Recuerdo del primer mensaje :
Este castillo perteneció a la noble familia de los Black durante generaciones, siendo utilizado como residencia de verano en múltiples ocasiones. Con el inicio de la guerra fue ocupado únicamente por la familia perteneciente al bando del Ministerio. Poco a poco comenzó a quedar más vacío, hasta que quedó en el estado actual tras un incendio provocado. No se salvó mucho de aquel incendio, pero la estructura y habitáculos principales permanecen, puede ser habitada.
[Castillo Black]
Este castillo perteneció a la noble familia de los Black durante generaciones, siendo utilizado como residencia de verano en múltiples ocasiones. Con el inicio de la guerra fue ocupado únicamente por la familia perteneciente al bando del Ministerio. Poco a poco comenzó a quedar más vacío, hasta que quedó en el estado actual tras un incendio provocado. No se salvó mucho de aquel incendio, pero la estructura y habitáculos principales permanecen, puede ser habitada.
- Información e imágenes:
Su principal protección es lo alejado y perdido que está. Se encuentra en a 48 horas a pie desde Londres:- mapa:
El portón exterior se quemó durante la guerra, tras el posterior abandono por parte de la familia ministerial.Hall y escaleras a pisos superioresEscalera patio interior (hacia los torreones semiderruidos, se conserva una de las salas)Gran salón (en la planta baja)Comedor (planta baja)Hay una gran cantidad de habitaciones, que en el pasado albergaban a todos los miembros de la familia Black. Algunas de las habitaciones:
Habitaciones (segunda planta y tercera planta, subiendo desde las escaleras del hall)PasillosCocina y bodegas (dos habitáculos diferentes bajando escaleras desde la zona del hall)
Mazmorras (bajando escaleras a través de una pequeña puerta de la zona del hall)Laboratorio (bajo las mazmorras)
Sótano almacén
- Descripción extendida:
Descripción del castillo, perteneciente a las anotaciones de Leila
Nunca me imagine que estuviera tan aislado. Su principal protección es lo alejado y perdido que está. Desde el Moulin hasta aquí eran dos días de caminata constante hasta el escalofriante castillo edificado con piedras en el valle. Seguro que si las piedras del castillo hablaran, contarían historias perturbadoras. En la entrada principal había signos de otros aterrizajes además del nuestro, pero menos turbulentos. Encontré el casco que le había quitado a aquel soldado de Hyde Park, los guantes y la parte superior de la armadura junto con mi rifle. Empujé con una mano el pesado portón quemado y pase al hall de otrora majestuosa entrada al castillo de los Black.
Habían ventanas, más de la mitad rotas, a través de las cuales sólo se podía ver la oscuridad del exterior, con alfeizares, unos aparentemente más resistentes que otros para resistir el peso de una persona, aunque lo más probable era que la estructura entera, que más bien parece un congelador, no fuera estable. Hay unas escaleras de piedra próximas a la puerta que conducen al primer piso. Más allá, en la planta baja está el salón principal o gran salón en el que cómodamente podrían entrar dos dragones adultos, con la vista al patio interior que yo ya conocía, en el cual también hay una escalera que lleva a uno de los torreones semiderruidos que también tiene señales de aterrizajes, sigue estando polvoriento, telarañoso y lleno de escombros, con los dos sillones (en el que dos personas podrían acostarse) con la cazadora de Johan y la chaqueta de Victorya encima, con olor a sangre y a vodka del malo derramado en la alfombra, con una mesita de luz, con la chimenea con su respectiva saliente y con las paredes decoradas con tapices (parlantes). El salón seguía siendo oscuro, con cortinas viejas y húmedo, aunque hay algo de lo que no me había percatado la primera vez que vine, hay un antiguo mueble-bar con puertas metálicas. Me puse a buscar entre las viejas botellas de alcohol (practicar tiro al blanco con las botellas vacías en el patio del pozo). Había menos de la mitad de una botella de vino, y una botella vacía de vodka, ése era el que se había derramado. Eso sí, faltaban copas. El pozo de agua sigue en el mismo lugar, saliendo al patio circular por una de las puertas del salón, atravesando el pasillo con las marcas de uñas que yo había dejado. Más allá hay un comedor con una mesa larguísima y un montón de sillas, la silla del extremo de la mesa está de espaldas a otra chimenea. Allí tranquilamente se podían festejar cenas de gala. Resulta curiosa la cantidad de chimeneas que hay en este castillo si se supone que es de verano. Caminando más encontré la cocina con su horno antiguo, su despensa, en la que hay miel, vinagre, alubias secas, azúcar, sal, cubitos de caldo (En sentido estricto, estos productos no son más que vegetales deshidratados, grasa animal y altas dosis de sal.), un sacote de patatas, otro de arroz, algo de pan, café, leche y chocolate instantáneos.
Subiendo las escaleras hay camas polvorientas en habitaciones polvorientas, o lo que queda de ellas, en torres que parecen a punto de venirse abajo, unas parecen de invitados, otras de servicio, allí había ropa de mayordomo de los Black quemadas y consumidas por las polillas y otras habitaciones que parecen estar más armadas y cómodas las cuales deberían ser las de la familia.
Tras atravesar lúgubres corredores en los que había tétricos cuadros (parlantes, Sirius, Jack) de la familia Black y bajar escaleras, pase por las bodegas privadas de los Black y llegué a unas mazmorras medievales, unas oxidadas celdas de barrotes de metal que se cierran con llaves que no encuentro, perfectas para una persona o dos. Lo único que se escucha allí abajo es el sonido de una persistente gota cayendo sobre la fría piedra, de manera repetitiva cada pocos segundos, allí todo hace eco. Un sitio demasiado oscuro en el que no abundaban las antorchas, pero el olor a humedad, a lugar cerrado, lo invadía todo. En algunas celdas habían camastros y en otras no, había platos sucios afuera de algunas. En una de ellas, los barrotes parecían haber sido golpeados muy fuerte desde afuera por una llave inglesa, dentro había un botellín de agua de hace mucho tiempo, fuera de ella había rastros del cuero de un maletín y habían partes de lo que parecía un radiocasete destruido que funcionaba a pila. Tenía metido un CD, también destruido, pero que si se juntaban las partes tenía escrito “Mix de música para torrturra psicológica; Easy Strrets”. El reproductor estaba alejado de la celda, como para que lo que haya estado prisionero no pudiera agarrarlo. También había una pequeña y antigua televisión afuera de las celdas, una OT-1471 Belweder, quizás era para entretener a los guardias y que no se queden dormidos, aunque sabía por experiencia que eso no funcionaba.
Bajando otro piso había una especie de laboratorio que todavía se conserva en condiciones. Se ve que su familia era bastante peculiar en lo que se refiere al coqueteo con las artes oscuras. En un escritorio había un libro que estaba con cara de “mírame y no me toques” que tenía algo escrito, una especie de lema; “No toques nada que no sepas lo que es.” luego tenía escrito recetas de lo que parecían pociones, en otro libro abierto mencionaba, en la historia de los Black, que tenían más castillos y casas de verano que la gran mayoría, por ser una de las típicas familias nobles mágicas, el linaje Black; Johan Black, Sirius Black, Jack Black… su escudo de armas... otro libro decía algo sobre una Contraseña… ¿Toujours Pur?¿Contraseña de qué?
Bajando más me encontré con el sótano más laberíntico que vi en mi vida, parecía no tener fin, hileras e hileras de estantes con frasquitos de pociones, armarios y baúles que no me atreví a abrir, aún así es lo que mejor se ha conservado de toda la casa, allí no había luz, pero había candelabros apagados. Predominaban las cosas desagradables y siniestras allí. Demasiado frasco vacío y a medias, algunos estropeados, otros que no sirven. Pareciera que los Black en sus tiempos debian de haber sido de lo mas excentricos.
Quizás el castillo no había estado abandonado del todo y Johan tenía razón acerca de los espíritus, pero si eso era cierto, ni siquiera ellos querían estar conmigo, porque me sentía acompañada por el silencio en el castillo medieval.
Arqueo una ceja al escuchar todo lo que se les supone a los dragones. Es una mierda que estemos tan condicionados todos por estereotipos y prejuicios, por lo que se supone que debemos hacer o cómo debemos ser según nuestra raza o condición social. Acabo resoplando, negando con la cabeza después. - Pues prefiero mil veces un dragón sanador pacífico a uno como el que ha aparecido en las calles, que se cree un dios y no hace más que atacar y joder porque le da la gana. Olvídate de lo que se espera de ti y haz lo que te de la gana. A la mierda los demás y lo que piensen. - alucino bastante con la edad de Ellyos, creo que nunca hemos hablado de eso. Por su modo de ser y comportarse sí parece un adolescente, y de aspecto se le ve joven. Su edad no es nada para un dragón, aunque para un mago sería bastante, teniendo en cuenta que podemos vivir alrededor de 200 años.
- Bueno, pero eso es así en cualquier raza. Los jóvenes no son tenidos muy en cuenta. De todos modos no tienes a ningún adulto que convencer, quitando tu padre. Tampoco hay tantos dragones en este país...- y a Smaug no lo convencería ni aunque le doblase la edad, ese dragón es un tirano. Le doy una palmada en la espalda a modo de ánimo, asintiendo a eso de que le da demasiadas vueltas.
- Sí, te complicas demasiado. Empieza por aceptarte por completo a ti mismo, antes de que te acepten otros. Y ya encontrarás a alguien, no te obsesiones con eso. Mientras tanto disfruta de tu soltería, que luego te casas y...- cierro el puño un momento para mirar el anillo de casado, pensando en qué demonios debo hacer con esta situación. A efectos prácticos es como si no estuviésemos casados, pero necesito darle alguna solución, para bien o para mal. Lo único que podría hacer es ir a Estados Unidos para verla y salir de dudas de una vez, pero no puedo irme de aquí ahora. La sensación de nostalgia es más fuerte cuando me pongo a pensar en ello, pero es eso, la nostalgia por si sola no es suficiente, indica un exceso de pasado. Me quedo empanado unos segundos, mirando al suelo como si ahí fuese a encontrar la respuesta. Alzo la cabeza al escuchar la decisión de Ellyos sobre las literas, cediéndole la que dice.
- A tu pdre tal vez le venga bien hablar con otra persona que haya estado encerrada...se comprenderán mejor.
Subo las escaleras para tumbarme de espaldas en la litera de arriba, más cansado de lo que imaginaba. Las curaciones de Ellyos han sido de gran ayuda, pero todavía no estoy perfectamente. En cuanto cierre los ojos no tardaré en quedarme dormido, pero antes quiero decirle un par de cosas más a Ellyos. - Eh, gracias de nuevo. Por acompañarme hasta un sitio tan peligroso y por sacarnos de allí después para ponernos a salvo.- me asomo por el borde del colchón para mirarlo con agradecimiento al decirle esto, después me vuelvo a tumbar como estaba antes. - Será mejor que descansemos de una vez, tenemos muchas cosas que hacer mañana...buenas noches, Ellyos. - me echo la manta por encima, colocándome de lado y mirando hacia la pared. No pasan demasiados minutos hasta que caigo en un sueño profundo y sin interrupciones.
- Bueno, pero eso es así en cualquier raza. Los jóvenes no son tenidos muy en cuenta. De todos modos no tienes a ningún adulto que convencer, quitando tu padre. Tampoco hay tantos dragones en este país...- y a Smaug no lo convencería ni aunque le doblase la edad, ese dragón es un tirano. Le doy una palmada en la espalda a modo de ánimo, asintiendo a eso de que le da demasiadas vueltas.
- Sí, te complicas demasiado. Empieza por aceptarte por completo a ti mismo, antes de que te acepten otros. Y ya encontrarás a alguien, no te obsesiones con eso. Mientras tanto disfruta de tu soltería, que luego te casas y...- cierro el puño un momento para mirar el anillo de casado, pensando en qué demonios debo hacer con esta situación. A efectos prácticos es como si no estuviésemos casados, pero necesito darle alguna solución, para bien o para mal. Lo único que podría hacer es ir a Estados Unidos para verla y salir de dudas de una vez, pero no puedo irme de aquí ahora. La sensación de nostalgia es más fuerte cuando me pongo a pensar en ello, pero es eso, la nostalgia por si sola no es suficiente, indica un exceso de pasado. Me quedo empanado unos segundos, mirando al suelo como si ahí fuese a encontrar la respuesta. Alzo la cabeza al escuchar la decisión de Ellyos sobre las literas, cediéndole la que dice.
- A tu pdre tal vez le venga bien hablar con otra persona que haya estado encerrada...se comprenderán mejor.
Subo las escaleras para tumbarme de espaldas en la litera de arriba, más cansado de lo que imaginaba. Las curaciones de Ellyos han sido de gran ayuda, pero todavía no estoy perfectamente. En cuanto cierre los ojos no tardaré en quedarme dormido, pero antes quiero decirle un par de cosas más a Ellyos. - Eh, gracias de nuevo. Por acompañarme hasta un sitio tan peligroso y por sacarnos de allí después para ponernos a salvo.- me asomo por el borde del colchón para mirarlo con agradecimiento al decirle esto, después me vuelvo a tumbar como estaba antes. - Será mejor que descansemos de una vez, tenemos muchas cosas que hacer mañana...buenas noches, Ellyos. - me echo la manta por encima, colocándome de lado y mirando hacia la pared. No pasan demasiados minutos hasta que caigo en un sueño profundo y sin interrupciones.
El día está ya bien entrado para cuando abro el ojo, aunque no ha sido la luz que entra por la ventana lo que me ha despertado. Los insistentes mensajes de la moneda comunicadora han hecho su labor, pues lleva varios minutos vibrando e indicando que ha debido pasar algo importante para que suene de manera tan reiterada. Consigo espabilarme a medias, echando mano a la moneda que llevo dentro del bolsillo del pantalón. Me incorporo desperezándome y bostezando, entornando un poco la mirada hasta que logro enfocarla en las pequeñas letras que se pueden leer en la moneda. Al menos me tranquiliza que no haya sucedido nada grave, pues todos los mensajes son de Thalos, en su tono habitual. Lo que no entiendo al principio es qué hace con mi hermano, hasta que por fin recuerdo lo que teníamos pendiente hoy.
- Mierda, la reunión. - murmuro en voz baja, llevándome la palma de la mano a la frente. Bajo rápidamente de la litera, intentando no despertar a mi compañero. No le molesto ni le digo nada, el que llego tarde a la reunión soy yo, así que lo dejaré dormir. Salgo del cuarto cerrando despacio, caminando hacia el gran salón en el que se supone que se quedaron Victorya y Ellyos padre. Ambos siguen durmiendo, así que hago lo mismo, no despierto a ninguno. Me acerco a Victorya para coger los planos que estuvo mirando cuando nos fuimos a acostar, doblándolos y guardándolos en el bolsillo de mi cazadora. Aprovecho unos papeles que hay en la mesa para escribirles una rápida nota a los tres. Así sabrán dónde estoy cuando se despierten, y podrán acudir al lugar si así lo desean. En la nota indica que llegaba tarde a la reunión planeada con los renegados, y que estaremos en una taberna de Hogsmeade. Supongo que allí ya habrán empezado sin mí, así que no tardo en desaparecerme del castillo, rumbo al mítico pueblo.
- Mierda, la reunión. - murmuro en voz baja, llevándome la palma de la mano a la frente. Bajo rápidamente de la litera, intentando no despertar a mi compañero. No le molesto ni le digo nada, el que llego tarde a la reunión soy yo, así que lo dejaré dormir. Salgo del cuarto cerrando despacio, caminando hacia el gran salón en el que se supone que se quedaron Victorya y Ellyos padre. Ambos siguen durmiendo, así que hago lo mismo, no despierto a ninguno. Me acerco a Victorya para coger los planos que estuvo mirando cuando nos fuimos a acostar, doblándolos y guardándolos en el bolsillo de mi cazadora. Aprovecho unos papeles que hay en la mesa para escribirles una rápida nota a los tres. Así sabrán dónde estoy cuando se despierten, y podrán acudir al lugar si así lo desean. En la nota indica que llegaba tarde a la reunión planeada con los renegados, y que estaremos en una taberna de Hogsmeade. Supongo que allí ya habrán empezado sin mí, así que no tardo en desaparecerme del castillo, rumbo al mítico pueblo.
Se despertó finalmente después de una noche con poco dormir y después una mañana con mucho mucho dormir. Dormir de noche realmente no era lo suyo, por lo que era el mejor momento para ella para distraerse con cualquier proyecto, y así lo hizo.
Sin embargo, cuando se levantó, y tras desperezarse un poco, dio un par de vueltas en el piso y pasó unos minutos contemplando el techo antes de darse cuenta de que los planos no estaban. Se levantó apresurada. Cuando vio la hoguera apagada, su primer instinto fue revolver las cenizas por si los planos se habían calcinado. Su primer pensamiento fue ella en los calabozos de aquel ruinoso castillo y le bastó para ignorar el frío que reinaba en la habitación.
Finalmente, se levantó y se dedicó a husmear entre papeles que encontraba y debajo de los muebles. Era papel después de todo, por supuesto que podía haber salido volando por la ventana y perderse en el valle o donde sea. El pensamiento la preocupó, y tras lamentarse un poco decidió mejor ocuparse y seguir buscando.
Tras un rato de intensa búsqueda, encontró la nota de Johan en una mesilla. No solo la dejó preocuparse por el maldito plano, sino que además se fue a la reunión sin dignarse a llevarla después de trabajar con esas cosas toda la noche. ¿Es que ya no había decencia en el mundo? Pudo al menos preguntar...
Comenzó a dar vueltas por las habitaciones tras maldecirle internamente. Tenía que recordar Hogsmeade antes de intentar desaparecerse en esa dirección. Y la realidad era que recordaba haber ido allí, pero no podía poner una imagen clara en su cabeza que la llevara al lugar. Decidió solamente poner en su cabeza una imagen que recordaba de un cartel que decía Hogsmeade y de ahí partiría a ver donde iba a parar.
Se calzó las botas, tomó su abrigo blanco, su bolsa mágica y su libreta, y se desapareció. Esta vez, ella no dejó nota para el rubio que dormía, pero la dejó más a la mano, y más visible, para que no tardaran tanto en encontrarla como ella.
Sin embargo, cuando se levantó, y tras desperezarse un poco, dio un par de vueltas en el piso y pasó unos minutos contemplando el techo antes de darse cuenta de que los planos no estaban. Se levantó apresurada. Cuando vio la hoguera apagada, su primer instinto fue revolver las cenizas por si los planos se habían calcinado. Su primer pensamiento fue ella en los calabozos de aquel ruinoso castillo y le bastó para ignorar el frío que reinaba en la habitación.
Finalmente, se levantó y se dedicó a husmear entre papeles que encontraba y debajo de los muebles. Era papel después de todo, por supuesto que podía haber salido volando por la ventana y perderse en el valle o donde sea. El pensamiento la preocupó, y tras lamentarse un poco decidió mejor ocuparse y seguir buscando.
Tras un rato de intensa búsqueda, encontró la nota de Johan en una mesilla. No solo la dejó preocuparse por el maldito plano, sino que además se fue a la reunión sin dignarse a llevarla después de trabajar con esas cosas toda la noche. ¿Es que ya no había decencia en el mundo? Pudo al menos preguntar...
Comenzó a dar vueltas por las habitaciones tras maldecirle internamente. Tenía que recordar Hogsmeade antes de intentar desaparecerse en esa dirección. Y la realidad era que recordaba haber ido allí, pero no podía poner una imagen clara en su cabeza que la llevara al lugar. Decidió solamente poner en su cabeza una imagen que recordaba de un cartel que decía Hogsmeade y de ahí partiría a ver donde iba a parar.
Se calzó las botas, tomó su abrigo blanco, su bolsa mágica y su libreta, y se desapareció. Esta vez, ella no dejó nota para el rubio que dormía, pero la dejó más a la mano, y más visible, para que no tardaran tanto en encontrarla como ella.
Finalizamos el viaje en moto desde Londres al castillo Black, surcando los cielos a toda velocidad en mi moto voladora. Aviso a mi ahijado de que vamos a iniciar el descenso, buscando como lugar de aterrizaje uno de los torreones semiderruidos que hay en el castillo. En este caso hago un aterrizaje no demasiado brusco, tocando tierra y deteniendo la moto para poder bajarnos. Vuelvo a guardar la moto en la cápsula, apoyándome después en Justin para poder descender por los escalones de piedra del torreón que conducen hacia uno de los salones principales. En este momento no hay nadie en el castillo, estamos completamente a solas. - Aquí sí estarás a salvo, esta vez en serio.- ya me había disculpado con él en el parque, por eso de arrastrarlo a Londres y acabar con él en mitad de una batalla. Seguro que su padre no estaría muy satisfecho con eso. No sé si estuvieron aquí alguna vez, y en caso de que así fuese dudo que Justin se acuerde del lugar, debía ser muy pequeño. Le indico que se siente en uno de los sillones que hay junto a la chimenea, en la cual sólo quedan rescoldos de la última hoguera. Yo también me siento un momento frente a él, haciendo un gesto de dolor por las heridas que me he llevado en el parque. Seguro que en este momento ya tienen que estar llegando los demás a la torre, lugar donde nos reagruparemos. Saco la moneda comunicadora del bolsillo, leyendo el mensaje que me ha enviado uno de los compañeros de la Brigada ante la pregunta que le envié sobre Leila. Me confirman que es una de los suyos, lo cual ya termina de tranquilizarme respecto a su identidad. Los que me dan mala espina son los otros dos, que parecen haberse unido a nuestra misión de manera accidental. De uno no me fío, porque sé que es de los Blood Keepers, y a la otra no la conozco, pero todos los vampiros que no sean mi padre no son de mi confianza.
- Creo que lo mejor por ahora es que te quedes aquí, hasta que regrese. Siento que hayas tenido que ver todo eso, en serio. - le paso un pañuelo que hay sobre la mesita para que se limpie la cara manchada de sangre, entregándole después uno de los galeones comunicadores que usamos entre nosotros para comunicarnos. - Ten, ahora ya eres uno de los nuestros. A partir de ahora intentaré enseñarte todo lo que sé, para que puedas desenvolverte y sobrevivir. Si quieres...no voy a obligarte a luchar si no es tu deseo, pero al menos que sepas cómo defenderte. - podría decirse que es el futuro, uno de los que deberían seguir nuestros pasos. - Volveré lo antes posible, pero si tienes que decirme algo puedes enviarme un mensaje con esto. - le explico brevemente como funciona, levantándome después del sillón para ir a buscar unas cuantas cosas antes de marcharme, y de paso hacer algún apaño con las heridas. Me despido de Justin antes de abandonar el salón, dirigiéndome medio cojeando hasta el cuarto en el que duermo.
Allí examino un poco mejor la herida del gemelo, comprobando que por suerte tiene orificio de entrada y salida, al igual que la del costado. Ninguna ha dañado nada que sea vital, pero debo atenderlas. Aplico encima un poco de esencia de díctamo en ambas heridas, algo que escuece como el demonio pero que consigue frenar el sangrado que se estaba produciendo y que ya estaba comenzando a marearme. Las heridas no terminan de cerrar del todo, pero será suficiente por ahora. Vendo la herida de la pierna y la del costado, tomando después una dosis de poción reabastecedora de sangre para recuperar la que he perdido por el camino. Quedan un par de dosis más, así que la echo en una bolsa bandolera para atender a quien haga falta, así como la esencia de díctamo. Me pongo en pie tras esperar que haga efecto durante algunos minutos más, sintiéndome más repuesto y listo para regresar a la batalla. Salgo al exterior para sacar de nuevo mi moto voladora de la cápsula, arrancando para alzar el vuelo y marcharme de allí lo más rápido posible.
- Creo que lo mejor por ahora es que te quedes aquí, hasta que regrese. Siento que hayas tenido que ver todo eso, en serio. - le paso un pañuelo que hay sobre la mesita para que se limpie la cara manchada de sangre, entregándole después uno de los galeones comunicadores que usamos entre nosotros para comunicarnos. - Ten, ahora ya eres uno de los nuestros. A partir de ahora intentaré enseñarte todo lo que sé, para que puedas desenvolverte y sobrevivir. Si quieres...no voy a obligarte a luchar si no es tu deseo, pero al menos que sepas cómo defenderte. - podría decirse que es el futuro, uno de los que deberían seguir nuestros pasos. - Volveré lo antes posible, pero si tienes que decirme algo puedes enviarme un mensaje con esto. - le explico brevemente como funciona, levantándome después del sillón para ir a buscar unas cuantas cosas antes de marcharme, y de paso hacer algún apaño con las heridas. Me despido de Justin antes de abandonar el salón, dirigiéndome medio cojeando hasta el cuarto en el que duermo.
Allí examino un poco mejor la herida del gemelo, comprobando que por suerte tiene orificio de entrada y salida, al igual que la del costado. Ninguna ha dañado nada que sea vital, pero debo atenderlas. Aplico encima un poco de esencia de díctamo en ambas heridas, algo que escuece como el demonio pero que consigue frenar el sangrado que se estaba produciendo y que ya estaba comenzando a marearme. Las heridas no terminan de cerrar del todo, pero será suficiente por ahora. Vendo la herida de la pierna y la del costado, tomando después una dosis de poción reabastecedora de sangre para recuperar la que he perdido por el camino. Quedan un par de dosis más, así que la echo en una bolsa bandolera para atender a quien haga falta, así como la esencia de díctamo. Me pongo en pie tras esperar que haga efecto durante algunos minutos más, sintiéndome más repuesto y listo para regresar a la batalla. Salgo al exterior para sacar de nuevo mi moto voladora de la cápsula, arrancando para alzar el vuelo y marcharme de allí lo más rápido posible.
"Eso está mejor, sí...odiame, enano llorón. ¿Ves? pronto serás un asesino, cuando comprendas que si no serás tú el que mueras." Las palabras del soldado que ha terminado por morir delante de mis narices después de que quisiera matarme, taladran mis pensamientos. No estoy muy hablador con Johan, ya no porque sea él, sino porque tampoco me apetece hablar con nadie.
Me siento mal por mi padrino porque por defenderme le han disparado. Sé que no es mala persona pero no sé... no estoy seguro de que pueda empezar desde cero. "Asesino" No sé cómo desglosar o definir esa palabra "¿Quién es más asesino? Si lo piensas friamente Johan ha asesinado a un soldado que previamente me quería asesinar a mí. Y lo mismo todos los demás que estaban allí"
Qué difícil son los juicios de valor...
Al aterrizar entramos en el castillo. Hace frío ya en la calle y no apetece quedarse, y mucho menos para quedarse a cacarear. -Gracias-. La casa me quiere sonar familiar, pero si he estado allí, no me acuerdo. Tal fuera cuando era bebé. Ni idea. -Ya, no como la otra vez. Espero que no tengas acromántulas escondidas, ya es lo que faltaba- Bromeo con una medio sonrisa para quitar peso al asunto. Nos sentamos al calor de lo que quedaba de hoguera. No sé cómo sería esto cuando estaba cuidado, pero seguro que ganaba un montón
-Johan. No sé si deberías ir a la torre. Estás herido. Te han herido por mi culpa. ¿Te duele?- "Seguro que sí, qué pregunta tan estúpida" -No... no te preocupes- "Sí, supongo que esas son las cosas por las que mi padre ha querido en su poca lucidez que me quedara en la isla" Cojo la moneda que Johan me da, pasándole el dado por la superficie, mientras me dice que ya "soy uno de los suyos". No sé si me gusta eso de ser uno de los suyos... -Gracias- Respondo bajito, más por educación que por otra cosa. Y luego él se va. Esta vez no voy a protestar porque lo haga porque algo dentro dice que lo hace por mi bien y que realmente me enseñará algo de autoprotección. Sin contar a Stacy, es la única persona que me queda: ¿en verdad me ha estado dando de lado él y todos los demás o sencillamente han tenido un gran afán de sobreprotección?
Al rato se escucha la moto que se va. Miro el galeón otra vez más, hablando con él como si fuera a contestarme. -Johan, ¿eres un asesino? ¿Lo seré yo? No sé si quiero ser un asesino...- Pasado un rato me levanto del calor de la chimenea, estudiando el funcionamiento de la moneda, me pregunto cómo puedo saber quién lee mis mensajes o cómo mandarlos por lo que empiezo a experimentar con él, mientras camino sin rumbo por la casa.
Me siento mal por mi padrino porque por defenderme le han disparado. Sé que no es mala persona pero no sé... no estoy seguro de que pueda empezar desde cero. "Asesino" No sé cómo desglosar o definir esa palabra "¿Quién es más asesino? Si lo piensas friamente Johan ha asesinado a un soldado que previamente me quería asesinar a mí. Y lo mismo todos los demás que estaban allí"
Qué difícil son los juicios de valor...
Al aterrizar entramos en el castillo. Hace frío ya en la calle y no apetece quedarse, y mucho menos para quedarse a cacarear. -Gracias-. La casa me quiere sonar familiar, pero si he estado allí, no me acuerdo. Tal fuera cuando era bebé. Ni idea. -Ya, no como la otra vez. Espero que no tengas acromántulas escondidas, ya es lo que faltaba- Bromeo con una medio sonrisa para quitar peso al asunto. Nos sentamos al calor de lo que quedaba de hoguera. No sé cómo sería esto cuando estaba cuidado, pero seguro que ganaba un montón
-Johan. No sé si deberías ir a la torre. Estás herido. Te han herido por mi culpa. ¿Te duele?- "Seguro que sí, qué pregunta tan estúpida" -No... no te preocupes- "Sí, supongo que esas son las cosas por las que mi padre ha querido en su poca lucidez que me quedara en la isla" Cojo la moneda que Johan me da, pasándole el dado por la superficie, mientras me dice que ya "soy uno de los suyos". No sé si me gusta eso de ser uno de los suyos... -Gracias- Respondo bajito, más por educación que por otra cosa. Y luego él se va. Esta vez no voy a protestar porque lo haga porque algo dentro dice que lo hace por mi bien y que realmente me enseñará algo de autoprotección. Sin contar a Stacy, es la única persona que me queda: ¿en verdad me ha estado dando de lado él y todos los demás o sencillamente han tenido un gran afán de sobreprotección?
Al rato se escucha la moto que se va. Miro el galeón otra vez más, hablando con él como si fuera a contestarme. -Johan, ¿eres un asesino? ¿Lo seré yo? No sé si quiero ser un asesino...- Pasado un rato me levanto del calor de la chimenea, estudiando el funcionamiento de la moneda, me pregunto cómo puedo saber quién lee mis mensajes o cómo mandarlos por lo que empiezo a experimentar con él, mientras camino sin rumbo por la casa.
Michael Wilhelm
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
La consciencia vuelve lentamente a mi, la visión esta muy borrosa, y las sensaciones vuelven a mi poco a poco. Estoy completamente dolorido, me voy incorporando poco a poco, sacudo mi cabeza, la visión se va aclarando. Estoy encerrado en una celda, atado de pies y manos, los recuerdos llegan a mi mente, estúpidos magos... Ugh mi cabeza, todo me da vueltas, estoy débil.
Me levanto como puedo, todo me da vueltas y apenas me puedo mover, si la tierra dejara de girar un momento, podría llegar hasta los barrotes de la celda. Ugh, prefiero los mareos de las borracheras, al menos te puedes reir. Como puedo llego hasta los barrotes de la celda. No se porque coño tardará tanto mi hermano en recogerme, probablemente es que no le importe ni una mierda, tal y como pasó con la antigua capitana y yo que soy de su sangre y su competencia poco le importará, siempre fue un jodido celoso de que yo tuviera la atención de nuestro padre.
- Si queréis algo de mi vais jodidos, ¿me oís? no váis a conseguir nada teniendome aquí, ni siquiera de mi estúpido hermano - dije gritando.
Me levanto como puedo, todo me da vueltas y apenas me puedo mover, si la tierra dejara de girar un momento, podría llegar hasta los barrotes de la celda. Ugh, prefiero los mareos de las borracheras, al menos te puedes reir. Como puedo llego hasta los barrotes de la celda. No se porque coño tardará tanto mi hermano en recogerme, probablemente es que no le importe ni una mierda, tal y como pasó con la antigua capitana y yo que soy de su sangre y su competencia poco le importará, siempre fue un jodido celoso de que yo tuviera la atención de nuestro padre.
- Si queréis algo de mi vais jodidos, ¿me oís? no váis a conseguir nada teniendome aquí, ni siquiera de mi estúpido hermano - dije gritando.
Llevao varios días encerrado por la casa Black, bastante muerto del asco porque la verdad es que no hay mucho que hacer salvo conversar con alguno de esos tapices que hablan y que tanto yuyu dan. Imagina por un momento que estás en la ducha y te visita la tía Florinda, la del sombrero con flores. HORROR.
Pero reconozco que hay magos con los que se pueden mantener conversaciones interesantes. Llegó un punto en el que me gustaba charlar con estropeado retrato de Sirius Black, el que murió por culpa del velo hace un porrón de años. Comentábamos cosas de la guerra que él mismo vivió en persona, hace un montón de años, por culpa de un tipo llamado Voldemort, sobre matar o ser matado...
No sé, aún tengo un poco de lío por lo que me gritó el soldado que quería acabar conmigo. Pero supongo que se me irá pasando. No soy un asesino y no quiero serlo. ¿Pero, hasta qué punto, mis seres cercanos lo son? Vinieron 5 soldados muggles a Hyde Park y solo salió con vida uno, y no muy bien parado, debo añadir.
Pero en mi ir y venir, termino por escuchar otra voz. Por cómo se expresa no reconozco esa entonación ni ese timbre con ninguno de los cuadros que ya había visto antes, ¿algún sirviente nuevo? ¿Alguien real con el que hablar? Por favor, terminaré por volverme loco. Sigo los gritos, dirigiéndome a un ala de la casa bastante oscura y sombría, seguramente baje alguna escalera... pero de una forma u otra termino llegando a una especie de celda. Con alguien dentro
"¿Qué demonios?"
Arrugo la nariz no sé si por miedo, repulsión, asco o un poco de todo. ¿Por qué hay una celda en la mansión Black? Por Merlín -¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? Quiero decir, ¿por qué te tienen ahí encerrado?- Dije mientras me asomaba. No me pareció muy inteligente abrir la celda, desconocía el motivo por el que el señor estaba ahí, pero por si las moscas... que se quede un poco más.
Pero reconozco que hay magos con los que se pueden mantener conversaciones interesantes. Llegó un punto en el que me gustaba charlar con estropeado retrato de Sirius Black, el que murió por culpa del velo hace un porrón de años. Comentábamos cosas de la guerra que él mismo vivió en persona, hace un montón de años, por culpa de un tipo llamado Voldemort, sobre matar o ser matado...
No sé, aún tengo un poco de lío por lo que me gritó el soldado que quería acabar conmigo. Pero supongo que se me irá pasando. No soy un asesino y no quiero serlo. ¿Pero, hasta qué punto, mis seres cercanos lo son? Vinieron 5 soldados muggles a Hyde Park y solo salió con vida uno, y no muy bien parado, debo añadir.
Pero en mi ir y venir, termino por escuchar otra voz. Por cómo se expresa no reconozco esa entonación ni ese timbre con ninguno de los cuadros que ya había visto antes, ¿algún sirviente nuevo? ¿Alguien real con el que hablar? Por favor, terminaré por volverme loco. Sigo los gritos, dirigiéndome a un ala de la casa bastante oscura y sombría, seguramente baje alguna escalera... pero de una forma u otra termino llegando a una especie de celda. Con alguien dentro
"¿Qué demonios?"
Arrugo la nariz no sé si por miedo, repulsión, asco o un poco de todo. ¿Por qué hay una celda en la mansión Black? Por Merlín -¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? Quiero decir, ¿por qué te tienen ahí encerrado?- Dije mientras me asomaba. No me pareció muy inteligente abrir la celda, desconocía el motivo por el que el señor estaba ahí, pero por si las moscas... que se quede un poco más.
Michael Wilhelm
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La habitación sigue dando vueltas, pero a un ritmo más lento. Escucho pasos que se van acercando, no son unas pisadas muy fuertes, cuando consigo controlar un poco el mareo y el debilitamiento levanto la cabeza. Para mi sorpresa es un adolescente, lo que hay que aguantar... Me pregunta quién soy, parece ser que este hombrecito no sabe nada de lo que está pasando aquí.
- Capitán Michael Wilhelm, del ejército de la Alianza y estoy aquí porque humanos y magos somos enemigos.
Pensaba que estarían por aquí mis encarceladores y la única compañía que me encuentro es la de un crío. Seguramente estén por ahí y lo hayan dejado aquí en "seguro". ¿Por qué me suena tan condenadamente familiar? Como pude volví hacia la cama donde me habían dejado insconsciente y me senté, miré para el chico y comencé a charlar con él, al menos podría entretenerme.
- Déjame adivinar, eres el hermano pequeño de uno de estos locos y te han dejado aquí... lo mítico que ahcen los hermanos mayores. Te voy a dar un consejo de hermano menor a hermano menor, tu ten cuidado, a veces las "buenas intenciones" sirven más para que vivas para siempre bajo su sombra que más que de instinto protector de hermano, acabarás viendo como tu hermano mayor se pasa el día entero en un despacho sin mover un dedo con una "vida tan dura" mientras tú tienes que hacer todo el trabajo y que probablemente ni se preocupe de si estás bien o te van a matar ahciendo lo que te ha pedido como hermano tuyo. Y si tienes la fortuna de ser el hermano mayor de alguien, procura no ser un capullo, algún día ese hermano menor que desprecias puede ser tu billete para que no te pase nada malo o tu propia estupidez te mate. - se podría decir que mi resentimiento contra Andreas crecía a cada hora en esa celda y más aún después de la charla que había tenido con Eamon.
- Capitán Michael Wilhelm, del ejército de la Alianza y estoy aquí porque humanos y magos somos enemigos.
Pensaba que estarían por aquí mis encarceladores y la única compañía que me encuentro es la de un crío. Seguramente estén por ahí y lo hayan dejado aquí en "seguro". ¿Por qué me suena tan condenadamente familiar? Como pude volví hacia la cama donde me habían dejado insconsciente y me senté, miré para el chico y comencé a charlar con él, al menos podría entretenerme.
- Déjame adivinar, eres el hermano pequeño de uno de estos locos y te han dejado aquí... lo mítico que ahcen los hermanos mayores. Te voy a dar un consejo de hermano menor a hermano menor, tu ten cuidado, a veces las "buenas intenciones" sirven más para que vivas para siempre bajo su sombra que más que de instinto protector de hermano, acabarás viendo como tu hermano mayor se pasa el día entero en un despacho sin mover un dedo con una "vida tan dura" mientras tú tienes que hacer todo el trabajo y que probablemente ni se preocupe de si estás bien o te van a matar ahciendo lo que te ha pedido como hermano tuyo. Y si tienes la fortuna de ser el hermano mayor de alguien, procura no ser un capullo, algún día ese hermano menor que desprecias puede ser tu billete para que no te pase nada malo o tu propia estupidez te mate. - se podría decir que mi resentimiento contra Andreas crecía a cada hora en esa celda y más aún después de la charla que había tenido con Eamon.
Arrugo el ceño cuando el tipo que tengo enfrente, al otro lado de la valla, se presenta como miembro de la Alianza. "Asesino" retumba por mi cabeza, no por el hecho de que él lo fuera, sino por la batalla que acabamos de tener en Hyde Park. Sinceramente, lo de los enemigos sobra, no sé si se habrá pensado que vivo en la inopia o que soy tonto y no me entero de lo que pasa a mi alrededor, ni que fuera mi padre. Pero intento ser amable, dentro de las circunstancias -Yo soy Justin. Ehm, Justin Granger- "Casualmente también estoy en esta casa porque muggles y magos se odian, de lo contrario estaría en la torre, pirateando la señal. ¿Lo habrán conseguido?" -Si necesitas algo para estar más cómodo... Puedo traerte algo de comer y de beber...- Que sea un reo no significa que haya que tratarle como a una mala bestia. A saber el tiempo que ha estado ahí encerrado.
Le veo alejarse hacia el camastro, mientras me habla e intenta darme consejos de hermano menor a hermano menor. -No, no estoy aquí por mi hermano. Mi hermana desapareció hace muchos años... Sinceramente, prefiero que me sobreprotejan a que desaparezcan. En mi caso todos lo han hecho con la escusa de protegerme. Pero todos te terminan apartando de su lado. A veces me siento más cómo un estorbo que como una persona. ¡Mierda, yo también quiero ayudar! Pero no, siempre te encierran en casa o en una isla flotante o en un refugio subterráneo. Sé lo que está pasando fuera y no me gusta... pero que no me guste no significa que no quiera estar al tanto- "Ya basta de pasarse la vida encerrado" -¿Cuál es tu caso? ¿Eres ese hermano menor al que mandan como peón? Lo siento, no está bien que te manden como ... como si pensaran que no tienes cerebro. Los hermanos menores deberíamos hacer alguna revolución, supongo-
Estudio al humano que está encerrado. Es un soldado, está claro, y sé que quiere ser amable, a saber porqué, supongo que para pillarme con las defensas bajas. Pero está encerrado, y yo no tengo la llave por lo que, por mucho que quiera bailarme el agua, poco va a conseguir. Sin embargo, sí que me gustaría saber .... -¿Por qué estás aquí? ¿Puedes concretar?- "Necesito saber. Necesito saber que Johan no es malo"
Mientras hablamos se escucha muy de fondo un mensaje televisivo. Podría ser la de algún vecino, o la de algún vídeo de Youtube que estaba viendo antes de bajar que se ha reproducido solo, o algún programa radiofónico que está retransmitiendo en directo lo que estaba ocurriendo en la torre de comunicaciones. Ni idea. La cosa es que suenan voces familiares. Al principio habla Thalos sobre su estancia en el ejército. Luego es Johan el que habla seguidos por Leila la rubita y la muda morena, la "nueva novia" de Johan. Los escucho muy lejanos pero hablan de convivencia y paz entre las razas, usando sus vivencias como ejemplo.
Le sigue el silencio y la estática. "Parece que lo han conseguido..."
Le veo alejarse hacia el camastro, mientras me habla e intenta darme consejos de hermano menor a hermano menor. -No, no estoy aquí por mi hermano. Mi hermana desapareció hace muchos años... Sinceramente, prefiero que me sobreprotejan a que desaparezcan. En mi caso todos lo han hecho con la escusa de protegerme. Pero todos te terminan apartando de su lado. A veces me siento más cómo un estorbo que como una persona. ¡Mierda, yo también quiero ayudar! Pero no, siempre te encierran en casa o en una isla flotante o en un refugio subterráneo. Sé lo que está pasando fuera y no me gusta... pero que no me guste no significa que no quiera estar al tanto- "Ya basta de pasarse la vida encerrado" -¿Cuál es tu caso? ¿Eres ese hermano menor al que mandan como peón? Lo siento, no está bien que te manden como ... como si pensaran que no tienes cerebro. Los hermanos menores deberíamos hacer alguna revolución, supongo-
Estudio al humano que está encerrado. Es un soldado, está claro, y sé que quiere ser amable, a saber porqué, supongo que para pillarme con las defensas bajas. Pero está encerrado, y yo no tengo la llave por lo que, por mucho que quiera bailarme el agua, poco va a conseguir. Sin embargo, sí que me gustaría saber .... -¿Por qué estás aquí? ¿Puedes concretar?- "Necesito saber. Necesito saber que Johan no es malo"
Mientras hablamos se escucha muy de fondo un mensaje televisivo. Podría ser la de algún vecino, o la de algún vídeo de Youtube que estaba viendo antes de bajar que se ha reproducido solo, o algún programa radiofónico que está retransmitiendo en directo lo que estaba ocurriendo en la torre de comunicaciones. Ni idea. La cosa es que suenan voces familiares. Al principio habla Thalos sobre su estancia en el ejército. Luego es Johan el que habla seguidos por Leila la rubita y la muda morena, la "nueva novia" de Johan. Los escucho muy lejanos pero hablan de convivencia y paz entre las razas, usando sus vivencias como ejemplo.
Le sigue el silencio y la estática. "Parece que lo han conseguido..."
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Resulta que el joven no era ningún hermano menor, pero deben de tenerlo como a un tal, porque lo han dejado completamente solo aquí. Justin se ofrece para traerme algo de comer y beber, pero mi orgullo me impide aceptarlo y pedirlo, al menos por ahora. PArece que él tampoco esta muy agusto con eso de ser dejado atrás, como si estorbara, bienvenido al club chico, te regalamos una camiseta y un poster además de tu carnet de socio de este club donde estarás gran parte de tu vida. Estaba con algo más de fuerzas por haber descansado un poco y al menos los mareos se me habían pasado un poco así que me volví a levantar.
- Imaginate esto, tienes un padre que ha sido militar durante toda su vida y quiere que su descendendia siga sus pasos. Tiene un hijo, tu hermano mayor, pero sigue otros pasos, luego mucho mas tarde naces tu y tu padre pone en ti sus esperanzas, no sabes si es lo que te va a gustar, no piensas, solo actuas, lo vas llevando y lo consigues. Un ataque de magos rebeldes en tu ciudad, todo queda reducido a escombros, demonios y seres infernales por todas partes. Tu hermano esta comodamente en una oficina, protegido y te "ayuda" con su influencia y su dinero, pero tu estás al pie del cañón, escondido entre las ruinas, sobreviviendo, haciendo guerrilla para ir ganando terreno. No se como demnios salimos vivos de allí y ganamos, pero mi hermano se marchó a Londres, a hacer la Alianza y yo quedé ayudando en Berlín, tuve un cierto reconocimiento allí, pero ya sabes que normalmente es para que quedes contento y no hagas nada que los pueda poner en evidencia y los quiten de enmedio, te conviertes aún más en marioneta. Tiempo más tarde, años, mi hermano me llama pidiéndome ayuda aquí.
Retrocedí de nuevo al camastro, necesitaba volver a descansar un poco. Estuve un buen rato sentado, recobrando también algo de aliento. El chico estaba interesado por las razones de que estuviera preso allí, no estaba muy seguro pero me lo imaginaba, así que tuve una risa un poco sarcástica.
- Probablemente porque soy el hermano menor del mandamás y quizás crean que pueden sacar algo de mi o conseguir algo si me tienen aquí, pero mi hermano me habrá dado por muerto hace tiempo o tampoco intentará nada, que sea su hermano no significa que vaya a pedir que tengan clemencia conmigo y hacer cualquier cosa por que me suelten, y si quieren información, no la tengo, mi hermano no me cuenta nada de sus planes o lo que va a ahcer, él solo manda. Como me mandó ir a buscar a ese dragón que se le escapó, misión en la cual me capturaron. Yo que tu tendría cuidado con él si lo encuentras, mató a toda su familia y mi hermano lo tuvo como mascota un buen tiempo, hasta que dejó de estar amaestrado. Y si tienes tiempo, preguntales a los tuyos por la guerra que hubo en berlín causada por magos renegados.
- Imaginate esto, tienes un padre que ha sido militar durante toda su vida y quiere que su descendendia siga sus pasos. Tiene un hijo, tu hermano mayor, pero sigue otros pasos, luego mucho mas tarde naces tu y tu padre pone en ti sus esperanzas, no sabes si es lo que te va a gustar, no piensas, solo actuas, lo vas llevando y lo consigues. Un ataque de magos rebeldes en tu ciudad, todo queda reducido a escombros, demonios y seres infernales por todas partes. Tu hermano esta comodamente en una oficina, protegido y te "ayuda" con su influencia y su dinero, pero tu estás al pie del cañón, escondido entre las ruinas, sobreviviendo, haciendo guerrilla para ir ganando terreno. No se como demnios salimos vivos de allí y ganamos, pero mi hermano se marchó a Londres, a hacer la Alianza y yo quedé ayudando en Berlín, tuve un cierto reconocimiento allí, pero ya sabes que normalmente es para que quedes contento y no hagas nada que los pueda poner en evidencia y los quiten de enmedio, te conviertes aún más en marioneta. Tiempo más tarde, años, mi hermano me llama pidiéndome ayuda aquí.
Retrocedí de nuevo al camastro, necesitaba volver a descansar un poco. Estuve un buen rato sentado, recobrando también algo de aliento. El chico estaba interesado por las razones de que estuviera preso allí, no estaba muy seguro pero me lo imaginaba, así que tuve una risa un poco sarcástica.
- Probablemente porque soy el hermano menor del mandamás y quizás crean que pueden sacar algo de mi o conseguir algo si me tienen aquí, pero mi hermano me habrá dado por muerto hace tiempo o tampoco intentará nada, que sea su hermano no significa que vaya a pedir que tengan clemencia conmigo y hacer cualquier cosa por que me suelten, y si quieren información, no la tengo, mi hermano no me cuenta nada de sus planes o lo que va a ahcer, él solo manda. Como me mandó ir a buscar a ese dragón que se le escapó, misión en la cual me capturaron. Yo que tu tendría cuidado con él si lo encuentras, mató a toda su familia y mi hermano lo tuvo como mascota un buen tiempo, hasta que dejó de estar amaestrado. Y si tienes tiempo, preguntales a los tuyos por la guerra que hubo en berlín causada por magos renegados.
Sigo al preso cómo camina de un lado a otro con la vista, sin moverme mucho de mi sitio, lo suficientemente lejos como para estar seguro, pero lo suficientemente cerca como para no parecer distante. Un término medio. Rechaza mi sugerencia de alimento. Supongo que debe ser razonable en alguien que está preso, lo mismo piensa que le voy a envenenar o algo. Pero ya tendrá hambre en algún momento o sed... no es plato de buen gusto que alguien se muera en tu casa, y más por inanición. Prosigue hablando, me cuenta su historia.
"Historias de hermanos menores" Me parece curioso porque, a pesar de que podría parecer que tendríamos que tener 100 similitudes no es para nada así y nuestras vidas son radicalmente diferentes. Su padre le obligaba a ser como él quería y el mío me dejó demasiada libertad. Él luchaba contra los magos y nosotros, precisamente, teníamos que defendernos de los blood keeper que querían acabar con nosotros por ser afines a la resistencia y retuvieron a mi hermana mayor, y a la alianza, que había secuestrado a mi madre para borrarle todos sus recuerdos. No conozco a su hermano, o al menos no soy consciente de quién es, pero bueno, una cara más -¿Por qué seguiste haciéndole caso? A tu hermano, digo. Precisamente obedecer sus órdenes ha sido lo que te ha metido en este lío... más o menos, ya sabes a qué me refiero. ¿Los de la Alianza seguís ciegamente a todos vuestros líderes aunque eso os lleve a, no sé, que te coma un dragón? Yo no digo que los míos sean los mejores del mundo, claro, pero al menos hay una parte que dijo "esto no está bien", y se alzó en armas. Así nació más o menos la Resistencia, que ya es casi la facción mayoritaria entre nuestra población...-
No estaba seguro, pero, bueno supongo que si una persona comparte parte de su experiencia vital, pues tú también puedes hacerlo. ¿no? Es como una especie de intercambio equivalente -Mi padre me sobreprotegía. Tanto que pensaba que él era un estorbo y un peligro para mi vida. Tanto que se fue. A buscar a mi madre a la cual vosotros secuestrasteis y borrasteis todos sus recuerdos para convertirla en una máquina de matar. El resto de mi tiempo de vida ha sido ir de un lado para otro, con distintos familiares, buscando el "mejor sitio" o el "menos peligroso". Supongo que habrán hecho bien su trabajo, estoy aquí, aunque a alguno le ha costado la razón-
Vuelve a moverse y aprovecho para sentarme yo también, al otro lado de los barrotes -No sé quién es tu hermano. Yo no te voy a sacar información, no soy útil para nadie... ¿qué pasó en Berlín?-
"Historias de hermanos menores" Me parece curioso porque, a pesar de que podría parecer que tendríamos que tener 100 similitudes no es para nada así y nuestras vidas son radicalmente diferentes. Su padre le obligaba a ser como él quería y el mío me dejó demasiada libertad. Él luchaba contra los magos y nosotros, precisamente, teníamos que defendernos de los blood keeper que querían acabar con nosotros por ser afines a la resistencia y retuvieron a mi hermana mayor, y a la alianza, que había secuestrado a mi madre para borrarle todos sus recuerdos. No conozco a su hermano, o al menos no soy consciente de quién es, pero bueno, una cara más -¿Por qué seguiste haciéndole caso? A tu hermano, digo. Precisamente obedecer sus órdenes ha sido lo que te ha metido en este lío... más o menos, ya sabes a qué me refiero. ¿Los de la Alianza seguís ciegamente a todos vuestros líderes aunque eso os lleve a, no sé, que te coma un dragón? Yo no digo que los míos sean los mejores del mundo, claro, pero al menos hay una parte que dijo "esto no está bien", y se alzó en armas. Así nació más o menos la Resistencia, que ya es casi la facción mayoritaria entre nuestra población...-
No estaba seguro, pero, bueno supongo que si una persona comparte parte de su experiencia vital, pues tú también puedes hacerlo. ¿no? Es como una especie de intercambio equivalente -Mi padre me sobreprotegía. Tanto que pensaba que él era un estorbo y un peligro para mi vida. Tanto que se fue. A buscar a mi madre a la cual vosotros secuestrasteis y borrasteis todos sus recuerdos para convertirla en una máquina de matar. El resto de mi tiempo de vida ha sido ir de un lado para otro, con distintos familiares, buscando el "mejor sitio" o el "menos peligroso". Supongo que habrán hecho bien su trabajo, estoy aquí, aunque a alguno le ha costado la razón-
Vuelve a moverse y aprovecho para sentarme yo también, al otro lado de los barrotes -No sé quién es tu hermano. Yo no te voy a sacar información, no soy útil para nadie... ¿qué pasó en Berlín?-
Tras un tiempo corto de vuelo, una desaparición forzada un desastroo aterrizaje, al menos llegaron en una pieza al castillo Black. Tuvo que esperar impacientemente a que Leila se le quitara de encima, que la tenía demasiado agarrada para poder bajarse o tumbarla. Al final habían logrado escapar y también transmitir todo lo que les fue necesario. Al menos todos habían podido dar un mensaje a la nación y se habían escuchado los disparos finales, dando eso testimonio de que los que iniciaban con el conflicto era siempre la Alianza.
Cuando Leila dejó de abrazarla tan férreamente, sintió por fin la punzada en el costado que le lastimaba. Se tocó, dándose cuenta de que la sangre había inundado su camiseta blanca, en el costado y también sobre el hombro, cercano al cuello. Bajó con mucho cuidado, pero al momento de pasar la pierna por encima de la motocicleta, perdió el equilibrio y cayó al suelo con el respectivo punzón de dolor que provocó la caída. Si al menos ambas balas estuvieran en el mismo lado del cuerpo...
Tardó un momento en recomponerse, tratando de relajarse por un momento para después levantarse, pero fue en vano.- Thalos... ¿Está bien? - Preguntó al verlo tan desfallecido y dado que aquel rayo parecía bastante fatal. Solo esperaba que aún estuvieran todos a tiempo para ver los frutos de lo que habían sembrado.
PS: 92-5 = 87
Cuando Leila dejó de abrazarla tan férreamente, sintió por fin la punzada en el costado que le lastimaba. Se tocó, dándose cuenta de que la sangre había inundado su camiseta blanca, en el costado y también sobre el hombro, cercano al cuello. Bajó con mucho cuidado, pero al momento de pasar la pierna por encima de la motocicleta, perdió el equilibrio y cayó al suelo con el respectivo punzón de dolor que provocó la caída. Si al menos ambas balas estuvieran en el mismo lado del cuerpo...
Tardó un momento en recomponerse, tratando de relajarse por un momento para después levantarse, pero fue en vano.- Thalos... ¿Está bien? - Preguntó al verlo tan desfallecido y dado que aquel rayo parecía bastante fatal. Solo esperaba que aún estuvieran todos a tiempo para ver los frutos de lo que habían sembrado.
PS: 92-5 = 87
La huida no pudo ser más caótica. Hubiese deseado insultar a Johan por llamarme pesado suiciida y mencionar a Erika, pero tuve que joderme siendo un peso muerto sobre la moto. Era bastante frustrante pero las cosas sucedieron rápido y pese a los disparos logramos huir por la ventana. Lo cierto es que yo no veía una mierda en mi posición pero juraría que en la huida habían alcanzado a Johan.
Luego vino el odioso ( y milagroso) teletransporte. El aterrizaje no fue suave y cuando vyka se bajó (y se cayó) la moto no tardó en volcarse hacia un lado y caer con todos los que aún siguiesemos encima, entre los cuales me incluyo por mi imposibilidad para moverme. Asi que me quedé tirado en el suelo de lado, con una pierna dolorosamente aplastada por la moto, y habiéndome llevado una hostia en la sien al no poder moverme para al menos proteger mi cabeza.
"Que si estoy bien? Me cago en la puta, victorya! Esto es culpa de Johan por no poner el caballete..."
No podía hablar, a decir verdad, la parálisis no me dejaba. Cerré los ojos, un tanto mareado. Pero a decir verdad necesitaba desesperadamente enterarme de que había ocurrido a los demás y de que habría pasado con nuestro mensaje. Aunque quizá era más importante dejar de desangrarse primero.
---
79 ps
Post 1/5
Luego vino el odioso ( y milagroso) teletransporte. El aterrizaje no fue suave y cuando vyka se bajó (y se cayó) la moto no tardó en volcarse hacia un lado y caer con todos los que aún siguiesemos encima, entre los cuales me incluyo por mi imposibilidad para moverme. Asi que me quedé tirado en el suelo de lado, con una pierna dolorosamente aplastada por la moto, y habiéndome llevado una hostia en la sien al no poder moverme para al menos proteger mi cabeza.
"Que si estoy bien? Me cago en la puta, victorya! Esto es culpa de Johan por no poner el caballete..."
No podía hablar, a decir verdad, la parálisis no me dejaba. Cerré los ojos, un tanto mareado. Pero a decir verdad necesitaba desesperadamente enterarme de que había ocurrido a los demás y de que habría pasado con nuestro mensaje. Aunque quizá era más importante dejar de desangrarse primero.
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La caótica huida de la torre pudo haber salido muy mal, sobre todo teniendo en cuenta el disparo final de Morgana, un disparo que iba claramente a matar. No sólo me habría matado a mí, sino también al resto, pues hubiésemos caído todos desde gran altura. Por suerte Victorya evitó males mayores protegiéndome con sus sombras, con lo cual el disparo no me atravesó la cabeza, sino el hombro. Me costó mantener así el control de la moto, llegando a descender en caída libre algunos metros antes de poder remontar. Si Victorya no nos hubiese desaparecido no creo que hubiese aguantado así el trayecto entero. Respiro hondo cuando por fin tocamos suelo en el portón de entrada al castillo Black, alegrándome más que nunca de ver este ruinoso castillo ante mí.
- Joder...por un momento pensé que no lo contábamos. Pero creo que hemos salido más o menos enteros. ¿Podéis moveros todos? quitando Draven... - Casi se me cae Thalos al suelo en el momento disparo, como peso muerto que era. Con esto de tener la adrenalina a tope resulta que se me olvida poner el caballete de la moto para bajar, así que ésta se vuelca hacia un lado con todos los que aún seguimos montados en ella, Thalos incluido. - ARGG..- gruño tirado en el suelo, volviendo a ponerme en pie como buenamente puedo, levantando también la moto para que deje de aplastar al resto. Después la guardo en la cápsula de nuevo, aunque lo cierto es que debería ponerle un altar a la moto de mi padre por la de veces que nos ha sacado de líos. No me extraña que Reiv le ponga ojitos a la moto, seguro que también querría tener una así. Levanto a Thalos del suelo, volviendo a colocar uno de sus brazos sobre uno de mis hombros, el que no está tocado. Así atravesamos la entrada del castillo, dirigiéndonos los cuatro al salón principal en el que está la chimenea. - Draven estará bien pronto, creo. Esas pistolas tienen otra función que sirve para paralizar, dura varios minutos. Todavía me queda poción de díctamo, pero me parece que vamos a necesitar un sanador en condiciones. - Dejo a Thalos sobre uno de los sofás en cuanto llego allí, dejándome caer yo mismo en otro de los sillones. Todavía tengo el corazón acelerado por la batalla, la huida y lo que acabamos de hacer. Echo la cabeza hacia atrás para apoyarla en el respaldo del sillón, mirando al techo.
- Necesito saber si ha habido ya reacción al mensaje. ¿Qué creéis que habrá pasado? la Alianza estará furiosa, eso está claro. Lo que me interesa es la gente. - mis compañeros habían hablado de manera contundente y clara, diciendo verdades a la cara de todos a pesar de que puedan resultar molestas. De repente me acuerdo de mi ahijado, al que dejé aquí antes de irme. - ¿Justin? ¿estás por ahí? ya hemos vuelto. - alzo la voz para hacerme oír en caso de que esté en habitaciones cercanas. Más le vale no haberse escapado de casa.
----------------------
daño: 83 - ( 31 Vic + 15 stat defensa física)= 37
PS: 150 - 37= 113 (sangrado fuerte en siguiente post)
- Joder...por un momento pensé que no lo contábamos. Pero creo que hemos salido más o menos enteros. ¿Podéis moveros todos? quitando Draven... - Casi se me cae Thalos al suelo en el momento disparo, como peso muerto que era. Con esto de tener la adrenalina a tope resulta que se me olvida poner el caballete de la moto para bajar, así que ésta se vuelca hacia un lado con todos los que aún seguimos montados en ella, Thalos incluido. - ARGG..- gruño tirado en el suelo, volviendo a ponerme en pie como buenamente puedo, levantando también la moto para que deje de aplastar al resto. Después la guardo en la cápsula de nuevo, aunque lo cierto es que debería ponerle un altar a la moto de mi padre por la de veces que nos ha sacado de líos. No me extraña que Reiv le ponga ojitos a la moto, seguro que también querría tener una así. Levanto a Thalos del suelo, volviendo a colocar uno de sus brazos sobre uno de mis hombros, el que no está tocado. Así atravesamos la entrada del castillo, dirigiéndonos los cuatro al salón principal en el que está la chimenea. - Draven estará bien pronto, creo. Esas pistolas tienen otra función que sirve para paralizar, dura varios minutos. Todavía me queda poción de díctamo, pero me parece que vamos a necesitar un sanador en condiciones. - Dejo a Thalos sobre uno de los sofás en cuanto llego allí, dejándome caer yo mismo en otro de los sillones. Todavía tengo el corazón acelerado por la batalla, la huida y lo que acabamos de hacer. Echo la cabeza hacia atrás para apoyarla en el respaldo del sillón, mirando al techo.
- Necesito saber si ha habido ya reacción al mensaje. ¿Qué creéis que habrá pasado? la Alianza estará furiosa, eso está claro. Lo que me interesa es la gente. - mis compañeros habían hablado de manera contundente y clara, diciendo verdades a la cara de todos a pesar de que puedan resultar molestas. De repente me acuerdo de mi ahijado, al que dejé aquí antes de irme. - ¿Justin? ¿estás por ahí? ya hemos vuelto. - alzo la voz para hacerme oír en caso de que esté en habitaciones cercanas. Más le vale no haberse escapado de casa.
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daño: 83 - ( 31 Vic + 15 stat defensa física)= 37
PS: 150 - 37= 113 (sangrado fuerte en siguiente post)
El vuelo se me hizo eterno, entre que Morgana casi nos hace caer, la caída en picada, la remontada, el teletransporte y el aterrizaje forzoso, cero que le deje marcas en la cintura a Victorya. En el vuelco final yo ni me moví, tenía la moto sobre la pierna pero no sentía nada, no era consciente de ella. Frente mío tenía a Johan y escuché su voz y la de Victorya pero no les entendí una palabra. Estaba aturdida. Cuando Johan levantó la moto, yo no me levanté con ella, me quedé ahí en el suelo. De a poco mi cuerpo se fué relajando y me extendí boca arriba en el suelo de la salida del castillo. Me moví temblorosa y me quité el casco de a poco, luego le siguieron los guantes y por último me saqué la parte superior de la armadura dejándolo todo a un lado junto con el rifle, me quedé con los pantalones. Despacio me dí vuelta y, con los brazos temblando, me levanté. Ví que mi antebrazo estaba sangrando así que me arremangué lentamente la manga izquierda de mi camisa negra hasta dejar la herida a la vista. Luego alcancé a ver a Victorya también tirada en el suelo. En un suelo de madera... Estábamos en un puente que llevaba a un ruinoso castillo ¿Acaso Victorya era imbécil o se hacía?¿Qué parte de Hospital es la que no era clara? Algo tambaleante todavía me dirigí hacia ella, podía sentir cada músculo de mi cuerpo tenso. Me incliné despacio hacia ella y la agarré de las accilas para incorporarla, luego la agarré con las dos manos del cuello aprisionandoselo y la incliné sobre el borde del puente.
-Tu quieres matarnos.- Mi voz sonaba rasgada, como si estuviera rugiendo mientras hablaba. Mis ojos estaban desorbitados y muy abiertos. Apreté más la garganta de Victorya hasta que me impaciente porque tardaba mucho en morir y la lancé con todas mis fuerzas hacia la entrada del castillo, en dirección al salón principal. La seguí con pasos temblorosos, cuando entré al salón tuve que sostenerme en una pared. Escuche a Johan hablar de pociones y sanadores y eso me dió un repentino y estruendoso ataque de risa también habló de otras cosas, pero mi reacción se retrasa hasta después de que empiece a llamar a alguien.
-LES TENGO UNA ADIVINANZA- Dije aun sosteniéndome de la pared. -¿DÓNDE HAY MÉDICOS?- Y retome mi risa empezándola en un volumen bajo para luego ir aumentándola, terminando en una risa psicótica. -¡EN UN HOSPITAL!- Y volví a estallar en risotadas para terminar de rodillas en el suelo en el rincón contrario a los sofás en donde todos estaban. Mi risa de a poco se convirtió en sollozos y me fui moviendo hasta quedar en posición fetal en el rincón, dándole la espalda a todos. Mi pecho se movía de manera irregular por las inspiraciones bruscas, entrecortadas, seguidas de una espiración. En ese momento empecé a pensar a quién podría pedir ayuda y Lykaios aparecio en mi mente así que todavía temblorosa tomé la moneda comunicadora del cinturón para enviarle un críptico mensaje. Esperaba que pudiera venir, él me entendería por la similitud de nuestras razas y si traía a Ares, Cleopatra o Emily, mucho mejor, me sentiría más tranquila rodeada por gente conocida.
-¿Dó nde ha y u una ca cama? Ne ece sito e estar so ola.- Fué lo que alcancé a decir entre suaves sollozos.
-Tu quieres matarnos.- Mi voz sonaba rasgada, como si estuviera rugiendo mientras hablaba. Mis ojos estaban desorbitados y muy abiertos. Apreté más la garganta de Victorya hasta que me impaciente porque tardaba mucho en morir y la lancé con todas mis fuerzas hacia la entrada del castillo, en dirección al salón principal. La seguí con pasos temblorosos, cuando entré al salón tuve que sostenerme en una pared. Escuche a Johan hablar de pociones y sanadores y eso me dió un repentino y estruendoso ataque de risa también habló de otras cosas, pero mi reacción se retrasa hasta después de que empiece a llamar a alguien.
-LES TENGO UNA ADIVINANZA- Dije aun sosteniéndome de la pared. -¿DÓNDE HAY MÉDICOS?- Y retome mi risa empezándola en un volumen bajo para luego ir aumentándola, terminando en una risa psicótica. -¡EN UN HOSPITAL!- Y volví a estallar en risotadas para terminar de rodillas en el suelo en el rincón contrario a los sofás en donde todos estaban. Mi risa de a poco se convirtió en sollozos y me fui moviendo hasta quedar en posición fetal en el rincón, dándole la espalda a todos. Mi pecho se movía de manera irregular por las inspiraciones bruscas, entrecortadas, seguidas de una espiración. En ese momento empecé a pensar a quién podría pedir ayuda y Lykaios aparecio en mi mente así que todavía temblorosa tomé la moneda comunicadora del cinturón para enviarle un críptico mensaje. Esperaba que pudiera venir, él me entendería por la similitud de nuestras razas y si traía a Ares, Cleopatra o Emily, mucho mejor, me sentiría más tranquila rodeada por gente conocida.
-¿Dó nde ha y u una ca cama? Ne ece sito e estar so ola.- Fué lo que alcancé a decir entre suaves sollozos.
Apareci en la entrada del castillo Black junto con Cleo, aquel lugar seguia siendo tan inhabitable como siempre.
-Brrr, los pelos como escarpias eh? Estos Black no tenian gusto ninguno. Mira nuestro barco, sin embargo....
"que te vas por las ramas"
Solté a Cleo y husmeé el ambiente. Mi fino olfato captó rapido el olor de gente conocida. Leila, sobre todo. Y Johan tambien.
- Uff, mucha sangre...
Eso tambien. Avancé con el movil en una mano todavia, la llamada activa. El altavoz de manos libres activado. Se escuchaban aun las frases que se habian ido montando, y mientras avanzaba guiado por el oido y el olfato a la sala en la que creia estaban leila y los que habian solicitado ayuda, me puse a corear con ellos en voz alta, de modo que seguramente los que estaban esperandonos nos oirian llegar mucho antes de vernos.
-EAMON, CABRON, SALUDA A LA NACION! ANDREAS, BARRIOBAJERAS! EAMON, MAMON, ABAJO LA OPRESION! ESTA GUERRA ES VUESTRA, NO NUESTRA!!!
Total, que me vine arriba. Y cuando entré a la sala donde estaban Johan, Leila, etc etc, pese a que alli habia un ambiente tenso de mierda y estaban todos con heridas, yo entré deslumbrante y sonriendo, con el telefono movil en alto, para que los alli presentes pudiesen escuchar lo que habian logrado, deteniendome en el marco de la puerta para crear mayor momentum.
- Sois putos heroes. Mirad lo que habeis hecho. Londres se manifiesta. - miré a Thalos que estaba tumbado en un sofa, totalmente desmadejado y cubierto de sangre. - Ahora no os muráis, cabrones.
Dejé el telefono sobre una mesita pero recordando antes a mi compañero. - Imram! estoy con los artifices de todo eso. No cuelgues! Cleo...estás lista? Yo necesito agua, Johan. Teneis algun pozo por aqui? - husmeé el ambiente. Olia a sangre pero tambien a agua. Sabia que debia haber algo cerca que pudiese usar para curarlos.
Intenté localizar a leila con la mirada, y la vi hecha un gazapo en un rincon de la sala...temblaba...estaba de los nervios, ademas de herida. Me acerqué a ella , estaba acurrucada de espaldas a todos. No la toqué pero le hablé con un tono de voz que no era imperioso, pero si firme y confiado, agachándome frente a ella, extendiendole mi mano para que en caso de querer, pudiera tomarla para incorporarse
-Leila... que haces ahi escondida? Habeis hecho historia. Mírame a la cara....
-Brrr, los pelos como escarpias eh? Estos Black no tenian gusto ninguno. Mira nuestro barco, sin embargo....
"que te vas por las ramas"
Solté a Cleo y husmeé el ambiente. Mi fino olfato captó rapido el olor de gente conocida. Leila, sobre todo. Y Johan tambien.
- Uff, mucha sangre...
Eso tambien. Avancé con el movil en una mano todavia, la llamada activa. El altavoz de manos libres activado. Se escuchaban aun las frases que se habian ido montando, y mientras avanzaba guiado por el oido y el olfato a la sala en la que creia estaban leila y los que habian solicitado ayuda, me puse a corear con ellos en voz alta, de modo que seguramente los que estaban esperandonos nos oirian llegar mucho antes de vernos.
-EAMON, CABRON, SALUDA A LA NACION! ANDREAS, BARRIOBAJERAS! EAMON, MAMON, ABAJO LA OPRESION! ESTA GUERRA ES VUESTRA, NO NUESTRA!!!
Total, que me vine arriba. Y cuando entré a la sala donde estaban Johan, Leila, etc etc, pese a que alli habia un ambiente tenso de mierda y estaban todos con heridas, yo entré deslumbrante y sonriendo, con el telefono movil en alto, para que los alli presentes pudiesen escuchar lo que habian logrado, deteniendome en el marco de la puerta para crear mayor momentum.
- Sois putos heroes. Mirad lo que habeis hecho. Londres se manifiesta. - miré a Thalos que estaba tumbado en un sofa, totalmente desmadejado y cubierto de sangre. - Ahora no os muráis, cabrones.
Dejé el telefono sobre una mesita pero recordando antes a mi compañero. - Imram! estoy con los artifices de todo eso. No cuelgues! Cleo...estás lista? Yo necesito agua, Johan. Teneis algun pozo por aqui? - husmeé el ambiente. Olia a sangre pero tambien a agua. Sabia que debia haber algo cerca que pudiese usar para curarlos.
Intenté localizar a leila con la mirada, y la vi hecha un gazapo en un rincon de la sala...temblaba...estaba de los nervios, ademas de herida. Me acerqué a ella , estaba acurrucada de espaldas a todos. No la toqué pero le hablé con un tono de voz que no era imperioso, pero si firme y confiado, agachándome frente a ella, extendiendole mi mano para que en caso de querer, pudiera tomarla para incorporarse
-Leila... que haces ahi escondida? Habeis hecho historia. Mírame a la cara....
Cuando la motocicleta salió de encima suyo, por fin pudo respirar como era debido. Tuvo que hacer un esfuerzo monumental por olvidar el dolor que parecía haber calado en cada célula de su cuerpo. Eran las desventajas de haber nacido en una familia adinerada: no estaba acostumbrada, ni al dolor ni a malos tratos. Aunque a los últimos los sabía manejar mejor que a los primeros.
Trató de descansar ahí, a la luz de las pocas estrellas que había. La noche era demasiado oscura y no sabía en que porcentaje se debía a que las sombras siempre le opacaban las cosas bonitas. Le pareció muy extraño sentirse levantada, pero cuando abrió los ojos y vio el rostro molesto de quien la 'ayudaba' supo de inmediato que las cosas no iban por ahí. Sintió cada dedo marcarse en su cuello y la presión que hacían sus pulmones por respirar. La necesidad era demasiado imperiosa, y aunque trató de patalear y quitarla, ella estaba menos maltrecha. La jodida no había hecho nada y por eso tenía más energía. No le tenía miedo, pero es que era idiota por creer que le temería a las alturas o a la oscuridad. Se le olvidaba que podía desaparecerse... "Afortunadamente", la soltó antes de tener la necesidad. Pero no solo eso, aún tuvo fuerzas para tirarla dentro del salón. Y como la ley de Murphy era poderosa, cayó primero con las costillas donde la bala había golpeado. Rodó un par o tres de veces por el suelo, soltando un grito de rabia. Estuvo a punto de increparla por tener demasiada energía que quemar aún cuando el resto estaban por desfallecer. No había sido tan útil como creyó. Maldita psicópata. Se hincó con las rodillas y una mano, era peligroso darle la espalda a la rubia, sobre todo en el estado tan exhaltado en el que se encontraba.
Creó una nueva daga. Esta vez, la arrojó con su propia mano, con todas sus fuerzas, sin intermediarios, directo a la garganta. Pero la estúpida se movió por suerte en el momento justo y solo le dio un pequeño corte de cabello antes de que se soltara a llorar como una idiota. Si creía que eso amedrantaría el hecho de que trató de matarla, no sería así. Colocó una rodilla frente a la otra en busca de estabilidad, con una mano en las costillas y otra al frente. Si bien no gritó, pues lo sentía imposible después de haber sido ahorcada, sus palabras fueron de lo más duras.- ¿QUÉ TE CREES? ¡ES LA SEGUNDA LA SEGUNDA LA SEGUNDA VEZ QUE ME ATACAS! ¡NO TE HA BASTADO CON METERTE CON MI FAMILIA, CONMIGO, CON MIS MALDICIONES, CON MIS DECISIONES QUE TE SALVARON LA VIDA, MALAGRADECIDA! ¡MIENTRAS JUGABAS Y TE ROBABAS QUIEN SABE QUÉ... Y CON QUE CASI ARRUINAS NUESTRO PLAN DEJANDO QUE TU AMIGUITA SE QUEDARA! AHORA MISMO ME ENCARGARÉ DE QUE NO TENGAS UNA TERCERA OCASIÓN, ASÍ QUE MÁTAME AHORA O ATENTE A TU DESTINO.- Trató de levantarse, pero la debilidad le superó y tropezó, de nuevo de rodillas, de nuevo con una mano en el abdomen y otra en el suelo, esta vez dejando también la frente en el suelo mientras trataba de reunir fuerzas para que le dejara de importar el dolor. No supo cuando llegó Lykaios, ni la otra chica, que probablemente alcanzaron a ver la deplorable escena. No supo de nadie excepto de los sollozos de la chica, que le parecieron estúpidos, y de su propia existencia.- Si me tengo que cuidar de la Alianza y ahora también de ti, de tus ataques y de tu corta visión, prefiero eliminarte ahora mismo.
PS = 87 - 5 = 82
Trató de descansar ahí, a la luz de las pocas estrellas que había. La noche era demasiado oscura y no sabía en que porcentaje se debía a que las sombras siempre le opacaban las cosas bonitas. Le pareció muy extraño sentirse levantada, pero cuando abrió los ojos y vio el rostro molesto de quien la 'ayudaba' supo de inmediato que las cosas no iban por ahí. Sintió cada dedo marcarse en su cuello y la presión que hacían sus pulmones por respirar. La necesidad era demasiado imperiosa, y aunque trató de patalear y quitarla, ella estaba menos maltrecha. La jodida no había hecho nada y por eso tenía más energía. No le tenía miedo, pero es que era idiota por creer que le temería a las alturas o a la oscuridad. Se le olvidaba que podía desaparecerse... "Afortunadamente", la soltó antes de tener la necesidad. Pero no solo eso, aún tuvo fuerzas para tirarla dentro del salón. Y como la ley de Murphy era poderosa, cayó primero con las costillas donde la bala había golpeado. Rodó un par o tres de veces por el suelo, soltando un grito de rabia. Estuvo a punto de increparla por tener demasiada energía que quemar aún cuando el resto estaban por desfallecer. No había sido tan útil como creyó. Maldita psicópata. Se hincó con las rodillas y una mano, era peligroso darle la espalda a la rubia, sobre todo en el estado tan exhaltado en el que se encontraba.
Creó una nueva daga. Esta vez, la arrojó con su propia mano, con todas sus fuerzas, sin intermediarios, directo a la garganta. Pero la estúpida se movió por suerte en el momento justo y solo le dio un pequeño corte de cabello antes de que se soltara a llorar como una idiota. Si creía que eso amedrantaría el hecho de que trató de matarla, no sería así. Colocó una rodilla frente a la otra en busca de estabilidad, con una mano en las costillas y otra al frente. Si bien no gritó, pues lo sentía imposible después de haber sido ahorcada, sus palabras fueron de lo más duras.- ¿QUÉ TE CREES? ¡ES LA SEGUNDA LA SEGUNDA LA SEGUNDA VEZ QUE ME ATACAS! ¡NO TE HA BASTADO CON METERTE CON MI FAMILIA, CONMIGO, CON MIS MALDICIONES, CON MIS DECISIONES QUE TE SALVARON LA VIDA, MALAGRADECIDA! ¡MIENTRAS JUGABAS Y TE ROBABAS QUIEN SABE QUÉ... Y CON QUE CASI ARRUINAS NUESTRO PLAN DEJANDO QUE TU AMIGUITA SE QUEDARA! AHORA MISMO ME ENCARGARÉ DE QUE NO TENGAS UNA TERCERA OCASIÓN, ASÍ QUE MÁTAME AHORA O ATENTE A TU DESTINO.- Trató de levantarse, pero la debilidad le superó y tropezó, de nuevo de rodillas, de nuevo con una mano en el abdomen y otra en el suelo, esta vez dejando también la frente en el suelo mientras trataba de reunir fuerzas para que le dejara de importar el dolor. No supo cuando llegó Lykaios, ni la otra chica, que probablemente alcanzaron a ver la deplorable escena. No supo de nadie excepto de los sollozos de la chica, que le parecieron estúpidos, y de su propia existencia.- Si me tengo que cuidar de la Alianza y ahora también de ti, de tus ataques y de tu corta visión, prefiero eliminarte ahora mismo.
PS = 87 - 5 = 82
79-5= 74 PS
Post 2/5
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Me quedé tirado sobre el sofa donde Johan me tiró, aun con el ojo cerrado. Que mala pata que la paralisis no resultase tambien anestesica. Aun no sentia ni un poco remitir la rigidez de mis musculos ni la imposibilidad de que obedeciesen a mi cerebro... al menos seguia respirando, aunque de modo muy leve.
Tuve que aguantarme los gritos, los dramas y las histerias de las señoritas, si es que se las podia llamar asi, joder. Si estuviera en condiciones me habria cagado vivo en ambas por ponerse a gritarse y pelearse ahora o incluso algun cate hubiese soltado, ademas, que me parecio que se estaban intentando atacar y todo. Tosí un poco, una reaccion no controlada por el cerebro, para librarse de la sangre que obstruia las vias respiratorias o la propia garganta.
"uff y ahora se pone a llorar y la otra a decirle que se la cargue...draaaaaaamaaa....venga hombre...como tienen la puta adrenalina"
"eso me hace falta a mi"
"venga coño Leila, no se supone que serviste en el ejercito? Un soldado no se comporta asi"
Bueno, el lado positivo de estar paralizado era que no me tocaba a mi encargarme de parar la pelea. Todo tuyo, Johan. Pero no pueden dejar de gritar? O si no el loco del knox gritando cosas .... Me habia rodeado de una panda de locos. Empecé a sentir sueño, pese a lo movidito que estaba todo alrededor, y pese al dolor. Supuse que la falta de oxigeno no ayudaba mucho.
Post 2/5
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Me quedé tirado sobre el sofa donde Johan me tiró, aun con el ojo cerrado. Que mala pata que la paralisis no resultase tambien anestesica. Aun no sentia ni un poco remitir la rigidez de mis musculos ni la imposibilidad de que obedeciesen a mi cerebro... al menos seguia respirando, aunque de modo muy leve.
Tuve que aguantarme los gritos, los dramas y las histerias de las señoritas, si es que se las podia llamar asi, joder. Si estuviera en condiciones me habria cagado vivo en ambas por ponerse a gritarse y pelearse ahora o incluso algun cate hubiese soltado, ademas, que me parecio que se estaban intentando atacar y todo. Tosí un poco, una reaccion no controlada por el cerebro, para librarse de la sangre que obstruia las vias respiratorias o la propia garganta.
"uff y ahora se pone a llorar y la otra a decirle que se la cargue...draaaaaaamaaa....venga hombre...como tienen la puta adrenalina"
"eso me hace falta a mi"
"venga coño Leila, no se supone que serviste en el ejercito? Un soldado no se comporta asi"
Bueno, el lado positivo de estar paralizado era que no me tocaba a mi encargarme de parar la pelea. Todo tuyo, Johan. Pero no pueden dejar de gritar? O si no el loco del knox gritando cosas .... Me habia rodeado de una panda de locos. Empecé a sentir sueño, pese a lo movidito que estaba todo alrededor, y pese al dolor. Supuse que la falta de oxigeno no ayudaba mucho.
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PS: 113 - 5= 108
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A la chica de la Brigada no parecía haberle sentado nada bien todo el asunto de la huida, la caída en picado y la desaparición. Desde que habíamos llegado al castillo estaba alterada y con los nervios destrozados, llegando incluso a agredir a Victorya antes de que entrásemos. Una vez dentro tampoco se tranquiliza, llegando a un estado en el que no la había visto en toda la noche, a pesar de todo lo que llevamos pasado. Tal vez sea eso, que ha llegado a su límite por hoy. - Leila, calma. Hemos salido vivos, es lo único que importa. Deja en paz a Victorya, ella no te ha hecho nada. Encontraremos sanadores que puedan venir aquí, conocemos unos cuantos...pronto podrás descansar- Al menos tres, que recuerde ahora. Anteia fue la enfermera oficial de la Resistencia durante bastante tiempo, y también podríamos avisar a Chloe Hacksaw, que ha aprendido bastante estos últimos tiempos. Se me ocurre también que podemos avisar a Juliet, aunque hace tiempo que no sé nada de ella. Supongo que estará por ahí con Reiv. Me quito con dificultad la cazadora que llevaba puesta, la cual se ha destrozado por la parte del hombro por culpa del ataque de la ejecutora. La sangre ha empapado ya parte de la camiseta, así que presiono un poco con la mano para que fluya más despacio. Me levanto del sofá para ir hacia Leila cuando ella se va a un rincón en posición de trauma, aunque me detengo a medio camino ante la entrada en escena de Lykaios y su otra compañera. Lo miro expectante unos segundos, sintiendo una especie de orgullo por los ciudadanos de Londres que han decidido salir a manifestarse.
- ¿Lo dices en serio? ¿la gente se está atreviendo a salir? - sonrío a pesar del cansancio y de estar herido, la noticia que acaba de traer es la mejor de todas. - Tendrás que contarme todo cuando sea el momento, necesito saber lo que está pasando. - la noticia se la debe haber dado Imram, con el cual estaba hablando a juzgar por lo que dice cuando deja el teléfono en la mesa. Lo miro extrañado cuando dice lo del pozo, aunque no hago preguntas porque seguro que tiene una finalidad. - Hay uno en el patio interior que está al final de este pasillo. - señalo el pasillo que sale del salón, acercándome después a Thalos que parece estar cada vez peor. - Pero lo primero que necesitamos son sanadores, Draven es el que ha salido peor parado. - Lykaios se acerca después a su compañera Leila, que supongo que ha sido la que le ha avisado de que estamos aquí y necesitamos ayuda. - Lleva así desde que llegamos. - explico un instante antes de que Victorya estalle contra ella, poniéndose de una manera en que no la había visto nunca. Verla fuera de sí y gritando es algo completamente nuevo para mí, por eso me sorprende tanto la reacción que toma con Leila. Estas dos no han empezado con buen pie, y la situación se está yendo de las manos. - Pero qué cojones...¡dejadlo ya! no es momento para pelearse por malentendidos de la batalla, no tiene sentido. - camino hacia Victorya por si le da por lanzarse contra Leila para atacarla, la cual espero que sea sujetada por Lykaios si le da por responder a las amenazas y provocaciones de Victorya. Me agacho para ayudarla a levantarse del suelo y llevarla a otro sofá, mirándola con cara de estar alucinando.
"los más callados son los más psicópatas siempre"
La llamada de Leila nos lleva, gracias a la desaparición de Lykaios, a la mansión Black. Como dice él, la verdad es que la casa desprende un aura como siniestra y oscura, ¿será por eso lo de "Black"? No estoy segura, pero es verdad que me incomoda. -Nuestro barco es mucho mejor, sin lugar a dudas, al menos se siente acogedor...- Sonrío junto a él cuando se escuchan los gritos de la gente al otro lado del auricular y entramos en la casa donde Lykaios les felicita.
Pero la situación parece estar muy crispada cuando llegamos, pues una mujer morena increpa a Leila su valoración de sus decisiones y que si la mate y no sé cuantas cosas más. La verdad es que es un espectáculo bastante dantesco entre el paralizado, la rubia llorando, el moreno sangrando y la otra al borde del ataque de la psicopatía. Como Lyka ha ido a calmar a Leila creo que lo más conveniente es ocuparse de la mujer morena, increpando a Johan por gritar y alterar más la situación -Oye, basta ya- Le ordeno. No levanto la voz, no me hace falta -Las cosas están mal y perdiendo los nervios no vamos a llegar a nada. Oye, soy Cleopatra, ¿y tú?. Tranquila, ¿vale? No sé qué ha pasado entre vosotras pero quizás lo mejor sea respirar y tomárnoslo todos con más calma- Me siento cerca de la mujer morena, enfrente, poniéndole un brazo sobre el hombro para intentar que se calmara. No está sola. -Yo tengo nociones de medimagia. Puedo ayudaros, pero necesito que os tranquilicéis. Me vendría genial que os sentarais y me dijeseis qué males tenéis- Me pongo de pie sin alejarme de Victorya -Supongo que él es Draven- "Y sí, tiene muy mala pinta"-Lykaios, por favor, si a Leila le da otro ataque de nervios necesito que te la lleves a otra habitación-
-Vale. Vamos a hacer una cosa- Cojo aire y conjuro unas vendas. No hay que perder la calma, pero tampoco hay que perder el tiempo. Hablo con la chica claro, sin alzar la voz, despacio para que me entienda -Necesito que comprimas estas vendas sobre tu herida del hombro. No tardaré, pero voy a intentar frenar los daños de Draven- En realidad las herida más peligrosa podría ser las del tórax, pero puede hablar y gritar y no se ha quejado, lo que significa que no tiene ninguna herida de gravedad a nivel pulmonar, a pesar del sangrado tan aparatoso. Le coloco las vendas sobre la herida del hombro, y le ayudo para que ella misma pueda hacerlo también, esperando que de esta forma se calme un poco. -Tú estás mejor, ayúdame, por favor- Le digo a Johan. No sé cómo se llama de modo que solo me puedo referir a él como tú. Nuevamente conjuro las vendas al lado de Thalos y le indico a Johan cómo tiene que hacerlo. La idea es que él alce el brazo del paralizado mientras comprime su herida y yo me encargo de la del abdomen, que por supuesto va a ser la más jodida. Aprieto con relativa fuerza mientras canalizo magia a través de mi mano a su herida. La idea es sanar la herida del abdomen para ocuparme luego de la del brazo. La parálisis puede esperar, no sé si podré curárselo con mi nivel de primeros auxilios
"Están machacados..." Intento apartar todos los pensamientos negativos de mi mente para centrarme todo lo que puedo en la persona que tengo delante, y en lo que tendré que hacer después con los demás.
-¿Te duele mucho?- Le pregunto a Johan mientras me ayuda, esperando que siga con los brazos en alto. Mientras sigo con Thalos conjuro una pequeña venda que se oprime alrededor de la herida de Johan, que aparentemente es el que menos grave está de todos.
--------
Sanación a Thalos: 10 (habilidad) +5 (canalizador) +20 (dados) = 35
Pero la situación parece estar muy crispada cuando llegamos, pues una mujer morena increpa a Leila su valoración de sus decisiones y que si la mate y no sé cuantas cosas más. La verdad es que es un espectáculo bastante dantesco entre el paralizado, la rubia llorando, el moreno sangrando y la otra al borde del ataque de la psicopatía. Como Lyka ha ido a calmar a Leila creo que lo más conveniente es ocuparse de la mujer morena, increpando a Johan por gritar y alterar más la situación -Oye, basta ya- Le ordeno. No levanto la voz, no me hace falta -Las cosas están mal y perdiendo los nervios no vamos a llegar a nada. Oye, soy Cleopatra, ¿y tú?. Tranquila, ¿vale? No sé qué ha pasado entre vosotras pero quizás lo mejor sea respirar y tomárnoslo todos con más calma- Me siento cerca de la mujer morena, enfrente, poniéndole un brazo sobre el hombro para intentar que se calmara. No está sola. -Yo tengo nociones de medimagia. Puedo ayudaros, pero necesito que os tranquilicéis. Me vendría genial que os sentarais y me dijeseis qué males tenéis- Me pongo de pie sin alejarme de Victorya -Supongo que él es Draven- "Y sí, tiene muy mala pinta"-Lykaios, por favor, si a Leila le da otro ataque de nervios necesito que te la lleves a otra habitación-
-Vale. Vamos a hacer una cosa- Cojo aire y conjuro unas vendas. No hay que perder la calma, pero tampoco hay que perder el tiempo. Hablo con la chica claro, sin alzar la voz, despacio para que me entienda -Necesito que comprimas estas vendas sobre tu herida del hombro. No tardaré, pero voy a intentar frenar los daños de Draven- En realidad las herida más peligrosa podría ser las del tórax, pero puede hablar y gritar y no se ha quejado, lo que significa que no tiene ninguna herida de gravedad a nivel pulmonar, a pesar del sangrado tan aparatoso. Le coloco las vendas sobre la herida del hombro, y le ayudo para que ella misma pueda hacerlo también, esperando que de esta forma se calme un poco. -Tú estás mejor, ayúdame, por favor- Le digo a Johan. No sé cómo se llama de modo que solo me puedo referir a él como tú. Nuevamente conjuro las vendas al lado de Thalos y le indico a Johan cómo tiene que hacerlo. La idea es que él alce el brazo del paralizado mientras comprime su herida y yo me encargo de la del abdomen, que por supuesto va a ser la más jodida. Aprieto con relativa fuerza mientras canalizo magia a través de mi mano a su herida. La idea es sanar la herida del abdomen para ocuparme luego de la del brazo. La parálisis puede esperar, no sé si podré curárselo con mi nivel de primeros auxilios
"Están machacados..." Intento apartar todos los pensamientos negativos de mi mente para centrarme todo lo que puedo en la persona que tengo delante, y en lo que tendré que hacer después con los demás.
-¿Te duele mucho?- Le pregunto a Johan mientras me ayuda, esperando que siga con los brazos en alto. Mientras sigo con Thalos conjuro una pequeña venda que se oprime alrededor de la herida de Johan, que aparentemente es el que menos grave está de todos.
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Sanación a Thalos: 10 (habilidad) +5 (canalizador) +20 (dados) = 35
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