yo me encargaria de Leila....
- Leila, no hay ningun monstruo dentro de ti. - le dije cuando la escuché hablar entrecortadamente, temiendo perder el control. La entendía. Pero era algo contra lo que no debia luchar....porque era luchar contra si misma. - Es tu rabia. Una reaccion a saber que casi mueres. Miedo... si, pero no un monstruo.
Esta aterrorizada, y lo entiendo. Yo tambien me habia sentido asi en las mañanas que habia despertado tras la luna llena en algun bosque con la boca llena de sangre. O aquella vez en Versalles, en la que al amanecer rodeado de cadaveres a medio devorar, tuve la certeza de lo que habia hecho. Pero temerlo... no ayudaba a controlarlo.
Leila tomó mi mano con aquella fuerza desmedida que caracterizaba a ferales y licantropos. Me uso como resorte para ponerse en pie y aquello me desastabilizó un poco, pero estuve agil. Me movi como un resorte y me puse en pie, el instinto lobuno se me activó al oir el rugido de la chica y tan pronto como echó a correr hacia Victorya, fui yo quien gruñó con fuerza y me lancé sobre Leila, placándola a la altura de la cintura y tirándola al suelo antes de que llegase a atacar, sujetando sus extremidades. Si lo que queria era una pelea de lobos, la iba a tener, pero conmigo.
-YA ESTÁ BIEN LEILA!
Le gruñí de modo ronco, en voz alta y un tanto atronadora.
- Necesitas aire fresco. - me daba igual que me golpease, me arañase o me mordiese o me soltase de patadas, las aguantaria por el momento. La alcé en volandas y me la eché al hombro cual saco papas, sacandola de aquella sala y yendo por el pasillo hasta el final donde Johan me dijo que habia un pequeño patio con un pozo. Al llegar la dejé caer al suelo y me quedé plantado frente a ella.Era un pequeño patio circular con un pozo en el centro, bañado escasamente por una luna moribunda
- Tienes miedo? Demuéstramelo! Quieres destrozar a esa mujer, o a tu propio miedo? Empieza conmigo, Alabi! Soy tu general. Por eso mismo no te voy a dejar hacer nada de lo que mas tarde puedas arrepentirte.
Justin Granger
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Escucho atentamente a Michael pensando que es la definición gráfica de un rehén en toda regla. Su relación familiar es también turbulenta, no por las circunstancias, sino por su propia familia. Sé que mi padre la ha cagado mucho conmigo, pero sé que me quería y aunque no apruebo sus decisiones, en teoría las hacía por mi bien.
-Sí, claro. Tienes que apoyar a tu familia, pero también tiene que ser la familia la que te apoye a ti. Aunque algunos lo hacen de una forma un poco especial-
"Pero desaparecer no es una forma de apoyo"
Me muevo incómodo en el suelo cuando menciona a Andreas, no me esperaba ni mucho menos que fuera él del que estábamos hablando. De repente me siento un poco temeroso, igual no tendría que estar hablando con ese chaval, aunque en el fondo me despierta mucha pena. -Sí, claro que sé quién es Andreas. Como para no conocerle. Pero, sabiendo quién es tu hermano me extraña mucho que sigas aquí... quiero decir, no me parece bien el secuestro o que seas un rehén, pero... - "¿El hermano de Andreas y no está todo Londres patas arriba? Pues no parece que el mandamás estuviese muy afectado por la desaparición de su hermano... ni parece ni que haya movido ni un pelo por ello" -no sé, parece que...- "A ver cómo dices a una persona que parece que a su hermano le importas una mierda"
Se escuchan ruidos arriba. Puede ser que haya llegado alguien. Salvado por la campana, supongo. Continúa hablando de Berlín, habla de bombas y de muchas víctimas, supongo. -Si cooperamos podemos conseguir grandes cosas, aunque nos cueste confiar los unos en los otros. La confianza se tiene que construir paso a paso, no aparece de la noche a la mañana- Más estruendos, golpes y gritos. Miro hacia el piso de arriba arqueando la ceja, luego al preso sin entender absolutamente nada.
-Voy a ver qué pasa. Bajaré en un rato con algo de comer- Me pongo de pie subiendo por las escaleras. Si ha vuelto Johan quiero que me cuente todo lo que ha pasado.
Sin embargo lo que me encuentro no es nada idílico, como de costumbre cuando tratas con Johan. Arrugo la nariz ante el espectáculo sangriento. Parece que si no anda por la calle manchado de sangre, mi padrino no es feliz. Si es que es calcado a su padre, el vampiro, que tienen afinidad por la sangre -¡Johan! ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado en la torre? Escuché el mensaje... ¿Puedo ayudaros en algo? Puedo ayudaros a subir al hospital de Ouroboros, o avisar a Chloe para que os ayude, lo necesitaréis. -
Fuera se escuchan gritos también, aunque no identifico las voces
-Sí, claro. Tienes que apoyar a tu familia, pero también tiene que ser la familia la que te apoye a ti. Aunque algunos lo hacen de una forma un poco especial-
"Pero desaparecer no es una forma de apoyo"
Me muevo incómodo en el suelo cuando menciona a Andreas, no me esperaba ni mucho menos que fuera él del que estábamos hablando. De repente me siento un poco temeroso, igual no tendría que estar hablando con ese chaval, aunque en el fondo me despierta mucha pena. -Sí, claro que sé quién es Andreas. Como para no conocerle. Pero, sabiendo quién es tu hermano me extraña mucho que sigas aquí... quiero decir, no me parece bien el secuestro o que seas un rehén, pero... - "¿El hermano de Andreas y no está todo Londres patas arriba? Pues no parece que el mandamás estuviese muy afectado por la desaparición de su hermano... ni parece ni que haya movido ni un pelo por ello" -no sé, parece que...- "A ver cómo dices a una persona que parece que a su hermano le importas una mierda"
Se escuchan ruidos arriba. Puede ser que haya llegado alguien. Salvado por la campana, supongo. Continúa hablando de Berlín, habla de bombas y de muchas víctimas, supongo. -Si cooperamos podemos conseguir grandes cosas, aunque nos cueste confiar los unos en los otros. La confianza se tiene que construir paso a paso, no aparece de la noche a la mañana- Más estruendos, golpes y gritos. Miro hacia el piso de arriba arqueando la ceja, luego al preso sin entender absolutamente nada.
-Voy a ver qué pasa. Bajaré en un rato con algo de comer- Me pongo de pie subiendo por las escaleras. Si ha vuelto Johan quiero que me cuente todo lo que ha pasado.
Sin embargo lo que me encuentro no es nada idílico, como de costumbre cuando tratas con Johan. Arrugo la nariz ante el espectáculo sangriento. Parece que si no anda por la calle manchado de sangre, mi padrino no es feliz. Si es que es calcado a su padre, el vampiro, que tienen afinidad por la sangre -¡Johan! ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado en la torre? Escuché el mensaje... ¿Puedo ayudaros en algo? Puedo ayudaros a subir al hospital de Ouroboros, o avisar a Chloe para que os ayude, lo necesitaréis. -
Fuera se escuchan gritos también, aunque no identifico las voces
Victorya Blanc
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Está bien... hasta ella sabía que eso de "mátame ahora o atente a tu destino" era fanfarronería, pero tenía que hacer a la rubia entender que no tenía ningún derecho a descargar sus frustraciones o sus odios con ella cada vez que le placía. Usó la vía pacífica la primera vez, incluso cuando atacó a su familia decidió ignorar el comentario, pero una tercera merecía acciones más definitivas. Después de todo, el 'valiente' vive hasta que el 'cobarde' quiere... y ella era una bravucona en toda regla que se había ensañado.
Aceptó la ayuda de Johan,sobre todo para levantarse del suelo, que le resultó difícil y doloroso, pero el regaño fue demasiado gratuito para su gusto. Le miró sin molestia una vez que iban camino al sofá, negando con voz suave, su voz de siempre, a lo que el moreno decía.- ¿Disculpa? No tengo por qué dejarme golpear por ella cada vez que se frustre por algo. No voy a ser su costal de papas. No sé que clase de relación sea esta, pero fue bravuconada en toda regla.- Murmuró, tratando de contener la sangre dentro de su cuerpo. El toque de la chica que aparece de pronto le parece fuera de lugar. No es que no estuviera 'calmada'. Ella siempre estaba calmada. Defenderse no algo de lo que avergonzarse y mucho menos algo que requería un regaño. Lo dejó estar, pero los constantes intentos de parte de la exótica mujer se le hacían sobrados. Con ayuda de Johan, se sentó en el sillón con una mueca de dolor al doblarse.-Gracias, Johan.- Susurró con cuidado, dándose cuenta lo mucho que cambiaba la gente cuando se siente mal. Antes se sentía mal, pero ahora sentía una autentica paliza, pues incluso le dolía la garganta para respirar.
El despliegue de bravuconería que Leila hace solo logra hacerla poner los ojos en blanco un instante. Conjuró una daga por si se le ocurría atacar de nuevo. Pero por supuesto no lo haría, esta vez sí tendría testigos. Lo tomó con fuerza al verla correr hacia ella, esperando el momento justo, uno que nunca llegó. El gruñido de Lykaios le hizo entender que quizás, solo quizás, compartían un poco más que solo el bando. Quizás un poco de magia también. Se la llevó en un instante del salón, dándole tiempo para quejarse de sus propios males, en forma de suaves jadeos por el dolor que le ocasionaban las heridas. Se quitó la chaqueta con cuidado cuando pasó por su hombro herido, dejándola tirada en el suelo. Ya no serviría de nada. Con la blusa blanca de cuello bajo podía ver claramente que había perdido un poco más de sangre de la que le hubiera gustado, pues había dos grandes manchas, una en su costado y otra en su hombro. Tomó las vendas que la sanadora había dejado para ella, pero en vez de ponerlas al hombro como dijo, las puso en el costado de su cuerpo.
Presionó con fuerza, pero se sintió repentinamente mareada, quizás por ver la magnitud de los daños.- Dios, nunca había visto mi sangre...- Murmuró recostándose en uno de los sillones, presionando con más fuerza.- Nunca había visto tanta sangre... - Ya recostada, creyó escuchar a Justin a lo lejos. Ahora que lo recordaba, a él tampoco le había caído bien a primera instancia. Ya veía ahí una especie de tendencia, pero no lo aceptaría aquella noche. Si acaso, más adelante, se plantearía un poco más a profundidad su manera de tratar a las personas.
PS= 82 - 5 = 77
Aceptó la ayuda de Johan,sobre todo para levantarse del suelo, que le resultó difícil y doloroso, pero el regaño fue demasiado gratuito para su gusto. Le miró sin molestia una vez que iban camino al sofá, negando con voz suave, su voz de siempre, a lo que el moreno decía.- ¿Disculpa? No tengo por qué dejarme golpear por ella cada vez que se frustre por algo. No voy a ser su costal de papas. No sé que clase de relación sea esta, pero fue bravuconada en toda regla.- Murmuró, tratando de contener la sangre dentro de su cuerpo. El toque de la chica que aparece de pronto le parece fuera de lugar. No es que no estuviera 'calmada'. Ella siempre estaba calmada. Defenderse no algo de lo que avergonzarse y mucho menos algo que requería un regaño. Lo dejó estar, pero los constantes intentos de parte de la exótica mujer se le hacían sobrados. Con ayuda de Johan, se sentó en el sillón con una mueca de dolor al doblarse.-Gracias, Johan.- Susurró con cuidado, dándose cuenta lo mucho que cambiaba la gente cuando se siente mal. Antes se sentía mal, pero ahora sentía una autentica paliza, pues incluso le dolía la garganta para respirar.
El despliegue de bravuconería que Leila hace solo logra hacerla poner los ojos en blanco un instante. Conjuró una daga por si se le ocurría atacar de nuevo. Pero por supuesto no lo haría, esta vez sí tendría testigos. Lo tomó con fuerza al verla correr hacia ella, esperando el momento justo, uno que nunca llegó. El gruñido de Lykaios le hizo entender que quizás, solo quizás, compartían un poco más que solo el bando. Quizás un poco de magia también. Se la llevó en un instante del salón, dándole tiempo para quejarse de sus propios males, en forma de suaves jadeos por el dolor que le ocasionaban las heridas. Se quitó la chaqueta con cuidado cuando pasó por su hombro herido, dejándola tirada en el suelo. Ya no serviría de nada. Con la blusa blanca de cuello bajo podía ver claramente que había perdido un poco más de sangre de la que le hubiera gustado, pues había dos grandes manchas, una en su costado y otra en su hombro. Tomó las vendas que la sanadora había dejado para ella, pero en vez de ponerlas al hombro como dijo, las puso en el costado de su cuerpo.
Presionó con fuerza, pero se sintió repentinamente mareada, quizás por ver la magnitud de los daños.- Dios, nunca había visto mi sangre...- Murmuró recostándose en uno de los sillones, presionando con más fuerza.- Nunca había visto tanta sangre... - Ya recostada, creyó escuchar a Justin a lo lejos. Ahora que lo recordaba, a él tampoco le había caído bien a primera instancia. Ya veía ahí una especie de tendencia, pero no lo aceptaría aquella noche. Si acaso, más adelante, se plantearía un poco más a profundidad su manera de tratar a las personas.
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Leila Alabi
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Antes de ser derribada por Lykaios ví que Johan levantó y sostuvo a Victorya mientras Cleo se les acercaba, les hablaba y se ocupaba de ella y de Thalos. Escuchar el potente gruñido del hombre-lobo no detuvo mi carrera hacia Victorya, su embestida sí. Emití un gruñido de dolor cuando caí al suelo con Lykaios encima y me removí para tratar primero de que no me agarre y después de zafarme, pero al final terminó aprisionando mis extremidades, inmovilizandome. Lo oí gruñirme/hablarme.
-No, lo que necesito es agarrar a esa presumida del cogote y zarandearla hasta que deje de respirar de una buena vez.- Dije también gruñendo, dejando de removerme por unos segundos, momento que Lykaios aprovechó para alzarme y colgarme al hombro como si no pesara más que un abrigo. Maldito sea él y su fuerza de licántropo.
-¡Sueltame! Ella fue muy explicita; Matame ahora.- Dije, dramatizando su voz mientras su hombro se clavaba en mi estómago y volví a removerme, a patalear, a morder y a arañar, hasta intenté agarrarme arañando las paredes del pasillo, pero fue inútil, lo único que conseguí fue que me duelan las uñas. El tampoco se veía dispuesto a escuchar razones. Hasta que llegamos al patio y me soltó haciéndome caer de culo. Sus preguntas me hicieron cuestionarme el por qué de mis acciones, así que, aunque empezé mirándolo amenazadoramente, mi expresión se relajó y bajé la mirada, ya no tenía valor para mirarlo a los ojos. El que él me dijera que era mi general me sorprendió, la verdad era que yo no lo veía así, lo veía más como un amigo, un guía. Estaba a punto de decirle que yo ya no tenía generales ni cabos ni jefes de tropa a los que obedecer pero, considerando que yo pedí su ayuda y su guía, me pareció que me tenía que atener a sus reglas, aún así no puede guardarmelo.
-Yo te veía más como un amigo.- Dije mientras apoyaba mi brazo bueno en el suelo y me incorporaba, sin mirarlo a los ojos aún. Me toque el cabello buscando el mechón cortado y, cuando lo encontré, lo puse frente a mi rostro. No sabía qué hacer con él; cortarme el resto del pelo para que se empareje, hacerme un flequillo con él... Quizás agarrarlo con una hebilla sea lo más conveniente, al menos hasta que crezca. Me apoyé en la baranda que protegía al pozo del cual se extraía agua y pensé un momento, todavía me daba no sé que hablarle pero sus palabras se habían procesado en mi mente.
-¿Crees que si dejo de sentir rabia y miedo voy a dejar de transformarme con la luna llena?- Me daba vergüenza preguntarle eso. Nuestras razas eran similares. Quizás a él le molestara que le preguntara eso porque él sabía controlarlo y no le molestaba transformarse, así que decidí cambiar de tema.
-¿Esta agua es potable? Tengo mucha sed-
-No, lo que necesito es agarrar a esa presumida del cogote y zarandearla hasta que deje de respirar de una buena vez.- Dije también gruñendo, dejando de removerme por unos segundos, momento que Lykaios aprovechó para alzarme y colgarme al hombro como si no pesara más que un abrigo. Maldito sea él y su fuerza de licántropo.
-¡Sueltame! Ella fue muy explicita; Matame ahora.- Dije, dramatizando su voz mientras su hombro se clavaba en mi estómago y volví a removerme, a patalear, a morder y a arañar, hasta intenté agarrarme arañando las paredes del pasillo, pero fue inútil, lo único que conseguí fue que me duelan las uñas. El tampoco se veía dispuesto a escuchar razones. Hasta que llegamos al patio y me soltó haciéndome caer de culo. Sus preguntas me hicieron cuestionarme el por qué de mis acciones, así que, aunque empezé mirándolo amenazadoramente, mi expresión se relajó y bajé la mirada, ya no tenía valor para mirarlo a los ojos. El que él me dijera que era mi general me sorprendió, la verdad era que yo no lo veía así, lo veía más como un amigo, un guía. Estaba a punto de decirle que yo ya no tenía generales ni cabos ni jefes de tropa a los que obedecer pero, considerando que yo pedí su ayuda y su guía, me pareció que me tenía que atener a sus reglas, aún así no puede guardarmelo.
-Yo te veía más como un amigo.- Dije mientras apoyaba mi brazo bueno en el suelo y me incorporaba, sin mirarlo a los ojos aún. Me toque el cabello buscando el mechón cortado y, cuando lo encontré, lo puse frente a mi rostro. No sabía qué hacer con él; cortarme el resto del pelo para que se empareje, hacerme un flequillo con él... Quizás agarrarlo con una hebilla sea lo más conveniente, al menos hasta que crezca. Me apoyé en la baranda que protegía al pozo del cual se extraía agua y pensé un momento, todavía me daba no sé que hablarle pero sus palabras se habían procesado en mi mente.
-¿Crees que si dejo de sentir rabia y miedo voy a dejar de transformarme con la luna llena?- Me daba vergüenza preguntarle eso. Nuestras razas eran similares. Quizás a él le molestara que le preguntara eso porque él sabía controlarlo y no le molestaba transformarse, así que decidí cambiar de tema.
-¿Esta agua es potable? Tengo mucha sed-
- Spoiler:
- 130 P.S. + 5 P.S. por factor de regeneración= 135 P.S.
Lykaios Knox
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Al final si que me lleve algún bocado y arañazo en en proceso. Joer con los gatos, como la pelean. Lo cierto es que su dramatización de la voz de Victoria me hizo incluso un poco de gracia pero hice el esfuerzo de no reirme.
Al tirarla al suelo vi que tuvo un momento de conflicto otro se relajó después, aunque no me miraba directamente y eso me dejó preocupado. Casi la prefería furiosa....
- y soy tu amigo. Mira, puedes pasar de mi culo todo lo que te de la gana, sabes que esto es así, no dejaste el ejército para tener que seguir escuchando órdenes de nadie, pero amigo, general o hermano, no te voy a dejar que sigas peleandote con esa chica. Y sobre todo lo que no quiero es que pases de lo que de verdad pasa ahí dentro. - y señalé su pecho.
Me acerqué a ella y me apoye con los antebrazos sobre el borde del pozo, justo a su lado.
- quien sabe. Lo único que se es que la rabia y el miedo también nos transforman en cosas que no queremos ser...
Cambió rápido de tema y aquello provocó que perdiese el hilo, a decir verdad yo perdía el hilo rápido.
- eeehhh...
"Agua"
"No no, hablábamos de transformarse"
"Pero que tiene sed"
Miré a la oscuridad del pozo y levanté una mano. Una columna de agua de levantó y salió el pozo. La mantuve ahí y luego me concentré lo justo hasta que el agua comenzó a brillar un poco, en unos bonitos tonos azulados
- puede beberse. - usé el índice de la otra mano para que de la columna de agua saliesen unos hilillos que mandé hacia sus heridas, donde irían cerrándolas completamente.
- si sientes miedo de ti misma... Pedo ayudarte con eso. Sé lo que se siente... - pregunté al cabo. Me rasqué la nuca despues d decir eso, concluyendo la sanación - o si lo prefieres te puedo invitar a una cerveza, creo que lo solucionaría igual
--
Curación s Leila
10 hab+ 5 canalz + 40 bonus anillo vilya+10dado=65 sanacion
Al tirarla al suelo vi que tuvo un momento de conflicto otro se relajó después, aunque no me miraba directamente y eso me dejó preocupado. Casi la prefería furiosa....
- y soy tu amigo. Mira, puedes pasar de mi culo todo lo que te de la gana, sabes que esto es así, no dejaste el ejército para tener que seguir escuchando órdenes de nadie, pero amigo, general o hermano, no te voy a dejar que sigas peleandote con esa chica. Y sobre todo lo que no quiero es que pases de lo que de verdad pasa ahí dentro. - y señalé su pecho.
Me acerqué a ella y me apoye con los antebrazos sobre el borde del pozo, justo a su lado.
- quien sabe. Lo único que se es que la rabia y el miedo también nos transforman en cosas que no queremos ser...
Cambió rápido de tema y aquello provocó que perdiese el hilo, a decir verdad yo perdía el hilo rápido.
- eeehhh...
"Agua"
"No no, hablábamos de transformarse"
"Pero que tiene sed"
Miré a la oscuridad del pozo y levanté una mano. Una columna de agua de levantó y salió el pozo. La mantuve ahí y luego me concentré lo justo hasta que el agua comenzó a brillar un poco, en unos bonitos tonos azulados
- puede beberse. - usé el índice de la otra mano para que de la columna de agua saliesen unos hilillos que mandé hacia sus heridas, donde irían cerrándolas completamente.
- si sientes miedo de ti misma... Pedo ayudarte con eso. Sé lo que se siente... - pregunté al cabo. Me rasqué la nuca despues d decir eso, concluyendo la sanación - o si lo prefieres te puedo invitar a una cerveza, creo que lo solucionaría igual
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El miembro 'Lykaios Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Thalos Draven
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3/5 (????)
--------
La acción y los gritos continuaron un poco más. Abrí los ojos cuando sentí a Cleopatra acercarse y la miré
"La peña está muy loca...y yo que pensé que era d los peores..."
Pude mover un poco la mano del brazo que no estaba hecho polvo. Buena señal. Parecía que los músculos volverían en si... Pero mi cabeza... Se sentía cada vez más ligera. Había perdido bastante sangre y la curación de heridas no remediaba aquello. Sentí aquella sensación entre desagradable y agradable que producía la magia al sanar. La heridas heridas se fueron cerrando, pero revestian tanta profundidad y habían dañado tantos tejidos que no fue suficiente con una.
Al menos el dolor de atenuó. Entre eso y la perdida de sangre, el cansancio comenzó a vencer. Volví a cerrar los ojos, pero esta vez no por voluntad propia, si no por culpa del letargo. Lo bueno de aquello? Escuchar los gritos cada vez más lejos
---
Off: dejo a thalos en stand by! Podéis saltar mis turnos... En dos rondas seré persona!!
3/5 (????)
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La acción y los gritos continuaron un poco más. Abrí los ojos cuando sentí a Cleopatra acercarse y la miré
"La peña está muy loca...y yo que pensé que era d los peores..."
Pude mover un poco la mano del brazo que no estaba hecho polvo. Buena señal. Parecía que los músculos volverían en si... Pero mi cabeza... Se sentía cada vez más ligera. Había perdido bastante sangre y la curación de heridas no remediaba aquello. Sentí aquella sensación entre desagradable y agradable que producía la magia al sanar. La heridas heridas se fueron cerrando, pero revestian tanta profundidad y habían dañado tantos tejidos que no fue suficiente con una.
Al menos el dolor de atenuó. Entre eso y la perdida de sangre, el cansancio comenzó a vencer. Volví a cerrar los ojos, pero esta vez no por voluntad propia, si no por culpa del letargo. Lo bueno de aquello? Escuchar los gritos cada vez más lejos
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Off: dejo a thalos en stand by! Podéis saltar mis turnos... En dos rondas seré persona!!
Johan Black
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Lykaios consigue frenar una nueva reacción agresiva de Leila, que no hace más que intentar lanzarse contra Victorya como si ambas fuesen animales peleando. El Knox se la lleva de ahí por ahora, a curarla o a calmarla, no lo sé. Cuando regrese espero que haya hecho ambas. No quiero ver peleas internas sin un buen motivo. - No he dicho que te dejes golpear por ella, Victorya. Sólo estoy diciendo que vuestra pelea es una enorme gilipollez, que lo dejéis ya. ¿Cuál es el motivo? ¿que antes te ha atacado y así cada vez va en aumento la violencia? ¿o qué problema tenéis? basta ya de estupideces de críos. En esta situación es lo que menos necesitamos. - replico un tanto irritado, aunque también influye el cansancio en eso de la poca paciencia en este momento. - Si encuentras una razón de peso para que se haya iniciado esta pelea pues me la cuentas. Ahora quédate aquí descansando y no te muevas más, que sangrarás menos. - le aconsejo cuando la dejo sentada en el sofá, frunciendo un poco el ceño mientras miro hacia otro lado porque tal vez me haya pasado un poco de borde teniendo en cuenta lo que se ha implicado en nuestros asuntos. Ahora ya es una de los nuestros, otra renegada más. - Con descanso y sanaciones pronto estarás bien. Y por cierto...gracias a ti también. Por lo de antes en la torre. Al final hablaste. Sabía que lo acabarías haciendo. - me separo de ella en cuanto Cleo me pide ayuda para atender a Thalos, yendo a ver qué puedo hacer.
El sofá en el que le he dejado está ya bastante manchado de sangre, lo cual resulta preocupante. - Vamos Draven, has salido de otras peores. - Espero que la amiga de Lykaios sepa lo que se hace. No sé si la conozco de alguna otra ocasión o no, pero tampoco es momento para preguntarlo. Sigo sus instrucciones, alzando el brazo del paralizado mientras comprimo su herida con la otra mano. Mientras ella se encarga de la del abdomen, que parece más grave. - ¿Así? - espero que me siga dando instrucciones, mirando con curiosidad la venda que conjura para que se coloque en mi hombro. - ¿Qué tipo de magia de sanación usas? nunca la había visto, y eso que he visto unas cuantas. Mi abuelo y mi madre eran sanadores. Mi esposa también. - y me falta decir que yo soy un torpe que apenas he aprendido hace unos meses a hacer curaciones muy básicas, aunque ahora me habría venido muy bien tener magia para poder hacerlas con ellos. - Puedo aguantar, si no muevo demasiado el brazo. - respondo a eso de si me duele mucho, pues lo mío no es mucho comparado con lo que tiene el resto.
Mi ahijado aparece a tiempo de ver el espectáculo de sangre por doquier, aunque también es cierto que es hora de que vaya acostumbrándose a la realidad. Ya no puede seguir siendo el niño al que se le ocultaba todo para protegerlo. - ¡Justin! ¿ves? te dije que volvería. No te iba a dejar tirado, aunque también es cierto que por poco no salimos de la torre. El ejército entró en el edificio antes de que acabásemos el mensaje, costó mucho escapar de ellos. - niego a eso de pedir más ayuda, con Lykaios y Cleo podremos arreglarnos. - Quedan las dos últimas dosis de poción reabastecedora de sangre en uno de los bolsillos de la cazadora que he dejado en el sofá. Dale una a Victorya y la otra para Thalos cuando pueda beber, que por ahora sigue paralizado. Y...hay otra cosa más que puedes hacer para ayudar. Dentro de unos días, cuando estemos todos mejor, comenzaré a entrenarte en condiciones.
-----------------------------------------
PS: 108 - 5= 103
El sofá en el que le he dejado está ya bastante manchado de sangre, lo cual resulta preocupante. - Vamos Draven, has salido de otras peores. - Espero que la amiga de Lykaios sepa lo que se hace. No sé si la conozco de alguna otra ocasión o no, pero tampoco es momento para preguntarlo. Sigo sus instrucciones, alzando el brazo del paralizado mientras comprimo su herida con la otra mano. Mientras ella se encarga de la del abdomen, que parece más grave. - ¿Así? - espero que me siga dando instrucciones, mirando con curiosidad la venda que conjura para que se coloque en mi hombro. - ¿Qué tipo de magia de sanación usas? nunca la había visto, y eso que he visto unas cuantas. Mi abuelo y mi madre eran sanadores. Mi esposa también. - y me falta decir que yo soy un torpe que apenas he aprendido hace unos meses a hacer curaciones muy básicas, aunque ahora me habría venido muy bien tener magia para poder hacerlas con ellos. - Puedo aguantar, si no muevo demasiado el brazo. - respondo a eso de si me duele mucho, pues lo mío no es mucho comparado con lo que tiene el resto.
Mi ahijado aparece a tiempo de ver el espectáculo de sangre por doquier, aunque también es cierto que es hora de que vaya acostumbrándose a la realidad. Ya no puede seguir siendo el niño al que se le ocultaba todo para protegerlo. - ¡Justin! ¿ves? te dije que volvería. No te iba a dejar tirado, aunque también es cierto que por poco no salimos de la torre. El ejército entró en el edificio antes de que acabásemos el mensaje, costó mucho escapar de ellos. - niego a eso de pedir más ayuda, con Lykaios y Cleo podremos arreglarnos. - Quedan las dos últimas dosis de poción reabastecedora de sangre en uno de los bolsillos de la cazadora que he dejado en el sofá. Dale una a Victorya y la otra para Thalos cuando pueda beber, que por ahora sigue paralizado. Y...hay otra cosa más que puedes hacer para ayudar. Dentro de unos días, cuando estemos todos mejor, comenzaré a entrenarte en condiciones.
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Cleopatra
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Noto que a la morena no le ha hecho ni pizca de gracia que le dijese que se tranquilizara. Me daba igual porque yo tenía que estar con lo mío. -Leila, por favor, ¡cálmate! La situación ya es lo suficientemente complicada- "Como para tener que andarnos con peleas de chiquillas" Otra igual, si no se calma, que terminará por desangrarse. -Silencio. ¡SILENCIO LAS DOS! Ya basta, por los 9 nueve círculos del infierno. Os estáis desangrando y esto parece una pelea de instituto. Haz el favor de desconjurar eso, anda. Lyka, por favor, llévate a Leila, en serio. Os vais a terminar por desangrar a dar un shock hipovolémico- Gruño algo molesta, volviendo a lo mío que es curar a Thalos mientras Johan se encarga de tranquilizarla o calmarla o hacerla entrar en razón para luego venir a ayudarme.
Gracias a Vishnú Lykaios se lleva a Leila fuera a que le dé el aire y pueda tranquilizarse. Suspiro hondo, no quiero perder la concentración y mucho menos cagarla y no hacer bien la sanación. -Sí, así genial. La idea es dificultar que se desangre por esa herida. Luego te miro la tuya- Noto la magia fluir lentamente por mis manos y por el colgante, atraviesa las vendas e irradia dentro de Thalos. Le veo cómo mueve la mano y las heridas van desapareciendo hasta desaparecer el abundante sangrado. Éste, al menos, no se va a morir hoy. -Bueno, me enseñaron las compañeras de la Brigada, Gen y Aine. Es sanación de emergencia, supongo que en un hospital de los de verdad serán mucho más exhaustivos, esto es para sobrevivir- Sonrío cambiando la venda sucia por otra limpia, fijándola, para levantarme y acercarme a Victorya.
Suspiro porque no me ha hecho ni caso cuando le he dicho que se taponara la herida del brazo. Bueno era cuestión de elegir, a mi opinión la del brazo tiene más peligro si hiere alguna arteria importante -Pues sí, ¿Justin?, hazle el relevo para presionar su herida. Así sangrará menos, si ves que no, álzale el brazo. No tengas miedo, la sangre es muy escandalosa, pero saldremos de esta. Veamos qué tenemos aquí...- Descubro la herida de Victorya dejando ver sus hemorragias. Nuevamente canalizo la energía para sanar su herida. Funciona, pero peor que en la anterior ocasión. Sin hacer juicios de valor.
PS a Victorya: 10 (habilidad) +0 (dados)+5 (Canalizador) =15 PS
Gracias a Vishnú Lykaios se lleva a Leila fuera a que le dé el aire y pueda tranquilizarse. Suspiro hondo, no quiero perder la concentración y mucho menos cagarla y no hacer bien la sanación. -Sí, así genial. La idea es dificultar que se desangre por esa herida. Luego te miro la tuya- Noto la magia fluir lentamente por mis manos y por el colgante, atraviesa las vendas e irradia dentro de Thalos. Le veo cómo mueve la mano y las heridas van desapareciendo hasta desaparecer el abundante sangrado. Éste, al menos, no se va a morir hoy. -Bueno, me enseñaron las compañeras de la Brigada, Gen y Aine. Es sanación de emergencia, supongo que en un hospital de los de verdad serán mucho más exhaustivos, esto es para sobrevivir- Sonrío cambiando la venda sucia por otra limpia, fijándola, para levantarme y acercarme a Victorya.
Suspiro porque no me ha hecho ni caso cuando le he dicho que se taponara la herida del brazo. Bueno era cuestión de elegir, a mi opinión la del brazo tiene más peligro si hiere alguna arteria importante -Pues sí, ¿Justin?, hazle el relevo para presionar su herida. Así sangrará menos, si ves que no, álzale el brazo. No tengas miedo, la sangre es muy escandalosa, pero saldremos de esta. Veamos qué tenemos aquí...- Descubro la herida de Victorya dejando ver sus hemorragias. Nuevamente canalizo la energía para sanar su herida. Funciona, pero peor que en la anterior ocasión. Sin hacer juicios de valor.
PS a Victorya: 10 (habilidad) +0 (dados)+5 (Canalizador) =15 PS
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El miembro 'Cleopatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Leila Alabi
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Saber que podía pasar del culo de Lykaios me sacó una media sonrisa, pero aún no me atreví a mirarlo, luego la sonrisa se fue evaporando, no porque esté triste ni nada, si no porque estaba pensando en lo que me decía y al final miré la mano que me señalaba, para después, al fin, mirarlo a los ojos ¿Qué pasaba dentro mío? En mi mente apareció alguien que me podría ayudar, una vieja, muuuy vieja amiga. Ella era vampiro desde hace mucho y podía estar entre seres vivos sin extraerles toda la sangre, así que de seguro me podría enseñar algo de utilidad. Ví a mi interlocutor adoptar mi misma postura a mi lado, lo que me permitió mirarlo a los ojos simplemente volteando la cabeza. Lo que Lykaios me respondió a cerca de la rabia y el miedo era no solo aplicable a la transformación en un felino gigante, si no también a todo el resto de situaciones. Cuando cambié de tema miré al interior del pozo tratando de encontrar el agua, pero parecía estar muy profundo como para alcanzar a verla, mas Lykaios solo tuvo que levantar la mano para hacer aparecer una columna de agua y esas dos palabras fueron suficientes para estar resuelta. Aprecié los lindos brillos azules que emitía el agua y que proyectaba luces en todo el patio circular cuando me lancé a por el agua con las manos imitando un recipiente, hubiera metido la cara, a la mierda, me hubiera zambullido, pero preferí esperar a estar bajo una ducha para mojarme. Cuando estuve satisfecha, mi mentón y mi boca quedaron mojados por el agua a pesar de que me pasé la manga larga de mi remera por la boca de forma poco delicada. Luego sentí algo de humedad en mi antebrazo herido y cuando lo miré había pequeños rastros de sangre y gotas de agua, pero ninguna herida abierta, lo mismo en mi clavícula, mi espalda y, para mi desgracia, mi cachete del culo, el agua se había filtrado por el pantalón de la armadura que cubría el agujerote del leggin por lo que el interior de la armadura quedó húmeda y algo incómoda, pero aguantaría hasta llegar a la habitación que me esperaba en la Posada de los Muertos. Hice que la media sonrisa volviera mientras los tentáculos de agua se alejaban de mí y él mencionaba que podía ayudar con lo del miedo a mi misma.
-Te tomo la palabra.- Le respondí. Me vendría muy bien aprender de alguien como yo, pero antes pasaría a ver a Desislava quizás sepa algo que me sirva. Mi sonrisa se amplió cuando mencionó lo de invitarme una cerveza.
-Es un trato, pero antes creo que te necesitan adentro ¿Hueles toda esa sangre? De seguro a Cleo le vendría bien una... pata.- Dije sonriendo y le golpee el hombro con el puño amistosamente. -¿Te ayudo a llevar agua?- Le pregunté cuando localicé un balde que se encontraba a unos cuantos pasos del pozo. Estaba desgastado y algo maltrecho, pero serviría. Lo acerqué al pozo como para que Lykaios solo tuviera que desviar un poco el agua para poder llenarlo y luego me dirigí al salón donde estaban todo el resto, cargando el balde. Thalos seguía duro como rulo de estatua excepto por una mano, cada tanto se podía ver cómo los dedos hacían pequeños movimientos involuntarios, pero aún estaba en un sillón enchastrado por su sangre. Johan estaba con vendas puestas por Cleo y hablaba con... ¡El boy-scout!
-¿Qué cuentas Justin?¿Hiciste una expedición por la casita del horror?¿Encontraste algo interesante?- dije aún caminando con el balde encima. Luego presté atención a Cleo, ella estaba con ... la bruja. No iba a dar mi brazo a torcer ante una presumida que creía que haciendo truquitos de atracción podría ganarse a las personas, pero no era mi deseo que muriera, después de todo... necesitaba algún rascador para afiliarme las uñas. Parecía que Cleo estaba teniendo complicaciones con ella, así que dejé el balde cerca para indicarle a Lykaios que quizás ahí es donde tenía que dar una pata y me aleje sin decir una palabra, no valla a ser que ahora Victorya piense que la quiero ayudar. Luego de hacer un pequeño recorrido por las habitaciones próximas volví al salón en silencio y con aire de aburrimiento y me acerque a una mesita donde encontré un celular que, supuse, era de Lykaios ya que en ningún momento ví a los demás con el aparato y de Cleopatra no podía ser, el de ella seguro tendría una funda con jeroglíficos y a Amón-Ra o alguno de esos dioses de fondo de pantalla. En la pantalla figuraba como que una llamada había sido cortada y apareció la notificación de un audio de Imram.
-Hmmm ¿Lykaios? Imram te mando un mensaje de voz... ¿Puedo?- Pregunté refiriéndome a reproducirlo alzando la voz moderadamente como para que todos los presentes me escuchen.
-Te tomo la palabra.- Le respondí. Me vendría muy bien aprender de alguien como yo, pero antes pasaría a ver a Desislava quizás sepa algo que me sirva. Mi sonrisa se amplió cuando mencionó lo de invitarme una cerveza.
-Es un trato, pero antes creo que te necesitan adentro ¿Hueles toda esa sangre? De seguro a Cleo le vendría bien una... pata.- Dije sonriendo y le golpee el hombro con el puño amistosamente. -¿Te ayudo a llevar agua?- Le pregunté cuando localicé un balde que se encontraba a unos cuantos pasos del pozo. Estaba desgastado y algo maltrecho, pero serviría. Lo acerqué al pozo como para que Lykaios solo tuviera que desviar un poco el agua para poder llenarlo y luego me dirigí al salón donde estaban todo el resto, cargando el balde. Thalos seguía duro como rulo de estatua excepto por una mano, cada tanto se podía ver cómo los dedos hacían pequeños movimientos involuntarios, pero aún estaba en un sillón enchastrado por su sangre. Johan estaba con vendas puestas por Cleo y hablaba con... ¡El boy-scout!
-¿Qué cuentas Justin?¿Hiciste una expedición por la casita del horror?¿Encontraste algo interesante?- dije aún caminando con el balde encima. Luego presté atención a Cleo, ella estaba con ... la bruja. No iba a dar mi brazo a torcer ante una presumida que creía que haciendo truquitos de atracción podría ganarse a las personas, pero no era mi deseo que muriera, después de todo... necesitaba algún rascador para afiliarme las uñas. Parecía que Cleo estaba teniendo complicaciones con ella, así que dejé el balde cerca para indicarle a Lykaios que quizás ahí es donde tenía que dar una pata y me aleje sin decir una palabra, no valla a ser que ahora Victorya piense que la quiero ayudar. Luego de hacer un pequeño recorrido por las habitaciones próximas volví al salón en silencio y con aire de aburrimiento y me acerque a una mesita donde encontré un celular que, supuse, era de Lykaios ya que en ningún momento ví a los demás con el aparato y de Cleopatra no podía ser, el de ella seguro tendría una funda con jeroglíficos y a Amón-Ra o alguno de esos dioses de fondo de pantalla. En la pantalla figuraba como que una llamada había sido cortada y apareció la notificación de un audio de Imram.
-Hmmm ¿Lykaios? Imram te mando un mensaje de voz... ¿Puedo?- Pregunté refiriéndome a reproducirlo alzando la voz moderadamente como para que todos los presentes me escuchen.
- Spoiler:
- holy shit!! ¿Con 200 de P.S. puedo caminar sobre agua? XD
Victorya Blanc
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Escuchó de nuevo las palabras de Johan. Aunque le parecían aún más fuera de lugar, decidió que ya tenía suficiente con Leila como para además tener al par de curanderos encima.- Creo que no están entendiendo.- Mencionó simplemente, pasando de decir más, pues parecía ser que no iban a entender nunca que lo que ella hacía era en legítima defensa, no en modo pelea. Y, sobre todo, que por su parte pudo no haber enfrentamiento si no hubiera intentado matarla hace tres escasos minutos en las narices de todo mundo. Incluso después de que trató de poner distancia de por medio cuando salieron del elevador. "Me gustaría ver si todos se quedarían tranquilos si trataran de matarlos sin razón" pensó en su cabeza, mordiéndose la lengua para no externarlo. Decidió descansar mejor para que todos dejaran de meter su cuchara en la discusión, cada uno insultando más su inteligencia que el anterior, quedándose recostada en el sillón, con los ojos cerrados. Quizás era la pérdida de sangre, pero el sueño le estaba entrando. No podía dormir. No podía dormir...
Abrió los ojos al escuchar el agradecimiento de Johan, algo sorprendente si tomaba en cuenta que ni ella misma sabía si lo haría. Por su mente pasó muchas veces que no les debía lo suficiente para estar en su grupo, pero necesitaba que la guerra acabara si alguna vez quería estar lo suficientemente a salvo en alguno de los dos bandos. Giró el rostro para ver los arreglos que hacían con Thalos. Parecía que había quedado bastante maltrecho, pero al menos sabía priorizar muy bien. Se encontraba analizando aquel momento de sacrificio en la torre cuando Justin llegó al fin. Tenía una extraña y amarga sensación al exponer al muchacho a tantas cosas a la vez, pues en Hyde Park se había mostrado muy sorprendido por todo el combate. Quizás necesitaba ir un poco más despacio de todo lo que querían que hiciera, como entrenar y cambiar vendas.
Alcanzó a ver y escuchar el suspiro exasperado de la chica morena. Sí había escuchado que se lo colocara en el brazo, pero era más peligrosa la del abdomen ¿noo?... bueno, no importaba demasiado ahora.- No hace falta si no quieres...- Le dijo a Justin en un intento de darle una elección. Después de todo, todos se estaban poniendo muy demandantes y lo último que consideraban eran las circunstancias... Permitió que la chica hiciera su sanación. Le molestó mucho al inicio, aunque después se sentía un poco más aliviada. Era como sentir fresco dentro de la herida, y a la vez cálido. Volvió a agradecer, que creyó no haberlo hecho con anterioridad.
La chica volvió, y ella quedó flojita y cooperando igual que un segundo antes. Si se alocaba de nuevo, ya tendría razones para que el resto viera lo psicótica que estaba. Y si no la atacaba, mucho mejor... Si acaso le daba un poco de pena el encuentro era porque era compañera de Lykaios, que le sacó de los campos de concentración, pero por nada más.
Abrió los ojos al escuchar el agradecimiento de Johan, algo sorprendente si tomaba en cuenta que ni ella misma sabía si lo haría. Por su mente pasó muchas veces que no les debía lo suficiente para estar en su grupo, pero necesitaba que la guerra acabara si alguna vez quería estar lo suficientemente a salvo en alguno de los dos bandos. Giró el rostro para ver los arreglos que hacían con Thalos. Parecía que había quedado bastante maltrecho, pero al menos sabía priorizar muy bien. Se encontraba analizando aquel momento de sacrificio en la torre cuando Justin llegó al fin. Tenía una extraña y amarga sensación al exponer al muchacho a tantas cosas a la vez, pues en Hyde Park se había mostrado muy sorprendido por todo el combate. Quizás necesitaba ir un poco más despacio de todo lo que querían que hiciera, como entrenar y cambiar vendas.
Alcanzó a ver y escuchar el suspiro exasperado de la chica morena. Sí había escuchado que se lo colocara en el brazo, pero era más peligrosa la del abdomen ¿noo?... bueno, no importaba demasiado ahora.- No hace falta si no quieres...- Le dijo a Justin en un intento de darle una elección. Después de todo, todos se estaban poniendo muy demandantes y lo último que consideraban eran las circunstancias... Permitió que la chica hiciera su sanación. Le molestó mucho al inicio, aunque después se sentía un poco más aliviada. Era como sentir fresco dentro de la herida, y a la vez cálido. Volvió a agradecer, que creyó no haberlo hecho con anterioridad.
La chica volvió, y ella quedó flojita y cooperando igual que un segundo antes. Si se alocaba de nuevo, ya tendría razones para que el resto viera lo psicótica que estaba. Y si no la atacaba, mucho mejor... Si acaso le daba un poco de pena el encuentro era porque era compañera de Lykaios, que le sacó de los campos de concentración, pero por nada más.
Justin Granger
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"Bueno... Eso de no dejar tirado a la gente..." Ruedo los ojos. En fin -Lo he escuchado en las noticias, lo del mensaje y eso. Se ha emitido hasta que han entrado los soldados. Luego ya la señal no ha llegado bien- Aunque estaba hablando con el rehén del sótano también seguía lo que se estaba hablando en la torre de comunicaciones. Por un momento me preocupé un poco... un poco bastante.
Asiento cuando la chica morena me dice que puedo ayudar apretando la herida de Johan de su hombro. Me da un poco de yuyu con toda esa sangre, tan húmeda y caliente a la vez. Arrugo la nariz como gesto de disgusto... No por no ayudar, sino por la sensación de esa sangre en concreto en mis manos. Es una sensación entre la pena y el resquemor, como que se lo tiene merecido y que me da pena. Debo ser bipolar. Pero Johan es mi padrino y hay algo más fuerte dentro que dice que le tengo que ayudar.
-Por un momento pensé que no ibais a salir de la torre de comunicaciones. Se ha debido de liar muy gorda. ¿Creéis que Eamon o Andreas tomarán represalias?- Giro hacia Leila que me pregunta que qué tal me ha ido por la casa, sonrío ligeramente porque de los presentes me parece la más simpática.-La expedición bien. Un poco solitaria. He encontrado cosas muy interesantes... En especial en el sótano. Cosas que no esperaba encontrar, la verdad. - Comento sin soltar la herida de mi padrino esperando que dejara de sangrar.
La propuesta de Johan de ponerme a entrenar la magia me pilló tan de sorpresa que por un momento me olvidé de que tenía que seguir apretando la herida hasta que la curandera lo hiciera. Fue como un milisegundo hasta que retomé a la realidad, dejándome un poco sin palabras. Creo que en otro momento le hubiera dicho que no, pero... -Vale- "WHAAAAT?" Me ha traicionado el subconsciente. Entrenamiento para mejorar mis pocas habilidades es lo que necesito, y a la academia de Ouroboros no puedo acceder hasta dentro de un par de años, una vez sea mayor de edad. Y aún hay que explicar todo el asunto que ocurrió en Hyde Park. -Pero, sinceramente, prefiero hacerlo en Ouroboros. Allí hay un campo de entrenamiento y no hay soldados de la alianza que intentan matarnos o llamarnos asesinos por todas las esquinas. Y así podría seguir viendo a mi padre, que aún no me sé desaparecer...- "Como siempre me desaparecía Stacy yo no he aprendido aún, no me había hecho falta. Ahora puedo subir con el grifo o usando otros métodos..."
Asiento cuando la chica morena me dice que puedo ayudar apretando la herida de Johan de su hombro. Me da un poco de yuyu con toda esa sangre, tan húmeda y caliente a la vez. Arrugo la nariz como gesto de disgusto... No por no ayudar, sino por la sensación de esa sangre en concreto en mis manos. Es una sensación entre la pena y el resquemor, como que se lo tiene merecido y que me da pena. Debo ser bipolar. Pero Johan es mi padrino y hay algo más fuerte dentro que dice que le tengo que ayudar.
-Por un momento pensé que no ibais a salir de la torre de comunicaciones. Se ha debido de liar muy gorda. ¿Creéis que Eamon o Andreas tomarán represalias?- Giro hacia Leila que me pregunta que qué tal me ha ido por la casa, sonrío ligeramente porque de los presentes me parece la más simpática.-La expedición bien. Un poco solitaria. He encontrado cosas muy interesantes... En especial en el sótano. Cosas que no esperaba encontrar, la verdad. - Comento sin soltar la herida de mi padrino esperando que dejara de sangrar.
La propuesta de Johan de ponerme a entrenar la magia me pilló tan de sorpresa que por un momento me olvidé de que tenía que seguir apretando la herida hasta que la curandera lo hiciera. Fue como un milisegundo hasta que retomé a la realidad, dejándome un poco sin palabras. Creo que en otro momento le hubiera dicho que no, pero... -Vale- "WHAAAAT?" Me ha traicionado el subconsciente. Entrenamiento para mejorar mis pocas habilidades es lo que necesito, y a la academia de Ouroboros no puedo acceder hasta dentro de un par de años, una vez sea mayor de edad. Y aún hay que explicar todo el asunto que ocurrió en Hyde Park. -Pero, sinceramente, prefiero hacerlo en Ouroboros. Allí hay un campo de entrenamiento y no hay soldados de la alianza que intentan matarnos o llamarnos asesinos por todas las esquinas. Y así podría seguir viendo a mi padre, que aún no me sé desaparecer...- "Como siempre me desaparecía Stacy yo no he aprendido aún, no me había hecho falta. Ahora puedo subir con el grifo o usando otros métodos..."
Lykaios Knox
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Leila reflexionó en silencio durante largo tiempo, pero sus ojos me dijeron que estaba dialogando consigo misma, y que habia tomado una determinacion en firme. El miedo pareció esfumarse, lo unico que necesitaba era esto, un poco de tranquilidad y poder pensar en calma. Le sonreí cuando vi que logró recomponer las piezas que se la habian roto por dentro, la verdad es que no dudé ni por un momento que lo lograría.
- Asi se habla. - solté una breve carcajada por su golpe en mi hombro y la expresion de echar una pata. - Ya ves que si huele a sangre. Os han dado duro eh? Tienes que contármelo todo. Me perdi vuestro mensaje....joder, me habria encantado verlo.
Miré al balde de agua y asentí, la iba a necesitar si queria poder seguir curando a la gente. La verdad es que era un porculo eso de tener que dejarlos medio empapados cuando queria curarlos pero oye, menos da una piedra. Desvié el agua de la columna hasta el balde que ella sujetaba y luego lo dejé caer de nuevo en su sitio,el pozo, con un sonoro "splosh!"
MIentras volviamos a la sala aquella, segui hablando.
-Oye, entiendo que no te lleves bien con la chica, sabes, no podemos llevarnos bien con todo el mundo. Simplemente es asi, que coño voy a decir yo, me he pegado de hostias en bares por menos.... Pero no pierdas contra ti misma.
Volvimos alli y las curas parecian avanzadas, Cleo habia hecho su trabajo. Saludé al chavalin peliblanco, al cual no conocia.
- Justin? Un placer, yo soy Lykaios. - ya me presentaba yo solito. Leila parecia conocerlo. -Represalias...seguramente.
Respondí a lo que dijo Justin porque la verdad al oirselo decir me habia hehco pensar sobre ello. Agarré el cubo de agua y fui a acercarme a Johan, mirando a Leila que agarró mi movil.
-Imram? Si, claro, dale a ver que nos cuenta. Le pedi que nos manteniese informados. A ver, Black, estate quieto si no quieres acabar calado.
Miré un poco las heridas que le quedaban y movi la mano derecha elevando el agua que adquirió el mismo brillo de antes. La dirigí a repartirse entre las diferentes heridas que pudiesen quedar, y la mantuve ahi un rato, para que terminase de sanar las contusiones o demas cosas que pudiesen quedar. Vilya, el anillo que llevaba en uno de mis dedos, volvió a emitir su tenue brillo azulado tambien, potenciando el hechizo de curacion.
____
15 dados+ 10 habilidad+ 40 vilya= 65 PS sanacion A JOHAN
- Asi se habla. - solté una breve carcajada por su golpe en mi hombro y la expresion de echar una pata. - Ya ves que si huele a sangre. Os han dado duro eh? Tienes que contármelo todo. Me perdi vuestro mensaje....joder, me habria encantado verlo.
Miré al balde de agua y asentí, la iba a necesitar si queria poder seguir curando a la gente. La verdad es que era un porculo eso de tener que dejarlos medio empapados cuando queria curarlos pero oye, menos da una piedra. Desvié el agua de la columna hasta el balde que ella sujetaba y luego lo dejé caer de nuevo en su sitio,el pozo, con un sonoro "splosh!"
MIentras volviamos a la sala aquella, segui hablando.
-Oye, entiendo que no te lleves bien con la chica, sabes, no podemos llevarnos bien con todo el mundo. Simplemente es asi, que coño voy a decir yo, me he pegado de hostias en bares por menos.... Pero no pierdas contra ti misma.
Volvimos alli y las curas parecian avanzadas, Cleo habia hecho su trabajo. Saludé al chavalin peliblanco, al cual no conocia.
- Justin? Un placer, yo soy Lykaios. - ya me presentaba yo solito. Leila parecia conocerlo. -Represalias...seguramente.
Respondí a lo que dijo Justin porque la verdad al oirselo decir me habia hehco pensar sobre ello. Agarré el cubo de agua y fui a acercarme a Johan, mirando a Leila que agarró mi movil.
-Imram? Si, claro, dale a ver que nos cuenta. Le pedi que nos manteniese informados. A ver, Black, estate quieto si no quieres acabar calado.
Miré un poco las heridas que le quedaban y movi la mano derecha elevando el agua que adquirió el mismo brillo de antes. La dirigí a repartirse entre las diferentes heridas que pudiesen quedar, y la mantuve ahi un rato, para que terminase de sanar las contusiones o demas cosas que pudiesen quedar. Vilya, el anillo que llevaba en uno de mis dedos, volvió a emitir su tenue brillo azulado tambien, potenciando el hechizo de curacion.
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El miembro 'Lykaios Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Johan Black
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Sigo ayudando a Cleo durante la curación de Thalos, que tiene pinta de ser bastante efectiva aunque ella diga que sólo sabe usar la sanación para emergencias. Debería ponerme las pilas y mejorar también mis habilidades en esto, algo que tengo pendiente en cuanto regresen mis poderes. Supongo que Cleo terminará las sanaciones de Thalos y de Victorya cuando descanse un poco, pues a ambos parece que les falta un poco para sanar por completo. Me quedo sentado en la silla que hay junto al sofá en el que está Thalos, esperando hasta que llegue la segunda ronda. - Creo que Thalos y Vic necesitarán un par más...están molidos. - Hago un gesto con la mano a Justin como queriendo decir que lo deje, que no es necesario que presione mi herida aunque se lo hayan pedido. No hace falta que se "acostumbre" a esto todo en un mismo día. Hago una pequeña mueca de molestia ante la presión contra la herida,
ya que Justin al final se decide a hacer lo que le ha pedido la sanadora. - ¿Represalias? claro que lo harán, siempre hay represalias. De hecho me gustaría saber más de lo que está pasando ahora mismo en las calles. Estoy por acercarme en cuanto sea posible. - en ese momento vuelve a entrar Leila junto con Lykaios.
Ella regresa más calmada y con mejor aspecto, ya curada. Echo un vistazo de reojo a Victorya, para fijarme en su reacción. Debe estar bastante cansada, porque no hace ni dice nada más al respecto. Leila incluso tiene ganas de bromear con el chaval, lo cual es buena señal. - Ehh, no es la casa de los horrores. Sólo le hace falta una pequeña reforma. - echo un vistazo al salón en el que estamos, oscuro, con cortinas viejas, con humedades y desconchones. - Bueno, una gran reforma. - acabo admitiendo ante la evidencia. - ¿Estás mejor ahora, Leila?- Lo del sótano que dice Justin me hace lanzarle una mirada perspicaz, intuyendo ya que ha visto al prisionero. - Has hablado con él, supongo. - el hermano de Andreas Wilhelm, al que no sé si están buscando o si habrán pasado, como hicieron con la antigua capitana Wolf. Tal vez es el momento de contactar con Wilhelm y proponer algún tipo de intercambio.
No esperaba que Justin aceptara tan rápido lo del entrenamiento, aunque tuerzo un poco el gesto cuando pide lo de Ouroboros. No me siento demasiado cómodo allí. - Puedo llevarte a ver a tu padre siempre que quieras. Y a recibir clases con los profesores de allí. Pero las clases que te de yo serán aquí, en el castillo Black. Soy tu padrino, y ahora mismo tu tutor legal, porque tu padre no puede hacerse cargo de ti. - y la verdad, para que siga en la isla en esa situación de niño otaku prefiero que esté aquí. Me pienso lo de enseñarle a desaparecerse, porque es cierto que hasta los 17 no se suele aprender a hacerlo. Puede ser peligroso, debería esperar a que tenga más capacidad para usar su magia. - Hay más medios de transporte rápidos que puedes usar. Para lo otro tendrás que tener paciencia. - le indico a Justin que se separe un poco para no acabar mojado con la magia sanadora en forma de agua que utiliza Lykaios con mis heridas. Éstas van dejando de sangrar y cerrándose poco a poco, aunque a la del hombro le cuesta un poco más. Una vez que termina no quedan más que restos de sangre allá donde había heridas. Incluso podría decirse que ha mejorado lesiones a medio curar que venía arrastrando desde la pelea del parque y alguna que otra molestia que persistía desde el hospital. - Joder, menuda diferencia. Esto ya es otra cosa. - comento mientras me pongo en pie al encontrarme bastante mejor, aunque sería recomendable descansar un rato. - Gracias, Lykaios. La Brigada nunca decepciona. Por cierto, muy buena tu nueva recluta, aunque al principio cuando apareció en el parque no me fiaba. Ya sabes, no podemos fiarnos ni de nuestra sombra. - miro con interés hacia el móvil que han dejado sobre la mesa, a la espera de escuchar el mensaje del compañero de Lykaios, el que está en la manifestación.
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PS: 103 + 65 de sanación de Lykaios= PS recuperado al máximo
ya que Justin al final se decide a hacer lo que le ha pedido la sanadora. - ¿Represalias? claro que lo harán, siempre hay represalias. De hecho me gustaría saber más de lo que está pasando ahora mismo en las calles. Estoy por acercarme en cuanto sea posible. - en ese momento vuelve a entrar Leila junto con Lykaios.
Ella regresa más calmada y con mejor aspecto, ya curada. Echo un vistazo de reojo a Victorya, para fijarme en su reacción. Debe estar bastante cansada, porque no hace ni dice nada más al respecto. Leila incluso tiene ganas de bromear con el chaval, lo cual es buena señal. - Ehh, no es la casa de los horrores. Sólo le hace falta una pequeña reforma. - echo un vistazo al salón en el que estamos, oscuro, con cortinas viejas, con humedades y desconchones. - Bueno, una gran reforma. - acabo admitiendo ante la evidencia. - ¿Estás mejor ahora, Leila?- Lo del sótano que dice Justin me hace lanzarle una mirada perspicaz, intuyendo ya que ha visto al prisionero. - Has hablado con él, supongo. - el hermano de Andreas Wilhelm, al que no sé si están buscando o si habrán pasado, como hicieron con la antigua capitana Wolf. Tal vez es el momento de contactar con Wilhelm y proponer algún tipo de intercambio.
No esperaba que Justin aceptara tan rápido lo del entrenamiento, aunque tuerzo un poco el gesto cuando pide lo de Ouroboros. No me siento demasiado cómodo allí. - Puedo llevarte a ver a tu padre siempre que quieras. Y a recibir clases con los profesores de allí. Pero las clases que te de yo serán aquí, en el castillo Black. Soy tu padrino, y ahora mismo tu tutor legal, porque tu padre no puede hacerse cargo de ti. - y la verdad, para que siga en la isla en esa situación de niño otaku prefiero que esté aquí. Me pienso lo de enseñarle a desaparecerse, porque es cierto que hasta los 17 no se suele aprender a hacerlo. Puede ser peligroso, debería esperar a que tenga más capacidad para usar su magia. - Hay más medios de transporte rápidos que puedes usar. Para lo otro tendrás que tener paciencia. - le indico a Justin que se separe un poco para no acabar mojado con la magia sanadora en forma de agua que utiliza Lykaios con mis heridas. Éstas van dejando de sangrar y cerrándose poco a poco, aunque a la del hombro le cuesta un poco más. Una vez que termina no quedan más que restos de sangre allá donde había heridas. Incluso podría decirse que ha mejorado lesiones a medio curar que venía arrastrando desde la pelea del parque y alguna que otra molestia que persistía desde el hospital. - Joder, menuda diferencia. Esto ya es otra cosa. - comento mientras me pongo en pie al encontrarme bastante mejor, aunque sería recomendable descansar un rato. - Gracias, Lykaios. La Brigada nunca decepciona. Por cierto, muy buena tu nueva recluta, aunque al principio cuando apareció en el parque no me fiaba. Ya sabes, no podemos fiarnos ni de nuestra sombra. - miro con interés hacia el móvil que han dejado sobre la mesa, a la espera de escuchar el mensaje del compañero de Lykaios, el que está en la manifestación.
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PS: 103 + 65 de sanación de Lykaios= PS recuperado al máximo
Cleopatra
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No estoy convencida del resultado de la primera curación que he hecho a la morena, por lo que me vuelvo a preparar para curar una segunda vez, para asegurar, centrándome mucho más en las dos heridas que tiene, colocando cada mano en cada una de las heridas graves, dejando que manara nuevamente la energía. En algún momento entra de nuevo Leila, mucho más calmada que antes. Un ataque de nervios lo puede tener cualquiera.
Me aparto el sudor de la frente cuando por segunda emano energía sanitaria a Victorya, ahora creo que sí he hecho un buen trabajo. quedarán algunos detalles por terminar de recomponer, pero con las pociones que ha sacado Johan tendremos más que suficiente. Doy una de las reabastecedoras de sangre a Victorya para que se la tome. Lykaios, mientras tanto, empieza y termina con Johan. La verdad es que es un gusto verle curar a la gente con su técnica del agua mucho más sofisticada que la mía, está claro, que a su lado es burda. -Gracias por la ayuda Justin. Has sido muy valiente, no es fácil enfrentarse a un espectáculo sanguinolento como este- Con un va y ven de dedos las vendas sucias desaparecen de nuestros alrededores
La conversación se ralaja cuando hablan del estado de la casa, que si necesitaba alguna remorfilla y que a saber qué tesoros del pleistoceno habrá encontrado el muchacho en la búsqueda de algún lugar relativamente cómodo, aunque dice que prefiere estar en Ouroboros. -Cariño, es mucho mejor que no vayas a Ouroboros ahora mismo. Eso parece ahora una casa de locos. Creo que los Descendientes necesitan un pequeño periodo de descanso para poner sus problemas en orden. Lyka, ¿te han comentado los chicos algo sobre sus pesquisas? ¿Han encontrado algo?- Reparo en algo que ha dicho el joven y del que está hablando Lyka en ese momento -¿Qué mensaje? ¿El que ha hecho que la gente? ¿No lo sabéis? Después del mensaje por la televisión la gente ha debido de salir en masa a la calle. Debe de haber la manifestación más grande jamás contada delante del ministerio de la Paz. Imram está allí.-
Casualmente manda un mensaje al teléfono de Lyka, de audio, por lo que esperamos todos a que Leila lo ponga en alto para que podamos escucharlo.
Curación Victorya: 10 (habilidad) +20 (dados)+5 (Canalizador) =35 PS
Me aparto el sudor de la frente cuando por segunda emano energía sanitaria a Victorya, ahora creo que sí he hecho un buen trabajo. quedarán algunos detalles por terminar de recomponer, pero con las pociones que ha sacado Johan tendremos más que suficiente. Doy una de las reabastecedoras de sangre a Victorya para que se la tome. Lykaios, mientras tanto, empieza y termina con Johan. La verdad es que es un gusto verle curar a la gente con su técnica del agua mucho más sofisticada que la mía, está claro, que a su lado es burda. -Gracias por la ayuda Justin. Has sido muy valiente, no es fácil enfrentarse a un espectáculo sanguinolento como este- Con un va y ven de dedos las vendas sucias desaparecen de nuestros alrededores
La conversación se ralaja cuando hablan del estado de la casa, que si necesitaba alguna remorfilla y que a saber qué tesoros del pleistoceno habrá encontrado el muchacho en la búsqueda de algún lugar relativamente cómodo, aunque dice que prefiere estar en Ouroboros. -Cariño, es mucho mejor que no vayas a Ouroboros ahora mismo. Eso parece ahora una casa de locos. Creo que los Descendientes necesitan un pequeño periodo de descanso para poner sus problemas en orden. Lyka, ¿te han comentado los chicos algo sobre sus pesquisas? ¿Han encontrado algo?- Reparo en algo que ha dicho el joven y del que está hablando Lyka en ese momento -¿Qué mensaje? ¿El que ha hecho que la gente? ¿No lo sabéis? Después del mensaje por la televisión la gente ha debido de salir en masa a la calle. Debe de haber la manifestación más grande jamás contada delante del ministerio de la Paz. Imram está allí.-
Casualmente manda un mensaje al teléfono de Lyka, de audio, por lo que esperamos todos a que Leila lo ponga en alto para que podamos escucharlo.
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